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LA CIUDAD DE

BUENOS AIRES,
EL DELTA DEL
PARANÁ Y EL RÍO
DE LA PLATA.
Observatorio de
Derechos Ambientales.
@defensoriacaba

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA


DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA

Por Antonio Elio Brailovsky


LA CIUDAD DE BUENOS AIRES,
EL DELTA DEL PARANÁ Y EL
RÍO DE LA PLATA
Observatorio de Derechos Ambientales
Por Antonio Elio Brailovsky
Titular del Observatorio de Derechos Ambientales
[ ÍNDICE ]
[01] Prólogo 7
[02] Presentación 9
[03] La Ciudad de Buenos Aires, el Delta del Paraná y
el Río de la Plata 11
[04] El Delta del Paraná como paisaje cultural 13
[05] La dinámica de avance de costas de la Ciudad de
Buenos Aires como parte del proceso de creación
de islas en el delta 15
[06] Los humedales de Buenos Aires han sido creados
por la sedimentación del río 21
[07] La sedimentación genera una ciudad que avanza
continuamente sobre el río 25
[08] La costa porteña en los próximos años 29
[09] El río en el texto constitucional y sus
antecedentes legales 31
[10] Estatus legal del Río de la Plata 35
[11] El tratado del Río de la Plata 37
[12] El debate sobre el Río de la Plata en la
Constitución nacional y en la convención
constituyente de la CABA 39
[13] Proyectos legislativos 43
[14] Conclusiones 49
[15] Recomendaciones 51
[16] Notas 53
[01] PRÓLOGO
Por Alejandro Amor

Este nuevo informe del Observatorio de Políticas Ambientales confirma que tanto
el Río de la Plata como el Delta del Paraná constituyen un tema estrechamente
relacionado con nuestra ciudad, con su sistema normativo y sus responsabilidades
como Estado y con sus recursos económicos y ambientales. En consecuencia, con los
intereses y los derechos de sus habitantes. Esto se debe tanto a razones históricas y
legales como a razones ambientales.
Cuando la provincia de Buenos Aires cedió al Estado nacional una parte de su
territorio para instalar la Capital Federal lo hizo incluyendo la costa y las aguas
que le eran propias hasta entonces. En aquel momento, la ribera porteña no fue
excluida, lo cual es lógico porque el derecho público no permite separar los ríos de los
territorios terrestres que atraviesan. El dominio de los ríos corresponde a los Estados
en que estos se encuentran. Como resultado de ello, con la aprobación de la nueva
Constitución de la CABA (1996) nuestra ciudad resultó continuadora de la titularidad
del dominio que hasta entonces correspondía a la Nación, la cual solo interviene en
la regulación de la navegación.
En resumen, la Ciudad de Buenos Aires es mucho más grande de lo que suele creerse,
pues incluye una inmensa porción del Río de la Plata, tal como lo establece el artículo
8 de la Constitución local cuando dice que “se declara que la Ciudad de Buenos Aires
es corribereña del Río de la Plata y del Riachuelo, los cuales constituyen en el área de
su jurisdicción bienes de su dominio público”.
Esta definición de nuestro texto constitucional tiene amplios alcances. En efecto, el
mismo artículo establece que “la Ciudad tiene el dominio inalienable e imprescriptible
de sus recursos naturales y acuerda con otras jurisdicciones el aprovechamiento

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 7 ]


racional de todos los que fueran compartidos”, lo cual aplica tanto al propio cauce
como al lecho y el subsuelo del Río de la Plata.
El aprovechamiento local de estos recursos es una deuda pendiente tanto
de la legislación nacional como de la normativa de nuestra jurisdicción.
Complementariamente, siguen pendientes los acuerdos de aprovechamiento con la
provincia de Buenos Aires, corribereña del Río de la Plata. Por ello, en este informe se
propone que la Legislatura de la CABA apruebe una ley que fije criterios para definir
los límites de la Ciudad sobre el río, objetivos de gestión y el organismo que se haga
cargo de ella.
Ahora bien, el ejercicio de estos derechos pendientes de la Ciudad de Buenos Aires
tiene sus correspondientes obligaciones. Esto es, que la utilización de los recursos
del río debe ser “equitativa y razonable” y está sujeta “a la obligación de no causar
perjuicio sensible a los demás corribereños”. Lógicamente, como corresponde a
la buena técnica legislativa, “sin perjuicio de las normas de derecho internacional
aplicables al Río de la Plata y con los alcances del artículo 129 de la Constitución
Nacional”.
Pero además debemos tener en cuenta, como analiza este informe, las complejas
razones históricas, culturales, ambientales y geológicas que definen y condicionan
las relaciones entre el Río de la Plata, el Delta del Paraná y la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Los constituyentes de 1996 tuvieron en cuenta estos procesos y legislaron en
consecuencia. Siempre en el artículo 8, establecieron que “en su carácter de
corribereña del Río de la Plata y del Riachuelo, la Ciudad tiene plena jurisdicción sobre
todas las formaciones insulares aledañas a sus costas, con los alcances permitidos
por el Tratado del Río de la Plata”.
La formación de islas frente a la costa porteña está prevista en nuestra Constitución,
en la cual además se estableció que las mismas “serán consideradas como reservas
naturales”. De manera congruente, los constituyentes también establecieron que la
jurisdicción local se extiende, inclusive, sobre islas en formación que todavía no se
ven pero que crecen, inexorablemente, bajo las aguas del “río color de león”.
El Río de la Plata es la principal fuente de agua dulce de la Ciudad y del Área
Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Es una fuente inapreciable de otras riquezas
-conocidas y por conocer- tanto en su cauce como en su subsuelo y en su lecho. Y
también es elemento constitutivo de nuestro paisaje. La Ciudad de Buenos Aires y sus
habitantes tienen derechos y responsabilidades sobre estas riquezas actuales y sus
potencialidades. La Defensoría del Pueblo ratifica que está dispuesta a invertir sus
mejores esfuerzos para contribuir al ejercicio pleno de los derechos y obligaciones
que nos corresponden sobre el Río de la Plata, de acuerdo con el mandato de nuestra
Constitución local.

[ 8 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[02] PRESENTACIÓN
Por Bárbara Rossen

Todas las ciudades se mueven. Lo peculiar de Buenos Aires es que se mueve hacia
el agua; su costa es una ribera móvil en constante avance sobre el Río de la Plata.
Nuestra ciudad, entonces, crece de dos maneras: hacia arriba, con el desarrollo de
la construcción, y hacia el agua, ganándole terreno al río: con esta lógica se cons-
truyeron la Terminal de Retiro, el Aeroparque –que sigue avanzando sobre el agua–,
el Correo Central, el Luna Park y tantas otras instalaciones. En 150 años, la Ciudad
ocupó 30 km2 pertenecientes al río.
Aguas arriba el paisaje de la costa porteña se continúa naturalmente en el Delta del
Paraná, y así como la Ciudad sigue avanzando sobre el Río de la Plata, el Delta no
cesa de crecer velozmente aguas abajo. En 120 años avanzó 9 kilómetros; es por
eso que hoy podemos observar la formación de nuevas islas frente a las costas de
San Isidro.
Además –y tal como lo indica la Constitución local–, la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires ya no termina en la Costanera. Desde el año 1996, se extiende hasta algún
lugar todavía no determinado del Río de la Plata. En efecto, el Art. 8º de la Constitu-
ción declara que “la Ciudad de Buenos Aires es co-ribereña del Río de la Plata y del
Riachuelo, los cuales constituyen en el área de su jurisdicción bienes de su dominio
público. Tiene el derecho a la utilización equitativa y razonable de sus aguas y de los
demás recursos naturales del río, su lecho y subsuelo”.
Es lógico que los constituyentes tomaran esa decisión. Primero, porque en su mo-
mento la Provincia de Buenos Aires cedió a la Nación parte de su territorio para
formalizar la Capital Federal (lo cual incluía la costa y su proyección sobre el Río de
la Plata) y después, porque la flamante Ciudad Autónoma de Buenos Aires dio con-
tinuidad al dominio que hasta ese momento tenía el Estado nacional. No obstante,

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 9 ]


la inapelable lógica jurídica de los constituyentes porteños todavía no se concretó
en una norma. Los nuevos límites de nuestra ciudad son una tarea pendiente de los
poderes públicos.
Sin embargo, la ribera como unidad ambiental y como paisaje no está presente en
la agenda política. Es necesaria una perspectiva integral de la CABA como ciudad
costera, que además posee 14 cuerpos de agua artificiales y está atravesada por
numerosos arroyos que fueron entubados. Es necesaria una mirada sistémica sobre
nuestra ciudad como ciudad ribereña, sobre todo si se considera que esta ribera es
la principal fuente de agua potable del AMBA y la principal fuente de regulación am-
biental de la Ciudad, debido a la presencia del enorme Rio de la Plata, que tiene una
morfodinámica en cambio permanente, debido a la gran cantidad de sedimentos que
recibe de manera incesante.
Esta ribera, paisaje referencial de nuestra cultura urbana, es hábitat de una gran va-
riedad de especies y también referencia turística, con un aeropuerto local, una zona
recreativa relevante para el AMBA y grandes espacios verdes urbanos. Además, in-
cluye áreas estratégicas de biodiversidad, como la Reserva Ecológica Costanera Sur
y la Reserva Ecológica Costanera Norte. Debemos sumar que en ella desembocan el
Riachuelo, el cuerpo de agua más contaminado de nuestro país, y el río Reconquista,
el segundo cauce más contaminado; entre ambos extremos, el arroyo Medrano será
un segundo Riachuelo por su alto y creciente nivel de contaminación.
Este nuevo Informe del Observatorio Ambiental analiza la problemática planteada
y concluye con una propuesta: la necesidad de elaborar un proyecto de ley que fije
los criterios para definir los límites de la Ciudad sobre el río, los objetivos de gestión
y que determine cuál será la dependencia pública que se haga cargo de la misma.
Como organismo constitucional de defensa y promoción de derechos, la Defensoría
del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires pone a disposición de los poderes públicos
su espacio institucional para llevar adelante el proceso de construcción de consensos
sobre los nuevos límites de nuestra ciudad.

