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COLEGIO PARROQUIAL PÍO XII

Catequesis Sacramental

CUADERNILLO DE
ENCUENTROS
Los Sacramentos

Los sacramentos son signos visibles y sensibles de nuestra amistad con Dios.
Estos signos que se ven a simple vista producen un efecto en nuestro interior…
son transmisores de la gracia de Dios.
La comunidad cristiana celebra los Sacramentos con alegría y con fe. Es una
oportunidad para encontrarse personalmente con Jesús y recibir el amor de Dios
y la fuerza del Espíritu Santo.

Los siete sacramentos acompañan a todas las etapas y momentos importantes


de la vida del cristiano.
Los Sacramentos se dividen en 3 grupos…

SACRAMENTOS DE INICIACIÓN
Se reciben al principio de la vida como cristianos. Estos son:

BAUTISMO
Es el sacramento por el cual los que se bautizan se convierten en hijos de Dios y
miembros de la Iglesia. El agua bendita es derramada sobre aquel que desea
bautizarse, el sacerdote pronuncia las palabras litúrgicas invocando a la
Santísima Trinidad y los padrinos enciende el cirio como la presencia de Jesús en
el mundo.

CONFIRMACIÓN
La fuerza del Espíritu Santo reafirma la fe y la alegría de ser testigos de Jesús. El
Obispo impone las manos sobre el bautizado y reza para que reciba el Espíritu
Santo. Con aceite consagrado, le hace la señal de la cruz en la frente y proclama
una oración.

EUCARISTÍA (COMUNIÓN)
El pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. El sacerdote
consagra el pan y el vino repitiendo las palabras que Jesús pronunció en la
Última Cena. Jesús se hace presente en la Eucaristía. Este sacramento es el
alimento espiritual de los cristianos.
SACRAMENTOS DE SANACIÓN
Son los que dan fuerza a los cristianos para poder superar situaciones difíciles.

RECONCILIACIÓN (CONFESIÓN)
A través del Sacramento de la Reconciliación, Dios perdona nuestros pecados
por medio del sacerdote. Solo debemos acercarnos con el corazón arrepentido,
lleno de confianza. Dios nos quiere como un Padre Bueno y cura nuestro corazón
herido.

UNCIÓN DE LOS ENFERMOS


El sacerdote unge con un aceite consagrado la frente y las manos del enfermo y
reza por él.

SACRAMENTOS DE SERVICIO (PARA LA VIDA)


Las personas eligen libremente cuál será su proyecto de vida en comunidad:
cuidando de su familia o de la gran familia de la Iglesia.

MATRIMONIO
Los contrayentes se unen para toda la vida ante la comunidad. Intercambian
unas alianzas y pronuncian su consentimiento.

ORDEN SAGRADO
Son aquellos varones que recibiendo de Dios una vocación especial, deciden
seguir a Jesús en su misión evangelizadora; reciben a través del Obispo la fuerza
del Espíritu Santo para poder realizar esta gran tarea.
El Bautismo

Iniciación a la Vida Cristiana


El Sacramento del Bautismo es el sacramento por el cual los que se bautizan se
convierten en hijos de Dios y miembros de la Iglesia.
Además, el Bautismo me limpia del Pecado Original… pecado cometido por
Adán y Eva, cuando al comer la manzana, desobedecieron a Dios.

El siguiente video nos muestra a Jesús recibiendo el Bautismo…


https://www.youtube.com/watch?v=xTaScPYfZjk
El Bautismo se recibe por ablución (echar agua sobre la cabeza).
El agua bendita es derramada sobre aquel que desea bautizarse, el sacerdote
pronuncia las palabras litúrgicas invocando a la Santísima Trinidad (Yo te
bautizo, en el nombre del Padre, del Hijo y des Espíritu Santo).

