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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación


Conservatorio de Música “Vicente Emilio Sojos”
Barquisimeto Edo. Lara.

Niccolo Paganini

Estudiante: Geraldine V. Guzmán M.


Materia: Historia de la Música
Profesor: Luis E. Silva C.
Introducción
En el presente trabajo se hablara sobre el gran violinista Niccolo Paganini, el
cual causó mucha polémica en su época y, que hoy en día sigue
impresionándonos la gran habilidad que tuvo el maestro tanto para la
ejecución del violín, la guitarra, la viola y como compositor.
Niccolò Paganini nació en Génova el 27 de Octubre de 1782 y falleció en Niza
el 27 de Mayo de 1840.  Fue un virtuoso del violín, probablemente haya sido
el mejor violinista de todos los tiempos. Componía introduciendo nuevas
técnicas de interpretación que marcaron un antes y un después en el violín.
Tuvo una influencia musical y social que perdura hasta nuestros días. Su fama
también se debe a la leyenda que le introduce en un pacto con el diablo, por
esa razón también es llamado “El violinista del diablo”.
Inicios del Maestro
Nació en Génova el 27 de octubre de 1782. Sus padres fueron Antonio
Paganini y Teresa Bocciardo. Empezó a estudiar la mandolina con su padre a
los 5 años. A los 7 años su padre le compró un violín de segunda mano y con
este instrumento empezó a descubrir aspectos del arte musical.
Hizo su primera aparición pública a los 9 años, concierto en el que interpretó
una obra propia e impresionó tanto al público que éste recogió fondos para
que fuera a estudiar con un profesor de prestigio: Allesandro Rolla, en Parma,
y con 12 años su padre el señor Paganini, comercialmente mal habido y
ambicioso, le dijo: “Niccolo, tú vas a ser el más grande violinista del mundo,
de mi cuenta corre”. Le envió al maestro Alessandro Rolla para que siguiese
sus lecciones, a los pocos días, Alessandro quedó sorprendido viendo a
Niccolo tocar un concierto a primera vista. El maestro no pudo más que
decirle: “Has venido a aprender; pero no tengo nada que enseñarte”. A pesar
de ello continuó estudiando composición y aprendió varios trucos sobre oficio
de violinista de viejos instrumentistas; el modo de tocar de Paganini parecía
haber sido original, prácticamente desde el comienzo. Su padre le hacía
practicar a su hijo desde la mañana hasta la noche, y cuando la concentración
del joven Niccolo vacilaba, su padre lo privaba de su ración de comida.
El niño era sostenido por su gentil y profundamente religiosa madre.
Realizo una gira por varias ciudades de Lombardía a los 13 años. No obstante
hasta 1813 no se le considero un virtuoso del violín.