[ 10 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[03] INTRODUCCIÓN
Por Antonio Elio Brailovsky

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE


LA PLATA
El objeto de este trabajo es analizar y proponer políticas públicas para definir la rela-
ción entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Río de la Plata y el Delta del Para-
ná. Se trata, simplemente, de reconocer un importante vínculo histórico y geográfico
que ha sido omitido y postergado durante demasiado tiempo.
Este vínculo requiere de soportes institucionales y legales que aún no se han desa-
rrollado.
Es sabido que Le Corbusier calificó a Buenos Aires como “la ciudad de espaldas al
río”. El diseño urbano no contempló su carácter ribereño, sino que priorizó el uso
portuario de un modo que bloqueaba el acceso público a la costa. A diferencia de Mar
del Plata o de Montevideo, las principales avenidas no son costaneras panorámicas
sino calles interiores. Buenos Aires esconde el paisaje del río a sus habitantes y tiene
una relación difícil con ese río que nos dio la condición de porteños y del que surge
el nombre del país: Argentina (del latín argentum) significa “País de la Plata” o “País
del Plata”.
La Ciudad de Buenos Aires se encuentra en una singularidad geográfica que cum-
plía con los requisitos necesarios para fundar una ciudad en el siglo XVI. En efecto,
debería sorprendernos que tanto Pedro de Mendoza (en 1536) como Juan de Garay
(en 1580) hayan elegido el mismo lugar (con apenas un kilómetro de diferencia) para
localizar sus respectivos asentamientos, teniendo una costa tan dilatada como lo es
la del Río de la Plata. Esa barranca tiene 300 kilómetros de largo, ya que se inicia en
la desembocadura del Carcarañá, provincia de Santa Fe.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 11 ]


Sin embargo, se trata del único punto de esa costa que combina un puerto natural,
el Riachuelo, con una barranca elevada, libre de crecidas. Ubicar la ciudad en lo alto
de la barranca la protegía de las inundaciones, pero permitía tener suficientemente
cerca la provisión de agua.

[ 12 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[04] PAISAJE

EL DELTA DEL PARANÁ COMO PAISAJE CULTURAL


El Delta del Paraná es una unidad y gran parte de los problemas de gestión
(incluyendo los recientes incendios y sus desastrosas consecuencias) se originan en
un tratamiento parcial de un sistema que debe ser tratado en forma integrada.
El Delta del Paraná es un paisaje cultural en el sentido que le da Naciones Unidas,
como “obra conjunta del hombre y la naturaleza”. “El paisaje cultural se forma a
partir de (la transformación de) un paisaje natural por un grupo cultural. La cultura es
el agente, el área natural es el medio, el paisaje cultural es el resultado”1 .
O, de un modo más preciso, se entiende por paisaje cultural el resultado de la acción
del desarrollo de actividades humanas en un territorio concreto, cuyos componentes
identificativos son:
• El sustrato natural (orografía, suelo, vegetación, agua).
• La acción humana: modificación y/o alteración de los elementos naturales y
construcciones para una finalidad concreta.
• Actividad desarrollada (componente funcional en relación con la economía, formas
de vida, creencias, cultura).
El paisaje cultural es una realidad compleja, integrada por componentes naturales
y culturales, tangibles e intangibles, cuya combinación configura el carácter que lo
identifica como tal, por ello debe abordarse desde diferentes perspectivas.
Dentro de los tipos de paisajes culturales, clasificados por la Convención del
Patrimonio Mundial de UNESCO, el Delta del Paraná es un paisaje evolucionado
orgánicamente, debido a un imperativo inicial de carácter social y económico,
que ha evolucionado hasta su forma actual como respuesta a la adecuación a su
entorno natural. El Delta es un paisaje activo, es decir que tiene un rol en la sociedad
contemporánea asociado con el modo de vida tradicional. Se trata de un paisaje
cuyos componentes naturales están en proceso de formación continua, tanto por

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 13 ]


procesos naturales como antrópicos. El Delta crece por sedimentación aguas abajo.
El Río de la Plata se forma con la confluencia del Paraná y del Uruguay. El primero
transporta el limo rojizo del Bermejo que tiñe las aguas y le da su característico
“color de león”. El Paraná pierde velocidad en su tramo final, y las partículas que
mantenía en suspensión, precipitan, como en un decantador. Esto se ve acelerado
por el régimen de mareas del Río de la Plata, que hace que el agua cambie de
dirección cuatro veces al día (dos pleamares y dos bajamares). Este fenómeno físico
es la causa de la formación del Delta del Paraná y de la sedimentación que modifica
continuamente la costa de la Ciudad de Buenos Aires.
El proceso comienza cuando el fondo del río se eleva hasta aproximarse a la superficie
del agua. En esa instancia aparecen los juncales. Cada uno de los juncos recibe la
presión de la corriente cargada de sedimentos y actúa como un obstáculo que ayuda
a retener lo que será el suelo de una isla en formación. Luego los limos siguen
decantando, surgiendo aptitudes para otras especies vegetales (El sauce y el ceibo
primero. Y, cuando ya se ha formado una nueva isla, el laurel-miní, el laurel blanco,
el timbó, etc.). La masa de limo se consolida, y el Delta incorpora una nueva isla que
será cada vez más elevada por la incorporación de sedimento vegetal.
“El junco –dice Sarmiento– es el primer día de creación de islas; las cardas y el ceibo
hacen la mañana y la tarde del día segundo. Sobre los frágiles juncos se mece luego
el blandengue, avecilla de cuello colorado por imitar a los ceibos floridos, mientras
que la tierra incuba larvas que devoran las hojas anchas de las plantas acuáticas. Un
roedor sin nombre es el primer cuadrúpedo que reina en esta creación embrionaria”2.
Como la mayor sedimentación se produce en los bordes de las islas, éstos tienen un
nivel más alto que su interior. La zona costera más alta es el albardón, que es donde
se desarrolla la mayor parte de las actividades económicas. El interior de las islas es
un humedal, en el cual en muchos casos se han hecho obras de drenaje para reducir
su tamaño y ampliar el área aprovechable.

[ 14 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[05] ISLAS

LA DINÁMICA DE AVANCE DE COSTAS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES


COMO PARTE DEL PROCESO DE CREACIÓN DE ISLAS EN EL DELTA
La costa porteña no es estable, sino que varía con el transcurso del tiempo, a partir
de los mismos mecanismos geológicos de expansión del Delta.
Sobre la relación entre la Ciudad y el río, dice Florencio Escardó:
El de la Plata no es un río errante, es un río constructor, que construye con
barro. El río arrastra frente a Buenos Aires el limo de media América del
Sur, y va construyendo bancos, islas, deltas, y más pampa. Como realidad
geográfica, el Río de la Plata frente a Buenos Aires es un hecho extraordinario
de toda extraordinariedad. Nada puede convenirle menos que el nombre
clásico de camino que anda. No es una vía para irse sino una Patria para
quedarse; no es una corriente que se está yendo, ni que se lleve nada; es un
agua numerosa que trae; es casi un río de tierra y los barcos que lo cruzan no
lo navegan: lo transitan.
(…)
El río no admite navegantes, requiere rastreadores. Como la Pampa. Pampa
y río ponen al hombre de la ciudad frente a un paisaje más grande que el
individuo; ante una y otro el ser siente de una manera muy honda y muy
precisa, que no tiene ni tendrá más perspectiva que la que él se construya, ni
más limitación que la que él se trace3.
Es un proceso permanente. Se produce la elevación del lecho del río hasta que éste
aflora, y luego, en una segunda etapa de formación, se produce la consolidación de
otra isla. Una consecuencia de este proceso que no se ve en superficie es el continuo
rellenado de los canales de navegación. Por ejemplo, el Canal Costanero (que permite
la navegación deportiva entre la desembocadura del Río Luján en el Río de la Plata y
la Ciudad de Buenos Aires) ha perdido profundidad en las últimas décadas.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 15 ]


Dicho canal está formado por la corriente que baja en esa zona. Cuando la costa
avanza sobre el río, se forma un nuevo canal. En la época colonial, había una isla en
la desembocadura del Riachuelo.
El banco de arena cuya parte visible formaba la isla se prolongaba de un modo
subfluvial hasta frente al actual Retiro, donde se abría una amplia boca. Estos
detalles explican con claridad meridiana por qué hasta fines del siglo XVIII los
navíos que entraban en el puerto de Buenos Aires tenían que hacerlo por el
Retiro, y de allí seguir el canal, paralelo a la costa, hasta la boca del canal
de la isla, llamado, según las épocas, “río pequeño”, “río de Buenos Aires” y
“Riachuelo”. Este canal, o brazo norte del Riachuelo, como lo han designado
algunos historiadores, era el puerto de Buenos Aires, el lugar donde anclaban
los navíos, desde los tiempos de Mendoza hasta fines del siglo XVIII4.
Tanto el canal de la isla como el canalizo submarino se fueron cegando
paulatinamente hasta que ya no fue posible avanzar por ellos con navíos de
cierto calado5.
En 2020 el Canal Costanero (que, insistimos, está a mucha distancia de su equivalente
de la época colonial) es intransitable durante la mayor parte del tiempo para las
embarcaciones deportivas de 2 metros de calado, y en condiciones de marea baja
aún puede serlo para las de un calado de un metro y medio. Si esto sucede con los
canales de navegación (caracterizados por la mayor profundidad), puede imaginarse
lo que ocurre con el resto del fondo.
Este proceso de sedimentación es la principal objeción a las obras de rellenado
que se realicen sin una adecuada evaluación de impacto ambiental. Me refiero a
las islas artificiales, fantaseadas en su momento por profesionales tan reconocidos
como Amancio Williams y Le Corbusier. Si se forma una isla por el choque de los
sedimentos contra un obstáculo de un par de milímetros de ancho, como es un junco,
está clara la enorme incidencia que tendría un obstáculo de uno o dos kilómetros,
como puede ser una isla artificial.
Lo cierto es que el Delta avanza a una velocidad muy elevada, en términos geológicos.
Avanza tan rápido que se atribuye al naturalista Hermann Burmeister pensar en 1867
que en un siglo “dejaría de ser río para convertirse en una plataforma de tierra firme
que llegaría hasta Montevideo”6. No hemos encontrado la cita original, pero pensamos
que tal vez se trate de una mala interpretación, ya que es difícil que Burmeister
cometiera un error de esa magnitud. Dicha plataforma de tierra es materialmente
imposible, ya que el agua que baja de los diferentes ríos de la Cuenca del Plata tendrá
que pasar por alguna parte. Lo más verosímil es pensar en una continua ampliación
del delta y un crecimiento de sus islas cada vez más aguas abajo, pero sin bloquear
la salida de los ríos.
El que el Delta se haya formado en el lugar en el que se formó se debe a que el Plata
no es un río sino un estuario. Como tal, está sujeto al movimiento de las mareas, cuyo
ida y vuelta facilita la decantación de los sedimentos en ese sitio. Por contraste, los
deltas de otros ríos como el Nilo o el Amazonas se encuentran en su desembocadura
en el océano. El que aquí tengamos un delta aguas arriba de la desembocadura del
Plata nos indica que lo que llamamos Río de la Plata es, en realidad, un brazo de mar.