A través de este gesto, somos nuevas creaturas, revestidos de Cristo… y


empezamos a vivir la vida de la Iglesia, en comunión con nuestros hermanos
bautizados…
Esto significa, que a partir de ese momento, no solo somos hijos de Dios, sino
también hermanos entre nosotros.
Los signos del Bautismo

Durante la celebración del Bautismo, hay diferentes gestos o signos que marcan
nuestro inicio a la vida cristiana.
Reconocemos los signos bautismales y vemos que significan en nosotros…

La Señal de la Cruz

Al inicio de la celebración el sacerdote nos da la bienvenida a la Comunidad


Cristiana y traza sobre nuestra frente la señal de la cruz. Suelen hacerlo también
los padres y los padrinos…
Este gesto nos recuerda en principio la cruz de Cristo, recuerdo de su Pasión que
nos salva…
Es el símbolo de nuestra oración: cada vez que rezamos, nos ponemos en la
presencia de Dios: que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Unción con el óleo de los catecúmenos

Este óleo es un aceite bendecido por los Obispos en la Semana Santa…


Con el óleo de los catecúmenos el sacerdote hace una unción en el pecho como
símbolo de la protección de Cristo…
Somos separados de este mundo para ser consagrados a Dios por medio del
agua y del Espíritu Santo…
El agua bautismal

El agua es un elemento importante… tiene diferentes usos y todos ellos son muy
esenciales para la vida…
El Bautismo se recibe por ablución (echar agua sobre la cabeza)
El agua bendita es derramada sobre aquel que desea bautizarse, el sacerdote
pronuncia las palabras litúrgicas invocando a la Santísima Trinidad (Yo te
bautizo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo)
Unción con el Santo Crisma

El Santo Crisma es consagrado por los obispos en Semana Santa…


Con el Santo Crisma, aceite de oliva mezclado con bálsamo (perfume), se unge
la frente del bautizado…
El aceite penetra profundamente en nuestra piel… con su fragancia, nos
ungimos con el perfume de Cristo…
Esta unción con el Santo Crisma es una marca imborrable que llevamos en
nosotros por la que hemos sido consagrados a Dios en forma definitiva…
La vestidura blanca

La vestidura blanca es un trozo de tela blanca que se coloca en la criatura recién


bautizada, ella representa la blancura, la limpieza, la pureza…
La imposición de la vestidura blanca nos recuerda que ahora el bautizado
comienza a ser distinto, a vivir la vida de la gracia…
A través de este gesto, somos nuevas creaturas, revestidos de Cristo… y
empezamos a vivir la vida de la Iglesia, en comunión con nuestros hermanos
bautizados…
La vela bautismal

Para finalizar los gestos del Bautismo se toma luz con la vela bautismal del Cirio
Pascual…
La vela encendida es el símbolo de nuestra Fe, que ilumina toda la vida
cristiana…
Jesús nos dice: “Yo soy la luz del mundo”, y también… “Ustedes son la luz del
mundo”
Éste es el compromiso de todo bautizado, iluminar a los demás con el ejemplo
de nuestra fe…
La Confirmación

¿Qué es la Confirmación?
El siguiente video nos habla acerca de este sacramento…

https://www.youtube.com/watch?v=DfmeappnyXo

La Confirmación es el sacramento que completa el Bautismo, por el cual recibo


el don del Espíritu Santo.
Con la unción del aceite consagrado (Santo Crisma) en la frente, la gracia de Dios
entra nuevamente en mi ser y me convierte en testigo de Jesús.

Ya en el Bautismo recibimos la gracia santificante y recibimos por primera vez al


Espíritu Santo y en la Confirmación volvemos a recibirlo para fortalecernos y
poder llevar el mensaje de Jesús a todo el mundo.
Los Evangelios nos cuentan sobre la llegada del Espíritu Santo en la vida de los
apóstoles, primero Jesús después de su resurrección sopló y dijo: reciban el
Espíritu Santo… que los guía e instruye en la fe … y luego el día de Pentecostés,
llega en llamas de fuego que los llena de fuerza y valentía para anunciar a Cristo.
Por el poder de la Confirmación, preservamos, proclamamos y defendemos
nuestra fe en Cristo Jesús…
Se le llama el sacramento de la “madurez cristiana”
El Espíritu Santo

