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esta sensación de soledad se debe nada más que a mis propios en el cual es una sensación arraigada, y en el histórico, en
problemas, tensiones y frustraciones? ¿O quizás será el resul- el cual un corazón altamente sensibilizado y agitado, presio-
tado de ese sutil estado de ánimo que ha hecho que el hombre nado por el impacto de las fuerzas sociales y culturales, filtra
occidental se aleje de sí mismo, condición con la que estamos esta sensación a través de dolorosas y frustrantes emociones.
familiarizados los mismos occidentales?
En realidad, la investigación en el segundo nivel es lo que
Aunque estas tres explicaciones puedan ser ciertas en más me preocupa, ya que estoy interesado principalmente en
parte, me parece que la causa central y genuina del sentimiento e'I hombre de fe contemporáneo, el cual, debido a su posición
de soledad, del cual me es imposible librarme. reside en una peculiar en nuestra sociedad secular, se halla solitario de una
dimensión diferente, que es justamente la experiencia de la fe. manera especial. A pesar de que la interpenetración entre la
Expresado en una forma humilde, inadecuada, soy un ser soli- fe y la soledad es muy antigua y está rodeada por la aureola
tario porque soy hombre de fe para el cual existir significa de los siglos, apareciendo ya desde la aurora del pacto judaico,
creer, y quien substituyó el "cogito" de la añeja frase carte- el hombre de fe contemporáneo vive en una crisis particular-
siana por "credo".' Aparentemente, en este papel como hom- mente difícil y agónica.
bre de fe, debo experimentar una sensación de soledad que
Permítanme describir esta experiencia pasional del hom-
posee naturaleza compuesta. Es una mezcla de aquello que bre de fe contemporáneo.
está inseparablemente entretejido en la propia textura del acto
de fe, que caracteriza el destino metafísico invariable del hom- Viéndose a sí mismo, este hombre se considera un ex-
bre de fe, y de aquello que es ajeno al acto de creer y que traño dentro de la sociedad moderna, inclinada a la técnica,
proviene de la siempre cambiante situación humano-histórica, centrada en sí misma y amante de ella misma, casi de una
llena de facetas caprichosas. Por una parte, el hombre de fe enfermiza manera narcisista; una sociedad que monopoliza
ha sido una figura solitaria en todas las edades, a través de honores, apila victoria tras victoria, trata de llegar a alejadas
los milenios, y nadie ha sido capaz de escapar a este destino galaxias, y que ve en el mundo tangible de aquí y de ahora la
inalterable que se percibe más como sensación "objetiva" única manifestación de la existencia. Un hombre de fe como
que como sentimiento subjetivo. Por otra parte, es verdadera- yo, que vive con una doctrina que no tiene ningún potencial
mente innegable que esta sensación básica se manifiesta en técnico, con leyes que no puede probar en el laboratorio, firme
variadas formas, usando toda aquella gama de nuestra vida en su lealtad a una visión escatológica cuyo cumplimiento no
emocional y afectiva que es extremadamente sensitiva a los puede ser predicho con algún grado de probabilidad, y menos
retos externos y que se mueve juntamente con la marea del con certeza, aun con el cálculo matemático más avanzado y
cambio histórico-cultural. Es mi intención, por consiguiente, complejo ¿qué le puede decir este hombre a una sociedad utili-
analizar esta experiencia en dos niveles: en el ontológico, taria y funcional cuya orientación es secular y en la cual las
razones prácticas de la mente han suplantado desde hace
tiempo las razones sensitivas del corazón? Valdría la pena aña-
1. Esta es, claro está, una frase retórica, ya que toda la actividad emocio•
dir lo siguiente a fin de que se pueda enfocar adecuadamente
nal y volitiva estaba incluida dentro del cogitatio cartesiano como
modi cogitandi. De hecho, para Descartes la fe en la existenc_ia de una el dilema. Nunca me ha preocupado realmente el problema del
causa prima inteligente era parte integral de su sistema lógico de pos- enfrentamiento entre la doctrina bíblica de la creación y la na-
tulados, mediante el cual probaba la existencia del mundo exterior. rración científica de la evolución, tanto en el nivel cósmico
12 JOSEPH B. SOLOVEITCHIK LA SOLEDAD DEL HOMBRE DE FE
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como en· el orgánico, ni tampoco me ha perturbado la confron- cimiento de sí mismo tiene una sola connotación, -entender
tación entre la interpretación mecanística de la mente humana nuestro puesto y nuestro papel en el orden de eventos y casad
y el concepto bíblico espiritual del hombre. La imposibilidad de d~seadas Y aprobadas por Dios, cuando mandó que de la infi-
encajar el misterio de la revelación dentro de la estructura del nitud emerg_1era la finitud, y que el Universo, incluyendo el
empirismo histórico no me deja perplejo. Más aún, ni siquiera hombre, h1c1era acto de manifestación. Esta clase de cono-
me han inquietado las teorías de la crítica bíblica que contra- c1m1ento de uno mismo puede que no siempre sea placentera
dicen los propios fundamentos sobre los cuales descansan la o. reconfortante. Por el contrario, de tiempo en tiempo podría
santidad y la integridad de las Escrituras. No obstante, a pesar expresarse en una dolorosa evaluación de las dificultades que
de que las oposiciones teóricas y las dicotomías nunca han el hombre de fe, atrapado en su paradójico destino, debe en-
atormentado mi pensamiento, no he podido desalojar esa sen- co~trnr, ya que el conocimiento en ambos planos, el natural-
sación inquietante de que el papel práctico del hombre de fe ob¡et1v? Y el personal-subjetivo, no siempre es una experiencia
dentro de la sociedad moderna es realmente difícil y, más aún, eude";onica. No obstante, esta posibilidad desagradable no
paradójico. debena frenarnos en nuestra empresa.
Mi objetivo en estas páginas es, por consiguiente, definir Antes de conUnuar quiero expresar la reserva siguiente.
el gran dilema que confronta el hombre de fe contemporáneo. Lo que pueda decir ahora debe interpretarse solamente como
Por supuesto, como ya lo he indicado, el hecho de definir un modesto intento de parte de un hombre de fe en compren-
el dilema no nos permitirá encontrar su solución ya que este der_ sus _emoc_10nes Y percepciones espirituales dentro de cate-
dilema es insoluble. El acto mismo de definir, sin embargo, es ganas filosóf1co-teológicas modernas. Mi acción interpretativa
un gesto cognitivo de importancia que redundará, espero, en un es ?_ompletamente subjetiva y no intenta representar filosofía
mejor entendimiento de nosotros mismos y de nuestras obliga- hala¡ica ª!~una. Si el lector siente que estas interpretaciones
ciones. El conocimiento en general y el conocimiento de uno son tamb1en relevantes para sus percepciones y emociones
mismo, en particular, provienen no solamente del hallazgo de me ~e~tiré ampliamente recompensado. Por otra parte no m~
respuestas lógicas, sino también de la formulación de pregun- sentire molesto si mis pensamientos no evocan respuesta al-
tas lógicas, aunque no tengan respuesta. El pensamiento hu- guna en el corazón de mis lectores.
mano se interesa no solamente por la verdadera y desprejui-
ciada solución a un problema complejo, acto que produce un B
goce y que hace resaltar nuestra determinación y nuestro atre-
vimiento intelectual, sino que también se preocupa por el aná- Todos sabemos que la Biblia da dos concepciones de la
lisis franco de una antinomia insoluble que nos conduce a una creac'.ón del hombre. Estamos también al tanto de esa teoría
posición de humildad y de frustración intelectual. sugenda por los criticas de la Biblia, que atribuye las dos con-
cepciones a dos trad_iciones y fuentes diferentes. Es claro que,
Antes de que comencemos el análisis, debemos determi- ya q_ue aceptamos sin reservas la unidad e integridad de las
nar el marco de referencia, empírico-psicológico o bíblico-teo- Escnturas y s_u carácter divino, rechazamos a la vez esa hipó-
lógico, dentro del cual deberíamos describir nuestro dilema. tesis que esta basada, como muchas otras teorías críticas de
Creo que se estará de acuerdo en que no tenemos mucha la B1bl1a, en categorías literarias inventadas por el hombre mo-
posibilidad de elección; ya que, para el hombre de fe, el cono- derno, Y que ignoran completamente el contenido eidético-
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noético de la narración bíblica. Realmente es cierto que las se expresa que él fue hecho del polvo de la tierra y que
dos concepciones de la creación del hombre difieren consid~- Dios sopló en su nariz el aliento de la vida.
