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El consumidor ecológico

Article · January 2003


Source: OAI

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4 authors, including:

Covadonga Aldamiz-echevarría González de Durana Jon Charterina


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El consumidor ecológico
Un modelo de comportamiento a
partir de la recopilación y análisis
de la evidencia empírica
■ Mª SOLEDAD AGUIRRE GARCÍA

■ COVADONGA ALDAMIZ-ECHEVARRÍA GONZÁLEZ DE DURANA

■ JON CHARTERINA ABANDO

■ AZUCENA VICENTE MOLINA

Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Universidad del País Vasco

E
l consumidor ecológico presenta dos hasta la fecha iba a ser mínima. Ade- biar técnicas, modificar muestras, en de-
unos rasgos específicos que es más, sólo podía realizarse un contraste finitiva, hacer cuanto sea preciso para
preciso conocer a fin de poder pro- para uno o varios productos concretos, y lograr los resultados deseados. Por otra
poner soluciones comerciales que se ante una situación determinada (com- parte, en determinados foros se tiende a
ajusten a sus requerimientos. Para ello, pra, reciclaje, etc.), con lo que podría- menospreciar el trabajo conceptual olvi-
nos parece de vital importancia definir mos modelizar ese caso, pero no el com- dando que también es necesario, descri-
un modelo teórico de comportamiento portamiento ecológico en general. bir, revisar, analizar y extraer conclusio-
del consumidor ecológico. En este sentido, creemos pertinente nes de la información existente para ela-
A tal fin, hemos realizado una extensa reflexionar sobre las últimas tendencias borar teorías y lograr así el avance cien-
revisión de los trabajos empíricos más en la investigación de marketing. Asisti- tífico. A nuestro juicio, hay que poner or-
significativos efectuados durante las úl- mos a un empleo creciente de sofistica- den ante la ingente cantidad de hipóte-
timas décadas, y un análisis de sus re- das técnicas de contrastación empírica sis, y supuestos de todo tipo a los que se
sultados, con el que hemos tratado de (Frasquet, Vallet, Gil y Mollá, 2001) que ve expuesto el investigador, eliminar lo
definir, desde un enfoque teórico, los arrojan, con mayor frecuencia de la de- accesorio y destacar lo principal, y para
elementos esenciales de dicho compor- seable, datos poco operativos, poco o ello es preciso hacer trabajos de sínte-
tamiento, recurriendo a un sencillo aná- nada ajustados a la realidad o cuando sis, compilación o revisión de los traba-
lisis de frecuencias. menos conexos a una realidad muy con- jos previamente realizados.
Antes de optar por esta vía considera- creta, pero difícilmente generalizables La aplicación de complejas técnicas
mos la posibilidad de definir nuestro mo- (Martínez Tercero, 2000, pp. 68-69),. estadísticas no es necesariamente sinó-
delo tras un contraste empírico diseñado El investigador de marketing parece nimo de calidad y rigor científico. Ade-
y razonado a tal efecto. Descartamos es- acercarse cada vez más a un analista de más, centrándonos ya en nuestro objeto
ta posibilidad por entender que la utilidad datos estadísticos o a un econometra; de investigación, hay que destacar que
marginal de dicho contraste frente a la habiendo incluso quienes no dudan en muchos de los trabajos empíricos realiza-
multitud de estudios empíricos realiza- añadir, eliminar o maquillar datos, cam- dos en el campo ecológico se limitan a

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El consumidor ecológico

una mera presentación de datos, recu- comportamiento ecológico. Estos facto-


rren a técnicas inadecuadas y prescin- res afectan tanto a los trabajos que in-
den, a menudo, de efectuar recomenda- tentan recoger la influencia de las varia-
ciones o aportar conclusiones sobre la bles internas sobre el comportamiento
influencia de sus resultados en la gestión ecológico, como a los que se centran en
de marketing y viceversa, esto es, sobre variables externas, aunque estos últi-
cómo pueden utilizarse las herramientas mos muestran resultados menos contra-
de marketing para modificar determina- dictorios.
dos resultados o comportamientos.
Ello no significa que no creamos en la FACTORES DISTORSIONANTES
validez y aportación a la ciencia de los DE LOS RESULTADOS EN CONTRASTES
contrastes empíricos, al contrario, su EMPÍRICOS SOBRE EL CONSUMIDOR
empleo nos parece fundamental, pero ECOLÓGICO
siempre que se sustente sobre una base Entre las posibles explicaciones que po-
teórica estable y sea el método apropia- demos ofrecer ante la inconsistencia de
do para el logro del objetivo propuesto mentalmente a la magnitud y a la direc- los resultados arrojados por los estudios
en la investigación. Lo único que preten- ción de las correlaciones. de comportamiento del consumidor eco-
demos es que no sea denostado el tra- Por su parte Kok y Siero (1985), re- lógico, y que deberían ser consideradas
bajo conceptual por ser más tradicional, fuerzan las sospechas sobre la existen- por los investigadores interesados en el
o realzado el empírico por su supuesta cia de variables moderadoras que inhi- área a la hora de diseñar sus trabajos, se
mayor complejidad técnica; es obvio que ben o amplifican los efectos de ciertas encuentran:
ambos se complementan. variables sobre el comportamiento eco- 1. La composición de la muestra (Hi-
Así pues, dado que la potencialidad de lógico. nes, Hungerford y Tomera 1986/1987;
cualquier instrumento de medición de- Otra importante investigación efectua- Schlegelmilch, Bohlen y Diamantopou-
pende, en gran medida, de la solidez del da en Alemania (Balderjahn, 1988) con- los, 1996). Las muestras conformadas
marco conceptual en el que se aplica, y cluye que cada patrón de comportamien- por público general explican mayor va-
ante la ausencia de trabajos teóricos en to ecológico concreto tiene su propio riación de la compra ecológica que las
el ámbito del comportamiento ecológi- conjunto de predictores, por lo que resul- formadas por estudiantes. En este senti-
co, hemos optado por realizar el presen- ta tremendamente difícil deducir el perfil do, hay que destacar que muchos de los
te trabajo con un enfoque esencialmen- o retrato robot del consumidor ecológi- estudios sobre el comportamiento del
te teórico. co. Sin embargo, se han encontrado evi- consumidor ecológico se han realizado
En nuestro primer acercamiento al dencias empíricas que ponen de mani- con muestras de estudiantes, por lo que,
comportamiento del consumidor ecoló- fiesto la existencia de correlación positi- como sugiere Sears (1986), los resulta-
gico a través de la revisión y análisis de va y significativa entre la compra de pro- dos obtenidos no son necesariamente
los datos de los trabajos empíricos más ductos ecológicos y otras formas de extrapolables a la población general. La
significativos, obser vamos resultados comportamiento ecológico, como el reci- generalización de las relaciones encon-
aparentemente contradictorios, por lo claje o la reutilización. (Garcés, Pedraja y tradas con este tipo de muestras nos
que nos pareció necesario averiguar el Ribera, 1995; Ebreo, Hershey y Vining, conduciría a un retrato distorsionado del
origen de tales contradicciones. De he- 1999; Duron, 2000). De hecho, se admi- consumidor ecológico.
cho, diversos autores ya han intentado te que gran parte de factores de base 2. Por otra parte, los investigadores
explicar las causas de las supuestas son compartidos por los distintos tipos han especificado incorrectamente las
contradicciones. de comportamiento ecológico (Kinnear, relaciones en sus estudios. Normalmen-
Concretamente, Van Liere y Dunlap Taylor y Ahmed, 1974; Berger y Corbin, te buscan relaciones directas y a través
(1981) realizaron un estudio para anali- 1992; Bigne, 1997). Precisamente, esos de modelos lineales, y son escasos los
zar si la forma de medir la preocupación factores de base, o rasgos generales, estudios donde se analiza la existencia
ambiental afectaba a los resultados de son los que nosotros tratamos de identi- de variables intermedias influyentes en
las investigaciones, llegando a la con- ficar y plasmar en el modelo de compor- dichas relaciones. No obstante, parece
clusión de que efectivamente la medida tamiento ecológico que proponemos en razonable que algunas variables socio-
utilizada para contrastar la relación en- este trabajo. demográficas y psicológicas estén rela-
tre preocupación ambiental y determina- Así pues, existen una serie de facto- cionadas de forma no monótona con el
das variables puede arrojar diferentes res distorsionantes de los resultados comportamiento ecológico, por lo que
resultados, que podrían afectar funda- procedentes de la investigación sobre el deberían haberse empleado técnicas y

