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Universidad del Valle, Cali. Febrero 04 2022.

Johan A. Balanta - Paola A. Calderón Saavedra. Un resumen de: Carl Marx y


Federico Engels, Obras Escogidas, Tomo I. Las luchas de clases en Francia. Editorial
Progreso: Moscú, URSS: p.p 106- 157.

Dentro de este marco, Marx expone las tesis más relevantes que se llevaron a cabo en un
periodo de la historia de Francia, explicando así los procesos en cuatro artículos (La,
derrota de junio de 1848. El 13 de junio de 1849, las consecuencias del 13 de junio en el
continente y la situación actual de Inglaterra). Marx destaca la importancia basándose en
una experiencia práctica de la lucha revolucionaria de las masas, desarrollando su teoría de
la revolución y de la dictadura del proletariado 1, siendo esto un poco contradictorio
hablando de clases, ya que en sus derrotas lo que sucumbían no era la revolución. Si bien,
las personas, ilusiones, ideas… esto no abrió procesos a conquistas directas (tragicómicas),
sino, dando vida a una contrarrevolución cerrada y potente, dando vida a un adversario en
la lucha, convirtiéndolo en un partido verdaderamente revolucionario 2.

En La derrota de junio de 1848, en consecuencia, se alude a la revolución burguesa el


derrocamiento de la dinastía de los Borbones después de la revolución de julio 3, donde el
banquero liberal Laffitte, acompaño en triunfo a su compadre Hotel de Ville, el duque de
Orleans, dejando caer estas palabras: << Desde ahora, dominarán los Banqueros>> 4. En
otro apartado, se aclara que, bajo el duque de Orleans, la que dominó no fue la burguesía
francesa, sino una fracción de ella; la monarquía de julio no era más que una sociedad por
acciones para la explotación de la riqueza nacional de Francia. Las fracciones no
dominantes de la burguesía francesa clamaban ¡Corrupción!, ¡Mueran los grandes ladrones!
¡Mueran los asesinos!5. la burguesía industrial veía sus intereses en peligro; la pequeña
burguesía estaba moralmente indignada.

1
Marx, K. (1980). Las luchas de clases en Francia. En Obras escogidas. Tomo I (pp. 106). Editorial Progreso.
2
Ibid, p. 107
3
Ibid, p. 107
4
Ibid, p. 107
5
Ibid, p. 108
En febrero de 1846, se preparaba la insurrección en las tierras polacas para conquistar la
emancipación nacional de Polonia. La victoria de los liberales suizos en este simulacro de
guerra hizo crecer un sentimiento en la dignidad propia, entre la oposición burguesa de
Francia, y la insurrección sangrienta del pueblo en Palermo, actuando como una descarga
eléctrica sobre la masa popular que se encontraba paralizada, despertando en ellos sus
grandes recuerdos y pasiones revolucionarias. Finalmente, el estallido fomentado por dos
acontecimientos económicos, aceleraron el descontento general haciendo madurar el
desasosiego hasta convertirlo en revuelta: por un lado, la plaga de la platata y las malas
cosechas de 1845 y 1846, ocasionando conflictos sangrientos en Francia, como en el resto
del continente, por otro lado, una crisis general del comercio y de la industria en Inglaterra,
anunciada en el otoño de 1845 por una quiebra general de los especuladores de acciones
ferroviarias contenidas durante el año 1846. Dando continuidad a los hechos ocurridos por
las crisis, la burguesía de la oposición provoco en toda Francia una campaña de agitación
en forma de banquetes a favor de una reforma electoral. Llegando a colisiones entre el
pueblo y las tropas la monarquía de julio hubo de dejar el sitio a un gobierno provisional 6.
Este gobierno provisional, reflejaba necesariamente los distintos partidos que se repartían
la victoria, siendo esto una transacción entre las diversas clases quienes derribaron en
conjunto la monarquía de julio.

