Está en la página 1de 376

Marta González Caballero

NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN INFANTIL.


Pautas prácticas y saludables
[3º Edición]
Por muy larga que sea la tormenta,
el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Dedico este libro a Susana,
mi hermana y mejor amiga.
Autora
Marta González Caballero
Diplomada en Dietética y Nutrición Humana.
Profesora en la Universidad Oberta de Catalunya.
Barcelona.

Colaboradora
Nuria García Enríquez
Graduada en Enfermería. Granada.

Carmen Codina Galán


Graduada en Educación infantil. Málaga.

Raquel Rodríguez Santamarta


Diplomada en Enfermería.
Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica.

Fátima Sánchez Alguacil


Trabaja en el Centro de Especialidades,
Diagnóstico y Tratamiento de Toledo.

Lourdes López-Cózar Ruiz


Doctora por la Universidad Autónoma de Madrid. Licenciada en Farmacia.

Yolanda Martínez Fernández


Diplomada en Enfermería. Castilla-La Mancha.

Estefanía Torralba
Diplomada en Enfermería y Licenciada en Humanidades.
Castilla-La Mancha.
María Menéndez Granda
Diplomada en Enfermería. Enfermera Especialista en Obstetricia y Gine-
cología en la Unidad Docente del Complejo Universitario Insular Materno
Infantil de Canarias (CHUIMIC).

María Gómez de Cos


Diplomada en Enfermería.
Diplomada en Fisioterapia. Cantabria.

Clara Suárez Pérez


Diplomada en Enfermería. Enfermera en Obstetricia y Ginecología.
Asturias.

María Soledad Alaminos Mingorance


Doctora en Farmacia y Licenciada en Ciencia y Tecnología
de los Alimentos. Granada.

Ana Martínez Sastre


Graduada en Enfermería. Oviedo.

Patricia Madrigal Herrero


Graduada en Enfermería. Castilla-La Mancha.

Tamara Herrera Floro


Diplomada en Nutrición Humana y Dietética. Graduada en Enfermería.
Barcelona.
ÍNDICE

1. Desarrollo del niño de 0 a 12 meses.............................................................15


2. Alimentación del niño de 0 a 4 meses...........................................................29
3. Alimentación del niño de 4 a 6 meses...........................................................89
4. Alimentación del niño de 6 a 11 meses de edad...........................................95
5. Alimentación del niño de 10 a 12 meses.......................................................99
6. Desarrollo del niño de 12 meses a 6 años....................................................107
7 . Alimentación del niño de 12 a 18 meses......................................................115
8. Alimentación del niño de 18 a 24 meses......................................................121
9. Alimentación del niño de 2 a 3 años............................................................125
10. Alimentación del niño en la etapa escolar..................................................129
11. Alimentación equilibrada...........................................................................135
12. Alimentación del niño en situaciones especiales.......................................155
13. Obesidad infantil........................................................................................211
14. Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad.....................................231
15. Alimentación complementaria y baby-led weaning...................................267
16. Anquiloglosia y su impacto en la lactancia materna..................................299
17. La oferta alimentaria de máquinas expendedoras y cantinas/quioscos
en centros escolares..........................................................................................315
18. Diabetes infantil.........................................................................................323
Bibliografía......................................................................................................349
INTRODUCCIÓN

Durante los nueve meses de gestación el bebé depende totalmente del


organismo de su madre para poder obtener la energía y los nutrientes nece-
sarios para su crecimiento y maduración. A través de la placenta le llegan
las proteínas, grasas, glúcidos, vitaminas y minerales indispensables para
asegurar su completo desarrollo.
Después del nacimiento el pequeño sigue dependiendo de su madre para
poder sobrevivir. A lo largo de las primeras semanas de vida su alimentación
será la principal preocupación de toda la familia. Su sistema inmunológico
aún está en desarrollo y algunos de sus órganos no están completamente
maduros así que cualquier carencia puede comportar graves e incluso irre-
versibles retrasos en su crecimiento.
Algunas madres se deciden por la lactancia materna, la más aconsejada
tanto para su salud como para la de su bebé por la Organización Mundial
de la Salud (OMS) y otras, por diversas razones, se deciden por la alimen-
tación artificial. Sea cual sea la elección, la madre debe conocer las ventajas
y desventajas del método por el que ha optado.

Tras el nacimiento el bebé depende de su madre para sobrevivir.


Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

En este manual se recoge toda la información necesaria para asegurar


una óptima nutrición al recién nacido en la primera etapa de su vida: sus
necesidades nutricionales, la técnica para dar el pecho, los consejos para
las primeras tetadas, las diferencias entre la leche materna y la de vaca, las
diferentes leches de fórmula que se encuentran en el mercado, etc.
También se describe con detalle la evolución en el desarrollo del pequeño
desde el nacimiento hasta la etapa preescolar y el calendario del paso de
una alimentación exclusiva a base de leche (materna o de fórmula) a otra
diversificada, en la que con cuidado y de forma progresiva se van introdu-
ciendo todos los alimentos, las texturas y las técnicas culinarias hasta que
se asemeja a la del adulto.
El objetivo de una alimentación equilibrada durante la infancia es facilitar
un crecimiento ponderoestatural dentro de la normalidad, evitar carencias o
excesos tanto de energía como de nutrientes, prevenir y corregir problemas
específicos relacionados con el estado nutricional y disminuir el riesgo de
enfermedades en la edad adulta como la obesidad, diabetes, osteoporosis,
enfermedades cardiovasculares o el cáncer.
Esta nueva edición pretende ser una guía útil tanto para los padres que
necesitan asesoramiento como para todos aquellos profesionales que pro-
mocionan la salud del niño en todas las etapas de su desarrollo (dietistas-
nutricionistas, enfermeros, farmacéuticos, técnicos sanitarios, formadores, etc.).

14
1.
DESARROLLO DEL NIÑO DE 0 A 12 MESES
Marta González Caballero

La infancia está formada por una serie de etapas o periodos cronológi-


cos consecutivos. Un niño bien nutrido podrá contemplar un buen desarrollo
tanto físico como psíquico (desarrollo de los sentidos, de la motilidad, de la
afectividad y de la inteligencia) en las primeras etapas de su vida. Cualquier
déficit nutricional comprometerá seriamente su crecimiento y maduración.

RESUMEN DEL DESARROLLO DEL NIÑO EN EL PRIMER AÑO DE


VIDA

• Mes 0
Flexiona las piernas y los brazos hacia su cuerpo, sus puños se mantienen
cerrados, su cabeza es muy grande, pesa mucho, y carece de fuerza en el
cuello (por eso en posición erguida se le cae) puede girarlo hacia los lados
y va fortaleciendo el cuello cuando está boca abajo, con mucha luz se le
cierran los ojos no ve con
nitidez y es capaz de fijar
la mirada. Usa la boca
como órgano principal
del tacto y tanto si se
alimenta con lactancia
materna o leche artificial
no es necesario adminis-
trar ningún suplemento.
Durante casi todo el día
duerme y cada vez que
tiene hambre o está in-
Bebé tomando un baño.

15
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

cómodo llora. Es necesario que sienta afecto y protección, pues esto le dará
seguridad. Parpadea cuando le hablan, tiene el reflejo de prensión o agarrar
un dedo, es capaz de diferenciar los 4 sabores básicos: dulce, salado, ácido o
amargo siendo su sabor favorito el dulce, cambia de humos rápidamente, a la
semana es capaz de reconocer la voz y el olor de su madre, es muy sensible
(se asusta y llora cuando hay cambios bruscos) y responde a la presencia de
sus padres a través de una contracción momentánea de su rostro o cuerpo.
Le gusta que le cojan en brazos y le acunen.

• Mes 1
Abre y cierra la boca imitando el habla, responde a la voz de su ma-
dre, y si esta le habla suave se tranquiliza y si le habla con un tono fuerte
se pone tenso, muchos bebés consiguen sonreír en respuesta a otra sonrisa
y casi todos consiguen mover los ojos y la cabeza para acompañar algún
movimiento de objeto o de alguien.

• Mes 2
Su sistema auditivo sigue madurando (empieza a reaccionar a los so-
nidos abriendo o frunciendo los ojos), descubre las manos (se las chupa,
abre sus puños y juega con la lengua), su cuello empieza a coger fuerza
y sujeta su frágil cabeza si lo mantienes sentado durante poco tiempo y al
hablarle responde con una sonrisa, hace gorgoritos y es capaz de expresar
su satisfacción dando pataditas y haciendo movimientos con sus brazos. Se
nota una mayor evolución, los estudios hablan de que 6 de cada 10 bebés
reconocen el rostro de su mamá. A la hora de dormir se debe poner boca
arriba y sin almohada. Además realizarle masajes relajantes o mecerlo le
dará tranquilidad y seguridad.

• Mes 3
El bebé empieza a socializarse (sonríe a toda persona que se acerca a su
cuna), sus manos se abren con totalidad y es capaz de sujetar todo lo que
tiene cercano, ya mantiene erguida la cabeza cuando lo cogen en brazos, al
hablarle contesta con sonidos, cuando la madre le habla mira fijamente y es
capaz de responder con balbuceos, si está acostado es capaz de levantar las
piernas e incluso se da la vuelta de un lado al otro (no para de moverse)
y empieza a diferenciar las voces de los diferentes miembros de la familia:
mamá, papá, etc. ya que su oído madura, la visión también avanza ya que
ve colores. El baño es un momento muy estimulante además de relajante.