rablemente. Esta incongruencia no fue descubierta por los cri- 2. El primer Adam recibió de Dios el mandato de llenar y do-
ticas de la Biblia. Nuestros antiguos sabios estaban conscien- minar la tierra nw:~1 )'iX;J /'1X 1X70. El segundo Adam fue
tes de ella.' No obstante, la solución no se encuentra en una encargado con el deber de cultivar y mantener el jardín,
supuesta tradición dual sino en el concepto del Hombre Dual, ii7~W?i 01~~'7.
no en una contradicción imaginaria entre dos versiones sino 3. En la narración del primer Adam, ambos, el varón y la hem-
en una verdadera contradicción propia de la naturaleza del bra, fueron creados conjuntamente, mientras que el segundo
hombre. Las dos concepciones se relacionan con dos Adam, Adam surgió solo, y subsecuentemente hizo su aparición
dos hombres, dos padres de la humanidad, dos tipos, dos Eva en calidad de ayudante y complemento.
representantes de la humanidad, y no es de extrañar entonces
4. Finalmente, y en esta discrepancia la crítica bíblica ha he-
que no sean idénticas. Veamos las dos narraciones. cho hincapié, mientras que en la primera narración sólo
En Génesis I leemos: "Y creó Dios al hombre a su ima- aparece el nombre E-lohim, en la segunda E-lohim se usa
gen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembrn los creó. Y conjuntamente con el tetragrama.
los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y mult1pl1caos; llenad
la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las e
aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre
Hagamos un retrato de estos dos hombres, el primer Adam
la tierra". y el segundo Adam, en categorías tipológicas.
En Génesis 11 la narración difiere substancialmente de la No hay duda de que el término "imagen de Dios" en la pri-
que acabamos de leer: "Entonces Dios el Eterno formó al h?m· mera narración se refiere a la capacidad interior carismática
bre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de ~,da, del hombre como ente creador. La semejanza del hombre a
y fue el hombre un ser viviente. Y Dios el Eterno planto un Dios se expresa en su capacidad y tendencia de convertirse en
huerto en Edén, al oriente ... Tomó Dios el Eterno al hombre, creador. El primer Adam, hecho a la imagen de Dios, fue dotado
y lo puso en el huerto de Edén para que lo labrase y lo guar- de un gran impulso para la actividad creativa y de recursos in-
dase". mensurables para la realización de esta meta; el más impor-
tante de estos recursos es la inteligencia, la mente humana,
Deseo señalar cuatro discrepancias importantes entre es-
capaz de confrontar el mundo exterior y de investigar su com-
tas dos narraciones. plejo mecanismo.'
1. En la narración de la creación del primer Adam se cuenta A pesar de la ilimitada generosidad divina, que provee al
1
que éste fue creado a la imagen de Dios c:,¡,,-x ¡;¡7:,:::¡ , hombre de muchas capacidades intelectuales y de perspecti-
mientras que nada se dice acerca de cómo se formó su vas interpretativas en su búsqueda de la realidad, Dios, cuando
cuerpo. En la narración de la creación del segundo Adam impartió la bendición al primer Adam y le dio el mandato de
táneas. Este mundo, tejido de pensamientos humanos en nable Y de lo probable y se aventura por los espacios abiertos
proceso, opera con sorprendente precisión y corre parale- de un universo ilimitado. Aún este anhelo de la inmensidad,
lamente con el funcionamiento del mundo multifacético y con toda su. aventura y fantasía, es legítimo. La exploración
real de nuestros sentidos. El científico moderno no trata de de las distantes estrellas es un acto del hombre en armonía
explicar la naturaleza. Sólo busca duplicarla. En su plena y con su naturaleza, la cual fue creada, ordenada y dirigida por
resplandeciente gloria como agente creativo de Dios, cons- su Haced~r. Es una manifestación de obediencia a Dios y no
truye su propio mundo y de manera misteriosa logra controlar d,e rebel,on. Hemos obtenido así, finalmente, la siguiente
el medio ambiente mediante la manipulación de sus propios triple ecuación: humanidad =dignidad= responsabilidad= ma-
jestad.
esquemas y engendros matemáticos.
El primer Adam no es sólo un teórico creativo. Es un
esteta creativo también. Modela ideas con su mente, y belleza
con su corazón. Goza a la vez de su creatividad intelectual y
estética y se enorgullece de ello. También demuestra creati-
vidad en el mundo de las normas: legisla para sí normas y
leyes porque el orden es propio de una existencia digna. La
anarquía y la dignidad se excluyen mutuamente. Tiene su
mente en este mundo, está orientado hacia lo finito y cen-
trad.o en la belleza. El primer Adam es antes que todo un
esteta, ya se ocupe de una obra intelectual o ética. Su con-
ciencia está energizada no por la idea de lo bueno, sino de lo
hermoso. Su mente anhela no lo verdadero, sino lo placentero
y lo funcional, lo que está enraizado en la esfera estética, y
no en la noético-ética.' Al hacer todo esto el primer Adam
está tratando de llevar a cabo el mandato que le confió su
Hacedor, el cual en la aurora del misterioso día sexto de la
creación, habló al hombre y le ordenó "llenar la tierra y sojuz-
garla". Fue Dios quien estableció que la historia del primer
Adam fuera la gran saga de la libertad del hombre-esclavo, que
gradualmente se transforma en el hombre-dominador. Mientras
persigue esta meta azuzado por una fuerza que no puede sino
obedecer, el primer Adam trasciende los límites de lo razo-
"y se dlce que El (Dios) soptó en sus (del hombre) narices el aliento
cual huye de espanto y de miedo mortal? ¿Qu,en es Aquel que de !a vida porqu~ éste (el espíritu) no se formó de los elementos ...
fascina irresistiblemente a Adam y al mismo tiempo lo rechaza ni emanó de !as Inteligencias Diferentes sino que era el propio aliento
de Dios.
irrevocablemente? ¿Quién es Aquél a quien Adam experimenta
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veces _o~urre que una existencia puede estar plena de dignidad
union estrecha con Dios. Su experiencia existencial del "Yo" Y dominio. Y sin embargo no conoce la redención. Un cosmo-
está entretejida en la sensación de hacer comunión con el Su- nauta ateo que orbita la tierra, y notifica a los científicos que
premo Ser cuyas huellas descubre a lo largo de los innumera- lo_ pusieron_ en órbita que no encontró ángeles, podría ser
bles y tortuosos caminos de la creación. suieto de d,gnid~d, ya qu_e dominó con coraje el espacio; y
sin. embargo esta muy leJos de experimentar una existencia
B red1m1da.