Cuando hablamos del Espíritu Santo, estamos hablando de la tercera


persona de la Santísima Trinidad, Dios es… PADRE, HIJO (Jesús) y
ESPÍRITU SANTO.
El Espíritu Santo está presente en todos los Sacramentos que
recibimos…
Es la Fuerza, el Poder y el Amor de Dios que se derrama en nosotros
a través de su gracia…
Generalmente el Espíritu Santo es representado en la Sagrada
Escritura como una paloma, fuego o soplo de viento…
La venida del Espíritu Santo se celebra el día de PENTECOSTÉS, y lo
leemos en la Biblia en el texto de los Hechos de los Apóstoles,
capítulo 2 del versículo 1 al 11 (Hechos. 2, 1-11).
Los dones del Espíritu Santo
El Espíritu Santo nos regala los dones para transformar nuestra vida y
dar buenos frutos… Así nos acercamos más a Jesús.

Los 7 dones del Espíritu Santo son…

Sabiduría
Entendimiento
Consejo
Ciencia
Fortaleza
Piedad
Temor de Dios
SABIDURIA
Es la gracia de poder ver cada cosa con los ojos de Dios, sentir con el
corazón de Dios, hablar con las palabras de Dios.
¿He vivido la experiencia de poder ver como Jesús?
¿Sentir y amar cómo Él?

ENTENDIMIENTO
Don para comprender lo que Dios, quiere de cada uno de nosotros.
¿Qué me pide Él Señor?
¿Comprendo lo que me pide Dios?
CONSEJO
Nos anima a seguir la solución que más concuerda con la gloria de Dios
según la lógica de Jesús, de su Evangelio y el bien de los demás.
¿A qué me siento llamado?
¿He aprendido a crecer en lo que Dios quiere de mí?

CIENCIA
Nos permite captar, a través de la creación, la grandeza y el amor de
Dios y su relación con toda criatura.
¿Cuido la creación de Dios?
¿A qué me comprometo?
FORTALEZA
Él viene a sostenernos en nuestra debilidad, alivia nuestro corazón y
comunica una nueva fuerza y entusiasmo en nuestra vida y en
nuestro seguir a Jesús.
¿Cómo fortalezco a quienes me acompañan?

PIEDAD
Nos hace crecer en la relación y en la comunión con Dios y nos lleva
a vivir como hijos suyos, al mismo tiempo nos ayuda a derramar este
amor también sobre los otros y a reconocerlos como hermanos.
¿He pensado qué haría Cristo en mi lugar?
TEMOR DE DIOS
Nos recuerda que somos pequeños delante de Dios y de su amor, y
que nuestro bien está en abandonarnos con humildad, respeto y
confianza en sus manos.
¿Hablo con Dios como mi verdadero Padre?
¿Reconozco que necesito de Dios?
Los frutos del Espíritu Santo
El Espíritu Santo nos regala los dones para transformar nuestra vida y dar buenos
FRUTOS…

Cuando el alma es dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo, se


convierte en el árbol que se da a conocer por sus frutos.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que los frutos del espíritu
son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo de DIOS,
como primicias de la gloria eterna.
La tradición de la Iglesia, siguiendo la Carta de San Pablo a los cristianos de
Gálatas (Gálatas 5,22-23), enumera los siguientes frutos: “amor, gozo, paz,
magnanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza”.
Los frutos del Espíritu Santo en realidad son incontables, aunque el apóstol San
Pablo nos ha mostrado éstos a manera de ejemplos.

Veamos otros frutos más…

Como ves, muchos se repiten y si nos ponemos a pensar, van a aparecer muchos
frutos más…
Te animas a escribir algunos otros frutos que vos pienses:

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Los signos de la Confirmación

Al igual que en el Sacramento del Bautismo, en el Sacramento de la


Confirmación, existen diferentes signos o gestos que se realizan dentro de la
Celebración de la Misa.
En los ritos propiamente de la Confirmación, lo primero es: la llamada y acogida
a la asamblea presente, que podríamos llamar la PRESENTACIÓN.
El párroco o el catequista llama a los que van a ser confirmados. Los presenta
ante el obispo (o su delegado). Es como la llamada de la Iglesia para una misión
importante.
El obispo pregunta si han sido preparados dignamente. A lo que el párroco o
catequista responde afirmativamente y el obispo (o delegado) lo acepta.
Elección de la madrina o el padrino…
El hecho es que quien se confirma tiene unos grandes deberes:
1) Debe cumplir las promesas del Bautismo. En la confirmación se renuevan
esas promesas de forma solemne. Y por lo tanto ya se compromete a guardar
esas promesas. Se renuevan de modo especial, pues no sólo son discípulos de
Cristo, sino que van a ser sus testigos.
2) Otro deber es, No avergonzarse de Jesús. Es lo elemental para ser testigos de
Jesús. Por encima del respeto humano, debe cumplir con las prácticas externas
de todo buen católico, como el ir a misa los domingos, rezar cada día y tratar de
realizar acciones de acuerdo a la enseñanza de Jesús.
Imposición de manos - ORACIÓN

