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GUÍA DE TRABAJO 2021- COLEGIO HUMANISTA EDGAR HERNANDO SANCHEZ DUARTE

FECHA: 7-08-2021 CICLO:10Y1 DOCENTE:DANIELA HERNANDEZ ÁREA O ASIG:LENGUA


1 CASTELLANA

TEMA: ARGUMENTACIÓN

OBSERVACIONES: REALIZAR EL TALLER Y CUMPLIR CON LA ENTREGA EN EL DEBIDO TIEMPO PARA OPTENER SU
CALIFICACIÓN.

SABER:
El texto argumentativo es uno de los tipos más abordados en la escuela, eso
porque despierta la capacidad de expresar ideas, opiniones y la posición sobre
determinado tema.
Este tipo de texto incluye diferentes géneros como disertación, artículos de opinión,
carta argumentativa, editorial, entre otros.
El texto de carácter argumentativo busca convencer al lector sobre determinado
asunto, por eso, es indispensable tener fundamentos y tener una base, o sea, un
punto de vista central sobre un determinado asunto. Solamente así será posible
convencer al interlocutor sobre tu visión.
En los géneros argumentativos escritos, sobre todo, conviene que el punto de vista
sea presentado de forma clara, luego al inicio del texto.
De esta manera, a través de una argumentación objetiva y con diversidad lexical
sostenida o defendida, se puede convencer al lector de lo que el emisor
está defendiendo.
ACTIVIDAD
Lea atentamente el siguiente texto y responda las preguntas que se plantean a
continuación.
La cultura del saqueo
No he visto suficientemente subrayada por los historiadores de la economía una de las
causas principales, a mi juicio de profano, de la pobreza de este país tan rico: el
saqueo. En Colombia nunca se crea riqueza: se saquea la que hay. Somos los
descendientes, en la sangre y en el espíritu, de esos españoles ávidos del siglo XVI,
que no vinieron a conquistar nada, como podría deducirse erróneamente de su
apelativo de ‘conquistadores’, sino a saquear lo que hubiera e irse de vuelta a España
a gastar el botín, dejando a sus espaldas una tierra arrasada. Parece ser que el
incendio del Templo del Sol en Sugamuxi duró varias semanas —algunos dicen que
cinco años— sin que a la soldadesca de Rendón se le ocurriera intentar apagar el
fuego: seguía saqueando.

¿No es exactamente eso lo que al cabo de 500 años sigue sucediendo en casos tan
diversos como el de la quiebra de la Clínica Shaio, saqueada suicidamente por sus
trabajadores?; ¿o el de los Patios de la Circulación, donde los vigilantes saquean
impunemente los vehículos retenidos; ¿o el de las Empresas Públicas de Cali,
tomadas a saco por un contubernio de gerentes, sindicalistas y alcaldes? Hay que ver
cómo quedan las casas incautadas de los narcos después de que por ellas ha pasado
un bloque de búsqueda de la Fiscalía saqueando la grifería de oro y un parche de
indigentes saqueando los colchones. Hay que ver cómo quedan los pueblos cuando
pasan las Farc saqueando la Caja Agraria e incendiando lo demás. Hay que ver cómo
quedó, ya que la menciono, la Caja Agraria en su conjunto, tras el paso de los
políticos, los gerentes, los sindicatos. Cómo quedó el poderoso río Magdalena
después de que lo saquearan los pescadores con dinamita, los madereros, los
ganaderos, los petroleros, los guerrilleros, los paramilitares. Cómo quedan las selvas
cuando pasan por ellas los colonos con sus hachas, los narcos con sus cocales, la
Policía con sus fumigaciones. Cómo quedan las ciudades cuando llegan, como el
caballo de Atila, los urbanizadores piratas con sus concejales.

¿Se acuerdan ustedes de aquello que, por novedoso, se llamó “el robo de Caldas”?
Desde entonces se han robado también todos los demás departamentos. ¿Recuerdan
ese paraíso terrenal que fue, en tiempos, la isla de San Andrés? Pues para allá va
también Providencia (y ambos, para Nicaragua). ¿Ustedes conocieron los Llanos
Orientales con venados y chigüiros, la Sabana de Bogotá con palomas y patos? Y no
les voy a preguntar por cosas demasiado remotas, como el Canal del Dique con
manatíes y caimanes; pero ¿se acuerdan de la carrera 17 de Bogotá con esos buses
eléctricos que se llamaban trolleys? Yo pude ver, todavía en mi adolescencia, los
últimos trolleys bogotanos abandonados en un potrero de la Lotería de Cundinamarca,
sin ruedas ni ejes, como osamenta de elefantes, cuando ya de la Empresa Distrital de
Transportes saqueada hasta la médula no quedaba más vehículo que el Mercedes
Benz del gerente, que después lo vendió.