A fin de delinear más claramente los contornos del se-
Mencioné previamente que ambos Adam se interesan gund_o Adam, que rechazó la dignidad como objetivo único de
igualmente por el misterio de la existencia, aún cuando lo~ la busqueda humana, agregamos la siguiente observación. La
métodos que emplean en su heroico intento de aclararlo Y dignidad_ es una categoría social y behavioral, que no expresa
de lograr un modus vivendi con el magno misterio son incon- una cualidad existencial intrínseca, sino una técnica de la vida
gruentes. Añadiré ahora que no solo el impulso etiológico sino una manera de impresionar la sociedad, el saber cómo atrae;
también los objetivos y, por consiguiente, las motivaciones son el respeto y la atención de otros, una capacidad para hacer sen-
idénticas. Ambos Adam quieren ser humanos. Ambos tienden tir nuestra presencia. El substantivo kavod, dignidad en hebreo
a su esencia, a ser lo que Dios les ordenó ser, hombres. Cier- Y ~I sustantivo koved, peso, gravedad, provienen de la mism~
tamente no podrían alcanzar algún otro objetivo ya que esta ra1z. Un hombre dig_no es un hombre de peso. La gente que
ansiedad se manifiesta, como ya lo mencioné. en concordancia lo_ rodea siente su impacto. Por consiguiente, la dignidad se
con el esquema divino de la creación, y tiene sus raíces en ~,de no por el valor interior en lo profundo de la personalidad,
todos los esfuerzos humanos; cualquier intento rebelde por sino por _los_ logros de la personalidad en lo superficial. No im-
parte del hombre, de substituir otra cosa en lugar de esta an- porta cuan fino,_ noble y dotado sea uno, no podrá lograr el res-
siedad, estaría en clara oposición a la voluntad divina que está peto o el aprecio de otros si no consigue demostrar sus talen-
engastada en la naturaleza del hombre. La incongruencia de los tos Y comunicar su mensaje a la sociedad a través del med·o
métodos es entonces un resultado, no de objetivos diferentes del gesto creativo majestuoso. En vista de lo mencionado, :a
sino de métodos interpretativos diferentes para lograr el obje- dignidad como categoría behavorial puede realizarse solamente
tivo común que ambos persiguen. Los dos Adam no concuer- mediante el ~e~to externo, que permite que la personalidad
dan en sus interpretaciones de este objetivo. El concepto de interna se obJet,ve, se explique y se interprete ante el mundo
humanidad, el gran reto que obliga al hombre a actuar y a mo- e?erno. Se observa entonces que la dignidad es un predicado
verse, se les presenta en dos perspectivas inconmensuradas. solo _del hombre que tiene la habilidad y capacidad de estable-
Mientras que el primer Adam quiere salvarse de una existencia cer lineas de comunicación con sus vecinos, conocidos y ami-
natural, irreflexiva, limitada, mediante la asunción de una ma- gos, _Y d_e llevarl?s ª. un diálogo, no de palabras, sino de acción.
jestad digna capaz de dominar el medio, el segundo Adam ve La dignidad esta unida a la fama. No hay dignidad en el anoni-
su separación de la naturaleza y su unicidad existencial. no a mato. _P_ara conseguir la dignidad es condición necesaria lograr
través de la dignidad o de la majestad, sino bajo otra forma. trasm1t1r nuestro mensaje. El mudo, cuyo mensaje perma-
En su opinión, hay otro modo de existencia, el redentivo, me- nece_ escondido y suprimido en el silencio de la personalidad
diante el cual el hombre puede encontrarse a sí mismo; este interior, no puede ser considerado digno.
modo no se identifica necesariamente con la dignidad. Muchas
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. am no fue creado solo, sino junto
Por lo tanto, el primer Adb erg·1eron simultáneamente.
. la hem ra em
con Eva -el varan Y . d d n comunidad con otros.
·ste en sacie a , e • f . 1
El primer Adam • ex1 1
. t"1vo que da en as1s a
ario comunica . '
Es un ente socia , greg ' 1
da prioridad a la forma
aspecto artístico de la vida, Y qu_~ \teraria por encima del
"d a la expres1on .. . t
sobre el contem o,
. r os por encima
. de la motivac1on m e- IV
e idos a los logros prac ic I t. ·ca de la facultad de comu-
' d I d On de a re on ,
rior. Está dotado e alabra hermosa, de la etiquet~ so- La comunidad de la cual el primer Adam, el hombre majes-
n ·1carse , ya se trate de d
la P . .
maquma ren 1
d"dora o de la qwetud
, tuoso, es un miembro, es de orden natural, producto de los
cialmente aceptable, e I ª t·va La imagen visible, actos sociales creativos en los que Adam se ocupa cada vez
bl a conmemora i .
de una solemne asam e l"dad está armada de ma- que piensa que la vida y la acción colectiva van en pro de su
parceptible Y pública d_e la ~~s~n~~nca está solo. El hombre interés.' Llamo natural a esta comunidad, ya que la obligación
]·estad Y dignidad."d Eld primer a
de mostrar su 1
d·gnidad Y su majestad en de actividad organizada a este nivel no se nutre de las expe-
no tiene oportum a acterísticos del comporta- riencias y necesidades singulares del hombre espiritual creado
mbos son car 1
la soledad, ya que_ ª en el día de la creación estuvo so 0 a la imagen de Dios, sino de las presiones biológicas instin-
miento social. N1 s1qulert al mundo con Eva, Y a ambo~ se tivas. Es una reacción natural de parte del hombre, como ente
el primer Adam. Emerg O • bles de una comunidad. biológico en pos de la supervivencia, contra el reto amenaza-
dirigió Dios como miembros msepara dor del mundo exterior. De hecho, la raíz del instinto gregario
que es el verdadero fundamento de la comunidad natural se
encuentra ya en el reino animal. El ganado que apacienta tran-
quilamente en un terreno de verdes pastos, y que de repente
siente que el peligro acecha en alguna parte, comenzará, domi-
nado por un pánico instintivo, a reunirse, acercarse y juntarse
como si la mera contigüidad física pudiera evitar la catás-
trofe amenazante. La diferencia entre el hombre que se
asocia con otros y los animales que se congregan en reba-
ños consiste en el hecho, por supuesto, de que las criaturas
mudas ofrecen una reacción en una manera mecánica, espúria
e inútil, mientras que el hombre elocuente y sabio ejerce una
acción en una forma inteligente y teleológica. Sin embargo,
esta discrepancia no contradice nuestra premisa de que el
impulso primordial de reunirse frente a la amenaza e_s _compar- del "Yo". Vieron al hombre en su gloria, pero no alcanzaron
tido tanto por el animal como por el hombre b1olog1co. a verlo en su trágico proceso. Consideraron al individuo per-
El primer Adam es desafiado por un medio hostil que lo fecto desde el punto de vista untológico, y adecuado desde el
obliga a ejecutar trabajos que por sí solo no pued~- empre_nder. punto de vista existencial." Sólo admitieron que, funcional-
En consecuencia es impelido a realizar una acc,on con¡unta. mente, tenía defectos, aún cuando, como Robinson Crusoe,
Individuos sin recursos, conocedores de las dificultades que podía vencer también esta dificultad. Si el individuo es ontoló-
encuentran cuando actúan separadamente, se congregan, hacen gicamente completo, o perfecto, debe ser ajeno a la experien-
arreglos, participan en tratados de mutua asistencia, firman cia de la soledad, ya que la soledad no es sino el acto de
contratos, establecen sociedades, etc. 10 La comunidad natural cuestionar la propia legitimidad ontológica así como nuestros
nace de un sentimiento de desamparo individual. Cada vez que méritos y nuestra razón. En realidad, de acuerdo con la na-
el primer Adam quiere trabajar, producir y triunfar en una em- rración bíblica, Dios no se ocupó con la soledad del primer
presa, debe reunirse con otros. Toda la teoría del contrato so- Adam. Y ni siquiera Adam tenia conciencia del dictamen "No
cial. llevada a la perfección por los filósofos de la Edad de la es bueno que el hombre esté solo" ~,::, ciim !11'11 :rn!I 11, •.
