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PROYECTO

Estudiante: Alexis Alexander Astudillo Hurtado


Curso: 3º de Bachillerato

PLANTAS MEDICINALES
INTRODUCCIÓN
Se denomina plantas medicinales a aquellas plantas que pueden
utilizarse enteras o por partes específicas para tratar enfermedades de
personas, animales o para curar lesiones. La acció n terapéutica (alivio
o mejora), se debe a sustancias químicas llamadas principios activos
que son considerados sustancias que ejercen sobre el organismo vivo,
una acció n farmacoló gica, beneficiosa o perjudicial. 

El uso de las plantas en la medicina tradicional se remonta a tiempos


prehistó ricos, pero la ciencia actual ha permitido identificar, aislar y
producir cientos de principios activos para la elaboració n de fá rmacos
utilizados en el tratamiento de diversas enfermedades. Sin embargo, el
uso tradicional de plantas medicinales aú n persiste, especialmente en
sociedades poco industrializadas con dificultades de acceso a
medicamentos. Así, la Organizació n Mundial de la Salud (OMS)
coordina una red para incentivar el uso seguro y racional de la
medicina tradicional, debido a que, en su mayoría, no toda la planta
medicinal suele ser benéfica al organismo, o simplemente el principio
activo debe de ser dosificado minuciosamente. 2 Las plantas
medicinales suelen prepararse de diferentes formas, en la medicina
tradicional se utilizan en infusiones, cocidas, en cataplasmas o en
ensaladas para consumo directo. La tecnología farmacéutica permite la
aplicació n de ciertos extractos de plantas medicinales en
presentaciones tipo cá psulas, comprimidos, cremas y jarabes.
DESARROLLO

La germinació n de semillas puede ser definida como una serie de


acontecimientos metabó licos y morfogenéticos que tiene como
resultado la transformació n de un embrió n en una plá ntula que sea
capaz de valerse por sí misma y transformarse en una planta adulta, o
dicho de otra manera má s coloquial, la germinació n es el proceso
mediante el cual la semilla se desarrolla hasta convertirse en una
nueva planta.

La germinació n de las semillas tiene lugar cuando se dan determinadas


condiciones. En general, es necesario:

 Que la semilla sea viable, es decir, que el embrió n esté vivo y sea
capaz de germinar.
 Que la semilla no esté en estado de latencia.
 Que se den las condiciones favorables, como son: la
disponibilidad de un sustrato con pH, textura, estructura y
humedad apropiada, suficiente capacidad de oxígeno que
permita la respiració n aerobia y una temperatura adecuada para
que puedan desarrollarse todos los procesos metabó licos
necesarios para el desarrollo de la plá ntula.

La germinació n puede ser un proceso inmediato después de que las


semillas se hayan dispersado, o pasar previamente por un periodo de
letargo, má s o menos largo, que dependerá de las condiciones
ambientales.

Cuando el embrió n comienza su desarrollo se alimenta de las reservas


nutritivas contenidas en la semilla, hasta que la planta desarrolla las
primeras hojas. Al embrió n o planta incipiente, se le denomina plá ntula
mientras depende, para su desarrollo, de los nutrientes contenidos en
la semilla.

Durante las primeras etapas de su desarrollo, la plá ntula aú n depende


de las reservas de la semilla, cuya movilizació n y utilizació n es
imprescindible para su nascencia. Esta dependencia va ir
desapareciendo de manera paulatina segú n se va incrementando la
absorció n de nutrientes del suelo por parte de las raíces y se inicia la
fotosíntesis en los primeros ó rganos verdes de la plá ntula.

Estas primeras etapas del desarrollo de las plá ntulas son difíciles y en
ellas se detectan elevadas tasas de mortalidad causadas
principalmente por desecació n, depredació n, enfermedades y
competencia entre las propias plá ntulas.

Como norma general, con la germinació n la testa de la semilla se


rompe y la radícula emerge. Una vez fuera, la radícula penetra el suelo,
produciendo pelillos absorbentes y a veces raíces laterales,
comenzando los procesos de absorció n de nutrientes el suelo.

TIPOS DE GERMINACIÓN.