[ 16 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


Su viejo nombre de Mar Dulce es bastante representativo de la realidad.
Las islas visibles son el resultado del proceso no visible de elevación del fondo del
río. Los bancos, al igual que el Delta mismo, se acrecientan y se elevan sin pausa,
dificultando cada vez más la navegación. El Puerto de Buenos Aires, sería inutilizable
si no se dragaran continuamente canales para la entrada y salida de los buques. Una
red de canales artificiales configura una verdadera trama de circulación marítima
en el Río de la Plata. Se calcula que para mantener la red de canales, deberían
dragarse 21.500.000 metros cúbicos de fangos por año. En el Río de la Plata ingresan
250.000.000 metros cúbicos de sedimentos anualmente. Lo dragado, menor que lo
necesario para la navegación, es un pequeño porcentaje de lo que ingresa al sistema.
El comportamiento y mecánica del movimiento de sedimentos tiende a depositarlos
sobre el lado argentino y a una mayor erosión en la línea de la costa frente a Uruguay.
Del lado argentino, se generan y acrecientan continuamente un laberinto de islas
bajas y pantanosas. Por el contrario, la costa oriental es definida, alta y maciza.
La historia geológica de la línea de la costa excede el ámbito temporal de las relaciones
entre el río y la Ciudad. Observaciones, mapas y sondeos históricos, documentan
el continuo cambio del delta y del río. “En mapas de 1869, el Delta llegaba a una
distancia de 3 kilómetros aguas arriba de San Fernando, en 1965 había llegado a
pasar ese punto, mientras que hoy enfrenta Punta Chica en San Isidro. Se estima que
entre 1818 y 1938, o sea en 120 años, el Delta avanzó nueve kilómetros”7, sostiene
Luis Alberto Costa.
Sin embargo, el Delta no es un objeto sólido, que avance del mismo modo que
un tren. Los sedimentos que lo integran se mueven a velocidades diferentes. Por
ejemplo, podemos tomar el mapa que hizo Martín de Moussy en 1871 y ver allí la
desembocadura del río Luján en el Plata8.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 17 ]


Vemos que en el mapa de Moussy, esa desembocadura se caracteriza por un breve
tramo oeste-este. Es decir, horizontal.
De modo que buscamos una foto de satélite reciente de la misma desembocadura,
donde pueda detectarse ese tramo horizontal. Aquí la vemos9:

Vemos el mismo tramo “horizontal” (es decir, este-oeste) y después un fuerte cambio
en la pendiente. A partir de allí, tenemos la costa enfrentada a islas que se han ido
formando después de que Moussy trazara su mapa. La línea clara tiene una longitud
de 3,8 kilómetros, que es lo que ha avanzado la costa entre el mapa de Moussy y la
foto satelital. O sea, un promedio de 27 metros por año, que no tienen por qué ser
siempre al mismo ritmo, ni del mismo modo en el mismo lugar.
Por su parte, Pittau, Sarubbi y Menéndez analizaron diversos mapas históricos y
concluyeron que: “Se identificaron dos frentes principales de avance: uno en torno al
Paraná Guazú y otro asociado al Paraná de las Palmas. A su vez, en cada uno de ellos
se distinguieron dos sub-frentes al norte y al sur. Las tasas de avance son variables:
alrededor de 0 y 25 metros por año asociados al Paraná Guazú en los sub-frentes
norte y sur respectivamente y de 100 y 50 metros por año en los sub-frentes norte y
sur del Paraná de las Palmas”10.
En cualquier caso, “en un horizonte temporal no muy lejano, el Delta habrá avanzado
hasta llegar frente al Área Central de la Región Metropolitana, (y seguirá de largo). Tal
proceso deriva de un fenómeno que hoy permanece en cierta forma oculto, pero de
consecuencias muy importantes, y es el hecho mencionado que mientras el proceso
de avance del Delta ocurre por arriba del nivel del agua, por debajo de ese nivel, el
fondo del río se eleva sin pausa al sedimentar millones de metros cúbicos de fangos,
año tras año”11.

[ 18 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


Hay una imprecisión en este texto: como desarrollamos en el presente trabajo, el
Delta ha llegado a la CABA hace varios siglos. Lo vemos en el continuo avance de
sus costas. Es probable que el avance incontrolado de la frontera agrícola, impulsado
por los desmontes y la sojización agraria en la Cuenca del Plata, acelere y profundice
estos procesos de erosión y de avance del Delta.
Tal es la explicación natural del continuo proceso de creación de costas que
caracteriza la geología de la Ciudad de Buenos Aires y actúa como condicionante
para su particular forma de expansión urbana.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 19 ]


[06] HUMEDALES

LOS HUMEDALES DE BUENOS AIRES HAN SIDO CREADOS POR LA


SEDIMENTACIÓN DEL RÍO
Para la mayor parte de las personas, la CABA está físicamente separada del Delta
del Paraná. Sin embargo, como vemos, el Delta se está formando en la misma costa
de la Ciudad.
Buenos Aires es el resultado del encuentro de la pampa con el río. El alto grado
de artificialización nos hace ver ahora un borde nítido que diferencia ambos
ecosistemas, que estuvieron más integrados en otros tiempos. Hay en la actualidad
dos espacios de transición, que son las áreas de las Reservas Ecológicas Costanera
Sur y Costanera Norte. Sobre un espacio semejante, fue construido el Aeroparque
Jorge Newbery en 1938.
Estamos habituados a pensar a Buenos Aires como una llanura predominantemente
seca. Sin embargo, la ciudad fue fundada sobre un terreno con una amplia superficie
de humedales, hoy desecados. Un humedal es un ecosistema intermedio entre los que
son puramente acuáticos y los terrestres. Es una zona que se inunda periódicamente
o que está siempre inundada, y que tiene una fauna y flora características. El mapa
topográfico de la ciudad de Buenos Aires12 muestra la importancia de los humedales
costeros y las zonas de riesgo de inundación.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 21 ]


No estamos hablando solo de la zona baja del Riachuelo, La Boca y Barracas, sino
también de su continuación en el bañado de Flores, un gran pantano de una enorme
superficie. También teníamos los bañados de Palermo, que empezó a desecar Rosas,
y una amplia zona que hoy llamamos Bajo Belgrano, con características de humedal.
Además de los humedales mayores, había unas cuantas lagunas y arroyos, que han
sido tapados o canalizados, según los casos.
Esa ocupación de los bajos costeros ha tenido etapas sucesivas que están bien
documentadas.
Un plano de Buenos Aires de 1782 muestra distintos niveles topográficos:
El alto de la barranca, donde se fundó la ciudad.
Más abajo está la playa sobre el Plata, la que sería el área de expansión de la ciudad
durante gran parte del siglo XIX.

[ 22 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


Aún puede verse un nivel inferior, que son los bancos de arena depositados por el río,
que se rellenarán más tarde y sobre los cuales la ciudad se expandirá durante gran
parte del siglo XX.

Mapa de Buenos Aires en 178213 .

Los humedales costeros tienen el mismo origen natural que las islas del Delta, porque
son el resultado de la decantación de los sedimentos que arrastra el río Paraná sobre
el Plata. Estos humedales aparecían en los mapas de la ciudad y en los planos de las
propiedades hasta que fueron desecados, algunos en realidad y otros en apariencia.
Un humedal no es un hueco en la tierra que después se llenó de agua. Un humedal
es el resultado de una cierta dinámica hídrica, que tiene que ver con la topografía del
lugar, las precipitaciones y las características del agua subterránea. Por este motivo,
un humedal tapado es un sitio especialmente sensible a las variaciones del agua
subterránea, ya que suelen estar alimentados por la primera napa (freática). En otras
palabras, cuando se produce un ascenso de napas, las zonas más afectadas serán
los viejos humedades aparentemente desaparecidos.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 23 ]


La primera ocupación de los bañados costeros porteños es culturalmente semejante
a la del Delta. Hay espacios de actividades de servicio, como el lavado de ropa en el
río, y práctica de deportes náuticos en la desembocadura de arroyos, como un club
de remeros en la desembocadura del arroyo Medrano.

Club Náutico en la desembocadura del arroyo Medrano, s.f.

La ocupación de estos bañados durante el siglo XX es resultado del proceso de


industrialización. Multitud de fábricas emplearon agua subterránea en sus procesos
productivos y devolvieron el agua utilizada a los cursos superficiales. Como resultado,
el agua subterránea dejó de alimentar los humedales, los que se secaron. Solo que
no desaparecieron en forma definitiva sino transitoria: esas tierras quedaron secas
mientras las fábricas se ocupaban de mantener bajas las napas. La desaparición de
gran parte de la industria incidió en que las napas recuperaran sus niveles históricos.
Señala el geólogo Fernando Máximo Díaz que en la CABA y el Gran Buenos Aires
las zonas de ascenso de napas tienden a coincidir con los sitios que en los mapas
de principios del siglo XX señalan bañados (es decir, humedales)14. Solo que, en
esas décadas, los bañados recibieron una importante cantidad de población, ahora
afectada por el desborde de los acuíferos.