Razón, refleja el pensamiento del primer Adam, e identifica al Más aún, la connotación de esta frase desde el punto de vista
hombre con su naturaleza intelectual y con su impulso tecno- del primer Adam, aún en el caso de que estuviera dirigida a
lógico creativo, encontrando en la existencia humana sola- él, no se relacionaría con !a soledad, que es una experiencia
mente lo coherente, lo legítimo y lo razonable. Para los pen- existencial recóndita, sino con el aislamiento, que es una expe-
sadores de la Edad de la Razón el hombre no ofrecía proble- riencia superficial de carácter práctico. El primer Adam, repre-
mas. Era algo simple, comprensible. Su admiración, quizás sentando la comunidad natural, traduciría este dictum en cate-
adoración, de la mente humana los inhibió de comprender el gorías pragmáticas, relacionadas no con la existencia en sí,
problema metafísico y los aspectos paradójicos, o mejor dicho, sino con el trabajo productivo. Si se le presiona para que dé
absurdos de la existencia, encerrados en la percepción humana su interpretación del dictum, él lo parafrasearía asi: "No es
bueno que el hombre trabaje (no esté) en aislamiento".
tada en términos conceptuales: la existencia de un Robinson Crusoe
~-;:-:, ¡¡:x:-~~ ~7Xii n·,~·:.,' ::~ K? La frase "Le haré una ayuda para
es concebible y se justifica moralmente. La más importante inferencia él" se referiría, de acuerdo con su filosofía social, a un socio
práctica que se deriva de esta teoría es el derecho moral del individuo funcional que estarla destinado a colaborar con el primer Adam
o individuos a separarse de una sociedad existente para formar una y a ayudarlo en sus empresas, esquemas y proyectos. Frente
nueva sociedad. Como sabemos, esta forma de pensar tuvo enorme al primer Adam, Eva sería como un socio industrial, no un co-
influencia tanto en la Revolución Americana como en la Francesa. Por
partícipe existencial. El hombre aislado no puede tener éxito,
consiguiente, no hay contradicción entre la narración bíblica de la crea-
ción del primer Adam y la teoría del contrato social.
dice el primer Adam, ya que sólo dentro de una comunidad
estructurada es posible llevar una vida de logros. Robinson
10. Empleo la teoría del contrato social como ejemplo del carácter funcio-
Crusoe puede ser auto-suficiente sólo en cuanto se refiere
nal que tiene la comunidad formada por el primer Adam. Sin embargo,
también podría demostrar esta idea a partir de las teorías orgánicas a la mera sobrevivencia, pero no podrá tener éxito en la vida.
de la sociedad que afirma la primacía de la sociedad sobre el individuo.
Es de notar que el estado -organizado racionalmente tiene, quizás pri- 11. La misma ingenuidad al evaluar e! papel de! hombre se encuentra en
mariamente, un carácter funcional. la antropología filosófica marxista.
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La distribución del trabajo, los esfuerzos coordinados de mu-
chos, la experiencia acumulada de una multitud, el espíritu de , El creador ordenó al varón y la hembra que actuaran al
cooperación de un sinnúmero de individuos, elevan al hombre unisono a fin de a_lc~nzar sus logros. No fueron encargados
sobre el nivel primitivo de una existencia natural y le dan un con la_ tarea de ex1st1r al unísono, a fin de purificar, redimir
Y sant1f1car su existencia.
dominio limitado sobre el medio. Lo que llamamos civilización
es el total sumado del esfuerzo de una comunidad durante mile-
nios. De modo que la comunidad natural creada por el primer
Adam es una comunidad de trabajo, entregada a una exitosa
producción, distribución y consumo de bienes, tanto materiales
como culturales.
El Eclesiastes ha retratado la acción de agrupamiento y
unión, característica del primer Adam, en categorías inconfun-
dibles: "Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga
de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantaría a su com-
pañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá se-
gundo que lo levante''. La comunidad natural del primer Adam
aumenta las oportunidades del hombre para sobrevivir con
éxito, y sin embargo no eleva o aumenta su experiencia exis-
tencial, puesto que no tiene necesidad de redención o catarsis.
El primer Adam se siente más seguro y confortable en com-
pañía de Eva de una manera práctica, no ontológica. Nunca
admitirá que no puede, ontológicamente, pasarse sin Eva. Ellos,
Adam y Eva, actúan y trabajan juntos, persiguen juntos objeti-
vos comunes; pero no existen juntos. Ontológicamente, no se
pertenecen el uno al otro; cada uno está provisto de una pre-
sunción del "Yo", no del "Nosotros". Se comunican entre si,
por supuesto. Pero las líneas de comunicación operan entre
dos personalidades superficiales dedicadas al trabajo, pendien-
tes del éxito, y que hablan clichés y estereotipos, y no entre
dos espíritus reunidos en una relación indisoluble, hablando
cada uno en los mismos logoi. Lo profundo de las personali-
dades no logra establecer intercomunicación y menos una co-
munión. "Y los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multipli-
caos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra".
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¡i;~i~~dq~::r::\:";e~:o~~;r d: ~~~~;~:lar tese ¡~¡::~; f~~~ un compañero que, aún siendo tan único y singular como él,
domine el arte de la comunicación y, junto con él, forme una
nable sin que sienta que a su vez es con emp . ' comunidad. Esta acción, sin embargo, debe constituir también
siempre un observador silencioso que no es rec1pro~a~t~~~~
observado. Con la aurora redentora _de una nuevaº
d 1 " " el segundo Adam es conducido a un mund
diver· 'd: un sacrificio, ya que es parte de la actitud redentora. El camino
para lograr la plena redención es, nuevamente, la derrota. Esta
nueva compañía no se logra mediante una conquista, sino a
s~daJ~ ~ambio donde la sensación de ¡~.seguridad se ex~r~s~ través de la capitulación y el retiro. "V el Dios eterno hizo caer
en el hecho de que la palabra "hombre ,mpl,ca una rea' a profundo sueño sobre el hombre". Adam fue dominado y derro-
tado - y en la derrota halló su compañía.
. stia humana con la capacidad humana de
13. La Halajá ha asociado la angu f tación del hombre con la mal- De nuevo el contraste entre los dos Adam se revela en
renovarse Y de transformarsed. La con dron con la Hala1·á resultar en el forma nítida. El primer Adam no fue llamado a un sacrificio
f - - t
dad y el su nm1en ° debe · e. acuer
_ o •
t ) "Cuando te vieres en angustia,
gran acto de teshuvá (arrepentimien °· los postreros días
con el fin de que su femenina compañera hiciera su aparición,
mientras que para el segundo Adam fue indispensable que en-
y te sobrevinieren todas estas cosads, en:a~c~~e:~ 4·30).
volverás al Señor' tu Dios, y le abe eceras . . . tregara parte de sí mismo a fin de encontrar compañía. La acti-
36 JOSEPH B. SOLOVEITCHIK
LA SOLEDAD DEL HOMBRE DE FE
37
tud del primer Adam al crear una comunidad es, como ya lo
unicidad y exclusividad El " ,, . .
he indicado, puramente utilitaria e intrínsecamente egoísta, y · yo es so 11tano y exp ·
sensación ontológica de det· . . d . enmenta una
por lo tanto excluye el sacrificio. Para el segundo Adam, la . 1c1enc1a y e intrascendencia
que no hay nadie que exista como 1 " " ' por-
comunicación y la comunión son actos de sacrificio y reden- de existencia del "yo" d e yo Y porque el modo
ción. De esta forma se sembró, en medio u" la crisis y del do- mentado por otros. no pue e ser repetido, imitado o experi-
lor, el germen de un nuevo tipo de comunidad - la comunidad
de la fe, que alcanzó su realización plena con el pacto entre
Dios y Abraham."
rienci: :t. la .~oledad refleja el verdadero núcleo de la expe-
yo y no es un modo acc·d 1 en t a1• ninguna
.
