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GRUPO: 1CM13
INTEGRANTES:
Licea Jiménez Diego
Oceanografía empezó a trabajar con Banamex en 2008 con productos FAP, que
es factoraje para proveedores, que depende del área Channel Finance, lo que
permitió que desde 2009 Oceanografía le cediera los derechos de cobro de los
contratos de Pemex Exploración y Producción (PEP), por trabajos realizados por
la empresa. A lo largo de esa relación, de acuerdo con documentos de la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y minutas de reuniones
internas, los controles se relajaron. La información muestra omisiones y
negligencias al más alto nivel, que al momento en que la PGR inhabilitó
Oceanografía a mediados de febrero pasado por no haber pagado fianzas de
nueve contratos correspondientes, se tradujeron en una crisis.
Citigroup y Banamex tienen entre sus regulaciones el llamado KYC (know your
customer, que significa conoce a tu cliente) y el CADD (Client Adquisition Due
Diligencie), que analizan los estados financieros del cliente, su composición
accionaria, perfil de riesgos y actividades, pero fue minimizado o ignorado en el
caso de Oceanografía, de acuerdo con las minutas internas. También se debió
revisar por procedimiento la prensa negativa de Oceanografía, en particular
sobre acusaciones de lavado de dinero y cumplimiento con las normas legales,
pero tampoco se hizo, pese a que las investigaciones de la PGR sobre los socios
de la empresa por presunto lavado de dinero, y sobre un quebranto similar al
que se hizo en Banamex, contra Bancomext en 2005, eran públicas.
Las líneas del programa de financiamiento del FAP y varios de sus incrementos
fueron autorizadas por ejecutivos de Citigroup como Manuel Medina Mora,
copresidente; James Foresee, jefe del grupo bancario; Brian Leach, jefe de
Riesgos; Patrick Ryan, jefe de Crédito, y de Banamex, como Arrigunaga y Emilio
Granja, el ejecutivo de cuenta de Oceanografía, que también tiene orden de
aprehensión. Las autorizaciones se dieron después de que en junio y agosto de
2011, y en febrero de 2012, los incrementos no habían cumplido con los
parámetros establecidos.
Todavía en septiembre del año pasado el área legal de Banamex revisó los
contratos entre Pemex y Oceanografía, y su opinión fue favorable. Con tantos
hoyos en la relación con Oceanografía, ¿cómo no se dieron cuenta de que su
cliente y el banco estaba inmersos en serios problemas? Aún es un misterio.
Citigroup y Banamex tienen todavia muchas preguntas que responder, y ajustes
que inevitablemente, por encima del prestigio de sus ejecutivos, tendrán que
hacer.