Con respecto al crecimiento de la parte aérea de la planta, se pueden


distinguir dos patrones de crecimiento, atendiendo a la posició n de los
cotiledones respecto a la superficie del suelo:

Germinación epigea.

El hipocó tilo, (porció n comprendida entre la radícula y la plú mula) se


alarga y eleva los cotiledones por encima de la superficie del suelo.
Posteriormente, los cotiledones se transforman en ó rganos
fotosintéticos actuando como si fueran hojas. Finalmente, tiene lugar el
desarrollo del epicó tilo, (situado por encima de los cotiledones) a
partir de cual se van a desarrollar las primeras hojas verdaderas.
Algunas plantas, tales como, por ejemplo, la cebolla o la judía,
presentan este tipo de germinació n.
Germinación hipogea.

La elongació n del hipocó tilo no eleva a los cotiledones sobre la


superficie del suelo, quedando estos enterrados. El hipocó tilo es muy
corto, prá cticamente nulo. A continuació n, el epicó tilo se alarga,
apareciendo las primeras hojas verdaderas, que son, en este caso, los
primeros ó rganos fotosintetizadores de la plá ntula.

Algunas plantas, tales como, por ejemplo, el trigo, el maíz, la cebada o


el guisante presentan este tipo de germinació n.
Germinación de una semilla
Las semillas son estructuras quiescentes y deshidratadas que pueden
sobrevivir una gran variedad de condiciones ambientales durante un
periodo prolongado de tiempo. Sin embargo, cuando las condiciones
son apropiadas el embrió n empezará a crecer y llevará a cabo
la germinació n. La etapa inicial de la germinació n se caracteriza por
presentar un secuestro de agua que hidrata al embrió n, proceso
conocido como imbibició n. Este proceso está asociado con la atracció n
hidrofílica que tienen los constituyentes proteicos de la semilla, lo que
genera un flujo de agua desde el ambiente hasta el interior de la
semilla. Se conoce que este movimiento de agua hacia el interior del
embrió n está asociado con un incremento en el volumen de la semilla,
lo que genera una presió n interna incrementada que terminara con la
ruptura de los tegumentos protectores de la semilla, ocasionando así
que el embrió n emerja. La imbibició n es seguida por una activació n del
metabolismo del embrió n. Con esto en mente, se inician así los
procesos enzimá ticos de respiració n celular que terminaran
produciendo energía, la que será utilizada para soportar el crecimiento
y desarrollo de la nueva planta.
Para la gran mayoría de las especies de plantas, la germinació n termina
cuando la radícula emerge del embrió n la cual es desarrollada gracias a
nuevos procesos de inhibició n. El desarrollo de la radícula permite al
embrió n hacer contacto con el sustrato de donde la nueva planta
extraerá agua y nutrientes para continuar con su desarrollo.

Desarrollo del tallo


Una vez que la radícula se haya extendido la elongació n del tallo sigue.
Este desarrollo puede presentarse de diversas formas. En una serie de
plantas (dicots), el hipocó tilo es el primero en emerger, halando así a
las primeras hojas por entre el sustrato hasta alcanzar al aire
(germinació n epígea). En otras especies de plantas (monocots), el
desarrollo inicial del hipocó tilo es muy reducido y las primeras hojas
en consecuencia quedan inmersas en la tierra. En estas plantas es
el epicó tilo que se elonga y empuja a las primeras hojas por entre la
tierra (germinació n hipogea). Una vez que el primordio del tallo haya
emergido del sustrato, los nuevos ó rganos y el crecimiento vegetativo
son producidos por conglomeraciones celulares con alta capacidad de
divisió n y de diferenciació n conocidos como meristemas. Uno de los
primeros meristemas en desarrollarse es en el apical, localizado en el
á pice de la planta. El meristema apical cual cumple dos funciones
principales:
1. formar primordios que generan los ó rganos aéreos
laterales y
2. mantenerse a sí mismo mediante la producció n de células
sin diferenciar. El meristema apical contiene las células
precursoras de todos los ó rganos y tipos celulares
encontrados en el tallo (ramas, hojas, flores etc.). Cada
divisió n de una célula meristemá tica produce una célula
hija que puede diferenciarse en cualquier ó rgano aéreo y
una célula que retiene su identidad meristemá tica y puede
dividirse de nuevo dentro del meristema apical de la
planta.