[ 24 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[07] SEDIMENTACIÓN

LA SEDIMENTACIÓN GENERA UNA CIUDAD QUE AVANZA


CONTINUAMENTE SOBRE EL RÍO
A diferencia de otras ciudades, que fijaron un límite costero rígido, Buenos Aires
optó por una costa móvil. En Buenos Aires, sucesivos fenómenos de sedimentación
generaron diferentes tipologías de utilización de esos nuevos espacios urbanizables.
En cada etapa histórica se definieron nuevas formas de utilización de los terrenos
bajos, de acuerdo con las concepciones urbanísticas y arquitectónicas del momento.
Con una amplia gama de diferencias morfológicas, el punto en común de muchas de
las intervenciones fue el considerar el límite ente la Ciudad y el Río de la Plata como
un espacio no definitivo, sino en proceso de continuo cambio.
La ideología predominante al respecto, durante la última parte del siglo XIX y todo
el siglo XX, fue la de “ganar terreno al río”. Es decir, pensar el crecimiento de la
Ciudad, no solo sobre sus territorios de borde en tierra, sino también sobre el Río
de la Plata. Esta ocupación de las zonas de la Ciudad, principalmente en aquellas
vinculadas directamente con el Río de la Plata, ha permitido la construcción de
obras significativas en zonas anteriormente inundables, tales como las estaciones
ferroviarias de Retiro, el Correo Central o los grandes edificios de Catalinas Norte,
ninguno de los cuales sufre actualmente las crecidas del río. Sin embargo, el
ascenso del nivel del mar, producto del cambio climático, vuelve a poner en riesgo de
inundación a esas mismas tierras.
Por una parte, los terrenos con vista al río podían llegar a ser los más valiosos para
la especulación inmobiliaria. Y, desde el punto de vista natural, el formidable proceso
de sedimentación del Río de la Plata está continuamente ampliando las playas y
cegando los canales de navegación. Un manejo irresponsable de la costa, más el
aumento de la erosión en toda la cuenca, acentuaron esa sedimentación. Parecía una
buena idea, entonces, completarla artificialmente y, detrás de eso, ponerle edificios
y venderlos.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 25 ]


Las particulares condiciones naturales de sedimentación continua del estuario
facilitaron estas conductas. El resultado ha sido una tipología constructiva
característica de Buenos Aires, donde pueden encontrarse diferentes estratos
históricos, representativos de las concepciones de cada periodo. A diferencia de las
zonas arqueológicas, en las que los estratos son verticales (los nuevos encima de los
viejos), en Buenos Aires se trata de estratos horizontales, donde los más antiguos
están sobre el borde histórico de la barranca del río y los más nuevos están cerca del
borde actual del agua.
Esto genera, además, condiciones ambientales y actitudes sociales complejas. A lo
largo del tiempo, se ha manejado la hipótesis implícita del corrimiento de la franja de
inundación a medida que la Ciudad avanza hacia el río y la costa se va moviendo. Es
decir, se supone que a medida que determinadas tierras se alejan del borde costero
porque van creándose nuevas tierras entre ellas y el río, las viejas tierras van dejando
de ser inundables.
La transición entre tierras altas y bajas puede verse en las distintas mensuras de
terrenos durante el siglo XIX, que muestran la incorporación de los terrenos costeros
a la ciudad. En muchos de esos planos se registra la barranca que separa las tierras
antiguas (el alto de la barranca) de las tierras aluvionales o de reciente incorporación.

Plano de terrenos en Calle Biblioteca y Río de la Plata – 186815

Buenos Aires pasa a ser una de las pocas ciudades del mundo con una costa móvil.
Buenos Aires no ha estado de espaldas al río. En realidad, su relación con el río es
mucho más compleja, ya que el río ha sido su área de expansión16.
Como siempre, aparece algún pequeño problema dispuesto a arruinarlo todo: la
pendiente. El agua de lluvia, para salir, necesita tener una pendiente adecuada. El
agua del río, para no entrar durante las sudestadas, lo mismo. Pero lo que tenía una

[ 26 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


cierta inclinación para que el agua llegara hasta la costa histórica, se transforma en
horizontal de allí en adelante. Cuanto menor la pendiente, más lento el escurrimiento y
más fácil la entrada de agua desde el río. Y la zona que está por debajo de la barranca
histórica tiene una pendiente casi nula. Esas son, precisamente, las condiciones
naturales en las que se forman los pantanos. En otras palabras: que la operación de
“ganarle tierras al río”, equivale, en muchos casos, a construir pantanos artificiales.
Los gráficos que acompañamos muestran el proceso de avance de la ciudad sobre
el río, que generó nuevas oportunidades inmobiliarias y también riesgos ambientales
que no fueron tenidos en cuenta17.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 27 ]


“La Ciudad de Buenos Aires –dice Jorge Codignotto– ha incrementado su superficie
en forma antrópica en aproximadamente 30 km2, desde el año 1836, es decir un
20% de su superficie original, sobre la base de rellenos costeros”.
“Estos rellenos además de alterar el paisaje natural, por estar ubicados a cotas
mayores y/o al mismo nivel que la de los terrenos adyacentes, originan un escalón
morfológico que impide el escurrimiento libre de las aguas pluviales o simplemente
disminuye la velocidad de escurrimiento, con lo cual el área debe ser asistida con
costosas obras hidráulicas para evitar su inundación (paga el contribuyente)”18.
Codignotto agrega el siguiente esquema de detalle, que muestra aún más la
complejidad de la relación de la Ciudad con el río y la manera en que la acción
humana aceleró el proceso de transformación de la costa en parte del Delta.
Todos esos terrenos pertenecían originalmente al Estado nacional y fueron cedidos
oportunamente a la ciudad de Buenos Aires para la realización de las obras que allí
se detallan. La ciudad, como municipio, no tenía dominio ni jurisdicción más allá de
la Avenida Costanera. Su cambio de condición jurídica a partir de su Constitución
cambia esa situación.

[ 28 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[08] COSTA PORTEÑA

LA COSTA PORTEÑA EN LOS PRÓXIMOS AÑOS


El proceso de sedimentación costera no se detendrá en los próximos años. Todo indica
un ritmo de expansión de playas y de crecimiento de islas cada vez más acelerado,
que requiere de políticas públicas que hasta el presente no se han implementado.
Las imágenes satelitales del Google Earth muestran la desembocadura del río Luján
en el Plata en 1984 y 2020. Se puede apreciar el crecimiento de las islas del Delta,
algunas obras de countries náuticos en ellas y la formación de un entramado de
nuevos arroyos.
Es lo mismo que ya ocurre en el frente costero de la CABA bajo la superficie y se
irá acentuando en los próximos años. Es necesario prever y gestionar las posibles
consecuencias:
• Buenos Aires no estará situada frente al Río de la Plata, sino frente a la continuación
del río Luján, como ocurrió durante el siglo XIX con el antiguo puerto de Las Conchas,
hoy llamado Estación Fluvial Tigre.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 29 ]


Avance del Delta del Paraná entre 1984 y 2020

• El paisaje futuro no será el de un río abierto, sino el de una costa pantanosa. Esto
puede sufrir alteraciones por el ascenso del Río de la Plata como consecuencia
de la subida del nivel del mar por el cambio climático, pero este fenómeno no lo
evitará.
• El Luján es un río de un caudal mucho menor que el Plata, lo que requerirá de
importantes inversiones adicionales para obtener el agua potable y evacuar las
excretas.
• Actualmente el Luján arrastra los contaminantes de las industrias que descargan
al arroyo Morón y al río Reconquista, además de las descargas cloacales de esa
cuenca. Al desembocar en el Plata, gran parte de esos contaminantes se diluyen
antes de llegar a la costa porteña. Pero al alargarse el Luján hacia Buenos Aires,
esos contaminantes llegarán hasta la zona en que se encuentran ahora las tomas
de agua para consumo público.
• El dragado de los canales de navegación para mantener activo el Puerto de Buenos
Aires puede generar formas de sedimentación que afecten en forma perjudicial la
costa porteña.
Se trata de algunas situaciones entre las muchas posibles, en las cuales se requiere
la defensa de los intereses de los habitantes de la Ciudad.

[ 30 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[09] EL RÍO

EL RÍO EN EL TEXTO CONSTITUCIONAL Y SUS ANTECEDENTES


LEGALES
El Río de la Plata es parte indisoluble de la Ciudad de Buenos Aires, tanto desde el
punto de vista ambiental como cultural e histórico. Por reconocer esa realidad, en
la Convención Constituyente de la Ciudad se incorporó un artículo que establece
el reclamo territorial de la Ciudad sobre el río19. De este modo, la Constitución pide
cambiar los límites de la Ciudad de Buenos Aires. Hasta 1996 había consenso en que
terminaban en la Avenida Costanera y a partir de esa fecha la Constitución de la CABA
reclama que termine en algún punto aún indeterminado del Río de la Plata.
ARTÍCULO 8º.- Los límites territoriales de la Ciudad de Buenos Aires son los
que históricamente y por derecho le corresponden conforme a las leyes y
decretos nacionales vigentes a la fecha. Se declara que la Ciudad de Buenos
Aires es corribereña del Río de la Plata y del Riachuelo, los cuales constituyen
en el área de su jurisdicción bienes de su dominio público. Tiene el derecho
a la utilización equitativa y razonable de sus aguas y de los demás recursos
naturales del río, su lecho y subsuelo, sujeto a la obligación de no causar
perjuicio sensible a los demás corribereños. Sus derechos no pueden ser
turbados por el uso que hagan otros corribereños de los ríos y sus recursos.
Todo ello, sin perjuicio de las normas de derecho internacional aplicables al
Río de la Plata y con los alcances del artículo 129 de la Constitución Nacional.
La Ciudad tiene el dominio inalienable e imprescriptible de sus recursos
naturales y acuerda con otras jurisdicciones el aprovechamiento racional de
todos los que fueran compartidos.
En su carácter de corribereña del Río de la Plata y del Riachuelo, la Ciudad
tiene plena jurisdicción sobre todas las formaciones insulares aledañas a sus
costas, con los alcances permitidos por el Tratado del Río de la Plata. Serán