accidental O logro exte actividad
e rno -ta 1 como pertenec
nidad natural de traba· . era una comu-
puede librar al segund~o A~ alc~nzar un éxito cooperativo-
La comunidad de la fe y del pacto, en contraposición a la
repito, el segundo Adam deim. e este estado. Por lo tanto,
comunidad natural del trabajo, interpreta el dictum divino "No
rente clase. La compañía ue ir tras una comunidad de dile-
es bueno que el hombre esté solo" 11:i'i ciKr, r1Wi :m:i 117,
puede hallarse en la regim:n~a~ló segundo Adam anhela no
no en términos utilitarios sino ontológicos: no es bueno para el
hombre ser solitario (no estar solo), con énfasis en el verbo en la coordinación automática de '1 °¡, imp:sonal del ejército,
"ser". A nivel de la comunidad de la fe, existir no se presta la actividad de la comunidad poi'!" ª mea e ensamblaje, o en
de espíritu Busca . ' ica, institucionalizada y vacía
a ecuación alguna. "Ser" no puede ser equivalente a "trabajar . un nuevo tipo de asoc·a . ,
y producir bienes" (como pretende hacernos creer el materia- se encuentra en la comunidad existencial 'A~¡'¡°n~o c~~o la ~ue
lismo histórico]. "Ser" no se identifica con "Pensar" (como tan manos, síno también ex erie . . ; , o o se Jun-
el sonido rítmico de la líne: de nc,as,_ all1 _se oye no solamente
trató de convencernos la tradición clásica del racionalismo filo-
ción rítmica de corazones anh lmontaJe, sino tar11?ién la pulsa-
sófico a través de los siglos que culminaron en Descartes y
y de simpatía que lo envuelv: antes de comparna _existencial
luego en Kant). "Ser" no se expresa totalmente ni con el sufri-
grandioso del compromiso d I t~do, y que experimentan lo
miento (como predicó Schopenhauer) ni con el goce del mundo
sensorial (de acuerdo al hedonismo ético). "Ser" es una expe-
encuentra otro espíritu atar e t de; allí, un espíritu solitario
Jedad, y sin embargo compr:~netado por el aislamiento y la so-
riencia honda, única, de la cual sólo puede tomar conciencia el 1 o sin reservas.
segundo Adam y que no se relaciona con ninguna función o
actuación. "Ser" significa existir uno solo, singular y diferente,
y en consecuencia solitario. Ya que lo que conduce al hombre
a sentirse solitario e inseguro no es sino la conciencia de su
VI
16. El recibimiento de la ley en el Monte s· - f
• mutuo consentimiento entre Moisés
a la Voluntad Divina. La Halaj, ~d
el
Pl
i::b)
ue resultado_ del libre y
o, que acepto someterse
en !os términos at , a co~s1 era os pactos de Slnaí y Moab
En este punto ya se aclara la principal diferencia entre nión talmúdica (~h:b:tgi~~~s
que rigen cual~uier convenía civil. La opi-
la comunidad natural del primer Adam y la comunidad del se- ción por parte de Dios dur~n,;~"7a ;~ve~:¡ _Y i1tl:l ?e _q~e hubo caer-
gundo Adam, basada en la fe y en el pacto. La primera es una nuestra tesis. El acto al cual se refiere on del S1na1:_ no contraría
realizada la transacción voluntaria en ! e~_Tafmud documo después de
comunidad de intereses, forjada por el deseo inextinguible de Siván) de acuerd ! , e ia prece ente {el quinto de
éxitos y de triunfos, y que consta siempre de dos personas la Mejilta). E! mis:;º~a1·~á~~~nolog1~ e!a~orada por Rashi (basada en
1 es, quien discrepaba de Rashi
gramaticales, el "yo" y el "tú", que colaboran a fin de bene- e 1 punto de vista opuesto a la Me'ilt . _ Y aceptaba
ficiar sus intereses. Un recién llegado, al unirse a la comuni- séptimo de Slván d - J a, q.ue s1tua la transacción en el
tum. debió admitir eus:~es _que la co~~mdad había recibido el ultima-
dad, deja de ser un "él" anónimo y se convierte en un "tú"
antes de la reve!ac~n t:lu~~la se obligo a aceptar la voluntad de Dios
comunicativo e inteligible. La segunda es una comunidad de Najmánides difiere de ,Rashi s~~ se ~xpresa clara.mente en Exodo 19:8.
compromisos nacidos en el dolor y la derrota y que comprende solemne del pacto según se en o que se refiere a la formalización
expresa en Exodo 24 · 3-8
tres participantes: "Yo, tú y Aquél", el Aquél del cual provie-
nen todos los seres y en el cual todo encuentra su rehabilita- ~n_,A la...,'-luz de esto
. : .el di e h o ta 1mu·ct·ico (loe. cit.)
· i1.Ji
· Nj!iH;~ IK::!O
tró la hembra por sí mismo, mientras que el segundo Adam dad, esta frase n~ debe s:rª:i:~~; e~e la obli~aci~n pactada. En reali-
erudito ha dudado nunca de I l'd s~ sentido literal, ya que ningún
recibió a Eva de Dios, quien ordenó que Adam se uniera a Eva
antes de su reafirmación en ~~~s e~e ~ p:cto_ del Sinaí ni siquiera
1:s
en una comunidad existencial moldeada por los actos de sacri- de !a Gran Asamblea a !a cual se ref ~r Teca1 y los otr.os hombres
ficio y de sufrimiento, y de la cual también Aquél se hizo socio. implícita en esta frase se refiere a ~~re ~ almud .(loc. cit.). la idea
Dios nunca está fuera de la comunidad del pacto. Dios se une y no una defensa júrídico-halájica ~ecir~'~dstanhc1~ moral mitigante
1
locum. · · us e1 Ha•rambán" ad
al hombre y comparte su existencia dentro del pacto. Lo finito
y lo infinito, lo temporal y lo eterno, la criatura y el creador Se concluye que Dios exigió dos com r .
integran una misma comunidad. Se unen entre sí y juntos par-
ticipan de una existencia aunada."
~o:~~~~1~a~n~g~:;:~:I t~~.:~:dface~a~:r:~~~~t;:~s~~i~~r ~-=~\:.ieq~=
específico en relación a cada le . d' . mprom1s0, Y uno
La Idea del acercamiento de Dios y el hombre es indispen- ~~:h~c;p~ado baj~ presión. Ver Jej;~ta'.v~~=~~ E~o~ei~;:;° ;;~~ro;i.~o 0
sable para la comunidad del pacto, ya que la propia validez del 61b. aJmam es, Exodo, 24:1. Ver Tosafot, Shabat a8a Y Kidushí~
y exaltado? "Después oí la voz del Señor, que decía: '¿A quién resumen, la palabra de Dios es ipso facto la ley y la norma de
Dios.
enviaré, y quién irá por nosotros?'" ¿Qué oyó Ezequiel cuando
completó su viaje a través de la jerarquía celestial al miste- Permítanme añadir que para el judaísmo lo opuesto sería
rioso santuario de Dios? "Y El me dijo: Hijo de hombre, yo te no solamente inimaginable sino también inmoral. Si llegamos
envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron a eliminar la norma del encuentro profético Dios-hombre, con-
contra mí. .. " El profeta es un mensajero que lleva un gran finando este último a sus aspectos apocalípticos, entonces todo
imperativo divino dirigido a la comunidad del pacto. "Y volví e'I drama profético estaría interpretado poi· un reducido número
y descendí del monte ... con la tablas del pacto en mis dos de individuos privilegiados con exclusión del resto de la pobla-
manos". Esta tersa descripción por Moisés acerca de su noble ción." Esta perspectiva, que convertiría el coloquio profético
papel como el portador de las dos tablas de piedra en las cua- en un proceso esotérico-egotístico, sería inmoral desde el
les estaba grabada la regla divina tiene una significación uni- punto de vista del judaísmo halájico el cual tiene una base
versal aplicable a todos los profetas." "Profeta les levantaré... 1 exotérica y es democrático hasta la propia médula. La demo-
y pondré mis palabras en su boca ... A cualquiera que no oyere cratización de la confrontación Dios-hombre se hizo posible
mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta". por el carácter central del elemento normativo en la profecía.