16
Desarrollo del niño de 0 a 12 meses

Cuando se lleve objetos a la boca no se le deben prohibir si son seguros y


están limpios, ya que es su forma de descubrir el mundo.

• Mes 4
Es capaz de coger un juguete y pasarlo de una mano a la otra sin que
se caiga, se lleva todo lo que tiene a su alcance a la boca para probarlo,
ya no sonríe a todo el mundo (solo lo hace frente a familiares) y ante los
desconocidos muestra vergüenza o miedo, su coordinación visión-mano no es
muy buena, es capaz de reconocerse frente a un espejo, aunque al principio
se asusta un poco, empieza a jugar con sus pies, cuando ve el biberón deja
de llorar y se anima y se comunica con sonidos, expresiones faciales, gestos
y lloros. Al bebé ya no le gusta estar solo.

• Mes 5
Es capaz de girar la cabeza con facilidad y de quedarse un rato sentado
con apoyo, ya pide a su madre que lo coja en brazos, grita cuando quiere
expresar alegría, contesta con balbuceos parecidos a los que oye como mamá
o papá, sus manos adquieren más fuerza (es capaz de sujetar con sus dos
manos el biberón aunque no consigue aún llevárselo a la boca) y juega con
su propio cuerpo (se agarra los pies y los introduce en la boca, se chupa las
manos, etc.). Es capaz de levantar la mitad de su cuerpo apoyado sobre sus
brazos y durmiendo también se mueve.

• Mes 6
Se sienta de forma equilibrada, cuando se levanta, carga todo su peso con
las rodillas estiradas, empieza a entender el significado de algunas palabras
como el no o de algunos gestos como los aplausos para celebrar que hace
algo correcto, empieza a imitar lo que dicen sus padres como mamá o papá,
suelta el juguete que tiene en la mano para agarrar otro, distingue perfecta-
mente quien forma parte de su familia y quien es un extraño y empieza a
comer papillas. Se recomienda lactancia materna exclusiva hasta este mes en
el que se introducen otros alimentos, estire los brazos para pedir que lo coja.

• Mes 7
Aparecen los primeros dientes (tiene las encías inflamadas y babea
mucho más), se sostiene sentado aunque necesita apoyarse con las ma-
nos delante para no caerse, es capaz de agarrar un juguete en cada mano,
empieza a desplazarse reptando por el suelo, reacciona cerrando la boca si

17
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

le das algo de comer que no le gusta, investiga todos los objetos que tiene
a su alrededor, es capaz de saludar y despedirse con las manos y reconoce
su nombre.

• Mes 8
Empieza a juntar el pulgar al indicador para coger objetos pequeños (hay
que vigilar en esta etapa con los enchufes, los hilos de las lámparas, etc.),
le gusta morder, le divierte tirar objetos para ver como caen, oír el ruido
que hacen y que los familiares los cojan y le gusta estar con su familia (si
se aleja de ellos llora) y desconfía de los desconocidos. Empieza a gatear
y hay bebés que a los 8 meses consiguen ponerse en pie. Le encanta tirar
objetos al suelo e incluso comida de su plato.

• Mes 9
Es capaz de quedarse de pie en equilibrio durante un buen rato, utiliza el
dedo indicador para apuntar objetos que quiere como el chupete, algún juguete,
etc., ya recorre largas distancias gateando y en algún momento empieza a
ponerse de pie y a andar. Emiten sonidos como tos, pedorretas y chillidos.

• Mes 10
Entiende perfectamente el significado del no, toma, dame, come, etc.,
muestra afecto apretando su cara contra la de la madre, imita sonidos de
animales como el perro o el gato y aún no entiende el significado de com-
partir los juguetes.

• Mes 11
Le gusta comer solo y lo hace con los dedos y cada vez entiende más
lo que le dicen aunque su capacidad de comunicarse es limitada, ya que
cada día que pasa es más autónomo. Empieza a decir sus primeras palabras.

• Mes 12
Camina solo apoyándose sobre los muebles y con ayuda de los padres,
es capaz de introducir unos objetos dentro de otros y expresa muchas emo-
ciones, ya sabe lo que son los besos. Ya no quiere estar solo y si lo está
romperá a llorar.

18
Desarrollo del niño de 0 a 12 meses

CRONOLOGÍA PROMEDIO DE LA DEN-


TICIÓN

La primera dentición (también llamada


provisional, caduca o de leche) está constituida
por 20 dientes y suele comenzar a brotar entre
los 6 y los 7 meses de edad aproximadamente
(aunque el ritmo de dentición varía de unos
niños a otros por acción de factores heredi-
tarios), fundamentalmente con los incisivos
medios inferiores. Entre los 20 y 30 meses
debe quedar completa.
La segunda dentición (también llamada
permanente o definitiva) está constituida por
32 dientes y comienza a brotar a partir de
Importancia del lavado de dientes
desde la infancia.
los 6 años de edad (después de la caída del
diente de leche correspondiente) empezando
por los primeros molares. Después se van
sustituyendo todas las piezas de la primera dentición en el mismo orden en
las que aparecieron.
En la etapa de la adolescencia se termina el brote de la dentición de-
finitiva con la aparición de las muelas del juicio (es normal que estas se
retrasen muchos años o incluso puede que no aparezcan).
En las siguientes tablas se muestra la cronología del brote y de la caída
de la primera dentición:
1ª dentición
Derecho Izquierdo
Dientes superiores
(Maxilar)

E D C B A A B C D E
Dientes inferiores
(Mandíbula)

(Tojo, R. Crecimiento normal. En Cruz M. Tratado de Pediatría).

19
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Dientes superiores (maxilar). Cronología del brote y de la caída.


Brote a los 7-8 meses. Caí-
A Incisivo central.
da a los 7-8 años.
Brote a los 9 meses. Caída a
B Incisivo lateral.
los 8-9 meses.
Brote a los 18 meses. Caída
C Canino (colmillo).
a los 11-12 años.
Brote a los 14 meses. Caída
D Primer premolar.
a los 10-11 años.
Brote a los 24 meses. Caída
E Segundo premolar.
a los 10-12 años.

Dientes inferiores (mandíbula). Cronología del brote y de la caída.


Brote a los 6 meses. Caída a
A Incisivo central.
los 11-13 años.
Brote a los 6 meses. Caída a
B Incisivo lateral.
los 10-12 años.
Brote a los 16 meses. Caída
C Canino (colmillo).
a los 9-11 años.
Brote a los 12 meses. Caída
D Primer premolar.
a los 7-8 años.
Brote a los 20 meses. Caída
E Segundo premolar.
a los 6-7 años.

En las siguientes tablas se muestra la cronología del brote de la segunda


dentición:
2ª dentición
Derecho Izquierdo

(Tojo, R. Crecimiento normal. En Cruz M. Tratado de Pediatría).

20
Desarrollo del niño de 0 a 12 meses

Dientes superiores (maxilar).


A Incisivo central. 7-8 años.
B Incisivo lateral. 8-9 años.
C Canino (colmillo). 11-12 años.
D Primer premolar. 10-11 años.
E Segundo premolar. 10-12 años.
F Primer molar. 6-7 años.
G Segundo molar. 12-13 años.
H Tercer molar. 17-21 años.

Dientes inferiores (mandíbula).


A Incisivo central. 6-7 años.
B Incisivo lateral. 7-8 años.
C Canino (colmillo). 9-10 años.
D Primer premolar. 10-12 años.
E Segundo premolar. 11-12 años.
F Primer molar. 6-7 años.
G Segundo molar. 11-13 años.
H Tercer molar. 17-21 años.

EVOLUCIÓN DE LA TALLA Y PESO DEL NIÑO

Para poder valorar el crecimiento de los niños se utilizan las llamadas


gráficas de percentiles.
Cuando un niño ocupa el percentil
X significa que un X por ciento de
niños miden igual o menos que él
para un determinado parámetro de
medida, sexo y edad, y que un 100
por cien miden más.
Por ejemplo, si un niño de 7 me-
ses está en el percentil 25, significa Valorar el percentil individual en cada niño.
que hay un 25 por cien de niños del

21
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

mismo sexo y edad que pesa menos que él y un 75 por cien que pesa más.
Esto quiere decir que está por debajo de la media (percentil 50), aunque su
peso estadísticamente es normal ya que se encuentra entre el percentil 3 y 97.
Hay gráficas para cada parámetro como la talla, peso, perímetro de la
cabeza, grasa corporal, etc.
En el año 2004 el Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desa-
rrollo perteneciente a la Fundación Faustino Orbegozo publicó las Curvas
y Tablas de crecimiento. Estudios Longitudinal y Transversal. Los pediatras
de las distintas comunidades autónomas españolas las utilizan como referente
en su trabajo.
Como el crecimiento está influenciado no solamente por factores ge-
néticos, sino también por otros factores ambientales como la nutrición o el
medio ambiente, se aconseja una actualización cada 20 años.
Talla y peso de niños de 0 a 12 meses.
Niños Talla (en cm) Peso (en kg)
Edad P3 P50 P97 P3 P50 P97
Al nacer 46,47 50,06 53,64 2,73 3,47 4,41
3 meses 56,48 60,44 64,4 5,04 6,26 7,78
6 meses 62,70 66,81 70,92 6,50 8,02 9,90
9 meses 66,53 71,1 75,68 7,47 9,24 11,43
12 meses 70,15 75,08 80,01 8,23 10,15 12,51

Talla y peso de niñas de 0 a 12 meses.


