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“Me alegro mucho verte, pero tengo que irme ya, hoy es sábado de amigas.”
“Mmn, sábado de amigas, no hay problema, ¿Las conozco? Así les das saludos
de mi parte”
“¡Claro que sí! Conoces todas mis amigas, son Victoria, Paula y Karen; mis
amigas de la universidad”
“Por supuesto, la esposa pecosa , recuerdo su cara graciosa contra mi polla, esa
chica si que ama las pollas, al igual que las otras perras de tus amigas”
“Todas somos coños palpitantes y húmedos, para follar. Yo soy la más sucia
perra entre las perras de mis amigas”
“La voz del amo es ley, Laura es solo una perra imbécil, incapaz de tener
voluntad. Mis amigas son putas para ser llenadas…” Se relamió los labios “...con
el semen del amo...”
“Ya que voy a visitar a tus amigas, y no podemos divertirnos ahora.” Di vueltas
alrededor de la mojada Laura “Puedes distraerte limpiando la casa, al terminar te
desnudaras, sin olvidar meterte las bragas en la boca, quiero que saborees lo
que sientes por mí, luego encenderás el portátil, y buscaras en tu carpeta
‘Amigas de Laura’, te masturbaras con cada video, mezclandolos en tu mente, al
terminarlos, chorrearas de la emoción y repetirás la lista, hasta que regrese”
Karen, Paula y Victoria, que lindas chicas, estoy dichoso de haberle ordenado a
Laura, que debía conocer a todas sus amigas personalmente, ella las traía a
casa o nos reuníamos en el departamento de ella, cuando no estaba Rocío,
siempre eramos tres en casa, para facilitar la hipnosis, hablábamos de temas
banales, algo de política, y como un dúo dinámico, Laura y yo confabulamos
para hablar de hipnosis, con distintos nombres, para evitar sospechas, con
Karen fue una “Terapia de relación”, al igual que Laura, para Victoria un “Truco
de magia”, y con Paula una “Sesión de espiritismo”. Lo que hacen las buenas
amigas.
Mi favorita es Victoria, hace una rusa espectacular, y gime como una diosa.
Cada sesión la grabe con una cámara escondida, Laura no sabe la contraseña
de mi computador, pero la esclava Laura sí. Saque dinero del bolso de Laura,
tome el autobús, hacia la casa de Paula, su marido se había ido de negocios,
por lo que las cuatro quedaron de reunirse allí. Tarde media hora en llegar, toque
el timbre y me abrió la puerta una rubia de pelo corto, traía un sombrero redondo
azul oscuro con un listón rojo, que combinaba con su chaqueta y pantalón,
Karen, le gustan mucho los tacones altos de color rojo, en cada ocasión que la
veo trae un par distinto, no solo en horma, sino en color, parece jugar con él,
siempre es rojo, pero nunca el mismo rojo; me mira con sus ojos azul marino, y
su resplandeciente piel libre de maquillaje, como si quisiera restregarle en la
cara a las otras que es la más joven de las cuatro.
“Hola Karen, yo también extrañaba ver a una rubia tan carismática, ella viene
más tarde, dijo que podía acompañarlas en su sábado de amigas”
“Ah, comprendo, disculpa, soy un poco lento con las indirectas. Espero que
comprendas que yo soy una excepción, y vas a dejarme pasar, como si fuera
normal, porque lo és, es aquello que querías hacer en un principio”
Le guiñe un ojo, su expresión tensa se relajo, pasaron unos tres segundos antes
de que procesara la orden, me devolvió una sonrisa amplia “Seguro, Paula y
Victoria deben estar tan ansiosas como yo de verte de nuevo”. La casa de Paula
es grande, dándome cabida para dialogar con Karen, me dijo que el negocio
estaba estancado, pero que iban a traer unos nuevos modelos de autos, que
han estado de moda en Alemania, me entere que actualmente sale con un chico,
pero que no es nada serio, tanto ella como Victoria son las solteronas del grupo,
las tres piensan que Laura tiene un noviazgo secreto conmigo, ya que pasamos
cierto tiempo juntos, y Laura no tiene más amigos varones, aunque ella lo haya
negado vez tras vez.