Lo mencionado anteriormente, que es aplicable en general Sólo la norma grabada sobre las dos tablas de piedra, visibles
a la comunidad universal de la fe, tiene una validez particular Y accesibles a todos, conduce al pueblo a esta confrontación:
para la comunidad halájica. El propósito principal de la revela- "Vosotros todos estáis hoy en presencia del Eterno, vuestro
ción, de acuerdo con la Halajá, se relaciona con el otorgamiento Dios; los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vues-
de la Ley. La confrontación Dios-hombre ofrece una meta didác- tros oficiales, con todos los varones de Israel ... desde el que
tica. Dios mismo se incorpora a la comunidad del pacto me- corta tu leña hasta el que saca tu agua". ¿Y cómo pueden el
diante la enseñanza y la instrucción. Desde tiempo inmemo- leñador Y el aguador participar en este encuentro atrevido
rial la Halajá ha considerado a Dios como el maestro por exce- de Dios Y el hombre, si no es ayudando de manera humilde a
lencia." Esta tarea educativa fue a su vez confiada al profeta, realizar la norma proveniente del pacto?
cuya mayor ambición es enseñar a la comunidad del pacto. En En igual forma la oración consiste no solamente en un
conocer de la presencia de Dios, sino en un acto de compro-
31. La cualidad normativa de toda profecfa no contradice e! dicho de nues- meterse uno mismo con Dios y aceptar su autoridad ético-
tros sabios i1nJ..•~ iJ.1 toin5 ,~tt'i ~,JJ ¡i~w m•~tii1 i15K (a nin- moral.34
gún profeta se le permite cambiar ni siquiera el menor detalle de la
ley). (Torat Kohanim 120; Temurá 16a; Shabat 104a; Meguilá 3a; Yoma
80a). El adjetivo "normativo" tiene una connotación dual: primero, ac- 33. De acuerdo con nuestra tradición toda la comunidad, aun en la revela.
ción legislativa; segundo, acción exhortadora. Mientras que la profecía ción del Sinaí, escuchó sólo los dos primeros mandamientos, no todos
los diez. Ver Makot 24a.
de Moisés estableció un nuevo pacto Vinculado a un nuevo código mo-
ral, las profecías de sus sucesores estaban dedicadas a! compromiso 34. El requisito halájico de ri?nn5 i15H•O n:i,oo, que !a recitación de!
asuriiido por la comunidad de! pacto para realizar a plenitud el pacto. Shemá con sus bendiciones esté ligada a! recital de Tefilá, las "Die•
Ver Jaguigá 10b; Baba Kama 2b; Nidá 23a; Yesodé ha•Torá, IX,1•4. ciocho Bendiciones", es indicativo de esta idea. No tenemos derecho
32. Hay muchas alusiones en nuestra Agadá y en !a liturgia a la enseñanza a estar ante el Todopoderoso sin previamente aceptar todos los com•
de la Torá como parte de la "rutina" de Dios. promisos relativos al. pacto implicados en las tres secciones del Shemá.
1
LA SOLEDAD DEL HOMBRE DE FE 55
JOSEPH B. SOLOVEITCHIK
54
dro total de la vida. Dios acepta la oración si ella se eleva
¿Quién tiene condiciones para dirigirse a Dios en el colo-
desde un corazón contrito por una vida confusa y deficiente y
quio de la oración? Naturalmente, la persona que está prepa-
desde una mente resuelta, dispuesta a redimir esta vida. En
rada para limpiarse de imperfección y de maldad. Cualquier
breve, solamente la persona comprometida está calificada para
clase de injusticia, corrupción, crueldad, etc., profana la esen:
orar Y encontrar a Dios. La oración es siempre precursora de la
cia misma del acto de la oración, ya que encierra al hombre
reforma moral. 35
en un mundo pequeño y feo dentro del cual Dios no querrá
entrar. Si el hombre anhela encontrar a Dios en la oración, debe
entonces purgarse de todo aquéllo que lo separa de Dios. La 35. La int~rrelación entre la oración, la vida moral y el arrepentimiento se
Halajá nunca ha considerado la oración como una acción má- recalco ya en la oración de Salomón, 1 Reyes 8:34-51: Crónicas 7:36-40.
Ver también Exodus Rabá, XXll:3: "Así como purificaban sus corazones
gica aparte que se puede realizar sin integrarla dentro del cua,. Y entonaban cantos ... así debe un hombre purificar su corazón y luego
orar••• Esto es lo que dijo Job. 'Aun cuando no hay violencia en mis
Ver Berajot 9b y 29b. Ambas explicaciones en Rashi, Berajot 4b, real- manos Y ~¡ o;_aci~n es pura' (15:7). Rabi Joshua, el sacerdote, hijo de
mente expresan la misma idea. Ver Berajot 14b y 15a, donde se estipula R. Nehemia d.JJO: ¿Hay entonces una oración impura? No; sino que el
que la lectl.Jra del Shemá y las oraciones constituye un acto integrado ,que ora a Dios con manos manchadas de violencia no recibe res-
de aceptación del Reino del Cielo en la forma más completa. Debe puesta ... ' R. Jama b. Janina dijo '¿cómo sabemos que la oración del
señalarse sin embargo, que el estado de conciencia requerido por la ~ue ha cometi~o violencia es impura? Porque se dice, 'Y cuando ex-
Halajá durante la recitación del primer verso de Shemá y aquél que tiendas tus manos. . . no escucharé porque tus manos están llenas de
acompaña al acto de orar (la recitación de la primera bendición) están san~re'. ¿Cómo sabemos que la oración del que se aparta de la vio-
relacionados con dos ideas diferentes. Mientras recita el Shemá el lencia es pura? Porque se dice ... '": Saadya Emunot Ve-Deot V·6
hombre se siente comprometido totalmente con Dios y su conciencia Maimónides también, al comentar el preceptd de la oración e~ ~o~
está ligada a un fin normativo, que le asigna al hombre una legitimidad mentos de crisis, dice en términos inequívocos que la oración es sólo
ontológica y un valor como ser ético a quien Dios ha encargado una el medio a través del cual el hombre puede rehabilitarse normalmente
gran misión y que tiene conciencia de su libertad tanto para triunfar aunque omitió mencionar esta relación al referirse al rezo diario. Ve;
como para fracasar en esa misión. Por otra parte, el estado de con- T~'anit 1,1-3; Tefilá, IV. Vale la pena notar que hay una doble discrepan-
ciencia que acompaña a la oración se nutre en la experiencia del hom- cia ~n:re el Talmud (Berajot 32b) y el Midrash mencionado. El Talmud
bre de ser una criatura y en el absurdo que integra su propia exis- confino el verso de lsaías 1:15 al pecado de matar que descalifica al
tencia. En contraste con la conciencia del Shemá, la conciencia del sacerdote para impartir la bendición sacerdotal. El Midrash lo extendió
Tefilá niega la legitimidad y el mérito de la existencia humana. El hom- ~ t~d_a, clase ,de vio·lencia (desfalco y otros actos de corí-upción) e
bre, como esclavo de Dios, depende completamente de El. El hombre 1mp1dm no solo a los sacerdotes bendecir la comunidad sino t8m-
no tiene libertad. "Observad, así como los ojos de los siervos sobre bién al pueblo orar.
la mano de su señor, así como los ojos de la doncella sobre la mano En mi opinión ..sólo hay una discrepancia, que se refiere al signifi-
de su dueña, así nuestros ojos miran al Señor nuestro Dios hasta que c~do de la frase tus manos están llenas de sangre", ya se aplique
nos conceda la gracia". solo al .~sesi~ato o se extienda a todos los actos de deshonestidad y
Cuando el Talmud habla de m:i5t!' C't:lt!' m:i)o n5:JD (Berajot cor;upcion. Sm embargo, no hay contradicción entre las dos interpre-
14b y 15a), la aceptación unitaria del Reino de Dios, se refiere a los tacio~e,s e~ cuan:o se refiere a extender la aplicabilidad del versículo
dos estados de conciencia que, a pesar de su carácter antitético, se a _Teftla; n~ podna haberla ya que, en la pnrte final del versículo, el
funden en una sola sensación del hombre que a la vez es libre men- mismo lsaias menciona explícitamente Tefilá _
,w 'll'u (A , .
!"!" • ., ,
11rtlJ1 1:l ,n :, CJ,
sajero de Dios y también su cautivo. Sin embargo, si el estado de con-
llO i'I s1mIsmo cuando estéis orando, yo no oiré). Sin em-
ciencia en la oración debe o no considerarse como acto de aceptación
b~rgo, el .Talmud Y el Midrash trataron el versículo de lsaías en dos
del Reino de! Cielo c,ow nr:i?o n?::i¡:, , se discute en otra sección;
niveles drferentes. Mientras que el Talmud habla en categorías forma•
ver Berajot 21a y Rashi allí.