Pero no es sólo que los colombianos saqueemos el Estado, que nos saquea a su vez.
También nos saqueamos los unos a los otros. Es el caso de la reiterativa crisis del
sector financiero, en la cual los dueños de los bancos los dejan convertidos en
cascarones vacíos que el Estado se apresura a rellenar para que sean saqueados y
quebrados de nuevo por banqueros que huyen a Costa Rica o Panamá. (Ahora han
venido banqueros españoles a rescatarlos. “Rescate” se llamaba, en tiempos de la
conquista, el hecho de cambiar baratijas de vidrio por oro de ley. Porque, como hace
500 años, además de saquearnos nosotros mismos ayudamos a que nos saqueen
nuevos conquistadores: empresas multinacionales del petróleo, de la electricidad, de
las comunicaciones, de la construcción de metros o de la repavimentación de calles; o,
por supuesto, de armamento).

Todos saqueamos aquí. Desde los congresistas que saquean al Congreso hasta los
‘desechables’ que saquean los carros de los congresistas. Cuando el famoso 9 de abril
del año 48, el pueblo —ese que los saqueadores de arriba llaman “pueblo soberano”—
salió a las calles a saquear ferreterías y licoreras, así como el Palacio Arzobispal,
desde donde los arzobispos llevaban varios siglos saqueando al pueblo.

Mucho se ha hablado, en los últimos 20 años, de nuestra “cultura de la violencia”.


Sería bueno que los investigadores académicos estudiaran también un poco nuestra
cultura del saqueo.
Por: Héctor Abad Faciolince

1. ¿Consideras que la temática tratada en el texto es importante para la


sociedad? Argumenta tu respuesta.
R/: Considero que es demasiado importante para toda la sociedad en general,
ya que podemos aprender mucho de este texto nosotros los jóvenes y los más
adultos, porque nos cuenta grandes hechos históricos que han ido ocurriendo
con el paso de los años, hechos nos han ido marcando el país en todas las
formas posibles con todo lo que ha pasado y sigue pasando en diferentes
partes por culpa de la ignorancia que se tiene en algunos temas, ya que hay
personas que ocasionan daños sin darse cuenta a quien realmente afectan con
sus sucesos, por ejemplo en las marchas cuando atacan algún centro público
creyendo que afectan el gobierno cuando realmente a quienes afectan es a las
demás personas que se quedan sin empleo o sin sus negocios.

2. La estructura textual del texto está conformada por: introducción, desarrollo de


argumentos y conclusión. Ubique la estructura en el texto y muéstrela
utilizando colores diferentes.
Introducción. Desarrollo de argumentos. Conclusión
3. ¿Cuál es el tema central del texto? Explica.
R/: El tema central del texto es el saqueo, ya que nos habla de todos los
saqueos que has sido ocasionados por diferentes situaciones y en diferentes
lugares de todo el mundo
4. Encuentre y cite tres argumentos que sustenten el punto de vista o
planteamiento que se busca defender.
 Todos saqueamos aquí. Desde los congresistas que saquean al
Congreso hasta los ‘desechables’ que saquean los carros de los
congresistas
 Yo pude ver, todavía en mi adolescencia, los últimos trolleys bogotanos
abandonados en un potrero de la Lotería de Cundinamarca
 Pero no es sólo que los colombianos saqueemos el Estado, que nos
saquea a su vez. También nos saqueamos los unos a los otros.

5. Clasifique dos argumentos según corresponda en: argumentos de causa y


efecto, argumentos de ejemplificación, argumentos de autoridad.

Argumento de causa: Desde entonces se han robado también todos los demás
departamentos. ¿Recuerdan ese paraíso terrenal que fue, en tiempos, la isla
de San Andrés? Pues para allá va también Providencia (y ambos, para
Nicaragua)
Argumento de ejemplificación: Hay que ver cómo quedan los pueblos cuando
pasan las Farc saqueando la Caja Agraria e incendiando lo demás

Éxitos “El conocimiento es poder”

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