Ya desde los tiempos de Abraham, la imposición de manos era un gesto de


bendición y un signo de elección divina. Los patriarcas y los profetas lo usaban
para consagrar a sus reyes. Como Jesús, también los apóstoles imponían las
manos para hacer milagros.
Este gesto humano y simple, acompañado de oraciones, trajo la gracia de curar
enfermos, instituir diáconos o misioneros y consagrar obispos y sacerdotes.
La imposición de manos es un signo de comunicación del Espíritu Santo. En la
confirmación esa imposición de manos consagra al cristiano para ser profeta y
testigo de Cristo Jesús.
La señal de la Cruz - CRISMACIÓN - Unción con el Santo Crisma

El aceite es un símbolo ya muy antiguo de la PRESENCIA DEL ESPÍRITU (Espíritu


que cura, conserva e ilumina.
El óleo contiene un poco de Bálsamo, que es un perfume. Así como Cristo hizo
sentir la presencia de Dios en medio de los hombres, el cristiano debe hacer
sentir el “buen olor” de la presencia de Cristo en medio del mundo.
El Sacramento de la Reconciliación

Dios no se cansa de perdonar


A lo largo de su vida, Jesús nos enseñó a amar a Dios y a todos nuestros
hermanos.
Cuando no respetamos a Dios o a los demás, cometemos faltas de
amor. Estas situaciones, contrarias a lo que Jesús nos enseña, nos
quitan la alegría y nos dejan sin paz en el corazón. A eso le llamamos
PECADOS.
El perdón de los PECADOS es siempre un regalo, no es algo que
podamos dárnoslo a nosotros mismos. Por eso, Dios nos regala su
perdón, y esta experiencia la tenemos a través del Sacramento de la
Reconciliación, también llamado Confesión o Penitencia.
Los ministros del Señor nos administran este sacramento

Como bien sabemos, es Dios quien nos perdona de nuestros pecados,


pero necesitamos de un instrumento para llegar a esa confesión y son
los ministros del Señor: sacerdotes, obispos y el mismo Papa, quienes
nos escuchan y aconsejan para poder reconciliarnos con Él.
Cinco pasos para una buena confesión

1. Examen de conciencia

Consiste en revisar nuestro propio corazón para descubrir qué


actitudes buenas tuvimos y cuáles nos alejaron de Dios.
Reconocer cuales son nuestros pecados, aquellos que han sido graves
y no tan graves. Nunca debemos callar ninguno de ellos.

2. Arrepentimiento de los pecados (Contrición de corazón)

El pecado que hemos cometido nos da tristeza y nos duele porque


sabemos que lo que hicimos no estuvo bien, por eso nos arrepentimos
de corazón.
Ese dolor que sentimos, nos afecta a nosotros mismos, nos aleja de
Dios y de nuestros hermanos.

3. Decisión de cambiar (Propósito de enmienda)

Es el deseo que tenemos, al haber cometido un pecado, de tratar de


corregirlo y no volver a cometerlo.
Se trata de ver concretamente en qué y cómo vamos a cambiar
nuestra vida.
4. Confesión de los pecados

Es contarle nuestros pecados al sacerdote que nos escucha con


atención y nos aconseja.
El sacerdote es el representante de Cristo y de la Iglesia, que nos
expresa visiblemente el perdón de Dios y nos acerca a nuestros
hermanos.

5. Cumplir la penitencia

Consiste en reparar de alguna manera el daño que hicimos. Puede ser


pidiendo perdón a la persona que ofendimos, haciendo algo bueno
por alguien o rezando alguna oración.
La penitencia no es un castigo, es una acción a cumplir para mejorar y
no volver a cometer esos pecados.

