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Escrito de Descargo Alejandro Raz
Escrito de Descargo Alejandro Raz
DE LOS HECHOS
Es el hecho cierto, que en fecha, 09 de noviembre de 2012, fui detenido por
funcionarios adscritos a la Oficina de Respuesta a las Desviaciones Policiales,
encontrándome de servicio en el Área de Seguridad Interna de la Comandancia
General de Policía del Estado Carabobo, justificando su acción mis compañeros
alegando que tenían conocimiento que mi persona estaba solicitada por el Juzgado
Cuarto de Control en materia Penal del Estado Carabobo, según oficio número: C4-
0272-2012, de fecha 13/07/12, por cuanto me fue revocada una medida cautelar de
la que gozaba, por cuanto estoy siendo juzgado por hechos que supuestamente
ocurrieron, y donde presuntamente guardo relación, contenidos en el expediente
penal signado con la nomenclatura GP01-2011-003942, por el delito de Robo
Agravado. Por estos hecho aún permanezco detenido, esperando sentencia del
ciudadano Juez, quien es por mandato de Ley, el único quien puede señalar si mi
persona tiene responsabilidad Penal o no en los hechos que se me imputan.
Paralelamente, en el pasado, específicamente en el año 2011, la Oficina de
Control de Actuación Policial del Estado Carabobo abrió averiguación administrativa,
signada con la nomenclatura OCAP-0179/2011, a fin de determinar mi
responsabilidad “ADMINISTRATIVA” en estos mismos hechos, por los cuales se me
esta juzgando; dichas diligencias administrativas culminaron con un acto de
desestimación, de fecha 17 de mayo de 2012, donde se acordó: “Desestimar la
presente averiguación” donde además se agrega: “……es de interés mencionar que el
ciudadano denunciante en ningún momento aportó indicios que nos permita sostener
que la conducta del funcionario antes mencionado pueda ser merecedora de sanción
alguna establecida en la vigente Ley del Estatuto de la Función Policial”. Dicho escrito
de Desestimación del Expediente administrativo OCAP-0179/2013, lo consigno como
prueba en el presente, en formato de fotostato, a fin surta los efectos legales
consiguientes y lo signo con la letra “A”.
Teniendo en cuenta lo antes mencionado, ya fui investigado y juzgado
administrativamente por el hecho en cuestión, donde se determinó en acto motivado
que NO GUARDO RELACIÓN ALGUNA, con esos hechos.
Cargos en mi contra que se encuentran fuera de orden legal, ya que solo son
aplicables cuando el sujeto activo, es aprehendido en flagrancia come tiendo el
hecho, o existe una condena penal en su contra definitivamente firme, que lo hace
responsable de los hechos, y en ninguno de los dos supuestos está encuadrada mi
detención.
DEL DERECHO
Para soportar lo arriba aseverado a favor de mi defensa, es menester
desvirtuar las acusaciones concretas que se hacen en mi contra, las cuales son: a).-
Articulo 97, ordinal 2: Comisión intencional o por imprudencia, negligencia o
impericia graves, de un hecho delictivo que afecte la prestación del servicio policial o
la credibilidad y respetabilidad de la Función Policial.
Es un hecho demostrado en este escrito de que mi persona es INOCENTE de
hecho delictivo alguno con el cual se me quiera vincular, ya que si bien estoy siendo
juzgado privado de mi libertad, ya que presuntamente cometí un delito, no es menos
cierto que no he sido condenado penalmente y tampoco fui aprehendido en
flagrancia cometiendo hecho alguno, que ponga en entredicho mi INOCENCIA.
Además en los expediente administrativo signado con la nomenclatura OCAP:
0239/2012, no existe ni un solo elemento de convicción que permita convencer a
juzgador alguno que con mi conducta, mi persona pudiera guardar relación con los
ilícitos administrativos de los cuales se me acusa, por lo tanto SOY INOCENTE DE
TODO LO QUE SE ME IMPUTA, tal y como está escrito en el artículo 49, ordinal 2°, de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde está escrito: “Toda
persona se presume inocente, mientras no se demuestre lo contrario.”
Segundo esta instancia administrativa nada tiene que decidir entorno a estos
hechos, por cuanto ya fue juzgado y se demostró en esa investigación mi
INOCENCIA, mal podría volver a juzgar a mi persona por los mismos hecho ya que va
en contravención de lo establecido en el principio del derecho In Bis In ídem, previsto
en el artículo 49, ordinal 7° de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, donde está escrito: “Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los
mismos hechos en virtud de los cuales hubiese sido juzgada anteriormente”.
