Está en la página 1de 3

El viaje de Pingüi

Pingüi es una pequeña pingüina que vive en la Antártida. La blanca nieve y el


hielo azulado de los glaciares le parecen muy aburridos, por eso sueña con
conocer El Mundo de Colores. Lo que Pingüi no sabe es que, muy pronto, un
terrible acontecimiento le hará vivir una aventura extraordinaria.
Como todas las mañanas de verano, Pingüi juega con sus hermanos a la
orilla del mar. Este año está siendo muy caluroso, así que los pingüinos
aprovechan cualquier oportunidad para darse un chapuzón en las frías aguas
antárticas.
Pero, de pronto, algo rompe la calma. Se escucha un ruido largo y profundo.
Todos los pingüinos se callan, se quedan inmóviles. El silencio de la Antártida
se hace aún más evidente. ¡Es el glaciar! Se está rompiendo el glaciar.

Pingüi no se ha dado cuenta, pero el enorme trozo de glaciar, al caer al mar,


ha provocado que se fracture la capa de hielo bajo sus pies. ¡Y la corriente la
está alejando de la orilla!
-¡Pingüi! ¡Pingüiiiii! Salta, rápido. Tienes que nadar hasta aquí.
-¡Mamáááá! !Mamáááááá! No puedo, estoy muy lejos.
Hace rato que Pingüi flota, a la deriva. Ya no puede ver la capa de hielo de la
Antártida. Todo es agua y silencio a su alrededor. Un estremecedor silencio…
-¡Hola! ¿Te has perdido? -pregunta una extraña voz, de repente.
Pingüi pega tal respingo que casi se cae al mar. Frente a ella hay un
cormorán.
-Sí. El trozo de hielo se desprendió y quedé flotando a la deriva. Quizá llegue
al Mundo de Colores.
-Oh, comprendo… Pues si continúas en esa dirección, llegarás a Tierra del
Fuego -responde el cormorán .
-¿Es bonita esa tierra de la que hablas?
-¿Que si es bonita? ¡Es preciosa! Hay altas y grises montañas, lagunas y
lagos de un azul increíble que parecen espejos, frondosos y verdes
bosques…
-¡Parece un lugar maravilloso! Intentaré llegar allí. ¡Adiós, señor cormorán!
El cormorán agita sus alas dos veces pero en vez de echar a volar, se
sumerge en el mar y desaparece de la vista. No pasa mucho tiempo hasta
que un gaviotín se posa junto a ella, en el trozo de hielo. 
-¡Hola! ¡Menos mal que estás aquí! Estoy agotado de tanto volar. Vengo del
Polo Norte -explica el gaviotín.
-¡Pero si eso está en la otra punta de la Tierra! ¡Entonces… tienes que
conocer El Mundo de Colores!
-Sobrevuelo América dos veces al año, lo conozco como la palma de mi
mano.
-¿Y cómo es? Busco conocer otros lugares, estoy harta de ver sólo blanco y
azul por todas partes.
-¡Es increíble! Hay grandes cañones de arena rojiza, tranquilos mares de
aguas turquesa y peces amarillos, naranjas, rojos… ¡Hasta un géiser con
todos los colores del arcoíris!
-Guuuauuuu. ¡Me encantaría conocerlo!
-Hmmm… me temo que está demasiado lejos como para llegar sobre este
trozo de hielo… y las corrientes podrían adentrarte en el océano Pacífico. -
responde el gaviotín, y añade: -Tendrías que ir volando.
Pingüi se queda muy triste. Sus ojos se llenan de lágrimas.
-¡Eh! Oye, pero no llores. Quizá si ejercitas un poco tus alas…
Al oír eso, Pingüi llora aún más fuerte. ¡Todo el mundo sabe que los
pingüinos no pueden volar! El gaviotín, para consolarla, promete contarle con
todo detalle cómo son los lugares más maravillosos de América. Le habla de
las pirámides incas y mayas, de la reserva de las mariposas Monarca, de los
arrecifes de coral, de un desierto de sal que es como un enorme espejo, del
gran río Amazonas…
Pingüi está maravillada. Gracias a las precisas descripciones del gaviotín le
parece estar viendo cada lugar, con toooodos sus colores. 
-Ahora tengo que irme. Debo llegar a la Antártida antes del anochecer.
¡Buena suerte!
-Muchas gracias, señor gaviotín, espero volver a verle. ¡Suerte en su próximo
viaje!
Tras un buen rato más flotando a la deriva, Pingüi continúa sin avistar tierra
firme. De pronto, cree ver a lo lejos un islote. Pero cuando se acerca, se da
cuenta de que es una enorme ballena.
-¡Hola! ¿Qué haces aquí, tan sola?, pregunta la ballena.
-Se desprendió un trozo de hielo y me adentré en el mar. Busco llegar al
Mundo de Colores. ¿Conoces algún lugar bonito?
-Ohhh, claro que sí. Todos los años viajo hasta Ecuador. Las ballenas vemos
en blanco y negro, pero los habitantes de allí me han hablado de
espectaculares selvas con plantas de verdes y gigantescas hojas, pájaros
con plumas rojas, amarillas y verdes, y flores de todos los colores del mundo.
-¡Qué maravilla! ¿Crees que podré llegar allí?
-Hmmm… lo dudo.
-Y eso, ¿por qué?
-Porque según avances hacia el norte hará cada vez más y más calor y tu
barquita de hielo se derretirá.
Pingüi se queda muy decepcionada. Está claro que nunca podrá conocer
otros lugares del mundo. 
-Eh, oye. No te pongas triste -la consuela la ballena-. Es tarde, se va a hacer
de noche. Creo que deberías regresar. 
-¿Cómo? Estoy perdida y seguro que a cientos de millas de mi casa.
-Sube. Yo te acercaré. Llegaremos en un periquete.
Pingüi se sube sobre la simpática ballena. ¡Viajan muy rápido! Al llegar a su
glaciar todos la reciben con gran alegría. Su papá y su mamá la abrazan y
todos sus hermanos bailan, en corro, a su alrededor.
-Muchas gracias, señora ballena. ¡Espero que lo pase bien en su próximo
viaje a Ecuador!
-Quizá a tus padres no les importe que me acompañes. ¡Pasaré a buscarte
en septiembre para que vengas conmigo! Adioooos…
¡Pingüi no se lo puede creer! Por fin podrá conocer El Mundo de Colores.