Absolución
Es el acto de “absolver”, redimir, perdonar.
Esta acción la tiene el sacerdote, quien en nombre de Dios, perdona
los pecados durante la confesión, con estas palabras: “Yo te absuelvo
de tus pecados, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
El Sacramento de la Reconciliación (parte 2)

Los mandamientos nos ayudan a amar


En muchas de las tareas que nosotros realizamos, ya sea en casa, en
nuestro colegio, en nuestros trabajos, en la práctica de algún deporte
en un club u otro tipo de actividades, hay que tener en cuenta ciertas
reglas.
Cuando Dios liberó a su pueblo de la esclavitud en Egipto y ese pueblo
caminó por el desierto, le dejó a Moisés unas reglas para que se
respeten unos a otros.
Estas reglas son los MANDAMIENTOS, que hoy también nos siguen
guiando a nosotros en el camino, para nuestro bien.
Estos mandamientos son DIEZ (diez) y se dividen en 3 (tres) dedicados
a Dios y los otros 7 (siete) dedicados a nuestro prójimo.
Los MANDAMIENTOS y su explicación:

1. AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS

Este mandamiento significa vivir teniendo presente a Dios, leer y


poner en práctica su Palabra, hablarle en la Oración.

2. RESPETAR EL NOMBRE DEL SEÑOR

No hay que utilizar el nombre de Dios para jurar por cosas sin
importancia o que no sean ciertas. Además, hay que hacer con
respeto la señal de la cruz y cuidar el modo en el que entramos en
una Iglesia.

3. SANTIFICAR LAS FIESTAS

Vivimos este mandamiento cada vez que participamos con respeto


y entusiasmo de la misa y las celebraciones de los sacramentos,
aprovechando esas ocasiones para encontrarnos con Dios y con
nuestros hermanos.

4. HONRAR AL PADRE Y A LA MADRE

Nuestros padres nos acompañan cada día... Cuando los


obedecemos, los escuchamos y por sobretodo, agradecemos su
amor y los tratamos con cariño, estamos poniendo en práctica este
mandamiento.
5. NO MATAR

El acto de matar no es solo físico. Respetar este mandamiento


también implica cuidar lo que decimos y lo que hacemos, no criticar
injustamente, no callar al otro ni burlarse de él.

6. NO COMETER ACTOS IMPUROS

Debemos ser puros, auténticos, fieles a nuestros principios. Esta


pureza de corazón se refleja en cuidar nuestro cuerpo y también el
de los demás.

7. NO ROBAR

Este mandamiento nos dice que no hay que quedarse con algo que
es de otra persona, pero también nos enseña que debemos
aprender a compartir lo nuestro con los demás.

8. NO LEVANTAR FALSOS TESTIMONIOS, NI MENTIR

Así como nos gusta que los demás sean sinceros con nosotros,
nosotros debemos decir siempre la verdad de buen modo.

9. NO DESEAR LA PAREJA DE TU PRÓJIMO

Cumplimos este mandamiento cuando somos fieles con los que


están junto a nosotros, cuando los valoramos y los respetamos.
10. NO CODICIAR LOS BIENES AJENOS

Respetamos este mandamiento cuando valoramos lo que tenemos


y nos alegramos de que los otros tengan algo lindo o de que les vaya
bien en la vida.

Jesús nos regala el MANDAMIENTO del AMOR


Los mandamientos nos ayudan a respetarnos y nos guían para
hacer el bien. Pero sobre todo, nos enseñan a vivir en el camino del
amor.
Poco a poco, todos vamos a ir comprendiendo que es muy
importante actuar buscando el bien, no solo por uno mismo, sino
también por los demás.
Las personas no estamos aisladas, todos convivimos con otros y
para esto es fundamental respetar esas reglas. Como nosotros,
también los discípulos se esforzaron por cumplirlas. Jesús en la
Última Cena les dejó un MANDAMIENTO NUEVO, que contiene a
todos los otros:

“Ámense unos a otros, como yo los he amado”