56 JOSEPH B. SOLOVEITCHIK LA SOLEDAD DEL HOMBRE DE FE
57
de ninguna parte y del cual se le hará descender al abismo en el silencio Y en la quietud de la comunidad del pacto, aqué-
de la eternidad mientras que el vehículo prosigue rápidamente lla en la cual Dios responde a la plegaria conque clama el hom-
a destinos desconocidos, tomando siempre nuevos pasajeros y bre solitario y se dispone a acercarse como hermano y amigo,
haciendo bajar los viejos. El hombre del pacto comienza a mientras que el hombre, a su vez, asume ese gran peso que es
hallar la redención de la inseguridad y a sentirse dentro de su el precio que debe pagar por su encuentro con Dios.
ambiente, en ese flujo de tiempo y de responsabilidad que
puede experimentar en su interminable totalidad - 0'11yr.i,
t:1?1)) 1))1 de eternidad a eternidad. 37 Ya no es un ente evanes-
cente. Se encuentra enraizado en la perdurabilidad del tiempo,
en la propia eternidad. De esta manera el hombre del pacto
confronta no sólo a un "tú" contemporáneo y transitorio sino
a un sinnúmero de generaciones de "tú" que avanza hacia él
de todos lados y que toma parte con él en el gran coloquio
en el cual Dios mismo participa con amor y alegría.
El acto de la revelación no se aprovecha del lenguaje uni-
versal, de símbolos objetivos lógicos, o de metáforas. El men-
saje que Adam comunica a Eva consiste ciertamente de pala-
bras. Sin embargo, no siempre las palabras deben identificarse
con sonidos." Se trata más bien de una revelación realizada
forme, medido a reloj, substituya aquel tiempo asociado a la muchas veces he tenido la clara impres,on de que la Halajá
eternidad y que se extiende desde arké hasta eskatos. considera esta oscilación permanente del hombre de fe entre
Por una parte, la Biblia ordena al hombre "Y amarás al la majestad y el pacto, no como un movimiento dialéctico sino
Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con más bien de tipo complementario. La acción majestuosa del
toda tu fuerza", una acción que sólo el hombre del pacto es hombre de fe, me inclino a creer, es vista por la Halajá no
capaz de realizar ya que sólo él posee el talento para una com- como contradictoria al encuentro en la alianza, sino más bien
pleta concentración e inmersión en el foco y no es distraído como una acción refleja causada por este encuentro al sentir
por problemas, ansiedades e intereses periféricos. Por otra el hombre la mano de Dios tocando suavemente su hombro y
parte, la misma Biblia que recién ordenó al hombre que S? recibir la invitación de unirse a Dios en el pacto. Me conduce
retirara de la periferia hacia el centro le manda regresar a la a esta notable inferencia el hecho de que la Halajá trata la rea-
comunidad majestuosa, la cual, preocupada con intereses, an- lidad en forma monista y ha rechazado sin reservas cualquier
siedades y problemas periféricos, construye, planta, cosecha, clase de dualismo. La Halajá cree que hay un solo mundo -no
regula ríos, sana al enfermo, participa en asuntos estatales, es divisible en un sector secular y otro sagrado- que puede caer
imaginativa en los sueños, atrevida en la planificación, desa- en el odio y en la fealdad, o levantarse a una actividad reden-
fiante en sus empresas e intenta "conquistar" el mundo. ¡Con tora, plena de metas, juntando todas las fuerzas latentes en
qué simplicidad, sin prestar la menor atención a la tambaleante un estado de santidad. De acuerdo con esto, la tarea del hom-
dialéctica implicada en este planteamiento, habla la Biblia de bre del pacto es la de ocuparse no en adelantos y retrocesos
una existencia mundanal -"Cuando te construyas una nueva dialécticos, sino la de unir las dos comunidades en una comu-
casa; cuando siegues tu cosecha; cuando entres al viñedo de nidad en la cual el hombre es a la vez creativo, un agente libre,
tu vecino"- y sin embargo tea-orientada y comprometida in- y el siervo obediente de Dios. A pesar de la gran disparidad
condicionalmente a una meta eterna! Si alguien me preguntara entre estas dos comunidades, que queda expresada en las
acerca de la teleología de la Halajá, yo le contestaría que ella oposiciones y conflictos tipológicos previamente descritos. la
se manifiesta exactamente en la dialéctica, paradójica pero • 1 Halajá ve en las normas ético-morales una fuerza de unión .
magnífica, que subyace bajo el acto halájico. Cuando el hom- Las norma~ que se originan en la comunidad del pacto están
bre se entrega a la comunidad del pacto la Halajá le recuerda dirigidas casi exclusivamente a la comunidad majestuosa en la
que él es también necesario y deseado en otra comunidad, la cual se lleva a cabo su realización. Diría, para emplear una
cósmica y majestuosa, y cuando se cruza con el hombre mien- metáfora, que en opinión de la Halajá las normas son como
tras está ocupado en la empresa creativa de la comunidad ma-
jestuosa, no le permite olvidar que él es un ente asociado a
un pacto, y que nunca encontrará su propia realización fuera del positiva no ha respetado nunca el sacrosanto principio clásico del ter-
pacto y que Dios espera su regreso a la comunidad de la cio excluido o el de la contradicción. Con frecuencia ha predicado que
alianza.40 Añadiría también, en respuesta a tal pregunta, que x no es ni a ni b o que es a y b a la vez.
Vale la pena mencionar que e! pensamiento científico necesitó
mucho tiempo para descubrir que la complejidad cósmica no se presta
40. No sólo es dialéctica la teleología halájica sino también el pensamiento a una interpretación lógica basada en dos valores.
positivo halájico. Este último sigue las reglas de una lógica con un nú-
El papel de la lógica de varios valores en la Halajá lo trataré en
mero n de valores en vez de una lógica con dos valores. La Halajá
un artículo posterior, si Dios quiere.
JOSEPH B. SOLOVEITCHIK LA SOLEDAD DEL HOMBRE DE FE 69
68
1
76 JOSEPH B. SOLOVEITCHIK LA SOLEDAD DEL HOMBRE DE FE 77
Además, como ya lo he comentado, Adam se distingue no traduce a categorías culturales, encaja en el marco de referen-
sólo en el campo de la teoría científica sino también en el de cia axiológico-filosófico de la conciencia cultural creadora y le
los actos ético-morales y estéticos. Legisla normas a las que compete también al hombre secular.
confiere validez y grandes méritos. Produce formas hermosas
Buenas razones han tenido los pensadores a través de los
y considera que el encuentro con ellas ennoblece y limpia,
siglos para hablar de aquella religión filosófica que emana de
enriquece y estimula. El primer Adam busca todo esto pero no
la~ profundidades recónditas de la personalidad humana. Sa-
siempre tiene suerte de encontrarlo. Ya que la evaluación y
bían muy bien que la acción cultural, creadora, humana, es
apreciación restropectiva del drama cognitivo así como el fun-
incompleta si no está relacionada con un modo de existencia
cionamiento satisfactorio en los niveles ético-moral y estético
son inalcanzables mientras el hombre se mueva continuamente más elevado. No es sorprendente que las filosofías kantiana y
neo-kantiana, con todo su carácter científico y empírico, con-
dentro del círculo cerrado, vicioso, del fenómeno natural insen-
sideren que la conciencia cultural creadora selecciona del flujo
sato y no trate de alcanzar el "allende". A manera de ilustra-
de impresiones transitorias, de estructuras abstractas y de
ción, el paralelismo entre cogitatio y existentia, entre las cons-
ideas, aquellas partes que señalan hacia lo infinito y lo eterno.
trucciones puramente lógicas de la mente y la dinámica real
A partir de estos elementos trataron de construir un conoci-
de la naturaleza, sobre el cual se basa la ciencia moderna y
miento religioso puramente racional a fin de dotar al acto crea-
que perturba la mente meditativa del primer Adam, continuará
dor en su conjunto con un mérito intrínseco y con una validez
siendo un misterio hasta tanto admita que estas do·s líneas
final e incondicional." En vista de que el hombre majestuoso
paralelas del pensamiento y de los hechos convergen en _el
requiere de la experiencia trascendental a fin de fortalecer su
infinito dentro de la Unica Realidad Cierta. En igual forma, el
edificio cultural, el hombre de fe tiene el deber de suministrarle
mérito y la validez de la norma ética no pueden ser sostenidos
algunas partes constitutivas de esta experiencia. Dios no hu-
si ésta nace del acto finito creativo-social del primer Adam.