Casa de Paganini.
Niccolo Paganini era flaco, alto, erguido, con las manos que parecían llegarle
hasta las rodillas; de trajes deshilvanados en jirones, muchas veces, su larga
melena revoloteaba al mismo tiempo que su arco describía parábolas en el
aire. Era sorprendente contemplar cómo podía tocar tal genialmente.
Su rutina de práctica duraba 15 horas al día y su técnica en el violín se hizo
tan increíble que comenzó a componer su propia música para demostrarlo.
Llego a poseer cinco violines Stradivarius, dos Amati y un Guarneis (su violín
favorito).
Tuvo como maestro a Giovanni Servetto. Con 16 años ya era conocido, pero
no dirigió bien el éxito y se emborrachaba continuamente. Una dama
desconocida lo salvo de esa vida para llevarlo a su villa donde aprendió a tocar
la guitarra y el piano. En 1801 compuso más de veinte obras en las que
combina guitarra con otros instrumentos.
Fue tan virtuoso en el manejo de este instrumento que pronto empezó a correr
una leyenda a su alrededor, la cual decía que había matado a un rival y que fue
condenado por ello a presidio, de manera tal que él había pactado con el
diablo entregándole su alma a cambio de la libertad y de adquirir esa
maravillosa técnica con el violín. Muchos aseguraban haber visto al diablo
junto al violinista ayudándolo en los momentos difíciles. Su técnica
asombraba tanto al público de la época que llegaron a pensar que existía algún
influjo diabólico sobre él, porque a su vez su apariencia se notaba algo extraña
y sus adelantos musicales eran una verdadera obra de arte. Se decía que en la
mayoría de sus apuntes aparecía una nota extraña la cual decía "nota 13".
Todos habían oído hablar de él, no solo los cultos; hasta los mendigos y las
prostitutas compraban sus entradas a penas se anunciaba que tocaría Niccolo
Paganini.
Algunos Romances
A Paganini la vida le sonreía por donde pasaba, su presencia impactaba a las
mujeres al punto de arrojarse a sus pies, y si no bastaba con su glamour, ahí
estaba su manera de tocar el violín.
Una dama que se resistía a amarlo, se enceraba en su habitación dio órdenes
de que bajo ninguna circunstancia se dejara entrar a Paganini en su casa, el
virtuoso se las ingenió para llegar hasta el balcón de la alcoba e improvisar
una sonata para una sola cuerda, cuando la dama se percató de la hazaña con
el violín, le hizo un lugar en su cama al genio.
Así transcurrían esos años, de mujer en mujer, de cama en cama. Era lo que
más le atraía, junto con el dinero para gastarlo, para jugarlo.
Tal vez porque durante su niñez había padecido pobreza y miseria, dinero que
caía en sus manos dinero que gastaba, y con la misma rapidez volvía a gastar
más, con la única ventaja de que a veces ni en violines gastaba.
Tenía muchas amantes, entre ellas Elisa y Paulina, hermanas de Napoleón
Bonaparte; pero finalmente se casó con la bailarina Antonia Bianchi, con
quien se fue a vivir y tuvo un hijo: Aquiles. La gente veía a Paganini como un
avaricioso que sólo le importaba el dinero y gastarlo en sus caprichos, pero
con el paso del tiempo cambió su ideal del dinero.
De su vida personal se sabe poca cosa más, pues fue muy desorganizada y
sólo mostraba su vida musical. Como tenía una formación biológica algo
diferente, tenía varias enfermedades serias. Éstas empezaron a desarrollarse
gravemente cuando Paganini tenía 38 años.
Avance Musical