Niños Talla (en cm) Peso (en kg)
Edad P3 P50 P97 P3 P50 P97
Al nacer 45,44 49,34 53,24 2,57 3,34 4,34
3 meses 55,43 59,18 62,93 4,74 5,79 7,08
6 meses 61,37 65,33 69,29 6,03 7,44 9,18
9 meses 65,19 69,52 73,84 6,88 8,63 10,83
12 meses 68,71 73,55 78,39 7,73 9,60 11,92
El P3, significa que el 3% de los niños medidos están por debajo de esa cifra.
El P50, significa que el 50% de los niños medidos están por debajo de esa cifra.
El P97, significa que el 97% de los niños medidos están por debajo de esa cifra.
Curvas y tablas de crecimiento (estudios longitudinal y transversal). Instituto de investigación
sobre crecimiento y desarrollo. Fundación Faustino Orbegozo.

22
Desarrollo del niño de 0 a 12 meses

¿Cómo leer las curvas de crecimiento?


En el eje horizontal de las curvas de crecimiento está representada la edad
(en meses en este caso), y en el eje vertical está representado el parámetro
promedio ya sea el peso o la talla.
De la intersección de las líneas perpendiculares a ambos datos se obtienen
un punto que define la situación del niño.
A partir de las curvas de crecimiento podemos definir tanto la talla baja
o corta, es decir, la de aquellos que en una curva de crecimiento o talla
ocupan un percentil 3 como la talla alta o la de los niños que ocupan un
lugar superior al percentil 97.
Las curvas de peso, por si solas, únicamente nos pueden orientar acerca
de la evolución del peso del niño. Para poder conocer su estado nutricional
debemos comparar conjuntamente los datos del peso y de la talla.
A continuación aparecen algunos ejemplos de curvas de crecimiento,
tanto para niños como para niñas:

23
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

¿Cómo calculan los pediatras la estatura que tendrá el bebé cuando sea
adulto?
Una de las más conocidas a partir de los datos del Fels longitudinal
studies, iniciado en el año 1929.
Los pediatras utilizan una fórmula llamada talla diana. Esta se calcula
en centímetros y relaciona el potencial familiar o genético de los padres con
el del niño (no es un cálculo preciso pero determina un rango de estatura).
Encontramos 2 maneras diferentes para calcularlo:
1ª Forma:
Talla diana = talla del padre (cm) + talla de la madre (cm) / 2 (+ 6,5
si es niño /- 6,5 si es niña).
2ª Forma:
Talla diana para un niño: Talla del padre + talla de la madre + 13. El
resultado se divide entre 2.
Talla diana para una niña: Talla del padre + talla de la madre - 13. El
resultado se divide entre 2.
Ejemplo: Para un niño con un padre con una estatura de 170 cm y una
madre de 166 cm el cálculo sería el siguiente:
Talla diana = 170 cm + 166 cm / 2 = 168 cm + 6,5 = 174,5 cm.

NECESIDADES NUTRICIONALES DEL LACTANTE

Durante la primera etapa de la vida existen unas necesidades energéticas


y nutricionales muy aumentadas para hacer frente al elevado ritmo de cre-
cimiento y maduración de órganos. Cualquier carencia nutricional afectará
a la salud del pequeño a corto y largo plazo.

Alimentación en el lactante.

24
Desarrollo del niño de 0 a 12 meses

Las necesidades de cada bebé (al igual que en los adultos) son diferentes
ya que varían en función de la constitución y de diferentes factores tanto
ambientales como culturales.

• Necesidades hídricas
Las necesidades hídricas del bebé se encuentran muy aumentadas en
relación a los adultos ya que su medio acuoso es muy abundante. Un
aporte hídrico adecuado permite la reposición de las pérdidas diarias,
el mantenimiento de los tejidos, el mantenimiento de la temperatura corporal
y de la carga osmótica renal (el exceso de osmolaridad por falta de agua en
la preparación de biberones provoca complicaciones en la excreción renal).
La necesidad media de agua es de 135-150 ml/kg/día hasta los 6 meses
de vida aproximadamente (aunque con un mínimo de 75 ml/kg/día el pequeño
se encuentra hidratado) y de 90-130 ml/kg/día hasta los 12 meses. En total
sería entre 100-150 ml/kg entre 1 mes y 1 año.
Los bebés que amamantan tienen un aporte hídrico suficiente. Para bebés
que toman alimentación artificial se aconseja una dilución de alrededor de
65 kcal/100 ml en las preparaciones diarias del biberón.

• Necesidades de energía
Las necesidades energéticas del lactante para el crecimiento durante su primer
año son muy grandes (inversamente proporcionales a su edad) y varían en
función de la velocidad de crecimiento y el tipo de tejido sintetizado según
la edad.
A medida que el bebé va creciendo y madurando se debe disminuir el
aporte de energía para ir alcanzando, a partir de la edad escolar a las nece-
sidades estimadas para el adulto.
Las necesidades energéticas hacen referencia a las necesidades basales,
las necesidades de crecimiento, el coste térmico de los alimentos, la termo-
rregulación y la actividad en kilocalorías en función de la edad.
Edad (meses) Basal (B) Crecimiento Actividad (A) B+C+A (kcal/
(C) kg/día)
0-2 70 36 9 115
2-6 70 18 17 105
6-12 70 7 23 100
18 - - . 90

25
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Requerimientos calóricos/kg de peso durante la infancia. La ordenada debajo de la curva


superior indica el requerimiento medio en kcal/kg. El espacio entre las curvas indica los
diversos factores que constituyen el total (De Rudolf AM).

Se aconseja un aporte energético promedio de 115 kcal/kg/día en los


primeros 2 meses, de 105 kcal/kg/día de los 2 a los 6 meses, de 100 kcal/
kg/día de los 6 a los 12 meses y de 90 kcal/kg/día a partir del año.
La proporción de energía suministrada por los diferentes principios
inmediatos debe ser similar a la que aporta la leche humana materna (las
grasas deben suponer el 50-54%, los hidratos de carbono el 36-40% y las
proteínas el 7%).

• Necesidades de proteínas, grasas e hidratos de carbono


El cálculo de la ingesta proteica en los lactantes se basa en el de los
bebés alimentados a pecho, es decir, 2,04 g/kg/día en los primeros 3 meses,
1,73 g/kg/día de los 3 a los 6 meses y 1,5 g/kg/día a los 12 meses.

26
Desarrollo del niño de 0 a 12 meses

Requerimientos de proteínas y aminoácidos esenciales:


0-6 meses 6-12 meses
Histidina 16 mg/g proteína 19 mg/g proteína
Isoleucina 40 mg/g proteína 28 mg/g proteína
Leucina 93 mg/g proteína 66 mg/g proteína
Valina 60 mg/g proteína 58 mg/g proteína
Metionina + Cisteína 33 mg/g proteína 25 mg/g proteína
Fenilalanina + Tirosina 72 mg/g proteína 63 mg/g proteína
Treonina 50 mg/g proteína 34 mg/g proteína
Triptófano 10 mg/g proteína 11 mg/g proteína
Valina 54 mg/g proteína 35 mg/g proteína
Total (sin histidina) 412 mg/g proteína 320 mg/g proteína
Proteínas 2,2 g/kg/día 1,6 g/kg/día
National Research Council: RDA.

La necesidad de grasas al día es de 3-4 g/kg, siendo de 300 mg de ácido


linoleico/100 kcal según la AAP (American Academy of Pediatrics). Este
ácido graso esencial es imprescindible para la formación de las estructuras
y de las membranas cerebrales del pequeño.
El coeficiente de absorción de las grasas debe ser superior al 85%. Este
porcentaje está asegurado en la leche materna pero en el caso de la leche
de vaca se encuentra reducido a un 60% (debido a que la composición de
esta última contiene grandes cantidades de ácido esteárico que interviene
perjudicando la absorción tanto de grasas como de calcio).
Para los lactantes alimentados con biberón, el Comité de ESPGAN
recomienda cifras de 4-6 g/100 ml de fórmula y de 1-3 g/100 del aporte
calórico como linoleico. Para el ácido linolénico no se han determinado cifras
exactas, pero debe mantenerse la relación linoleico/linolénico de 10/1 como
en la leche materna.
La necesidad daria de hidratos de carbono es de 6-12 gramos por kilo-
gramo de peso.
Son nutrientes imprescindibles (no los podemos reemplazar por otros)
como aporte energético y para la síntesis de galactocerebrósidos a partir de
la lactosa (se encuentran en las membranas celulares neuronales del cerebro),
entre otros.