Curiosidades sobre la Antártida


Los pingüinos son aves que no pueden volar. Perdieron esa capacidad hace
miles de años, cuando sus alas se adaptaron para nadar, por lo que más que
como alas, les sirven como aletas. Los pingüinos viven en el Polo Sur, en
la Antártida. ¡No encontrarás ninguno en el Polo Norte!
Aunque ambas son regiones heladas, en el Polo Sur hace más frío que en
el Polo Norte. Esto es así porque el Polo Norte es un mar helado, el Océano
Ártico, mientras que el Polo Sur es un continente helado, lo que se conoce
como la Antártida. ¡Y como los océanos absorben más calor que los
continentes, hace que no bajen tanto las temperaturas! En cualquier caso, en
ambos hace muchísimo frío. ¡La temperatura puede llegar a ser hasta
cuatro veces más fría que dentro de tu congelador!
Los polos se encuentran en hemisferios opuestos. Esto quiere decir
que cuando en el Polo Norte es verano, en el Polo Sur es invierno, y al
revés. ¿Sabes que en el hemisferio sur, en la Antártida, el verano es entre los
meses de diciembre y marzo? ¡Flipante! ¡Esto quiere decir que celebran la
Navidad bañándose en la piscina! ¡Qué morro!
Como en la Antártida hace muchísimo frío en invierno, algunas especies de
animales migran a otros lugares del planeta en busca de calorcito. Es el caso
de los protagonistas de nuestra historias: la ballena, el cormorán y el
gaviotín. El gaviotín ártico protagoniza la mayor migración del mundo
animal: del Polo Norte al Polo Sur. Aprovecha las corrientes de aire y es un
experto planeador que puede dormir mientras vuela. ¡Es uno de los mayores
viajeros de la Naturaleza!
Otros cuentos de animales para leer a los niños
Estamos convencidos de que a tu peque le ha gustado bastante este cuento
de animales para leer a los niños. ¡Pero no es el único! En Mumablue puedes
encontrar otros muchos cuentos en los que los animales son los
protagonistas, como una estrella de mar, una mariposa o unas extrañas
medudas. ¡También encontrará animales fantásticos como dragones o unicornios! Visita nuestra
página de cuentos infantiles para leer. ¡Echa un vistazo!

FacebookTwitterCompartir

FacebookInstagram
Fuente internet://mumablue.com/blog/cuento-de-hermanos-grimm-poco-conocido/

También podría gustarte