Primera impresión, estoy en la sala, hay una mesita ovalada con manís y una
botella de vino, dos grandes sofás curvados, hablan animadamente Victoria y
Paula, sentadas en el sofá derecho, nos sentamos en el sofá izquierdo Karen y
yo, ella me sirve una copa de vino, poso mis labios en el borde.
“...Laura no te imaginas lo que hizo la zorra de….Eh, ¿Tu que haces aquí?” Me
dice Victoria, conmocionada.
“Laura vino a mi casa a saludarme, dijo que podía venir y prefirió quedarse a
limpiar mi casa”
“No entiendo como Karen lo dejo entrar en primer lugar, siendo la más ruda de
las tres. Ya hablaremos con Laura de esto, pero mientras tanto Victoria lo
acompañara a la puerta, lo siento si esperaba algo distinto de esta visita”
“No tiene que ver con el agrado, a mi me...” Se mordió el labio, recordando
sueños húmedos “….caes bien, pero debes aprender a respetar el espacio de
chicas, es sagrado”
“Ok, si te caigo bien, ¿Que es lo que ves en mi?” Fingí frustración, necesitaba
llevarla a mi terreno.
Intento halagarme diciendo que al ser un amigo tan cercano de Laura, debía ser
buen amigo, le pedí que fuera más especifica, hablo de mi responsabilidad en el
trabajo, de mi personalidad jovial y cautivadora, ella es la “chica buena” del
grupo, puede destruir el corazón de un hombre en una relación, pero es incapaz
de asumir un conflicto verbal, la interrumpí, ya me aburría.
“¿¡Que!?” Arrugo el entrecejo, lo dijo alto, pero no lo suficiente como para que
las otras chicas escucharan.
“Soy….una pelirroja”
“Las pelirrojas son tan tontas, que solo pueden ser felices entre las piernas de
un hombre”
“Sssh, las pelirrojas solo deberían abrir la boca para mamar, sé una buena
Pelirroja y chupame la polla”
Me miro vencida con sus ojos azules y claros como el cielo, abrió su boca
pasando lascivamente la lengua alrededor de sus labios, se arrodillo, acaricio mi
erección visible, beso con lengua mi entrepierna antes de bajar la cremallera, mi
falo golpeo su rostro y casi al instante lo acogió en su caliente boca salivante.
Empuje su cabeza facilitándole ir más a fondo, chupándome como su caramelo
preferido. Desde que vi a Laura, estaba a punto de estallar, con los cariños
bucales de Victoria, no tarde en eyacular, ella bajo el ritmo, dejo más limpia mi
polla que al llegar, levanto la mirada, una mirada de admiración.
Al llegar a la sala.
“No entiendo tu reticencia Paula, somos cuatro adultos, ¿Que tiene de malo?”
Otra vez, en el pasillo, la cara de enojo de ella era evidente, me arrincona contra
una pared, y empieza a gritarme injurias.
“Entiendo que al estar sola en casa, debes estar amargada, por eso llamas a tus
amigas, ¿Estoy en lo correcto?”
“Sí...”
“Tu viejo marido no te satisface en casa, así que esperas momentos como este,
para follar libremente”
“Sí..tienes razón...”
Meto la mano bajo las bragas, acaricio su clítoris, palmeo su coño, las bragas ya
están completamente empapadas y sus piernas se tambalean.
“Desde que me conoces, has querido que te folle, que te folle duro, como la
sucia puta que eres”
“Haz querido burlarme, pero te he hecho notar, que no vengo con rodeos, voy a
llenarte el culo de lefa Paula”
“Sí, señor..”
