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La importancia de

llamarse Ernesto, de
Oscar Wilde
Adaptación para trabajar en clase (prof. Yanel Martínez)

Primer acto
Casa de Algernon. Departamento lujoso con un piano, un sillón y una mesa. En ella
una bandeja con sándwiches de pepino y otra con pan con manteca.
Escena 1
Algernon y Jack.
JACK (entrando). Hola, Algy.
ALGERNON. Hola, Ernesto. ¿Qué hacés en la ciudad?
JACK. Vine a divertirme, como siempre. Cuando estoy en l
a ciudad, me divierto. En el campo, donde vivo, divierto a los demás.
ALGERNON. Qué bueno. Pero lamentablemente tenés que irte. Está por llegar mi
tía Augusta para tomar el té. Viene con Gwendolen.
JACK. Entonces podría quedarme.
ALGERNON. Mejor no, a mi tía no le gusta nada cómo coqueteás con mi prima.
JACK. ¿Qué tiene de malo?
ALGERNON. Es desagradable porque ella también coquetea con vos.
JACK. Por eso mismo vine. Estoy enamorado de Gwendolen y voy a pedirle que
se case conmigo.
ALGERNON. ¿No dijiste que venías a divertirte? ¿Qué hay de divertido en el
matrimonio?
JACK. Algernon, por favor, no seas cínico. Mis sentimientos hacia tu prima son
honestos.
ALGERNON. Si sos honesto, vas a tener que explicarme primero todo ese asunto
de Cecilia.
JACK. (Desentendido) ¿Cecilia? No conozco ninguna Cecilia.
ALGERNON. ¿Estás seguro? (Mostrando una cigarrera) Entonces supongo que
esta no es tu cigarrera…
JACK. Claro que es mi cigarrera. Sabés que es mía, me viste con ella miles de
veces. ¡Así que la tenías vos! ¡Dámela!
ALGERNON. Pero no estoy seguro de que sea tuya. En la dedicatoria dice: (lee)
“con amor, de Cecilia".
JACK. Ah, esa Cecilia. Es mi tía Cecilia.
ALGERNON. Ah, ¿sí? Pero aun así no sé si es tuya. Acá dice “Para Jack" y vos te
llamás Ernesto.
JACK. ¡Devolveme mi cigarrera! (Lo persigue alrededor del sillón)
ALGERNON. No es tuya. Es de Jack. Se la robaste a alguien llamado Jack.
JACK. Yo soy Jack.
ALGERNON. No es verdad. Te llamás Ernesto, siempre me dijiste que te llamabas
Ernesto.
JACK. Me llamo Ernesto en la ciudad y Jack en el campo.
ALGERNON. Ah, eso tiene sentido. Pero no explica lo de Cecilia. Si Cecilia es tu
tía, ¿por qué te llama (lee) “mi querido Tío Jack”?
JACK. Bueno, en realidad Cecilia es mi pupila. Me llama tío por respeto. Algo que
vos jamás entenderías. Mi tutor, el hombre que me crió, el señor Cardew, al
morir me dejó a cargo de su nieta Cecilia. Por eso cuando estoy en el campo
debo tener una conducta muy seria, dar un buen ejemplo. Para poder venir a la
ciudad a divertirme inventé que tengo un hermano menor llamado Ernesto que
siempre se mete en problemas.
ALGERNON. ¿Y por qué nunca me la presentaste?
JACK. ¿A quién?
ALGERNON. A Cecilia.
JACK. Ni se te ocurra acercarte a Cecilia. Es una chica encantadora y tiene solo
dieciocho años.
ALGERNON. Ya veremos. Si logro que te quedes solo con Gwendolen, ¿me la
presentás?
JACK. ¡Claro que no! Es más, nunca te voy a decir donde vivo.
ALGERNON. Bueno, pero al menos me invitás a cenar esta noche, así no tengo
que ir a lo de la tía Augusta.
JACK. De acuerdo.
ALGERNON (en voz baja). Shhh… ahí vienen.

Escena 2. Dichos, Augusta y Gwendolen.