27
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Necesidades de minerales y de vitaminas


El hierro es el mineral que puede dar lugar a deficiencias. Aunque la
leche materna es pobre en hierro, su biodisponibilidad es muy elevada y
puede cubrir las necesidades hasta los 6 meses. Las fórmulas, sin embargo,
deben ser suplementadas con 0,3-1,3 mg/100 kcal en las fórmulas de inicio
y 0,62 mg/100 kcal.

Ingesta de vitaminas y minerales recomendadas para niños y niñas en esta


etapa:
Edad 0-0,5 0,5-1
Calcio (mg) 500 600
Hierro (mg) 7 7
Yodo (mg) 35 45
Zinc (mg) 3 5
Magnesio (mg) 60 85
Tiamina (mg) 0,3 0,4
Riboflavina (mg) 0,4 0,6
Eq Niacina (mg) 4 6
Vitamina B6 (mg) 0,3 0,5
Ácido fólico (mg) 40 60
Vitamina B12 (mg) 0,3 0,3
Vitamina C (mg) 50 50
Vitamina A (Eq Retinol) (mg) 450 450
Vitamina D (mg) 10 10
Vitamina E (mg) 6 6
Ingestas de energía y nutrientes recomendadas para la población española.
Departamento de Nutrición Universidad Computense de Madrid.
Edad expresada en años.
Nacional Research Council.

28
2
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO DE 0 A 4 MESES
Marta González Caballero, Nuria García Enríquez y Raquel Rodríguez Santamarta

La alimentación materna es la alimentación ideal para el recién nacido y


lactante.
Es importante que los profesionales de la salud les de a los padres una infor-
mación veraz y actualizada respecto a los beneficios de la lactancia materna tanto
para la madre, bebé y para la sociedad, así como las con las contraindicaciones
en el caso de que las hubiese, para que las familias puedan tomar una decisión
informada sobre cómo alimentar a sus hijos.
La alimentación materna ofrece al lactante una alimentación ideal para un
crecimiento y desarrollo saludable desde que nace, con múltiples beneficios para
el lactante en el marco psicofísico para mejorar la salud del recién nacido y de su
madre protegiéndolos frente a posibles problemas de salud futuros.
Sus beneficios aumentan con la lactancia materna exclusiva la cual es reco-
mendada hasta los seis meses de edad, complementándola con otros alimentos
desde los seis meses hasta los dos años. Se ha demostrado una reducción bastante
importante de la morbilidad y mortalidad infantil de los niños alimentados con
lactancia materna exclusiva durante por lo menos seis meses. Por ello, la Organi-
zación Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Española de Pediatría (AEP)
y la Academia Americana de Pediatría (AAP) lo recomiendan como el alimento
de elección durante los primeros seis meses, continuando hasta el año de vida o
hasta que la madre y el niño desee junto con otros alimentos, ya que es la forma
más natural y saludable salvo muy raras excepciones de alimentar a los bebés,

29
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

incluidos los prematuros, los gemelos y los niños enfermos. En los bebés prema-
turos hay varios estudios que han demostrado los beneficios de ser alimentados
con leche materna, por su mejor absorción en comparación con la leche artificial
y porque a nivel de estómago el vaciamiento es más rápido, y deberían recibirla,
fortificada para los de menor peso. La leche materna prematura tiene mayor can-
tidad de proteínas y grasas, pero aun así hay veces que es necesario suplementarla
como en bebés con peso inferior a 1500 gramos. Si la madre no puede proporcio-
nar leche, se recomienda el uso de leche de Bancos de leche humana.
La OMS defiende que como protección contra la morbimortalidad infantil,
especialmente en los países subdesarrollados, es necesario dar lactancia materna
exclusiva hasta los seis meses de edad, y a partir de ahí complementarla hasta los
dos años. Si se sigue con la lactancia materna a partir del año esta leche sigue
conservando la mayoría de sus propiedades durante el segundo año de lactancia,
excepto una disminución en la cantidad de zinc y calcio que no supone un proble-
ma al poder añadirse estos minerales a la alimentación complementaria del bebé,
motivo por el que se recomienda continuar la lactancia materna hasta esa edad.
La lactancia materna según UNICEF, es la única intervención en la salud
con un coste muy reducido para los gobiernos que a la vez tenga un beneficio tan
grande para las madres y sus bebés.
En los países subdesarrollados amamantar desde el nacimiento reduce la
mortalidad del recién nacido en un 45%. Por todo ello, la lactancia materna debe
ser considerada un asunto de salud pública comunitaria y no solo la elección de
un estilo de vida.
Aunque la lactancia materna es el alimento diseñado por la naturaleza para el
recién nacido y el lactante, su prevalencia actual no es la óptima. Las institucio-
nes sanitarias y el gobierno tienen el deber de apoyar a las madres que desean dar
el pecho a sus hijos para que se sientan respaldadas por una legislación que les
permita no abandonar la lactancia materna por motivo de incorporarse al trabajo
y mantenerla de forma exclusiva durante seis meses y puedan tener una decisión
informada mediante la educación para la salud con una información adecuada y
actualizada.
La lactancia materna tiene numerosos beneficios para el niño, la madre y la
sociedad. Existen riesgos asociados al reemplazo de esta con fórmulas lácteas.
Los recién nacidos alimentados de forma artificial dejan de recibir los numerosos
beneficios que otorga la leche materna y, en la actualidad hay numerosos estudios
que evidencian una mayor morbimortalidad y un mayor coste social y económico
en estos recién nacidos.

30
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

El mejor alimento para cubrir las necesidades nutricionales del lactante es


la leche materna y, además, favorece el establecimiento del vínculo madre-hijo,
reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante y muerte durante el pri-
mer año de vida, y disminuye en el recién nacido el riesgo de padecer enfermeda-
des gastrointestinales, respiratorias y urinarias y, de presentarse, que sean menos
graves. Además, ayuda a prevenir la obesidad y futuras enfermedades crónicas
del recién nacido. Además de ser un factor protector contra distintas enfermeda-
des infectocontagiosas, también reduce el riesgo en el lactante de enfermedades
alérgicas como las atópicas, enfermedades cardiovasculares, leucemia, enteroco-
litis necrotizante, enfermedad celiaca y enfermedades inflamatorias intestinales.
Disminuye también el riesgo de otras condiciones como el déficit atencional,
trastorno generalizado del desarrollo y alteraciones de conducta al tener un im-
pacto positivo en el neurodesarrollo, mejorando el coeficiente intelectual y el
desarrollo de los niños.

CONTRAINDICACIONES DE LA LACTANCIA MATERNA

Son muy pocas las situaciones en las que la lactancia materna está contrain-
dicada y si las hubiese han de estar médicamente evaluadas. Cada vez son más
conocidos los inconvenientes de no dar lactancia materna tanto para la madre
como para el recién nacido, por lo que siempre ha de individualizarse cada caso.
Cuando ha de interrumpirse la lactancia temporalmente, se aconsejará a la madre
que se extraiga la leche para seguir manteniendo su producción y poder continuar
con la lactancia más tarde.

• Decisión de la madre de no amamantar.


• Óbito fetal.
• Infección materna por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH):
Riesgo alto para la lactancia. En países desarrollados la opción más se-
gura es alimentar al recién nacido con fórmula ya que se ha demostrado
que el VIH puede transmitirse por la leche materna. Si no se les da a los
recién nacidos leche materna de madre infectada por el VIH el riesgo de
contagio es del 15 al 20% y si toman pecho del 30 al 35%.
En los países en desarrollo la lactancia materna está indicada cuando
la lactancia artificial supone un riesgo más alto de mortalidad. Hay que
valorar que a veces es más segura la lactancia materna, ya que puede que
los padres no dispongan del dinero para comprar leche además del riesgo

31
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

añadido de desnutrición por las diarreas y deshidratación que supone la


preparación de biberones con leche de fórmula en estos países, por lo que
los beneficios de la lactancia materna en este caso superan al riesgo de
transmisión del virus. Por este motivo, la OMS recomienda que cuando
la alimentación con sucedáneos no sea posible en condiciones de segu-
ridad y accesibilidad, las madres infectadas por VIH ofrezcan lactan-
cia materna exclusiva, ya que la lactancia mixta conlleva más riesgo de
transmisión. Si se pudiese pasteurizar la leche de las madres infectadas
durante treinta minutos a 62,5 ºC o calentarla durante treinta minutos a
56 ºC sería segura su administración al inactivarse el virus.
Las terapias antiretrovirales a la madre o al lactante pueden reducir sig-
nificativamente el riesgo de transmisión del VIH a través de la leche
materna. La OMS recomienda a todas las embarazadas o madres lactan-
tes diagnosticadas con el virus del VIH independientemente de su carga
viral y de su estado clínico un tratamiento antirretroviral conocido como
opción B+ que es seguro durante la lactancia y que deben comenzar al
ser diagnosticadas y continuarlo de por vida.
Los riesgos y beneficios de continuar la lactancia materna deben discu-
tirse con la madre y si decidiese dar el pecho debe de ser de forma exclu-
siva durante seis meses y continuar hasta el año o los dos años junto con
la alimentación complementaria (WHO 2016).
• Infección materna por el virus de la leucemia humana de células T (HTLV
tipo I o II): Riesgo muy alto para la lactancia. Se ha demostrado su trans-
misión por la leche materna y la lactancia materna está contraindicada
siempre que se pueda dar lactancia artificial al recién nacido. A parte de
por la lactancia materna también se transmite por el contacto sexual y por
las transfusiones sanguíneas y la transmisión vertical es muy rara.
La lactancia materna de hasta seis meses no se ha asociado a una mayor
transmisión, pero sí a partir de los siete meses, por lo que si las circuns-
tancias socioeconómicas no permiten una lactancia artificial segura se
podría valorar la opción de dar el pecho durante un máximo de seis me-
ses. Si se congela la leche a -12º C o se pasteuriza se inactiva el virus,
por lo que se les podría dar la leche materna extraída una vez desconge-
lada o pasteurizada por biberón.
• Galactosemia en el lactante: Riesgo muy alto para la lactancia. Es una
enfermedad metabólica congénita de herencia autosómica recesiva que
se caracteriza por una disminución de alguna de las tres enzimas que