Así también en el Acto antes mencionado, se me acusa que incurrí en el
supuesto previsto en el artículo 86, ordinal 6 de la Ley del Estatuto de la Función
Pública, donde está escrito: “…falta de probidad…acto lesivo al buen nombre o a los
intereses del órgano o ente de la Administración Pública.” Siendo la falta de probidad
en el sentido etimológico de la palabra, la cual proviene de latín “probĭtas” que
significa “honradez” (RAE, 2009); siendo esta una cualidad que implica para quien la
posea ser “probo justo, recto, equitativo (…) escrupuloso en lo que pueda constituir
delito o falta contra la probidad” (Cabanellas, 2005:186). En otras palabras, es la
“rectitud de espíritu y de sentimientos de honra que lleva a la observancia rigurosa
de deberes de justicia y moral” (Caldera, 1960:353).
Por lo antes señalado, cuando se incorpora la palabra “falta” como sinónima de
ausencia y actúa como adjetivo de la palabra “probidad”, el término obtenido “falta
de probidad” sería equivalente a la “ausencia de honradez”. La falta de probidad se
puede resumir igualmente en el término “improbidad” (Caldera, 1960), que significa
“falta de probidad, rectitud u honradez. Iniquidad, maldad, perversidad” (Revista
Judicial, 2010), siendo un ímprobo “quien procede con improbidad, inicuo, malvado,
perverso” (Revista Judicial, 2010).
En el ámbito laboral, el vocablo probidad corresponde a la “idea de rectitud, de
integridad, de honestidad, aplicada al cumplimiento de los deberes derivados de la
relación de trabajo que ha de cumplirse de buena fe” (Caldera, 1960: 353). Por lo
que puede entender en sentido general a la falta de probidad como toda conducta
dolosa que implique un engaño hacia el patrón o hacia el trabajador con el fin de
obtener un beneficio propio o perjudicar a la otra parte de la relación de trabajo.
Leída la explicación encontrada en la doctrina que emana de la práctica de la
legislación patria, se establece más aun mi INOCENCIA prevista en el artículo 49,
ordinal 2°, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por cuanto mi
conducta siempre a estado ajustada a lo que dictan las leyes.
De lo que se desprende en el artículo 49, ordinales: 1°, 2°, 3°, 5°, 6°; 7 y
artículo: 51, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; además de
los Artículos: 8, 9 en sus ordinal: 1°; artículos: 15, en todos sus numerales, y 98
ordinal 4, de la Ley del Estatuto de la Función Policial, es que solicito:
PETITORIO
En virtud de los hechos, donde juro es la verdad; y del derecho arriba
enunciado, que, en el ejercicio de mi derecho a la Defensa, muy respetuosamente
solicito a la administración, representada en su persona que: 01.-Se acuerde la
desestimación de esta averiguación administrativa, por cuanto ya fue juzgado y
absuelto por la Oficina de Control de Actuación Policial. 02.- Se deje sin efecto
cualquier sanción en mi contra, por cuanto soy INOCENTE DE TODO LO QUE SE ME
IMPUTA. 03.- Se admita el presente escrito, en toda sus partes y contenidos, sus
anexos, y aseveraciones, a fin surtan los efectos legales pertinentes.
Es justicia que espero, a los doce días del mes de marzo del año dos mil
catorce.-
V-14.713.163
JUZGADO SUPERIOR EN LO CIVIL Y CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA.
Expediente Nº 9.995
Que era un funcionario público de carrera policial al servicio de la Policía Regional del
Estado Zulia, órgano adscrito a la Gobernación del Estado Zulia, con el grado de Oficial
N° 4026.
Que en fecha 28 de Octubre de 2005, fue destituido de su cargo, al recibir original de la
Resolución N° 030 de fecha 06 de Octubre de 2005, suscrita por el Secretario de
Defensa y Seguridad Ciudadana de la Gobernación del Estado Zulia, de conformidad
con el artículo 86, numerales 6 y 11 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, en
concordancia con el artículo 32, numeral 1 de la Ley de Policía Regional.
Que el acto administrativo destitutorio esta viciado de nulidad porque violó el principio
de presunción de inocencia consagrado en el numeral 2 del artículo 49 de la
Constitución Nacional y en el artículo 8, numeral 2 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
Que en cuanto al delito de extorsión imputado por la Vindicta Pública adujo que el
mismo no se encuentra configurado y en consecuencia el día 13 de Agosto de 2005, el
Tribunal de Control concedió la libertad inmediata al ciudadano EUDRY ENRIQUE
GIL RAMIREZ, por no llenarse los extremos del artículo 250 en su tercer aparte del
Código Orgánico Procesal Penal.