(Entran Augusta y Gwendolen)
AUGUSTA. Hola Algernon. ¿Cómo te estuviste portando?
ALGERNON. Hola, tía. La estuve pasando muy bien.
AUGUSTA. Te pregunté cómo te portaste y no como la pasaste. Generalmente no
es lo mismo.
ALGERNON. Gwendolen, qué linda estás.
GWENDOLEN. Siempre lo estoy.
JACK. Estás perfecta.
GWENDOLEN. Espero no estar absolutamente perfecta, porque significaría que
no puedo mejorar. Y pretendo mejorar en muchos aspectos. (Mira
apasionadamente a Jack)
AUGUSTA. (Interrumpiendo) Bueno, vamos a tomar el té.
ALGERNON. Mejor tía, ¿por qué no me acompañás al piano y te muestro al
música que estoy preparando para la fiesta del sábado?
AUGUSTA. Qué buena idea. Gwendolen, vení conmigo. (Van saliendo los dos)
GWENDOLEN. Sí, mamá. (Se sienta).

Escena 3
Jack y Gwendolen
JACK. Qué lindo día, ¿no?
GWENDOLEN. Te ruego que no me hables del clima. Me hace pensar que querés
decir otra cosa.
JACK. Es que quiero decir otra cosa.
GWENDOLEN. Decila, entonces.
JACK. Desde siempre me sentí atraído hacia vos.
GWENDOLEN. Ya lo sé. Y quisiera que fueras más demostrativo. En especial en
público.
JACK. Entonces ya lo sabés.
GWENDOLEN. Claro que sí. Me he dado cuenta. Y creo que me pasa lo mismo.
JACK. (Emocionado) Me hacés el hombre más feliz.
GWENDOLEN. Sabés que vivimos en una época de ideales. Y mi ideal siempre
fue enamorarme de un hombre que se llame Ernesto.
JACK (con preocupación). Querés decir que si mi nombre… ¿si mi verdadero
nombre no fuera Ernesto, no podrías enamorarte de mí?
GWENDOLEN. ¿Es una situación hipotética? Mmm… la verdad que no sé.
JACK. Por ejemplo, si me llamara Jack…
GWENDOLEN. ¿Jack? Un nombre muy vulgar. Ernesto es el mejor nombre.
Además, en inglés significa honesto y formal, eso me inspira confianza. Podría
apreciar a un hombre llamado Jack, tal vez ser amigos, pero jamás me
enamoraría de un hombre que se llame Jack. Compadezco a todas las mujeres
cuyos maridos no se llaman Ernesto.
JACK. Entonces debo bautizarme de inmediato, ¿dónde hay un sacerdote?
GWENDOLEN. ¿Qué? ¿Para qué un sacerdote?
JACK. debemos casarnos de inmediato.
GWENDOLEN. ¿Casarnos? Nadie habló de casamiento todavía, aunque si me lo
pidieras te diría que sí.
JACK. Entonces nos casamos.
GWENDOLEN. Pero todavía no me lo pediste.
JACK. Pero si ya me dijiste que ibas a decir que sí.
GWENDOLEN. Si me lo preguntaras…
JACK (se arrodilla). Gwendolen, desde que te conocí supe que eres la única chica
con la que quería casarme.
Escena 4
Entra Augusta seguida de Algernon.
AUGUSTA. Ernesto, ¿qué hacen el suelo de esa manera inadecuada?
GWENDOLEN. Mamá, ¿podés venir más tarde? Ernesto todavía no terminó.
AUGUSTA. ¿Se puede saber de qué no terminó?
GWENDOLEN. Mamá, Ernesto y yo somos novios y nos acabamos de
comprometer.
AUGUSTA. ¿Compromiso vos? Vos no estás comprometida, cuando estés
comprometida tu padre y yo te lo haremos saber. Eso es algo que no puedes
decidir sola una joven de tu edad. Andate al auto y esperame ahí.
GWENDOLEN. Pero mamá…
AUGUSTA. ¡Al auto! (Gwendolen sale protestando. A Jack). Ahora tengo que
hablar con usted. Lamento informarle que no está en mi lista de candidatos
posibles para Gwendolen, pero podría incluirlo si contesta bien algunas
preguntas (saca una libreta)
JACK. Haré lo que usted me diga Augusta.
AUGUSTA. ¿Usted fuma? (anota las respuestas de Jack)
JACK. Debo confesar que sí.
AUGUSTA. Me alegra: todo hombre debe tener algún pasatiempo. ¿Y de qué
vive?
JACK. Tengo una casa en el campo con tierras, pero más que nada vivo de mis
inversiones en la ciudad.
AUGUSTA. Me alegra eso, es muy bueno. Supongo que tiene una casa en la
ciudad.
JACK. Tengo una casa en la ciudad, sí. Pero está alquilada, puedo desalojarla
para vivir acá con Gwendolen si nos casamos.
AUGUSTA. No se adelante. Dígame, ¿viven sus padres?
JACK. Lamentablemente los he perdido.
AUGUSTA. ¿A los dos? Perder a un padre puede considerarse una desgracia,
¡pero a los dos! Eso habla de un carácter muy descuidado. ¿Y quiénes eran? Para
casarse con mi hija deben ser de una buena familia.
JACK. Honestamente, no lo sé. Dije que había perdido a mis padres pero la
verdad es que ellos me perdieron a mí: no sé quiénes son mis padres. El señor
Cardew, mi tutor, me encontró cuando era bebé en una estación de tren y me
cuidó, y me nombró su heredero al morir.
AUGUSTA. ¿En una estación de tren? ¿Pero dónde?
JACK. En un bolso
AUGUSTA. ¡Un bolso! ¿Cómo que en un bolso?
JACK. Sí, un bolso común, con manijas.
AUGUSTA. Qué historia más desagradable. Es inaceptable que mi hija se case
con un hombre cuya familia es una estación de tren.
JACK. Pero, ¿qué puedo hacer para que me acepte?
AUGUSTA. Trate de conseguirse al menos un padre o una madre antes de que
termine la temporada.
JACK. Eso es imposible. Si tiene dudas puedo traer el bolso donde me
encontraron.
AUGUSTA. ¿A mí? ¿Usted imagina que una chica como Gwendolen podría llegar
a ser pariente de un bolso común y corriente con manijas o sin manijas? Usted no
se casará con mi hija jamás.
Sale. Entra a Gwendolen a escondidas. Algernon observa la escena desde un
rincón sin ser visto.
GWENDOLEN. Ernesto, escuché tu historia y me parece sumamente romántica.
JACK. Qué bueno que me sigas amando.
GWENDOLEN. Por supuesto que sí. Vine a pedirte tu dirección en el campo para
mandarte cartas cuando estés allá.
JACK. Sí, es la calle 58 a dos cuadras de la Plaza Central del pueblo. (Mientras
ella anota, Algernon escondido también anota. Jack y Gwendolen se dan un beso
en la mejilla y Gwendolen le sale corriendo).
Telón