32
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

participan en el metabolismo de la galactosa (necesaria para la formación


del tejido cerebral) para su transformación en glucosa.
La lactosa es el carbohidrato principal de la leche materna, y está for-
mada por la unión de galactosa y de glucosa. En los recién nacidos diag-
nosticados con esta enfermedad la lactancia materna está contraindicada
ya que al no poder metabolizar la galactosa esta se acumula en órganos
como el cerebro, riñones o hígado causando ictericia, pérdida de peso,
vómitos, o problemas cerebrales, hepáticos o oculares graves. Solo al-
gunas formas leves pueden recibir alguna cantidad de leche materna, ya
que hay tres tipos de galactosemia dependiendo de la enzima deficitaria.
• Déficit congénito de lactasa en el lactante: Riesgo muy alto para la lac-
tancia. Es una enfermedad de herencia autosómica recesiva pero muy
poco común en la que el déficit de esta enzima intestinal impide hidro-
lizar la lactosa de la leche y como consecuencia causa una diarrea grave
desde el nacimiento. El tratamiento es una dieta libre de lactosa, por lo
que la lactancia materna está contraindicada. Cuando la intolerancia a
la leche materna es transitoria debido a una gastroenteritis la lactancia
materna no está contraindicada.
• Uso de fármacos contraindicados durante la lactancia materna o dro-
gas de abuso: Aunque la mayoría de los fármacos son compatibles con
la lactancia materna antes de ser recetados o administrados se debe de
comprobar su compatibilidad con la misma.
Actualmente, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda
consultar la base de datos de Internet www.e-lactancia.org para conocer
el riesgo de cada fármaco.

Falsas contraindicaciones para la lactancia materna


• Tabaquismo.
• Madre con ingesta ocasional de alcohol.
• Tuberculosis activa en la madre.
• Madre con fiebre desconocida en estudio.
• Infección materna por Citomegalovirus.
• Infección materna por el virus de la hepatitis A, B y C.
• Mastitis.
• Ictericia neonatal.
• Cirugía mamaria (examinar las mamas).

33
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

El tratamiento con fármacos inhibidores de la lactancia debe iniciarse en el


primer día posparto con Bromocriptina (Parlodel) o con Carbegolina (Dostinex).

Situaciones que requieren una valoración individualizada


Causas maternas
• Tabaquismo: Riesgo alto para la lactancia. En la leche de mujeres fu-
madoras hay mayores niveles de metales pesados y menores niveles de
proteínas, vitaminas A, C y E y otros antioxidantes. Lo más peligroso
no es la nicotina que pasa a la leche aunque disminuye la cantidad de
leche producida, sino la inhalación de partículas liberadas en el humo de
la combustión del tabaco. Los cigarrillos electrónicos tienen un riesgo
menor.
Los niños que crecen en ambientes de humo y/o amamantados por ma-
dres fumadoras tienen mayor riesgo de padecer obesidad, infecciones
respiratorias, asma y suelen presentar una talla menor, sumando a todo
esto el mayor número de hospitalizaciones por estos motivos.
Sin embargo, si hacemos un balance entre los riesgos y los beneficios
entre recomendar a estas madres dar el pecho o no, siempre van a ganar
los beneficios de la lactancia materna, ya que los riesgos del tabaco se
incrementan si se alimenta al recién nacido con lactancia artificial. Por
lo tanto, está recomendado amamantar para contrarrestar los efectos no-
civos del tabaquismo pasivo, aunque el índice de lactancia materna en
madres fumadoras es más bajo que en las que no lo son, y de dar el pecho
lo dan por un tiempo más corto.
Si no pueden dejar de fumar es preferible que traten de fumar menos,
que no fumen dentro de casa, que no compartan cama con el bebé para
reducir el riesgo de muerte súbita del lactante y que esperen al menos dos
horas después de fumar para dar el pecho.
• Ingesta de cafeína: Riesgo bajo para la lactancia. Un consumo excesivo
de cafeína superior a 300 mg al día puede producir irritabilidad, nervio-
sismo e insomnio en el lactante, y estos pueden tardar hasta cuatro días
en eliminarla del organismo, mientras que los adultos solo tardan unas
horas.
• Ingesta de alcohol: Riesgo alto para la lactancia. Es recomendable no
consumir alcohol o hacerlo de forma muy moderada, y de hacerlo, se ha
de esperar a dar el pecho como mínimo de dos a tres horas, dependiendo
del peso de la madre (a menos peso más tiempo) y de la cantidad de al-

34
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

cohol consumido. Como ya se ha descrito anteriormente, si hay consumo


de alcohol no se debería de compartir la cama con el lactante par evitar
el riesgo de muerte súbita del mismo.
El mito de que la cerveza aumenta la producción de leche es falso, por
el contrario, el consumo de alcohol reduce la cantidad de su produc-
ción además de producir sedación, irritabilidad y retraso psicomotor en
el neonato, y si se consume de manera excesiva puede llegar a provocar
coma, convulsiones, e incluso la muerte en el lactante.
La cerveza 0,0% y la sin alcohol (< 1%) pueden tomarse durante la lac-
tancia.
• Absceso mamario y mastitis: En el caso de un absceso mamario el recién
nacido puede amamantar del otro pecho y una vez curado, después de
haber sido drenado y tratado con antibióticos, se puede reanudar la lac-
tancia. La mastitis no es una contraindicación, se explicará más adelante
cómo actuar ante esta situación.
• Madre con tuberculosis: Riesgo bajo para la lactancia. Infección causada
por el bacilo Mycobacterium tuberculosis. La lactancia materna está indi-
cada en todos los casos de tuberculosis materna incluso en la tuberculosis
multi-resistente al no haberse aislado el bacilo de la tuberculosis en la le-
che (salvo en el caso de la mastitis tuberculosa) y ser una enfermedad de
transmisión por vía respiratoria. Esta decisión está respaldada tanto por
la OMS como por la mayor parte de sociedades médicas especializadas.
Por lo tanto, si la madre no presenta lesiones activas en el pezón o en la
mama, puede dar el pecho, y si tiene lesiones se recomienda la extracción
de leche materna y su administración en biberón. Solo en el raro caso
de mastitis tuberculosa están contraindicadas tanto la lactancia directa
como la administración de leche extraída.
La madre con infección por tuberculosis debe de comenzar con el trata-
miento nada más ser diagnosticada, independientemente de las semanas
de gestación y aunque coincida con el final de esta o después del parto.
La OMS recomienda no separar al recién nacido de su madre salvo en el
caso de la tuberculosis multi-resistente, y esta debe de ponerse una mas-
carilla si el momento del parto coincide con los primeros días de trata-
miento. La separación madre-hijo no es necesaria ya que el recién nacido
ya habría estado expuesto y lo que precisaría sería de un diagnóstico y
profilaxis con Isoniacida o tratamiento de tuberculosis durante seis me-
ses simultáneamente al tratamiento de su madre, sobretodo si esta lleva
menos de dos meses de tratamiento en el momento del parto.