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 31 ]


consideradas como reservas naturales para preservar la flora y la fauna de
sus ecosistemas.
Los espacios que forman parte del contorno ribereño de la Ciudad son
públicos y de libre acceso y circulación.
El Puerto de Buenos Aires es del dominio público de la Ciudad, que ejerce el
control de sus instalaciones, se encuentren o no concesionadas20.
El carácter de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la hace semejante a una provincia
y, en consecuencia, la Ciudad tiene que tener la misma relación con los ríos que
cualquier otra provincia. Para la Constitución Nacional –y por las características del
régimen federal– los ríos son propiedad de las provincias. Por eso, mientras la Ciudad
de Buenos Aires era solamente un municipio, el Río de la Plata era íntegramente de
la Provincia de Buenos Aires, hasta el límite con el Uruguay.
Pero al ser Buenos Aires una ciudad autónoma, la provincia debería compartir el río
con la Ciudad de Buenos Aires, cada una en su respectivo frente costero. Es decir que
el Congreso Nacional, en ejercicio de sus competencias constitucionales, debe fijar
los límites territoriales de la CABA sobre el Río de la Plata.
Un antecedente sugestivo son los límites de la ciudad fijados por la Ley Orgánica
Municipal para la ciudad de Buenos Aires, sancionada el 6 de mayo de 1853 por la
misma Convención Constituyente que aprobó la Constitución Nacional, actuando esta
vez como Congreso Nacional21. Se trataba de una extensión mucho mayor que la
actual, ya que iba desde el río Reconquista al norte hasta el río Santiago al sur. Incluía
la isla de Martín García y la superficie intermedia sobre el Río de la Plata.
El 4 de mayo de l853 la ciudad de Buenos Aires es designada por ley (conforme
al Art. 3° parte I de la Constitución de la Confederación Argentina), capital de la
Confederación Argentina. El artículo 2° de esta ley establece la superficie que
ocupará la misma, que será: “Todo el territorio que se comprende entre el Río de
la Plata y el de Las Conchas, hasta el Puente de Marques, y desde aquí tirando una
línea al SE hasta encontrar su perpendicular desde el Río de Santiago encerrando
la Ensenada de Barragán, las dos radas, Martín García y los canales que domina,
corresponden a la Capital, y quedan federalizados”22.
Como puede apreciarse, el Río de la Plata es incorporado a la ciudad, conformando
un vértice en la isla Martín García, y abarcando una superficie bastante más amplia
que la que hoy nos ocupa, ya que la Capital se extendía frente a la costa varios
kilómetros más hacia el norte y hacia el sur.
Cabe destacar que, según surge del análisis de la declaración que precede al texto
de la citada ley23, y de su consideración y aprobación24, los exponentes no hacen
ninguna referencia sobre los fundamentos en que se basaron para fijar estos límites.
Se puede decir, entonces, que no fueron discutidos, y que por lo tanto hubo consenso
sobre los mismos.
Luego, el 8 de mayo de l853, cuatro días después de la ley que fija los límites de la
ciudad, se sanciona la Ley de Aduana, que en su Capítulo II establece una aduana de
registros en la isla Martín García25; reafirmando de este modo el dominio de la ciudad
sobre el Río de la Plata hasta los límites expuestos en el párrafo anterior.

[ 32 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 33 ]
[10] ESTATUS LEGAL

ESTATUS LEGAL DEL RÍO DE LA PLATA 26

El Río de la Plata cuenta con un tratado internacional27 en el que se fija no uno sino
varios límites, según se trate de las aguas, del lecho y subsuelo o de las islas.
Los ríos son bienes de dominio público, según establece el artículo235, inciso c)
del Código Civil y Comercial, que dice que lo son: “c) los ríos, estuarios, arroyos y
demás aguas que corren por cauces naturales, los lagos y lagunas navegables, los
glaciares y el ambiente periglacial y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de
satisfacer usos de interés general, comprendiéndose las aguas subterráneas. (…) Se
entiende por río el agua, las playas y el lecho por donde corre, delimitado por la línea
de ribera que fija el promedio de las máximas crecidas ordinarias”28.
El dominio de los ríos pertenece a las provincias en donde se encuentran, sean estos
navegables o no navegables, provinciales o interprovinciales.
Respecto de este tema, es ilustrativo el debate parlamentario sostenido en el Senado
de la Nación en septiembre de 1869, entre el Dr. Vélez Sarsfield y el Gral. Bartolomé
Mitre29. En este debate se consagra la tesis del dominio provincial de los ríos. El
mismo es transcripto en sus partes principales por Miguel Marienhoff en su obra
Régimen y legislación de las aguas públicas y privadas30. Vélez Sarsfield sostiene
que el dominio (en este caso el Río de la Plata) pertenece a la Nación, basándose en
la comparación de la legislación entre los Estados Unidos y la República Argentina
según el siguiente argumento: si bien en los Estados Unidos prevaleció el principio
de que los Estados son propietarios del suelo cubierto por las aguas de los ríos
navegables, este principio no puede ser aplicado en la República Argentina, ya que
en nuestro caso, la Nación tiene derechos preexistentes a la Constitución Nacional.
En cambio, el Gral. Bartolomé Mitre replicó:
(…) tan federales eran los Estados Unidos cuando se dieron su primera y
segunda Constitución, como lo éramos nosotros después de salir de la guerra

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 35 ]


civil (...) tenemos que ajustarnos a los principios elementales del derecho
federal, so pena de caer en el absurdo. (…) Si por desgracia fuese cierto lo
que el Sr. Ministro ha sostenido; si lo fuese que las provincias en su capacidad
soberana no son dueños de los límites territoriales con que se incorporaron
definitivamente a la Nación federal; y que el Gobierno Nacional es el heredero
legítimo del rey de España en cuanto a las costas y aguas dentro del alta y baja
marea y ríos navegables (...) las provincias litorales de Buenos Aires, Santa
Fé, Entre Ríos y Corrientes, dejarían de ser provincias ribereñas, pues entre
ellas y el agua se interpondría una nueva soberanía, un nuevo propietario,
una nueva jurisdicción no deslindada por la Constitución (...) que no serían de
la soberanía provincial ni cabrían en la soberanía nacional. Esto es absurdo.
En cuanto a la jurisdicción sobre los ríos navegables, solo corresponde a la Nación
el ejercicio de la misma sobre la navegación exterior y de las provincias entre sí. La
Nación reglamenta la libre navegación de los ríos interiores y regla el comercio con
las naciones extranjeras y de las provincias31. El sentido de esta norma “se justifica
por la necesidad de ‘uniformar’ todo lo relacionado con esa navegación, ya que de
lo contrario habría tantos sistemas como provincias ribereñas, con los trastornos
consiguientes; pero en el orden internacional, ese poder se justifica, además, porque
su ejercicio puede repercutir en las relaciones con los demás países, afectando la
soberanía nacional”32.
La jurisdicción de los ríos navegables, por lo tanto, es de las provincias en todos los
aspectos, salvo, en cuanto a la navegación.
La Provincia de Buenos Aires define sus límites sobre el Río de la Plata del siguiente
modo: “Los límites nororientales con Uruguay en el Río de la Plata están determinados
por una poligonal geodésica que aproximadamente se corresponde con la zona
más profunda del río en su tercio superior, el tercio medio corre próximo a la costa
argentina, y en el inferior discurre por la línea media del curso, por lo que en la
desembocadura del río en el mar el límite pasa por el punto equidistante entre el cabo
San Antonio (en Buenos Aires) y Punta del Este (en Uruguay). Una singularidad es la
isla Martín García, que pertenece a Buenos Aires, se ubica como un exclave por estar
rodeada de aguas de jurisdicción uruguaya”33.
El Río de la Plata es un curso de agua de dominio compartido y es navegable. La
navegabilidad hace que la jurisdicción del mismo, en este punto, pertenezca a la
Nación, ya que cumple una función federal.

[ 36 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[11] TRATADO

EL TRATADO DEL RÍO DE LA PLATA


De acuerdo con lo estipulado en el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo,
el Río de la Plata es un ejemplo típico de límite múltiple34. Esto significa que no se
reconoce un solo límite sobre el mismo, sino que, según la materia que se considere,
los límites de la República sobre el río son distintos35.
El Tratado dice que la zona fluvial propiamente dicha se extiende desde el paralelo
de Punta Gorda hasta la línea recta imaginaria que une Punta del Este (Uruguay) con
Punta Rasa del Cabo San Antonio (Argentina).
Se establecieron zonas de jurisdicción exclusiva de cada uno de los ribereños y aguas
de “uso común”. La primera no es uniforme, ya que tiene una extensión de siete
millas marinas entre la línea demarcatoria del límite exterior y la línea imaginaria
que une Colonia (Uruguay) con Punta Lara (Argentina); y dos millas marinas desde
esta línea imaginaria hasta el paralelo de Punta Gorda. Analizando esto último, se
concluye que en la ribera de la Ciudad de Buenos Aires, la franja de jurisdicción
exclusiva es de dos millas marinas (3,7 km. aproximadamente)36.
Cabe señalar que el trazado de estas franjas costeras no es estático, dado que,
por la naturaleza del Río de la Plata, como ya vimos van a darse fenómenos de
accesión y de desgaste que producirán desplazamientos paulatinos de las costas. En
consecuencia, paralelamente se irán desplazando las franjas costeras de jurisdicción
exclusiva respectivas, pues, conforme a las normas de Derecho Internacional público
común que rigen al respecto, cuando se producen estos cambios lentos y paulatinos
por aluvión o avulsión, la frontera se extiende o se retrotrae al mismo tiempo37.
Con respecto a la franja de jurisdicción exclusiva, dice el artículo 2° del Tratado
que el límite de esta franja costera “hará las inflexiones necesarias para que no
sobrepasen los veriles de los canales en las aguas de uso común y para que queden
incluidos los canales de acceso a los puertos. Tales límites no se aproximarán a