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El consumidor ecológico

modelos sensibles a dicho tipo de rela- pleadas en estos estudios supone, cuan-
ciones. do menos, un obstáculo adicional para la
3. La diversidad de dimensiones del comparación de resultados, la extrac-
comportamiento ecológico considera- ción de conclusiones y la extrapolación
das y el grado de concreción del com- de las mismas.
portamiento. La consistencia de las re-
laciones varía de acuerdo con la dimen- EL PROCESO DE CAMBIO HACIA
sión del comportamiento ecológico con- EL COMPORTAMIENTO ECOLÓGICO
siderado. Diversos autores (Heberlein, Comenzaremos nuestro análisis dirigido
1981; Balderjahn, 1988) apuntan, a es- a la obtención de un modelo de compor-
te respecto, que las actitudes y preocu- tamiento, con una reflexión en torno al
paciones pro-ambientales generales no proceso que guía el cambio de compor-
son necesariamente predictores de acti- tamiento. Siguiendo a MacEvoy (1992),
tudes y comportamientos respecto a ac- podemos diferenciar cuatro etapas en el
tos aislados o concretos. De hecho, una camino hacia un comportamiento ecoló-
persona puede mostrar una actitud favo- 5) En el tipo de investigación habitual- gico (gráfico nº 1):
rable hacia la protección ambiental en mente realizada, no se suelen relacionar Etapa I.- Concienciación y preocupa-
general y una actitud negativa hacia el los comportamientos de compra con ción inicial por el medio ambiente. El
reciclaje, por ejemplo, porque le resulte productos específicos, ni con situacio- grado de sensibilización hacia los proble-
incómodo. Incluso, como ya apuntamos nes de compra real, sino con decisiones mas ambientales se revela como uno de
anteriormente, es bastante factible que de compra "hipotéticas", en las que to- los factores determinantes de la compra
cada comportamiento ecológico concre- dos los demás criterios de decisión per- ecológica (Sia, Hungerford y Tomera,
to (compra, reciclaje, etc.) posea varia- manecen constantes. Por tanto, no po- 1985/1986, p. 38; Cañadas, Montoro y
bles determinantes específicas o que, demos esperar que las medidas de preo- Fuentes, 1997, p. 23). Por tanto, la exis-
aun siendo las mismas, influyan en dis- cupación ambiental obtenidas de estos tencia de una cierta sensibilización eco-
tinta dirección o medida. estudios expliquen grandes variaciones lógica es un prerrequisito para desenca-
4. La mayoría de los estudios hacen en los niveles de compra de productos denar la compra ecológica. Ahora bien,
referencia a compor tamientos ecoló- específicos, debido a la ausencia de los consumidores no presentan necesa-
gicos referidos por los propios encues- otros factores influyentes en el proceso riamente grados ni tipos similares de
tados. No es necesario agudizar mucho de compra, tales como el precio, el ren- preocupación ambiental. Especialmente
la imaginación para saber que existe dimiento del producto, su funcionalidad en los estadios más tempranos de
cierta tendencia por parte del público a o comodidad de uso, etc. concienciación ecológica, los consumi-
maquillar, e incluso a exagerar sus res- 6. La mayoría de las investigaciones dores divergen considerablemente res-
puestas cuando éstas hacen referencia ecológicas relevantes son americanas, pecto a los asuntos ambientales que
a aspectos de relevancia social, como mientras que la investigación europea en más les preocupan y a su grado de
es el caso del medio ambiente (Schle- esta área ha sido relativamente escasa concienciación (MacEvoy, 1992, p. 8).
gelmilch, Diamantopoulos y Bohlen, (Schlegelmilch, Diamantopoulos, Boh- Por ello, es importante para la empre-
1996) o a cualquier aspecto que pudie- len, 1994). En este contexto, factores sa determinar el nivel de sensibilización
ra proyectar una imagen negativa o po- específicos de cada país, tales como, la medioambiental de su mercado poten-
sitiva, dependiendo del caso, de la per- disponibilidad de productos ecológicos, cial, especialmente en lo que respecta a
sona que responde (Martínez Tercero, la legislación medioambiental, los nive- aquellos aspectos medioambientales di-
2000, p. 69). les y tipos de contaminación predomi- rectamente relacionados con su activi-
Este hecho y la escasez de trabajos so- nantes, o el poder adquisitivo de la po- dad, o con su producto. Se ha contrasta-
bre comportamientos reales observa- blación, entre otros, podrían explicar par- do empíricamente (Dunlap, Gallup y Ga-
dos sugieren la necesidad de enfocar la cialmente la distorsión de los resultados. llup, 1993, p. 13) que existen escasas
investigación futura en esa dirección. 7. Por último, cabe señalar la posibili- diferencias entre el nivel de preocupa-
Aún más interesante sería la utilización dad de que sea también la variedad de ción ambiental de los países más indus-
de técnicas de experimentación para técnicas de análisis utilizadas la causan- trializados y menos desarrollados, cons-
analizar el poder discriminante de las va- te, al menos en parte, de las distorsio- tatando la existencia de una gran preo-
riables comerciales (precio, producto, nes observadas. En cualquier caso, po- cupación ambiental en todo el mundo.
distribución y comunicación), sobre las demos afirmar, sin ningún género de du- Esto podría ser un indicador de que los
que apenas se ha investigado. das, que la diversidad de técnicas em- hábitos de compra y de consumo evolu-