Segundo acto
escena 1
Jardín de la casa de campo de Jack. Sentadas con un libro están Cecilia y la
institutriz, Prism.
INSTITUTRIZ. Tenés que concentrarte más en tus lecciones de alemán, Cecilia.
CECILIA. Pero, señorita, el Alemán es aburridísimo.
INSTITUTRIZ: Me voy a dar un paseo y cuando vuelva quiero ver como
progresaste en alemán ( sale)
ESCENA 2
Cecilia y Algernon
ALGERNON. Buenas tardes. Vengo a visitar a mi hermano Jack.
CECILIA. Usted debe ser Ernesto entonces, el hermano menor que siempre se
mete en problemas en la ciudad.
ALGERNON. Y vos debes ser mi pequeña prima Cecilia.
CECILIA. No soy pequeña, ya tengo 18 años y soy bastante alta para mi edad.
ALGERNON. Veo que no sos pequeña, pero Jack también me dijo que eras
encantadora y creo que ya me estoy enamorando.
CECILIA. Espero que así sea porque nos comprometimos hace tres meses.
ALGERNON. (sorprendido) Pero sí acabamos de conocernos.
CECILIA. Claro, pero desde que supe que mi tío Jack tenía un hermano llamado
Ernesto, me di cuenta de que tenía que casarme con él. Ernesto significa honesto
y formal y sólo podría casarme con un hombre así. Por eso escribí en mi diario
nuestro compromiso (muestra el diario rápidamente, Algernon trata de mirar, pero
ella lo guarda y saca una caja con cartas) y acá está en esta caja donde guardo
todas tus cartas.
ALGERNON. Pero yo nunca te escribí una carta
CECILIA. No me recuerdes que tuve que escribir yo misma pero ya te perdoné.
ALGERNON. Qué dulce sos, vamos a caminar.
ESCENA 3
JACK. (entrando) ¿Qué hacés acá?
ALGERNON. Vine a visitarte y a conocer a Cecilia.
JACK. Andate inmediatamente.
CECILIA. Pero tío Jack, ¿así vas a tratar a tu hermano que vino desde Londres a
verte?
JACK. ¿Hermano? Yo no tengo ningún hermano.
CECILIA. No le digas eso, pobre Ernesto.
JACK. (a Algernon) Vení, vamos a arreglar esto entre hombres.
Salen Jack y Algernon. Cecilia se sienta con su libro, los dos se van. Cecila escribe
en su diario, llega Wendolen.