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 37 ]


menos de 500 metros de los veriles de los canales situados en las aguas de uso
común ni se alejarán más de 500 metros de los veriles y la boca de los canales de
acceso a los puertos”.
En el Capítulo VII, artículo 41 del Tratado, se fija el límite de los Estados para el lecho
y el subsuelo. El mismo no se determinó por la línea de vaguada o Thalweg (línea
media del canal principal de navegación, o línea que une los puntos más profundos del
canal principal de navegación, según distintas acepciones), que es lo más usual para
fijar límites sobre ríos navegables; sino que está conformado por la línea determinada
por 23 puntos geográficos fijados en la carta confeccionada para tal fin, y reparte
bastante equitativamente la superficie del Río de la Plata entre los dos países.
Por último, en el Capítulo VIII del Tratado se establece el límite para la división de
las islas existentes y las que emerjan en el futuro. Esta línea es la misma que ha
sido fijada para el lecho y el subsuelo, con excepción de la incorporación de la isla
Martín García bajo la jurisdicción argentina, si bien se encuentra al este de la línea
imaginaria. La salvedad que se ha impuesto en este punto es el destino exclusivo de
reserva natural que se ha acordado en el Tratado para la isla, con el fin de conservar
la flora y fauna autóctona.

[ 38 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


[12] DEBATE

EL DEBATE SOBRE EL RÍO DE LA PLATA EN LA CONSTITUCIÓN


NACIONAL Y EN LA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE DE LA CABA
El Artículo 129 de la Constitución Nacional dice: “La ciudad de Buenos Aires tendrá un
régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción, y
su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad (…)”.
El artículo 8 de la Constitución local reafirma derechos incuestionables de la ciudad,
en concordancia con el artículo 129 citado en el párrafo anterior. A su vez, del
Código Civil, artículo 2340, surge sin duda que el dominio público de los ríos y las
partes que integran sus elementos constitutivos, incluidas las islas, pertenecen a la
Ciudad de Buenos Aires; a quien también le corresponde el dominio de sus recursos
naturales y la jurisdicción sobre el uso de las aguas, con excepción de lo inherente
a la navegación, de acuerdo con lo previsto en el artículo 124 de la Constitución
Nacional38.
Dice Héctor A. Zucchi: “(…) cuando la Provincia de Buenos Aires cedió a la Nación
parte de su territorio para la capitalización lo hizo sin mutilaciones, desprendiéndose
de sus costas o riberas internas colindantes y aguas que las bañan situadas
necesariamente dentro de los límites del espacio cedido, dado que el Código Civil y
el derecho público no admiten la escisión entre los ríos y los territorios terrestres de
los Estados general o particulares que atraviesan o cruzan. (…) El dominio público
fluvial resulta inadmisible respecto de una provincia cuyo territorio no es contiguo al
río pretendido bajo esa naturaleza jurídica”39.
El debate senatorial sobre el puerto de Buenos Aires del año 1869 que consagró el
triunfo de la tesis de que los ríos pertenecen a la Nación o provincias que atraviesen
o crucen, junto con las claras normas del Código Civil, conducen a la conclusión de
que no fue posible privar a la Nación del dominio sobre las aguas adyacentes a los
territorios cedidos.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 39 ]


Por tanto, el Río de la Plata y el Riachuelo pasaron a pertenecer al dominio federal en
el sector contiguo a sus costas para la capitalización. En consecuencia, al sancionarse
la reforma de la Constitución Nacional en 1994, y sancionarse la Constitución de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 1996, la Ciudad continúa necesariamente a la
Nación en la titularidad del dominio público del espacio aludido, aunque ya no sea
federal dicho dominio.
La fundamentación doctrinaria fue desarrollada en la Convención Constituyente de la
CABA por los convencionales Elsa Kelly y Antonio Elio Brailovsky40 .
Sra. Kelly:
Se estimaba indispensable determinar en la Constitución los límites de la ciudad,
a efectos de dar fijeza al territorio dentro del cual ella habrá de aplicarse. (…) Se
vincula con el carácter de corribereño que la ciudad de Buenos Aires tiene con
relación al Río de la Plata, lo que constituye una declaración muy importante, pues
se relaciona con la jurisdicción que debe ejercer la ciudad sobre las aguas del
Río de la Plata. Además, se vincula con intereses muy precisos de los habitantes
de esta ciudad.
(…) Con relación al Río de la Plata el artículo declara que se trata de un bien
del dominio público, de acuerdo con el criterio seguido por el Artículo 2.340 del
Código Civil, que es ley de la Nación. La norma intenta definir con precisión qué
se quiere decir cuando se declara que la ciudad de Buenos Aires es corribereña
del Río de la Plata, porque es aquí en donde entran a jugar los intereses de los
vecinos, de los conciudadanos o de los simples transeúntes. En este sentido, se
declara el derecho a la utilización equitativa y razonable de sus aguas y de los
demás recursos naturales del río, su lecho y subsuelo. En segundo término, se
expresa que la obligación de la ciudad consiste en no causar perjuicio sensible
a otros corribereños, con lo que de alguna manera estamos garantizándoles que
esa es la intención política de la ciudad.
En tercer lugar, al mismo tiempo que la ciudad hace esta declaración se establece
que sus derechos sobre el río no deben ser turbados por los demás corribereños,
ya que los derechos vinculados a la ribera de la ciudad son muy importantes para
la vida de las personas, porque por ejemplo se refieren a tener agua potable,
agua fresca, segura, no contaminada. Estos son derechos que la ciudad declara
por esta disposición.
Por el segundo artículo del dictamen se establece que la ciudad tiene plena
jurisdicción sobre todas las formaciones insulares aledañas a sus costas, que
se forman porque el Río de la Plata tiene características aluvionales. Había
que prever la situación de estas formaciones insulares aledañas a las costas y
sujetarlas a la jurisdicción de la ciudad, pero siempre respetando los alcances del
Tratado del Río de la Plata. Es decir que en todo momento estamos preservando
la justeza de nuestros derechos.
Sr. Brailovsky:
Entiendo que no fija los límites de la ciudad sino que solamente los explicita, de
la misma manera en que lo hacen las constituciones de la provincia de Buenos
Aires y de las provincias patagónicas con frente marítimo.

[ 40 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


Quiero llamar la atención sobre el segundo artículo, con respecto a la jurisdicción
sobre las islas. Esto no se refiere solamente al caso de que algún irresponsable
quiera hacer una isla artificial sino que, además, prevé la situación que se puede
generar por el proceso de formación de las islas del delta, que es muy acelerado.
En efecto, hace un siglo el delta llegaba hasta lo que hoy es la ciudad de Tigre; en
un siglo llegó hasta San Isidro y, de acuerdo con la velocidad con que avanza, es
muy probable que en las próximas décadas tengamos las islas del delta delante
de la ciudad de Buenos Aires.
De manera que me parece una excelente previsión constitucional que se explicite
desde este momento la jurisdicción de la ciudad sobre esas islas que, insisto,
están a punto de formarse. Aclaro (…) que a través de este texto no estamos
fijando unilateralmente nuestros límites. Es más, el artículo hace referencia a las
leyes nacionales que han determinado y conformado sucesivamente, en varias
etapas, el territorio de la ciudad. (…) Hemos preservado esos intereses y derechos
al establecer muy claramente en el artículo propuesto que lo que estamos fijando
respeta los alcances contenidos en el Artículo 129 de la Constitución Nacional.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 41 ]


[13] PROYECTOS

PROYECTOS LEGISLATIVOS
Existen varios proyectos sobre este tema, presentados en la Legislatura de la Ciudad
de Buenos Aires, sin que ninguno de ellos haya sido aprobado hasta ahora:
Proyecto de Jorge Giorno41. Solicita al Poder Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires que por intermedio de quién corresponda se dirija al Congreso de la
Nación con el fin de delimitar la Jurisdiccionalidad de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires sobre las aguas del Río de la Plata, desde los límites ya establecidos, hasta la
divisoria internacional de aguas, partiendo de:
Límite Norte: A partir del último mojón determinado por la Ley 21039/75, B.O.
10/10/1975, A.D. 120.5, Plancheta Nº 01 del Plano de Zonificación, año 2000, Ley
449. Art. 125º, que parte del Mojón A, hacia el Noroeste, en un ángulo de 153° 52’
00 al Oeste, en una línea recta de 680 metros, con respecto a la línea longitudinal de
la Avenida General Paz, según el Expediente P/A. 36/24/59 de la Secretaría de Estado
de Transporte y Obras Públicas.
Límite Sur: A partir de la divisoria de aguas del Riachuelo, Km. 0, Plancheta Nº 19 del
Plano de Zonificación, Año 2000, Ley 449, Art. 125ª.
Proyecto de Gustavo Béliz42: Propone la fijación de los límites del dominio y jurisdicción
de la ciudad sobre el Río de la Plata y sus islas, según puntos geodésicos que define
el proyecto, teniendo en cuenta la geografía costera de la ciudad y el Tratado del
Río de la Plata. No se refiere a la administración del área, que implícitamente deja
para una legislación posterior. Reproduzco los aspectos sustantivos (los restantes
artículos se refieren a la normativa ya vigente).
Artículo 3° - Los límites de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sobre el
Río de la Plata en cuanto al dominio del lecho y del subsuelo del río son: la
línea recta imaginaria que atraviesa el río desde el punto en donde el límite
terrestre Norte de la ciudad intercepta la línea costera del Río de la Plata

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 43 ]