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El consumidor ecológico

cionarán en un futuro hacia comporta-


mientos de compra más ecológicos. GRÁFICO Nº 1

Etapa II.- Desarrollo de actitudes am- PROCESO DE CAMBIO HACIA EL COMPORTAMIENTO ECOLÓGICO
bientales. La preocupación por los asun-
tos ambientales conduce al consumidor

LABOR DEL MARKETING INSTITUCIONAL


a formar sus propias actitudes. Surgen PREOCUPACIÓN POR EL
así diferentes tipologías de consumido- MEDIO AMBIENTE
res, según presenten una actitud favora-
ble y consistente hacia los problemas DESARROLLO DE UNA ACTITUD POSITIVA HACIA
UN PROBLEMA MEDIOAMBIENTAL
ambientales, indiferente, o desfavora- DADO
ble. La actitud es un paso previo al com-

LABOR DEL MARKETING EMPRESARIAL


portamiento, pero una actitud favorable INFORMACIÓN: AUMENTO DEL CONOCIMIENTO
no implica necesariamente que se pase SOBRE LA CUESTIÓN MEDIOAMBIENTAL
a la acción, ya que puede haber otras va- OBJETO DE PREOCUPACIÓN
Y SOBRE LAS OPCIONES EXISTENTES
riables mediadoras entre actitud y com- PARA SOLUCIONARLA
portamiento.
Etapa III.- Incremento del conocimien-
to sobre la cuestión y las opciones per-
ESTÍMULO DE LA MATERIALIZACIÓN
sonales. El siguiente paso en el cambio DE LAS ACTITUDES MEDIOAMBIENTALES:
de comportamiento por parte del con- COMPORTAMIENTO
ECOLÓGICO
sumidor, supuesta una actitud favora- (COMPRA)
ble, es obtener información sobre la
cuestión concreta que le preocupa y so-
bre las alternativas disponibles para so- FUENTE: Elaboración propia a partir de la clasificación de MacEvoy, 1992.

lucionarla. En este sentido, cabe seña-


lar que el conocimiento no parece ser producto ecológico que soluciona el pro- llos que suponen el mínimo esfuerzo y el
necesario para formar actitudes fuer- blema que le interesa. mínimo coste personal (Dunlap y Scar-
tes, pero sí es importante para conducir Por ello, será interesante conocer ce, 1991, p. 657).
al consumidor en la dirección correcta cuáles son esos factores inhibidores de
(MacEvoy, 1992, p.15). Consecuente- la compra, a fin de desarrollar las opor- GENERALIZACIÓN DE LOS RESULTADOS
mente, las actividades de marketing, tunas estrategias y acciones de marke- EMPÍRICOS SOBRE EL CONSUMIDOR
especialmente las comunicacionales, ting. Además, aun cuando la sensibiliza- ECOLÓGICO: ALGUNAS PROPUESTAS
son fundamentales a partir de esta eta- ción y actitud hacia un problema medio- Se han producido algunos intentos de ge-
pa (1), pues si el producto o marca de la ambiental concreto culminen con el de- neralización y homogeneización de los
empresa puede solucionar un problema sarrollo de un comportamiento ecológi- contradictorios resultados arrojados por
medioambiental de su interés y el con- co, no implica que un consumidor dado los trabajos empíricos sobre el compor-
sumidor tiene información o conoci- vaya a desarrollar siempre el mismo tipo tamiento ecológico. En este trabajo nos
miento del mismo, puede ser el elegido de comportamiento, ni que distintos vamos a centrar en el meta-análisis de
en la fase siguiente. consumidores escojan la misma alterna- Hines, Hungerford y Tomera (1986/87),
Etapa IV.- Materialización de las acti- tiva comportamental. y en la revisión practicada por Vicente
tudes en un cambio de comportamiento. En general, el cambio hacia comporta- (2001), pues la casuística analizada no
El hecho de que exista conocimiento, mientos ecológicos se produce lenta- sólo es aceptable desde un punto de vis-
preocupación y actitud favorable hacia mente. La gente prefiere avanzar poco a ta cuantitativo, sino también cualitativo,
un problema medioambiental concreto, poco, de modo que un consumidor que por su diversidad. Por ello, entendemos
y de que se conozcan las alternativas pa- comienza a adquirir información sobre que constituyen una buena base de apro-
ra resolverlo, no implica necesariamente temas ambientales, está más predis- ximación a los rasgos generales que defi-
que el consumidor acabe desarrollando puesto (como siguiente paso) a reciclar nen el comportamiento ecológico.
un comportamiento ecológico, ya que en su hogar o a comprar productos reci-
puede haber factores de freno o inhibido- clables comunes, que a comprar produc- •META-ANALISIS DE HINES,
res de dicho comportamiento. Por ejem- tos ecológicos difíciles de encontrar o HUNGERFORD Y TOMERA (1986/1987)
plo, el consumidor puede no tener poder más caros. Por ello, los comportamien- Con toda seguridad, uno de los trabajos
adquisitivo suficiente para adquirir un tos ecológicos más populares son aque- más significativos en el estudio del com-

