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Evaluación Psicosocial, informe trimestral.

Causa judicial: X-120-2020

I) Identificación.

Nombre del niño: Miguel C.G.


Edad del niño: 4 años 8 meses.
Fecha de nacimiento: 4 de abril 2016
Centro Educacional: Escuela Semillas de Paz.
Nivel educacional: Primer Nivel Transición (Pre-Kínder).
Cédula de identificación: 29.343.XXXX-X

Nombre de la madre: Julia G.R.


Edad de la madre: 29 años.
Cédula de identificación: 20.142.XXX-X

Nombre del padre: Román C.T.


Edad del padre: 30 años.
Cédula de identificación: 21.224.XXX-X

Dirección del sistema parental: El pimiento, S/N, villa el almendra, El Valle.


Referencia: Casa azul con reja negra.

Edad del niño al ingresar a la residencia: 4 años 5 meses.


Tiempo de permanencia en la residencia: 3 meses.

Causal de ingreso: Negligencia parental.


Equipo profesional a cargo del caso: T.S Leyla C. Ps. Nicolás G.
II) Objetivo de la evaluación:

Informar al tribunal de familia el estado de avance trimestral respecto a la medida de


protección a favor del niño Miguel C.G causa X-120-2020, cédula de identidad
29.343.XXXX-X.

III) Procedimientos y metodología utilizada:

a) 4 de abril: Entrevista al sistema parental, sesión en la residencia; a cargo de T.S y Ps.


b) 14 de abril: Visita domiciliaria a los padres; a cargo de T.S.
c) Sesiones semanales entre abril-julio: Entrevistas al niño; a cargo de Ps.
d) 14 de abril: Entrevista a vecinos, en visita domiciliaria a la comunidad; a cargo de T.S.
e) 20 de mayo: Visita y entrevista a profesionales del establecimiento educacional de
Miguel; a cargo de Ps.
f) 27 de mayo: Visita domiciliaria de Miguel al hogar de sus padres; a cargo de T.S y Ps.
g) 29 de mayo: Entrevista a cuidadora de trato directo; a cargo de T.S.
i) 7 de junio: Microanálisis de sesión vincular de los padres con Miguel, en la residencia; a
cargo de T.S y Ps.
h) 11 de junio: Reunión de análisis de caso con centro de rehabilitación de los padres; a
cargo de T.S.
i) 15 de junio: Análisis de caso y evaluación familiar mediante NCFAS G+R; a cargo de T.S
y Ps.

IV) Antecedentes relevantes.

Miguel ingresa a la residencia mediante sentencia de Tribunal de Familia, Causa X-120-2020.


Consta de una denuncia, parte policial F-202-A-39-I, la cual señala que Miguel sería víctima
de negligencia parental y situación de uso y abuso de alcohol de los padres. Los vecinos,
quienes realizan la denuncia, refieren que desde hace algunos meses han visto deambular a
Miguel durante el día por las calles de la población, interactuando con desconocidos,
escalando árboles y cruzando calles sin supervisión alguna. Los vecinos, señalan que los
padres a veces regañan fuertemente a Miguel, denostándolo por sus conductas y que se
escucha al niño llorar y nadie que lo contenga. Tras esta denuncia, servicios sociales realizan
una evaluación proteccional, y el tribunal de familia dictamina la remoción de los cuidados
del niño de sus padres, ingresando a la residencia “Criando una cultura de paz”.

V) Resultados de la evaluación familiar.

A continuación, se entregarán los resultados globales sopesados mediante la escala NCFAS


G+R, conjunto a un reporte de las principales fortalezas y debilidades en los distintos
dominios que comprende la escala.

A. Entorno: Problema Leve.


Comprende las subescalas de Estabilidad de la Vivienda, Seguridad en la Comunidad,
Riesgos del entorno, Habitabilidad de la Vivienda, Higiene Personal, Entorno de
Aprendizaje y Entorno General.