Escena 4
Cecilia y Wendolen.
WENDOLEN. Hola, soy Wendolen Fairfax. Estoy buscando Ernesto Worthing.
CECILIA. Hola, él se acaba de ir con mi tío Jack, pero sentate, los esperamos. Mi
nombre Cecilia Cardew.
WENDOLEN. Mucho gusto. Supongo que estás de visita acá.
CECILIA. No yo vivo acá.
GWENDOLEN. ¿Con tu madre?
CECILIA. No tengo madre, vivo con el señor Worthing.
WENDOLEN. ¿Cómo?
CECILIA. Soy su pupila. Él se hizo cargo de mí cuando murió mi abuelo.
WENDOLEN. ¡Oh! ¡Qué raro! El señor Worthing nunca me dijo que tuviera una
pupila. Pero ahora que lo sé, me gustaría que usted no fuera tan joven, si me
disculpa.
CECILIA. Por favor, cuando uno solo tiene algo desagradable para decir es mejor
que lo diga.
WENDOLEN. Entonces permítame decirle que ahora que sé que vive con
Ernesto, preferiría que usted tuviera 50 años y fuera más fea de lo normal.
CECILIA. (riendo) Pero Ernesto no es mi tutor. Es su hermano Jack.
WENDOLEN. (aliviada) Entonces me quedo más tranquila.
CECILIA. De hecho, Ernesto y yo somos novios.
WENDOLEN. (alterada) Debe haber un error. Ernesto es mi prometido.
CECILIA. Debes estar equivocada, Ernesto me dijo que quería casarse conmigo
hoy por la tarde, lo escribí en mi diario, mire: (lee)“Ernesto se me ha declarado.
El tiempo continúa espléndido”.
WENDOLEN. Debe haber estado desvariando. Él ya estaba comprometido
conmigo el jueves, puede corroborarlo en mi diario (saca un cuaderno y lee)
“Ernesto y yo nos hemos comprometido”. Siempre traigo mi diario conmigo
cuando viajo, por si necesito leer algo interesante.
CECILIA. Evidentemente desde el jueves hasta hoy se puede haber
arrepentido… (señalando hacia Algernon y Jack, que regresan) Pero dejemos que
el mismo lo aclare, ahí viene.