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El consumidor ecológico

portamiento del consumidor ecológico tal forma que aquellas personas que
es el de Hines, Hungerford y Tomera mostraban actitudes más positivas ha-
(1986/1987). Estos autores intentaron cia el medio ambiente en general, o ha-
arrojar algo de luz sobre los contradicto- cia cuestiones ambientales más especí-
rios resultados proporcionados por la in- ficas, eran más propensas a comprome-
vestigación sobre el comportamiento terse en actividades medioambientales
ecológico, aplicando la técnica conoci- que quienes mostraban actitudes me-
da como “meta-análisis” (2). Esta meto- nos favorables. Observaron también,
dología permite la identificación de las que existía una relación ligeramente
variables asociadas con el comporta- más fuerte entre actitudes hacia accio-
miento ambiental, así como determinar nes ecológicas específicas y comporta-
la consistencia relativa de la asociación miento, que entre actitudes hacia el me-
de cada una de estas variables con el dio ambiente en general y comporta-
comportamiento ambiental. Además, miento. Este hallazgo reforzaba la hipó-
sirve para establecer la importancia de tesis defendida por otros autores de que
variables que actúan como modera- las actitudes generales pueden no ser
doras potenciales. Una variable modera- buenos predictores de comportamien-
dora puede ser cualquier variable no tos ecológicos específicos (Heberlein,
controlada directamente, que afecta a Los factores sociodemográficos testa- 1981; Schlegelmilch, Bohlen y Diaman-
la relación estudiada, atenuando los dos fueron la edad, los ingresos, la edu- topoulos, 1996), debido a que tales
efectos de las variables bajo control; por cación y el sexo, obteniendo coeficien- comportamientos específicos podrían
ejemplo, pueden ser variables modera- tes de correlación de pequeña magnitud tener sus propios predictores, como ar-
doras la diferencia en la composición de- que indicaban débiles relaciones, en lí- gumenta Balderjahn (1988).
mográfica de la muestra, las diferencias nea con los resultados obtenidos por Otro hallazgo interesante es el referen-
metodológicas de los estudios, etc. otras investigaciones (Kinnear, Taylor y te a la existencia de variables modera-
Esta técnica comienza por la recogida Ahmed, 1974). Concluyeron que los indi- doras de esta relación. Concretamente,
y análisis de los resultados de estudios viduos más jóvenes y/o con ingresos se observó una mayor correlación entre
que proporcionan evidencias empíricas más altos eran ligeramente más propen- actitud-comportamiento cuando dichos
sobre la relación a estudiar. Se transfor- sos a mostrar un comportamiento me- comportamientos eran dirigidos (por
man los resultados mediante la utiliza- dioambiental responsable que aquellos ejemplo, por un grupo ecologista con el
ción de un estadístico común (un coefi- otros más maduros y/o que tienen in- que el individuo tenía alguna relación)
ciente de correlación biserial en este ca- gresos más bajos. Y aunque señalaron que cuando era el propio individuo quien
so). Para cada estudio se analiza el es- que existía una mayor predisposición a los autodirigía.
tadístico y se calcula su media pondera- desarrollar comportamientos ecoló- –Localización del control-comporta-
da y su varianza. Posteriormente, estos gicos en las personas con mayor nivel de miento: Como era de esperar, aquellas
valores son corregidos por los errores educación, apuntaron que la dirección personas que presentaban una localiza-
debidos a las muestras y a la fiabilidad de la relación podría ser cuestionable, ción interna del control eran más pro-
de los diferentes instrumentos. Las co- contrariamente a la consistencia de re- pensas a comprometerse en acciones
rrelaciones medias resultantes y sus co- sultados obtenidos por Vicente, Ruíz, Te- de protección medioambiental que las
rrespondientes desviaciones estándar jada y Aguirre (2001) para este factor. que mostraban una localización externa.
son posteriormente examinadas e inter- Respecto al sexo, los resultados ratifi- Hemos de tener en cuenta que una per-
pretadas. caron que no existía relación entre sexo sona que presenta una localización in-
Como limitación al trabajo de estos y comportamiento ambiental (aunque terna del control considera que con sus
autores, podemos señalar el escaso nú- para esta variable Hines et al sólo exa- acciones puede cambiar el estado de las
mero de relaciones utilizadas para con- minaron cuatro trabajos). cosas y percibe las recompensas/casti-
trastar la significatividad estadística de En lo que respecta a factores psico- gos recibidos como un resultado directo
algunas de las variables analizadas. gráficos y cognitivos testaron seis cate- de su propio comportamiento. Por el
Utilizando la técnica anteriormente gorías de relaciones, llegando a las si- contrario, cuando un individuo presenta
descrita examinaron factores sociode- guientes conclusiones: una localización externa del control per-
mográficos, psicográficos y cognitivos, –Actitudes-comportamiento: Los resul- cibe las recompensas/castigos como el
extrayendo una serie de conclusiones tados revelaron la existencia de relación resultado de fuerzas externas a sí mis-
que recogemos de forma sintética. entre actitudes y comportamiento, de mo e independientes de su actuación.

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El consumidor ecológico

CUADRO Nº 1
RESULTADOS DE LA REVISIÓN DE TRABAJOS EMPÍRICOS SOBRE FACTORES SOCIODEMOGRÁFICOS
Y COMPORTAMIENTO ECOLÓGICO

NÚM. NO ESPECIFICA FRECUENCIA CORRELAC. FRECUENCIA CORRELAC. FRECUENCIA NO CORREL.


VARIABLE OBSERVAC. DIRECCIÓN CORRELAC. + +% CORRELAC. - -% NO CORREL. %

EDAD 45 10 22,2 22 48,9 13 28,9

EDUCACIÓN 46 30 65,2 0 0 16 34,8

INGRESOS 35 22 62,9 4 11,4 9 25,7

PRESTIGIO PROFESIONAL 9 7 77,8 0 0 2 22,2

RESIDENCIA 25 4 13 52,0 3 12,0 5 20,0

SEXO 40 14 35,0 6 15,0 20 50,0

ESTADO CIVIL 8 2 25,0 0 0 6 75,0

IDEOLOGÍA POLÍTICA 16 14 87,5 0 0 2 12,5

AFILIACIÓN POLÍTICA 17 9 53,0 1 5,9 7 41,1

FUENTE: Vicente, Ruíz, Tejada y Aguirre (2001).