biera implantado en el hombre majestuoso la necesidad de
Sólo la sanción proveniente de una voluntad moral superior
estas percepciones e ideas espirituales si no hubiera dotado
es capaz de prestarle a la norma estabilidad, permanencia y
al mismo tiempo al hombre de fe con la habilidad de convertir
mérito. Asimismo, muchas veces el hombre majestuoso tiene
algunas de sus experiencias apocalípticas -que son meta-
necesidad de los poderes redentivos y terapéuticos, inherentes
lógicas y no-hedónicas- en un sistema de valores y verdades
al acto de creer y los cuales, en períodos de crisis, pueden ayu-
dar y reconfortar a las mentes angustiadas. De manera similar,
la experiencia estética en la cual el hombre contemporáneo se 44. De acuerdo con Kant, la necesidad de una metafísíca racional es reafir•
mada constantemente por la razón pura aun cuando esta última no
abandona con un éxtasis casi místico, es incompleta y carece
puede satisfacer dicha necesidad. Sin embargo, !o que la razón pura
de cualidades redentoras mientras la belleza no se eleve a lo no puede lograr se alcanza mediante la razón práctica o la voluntad
sublime. Justamente, la redención es una categoría relacio- mora! que es parte integra! de !a libre conciencia cultural y creadora.
nada con el pacto, y lo sublime es inseparable de lo exaltado. los tres postulados de la voluntad mora! -libertad, Dios, e inmortali-
¿ Y cómo podrá el hombre majestuoso confrontar la belleza re- dad- tienen muy poco en común con la doctrina, bétsada en e! pacto,
dentora en la cual se refleja lo exaltado si está encerrado en que se relaciona con estos postufados. Estos son ideas puras, racio-
nales, que le dan sentido a la acción ética. En otras palabras, la necesi-
un monótono mundo mecánico, del cual no tiene ni la fuerza
dad de religión es parte de !a necesidad humana total de auto-expresión
ni el coraje de liberarse? En breve, el mensaje de la fe, si se cultural.
1
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78 JOSEPH B. SOLOVEITCHIK LA SOLEDAD DEL HOMBRE DE FE 79
comprensibles para el hombre majestuoso, el experimentador, como una experiencia que todo lo consume y que todo lo invade
el estela y, por encima de todo, la mente creadora. en una forma eudemónico-pasional, de tal forma que quedan ma-
nifiestos nuestros más secretos deseos, aspiraciones, temores
e Y pasiones, a veces desconocidos para nosotros mismos. El
compromiso del hombre de fe es vertido en el molde de la
En este punto, sin embargo, comienza a desarrollarse la personalidad íntima e inmediatamente aceptado antes de que
crisis en las relaciones entre el hombre de fe y el majestuoso. la' mente haya tenido tiempo de investigar las razones de este
Si el trabajo de traducir los misterios de la fe en aspectos compromiso incondicional. El intelecto no traza el rumbo del
culturales pudiera ser realizado a plenitud, entonces el hombre hombre de fe; su trabajo es a posteriori. Intenta, después de
de fe contemporáneo podría liberarse, ya que no de la concien- los hechos, repasar las pisadas del hombre de fe, y aún en esta
cia ontológica que es perenne, al menos del sentimiento pecu- modesta incursión el intelecto no logra un éxito completo. Por
liar de soledad y angustia psicológicas que se debe a la con- supuesto, en tanto que la ruta del hombre de fe pasa por el
frontación histórica con el hombre de la cultura. Si esta ilusión territorio de lo razonable, el intelecto puede seguirlo e identi-
se hiciera realidad, el hombre de fe estaría en paz con el hom- ficar sus huellas. Sin embargo, justo en el instante en que el
bre de la cultura y de este modo el último entendería com- hombre de fe trasciende las fronteras de lo razonable y entra
pletamente el significado de la dialéctica humana, prevale- en el te,reno de lo irrazonable, el intelecto es dejado atrás y
ciendo entonces una relación armoniosa y perfecta entre am- debe abandonar la búsqueda de la comprensión. El hombre de
bos Adam." fe, animado por su gran experiencia, es capaz de alcanzar un
Sin embargo, esta armonía nunca puede ser lograda ya punto en el cual no sólo su lógica de la mente sino aún su
que el hombre de fe no es de los que hacen concesiones lógica del corazón y de la voluntad, todo -aún su propia con-
y sus propósitos en relación al pacto eluden un análisis ciencia del "yo"- tiene que rendirse a un compromiso "ab-
cognitivo por el lagos por lo cual no se prestan completamente surdo". El hombre de fe está comprometido a Dios con "lo-
al acto de la traducción cultural. Simplemente no hay cate- cura" y ama "locamente" a Dios." "Confortadme con pasas,
gorías cognitivas mediante las cuales se pudiera expresar recreadme con manzanas, que desfallezco de amor". 47
el compromiso total del hombre de fe. La totalidad del ser
humano, los aspectos racionales así como los no racionales, 46. Nuestra descripción de la "individualidad" y autonomía del acto de fe
están comprometidos a Dios. Por consiguiente, la magnitud del no debe aso~iarse con 8,1 apotegma de Tertuliano credo quia absurdum
compromiso está más allá de la comprensión del legos o del est. Ni tampoco debe identificarse con el "salto a lo absurdo" de Kier•
ethos. El acto de fe es aboriginal, explota con fuerza elemental kegaard.
Tertuliano trató no sólo de librar el acto de fe de su dependencia
de! intelecto sino que realmente !os situó como dos enemigos inexora-
45. No es nuevo el concepto de que ciertos aspectos de la fe pueden ser bles. En este sentido, él consideraba que cualquier intento de traducir
interpretados en términos pragmáticos. La Biblia ha señalado ya que e! aspectos de la fe a categorías culturales majestuosas era ilegítimo y
cumplimiento de la Ley Divina y la obediencia a Dios !levan a! hombre negador de 13 propia esencia de la fe. Esta clase de anti-racionalismo
a alcanzar la felicidad en este mundo, a una vida respetable, placen- condujo a un rechazo completo del hombre majestuoso deseado y
tera y significativa. El pragmatismo re!igloso tiene cabida dentro de la creado por Dios. No es de extrañar que Tatiano, contemporáneo de
perspectiva del hombre de fe. Tertuliano, condenara los actos majestuosos como obras del diablo.
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meta principal es la redención de las deficiencias de la_ finitud guarda una cita con la eternidad y quien, a pesar de todo, con
y, fundamentalmente, del fluir de la temporalidad. Desafortuna- tenacidad continúa trayendo al hombre majestuoso el llamado
damente, el primer Adam de estos días rehusa aceptar este de la fe.
mensaje único que lo conduciría a actuar dentro del movi-
miento dialéctico y, en cambio, se aferra celosamente y de
manera exclusiva a su papel de hombre majestuoso, exigiendo
la subordinación de la fe a sus intereses circunstanciales. En
su demoníaca búsqueda de la dominación, olvida que la relati-
vización de la fe, de la doctrina y de las normas infligirán
un daño impredecible a él y a sus majestuosos intereses. No
puede darse cuenta de que la realidad del poder de la fe, me-
diante la cual podrá liberarse al hombre de la ansiedad y de
los complejos neuróticos y ayudarlo a planificar la estrategia
de una vida majestuosa e invencible, sólo puede ser sentida
si el acto de fe se mantiene en aislamiento, fuera de la efímera
corriente de metamorfosis socio-cultural, y tolerado como algo
estable e inmutable. Si el acto de fe llegara a soltarse de su
anclaje absolutamente propio y se permitiera que flotara sobre
las turbulentas aguas del cambio_ histórico, ello anularía enton-
ces su calidad redentora y terapéutica.
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