Escena 5
Dichas, Jack y Algernon
JACK. ¡Wendolen, Wendolen! Mi amada...
ALGERNON. (acercándose a Cecilia) Cecilia, querida…
WENDOLEN. Un momento, antes de darme un beso, primero tenés que decirme
si estás comprometido con esta chica.
JACK. De ninguna manera, vos sos mi único amor.
CECILIA (a Algernon) Decime si estás de novio con esta señorita.
ALGERNON. No, definitivamente no, mi única novia sos vos, Cecilia.
WENDOLEN Y CECILIA. Entonces, sí. (les dan besos en las mejillas)
WENDOLEN. Pero debo aclararle, querida, que el joven que acaba de besarla es
mi primo Algernon y no se llama Ernesto.
CECILIA. Yo tengo que decirle que quien la abraza ahora no es Ernesto, sino mi
tío Jack.
Las dos se miran horrorizadas apartándose de los varones que están asustados
WENDOLEN. ¿Es verdad que te llamás Jack?
CECILIA. ¿Y vos te llamas Algernon?
JACK. Es cierto, me llamo Jack y no tengo ningún hermano.
ALGERNON. Yo me llamo Algernon y no soy el hermano del Señor Worthing.
CECILIA. ¡Oh, qué decepción! Estábamos preocupadas porque las dos
estábamos comprometidas con Ernesto…
WENDOLEN. Pero parece que ninguna de las dos está comprometida con nadie.
JACK. Tenés que perdonarme, la razón por la que inventó un hermano llamado
Ernesto fue para tener más tiempo para ir a visitarte.
ALGERNON. Y yo fingí ser su hermano Ernesto para poder conocerte.
Wendolen y Cecilia hablan entre ellas
CECILIA. Algernon me parece muy sincero ahora.
WENDOLEN. Las palabras de Jack parecen honestas.
CECILIA. ¿Crees que deberíamos perdonarlo?
WENDOLEN. Creo que deberíamos perdonarlos.
CECILIA. ¿Y quién se los dice?
WENDOLEN. Mejor digámoslo las dos al mismo tiempo.
CECILIA y WENDOLEN (al mismo tiempo) No vamos a casarnos con nadie que no
se llame Ernesto.
JACK. No hay problema, ya llamé al reverendo Casulla para que venga a
bautizarme a las 5:30.
ALGERNON. Será después de que me bautice a mí a las 5:00.
CECILIA. ¡Qué tierno! ¿Y vas a hacer algo tan tonto sólo por mí?
WENDOLEN. (A Jack) ¿Te ibas a someter a semejante ridiculez sólo por mi amor?
(A Cecilia) Cuando se trata de sacrificio, los hombres están dispuestos a llegar
mucho más lejos que las mujeres.
Cecilia. Definitivamente.
JACK. Vos no te podés bautizar, Algy, ya estás bautizado. Además no nos vamos
a poner los dos el mismo nombre.
Entra tía Augusta. Las parejas se separan un poco y la miran sorprendidos.
WENDOLEN. ¡Mamá!
AUGUSTA. ¡Wendolen! ¿Qué hacés acá? ¿Por qué te escapaste de casa?
WENDOLEN. Estoy comprometida con el señor Worthing, mamá, por eso no
pienso dejar de verlo como me dijiste.
AUGUSTA. Vas a hacer lo que yo te diga. Y vos, Algernon, ¿qué hacés acá?
ALGERNON. Acabo de comprometerme con la señorita Cardew.
AUGUSTA. ¿Qué hay en el aire del campo? El número de compromisos es mucho
mayor al número que nos proponen las estadísticas como moralmente aceptable.
Señor Worthing, ¿podría explicarme quién es la señorita Cardew?
JACK. Cecilia es mi pupila. Tiene 18 años y es la nieta del fallecido señor
Cardew, el hombre que me crió.
AUGUSTA. Supongo que sus padres no serán una valija o una cartera...
JACK. (enojado) No, sus padres fueron el hijo del señor Cardew, José Cardew y
su esposa Sara.
AUGUSTA. Ah, muy bien, solo por curiosidad, ¿tiene la señorita Cardew alguna
fortuna?
JACK. Por supuesto, tiene 100.000 libras esterlinas y muchas tierras a fuera de
Londres.
AUGUSTA. Ahora que la miro bien, es una chica muy atractiva. Algernon, doy mi
consentimiento para que te cases con ella.
Algernon y Cecilia se abrazan.
JACK. (serio) Pero yo no les doy el mío. Según el testamento Cecilia no puede
casarse sin mi consentimiento hasta los 35 años.
AUGUSTA. Es mucho tiempo, pero es una linda edad. Muchas mujeres y hombres
se quedan en los 35 años para siempre. ¿Podrías esperar hasta esa edad,
Algernon?
ALGERNON. Te esperaría toda la vida, Cecilia.
CECILIA. Pero yo no puedo esperar tanto.
AUGUSTA. Cecilia no puede esperar tanto, señor Worthing. ¿Cuándo dará su
consentimiento?
JACK. Cuando usted me dé el suyo para que yo me casé con Wendolen.
AUGUSTA. Eso no va a pasar.
TELÓN