La elongació n del tallo y de las partes aéreas de la planta se da


mediante la combinació n de la divisió n celular y el alargamiento de las
células producidas por el meristema apical. Por otro lado, los
primordios de las hojas surgen como engrosamientos en las axilas de
los meristemas, los que son producto de divisiones celulares
aceleradas en el meristema apical como tal. Una vez que los primordios
de las hojas se han establecido, la expansió n de la lá mina foliar
continua mediante la acció n de unos meristemas especializados. A
medida que el primordio de la hoja se desarrolla, un grupo pequeñ o de
células meristemá ticas permanecen fijas en la conexió n que la hoja
forma con el tallo. Esta regió n de células con posició n fija se denomina
la axila. Estas mismas producen yemas axilares o ramas que mantienen
su propio meristema apical.
Las células y tejidos desarrollados por la acció n del meristema apical
componen el cuerpo o composició n primaria de una planta. Los tejidos
secundarios nacen a partir de la acció n bioló gica de los meristemas
secundarios que son responsable casi de cualquier incremento en la
anchura de la planta (cambium vascular), puesto que los meristemas
primarios son responsables de incrementos en la altura. Los tejidos
desarrollados por la acció n de los meristemas secundarios componen
el cuerpo o la composició n secundaria de una planta.

Desarrollo de la raíz

El meristema apical de la raíz se caracteriza por presentar en su parte


terminal una regió n denominada como la cofia del meristema o de la
raíz. Esta cofia se encarga de proteger al meristema de dañ os
mecá nicos cuando este se elonga por entre el sustrato. El meristema
apical de la raíz está directamente detrá s de la cofia de la raíz, y en su
zona central se encuentra una regió n de divisió n celular que se conoce
como la zona quiescente. La zona quiescente produce las células
precursoras de los tejidos de la raíz, y las divisiones celulares de esta
regió n será n responsables de la elongació n de la raíz y la regeneració n
de la cofia.
Las raíces laterales se originan desde el periciclo, una regió n circular
de células meristemá ticas que se encuentra dentro de la endodermis
de la raíz primaria. Los primordios de las raíces laterales salen de la
corteza de la raíz primaria ya sea por dañ o mecá nico a esta misma o
por digestió n celular con enzimas. Una vez que una raíz lateral haya
emergido completamente de su raíz principal, este nuevo ó rgano
puede realizar fenó menos de absorció n de agua y minerales para llevar
a cabo funciones fisioló gicas fundamentales.

Desarrollo de las hojas y flores

Se conoce poco acerca de la transició n fisioló gica del desarrollo que


lleva a la producció n de estructuras de reproducció n sexual (hojas y
flores), desde estructuras vegetativas producto de la divisió n de
meristema apical. Sin embargo, se sabe que el proceso de floració n o de
desarrollo de flores se divide en tres procesos:

1. inducció n,
2. evocació n y
3. desarrollo.

La inducció n floral hace referencia a los eventos que le sirven como


señ al a una planta para alterar el desarrollo de los meristemas aéreos,
empezando así la producció n de flores. Con la inducció n, los
meristemas apicales se reorganizan para producir primordios o
botones florales en vez de primordios de hojas. Se sabe que la
inducció n floral puede ser producto de cambios en la duració n del día,
que son interpretados por la planta como modificaciones en la
cantidad de luz que recibe diariamente. En respuesta a esta señ al, el
meristema produce cambios metabó licos que catalizan la producció n
de flores en lugar de la de hojas u otras estructuras vegetativas.
La evocació n floral comprende a los eventos que comprometen al
meristema apical con la producció n de flores. Se cree que este proceso
se basa en una alteració n de la tasa de respiració n del meristema, al
igual que cambios en la cantidad de RNA producido y a la tasa de
síntesis de proteínas. En efecto, se conoce que estos fenó menos son
consecuencia de cambios en la expresió n genética del meristema apical
de tallo, pero los mecanismos moleculares de estos procesos todavía
permanecen ocultos.
Una vez que la evocació n floral se da, la producció n de flores es
irreversible y la planta se compromete con las rutas metabó licas del
desarrollo de flores. En este punto se dice que el desarrollo floral está
determinado y los primordios florales se generan en los meristemas
apicales aéreos. Estos mismos continú an su desarrollo produciendo así
estructuras florales maduras.