35
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Los fármacos para el tratamiento de la tuberculosis son compatibles con


la lactancia y pasan en tan pequeña cantidad que no hay que modificar
las dosis del tratamiento o profilaxis tuberculosa del lactante, como es en
el caso de la Isoniazida.
• Madre con lesión activa de herpes simple (HSV-I y HSV II) mamaria:
Riesgo alto para la lactancia. El virus del herpes simple es un virus de
transmisión sexual y causa lesiones orales (VHS I) y genitales (VHS II y
I). Se ha aislado el virus del tipo I y II en la leche pero su transmisión a
través de la lactancia materna es rara.
Solo si hay lesiones herpéticas en los pezones o cerca de ellos se debe
de interrumpir la lactancia materna hasta que cure, pero se puede extraer
leche de este pecho y desecharla para poder continuar con la lactancia
más adelante, pudiendo amamantar mientras tanto del pecho que no ten-
ga lesiones.
Es importante el lavado de manos, cubrir las lesiones activas de la piel
para evitar que el lactante entre en contacto con ellas y se contagie, y si
la madre tiene gingivoestomatitis herpética o más conocido como herpes
labial debería de llevar mascarilla y evitar besar al lactante.
Esta enfermedad solo suele ser grave en el periodo neonatal, y el con-
tagio suele ocurrir en el momento del parto cuando hay contacto con
las lesiones genitales, sobretodo si la madre sufre de una primoinfec-
ción, donde el porcentaje de contagio al recién nacido es de un 50% en
comparación con un 5% de contagio si se trata de lesiones herpéticas
recurrentes. Pasando la etapa neonatal el contagio luego no suele tener
consecuencias graves.
• Madre con varicela 5 días antes o 2 días después del parto: Riesgo bajo
para la lactancia. Aunque el virus ha sido aislado en la leche materna no
se ha podido demostrar su transmisión a través de ella.
Los anticuerpos maternos atraviesan la placenta y en la leche materna
aparecen a las 48 horas siguientes del inicio de la infección. Por eso, si
la madre se infecta entre veinte y cinco días antes o dos días después del
parto en general produce un cuadro leve en el recién nacido, y si no hay
lesiones en mama se puede dar el pecho. Pero si ocurre entre los cinco
días antes y las primeras 48 horas después del parto el recién nacido
habrá recibido una cantidad baja de anticuerpos a través de la placenta
pudiendo producir una infección grave, por lo que hay autores que al
igual que la Asociación Española de Pediatría recomiendan separar al

36
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

bebé de su madre hasta que esta deje de ser contagiosa, que suele ser
cuando aparece costra en las lesiones, unos 5 a 6 días después de iniciada
la erupción. Durante este tiempo en que la madre es contagiosa, se puede
extraer la leche si no tiene lesiones en mama y administrársela al recién
nacido por biberón, ya que el tratamiento con aciclovir es compatible con
la lactancia. Se debería administrar inmunogammaglobulina antivaricela
o aciclovir oral al lactante, tomando medidas higiénicas de evitación de
contacto con las lesiones y vigilancia del recién nacido.
Sin embargo esta medida de separar al bebé de su madre es cuestionable
ya que ya ha habido contacto prenatalmente, por lo que otra medida es
aislarles juntos ya que la varicela es contagiosa de 1 a 3 días antes de
aparecer la erupción, por lo que no estaría justificada ni la separación
madre-hijo ni la interrupción de la lactancia. Solo se interrumpiría la
lactancia directa si hubiese lesiones vesiculosas en el área de succión,
pero se podría extraer la leche y dársela en biberón. En un lactante inmu-
nocomprometido la administración de inmunogammaglobulina antivari-
cela es prioritaria.
Las madres que no tengan anticuerpos porque no hayan pasado la va-
ricela deben ser vacunadas en el posparto ya que es segura durante la
lactancia, pero no durante el embarazo.
Si la madre sufre de un zóster con el lavado manos y evitando el contacto
del recién nacido con las lesiones sería suficiente.
• Madre con enfermedad neurológica u orgánica grave: Es una contrain-
dicación relativa dependiendo de si el estado de la madre le permite cui-
dar de su hijo, evitándole por ejemplo caídas. Depende también, como ya
se explicó anteriormente, de la medicación que tome la madre, y si este
fuese el caso, de su compatibilidad o no con la lactancia.
• Brucelosis: Riesgo bajo para la lactancia. Infección producida por el
microorganismo Brucella que se produce al consumir productos lácteos
frescos de animales contaminados o a través de un estrecho contacto con
ellos. Se puede transmitir tanto a través de la leche materna como por la
placenta.
Al tener un periodo de incubación largo y un diagnóstico tardío, no se
ha llegado a un acuerdo sobre la lactancia al no poder excluirse que el
contagio haya ocurrido antes del parto, por lo que no tiene mucho sentido
suspender la lactancia materna. Se puede o bien suspender durante 48-72
horas una vez iniciado el tratamiento, o continuar amamantando tratando

37
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

a la mujer ya que el tratamiento es compatible con la lactancia e investi-


gar si el bebé está infectado, vigilándole y tratándole si fuese necesario.
• Citomegalovirus: Riesgo muy bajo para la lactancia. El citomegalovirus
(CMV) es un virus de la familia de los herpesvirus, y solo la infección
congénita durante el embarazo es grave. Es una infección muy frecuente
que la mayoría de los adultos pasarán de forma asintomática probable-
mente sin necesitar tratamiento. Después de una primoinfección el virus
permanece latente en las células del cuerpo humano a lo largo de toda
su vida y puede reactivarse y volverse a excretar en las secreciones en
ciertos momentos de la vida cuando las defensas del organismo suelen
estar más bajas como puede ocurrir durante el embarazo o en la lactancia.
El virus del CMV se transmite por la leche materna, pero solo el 4% del
20% de los lactantes que se infectan desarrollan síntomas, los cuales son
normalmente leves y no requieren tratamiento.
En niños a término la infección es leve o asintomática, por lo que hay un
consenso generalizado en que las madres que han pasado la infección o
que son seropositivas para citomegalovirus pueden amamantar sin riesgo
porque aunque puedan transmitir el virus por la leche también disponen
de anticuerpos para hacer frente a la infección.
En los prematuros no se han encontrado grandes diferencias con respecto
a los nacidos a término aunque el riesgo y los síntomas son mayores a
menor edad gestacional, sobretodo si son menores de treinta semanas y
pesan menos de 1000 g, aunque la frecuencia con la que desarrollan la
infección es baja, y de desarrollarla no suele dejar secuelas neurológicas.
En estas circunstancias suelen precisar de ganciclovir que es compatible
con la lactancia materna.
Si la madre ha pasado la infección le podrá transmitir el virus a través
de la leche, pero también tendrá anticuerpos para hacerla frente. El pro-
blema es cuando a un bebé prematuro se le da leche materna o sangre de
un donante infectado por el virus cuya madre no ha pasado la infección,
por lo que este bebé no tendría anticuerpos y la infección podría cursar
de forma grave.
La pasteurización elimina la carga viral de la leche pero también afecta a
los factores bioactivos y nutrientes y podría aumentar el riesgo de entero-
colitis necrotizante, y la congelación solo la reduce. Por ello, la mayoría
de los especialistas recomiendan la leche materna fresca para todos los
recién nacidos incluidos los prematuros, ya que el riesgo de enfermedad

38
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

grave por CMV a través de la leche materna es muy pequeño siendo ma-
yores los beneficios de la lactancia materna que los riesgos de padecer la
enfermedad o secuelas neurológicas.
• Hepatitis A: Riesgo muy bajo para la lactancia. Aunque se han detectado
tanto el virus como anticuerpos de la hepatitis A en la leche materna, no
se ha descrito ningún caso de transmisión vertical a través de ella, por lo
que la lactancia materna no está contraindicada, y se debería de recomen-
dar dados sus beneficios.
Se debe procurar un lavado de manos cuidadoso y tomar las medidas
higiénicas adecuadas para evitar el contagio y la transmisión fecal-oral
al bebé. También se le debe administrar al recién nacido lo antes posible,
antes de las dos semanas siguientes a la exposición, inmunoglobulina po-
livalente y la vacuna de la hepatitis A en diferentes puntos de inyección
las cuales son compatibles con la lactancia materna.
• Hepatitis B: Riesgo muy bajo para la lactancia. Aunque se ha aislado el
virus de la hepatitis B en la leche materna, no hay diferencias en el por-
centaje de recién nacidos infectados que toman el pecho respecto a los
que no, por lo tanto hay consenso de que la hepatitis B no es una contra-
indicación para dar lactancia materna ya que no se transmite al lactante a
través de la leche. Antes de que existiese la vacuna contra la hepatitis B
nunca se demostró transmisión vertical a través de la lactancia y tampoco
desde que existe y se vacuna a los recién nacidos.
Al recién nacido de madre HbsAg positiva se le debe administrar inmu-
noglobulina específica antihepatitis B y la primera dosis de la vacuna
contra la hepatitis B al nacer, antes de las doce primeras horas de vida, en
diferentes puntos de inyección, eliminando así cualquier riesgo teórico
de transmisión a través de la lactancia. La mayoría de antirretrovirales
utilizados por las madres portadoras del virus son de riesgo muy bajo
durante la lactancia, excepto el Adefovir Dipivoxilo.
• Hepatitis C: Riesgo muy bajo para la lactancia. Hay consenso en que
aunque se han detectado anticuerpos y ARN del virus en el calostro la
hepatitis C no es una contraindicación ya que la transmisión madre-hijo
es similar en los niños alimentados al pecho que en los que fueron ali-
mentados de forma artificial, sin haberse documentado ningún caso de
contagio por la lactancia materna, por lo que no debe de suspenderse.
Los antirretrovirales usados por las madres con infección por hepatitis C
son compatibles con la lactancia.