El 13 de junio de 1849, en este periodo, y desde junio, la revolución significaba


subversión de la sociedad burguesa, mientras que antes de febrero había significado
subversión de la forma de gobierno; al quebrarse la fuerza revolucionaria de los obreros se
quebró también la influencia política de los republicanos demócratas, conjuntamente con
los republicanos burgueses habían conspirado contra el proletariado el 16 de abril,
deteniendo en parís una manifestación pacífica de obreros que iban a representar al
gobierno provisional en una petición sobre la <<organización del trabajo>> y la
<<abolición de la explotación del hombre por el hombre>> 7. También se dice que los
escritores franceses revolucionarios corroboraron el error de la idea de que los monárquicos
dominaban en la asamblea nacional constituyente. El primer acto de la Asamblea Nacional
Constituyente fue el nombramiento de una comisión investigadora (sucesos de junio y del

6
Ibid, p. 109
7
Ibid, p. 119
15 de mayo). El 10 de diciembre de 1848 fue el día de la insurrección de los campesinos la
república se había presentado ante ellos con el recaudador de impuestos. Ahora, Francia
tenía una montaña al lado de un Napoleón. La revolución no llegó a ser revolución hasta
que no se ganó su nombre propio y original. Se habla de la importancia del día 10 de
diciembre, ya que se dejó atónita a la Montaña haciéndola dudar de su propia salud mental
ya que, con una burda farsa aldeana rompía, riéndose, la analogía clásica con la vieja
revolución8.

Finalmente, el 8 de mayo se representó la última escena de la comedia: la Constituyente


requirió al ministerio a que acelerase las medidas encaminadas a reducir la expedición
italiana al objetivo que se le había asignado. Resumiendo, la segunda mitad de la vida de la
Constituyente, el 29 de enero se confianza que las fracciones burguesas monárquicas son
los superiores naturales de la república por ella constituida9.

Las consecuencias del 13 de junio de 1849, de aquí en adelante, hasta el final de la obra
se entiende bajo el nombre de Asamblea Nacional Legislativa, que funciono desde el 28 de
mayo de 1849 hasta diciembre de 1851. La constitución prohibía todo ataque contra la
liberta de otros pueblos, pero lo que el ejército francés atacaba en Roma, era según el
ministerio, no la <<libertad>>, sino el <<despotismo de la anarquía>>10, también Marx
hacía referencia a la comisión del papa Pío IX, compuesta de tres cardenales que con el
apoyo por parte del ejército francés (después de haber aplastado la República de Roma)
reestableció en ésta el régimen reaccionario11. Finalmente, la ruptura entre Bonaparte y la
Asamblea Nacional fue acelerada por la discusión sobre el retorno de los Orleans y los
Borbones. Napoleón resulto lo suficientemente irreverente para presentar el retorno de las
familias reales expulsadas y la amnistía de los insurrectos de junio, esto, como dos partes
de una misma proposición, por otra parte, la Asamblea legislativa rechazó la vuelta de las
familias reales. Por otra parte también se presentó la caída del ministerio de coalición y la
aparición del ministerio de los recaderos tenía un segundo significado12.

8
Ibid, p. 125
9
Ibid, p. 131
10
Ibid, p. 134
11
Ibid, p. 138
12
Ibid, p.140
La abolición del sufragio universal en 1850, aquí se expone como la prosperidad del
comercio y de la industria, recobrada en el transcurso de 1848 y que en 1849 se acentuó
todavía más, paralizó el ascenso revolucionario e hizo posible las victorias simultáneas de
la reacción13. Bajo esta prosperidad en general, en que las fuerzas productivas de la
sociedad burguesa se desenvuelven todo lo exuberantemente que pueden desenvolverse
dentro de las condiciones burguesas, no puede ni hablarse de una verdadera revolución. La
victoria alcanzada por el pueblo en las elecciones del 10 de marzo, fue anulada por él
mismo, al provocar las nuevas elecciones del 28 de abril. Por último, se abordó la cuestión
de la suspensión de sesiones de la Cámara. Bonaparte la deseaba, para poder operar
desembarazadamente, sin que la Asamblea le pusiese obstáculos. La solución
constitucional, la dimensión de Bonaparte en mayo de 1852, acompañada de la elección de
nuevo presidente por todos los electores del país, y la revisión de la constitución por una
Cámara revisora en los primeros meses del nuevo mandato presidencial, es absolutamente
inadmisible para la clase dominante14. A manera final, la lucha de Bonaparte contra
Changarnier es la continuación de su lucha contra el partido del orden; el escandalo entre
Bonaparte y el partido del orden tuvo como resultado la ruina en la Bolsa de una multitud
de pequeños capitalistas, cuyos patrimonios pararon en los bolsillos de los grandes linces
bursátiles15.

13
Ibid, p. 150
14
Ibid, p. 155
15
Ibid, p. 157

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