(34°32’20” Latitud Sur, 58°27’50” Longitud Oeste) hasta el punto geodésico
34°25’00” Latitud Sur, 57°58’10” Longitud Oeste (punto n°1) que constituye
la intersección de dicha recta con el límite fijado por el Tratado del Río de
la Plata artículo 41, para la división del lecho y subsuelo. La línea recta
imaginaria que atraviesa el río desde el punto en donde el límite terrestre Sur
de la ciudad intercepta la línea costera del Río de la Plata (34°38’25” Latitud
Sur, 58°21’55” Longitud Oeste) hasta el punto geodésico 34°32’50” Latitud
Sur, 57°56’10” Longitud Oeste (punto n°2), que constituye la intersección
de dicha recta con el límite fijado por el Tratado del Río de la Plata en el
artículo 4l. Entre el punto geodésico n°1 y el punto geodésico n°2, el límite lo
constituye la línea determinada en el Tratado del Río de la Plata, artículo 4l.
Artículo 4° - La franja de jurisdicción exclusiva sobre el Río de la Plata
adyacente a la costa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es la determinada
por el Tratado del Río de la Plata en su Artículo 2° y tiene un ancho de dos
millas marinas hasta el sector en donde se encuentran los canales Norte y
Sur de acceso al Puerto de la Ciudad de Buenos Aires. En dicho sector la
franja de jurisdicción exclusiva se ensancha para incorporar a los canales
mencionados. Los límites Norte y Sur de dicha franja son las líneas rectas
fijadas en el Artículo 3° de la presente ley hasta la intersección con el límite
exterior de la franja de jurisdicción exclusiva definido por el Tratado del Río de
la Plata, que corresponde con los puntos geodésicos 34°31’20” Latitud Sur,
58°24’10” Longitud Oeste (punto n°3) por el Norte, y 34°37’10” Latitud Sur,
58°15’25” Longitud Oeste (punto n°4) por el Sur. Entre el punto geodésico
n°3 y el punto geodésico n° 4, el límite lo constituye la línea que une ambos
puntos, según lo determinado por el Tratado del Río de la Plata en el artículo
2°.
Artículo 5° - Entre el límite exterior de la franja de jurisdicción exclusiva
paralelo a la costa de la Ciudad y el límite del dominio del lecho y subsuelo,
existe una zona de uso común de las aguas con la República Oriental del
Uruguay, de conformidad con lo dispuesto por el Tratado del Río de la Plata,
Capítulo I.

También propone la creación de una Comisión especial para la demarcación de los


límites:
Artículo l3° - La demarcación de los límites sobre el Río de la Plata estará
a cargo de una Comisión Demarcatoria integrada por dos representantes
designados por la Legislatura de la Ciudad y dos representantes designados
por el Poder Ejecutivo de la Ciudad. Asimismo se invita a participar a
representantes de la Academia Nacional de Geografía, del Instituto Geográfico
Militar, del Servicio de Hidrografía Naval, de la Legislatura de la Provincia de
Buenos Aires y del Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires.
Artículo 14° - La Comisión tendrá las siguientes atribuciones:
Determinar con exactitud geodésica los puntos costeros terrestres Norte y
Sur de la Ciudad de Buenos Aires, y corroborar los puntos geodésicos que

[ 44 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


sirven de límites sobre el Río de la Plata, mencionados en el artículo 3° de la
presente ley.
Realizar el levantamiento hidrográfico del límite de la Ciudad sobre el Río de
la Plata.
Confeccionar la carta hidrográfica correspondiente.
Realizar la demarcación del límite mediante la colocación en el territorio de
las balizas, hitos y marcas con la mayor precisión posible.
(Este proyecto fue reproducido por Alicia Oliveira43, y por Marta Agostini de Varela44.

Proyecto de Facundo Di Filippo, Guillermo Smith, Martin Hourest y Sergio Abrevaya45.


Pone el acento en fijar criterios para la administración del área de ribera. En este
sentido, es complementario del proyecto de Béliz.
Artículo 1º.- Prohibición.-
Queda prohibido el relleno, endicamiento, ocupación o modificación de la
ribera del Río de la Plata de jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y de las formaciones insulares aledañas a su costa que acrecieren
naturalmente.
Art. 2º.- Excepción.-
Se exceptúa de lo dispuesto en el artículo anterior las obras o acciones que
tengan como exclusivo objeto:
la configuración del espacio costero en forma de terraza baja o planicie
estuárica.
la preservación o recomposición de su ecosistema ribereño y su paisaje
natural y autóctono.
Art. 3º.- Evaluación de Impacto Ambiental
Las obras o acciones exceptuadas en el artículo anterior deberán ser
previamente autorizadas por ley y deberán realizar el procedimiento previsto
en la ley 123 y sus modificatorias, el cual deberá contener y considerar,
además de lo previsto en la ley 123 y sus modificatorias, la evaluación de las
potenciales modificaciones o alteraciones sobre:
La hidrodinámica litoral.
La sedimentación y embaucamiento.
Las vías navegables del río.
La modificación en el flujo de los canales o corredores naturales costeros.
Las desembocaduras de los arroyos y descargas pluviales tributarios del Río.
La asimilación de los excedentes pluviales del área costera.
Los procesos erosivos y acumulación costera sobre el nuevo contorno.
La acción refrigerante y descontaminante de los vientos.
El relieve, topografía y paisaje natural costero y la fauna y vegetación costera
que depende del agua.
Art. 4º.-Dominio público.-
Pertenecen al dominio público de la Ciudad:
la totalidad de las superficies acrecidas sobre el Río de la Plata en los casos
de aluvión o cualquier otro acrecentamiento de origen natural.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 45 ]


la totalidad de las superficies acrecidas como consecuencia de las
excepciones previstas en el artículo segundo de la presente ley.
Dichas superficies serán de uso público, de acceso y circulación irrestricto y
no podrán otorgarse, total o parcialmente, en concesión, cesión, transferencia
de dominio, tenencia precaria, permiso de uso ni cambio de destino.
Art. 5º.- Acción Administrativa.-
Cualquier obra o tarea que viole la prohibición establecida en el artículo 1º
de la presente ley deberá ser detenida de forma inmediata por la autoridad
competente quien dispondrá la demolición o el cese de las obras construidas
en infracción a la presente norma, con cargo al infractor.
Art. 6º.- Acción de Amparo.-
Sin perjuicio de lo establecido en el artículo anterior, cualquier persona
podrá solicitarse la cesación de cualquier acción, obra o tarea que viole lo
establecido en la presente ley, mediante acción de amparo prevista en el
artículo 14 de la Constitución de la Ciudad y la ley 2145 y sus modificatorias.
El juez, de oficio o a petición de parte, podrá otorgar medidas de urgencia,
con carácter precautorio y aun sin audiencia de la parte contraria.
Art. 7º.- Recomposición.-
El responsable de la obra en violación a lo previsto en el artículo 1º de la
presente ley será responsable de su restablecimiento al estado anterior de
su producción. En caso de que no sea técnicamente factible se establecerá
judicialmente una indemnización sustitutiva, la cual deberá depositarse en el
Fondo de Compensación Ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Cláusula Transitoria Primera. Línea de Ribera. Fijación.-
En un plazo no mayor a un (1) año de sancionada la presente ley, el Poder
Ejecutivo deberá fijar y demarcar la línea de ribera definitiva.
Para tal fin, se considerará crecida media ordinaria a aquella que surja de
promediar los máximos registrados en cada año durante los últimos diez
(10) años. A falta de registros confiables se determinará conforme a criterios
hidrológicos, hidráulicos, geomorfológicos y estadísticos evaluados a la luz de
una sana y actualizada crítica.
Cláusula Transitoria Segunda.-
Las obras o tareas de rellenos que se encuentren en ejecución al momento de
la sanción de la presente ley, y cuenten con la totalidad de las autorizaciones
administrativas correspondientes, podrán culminar las obras o tareas
previstas pero deberán realizar, previamente a continuar con su ejecución,
una nueva Evaluación de Impacto Ambiental, el cual deberá contener y
considerar, además de lo previsto en la ley 123 y sus modificatorias, las
previsiones establecidas en el artículo 3º de la presente ley.
Cláusula Transitoria Tercera.-
La totalidad de las superficies producto de rellenos artificiales sobre el Río
de la Plata, que se encuentren en ejecución al momento de la sanción de la
presente ley, serán de uso público, de acceso y circulación irrestricto y no
podrán otorgarse, total o parcialmente, en concesión, cesión, transferencia
de dominio, tenencia precaria, permiso de uso ni cambio de destino.

[ 46 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


Proyecto de Eduardo Pacheco, Daniel Alfredo Bravo, Aníbal Ibarra y Abel Fatala46:
Tiene por objetivo: “(…) determinación de los principios para su gerenciamiento,
protección, utilización y policía del dominio público de la ribera del Río de la Plata y
el Riachuelo”. Establece fuertes restricciones a las actividades económicas en las
zonas costeras o insulares, privilegia el acceso público y gratuito a las costas, el
estricto control ambiental y el carácter de áreas de reserva a las costas e islas. Crea
un organismo para la administración de dichas áreas llamado “Autoridad Costera”.
Podemos considerarlo complementario de los otros proyectos, ya que su concepción
es semejante y agrega una entidad para realizar la gestión. Los aspectos específicos
de dicho organismo son los siguientes:
CAPITULO IV - AUTORIDAD COSTERA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Artículo 17º: Dentro de los ciento veinte días de publicada la presente será
constituida la Autoridad Costera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la
cual se integrará con dos (2) representantes del Poder Ejecutivo y siete (7)
del Poder Legislativo, estos últimos elegidos garantizando la pluralidad de
representación.
Artículo 18º: Son funciones de la Autoridad Costera de la Ciudad de Buenos
Aires:
a) Promover medidas para una adecuada protección y conservación de las
costas de la Ciudad de Buenos Aires.
b) Velar por la aplicación de la legislación vigente en materia de costas.
c) Coordinar con otras jurisdicciones medidas y acciones conjuntas a fin de
preservar la costa y sus recursos.
d) Acordar con otras jurisdicciones el aprovechamiento racional de la costa
y sus recursos naturales, con sujeción a su posterior ratificación legislativa.
e) Representar a la Ciudad ante organismos interjurisdiccionales en materia
de costas y sus recursos.
g) Promover la declaración de zonas costeras de interés ambiental, científico
o educativo.
h) Participar, emitiendo opinión fundada, en la evaluación de proyectos de
construcción de puertos, muelles y escolleras en el área costera de la Ciudad.
Velar por el adecuado mantenimiento de playas en debidas condiciones de
limpieza e higiene.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 47 ]