Desarrollo de la simetría floral

A lo largo del á rbol de las angiospermas se cree que la simetría en las


flores ha aparecido varias veces independientemente en los distintos
grupos. La condició n ancestral es la simetría actinomó rfica y la
condició n derivada la simetría cigomó rfica, apareciendo esta
independientemente en Orquídeas, Dipsacales, Lamiales, Asterales y en
Legumbres. En distintos estudios se ha propuesto que parte del origen
de la especiació n de flores cigomó rficas a partir de actinomó rficas se
debe a factores extrínsecos como interacció n planta-insecto, el cual
sería el factor má s importante que está ejerciendo presiones de
selecció n que conllevan cambios genéticos y morfoló gicos en el
desarrollo de la simetría floral.

Durante el desarrollo floral, la simetría de la flor cambia. Esta simetría


está determinada ya sea por la dominancia o la falta de dominancia del
lado abaxial y adaxial de las flores. Se cree que hay dos gradientes que
está n influenciando y determinando esta dominancia; el gradiente
acropétalo (eje principal) y el gradiente basipétalo (Brá ctea que
subtiende a la flor). Cuando hay una mayor expresió n del gradiente
acropetalo y por ende menor del basipetalo el lado adaxial tendrá un
desarrollo tardío y por lo tanto va a ver una dominancia del lado
abaxial. Cuando ocurra lo contrario, es decir una menor expresió n del
gradiente acropétalo y mayor en el gradiente basipétalo el lado abaxial
tendrá un desarrollo tardío y por ende una dominacia del lado adaxial.
Esta diferencia en la expresió n de los dos gradientes junto con
expresiones genéticas determinará que se desarrollen flores
monosimétricas o cigomó rficas, ya que éstas se caracterizan por tener
un ú nico plano de simetría el cual fue determinado por la dominancia
del lado abaxial o abaxial. Por el contrario, si el grado de expresió n de
ambos gradientes es igual, la simetría de la flor será radial o
actinomó rfica (igual dominancia de lado abaxial y adaxial).

En cuanto a expresiones genéticas hay cuatro genes involucrados en el


desarrollo de la simetría de las
flores; Cycloidea (CYC), Divaricata (DIV), Dichotoma (DICH)
y Radialis (RAD). Para que se desarrolle una flor monosimétrica debe
expresarse tanto Cycloidea como Dichotoma de lo contrario se genera
una flor polisimétrica. Estos dos genes se diferencian en el momento en
el que se activan y en el lugar en el que actú an. Se sabe
que Cycloidea y Dichotoma está n implicados en el desarrollo temprano
del lado adaxial, por lo que deben expresarse en conjunto para que se
genere una dominancia de este lado y así poder generarse una flor
monosimétrica. De igual manera Radialis y Divaricata juegan un papel
en el desarrollo de la monosimetría, pues estos dos está n involucrados
en el desarrollo del lado abaxial por lo tanto la expresió n de estos dos
generaría una dominancia del lado abaxial. Si por lo tanto no se
expresan estas parejas de genes habrá una expresió n no diferencial de
los cuatro genes por lo que el desarrollo de la simetría sería radial o
actinomó rfica dado que no habría dominancia ni del lado abaxial ni del
adaxial.
DESCRIPCIÓN DE LAS PLANTAS

HIERBABUENA

Mentha spicata, conocida popularmente


como hierbabuena, yerbabuena o menta de jardín, es una especie del
género Mentha, una hierba aromá tica muy empleada
en gastronomía y perfumería por su aroma intenso y fresco. Alcanza
los 30 cm de altura. Las hojas le dan su nombre por su forma
lanceolada (spica significa ‘lanza’ en latín); son muy aromá ticas,
serradas, glabras, pilosas por el envés. Las flores poseen un cá liz con
cinco sépalos aproximadamente iguales y garganta glabra. La corola es
lila, rosa o blanca, y muy glandulosa, de hasta 3 mm de largo. Las raíces
son extensas e invasivas.

