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Contenido

Descripción detallada de la situación de estudio.................................................................3


Objetivos de la investigación.....................................................................................................5
Objetivo específico......................................................................................................................5
Objetivos particulares.................................................................................................................5
Justificación de la investigación...............................................................................................6
Aspectos teóricos.........................................................................................................................7
Bibliografía....................................................................................................................................10
Descripción detallada de la situación de estudio

Las empresas eléctricas corresponden a uno de los rubros más importantes a


nivel mundial para el desarrollo social y tecnológico. Debido a ello, resulta común
observar en todo aquello que las rodea aspectos que luego cobrarán importancia
en otras empresas o sectores. Desde los apartados tecnológicos y de transporte y
logística, hasta las partes administrativas y de financiamiento.

Con ello, resulta natural observar cómo se han realizado múltiples estudios sobre
cómo distintos aspectos burocráticos afectan a las empresas de este giro y a partir
de allí generar modelos que luego servirán como claves para otros sectores
económicos. Investigaciones como las aportadas por Tsamenyi, Cullen &
González González (2021) se perfilan como algunos de los más interesantes,
pues toman en consideración los aspectos de financiamiento no sólo en su
apartado teórico, sino también desde una perspectiva más global, abarcándolos a
partir de una teoría institucional según la cual los cambios en los aspectos
contables en una empresa eléctrica se ven influenciados por las fuerzas de
mercado y por las relaciones intra organizacionales.

Con ello, los investigadores muestran que existe un vínculo importante entre el
manejo administrativo de las empresas eléctricas y la capacidad que tienen las
mismas para adquirir y manejar los recursos que obtienen de sus labores. Esta
perspectiva puede además verse desde un ángulo distinto, pues la relación no es
unilateral. Existe una relación intrínseca entre los aspectos de recaudación y
contables y las fuerzas de mercado.

Esta investigación puede verse como de carácter nacional, pues se ha realizado


específicamente en España, sin embargo, estudios similares se han hecho en
otras regiones. Brasil es un ejemplo de esto, aunque el ángulo desde el que se
observan los problemas de recaudación y el cómo ésta impacta en los servicios
que las empresas eléctricas proveen es sensiblemente distinto, pues lo investigan
a través del robo de electricidad.

Las conclusiones respecto a este problema y cómo vincularlo a las tarifas de


electricidad es que a través de éstas últimas y de una tarifa variable es posible
obtener evidencias más claras sobre el robo de electricidad. Con ello, explican los
autores, es posible generar planes más completos que tomen en consideración
tanto el robo como las nuevas tarifas, generando así un sistema que permita una
recaudación más eficiente, elimine el problema existente de robo de servicios y
agilice el proceso general de evolución de los sistemas eléctricos (Arango,
Deccache, Bonatto, Arango, & Pamplona, 2017).

Un estudio más que muestra el interés internacional por la investigación de la


recaudación y de los servicios que las empresas eléctricas brindan puede
encontrarse en Plane (2020). El autor en oportunamente inicia su investigación
mostrando el carácter internacional de los programas del estilo, en particular los
de privatización de la energía eléctrica.

De acuerdo a su análisis, resulta común observar cómo las políticas de


privatización tienen como objetivo principal precisamente el de aumentar la
eficiencia de los servicios que se brindan, así como realizar transiciones a
sistemas de recaudación más completos. De esta manera, las empresas eléctricas
son capaces de mejorar de manera continua, aumentar su capacidad de
transporte y brindar su servicio de manera más eficiente y segura.

Así, queda claro que no se trata de un asunto de interés meramente local o


aislado, pues al tratarse en muchos casos de empresas, buscan una ganancia y
se ven expuestas a competencia continua por parte de otras compañías del mismo
giro. Con ello las empresas se ven en la necesidad de cambiar para favorecer
nuevos servicios mientras que fomentan que el capital que se vierte sobre ellas a
través de las recaudaciones pueda ser utilizado en aquellas secciones de su
infraestructura que más lo requieren.

Volcándose entonces en el aspecto nacional, el Ecuador en particular y América


Latina en general no está exento de estas visiones de cambios y
transformaciones. Todo lo contrario, en trabajos como los de (Gers, 2017) se
puede observar el interés por la transformación tanto en la infraestructura como en
la forma en la que los servicios eléctricos se otorgan para generar nuevos
sistemas más completos que faciliten el acceso de la energía eléctrica en las
distintas regiones.

El caso de Ecuador es igualmente interesante, pues se puede ver un vínculo


importante entre la distribución y explotación de la energía eléctrica, el cómo estas
aumentan y el desarrollo económico. Dicho de otra manera, el aumento de la
demanda energética es un síntoma del crecimiento económico del país. Con ello,
se han creado distintas posturas tanto legales como empresariales para facilitar
esta oferta-demanda, buscando que los sistemas eléctricos sean más robustos y
las recaudaciones más concretas y eficientes (Orejuela, Arias, & Águila, 2019).

El caso particular de ELECGALAPAGOS es una muestra de este interés por el


avance, pues desde el inicio de sus labores como industria eléctrica ha
presenciado los cambios en el marco legal, las crisis que han modificado la
manera en la que la electricidad se distribuye en el país y las dificultades para una
mediación adecuada entre la inversión que se necesita para el crecimiento de la
infraestructura y la forma en que esta inversión se obtiene, pues esta empresa ha
visto cómo hay una gran cantidad de problemáticas presentes para ambas partes,
desde las geográficas y logísticas, hasta las no planeadas como lo son el robo de
energía y las legales y administrativas.

Objetivos de la investigación

Objetivo específico

Diseñar un plan de mejora para la recaudación de una empresa eléctrica para el


mejoramiento en la provisión de sus servicios.

Objetivos particulares

Analizar la relación existente entre la recaudación en una empresa eléctrica y los


servicios que la misma provee.

Determinar qué servicios se ven más afectados por la recaudación en una


empresa eléctrica.

Diseñar un plan que tenga en consideración tanto la recaudación como su impacto


en los servicios proveídos por una empresa eléctrica.
Justificación de la investigación

La industria eléctrica ha sido desde sus orígenes uno de los centros más
importantes de desarrollo económico. Su crecimiento, tanto en capacidad como en
demanda por parte de sus consumidores se ha visto múltiples veces como un
predictor del crecimiento económico de un país. Con ello, resulta comprensible
que haya un interés continuo por evaluar las formas de crecimiento y cómo
pueden motivarse las mismas, de tal forma que haya un empuje hacia el aumento
de estas dos particularidades de la industria: la oferta y la demanda (Gers, 2017).

Todos los países del mundo pueden contar su historia en buena medida a través
del desarrollo tecnológico, y este depende a su vez del desarrollo de la industria
eléctrica. Por ello, investigaciones han mostrado que los aspectos fundamentales
para el crecimiento de la misma son por un lado los servicios que esta provee,
pues es a través de estos y de su alcance que el país entra en nuevas etapas de
desarrollo, y por el otro el cómo recaudan su capital para invertir en nuevas
plataformas y estructuras.

En este sentido, se habla claramente de manejo de una empresa en su aspecto


más fundamentalmente financiero, pues es necesario primeramente realizar un
análisis que determine cuáles son los puntos en los que la empresa debe con
mayor firmeza mejorar, cuáles son aquellos que en este momento les resultan
poco eficientes o importantes y en cuáles es más importante realizar una inversión
(Plane, 2020).

Si bien se trata de un punto importante, lo cierto es que la mayor parte de los


estudios realizados en este aspecto son de carácter histórico (Macchione Saes &
Lanciotti, 2019), con lo que se evalúa el crecimiento económico de un país a
posteriori. Esto ayuda a la generación de modelos predictivos, sin embargo, dichos
modelos tienden a ser poco utilizados, y lo que es más, se terminan convirtiendo
en modelos aislados de la realidad, pues los continuos cambios en países con
poca estabilidad económica ocasionan que exista una cierta incertidumbre
respecto a su uso.
Ecuador no es la excepción, pues ha tenido ya distintas propuestas sobre cómo
puede manejarse este sistema oferta-demanda y de qué manera puede fortalecer
la aparición de nuevos beneficios a través de un sistema eléctrico más robusto y
que facilite la llegada de la energía eléctrica a regiones relativamente aisladas del
país. Si bien se trata de inversiones relativamente riesgosas, la historia ha
mostrado que en la gran mayoría de los casos han sido muy grandes los
beneficios otorgados por las mismas.

De allí surge la idea de generar un plan para el mejoramiento de las formas de


recaudación. En un primer momento este aspecto es de gran importancia, pues la
dificultad en la recaudación para las empresas eléctricas representa un problema
grave (Macías Centeno, Valarezo Molina, & Loor Castillo, 2018). Es necesario este
primer apartado para determinar de qué manera una empresa puede verse
afectada negativamente y cómo minimizar este efecto cuando la recaudación es
menor a la esperada.

El segundo punto buscado en este proyecto y que acaba de darle forma es la


indagación sobre cómo esta recaudación impacta sobre los servicios que una
empresa eléctrica en concreto puede ofrecer pues, se ha visto ya, de la capacidad
de entregar energía eléctrica y los distintos servicios de las empresas de este giro
depende el crecimiento tecnológico del país, con lo que se vuelve primordial
entender y estructurar en la manera más completa un plan que determine cuáles
son los servicios que hace falta mejorar, cuáles son aquellos que resultan poco
beneficiosos y cuáles son los más afectados por la recaudación, sea de una
manera positiva o negativa.

Capítulo II – Soporte conceptual

La industria eléctrica surge en cierta medida con la revolución industrial, tal como
ocurre con muchas otras tecnologías actuales que rodean a casi cualquier
población. Esta industria, encargada de la generación, almacenamiento, transporte
y distribución de la energía eléctrica con la que se alimentan poblaciones enteras
vio su nacimiento hace ya más de un siglo y desde entonces ha sido un baremo a
través del cual se ha podido evaluar el crecimiento económico y el desarrollo de
países y regiones enteras.

Debido a esto, a lo largo del tiempo y conforme las estructuras económicas han
cambiado, se han ido dando distintas reformas que se proponen modificar para
bien las formas a través de las cuales estas empresas realizan cada una de sus
acciones. De igual, estas reformas se plantean en un primer lugar el saneamiento
financiero de las industrias, pues invariablemente luego de pasadas décadas
habrá movimientos poco apropiados y diversos aspectos que obstaculicen el
financiamiento de las mismas, sea esto a través del estado o de organismos
privados que buscan invertir en ellas (Rodríguez Padilla, Impacto de la reforma
económica sobre las inversiones de la industria eléctrica en México: el regreso del
capital privado como palanca de desarrollo, 2020).

Estas reformas se deben en buena medida a lo cambiante del mercado, y a la


propia definición del mismo, pues no existe un único modelo de mercado eléctrico.
Por el contrario, la definición en muchas ocasiones dependerá de la manera en
que la industria eléctrica sea introducida, siendo que se puede determinar qué
poblaciones deben ser reguladas bajo qué condiciones. En particular, uno de los
aspectos que más influyen sobre esta decisión es el del propio modelo económico
y cuáles son los puntos a los que se considera debe poner más atención.

En este sentido debe tomarse en consideración hasta qué punto debe intervenir el
Estado y en qué medida es permisible el acceso de inversores privados y
extranjeros. Esta no es en absoluto una pregunta con una única respuesta. Tal
como se ha mencionado, se dependerá principalmente del modelo económico y de
la forma en que la industria eléctrica se ha de implementar. En muchas ocasiones
se podrá tener en consideración que lo ideal es limitar el acceso a las líneas de
inversión a organismos privados, optando por una expropiación de la industria,
mientras que en otras será considerado como óptimo la privatización completa de
la misma. En cualquier caso, una de las principales consecuencias no es la
manera en que este servicio es entregado a la población, sino la forma en que
este servicio será cobrado, y qué tan fácil resultará la formación de nueva
infraestructura para esta industria (Rodríguez Padilla, 2018).

Sin importar cual sea el modelo o la manera en que la industria eléctrica entrará
en el mercado y cuál será la división entre las distintas poblaciones, resulta
importante resaltar que la industria eléctrica sigue considerándose como una
empresa, sin importar si esta es manejada o no por el Estado. Con ello, deben
tomarse en consideración los distintos apartados que igualmente gobiernan a una
empresa y que la ayudan a mantener un nivel de actualización y mejoramiento
continuo. Desde la jerarquía que ha de seguir y quiénes son aquellos miembros de
personal que resultan de mayor importancia para el mantenimiento del clima
laboral hasta la perspectiva de mantenimiento y mejora del propio sistema
eléctrico (Macías Centeno, Valarezo Molina, & Loor Castillo, 2018). Con ello, es
evidente que uno de los puntos más importantes para la industria eléctrica, como
para cualquier otra empresa, es el del financiamiento y la recaudación del mismo.

Este es un punto particularmente importante para el caso de la industria eléctrica,


pues la recaudación no siempre es posible en sus términos más sencillos. Si bien
en ciudades con una infraestructura adecuada esta recaudación del pago debido
al consumo energético por parte de los consumidores puede resultar relativamente
sencillo y directo, en muchas regiones, particularmente en aquellas de países en
desarrollo, pueden ocurrir distintos fenómenos que implican un aumento en la
dificultad para dicha recaudación (Arango, Deccache, Bonatto, Arango, &
Pamplona, 2017). Desde los aspectos más inocuos como lo son la dificultad para
el acceso por parte de los pobladores hacia las estaciones de pago hasta otros
aspectos de más gravedad como lo es el robo de la energía eléctrica, es necesario
tomar en consideración este tipo de situaciones para garantizar que la mayor
cantidad de deuda generada por los consumidores sea pagada en tiempo y forma,
limitando en lo posible la fuga de capital debido a situaciones como las
mencionadas anteriormente.

Esta recaudación, junto con la inversión, sea pública o privada, se convierte en


uno de los pilares fundamentales para la industria eléctrica. Al tratarse de un
elemento tan relacionado con el desarrollo tecnológico y económico de un país,
resulta entendible que con frecuencia sea uno de los focos de atención a nivel
nacional, promoviendo constantemente su avance, en ocasiones desde una
posición más de presión que de apoyo.

Así, es a través de este conjunto de financiaciones y de recaudación que se puede


promover el avance tecnológico y logístico de la industria eléctrica. La creación de
nuevos espacios, así como la implementación de nuevas tecnologías que suplan a
las ya existentes o que se coloquen en espacios estratégicos, la modernización de
los propios sistemas de recaudación y en general los servicios que estas
empresas dan a sus usuarios dependen en buena medida de este financiamiento
(Morandé & Soto, 2021). Está claro que esto ocurre para la mayor parte de las
empresas, sin embargo, se trata de algo de mayor relevancia para la industria
eléctrica, pues se trata de un sistema de retroalimentación por un lado que crece
gracias a sus usuarios, y que resulta indispensable para la vida actual, por lo que
un fallo en este sistema o la aparición de dificultades que no se resuelvan de
manera rápida y efectiva puede provocar desde dificultades en la vida diaria hasta
la pérdida de vidas humanas. Con ello, así como la industria eléctrica depende de
la recaudación, una parte importante del desarrollo social e industrial de las
personas depende en buena medida de la industria eléctrica, al grado de que se
trata de un vínculo casi simbiótico, por lo que cualquier grado de apoyo y mejora
de la misma se corresponde con un mejoramiento de la vida en general.

1. Estudios previos

Uno de los aspectos más relevantes a discutir se refiere al de la tarifa única para
todas las empresas privadas del país. Se trata de una estrategia que, si bien limita
en una medida clave a las empresas que proveen al servicio, se realiza con la idea
de favorecer a los usuarios, al evitar la fluctuación inesperada del precio del
servicio.

En términos generales, este modelo de una tarifa única a resultado favorecedor


para los usuarios del servicio, permitiendo un movimiento más libre en este
sentido. Sumado a esto, Zhang (2020) muestra a través de diversos estudios
estadísticos que un modelo en el que los precios fluctúan libremente es en
realidad más problemático, causando incertidumbre en general y afectando de
manera negativa a los usuarios. Su recomendación es la de establecer un aviso
previo a cada fluctuación. Esta solución, sin embargo, es también aplicable al caso
de la tarifa única, pues ella depende de suficientes variables como para asumir
que podrá crecer o disminuir con el tiempo.

Con ello, la idea de una tarifa única se justifica pues uno de los principales
objetivos respecto a la industria eléctrica ha sido el garantizar como derecho a la
misma, particularmente en los segmentos rurales dado el abandono en que se
pueden tener debido a no ofrecer suficientes garantías o ganancias. Cuando la
tarifa se basa en la realidad palpable y en la definición de la misma participan
también las propias empresas se gana la certeza de que no se tratará de un
movimiento que cause dificultades a la empresa, con lo que los beneficios pasan a
superar a las problemáticas que de esta decisión aparecen.

Una de las ventajas menores de este modelo es que permite una mayor facilidad
en la comprensión del gasto generado por los usuarios, con lo que la recaudación
se facilita. Esto es importante, pues tal como lo mencionan Cahyono, Kusuma
Atmaja & Karyuniati (2019), una de las principales dificultades en la recaudación
está en propios consumidores. La dificultad en la lectura del gasto, así como otros
factores como el servicio técnico que se otorga guardan relación con esto, pues
las herramientas que las empresas utilicen para el contacto con sus clientes serán
su principal medio para conocerlos, con lo que aspectos tan aparentemente sutiles
como si los usuarios obtienen lo que la empresa considera que da, o los tiempos
de espera para la resolución de problemas afecta de manera consistente y grave a
la recaudación, en algunos casos llegando a considerarse acumulativos.

Con ello, para la recaudación adecuada en el caso de las empresas eléctricas, es


necesario tomar en consideración la interacción que se tiene entre la empresa y
los usuarios, así como de qué manera y con qué herramientas ocurre. En muchos
casos la empresa puede percibir que hay una conexión directa y apropiada
mientras que para los usuarios se trata de algo complejo de navegar, más aún
cuando se trata de elementos automatizados o en línea. Considerando el impulso
que se está dando a los sectores rurales, este es un apartado que requiere una
investigación propia, de otra forma podrían no quedar claros los esquemas que
deben usarse en estas regiones, ni qué tan distintos deben ser a los utilizados en
las áreas urbanas.

La ausencia de esta conexión, así como las dificultades físicas y la ausencia de


elementos que protejan a los usuarios de tarifas altas y otras características que
los mismos perciban como limitantes puede tener sus propias consecuencias
negativas. Se ha mencionado ya el caso del robo de energía eléctrica, Boucetta,
Flauzac, Haggar, Nassour & Nolot (2020). En el caso de estos investigadores
toman en consideración no sólo la aparición y las causas de la aparición del robo
de electricidad, sino sus potenciales consecuencias.

No se trata sólo de la disminución de la recaudación, sino además de las otras


consecuencias que igualmente modifican hacia dónde fluye el capital recaudado.
Este robo puede ocasionar una disminución importante en la calidad del suministro
eléctrico, con lo que la demanda se incrementa de manera poco adecuada. Ello,
cuando ocurre en cantidades significativas puede ocasionar una sobrecarga en los
sistemas y maquinarias encargadas de la distribución de la energía y
eventualmente afectar a la economía del suministro de la misma. Es necesario
además mencionar los potenciales peligros físicos tanto de los espacios donde el
robo ocurre como de las personas que realizan estas acciones ilegales.

2. Bases teóricas

El consumo de energía eléctrica ocurre a través de una compleja red de


maquinaria que produce, almacena y distribuye dicha energía. Para que cada uno
de estos pasos se pueda llevar a cabo de manera óptima, es necesario que
algunos de los factores más importantes puedan ser llevados a cabo con facilidad.

Entre ellos, se encuentra la necesidad de contar con un modelo de recaudación


que represente de manera concisa al mercado al que pertenece, esto es, que sea
congruente con los lineamientos legales correspondientes al país. Se necesita
además que la relación entre los usuarios finales y las empresas ocurre de
manera simple, sin la necesidad de intermediarios y con la mayor rapidez posible,
de tal manera que problemas que aparezcan se resuelvan utilizando un mínimo de
recursos (Cahyono, Kusuma Atmaja, & Karyuniati, 2019).

Una vez que estos puntos se cumplen, se debe comenzar a considerar las formas
de distribución de la energía actuales, así como la manera en que cumplen con su
objetivo. En particular, se sabe que muchos de los problemas eventuales que
aparecen en el consumo se deben a la forma en que las empresas se distribuyen
y la facilidad con la que éstas llegan a determinados espacios. En los casos en los
que una empresa no otorga los servicios de manera adecuada, la ausencia de otra
empresa que brinde competitividad limita la capacidad de los usuarios de hacer
uso de la electricidad.

Esta situación se ha agravado con la llegada de las energías renovables. En su


definición más simplista, la distribución de la energía eléctrica depende de las
empresas y de la relación que guarden estas con el Estado para ser subsidiadas,
sin embargo, muchos elementos vuelven más compleja la situación. En el caso del
as energías renovables, la escaza fiabilidad en algunas regiones vuelve errática la
distribución, con lo que se crea incertidumbre y se dificulta el acceso para los
usuarios (Hu, y otros, 2019).

Debido a factores como estos, los precios de la generación de energía eléctrica


pueden fluctuar de maneras poco predecibles. Se trata, sin embargo, de un
problema que se ha de ir resolviendo con el paso del tiempo a través de los
diversos modelos que buscan la introducción de este tipo de energías.
Lamentablemente, no se trata este del único problema que aparece en los
términos de la recaudación.

La necesidad de comprar energía eléctrica es un problema de igual o mayor


gravedad (Zheng, y otros, 2019). La compra de energía puede ocurrir debido a dos
factores principalmente. El más común es el caso de las empresas que se dedican
a la compra y venta de la energía, respecto a este punto no se detendrá el
presente trabajo. El segundo es a causa del aumento repentino de las
necesidades de una locación en particular, o a problemas en alguna de las partes
de una empresa que genera la energía y que le impiden realizar dicho trabajo.

Con ello, surge el problema del precio que se ha de determinar para estos casos,
así como lo que las legislaciones determinan. Por otro lado, esta compra-venta no
está demarcada por la misma legislación que la venta a usuarios finales, con lo
que sí puede variar en función de los participantes. Esto forma un nuevo sistema
que ha de tenerse en consideración y que puede tener consecuencias de
importancia, principalmente el cambio en el precio de la tarifa cuando esta es
determinada por las empresas. Puede, además, implicar la necesidad de una
mayor coordinación entre el Estado y las empresas, pues de otra manera algunas
partes de la logística pueden volverse caóticas y dificultar más el proceso.

3. Bases legales

Más allá de las bases y necesidades que una empresa requiere para la correcta
recaudación de su capital económico, es necesario tomar en consideración bajo
que parámetros legales puede hacer esto, y hasta qué punto el Estado está
involucrado con el funcionamiento correcto de la empresa y su metodología.

Desde 2008 con la expedición del Mandato Constituyente Nro. 15, el Estado tomó
una posición de relevancia en la forma en que la energía eléctrica es generada,
almacenada y distribuida (ARCONEL, 2015). Ello es dado que en este Mandato se
determina que es el Estado quien otorgará contratos por un periodo limitado de
tiempo para la distribución de la energía eléctrica. Así, las empresas privadas
deben competir por estos contratos y a través de ellos proveer de servicio a la
población.

Con esa nueva limitante aparecen nuevas características distintas al modelo


previo, en que se veía a la electricidad como un recurso del que se encargaban
enteramente las empresas privadas, siendo ellas quienes podían determinar las
tarifas, cada una de manera individual. El Mandato establece que debe existir una
única tarifa, con lo que uno de los problemas relacionados con la recaudación deja
de existir.
Con este paso hacia un modelo más híbrido, se crea una relación entre el Estado
y las empresas privadas, con lo que se vuelve necesario establecer un marco
regulatorio, así como entidades que se encarguen de verificar que dicho marco se
obedezca. Instituciones como el CENACE, el MEER y en particular el ARCONCEL
se crean para revisar que los procedimientos de las empresas que proveen
servicios eléctricos, ahora considerados como derechos que el Estado debe
garantizar, sea entregados de manera justa y adecuada (ARCERNNR, 2021).

El estado por tanto guarda un papel importante en la recaudación de las empresas


eléctricas, pues los subsidios vuelven a aparecer dada la necesidad de garantizar
la electricidad a todos los ciudadanos y la escasez de la misma en espacios
rurales. Se regula, además, que los sistemas de recaudación de las tarifas hacia
los usuarios se modernicen y se vuelvan más accesibles, con lo que este tipo de
recaudación igualmente se simplifica.

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