Al evaluar la situación habitacional de doña Julia y don Román, los padres refieren que
previamente presentaron problemas menores para regularizar aspectos jurídicos de su
propiedad, no obstante, lograron resolverlos satisfactoriamente, concluyendo que su
vivienda actual no se encuentra amenazada, constituyéndose en un recurso del sistema
familiar. De igual modo, se destaca positivamente que habitan en una comunidad libre de
disturbios o conflictos, lo cual otorga la oportunidad ambiental que los miembros de la
comunidad puedan pasar el tiempo afuera. Finalmente, son positivos los reportes de testigos
vecinales en cuanto a la higiene del niño, ya que no existen antecedentes de dificultades de
ropa inapropiada o de observar a Miguel desarreglado mientras estaba al cuidado parental.

Sin perjuicio de lo anterior, si bien es una comunidad libre de violencia comunitaria, no está
libre de riesgos ambientales, existiendo la presencia de alta congestión de tráfico vehicular
y un basural cercano. Lo anterior, sumado a la disminuida capacidad de los cuidadores para
detectar estos riesgos, se constituye en un factor de riesgo para la seguridad del niño. De
igual modo se destaca negativamente ciertas situaciones de insalubridad pesquisadas en
visitas domiciliaras iniciales, incluyendo basura es espacios de la cocina, sumado a peligros
al alcance de Miguel, tales como útiles de aseo y herramientas. Finalmente, se identifica
como una dificultad la baja atención que los padres del niño han invertido en su etapa del
desarrollo, justificado por el poco tiempo que los padres reportan tener, sumado de un
bajo involucramiento con la escuela de Miguel. De este modo, se concluye que el entorno
de la familia es un problema leve que debe ser abordados.

B. Competencias Parentales: Problema Moderado.


Comprende las subescalas de Supervisión del niño, Prácticas disciplinarias, Entrega de
oportunidades de desarrollo, Uso de drogas/alcohol que interfieren con la parentalidad,
Estimulación Parental de la Educación, Control de Acceso a Materiales de Lectura y
Medios, Literacidad del Progenitor.

Se destaca positivamente que ambos padres de Miguel posean escolaridad completa y


competencias de lectoescritura, no obstante, la lectura de cuentos o libros no se identifica
como parte de su rutina familiar: sin embargo, ambos reconocen la necesidad de acceder a
literatura para un desarrollo positivo, por lo cual puede ello puede constituirse en un
recurso. Sin perjuicio de lo anterior, se cuenta con antecedentes de que existe un cambio
negativo en el apoyo directo de los padres en las tareas escolares y el involucramiento hacia
niño, abandonando sus funciones de acompañamiento y monitoreo en el proceso escolar
durante el primer semestre del presente año, no asistiendo a las reuniones, y no
garantizando la asistencia del niño a la escuela, conducta que sí estaba instalada el año
anterior. Este cambio puede atribuirse a los problemas de abuso de alcohol del sistema
familiar, los cuales se agudizaron en el padre en el primer semestre -quien ya tenía un
historial de abuso previo-, y que en la madre inició con posterioridad- afectando
negativamente la habilidad de ambos para criar a Miguel. Esta conducta de abuso de alcohol
movilizó al sistema de protección a remover los cuidados del niño. No obstante, se destaca
positivamente que ambos padres han iniciado un proceso de rehabilitación tras el inicio de
la causa proteccional.