PROPIEDADES Y BENEFICIOS

El uso medicinal de la hierbabuena es viejo, como lo demuestra su


presencia en la Capitulare de villis vel curtis imperii, una orden emitida
por Carlomagno que reclama a sus campos para que cultiven una serie
de hierbas y condimentos incluyendo «mentam», identificada
actualmente como Mentha spicata.

Tiene propiedades ú tiles, antiespasmó dicas,


es carminativo, antiséptico, analgésico, antiinflamatorio y estimulante.

La forma má s comú n de usar la hierbabuena es haciendo infusió n con


sus hojas. De esta forma se ayuda a tratar los problemas de indigestió n,
gases intestinales y las inflamaciones del hígado, actú a sobre
la vesícula biliar ya que activa la producció n de la bilis, ademá s alivia
los mareos y dolores.

Contiene mentol como principal componente activo, pudiendo actuar


directamente sobre los nervios que transmiten la sensació n dolorosa,
amortiguando así tal sensació n. También
contiene mentona, felandreno y limoneno.

SABILA

La sá bila es una planta medicinal, conocida también como Aloe vera,


que posee diversas propiedades para la salud y es utilizada en diversos
tratamientos de belleza, principalmente a nivel del cabello y de la piel. 
Su nombre científico es Aloe Vera  y puede comprarse en tiendas de
productos naturales, farmacias de manipulació n, algunos mercados
municipales y supermercados. Ademá s de esto, puede ser fá cilmente
cultivada en casa, ya que no necesita cuidados especiales.
La sá bila proporciona poderosos beneficios sobre la piel y el cabello,
debido a que contiene sustancias mucilaginosas y quercetina que
funcionan como un emoliente y renuevan las células dañ adas de la
sobre la piel, asimismo, posee polisacá ridos y hormonas
vegetales responsables por la estimulació n e hidratació n de las células.
El aloe vera por ser rico en vitaminas y minerales como vitamina A, B,
C y E, calcio, magnesio, potasio, selenio, zinc y fosfato de manosa, este
ú ltimo actú a sobre el crecimiento de los tejidos proporcionando un
efecto cicatrizante, así como ayuda a fortalecer el sistema inmune.
Otra propiedad de a la sá bila es que ejerce un fuerte efecto laxante,
debido a que posee unos compuestos llamados antraquinonas que
actú an a nivel del colon promoviendo la salida de las heces. Sin
embargo, este efecto purgante es drá stico, pudiendo irritar el colon,
por ello las cá psulas de sá bila deben ser utilizadas só lo bajo
orientació n del médico. 

ALBAHACA

es una hierba aromá tica anual de la familia de las lamiá ceas nativa de


las regiones tropicales de Á frica Central y el sudeste asiá tico, la cual se
cultiva desde hace milenios.1 Es una planta tierna y se utiliza en cocinas
de todo el mundo. Hay muchas variedades de  la albahaca así como
varias especies relacionadas. El tipo que se usa comú nmente para dar
sabor se llama popularmente hierba real, albahaca.

La albahaca es muy rica en calcio, básico para reforzar huesos y


dientes, y potasio, que regula el contenido de agua de las células y su
movimiento, además de moderar el sistema nervioso y muscular e
intervenir en la construcció n de proteínas.

Tampoco es desdeñ able su aportació n en tiamina o vitamina B1,


importante para reparar problemas digestivos, como la falta de apetito,
la colitis ulcerosa o la diarrea cró nica, destaca MedlinePlus. También
destaca por fortalecer el sistema inmunológico, actuar sobre los
problemas de visió n y prevenir la pérdida de memoria (incluso el
Alzhéimer).

La albahaca se ha empleado tradicionalmente para estimular la


producción de leche materna, y en forma de aceite esencial, soluciona
problemas bucales, nerviosos, capilares, el acné o heridas, gracias a sus
propiedades analgésicas.

