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Asignatura: Lengua castellana y Literatura. Curso: Segundo de Bachillerato.

1.- Texto

Opulencia

Vivimos en la sociedad del exceso. En cualquier ciudad de un país desarrollado, es posible


tener y obtener casi cualquier cosa que a la imaginación se le antoje. Siempre que se pueda
pagar, claro. Nunca como hasta ahora se había facilitado tanto el acceso a todo tipo de bienes,
no solo de lujo, sino de cualquier otra clase que podamos necesitar. Supermercados
abarrotados de todo tipo de alimentos. Centros comerciales gigantescos que albergan en sus
tripas mucho más de lo que podamos necesitar durante varias vidas. Ropas, alimentos,
muebles, coches, vinos, etc. Es maravilloso poder tener todas estas cosas al alcance de una
tarjeta de crédito. Incluso algunos efectos no deseados derivados del exceso, como puede ser
el tráfico denso de una ciudad, pueden ser calificados como sinónimo de prosperidad
económica por algunos analistas; mientras que otros, como JonasRidderstrale, coautor de
Funky Business, prefieren hablar de la sociedad del exceso.

Los objetos de consumo han tenido siempre como principal función cubrir las necesidades
más básicas. Pero una vez cubiertas estas, o incluso aunque muchas veces estas estén sin
cubrir, el individuo espoleado por el mercado se ha lanzado desbocado al consumo de todo
tipo de bienes, por el mero placer de hacerlo, por inercia o por pura ostentación. Siempre ha
habido personas que, por distintos motivos, han vivido instaladas en un mundo de apariencias.
Toda la vida ha habido quien ha basado su existencia en el qué dirán y ha mostrado una cara
opulenta al exterior, mientras que el interior permanecía en una absoluta miseria, que tan solo
albergaba telarañas en su despensa. Obviamente no es una cuestión nueva. El otro día sentado
en una terraza, escuchaba una calurosa pero amigable discusión entre dos chicas jóvenes. Una
explicaba a la otra el caso de unos amigos que vivían por y para las marcas, así como para la
imagen que daban cara al exterior, mientras que, para mantener esa fachada, habían de
privarse de otras cosas fundamentales pero que nadie veía. [...]

Que el exceso de ambición siempre ha traído problemas es una cuestión de todos conocida.
Pero resulta curioso comprobar cómo el exceso se expande a muchos otros ámbitos y más
extraño aún comprobar que la abundancia, al igual que la pobreza, tampoco es fácil de
gestionar y conlleva muchos problemas graves tales como la obesidad y los trastornos
alimentarios asociados a la ansiedad; la intoxicación provocada por el exceso de información;
el tráfico, la contaminación y los embotellamientos producidos por el exceso de vehículos; los
problemas de estrés o de infartos producidos por el exceso de los nuevos trabajos cargados de
responsabilidades.

Javier Castañeda, La Vanguardia.

I. Resumen.  

II. Temas y organización de las ideas. ¿Cuál es la tesis del autor?


Asignatura: Lengua castellana y Literatura. Curso: Segundo de Bachillerato.

III. ¿En qué hechos se basa el autor para hablar de la «sociedad del exceso»?
Indica algún efecto no deseado de ésta. ¿Qué quiere decir el autor cuando
habla de individuos que actúan «por pura ostentación»?

IV. Tipo de texto. Justifica la respuesta.

Nota: En la calificación de la prueba, además de los contenidos, se tendrá en cuenta,


especialmente, la presentación, la caligrafía, la claridad expositiva y la corrección ortográfica.

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