De 1805 a 1813 fue director musical en la corte de María Anna Elisa
Bacciochi, princesa de Lucca y Piombio y hermana de Napoleón. En 1813
abandono Lucca y comenzó a hacer giras por Italia, donde se forma de
interpretar atrajo la atención de quienes le escuchaban. Podía interpretar obras
de gran dificultad únicamente con una de las cuatro cuerdas del violín
(retirando primero las otras tres, de manera que éstas no se rompieran durante
su actuación), y continuar tocando a dos o tres voces, de forma que parecían
varios los violines que sonaban. Además en la mayoría de sus espectáculos
usaba la improvisación. 
En 1827 realizó un concierto bastante importante para su carrera. Fue un
concierto propio, compuesto por él en Nápoles. Tuvo gran éxito y ahí
realmente demostró su talento al ser él el autor e incluir nuevas técnicas que
parecían imposibles hasta el momento.
En 1828 fue a Viena, y dio 14 conciertos, donde debutó marcando un antes y
un después en su carrera. Siguió preparando conciertos y en 1829 y 1831 se
reunió con Goethe, Heine y Schumann. Paganini tuvo gran influencia sobre
estos artistas, quienes vieron inspiración en él. Después empezó a viajar por
Inglaterra, pero ya empezaba a sentir demasiado la fama y el coste de las
entradas era muy elevado, excesivo, por lo que el público estaba descontento.
Aun así la gente hacía todo lo posible por verle tocar, pues aparte de ser un
violinista prodigioso, tenía una forma muy peculiar de tocar por su
conformación biológica especial y por su tal distinta manera de interpretar la
música.
Heinrich Heine (1797-1856), el gran poeta alemán con quien se reunió en
1829, se ocupó de plasmar en 1830la manera de interpretar de Paganini:
"...Por lo que a mí se refiere, ya conoce usted el otro lado de mi afición
musical, la capacidad que tengo de ver la figura adecuada de cada nota que
oigo sonar; y así sucedió que, con cada movimiento de su arco, Paganini ponía
ante mis ojos imágenes y situaciones visibles, y en una escritura plástica de
sonidos me contaba todo género de historias estridentes, que desfilaban ante
mí como un fuego coloreado de sombras, en el que él mismo, con su música,
era el protagonista..."
Finalmente apareció en escena una figura oscura, que parecía haber salido del
infierno; era Paganini con su traje negro de etiqueta, frac negro y chaleco
negro, de hechura horrible, como quizás lo prescribía la etiqueta infernal en la
corte de Proserpina, unos pantalones negros que caían temerosos por las
piernas flacas. Los largos brazos parecían alargarse más aún cuando, con el
violín en una mano y en la otra el arco -con el que tocaba casi la tierra- hacía
el artista al público sus inverosímiles reverencias. En los esquinados contornos
de su cuerpo había una rigidez terrible, y al propio tiempo algo cómicamente
animal, que inducía a reírse; pero su cara, más cadavérica aún por la chillona
iluminación de las candilejas, tenía una expresión suplicante, tan
estúpidamente humilde, que una compasión tremenda sofocaba nuestro deseo
de reír.
Estos fueron los conciertos que realmente marcaron su carrera, después de
viajar a Inglaterra ya era un supremo del violín y siguió viajando por toda
Europa.
En París conoció al pianista y compositor húngaro Franz Liszt, quien
fascinado por su técnica, desarrollo un correlato pianístico inspirado en lo que
Paganini había hecho con el violín.