“Llegamos a un acuerdo, estoy seguro que debe estar haciendo algo importante”
“Jajaja, prefiero acompañar a Paula un rato, y ver a una rubia y una pelirroja
besarse”
“¿¡Disculpa!?”
“Al llegar pensé, Victoria y Karen, dos solteronas guapísimas, deben ser
lesbianas o bisexuales”
“Eres capaz de soltar mierda por la boca, porque ves a todos como iguales, pero
no somos iguales, tu eres una mujer y yo soy un hombre” Dibujo su rostro con mi
verga, la paso por su frente, su mejilla derecha, el arco de su nariz, sus labios,
ella no deja de mirarme a los ojos, y su respiración es pausada y profunda “Y las
mujeres como tú, obedecen a hombres como yo, al ver mi masculinidad debes
resignarte a la diferencia entre nosotros, tú obedeces, yo mando” Abrió y cerro
las piernas ansiosa, parpadeaba lento, inmersa en un sueño narcoléptico,
masajeé su barbilla “Saca la lengua, Karen” Restregué mi glande sobre su
rosada lengua “Buena chica” Agarre a ambas suavemente del cuello,
guiándolas, acercando rostro con rostro, ya cerca se soltaron de mis manos,
juntaron primero sus labios, después sus cuerpos. Les deje un poco de intimidad
y fui a la habitación de Paula.
Descripción general, cama espaciosa, de color café claro, un tocador con la foto
de alguna celebración (Paula y su esposo dulcemente abrazados), un baño
pequeño, Paula arqueada, con las piernas abiertas masturbándose. Me había
desvestido a lo largo de la casa, salte a la cama, saboree su coño, la putita es
muy ardiente, levante más sus piernas y la penetre, adentro, afuera, adentro,
afuera, adentro, afuera, llenamos la habitación de ruidos obscenos, tome un
descanso para explorar la habitación, encontré unas esposas de cuero, la tenía
hincada en su vientre, alzando el trasero, espose sus manos en la espalda, hice
un nudo en mi mano con su cabello y le folle el culo.
“Paula, preciosa Paula, esto es lo que has anhelado tanto, por tanto tiempo,
amas tenerme dentro tuyo, tu culo es mio para ser follado, abofeteado y vejado,
te encanta sentir mi polla, porque te recuerda lo perra que eres, dime ¿Tu
esposo tiene sexo regularmente contigo”
“Deja de llamarme señor, estamos entre amigos, soy tu amo. Es una lastima lo
de tu esposo, cuando salgas del trance, me darás tu número, me enviaras un
mensaje siempre que estés sola en casa, producto de tu intuición, el día de hoy
tu impresión de mí a mejorado mucho, si Laura confía tanto en mí debe ser por
algo, pensaras esto como una idea propia, querrás reunirte conmigo para hablar
temas íntimos, en secreto, para evitar rumores...”
“Mmn...sí...¡Sí, amo!….ugh..shm..número…..para….follar”
“Eso es, buena chica, te ves hermosa suplicando por sexo, estoy a punto de
llenarte con mi semen cálido, al sentir mi excitación, consolidaras todas estas
ordenes en tu mente inconsciente, me enviaras fotos y videos tocándote para
mí, y borraras los mensajes tanto del celular como de tu conciencia…..”
Saque mi polla de su ano, lefa blanca y espesa brotaba de su culo enrojecido, di
un vista a su cara en estado perpetuo de shock, busque mi celular, debía estar
en la sala, divise en el tocador una cámara de video, perfecto, borre los videos
antiguos, para guardar espacio a lo que venia, grabe el culo chorreante de
Paula, acerque mi polla a su boca, inmediatamente me apreso con sus labios,
excitada del apestoso olor sexual que emanaba, el video no podía captar lo
babeante de su boca sucia. Regresamos a la sala.
Me senté a su lado y cruce una de sus piernas con las mías, introduje dos dedos
en su coño pagano, se tensaba al inicio en un intento de evitar mis acciones,
aun así sus replicas no perduraron.