[14] CONCLUSIONES

La Ciudad de Buenos Aires no tiene una costa consolidada sobre el Río de la Plata. Se
trata de una costa móvil, resultado de la deposición de sedimentos arrastrados por el
río y el posterior relleno artificial.
Se trata del mismo proceso geológico que forma las islas del Delta del Paraná.
Por consiguiente, el avance de la costa porteña es el primer paso en el proceso de
creación de islas frente a la Ciudad de Buenos Aires.
Este proceso geológico es irreversible.
A pesar de ello, tanto los poderes públicos como las iniciativas privadas, hasta ahora
han puesto mucho más el acento en el desarrollo inmobiliario sobre la zona costera,
que en la prevención de riesgos ambientales o la protección del patrimonio natural.
En nuestro sistema constitucional, los ríos están bajo dominio y jurisdicción de las
provincias que atraviesan o que son ribereñas, salvo la navegación, que está regulada
por el Estado nacional.
Existen sólidos argumentos jurídicos por los cuales la Ciudad debería efectuar
reclamos sobre la porción del Río de la Plata que le corresponde.
Existe asimismo un mandato constitucional (aún incumplido) de fijar los límites de
dominio y jurisdicción de la CABA sobre el Río de la Plata. Estos límites solo pueden
ser fijados por el Congreso Nacional, pero es conveniente que la CABA genere una
propuesta propia.
Hay proyectos legislativos que reflejan diversos puntos de vista partidarios, pero sería
superador consensuar un proyecto unificado.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 49 ]


[15] RECOMENDACIONES

Proponemos realizar un proyecto de ley que tome en cuenta los lineamientos de


los proyectos ya presentados. Es decir que fije criterios para definir los límites de la
Ciudad sobre el río, objetivos de gestión y el organismo que se haga cargo de ella.
Los límites, como así también los objetivos de gestión y la definición de la autoridad
de aplicación, deberían ser el resultado de un acuerdo entre representantes del GCBA
y la Legislatura local, previas consultas a instituciones académicas, profesionales y
organismos no gubernamentales.
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires debería ser el organismo
mediador en este proceso de construcción de consensos sobre los nuevos límites de
nuestra ciudad.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 51 ]


[16] NOTAS

1 Bharadwaj, K. Geografía física: una apreciación del paisaje. Editorial Discovery, 2009.
2 Sarmiento, Domingo F. El Carapachay, Buenos Aires, 1867.
3 Escardó, Florencio. Geografía de Buenos Aires, Buenos Aires, Eudeba, 1971.
4 Zabala, Rómulo y Gandía, Enrique de. Historia de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Municipalidad
de la ciudad de Buenos Aires, 1980.
5 Ídem.
6 La cita de Burmeister, tomada de un texto de 1867, está en Rusconi, Carlos: Investigaciones arqueológicas
al sur de Villa Lugano, cit. en: Silvestri, Graciela: El color del río, Universidad Nacional de Quilmes, 2003.
7 Costa, Luis Alberto. “Breve historia ambiental de la relación Ciudad-Río en la Región Metropolitana de
Buenos Aires”. Revista D4, del Colegio de Arquitectos del Distrito IV de la Provincia de Buenos Aires. Nº
31, diciembre de 2002.
8 Martin de Moussy, V. Carte des provinces d´Entre Ríos, de Santa-Fe et de la Bande Orientale. Gravé par
L. Kautz, Paris, Imp. Lemercier, 1865.
9 Google Earth.
10 Pittau, Marcos, Sarubbi, Alejo y Menéndez, Ángel. “Análisis del avance del frente del delta del río Paraná“,
INA, Laboratorio de Hidráulica, en: http://www.histarmar.com.ar/DeltaParana/AnalisisAvanceDelta.htm.
11 Costa, Luis Alberto. “Breve historia ambiental de la relación Ciudad-Río en la Región Metropolitana de
Buenos Aires”, Revista D4, del Colegio de Arquitectos del Distrito IV de la Provincia de Buenos Aires. Nº
31, diciembre de 2002.
12 Mapa topográfico simplificado, en: https://www.flickr.com/photos/nicofoxfiles/8622269635.
13 En:
https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Ciudad_de_la_Trinidad_en_el_Puerto_de_Santa_Mar%C3%A
Da_de_los_Buenos_Aires.jpg (detalle de la costa).
14 Geólogo Fernando Máximo Díaz, comunicación personal.
15 Mensuras de la ciudad de Buenos Aires: ribera del Río de la Plata y Riachuelo 1771-1909. - 1a ed. -
Buenos Aires, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2007.
16 Buenos Aires, un paisaje cultural excepcional. Dirección General de Patrimonio, Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires, 2004 (edición electrónica) y 2006, edición impresa.
17 Ídem.
18 Codignotto, Jorge. “Un poco de historia de los factores físicos costeros”, nota al APRA, 2020.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 53 ]


19 El tema fue incorporado a la Constitución a propuesta del autor de este trabajo, y las convencionales
Nilda Garré y Elsa Kelly.
20 Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Art. 8.
21 Honorable Concejo Deliberante. Evolución institucional del Municipio de la Ciudad de Buenos Aires.
Buenos Aires: Ediciones del Honorable Concejo Deliberante, 1960.
22 Remorino, Jerónimo. Anales de Legislación Argentina. Complemento años 1852-1880. Buenos Aires,
La Ley, 1954.
23 Registro Oficial 1852-1856, p.73.
24 Asambleas Constituyentes Argentinas, T. IV, pp. 538-543.
25 Leyes del Congreso Constituyente. Años 1852-1854. T. I, pp. 67-80. Congreso de la Nación.
26 Esta sección está basada en un informe realizado por la Lic. Mabel Santoro para la Defensoría del
Pueblo de la CABA.
27 Tratado de Límites del Río de la Plata y su Frente Marítimo, firmado entre la República Argentina y la
República Oriental del Uruguay el 19 de noviembre de 1973.
28 Código Civil y Comercial de la Nación, Ley 26994, Boletín Oficial Nº 32.985 del 08/10/2014.
29 A raíz del contrato celebrado por el Poder Ejecutivo Nacional con Eduardo Madero y Cía., para la
construcción del puerto de la ciudad de Buenos Aires, entonces capital de la provincia homónima.
30 Marienhoff, Miguel. Régimen y legislación de las aguas públicas y privadas. Valerio Abeledo, 1939,
pp. 386-391.
31 De acuerdo con lo dispuesto en las siguientes normas constitucionales: “La navegación de los ríos
interiores de la Nación es libre para todas las banderas, con sujeción únicamente a los reglamentos que
dicte la autoridad nacional” (Art. 26). Corresponde al Congreso: “Reglamentar la libre navegación de
los ríos interiores, habilitar los puertos que considere convenientes, y crear o suprimir aduanas” (Art.
75 inc. 10); “Reglar el comercio marítimo y terrestre con las naciones extranjeras, y de las provincias
entre sí” (Art. 75 inc. 13); las provincias no pueden “expedir leyes sobre comercio o navegación interior
o exterior” (Art. 126).
32 Marienhoff, Miguel. Op. cit., nota 30, p. 408.
33 https://es.wikipedia.org/wiki/Provincia_de_Buenos_Aires
34 Barberis Julio y Pigretti Eduardo. Régimen jurídico del Río de la Plata. Buenos Aires, Abeledo Perrot
1969, p. 17.
35 Otro ejemplo de límite múltiple es el río Uruguay. El Art. 1°, parágrafo B, Inc. II del Tratado de límites
argentino-uruguayo sobre el Río Uruguay (l961) fija un límite “al solo efecto de la división de las aguas”
y otro distinto “al solo efecto de la división de las islas” existentes en el río.
36 Rey Caro, Ernesto. El derecho de los cursos de agua internacionales. Universidad Nacional de Córdoba,
1986, pp. 79-80.
37 Armas Barea, Calixto. “El Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo” En Revista de Derecho
Internacional y Ciencias Diplomáticas, Rosario, 1973-1976, n° 43/45, p.11.
38 Que dice: “Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer
órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios
internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las
facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con conocimiento del
Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto.
Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”.
39 Zucchi Héctor A. “El puerto y la aeroisla”. En La Ley, 13 de mayo de 1997.
40 http://www.infoleg.gob.ar/basehome/constituyente_bsas/archivosprincipales/960928/960928.htm
41 “EL PODER EJECUTIVO SOLICITARA AL CONGRESO NACIONAL DELIMITE LA JURISDICCIONALIDAD DE
LA CIUDAD SOBRE LAS AGUAS DEL RIO DE LA PLATA”. Cedom, Proyecto 200100726, 29/03/2001.
42 “DECLARASE AL RIO DE LA PLATA CON SU LECHO, SUBSUELO Y RECURSOS NATURALES BIEN DE
DOMINIO PUBLICO, INALIENABLE E IMPRESCRIPTIBLE DE LA CIUDAD”, Cedom, Proyecto 199902050,
08/07/1999.

[ 54 ] DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES


43 Cedom, Proyecto 200105324, 07/03/2001.
44 Cedom, Proyecto 200602789, 05/10/2006.
45 “DISPOSICIONES SOBRE LA RIBERA DEL RÍO DE LA PLATA”, Cedom, Proyecto 200902142, 01/10/2009.
46 “GERENCIAMIENTO DE LA COSTA DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES Y PROTECCIÓN,
UTILIZACIÓN Y POLUCIÓN, DEL DOMINIO PÚBLICO DE LA RIBERA DEL RÍO DE LA PLATA Y EL RIACHUELO”.
Cedom, Proyecto 199806272, 29/10/1998.

LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, EL DELTA DEL PARANÁ Y EL RÍO DE LA PLATA [ 55 ]


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