A través del mandamiento nuevo del amor, Jesús nos dice cuál es
el verdadero sentido de todos los otros mandamientos. Él nos invita
a vivirlos, sabiendo que lo importante no es cumplirlos por
obligación, sino buscando amarnos unos a otros. Jesús nos enseña
con su ejemplo a amarnos con todo el corazón.
AVE MARÍA PURÍSIMA… SIN PECADO CONCEBIDA

Señor Jesús, perdóname,


porque he pecado…

Pésame, Dios mío


y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí
y por el cielo que perdí.
Pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí
a un Dios tan bueno y tan grande como vos.
Antes querría haber muerto
que haberte ofendido.
Y propongo firmemente no pecar más
y evitar todas las ocasiones próximas de pecado.
Amén
La Eucaristía

¿Qué es la Eucaristía?
Es el sacramento por el cual nos alimentamos del Cuerpo y la Sangre
de Jesús, que nutre nuestro espíritu.
Cuando voy a Misa celebramos la Eucaristía: nos reunimos como
hermanos, escuchamos la Palabra de Dios, rezamos todos juntos y nos
alimentamos con el pan de la vida, es decir del mismo Jesús.

Celebrar la Misa, es actualizar el Misterio de la Pasión, Muerte y


Resurrección de Jesús.
En la celebración de la Misa el sacerdote utiliza una serie de
ornamentos: elementos y vestimentas especiales, cada uno de los
cuales tiene un significado.
La Eucaristía (parte 2)

¿Cómo celebramos la Eucaristía?


En la Última Cena, Jesús instituye este Sacramento. Y nos da a comer
su Cuerpo y Sangre (la comunión). Se trata de la misma celebración
que revivimos en cada Misa. Por eso, así como los discípulos,
siguiendo con el pedido e indicaciones de Jesús, prepararon la cena
con tanto cuidado y respeto, así también nosotros debemos preparar
la Misa con el mismo amor.

Lugares donde se celebra la Misa…


Elementos que se utilizan para la celebrar la Misa…

Jesús nos invita a participar de la Misa. Él desea encontrarse con


nosotros para compartir su Palabra y la Eucaristía.
Por eso cuando celebramos la Misa, participamos de dos momentos
muy importantes: La LITURGIA DE LA PALABRA y la LITURGIA DE LA
EUCARISTÍA.
Cada uno de esos momentos, tiene sus gestos y oraciones que vamos
a desarrollar en nuestro próximo encuentro.
Ornamentos que utiliza el sacerdote para celebrar la misa…
La Eucaristía (parte 3)

Jesús nos alimenta en la Eucaristía


Así como necesitamos alimentar nuestro cuerpo para crecer fuertes,
también necesitamos alimentar nuestro espíritu. Alimentar nuestro
espíritu es tratar de que crezca el amor en nuestro corazón.
Él quiso quedarse con nosotros de una manera muy especial: la
Eucaristía. Por eso, nuestra comunión es con Jesús, para aprender a
amar como Él y hacer su memoria.
Además del nombre Eucaristía, este sacramento también es llamado
de otras maneras: Memorial, Santa Liturgia, Asamblea eucarística,
Santa Misa, Banquete del Señor, Cena del Señor, Fracción del Pan y
Comunión.
En la Última Cena, Jesús instituye la Eucaristía con las palabras que, a
partir de entonces, los sacerdotes repiten para consagrar el pan y el
vino en cada Misa. Al repetirlas en memoria suya, se vuelve a hacer
presente su entrega en la cruz y su resurrección por nuestra salvación.
Desde la Última Cena, Jesús se queda para siempre en la Eucaristía
para vivir en nuestro corazón. Jesús les deja una misión a los
apóstoles, y a sus sucesores, para que ellos puedan hacer que otros lo
reciban a Jesús.
En la actualidad, los cristianos en cada Misa celebramos nuestra
salvación, recordando y renovando el sacrificio de Jesús en la cruz. Él
pasa de la muerte a la vida y nos la entrega en cada Eucaristía.
La Misa… Un encuentro entre amigos
Jesús se reúne en la Misa con nosotros, sus amigos, para hablarnos al
corazón y para alimentarnos el alma.
La Misa se divide en dos grandes partes: la LITURGIA DE LA PALABRA
y la LITURGIA DE LA EUCARISTÍA.
Conozcamos algunos momentos de la LITURGIA DE LA PALABRA:
La LITURGIA DE LA EUCARISTÍA es la parte más importante de toda la
Misa. En ella se distingue los siguientes momentos:

