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ANDREA PALLADIO -JAMES S.

ACKERMAN-
Arquitectura Religiosa
Tanto Palladio como Miguel Angel, eran cristianos creativos y la crisis de la reforma les movió a
reconsiderar las tradiciones de la iglesia como edificio.
Los arquitectos humanistas del renacimiento, desde Alberti al propio Palladio, habían procurado
instaurar la iglesia de planta central -preferiblemente circular o cuadrada- como tipo dominante,
porque era “el mas bello y regular”.
Años sesenta, Palladio y dos grandes contemporaneos (Vignola y Alessi) hicieron realidad un
nuevo genero de espacio eclesiastico. Esto iba a reparar la ruptura provocada por el abandono
humanista de la tradicional forma basilical. Encontraron modos de combinar una ancha nave,
capaz de acoger a una gran congregación, y unas capillas laterales lo bastante grandes para la
celebración de los sacramentos.
San Giorgio Maggiore es comparable a San Vittore al Corpo de Alessi, en milan (1560) y al
proyecto no construido de Vignola para Santa Maria in Traspontina en Roma (1565).
Los diseños de San Giorgio y el Redentore revelan un gran esfuerzo por encontrar formas aptas
para una liturgia rejuvenecida: el alzado de la iglesia sobre un podio, el cuidado, la eliminación
casi completa del ornamento no arquitectónico y por ultimo la casta blancura de todo el interior.

Il Redentore:
Palladio hace una distinción entre las partes: la gran tribuna esta claramente separada de la nave
y las capillas laterales por un pilar que estrecha el hueco y del coro por una pantalla de columnas
por las cuales pasan la luz y el sonido sin comprometer la privacidad. Esto sugiere a los estudio
que Palladio hizo de las termas imperiales, en los cuales había reconstruido secuencias de
espacios independientes y a veces conectados visualmente mediante pantallas columnares.
La fachada era un elemento no resuelto en los ejemplares mas tempranos de las nuevas iglesias
de Palladio. El problema era que la fachada pertenecía más a la calle o a la plaza que a la iglesia
misma, la cual solo necesitaba un muro terminal con huecos para puertas y ventanas. Esa función
publica y la exigencia de un simbolismo religioso, exigía una obra que separase la fachada del
interior, tanto desde un punto de vista estructural como funcional.
Como podría dar el arquitecto la sensación de que la fachada pertenecía tanto a la iglesia
como a la ciudad? Y como podría unir la nave central y las bajas naves laterales,
particularmente cuando deseaban emplearon ordenes antiguos que tenían sus propias
reglas y no podían expandirse o contraerse a voluntad? Como se podía dar a la fachada un
carácter espacial coherente con la estética del renacimiento interior, evitando que fuese un
plano liso y dividido por bandas verticales y horizontales?
Palladio partio de cero ignorando las soluciones que se habían ensayado en roma y en venecia,
ya que estaba convencido de que sus predecedores no habian dado una respuesta satisfactoria a
estas preguntas.
Primer encargo a Palladio: Fachada San Francesco della Vigna. Fachada como monumento
independiente. Fijo dos problemas principales que Sansovino no había conseguido resolver: La
integración del frente de la alta nave con los de las capillas laterales, mas bajos y la evocación del
espacio dentro de los confines de una fachada casi plana.
Encontró la solución en el pórtico antiguo del templo columnado, con su frontón de coronamiento,
que el utilizó a gran escala en la parte central y a escala menor en las dos mitades laterales. Con
el fin de integrar el centro y los lados hubo de colocar sobre la misma base un orden pequeño y
otro colosal. Algo que provocó contradicciones, por ejemplo: la base sobre la que descansaban los
ordenes grande y pequeño no podía ser adecuada para ambos a la vez, en san francesco Palladio
ajusto sus bases al orden mayor, y en San Giorgio Maggiore ensayo una solución de compromiso
colocando a diferentes alturas los comienzos de los ordenes. El Redentore, donde las escaleras
ocultan este problema, representaba la solución optima de un conflicto en esencia insoluble.
El motivo del frontis vincula los lados al centro a base de repetir a menor escala figuras
triangulares parecidas y de mantener unos acentos horizontales a través de la fachada y detrás
del orden colosal, lo cual se hace mas énfasis en San Giorgio que en San Francesco.
Fachadas de Palladio: “metafora del espacio”
Fachada diseñada como un relieve, cuyos diferentes estratos debían ponerse de manifiesto dentro
del grosor del muro, junto con las figuras y las columnas. Pero el tratamiento en relieve no es lo
único que implica profundidad; el frontis se ve como un ente exento, portico abierto delante de la
Cella de un templo. Que Palladio pretendia esto, se sugiere en un plano de San Giorgio de 1570,
en el que proponia alterar el proyecto original, adelantando las cuatro columnas centrales para
crear un portico real en tres dimensiones.
La base de los medios frontones laterales de la fachada de San Giorgio continua a través de los
tres intercolumnios centrales como una especie de cornisa y parece unir los medios frontones en
uno solo, bajo y ancho, detrás del seudo portico del centro.
Palladio no unio especificamente los frontones laterales entre si porque eso hubiese supuesto una
falsa representación del interior de la iglesia, y el pensaba la fachada como introduccion al
esquema de la iglesia.
Palladio recomendaba los “medios frontones” para las fachadas de las naves laterales: “como lo
único que un orden no puede sostener son dos mitades juntas, no podía justificarse una cornisa
entre ellos”.
La relación entre los ordenes menores y los mayores en la fachada estaba destinada a manifestar
algo concreto sobre la naturaleza de los espacios interiores: Dentro de San Giorgio, igual que en
la fachada, las pilastras pequeñas de las naves laterales se apoyan en el suelo, y las
semicolumnas colosales en pedestales; en el Redentore, proyectado una década después, orden
colosal y orden menor parten del mismo nivel, tanto dentro como fuera.
La fachada de San Giorgio esta adaptada a su eminencia isleña y se la contempla mucho mas
desde lejos que de cerca. Pero su efectividad pictórica es un poco fortuita; los rasgos mas
afortunados fueron pensados para San Francesco que solo tiene un pequeño campo ante el.
La fachada en piedra de San Giorgio y su cuerpo de ladrillo no fueron concebidos como una
unidad. Vista desde San Marcos, la fachada esta pensada para ocultar o dominar al resto. En
cambio, el Redentor debe entenderse como una composición en donde la cupula, las torres, el
tejado y los contrafuertes estan integralmente unidos a la fachada.

San Giorgio y el Redentore:


si bien para captar la unidad del diseño se necesita una vista estrictamente frontal, las dos
presentan una buena faz desde cualquier ángulo. Las formas y materiales de la nave, la tribuna y
la cúpula son tan simples y la escasez de detalles decorativos tan refrescante que el contraste
abrupto con las fachadas no resulta perturbador. “La unidad no siempre constituye una virtud”.
Y de todas formas, no podría exigirse en un edificio que combina (como el redentore) elementos
de los templos y las termas de roma, la cúpula bizantina y los contrafuertes góticos, todo ello
dentro de un sistema humanista de proporciones.

Claustro de San Giorgio


Según Palladio, se intentaba no solo ser Romano sino recrear una grandiosa casa romana
(Palladio conocía la casa romana por la descripción de Vitruvio más que por los restos antiguos,
por lo que su reconstrucción es hipotetica).

Rasgo básico de los interiores de iglesias de palladio: luz cuyo calor penetra en todos los
rincones, una luz tan característica y tan veneciana como la creada en los lienzos por sus
contemporaneos. La producian en parte las numerosas ventanas de gran tamaño así como
también la orientación de la planta de acuerdo con el recorrido del sol y la dominancia. Pero sobre
todo, era la naturaleza de las superficies reflactantes la que dotaba a esa luz de una humanidad
espacial.

El interior de estuco blanco o crema era una invención veneciana, empleada en contextos
similarmente sencillos durante el primer Renacimiento.

Secuencias claramente definidas de espacios autosuficientes representan en el redentor la


resolucion intelectual por parte de Palladio, del problema de articular un crucero cupulado con una
nave extensa. Dentro de su sistema clasico, constituye un gran avance respecto a San Giorgio,
donde el crucero forma y no forma parte de la nave. La cancela y el coro son espacio integrados
solo parcialmente. Sin embargo, san giorgio es demasiado estimulante para descartarlo por un
puntillismo clasicista; su apertura y su imperfecta variedad le dan una vitalidad que en la sombra
nobleza del redentor queda algo ahogada.
Lo que Palladio tomo de los edificios romanos estaba destinado a lograr ciertas mejoras
estructurales y determinados efectos de forma, luz y espacio que sirviesen a su programa.
Estaba igualmente dispuesto a aprender de la arquitectura bizantina y gotica; las termas
imperiales eran importantes para el, no tanto porque fuesen antiguas sino porque habían logrado
los efectos mas grandiosos de toda la arquitectura del pasado.

“no manierista mas que un antimanierista”.

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