39
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

El riesgo de transmisión vertical no depende ni del tipo de parto ni del de


la lactancia, sino de la carga viral y de si existe coinfección con el VIH
y uso de drogas.
La decisión de amamantar debe basarse en el consenso entre la madre y
el médico.
• Enfermedad de Chagas materno o del lactante: Riesgo muy bajo para la
lactancia. La transmisión de la Tripanosomiasis americana por la leche
materna es muy rara y dados sus beneficios no debería de recomendarse
su supresión.
Si se pasteuriza se inactiva el parásito, por lo que en la fase aguda de la
enfermedad, en el que el riesgo puede ser algo mayor, se podría recomen-
dar pasteurizar la leche materna. Se debe tratar a la madre si la infección
es aguda o reciente y también al lactante si esta infectado congénitamen-
te. Los tratamientos son compatibles con la lactancia materna.
• Infecciones bacterianas graves y sepsis: Los gérmenes maternos pue-
den pasar al lactante por la leche materna, pero también los anticuerpos
que la madre habrá producido frente al microorganismo causante de la
infección. Además al recién nacido se le puede administrar tratamiento
profiláctico dependiendo del tipo de enfermedad materna.
La lactancia materna puede continuar a no ser que esté indicada su sus-
pensión hasta la recuperación materna de la enfermedad o porque la ma-
dre no se encuentre en un buen estado para amamantar.
• Sífilis: Riesgo bajo para la lactancia. La lactancia materna no está con-
traindicada al ser una infección de transmisión sexual y vertical a través
de la placenta, pero no a través de la leche materna, al no haberse de-
tectado en ella el Treponema pallidum (microorganismo causante de la
infección).
Solo si hay lesiones en el pecho o pezón la lactancia materna está con-
traindicada hasta que se curen porque pueden contener treponema, por
lo que si se extrajese la leche esta debería de ser desechada. Una vez se
haya iniciado el tratamiento y las lesiones no lo contengan, se puede re-
anudar la lactancia materna.
El tratamiento con penicilina o con tetraciclina o doxiciclina si existe
alergia a la penicilina, es compatible con la lactancia, y normalmente un
día después de iniciado ya no se encuentran espiroquetas en las lesiones.
Se debería hacer una analítica al lactante y tratarle si fuese necesario, y si
se tratase de una sífilis congénita tratar a ambos.

40
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

• Sarampión: Riesgo bajo para la lactancia. Esta enfermedad es contagiosa


desde antes de aparecer el exantema, por lo que ni la supresión de la lac-
tancia ni la separación madre-hijo están indicadas, además los anticuer-
pos que se generan y aparecen en la leche materna a partir de las 48 horas
de comenzar el cuadro ayudarán a la mejora del lactante si este hubiese
sido infectado.
Para evitar el contagio o mejorar el curso de la enfermedad se le debe
administrar al niño gammaglobulina inespecífica lo más pronto posible
tras el diagnóstico de la madre (dentro de los 6 días post-exposición), y
si el niño es mayor de seis meses y han pasado menos de 72 horas desde
el contacto es conveniente sustituir la inmunoglobulina por la vacuna
tripe vírica.
• Miastenia gravis: Riesgo muy bajo para la lactancia. La miastenia gravis
es una enfermedad autoinmune que causa debilitamiento en los músculos
voluntarios del cuerpo y da lugar a la formación de anticuerpos antirre-
ceptores de la acetilcolina.
La lactancia materna no está contraindicada porque aunque estos anti-
cuerpos sí que pueden atravesar la placenta no se excretan por la leche
materna en gran cantidad y la mayoría de los tratamientos son compa-
tibles. El paso de anticuerpos a través de la placenta puede causar una
miastenia neonatal transitoria que puede interferir en la alimentación del
lactante por lo que tanto los recién nacidos como sus madres necesita-
rían más apoyo con la lactancia, e incluso a veces el estado clínico de la
madre podría requerir la suspensión de la lactancia materna hasta que su
estado de salud mejore. Para la madre la lactancia no supone un agra-
vamiento de la enfermedad a no ser que tenga alguna infección o que la
enfermedad haya aparecido recientemente.
• Cáncer de mama: Riesgo alto para la lactancia. Aunque no se ha demos-
trado la transmisión de virus tumorales por la leche materna, la lactancia
materna está contraindicada ya que la gran mayoría de los tratamientos
y procedimientos diagnósticos utilizados para el cáncer de mama no son
compatibles con la lactancia materna.
Si la madre está recibiendo tratamiento durante la lactancia esta se debe
de suspender hasta un tiempo después de haber terminado el tratamiento,
como es el caso de la quimioterapia. Durante el tratamiento del cáncer de
mama se puede extraer la leche y desecharla para mantener la producción
y poder volver a amamantar cuando en la leche no se detecte el fármaco,
ya que este indicador es el más apropiado para reanudar la lactancia.

41
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Si la madre desea dar el pecho en el futuro se le debería informar de


que por ejemplo la quimioterapia no afecta a la producción de leche, sin
embargo la radioterapia sí. Además después del tratamiento con radio-
terapia, el lactante puede rechazar el pecho que fue irradiado por tener
más cantidad de sodio que el otro, aunque nutricionalmente la leche sea
adecuada.
Hay que tener en cuenta que tanto las mujeres que reciben tratamien-
to quimioterápico tanto durante el embarazo como durante la lactancia
posiblemente experimenten más dificultades a la hora de dar el pecho y
vayan a necesitar de más ayuda y apoyo emocional.
Amamantar tras un cáncer de pecho es seguro tanto para la madre como
para el recién nacido, independientemente de que se le alimente del pe-
cho sano como del que resultó afectado, siempre que haya habido un
tratamiento conservador. Además la lactancia puede ser exitosa con un
solo pecho, pudiendo también hacer una extracción manual de la leche o
suplementación con fórmula.
• Prolactinoma: Riesgo bajo para la lactancia. La lactancia materna es
compatible con la hiperprolactinemia. Dar el pecho no aumenta el riesgo
de que crezca el tumor ni aumenta el riesgo de la recurrencia de la hiper-
prolactinemia, pero sí requiere de un seguimiento clínico.
Tras el embarazo los valores de prolactina suelen disminuir y si se ne-
cesitase medicación sería preferible la Bromocriptina o la Lisurida en
vez de la Cabergolina porque tanto la Bromocriptina como la Lisurida
se acumulan menos en sangre, pasan menos a la leche y el lactante los
absorbe peor.
• Otras enfermedades crónicas: La decisión de dar el pecho o no depen-
derá de la gravedad de la enfermedad, de si origina algún tipo de inca-
pacidad en la madre y del tratamiento materno que fuese necesario y su
compatibilidad con la lactancia materna.
Causas del lactante
• Prematuros: Al igual que para el resto de los bebés, la leche materna
es el alimento recomendado también para los bebés prematuros, los ge-
melos y los niños enfermos según la Organización Mundial (OMS), la
Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Academia Americana de
Pediatría (AAP), quienes la recomiendan salvo en muy raras excepcio-
nes de forma exclusiva hasta los seis meses de edad por los beneficios

42
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

que presenta tanto a corto como a largo plazo para madre e hijo y para
prevenir la morbilidad y mortalidad a corto plazo, complementándola a
partir de ahí con otros alimentos, hasta el año de vida o más o hasta que
la madre y el niño lo deseen.
Como se ha descrito anteriormente los prematuros de menor peso sobre-
todo los de un peso inferior a 1500 gramos a veces tienen que recibirla
de forma fortificada, aunque la leche prematura tiene una cantidad más
alta de grasas, proteínas, lactoferrina e IgA y menor de lactosa que la
leche madura, y la leche de donante reforzada es preferible a la artificial.
Otro beneficio muy importante de alimentar con leche materna de forma
exclusiva a los prematuros es la reducción del 58% o el 77% depen-
diendo el estudio en el riesgo de presentar enterocolitis necrotizante del
prematuro.
• Postmaduros: Estos recién nacidos son propensos a hacer hipoglucemias
por tener unas reservas bajas de glucógeno, necesitando una alimenta-
ción temprana para que las glucemias sean superiores a 40 mg/dl, y en su
comportamiento son parecidos a los prematuros pudiendo tener dificul-
tades en la succión y necesitando mucho apoyo con la lactancia. Es im-
portante en los recién nacidos con dificultades al pecho no darles biberón
para que no sufran el síndrome de confusión tetina-pezón, por lo que se
les podría complementar con el uso de una jeringa o un vaso.
• Fenilcetonuria (PKU): La fenilcetonuria es una alteración metabólica
congénita en el que hay un acumulo de fenilalanina ocasionado daño ce-
rebral. Estos recién nacidos requieren de una alimentación con un aporte
muy bajo del aminoácido esencial para el ser humano de la fenilalanina,
pero que aún así es necesario en cantidades mínimas para garantizar la
síntesis proteica.
La leche materna tiene un contenido bajo de fenilalanina, pudiéndose
complementar con una leche especial que no contenga este aminoácido,
y así alimentándoles de forma mixta en vez de exclusivamente artificial,
se ha demostrado que estos lactantes tienen mayor coeficiente intelectual.
• Leucinosis o enfermedad de la orina de jarabe de arce: Enfermedad en
la que existe una alteración metabólica de los aminoácidos leucina, iso-
leucina y valina. Al igual que en la fenilcetonuria, se necesita una dieta
con una baja cantidad de estos aminoácidos, pero con un aporte suficien-
te para conseguir un crecimiento normal en el lactante. La leche materna

43
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

tiene una cantidad escasa, menor que la de la leche de vaca, por lo que es
aconsejable una lactancia mixta con leche materna y leche especial que
no contenga estos tres aminoácidos.