Si bien la conducta de abuso de alcohol se agudiza e instala en el sistema familiar hace 6


meses, existen otros factores de riesgo preexistentes para el desarrollo de Miguel que no
se explican por este patrón, pero sí se ven agudizados, tales como la falta de apoyo de los
padres para buscar oportunidades comunitarias que promuevan su desarrollo, tales como
actividades deportivas o extraprogramáticas, entre otras. En cuanto a la disciplina parental
ejercida por el sistema familiar, se identifica una inconsistencia en el abordaje de la
regulación del estrés del niño, oscilando entre polos de indulgencia y conductas punitivas,
concluyéndose que existe desacuerdo entre ambos padres en las estrategias y prácticas
disciplinarias. Se identifica además una falta de supervisión de los padres con Miguel, pues
según señalan los antecedentes entregados por la comunidad el niño deambulaba sólo en el
barrio los fines de semana. Además, los padres reportan que los fines de semana cuando
ellos salían, Miguel dormía sólo en el hogar, lo que da cuenta de que no consideraban los
sentimientos de seguridad y necesidades del niño Actualmente no se cuenta con
información sobre si don Román y doña Julia intentaban controlar el acceso a los medios y
contenidos de su hijo, en cuanto a protección de materiales violentos o sexualmente
explícitos. Sopesando estos antecedentes, se concluye que las competencias parentales del
sistema parental son un problema moderado, que deben ser intervenidas.

C. Interacciones Familiares: Problema Leve.


Comprende las subescalas de Vínculo con el niño, Comunicación con el niño,
Expectativas sobre el niño, Apoyo mutuo dentro de la familia, Relación entre los
progenitores y cuidadores, Rutinas y rituales familiares, Recreación familias y actividades
lúdicas.

En cuanto a las interacciones familiares, esta área es una de las más comprometidas
negativamente del funcionamiento familiar, sin poder identificar actualmente recursos. En
primer lugar, desde la escuela reportan que los padres de Miguel eran cálidos y afectuosos
con el niño, no obstante, ambos cuidadores admiten el cambio y reportan sentir culpa por
haber perdido el cuidado de su hijo. En intervención con los padres y reflexionando sobre
lo ocurrido, por ejemplo, don Román refiere “soltamos nuestras responsabilidades como
padres, ya ni regaloneábamos con el Migue…”. De igual modo, don Román reporta que el
consumo de alcohol ha sido motivado en parte por las tensiones en la relación de pareja
con Julia, lo que ha aumentado los conflictos conyugales y ha generado dificultades de
comunicación que escalan a conflictos verbales. Se identifica también escasas oportunidades
recreativas que despresuricen el sistema familiar, no contando con momentos de recreación
o de juego, acomodando el tiempo familiar para las necesidades recreativas de los adultos,
tales como salir a beber alcohol con los amigos los fines de semana, lo cual es en perjuicio
de las necesidades del niño y sus necesidades de recreación y esparcimiento saludables y
sensibles a su desarrollo. Al abordar la estructura familiar, se identifica una ausencia de
rutinas, existiendo una impredecibilidad y falta de rituales que faciliten desarrollar un sentido
de pertenencia a la familia.

Al entrevistar a Miguel, reiteradas veces menciona que el padre era un “gritón cabezón”,
aludiendo a que constantemente lo retaban con severos sermones, identificando en los
padres una incapacidad para poder comunicarse de manera efectiva y afectuosa. Lo anterior
también se vincula con las dificultades que presentan los cuidadores respecto a mantener
expectativas realistas sobre Miguel, demostrando una baja comprensión del entendimiento
del niño y de sus capacidades, verbalizando justificaciones como “sí pues señorita, sabemos
que Miguel no debería andar solo en la calle, pero él sabe que podía ir a la casa de la Rosita o
de don Joaco para pedir ayuda”. Finalmente, al explorar las redes familiares que pudiesen
aportar a despresurizar al sistema familiar, se puede identificar una falta de apoyo emocional
e instrumental dentro de la familia extensa, resultando ineficaz las intervenciones de
activación de redes por parte del equipo de la residencia, pues ningún familiar demostró
interés en participar y colaborar en el proceso. Se concluye de este modo que las
interacciones familiares son un problema leve, requiriendo apoyo en esta área.

D. Protección Familiar: Problema Moderado.


Comprende las subescalas de Ausencia/Presencia de violencia domésticas entre los
progenitores, Ausencia/Presencia de otros conflictos familiares, Ausencia/presencia de
abuso físico en el niño, Ausencia/presencia de abuso emocional en el niño,
Ausencia/presencia de abuso sexual en el niño, Ausencia/presencia de negligencia en el
niño, Ausencia/presencia de acceso a armas.

En materias de protección infantil, en el sistema familiar se logran identificar tres focos de


vulneración de derechos en el Miguel: primero, testigo de violencia conyugal, segundo,
víctima de abuso emocional, y tercero, víctima de negligencia. Por otra parte, se desconoce
si existen vulneraciones relacionadas con el acceso a armas de fuego. En entrevista con los
padres, admiten que en reiteradas oportunidades llegaban en estado de ebriedad al hogar y
tenían intensas discusiones, “más de una vez el Migue se despertó y gritaba que nos
detuviéramos…”, refiere don Román. De igual modo, esto se complementa con el reporte
de abuso emocional entregado por los vecinos de la familia, en cuanto a las denostaciones
constantes contra el niño, sumado a los elevados niveles de estrés experimentados por el
niño en cuanto a no recibir regulación oportuna y eficiente por parte de sus cuidadores. A
través de la evaluación y recopilación de antecedentes se identifica como una importante
vulneración de derechos las conductas de negligencia hacia Miguel. El hecho de que Miguel
deambulara solo en el barrio es una conducta no acorde a la autonomía progresiva de un
niño de 4 años, lo que lo expuso a múltiples situaciones de riesgo, como por ejemplo:
interactuar con desconocidos, escalar árboles y cruzar la calle. En las evaluaciones sostenidas
y el proceso hasta la fecha, no se cuenta con antecedentes de otros conflictos familiares, de
abuso físico o sexual contra el niño. Se concluye que la protección familiar que don Román
y doña Julia otorgan a Miguel es un problema moderado que requiere intervención.

E. Bienestar del niño: Problema Leve.


Comprende las subescalas de Comportamiento del niño, Desempeño escolar, Relación
del niño con el progenitor/ cuidador, Relación del niño con los hermanos, Relación del
niño con los pares, Cooperación/motivación a permanecer en la familia.

En cuanto al bienestar de Miguel, se logra identificar motivación para retornar a su hogar


junto a sus padres, observándolo triste tras regresar a la residencia después de las visitas a
ellos, refiriendo “tía, mis papás ya están sanitos para tratarme bien, ¿ya puedo volver a la
casita?”. Por otra parte, se logra identificar conductas de cooperación en la residencia,
siguiendo reglas y realizando las distintas actividades propuestas por sus cuidadoras. De igual
modo, se puede observar una disminución en su desempeño escolar desde su ingreso la
residencia, posiblemente vinculado con los efectos de la institucionalización, sumado a la
baja asistencia que sostuvo en los últimos meses. Lo anterior, sumado a una dificultad para
jugar con los niños en su escuela y en la residencia, es que se puede identificar que mantiene
buenas relaciones solo con los adultos que considera protectores, siendo celoso con sus
compañeros cuando comparten con sus cuidadores de trato directo. Igualmente se logran
identificar dificultades en Miguel para poder aceptar disciplina con sus figuras parentales,
observado en visitas de los padres a la residencia, hipotetizando que esta dinámica es
reactiva a la falta de supervisión y desacuerdo de los cuidadores en prácticas formativas de
crianza utilizadas cuando vivían con el niño. En cuanto al bienestar del niño, se concluye que
es un problema leve, que requiere apoyo e intervención.

F. Vida Social/comunitaria: Problema Leve.


Comprende las subescalas de Relaciones sociales, Relaciones con cuidado infantil,
escuela y servicios extracurriculares, Conexión con el vecindario, comunidad
cultural/étnica, Conexión con la comunidad espiritual/religiosa, Iniciativa y aceptación
del progenitor/cuidador de la ayuda y apoyo disponible.

Se identifica que don Román y doña Julia han logrado solicitar y aceptar ayuda de sus
recursos disponibles, tanto de su empleador, quien ha flexibilizado el horario laboral para
que puedan asistir a las terapias, tanto como el apoyo de sus amigos de la iglesia, quienes
han brindado acompañamiento emocional y práctico en este proceso. Pese a los recursos
que la familia ha desplegado en cuanto solicitar apoyo, es posible señalar que dicho recurso
aún tiene una baja densidad, pues Julia y Román continúan vinculándose esporádicamente
con la comunidad y sus vecinos. La familia se mantiene aislada de las oportunidades
comunitarias, como municipio y vecindario en general, lo cual puede corroborarse con el
relato de la madre de Miguel “pero señorita si porque son todos habladores estamos aquí, ellos
nos denunciaron como quiere que cuente con ellos si gracias a ellos me quitaron al niño”. Esta
distancia social también puede observarse en la relación de la familia con el jardín infantil,
pues desde el establecimiento refieren que don Román y doña Julia han sido citados, pero
no han respondido ni dado razones de sus ausencias. De este modo, se concluye que la vida
social y comunitaria del sistema familiar es un problema leve, constituyéndose en un área
que necesitarán apoyo e intervención.

G. Autonomía: adecuado.
Comprende las subescalas de Empleo del cuidador, Ingreso familiar, Manejo financiero,
Comida y nutrición, Transporte.
Se destaca favorablemente la estabilidad laboral de ambos cuidadores, pues pese a los
conflictos familiares que se han agudizado en los meses pasados, su fuente de ingresos no
se ha visto amenazada. De igual modo, se destaca que los ingresos familiares son suficientes
para cubrir las necesidades básicas, tales como comida, renta y vestuario. Ambos padres
relatan orgullosos de su fuente laboral, trabajando para un empleador que otorga carros de
comida, “Nos gusta trabajar en el carrito El Julk, el nombre es porque al Migue le gusta Hulk y
le pusimos la letra Jota por la Julia que es la cocinera, lo tenemos hace dos años”. Este oficio ha
permitido que la familia no presente deudas significativas que atenten contra la estabilidad
financiera de doña Julia y don Román. De igual modo, las necesidades nutricionales básicas
están cubiertas, que, si bien no siempre es posible tener una dieta balanceada, tienen un
acceso diverso y suficiente a la comida, tendiendo a un exceso de comida chatarra debido
al acceso que tienen por el oficio de los padres. Finalmente, se logra identificar que la familia
tiene acceso regular a transporte, con algunas dificultades puntuales para poder encontrar
recorridos de buses nocturnos que ingresen a su población. De este modo, se concluye que
la autonomía familiar se encuentra en una línea base, la cual no requiere asistencia
profesional.

H. Salud familiar: problema leve.


Comprende las subescalas de Salud física del progenitor/cuidador, Discapacidad del
progenitor/cuidador, Salud mental del progenitor/cuidador, Salud física del niño,
Discapacidad del niño, Salud mental del niño, Acceso familiar a cuidados de salud/salud
mental.

Se destaca positivamente que todos los miembros del sistema familiar, tanto los padres
como el niño, no cuenten con ninguna condición inhabilitante que interfiera con su
funcionamiento, tanto en su parentalidad, participación en la vida diaria o en los empleos de
los adultos, como con el desarrollo, socialización y educación del niño. De igual modo, se
identifica que ambos cuidadores presentan una buena salud básica: si bien se pesquisa que
don Román presenta hipertensión, él está controlado por el consultorio de la comuna. En
cuanto a la salud mental de los adultos, se puede identificar que don Román presenta un
diagnóstico de depresión moderada controlada farmacológicamente. Se logra identificar
como un recurso de la familia el hecho de que tengan sus necesidades básicas de salud
cubiertas por el servicio público. Sin perjuicio de lo anterior, se pesquisa que las trayectorias
de desarrollo del niño han sido afectadas negativamente por los cuidados del sistema
parental. A nivel físico, se identifica un leve sobrepeso en Miguel el cual los padres no han
abordado, y en cuanto a su salud mental, tras ser evaluado psicológicamente se pesquisan
indicadores de angustia y de ansiedad, abundando sentimientos de soledad y abandono. De
este modo, se concluye que la salud familiar es un problema leve que debe ser abordado.

I. Ambivalencia Cuidador - Niño: problema leve.


Comprende las subescalas de Ambivalencia del progenitor/cuidador hacia el niño,
Ambivalencia del niño hacia el progenitor/cuidador, Ambivalencia mostrada por el
proveedor de cuidados substitutos, Apego interrumpido, Visita domiciliaria pre-
reunificación.

Concurridos tres meses desde el ingreso del niño a la residencia, se identifica como fortaleza
del sistema parental que doña Julia y don Román hayan aceptado sus responsabilidades en
cuanto a la remoción de cuidados de Miguel, estando dispuestos a abordar las dificultades
que han presentado en los últimos meses, siendo receptivos y responsivos a los servicios
de apoyo, tanto de rehabilitación, como de protección. Otro recurso significativo es el
apoyo de la cuidadora de trato directo, refiriendo que el equipo de psico-social cuenta con
todo su apoyo para poder apoyar en el proceso, “el Migue los echa mucho de menos, de
verdad espero que hagan todo lo posible para que vuelvan a estar juntos”, refiere. Otro aspecto
positivo es, que, en la primera visita de Miguel a la casa de sus padres, se observa que el
niño se presenta contento y ansioso de volver a su hogar, refiriendo que quiere quedarse
en su hogar. Si bien se pesquisan conductas de respuesta poco sensible de parte de los
padres ante las señales comunicativas del niño, estas pueden seguir siendo intervenidas para
mejorar su sensibilidad parental. En la misma visita se observa que Miguel, mientras jugaba
y disfrutaba con sus padres, experimenta súbitamente rabia y los golpeaba, lo cual se aborda
como oportunidad de intervención en regulación emocional para el niño, realizando
andamiaje con los padres de estrategias de regulación efectivas como validación, reflejo,
regulación del adulto (para luego regular al niño), entrega de mensaje de seguridad, entre
otros. El segundo foco abordado fue educar a los padres en cuanto a gatillantes del niño y
sus temores de que vuelvan a beber y ser abandonado, sintiendo desconfianza de sus
cuidadores a la vez que amor y necesidad de estar con ellos. Finalmente, se puede observar
a los padres del niño desbordados de tristeza, reconociendo el dolor en la separación y
movilizándose para retomar los cuidados, Miguel, a la vez que se puede observar que el niño
está expectante de volver a su hogar. De este modo, se concluye que la ambivalencia de los
cuidadores y del niño es un problema leve que requiere intervención.

I. Preparación para la reunificación: problema leve.


Comprende las subescalas de Resolución de los factores de riesgo CPS significativos,
Finalización del plan de servicio de casos, Resolución de temas legales, Comprensión del
progenitor/cuidador de las necesidades de tratamiento del niño, Plan de servicios y/o
apoyos de contingencia establecidos.

Se identifica como recurso la organización que doña Julia y don Román han diseñado y
establecido para cuidar mejor de Miguel ante su eventual retorno. Los padres han
construido una red de apoyo con sus amigos de la iglesia que se han organizado para
ofrecerles ayuda práctica en la crianza. Además, es importante señalar que los cuidadores
están involucrados en resolver las dificultades legales que han conllevado sus conductas
negligentes, estando dispuestos a recibir el apoyo necesario para poder recuperar el cuidado
de Miguel. Pese a la activación de las redes de apoyo, sigue siendo un factor de riesgo las
condiciones de la parentalidad que activaron al sistema de protección, ya que en entrevista
con los cuidadores, estos manifiestan que temen volver a recaer en el consumo de alcohol.
Si bien los reportes del centro de rehabilitación son satisfactorios en cuanto a la adherencia
de los padres, aún quedan pendientes diversos objetivos que requieren continuar trabajando
para poder recuperar el cuidado legal del niño. Otro factor obstaculizador es la baja
comprensión de los padres en cuanto a las necesidades de tratamiento de Miguel, pensando
que de retomar los cuidados del niño, será mejor no rememorar este episodio ni tener que
continuar las terapias “pero tía si estamos con el Migue, ir a las terapias va a ser una y otra vez
recordarle que no estuvo con nosotros y así, ¿cómo vamos a avanzar?”. De este modo, se
concluye que la preparación para la reunificación familiar es un problema leve, que debe
continuar recibiendo apoyo e intervención.
VI) Conclusiones y recomendaciones.

Evaluado el sistema familiar en las múltiples dimensiones que se han descrito, se concluye
que es posible trabajar la reunificación familiar, siempre y cuando se aborden e intervengan
las siguientes áreas de funcionamiento: Entorno, Competencias Parentales,
Interacciones Familiares, Protección Familiar, Bienestar del niño, Vida Social
Comunitaria, Salud Familiar, Ambivalencia cuidador/niño, Preparación para la
reunificación.

Consideramos prioritarias, pero no excluyentes, las siguientes intervenciones para poder


avanzar en el proceso de reunificación familia (redactadas en orden de la escala NCFAS G+R,
solo para fines pedagógicos para este ejercicio):

-Seguir reforzando la importancia de la higiene en los espacios de vivienda, pues si bien en


visitas domiciliarias con Miguel se pesquisa cambios en comparación a la insalubridad
pesquisada al inicio del caso, se debe continuar velando por un entorno seguro y saludable
para un niño de cuatro años.

-Iniciar proceso de Video-feedback para el apoyo de las competencias parentales, focalizado


en la sensibilidad parental y regulación del estrés del niño.

- Visitas domiciliarias a don Román y doña Julia, focalizado en la construcción de ambientes


bien tratantes para poder mejorar las interacciones familiares, con actividades como
construir reglas familiares basadas en el buen trato y diseñar estrategias de autorregulación
en momentos de estrés parental.

- Intervención grupal con la familia y su red de apoyo para mejorar la supervisión y el


monitoreo de Miguel en materias de protección. Esto implica delimitar funciones,
compromisos y acuerdos de esta red para que se constituyan en una fuente de apoyo
práctico y emocional que impacte positivamente el proceso de reunificación.

- Integración de Miguel al equipo de acompañamiento escolar, el cual su objetivo es facilitar


los rezagos en el desarrollo de competencias de aprendizaje y facilitar la convivencia entre
estudiantes a través del juego y dinámicas colaborativas.
- Apoyar el mesosistema familia-escuela, acompañando a los padres de Miguel a una reunión
con la educadora donde se abordarán las dificultades sostenidas en el último semestre.

- Realizar ingreso efectivo del niño al programa “niño sano” del consultorio, para poder
recibir apoyo en su estado nutricional y comenzar un seguimiento oportuno de sus
trayectorias de su desarrollo físico y psicológico.

- Realizar psicoeducación a los padres respecto a las necesidades de tratamiento y el


procesamiento psicológico infantil respecto a la separación, el impacto de las experiencias
adversas y las reacciones esperadas respecto a la negligencia vivida.

- Mantener las atenciones del niño por su equipo psico-social, acompañando, conteniendo
y elaborando el proceso vivido.

- Monitorear el cumplimiento y objetivos terapéuticos del programa de rehabilitación de


alcohol de los padres, trabajando la coordinación conjunta para evaluar posibilidades de
reunificación familiar con Miguel.

Es todo cuanto podemos informar,

Equipo Psico-social Residencia

“Criando una cultura de paz”.

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