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ELIZABETH ROJAS
LADY ROZO LÓPEZ
FABIÁN CAMILO CUBILLOS
CESAR CHÁVEZ
NICOLAS GIRALDO MORA
GRUPO: 03
El agua subterránea es el agua que circula en la zona saturada de los acuíferos y que
es posible de captar por obras de ingeniería (pozos, drenes).
En este trabajo se quiere dar a conocer una introducción al estudio del agua que se
encuentra en la corteza terrestre. El tema debe por lo menos tener un reconocimiento
de cada ingeniero civil y mas que un conocimiento superficial de quienes van a estar
relacionados con la ejecución de obras ingenieriles en el campo. Particularmente todos
los que sean responsables de llevar a cabo la exploración del subsuelo que antecede
al diseño y la construcción de cualquier proyecto de ingeniería civil deben estar bien
familiarizados con la hidrológica del agua subterránea. De este modo se citaran
conceptos básicos para el conocimiento de las aguas subterráneas y su relación en la
ingeniería en general.
OBJETIVOS
Identificar los procesos que se llevan a cabo en el ciclo hidrológico, asi como
su influencia en el medio ambiente principalmente en los suelos.
Conocer la distribución del agua subterránea así como las zonas donde
participa el flujo de agua.
Se define como la ciencia del agua subterránea, que tiene como objetivos el estudio
de la influencia de los materiales que constituyen el subsuelo sobre los depósitos de
agua o acuíferos, el análisis físico-químico de las estructuras hidrogeológicas, la
determinación espacial y temporal del origen, distribución y demás propiedades del
agua subterránea; todo encausado hacia un mejor conocimiento de los métodos y
técnicas que se utilizan en la prospección, captación, explotación y gestión del recurso
de agua subterránea. El objetivo principal del estudio práctico del agua subterránea
consiste en determinar la cantidad de agua en movimiento, ya que ello indica el
volumen disponible para satisfacer las diversas necesidades del hombre.
CICLO HIDROLÓGICO
Cuando llueve, parte del agua discurre por la superficie, parte se evapora y el resto se
adentra en el terreno. Esta última vía es la fuente primaria de prácticamente toda el
agua subterránea. La cantidad de agua que sigue cada uno de esos caminos, sin
embargo, varía mucho en función del tiempo y del espacio. Los factores que influyen
en esta variación son el grado de la pendiente, la naturaleza del material, la intensidad
de la lluvia, y el tipo y cantidad de vegetación. Densas lluvias que caen sobre
pendientes empinadas donde las capas subyacentes están compuestas de materiales
impermeables provocarán obviamente un elevado porcentaje de agua de escorrentía.
A la inversa, si la lluvia cae de manera suave y uniforme sobre pendientes más
graduales compuestas por materiales que son fácilmente penetrados por el agua, un
porcentaje mucho mayor del agua se infiltrará en el suelo.
Algo del agua que se infiltra no viaja muy lejos, porque es retenida por acción
molecular como una capa superficial sobre las partículas sólidas. Una porción de esta
humedad se evapora de nuevo en la atmosfera. Gran parte del resto es utilizado por
las plantas entre épocas de lluvias.
El agua que no es retenida en este cinturón de humedad del suelo se infiltra hacia
abajo hasta que alcanza una zona donde todos los espacios libres de del sedimento y
la roca está completamente llenos de agua. Esta es la zona de saturación. El agua
situada en el interior se denomina agua subterránea. El límite superior de esta zona
se conoce como el nivel freático. Extendiéndose hacia arriba desde el nivel freático se
encuentra la franja capilar, en la cual, el agua subterránea es mantenida por la tensión
superficial en diminutos pasajes comprendidos entre los gramos de suelo o de
sedimento. El área situada por encima del nivel freático que abarca la franca capilar y
el cinturón de humedad del suelo se denomina zona de aireación. Los polos no están
saturados, si no llenos fundamentalmente de aire.
ZONA DE AIREACIÓN:
Se extiende desde la superficie hasta el nivel freático. En esta zona los espacios
abiertos o poros, se encuentran llenos principalmente, de aire. Se compone de tres
partes: a) la capa de agua del suelo que yace inmediatamente debajo de la superficie,
de la cual extraen las plantas la humedad necesaria para su desarrollo. b) la capa
intermedia que se encuentra debajo de la capa de agua del suelo, en donde el agua
llega por gravedad y pasa hacia la zona más interna, y c) la zona capilar que yace
sobre la zona de saturación, el agua está suspendida por fuerzas capilares y por lo
tanto su espesor depende de la textura de la roca o del suelo y puede ser cero cuando
los poros son grandes.
ZONA DE SATURACIÓN:
En esta zona, todas las aberturas o poros están completamente llenos o saturados de
agua. La superficie superior de esta zona es el nivel freático, también llamado nivel
piezométrico.