En 1832 Liszt asistió a un recital del maestro el cual, le inspiró la ambición de


alcanzar como pianista su mismo nivel de virtuosismo.
En 1833 estuvo en París y conoció al compositor y director Héctor Berlioz.
Unos años después Paganini asistió el 16 de diciembre de 1838 en el
Conservatorio de París a una interpretación de Harold en Italia. Al concluir el
Paganini se arrodillo ante Berlioz y le ofreció 20.000 francos que permitieron
al músico componer Romeo y Julieta.
Posteriormente como Niccolo Paganini deseaba una obra para viola en la que
pudiera lucir sus cualidades, el virtuoso pensó que Berlioz era el compositor
más indicado para escribirla. A pesar de que el resultado le decepciono
profundamente, pues el compositor no le entrego un concierto, sino una
sinfonía concentante, en la que la viola solista tenía “demasiados descansos”
y, por tanto, un protagonismo mucho menor del deseado. No obstante con el
paso del tiempo fue quedando prendado por la obra y es así que acabo
regalando a Berlioz la nada desdeñable cantidad de 20.000 francos.
Paganini como compositor
Compuso obras, sonatas y conciertos para violín y guitarra principalmente.
Sus composiciones abarcan todos los niveles, desde iniciación (como La
danza de las brujas) o al máximo virtuosismo (los 24 caprichos). Sus obras
más importantes son: los conciertos para violín N°1 y Nº3 en re mayor, Opus
6, el Concierto N°2 en si menor, Opus 7 "La Campanella" y sus caprichos,
nueve Cuartetos para guitarra y arcos (1806-1816) y Tarantella (1830). Estos
últimos inspiraron a compositores como Liszt, Brahms y Rachmaninov.
No todas las piezas compuestas por Paganini son tan extremadamente
difíciles, por otra parte. Sus Centoni di sonati para violín y guitarra, por
ejemplo, son mucho más fáciles de ejecutar.
Caprichos
Paganini compuso sus Caprichos a la medida de sus propias posibilidades
interpretativas. Son piezas que antes que tener un valor musical tienen el sello
de la dificultad para ser ejecutados. Acaso haya piezas más difíciles, es difícil
saberlo. Incluso puede que alguna pieza más de Paganini. Pero estos
Caprichos serían en todo caso los más representativos, por su fama y por ser la
dificultad misma su objetivo original. Uno de los aportes iniciales en materia
de composición para solo de violín, fueron estos famosos 24 caprichos que los
empezó a escribir a partir de 1815 y que contribuyeron a enriquecer
la composición musical y la literatura para el violín, ya que requieren de una
gran maestría técnica, hasta el punto que han sido considerados como el
máximo desafío que debe enfrentar cualquier virtuoso del violín, en su carrera
de concertista. Estos caprichos, fueron dedicados por Paganini "Agli artisti" (a
los artistas), pero de hecho, eran muy pocos de sus contemporáneos e incluso
de los violinistas de nuestro tiempo, que son capaces de enfrentar las múltiples
exigencias técnicas inherentes a estas asombrosas obras que fueron escritas
para solo el violín. Estos caprichos fueron publicados por primera vez en
Milán en 1820.
Capricho no. 5: Es una de las 24 piezas compuestas por
el virtuoso violinista Niccolò Paganini en el siglo XIX. La pieza es conocida
por su velocidad y dificultad técnica. Se dice que Paganini había sido capaz de
tocarla en una sola cuerda, pero no hay pruebas para apoyar o refutar esto.
Aunque está escrita para el violín, la pieza se ha conocido también entre
los guitarristas, debido en particular a la capacidad técnica dentro del género
como se puede ver en la versión de la pieza tocada por varios virtuosos.
Capricho no. 24: El Capricho n. º 24 en la menor es el último de los
veinticuatro que escribió el compositor italiano Niccolò Paganini, y una de las
piezas para violín solo más famosas. La obra está en la tonalidad de la menor
y está formada por un tema, once variaciones y un final.
Se considera que es una de las piezas técnicamente más complejas escritas
para el instrumento. Para poder ejecutarla se requiere el dominio de técnicas
como los intervalos de octava, décimas y terceras (mayores y menores) en
dobles cuerdas, escalas y arpegios a gran velocidad, pizzicato de mano
izquierda, posiciones altas y rápidos cambios de cuerda.
La gran mayoría de los caprichos no han sido muy conocidos y poco se sabe
de ellos. Sin embargo, el último de los caprichos fue un verdadero éxito en el
romanticismo. Muchas personalidades hicieron sus propias variaciones sobre
ese capricho: Rachmaninov, Liszt, Brahms, Lutoslawsky... Es curioso que
hasta el propio Paganini hiciera variaciones sobre su propio capricho.
Conciertos para violin
1er Concierto para violin: Compuesto alrededor de 1817-18, el concierto N°
1 asombró en su estreno a audiencia y crítica por su brillantez y exigente
virtuosismo.
2do Concierto para violin: El tema principal del Rondó que cierra este
concierto y le da nombre (“La campanella”) es una melodía con mucho
carácter, armonizada mediante los grados I y V, que configuran una frase de
ocho compases con dos semifrases: La primera semicadencial (terminada en
V) y la segunda terminada en cadencia perfecta  (terminada en V-I). El V de la
semicadencia (final de semifrase en c.4) no tiene, como es habitual, la
séptima, mientras que sí la tienen los V que resuelven en I dentro de una frase.

Algunas anécdotas de Paganini


-Estando en Ferrera, una bailarina llamada Pallerini, había cantado en
sustitución a la soprano Marcolini, quien se encontraba indispuesta, los
espectadores reaccionaron con silbidos y comentarios despectivos. A Paganini
le tocaba actuar y a continuación, se propuso a vengarla. Tomo su violin y
comenzó a imitar el trino de los pájaros, el grito de distintos animales y para
concluir el rebuznar del asno, y dijo: “Esta es la voz de aquellos que han
silbado a Pallerni”. Como consecuencia de este acontecimiento le obligaron a
pedir disculpas y nunca más volvería a tocar en Ferrera.