Refirió que para que una prueba tenga valor en sede administrativa o judicial se le debe
permitir a la contraparte que controle la misma, y en el caso de la prueba de testigos es
pertinente que al investigado se le permita repreguntar a los testigos por la
Administración en su contra, y en el presente caso según la parte recurrente no se le
permitió a su representado repreguntar a los testigos evacuados por la Administración
ya que sólo consta la declaración del denunciante Whinter de Jesús Fuenmayor
Castillo.
Adujo que el artículo 49 de la Constitución Nacional señala que toda persona tiene
derecho a acceder a las pruebas y que serán nulas las pruebas obtenidas mediante
violación del debido proceso, por lo cual consideró que su representado debió estar
presente cuando se realizaron las declaraciones de los testigos evacuados por la
Administración Pública, alegando no habérsele permitido, con lo cual consideró que la
Administración Pública violó directa y flagrantemente el derecho a la defensa y al
debido proceso.
En tal sentido adujo que no se puede destituir al ciudadano EUDRY ENRIQUE GIL
RAMIREZ por haberse encontrado un teléfono celular en el piso y más aun cuando en
el Derecho Administrativo rige el principio de la proporcionalidad de la sanción
administrativa, para lo cual invocó un criterio jurisprudencial emanado de la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo en sentencia de fecha 21 de Diciembre de
2.000.
Refirió que la Administración cuando hace uso de su poder disciplinario, debe poner
especial cuidado en la adecuación entre la falta cometida y la sanción que procede
aplicar, sobre todo cuando se trata de la sanción de destitución, que acarrea la ruptura
del vinculo que une a ambas partes.
Alegó que resulta a todas luces desproporcionado el acto administrativo destitutorio por
estar basado en un hecho no probado, por lo que no pudo sancionársele con un hecho
que no cometió ya que no se demostró en forma alguna que el ciudadano EUDRY
ENRIQUE GIL RAMIREZ haya extorsionado para la devolución del teléfono celular a
su propietario, por lo que consideró el recurrente que se destituyó a su representado en
forma ilegal, abusiva, desconsiderada, porque no apreció que el trabajo de su
representado es difícil de realizar día a día por las funciones que cumple y tiene que
resolver rápidamente las situaciones de acuerdo a su experiencia.
Y que se ordene el pago de los salarios caídos, aumentos o incrementos salariales por
decreto presidencial, aguinaldos, vacaciones, bonos vacacionales, intereses sobre
prestaciones sociales, primas, bonos, aportes al fondo de ahorro, fondo de pensiones y
jubilaciones, Ley de Política Habitacional, o cualquier otro que reciban los funcionarios
públicos policiales de la Gobernación del Estado Zulia, desde la fecha de su ilegal
retiro, hasta que real y efectivamente sea reincorporado a su cargo y que los mismos
sean indexados de conformidad con el método indexatorio establecido por el Tribunal
Supremo de Justicia; y que en caso de ser improcedente este recurso subsidiariamente
se ordene el pago de sus prestaciones sociales.
DEFENSA DE LA RECURRIDA:
Que las irregularidades cometidas constituyen una falta de probidad y no debe estar
supeditado a una interpretación estricta del enunciado, por cuanto ocasionan un
perjuicio grave al buen nombre de la institución que representa y en consecuencia un
daño irreparable al colectivo, puesto que tal actuación crea incertidumbre e inseguridad
jurídica para quienes deben estar amparados por los cuerpos policiales, ya que los afecta
en su buena fe, so pena del hecho de que quienes laboran para la administración
pública, mas allá de las funciones inherentes a su cargo, prestan un servicio público, por
lo que deben ser personas idóneas, probas de intachable moral.
Refirió que quien se presta a cometer hechos irregulares haciendo caso omiso al
procedimiento legal establecido, quien conociendo la comisión de irregularidades en
lugar de denunciarlo se convierte en participe y cómplice de la misma, no puede ser la
persona idónea para ocupar un cargo público y que aunque el colectivo no puede
considerarse patrimonio del Estado, si constituye uno de sus intereses primordiales, por
lo que la Administración tiene la obligación indeclinable de sancionar todas aquellas
actuaciones que ocasionen un daño grave en detrimento de los administrados.
Que el recurrente pretendió desvirtuar los fundamentos que dieron origen al acto
administrativo de destitución, alegando que fue vulnerado el derecho a la presunción de
inocencia, no obstante advirtió que el fundamento legal que sustenta la destitución es
una actuación que atenta contra el prestigio de la Institución por falta de probidad o
conducta inmoral con ocasión del servicio, al respecto indicó que la falta de probidad se
puede materializar a través de una actuación u omisión cuyas consecuencias afecten
negativamente la imagen de la institución.
Refirió que la Ley de Policía Regional del Estado Zulia, como norma sustantiva que
regula el orden interno de dicha Institución enmarca los hechos bajo la denominación
de “faltas muy graves”, establecida en el artículo 32.1 y recalcó que la comisión de este
tipo de faltas conllevan de conformidad con el numeral 1 del artículo 36 (ejusdem), a la
destitución y expulsión del oficial de la Policía Regional del Estado Zulia.
Que la conducta asumida por el oficial, independientemente del calificativo penal que
de ella pueda derivar, se configura por si misma como una falta sancionada en sede
administrativa, por lo que no resulta subsidiaria o vinculante a la condena penal que de
ella se haga, para lo cual refirió lo establecido en las sentencias N° 01216 de fecha 26
de Junio de 2000, Sentencia N° 469 del 02/03/2000 y Sentencia N° 02714 del
20/11/2001 emanadas de los máximos Tribunales de la República
DE LAS PRUEBAS:
Sin embargo, es importante destacar que el recurrente junto con el escrito de querella
consignó como fundamento de la pretensión unas documentales, las cuales éste
Tribunal de conformidad con el principio de adquisición procesal se encuentra forzado
a valorar y lo hace de la siguiente manera:
No obstante se observa del escrito de querella que el recurrente alegó que el acto
destitutorio esta viciado de nulidad porque violó el artículo 49 de la Constitución
Nacional referente a la presunción de inocencia al sancionar la administración al
ciudadano EUDRY ENRIQUE GIL RAMIREZ en base a presunciones, ya que los
hechos imputados por la Fiscalía del Ministerio Público no fueron comprobados por lo
que fue declarado libre por el Tribunal de Control que llevaba el caso penal.
Que contiene el vicio del falso supuesto de derecho porque aplicó erróneamente las
normas invocadas en el acto destitutorio considerando que las mismas no corresponden
con los hechos señalados; y que contiene el vicio de falso supuesto de hecho porque fue
destituido en base a hechos que no son ciertos y no fueron demostrados por la
Administración Pública.
Vista la controversia planteada quien juzga observa que el numeral 6 del artículo 86 de
la Ley del Estatuto de la Función pública establece como causal de destitución “la falta
de probidad, vías de hecho, injuria, insubordinación, conducta inmoral en el trabajo o
acto lesivo al buen nombre o a los intereses del órgano o ente de la Administración
Pública”.
Como se observa la causal invocada contiene varias sub causales las cuales han sido
definidas por la doctrina; para la solución del presente caso se considera necesario citar
lo que la doctrina y la jurisprudencia ha definido como falta de probidad y como acto
lesivo al buen nombre o a los intereses del órgano o ente de la Administración Pública,
a los fines de analizar las referidas conductas.
Así la falta de probidad según la Enciclopedia Jurídica Opus (1999), citada en el libro
“Régimen Jurídico de la Función Pública en Venezuela, Homenaje a la Doctora
Hildegard Rondon de Sansó” (definición también usada por los máximos tribunales de
nuestro país), se define como “la bondad, rectitud de animo, hombría del bien,
integridad y honradez en el obrar, completando que la probidad consiste en la rectitud,
en la ética en las labores inherentes al cargo, lo cual implica cumplir de manera
eficiente con las actividades asignadas y que incluso la probidad va mas allá de un
delito ya que toca elementos más profundos como lo son la ética, la moral, la rectitud,
la honestidad y la buena fe.
Así también el profesor Jesús González Pérez, igualmente citado en la obra antes
señalada, al referirse a la falta de probidad, señala que la misma no debe limitarse al
ámbito estrictamente funcionarial, sino que trasciende al ámbito interno de la
Institución donde el funcionario se desempeña, actuaciones públicas de quienes revisten
la calidad de agentes del Estado, toda vez que la vida social acorde con la dignidad del
cargo debe ser observada por todos los funcionarios en sus actuaciones privadas con el
objeto de no dañar el prestigio del servicio.