–Compromiso (intención)-comporta- cluyeron, tanto estudios que hacían re- jada y Aguirre, 2001). Consecuentemen-
miento: Constataron que los individuos ferencia al conocimiento de aspectos re- te, nos limitaremos a exponer aquí los
que expresaban su intención de desa- lacionados con el medio ambiente y su principales resultados y conclusiones de
rrollar alguna acción relacionada con el problemática, como al conocimiento de dicha revisión, centrada fundamen-
medio ambiente mostraban mayor ten- las posibles estrategias de acción. La talmente en factores internos (sociode-
dencia a desarrollar comportamientos correlación positiva hallada refleja que mográficos y psicológicos), aunque tam-
ecológicos. aquellas personas que tienen mayor co- bién se hace referencia a los principales
–Responsabilidad personal-comporta- nocimiento sobre el medio ambiente y/o factores externos desencadenantes de
miento: Se puede definir la responsabili- sobre las acciones específicas a desa- comportamientos ecológicos.
dad personal como un sentimiento del rrollar presentan, asimismo, mayor pre- Entre tales resultados hemos de des-
deber o de obligación de la persona. Este disposición a comportarse de forma más tacar, en primer lugar que, en general,
sentido del deber, puede hacer referen- ecológica. Además, se halló la presen- los más jóvenes tienden a ser más eco-
cia al medio ambiente en general, o a un cia de una variable moderadora, relacio- lógicos. Sin embargo, existe un porcen-
aspecto concreto del mismo. Pues bien, nada con la composición muestral. Así, taje importante de casos en los que el
la conclusión a la que se llegó con el me- la correlación era mucho mayor cuando comportamiento ecológico se da en per-
ta-análisis fue que los individuos que pre- la muestra estaba formada por personas sonas mayores (22,2%). Un análisis más
sentaban cierto sentido de la responsa- relacionadas con organizaciones ecolo- detallado nos permitió averiguar que las
bilidad eran más propensos a desarrollar gistas (r = 0,691), que cuando estaba personas más maduras tienden a mos-
comportamientos ecológicos. formada por población general (r = trar actitudes más favorables hacia el
–Orientación económica-comportamien- 0,268 en el caso de adultos, r = 0,192 reciclaje, mientras que los mas jóvenes
to: La orientación económica hace re- para niños). parecen mostrar una mayor preocupa-
ferencia a la visión clásica de la teoría ción por el medio ambiente en general,
económica del individuo como un ser ra- •REVISIÓN DE TRABAJOS EMPÍRICOS hipótesis que es también avalada por
cional movido por criterios o motivacio- SOBRE EL COMPORTAMIENTO otros autores (Peattie, 1995). Por otra
nes económicas. En este sentido el me- ECOLÓGICO (VICENTE, 2001) parte, admitido que la preocupación am-
ta-análisis arroja una insignificante co- La extensión de esta revisión hace to- biental es un requisito previo para el
rrelación, en contra de lo que pudiera talmente imposible su presentación in- cambio hacia el comportamiento ecoló-
pensarse desde la perspectiva de la ra- tegral en una única publicación, por lo gico, podemos afirmar que los más jóve-
cionalidad económica. que para una profundización en el tema nes van en la dirección correcta. La em-
–Conocimiento ecológico-comporta- remitimos al lector a trabajos previos presa, cuya ofer ta sea medioambien-
miento: Para efectuar este análisis se in- ( Vicente 2001 inédito; Vicente, Ruíz, Te- talmente sostenible, deberá aprovechar

Distribución y Consumo 178


47 ENERO-FEBRERO 2003
El consumidor ecológico

CUADRO Nº 2
RESULTADOS DE LA REVISIÓN DE TRABAJOS EMPÍRICOS SOBRE FACTORES PSICOLÓGICOS
Y COMPORTAMIENTO ECOLÓGICO

NÚM. FRECUENCIA CORRELAC. FRECUENCIA CORRELAC. FRECUENCIA NO CORREL.


VARIABLE OBSERVAC. CORRELAC. + +% CORRELAC. - -% NO CORREL. %

ACTITUD 30 21 70,0 2 6,6 7 23,3

EFICACIA PERCIBIDA 19 17 89,5 0 0 2 10,5

LOCALIZACIÓN DEL CONTROL 5 5 100,0 0 0 0 0

ALIENACIÓN 9 4 44,4 1 11,1 4 44,4

EXPERIENCIA 5 5 100,0 0 0 0 0

FUENTE: Vicente (2001).

y afianzar esa sensibilización de los más encontradas no permiten realizar afirma- cupación ambiental sea un aspecto ex-
jóvenes para que se complete el proceso ciones tajantes. clusivo de un grupo social determinado.
de cambio hacia el comportamiento de Con un abrumador 87,5%, se verifica Aun cuando las variables socioeconó-
compra ecológico. la hipótesis de que las personas que po- micas explican una parte muy pequeña
Se confirma la hipótesis de que las seen una ideología liberal o progresista de la varianza, la importancia de su in-
personas con mayor nivel educativo pre- tienden a ser más ecológicas que las clusión en cualquier estudio sobre el
sentan una sensibilización y un compor- que tienen una ideología conservadora, consumidor ecológico viene dada por su
tamiento más ecológico (65,2%). Como mientras que la afiliación política no es objetividad en la segmentación de mer-
además no se ha encontrado ninguna co- una variable que sirva para discriminar cados, ya que son fácilmente medibles y
rrelación negativa, se puede sostener al consumidor ecológico. permiten identificar y localizar a dicho
que la dirección de la relación es con- Podemos concluir que las débiles rela- consumidor.
sistente. Igualmente, se verifica una ma- ciones encontradas en la mayoría de los Las actitudes favorables hacia la pro-
yor propensión hacia la preocupación y trabajos analizados, apoyan la hipótesis tección del medio ambiente predisponen
comportamientos pro-ecológicos en las de que los factores sociodemográficos al comportamiento ecológico. Sin em-
personas con mayor nivel de ingresos no son, en general, buenos predictores bargo, se constata que la actitud gene-
(62,9%). En lo que respecta al prestigio del comportamiento ecológico. ral hacia el medio ambiente no es un
profesional, el reducido número de aso- Una posible explicación a este hecho buen predictor de comportamientos
ciaciones examinadas (un total de 9) podría ser que la preocupación ambien- ecológicos concretos, como ya sugería
nos hacen ser cautelosos. De modo que tal está ya muy difundida entre el públi- el meta-análisis de Hines et al
estos resultados deben tomarse más co- co y se extiende a todos los segmentos (1986/1987).
mo un punto de referencia que como una de la población, diluyéndose por ello la Las correlaciones negativas refleja-
prueba concluyente. No obstante, el he- capacidad de predicción de estas varia- das en el cuadro nº 2 podrían venir expli-
cho de que no se hayan encontrado co- bles, tal y como sugieren Jakson, Olsen, cadas en parte por esta razón y, ade-
rrelaciones negativas sugiere que las Granzin y Burns (1993). más, por la existencia de variables mo-
profesiones que gozan de mayor presti- De hecho, se constata un cambio de deradoras entre actitud y comporta-
gio social presentan una predisposición tendencia a lo largo del tiempo, ya que miento ecológico. Una de esas variables
más favorable hacia los problemas y en los trabajos más recientes encontra- moderadoras es la eficacia percibida, ya
comportamientos medioambientales. mos comparativamente muchos más ca- que si el individuo cree que su actuación
Por otra parte, se observa una marca- sos de no correlación entre factores so- es eficaz en la lucha contra el deterioro
da tendencia a ser más ecológico en los ciodemográficos y comportamiento eco- medioambiental obtiene correlaciones
residentes urbanos. Las evidencias no lógico, o preocupación medioambiental actitudes-comportamiento más altas,
permiten sostener que el sexo sea una como paso previo al comportamiento, que si considera que su actuación no va
variable discriminatoria del comporta- que en los primeros trabajos de los años a cambiar la situación (Berger y Corbin,
miento ecológico y tampoco parece ser- 70. En línea con esta idea, Cotgrove 1992). Por tanto, la capacidad predicti-
lo el estado civil, aunque en este último (1982) afirma que existen pocas eviden- va de las actitudes depende significati-
caso el reducido número de relaciones cias que permitan sostener que la preo- vamente de la eficacia percibida.

Distribución y Consumo 178


48 ENERO-FEBRERO 2003
El consumidor ecológico

cia, 1998), o dependencia del individuo


CUADRO Nº 3 de la posesión de bienes, o del estatus
FACTORES CONDICIONANTES EXTERNOS DEL COMPORTAMIENTO social (Scherhorn, 1993), predisponen
al individuo a favor o en contra de la ac-
1. FACTORES DEL MACROENTORNO tuación medioambiental.
Centrándonos en los factores externos
• ENTORNO ECONÓMICO, POLÍTICO Y LEGAL
determinantes del comportamiento eco-
• CULTURA Y SUBCULTURAS
lógico podemos dividirlos en cuatro gru-
2. FACTORES DEL MICROENTORNO pos, como se muestra en el cuadro nº 3.
• FAMILIA Dentro de los factores del macroentor-
• INFLUENCIAS INTERPERSONALES no, algunos trabajos señalan a la legisla-
ción y a la cultura como los que ejercen
• CLASE SOCIAL
una mayor influencia sobre la decisión
3. FACTORES SITUACIONALES
de compra ecológica (Calomarde,
4. VARIABLES DE MARKETING 1992). Si bien en lo que respecta a la le-
gislación es evidente su influencia sobre
FUENTE: Elaboración propia.
comportamientos medioambientales,
en el caso de la cultura no podemos
Todos los casos analizados confirman personal (Stern, Dietz y Black, 1986; De aportar un juicio contundente, especial-
que el comportamiento ecológico está Young, 1986; Simmons y Widmar, 1990; mente por la escasez de trabajos exis-
relacionado con una localización interna Taylor y Todd, 1995; Duron Miranda, tentes al respecto y con resultados no
del control, resultados que coinciden de 2000). El conocimiento tiene un efecto siempre coincidentes.
nuevo con los del meta-análisis. Se ha pequeño, aunque consistente sobre el En lo que se refiere a los factores del
verificado, asimismo, que este factor es- comportamiento ecológico (Rao y Mon- microentorno, existen evidencias empí-
tá estrechamente relacionado con la efi- roe, 1988; MacEvoy, 1992; Stone, Bar- ricas que ponen de manifiesto la impor-
cacia percibida (Henion y Wilson, nes y Montgomery, 1995). tancia de las influencias sociales para el
1976), de tal manera que la persona que Pero no es el simple conocimiento so- desarrollo de determinados comporta-
posee un control interno cree que sus bre un problema medioambiental el que mientos ecológicos. Concretamente, en
acciones pueden contribuir a la mejora incita al consumidor a desarrollar un el caso del reciclaje, la presión social
ambiental. comportamiento ecológico, sino tam- parece ser un factor muy poderoso, ya
Se ha constatado también que las ex- bién, y especialmente, el conocimiento que a medida que un grupo de vecinos
periencias pro-ambientales directas es- de las estrategias de acción para afron- empieza a reciclar, suele resultar emba-
timulan al individuo, fortaleciendo sus tarlo (Kok y Siero, 1985; Hines, Hunger- razoso para el resto no hacerlo (Saliman-
actitudes ecológicas y favoreciendo su ford y Tomera, 1986/87; Schann y Holzer do, 1987). Otras investigaciones consi-
traslación a comportamientos de com- 1990; Vining y Ebreo, 1990). Además, se deran a la pareja y a los niños como las
pra ecológica u otros comportamientos ha constatado que lo realmente impor- personas de referencia más importantes
pro-ambientales (Berger y Kanetkar, tante a la hora de actuar, no es tanto lo en el comportamiento ecológico (Kok y
1995) y, además, refuerzan la eficacia que el consumidor sabe realmente sobre Siero, 1985; Easterling, Miller y Wein-
percibida. Por último, en lo que se refie- el problema medioambiental considera- berger, 1995) seguidos de los amigos,
re a la alineación, no se puede sostener do y su solución (conocimiento objetivo), mientras que los famosos, líderes de opi-
la hipótesis de que sea un factor discri- sino lo que él cree saber (conocimiento nión, e instituciones son considerados
minante del comportamiento ecológico. subjetivo) (Amyx, Dejong, Chakraborty, menos influyentes (Kok y Siero, 1985).
Otros factores psicológicos influyen- Lin y Wiener, 1994). Otro factor del microentorno objeto de
tes en el comportamiento ecológico, pe- Por último, en lo que a factores psico- análisis es la clase social. Se considera
ro cuyos resultados no aparecen refleja- gráficos se refiere, algunos trabajos con- que el comportamiento ecológico está
dos en el cuadro nº 2, son las motivacio- trastan la influencia del estilo de vida so- positivamente correlacionado con la cla-
nes, el conocimiento y los factores psi- bre el consumo ecológico, poniendo de se social, como indicador de educación,
cográficos. Respecto a las primeras, hay manifiesto que determinados factores ingresos y profesión. Aunque existen
que destacar que tras el comportamien- como grado de equilibrio entre vida pri- evidencias empíricas que muestran una
to ecológico subyacen motivaciones al- vada y profesional, preocupación por la mayor predisposición a comportamien-
truistas y sociales, relacionadas, a su salud, concienciación por los aspectos tos ecológicos en las clases sociales
vez, con sensaciones de satisfacción medioambientales (Sánchez, Gil y Gra- más altas (Balderjahn, 1988; Garcés,

Distribución y Consumo 178


49 ENERO-FEBRERO 2003
El consumidor ecológico

Pedraja y Rivera, 1995), otros trabajos Dentro de los factores internos y, más
sugieren que la clase social no tiene in- concretamente, de los factores sociode-
fluencia (Balderjahn, 1988; Bohlen, Dia- mográficos, cabe destacar que, en gene-
mantopoulos y Schlegelmilch, 1993). ral, una menor edad, un mayor nivel de in-
No obstante, no se han encontrado evi- gresos y de educación, residir en zona ur-
dencias de que las clases sociales más bana, unido a una ideología progresista,
bajas sean más ecológicas, o viceversa, predispone favorablemente a la compra
lo que es bastante coherente, debido a ecológica u otro tipo de comportamiento
su menor nivel de ingresos y educación, respetuoso con el medio ambiente.
variables que sí influyen en el comporta- En lo que respecta al perfil psicológi-
miento ecológico, como hemos visto. co, es reseñable que las personas que
Centrándonos en los factores situa- presentan una localización interna del
cionales, cabe señalar que el producto control tienden a percibir que sus actos
ecológico puede percibirse de forma dis- pueden cambiar determinadas situacio-
tinta según las situaciones de compra y nes. Si además estiman que su compor-
situaciones de uso o de consumo en que medio ambiente, aunque habitualmente tamiento puede contribuir a la mejora del
se halle el consumidor (Kenneth y Ginte, no lo adquiera para sí mismo. medio ambiente (es decir, presentan una
1979). El comportamiento ecológico de- Finalmente, es obvio que las variables eficacia percibida positiva), probable-
pende, por tanto, de cómo, cuándo, dón- de marketing influyen en el comporta- mente desarrollarán una actitud favora-
de y por qué va a desarrollarse. miento ecológico, en la medida en que a ble hacia el comportamiento ecológico.
La situación en la que se halle el con- través de dichas variables se trata de sa- Y si a esta actitud favorable, le añadimos
sumidor puede influir considerablemente tisfacer lo mejor posible los deseos y una dosis suficiente de motivación, un
en la compra ecológica. Así, en general, preferencias del consumidor. Entre tales conocimiento de las posibles soluciones
aspectos como el tipo de producto com- preferencias se encuentran actualmen- y unos valores personales y estilo de vida
prado, marca, cantidad, o el tipo de es- te las ecológicas, al menos para una par- compatibles con la protección del medio
tablecimiento donde se adquiere, pue- te del mercado. Además, dichas varia- ambiente, nos hallaremos ante un consu-
den variar en función de que el producto bles también son capaces de influir so- midor ecológico efectivo, o en potencia.
se compre para uno mismo o para un ter- bre el conocimiento ecológico, de modi- Las influencias sociales –familia, veci-
cero, esté a precio normal o de promo- ficar los deseos y preferencias y, por tan- nos, amigos, etc.– junto a los estímulos
ción, sea fácilmente accesible o no. El to, pueden cambiar los gustos y necesi- de marketing y las señales del entorno
producto adquirido puede ser diferente dades de los consumidores no ecoló- económico, político y legal, constituyen
según esté destinado a consumirse en el gicos hacia productos más respetuosos una fuente de información que es inter-
hogar o en viajes, por la familia o por in- con el medio ambiente, o incrementar el nalizada por el consumidor. Una vez pro-
vitados, influyendo también el momento nivel de consumo de los actuales consu- cesada la información, es decir, las se-
u ocasión de consumo (verano, invierno, midores ecológicos. ñales que llegan al individuo, tanto inter-
día, noche). nas como externas, se puede producir el
Pues bien, trasladando lo anterior al UN MODELO GENERAL DEL reconocimiento del problema: deterioro
campo ecológico, podemos establecer, COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR medioambiental o falta de calidad am-
que el hecho de que un producto ecoló- ECOLÓGICO biental, manifestándose la necesidad de
gico determinado no esté disponible en Tras el análisis efectuado, y a la luz de una mayor protección del medio ambien-
el establecimiento donde el consumidor los resultados de las diferentes investi- te. El siguiente paso consistirá en bus-
ecológico realiza habitualmente sus gaciones, creemos estar en disposición car una solución al problema, ofreciendo
compras puede inducirle a adquirir un de proponer un modelo de compor ta- una respuesta. Para ello, el consumidor
producto no ecológico. Mientras que si miento del consumidor ecológico. buscará información sobre las alternati-
se halla de viaje o de vacaciones podría Según nuestro modelo, el comporta- vas a su alcance. Normalmente, esta
adquirir productos no ecológicos, como miento ecológico viene determinado por búsqueda será más intensa en la medida
los desechables, por su mayor comodi- factores internos (perfil sociodemográfi- en que el riesgo percibido de la compra o
dad, o decidir no reciclar por los incon- co y psicológico del consumidor), ade- comportamiento ecológico a desarrollar
venientes que representa este compor- más de por factores externos (influen- sea mayor. Seguidamente, el consumi-
tamiento. Igualmente, el consumidor po- cias sociales y del entorno político, eco- dor procederá a evaluar las diferentes al-
dría adquirir un producto ecológico para nómico y legal, estímulos de marketing ternativas, considerando también el ries-
regalar a un amigo preocupado por el y factores situacionales). go inherente a cada una de ellas.

Distribución y Consumo 178


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El consumidor ecológico

GRÁFICO Nº 2
MODELO DE COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR ECOLÓGICO

FACTORES SOCIODEMOGRÁFICOS
EDAD, INGRESOS, EDUCACIÓN,
RESIDENCIA, IDEOLOGÍA
MOTIVACIONES
TRATAMIENTO DE
INTRÍNSECAS, ALTRUISTAS,
LA INFORMACIÓN
SATISFACCIÓN PERSONAL
FACTORES
PSICOLÓGICOS

EFICACIA
PERCIBIDA ACTITUDES
ESPECÍFICAS, INTENSIDAD
DE LA ACTITUD INFLUENCIAS SOCIALES
RECONOCIMIENTO DE
FAMILIA (NIÑOS), AMIGOS
LA NECESIDAD
(CALIDAD AMBIENTAL)

LOCALIZACIÓN FACTORES
DEL CONTROL ESTÍMULOS DE MARKETING
DE PERSONALIDAD
INTERNA 4 P’s

RESPUESTA:
ENTORNO ECONÓMICO- • BÚSQUEDA ALTERNATIVAS
FACTORES POLÍTICO-LEGAL • EVALUACIÓN ALTERNATIVAS
PSICOGRÁFICOS • DECISIÓN COMPRA/NO COMPRA,
RECICLAJE, ETC.
• SENSACIÓN POSCOMPRA
FACTORES
FACTORES COGNITIVOS SITUACIONALES
CONOCIMIENTO SUBJETIVO
EXPERIENCIA DIRECTA

INFLUENCIAS EXTERNAS INFLUENCIAS INTERNAS PROCESO REALIMENTACIÓN

FUENTE: Elaboración propia.

Por último, decidirá si procede o no te al aprendizaje y a la eficacia percibida dista de ser la panacea para determinar
comprar el producto ecológico, o poner del consumidor. Si la experiencia resulta el perfil del consumidor de una marca o
en práctica el comportamiento conside- satisfactoria y el consumidor percibe producto ecológico concreto.
rado. No obstante, puede haber factores que su comportamiento es positivo para Para que un modelo de comportamien-
situacionales que modifiquen la decisión la preservación del medio ambiente se to sea válido debe adaptarse bien a la re-
adoptada o a adoptar. Por ejemplo, el generará un reforzamiento de dicho alidad y complejidad de cada situación.
consumidor puede haber decidido adqui- comportamiento, pudiéndose generar le- No podemos olvidar, en este sentido,
rir un determinado producto ecológico, y altad a la marca en el caso concreto de que la realidad es siempre más compleja
desistir porque no está disponible en los compra de productos ecológicos. Por el que los supuestos e hipótesis utilizados
lugares donde habitualmente realiza sus contrario, si la experiencia resulta nega- para sintetizarla.
compras, o porque su presupuesto es in- tiva se iniciaría de nuevo todo el proceso En consecuencia, nuestro modelo,
suficiente. (búsqueda de alternativas...). como simplificación de esa realidad, y
Las sensaciones post-compra (o el a pesar de haberse desarrollado sobre
post-comportamiento, si estuviéramos VALIDEZ Y LIMITACIONES DEL MODELO la base de los resultados hallados a lo
ante una situación diferente a la com- La utilización de modelos de comporta- largo de años de análisis y contrasta-
pra) influyen nuevamente sobre el proce- miento, como el que aquí proponemos, ciones empíricas, no está exento de li-
so de decisión, afectando principalmen- presenta importantes limitaciones, y mitaciones.

Distribución y Consumo 178


51 ENERO-FEBRERO 2003
El consumidor ecológico

Así, las diferentes variables que apare- modelo de comportamiento ecológico,


NOTAS
cen recogidas en él no influyen con la que recoge las variables que inciden en
(1) En las etapas previas, es decir, para des-
misma intensidad en el comportamiento el mismo, así como sus relaciones. No
pertar la sensibilización del público hacia el
ecológico, como hemos ido comentando obstante, la prudencia nos induce a reco- medio ambiente y transformar esa preocupa-
a lo largo de este trabajo; incluso para mendar su utilización únicamente como ción en actitudes favorables hacia los proble-
casos concretos pueden existir variables guía o punto de referencia para un primer mas medioambientales, es primordial la labor
de las instituciones públicas.
no recogidas en el modelo o, por el con- contacto o acercamiento al conocimien-
(2) El meta-análisis es un término aplicado a
trario, pueden aparecer en el mismo y no to del consumidor ecológico, siendo de-
grupos de métodos estadísticos precisos y
ejercer una influencia significativa en un seable para cada caso concreto un análi- explícitos, diseñado para integrar los resulta-
comportamiento ecológico específico. sis del mismo que se adecue a sus parti- dos empíricos de estudios concernientes a
cularidades. Por tanto, creemos que su una misma relación. Es, por tanto, una técni-
ca más avanzada que el método tradicional-
CONCLUSIONES mayor utilidad reside en servir de guía o
mente empleado de revisiones de la literatura
Los aparentemente contradictorios re- punto de referencia sobre los aspectos a a través del discurso narrativo subjetivo.
sultados de la investigación empírica en considerar en investigaciones sobre el
el campo medioambiental parecen res- comportamiento ecológico. ■
ponder a un incorrecto empleo de las
técnicas de análisis, que van desde la in- Mª SOLEDAD AGUIRRE GARCÍA
correcta composición o selección de la COVADONGA ALDAMIZ-ECHEVARRÍA
muestra, hasta la inadecuada especifi- GONZÁLEZ DE DURANA
cación de las relaciones entre variables, JON CHARTERINA ABANDO
entre otros factores AZUCENA VICENTE MOLINA
A pesar de ello, basándonos en la evi- Facultad de C. Económicas y Empresariales
dencia empírica, hemos propuesto un Universidad del País Vasco
El consumidor ecológico

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