ACTO TRES
Escena 1
Entra el reverendo Casulla
CASULLA. Ya está todo listo para los bautismos.
JACK. Parece que no va a hacer falta, no va haber ningún bautismo ni ningún
casamiento.
CASULLA. ¡Qué decepción! Pero ya que vine hasta acá, ¿podría ver a la institutriz,
la señorita Prism?
AUGUSTA. ¿Dijo señorita Prism? La he buscando durante años, ¿acá trabaja una
niñera bastante bruta llamada señorita Prism?
CECILA. La señorita Prism es mi institutriz.
AUGUSTA. Seguramente hablamos de la misma persona.
JACK. Pregúntaselo usted misma, ahí viene.
ESCENA 2
Dichos e Institutriz.
AUGUSTA. ¡Prism! (La señorita Prism se asusta) Prism, ¿dónde está el bebé que
usted debía cuidar? (todos miran sorprendidos) Hace 25 años esta mujer se fue
de la casa de mi prima con un bebé y nunca jamás regresó.
INSTITUTRIZ. Lamento decir que no sé lo que paso con el bebé. Aparentemente
me equivoqué de bolso en la estación y cuando volví ya no estaba. Puse por
distracción al bebé en el bolso y mis libros en el cochecito. Cuando me di cuenta
del error el bolso ya no estaba.
JACK. ¿Dejó el bebé en un bolso? Esperen.
Jack sale. Se escuchan muchos ruidos de escaleras. Todos observan en silencio.
Se escuchan más ruidos.
WENDOLEN. ¿Por qué tanto ruido?
AUGUSTA. Ese comportamiento es muy inadecuado habiendo visitas,
Se escuchan más ruidoso, vuelve Jack con un bolso en la mano.
JACK. (mostrando el bolso) ¿Este es el bolso donde dejó el bebé, señorita Prism?
INSTITUTRIZ. ¡Sí, qué alegría haberlo encontrado! Después de tantos años... es un
excelente bolso, lo extrañé mucho.
JACK. Pero señorita Prism, usted encontró algo más que el bolso. Yo era el bebé
que estaba en él.
INSTITUTRIZ. ¿Usted?
JACK. ¡Entonces usted es mi madre!
INSTITUTRIZ. Yo no tengo hijos, esto es un malentendido. La señora Augusta
Bracknel le podría explicar mejor que quién es usted.
AUGUSTA. Su madre era mi prima Sonia, pero ya ha fallecido.
ALGERNON. ¡Mi madre!
AUGUSTA. Sí, ella era la mamá de Algernon.
ALGERNON. Entonces en verdad somos hermanos. (Jack y Algernon se abrazan)
JACK. Hasta ahora nunca te has portado como un hermano, Algernon.
ALGERNON. Es que no tenía idea de todo esto, yo nací 3 años después.
CASULLA. Dígame señora, para sacarnos la duda, cuando Jack se extravió hace
25 años, ¿ya había sido Bautizado?
AUGUSTA. Por supuesto, somos una familia respetable.
JACK. ¿Y con qué nombre?
AUGUSTA. Llevabas el nombre de tu padre, el señor Moncrief.
JACK. ¿Pero cuál era ese nombre?
AUGUSTA. La verdad que no me acuerdo, el señor Moncrief no me caía muy
bien.
JACK. Algy, ¿cómo se llamaba nuestro padre?
ALGERNON. La verdad es que no sé, murió antes de que yo naciera y nunca lo
conocí.
JACK. ¿Cómo podemos averiguarlo? Es muy importante saber mi verdadero
nombre.
AUGUSTA. Debe decirlo en mi diario. Supongo que lo anoté cuando se casó con
mi hermana. (Saca una carpeta grande). Afortunadamente, siempre llevo mi
diario cuando viajo al campo. (Busca) A ver, velatorios, entierros, casamiento...
Acá está. Mi prima Sonia se casará con un señor que no me cae bien llamado
Ernesto Moncrief.
JACK. ¡Entonces de verdad me llamo Ernesto! Esta es una noticia demasiado
fuerte para mí: nunca mi vida he dicho más que la verdad.
AUGUSTA. O sea que usted no ha aprendido nada de todo esto.
JACK. Al contrario: acabo de darme la importancia de a darme cuenta de la
importancia de ser Ernesto.

TELÓN

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