CULANTRO

El culantro es una hierba natural de la familia de las apiáceas. A


primera vista, el culantro podría pasar desapercibido ante los
distraídos: primero por su nombre que pareciera ser un error
gramatical, y después por sus hojas dentadas y largas que lo camuflan
con los dientes de león y la maleza. Sin embargo, ignorar el sabor y
aroma característico que esta hierba aporta a las recetas, es imposible.
Antes de continuar es necesario aclarar: el culantro no es lo mismo que
su pariente -muy lejano- el cilantro. Para hacerse una idea: el nombre
científico del culantro es eryngium foetidum, mientras que el del
cilantro es coriandrum sativum.

Aunque es nativo de América del Sur, el culantro o sachaculantro es un


nómada que crece fácilmente y de forma silvestre en climas tropicales.
De hecho, su nombre cambia dependiendo del país donde se
encuentre, incluso entre naciones hispanoparlantes. En España, donde
también ha encontrado recetas que lo adoran, lo mejor es cultivarlo.
Algunos consejos para lograrlo es plantarlo a la sombra, en primavera -
cuando la temperatura ya ha subido- y mantenerlo hidratado. Al cabo
de tres semanas después de sembrar las semillas, la planta ya habrá
crecido lo suficiente como para empezar a cocinar con ella.

PROPIEDADES Y BENEFICIOS

Esta planta forma parte de los remedios tradicionales herbolarios


contra afecciones respiratorias- como el asma- y estomacales. Para las
comunidades amazó nicas, el culantro puede poseer propiedades
antinflamatorias y analgésicas. Por su parte, la ciencia comprueba que
contiene altas cantidades de calcio, hierro, vitamina A, B2, B1 y C.
¡Así que viene bien incluirlo en tu dieta!

Eso sí: habrá que tener cuidado en la cantidad que se utiliza porque el
culantro tiene un aroma pungente y distintivo, ligeramente parecido al
de la menta y el cilantro. Conviene deshidratarlo al sol, ya que incluso
así conserva sus potentes características aromá ticas.
RUDA DE CASTILLA

La ruda (Ruta graveolens), al igual que muchas otras plantas, ha


sido muy utilizada en la medicina tradicional de diversos pueblos
desde hace siglos. De hecho, sus usos ‘má gicos’ inspiraron diversas
investigaciones que hoy en día han conseguido precisar cuá les son
los mitos y cuá les son las verdades acerca de sus propiedades.
La ruda es una planta perenne capaz de sobrevivir en sustratos
pobres y, por ende, se adapta muy bien tanto al clima templado
como frío, no obstante, requiere de pleno sol. En é poca de verano,
luce unas pequeñ as flores de color amarillo.
Su principal característica es su desagradable y fuerte olor, el cual
es capaz de repeler a los animales y, en especial, a los insectos, por
lo que, se suele sembrar cerca de los cultivos para mantenerlos
alejados.
PROPIEDADES Y BENEFICIOS

Segú n creencias populares, esta planta puede contribuir con la salud


de las siguientes maneras.

 Ayudaría a reducir el colesterol ya que contiene


esteroles.
 Favorecería la digestión, evitaría la pesadez estomacal
y el ardor de estó mago, reduciría los gases y la
indigestió n, estimularía la funció n biliar.
 Reduciría el nerviosismo, ya que, gracias a que
contiene alcaloides, es capaz de funcionar como un
relajante natural.
 Es antiinflamatoria puesto que contiene taninos. Por
ello se emplea para tratar golpes e inflamaciones leves.
 Sus hojas se utilizan como tratamiento tó pico para
dolores de cabeza, ciá tica, dolores musculares y có licos.
Cabe destacar que, el consumo excesivo de ruda puede llegar a
causar intoxicación, por lo que es recomendable no abusar de esta
planta. No se debe ingerir su aceite, ya que este está indicado solo
para usos tó picos.
CONCLUSIONES

El uso de plantas medicinales como tratamiento alternativo es una


prá ctica que ha aumentado significativamente en los ú ltimos añ os. En
nuestro país se suele recurrir a la fitoterapia para tratar síntomas leves
o pasajeros, o como tratamiento preventivo. También puede detectarse
el uso de plantas medicinales en dolencias cró nicas y de mayor
importancia, como la diabetes, la hipertensió n, el hipercolesterolemia e
incluso el cá ncer.
Anexos

Plantas

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