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Reflexión sobre el sentido de la vida y la muerte.

Al igual que vivir, morir forma parte del ciclo de la vida, sin embargo, en
muchas culturas, entre ellas la occidental lo difícil es aceptarlo. Ahí comienza el
miedo y el sufrimiento, la negación ante una realidad que ya conocemos pero que
no queremos que llegue.
“El hombre que no piensa sino en vivir, no vive”.
(Sócrates)
VIDA Y MUERTE Las dos caras de la misma moneda. La única verdad que
sabemos es que desde el momento en que nacemos, estamos muriendo poco a
poco. Temerla es algo natural, el problema llega cuando el miedo es dominante.
Los ataques de pánico, la ansiedad o cuando perjudica al día a día, entonces, es
el momento de buscar ayuda.
La tanatofobia solo afecta al 2 por ciento de la población. No obstante, sin
obsesionarnos, es buen pretexto para recordarnos que hay que pensar en la
muerte y, sobre todo, aprender a verla como parte de este viaje que es la vida.
Exponer lo que se teme es una de las técnicas que ayuda a relajarnos y a ver las
cosas desde otra perspectiva.
Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la
Ansiedad y el Estrés (SEAS), afirma que "es mejor no usar tranquilizantes o si se
usan, no hacerlo más de tres semanas porque producen adicción. En cambio, los
antidepresivos son más eficaces en la reducción de la ansiedad a la larga. La
cuestión es que sus efectos se presentan hasta la tercera semana de uso, pero
dan mejor resultado”, subraya.

“En nuestra sociedad ha habido un cambio en las últimas décadas con respecto a
la muerte. Antes se le rendía culto en rituales de duelo. Ahora, ha ido
evolucionando hacia una negación y una ocultación de la muerte. Cuando muere
alguien no hay niños, no se les habla de lo que significa morir y eso genera un
efecto negativo”
(Antonio Caso.)

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