Jesús con la Misa, nos hace el regalo más grande del mundo: nos
regala su vida: su Palabra, su Cuerpo y su Sangre. Él nos llama a
entregar nuestro amor a los demás con pequeños gestos.
La Eucaristía (parte 4)
Ordinario de la Misa

RITOS INICIALES

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.


Amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén
con todos ustedes.

Y con tu espíritu.
Hermanos: para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros
pecados.
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de
pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso
ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que
intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
(se reza la oración anterior o se canta alguna canción)

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a
la vida eterna.
Amén.
Señor, ten piedad.

Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.


Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.


Señor, ten piedad.

(se puede rezar o se puede cantar)


GLORIA (se reza o se canta)
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa
gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor
Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el
pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros.

Porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el espíritu Santo en
la gloria de Dios Padre. Amén.

Oremos ORACIÓN COLECTA (la realiza el sacerdote)

Amén (tomamos asiento)

LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL (Se lee o se canta)

SEGUNDA LECTURA
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

(nos ponemos de pie) ALELUYA (se canta)

EVANGELIO
El Señor esté con ustedes.

Y con tu espíritu.
Lectura del santo Evangelio según san ...
Gloria a ti, Señor.
AL FINALIZAR EL EVANGELIO

Palabra del Señor.


Gloria a ti, Señor Jesús.

(tomamos asiento) HOMILÍA

(nos ponemos de pie) CREDO


Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único
Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa
María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos, está
sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí, ha de venir a juzgar a los vivos
y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, la vida eterna. Amén.

(permanecemos de pie) ORACIÓN DE LOS FIELES (se leen las intenciones desde el ambón)

LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
(se presenta el pan)
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del
hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan
de vida.
Bendito seas por siempre, Señor.
(se presenta el vino)
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de
salvación.
Bendito seas por siempre, Señor.
(Estas oraciones se omiten, cuando se canta)
Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios, Padre
todopoderoso.
El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro
bien y el de toda su santa Iglesia.

(nos ponemos de pie) ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS (la realiza el sacerdote)
Amén.

PREFACIO
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.

Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

Es justo y necesario.

PLEGARIA EUCARÍSTICA II
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias, Padre Santo,
siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por el, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre
por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor.
El, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección,
extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo.
Por eso con los ángeles y los santos proclamamos tu gloria, diciendo:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de su gloria.
Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
(sino no se reza, se canta)
CONSAGRACIÓN
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad.

(nos ponemos de rodillas)

Por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que
sean para nosotros Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan;
dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMEN Y COMAN TODOS DE EL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR
USTEDES.

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus
discípulos, diciendo:
TOMEN Y BEBAN TODOS DE EL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA
ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS, PARA
EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
(nos ponemos de pie)

Éste es el Sacramento de nuestra fe.


Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

Así Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos


el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte
en tu presencia.
Te pedimos, humildemente, que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos
participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa________, con
nuestro Obispo_________ ... y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su
perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección,
y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen, Madre de Dios, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.

Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo
honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Amén.

RITO DE LA COMUNIÓN

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a


decir:

PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados
por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy"; no tengas en
cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y
la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

La paz del Señor esté siempre con ustedes.


Y con tu espíritu.
(Nos damos la paz como hermanos…)
CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios,
que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el
pecado del mundo, danos la paz.
(se reza o se canta)

Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena
del Señor.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

El Cuerpo de Cristo.

Amén.

Oremos (nos podemos de pie) ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN (la reza el sacerdote)
Amén.

RITO DE CONCLUSIÓN

El Señor esté con ustedes.


Y con tu espíritu.

La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
Amén.

Podemos ir en paz.
Demos gracias a Dios.

A TENER EN CUENTA:
Lo que está en letra color negro, son las palabras que dice el sacerdote…
Lo que está en letra color rojo, es lo que respondemos nosotros.

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