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ISABEL CRISTINA GONZÁLEZ NIEVES

ESTUDIOS DE
DERECHO Y
ECONOMÍA

Heliasta

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ESTUDIOS DE
DERECHO Y ECONOMÍA

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ISBN:978-987-34-0464-1

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MECANISMO DE MERCADO

LA FUNCIÓN EMPRESARIAL

El empresario es un hombre que actúa de acuerdo con los cambios que


tienen lugar en los mercados. Es la fuerza impulsora para la distribución de
los recursos de manera que correspondan a los deseos de los consumidores;
por tanto, el mercado tenderá a eliminar del papel de empresario a todo
aquel que no entienda su función y aceptará a todos aquellos capaces de
prever mejor la futura demanda de los consumidores. La oportunidad de
ganancia aparecerá cuando los precios de los productos en el mercado de
bienes y servicios no estén ajustados a los precios de los recursos en los
mercados de factores de producción; en otras palabras, algo se vende a dos
precios distintos en los dos mercados debido a la imperfecta comunicación
entre ellos; en el mercado de factores de producción ese algo aparece como
un complejo de materias primas y en el mercado de productos, como un
bien de consumo. El empresario nota esa divergencia de precios antes que
otros, pues en el momento de decidir la producción los precios de los bienes
no existen aún, y el empresario verá que los precios de los bienes no estarán
totalmente ajustados a los precios actuales de las materias primas. La
incertidumbre se cierne sobre la actividad empresarial, ya que la producción
necesita tiempo. Los beneficios empresariales proceden de esa falta de
ajuste en el mercado (productos-factores) y de que el éxito consiste en darse
cuenta de esos desajustes, es decir de que estima los precios futuros con
más aproximación a la exactitud que otras personas. En resumen, la
función empresarial es la acción vista en su perspectiva especulativa, pero
en realidad representa un juego en el cual existe una oportunidad de
beneficio. El empresario, entonces, es el que contratará en el mercado de
factores de producción a un precio más bajo que el precio que se formará
para los bienes de consumo.

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LA EMPRESA

Son organizaciones de distinta magnitud que tienen como fin explotar las
economías de escala en la producción. Deben obtener fondos y, además,
organizar el proceso de producción.
Existen economías de escala cuando el costo de producción disminuye
cuanto mayor es el volumen de producción. En cuanto a la función de
obtención de recursos, cabe mencionar que hoy en día, la mayoría de los
fondos destinados a la producción provienen de los beneficios que obtienen
las empresas o de préstamos procedentes de un gran número de ahorristas,
es así como una enorme cantidad de fondos es un gran número de personas
que ni siquiera se conocen y se reúnen en una empresa para la conclusión
de un proyecto en común. Otra razón por la que existen las empresas es la
necesidad de dirección. El directivo es la persona que organiza la
producción, introduce nuevas ideas o productos o procesos, toma las
decisiones y es responsable de los éxitos o fracasos.

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LA NATURALEZA DE LA FUNCIÓN EMPRESARIAL

Un mercado que conste exclusivamente de individuos que actúan


economizando y maximizando no da lugar al proceso de mercado.
Para que surja este proceso se requiere de la función empresarial, la
acción individual correspondiente a la eficiencia en la toma de decisiones.
Una multitud de individuos en los que cada uno hace una elección en
relación con fines y medios determinados, no puede sin elementos externos
generar el proceso de mercado.
La noción de mercado surge como un conjunto de individuos dotados de
capacidad y acción económica y que cada uno de los cuales toma sus
decisiones sobre una serie dada de fines y medios.
La acción del hombre implica tipos de acciones adoptadas por el ser
humano para mejorar. El sistema propicia la tendencia a perseguir fines
eficientemente, una vez que los fines y medios se han identificado con
claridad. También es necesario el impulso y la perspicacia para precisar los
fines a abrazar y los medios disponibles.
El elemento empresarial hace que la acción del hombre sea algo activo,
creador en vez de algo pasivo y mecánico.
Una vez que se percibe la atención que el que ha de tomar decisiones
presta a todo nuevo fin posible y a todo medio nuevo, se hace posible
explicar la pauta de cambio de las decisiones individuales como resultado de
un proceso generado en el aprendizaje de estructuras de fines y medios.
Las pautas cambiantes de los fines y medios en las sucesivas decisiones
son posiblemente el resultado de un proceso de experiencias en que el afán
del sujeto por nuevas informaciones genera una secuencia cambiante de
decisiones.
El empresario es entonces el hombre que actúa de acuerdo con los
cambios que tienen lugar en el mercado.
La función empresarial es entonces la fuerza que impulsa la distribución
de los recursos de manera que coincida con los deseos de los consumidores.
La retribución del empresario que es el beneficio es una teoría de
arbitrajes. La oportunidad de ganancia surge cuando los precios de los
bienes en los mercados de productos no se ajustan a los precios de los
recursos en los mercados de factores.
El empresario nota esas diferencias antes que cualquier otra persona.

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Podemos decir, entonces, que la incertidumbre cierne siempre a la función
empresarial.

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ECONOMÍAS NO PLANIFICADAS. ECONOMÍAS PLANIFICADAS

Muchos creen conveniente crear de antemano un plan para la economía


que atribuya a los individuos los papeles que mejor se ajusten a sus
capacidades y que persigan objetivos comunes para beneficios de todos.
Pero, la única alternativa parece ser la selva económica, en que las
personas, se moverían más por el propio interés que por la prosperidad o los
fines comunes.
El régimen de mercado es superior precisamente por no exigir acuerdo
sobre qué fines deben perseguirse. La pauta de actividad que se origina en
el mercado no es creación de ningún plan. No hay en ella finalidad ni
propósito, pues es consecuencias de que muchas personas atiendan a sus
fines y propósitos particulares. El mayor beneficio de este orden es que
permite a los individuos convivir y servirse mutuamente, aunque no
puedan ponerse de acuerdo en los fines últimos de la actividad económica.
Es que cuanto mayores son las diferencias de necesidades y fines de cada
uno, es más probable que se beneficien con las transacciones, lo único que
se precisa para que todas las partes se beneficien es que se ajusten a
determinadas normas por todos aceptadas, normas de recto
comportamiento. Que se respete la propiedad de los bienes y la forma de su
intercambio, y sobre todo que los contratos sean ley entre las partes.
De esta forma los individuos cooperan entre sí. Y a través del dinero
pueden cooperar individuos que ni siquiera se conocen. Los fines entonces
se coordinan aun no siendo idénticos. La importancia de la fuerza del
mercado está en que los individuos cooperen entre sí aunque no participen
de fines comunes y convertir a aquellos que en otro caso serían enemigos
en la lucha por los mismos recursos, en interlocutores.
El juego del intercambio es creador de riqueza cuyo resultado depende de
una mezcla de suerte y capacidad. Las reglas deben ser iguales para todos.
Hace falta entonces una red de comunicación, que es la red de precios.
La ganancia de cada jugador del mercado dependerá de la firmeza con
que otros deseen el producto, y esto se reflejará en el precio.
El sistema de precios no sólo permite a los individuos utilizar las fuentes
más amplias de información, sino también comparar la escasez de muchos
productos distintos y la firmeza de muchos tipos diferentes de demanda. En
consecuencia, el sistema de precios asegura que los bienes se produzcan de

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la manera más eficaz y menos costosa posible.
En una economía planificada, la organización modelada conscientemente
es decir, la economía planificada tiene que ser de alcance limitado. La
dirección consciente puede hacer muy bien unas cuantas cosas, pero no
puede coordinar toda la información necesaria para manejar todo a la vez.
El vasto sistema económico no puede alcanzar todos los objetivos que
satisface habitualmente el orden espontáneo del mercado.

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EVOLUCIÓN DEL MECANISMO DE MERCADO, EFICIENCIA
Y EQUILIBRIO COMPETITIVO

El orden espontáneo que el mercado genera es un ámbito donde las


personas someten su conducta a las normas relativas de la propiedad, están
contra el fraude y respetan los pactos.
El funcionamiento de la sociedad industrial avanza sobre la base de un
sistema de comunicación sutil que llamamos mercado, y resulta ser un
mecanismo más eficaz para ordenar la información dispersa que ningún
otro ideado deliberadamente por el hombre.
La mayoría de las economías del mundo han evolucionado sin que su
planificación interfiriera mucho en el pensamiento consciente. Muchos
creen más conveniente crear de antemano un plan para la economía que
atribuya a los individuos los papeles que mejor se ajustan a sus capacidades
y que persigan objetivos comunes para beneficio de todos.
La mejor alternativa posible parece ser la selva económica, donde las
personas se moverían más por su propio interés que por la prosperidad o los
fines comunes.
La economía planificada se construye con fines inteligentemente
ordenados, economías de escala, industrias comunitarias, y de esa forma
dan prioridad a objetivos económicos y sociales apremiantes. El régimen de
mercado no exige acuerdo sobre los fines a perseguir. Permite convivir a
muchas personas con objetivos e ideales diferentes, porque sirviendo a sus
propios intereses cada uno adelantará las aspiraciones de otros con
intereses distintos.
La pauta de actividad que se genera en el mercado no sigue ningún plan.
Y es así como muchas personas atienden a sus finalidades y propósitos
particulares. El mercado no está dirigido por ninguna escala de valores ni
jerarquías de objetivos. Y su mayor beneficio es que permite a los
individuos convivir y servirse mutuamente aunque no puedan ponerse de
acuerdo en lo que respecta a los fines últimos.
Cuanto mayores son las diferencias de necesidades y fines de cada uno,
tanto más problable sería que se beneficien con las transacciones. Para que
esto se dé, se necesita que se respeten y se acepten normas sobre la
propiedad de los bienes y la manera en que se podrá intercambiar el
consentimiento.

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Siendo millones los integrantes del mercado, es posible que comerciemos
con personas que no conocemos mediante un intermediario que es el
dinero. Notaremos entonces que muchos fines se coordinan aun no siendo
idénticos.
Esta fuerza del mercado permite que las personas cooperen aunque no
participen de fines comunes, y convierte en interlocutores a quienes
lucharían por los mismos recursos.
La humanidad se ve hoy enlazada por la actividad comercial y la
búsqueda por parte de las personas de satisfacer sus necesidades
particulares. Lo que une a las personas son relaciones de medios que
permiten conciliar objetivos diversos para que esas personas puedan
obtener beneficios en los acuerdos.

El mercado

Es un juego de intercambio, un juego creador de riqueza, cuyo resultado


depende de la suerte y habilidad. Primero no se sabe qué fines se seguirán y
qué beneficio se obtendrá. Lo que sí se puede es fijar las reglas para que se
den oportunidades idénticas a todos, para que cada uno pueda obtener
ventajas.
Es necesario una red de comunicación, ya que los que intervienen no se
conocen; esta red es la de precios. La ganancia depende del precio a que se
pueden vender los productos, y este precio nos reflejará la firmeza con que
los otros desean el producto.
Los precios dicen a los partícipes del mercado qué necesidades tienen los
demás y hasta qué punto quieren verlas satisfechas.
Esta red de comunicación permite aprovechar las oportunidades
temporales y conciliar fines individuales sujetos al tiempo y al espacio.
Supera al sistema centralizado, ya que es difícil que la información llegue en
forma rápida a la autoridad central.
Otra función de este sistema de precios es que nos permite comparar la
escasez de muchos productos distintos y la firmeza de muchos tipos
diferentes de demanda; asegura así que los bienes se produzcan de manera
eficaz y de la forma menos costosa posible.
El mercado logra el máximo no dependiendo de que la gente trabaje duro,
sino de que ofrezca lo que otros deseen, interfiriendo lo menos posible en
los deseos de terceros y en el lugar y tiempo justos para satisfacer a los
consumidores.
La realidad indica que los precios informan a los productores de cuanto
trabajo y capacidad merece la pena poner en un producto, y siempre que
esto no se entienda resultará imposible entender la función del mercado.
La remuneración que ofrece el mercado no discrimina entre capacidad y

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suerte porque permite tener el producto justo en el tiempo justo.

Los precios y la competencia

Al dirigirse los recursos hacia su mejor empleo, la participación del total


que obtenga cada individuo se habrá ganado al menor costo posible. El
horizonte de posibilidades coincide con un óptimo de Pareto. No es posible
reorganizar la producción sin que un consumidor obtenga más cantidad de
un artículo, y sin que otro se vea privado del disfrute de algún otro bien.
Está combinación de suerte y habilidad constituirá un verdadero máximo.
Las recompensas quedan entonces desligadas del mérito en el juego de
mercado.

La competencia en la economía libre

La competencia entre los productores y también entre los consumidores


es otra parte importante del mercado, asegura que la información se
transmita a los otros a través de los precios y se actúe en consecuencia.
Muchas de las ventajas de la competencia no se deben exactamente a que
sea perfecta. El modelo de la competencia perfecta descansa en
fundamentos inexistentes, excepto en casos excepcionales. El criterio de
que un gran número de productores pueden ofrecer un bien o un servicio al
mismo costo y que ninguno puede establecer el precio, y que si aumenta el
precio perdería sus clientes o que si lo bajase sufriría las represalias de sus
competidores. Por tanto, los precios serían los más bajos posibles y apenas
lucrativos, esto suscita críticas por antieconómico.
En realidad esta situación es improbable, y además altera la idea de
competencia, la cual es una actividad y no una situación estática. El
problema económico surge porque algo cambia. El estudio de la economía
es el de cómo se hacen los ajustes en un mundo cambiante, y detener el
tiempo en un instante no da ninguna explicación satisfactoria.
En el caso de la competencia perfecta, nadie tiene un conocimiento
perfecto de sus mercados, y por eso confiamos en el método de los precios
aunque no sea perfecto; por tanto, nada se resuelve suponiendo que todos
saben todo, lo importante es usar la mayor parte del conocimiento.
El equilibrio competitivo elimina la misión principal de la competencia,
que es descubrir; no podemos decir cómo reaccionará el consumidor ante
una opción hasta que tal opción se le presente. Tampoco es probable que
todo producto sea homogéneo, es decir, que los consumidores elijan con
indiferencia la oferta. La función de la competencia es diferenciar a los
productores, convencer a los compradores de que uno es mejor que los

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competidores.
La competencia es una forma de descubrimiento. Es una actividad, un
procedimiento para descubrir gustos y preferencias de los partícipes del
orden de mercado y las diversas combinaciones de factores que permitirán
satisfacer tales demandas al menor costo posible. Los oferentes no viven en
un mundo de realidades conocidas sobre lo que comprarán los
consumidores o qué otros métodos de producción servirán mejor. En la
competencia lo que mueve a los productores es buscar nuevas zonas de
demanda, esto es la función empresarial, la que ofrece nuevas
oportunidades de satisfacción. El empresario exitoso obtendrá una
recompensa por haber sido el primero en el mercado, que llevará a otros a
emularlo originando una oferta mayor. Es decir, buscarán el producto más
valioso al menor costo posible. Y el beneficio estimulará a descubrir nuevas
oportunidades desconocidas hasta ahora y encontrar así la oportunidad de
lucro.

El equilibrio económico

En el mercado el conocimiento es personal y disperso, por eso no pueden


ser conocidas las condiciones de oferta y demanda. Los factores variables
del momento hacen imposible cualquier otra explicación estática del
equilibrio. Parte de la información que haya de descubrir un proveedor para
saber cuánto debe producir de un producto y a qué precio ha de venderlo
dependerá de los planes de otras personas. Sus competidores harán
también sus propuestas para explotar mercados semejantes.
La teoría del equilibrio supone que la economía es estática, que se ha
detenido y que seguirá siendo como es.
Pero la perfecta previsión de lo que sucederá está lejos de la realidad, ya
que las personas están a merced de los variables planes de los otros.
El equilibrio tiene sentido en el caso de que un solo individuo sepa cuáles
serán sus planes y sus diversos objetivos se encuentren en armonía. Pero
esto en la sociedad en su conjunto no puede producirse. El equilibrio puede
utilizarse de forma vaga. No hay duda de que los actos y planes de los
individuos partícipes del mercado tienden a conciliarse con el paso del
tiempo. Si hay un equilibrio, éste es dinámico, es decir, varía pero sigue un
curso. Sabiendo que el mercado no es estático, que no pueden predecirse
las reacciones de las personas a los cambios y que lo que hay es tendencia al
equilibrio en variación constante, podemos decir que este complejo proceso
no puede ser detenido, encauzado ni sometido a ningún plan.

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EXTERNALIDADES

Las economías internas son aquellas circunstancias que favorecen el


abastecimiento de la producción y que se originan en el ámbito propio de
cada empresa en particular, por ejemplo, las ventajas resultantes del
máximo aprovechamiento de las condiciones de indivisibilidad y
especialización que pueden caracterizar al proceso de elaboración. Y las
economías externas son aquellas que, originándose en el medio económico
general, tienden a favorecer la posición de todas las empresas
pertenecientes a una determinada actividad, como las que resultan del
perfeccionamiento de la producción y desabastecimiento de ésta, como es el
mejoramiento de empresas que surten a otras.
Las deseconomías internas son todas aquellas circunstancias que afectan
la producción y la estructura de costos de una empresa en particular, por
ejemplo, las que derivan del propio crecimiento de la empresa y que se
atribuyen especialmente a la disponibilidad limitada de capacidades
organizativas y directivas.
Las deseconomías externas son circunstancias que surgen de un sector
determinado de la actividad económica general, como es el crecimiento
económico general, que si bien traen una serie de ventajas para muchas
industrias y sectores de la producción también acarrean problemas, como el
abastecimiento de materiales, problemas de transporte o, por ejemplo, de
provisión de energía.
Las economías internas y externas tienden a compensar con exceso a
largo plazo a las deseconomías internas y externas, ya que los costos
unitarios de la empresa o de la industria tenderán a disminuir. Pero, en
cambio, si las segundas exceden a las primeras, los costos unitarios
tenderán a subir. Y si unas y otras se compensan, tales costos tenderán a
permanecer relativamente estables.

Fallos de mercado

Arthur Pigou afirmó que los costos privados de una actividad, los que
recaen sobre los agentes particulares, podrán divergir de sus costos sociales,
es decir, los que recaen sobre dichos agentes y el resto de la sociedad.
Llamaba deseconomías externas a la diferencia entre el costo social y el

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costo privado, y economías externas a la diferencia entre beneficios sociales
y costos sociales.
Cada individuo toma decisiones sobre la base de costos y beneficios
privados que siguen su acción. No toma en cuenta los efectos externos de
sus acciones. Sin embargo, la regla de Pareto determina que sólo se alcanza
un máximo de eficiencia social en la asignación de recursos cuando todas y
cada una de las actividades de la sociedad alcanzan el nivel en que el
beneficio marginal social se iguala al costo marginal social. Por lo que
Arthur Pigou concluye que cuando los costos privados y sociales o los
beneficios privados y sociales fueran distintos, la toma de decisiones por
agentes privados a través del mercado llevaría a una mala asignación de
recursos; debido a esto, la administración debería intervenir para corregir
las externalidades que no son otra cosa que fallos del mercado.
Entonces, la administración debe participar para corregir las
externalidades con impuestos y subsidios o con controles y otras medidas
de carácter correctivo, para alcanzar así la eficiencia social. Sobre la base
entonces del análisis de la existencia de costos y beneficios sociales, se ha
justificado la intervención de la administración en campos como controles
en materia de contaminación ambiental, en la ordenación del territorio y su
urbanización, en subsidios a líneas ferroviarias, o en el salvamento de
empresas en quiebra.
Ronald Coase propone frente a este problema una política distinta. Y
sugiere que donde no hay impedimentos para la transacción o contratación
entre el productor y consumidor de una externalidad no es necesaria la
intervención de la administración. Al aparecer una solución pactada, la
externalidad se internaliza.
Analiza también que el problema de los costos sociales no nace de la
externalidad en sí, sino de los impedimentos en forma de altos costos de
transacción e indefinición de derechos de apropiación que impiden una
solución consensuada.
El uso de impuestos y subsidios para ambas partes, productor y receptor
de la externalidad, es normalmente complicada y cara, y no corrige
eficientemente el fallo de mercado. Debe buscarse la solución basada en la
propiedad privada y no en la propiedad común.

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SISTEMA DE BANCA CENTRAL

¿ES NECESARIO UN BANCO CENTRAL?

INTRODUCCIÓN

La necesidad de contar con instituciones monetarias que controlen el


dinero y el crédito se plasma en un sistema de Banco Central. El problema
está en tener un sistema liberal o no, autónomo o dependiente.
En el presente trabajo analizaremos la evolución histórica del Banco de
Inglaterra, modelo durante años en el establecimiento de los Bancos
Centrales. Veremos el sistema de la Reserva Federal, la evolución de la
Banca Argentina, como la conformación de la Unión Monetaria y Bancaria
Europea. Haremos referencia al caso especial del Sistema Monetario y
bancario de la isla de Hong Kong.
Nos plantearemos los efectos del control político, la materialización de la
autonomía y los problemas inflacionarios que dan paso a la intervención
estatal para solucionar los fallos monetarios y la importancia del marco legal
y la transparencia en el sistema financiero y bancario. Nos cuestionaremos
pues la conveniencia o no de un sistema de Banca Central.

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PRIMERA PARTE

PERÍODO 1735-1815. PROCESO DE INFLACIÓN

Pese a la suspensión en 1797 –Restriction Act, 1797– de la obligación del


Banco de Inglaterra de redimir sus billetes por oro, la hacienda de guerra no
produjo grandes efectos en los precios ni en los tipos de cambio exterior
hasta 1800. El proceso inflacionario fue de tal suavidad que dificultó el
diagnóstico, en particular el reconocimiento de la presencia de dos
circunstancias concretas:
Una gran parte del gasto de guerra se destinaba a la financiación de los
ejércitos aliados e ingleses que actuaban en el continente.
Las exportaciones e importaciones inglesas sufrieron interferencias.
El Estado gravaba, con la introducción de un impuesto sobre la renta y de
otras formas, para mantener reducidos los anticipos inflacionarios de la
banca. Pero la tergiversación del gobierno en cuanto a las sumas recibidas
fue la causa de acusar al Banco de Inglaterra de todo lo desagradable. Si en
algo fue culpable de la inflación, sería en la política de préstamos
(descuento) al público, préstamos inevitablemente aumentados por la
financiación con déficit del gobierno mismo. Pero el banco racionó esas
operaciones cuando el gobierno recurría intensamente a él.
El banco hubiera podido practicar una política más restrictiva, si hubiera
perturbado el ritmo de producción de la época de guerra. El banco tuvo una
actitud pasiva frente a los excesos, quiebras por especulación y el boom
agrícola.
Existieron dos posiciones; los bullonists, que probaban y condenaban la
inflación y hacían responsable al Banco Central, y los antibullonists, que
negaban la inflación o la justificaban e imputaban la responsabilidad del
aumento y las desfavorables condiciones del intercambio internacional a
cuestiones diferentes del Banco Central.
Prevaleció la primera postura, que consiguió imponer sus puntos al
célebre Bullion Report.[1]
El informe Cunliffe Comittee, que en 1818 recomendó la vuelta al oro a
Inglaterra, no aportó mucho conocimiento que ya no conocieran los
retractores del Bullion Report.

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El problema del patrón

Veinte años de papel no redimible y los cambios económicos hicieron que


decidir una política monetaria fuera más difícil. Hasta la restricción de 1797
Inglaterra se basaba en un patrón oro. En 1816 se adoptó nuevamente, y
luego se reanudaron los pagos en especie, según la paridad de anteguerra.
[2]
Ricardo recomendaba que el metal no debía entrar en circulación y que el
Banco Central debía retenerlo para redimir sus billetes y no acuñarlo, sino
en lingotes; se recogió realmente en el Resumption Act de 1819, la
circulación monetaria sería en dinero papel, pero para pagos
internacionales convertibles en lingotes.
La reanudación del patrón oro se encontró con una situación depresiva,
los precios habían descendido hasta un 30%, y las perspectivas agrícolas
habían descendido, eran desfavorables. La economía inglesa en 1818
entraba en ese período de inestabilidad, como consecuencia de la
Revolución Industrial, que modificó los fundamentos de la industria y el
comercio.
El proceso se consolidó de nuevo de 1830 a 1840, con la inversión en la
construcción del ferrocarril. Es evidente que la reanudación de la anterior
política monetaria tuvo efectos restrictivos; por eso, los partidarios de la
restauración recomendada en el Bullion Report no tenían muchos motivos
para celebrar los resultados últimos; por tanto criticaban a sus
contrincantes al afirmar que la caída del nivel de precios en la década de
1820 era la reanudación mal gestionada por el Banco Central del patrón oro
y por haber elevado el oro y provocar una crisis internacional.
Lo erróneo de esta tesis está en no considerar los factores monetarios.
Por lo demás, la discusión se orienta contra los defensores del patrón oro
automático hasta la coyuntura alta de 1830-5. Hasta que otros problemas –
el oro ruso, australiano, californiano– alteraron la situación monetaria y el
humor de los economistas a partir de 1850, cambia la Ley de Peel
nuevamente.

La reforma bancaria

Las operaciones bancarias se tienen que separar del control de la


moneda” (Bank Charter Act, 1844, Peel). Se impuso así un plan que se
podría llamar 100/100 de reservas para los billetes de banco. Se debió a una
corriente de opinión de 1836-39, pero luego resultó inaccesible, porque sólo
veían la mala gestión de los bancos emisores. Mientras los depósitos cuyo
uso se restringía a un sector público eran prácticamente invisibles, billetes y

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certificados circulaban ampliamente y su emisión era una iniquidad
bancaria (Enquity of Banking, 1797).

Evolución del proceso

Hacia 1800 existían, además del Banco de Inglaterra, varios bancos


privados, sociedades, S.A. Para 1826 se produjo el auge de la banca del
depósito. Fuera de la metrópli, la industria y el comercio contaban con el
servicio de bancos locales y las sucursales del Banco de Inglaterra a partir de
1826 y los servicios de prestamistas. Los bancos locales, aunque trabajaban
con depósitos, financiaban a sus clientes mediante billetes de banco,
pagaderos en moneda metálica o billetes del Banco de Inglaterra emitidos al
descontar los efectos comerciales recibidos. Para cubrir esos billetes
mantenían reservas no estipuladas por la ley. Esta práctica fue objeto de
limitaciones por las leyes de Peel de 1844 y 45 –emisión de billetes por la
banca privada–.
Para muchos autores el billete de banco nacido en el descuento de un
efecto mercantil siguió siendo la columna vertebral de la teoría de la banca
privada. Había también otra práctica común en Inglaterra: fuera de Londres
las letras de cambio que circulaban de mano en mano, a menudo sin
interés, hacían que fueran elementos de la oferta total de dinero. Los
banqueros de Londres actuaban como corresponsales de los bancos locales.
El London Clearing House era una institución asentada. La última instancia
era el Banco de Inglaterra como prestamista.[3]
El Banco Central se cerraba en el mutismo y sus explicaciones eran
superficiales, limitándose a decir que curaba sus propios negocios, frente a
la no aceptación de la idea de control de la economía. En 1782, 1792, 1811,
1825, el gobierno se vio obligado a actuar emitiendo certificados a los
comerciantes y el Banco Central los descontaba; la práctica de los directores
del Banco de Inglaterra estaba por encima de lo que se ha creído.
A partir de 1815 el Banco de Inglaterra empezó a configurar su política
permanente para tiempos de paz mediante un proceso de ensayo y error. La
exposición del gobernador J. Horaley Palmer ante el Comité Parlamentario
del Banco de Inglaterra nos suministra dos perspectivas.
Regla de Palmer –regla empírica–: manda mantener las operaciones
activas del banco, para que no se produzcan cambios en la circulación más
que por el flujo o salida de oro, o del país, con lo que la circulación se
comportará como si fuera puramente metálica. Esta regla anticipaba la Ley
de Peel.
La respuesta a la pregunta 678: Palmer admite que el curso desfavorable
de los intercambios exteriores es señal de una expansión indebida del
crédito y afirma que el Banco Central puede evitar o detener la salida de oro

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aumentando sus tipos; este aumento disminuirá los préstamos e implicará
un menor volumen de transacción, de la ocupación y descenso de precios.
Esto aumentará las exportaciones y disminuirá la importación,
invirtiendo la balanza de pagos y los tipos de cambio. Esta proposición se
convirtió en el fundamento de la teoría clásica de la banca central.[4]
También se descubrió el efecto a corto plazo del aumento de los tipos
bancarios, a saber, que traerá fondos a corto plazo del extranjero (Thorton,
Henry Enquity into the nature and effects of paper credit of Great Britain,
1802). Los directores del Banco de Inglaterra parecen haberse dado cuenta
que había una estrecha relación entre los tipos bancarios y los de
intercambio exterior.
Pero la explicación que da el banco respecto de la correlación es que
durante el imperio indiscutido del patrón oro, los movimientos de este
metal eran un índice sensible de las condiciones económicas generales.

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CUESTIONES FUNDAMENTALES.
OPINIONES DE AUTORES DESTACADOS DE LA ÉPOCA

El metalismo teórico

La gran mayoría de los autores destacados de la época, Thorton, Ricardo,


Señor, Fullarton, J. S. Mill, Marx, definían el dinero como una mercancía
elegida como medio de cambio, de medida de valor. Roscher expresa la
opinión dominante de la época, al decir que las teorías falsas del dinero se
pueden dividir en dos grupos, las que sostienen que el dinero es más que
una mercancía más vendible y las que sostienen que el dinero es menos que
eso. Esta actitud hace, sin más, de estos autores unos metalistas teóricos.
Hemos de tener en cuenta varios hechos; en primer lugar, no todos los
autores aceptaron la teoría metalista tan explícitamente, como Fullarton,
que sólo considera dinero la acuñación de pleno valor no fraccionaria y, por
encima de todos, Marx. Otros autores, como Thorton, la utilizaban más
implícitamente. En segundo lugar, la mayoría la incluía en la categoría de
papel no redimible del Estado, pero esto no habla en contra de su
proposición, pues el concepto de papel moneda se puede construir de tal
modo que quede dentro de una definición de dinero. Ricardo, en su obra
Principios de economía política, construye el concepto de papel moneda
como dinero cuyo costo se puede considerar un derecho de monedaje.
Tampoco se puede sostener que Ricardo no puede haber sido metalista,
porque proponía un sistema monetario, basado en que los billetes de banco
fuesen convertibles no en monedas sino en lingotes de oro.
“No es necesario que el papel moneda sea convertible en especie para
asegurar su valor, sólo es necesario que su cantidad sea regulada según el
valor del metal adoptado como patrón monetario.”[5]
Y pensaba “que el dinero que circula se encuentra en su estado más
perfecto cuando consiste exclusivamente en papel moneda de igual valor
que el oro que se supone representa”[6].
La idea esencial era conseguir que el valor de la unidad monetaria
fluctuara siempre según las variaciones del valor del oro. En tercer lugar, la
tendencia de asimilar los billetes de banco al papel moneda. Al presentar su
ley, sir Robert Peel definió el concepto de dinero de modo que influyera la
moneda acuñada del reino y los billetes bancarios a los que llamó moneda

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papel. Esto no significa que los medios de pago crediticios se consideraran
dinero, aunque no debían haberlo sido. Era un papel moneda que había
usurpado ilegítimamente esa naturaleza y ahora debía comportarse como si
fuera legítimamente moneda de oro (Ley de Peel).
J. S. Mill excluyó los billetes bancarios, porque se apartó de Ricardo. Éste,
Señor, Mill y Marx, construyeron los fenómenos del dinero partiendo del
caso del dinero metálico de pleno valor, y otras veces evitaban sus malas
consecuencias mediante expedientes constructivos ad hoc.
El problema central de la teoría monetaria fue el del valor del dinero. Los
autores hablaban laxamente de precios en general o de la escala de los
precios, pero no se puede decir que hayan hecho más de barruntar la idea,
la cual por lo demás ha sido rechazada por Ricardo.
Por esta razón, su demostración de que los certificados y billetes
bancarios se depreciaron durante las guerras napoleónicas se basa en el
premio conseguido por el metal; la misma explicación tiene el hecho de que
al tratar los aspectos monetarios del comercio exterior, Ricardo compare
precios de mercancías concretas en el mercado nacional y en el extranjero,
pese a que él y otros autores podrían haber pensado que los precios
representan valores más generales. Los principales clásicos resolvieron el
problema de este valor aplicándole su teoría general del valor.
Por eso distinguieron un valor natural o normal de largo plazo del dinero
y un valor de equilibrio de corto plazo. El primero se determinaba por el
costo de producción de los metales preciosos. “El oro y la plata, lo mismo
que las demás mercancías, poseen un valor que depende únicamente de la
cantidad de trabajo necesario para producirlos y llevarlos al mercado”[7]. Y
el último, por la oferta y la demanda. “La cantidad de dinero que puede
emplearse en un país depende de su valor... El dinero nunca puede ser tan
abundante que llegue a ser excesivo, pues al disminuir su valor, se aumenta
en la misma proporción su cantidad, y al disminuir la cantidad aumenta su
valor.”[8]
Sin duda, hay que tener presente que por la gran duración del oro, la
existencia total del metal no varía y que por lo tanto el esquema de
equilibrio a largo plazo es mayor que en el de las demás mercancías.

22
DISCUSIONES SOBRE LA INFLACIÓN Y LA RESTAURACIÓN
DEL PATRÓN ORO

El decreto que suspendió el pago en efectivo o metálico de los billetes de


banco, del Banco de Inglaterra (1797), fue una medida preventiva, tomada
en respuesta a una crisis y al posible asedio del banco por el público.
Durante varios años los préstamos tomados por el Estado no produjeron
efectos muy visibles. Pero cuando los precios empezaron a subir y a bajar la
cotización de la divisa, se desencadenó un torrente de artículos cuyo tema
probatorio era que la emisión excesiva de billetes no redimibles constituían
la causa de aquellos males.
Desde su exposición ante los dos Committees of Secrecy (1797), hasta sus
dos conferencias sobre el Bullion Report de 1811, Thorton definió el
tratamiento de la rapidez de circulación como “la cantidad variable que
fluctúa con el estado de confianza, o sea su esencia con las condiciones
económicas generales” (Paper Credit, cap. 3). A este redescubrimiento
relacionado con Catillon se le prestó poca atención. Inserta en un marco
científico de ideas la relación entre el dinero, los precios y el interés.
También tiene en cuenta los aspectos monetarios del comercio
internacional,.
Thorton mostró ser un destacado maestro en el arte del diagnóstico
económico. Los demás bullonists o defensores de la política encarnada por
el Bullion Report, consistente en restaurar lo antes posible los pagos en
especie monetaria por parte del Banco de Inglaterra, no se pueden poner
junto con Thorton, porque sus opiniones no coinciden. Las tesis de éstos
eran en sustancia muy sencillas; que el premio que beneficia al metal era
prueba de la depreciación de los billetes de banco, era poco más que una
definición, y que ese premio era más alto y más desfavorables los cambios.
Y más altos los precios de lo que habrían sido, ceteris paribus, se hubiera
tenido una circulación fiduciaria estrictamente determinada por la
redimibilidad del papel, o sea, si la emisión hubiera sido más reducida.
La condena de una emisión de billetes de mayor envergadura que aquella
cantidad cuya redención es posible supone, naturalmente, la tesis de que
esta última situación es la condición normal o ideal de la moneda.
Consiguientemente, todos estos bullonists son metalistas teóricos y
prácticos. Por eso no implica que profesaran una teoría cuantitativa estricta

23
(Thorton).
El éxito fue de la línea Wheatley-Ricardo. En una inflación tan suave
como fue en este período, una cosecha o una coyuntura alta o una crisis
podrían dominar momentáneamente la situación de los precios, reduciendo
temporalmente la influencia inflacionaria a dimensiones insignificantes. El
analista debe ver los datos mes a mes. Tooke lo hizo con éxito, lo cual
debería haber servido para invalidar la teoría de Ricardo, en su aplicación a
la situación entonces dominante. Pero Tooke atacó la teoría de Ricardo en
general, pero no estaba a la altura de la empresa.
En el Inquiry de 1844, intenta resumir su pensamiento. En la duodécima
conclusión declara que los precios de las mercancías no dependen de la
cantidad de circulante, sino que el circulante es consecuencia de los precios.
En la conclusión trece, ofrece su teoría de los precios generales. La cantidad
de dinero sobre cuya base razona Ricardo no es un dato útil. Lo que influye
en los precios es el gasto, se financie como se financie. El gasto para el
consumo o inversión de las economías familiares ocupa una posición de
particular importancia. El factor fundamentalmente determinante consiste
en los varios ingresos del Estado, en los capítulos de rentas, de tierra,
beneficios, sueldos y salarios. Llegamos así al planteamiento basado en la
renta.
Es imaginable el goce con el cual Ricardo habría echado a su hacha el
fundamento de Tooke, hasta mostrar que aquellos ingresos no son sino el
producto de la cantidad de dinero por la velocidad de circulación. J. S. Mill
vio insuficiencias en el análisis Wheatley-Ricardo, también percibió
deficiencias en el análisis de Tooke y corrigió sus defectos más salientes. Del
mecanismo monetario del comercio internacional, Mill ha vuelto a
descubrir la línea de Thorton, Say ha sido uno de los primeros en identificar
o confundir la velocidad de circulación del dinero con la de los bienes. Say
muestra que tenía conciencia de la variabilidad de la actitud del público en
materia de liquidez, lo que implica que este análisis se puede aducir.
También criticó la vuelta del oro con la paridad de anteguerra, lo cual
muestra que no ha considerado el nivel de los precios como cosa
indiferente.
J. S. Mill acertó al conservar con todas las defensas que le puso al
teorema de que un aumento de dinero aumentará los precios en la misma
proporción; sin embargo, conservó la errónea doctrina ricardiana de que las
variaciones de la cantidad de dinero y del volumen físico del out-put no
tienen nada que ver unas con otras, y no coincidirán nunca, como no sea
por el azar.
Luego de la restauración efectiva de los pagos en oro (1821), muchas
personas experimentaron temores, cuando la gente se dio cuenta de que
entraba en una depresión, en 1815-36, y se reanudó la coyuntura alta en

24
1830, desde 1836 echó toda la culpa a la restauración del oro y el modo que
lo había llevado al Banco de Inglaterra. Los banqueros, financieros y
economistas encontraron en el metal la raíz de todos los males en la
moneda. Criticaron la restauración o la paridad anterior a la guerra.
Ofrecieron remedios que iban de la exclusión del oro de la circulación real, y
la inclusión de la plata, pasando por ciertas anticipaciones del papel moneda
dirigido que estabiliza los precios y la ocupación.
Ricardo fue uno de los precursores que sufrieron como responsables de
las recomendaciones del Bullion Report y la restauración del oro. La
principal justificación de su negativa a compartir la responsabilidad de esta
última medida es la forma en que se llevó a cabo su plan de los lingotes –
Ingot Plan– representado ya por 1811[9].
El plan propuesto por Ricardo en su obra Principios..., en su capítulo 27
dice: “El banco estaría obligado a comprar cualquier cantidad de oro que se
le ofrece, no menor de 20 onzas a 3 libras 17 chelines la onza y a vender
cualquier cantidad que se le demande a 3 libras 17 chelines 10 ½ peniques”.
“Se daría al mismo tiempo la más completa libertad de exportar e importar
toda clase de lingotes metálicos.”
Esto significa sistema de oro integral y libre, sin circulación de monedas
de oro. Así el Banco de Inglaterra necesitaría una reserva menor. Los
autores que achacaban a la depresión la restauración del oro se vieron
obligados a afirmar que la causa de todo mal era el Banco de Inglaterra con
sus compras de oro, causando una deflación internacional.
J. S. Mill en Principios de economía política, Libro III, capítulo Xii,
afirmaba que poder depreciar la moneda es un mal intolerable y se opone a
la estimación monetaria. En su Libro III, capítulo XIII, afirma que otra
falencia en que se apoyan los partidarios del papel inconvertible es la idea
de que el aumento del dinero en circulación acelera la actividad industrial.
Esta idea la lanzó Hume en su ensayo sobre el dinero y ha tenido desde
entonces muchos partidarios, por ejemplo, la escuela monetaria de
Birmingham de la que fue Mr. Attwood su representante.
Y en el mismo Libro, capítulo X desarrolla la sospecha de que los
partidarios del esquema bimetalista desean simplemente deprimir el poder
de compra de la moneda.
Expone así en el capítulo X, “De doble patrón y moneda subsidiaria: El
valor del dinero se halla expuesto a fluctuaciones más frecuentes cuando
ambos metales son moneda legal a una valuación fija, que cuando sólo hay
un patrón exclusivo para la circulación monetaria, ya sea el oro o la plata.
En cuanto al doble patrón, es probable que para casi todos sus partidarios es
mérito principal de este sistema, su tendencia a una especie de
depreciación, ya que hay siempre muchos defensores de todo lo que pueda
representar, franca o encubiertamente una rebaja en el patrón monetario.

25
Algunos, sin embargo, lo hacen influidos por un sistema de apreciación
exagerada de una ventaja que hasta cierto punto es real, la de poder recurrir
para llenar los huecos de la circulación. Parece que las naciones que han
sabido obtener ventajas del patrón doble son aquellas en la que uno solo de
los metales es moneda legal, pero también acuñan el otro al cual se le
permite circular con el valor que el mercado le asigne. Cuando se adopta
este plan, el metal que queda en libertad de comprarse y venderse como un
artículo de comercio es el más costoso de los dos.
La producción de oro disminuyó durante la década de 1840; cuando el
oro ruso, y luego el australiano y californiano, cambiaron la situación, se
debatieron sus efectos en la década del 50 al 60. El nuevo oro estaba
teniendo influencia en los precios, pero era más dudoso que nunca que esa
influencia contrarrestada como lo estaba por el flujo de oro hacia la India,
China y otros países y por el aumento de la producción de bienes, fuera lo
suficientemente intensa para aumentar en medida apreciable los precios
ingleses. El análisis económico ganó en esta fase.
En general se disfrutó de la prosperidad, pero no faltaron discrepancias, y
algunos empezaron a pensar en el patrón plata como remedio a la inflación
del oro.
El experimento bimetalista se estaba realizando en Francia, que contaba
con un sistema bimetálico de piso con una paridad 1:15½. Al bajar el oro
empezó a fluir a la circulación
Y las reservas francesas se desplazaban a la plata. Chevalier hizo célebre
la expresión “efecto paracaídas” para designar el efecto del bimetalismo en
esas circunstancias; absorber el metal monetario en depreciación y liberar el
que sube estabilizando el valor de la unidad monetaria, al menos mientras
el segundo metal no quede desplazado.
Los economistas no entendieron este efecto. Ricardo observó este
mecanismo en sus principios por el cual decía que el patrón será unas veces
de oro y otras de plata. Pero no vio en ello más que ese inconveniente cuyo
remedio sería muy deseable. El primer economista que ha desarrollado la
teoría completa del patrón bimetal ha sido Walras.

Frutos de la controversia sobre la Ley de Peel

Las dos escuelas bancaria (Tooke, Fullarton, Gilbert) y monetaria


(Torrens, Overstone) cuyas controversias se basaban en un acuerdo básico,
ni una ni otra contaban con reformadores radicales. Ambas eran hostiles a
la gestión o dirección de la moneda y a cualquier control consistente de la
banca y del crédito. Esta actitud es evidente en el caso de la escuela
bancaria, la cual combatió la Ley de Peel, sin ofrecer ningún método de
control, pero también vale para la escuela monetaria que deseaba regular la

26
emisión de billetes precisamente para que el sistema monetario fuera
automático y las operaciones bancarias, las centrales precisamente,
pudieran ser enteramente libres. Ambas sostenían resueltamente el patrón
oro y, en particular, la regulación de los intercambios internacionales por
los movimientos de oro.
Si pasamos por alto los argumentos de naturaleza puramente técnica,
objeciones del grupo bancario a la Ley de Peel y apoyos a ella por parte del
grupo monetario, no parece que quede mucho desacuerdo entre uno y otro.
Los bancarios afirmaban que, dadas las condiciones y la práctica bancaria
inglesa y una dirección adecuada del Banco de Inglaterra, bastaba la
convertibilidad de los billetes para garantizar toda la estabilidad monetaria
de que es capaz un sistema capitalista. Aunque esto no sea verdad, tampoco
tendría utilidad al regular meramente la emisión de billetes, pues también
los depósitos plantearían el mismo sistema.
Los monetaristas decían, por su parte, que no es posible asegurar la
convertibilidad de los billetes sin restricciones especiales puestas a su
emisión. Los billetes del banco de Inglaterra se trataban o deberían tratarse
como meros certificados oro no como instrumentos de crédito de la
naturaleza de los depósitos o efectos comerciales sino como moneda
acuñada o el metal que representaban, como moneda última de reserva.
Sólo Torrens creía que la cantidad de depósitos que los bancos pueden
crear con sus créditos está íntimamente relacionada con la existencia de una
cantidad de moneda acuñada más billetes. Afirmó que la regulación de la
emisión de éstos apartaría también algo a la regulación de la creación de los
depósitos, pero prescindiendo de esto se aprecia enseguida el acuerdo de las
dos escuelas acerca de la importancia de la convertibilidad de los billetes.
La Ley de Peel no interfirió con la evolución de las prácticas bancarias de
la banca central Inglesa. Los cambios producidos en la actitud del Banco de
Inglaterra respecto de sus clientes y del mercado crediticio, la creciente
importancia de las cuentas de los bancos, en el total de sus depósitos y otros
rasgos más de la historia financiera Inglesa posterior a la ley de Peel han
tenido más importancia que los efectos de dicha ley en la política bancaria.

27
EL DEBATE ENTRE LOS TEÓRICOS DE LA BANCA LIBRE
Y EL BANCO CENTRAL

Comenzando primero con el análisis de la polémica doctrinal entre los


partidarios del Banco Central y de la banca libre, es ante todo preciso poner
de manifiesto, en contra de lo que a veces se ha creído, que tal polémica no
es enteramente coincidente con la que se efectúa en el siglo xix entre los
teóricos de la denominada “escuela bancaria” (banking school), en contra
de aquellos de la denominada “escuela monetaria” (currency school). En
efecto, aunque muchos de los defensores de la libertad bancaria
fundamentaran sus razones en los falaces y defectuosos argumentos
inflacionistas de la “escuela bancaria”, y la mayoría de los teóricos de la
“escuela monetaria” pretendieran lograr sus objetivos de solvencia
financiera y estabilidad económica mediante la creación de un Banco
Central que pusiera coto a los abusos, existieron, ya desde un principio,
solventes teóricos de la “escuela monetaria” que siempre consideraron
imposible y utópico pensar que el Banco Central no fuera a empeorar aún
más los problemas, y que fueron conscientes de que la mejor manera de
poner coto a la creación de medios fiduciarios y de lograr la estabilidad
monetaria era a través de un sistema de banca libre sometido, al igual que el
resto de los agentes económicos, a los principios tradicionales del derecho
civil y mercantil.
Por otro lado y paradójicamente, la mayoría de los defensores de los
postulados de la “escuela bancaria” terminaron aceptando con agrado el
establecimiento de un Banco Central que, como prestamista de última
instancia, venía a garantizar y perpetuar los privilegios expansionistas de
una banca privada que, cada vez con más ahínco, pretendía evadirse de sus
compromisos y dedicarse al lucrativo “negocio” de crear dinero fiduciario a
través de la expansión crediticia sin tener que preocuparse excesivamente
por los problemas de liquidez gracias al respaldo que suponía el
establecimiento de un Banco Central.
Es importante resaltar el hecho de que la mayoría de los teóricos de la
“escuela monetaria” aun acertando en la mayoría de sus aportaciones
teóricas, fueron no obstante incapaces de apreciar que los mismos defectos
que correctamente atribuyeron a la libertad de emisión de dinero fiduciario
en forma de billetes por parte de los bancos, íntegramente se reproducían

28
de forma idéntica, sólo que de manera más oculta y solapada y por tanto
más peligrosa, en relación con el “negocio” de concesión de créditos de
forma expansiva con cargo a los depósitos a la vista de los bancos. Y
además, estos teóricos erraron proponiendo como política más adecuada el
establecimiento de una legislación que tan sólo acabara con la libertad de
emisión de billetes sin respaldo, así como la constitución de un Banco
Central para defender los principios monetarios más solventes. Solamente
Ludwig von Mises, siguiendo la tradición de Cernuschi, Hübner y
Michaelis, fue capaz de darse cuenta de que la prescripción a favor del
Banco Central de los teóricos de la “escuela monetaria” era errónea, y que la
mejor y única manera de lograr los solventes principios monetarios de la
escuela era a través de un sistema de banca libre sometido sin privilegios al
derecho privado. Este fracaso de la mayoría de los teóricos de la “escuela
monetaria” fue fatal, pues no sólo motivó que la Ley de Peel de 1844, a
pesar de sus buenas intenciones, olvidara eliminar, como sí hizo en relación
con los billetes de banco, la creación de crédito fiduciario, sino que, además,
y en última instancia, respaldó la creación de un sistema de banca central
que, posteriormente, y sobre todo por culpa de la negativa influencia de
teóricos de la “escuela bancaria” como Marshall y Keynes, terminó siendo
utilizado con el respaldo de las erróneas teorías de estos prestigiosos
economistas, para justificar e impulsar unas políticas de descontrol
monetario y desmán financiero mucho peores que aquellas a las que
originariamente se pretendía poner remedio.

La evolución del sistema bancario y el Banco Central

El Banco Central no es un producto natural del desarrollo del sistema


bancario, sino que, por el contrario, aparece coactivamente impuesto desde
fuera como resultado de la acción gubernamental dando lugar, como
consecuencia de una serie de accidentes históricos, a todo un sistema
monetario y financiero muy distinto del que habría surgido
espontáneamente de haberse mantenido un sistema de banca libre
sometido sin privilegios al derecho privado y no intervenido ni coaccionado
gubernamentalmente a través del Banco Central.
Y es que el sistema de Banco Central no es sino el lógico e inevitable
resultado de la introducción paulatina y subrepticia por parte de los
banqueros privados, y en histórica complicidad con los gobiernos, del
sistema bancario basado en la reserva fraccionaria. Y en este campo, es
esencial no caer en la trampa intelectual en la que caen la mayoría de los
teóricos defensores del sistema de banca libre, y que, salvo la honrosa
excepción de Mises y pocos más, no se dan cuenta de que la única manera

29
de lograr un verdadero sistema de banca libre es restableciendo el principio
jurídico según el cual es preciso mantener en reserva el ciento por ciento de
las cantidades de dinero recibidas en forma de depósitos a la vista.
Se trata, en última instancia, de aplicar al campo bancario y monetario
esa idea seminal de Hayek de acuerdo con la cual, siempre que se viola una
regla tradicional de conducta, bien sea a través de la coacción institucional
del gobierno, o mediante la concesión por parte de éste de privilegios
especiales a ciertas personas o entidades, siempre, antes o después, habrán
de aparecer consecuencias dañinas y no deseadas en grave perjuicio del
espontáneo proceso social de cooperación. La norma tradicional de
conducta que se viola en el caso del negocio bancario es el principio del
derecho de acuerdo con el cual en el contrato de depósito de dinero
fungible, la tradicional obligación de custodia, que es un elemento esencial
en todo depósito no fungible, se materializa en la exigencia de que, en todo
momento, se mantenga una reserva del ciento por ciento de la cantidad de
dinero fungible recibida en depósito, de manera que todo acto de
disposición de ese dinero, y en concreto la concesión de créditos con cargo a
éste, supone una violación de ese principio y, en suma, un acto ilegítimo de
apropiación indebida. A lo largo de la historia, los banqueros pronto
empezaron a estar tentados de violar la mencionada norma tradicional de
conducta, usando en su propio beneficio el dinero de sus depositantes. Esto
sucedió, en un primer momento, de una manera vergonzante y secreta,
pues todavía se tenía por parte de los banqueros la conciencia de un mal
proceder; y sólo posteriormente los banqueros consiguen que la violación
del principio tradicional del derecho se efectúe de una manera abierta y
legal, cuando felizmente obtienen del gobierno el privilegio para utilizar en
su propio beneficio el dinero de sus depositantes (generalmente en la forma
de créditos muchas veces concedidos en un primer momento al propio
gobierno).
De esta manera, se inicia la relación de complicidad y la coalición de
intereses que ya es tradicional que exista entre gobiernos y bancos, y que
explica a la perfección las relaciones de íntima “comprensión” y
“cooperación” que existen entre ambos tipos de instituciones y que hoy en
día se aprecian con pequeñas diferencias de matiz en todos los países
occidentales en casi todas las instancias. Y es que los banqueros pronto se
dieron cuenta de que la violación del principio tradicional del derecho
mencionado daba lugar a una actividad financiera altamente lucrativa para
ellos, pero que en todo caso exigía la existencia de un prestamista de última
instancia, o Banco Central, que proporcionase la necesaria liquidez en unos
momentos de apuro, que la experiencia demostraba que siempre llegaban
de forma recurrente.

30
El sistema bancario de reserva fraccionaria, el Banco Central
y la teoría de los ciclos económicos

Las nefastas consecuencias sociales de este privilegio que se ha


concedido a los banqueros (pero no a ningún otro individuo o entidad) no
fueron, sin embargo, perfectamente comprendidas hasta el desarrollo, por
parte de Mises y Hayek, de la denominada Teoría Austríaca del Ciclo
Económico. En suma, lo que los teóricos de la Escuela Austríaca han puesto
de manifiesto es que empeñarse en perseguir el objetivo teóricamente
imposible (desde el punto de vista jurídico-contractual y técnico-
económico) de ofrecer un contrato que simultáneamente combine las
mejores características de los fondos de inversión (y en especial la que
consiste en la posibilidad de obtener interés de los “depósitos” realizados)
con el contrato tradicional de depósito (que por definición ha de permitir su
retirada a su valor nominal en cualquier momento) tarde o temprano, pero
siempre de manera inexorable, ha de producir unos inevitables ajustes
espontáneos, en forma, en un primer momento, de expansiones
incontroladas de la oferta monetaria, inflación, mala asignación
generalizada de los recursos productivos a nivel microeconómico y, en
última instancia, recesión, liquidación de los errores inducidos por la
expansión crediticia en la estructura productiva y paro masivo.
Es preciso darse cuenta de que el privilegio concedido a la banca de poder
ejercer su actividad con un coeficiente de reserva fraccionario implica un
evidente atentado en contra de una correcta definición y defensa de los
derechos de propiedad de los depositantes por parte de las autoridades
gubernamentales.
Esto inevitablemente genera, como siempre que no se definen
adecuadamente derechos de propiedad, un típico efecto de “tragedia de los
bienes comunales”, en virtud del cual los bancos son especialmente
proclives a tratar de adelantarse y expansionar antes y más que sus
competidores su correspondiente base crediticia. Por ello, el sistema
bancario basado en la reserva fraccionaria tiende siempre a la expansión
más o menos incontrolada, incluso aunque se encuentre controlado por un
Banco Central que, al revés de lo que normalmente ha ocurrido hasta
ahora, se preocupe seriamente de controlarla y ponerle límites.

El sistema monetario y bancario en una sociedad libre

En suma, el principal defecto de la mayoría de los teóricos defensores de


la banca libre es el de no darse cuenta de que ha de ser teóricamente
consustancial a su propuesta la exigencia del ciento por ciento de

31
coeficiente de reserva y, en concreto, no haber apreciado que todos los
defectos que los defensores del Banco Central señalan al sistema de banca
libre pierden virtualidad y desaparecen por completo si éste se lleva a cabo
sobre la base de los principios tradicionales del derecho. O, expresado de
otra forma y en palabras de Mises, de lo que se trata es de someter a los
bancos a los principios tradicionales del derecho civil y mercantil, según los
cuales cada individuo y cada empresa ha de cumplir sus obligaciones de
acuerdo con la literalidad estricta de lo establecido en cada contrato.
Este error está muy generalizado y afecta, en especial, a la interesante y
amplia literatura que ha venido desarrollándose a partir del gran eco que
supuso la publicación del libro de Hayek sobre La desnacionalización del
dinero, así como por la importante crisis económica y financiera que se
produjo a finales de los años setenta. El comentario más importante que
tengo que hacer a toda esta literatura es que en ella, y salvo contadas
excepciones, en muchas ocasiones se aprovecha la defensa del sistema de
banca libre, para caer en las veleidades teóricas propias de la antigua
“escuela bancaria” cuyos erróneos principios teóricos ya fueron puestos de
manifiesto hace mucho tiempo. Además, en toda esta literatura, encabezada
por las obras de White, Selgin y Dowd, entre otros, se olvida que, como
hemos venido argumentando, la única manera de acabar con el Banco
Central y sus excesos es eliminando el privilegio de reserva fraccionaria del
que actualmente se aprovechan los banqueros privados.
Y es que, si quiere defenderse un sistema financiero y monetario
verdaderamente estable para el próximo siglo, que inmunice en la medida
de lo humanamente posible de crisis y recesiones a nuestras economías,
será preciso establecer:
1) la completa libertad de elección de moneda;
2) el sistema de libertad bancaria;
3) lo más importante, que todos los agentes implicados en el sistema de
libertad bancaria estén sometidos y cumplan, en general, las normas y
principios tradicionales del derecho y, en particular, el principio de acuerdo
con el cual nadie, ni siquiera los banqueros, debe gozar del privilegio de
prestar aquello que le ha sido depositado a la vista (es decir, un sistema
bancario con un coeficiente del ciento por ciento de reserva).

Implicaciones de la teoría en la relación


con el sistema monetario europeo

Aunque las anteriores prescripciones de política económica puedan


parecer utópicas y muy alejadas de los problemas prácticos que nos acosan,
especialmente en relación con el diseño y dirección de un sistema

32
monetario europeo, éstas gozan de la virtualidad de indicar en todo
momento, al menos, cuál es la dirección adecuada que debe tomar su
reforma, así como los peligros que es preciso evitar. Así, parece claro que
deberemos huir tanto de un sistema de monopolistas monedas nacionales
que “compitan” entre sí en un entorno caótico, de tipos de cambio flexibles,
como de ir hacia la creación de un Banco Central europeo descontrolado e
inflacionario que impida la competencia entre monedas en un amplio
espacio económico, no afronte los retos de la reforma bancaria, no garantice
una estabilidad monetaria al menos tan grande como la de la moneda
nacional más estable en cada momento histórico y suponga, en suma, un
obstáculo definitivo para efectuar ulteriores reformas en la buena dirección.
Quizás el modelo más practicable y adecuado a corto y medio plazo sea, por
tanto, el de introducir en toda Europa una completa libertad de elección de
monedas públicas y privadas de dentro y fuera de la Comunidad, ligando,
como se ha intentado hasta ahora, las monedas nacionales que por razones
de costumbre histórica sigan utilizándose en un sistema de tipos de cambio
fijos que discipline el comportamiento de la política monetaria de cada país
al de aquel que la ejerza, en cada momento histórico, con mayor solvencia y
estabilidad.
De esta manera al menos quedaría abierta la puerta para que en el futuro
algún Estado-nación de la cee siempre tenga la posibilidad de avanzar en las
tres líneas de reforma monetaria y bancaria indicadas, forzando con ello a
seguir en la buena dirección su liderazgo monetario al resto de sus socios de
la Comunidad.
Y si se sigue por la senda de establecer un Banco Central europeo, hemos
de señalar que las críticas que, en todo caso, puedan efectuarse a la futura
moneda única europea han de centrarse en todos aquellos aspectos que
tiendan a configurar una moneda que al menos no sea tan sólida y estable
como la que hasta ahora se ha comportado históricamente mejor (el
marco). Debe, por tanto, huirse de toda flexibilización de los llamados
criterios de convergencia y apostar dogmáticamente por unas instituciones
monetarias europeas que tengan por objeto único e inalienable la
estabilidad (si es posible absoluta) del nivel general de precios.
De esta manera podría reproducirse en Europa un sistema monetario
muy cercano al ideal del patrón oro puro, que ha sido la moneda única
mundial libremente elegida por el mercado durante extensos períodos de
los últimos siglos, culminándose así el establecimiento de un marco de libre
cambio europeo, libre de las interferencias y manipulaciones monetarias de
cada país miembro y que por fin obligaría a que los países con estructuras
más rígidas (como es el caso de España) efectuasen las reformas
flexibilizadoras que necesitan para competir en un entorno en el que el
recurso a una política monetaria nacional inflacionista para acomodar las

33
rigideces estructurales ya no sea posible.
Es evidente que el trabajo definitivo sobre teoría monetaria y bancaria, a
la luz de la histórica polémica que está teniendo lugar entre los partidarios
de la banca libre y del Banco Central, aún está por hacerse.
Tras la histórica caída teórica y real del socialismo, el principal desafío
teórico al que se enfrentan tanto los economistas profesionales como los
amantes de la libertad de cara al próximo siglo, consistirá en luchar con
todas sus fuerzas tanto en contra de la institución de la banca central, como
en contra del mantenimiento del privilegio del que actualmente gozan
aquellos que ejercen la actividad bancaria privada, tal y como ésta se
entiende hoy.

34
RESERVA FEDERAL

Introducción

Reserva Federal, Banco Central de Estados Unidos. El Banco Central de


un país sirve de banquero para el resto de los bancos y para el gobierno;
también es el órgano responsable de la emisión de dinero, regula la política
monetaria y supervisa el funcionamiento del sistema bancario del país. En
los Estados Unidos estas funciones las desarrollan los directivos del sistema
de la Reserva Federal: la Junta de Gobernadores, con sede en la ciudad de
Washington, y los directores de los doce bancos de la Reserva Federal,
distribuidos por todo el país.
Casi todo el poder de la Reserva Federal se concentra en la Junta de
Gobernadores, que asume todos los aspectos relativos a la regulación del
sistema bancario y al control de la cantidad de dinero en circulación, así
como de la política de la Reserva. Como la Junta no es un órgano operativo,
la aplicación de las políticas que dicta está en manos de los doce bancos
federales, cuyas acciones son propiedad de los bancos comerciales que
pertenecen al sistema de la Reserva Federal. Sin embargo, en este caso la
propiedad de las acciones no implica el control de los bancos; la Junta de
Gobernadores y los directores de los bancos de la Reserva dictan las
políticas a seguir en función de los intereses del país y no de los intereses de
las entidades privadas.
El sistema de regulación del sistema bancario estadounidense es muy
complejo; en algunos casos las tareas que lleva a cabo la Reserva Federal las
pone en práctica con otras instituciones públicas; por ejemplo, en caso de
fusiones o para controlar a los bancos comerciales privados, la Reserva
Federal actúa en colaboración con el Organismo Controlador del Dinero y
con la Corporación Aseguradora de los Depósitos Federales. La política
monetaria, es decir, el control de la cantidad de dinero en circulación,
depende en exclusiva de la Reserva Federal, que actúa con total
independencia del poder político.

Historia

Durante los cincuenta años anteriores a la creación de la Reserva Federal

35
en 1914, el crecimiento económico se veía con frecuencia frenado por
recurrentes crisis económicas que solían venir acompañadas de una crisis
del sistema monetario. El sistema bancario estadounidense era incapaz de
responder con flexibilidad a los ciclos económicos.
La Ley de la Banca Nacional (1864) dividió el sistema bancario en tres
grupos: los bancos de la Reserva Central (el primero se creó en Nueva York
y en 1887 se crearon dos más en Chicago y Saint Louis), los bancos de la
Reserva (en otras 16 ciudades) y los bancos nacionales. Todos los bancos
nacionales tenían que mantener cierto porcentaje de sus depósitos en
reservas, pero parte de estas reservas se podían depositar en los bancos de
la Reserva. Cuando los bancos nacionales necesitaban más dinero para
atender la demanda de liquidez de sus clientes, podían acudir a los bancos
de la Reserva, que a su vez podían acudir a los bancos de la Reserva Central.
Cualquier fallo en esta pirámide acarrearía el colapso de todo el sistema
monetario, ya que por encima de los bancos de la Reserva Central era
imposible crear más liquidez, por lo que se producía una suspensión de
pagos. Crisis bancarias de esta índole ocurrieron en 1873, 1883, 1893 y
1907. Esta última llevó a la creación de una institución pública controlada
por las dos cámaras parlamentarias, la Comisión Monetaria Nacional, que
promulgó la Ley de la Reserva Federal en 1913, mediante la cual se creaba
un sistema bancario flexible y descentralizado.

Control monetario

La Reserva Federal controla todas las variables financieras del país. Los
dos instrumentos de control principales son las operaciones de mercado
abierto y la variación del coeficiente exigido de reservas. Las operaciones de
mercado abierto consisten en la compraventa de deuda pública. Por
ejemplo, cuando la cantidad de dinero en circulación crece más despacio de
lo que la Reserva Federal estima oportuno, se procede a comprar deuda
pública, poniendo así dinero en circulación que permite al sistema bancario
contar con un mayor número de depósitos, parte fundamental de la oferta
monetaria. De forma análoga, si la cantidad de dinero en circulación es
excesiva, la Reserva Federal llevará a cabo una política monetaria
restrictiva, vendiendo deuda pública en el mercado abierto. Esta venta
reducirá la cantidad de reservas bancarias y, por tanto, la capacidad de los
bancos para prestar dinero.
Aunque las operaciones de mercado abierto son el instrumento más
flexible y más utilizado para desarrollar la política monetaria, se pueden
conseguir los mismos objetivos variando el coeficiente exigido de reservas,
es decir, el porcentaje de los depósitos que deben depositar los bancos
comerciales en forma de reservas en los bancos de la Reserva Federal.

36
Cuando se incrementa este porcentaje, los bancos no pueden crear tanto
dinero como antes porque una mayor proporción de sus activos debe
inmovilizarse en reservas; lo contrario ocurre cuando se disminuye el
coeficiente.
La Reserva Federal también puede controlar la oferta monetaria variando
la tasa de descuento. Cuando los bancos comerciales necesitan más dinero y
piden prestado a los bancos de la Reserva Federal, una mayor tasa de
descuento encarecerá estos préstamos, por lo que los bancos reducirán su
demanda de dinero. La variación de la tasa de descuento puede utilizarse al
mismo tiempo que se realizan operaciones de mercado abierto. También
puede servir para obtener señales monetarias de las condiciones
económicas que imperan en el mercado.
La Reserva Federal sólo controla de forma selectiva la compra-venta de
títulos valores, imponiendo un margen legal para la compra de activos
financieros, es decir, un porcentaje mínimo que debe depositar el
comprador de títulos valores. Este requisito legal surgió a partir de la Gran
Depresión, y pretende evitar la especulación en el mercado de valores.
La Ley de Control Crediticio de 1969 autoriza al presidente a conceder
poderes adicionales a la Reserva Federal. En 1980 se aplicó esta ley para
permitir a la Reserva Federal el control de los créditos al consumo.

Efectos de las políticas de la Reserva Federal

Los economistas piensan que las políticas de la Reserva Federal tienen a


largo plazo efectos positivos y negativos: en primer lugar, las decisiones de
la Reserva Federal a veces han aumentado, en vez de disminuir, la
inestabilidad económica; en segundo lugar, el intento de ajustar con total
precisión la oferta monetaria no resulta productivo y puede llegar a ser una
circunstancia muy desestabilizadora; en tercer lugar, a largo plazo, las
políticas restrictivas del crecimiento de la cantidad de dinero pueden llegar a
reducir la tasa de inflación; por último, algunos problemas no pueden ser
resueltos por la Reserva Federal, como ocurrió, por ejemplo, con la crisis del
petróleo. Muchos economistas afirman que la Reserva Federal fue en parte
responsable de la Gran Depresión de la década de 1930. Por otro lado, la
estabilidad de precios de finales de la década de 1950 y de la de 1960 se
debió en parte a la efectividad de la política monetaria de la Reserva Federal.
Las críticas aumentaron durante las décadas de 1970 y 1980, cuando las
autoridades monetarias parecían incapaces de frenar el incremento de la
inflación y de los tipos de interés. A mediados de la década de 1980, muchos
economistas pensaban que la política antiinflacionista de la Reserva Federal
era bastante eficaz.

37
Relaciones con el gobierno

Hay quien considera a la Reserva Federal como una cuarta rama del
poder porque se ha convertido en un poderoso grupo político que no debe
someterse a controles exteriores. La Junta de Gobernadores es
independiente, por ley, del Poder Ejecutivo con un mandato superior al del
presidente. Sin embargo, en la práctica la Reserva diseña su política
monetaria de acuerdo con los objetivos políticos y financieros establecidos
por el Poder Ejecutivo.
La relación con el Congreso es más compleja. Por un lado, el Banco
Central es, sin duda, una institución creada por el Congreso, por lo que la
duración del mandato de la Junta de Gobernadores y su larga existencia
dependen de éste. Por otro lado, la autofinanciación de la Reserva Federal
otorga a ésta una gran independencia, sustrayendo al Congreso uno de sus
principales instrumentos de control: el presupuesto. Así, la Reserva Federal
queda libre de presiones políticas, pero debe responder ante el Congreso y
explicar su política monetaria.

La transparencia

Más en concreto, y no hace tantos años, los observadores se enteraban de


las decisiones del Comité Federal de Mercado Abierto (fomc) a través de las
variaciones apreciables en las operaciones de la jornada al día en fondos
federales; esto es, por señales que sólo percibían los profesionales con
capacidad suficiente para leer de manera precisa los datos más técnicos.
Con el tiempo, esas señales fueron haciéndose más claras, de forma que al
final quienes siguen el mercado de cerca cuentan con una amplia
información sobre las decisiones adoptadas por el Fed.
Dicho de otra forma, a medida que el funcionamiento de los mercados se
transformó, en analogía a los instrumentos financieros y a los agregados
monetarios, el pasado lastre de las incertidumbres, léase si se prefiere
riesgo, fue haciéndose cada vez más soportable. Y de manera lógica, el valor
de la transparencia pasó a apreciarse más y más. En palabras directas, los
mercados financieros trabajan actualmente con mayor eficiencia, porque
los actores no tienen que derrochar los ingentes esfuerzos de antes en el
intento continuo de inferir cuál es la trama de la política monetaria a partir
de las indicaciones difusas del día al día, con la particularidad adicional de
que esa mayor transparencia no ha significado ninguna restricción en la
libertad de que disponemos al objeto de ajustar la política monetaria en la
dirección que corresponda.
En definitiva, en los últimos años, hemos alcanzado un mejor balance, a

38
mi juicio, en el trade off transparencia/instrumentación de la política
monetaria. Y consecuentemente, hoy nos movemos con mucha claridad en
nuestras decisiones políticas; incluyendo la información sobre los riesgos
más amenazadores de cara al futuro. En esa dirección, hace un lustro que
venimos publicando la transcripción completa de las reuniones del Sistema
de la Reserva Federal en sus respectivos doce distritos dentro del sistema. Y
espero que en los próximos tiempos podamos seguir con esas mismas
pautas de política informativa, si bien apreciando siempre en qué medida la
apertura informativa permite optimizar la instrumentación de la política
monetaria. Como resultado de todo ello, el Fed se muestra muy explícito en
sus objetivos finales –estabilidad de precios y máxima posibilidad de
crecimiento–, debiendo aclarar que cuando hablo de precios no me refiero a
una cifra concreta del Índice de Precios al Consumo, pues me resulta difícil
hacer una precisión exacta de lo que significa un nivel que garantice la
estabilidad general. A mi juicio, lo que debe tenerse como meta es un
entorno en el cual la inflación sea baja y estable a lo largo del tiempo, sin
entrar en demasiadas especificaciones.
En definitiva, los registros históricos nos muestran que la transparencia
ha contribuido a mejorar el funcionamiento de los mercados, y también a
hacer mayor nuestra credibilidad por parte del público. Pero esa apertura es
bastante más que un instrumento útil en la configuración de la economía:
es toda una obligación del Banco Central en la sociedad democrática y libre
en que vivimos. Por ello, los líderes de este país (ee.uu.) decidieron darnos
al Sistema toda la responsabilidad en la configuración e instrumentación de
la política monetaria, como cuerpo independiente que somos. Tal
característica, unida ahora a la transparencia de nuestras actividades, es lo
que nos hace realmente creíbles a los ciudadanos, y lo que nos permite
ayudarlos para que ellos mismos juzguen si nuestra tarea está a la altura de
lo que ellos piensan que debe ser.

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SEGUNDA PARTE

EVOLUCIÓN BANCARIA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA

Las primeras instituciones bancarias

Banco Provincia
En 1822, y dada la prosperidad, se creó una comisión para redactar el
estatuto rector de las operaciones del banco, y su posterior aprobación se
realizó el 23 de febrero de 1822. Este estatuto imponía el descuento de
letras, pagarés y obligaciones a plazo como el primer objetivo del banco.
Autorizaba a recibir depósitos, encargarse de cobranzas particulares, emitir
billetes pagaderos al portador, y establecía órganos y asamblea de
accionistas. Los principales lineamientos estatutarios que animaban las
operaciones crediticias eran análogos a los que sustentaba el acta del Banco
de Inglaterra; así se intentaba reproducir la organización de ese banco.
El banco no se adecuaba a las costumbres locales ni a los requerimientos
de la actividad agrícolo-ganadera, además de las limitaciones de la emisión
monetaria. El 21 de junio el Congreso Nacional aprobó la constitución del
banco. Y se prohíbe por veinte años la constitución de otro banco similar. Se
dan una serie de privilegios, como la exención de los títulos de toda
contribución fiscal.
El banco fracasó por una emisión excesiva y los intentos de establecer el
Banco Nación. Se llegó a una situación sin salida, y luego fue absorbido por
el Banco Nacional en 1824.

Banco Nacional
Surgió a partir de 1824. El 28 de enero de 1826 se creó el Banco Nacional
de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Tenía el uso del escudo
nacional. El banco no sería de propiedad pública sino que pertenecería a sus
accionistas, que lo gobernarían mediante una asamblea y una junta
directiva. De cualquier forma el avance estatal dio por tierra la autonomía.
Las vicisitudes que caracterizaron al Banco desde su nacimiento no se
agotaban en la accidentada fusión con el Banco de la Provincia de Buenos
Aires sino que se atendía a su solidez económica y a la independencia de

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criterios que gozaba.
La facultad de emitir –art. 61 de la Ley de Creación– le permitía volcar a
la circulación billetes pagaderos a la vista y al portador bajo las precauciones
que la Junta de Directores acordase. Y el art. 62 facultaba al gobierno
durante el primer año la cantidad y valor de los billetes a emitir. Ordenó por
decreto del 13 de marzo de 1826 que el banco en ningún caso pondrá en
circulación billetes en cantidad mayor que los valores reales que posea. Los
billetes emitidos requerían una garantía efectiva en las cajas del Banco. La
situación de guerra imponía cuantiosos gastos, y los desequilibrios en las
cuentas públicas hizo que se utilizaran los recursos del banco.
El 26 de septiembre de 1826 el gobierno autorizó por decreto la emisión
de 3.000.000 fuertes fuera de los límites fijados. El 7 de diciembre se obliga
al banco a prestar las cantidades que necesitará de su fondo metálico para la
guerra. Las emisiones fueron así en marcha ascendente. El 7 de marzo de
1828 autorizó al Poder Ejecutivo a contraer un empréstito de 2.000.000 de
pesos, negociado por el Banco a su nombre y bajo su responsabilidad. Esta
operación fracasó, ya que no tuvo éxito entre los capitalistas, por lo que se
recurrió a la emisión monetaria, que se convirtió en un arma letal para la
existencia del banco y el valor de cambio de sus billetes. El 5 de mayo de
1826 una ley postergaba el pago en metálico de los billetes emitidos por el
espacio de dos años y declaraba el curso forzoso.
La inconvertibilidad llevó a una acentuada depreciación del billete. Para
dar seguridad, el 10 de mayo de 1826 se da poder cancelatorio a la moneda
corriente. Se creó la caja de amortización de los billetes en circulación, y se
dotó con fondos provenientes del impuesto sobre los saladeros.
La liquidación del Banco
Se produce dada la situación de extrema precariedad.
“La situación angustiosa del banco era exclusivamente por la obra del
gobierno, cuya deuda representaba cerca de cuatro veces el capital y los
depósitos del establecimiento. El gobierno había absorbido toda la emisión,
inhabilitando al banco para descontar al público. Desempeñaba el papel de
la Tesorería General.”[10]
Si bien la situación era harto comprometida y precaria, no justificaba en
1836 disolver el banco, garantizando la moneda corriente por el gobierno
que es deudor de ella al público. Así el Estado pasó a tener las 2/3 partes del
capital.
Casa de Moneda
El decreto de disolución del Banco Nacional crea una entidad que
absorbe las funciones del banco.
Se prevé la formación de una Junta integrada por un presidente y seis
vocales a los que se les confiaba la administración del papel y de la Casa de
la Moneda, otorgándole facultades para la realización de operaciones

41
bancarias.
Se considera la piedra angular del actual Banco Provincia, pero en
realidad es darle demasiada importancia, ya que se convirtió en una
institución residual. Durante el gobierno del general Rosas hubo una
sucesión casi aburrida de leyes que sólo se diferenciaban por el valor
ascendente de las emisiones. Y para evitar que el público demandara los
desprestigiados billetes se prohibió en 1839 todo contrato de cambio de
billetes del Banco Nación. Así se terminó por debilitar la Casa de Moneda,
por lo que se dispuso a la Junta de Crédito enviase a ésta el capital inactivo
que tuviese.
A partir del general Urquiza
Urquiza decretó por primera vez el valor del papel moneda respecto del
oro, 1 onza de oro sellada en pago a 256 pesos de moneda corriente.
La ley del 28 de octubre de 1853 facultaba a la Casa de Moneda a recibir
en depósito toda cantidad de moneda que no bajase de 1000 pesos y de 50
pesos en metálico; se pagaría a un interés del 5% anual, con depósitos de
más de 6 meses.
La ley del 10 de octubre de 1854, hace renacer al Banco Provincia como
banco y a la Casa de Moneda. La ley establecía la administración del
establecimiento a cargo de un directorio que resolvería la administración del
establecimiento. Fijaría el tipo de interés y sería discrecional.
Por la exigüidad de sus recursos se le prohibió la compra de bienes raíces,
acciones o títulos. Se quiso dar al banco una existencia independiente,
aunque era de carácter público. La reforma que le permitió al banco las
funciones de su giro ordinario dio origen a un período fecundo. Se
extendieron las operaciones y al concentrarse alentó al banco a abrir
cuentas corrientes con interés recíproco, pero a pesar de la afluencia de
fondos esta operatoria no fue beneficiosa, y se pidió finalmente suprimirla.
Tampoco fue beneficioso el crédito hipotecario. En 1871 se creó el Banco
Hipotecario de la Provincia de Buenos Aires.
En 1856 la abundancia de papel moneda la sometía a constantes
depreciaciones. Pero por los cuatro empréstitos presionó sobre la demanda
de moneda fiduciaria y el oro brasileño se sometió a una fuerte apreciación
para estabilizar la moneda. Se creó la Oficina de Cambio, y eso le valió
poseer una importante reserva metálica.
Banco Nacional
El 5 de noviembre de 1872 se promulgó la ley que autoriza la creación de
un Banco Nacional con aportación pública y privada. Estaba facultado para
emitir billetes pagaderos al portador y a la vista, concesión de préstamos a
los gobiernos nacional, provincial, y adelantos en metálico sobre
mercaderías en depósito en la aduana. Tenía limitaciones, como prestar
dinero, tener respaldo para la emisión, y había obligatoriedad de depósitos

42
oficiales y judiciales.
Dado el monopolio del Banco Nacional sobre las operaciones bancarias,
su entrada provocó un drenaje en las arcas del Banco Provincia. En 1874 ya
el Banco Nación tenía una presencia importante, pero tenía un rumbo
errático en la actividad económica.
En 1876 se suspende la convertibilidad estableciendo el curso forzoso de
los billetes del Banco Provincia y de su papel moneda.
Una vez reformado el Banco Nación se constituyó en un factor decisivo
para lograr la unidad monetaria. Se modificó la carta orgánica y se acrecentó
el capital. El Poder Ejecutivo designaría al presidente y a cuatro vocales. El
banco y sus sucursales desempeñarían la función de Tesorería Nacional.
Esto lo introdujo en un período de expansión, pero las continuas crisis de
balanza de pagos traerían serias dificultades.

La crisis de 1890

La anarquía monetaria
En 1870 no se podía alcanzar la unidad monetaria; existían monedas
extranjeras de curso legal por la ley 1.863, y había una circulación fiduciaria
de diversos billetes.
El 22 de septiembre de 1875 se adoptó un sistema monometálico basado
en el oro, que nunca se llegó a ejecutar. El 5 de noviembre de 1881 se
sanciona la ley que establecía el peso oro y el peso plata. La ley limitaba la
emisión, se daba poder cancelatorio mayor al oro.
La crisis del noventa se presenta debido a que la emisión monetaria
alcanzó magnitudes incompatibles para el nivel de demanda de saldos
monetarios, el gasto público originó crecientes y persistentes déficit
públicos y la política arancelaria alentaba la importación. Si bien en 1889 el
gobierno se sentía orgulloso de sus logros, se permitió la existencia de
circulación mixta. En 1890 se produjo una parálisis alarmante del mercado
inmobiliario y de títulos. El crédito personal fue desapareciendo.
El desorden afectó el sistema bancario. El Banco Nación y Provincia
carecían de recursos. El público se desprendía del papel moneda para
adquirir oro y cambiaba los activos bancarios por otros activos. Se
otorgaban créditos con el descenso en el nivel de las reservas de papel
moneda. El 6 de septiembre se permitió una emisión, se repartió entre el
Hipotecario, el Banco Nación y municipalidades. Pero la crisis argentina
afectó los negocios de la firma londinense, la posibilidad de la caída de la
Baring bros. El gobierno optó por solventar el pago de la deuda externa. La
necesidad de reformar el sistema y hacer cesar el carácter oficial de los
establecimientos existentes, hizo que se decretara el cierre temporal y la
suspensión del pago de los depósitos radicados en los bancos Nacional y

43
Provincial. El Nación asumió la garantía de todos los billetes en circulación
y en 1894 surge el Peso Moneda Nacional y se suprime la leyenda pagará al
portador y a la vista.
El Banco de la Nación Argentina
Carlos Pellegrini recibió un montón de escombros. En 1991 la coyuntura
económica era grave. Había retraimiento de capitales, desaparición del
crédito y la destrucción del sistema circulatorio. En 1891 se envió un
proyecto con arreglo al cual se autorizaba la fundación de un banco por una
sociedad anónima que abarque en su giro a toda la República. Sería una
sociedad integrada por accionistas particulares, con exclusión de
participación estatal.
El banco se constituiría sobre la base del Banco Nacional, estando
facultado para realizar operaciones acordadas por aquél y ejercer sus
derechos. No emitiría billetes mientras no se resolviera la conversión. El
Congreso combatió el proyecto. Finalmente el banco abrió en 1891 y en la
inauguración se reconoció el escepticismo. La suscripción de acciones no
tuvo el éxito esperado, el banco debió actuar en forma provisional. Frente a
esto el Estado decidió robustecer el banco, y mientras estuviera
administrado por un directorio nombrado por el gobierno se comprometió a
mantener en la Caja de Conversión en calidad de reserva el 75% de sus
depósitos.
La Caja de Conversión
Existían problemas monetarios acuciantes, por lo que se creó la Caja de
Conversión sobre la base de la Oficina Nacional de Bancos Garantizados. El
7 de noviembre de 1890 la ley le atribuye todas las operaciones de emisión,
conversión y amortización de la moneda circulante con el fin de proveer los
medios y condiciones de la conversión futura del papel de curso legal, se le
dio la tarea de custodiar dineros y títulos que garantizaran el papel moneda.
El directorio sería nombrado por el Poder Ejecutivo. Se ordenó crear un
fondo destinado a tener reservas de oro, esto nunca se realizó y los billetes
circularon sin ninguna garantía real. Los bancos privados tampoco
convirtieron sus emisiones y volcaron esa responsabilidad a la Nación.
El Banco Nación. La reforma
La obligación de mantener como reserva un 75% de los depósitos era una
valla para la acción del banco, como las disposiciones que le impedían
realizar operaciones que le permitieran expandir su giro. En 1904 se
sancionó la ley 4.507. El banco, pues, podría realizar todas las operaciones
que el Directorio juzgara oportunas, con la variante de que sólo tendría un
25% de encaje. Sólo podría realizar operaciones crediticias con el gobierno
nacional que no excedieran el 20% del capital del banco. Se le prohibió
tomar empréstitos públicos por cuenta propia. Se autorizaba a realizar el
redescuento de documentos comerciales en posesión de los bancos

44
comerciales y podría emplear el 20% de sus fondos en títulos de la deuda
pública.
Se obligaba a la institución a convertir en metálico el 50% de las
utilidades y el restante se debía destinar a realizar aumento de capital. Así se
adecuaba a la etapa de desarrollo del país. Así podemos decir que las
funciones de un Banco Central estaban distribuidas entre dos instituciones
y el control se le dio a la Cámara de Compensación como agente financiero
del Estado.

45
EL BANCO CENTRAL

En 1935 se constituye el Banco Central. En su inauguración el presidente


Agustín P. Justo pronunció un discurso: “La creación de este banco no es el
fruto de la improvisación, no es tampoco un rodaje más de la máquina
financiera, ni otro nuevo medio de fomento. Es en verdad un órgano
esencial, es célula cuyo desarrollo interesa ayudar y vigilar para que el
germen de vida nueva que ella lleva llegue a su total y normal
funcionamiento creando y manteniendo una moneda sana, un medio de
comercio elástico, noble y seguro.”
Se realizó una tarea preparatoria como el equilibrio del presupuesto con
la administración al día, el pago escrupuloso de la deuda, la limitación en la
creación monetaria, se ordenó económica y financieramente a la República,
creando un régimen de contralor, Junta de Carnes y Granos, Corporación
de Productores de Granos y se sancionó la Ley de Crédito Agrario.
El Banco Central sería así la prueba angular de la economía nacional
futura: Justo cree, y lo dice en sus palabras al Directorio, que esta
institución traerá la estabilidad de la moneda y el bienestar del pueblo
argentino.
El ministro de Hacienda, Federico Pinedo, destaca que la Caja de
Conversión es el ámbito donde se inaugura el Banco Central. Recalca la
accidentada historia monetaria argentina. El país cuenta desde ese
momento, dice, con los instrumentos que le hacían falta para poder resolver
las dificultades y problemas que a diario plantea el confuso y cambiante
mundo moderno.
Ernesto Bosch, primer presidente del Banco Central de la República
Argentina, al recibir el cargo, pone de manifiesto que la institución tiene
una existencia acreditada en el tiempo en muchos países, pero considera
que representa el complemento de un vasto plan de medios financieros.
Hace hincapié en la función del presidente del Banco Central, la inspección
de los bancos, y recalca la prudente elasticidad de la ley, y cree que será
decisivo el crédito en la nueva situación monetaria.

El Banco Central moderno

Su función primordial es coordinar, orientar y supervisar todo el sistema

46
nacional de bancos. Tiene un capital que le sirve para operar, tiene
facultades de emisión, tiene un capital operativo consistente en la Reserva
Legal. Tiene funciones de supervisión y superintendencia, pero las
realmente importantes se relacionan con la política monetaria y económica
de la nación, con la gestión financiera del gobierno, con los instrumentos de
pago internacionales con las reservas de oro y divisas y los aspectos del
mercado cambiario.
El Banco Central tiene complejas funciones, siendo autorizante y
fiscalizador de todos los bancos, agente financiero del gobierno nacional y
responsable y tutelador de la política monetaria, exclusivo titular de la
facultad de emitir billetes y monedas por delegación, depositario de los
medios internacionales de pago, consejero del gobierno nacional y
copartícipe en la elaboración de la política económica.
El Banco Central se creó con la sanción de la ley 12.155, la cual fue
acompañada de una serie de leyes complementarias estableciendo el
régimen legal de los bancos, la creación del Instituto Movilizador de
Inversiones Bancarias, destinado a activar los valores mobiliarios
congelados en poder de los bancos y modificatorios de las cartas orgánicas
de los bancos de la Nación Argentina e Hipotecario Nacional.
La reorganización monetaria y bancaria se ajustaba al poderoso Banco de
Inglaterra. Así J. A. Roca en su visita al Reino Unido expresó que la Nación
Argentina en lo económico era parte del Imperio Británico.

Banco Central de la República Argentina

Los gobiernos para lograr metas de política económica, delegan en los


Bancos Centrales parte de la ejecución de esta política concentrándose éstos
en el orden de los agregados monetarios, mejorando la expansión y
concentración de los medios de pago influyendo en objetivos de los
gobiernos. La adopción de la estabilidad monetaria lleva a los Bancos
Centrales a tener un papel protagónico en la conformación de las
tendencias macroeconómicas. Tratarán así de contrarrestar tensiones
coyunturales a través del manejo de agregados monetarios.
El Banco Central es el rector para la ejecución de la política monetaria.
Prevalece el elemento discrecional, y esto agudiza en muchos casos la
presión monetaria. La independencia del Banco Central encuentra una
discusión de grados. La dependencia o no de este organismo con el
gobierno depende del sistema político en el que se desenvuelve.
La naturaleza de la moneda y las funciones que se esperan que cumplan
los Bancos Centrales hacen que se promueva generalmente la
independencia del poder monetario.
La vigente Carta Orgánica ve en la preservación de la estabilidad

47
monetaria la condición para que el Banco Central dé garantías y posea
autonomía del Poder Ejecutivo. El Banco Central es una entidad autárquica,
tiene competencia para administrarse a sí mismo, sin otra interferencia que
la del control y vigilancia de aquel poder que la creó.
El Banco Central, por la Carta Orgánica vigente, no estará sujeto a
órdenes, indicaciones o instrucciones del Poder Ejecutivo en la formulación
y ejecución de la política monetaria y financiera y en la elección de aquellos
que conformarán la voluntad social del banco.
La necesidad de contar con la aprobación del Senado hace que las
conductas sean más transparentes y concuerden con lo que cabe al
Congreso decidir acerca del objetivo final de la política monetaria. La
actuación del Banco Central debe subordinarse a las prescripciones de
voluntad del Congreso, es necesario que éste no se desentienda del ejercicio
de las facultades delegadas. El presidente del Banco Central presenta un
informe anual sobre las operaciones del Banco al Congreso. El Congreso se
comportará como un exigente fiscal.
Los Bancos Centrales no escapan a la necesidad del estado de asistencia.
La experiencia argentina marca la necesidad de que se someta a límites el
apoyo financiero. La Carta Orgánica actual prohíbe al Banco Central
conceder préstamos al gobierno nacional, provincial, o municipal. También
prohibe el financiamiento indirecto del sector público al no permitirle que
pueda endosar letras u otras obligaciones del gobierno nacional, provincial
u otras instituciones públicas. El gobierno a través de su política fiscal no
podrá ignorar el perfil que asuma la programación monetaria.
La excepción es que el Banco Central podrá comprar y vender en
operaciones de contado y a término títulos públicos con fines de regulación
monetaria y cambiaria. También permite financiar al gobierno nacional,
mediante la compra de títulos negociables emitidos por la Tesorería General
de la Nación. El rescate de las operaciones de mercado abierto como un
instrumento de política monetaria es importante y contribuye a que el
Banco Central cuente con un instrumento apropiado para el cumplimiento
de su tarea de regular la moneda.
El financiamiento del sector privado
Por lo general los sistemas económicos confían en el Banco Central la
tarea de prestar asistencia financiera de última instancia a las entidades
financieras que presenten dificultades transitorias de iliquidez. Las
legislaciones bancarias atribuyen a los mecanismos monetarios la facultad
de imponer coeficientes de liquidez sobre los activos bancarios con el fin de
que dichos organismos cuenten con un instrumento para alterar el nivel de
la oferta monetaria. Es común que las entidades financieras le confíen sus
recursos excedentes animados por la confiabilidad y solvencia que
usualmente brinda una institución de esta naturaleza.

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El redescuento es el sistema de asistencia financiera de última instancia a
las entidades integrantes del sistema financiero. Dado que esta operatoria
puede generar una expansión, resulta frecuente que las distintas
legislaciones impongan restrictivas condiciones para su uso. Por lo general,
para la asistencia financiera del sector privado confían en las siguientes
prácticas:
• La realización de adelantos a los bancos por plazos no superiores a
cuatro meses.
• El descuento a los bancos miembros de títulos emitidos con el fin de
facilitar el tráfico comercial, industrial y agrícola con plazos de amortización
no superior a tres meses.
El Banco Central encuentra así un eficaz instrumento para incidir sobre
el nivel de saldos líquidos. Los mercados financieros han desarrollado
rápidos y eficientes respuestas a los problemas de liquidez bancaria.
Mercados interbancarios y otras sofisticadas transacciones financieras
constituyen valiosos y accesibles mercados e instrumentos a que pueden
recurrir las entidades financieras. La presión sobre una corrida bancaria se
ampara con la garantía de los depósitos bancarios.
En cuanto al tipo de interés, la Carta Orgánica ratifica que corresponde al
Directorio del Banco Central la fijación de la tasa de interés, y las demás
condiciones generales que el Directorio fije no podrán implicar la concesión
de algún tipo de subsidio. Está prohibición sólo resulta aplicable al nivel de
la tasa de interés o puede ser aplicado también a todos las demás restantes
condiciones crediticias. Lo más adecuado es prohibir esto en condiciones
inferiores a las del mercado. La tasa subsidiada por el Banco Central
convendría en la medida en que las entidades acceden u obtienen recursos a
un costo menor que el de las restantes entidades. Lo que hay que buscar es
un aprovechamiento óptimo de los recursos. Debe buscarse no sólo la
transparencia del sistema financiero, sino también del sistema político.

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TERCERA PARTE

EL ESTADO Y LOS BANCOS CENTRALES

Cuando se produjo la separación de la oferta monetaria del patrón


monetario a partir de la Depresión de los años 30 aparecieron problemas
que corresponden a las funciones actuales del Banco Central. A raíz de la
crisis del 30 comienzan a desarrollarse la centralización y el monopolio en la
emisión monetaria y se excluye así el sector privado y la competencia.
Juntamente con la Segunda Guerra Mundial, los sistemas de mercado
claudicaron frente a la intervención estatal y se generalizó la estatización de
los Bancos Centrales. Nacieron así leyes de supervisión bancaria, se
limitaron las libertades operativas de los bancos y se colocaron sus
actividades bajo el control estatal. Fenómenos como la inflación y el
desequilibrio externo demandaron medidas financieras, monetarias y
cambiarias que fueron aumentando las funciones de los Bancos Centrales y
del Estado.
Se pensó también que sería ventajoso mantener reservas en efectivo,
controlando la moneda y el crédito y se consideraba al Banco Central un
medio de intercambio entre los sistemas bancarios de los países. En la
búsqueda de la protección del bienestar social se desarrolló la noción de
poder de policía sobre la actividad bancaria y cambiaria.

En los países menos desarrollados

El grado de desarrollo económico es condicionante de la constitución y


facultades del Banco Central. De cualquier forma, hay funciones generales
típicas, como la emisión monetaria, monopólica y regulación de emisión,
manejar la contracción o expansión, sobre todo de las operaciones de
mercado abierto, y ser agente y consejero del gobierno. Poco a poco se va
perfilando un aislamiento normativo como custodio de las reservas
metálicas y divisas de la nación, la custodia de las reservas en efectivo de las
entidades bancarias y financieras, la concentración del crédito mediante el
redescuento y la regulación del crédito de conformidad con las necesidades
económicas.
En países con inflaciones crónicas y graves, desequilibrios internos y

50
externos, siempre se prevé como función de envergadura la estabilidad
monetaria, encaminada a salvaguardar el poder adquisitivo con el tipo de
cambio y la paridad, siempre se procura limitar la posibilidad de financiar el
déficit del sector público a través de la emisión. La autonomía del Banco
Central, se respalda en normas que por lo general vedan financiar a las
administraciones. Los Bancos Centrales participan en la emisión de títulos
valores del Estado. Cuando son países deudores, los Bancos Centrales
tienen un papel fundamental en las políticas de ajuste. Los cobros y pagos
externos se mantienen en el ámbito del Banco Central.

La materialización de la autonomía

No garantiza la eficiencia. Se busca asegurar la desvinculación de las


autoridades de la institución con las gubernamentales, y descentralización
geográfica o regionalización de la institución. Se centra tanto en la
inseparabilidad de objetivos de altos contenidos políticos respecto de
funciones técnicas y de ejecución. Por lo general se transformó al Banco
Central en una isla monetaria, crediticia y cambiaria. El Banco Central debe
aconsejar al gobierno en materia de política monetaria y brindar la
información que se le solicita.

El problema central

Es la relación entre el Banco Central y el gobierno. El cuestionamiento es


la integración oficial, privada o mixta. En cuanto al valor de la moneda, es
importante la autonomía para que el gobierno lo utilice para financiar el
déficit fiscal. De cualquier forma, la autonomía no garantiza el principal
objetivo del Banco Central, que es defender la moneda. En muchos
momentos de la historia países que han dado gran independencia a los
Bancos Centrales no han podido evitar que la inflación se acelere y se salga
de control. El manejo del Banco Central puede afectar no solamente el nivel
de precios y la normalidad en los cobros y pagos externos, sino también la
actividad económica general, incluyendo el nivel de empleo y la distribución
del ingreso, con lo que el tema pasa a tener un carácter político. Esto lleva a
diferenciar las funciones técnicas y políticas de una banca central y a
considerar que ambas son caras de la misma moneda, así como los
instrumentos y objetivos con que cuenta.
Hay que distinguir entre la formulación y la ejecución de las políticas. La
ejecución es un área técnica que se realiza con los límites fijados por el
programa. La formulación es una tarea política que compete al gobierno y a
las autoridades económicas. Se le concede la competencia exclusiva de la

51
formulación y ejecución de la política monetaria y financiera.
Hay distintas posibilidades en cuanto a un Banco Central:
– La total subordinación de ajustarse a las directivas generales del
gobierno en materia económica, monetaria y cambiaria.
– La autonomía limitada a lo técnico.
– Actuación independiente.
– La autonomía con coordinación.

Los males del control de la moneda

Durante la vigencia del patrón oro, se impuso a los gobernantes una


disciplina que les impidió abusar de sus facultades como han hecho en casi
todas las demás épocas.
Fue John Maynard Keynes quien dijo que el volumen del empleo
depende de la expansión monetaria. Pero para los economistas de la
Escuela Austríaca la utilización de este medio es sólo obtener un respiro. La
política del empleo genera mediante un proceso complejo, opera por medio
de cambios temporales en la distribución de la demanda que desvían a los
trabajadores al paro como a los ya empleados hacia puestos que
desaparecerán al detenerse la inflación.
Antes de la Primera Guerra Mundial la expansión del crédito se dio para
financiar la inversión industrial, pero las inflaciones posteriores han sido
más complejas, como la de los años veinte. Desde la nacionalización del
Banco de Inglaterra el poder adquisitivo de la libra esterlina se redujo. La
exigencia de dinero más abundante y barato es una fuerza política
omnipresente a la que las autoridades monetarias nunca han conseguido
oponerse. El monopolio de la emisión se enfrenta a la libre elección de la
moneda. La moneda de curso legal versus un sistema de cambios libres, la
libertad de intercambio monetario versus unión monetaria.
La crisis del intervencionismo se da por tres razones que conducen a tal
conclusión. Las medidas restrictivas de la producción invariablemente
reducen la cuantía de los bienes. Perturba las operaciones de mercado. El
intervencionismo aspira a que sea siempre el gobierno y sólo el gobierno el
que en cada caso decide si cabe dejar a las cosas evolucionar con arreglo a
las directrices del mercado o si, por el contrario, conviene recurrir a las
coactivas intervenciones.

La trampa de la inflación

En los años sesenta muchos países de Occidente se encontraban


atrapados por una inflación que parecía imposible de corregir. En una

52
perspectiva a largo plazo la inflación no interesa, pero en una perspectiva a
corto plazo, que es la que informa el cálculo de decisión de quienes
participan en el proceso político, todo parecer impedir la iniciación de las
acciones que se hubieran requerido para restaurar una estabilidad
monetaria efectiva.
Keynes logró introducir un modelo abstracto de economía de alto
desempleo y de infrautilización.
Para Keynes la demanda determina la oferta, y un incremento de la
demanda absorbe la mano de obra y el capital ocioso sin crear incrementos
en los costos y los precios.
No hay restricciones del lado de la oferta en el modelo, y el gasto público
es literalmente gratuito, no comporta costos de oportunidad, ninguna
alternativa es desplazada. El modelo traía problemas incluso cuando había
gran cantidad de recursos ociosos, sin crear incrementos en los costos y los
precios en algunos sectores cuando la política monetaria es complaciente.
Surge así la discusión de la política macroeconómica. La curva de Philips
describe una relación de sustitución entre la tasa de inflación de un lado y la
tasa de desocupaciòn del otro.
La idea es que la tasa de inflación positiva genera una reducción en la tasa
de desempleo o un incremento del empleo. Los economistas partían de una
tasa óptima de inflación, basada en una noción de optimalidad que se
encuentra entre la inflación y el paro. Era un precio pequeño en relación
con el incremento en la producción y el empleo. Pero esto no dio resultado.
Se empezó a analizar que una vez que los participantes en el proceso de
decisión gubernamental habían sido inducidos a pensar que un poco de
inflación era la ruta más segura a altos niveles de empleo. Pero se han
iniciado a partir de los años setenta modelos políticos más sofisticados.
Indican que puede llegarse a producir una especie de equilibrio político-
económico justificando las tasas de inflación. La tasa de inflación es
continua y anticipada. Pero lo que sucede es que el desempleo es alto.
Estos conceptos inspiraron los años ochenta, pero los límites a la
autoridad monetaria no se establecieron para resolver el dilema. En realidad
este análisis sienta las bases para imponer limitaciones o reglas que
moderen la acción de las unidades colectivas o de gobierno. El tema de la
disparidad entre la tasa de descuento temporal aplicada, posiblemente por
la misma persona en la elección pública y en la privada, ha sido utilizado
para mostrar que la concentración política sobre los beneficios temporales o
a corto plazo es inherente a la estructura política que se basa en las
mayorías sin limitaciones y en procesos de decisión de gobierno sin
restricciones y con amplia discrecionalidad. Esto puede producir resultados
no deseados por la comunidad, pudiendo llegar a ser pésimos de Pareto.

53
LA INDEPENDENCIA DEL BANCO CENTRAL

Ante la tendencia mundial de otorgar un alto grado de autonomía a los


Bancos Centrales, se ha cuestionado la compatibilidad de este esquema con
una sociedad democrática. En este trabajo, se concluye que la
independencia de los Bancos Centrales aleja la tentación de manejar en
forma populista un instrumento tan poderoso como la política monetaria y
que, por el contrario, democratiza su control, pues la somete a la vigilancia
de los parlamentos, la academia, los mercados financieros locales e
internacionales y la opinión pública.
En los últimos años varios países han dado un alto grado de
independencia a sus Bancos Centrales. Esto ha ocurrido en los países con
mayor tradición democrática. Sin embargo, subsisten dudas entre algunos
politólogos sobre si esa tendencia fortalece o no la democracia. Hay quienes
sostienen que la independencia de los Bancos Centrales no es democrática,
pues pone la responsabilidad de la política monetaria en cabeza de personas
que no son elegidas popularmente y que no son removibles por el gobierno.
Esta tesis debe analizarse con seriedad. Sin duda alguna fue la razón para
que la independencia del Banco de Inglaterra se demorara hasta la llegada
del actual gobierno laborista. Ya todas las democracias europeas han
acordado darles la independencia a sus Bancos Centrales, fenómeno que
también se dio en Canadá, Australia, Nueva Zelanda, y ahora es tema de
discusión en el Parlamento japonés.

El porqué de la independencia

¿Por qué en todas las democracias fuertes la política monetaria ha pasado


a una entidad técnica independiente?
El requisito previo para tomar esta decisión es la definición clara de las
funciones del Banco Central. Para ser independientes, los Bancos Centrales
tienen que tener objetivos limitados y no actuar en áreas que son función
de otras instancias del Estado. En particular, el Banco Central no puede
adoptar políticas que beneficien directa o explícitamente a sectores
específicos de la economía, o que generen redistribución de ingresos
sectoriales; estas decisiones deben ser resultado del proceso político.
En el caso latinoamericano, la independencia de los Bancos Centrales

54
requiere la eliminación de las facultades de otorgar créditos a sectores
específicos y la facultad de establecer subsidios, funciones que en el pasado
recayeron sobre muchos Bancos Centrales de la región. La razón por la cual
se ha planteado la necesidad de separar la política monetaria del proceso
político es la evidencia histórica e internacional de que a largo plazo la
política monetaria que sacrifica la estabilidad de precios no tiene efectos
sobre la tasa de crecimiento de la economía y el empleo. Por el contrario, la
inflación sí reduce el crecimiento, aumenta el desempleo y empeora la
distribución del ingreso.
Estudios históricos muestran que los gobiernos que han tratado de
utilizar la política monetaria directamente para redistribuir el ingreso o
acelerar el crecimiento han desembocado en crisis económicas que reducen
el crecimiento y aumentan la pobreza.
No obstante, el efecto de muy corto plazo de una política monetaria
expansionista puede dar la sensación de prosperidad, que es atractiva
políticamente, particularmente antes de elecciones. Dado que la perspectiva
política de corto plazo puede tentar a los gobiernos a tomar decisiones de
política monetaria que generan crisis económicas posteriores, las
democracias han considerado prudente apartar la política monetaria del
proceso político de toma de decisiones de corto plazo.

Responsabilidad política

La legislación de la mayoría de los países con Bancos Centrales


independientes prevé que el banco debe informar al Congreso una o dos
veces al año sobre los objetivos de la política monetaria y los logros de dicha
política. Las comisiones especializadas del Legislativo también pueden citar
al gobernador del banco para tratar temas específicos relacionados con sus
funciones.
Existe entonces la posibilidad de que los miembros del Parlamento hagan
conocer sus puntos de vista respecto de la política monetaria. En ningún
caso, sin embargo, el parlamento puede exigir un cambio en la política
adoptada por el Banco Central. No obstante, es claro que la opinión de los
parlamentarios tiene mucho peso, no sólo porque refleja la opinión pública,
sino también por el poder del Parlamento para limitar la independencia del
banco a través de leyes.
Adicionalmente, el Directorio del Banco Central está expuesto a la crítica
permanente a través de los medios de comunicación y por parte de expertos
dedicados a analizar y comentar la política monetaria. En los países
industrializados hay un grupo importante de personas que se ganan la vida
tratando de predecir las acciones del Banco Central, criticándolas o tratando
de influir en quienes toman las decisiones de política monetaria. Los

55
Bancos Centrales ciertamente no están alejados de la opinión pública y no
pueden ignorarla fácilmente.
Finalmente, los mercados también limitan la autonomía del Banco
Central. Éste no puede bajar las tasas de interés de intervención
arbitrariamente, pues los operadores en el mercado pueden percibir
aumentos futuros en la inflación, lo cual aumentará la prima de riesgo en la
tasa de interés (particularmente la de largo plazo), y esto puede elevar la
tasa de interés de mercado. Alternativamente, si la autoridad monetaria
aumenta demasiado la tasa de interés para controlar la inflación, algunas
entidades financieras pueden entrar en dificultades, y las operaciones de
salvamento pueden acelerar la inflación.
En resumen, los Bancos Centrales independientes tienen que responder
como mínimo, ante el Parlamento, la opinión pública, los expertos en
política monetaria y los mercados. No es realista entonces pensar que este
tipo de estructura institucional no es compatible con la democracia. Por el
contrario, fortalece la democracia al sacar del proceso político un
instrumento que en manos populistas puede debilitar y deslegitimar la
democracia. Desde tiempo atrás la literatura académica señala que la
política económica se ve limitada por las expectativas que de manera
racional se forman los agentes económicos, esto, a su vez, ha llevado a
desarrollos teóricos donde es de extrema importancia la credibilidad de la
política monetaria, debido principalmente a que la discrecionalidad de ésta
le da al gobierno incentivos para crear inflaciones por sorpresa y así
conseguir en el corto plazo disminuir el desempleo. De esta manera los
agentes forman sus expectativas tomando en cuenta la posibilidad por parte
del gobierno de actuar de esa forma.
Los desarrollos posteriores a esta literatura coinciden en la necesidad de
que los Bancos Centrales sean independientes, pretendiendo aislar al ente
emisor del juego partidista. La independencia del Banco Central no es un
fin en sí mismo, sino un instrumento para conseguir mejoras de bienestar e
intentar eliminar el sesgo inflacionista de la política monetaria no creíble.
La pregunta clave es ¿cómo hacer que el Banco Central sea
independiente?; para algunos la salida consiste en instituir por ley un
Banco Central independiente cuyo objetivo exclusivo sea la estabilidad de
precios (inflación), otros juegan con la duración del mandato de quien
dirige el Banco Central. Es importante tomar en cuenta que cada una de
estas soluciones es viable en un ambiente institucional adecuado donde las
reglas de juego estén bien definidas y no existan ambigüedades al respecto.
Los resultados empíricos respecto de la independencia de los Bancos
Centrales muestra que se favorece la estabilidad de precios, mientras que
no es del todo concluyente respecto de la estabilización de la actividad
económica. Los estudios estadísticos parecen confirmar que economías con

56
Bancos Centrales independientes reportan menores tasas de inflación.
Diferentes índices elaborados corroboran dicha afirmación para países
desarrollados, mientras que para los países en vías de desarrollo estos
resultados no se producen, básicamente por las razones expuestas
anteriormente.
La reflexión es la siguiente: De nada sirve tener expectativas de
crecimiento económico en un país donde no se puede hacer política
monetaria y política económica en términos generales. Es imposible
solventar nuestros problemas económicos si no hay instituciones
independientes del poder político. tarea nada fácil para los países
latinoamericanos.

57
BANCOS EUROPEOS

Bundesbank

Es el Banco Central de Alemania con sede en Frankfurt. Fue creado en


1957 como Banco Central de la República Democrática Alemana, con el
objetivo de mantener interna y externamente el valor del marco. Es ahora el
Banco Central de toda Alemania, tras la reunificación de 1990.
Los estatutos le confieren una gran independencia del gobierno central y
una amplia autonomía frente a presiones políticas. El Bundesbank tiene
filiales en cada uno de los estados alemanes. La tercera fase de la Unión
Europea significó el traslado de sus competencias al Banco Central
Europeo. No obstante sigue siendo una referencia y es el banco más
influyente en el Sistema Europeo de Bancos Centrales.

Banco de España

Fue creado en 1856 a partir del Nuevo Banco Español de San Fernando.
En 1974 le fue dado el monopolio de emisión de billetes. Y en 1962 fue
nacionalizado.
Sus funciones: regular la circulación fiduciaria de curso legal, emite
dinero, Banco del Estado, ejerciendo el servicio de tesorería del Estado
(cajero del sector público). Control del sistema bancario supervisando y
regulando la actividad de los bancos comerciales.
Desde 1989, con la entrada de España en el sistema monetario europeo,
era el encargado de mantener el tipo de cambio de la peseta y de diseñar y
poner en práctica la política monetaria. Desde 1994 goza de un estatuto de
plena autonomía.

Banco Central Europeo

Es un organismo económico clave del sistema monetario europeo,


coordinador del sistema europeo de Bancos Centrales que es el responsable
de definir en forma exclusiva la política monetaria, con el control de la masa
monetaria en circulación y autorización de emisiones en el ámbito europeo
(euro).

58
El Instituto Europeo es el encargado de la gestión de todos los aspectos
necesarios para la unión monetaria; finalizó su trabajo en 1998, cuando se
fijó en forma irreversible las paridades con el euro de las monedas. Desde
1999 la máxima autoridad de la Unión Europea en política monetaria reside
en el Banco Central Europeo. Los Bancos Centrales nacionales pasaron a
ser meros ejecutores y transmisores territoriales de sus decisiones.
Los principales órganos directivos del Banco Central Europeo son el
Comité Ejecutivo, el Consejo de Gobernadores y el Consejo General. El
Comité Ejecutivo, según el tratado de Maastricht, debe estar integrado por
personas de reconocida experiencia en temas monetarios y bancarios. Sus
autoridades son nombradas por el Consejo de la Unión Europea, con
consulta al Parlamento Europeo. El Consejo de Gobierno está integrado por
los miembros del Comité Ejecutivo y los gobernadores de los Bancos
Centrales de la Zona Euro.
Funciones:
La funciones del Banco Central Europeo son definir y ejecutar la política
monetaria de la Unión Europea, realizar operaciones de divisas coherentes
con la política de desarrollo de la Unión Monetaria Europea, poseer y
gestionar las reservas oficiales de divisas de los Estados miembros, sin
perjuicio de mantener pequeños fondos en manos de éstos y promover el
buen funcionamiento del sistema de pagos. Debe ser consultado por las
autoridades comunitarias y nacionales en los ámbitos de su competencia,
pudiendo presentar dictámenes en tales casos. Puede con conformidad del
Parlamento ejercer tareas de supervisión de las entidades de crédito y
financieras, salvo empresas de seguros, como gestor de los tipos de cambio
puede llegar a acuerdos con terceros países. Es el único responsable de la
emisión de billetes de curso legal en el seno de la Unión Europea. La
moneda metálica podrá ser emitida por cada país con la aprobación de su
volumen por parte del Banco Central Europeo.
Banco Central Europeo, a partir de enero de 2000
Desde el 1° de enero de 2000, once países de la Unión Europea cuentan
con un Banco Central conjunto que será el más independiente del planeta.
El Banco Central Europeo es la institución encargada de diseñar la
estrategia monetaria, dejando a los Bancos Centrales nacionales el
cometido de ponerla en práctica. Los políticos que han creado el Banco
Central Europeo y la Unión Monetaria Europea tienen como objetivo final
lleva a la Unión a una integración plena que la convierta en una
superpotencia no sólo económica sino también política. El Banco Central
Europeo y la Unión Monetaria Europea constituyen el Sistema Europeo de
Bancos Centrales.
La cabeza del sistema, el Banco Central Europeo, que tiene su sede en
Frankfurt, consta de dos cuerpos: el Comité Ejecutivo, integrado por un

59
presidente, un vice y cuatro miembros, y el Consejo de Gobernadores, del
que formarán parte los once presidentes de los Bancos Centrales de los
países miembros. En el Banco Central Europeo las decisiones se tomarán
con el voto de la mayoría de sus componentes, y en caso de que se produzca
un empate, el presidente tendrá un voto de calidad.
La composición del nuevo, sus funciones y su ámbito de poder están
definidos en el Tratado de Maastricht. Por encima de todos sus cometidos,
uno esencial es mantener la estabilidad de los precios y, en consecuencia,
decidir los tipos de interés. El método general de actuación como dijimos
está calcado del Bundesbank. La diferencia entre uno y otro radica en el
ámbito sobre el que ejercen el poder. El Banco Central Europeo mantiene la
vigilancia permanente de la inflación, ya que se considera una variable clave
en el valor del dinero.
Sin embargo, un buen número de economistas, sobre todo alemanes, ha
apostado para que el banco maneje además otro dato esencial, la masa
monetaria tal y como ha hecho siempre y con buenos resultados el
Bundesbank. Finalmente, el Banco Central Europeo tendrá ambos
principios como guía y en consecuencia establecerá un objetivo monetario
de referencia y otro de inflación nunca superior al 2 por ciento.
El instrumento de control con que contará el banco es pedir a los Bancos
Centrales nacionales que lleven a cabo operaciones en el mercado libre con
el objetivo de mantener los tipos de interés en los niveles previstos.
Además, y así lo establece el tratado, este organismo podrá exigir que las
entidades de crédito de los países de la Zona Euro mantengan unas reservas
mínimas en las cuentas tanto del Banco Central Europeo como de los
Bancos Centrales nacionales. Este requisito fue introducido en el Protocolo
de Maastricht para el Sistema Europeo de Bancos Centrales, por insistencia
de Alemania. Sin embargo, a diferencia del Bundesbank, el Banco Central
Europeo pagará a las entidades un interés por las reservas.
Independencia
A semejanza del banco alemán, el Banco Central Europeo es una
institución independiente, con máxima independencia, garantizada por el
tratado, que le prohíbe al banco aceptar órdenes o sugerencias del poder
político. Los miembros del Comité Ejecutivo son elegidos por un período no
renovable de ocho años, los consejeros, es decir los presidentes de los
bancos nacionales, por cinco. El temor es que en sus decisiones el Banco
Central Europeo se aparte de las necesidades reales de los europeos, y sobre
todo se olvide de luchar contra el desempleo, que es la esencia de la política
económica de la Unión.
Los límites para evitar esto son las explicaciones periódicas ante el
Parlamento Europeo por el presidente y su asistencia a los consejos de
ministros de finanzas y economía. Pero esto no evitará que la institución se

60
pueda convertir en una entidad poderosa, lejos de la realidad. Otro
problema es la paridad del euro con el dólar, que si bien queda en
competencia de los ministros de finanzas, esto puede rozar con los objetivos
de las políticas de estabilidad de precios. Francia y Alemania alzaron sus
voces para que se establezca una banda de fluctuación que garantice un
cambio casi estable entre la divisa europea y la norteamericana, y que ésta
esté por debajo del euro para propiciar las exportaciones. La unión
económica y monetaria tiene por finalidad lograr una integración total y
convertir a la Unión en una superpotencia política, y el euro será el
elemento de cohesión.

61
CUARTA PARTE

FUNCIONES DE LA ORGANIZACIÓN LEGAL

Una buena organización legal protege las potenciales finanzas, la


expropiación del capital y da seguridad a la expansión de los mercados de
capital. La Ley Civil, y particularmente la francesa, tienen una protección
que hace evolucionar los mercados de capitales en comparación con países
que tienen Common Law, de tal manera que muchas veces esta protección
desmedida hace que los mercados financieros en estos países se comporten
en forma más lenta que países como Estados Unidos o Inglaterra que, si
bien su legislación es férrea en cuanto a control de legalidad, acompañan la
evolución natural del mercado por la evolución constante del Derecho a
través de la jurisprudencia. El centro de esto es ver el papel del Estado en las
cuestiones financieras teniendo actitudes poco amigables con los mercados
financieros y de capital.
Hay una corriente de la economía que se orienta hacia la reforma del
sector financiero. Ejemplos de esto son Estados Unidos, Inglaterra, Japón y
economías de transición como la soviética y sus países satélites y los países
con economías emergentes como Hong Kong o Corea, con una nueva
industrialización. En realidad es necesario una reforma con una cierta
concordancia global.
“Dado los fenómenos de tipo global como el de Brasil, México, Rusia,
Sudeste Asiático... se han tomado en cuenta los problemas políticos,
económicos y los errores en los mercados financieros, y también las
acciones desproporcionadas de los mercados frente a esa
vulnerabilidad.”[11]
La vulnerabilidad del sistema, sumado a la combinación de desbalances
macroeconómicos, problemas del sistema y de instituciones, corrupción y
leyes inadecuadas hacen que el contexto se degrade. Lo conveniente sería
una reforma general y sobre todo en economías emergentes. Un encuadre
legal con estándares globales asistirá a los países para adecuarse a la
realidad mundial en los mercados financieros globalizados.
Los procesos de cambios comenzaron con el colapso del sistema
monetario de Breton Woods en 1970, en la crisis global de 1980, que
continúa dado el grado de sofisticación y competitividad continua entre las

62
empresas multinacionales, y hay un consenso en Washington para
promover la liberalización y desregularización de la economía y los
mercados financieros, y las privatizaciones.
Pero la globalización va más allá de lo económico; toca aspectos
culturales, sociales, por lo que habría que avanzar en resolver el desorden
global. También hay que analizar la idea tradicional de Estado. El problema
de la globalización trae conflictos con las tradicionales nociones de Derecho.

Mercados financieros

Las relaciones de la ley con los mercados financieros es un proceso


envolvente y diverso que enriquece los matices del Derecho público y
privado, tanto interno como internacional y también afecta los reglamentos
administrativos. En realidad, el futuro de los mercados financieros
domésticos va a ser y debería ser influido por la internacionalización y la
evolución de la regionalización.

El sistema bancario

Las últimas crisis bancarias tienen varias razones, las malas prácticas
exacerbadas por la política estatal, las prácticas poco transparentes y los
comportamientos empresarios. Se podría sugerir que un mercado
financiero liberalizado puede predecir mejor la crisis, esto hubiera sido
cierto en 1980, 1990,... ya que lo harían menos vulnerable a las variaciones
internacionales en los mercados de capital. El sistema bancario debería
estar aparte del control macroeconómico. La legislación debe abarcar lo
económico, lo político y lo social, buscando así los objetivos de
transparencia, regulando también las prácticas burocráticas y judiciales.
Las instituciones financieras, con la expansión de las prácticas
financieras, debe producir un incremento de los parámetros de las leyes
financieras públicas. Es necesaria una supervisión internacional y se debe
buscar la seguridad en la actividad en áreas de riesgo. La globalización
financiera trae comunicación, cooperación y coordinación.
Luego de la crisis de México y la operación de rescate internacional, se
reconoció la necesidad de desarrollar los mecanismos para que el sistema
no corra riesgos frente a crisis financieras. Las crisis que se dieron en Rusia,
Brasil, dieron la alerta de que los mercados emergentes deben tener
estructuras que garanticen la estabilidad para que los procesos se
desenvuelvan en equilibrio.
La consistencia de la globalización consiste en una regulación prudencial
con servicios financieros y actividades de bancos internacionales y firmas

63
seguras que puedan realizar enlaces en una supervisión coordinada del
mercado global, como las normas de Basilea, que son el parámetro de la
sana actividad bancaria.
La Organización Internacional de Seguridad es un foro colectivo en el que
se desarrolla la cooperación y la información acerca de la regulación de
seguridad.

Los principios de la globalización

El Grupo de los 7, luego de la crisis mejicana, dio directivas al Fondo


Monetario Internacional y al Comité de Basilea para que desarrollaran los
estándares para la regulación financiera. Se implementarían soluciones
para las crisis domésticas con implicancia internacional, como la crisis
mejicana.

Reglamentaciones bancarias y de los mercados de capitales

En el marco del Comité de Basilea se busca la supervisión bancaria que


sirva como referencia en todas las jurisdicciones. Sobre todo que en esas
jurisdicciones se ejerza el poder de policía.
La transparencia es necesaria para la solución de los problemas
bancarios. Es necesario tener en cuenta y evaluar los procesos de cambio, y
la productividad o no de las decisiones adoptadas. La mejor información de
los mercados globalizados hace tomar mejores decisiones. La obligación de
publicar información y las certeras intervenciones ayudan a prevenir crisis
como la asiática o la mejicana.
El consenso internacional toma a la transparencia como un elemento
exitoso en el desenvolvimiento de la economía. La transparencia evita la
corrupción, o por lo menos que se incremente.
La infraestructura legal viable se debe basar en claras y definidas normas
sobre la propiedad y sobre contratos con estructuras efectivas para las
transacciones. Son necesarias también normas claras para inversores
extranjeros que ingresen en los mercados. Así como normas claras sobre
impuestos, y sobre todo que sean razonables, que no sólo repercutan en el
mercado bancario sino también en el gobierno doméstico. Las
organizaciones supranacionales o internacionales muchas veces sustentan
el desenvolvimiento y orientan a las instituciones locales en las
transacciones y las emergencias económicas, por eso su labor no debe ser
desestimada. Todo esto lleva a la posibilidad de consolidar un mercado
verdadero con soporte legal, político y obtener así una reforma social.
La nueva arquitectura financiera internacional debe ser una compleja

64
estructura que tome en cuenta los temas domésticos, regionales e
internacionales, estabilizando y equilibrando los mercados financieros y
otros mercados económicos. Esto robustece y sustenta los sistemas legales
y produce un proceso de reforma global definida como una nueva
arquitectura evitando que los mercados sean volátiles.
Luego de las crisis asiática, rusa o brasileña, la atención sobre el sector
financiero y la reforma de las economías emergentes está focalizada en un
sistema legal y regulatorio con supervisión de prácticas. Todo esto es una
cuestión abierta que deberá evolucionar a una arquitectura financiera
internacional.

Banco de Basilea

Es una organización internacional que fomenta la cooperación monetaria


y financiera a nivel internacional y realiza funciones de banco para los
Bancos Centrales. Actúa como foro para promover el debate y facilita los
procesos de adopción de decisiones entre los Bancos Centrales y en el seno
de la comunidad financiera internacional. Es centro también de
investigación económica y monetaria. Es una entidad de contrapartida para
las transacciones financieras de los Bancos Centrales. Es agente o
fideicomisario en relación con operaciones financieras internacionales.
El Bank for International Settlements (bis) comenzó sus actividades el 17
de mayo de 1930 en Basilea, siendo la organización financiera internacional
más antigua del mundo.
El bis cuenta con dos órganos rectores: 1) La Asamblea General se celebra
una vez al año dentro del plazo de cuatro meses contados a partir del 31 de
marzo, fecha de cierre del ejercicio financiero. Son cincuenta las
instituciones que tienen derecho a voto y representación en la Asamblea. 2)
El Consejo de Administración nombra al director general, al subdirector y a
los tres directores de departamento.
El bis es una sociedad anónima con capital social emitido. En los
acuerdos de La Haya se lo considera una organización internacional regida
por el derecho internacional y que disfruta de los privilegios e inmunidades
necesarios para el ejercicio de sus funciones.
Fueron ratificados en el acuerdo de sede central suscripto entre el banco
y el Consejo Federal Suizo.
Un acuerdo de país receptor suscripto por el bis y el gobierno chino
establece la naturaleza jurídica específica de las oficinas de representación
para Asia y el Pacífico.
Las controversias que pudieran derivarse sobre la aplicación o
interpretación de los tratados y estatutos del bis se dirimirán ante el
Tribunal Arbitral. El bis usa el franco oro como unidad de cuenta, así se

65
expresa su capital social y sus balances. El Comité tiene como objetivo
promulgar reglas básicas que deberían servir como una guía para la
supervisión de los bancos a nivel mundial. En el Acuerdo de Basilea 2 se
tratará de cuantificar los riesgos. Supervisores bancarios notificarán, de ser
necesario, los niveles regulatorios del banco. El nuevo modelo de Basilea no
tendrá un fácil aterrizaje, se estima que los grandes bancos no simpatizan
con esta forma casi globalizada de reglas que significaría garantizar solidez y
solvencia de una institución financiera.

66
REFORMA DE LAS ECONOMÍAS EMERGENTES

Hong Kong, un caso especial

Administrada desde 1997 por la República China, emergió después de la


Segunda Guerra Mundial en la década del 60. En 1970 era una potencia
regional. Tenía una infraestructura transparente que se había construido
sobre la base del sistema legal, administrativo y judicial inglés y al Common
Law. Los resultados fueron significativos, se convirtió en el centro
financiero más importante de Asia. Tuvo varias etapas hasta la gran crisis
del 90.
El jueves negro de la Bolsa de Hong Kong de 1997 y su incidencia en
otros mercados de valores del mundo reflejan una importante pérdida de
confianza en las perspectivas económicas de Asia Oriental. Los ataques
especulativos contra el dólar de Hong Kong se explican, en primer lugar,
porque se trata de la única moneda asiática que mantenía un tipo de cambio
fijo con el dólar estadounidense. Desde 1983 las autoridades monetarias de
Hong Kong han mantenido una estrecha vinculación de su moneda con la
divisa norteamericana; en segundo lugar, la erosión de competitividad de la
nueva región de China y la inflación superior registrada en Estados Unidos
se reflejaron en la depreciación de sus monedas. Hong Kong poseía una de
las mayores reservas monetarias. De cualquier forma tras el traspaso, la
evolución del tipo de cambio real y mucho de la evolución local y china,
pusieron en juego el prestigio de la solvente autoridad monetaria de Hong
Kong.
Una de las consecuencias de los episodios fue el aumento de los tipos de
interés, que hizo bajar el índice bursátil y los precios del mercado
inmobiliario. No fue una crisis similar a la de la Asociación de Naciones del
Sudeste Asiático. De cualquier forma, la economía china era sólida y con
menor dependencia del capital extranjero.

El control general del sistema financiero

Este control es tarea de la Secretaría de Finanzas y de la autoridad


monetaria. En Hong Kong, las funciones que tiene un Banco Central están
repartidas entre la autoridad monetaria y hsbc, Standard Chartered y el

67
Banco de China.
La Casa del Clearing tiene funciones de compensación de cheques y otros
instrumentos negociables, y son procesados y compensados los créditos y
débitos que son llevados a la Asociación de Bancos.
La Secretaría de Finanzas es responsable del poder de policía y de la
regulación y supervisión de los servicios financieros. Hoy los servicios
financieros están principalmente regulados por la autoridad monetaria, por
la Comisión de Securitización y por la Comisión de Seguros. La Agencia
Regulatoria es autónoma y tiene sus propias normas y regulaciones.
La autoridad monetaria
Comenzó a operar en abril de 1993; las funciones son: a) Iniciar y
administrar la política monetaria oficial y procurar la estabilidad monetaria.
b) Controlar el desenvolvimiento del mercado, del sistema de pagos,
buscando la salvaguarda y la estabilidad del sistema bancario.
Estas funciones son encargadas a los departamentos de la autoridad
monetaria, la gerencia de reservas, la policía bancaria y el departamento de
la supervisión bancaria. La autoridad monetaria se desenvuelve en el área
de la infraestructura de mercado. A partir de 1997 Hong Kong se convirtió
en una administración especial como región de la República Popular China.
La ley inglesa continuó como ley básica. La autoridad monetaria siguió la
práctica internacional y aceptó el concordato, las reglas básicas de Basilea.
Regulación bancaria
El grupo de bancos tomó los principios de Basilea para evaluar el sistema
para que internacionalmente tenga un estándar aceptable en la regulación y
supervisión bancaria.
El Comité de Bancos tiene una guía para cubrir las áreas en temas como
autorización, supervisión, regulación de salvaguardia y ética, capital,
liquidez, auditoría, reportes de regulación, banca electrónica.
La función del consultor de bancos de los organismos monetarios es
salvar el dinamismo del sector bancario. Marca la estrategia del grupo de
bancos para la agilidad, el dinamismo y la salvaguarda del sector bancario.
La reforma del mercado y la liberación, la primera para las normas que
eliminaron restricciones sobre depósitos en julio de 2000, y la eliminación
de restricciones para salvaguardar la corriente de depósitos.
Responsabilidad y objetivos
La autoridad monetaria genera la estabilidad y el trabajo efectivo del
sistema bancario. Es responsable por la supervisión, toma medidas
razonables en los principales lugares de negocios, considera y propone
reformas de las leyes relativas a los negocios bancarios y en el negocio de
toma de posiciones. Dos aspectos son relevantes: el control de las
instituciones y, en segundo lugar, que las instituciones se adecuen al
proceso de control.

68
El Consejo de Bancos es liderado por el jefe ejecutivo y asistido por el
Comité Revisor Externo y por la Secretaría Financiera. El Comité externo es
responsable del control de las actividades de hkma, Consejo de Bancos,
dirige y determina los negocios y las políticas. El Consejo de bancos es
auditado por la Secretaría Financiera. La transparencia se encuentra en la
publicación de reportes por decisión discrecional de la Secretaría Financiera
y aparecen en el sitio <www.info.gov.hk/fsb>. Se consideran y proponen
reformas de leyes relativas a la actividad bancaria y se promueven los
estándares de conducta y la realización de prácticas negociales prudentes.

Hong Kong y China

La transferencia de Hong Kong ocurre en un contexto de espectacular


crecimiento de China, que se perfila como una potencia económica del siglo
xxi. De acuerdo con las estimaciones de crecimiento de la Agencia Central
de Inteligencia de Estados Unidos y el Banco Mundial, China tendrá para el
2020 un pbi de 114.000 millones de dólares; la distancia entre China y las
economías desarrolladas se estrecha así cada vez más. En cuanto a Hong
Kong, es una entidad económica con un nivel de vida de los más altos del
mundo, no tiene ni deuda ni déficit y su moneda, es libremente convertible,
y al igual que China experimentó un marcado crecimiento del pbi y las
reservas de moneda extranjera. China reunificada no será un mero receptor
pasivo de capital, sino que, cada vez más apuntalada por la nueva región
administrativa especial y la acumulación doméstica de capital, está
destinada a transformarse en un gran dínamo de inversión extranjera.
La creciente interacción de los mercados financieros de Beijing y Hong
Kong queda en evidencia con el surgimiento de Compañías Red Chip en la
Bolsa de Valores de Hong Kong. Se trata de firmas del sector público
continental que están remodelando la estructura de capital financiero en
Hong Kong y China. Aunque su capitalización agregada se sitúa
actualmente en un 18 o 20%, las cifras van creciendo. El crecimiento
potencial de estas empresas es enorme. El Consejo Estatal Chino apoya así
la actividad en servicios financieros y seguros. No se limitan sus objetivos,
que consisten en aumentar el mercado y su rentabilidad.
El banco Central Chino se ha visto limitado por la vinculación del yuan
con el dólar, por lo que realiza costosas intervenciones y con problemas en
el control de las tasas de interés. Es difícil predecir la actuación
gubernamental china, ya que requieren transformar su frágil sistema
bancario pero no quieren realizar una remodelación monetaria.
China quizá no tenga opción de elegir el momento de revaluar. Abundan
las señales que ya no tiene poder administrativo ni un sistema de controles
precisos para dominar a los bancos e individuos que están canalizando

69
yuanes en la economía y alimentando el auge crediticio.
Los parámetros principales son transparencia, la prevención de la
corrupción y la creación de desarrollos favorables para la interconexión
internacional. Hong Kong tiene un sistema que se desarrolla y testea por su
transparencia e inspira confianza en los inversores internacionales,
incluidos los chinos. La transparencia financiera y legal es sumamente
importante para tener un desarrollo satisfactorio y un efectivo sistema
financiero.
Hong Kong posee una efectiva burocracia y un sistema judicial que
acompaña a la actividad y respeta la confidencialidad del sistema en lo que
respecta a las actividades legales. Posee una Comisión de Lucha contra la
Corrupción tanto en el sector público como privado. Lamentablemente los
reportes sobre corrupción aumentaron a partir del año 1990. Pero se
persigue continuar con el estatus que tuvo hasta ahora para seguir siendo el
centro financiero internacional por excelencia.
La reunificación fue un hecho significativo para China, ya que Hong
Kong tiene una cultura legal y un sistema que debe ser admirado, pues
incrementó el desarrollo de la capacidad relativa al mercado chino. La
política de dejar hacer, dejar pasar de una política económica, la completa
libertad en el movimiento de los capitales, los bajos impuestos, la moderna
infraestructura, la regulación legal adecuada han desarrollado y llevado a la
Isla al presente estado.
Conclusiones
El establecimiento de una política monetaria inglesa se presentó
dificultosa por los veinte años de papel no redimible y los cambios
económicos fruto de la Revolución Industrial. Hasta 1797 Inglaterra se basó
en un patrón oro. Cuando se adoptó nuevamente en 1816 y se hicieron
efectivos los pagos en especie en 1821 (Ley de Peel, 1817) con la paridad de
anteguerra, se encontró con una situación recesiva. El proceso se consolidó
de nuevo de 1830 al 1840, con la inversión en la construcción del
ferrocarril. Es evidente que la reanudación de la anterior política monetaria
tuvo efectos restrictivos, por eso los partidarios de la restauración no
celebraban sus resultados últimos. Tanto los partidarios del Bullion Report,
como sus adversarios, coincidían en cierta manera al afirmar que la caída
del nivel de precios de 1820 era el fruto de la política monetaria y la
restauración mal gestionada por el Banco de Inglaterra del oro, y en haber
elevado el oro y provocar una crisis internacional. No se consideraron los
factores no monetarios; la discusión se orientó contra los defensores del
patrón oro automático, hasta la coyuntura alta de 1830-1835. Las
operaciones bancarias se tenían que separar del control de la moneda. Se
estableció pues un plan que se podría llamar de 100/1.000 de reservas para
los bancos. Esto se debió a una corriente de opinión (1839-1836), pero

70
luego resultó inaccesible, porque sólo veían la mala gestión de los bancos
emisores. Mientras los depósitos, cuyo uso se restringía a un sector público,
eran prácticamente invisibles, circulaban ampliamente billetes y
certificados. Cuando se votó la Ley de Peel (1844-1845) se creyó que se
estaba frenando el abuso y protegiendo la moneda de la gente. Las
controversias sobre la Ley de Peel entre bancarios y monetaristas se
basaron en un acuerdo básico, ambas eran hostiles a la gestión o dirección
de la moneda, ya que cualquier control consistente de la banca y el crédito
no era aceptado. Esto es evidente en el caso de la escuela bancaria, la cual
combatió la Ley de Peel sin ofrecer ningún método de control, pero todavía
vale la pena referirnos a que la escuela monetaria deseaba regular la
emisión de billetes precisamente para que el sistema bancario fuera
automático y las operaciones bancarias pudieran ser enteramente libres.
Ambas sostenían resueltamente el patrón oro y en particular la regulación
de los intercambios internacionales para los libres movimientos de oro. Si
pasamos por alto los argumentos de naturaleza técnica, objeciones del
grupo bancario a la Ley de Peel y el apoyo a ella por los monetaristas, no hay
mucho desacuerdo entre ellos. La Ley de Peel no interfirió esencialmente
en la práctica bancaria central inglesa.
El Banco Central, pues, no es un producto natural del desarrollo del
sistema bancario sino que aparece coactivamente impuesto como
consecuencia de la acción gubernamental, apareciendo así un sistema
monetario y financiero que surgió espontáneamente. Ya que para mantener
un sistema de banca libre la única manera es establecer el principio jurídico
según el cual es necesario mantener en reserva el ciento por ciento. En un
sistema de banca libre lo más importante es que todos los agentes
implicados en el sistema de libertad bancaria estén sometidos y cumplan en
general las normas y principios tradicionales del derecho y, en particular, el
principio de acuerdo con el cual nadie ni siquiera los banqueros, debe gozar
del privilegio de prestar aquello que le ha sido depositado a la vista (ciento
por ciento de reserva).
Podría producirse en Europa un sistema monetario muy cercano al ideal
del patrón oro puro que ha sido la moneda única mundial libremente
elegida por el mercado durante extensos períodos de los últimos siglos,
culminando así el establecimiento de un marco libre cambio europeo, libre
de interferencias y manipulaciones monetarias de cada país miembro para
que existan reformas flexibilizadoras para que las políticas monetarias
nacionales inflacionistas ya no sean posibles. Quienes defendieron la
libertad, consideran al sistema de banca central como dañino, que
acompaña la caída teórica y real del socialismo. Piensan que es un desafío
para este siglo que la institución desaparezca. En realidad es un supuesto
difícil, ya que tendrán que existir parámetros que aún hoy son poco

71
convenientes, como la ausencia de todo control. La pregunta está en la
independencia del sistema del poder político y gubernamental.
Las políticas de la Reserva Federal sobre el contralor de variables
financieras de operaciones de mercado abierto y en el coeficiente exigido de
reservas, tienen a largo plazo efectos positivos y negativos, a veces sus
decisiones han aumentado en vez de disminuir la inestabilidad económica,
a veces, cuando ajusta la oferta monetaria, no da efectos productivos. Pero
en realidad la Reserva es una cuarta rama del poder, ya que se ha convertido
en un poderoso grupo político que no debe someterse a controles
exteriores. Pero diseña sus políticas en concordancia con los objetivos
políticos y financieros establecidos por el Poder Ejecutivo. Los registros
históricos demuestran que la transparencia de la institución ha contribuido
a mejorar el funcionamiento de los mercados y ha dado una muestra mayor
de credibilidad. Esto es una obligación de cualquier Banco Central,
procurando estar prevenidos frente a los riesgos y tener la información y
darla a los ciudadanos de forma clara, haciendo esto que se optimice la
política monetaria.
El diseño y dirección de un sistema monetario debe ser adecuado para
evitar un Banco Central díscolo con políticas inflacionarias. El reto es la
estabilidad monetaria y en el nivel general de precios, libre de interferencias
y manipulaciones. La exageración de dejar el sistema de banca central,
discusión histórica entre los partidarios de la banca libre y los del sistema de
Banco Central, es buscar un sistema transparente, autónomo pero no a
años luz de la política económica.
La evolución de los bancos en la República Argentina hasta 1914 estuvo
marcada por las necesidades que sufría el gobierno nacional. Por lo general
se minimizaron las amenazas exteriores, los conflictos internos y sobre todo
la indisciplina fiscal. Por tanto, la autonomía de las sucesivas instituciones
emisoras no pudieron detener al Estado. Los períodos de estabilidad que
ocurrieron fueron por causas externas. Hubo una tendencia a políticas
monetarias expansivas. Los saldos favorables en el comercio exterior
permitía mayor liquidez sin grandes presiones inflacionarias.
En realidad se requiere que el poder político y la autoridad monetaria
apoyen objetivos más amplios, objetivos económicos globales y criterios
permanentes de orientación política del Estado. El Banco Central
independiente debe ser enfocado desde dos ángulos, el político y el
económico, dado que un Banco Central autónomo da estabilidad y fortalece
un régimen democrático de gobierno, dando un impacto adecuado de
creación de medios de pago y de inflación, como el Banco Central Alemán, o
el Banco Central Europeo con actuación independiente, con prohibición de
aceptar órdenes del poder político. La globalización requiere una prudencial
regulación financiera y bancaria, con enlaces de supervisión coordinada del

72
mercado global, como las normas de Basilea, que son parámetro de la sana
actividad bancaria. La infraestructura legal viable se debe basar en claras y
definidas normas sobre la propiedad, normas claras sobre impuestos, que
no sólo repercutan en el mercado bancario sino en el gobierno.
El caso especial de Hong Kong con ausencia de Banco Central, pero con
una autoridad monetaria y un Comité de Bancos que supervisa la sana
práctica bancaria y financiera, con un poder de policía y con una Agencia
Regulatoria autónoma y con normas propias que hacen que este sistema
provoque una actividad dentro de parámetros exitosos y con bajos niveles
de corrupción. Y frente a esto, la pregunta es si debe existir o no un sistema
de Banco Central podría ser contestada en principio en que sí debe existir,
pero este Banco Central debe comportarse como un amortiguador entre las
políticas fiscales y monetarias. Debe actuar con autonomía, pero no dejar de
reconocer la realidad y acompañar los procesos políticos y económicos con
razonabilidad, sin dirigirse al polo opuesto de la necesidad del momento.
Esto debe ser acompañado con un sistema legal adecuado, con controles
para evitar la corrupción, con mercados de dinero claros y transparentes.
La independencia del Banco Central muestra que favorece la estabilidad
de precios, reporta menos tasas de inflación. El Banco Central responde así
al Parlamento, a la opinión pública, y sobre todo a los mercados.
El Banco Central tiene expresas facultades legales de supervisión y
superintendencia sobre todos los bancos, pero las funciones
verdaderamente importantes son aquellas que se relacionan con la política
monetaria y económica de una Nación, sobre todo con la gestión financiera
del gobierno nacional, con los instrumentos de pago internacionales, con el
mercado cambiario, y todas sus remesas. Por lo que un Banco Central tipo
está llamado a cumplir funciones en la autorización y fiscalización de todos
los bancos de su territorio, es agente y tutelador de la política monetaria, a
través de sus instrumentos, en nuestro caso es el titular exclusivo de la
emisión, depositario de las reservas de los medios internacionales de pago,
y es consejero del gobierno nacional manteniendo su independencia de
éste.
Los más importantes economistas del siglo xx, Keynes, Hansen,
Schumpeter, Wicksell, entre otros, han enfatizado sin reservas el enorme
significado del instrumento monetario para lograr cualquier clase de
resultado positivo, tanto en el orden de la economía nacional como en las
relaciones económicas internacionales.
Se pueden lograr, como dice Schachat, resultados espectaculares por
medio del hábil manejo monetario.
Los analistas y estrategas de la economía científica han puesto un
voluminoso instrumental a disposición de los conductores monetarios, es
así como la técnica moderna unida a la voluntad de servir al interés general

73
es uno de los instrumentos más eficientes, poderosos y plásticos de la
política económica.
Por tanto, la transparencia es necesaria para la solución de los problemas,
es indispensable conocer y evaluar los procesos de cambio, sobre todo ver la
eficiencia de las soluciones adoptadas. La transparencia e independencia del
sistema evita la corrupción. Todo este sistema debe ser acompañado por
una infraestructura legal viable, con normas claras sobre la propiedad. Todo
esto lleva a formar un mercado con verdadero soporte legal, que evitaría la
volatilidad de los mercados.
Si bien la autonomía del sistema no garantiza la eficiencia, se busca
asegurar la desvinculación de las autoridades de la institución con las
autoridades gubernamentales, pero no convertirla en una isla monetaria,
crediticia y cambiaria. El problema está en que el gobierno lo utilice para
financiar el déficit fiscal. Es decir, el principal objetivo del sistema de banca
central es defender la moneda. Creo, pues, que las economías no se
encuentran tan maduras, ni el metamercado sea tan perfecto que permita la
ausencia de este sistema, pero también creo que para que sea eficiente debe
cumplir con las características que definimos.

[1]1 Bullion Report. Informe (1810).


[2]Resumption Act de Peel, 1819, y restauración efectiva, 1821.
[3]S. F. Baring, Observations on the establishment of de Bank of England, 1797.
[4]S. F. Baring, Observationson the establishment of de Bank of England, 1797.
[5]D. Ricardo, Proposals for an economical and secure Currency.
[6]D. Ricardo, Principios de economía política y de tributación, cap. 27.
[7]D. Ricardo, op. cit., cap. 27.
[8]Ibidem.
[9]D. Ricardo, “The high of bullion, a proof of the depreciation of bank-notes”, 4a ed.
Apéndice.
[10]A. de Vedia, El Banco Nacional, Bs. As., Félix Lajouane, 1890, pág. 445.
[11]J. Norton, Finantial Sector, Londres, 2000, cap. I, pág. 3.
9 D. Ricardo, “The high of bullion, a proof of the depreciation of bank-notes”, 4a ed.
Apéndice.
10 A. de Vedia, El Banco Nacional, Bs. As., Félix Lajouane, 1890, pág. 445.
11 J. Norton, Finantial Sector, Londres, 2000, cap. I, pág. 3.

74
LA CUENTA CORRIENTE BANCARIA

TRASCENDENCIA ECONÓMICA

INTRODUCCIÓN

La cuenta corriente bancaria vincula al cliente bancario con múltiples


operaciones y servicios, y de esa forma a todas las operaciones del cliente
con el banco, surge así para dar seguridad a éste, y se convierte de esa
manera en su sostén operativo.
Se desvirtuó así el origen y función fundamental de la cuenta corriente,
convirtiéndola en un receptáculo de operaciones.
En el presente trabajo vamos a analizar que la cuenta corriente bancaria
tiene una importancia fundamental, no sólo dentro de la operatoria
bancaria, sino que es un instrumento económico fundamental ligado al uso
y tenencia de dinero.
La cuenta corriente bancaria se encuentra conformando la base
monetaria, y es una herramienta de política monetaria cuya función es
regular la moneda y el crédito, y cumple una función macroeconómica que
acompaña la evolución económica y social.
Por tanto, los depósitos bancarios a la vista poseen las propiedades
esenciales del dinero y pueden ser considerados como tal. Son
efectivamente dinero. Y cuantitativamente más importante, ya que la
mayoría de las transacciones comerciales se realizan por medio de los
cheques.
Otro tema a tener en cuenta es la expansión monetaria de los depósitos
bancarios, creando el banco moneda manteniendo prudente reserva de
dinero en efectivo.
Sobre la base de todo esto, diremos que la cuenta corriente bancaria tiene

75
una importancia jurídico-económica fundamental en los negocios en
particular y en el devenir económico en general. Analizaremos pues su
contenido como contrato y como centro de atención económica.

76
CUENTA CORRIENTE BANCARIA

La cuenta corriente bancaria es un contrato que regula la disponibilidad


de fondos, sin término, con plazo abierto. Se cancelan débitos y créditos
originados en ella y se paga o se cobra el saldo de ésta a su cierre definitivo.
Para la doctrina tradicional son operaciones predominantemente pasivas,
ahora se las considera con desarrollo activo por los descubiertos. En
realidad, la razón económica de la cuenta corriente bancaria para el banco
es el uso del descubierto, y al darle actualmente al banco la regulación
interna de la cuenta, los bancos la emplean como centralizadora de las
operaciones del cliente con el banco, o sea que utilizan con exceso esta
figura, ya que en realidad son operatorias independientes. Así le dan a la
cuenta corriente bancaria una fisonomía de herramienta y no de contrato.
Podemos decir que la cuenta corriente bancaria es un contrato regulado
con efectos monetarios.
1. La cuenta corriente bancaria vincula al cliente bancario con múltiples
operaciones y servicios; relaciona así todas las operaciones del cliente con el
banco, le da pues función de sostén operativo. Se desvirtúa el origen y
función fundamental de la cuenta corriente convirtiéndola en un
receptáculo de operaciones. En realidad, es un receptáculo de depósitos que
se movilizan por el cheque, en cuentas tradicionales. Tiene la característica
de tener depósitos disponibles, en los cuales el banco realiza el soporte
contable y la compensación de créditos y débitos con el valor esencial de la
seguridad en la operatoria.
La confusión de operaciones sobre la cuenta corriente es sólo a los fines
de la seguridad y tranquilidad del banco.
Las reglamentaciones del Banco Central mantienen y protegen las
acreencias de los bancos y con ello el crédito bancario, para así manejar de
forma más eficiente el precio del dinero y regular de forma válida el
multiplicador bancario.
2. La cuenta corriente bancaria es un contrato bilateral con prestaciones
recíprocas; es la cobertura de una operación pasiva, por la cual el
cuentacorrentista se obliga a mantener, crédito (por depósitos o de otras
formas) y el banco se obliga a mantener ese crédito disponible realizando
cobros, pagos y transferencias. El titular pierde la propiedad y adquiere un
derecho de restitución, y así la entidad bancaria está facultada a utilizarlo en

77
provecho propio.

78
EL CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE BANCARIA

El Código de Comercio, en el art. 791, establece una primitiva


conceptualización de este contrato: “La cuenta corriente bancaria es de dos
maneras : A descubierto, cuando el banco hace adelantos de dinero, o con
provisión de fondos, cuando el cliente los tiene depositados en él”.
Jurisprudencialmente se determinó que la cuenta corriente bancaria es
un contrato realizado entre un banco y una persona por el cual el banco, a
pedido de ésta, le abre en sus libros una cuenta y se obliga a acreditarle
determinados valores (c.n.c., Sala A, 13-12-65, Aberbuj, Moisés, c/Banco
Shaw S.A., La Ley, 121-541).
Esto resulta pobre ya que la cuenta corriente bancaria es aquel contrato
de adhesión suscripto por el banco con el cliente, reglándose en aquél
operaciones, negocios o actos jurídicos que pueden generar las distintas
imputaciones, o saldos de operatorias.
1. La cuenta corriente bancaria es un contrato de coordinación, no formal
y de duración, nominado y autónomo que se sustenta –en nuestro derecho
positivo– en los contratos de depósito en cuenta corriente y en la apertura
de crédito. Como consecuencia del servicio de caja que la entidad brinda al
cliente se origina la obligación de cumplimentar las órdenes de éste y poner
a su disposición los fondos. Presenta dos nítidos aspectos: el servicio de
custodia del dinero y la presentación de un servicio de caja desarrollado a
través del libramiento de órdenes (cheques) que realiza el cliente,
predominando esto último. (C.n.a.c. Sala b, 27-12-88. Banco mayo coop.
ltado. c/siffredi, norma y otra. La Ley 1990-c, 297, con nota de María Kabas
de Martorell.)
2. La cuenta corriente es un contrato normativo y consensual, celebrado
entre un banco y su cliente de acuerdo con los presupuestos del art. 791 del
cód. de Comercio, y que consiste en un mero servicio de caja y medio de
cheques. (C.n.a.c., Sala a, 25-9-96, la ley, 1997-b, 515, city bank c/rossi.)

79
DEPÓSITOS A LA VISTA

El centro de atención económica se da sobre los depósitos a la vista, ya


que la titularidad del cliente sobre el dinero depositado es reemplazada por
la propiedad del crédito del cliente contra el banco por ese importe. Estos
depósitos pasarán a constituir una fuente de recursos sin costo para los
banqueros y les proporcionarán la fuente esencial para realizar préstamos y
así multiplicar el crédito.
El depósito es un contrato real, unilateral, generalmente no remunerado,
con existencia permanente de disponibilidad de créditos. Los fondos
acreedores siempre están disponibles, y la cuenta encuentra pues su
singularidad en el servicio de caja.
Actualmente se reconoce al régimen de la cuenta corriente bancaria como
una relación de derecho privado. Pero en materia bancaria y financiera el
Estado rige aspectos vinculados con el interés público como el régimen de
apertura, funcionamiento y regulaciones de liquidez y solvencia que deben
cumplir las entidades (Ley de Competitividad, arts. 8 y 10).
1. Orientación económica: la actividad bancaria está ligada al uso y
tenencia de dinero, siendo un negocio de intermediación financiera, cuyo
modelo ideal sería la captación de depósitos en forma gratuita y con pagos
por utilización de servicios bancarios.
El modelo sería el uso obligatorio del servicio bancario en todas las
transacciones monetarias, con pagos de obligaciones cuyo precio sea fijado
por el banco, y así captar dinero del público para establecer préstamos y
condiciones.
La bancarización obligatoria encuentra fundamento en necesidades
macroeconómicas y en la relación de la actividad financiera con la
producción y el pleno empleo.
2. El Estado debe controlar la funcionalidad del sistema, por la capacidad
de crédito asegurando un grado de eficiencia.
Para que se dé la operatoria financiera es necesario el recurso operativo y
la conexión de crédito. La masa global de depósitos se canaliza en un gran
porcentaje en las cuentas corrientes bancarias. Esta captación beneficia a
las entidades financieras y al registro de movimientos económicos
formándose una base de datos que sirve al control fiscal, pero que a veces
estaría en coalición con la intimidad y privacidad económicas.

80
3. La cuenta corriente bancaria se encuentra conformando la base
monetaria y es un generador de medios de pago, además de que su
regulación a través del encaje bancario y la tasa de interés es un elemento
regulador de la magnitud monetaria con la función de controlar y manejar
el volumen de moneda y crédito. Todo esto cumple un fin, de dar evolución
económica y social.
A medida que las disfunciones estructurales desaparezcan, el sistema
bancario, con el aumento de los ahorros privados y la disponibilidad de los
recursos, hará disponer un mayor volumen de recursos para la economía
sin presiones para la demanda agregada, cumpliendo su función de
intermediar ahorros con el fin de proveer agilidad y desenvolvimiento de la
actividad productiva.
4. El dinero bancario, configurado en depósitos a la vista, es considerado
por los economistas como dinero, la cuenta corriente de una entidad
financiera, y su depósito en ella debe considerarse como dinero puesto que
puedo pagar con cheque contra esa cuenta. El depósito es lo mismo que
cualquier otro medio de cambio y su pago a la vista sirve como medida de
valor o unidad de cuenta, pues el depósito es convertible en moneda
corriente en términos fijos.
Por tanto, los depósitos bancarios a la vista poseen las propiedades
esenciales del dinero y pueden ser considerados como tal. Son
efectivamente dinero, y es cuantitativamente más importante, ya que se
utilizan para la mayoría de las transacciones comerciales. Por tanto
constituyen la base monetaria.
5. Todas las escuelas económicas están de acuerdo hoy en que las
variaciones de la oferta monetaria son importantes para la macroeconomía,
es el Banco Central el que determina la tasa de crecimiento de la oferta
monetaria, pero va más allá de controlar las prensas de emitir billetes, lo
que debe controlar es el papel de los bancos comerciales privados como
fuente del componente de depósitos, controlando las reservas, permitiendo
a los bancos producir en forma de producto amplificando la oferta
monetaria de la comunidad (dinero legal + depósitos a la vista).
Por tanto, la función principal de los bancos comerciales es la de
mantener depósitos a la vista y aceptar los cheques. Es decir, proporcionar a
la economía el marco componente de la oferta monetaria.
6. Los bancos, pues, son las organizaciones capaces de facilitar dinero
bancario, es decir, depósitos a la vista que pueden ser empleados como
medio de cambio. Y como segunda función, facilitar créditos a empresas y
personas.
Si bien el banco es un negocio en el cual normalmente los nuevos
depósitos superan los reintegros, el banco en realidad guarda reservas
reducidas, almacena así en forma improductiva un porcentaje de sus

81
depósitos a la vista, esto se hace para controlar las operaciones.
De esta forma, el Banco Central controla la oferta monetaria y las
condiciones del crédito.

Escuela bancaria y monetarista

1. “La cantidad de dinero que puede emplearse en un país depende de su


valor... el dinero nunca puede ser tan abundante que llegue a ser excesivo,
pues al disminuir su valor, se aumenta en el sistema en la misma
proporción su cantidad y al disminuir la cantidad aumenta su valor”, decía
David Ricardo en su obra Principios de economía política y principios de
tributación.
Aseguraba la escuela bancaria que no cabía crear dinero en exceso
siempre y cuando los bancos se limitaran a conceder préstamos a corto
plazo. Bajo un sistema de libertad bancaria –principio de Fullarton–, la
escuela bancaria inglesa decía que estos créditos a corto plazo no
incrementan la cuantía de medios de pago y no tienen efecto inflacionario,
abre así la vía para lo que Ludwig von Mises denomina crédito circulatorio,
es decir, facilidades concedidas sin contrapartida de depósitos efectivos.
2. La escuela monetaria inglesa elaboró una teoría de los actos
económicos, pero ésta adolecía de dos defectos. No advertía que no sólo era
posible arbitrar crédito circulatorio en cuantía superior a las reservas de
numerario de la entidad emisora, sino también otorgando créditos por cifras
mayores a los depósitos recibidos mediante cuentas bancarias de los que el
beneficiario puede disponer por cheques o talones –dinero talonario,
dinero bancario– no se percató de que las facilidades crediticias pagaderas a
la vista pueden ser utilizadas para ampliar el crédito. El otro error fue no ver
más allá de la frontera, de ahí las crisis de principio del siglo xx.

82
DINERO BANCARIO

El dinero bancario (giral o escritural), que son las cuentas corrientes o


depósitos a la vista que se movilizan por el cheque, sirven para prescindir
del dinero simple para realizar pagos y cobros. Los depositantes, en vez de
retirar sus billetes, emiten una orden de pago. Los bancos privados crean
moneda mediante la creación de depósitos a favor de sus clientes. Si el
banco realiza un préstamo conviniendo monto, plazo, interés y forma de
amortización en lugar de darles dinero en efectivo, crea a su favor una
cuenta corriente. El banco crea así moneda manteniendo una reserva
prudente de dinero en efectivo, reserva legal o encaje bancario. Así, el
Banco Central regula la capacidad prestable de los bancos (multiplicador
bancario).
La política monetaria es uno de los instrumentos más poderosos y
plásticos de la política económica, ya que puede reducir o aumentar la
demanda agregada y producir efectos macroeconómicos. Es así como debe
tenerse operaciones financieras transparentes y fiscalizadas.
En el caso de la cuenta corriente bancaria, debe haber control de la tasa
de efectivo mínimo para controlar la oferta monetaria y la tasa de interés
buscando la estabilidad monetaria.

83
CONCLUSIONES

El contrato de cuenta corriente es la cobertura de una operación


típicamente pasiva en la cual el cliente se obliga a mantener crédito en esa
cuenta, y el banco se obliga a mantener ese crédito siempre disponible para
el cliente no limitándose a la guarda, prestando un activo servicio de caja,
atendiendo las órdenes del cliente sobre cobros, pagos y transferencias.
Se diferencia de la cuenta corriente mercantil porque mientras en ésta
existe una recíproca concesión de crédito entre las partes que aplazan la
exigibilidad de sus cobros hasta un momento determinado, la cuenta
corriente bancaria, de existir la concesión de crédito, sería unilateral
dependiendo de la clase de contrato conectado a la cuenta.
Se advierte así la autonomía jurídica de la cuenta corriente bancaria, y
una utilización práctica, con soporte contable como uno de los elementos de
este contrato, y con compensación voluntaria de todos los créditos y
débitos.
El depósito de dinero a la vista es aquel que se realiza sin que exista plazo
para su retiro ni aviso previo. Es una operación pasiva, ya que se
contabilizan como pasivo del banco. Este depósito de dinero es un contrato
real, unilateral, generalmente es no remunerado, y configura en él la
disponibilidad que habilita al titular de la cuenta a disponer. Sobre la base
de esto, hemos analizado que la importancia económica y jurídica de la
cuenta corriente bancaria es enorme, ya que a través de la cuenta corriente
los bancos pueden facilitar dinero bancario, es decir, depósitos a la vista que
pueden ser utilizados como medio de cambio.
La cuenta corriente bancaria tiene importancia en el ámbito comercial, ya
que facilita las transacciones de bienes y servicios, da agilidad al mercado y
permite un sinnúmero de transacciones, es un arma microeconómica, pues
además, aunque desvirtuada su función principal, hace acopio de una serie
de operaciones.
Todo esto tiene impacto en la demanda agregada, ya que a través de este
instituto los bancos crean dinero manteniendo una reserva prudente y
proporcionan así el mayor componente de la oferta monetaria, por la
expansión múltiple de los depósitos bancarios.
Es por eso que concluimos que la importancia de la cuenta corriente
bancaria es enorme y debe ser regulada seriamente protegiendo a bancos y

84
particulares y no relegarda a un simple contrato privado con una regulación
poco formal, dejando así a una de las partes, como es el banco, la decisión
última sobre ella.
Debería rescatarse, pues, a la cuenta corriente bancaria como generadora
de liquidez y en base a ello llevarla al lugar preeminente que tiene en
muchas economías mundiales, ya que es el agente de expansión de la masa
monetaria y generadora de riqueza.

85
COMERCIO EXTERIOR
Y LOS MECANISMOS BANCARIOS

INTRODUCCIÓN

La Argentina enfrenta un desafío en comercio exterior. Si tomamos en


cuenta el período 1990 a 2000, donde la Argentina prioriza al sector
Servicios, las exportaciones aumentaron un 106 por ciento.
Nuestro problema es la proporción de las exportaciones en el producto
bruto, y su composición, un 70% de commodities y un 30% de
manufacturas industriales. Los problemas sanitarios atacan la carne y las
exportaciones derivadas del ganado, como a la agricultura los problemas de
los cuestionamientos de los transgenéticos con los orgánicos. Hace que
estemos a merced de cuotas y problemas sanitarios.
Sería importante orientar las exportaciones a productos con más valor de
mano de obra y no estar sujetos a tantas barreras y restricciones. Esto trae
aparejado también el mejoramiento de la acumulación y renovación de
capital.
Para solucionar los problemas institucionales es importante tener
estrategias de comercio exterior. De más está decir que las importaciones
también influyen. Esto debe ser apoyado por una política de Estado que dé
un ordenamiento y encauce el sector.
Un papel importante en esto tiene el sistema financiero y bancario, dando
instrumentos para movilizar y universalizar la oportunidad de acceso al
sistema de los distintos segmentos productivos, dando eficiencia al sistema
como componente de la economía real.

86
TRANSACCIONES ECONÓMICAS INTERNACIONALES

La creciente división del trabajo y la aparición de los medios


internacionales de pago llevaron a los países a incrementar sus niveles de
producción y elevar el grado de bienestar económico de su población.
El cómputo de las transacciones se lleva a través de la balanza de pagos.
Todas las adquisiciones que un Estado o sus naturales realizan en el
extranjero dan origen a un pago (crédito o débito) que normalmente es en
divisas, y tanto las erogaciones como los ingresos se computan en una
cuenta global, la balanza de pagos. En ella se contabilizan la totalidad de las
operaciones como parte del debe y el haber de aquella durante un año
calendario.
La balanza se presenta generalmente distribuida en tres secciones:
I. Cuenta corriente
Privada
Mercaderías (balanza comercial).
Partidas invisibles: Transportes (fletes), gastos de viajes, rentas de
inversiones (intereses dividendos, royalties, servicios varios).
Pública
Exportaciones de material militar.
Donaciones unilaterales.
II. Movimientos de capital
A largo plazo (públicos y privados).
A corto plazo (públicos y privados).
III. Movimientos de oro y reservas en ambas direcciones.
Las partidas exportadoras son acreedoras de divisas y las partidas
importadoras son deudoras de divisas. La balanza de pagos internacional se
refiere a las transacciones que consumen divisas o nos las proporcionan y
relaciona el total de importaciones. Las exportaciones de bienes, servicios,
oro, pagarés, son partidas acreedoras, que nos proporcionan moneda
extranjera mientras de las importaciones de estas mismas partidas suponen
débitos que consumen divisas.
El saldo neto de la balanza mercancías y servicios resulta de añadir a las
transacciones en mercancías las partidas invisibles de los servicios
prestados y las transferencias unilaterales del gobierno. Junto con los
movimientos de capital a largo plazo constituye el déficit básico

87
compensado con los movimientos de capital a corto plazo y las remesas de
oro y monedas de reserva.
Conforme una nación pasa de joven deudora a acreedora madura, su
balanza de mercancías y servicios experimenta una serie característica de
etapas, terminando por vivir de las rentas e inversiones pasadas.
En las finanzas internacionales no hay ningún problema más importante
que el de comprender los aspectos reales y monetarios de los movimientos
de capital en sus efectos sobre el desarrollo industrial de las naciones en sus
rivalidades.

88
FLEXIBILIDAD DE LA BALANZA DE PAGOS

El tamaño del déficit de cuenta corriente de un país no puede ser por sí


mismo factor importante para su clasificación. La tendencia de algunos
países de generar superávit y otros que generan déficit en las cuentas
corrientes, está bien documentada históricamente. Es el resultado de
muchos factores no sólo negativos ni relacionados con las políticas
gubernamentales.
Los déficit de cuenta corriente son una preocupación cuando dan como
resultado una estructura de deuda pública externa vulnerable a los cambios
repentinos de la sensibilidad del inversionista. El enfoque principal está en
las tendencias de la posición de la deuda pública externa, la magnitud de los
pasivos contingentes del gobierno y la suficiencia de las reservas de la
moneda extranjera para servir las obligaciones externas del país y su sector
privado.
La posición financiera externa de un país suma el valor de la deuda del
sector privado y sus obligaciones patrimoniales con el sector privado al
endeudamiento externo del sector público en moneda local y extranjera.
Las reservas del Banco Central son otro indicador externo, las reservas
generalmente actúan como un amortiguador financiero para el gobierno
durante períodos de tensión en la balanza de pagos y el hecho de que un
nivel determinado de reservas sea adecuado o no, se mida en relación con
las políticas financieras y de tipo de cambio y es consecuecia de la
vulnerabilidad de las reservas para los flujos comerciales y de capitales.

89
EL PAPEL DE LOS MECANISMOS BANCARIOS
EN EL COMERCIO EXTERIOR

Los bancos adquirieron un papel protagónico en los mecanismos de las


transacciones económicas internacionales dándole seguridad al sistema.
Esta operativa fue evolucionando juntamente con los usos y costumbres y
los desarrollos tecnológicos del mundo comercial.
La globalización que involucra una nueva alternativa, un reto del
presente hacia el futuro. La globalización es la multiplicidad de
vinculaciones e interconexiones que trascienden a la nación y, por
implicancia a sus sociedades, configuran el nuevo sistema mundial y el
proceso a través del cual eventos, decisiones y actividades que se producen
en una parte del mundo pueden llegar a tener consecuencias significativas
para individuos y comunidades en partes muy distintas y distantes del
globo.
Por tanto, este escenario económico invita a la unificación de las
regulaciones relativas al crédito y la cobranza documentaria y las cláusulas
del comercio exterior. Los distintos mecanismos que se fueron
desarrollando garantizan con mayor o menor seguridad según el medio
escogido para el cobro del precio por parte del vendedor y también la
recepción por el comprador de los bienes.
Es así como en el crédito documentario un banco asume a favor del
vendedor la obligación de pago de un monto correspondiente al precio de la
compraventa, el que debería hacerse efectivo previa recepción y control
formal de documentos relativos a las mercaderías.
El contrato de crédito documentario es típicamente internacional y
consiste en que el importador de la mercadería, ordenante, abra un crédito
en un banco de su país (emisor o acreditante) para que por medio de otro
banco corresponsal (delegado o notificador) del país de procedencia de la
mercadería abone el precio al exportador (beneficiario) a la presentación de
documentación de embarque (factura, conocimiento...). El banco emisor es
una de las partes del contrato y como tal adquiere y asume obligaciones
respecto del ordenante, del beneficiario y del banco corresponsal. Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala C. 02/10/1986. Banco Ganadero c.
Municipalidad de la Capital. La Ley, 1986, C-57.
La intervención de un banco también podrá darse sin que éste asuma

90
obligación de pago alguna, y simplemente se limita a entregar la
documentación de la compraventa (factura, conocimiento...), la cual recibe
del vendedor contra pago del comprador (a la vista) o la aceptación de una
letra, mandato conocido como cobranza documentaria. Los bancos se
auxilian con el servicio de corresponsales de la plaza del comprador
(cobranza) o vendedor (crédito).
Al ser los negocios de exportación e importación de mercaderías la causa
de las relaciones cambiarias y financieras en que interviene el banco actor,
dicha situación hace a estas últimas inescindibles del comercio
internacional o íntimamente ligadas a este tráfico interestadual. Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala C. 02/10/1986. Banco Ganadero
Argentino c. Municipalidad de la Capital. La Ley 1986- C-57.
Cumpliendo pues funciones de confirmadores, pagadores, negociadores,
transferentes, nominados, reembolsadores, remitentes, los bancos
interactúan diariamente facilitando el comercio internacional.

91
LOS BANCOS EN LAS VENTAS INTERNACIONALES

La relación jurídica de base entre exportadores e importadores se plasma


en el contrato de compraventa internacional, en donde la cosa objeto de la
prestación de dar habrá de atravesar en su transporte las fronteras
aduaneras de un Estado para penetrar en otro. El banco resulta ajeno a este
vínculo contractual. Resulta que la mediación de los bancos en las ventas
internacionales se realiza con distintas modalidades de pago: pago directo,
cobranzas documentaria y crédito documentario.

Pagos directos

Es la forma más simple, no hay intervención de los bancos, salvo en lo


referido a las órdenes de pago bancarias, giros o transferencias. Muchas
veces las empresas recurren al pago directo para abaratar los costos de la
operación.

Cobranzas documentarias

La recopilación de los usos y costumbres ha sido realizada por la Cámara


de Comercio Internacional, Publicación 522 (urc 522).
Cuando el vendedor quiere asegurarse de que no se entreguen los
documentos de la compraventa (conocimiento, factura...) si no es contra el
pago o aceptación de una letra por parte del cobrador, puede recurrir a la
cobranza documentaria con la intervención bancaria.
El vendedor realiza el embarque y remite por medio de un banco de su
plaza a un banco de la plaza del comprador los documentos de la
compraventa. Estos instrumentos serán el conocimiento de embarque, la
factura, la póliza, certificados de calidad, de origen, etcétera.
Las características de la documentación dependerá de la modalidad de la
operación. Una vez llegados los documentos al banco de la plaza del
comprador, aquél se presentará a éste y sólo los entregará contra el pago del
precio si está a la vista o por la aceptación de una letra a plazo.
Este sistema provee seguridad, la de que no se desprenda de la
documentación por parte del vendedor hasta el pago o aceptación. Las
partes son entonces el remitting bank y draweel.

92
ordenante — relación de compraventa → girado
↓↑
banco remitente ——→ banco cobrador y presentador

Orden de pago documentaria

Es el camino inverso a la cobranza documentaria. La orden de pago con la


pertinente provisión de fondos, dispuesta por el comprador, es
retransmitida desde el banco de su plaza a la plaza del vendedor, al que se lo
hará efectiva sólo contra entrega de los documentos previstos.
Se asemeja al crédito documentario debido al control bancario de la
documentación, pero se diferencia en cuanto el banco se limita a hacer
efectiva una transferencia por lo que ha recibido de provisión de fondos.

Aval bancario

El banco garantiza el pago del precio de la compraventa avalando la


obligación de pago del comprador plasmada en la aceptación de una letra de
cambio. Por lo general es derivada de una cobranza documentaria que
podría ser total o parcialmente a plazo por el monto financiado por el
vendedor, el banco garantiza el pago avalando la aceptación del comprador
de una letra de cambio contra el girado.
El aval de un banco reconocido facilita el descuento de la letra en otra
institución financiera, ya que la letra avalada constituye un título de crédito
susceptible de descuento.
El descuento o negociación de la letra o crédito documentario es una
operación distinta de la emisión y curso de aquélla, convirtiéndose el banco
negociador en mandatario del beneficio del crédito a cuyas instituciones
debe ajustar estrictamente y frente al cual es responsable como tal. Cámara
Nacional de Apelaciones Comercial,. Sala A, 02-19-1982. Eternit Argentina
S.A. c/First National Bank of Boston y otro. La Ley, 1983-C 317.
En el descuento efectuado con motivo de la negociación del crédito
documentario, el pago que el banco negociador le hace al exportador es un
simple descuento documentario en donde los documentos recibidos y la
letra de cambio girada contra el emisor, si existen se reciben pro solvendo y
si los primeros no son satisfactorios para el librado, el banco negociador
procede a devolver contra su cliente, bien ejecutando la acción causal, ya la
cambiaria. Cámara Nacional de Apelaciones Comercial, Sala A, 19-02-1982.
Eternit Argentina S.A. c/The First National Bank of Boston y otro. E.D. 99-
718.

93
Pagos por medio de créditos recíprocos entre países de la aladi[1]

Este sistema importa una forma de asegurar los pagos. Si bien habrán de
estar vinculados a alguna previa operación por la que un banco ha
garantizado el pago, la autorización a reembolsar al vencimiento
directamente por medio de un Banco Central del país vendedor, agrega una
automaticidad en el pago que refuerza la garantía prestada por el banco
abridor, confirmador o avalista.

Crédito documentario

Mecanismo ideado para asegurar el pago por el comprador, pero por otro
lado para controlar que el vendedor proporcione la documentación prevista
relativa a la compraventa internacional. Es una forma de agregar obligados
bancarios al pago, pero condicionando a que le sean presentados los
documentos específicamente establecidos a la original obligación de pago
que tiene el comprador respecto del vendedor, así se suma la del banco
emisor de la carta de crédito, pudiendo agregarse la de otro banco, que actúa
como confirmador.
El banco emisor practica una asunción acumulativa de deuda, sin que el
comprador quede desobligado. Pero el banco emisor habrá de recurrir a los
servicios de un banco corresponsal con ubicación en la plaza del vendedor
beneficiario de la carta de crédito.
Este banco puede cumplir diversas funciones, como citar para notificar al
beneficiario de la apertura de la carta de crédito, o recibir por cuenta del
banco la documentación, o para revisarla.
No ofrece dudas el carácter de comercio internacional del acto de
percepción de intereses por créditos documentarios de exportación, cuando
el banco corresponsal emisor acredita las divisas contra la recepción de la
mercadería exportada por el cliente local en el puerto de destino. También
los casos en que el banco actor (girado) adquiera la documentación de
embarque del exportador local (cliente) y le cobre intereses por el tiempo
transcurrido hasta la fecha de presentación y conformidad en el país
extranjero.
Cámara Nacional de Apelaciones Civil, Sala C, 10-02-1986. Banco
Ganadero Argentino c. Municipalidad de la Capital, La Ley, 1986, C 57.
El beneficiario/vendedor vendrá a contar con tres obligados. La
confirmación importa una nueva asunción acumulativa de deuda, no
pudiendo ninguno de los tres excusar su cumplimiento sobre la base del
incumplimiento de otro.

94
CONCLUSIONES

Los cómputos de las transacciones económicas internacionales se llevan


a través de la balanza de pagos, y los bancos adquieren un rol protagónico
en los mecanismos de las transacciones internacionales, sobre todo dando
seguridad al sistema, unificando criterios, dando agilidad y, además, ser
custodios de la documentación. De esta forma los bancos ayudan a los
países a aumentar su producción, ya que realizando la parte económica de
pago hacen que los países se posicionen mejor con seriedad en el contexto
internacional.
El sector bancario tiene en la sociedad una función específica y limitada a
tener consumidores o usuarios conscientes de sus derechos que se
relacionen con el banco de forma satisfactoria, buscando una relación
participativa y autónoma, buscando niveles de excelencia. La calidad del
sector se basa en la posibilidad de generar negocios en los cuales clientes e
instituciones sean capaces de una proximidad sin fricciones.
El sector bancario y sus productos deben dar una imagen de compromiso
guiado a un fin específico, es decir, que sus relaciones deben ser
transparentes con todas las partes involucradas. Deben dar soluciones,
informar, es decir, deben buscar el bienestar de la comunidad que trabaja
con él. El compromiso con la calidad se debe reflejar en el contrato. El
banco tiene así un papel preponderante en el crecimiento económico, ya
que una economía sin sistema bancario es una economía desarticulada, por
que este sector favorece la competitividad general de la economía, y en
cuanto al comercio internacional, le da pues a los países un lugar serio y
seguro, y sobre todo competitivo.
De esta forma, el comercio exterior se adecua mejor a la nueva realidad
globalizada.
La globalización ha achicado el mundo y afecta a sociedades, decisiones
actividades .
Esta adecuación tiene consecuencias significativas. Como el nuevo
escenario económico global invita a unificación de criterios, los bancos
asumen a favor de la obligación de pago y con respecto a la documentación
un papel importantísimo, y también asegura la relación entre distintas
entidades de forma segura y correcta.
Los bancos deben adecuarse a la unificación de las regulaciones relativas

95
al crédito y a la cobranza y a las cláusulas del comercio exterior. Deben
buscar así nuevos mecanismos que, sustentados por la tecnología, lleguen a
sistemas eficientes con nuevas soluciones de negocios.
Al crear un entorno competitivo, se propende a la evaluación del papel
que pueden cumplir en esta nueva realidad reduciendo la brecha entre las
intenciones de clientes y su ejecución. De esta forma, es posible dar
competitividad al negocio internacional y proporcionar a los exportadores e
importadores en el mercado internacional formas de pago seguras y rápidas
que tienen suma influencia en la seriedad del negocio.

[1]* Asociación Latinoamericana de Integración.

96
LEASING

RÉGIMEN DE LA LEY 24.441

RÉGIMEN DE LA LEY 25.248

ANÁLISIS DE LA INSTITUCIÓN

CONSIDERACIONES GENERALES

La palabra leasing viene del verbo inglés to lease que significa locar, aunque
la figura trasciende este tipo contractual. En realidad, es un contrato
celebrado por una entidad denominada dadora, que con el fin de otorgar
financiamiento a su cliente adquiere un bien por indicación de éste
entregándole su uso y goce por un precio en dinero durante un plazo
determinado, a cuyo término podrá optar el tomador por adquirir el
dominio previo pago de su valor residual.
Se define el contrato leasing como el alquiler de bienes, especialmente
comprador con vista a ese alquiler, por empresas que quedan como
propietarios, cuando estas operaciones dan al arrendatario la facultad de
adquirir todo o parte de los bienes alquilados mediante un precio
convenido, que tiene en cuenta, por lo menos en parte, las entregas
efectuadas a título de alquiler. (Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil,

97
Sala A, 03-17-1995. Catán, José c/ Repuestos Antártida S.A. JA, 1996-1-104,
La Ley).
También podemos definir al contrato como una típica operación de
financiación de mediano a largo plazo que se materializa entre una entidad
financiera autorizada y una empresa comercial, industrial o de servicios
interesada en incorporar, renovar o modernizar sus equipos productivos e
instalaciones, en pro de la obtención de mejores niveles de eficiencia y
competitividad. La introducción del instituto por la ley 24.441 sin una
regulación adecuada, ya que describía el procedimiento operativo, provocó
conflictos resueltos jurisdiccionalmente y superados por el art. 1 de la ley
25.248.
La principal prestación emergente del contrato de leasing son el bien
posible de financiación y el precio, que es la prestación debida; el art. 1.168
del Código Civil dice que toda especie de prestación puede ser objeto de un
contrato. El objeto es el elemento externo, lo que se ha tenido en mira al
momento de contratar el vínculo jurídico, según el art. 1.170, Código Civil.
Si bien el objetivo del contrato consiste en dar el uso del bien a quien no
quiere o no se encuentra en condiciones de adquirirlo por un período de
tiempo determinado contra el pago de un canon mensual, los derechos y
obligaciones que de él surgen no son configurativos de una de las
manifestaciones típicas contractuales nominadas dentro nuestra ley.
Cámara Nacional de Apelaciones, Sala B, 28-7-1981. Lamas S.A.
Construcciones c/Ford-Finanford S.A. Cía Financiera. La Ley, 1983-A, 81,
con nota Migliardi, E.D. 102-681.
El objeto, pues, debe ser material y jurídicamente posible (953 Código
Civil). Debe exteriorizarse sobre una categoría de bienes materiales o
inmateriales, muebles e inmuebles, y en su caso dentro o fuera del
comercio. La naturaleza jurídica del contrato de leasing es de contrato sui
géneris, ya que tiene una personalidad definida y autosuficiente. Tanto la
ley 24.441 como la 25.248 otorgan este perfil al instituto contractual,
diferenciándolo de los ortodoxos sistemas contractuales. Por tanto,
podemos decir que los caracteres de este contrato son ser consensual,
bilateral, formal, típico, de tracto sucesivo y oneroso.
El leasing constituye una realidad unitaria e independiente. (Banco
Central c. Cuarter S.A. y otros Cámara Nacional de Apelaciones Comercia,l
Sala B, La Ley, 2000, B-443).

98
CLASES DE LEASING

Leasing financiero

Es el que se caracteriza por la actuación de una entidad financiera o


sociedad de leasing. Su régimen se previó en la ley 24.441, luego sustituido
por la ley 25.248.
Es un contrato por el cual el usuario se obliga a pagar mensualidades por
el uso de un bien, facilitado por el propietario durante determinado plazo. a
cuyo término puede optar por la adquisición de aquél. Por su parte, el dador
adquiere dicho bien con la intención de dar su uso y luego transferir la
propiedad. Demuestra así que el dador actúa con vocación puramente
financiera, proporcionando al tomador una forma de financiación diferente
de las técnicas tradicionales. El dador se arriesga sobre la solvencia del
tomador. El derecho de propiedad cumple así la función instrumental de
servir como medio de garantía.

Leasing operativo

Se diferencia del anterior ya que no interviene entidad financiera ni


sociedad de leasing alguna, sino que son los propios fabricantes o
importadores los que efectivizan la operatoria del leasing con los usuarios;
si bien la ley específica no define esta forma, la analiza en su art. 28, ley
24.441; actualmente rigen los arts. 5, inc. d) y 6, párrafo 2, de la ley 25.248,
donde se regula el leasing operativo, el cual no intermedia una entidad
financiera de leasing, sino que el contrato es celebrado directamente por el
fabricante o importador y el usuario. Se pretende evitar así la locación de
venta. En realidad, la diferencia está en la función económica de la
operación con abstracción del sujeto que preste la financiación.

Sale and lease back

Es una modalidad diferente que adopta el leasing y consiste en una


operación por la cual el propietario del bien de capital lo enajena a una
compañía financiera y simultáneamente la entidad lo otorga en leasing al
propietario.

99
Es una forma novedosa de financiación, por la que una empresa
convierte sus activos físicos en activos líquidos para facilitar su
desenvolvimiento. Esta figura no está receptada en la nueva ley, está
excluida, y en realidad es una garantía, de este modo el financiamiento
aparece con la propiedad del bien.
Cabe interpretar que aparece esta figura en el leasing de inmuebles y si ha
reglamentado impositivamente.
La modalidad del leasing de retro o lease back viola los principios de los
derechos de garantía en un régimen como el nuestro, que impide pactos
comisorios y la apropiación directa de la cosa por parte del acreedor. Cámara
Nacional de Apelaciones Civil. Sala A. De Urquiza, Diógenes c/Montana,
Carlos, La Ley, 1999, f. 408.

Leasing mobiliario e inmobiliario

Se distingue por la cosa que es objeto. El leasing que tiene más


aceptación es el de automóviles, ya que es un sistema propicio para
usuarios y automotrices; además, permite crear un mercado para los
usados.
a) El leasing inmobiliario configura un contrato complejo integrado por
diversos elementos que a pesar de los términos en que aparezca redactado
no debe equipararse con el arrendamiento, ni con la opción de compra, ni
tampoco con el arrendamiento con opción de compra, sino que, por la
unicidad de su causa, constituye una realidad unitaria e independiente.
Cámara Nacional de Apelaciones Comercial, Sala B, 30-03-1999. Banco
Central c/Cuarter S.A. y otros, La Ley, 2000B 443.
También habría que resaltar un fallo de la Cámara Nacional de
Apelaciones Comercial, Sala E, de fecha 19-10-200, en el que resulta
competente el fuero comercial en un reclamo de leasing inmobiliario, ya
que esto excede el marco de la locación de inmuebles y aconseja la
intervención del fuero mercantil;
b) En el caso del leasing mobiliario y su adecuación al mercado
automotriz. Encontramos un contrato es distinto del renting, que es un
sistema muy utilizado, y por lo cual los automotores se alquilan por
períodos breves. El problema es que se ha dado la denominación de leasing
en el mercado financiero y particularmente en la venta de automotores a
distintas operaciones, desde el alquiler puro y simple hasta las modalidades
más avanzadas, cuando debe ser definido como un acuerdo innominado,
consensual, conmutativo, de tracto sucesivo, que recae sobre bienes de
capital y que no tiene por misión esencial transmitir el uso y goce en este
caso del automotor y no su propiedad, sin perjuicio de que por regla general
otorga una opción al tomador de adquirir el bien por un valor residual

100
predeterminado.

101
CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO

Genera obligaciones para ambas partes, dador y tomador, se perfecciona


con el consentimiento de las partes, las prestaciones recíprocas generan
beneficios económicos para las dos partes. Desde el momento que se
formaliza se da certeza ejecutiva a los compromisos asumidos por las partes,
cuyo cumplimiento se prolonga en el tiempo, ya que las obligaciones
recíprocas se suceden constantemente.
Las cláusulas contractuales son establecidas por el dador. El contrato es
típico, con categorización dual, dadas las dos etapas delimitadas y
diferentes, el uso y goce y la opción. Provee una forma escrita con
formalismos mayores para los inmuebles a través de instrumento público y
variables para los inmuebles con instrumento privado o público. Por tanto,
podemos decir que es un contrato bilateral, consensual, oneroso,
conmutativo, de tracto sucesivo de adhesión, nominado, dual y formal.
El contrato de leasing constituye un acto jurídico complejo integrado por
dos contratos típicos –compraventa y locación– ejecutables en forma
complementaria, siendo precisamente elemento característico de este
contrato la simultaneidad de ambos actos. (Cámara Nacional de
Apelaciones Comercial, Sala D, 28-09-1982, Di Pietro, Roberto S.A., La Ley,
1983, B 41).
La jurisprudencia le ha dado característica distinta, de innominado, con
anterioridad a la ley 24.441. El contrato de leasing se define como un
acuerdo innominado, consensual, conmutativo, de tracto sucesivo, que
recae sobre bases de capital, que tiene por misión esencial el uso y goce de
un bien y no su propiedad, sin perjuicio de que por regla general otorga una
opción al tomador adquirir el bien por un valor residual. (Cámara Nacional
de Apelaciones Comercial, Sala D, 28-9-1982, Di Pietro, Roberto, La Ley,
1983, B 41).

102
RÉGIMEN DE LA LEY 24.441

El tratamiento legislativo del leasing era inexistente hasta el 9 de enero de


1995, fecha en que se promulgó la ley 24.441 sobre financiamiento de la
vivienda y la construcción. En ella se introdujo un título referido al contrato
de leasing que implica el primer antecedente legislativo específico en
vigencia en ese momento sobre esta operatoria. La ley establece cuándo
existe contrato de leasing y deja sentado que la regulación comprende tanto
el leasing mobiliario como el inmobiliario, siendo insuficiente para brindar
soluciones a los problemas que plantea la figura desde la óptica del
encuadramiento jurídico.
Traía una incertidumbre sobre su naturaleza, concepto y características.
Las normas clásicas de fondo son insuficientes e incluso contradictorias
para resolver la problemática.

Leasing financiero y operativo

El art. 27 establecía los requisitos para su aplicación determinando los


diversos elementos del contrato (dador, tomador, cosas muebles, canon).
El leasing operativo (art. 28) los regulaba en cuanto a la celebración entre
fabricantes e importadores de cosas muebles destinados al equipamiento de
industrias, comercios, etcétera, que se utilizaren exclusivamente con esa
finalidad. La norma no definía el leasing sino que determinaba sus
requisitos generales y específicos.
a) Generales: en cuanto a las partes y al objeto del contrato. El dador en el
leasing financiero eran entidades financieras, sociedades comerciales con
personería jurídica. En el leasing operativo el dador puede ser un fabricante,
importador. En cuanto al tomador, la ley no definía tal calidad, sólo
mencionaba que tuviera la facultad de comprar cosas.
La opción concedida en el contrato de leasing a favor del tomador
constituye una oferta irrevocable de venta unilateral de parte del dador, que
sólo puede se retirada cuando se agote el término fijado para que el
locatario opte por comprar o desistir de ello. (Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Comercial, Sala A, 27-06-1997, Grupo Lider Asesores de
Seguros S.A. c/Didefon S.A., La Ley, 1998, E 383).
La operatoria del leasing mobiliario consiste en que el dador adquiera de

103
un tercero un bien con el fin de entregarlo en locación al tomador; las
personas que intervenían sólo guardaban relaciones jurídicas
extracontractuales con el tomador.
El art 27, inc b), preveía como objeto del contrato que las cosas sean
muebles individualizadas, y el art. 28, cosas muebles destinadas al
equipamiento industrial, comercial, etcétera.
En cuanto al leasing financiero, éste puede tener por objeto cosas
muebles individualizadas e inmuebles (en este caso podía ser también para
vivienda). Las cosas objeto del leasing debían ser de propiedad del dador.
En cuanto al canon, el art. 27, inc. c) estaba relacionado con la amortización
del valor de la cosa acorde con los principios contables y la duración del
contrato. La relación de causalidad apunta a la amortización y la duración
contractual. El canon tiene doble perfil, el periódico y el residual;
b) Específicos: El valor residual es el valor que se le adjudica al bien
objeto del contrato al momento de la suscripción, tomándose en
consideración lo que se supone que valdrá al tiempo de concluir el contrato.
La ley armonizó la duración contractual y el precio de compra si se ejerce
esta opción. Actualmente lo regula el art, 4 de la ley 25.248.
En cuanto a la opción de compra, se basa en la posibilidad legal que se le
concede al tomador para adquirir la cosa objeto del contrato, y es a partir de
la mitad del período de los alquileres, vocablo que utilizaba la redacción
legal, convencionalmente podía antedatarse la finalización del contrato y
optarse por la compra.
Con respecto a la duración contractual, no se puede pactar un contrato de
leasing por un plazo menor al de la total amortización de aquéllos. En
cuanto a la opción de renovación, el art. 29 podía darse convencionalmente.
En cuanto a la registración, los arts. 30 y el 31. Cada contrato será inscripto
conforme a la competencia de los bienes objeto del contrato. Lo que se
registra es el contrato de leasing en franca relación con el objeto
contractual; cada registro reglamenta lo pertinente acorde con su política
administrativa.
En cuanto a la transmisión de dominio, según el art. 32, de la normativa
surge la operatoria de la opción de compra y la consecuente transmisión de
dominio. Es preciso ameritar el elemento objetivo.

104
RÉGIMEN DE LA LEY 25.248

La ley se compone de 28 artículos divididos en tres capítulos:


– del contrato de leasing
– aspectos impositivos de bienes destinados a leasing
– y disposiciones finales.
1) La conformación contractual:
a) Dador: ahora es una figura más amplia, ya que está dirigida a cualquier
persona física o jurídica con capacidad contractual nacional o extranjera;
b) Tomador: la ley sólo lo perfila como usuario y tiene la facultad de
comprar un bien;
c) Transmisión de dominio: (art. 16). procede cuando se cumplen los
requisitos, la opción y el pago del precio;
d) Cesión de contratos o créditos: (art. 19) el dador tiene el derecho de ceder
el contrato o los créditos actuales o futuros –remite a los arts. de la ley
24.441– debe estar prevista contractualmente;
e) Responsabilidades, el dador cumple adquiriendo el bien indicado, (inc. a]
y c], art. 5), y se libera respecto del tomador del derecho a la entrega,
garantía de evicción y vicios redhibitorios. En el caso del sale and back, el
dador no responde por la entrega ni por la garantía de evicción. El
tomador tiene su responsabilidad objetiva, como usuario y guardián del
bien, art. 17, según el Código Civil, art. 1.113. Este artículo no tiene
anclaje, ya que el art. 17 está aislado del sistema, y sería inconstitucional.
2) Sustrato objetivo, se amplía el espectro de bienes y de modalidades de
elección, art. 2. Así se agregan bienes intangibles.
3) Canon, el art. 3 pone énfasis en el consentimiento de las partes en
cuanto al monto y periodicidad. Admite cánones variables e inconstantes.
4) Precio, art. 4, el tomador puede ejercer la opción y por ello paga un
precio que surgirá del contrato o de procedimientos o fórmulas convenidas.
5) Duración contractual, art. 15, estatuye la ley la posibilidad de que el
tomador pueda prorrogar, pero no establece plazo especial de duración
contractual.
6) Uso y goce del bien, el tomador dentro de los límites de las condiciones
del contrato tendrá tanto el uso como la conservación.
7) Formalidades. Registración. La actual legislación da formalidad al
contrato. Prevé la forma escrita, y de acuerdo con la naturaleza del bien

105
deberá ser instrumentado en escritura pública, art. 8, primera parte. La
inscripción en el registro correspondiente habilita a la oponibilidad. Da
eficacia frente a terceros con interés legítimo. El fin de la inscripción es
preservar fecha cierta, y su oponibilidad frente a terceros se puede alcanzar
con métodos menos onerosos en el caso de bienes no registrables.
8) La ley prevé acciones como la reinvindicatoria, arts. 13 y 21, inc. a), la
acción de desalojo, art. 20, y la vía ejecutiva por cobro del canon no
abonado.
9) En cuanto a los aspectos impositivos, la legislación vigente permite el
acceso a bienes muebles, muebles registrables e inmuebles en condiciones
fiscales más convenientes y con costos incomparablemente más
beneficiosos que el préstamo crediticio. El tratamiento varía de acuerdo con
los tipos de bienes. Las ventajas se diferencian con respecto a la ley anterior
por cuanto no están contemplados los aspectos fiscales; su tratamiento se
determinó por decretos reglamentarios. El nuevo ordenamiento
implementa el tratamiento de los bienes dados en leasing sólo en el
impuesto al valor agregado. El éxito del sistema depende de las normas
reglamentarias para la instrumentación operacional. La ley ha sufrido
observaciones en dos de sus artículos, así que ha sido sancionada
parcialmente, ya que no rige para los viejos contratos.

106
CONCLUSIONES

La ley 24.441 implicó el primer cuerpo legislativo con regulación


específica del leasing, aunque dentro de un conjunto de normas
heterogéneas. Esta figura es conceptuada en la ley como un mecanismo
idóneo para adquirir un bien de capital, es un mecanismo de financiación
del uso de un bien de capital donde la transferencia del dominio no es la
última razón del contrato, sino una contingencia para su desarrollo. La ley
pone más énfasis en la cosa y no en la financiación, y este error se da
cuando la ley describe los requisitos tipificantes del contrato, por ejemplo,
en que el canon se fija teniendo en cuenta la amortización de la cosa en el
plazo del contrato. Luego desconoce la naturaleza de la amortización
periódica cuando habla de canon o alquiler. Al privilegiar el derecho del
deudor moroso, maneja la institución como un mecanismo para acceder a la
propiedad de la cosa. Esta ley tuvo aciertos en cuanto a la inscripción del
contrato, a la suerte del contrato frente a la quiebra y a la limitación de la
responsabilidad objetiva del deudor.
La ley 25.248 da un paso a una mayor amplitud en distintos temas que
comprenden el contrato de leasing, como la flexibilidad y precisión del
sustrato subjetivo, la determinación convencional del canon y del precio de
la opción de compra. Fue un acierto la inclusión de temas como mora en el
pago por el tomador, pactar los servicios y accesorios, cesión de contratos y
titularización por parte del dador y la previsión del sale and lease back y la
importancia de la consideración de los aspectos tributarios.

107
DERECHOS, OBLIGACIONES
Y RESPONSABILIDAD DEL FIDUCIARIO

INTRODUCCIÓN

El negocio fiduciario se lleva a cabo en forma estipulada. El fideicomiso


viene del Derecho Romano en sus dos variantes: la fiducia cum amico y la
fiducia cum creditori como formas de transmisión de bienes y constitución
de garantías del crédito. Se basa en la confianza, es un negocio complejo,
pero unitario, con una relación real y otra personal. Sobre todo es un
negocio de colaboración.
El fiduciario recibe del fiduciante la transferencia del bien fideicomitido,
se transmite así la propiedad fiduciaria, se constituye entonces el pactum
fiducia, por lo que el fiduciario contrae la obligación de aplicar la propiedad
a la finalidad del fideicomiso, cumplir con el pacto o condición a la que se
suspedita la constitución del fideicomiso y la retransmisión de la propiedad
fiduciaria al cumplirse el plazo o condición al que se atribuye su
constitución, al fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario. La
característica del negocio que afecta las funciones del fiduciario es la
transmisión plena en el sentido de que el propietario de tales bienes.
En el presente trabajo analizaremos los derechos y, obligaciones del
fiduciario. En la relación personal y obligatoria que asume el beneficiario
radica el conjunto de deberes que constituyen la actuación del fiduciario,
que debe cumplir con la prudencia y diligencia del buen hombre de
negocios.
El fiduciario asume responsabilidad por dolo o culpa, debe rendir
cuentas, no puede adquirir para sí los bienes fideicomitidos. De acuerdo con
el tipo de fideicomiso, variarán algunas facultades del fiduciario, así como
algunos deberes y obligaciones hasta el momento.
En cuanto a la retransmisión de los bienes a un tercero, un párrafo aparte
será el análisis de las características particulares del fiduciario financiero.

108
EL FIDEICOMISO

Según la ley 24.441, las partes intervinientes son el fiduciante o


fideicomitente, que es el constituyente, quien le da al fiduciario la
transferencia del bien, el beneficiario del fideicomiso, y el fideicomisario,
que en la ley es el tercero que recibe los bienes fideicomitidos al extinguirse
el fideicomiso. Se diferencia así entre beneficiario y fideicomisario.
Mientras en la convención de testaferro, la adquisición del sujeto
interpuesto –precisamente testaferro, hombre de paja– es simulada, en el
negocio fiduciario la adquisición del fiduciario es real y las limitaciones al
derecho que ha adquirido la obligación de retransmitir el bien a un tercero
son el contenido de un negocio obligacional –el pacto de fiducia– que
vincula exclusivamente a fiduciante con fiduciario. El negocio fiduciario es
un negocio “de confianza” (art. 909, Código Civil), atípico en nuestra ley
positiva, que presupone una atribución real de bienes o derechos y
obligaciones a cargo del adquirente que, por el efecto relativo de todo
vínculo de orden obligacional o creditorio (art.1.199, Código Civil), sólo le
son exigibles por el fiduciante. Esto destaca la diferencia con el negocio
simulado en que el verdadero destinatario final, el beneficiario de la
interposición simulada mediante testaferro, es parte del acuerdo
simulatorio. C.N. Civ., Sala A, 29-8-85, Saporiti de Vignale, Emma
c/Saporiti, Gerardo y otros, La Ley, 1986 B, 89.
Los elementos del contrato son la transmisión de la propiedad fiduciaria
del fiduciante al fiduciario, el pactum fiduciae, que es la obligación que
contrae el fiduciario de aplicar la propiedad fiduciaria a la finalidad del
fideicomiso. Otro elemento es el pacto o condición al que se supeditan la
constitución del fideicomiso y la retransmisión de la propiedad fiduciaria al
cumplirse el plazo o condición que se estableció en su constitución, al
fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario.
La propiedad fiduciaria que da el constituyente a favor del fiduciario es
plena en el sentido de que el fiduciario pasa a ser realmente el propietario.
Estos bienes no se incorporan al patrimonio del fiduciario, se encuentran
separados y afectados al cumplimiento de la finalidad que propone el
negocio.
El contrato de fideicomiso trae una relación obligatoria, que es la
propiedad fiduciaria. El fideicomiso de la ley trae esa transmisión, el

109
contrato debe individualizar los bienes objeto del fideicomiso y, si no es
posible, constarán los requisitos y características, también la incorporación
de otros bienes (art. 4 inc. b]). Es importante que se establezca la finalidad,
como la mención de derechos y obligaciones del fiduciario. La ley alude así
al contrato obligatorio negativo.

Negocio fiduciario

La típica convención de testaferro –convención simulada– implica el


acuerdo simulatorio entre disponente y adquirente y otro acuerdo, también
simulatorio, entre el adquirente y el destinatario final del acto de
disposición, beneficiario. Es decir, intervienen tres personas, unidas entre sí
por acuerdos simulatorios que encubren el negocio real o disimulado. Pero
esta convención de testaferro se distingue de la denominada interposición
fiduciaria, que consiste en un negocio o contrato real. A diferencia del
testaferro, el fiduciario adquiere efectivamente la cosa o el derecho del
enajenante o fiduciante, pero hay entre ambos un pacto fiducia del cual
pueden surgir limitaciones a los derechos o poderes del fiduciario, sea
imponiendo obligaciones en favor de fiduciante, sea obligándolo a
retransmitir el bien al propio fiduciante o a un tercero. CNCiv., Sala A, 29-8-
85, Saporiti de Vignale, Emma, c/Saporiti, Gerardo y otros, La Ley, 1986, B
89.
Contiene una doble relación jurídica:
a) Relación real: transmisión de bienes objeto del fideicomiso, el
fiduciante al fiduciario cuyo centro es la propiedad fiduciaria;
b) Una relación personal que contiene la obligación a cargo del fiduciario
del destino de los bienes, para cumplir con la finalidad (pacto fiducia).
Estos dos elementos deben ser expresados claramente en el acto
constitutivo.
Se debe expresar la obligación de rendir cuentas por el fiduciario, fijar un
plazo no mayor de 30 años, la prohibición al fiduciario de adquirir los
bienes fideicomitidos, la prohibición de la dispensa de dolo o culpa.
El contrato podría también prever: remuneraciones, designación de
fiduciarios sustitutos, provisión de fondos, causales de renuncia del
fiduciario, facultad de revocar el fideicomiso, menos en el fideicomiso
financiero. Esto no es factible en los fideicomisos donde la calidad de
beneficiario se adquiere mediante una contraprestación onerosa.

110
EL FIDUCIARIO

Es el que recibe los bienes o derechos transmitidos por el fideicomitente y


asume la obligación de ejecutar el fideicomiso; cumpliendo el encargo
cumple entonces con la finalidad. Es la persona de confianza elegida para
cumplir el encargo. De cualquier forma, la existencia del fiduciario no es
fundamental, ya que el patrimonio del fideicomitido es independiente del
patrimonio del fiduciario, y en el caso de desaparición del fiduciario se
nombrará nuevo fiduciario.
En sustancia, el negocio fiduciario es el que produce el traslado efectivo
de un derecho que debe ser determinado del fiduciante al fiduciario, quien
se obliga a transmitirlo a un tercero o a restituirlo al fideicomitente, por lo
que el negocio descansa en la confianza que el transmitente deposita en el
adquirente, donde existe el riesgo de verse defraudado por abuso del
fiduciario, ya que es el verdadero titular del derecho. (Cámara Nacional en
lo Civil, Sala D, 21-9-83. Villanueva de Sheridan, María, c/Villanueva,
Victorino, B. ED, 108-124).

Reglas para ser fiduciario

Puede ser fiduciario cualquier persona física o jurídica, debe tener


capacidad para ejercer actos necesarios para el cumplimiento del encargo.
La ley limita a las entidades financieras a ofrecerse y a las personas jurídicas
que autorice la Comisión Nacional de Valores. La ley distingue pues el
fiduciario común del profesional, ya que en los fideicomisos financieros
(art. 1) sólo pueden actuar los fiduciarios profesionales.
Por ejemplo, la Ley de Panamá acepta con carácter general a toda
persona, o, como el caso de México, se ha limitado a entidades financieras o
bancos, como en la legislación peruana.
La ley 2.4441 tiene un sistema que si bien acepta a cualquier persona sólo
admite ofrecerse públicamente a entidades financieras y sociedades
expresamente autorizadas.
En el caso de sustitución del fiduciario, se debe prever el caso en el art. 10
en el acto constitutivo del fideicomiso.

Actuación

111
Su proceder debe adecuarse a la prudencia y diligencia de un buen
hombre de negocios. La responsabilidad por dolo o culpa no se le puede
dispensar. No pueden adquirir para sí los bienes fideicomitidos si no está
permitido en el contrato.
El fiduciario está sujeto a un tipo especial penal para los delitos de fraude.
Puede transmitir créditos en fideicomiso para securitizar (sin notificar al
deudor cedido). En el caso de un fideicomiso financiero debe registrarse y
ser controlado y fiscalizado por la Comisión Nacional de Valores.
El fideicomiso financiero es una especie dentro del género fideicomiso
determinado por las características de que el fiduciario es: a) una entidad
financiera, o b) una sociedad especialmente autorizada por la Comisión
Nacional de Valores, y los beneficiarios son: a) titulares de certificados de
participación o b) titulares de títulos representativos de deuda. (Juzgado de
1a. Instancia en lo Civil y Comercial y Minas N° 11 de Mendoza. 28-2-99,
Atuel Fideicomiso S.A. c/Morales, Vicente R., La Ley, Gran Cuyo, 2000-
255).
Al fideicomiso financiero se le aplican las normas que para el caso emita
la Comisión Nacional de Valores, que es la entidad que las controla.
(Juzgado de 1a. Instancia en lo Civil, Comercial y Minas N° 11. 28-2-99,
Atuel Fideicomiso c. Morales, Vicente R. La Ley, Gran Cuyo, 2000-255).
El fiduciario tiene un patrimonio general y un patrimonio separado de
bienes fideicomitidos (inmuebles, muebles, hipotecas, prendas y créditos).
Es improcedente la medida cautelar solicitada por el concursado
tendiente a que cese el fiduciario en la administración y disposición de los
fondos ingresados en virtud del contrato que los unía, en tanto los activos
objeto del fideicomiso conforman un patrimonio separado que no puede ser
agredido por los acreedores de ninguna de las partes. (Cámara Nacional en
lo Comercial, Sala C. 12-7-2002, Litoral Citrus S.A. s/ conc. Prev., La Ley,
2002-E, 683).

112
DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL FIDUCIARO

Derechos

Deben estar establecidos en el contrato (art. 4, inc. 6]). En el art. 8 se le


reconoce derecho de reembolso de gastos y una retribución, salvo
estipulación expresa en contrario. Si la retribución no está fijada en el
contrato, el fiduciario puede solicitarla al juez. Esto, porque el fideicomiso
tiene carácter oneroso, no quiere decir que no puede ser gratuito.
El art. 13 establece que puede adquirir otros bienes e incorporarlos al
fideicomiso, esto lo puede realizar con los frutos de los bienes
fideicomitidos o con el producto de los actos de disposición de éstos. Puede
disponer de los bienes de acuerdo con los fines del fideicomiso. Si existe
estipulación se requerirá consentimiento al fiduciante o beneficiario.
El fiduciario debe ejercer todas las acciones en defensa de los bienes
fideicomitidos, ya que es el propietario fiduciario y administrador del
fideicomiso, acciones amparadas en el art. 18.

Obligaciones

En la relación personal u obligatoria radican el conjunto de deberes que


conforman la actuación del fiduciario. Las obligaciones debe cumplirlas con
la prudencia y diligencia que usa un buen hombre de negocios (art. 7) cuyo
estándar marca la materia societaria. El fiduciario debe ejecutar actos
tendientes a cumplir los fines del fideicomiso. Debe extremar su diligencia,
sobre todo si es profesional. Nunca se podrá en el acto constitutivo
dispensarlo de culpa o dolo. También deberá rendir cuentas; de esta
obligación que puede cumplir en forma periódica no puede ser dispensado
ni por el fideicomitente.
En el art. 6 se le impone al fiduciario el estándar del buen hombre de
negocios, y esto marca cómo debe cumplir sus obligaciones con prudencia y
diligencia calificada.
Debe mantener los bienes fideicomitidos separados de los suyos propios
y de otros fideicomisos. Debe mantener contabilidad separada en cada
fideicomiso en el cual intervenga. Esto es particularmente importante
cuando se trata de un fiduciario profesional. El fiduciario debe actuar de tal

113
forma que pueda ejercer acciones para defender el patrimonio fideicomitido
contra terceros y aun en contra de los bneficiarios (art. 18, primer párrafo).
En el art. 14 in fine se le establece la obligación de asegurar los bienes,
siempre que sean asegurables.
Al término del fideicomiso (art. 26) debe transferir los bienes al
fideicomisario o a sus sucesores. En la ley no se consagra explícitamente la
obligación de guardar reserva respecto de operaciones, actos, contratos,
información, documentación, pero surge de la naturaleza profesional
cuando son bancos o entidades financieras o sociedades autorizadas por la
Comisión Nacional de Valores. El fiduciario no puede ser nunca
beneficiario o fideicomisario, es decir la persona a la que se le destinen los
bienes del fideicomiso. El art. 7 establece que esta prohibición no puede ser
dispensada en el contrato, como tampoco se puede dispensar las
obligaciones de rendir cuentas y la responsabilidad por dolo o culpa propia o
de sus dependientes.

114
FIN DE LA RELACIÓN CONTRACTUAL

Cesación del fiduciario (artículo 9)

Puede ser por remoción judicial, muerte o incapacidad declarada, por


disolución en el caso de una persona jurídica, por quiebra, liquidación o
renuncia. En el caso de renuncia, como este negocio es de confianza y
apareja colaboración cuando el fiduciario es profesional, es conveniente
prever la renuncia y nombramiento y forma de designación del sustituto.
Esto debe ser previsto en el acto constitutivo. En el fideicomiso profesional
la persona del fiduciario no es esencial a la existencia del fideicomiso.

REMOCIÓN DEL FIDUCIARIO

El fiduciario puede ser removido judicialmente por el incumplimiento de


sus obligaciones a solicitud del fiduciante, o del beneficiario con citación del
fiduciante o del beneficiario cuando tenga intereses que no sean
compatibles con los beneficiarios o fideicomisario (art. 9, inc. a]). La
remoción procede cuando el fiduciario tenga intereses que no sean
compatibles con los del beneficiario o fideicomisario.
Habiéndose encuadrado el convenio en una fiducia cum amico cuya
característica esencial es la confianza entre fiduciante y fiduciario, la
prescripción para el fiduciante comienza a correr a partir del momento en
que esa confianza es desconocida por el fiduciario, o en otros términos,
desde que la potestad de abuso de éste se materializa. S. C. Buenos Aires, 3-
7-79. Gallo de Pérez, María c/Aicardi, Pedro A. DJBA, 117-134.
La designación de un interventor informante para que indague sobre la
gestión llevada a cabo por el fiduciario –en el caso, el deudor fiduciante
demandó su remoción– en relación con la realización del bien fideicomitido
es una medida cautelar que se ajusta adecuadamente a fin y funcionalidad
del contrato de mutuo con garantía fiduciaria y al de transmisión de
dominio fiduciario, operando como una limitación a cualquier actividad que

115
pretenda emprender el fiduciario. CNCiv. Sala B, 5-3-2003, El Albañil S.A.,
c/Gaudio, Norberto J. J. A., 6-12-2002,.67. JA, 2002-II.
Es procedente la sustitución de la medida de no innovar decretada
respecto de un fideicomiso en garantía –en el caso, en un juicio por
remoción del fiduciario– y a pedido del deudor fiduciante titular del bien
fideicomitido, por la designación de un interventor informante, en tanto
aquélla resultaría en principio opuesta a la finalidad o propósito del contrato
de mutuo con garantía fiduciaria y al de transmisión de dominio fiduciario,
dada la diversidad de intereses del acreedor y del fiduciante comprometidos
en su celebración.
C.N.Civ. sala B 5-3-2002 El Albañil S.A. c/Gaudio Norberto J. JA 2002-
6-12 67 JA 2002-II.

116
RESPONSABILIDAD DEL FIDUCIARIO

Por aplicación de los principios generales, el fiduciario –como


administrador de un patrimonio propio, pero en interés ajeno– será
responsable de todo daño causado al fiduciante, al fideicomisario, o al
beneficiario, derivado de la no ejecución total o parcial de las obligaciones
emergentes del fideicomiso, salvo el que se deba a caso fortuito o fuerza
mayor. También será responsable de los daños que causen las cosas
riesgosas o viciosas de las que es titular (en cuyo caso la responsabilidad
sería objetiva y extracontractual), o cuando cometa un delito. Por lo tanto,
estamos en presencia de dos sistemas con distintas implicancias: mientras
en el ámbito extracontractual el resarcimiento incluye las consecuencias
inmediatas y mediatas, y las casuales en caso de delito, el contractual sólo
abarca las inmediatas y necesarias, y eventualmente las mediatas. A su vez,
la prescripción en el primer caso es de dos años, y en el segundo, de diez.
En el derecho angloamericano el trustee no responde por las pérdidas
que sufra el patrimonio del trust, salvo que ellas hubieran sido ocasionadas
por el incumplimiento de sus obligaciones. También es responsable si la
calidad de su actuación no alcanza el nivel mínimo exigido para el cargo de
trustee que asumió. Generalmente, la responsabilidad del fiduciario por el
indebido cumplimiento de su función es de índole contractual, pues deriva
del incumplimiento de obligaciones emergentes de un contrato.
A pesar de que el beneficiario y el fideicomisario no suelen formar parte
del contrato, también nos encontramos dentro del ámbito contractual, en
caso de que tuvieran que exigir el cumplimiento, o reclamar daños y
perjuicios. Ello por aplicación de la estipulación a favor de tercero, del art.
504 del Código Civil.
Es esencial destacar que el factor de atribución es subjetivo, de acuerdo a
lo establecido por los arts. 6 y 7 de la ley 24.441, que le exigen al fiduciario
actuar “...con la prudencia y diligencia del buen hombre de negocios...”
(parámetro que surge de la ley 19.550). Por lo expuesto, el fiduciario será
responsable cuando el daño sea el resultado de su actuar culpable, ya sea
con negligencia, ligereza o ignorancia de las cosas que debe conocer
necesariamente. Todo ello, tanto por acción como por omisión.
Para medir la “culpa” del fiduciario se debe utilizar el estándar del “buen
hombre de negocios” que otorga la ley 24.441. Ello significa que la

117
aplicación del art. 512 del Código Civil deberá armonizarse con el art. 902 en
la esfera aquiliana, y con el art. 909 en el ámbito contractual, por lo que
cabe realizar un análisis más riguroso en el caso del fiduciario. Cabe resaltar
que cuando el art. 6 de la ley 24.441 alude a “...la confianza depositada en
él...” pretende hacer hincapié en las cualidades personales en virtud de las
cuales la otra parte escoge al fiduciario. De aquí surge el deber de obrar con
lealtad, por el cual el fiduciario debe evitar aprovecharse de los
conocimientos e informaciones de su función para procurar beneficios para
sí en desmedro del fideicomiso.
En concreto, el fiduciario debe conocer las reglas, costumbres, prácticas y
métodos propios del tipo de negocios que se comprometió a realizar y
cumplir su función con previsión y diligencia. Si bien el fiduciario puede
cometer errores, será responsable si es objetivamente injustificable para un
experto de su clase. Contrariamente a lo que establece nuestra ley, el art.
356 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito Mejicana dispone
que el fiduciario debe obrar siempre como buen padre de familia. Esto fue
muy criticado, por cuanto no hay relación entre un buen padre y un
contrato comercial.
Pese a que la solución escogida por nuestra legislación parece ser la más
apropiada, corresponde distinguir las dos clases de fideicomiso reguladas
por la ley 24.441: el mercantil o “financiero”, y el civil.
En el primer caso, no caben dudas de que resultan aplicables las normas
elaboradas en torno de la responsabilidad de los profesionales, puesto que
los fiduciarios son entidades financieras, o entidades especialmente
autorizadas por la Comisión Nacional de Valores, u otros especialistas en el
asunto. En el caso del fideicomiso civil, según el art. 5 de la ley 24.441,
cualquier persona física o jurídica puede ser fiduciario. Por lo tanto, puede
darse el caso de que corresponda juzgar la culpa del fiduciario dejando de
lado el parámetro del buen hombre de negocios, y utilizando el del hombre
medio. Ello se evaluará según las condiciones particulares del fiduciario, los
beneficios esperados por el constituyente, el carácter gratuito u oneroso de
la gestión, etc. Es decir que si el encargo le corresponde a un amigo,
familiar, u otra persona sin conocimientos profesionales, sólo
corresponderá exigirle que actúe de buena fe, con la probidad y diligencia
que lo ha hecho merecedor de su confianza.
Con respecto a la clasificación entre obligaciones de medios, y de
resultados, en principio, la obligación del fiduciario entraría en el primer
supuesto. Ello, por cuanto se compromete a poner de su parte todos sus
conocimientos, aptitud, empeño y dedicación para alcanzar el resultado
esperado pero no asegurado, ya que éste dependerá de otros factores que le
son inmanejables. Sin embargo, en algunas ocasiones las obligaciones del
fiduciario son de resultado. Ello ocurre con las obligaciones accesorias,

118
como, por ejemplo, una inscripción en el registro, rendir cuentas, hacer
inventario, mantener separado el patrimonio, etc. En estos casos, la
responsabilidad del fiduciario es objetiva. Sin perjuicio de lo expuesto, es
posible que en determinados fideicomisos, las obligaciones principales sean
de resultado. Sería el caso de un fideicomiso de administración, en el cual el
constituyente transmite fondos al fiduciario para que luego proceda a
efectuar un pago.

Obligaciones contraídas durante el fideicomiso

El art. 16 dispone que los bienes del fiduciario no responden por las
obligaciones contraídas en la ejecución del fideicomiso, que deberán ser
satisfechas con los bienes del fideicomiso. Esto es consecuencia de los
patrimonios separados, que consagra el art. 14.

Obligaciones del fiduciario luego de la extinción

El art. 26 hace referencia a la obligación que concierne a la esencia del


fideicomiso. Una vez cumplida la finalidad, los bienes deben ser entregados
al beneficiario, fideicomisario o fiduciante. Este artículo alude únicamente
al fideicomisario o sus sucesores, ya que esta calidad la puede ejercer un
tercero, el beneficiario o el fiduciante.

Otorgar instrumentos e inscripciones

El fiduciario debe otorgar los instrumentos para la transferencia de los


bienes fideicomitidos y contribuir a las inscripciones registrales que
correspondan, por ejemplo, escrituras, inscripción registral, etcétera.

Art. 82, ley 24.441

Este artículo incorpora al art. 173 del Código Penal el inc. 12, que tipifica
como defraudación la conducta del fiduciario que en beneficio propio o de
un tercero realice actos que perjudiquen los bienes y así defraude los
derechos de las partes del contrato.

Patrimonio fideicomitido insuficiente

Cuando el fiduciario provoque con su conducta o agravare la insuficiencia


del patrimonio fideicomitido caerá sobre su patrimonio el deber de reparar
los perjuicios provocados por su administración negligente o dolosa. Su

119
actuar antijurídico puede ser por sí o por sus dependientes. El fiduciario es
responsable en la insuficiencia del patrimonio si ésta se produce por el
incumplimiento de ciertas obligaciones calificadas como de resultado a
consecuencia del incumplimiento.

Fiduciario financiero

La ley lo trata de forma separada y diferenciada del fideicomiso común


(arts. 19 a 24). La caracterización de este tipo de figura está dada por el art.
19 por la calidad del fiduciario, que es una entidad financiera o una sociedad
autorizada por la Comisión Nacional de Valores, y beneficiarios son los
tenedores de títulos representativos de la deuda garantizados con los bienes
transmitidos.
La Resolución General 271/91 de la Comisión Nacional de Valores dice
que hay contrato de fideicomiso financiero cuando el fiduciante transmite la
propiedad fiduciaria de bienes determinados a otro, fiduciario que deberá
ejercerla en beneficio de titulares de valores representativos de deuda
garantizados con los bienes transmitidos –beneficiarios– y transmitirlo el
fiduciante a los beneficiarios o terceros al cumplimiento de los plazos y
condiciones previstos en sí mismo.
En este tipo de fideicomiso se requiere la actuación de un fiduciario
profesional, esta regla se recoge en la Resolución 271/95 Comisión Nacional
de Valores, la que a su vez incorpora un tercer inciso referido al
representante de los obligacionistas en los términos del art. 13 de la ley
23.576 modificada por la ley 23.962. Esto descarta la posibilidad de que
actúen fiduciarios que no reúnan las mencionadas características.
En este fideicomiso no podrá el fiduciario adquirir para el negocio activos
de propiedad del fiduciario, o activos de propiedad de accionistas titulares
de más del 10% del capital social del fiduciario o accionistas comunes con el
fiduciario, con excepción de si hay individualización del activo y su precio en
el contrato y hay información en el prospecto del activo de su titularidad y
precio y de la vinculación jurídica y económica entre el fiduciario y el
transmitente.
El art. 8 de la Resolución 271 establece la obligación del fiduciario de
rendir cuentas y el procedimiento y la posibilidad de emitir títulos de deuda
garantizados por los bienes. El art. 10 establece que los certificados de
participación deberán ser emitidos por el fiduciario y podrán ser emitidos en
cualquier forma, incluida la escritural, de acuerdo con el art. 8° y cc. de la
ley 23.962 y las normas de la Comisión Nacional de Valores.
En caso de insuficiencia del patrimonio fideicomitido (art. 23) se prevé
que el fiduciario cite a Asamblea de tenedores de títulos de deuda, con el fin
de que resuelvan sobre las normas de administración y liquidación del

120
patrimonio, la Asamblea se notificará mediante la publicación de avisos en
el Boletín Oficial. Según el art. 24 el contrato podrá prever la transferencia
del patrimonio fideicomitido, la modificación del contrato de emisión, la
continuación de la administración de los bienes fideicomitidos hasta la
extinción del fideicomiso y la enajenación de los activos.

121
FIDEICOMISO DE GARANTÍA

Desde el punto de vista de la obligación, es una garantía personal que


asume el fiduciario en la órbita del patrimonio separado. Se puede calificar
como garantía abstracta a primera demanda o a cualquier requerimiento. La
obligación que adquiere el fiduciario está enmarcada por las reglas fijadas
en el contrato de fideicomiso. La obligación del fiduciario con el acreedor
garantizado es autónoma e independiente de la obligación de aquél con el
fiduciante. El fiduciario debe cumplir con la finalidad del fideicomiso. Esto
es pagar la deuda u obligación insatisfecha; cuando el fiduciario paga la
obligación garantizada no extingue la obligación del deudor garantizado
sino su obligación contractual como garante. Aquélla conserva su vigencia a
favor del fiduciario por vía de la subrogación. La crítica que se hace al
fideicomiso de garantía es que visualiza al fiduciario como un mandatario y
no se percata que el fiduciario es un propietario imperfecto de que dispone
de bienes de su pertenencia en la esfera del patrimonio separado.

122
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127
Índice
Portada 2
Legales 3
MECANISMO DE MERCADO 4
La función empresarial 4
La empresa 5
La naturaleza de la función empresarial 6
Economías no planificadas. Economías planificadas 8
Evolución del mecanismo de mercado, eficiencia y equilibrio
10
competitivo
Externalidades 14
Sistema de Banca Central 16
¿Es necesario un Banco Central? 16
PRIMERA PARTE 17
Período de 1735-1815. Proceso de inflación 17
Cuestiones fundamentales 21
Discusiones sobre la inflación y la restauración del patrón
23
oro
El debate entre los teóricos de la banca libre y el Banco
28
Central
Reserva Federal 35
SEGUNDA PARTE 40
Evolución bancaria de la república argentina 40
El Banco Central 46
TERCERA PARTE 50
El Estado y los bancos centrales 50
La independencia del Banco Central 54
Bancos europeos 58
CUARTA PARTE 62
Funciones de la organización legal 62
Reforma de las economías emergentes 67
La cuenta corriente bancaria 75

128
Trascendencia económica 75
Cuenta corriente bancaria 77
El contrato de cuenta corriente bancaria 79
Depósitos a la vista 80
Dinero bancario 83
Conclusiones 84
Comercio Exterior y los mecanismos bancarios 86
Transacciones económicas internacionales 87
Flexibilidad de la balanza de pagos 89
El papel de los mecanismos bancarios 90
Los bancos en las ventas internacionales 92
Conclusiones 95
Leasing 97
Clases de Leasing 99
Características del contrato 102
Régimen de la ley 24.441 103
Régimen de la ley 25.248 105
Conclusiones 107
Derechos, Obligaciones y responsabilidades del fiduciario 108
Introducción 108
El fideicomiso 109
El fiduciario 111
Derechos y obligaciones del fiduciario 113
Fin de la relación contractural 115
Responsabilidad de fiduciario 117
Fideicomiso de garantía 122
Bibliografía 123

129

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