En este primer capitulo realizaremos un recorrido acerca de la
secularización del mundo y como ha influido en la concepción de la sociedad, puesto que esta realidad se viene trabajando desde la época moderna, donde probablemente tendrá su mayor impulso, ya que la secularización es la emancipación del hombre en relación a Dios, allí pierde su sentido de transcendente, y solo se centra en lo contingente y finito. Esta concepción se agudizo más con la situación de la pandemia del Covid-19, ya que muchas personas dudaron de la presencia de Dios, ante las muertes causas por esta enfermedad y las consecuencias sociales que esto conllevo, el sentido que reclamaban era el sentido paternal que el cristianismo profesa ante Dios, pues lo concebían como un Dios providente y todopoderoso. Esta teoría desemboco en dos vertientes: un marcado ateísmo y la generación de nuevas ideologías, que tiene como fundamento la libertad del hombre como un ser autónomo de la creación. Por ello la realidad del mundo se encuentra en un desencantamiento del mundo donde Dios no tiene cabida, un lugar donde el hombre con su autonomía viva sin ningún valor absoluto. Aquí viene la gran tarea que tiene el cristianismo de reavivar la fe de la sociedad tan marcadamente secular, por ello tiene que ser un reencantamiento del mundo lugar que genera nuevamente un lugar para la concepción de Dios, como padre en el cual por medio de la filiación nos hace volver a tener una esperanza en lo absoluto, en lo trascendente, en aquello que nos puede dar seguridad como fin último. Y es aquí donde la transcendencia tomará una mayor importancia, ya que será la que de el sentido a toda nuestra vida. Ante esta apertura se presentará la fe cristiana como portadora de un sentido de vida que nos abre a la transcendencia. Y es por ello que la fe será un punto esencial de partida para nuestra concepción, pues ella se encargará de portar ese sentido de vida que guiará todo nuestro vivir, y esto solo se podrá realizar a través de unos modelos que dignifiquen la fe como portadora de sentido.
1. El contexto secular aparente del mundo.
Este contexto se realiza de manera singular a partir del siglo XVII, donde se vivió en la época de la ilustración un cambio de sentido en la vida del hombre, pues ya hubo un gran cambio en la concepción de Dios, pues se paso de un teocentrismo a un antropocentrismo, donde le papel importante será la autonomía del hombre. Por tanto, esta transformación del régimen de cristiandad se debe a diversos factores, entre ellos la secularización que es inicialmente un proceso de emancipación respecto de la Iglesia y la jerarquía, mas que un rechazo de Dios 1. En este aspecto se va realizando una propuesta de emancipación de todo lo que puede generar una autoridad independiente que pueda maniatar al hombre en su libertad. El contenido de la mentalidad secularista es una interpretación del mundo que concentrándose en el mundo y el hombre deja de lado sistemáticamente a Dios, la trascendencia y la Biblia. El secularismo libera al hombre de las fuerzas externas que lo han oprimido. Específicamente libera al hombre de la naturaleza y de Dios. En la era secular el hombre llega a su mayoría de edad al independizarse definitivamente de Dios. La secularización representa, por lo tanto, al hombre que pretende ser maduro, independiente, autónomo, y autosuficiente 2. Con esta idea de la secularización podemos ir desglosando que el hombre busca liberarse de esas ataduras que le hacen tener todos aquellos valores absolutos, para buscar nuevos modelos de vida, donde se busca esa total emancipación de lo totalmente eclesiástico, para buscar su propia autonomía. Por ello surgirá como consecuencia una sociedad secular, con unas tareas y funciones especificas al margen del ámbito religioso, y con ello una clara perdida referencial total de Dios en la sociedad. Es por ello que la secularización aparece en las ciudades civilizadas, como fuerza capaz de construir una urbanización de la civilización, pues será la fuerza que mueva al hombre a realizar esta emancipación de lo religioso. Puesto que la secularización designa el contenido de la emancipación del hombre, el termino urbanización describe el contexto en el que se produce la secularización, pues esta significa una estructura de vida en común, en la que domina la diversidad y la desintegración de las mas profundas tradiciones, significa un tipo de impersonalidad en que se multiplican las relaciones funcionales, significa un cierto grado de tolerancia y de anonimato que sustituye las tradiciones y a los conocimientos inveterados3. Por tanto, la secularización se entendía originalmente, como el paso de determinadas realidades, de fines sacrales y cultuales, a fines mundanos y seculares. Por ello al hablar de secularización como un proceso en la historia del Espíritu y se quiere entender con ello la transformación de ideas, conocimientos y experiencias originalmente cristianas en ideas, para transformarlos en conocimientos y experiencias de la razón humana tradicional 4, en consecuencia de la manera en que sea comprendido el cristianismo, será la idea de la secularización, un ejemplo claro de esta situación se da en la concepción cristiana de la creación, donde se afirma que Dios es el creador del hombre, y que fuimos 1 Estrada, J. el cristianismo en una sociedad laica. Bilbao: Desclée de Brouwer. 2006. p. 109 2 Canalé, F., Secularización e historia del cristianismo, Enfoques, 12. 3 Gibelline, R., Teología del siglo XX, Santander, Presencia teológica, 1993, p. 151. 4 Ibid, 140. creados a su imagen y semejanza, donde en el ambiente secularizado, tratara de exponerlo a la luz de la razón del hombre, pues quieren quitar todo aquello que los remita a Dios como ser absoluto, y propondrán un aspecto meramente científico de esta realidad. Es por ello que será necesario realizar una buena valoración de todas aquellas verdades que el cristianismo profesa para poder combatir, puesto que la secularización es la consecuencia necesaria y legitima de la fe cristiana. Por ello la secularización se presentara como el proceso histórico de profunda transformación del hombre y del mundo, del modo en que el hombre se relaciona consigo mismo y con el mundo.