“Se siente bien, se siente tan bien como para dejarte llevar.”
“…..Dejarme llevar..”
“Las pelirrojas…..”
Karen estaba halando ambos de sus pezones, con los ojos cerrados inmersa en
la labor oral de su amiga. Entre tanto Victoria me recuerda su especialidad,
acogió entre sus pechos mi polla, dejo caer saliva de su lengua como lubricante
adicional, empuje animoso, la pelirroja despeinada, me observa con la lengua
afuera y esos radiantes ojos azules.
“Victoria solo por curiosidad, ¿En que trabajas? O ¿De que vives?”
“Que interesante, algún día visitare tu consultorio, fuera del trance, me darás una
tarjeta o alguna dirección para visitarte, guardaras una cita para mí, me trataras
como a cualquier cliente y lo que ocurra en el consultorio, no sale del
consultorio. Tu tratamiento siempre concluirá en que debes masturbarme, hasta
eyacular, no importa el pretexto que uses, sera genuino para tí. Limpiaras la lefa
con tu lengua y ese sera mi pago”
Estaba a punto de estallar, por lo que llame a Paula y Karen, esta ultima lamió
mis pelotas, entretanto Paula ayudo, intercalando la succión de mi glande y un
beso francés con Victoria. Las salpique con mi lefa, deje la cara pecosa de Paula
y las tetas de la pelirroja cubiertas de pegajosa virilidad, automáticamente
Victoria le limpio el rostro como una perra hambrienta. Karen hizo lo mismo con
Victoria y Paula se encargo del semen restante del suelo.
Desate las manos de Paula, luego les ordene a las tres zorras limpiar el desastre
y esperar, tome una ducha, ya fresco, me vestí, estaban las tres en fila, una al
lado de la otra, rectas y atentas, toque sus cuerpos una vez más, palpe sus
bustos, traseros y sexos, fue una excelente tarde, sonreí para mi mismo, era
hora de volver a casa, el parques de diversiones ya casi cierra.
“Victoria, Karen y Paula, contare hasta tres, al llegar a tres, se vestirán, olvidaran
lo que paso aquí, solo tendrán esbozos de la verdad en sueños, pero los sueños
son solo eso, sueños, fantasías, vine con Laura, recuerdan como les hablo
emocionada de Zygmunt Bauman y la modernidad liquida, aunque tuvo que irse
a un evento que desconocen más temprano de lo habitual, congeniamos hasta
el punto que rogaron que las acompañara. Sin Laura, empezaron a tirar bromas
sucias acerca de orgías y felaciones, en una incitación de tener sexo grupal.
Cuando despierten, retomaran su papel corriente, harán lo que deban hacer. Me
iré, y al irme, abrirán la botella de whisky de la repisa, se emborracharan jugaran
verdad o reto y tendrán una orgía lésbica, todo lo grabara Paula a modo
juguetón, en el momento en que recobren la sobriedad, sentirán tanta vergüenza
que ignoraran la existencia del video, vendré la próxima semana por él. Uno,
dos, tres”
“Si lo dices tienes que probarlo….” Dice Paula mientras me la lanza una sutil
mirada.
“Podrás o no hacerlo, pero te aseguro que sea quien sea, lo puedo hacer
eyacular más rapido, usando solo mi boca” Replico Victoria.
“Te vas a perder la noche de juegos querido, vamos a jugar verdad o reto, con
whisky” Sedujo Paula.
“No, gracias, espero pasen una linda noche, ya ha sido suficiente por hoy”
“No, ¿Debería?”
“Ni el mio, hemos reído y charlado por horas y no somos contactos” Dijo Victoria
Paula y Karen me pasaron sus números y Victoria me dio su tarjeta, me dijo que
podía contactarla cuando quisiera, si necesitaba ayuda o algún conocido. Karen
me abrió la puerta, durante el transcurso del pasillo, escuche: