Está en la página 1de 4

1.

Técnica para hacer la cama desocupada

Colocación de la sábana bajera

Colocar la ropa que se va a utilizar para hacer la cama sobre el sillón del enfermo.

Utilizando ambas manos, coger la parte superior de la colcha y doblarla hacia el centro y
realizar el mismo procedimiento con el borde inferior. A continuación, proceder a retirarla. En
caso de que no se vaya a volver a colocar se introduce sin airearla en la bolsa que se ha
preparado para echar la ropa sucia.

La manta y la sábana superior se retiran de igual forma que la colcha.

Para quitar la entremetida, se coge ésta por el centro de los bordes superior e inferior.

Para quitar la sábana bajera hay que seguir el mismo procedimiento empleado para la
entremetida.

Una vez que se haya retirado toda la ropa, hay que lavarse las manos.

A continuación, se extiende la sábana bajera sobre la cama de tal manera que no queden ni
pliegues ni arrugas que puedan contribuir a la formación de úlceras por decúbito y a que el
enfermo se sienta incómodo. Las esquinas se doblan en forma de mitra, inglete o pico.
Seguidamente se procede a remeter los lados.

El procedimiento a seguir para realizar la esquina de mitra o inglete es el que a continuación


se detalla:

Remeter la sábana en la parte de la cama en la que se quiera realizar la esquina.

Levantar la sábana para formar un triángulo.

Traer hacia abajo la parte superior del triángulo.

Remeter la parte que queda debajo del colchón.

Colocación de las demás piezas

Una vez tengamos ya colocada la sábana bajera, se continuará de la siguiente forma:

Lo primero que haremos será extender de forma transversal el hule en el centro de la cama (el
borde superior debe de quedar de 30 a 37 cm de la cabecera de la cama) y con los lados
remetidos.

Encima del hule colocaremos la entremetida, de forma que lo cubra completamente (la
finalidad de ambos es evitar que el enfermo moje la sábana inferior).

El siguiente paso consistirá en desdoblar la sábana encimera, empezando desde la cabecera


hacia los pies de la cama. Si lo que vamos a hacer es una cama cerrada doblaremos entonces
las esquinas en forma de mitra y remeteremos los laterales. Por contra, si lo que vamos a
realizar es una cama abierta, sólo doblaremos la esquina en forma de mitra.

Es conveniente la realización de un pliegue a los pies de la cama o bien aflojar la sábana, con la
finalidad de que el enfermo pueda mover sus pies.
A continuación, colocaremos la manta sobre la sábana encimera, realizando también las
esquinas de mitra y el pliegue. El borde superior de la manta debe quedar a unos 15 cm del
cabecero de la cama.

Colocar la colcha de forma que el pliegue superior de la colcha se extienda aproximadamente


2,5 cm más allá de la manta. Remeter el borde superior por debajo de la manta.

Realizar el mismo procedimiento del paso 4 para la colcha.

Doblar la parte superior de la sábana de arriba sobre la colcha formando un embozo de unos
15 cm aproximadamente.

Colocar la funda de almohada.

Si la cama está asignada a un paciente, doblar hacia detrás la ropa de arriba hacia un lado o
bien hacia el centro de la cama.

Eliminar la bolsa de la ropa sucia según la política del centro.

Por último, lo que tenemos que hacer es lavarnos las manos o cambiarnos de guantes, para
evitar la transmisión de microorganismos.

2. las condiciones medioambientales que utilicemos para ello deban estar controladas. Dentro
de estas condiciones, los factores que más repercuten en el bienestar del paciente son los
atmosféricos como la temperatura, humedad y el aire; los de iluminación y las relacionadas
con el ruido.

La humedad es la cantidad de agua que tiene el aire del ambiente. Los valores óptimos para el
bienestar de las personas oscilan entre el 40 y el 60% de humedad. También puede controlarse
con unos dispositivos denominados higrómetros.

Del aire hay que controlar su movimiento y pureza. Esto se hará mediante los procedimientos
de ventilación de la habitación. Para ello debemos abrir las ventanas y la puerta durante 10 o
15 minutos y, siempre que se sea posible, mientras se limpia y se arregla la cama. Hay que
tener en cuenta que debe evitarse que al paciente le lleguen directamente las corrientes de
aire por lo que algunas veces se disponen biombos entre la ventana y la cama del paciente. En
grandes residencias, esta ventilación suele estar controlada a través de sistemas de control de
temperatura.

Unas condiciones de luz adecuadas reportan a los pacientes muchos beneficios, incluso en su
estado de ánimo. La iluminación puede controlarse a través de luz natural, es decir, la
procedente del sol, y la luz artificial o eléctrica. La natural es la que demuestra mejores
propiedades e incluso puede llegar a ofrecer en algunos estados patológicos eficacia
terapéutica. Para su obtención se hace necesaria la existencia de ventanas de un tamaño
considerable. En el caso de la luz artificial o eléctrica, podremos hacer uso de ella a través de
focos situados en el techo de la habitación y en la cabecera de la cama. Además, durante la
noche debe haber una luz auxiliar o piloto encendido que ayude al paciente en su orientación
en la oscuridad. En los centros sanitarios, también suele disponerse de otra luz, cercana al
paciente, con la función de interruptor de demanda de asistencia y, que también debe estar
iluminado, por si esta asistencia fuese necesaria con la habitación a oscuras durante la noche.
Es conocido por todos, que el ruido puede llegar a producir fatiga física y psicológica. Es por
ello por lo que debemos conseguir un ambiente tranquilo y silencioso en el entorno del
paciente. Para conseguirlo podemos seguir una serie de normas generales como:

Controlar que el tono de voz no sea demasiado alto.

No arrastrar el mobiliario.

Utilizar calzado de suela de goma.

Controlar el uso de teléfonos, televisores, radios, etc.

3. ¿Qué harán con el desorden de la habitación?

Primero se pondrá la habitación a ventilar abriendo las ventanas, mientras se va recogiendo la


ropa sucia para una bolsa, también la ropa sucia de la cama.

Si hay objetos tirados en el suelo se pondrá en su sitio.

Se procederá a hacer la cama con la técnica anteriormente dicha.

Se limpiará el polvo y el suelo.

Se cerrará las ventanas antes de salir.

4. Explica los diferentes colchones que podemos encontrar en el medio sanitario y especifica
cuál sería más conveniente para este usuario y por qué.

Superficies estáticas

Colchonetas-cojines estáticos de aire

Colchonetas-cojines de fibras especiales (siliconadas)

Colchonetas de espumas especiales

Colchones-cojines viscoelásticos

Superficies dinámicas

Colchones-colchonetas-cojines alternantes de aire

Colchones-colchonetas alternantes de aire con flujo de aire

Camas y colchones de posicionamiento lateral

Camas fluidificadas

Camas bariátricas

Camas que permiten el decúbito y la sedestación

Paciente de riesgo bajo: Preferentemente superficies estáticas (colchonetas-cojines estáticos


de aire, colchonetas-colchones cojines de fibras especiales, colchones de espuma especiales,
colchonetas-cojines viscoelásticos…).
Pacientes de riesgo medio: Preferentemente superficies dinámicas (colchonetas alternantes
de aire de celda medias…) o superficies estáticas de altas prestaciones (colchones de espuma
especiales, colchones-colchonetas

viscoelásticos).

Pacientes de riesgo alto: Superficies dinámicas (colchones de aire alternante, colchonetas de


aire alternante de grandes celdas).

Los pacientes de riesgo medio y alto deberán utilizar un cojín con capacidad de reducción de
la presión mientras estén en sedestación.

También podría gustarte