Por otro lado en cuanto al acto lesivo al buen nombre o intereses del órgano o ente de la
Administración Pública, la Magistrada Hildegar Rondon de Sansó en una sentencia de
fecha 29 de Febrero de 1972,. Emanada del Tribunal de Carrera Administrativa
estableció lo siguiente:
“ .. (omisis) alude a la realización por parte del empleado de un acto que lesione a la
Administración, contemplando dos posibles efectos de dicho acto y con ello dos
distintas hipótesis: la primera de las hipótesis es la que el acto menoscabe el buen
nombre del organismo y, corresponde por ello al campo de los derechos morales, ya que
está destinado a proteger la reputación, la fama, la integridad moral. La segunda
hipótesis es la de que el acto lesione los intereses del organismo y debemos entender
por ello que, la lesión en tal caso, se refiere a situaciones jurídicas mas concretas, esto
es, a los derechos y expectativas que tienen un contenido material”
“… (omisis), aun cuando los hechos ventilados ante la jurisdicción penal ordinaria
nacen de la misma situación, que para los sancionados obedece a una “gratificación”
por parte de la presunta víctima, y para la jurisdicción penal supone la apertura de una
investigación sumarial por la presunta perpetración del delito de extorsión, a raíz de la
denuncia de la propia víctima, el resultado de este juicio es independiente de las
conclusiones de las averiguaciones administrativas iniciadas con ocasión de las
presuntas faltas a los deberes militares. Ello es así porque un mismo hecho puede dar
lugar a sanciones de naturaleza distinta, cuando el ámbito de actuación de los
involucrados está regulado especialmente y cuando determinado hecho, tipificado como
delito para la jurisdicción ordinaria, constituye en sí mismo una falta sujeta a sanción en
sede administrativa, la cual no depende para su imposición de la comprobación previa
ante la jurisdicción ordinaria de que se ha cometido delito”(Negrillas del Tribunal)
El Reglamento de Régimen Disciplinario de la Policía Regional establece en su
artículado lo siguiente:
Articulo 7: “Los oficiales de Policía deberán conducirse todo el tiempo, dentro y fuera
del servicio, de tal manera que refleje favorablemente la imagen de la organización que
representan y de la cual forman parte. Una conducta inapropiada de un Oficial, podrá
incluir aquella conducta, que conlleve al desprestigio e imagen de la Institución Policial
a la que pertenecen y lo cual refleje descrédito, sobre el Oficial de Policía, como
miembro de dicha Organización
Artículo 13: La vida privada y profesional del personal policial, deberá ser honorable,
se evitaran las relaciones con personas de dudosa reputación y la realización de actos
que vayan en perjuicio del honor y la dignidad del Oficial de la Policía Regional
El artículo 40: La Dirección General de la Policía Regional del Estado Zulia, tomará las
medidas disciplinarias que sean necesarias cuando las circunstancias del caso así lo
ameriten y aplicará el régimen disciplinario correspondiente a los Oficiales de Policía
que incurran en violaciones de las leyes, reglamentos, decretos, ordenes e instrucciones,
que pauten su comportamiento al servicio de la Institución.
Así también La ley de la Policía Regional establece en su artículo 17, numeral 4 que
“son deberes del Oficial de Policía: 4. Actuar con probidad, integridad y dignidad”.
En tal sentido quien suscribe observa que aunque es cierto que el funcionario fue
declarado inocente de los hechos delictuales imputados, también es cierto que el estar
involucrado en situaciones irregulares de tal magnitud, como el estar detenido y en un
procedimiento penal como acusado, no esta apto moralmente para cumplir funciones
policiales, por cuanto ya no se detentaría de una conducta intachable, la cual es exigida
para los que estén al ejercicio de esa función pública.
Por lo antes expuesto se establece que la medida de destitución decretada por el órgano
administrativo policial no fue desproporcional, no esta viciada de falso supuesto de
hecho y de derecho por cuanto la norma se aplicó al hecho enmarcado en la situación en
la que estuvo involucrado el oficial y no en lo hechos concretos materiales delictuales
imputados, por lo que subsiguientemente tampoco se materializó la desviación de poder
planteada, puesto que el acto destitutorio no fue dictado con una finalidad distinta a la
establecida en la Ley del Estatuto de la Función Pública y en la Ley policial especial,
siendo este un presupuesto para que se configure el referido vicio, tal y como lo ha
establecido la Sala Político Administrativa en Sentencia N° 01967 de fecha 05/12/07.
Así se decide.
DISPOSITIVO:
LA SECRETARIA,
En la misma fecha y siendo las tres de la tarde (2:00 p.m.) se publicó el anterior fallo
con el Nº 51.
LA SECRETARIA,