-Anduvo por París en donde cosechó numerosos éxitos y triunfos, en esta


ciudad a orilla del Sena. Una noche tuvo que alquilar un coche para que le
llevase al lugar del concierto, al llegar al punto de destino le preguntó al
cochero:
–         ¿Cuánto le debo?
–         Veinte francos
–         ¿Veinte francos? ¿Tan caros son los coches en París?
–         Mi querido señor – respondió el cochero, que le había reconocido-.
Cuando se ganan cuatro mil francos en una noche por tocar con una sola
cuerda, se pueden pagar veinte por una carrera.
Paganini se enteró por el portero de la sala del precio justo y volvió al coche y
le dijo:
–         He aquí dos francos que es lo que le debo; los otros dieciocho se los
daré cuando sepa conducir el coche con una sola rueda.
Problemas de salud
Su salud se fue deteriorando a causa de una tuberculosis diagnosticada en
1819. En los años 1834 y 1840 padeció dos fuertes episodios de hemoptisis,
siendo el segundo el que precipitó su muerte. Durante el avance de la
enfermedad, que pasó de sus pulmones a la laringe, padeció afonía crónica los
dos últimos años de su vida. El músico además se medicaba con mercurio para
tratar la sífilis que también padecía. Falleció en Niza el 27 de mayo de 1840.
Sobre su muerte corrieron muchas versiones. Una de estas asegura que el
sacerdote que le atendía en sus últimos momentos, le preguntó qué contenía el
estuche, a lo que Paganini le contestó levantándose de la cama: “¡El diablo!
¡Esto es lo que contiene, el demonio!”, y cogiendo el violín en sus manos se
puso a tocarlo hasta que lo lanzó contra la pared, expirando al tiempo que el
violín se destruía. La historia es falsa, ya que dicho violín se conserva en el
museo de Génova.
Niccoló Paganini falleció en Niza, Francia, el
27 de mayo de 1840; pero el obispo de Niza
negó el permiso para su entierro y su ataúd
permaneció varios años en un sótano. La fama
que se había tejido alrededor de su persona y
su talento, forjados en un posible pacto con el
demonio, fue determinante en esta decisión
eclesiástica, sobre todo debido a que el
propio Paganini rehusó acercarse a la Iglesia y
desmentir aquellos comentarios. Solamente en
1876 fue permitido el funeral y sus restos se
transfirieron al cementerio en Parma.
Conclusiones
Paganini fue el violinista por antonomasia del romanticismo. Niño prodigio,
antes de cumplir los catorce años dominaba ya todos los secretos del violín, al
extremo de que sus profesores reconocían no tener nada más que enseñarle. La
gira que emprendió en 1828 por ciudades como Viena, Praga, Varsovia y
Berlín lo consagró como el mejor violinista de su tiempo, capaz de extraer al
instrumento músico sonidos y efectos inconcebibles. Su estilo brillante y, en
ocasiones, efectista, desarrolló de manera considerable las posibilidades
técnicas del violín.
Paganini estaba muy consciente de su apariencia singular: "No soy un tipo
buenmozo", "pero, cuando las mujeres me escuchan tocar; ellas vienen a mis
pies".
Paganini ha sido la figura más destacada en la interpretación del violín en la
historia de la música de todos los tiempos y un gran innovador en la técnica de
la interpretación. Un talento innato, una constitución anatómica especial
producto probablemente de una enfermedad, horas de trabajo intenso y un
carisma personal, todo contribuyó a que se transformara en un virtuoso que
influenció las generaciones por venir de grandes intérpretes del violín.
Bibliografía
Destshe Grammophon BERLIOZ
Destshe Grammophon LISZT
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0034-
98872008000700017&script=sci_arttext
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/5288/Niccolo%20
Paganini
https://unmensajeparati.wordpress.com/2007/03/23/el-violin-de-paganini/

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