0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
14 vistas3 páginas
Este ensayo explora cómo el sistema límbico y los circuitos de patrones generadores (CPG) están involucrados en la empatía en humanos y primates. El sistema límbico, que incluye la amígdala, hipotálamo y núcleos del tallo cerebral, juega un papel en las emociones y la expresión somática de las emociones. Los CPG controlan la expresión facial de las emociones a través de la contracción y relajación de los músculos faciales. La evidencia de experimentos en animales sugiere que la
Este ensayo explora cómo el sistema límbico y los circuitos de patrones generadores (CPG) están involucrados en la empatía en humanos y primates. El sistema límbico, que incluye la amígdala, hipotálamo y núcleos del tallo cerebral, juega un papel en las emociones y la expresión somática de las emociones. Los CPG controlan la expresión facial de las emociones a través de la contracción y relajación de los músculos faciales. La evidencia de experimentos en animales sugiere que la
Este ensayo explora cómo el sistema límbico y los circuitos de patrones generadores (CPG) están involucrados en la empatía en humanos y primates. El sistema límbico, que incluye la amígdala, hipotálamo y núcleos del tallo cerebral, juega un papel en las emociones y la expresión somática de las emociones. Los CPG controlan la expresión facial de las emociones a través de la contracción y relajación de los músculos faciales. La evidencia de experimentos en animales sugiere que la
Nava. El sistema límbico y las emociones: empatía en humanos y primates.
Introducción
Dentro de lo que componen las emociones se encuentran conductas varias que se
encargan de ver como el ser humano responde a estas como la motivación y el aprendizaje todas ellas presentan dos características comunes: la primera se refiere a una respuesta motora visceral y la segunda a una respuesta motora estereotipada somática. La existencia de rasgos de empatía en los animales y para la conservación de éstos en diferentes razas y culturas en los humanos, puede ser la existencia de CPS conservados en la escala filogenética de los mamíferos. De esta forma, el sistema límbico formaría parte de uno o varios CPG’s que controlan la respuesta emocional y la empatía en los humanos. Probablemente esta misma relación está conservada en los primates.
En el presente trabajo trata de explicar y ver como el sistema límbico y a los
CPG’s como estructuras involucradas en la empatía en los humanos y primates.
Desarrollo
Diversos experimentos en humanos y en animales permitieron posteriormente
establecer que la amígdala, que intercomunica al sistema de la expresión somática de las emociones (hipotálamo y núcleos del tallo cerebral), es el sistema de los sentimientos concisos, especialmente el miedo (cortezas cingulada, parahipocampal y frontal, Los CPG’s inicialmente descritos en animales sencillos como la lamprea han sido estudiados y descritos en algunas de las conductas humanas Por ejemplo, se ha descrito la presencia de CPG’s en la expresión facial de las emociones. Cuando un estímulo externo provoca una emoción en los animales y en el hombre, varios núcleos cerebrales se comunican entre sí, los cuales finalmente activan la contracción y relajación de ciertos músculos faciales.
Este proceso, según observaciones en humanos y en animales experimentales,
señala que, como primer paso, es indispensable el involucramiento emocional para después generar el entendimiento de lo que está sucediendo y de la emoción percibida, y finalmente “imaginarse” esta respuesta en el contexto que está sucediendo. La respuesta observada en animales experimentales sugiere fuertemente que este componente emocional (empatía o antipatía) es un proceso viejo y se ha conservado en nosotros desde el ancestro de los mamíferos hasta hoy, formando una parte crucial de la conducta de los humanos.
Conclusión
De los experimentos realizados en animales, sobre todo en ratas y primates, si
bien no es posible hablar estrictamente de que se generen sentimientos durante estos experimentos, es indudable que se demuestra que se genera en ellos un cambio en la intensidad de sus experiencias. Esta demostración nos permite hablar de la empatía no sólo en términos humanos sino también en el reino animal, por lo menos en los animales que muestran un cerebro evolucionado. En términos científicos, existen dos corrientes que observan el mismo fenómeno desde dos puntos de vista totalmente diferentes.