Está en la página 1de 1

Volver cada verano

Cada verano Joe esperaba la llegada de la niña con la misma ansiedad que ella sentía por volver a verlo.
Pasaron algunos años y la niña se convirtió en una hermosa jovencita de la que el pequeño duende se
enamoró, aunque sabía que le estaba prohibido amar a alguien que no fuera de su mismo reino.
Un verano Verónica viajó a Europa en viaje de egresada y no llegó a la finca hasta fines de febrero. Apenas
estuvo allí fue al parque a ver a su pequeño amigo. La tristeza la invadió al saber que había estado muy
enfermo y aún no se recuperaba. Joe se sintió feliz por su regreso, pero aún así, le dijo que muy pronto
debería irse y que ya no volverían a verse.
Dijo muchas cosas que ella no comprendió en ese momento, luego le pidió que lo mirara a los ojos y que
nunca olvidara esa mirada, porque cuándo volviera a verla estaría frente al hombre de su vida, por último le
pidió que le diera un beso de despedida y mientras ella lo besaba desapareció.
Vero se sintió triste por la partida de Joe, pero pensó que seguramente habría vuelto con los suyos y se
alegró pensando que sería mucho más feliz entre los demás duendes.

También podría gustarte