Por el contrario, en las regiones áridas donde el nivel freático está bastante por debajo
de la superficie, el agua subterránea no puede contribuir al flujo de la corriente. Por
consiguiente, las únicas corrientes permanentes en esas áreas son las que se originan
en las regiones húmedas y luego atraviesan por casualidad el desierto. Bajo esas
condiciones, la zona de saturación situada debajo del suelo del valle es abastecida por
infiltración desde el cauce de la corriente, que, a su vez, produce un pandeo hacia
arriba del nivel freático. Las corrientes que proporcionan agua al nivel freático de esta
manera se denominan corrientes influentes.
ACUÍFEROS
Clases de acuíferos
Según las condiciones de yacimiento y el carácter de las rocas acuíferas, las aguas
subterráneas se dividen en:
Aguas intersticiales, que yacen y circulan en los horizontes del suelo y en los
depósitos friables, deferentes en cuanto al origen, granulometría y composición
mineralógica, y de manto principalmente cuaternario.
Aguas de capa, que yacen y circulan en las capas de rocas sedimentarias y que se
subdividen en aguas intersticiales de capa y aguas de fisura de capa.
Aguas filonianas de fisura, que yacen y circulan en ciertas grietas tectónicas abiertas y
en las zonas de trastornos tectónicos.
Según los factores climáticos que determinan en sumo grado el régimen de las aguas
subterráneas, es decir, la variación (en función del tiempo) del rendimiento de los
horizontes acuíferos, la composición, la temperatura y el nivel de dichas aguas, éstas
se dividen en zonales, azonales e intrazonales.
V = K.*b/l
Las velocidades de la circulación del agua subterránea son muy variables. Aunque una
velocidad característica de muchos acuíferos es de unos 15 metros al año (unos 4
centímetros al día), se han medido velocidades 15 veces superiores en materiales
excepcionalmente permeables.
Generalmente, los intersticios a través de los cuales fluye el agua en el suelo son muy
pequeños, lo que restringe considerablemente el volumen de consumo y proporciona
una acción filtrante de las partículas que se encuentran en suspensión en el agua, lo
que afecta las propiedades físicas, químicas y biológicas del agua del subsuelo.
Calidad física: Físicamente, el agua del subsuelo es generalmente clara, incolora, con
poca o ninguna sustancia en suspensión y tiene una temperatura relativamente
constante, lo que es producto de la percolación lenta a través del suelo. En contraste
las aguas superficiales son a menudo turbias y contienen considerables cantidades de
materia en suspensión, particularmente cuando estas corrientes cerca de áreas
pobladas.
Calidad química: El agua es uno de los mejores solventes universales conocidos por el
hombre. El grado lento de percolación a través de la corteza terrestre, proporciona el
tiempo suficiente para que muchos de los minerales que la conforman, se incorporen a
la solución, dándole características que puedan limitar su uso, como la presencia de
iones de Fe, Ca, Mg, Mn, C, Na, K, F, NO3, SO4, sólidos totales disueltos, pH y gases
disueltos como O, SO2, CO2.
Otro capítulo lo forman los abonos químicos minerales, especialmente los nitratos, que
son el contaminante inorgánico más conocido y quizás uno de los que genera mayor
preocupación. El nitrato se origina de diferentes fuentes: aplicación de fertilizantes,
pozos sépticos que no estén funcionando bien, lagunas de retención de desperdicios
sólidos no impermeabilizadas por debajo y la infiltración de aguas residuales o
tratadas.
El agua se puede encontrar casi en cualquier parte bajo la superficie de la Tierra, pero
para ser utilizada como un recurso, ésta debe encontrarse en cantidades que puedan
satisfacer las expectativas, fluir sin interrupción hacia los pozos durante largos
periodos de tiempo a velocidades razonables y ser de buena calidad.
Los lugares elegidos para la construcción de pozos domésticos o aljibes,
generalmente son localizados por personas que usan una vara en forma de horqueta u
otra clase de “varas mágicas” a las que les atribuyen poderes sobrenaturales, La
búsqueda de agua por estos medios, llamada rabdomancia o radiestesia, data, cuando
menos, desde los tiempos de Moisés y su uso persiste, en razón a que las aguas
subterráneas están distribuidas tan ampliamente, que se obtienen resultados positivos
en cualquier sitio escogido al azar. Si a estos adivinadores se les preguntara en donde
no hay agua bajo la superficie y si sus predicciones se comprobaran mediante
perforaciones, los resultados estadísticos revelarían la falta de fundamento de sus
métodos, pero esto nunca se ha hecho porque a nadie se le ha ocurrido gastar dinero
tratando de no encontrar agua.