COMPOSICIÓN DE LA LECHE MATERNA


La leche materna es un líquido vivo superior a la leche de vaca en el que en
todas sus fracciones, que son tres, hay elementos bioactivos, que son aquellos
compuestos que cumplen funciones en el cuerpo para promover la salud.
Su composición se va adaptando y variando a lo largo de la lactancia me-
diante el cambio de estos ingredientes bioactivos, tanto a los requerimientos nu-
tricionales, metabólicos, de crecimiento y desarrollo, como a los requerimientos
inmunológicos que proporcionan protección tanto a corto como a largo plazo
frente a tumores, infecciones o alergias, del recién nacido y del lactante.
La leche materna es una mezcla homogénea de tres subsistemas o fases; la
fracción emulsión, la fracción suspensión y la fracción solución:
• Fracción emulsión: Es la fase lipídica compuesta por las grasas, ácidos
grasos libres, vitaminas, antioxidantes, y demás constituyentes liposolu-
bles en forma de glóbulos.
Esta fracción es rica en colesterol y hay estudios que sugieren que esta
exposición temprana puede hacer que el metabolismo del colesterol en
los niños alimentados al pecho sea el adecuado en la edad adulta.
En ella se encuentran factores de protección como los ácidos grasos de
cadena corta y los ésteres, ambos con acción bactericida. Dentro de los
ésteres destaca el factor antiestafilocócico que protege tanto la glándula
mamaria como el aparato digestivo del lactante.
Los antioxidantes son importantes porque dan estabilidad a moléculas
frágiles que se oxidan fácilmente como es el caso de los ácidos grasos
poliinsaturados de cadena larga. La leche materna es rica en estos ácidos
grasos poliinsaturados que son necesarios para el desarrollo del sistema
nervioso central y la retina y para la síntesis de prostaglandinas. Los an-
tioxidantes protegen también al tracto gastrointestinal del lactante por su
efecto protector sobre las mucosas protegiéndolas de la oxidación, como
sucede con la enterocolitis necrotizante.
La falta de estos componentes en la leche artificial puede ser la razón
de las diferencias en el menor desarrollo psicomotor y cognitivo de los
niños alimentados de esta forma. La suplementación con estos ácidos
grasos en las fórmulas artificiales no esta clara ya que se desconocen

44
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

las proporciones adecuadas y habría posibilidad de efectos perjudiciales


como por ejemplo la obesidad.
• Fracción solución: Considerada como el suero de la leche está com-
puesta por agua en un 88% y sustancias hidrosolubles como vitaminas,
minerales, carbohidratos, proteínas, enzimas y hormonas hidrofílicas re-
lacionadas con los aspectos de producción de leche, inmunoprotectores
o de las conductas maternas y neonatales entre otras.
El carbohidrato principal es la lactosa que cubre el 40% de las necesida-
des energéticas del lactante además de favorecer el desarrollo de la flora
intestinal e intervenir en los mecanismos de absorción de calcio y hierro.
El resto de carbohidratos son los oligosacáridos como el factor bífidus
que favorece el crecimiento de la flora bífida intestinal que inhibirá el
crecimiento de bacterias como la E. Coli, o el ácido siálico que es un
oligosacárido nitrogenado que es fundamental en la formación de las
terminaciones nerviosas y de las dendritas en el cerebro, glucopéptidos,
glucosa y la galactosa la cual es necesaria para la síntesis de galaptopép-
tidos que se encargan del desarrollo del sistema nervioso.
La mayoría de los factores de protección de la leche materna están con-
centrados en la fracción solución y son: las inmunoglobulinas como la
IgA que ofrece protección al intestino del lactante y se encuentran en
proporciones muy elevadas en el calostro para luego ir disminuyendo en
cantidad, la IgG, la IgM, la IgD y la IgE, la lactoferrina con función anti-
infecciosa, la lisozima y el factor bífidus entre otros. A más frecuencia de
las tomas y mayor duración de las mismas, mayor es el efecto protector.
Las proteínas más abundantes son la alfa-lactoalbúmina, la lactoferrina
y las inmunoglobulinas.
La protección que ofrece la lactancia materna contra la leucemia infan-
til y del cáncer de mama, se cree que está relacionado con un comple-
jo molecular que se forma al unirse la alfa-lactoalbúmina con el ácido
oleico en el estómago del lactante conocido como HAMLET (Human
Alpha-lactoalbumina Made Lethal to Tumour cells), que tiene propieda-
des antiinfecciosas y capacidad para la destrucción selectiva de células
tumorales.
• Fracción suspensión: Su función es nutricional y no consta de factores
de protección, centrándose en las necesidades de crecimiento del lactan-
te.
Está compuesta por proteínas, sobre todo caseínas que son las que dan
el color blanco a la leche (su proporción es variable y es más baja en el

45
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

calostro y en la leche de los pretérmino), calcio y fósforo. Aunque la


cantidad de calcio en la leche materna es escasa tiene una gran biodis-
ponibilidad.
Las variaciones en la composición de la leche afectan a una u a otra de
estas fracciones, por lo que a lo largo de una toma el lactante va reci-
biendo un producto dinámico y variable que se va ajustando al momento
especifico en que se encuentra.
Al inicio de la toma recibe la fracción solución que es la parte más acuo-
sa y es la que le quita la sed, a medida que avanza la toma los componen-
tes hidrosolubles se van sustituyendo por los de la fracción suspensión,
para terminar en la etapa final que es el vaciamiento de la mama con la
fracción emulsión, que es la que le sacia al ser esta leche la más rica en
grasa y es esta grasa la que produce una saturación en las papilas gusta-
tivas, por eso es conveniente vaciar el primer pecho antes de ofrecer el
segundo sin limitar el tiempo de la toma.
A parte de la variación celular de la leche dependiendo del momento
de la toma, esta también varía dependiendo de la edad gestacional en el
momento del parto, de la etapa de la lactancia, del estado de salud de la
madre y del bebé, del desarrollo del tejido y glándula mamaria, y tam-
bién a lo largo del día, adaptando su composición a las necesidades del
lactante, por lo que esto se traduce en una composición muy variable en
la leche de una mujer a otra.
Los puntos focales de cada especie son los órganos fundamentales para
su supervivencia que en el caso de los humanos son el cerebro, el siste-
ma inmune y la interacción afectiva-social. La composición de la leche
materna se adaptada a estos puntos focales por la necesidad por parte del
lactante de tomas muy frecuentes lo que a su vez conlleva a que haya un
contacto con la madre continuo e íntimo.
La leche materna también es variable en color, pudiendo ser azulada,
amarillo intenso, blanco opaco o incluso verde oscuro considerándose
todos los colores normales. Si tuviese tonalidades rojas o marrones ha-
bría que identificar cuál es la causa del sangrado. Las diferencias en el
color se producen por las variaciones en la composición y en función de
la fase predominante en el momento de la toma. Por eso al inicio de la
toma puede variar de un color blanquecino a azulado o verdoso depen-
diendo de los diferentes tipos de pigmentos solubles, a la mitad de la
toma es blanca opaca por la presencia de la caseína y al final de la toma

46
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

tiende a ser amarillenta por la presencia de grasa. El calostro tiene un


color amarillento por la alta cantidad de vitamina A y de sus precursores
los betacarotenos.
El sabor de la leche materna también cambia de azucarado por la presen-
cia de lactosa a salado al disminuir la lactosa y aumentar los cloratos a
medida que avanza la lactancia, lo que se supone ser un mecanismo de
adaptación natural para que cuando se empiecen a introducir alimentos
se compatibilice la percepción sensorial del lactante. La leche también
tiene compuestos químicos que transmiten el sabor y el aroma de los
alimentos ingeridos por la madre, como por ejemplo de la cebolla y espá-
rragos, facilitando de esta manera la adaptación del lactante a los hábitos
alimenticios de la familia.
La leche es un fluido complejo que está formado por componentes nu-
tritivos como los hidratos de carbono, proteínas, lípidos, vitaminas, mi-
nerales y factores no nutritivos como los inmunológicos, de síntesis y
metabolismo, biocatalizadores, hormonas y factores de crecimiento.
Conserva la mayoría de sus propiedades durante el segundo año de lac-
tancia, por lo que su continuidad sería beneficiosa hasta los dos años. Tan
solo se observa una disminución de la cantidad de minerales, como el
zinc y el calcio, pero que podrían ser añadidos a la dieta complementaria
del bebé.

Componentes nutritivos
• Hidratos de carbono: La lactosa es un disacárido compuesto por glucosa
y galactosa y es el hidrato de carbono más abundante en la leche materna,
representa el 90% del total de los hidratos de carbono, por lo que se le
considera el azúcar de la leche.
La enzima lactasa está localizada en las vellosidades intestinales y parti-
cipa en el metabolismo de la lactosa hidrolizándola, y esta alta cantidad
de lactosa promueve la colonización intestinal por el lactobacilus bífidus,
el cuál mantiene un ambiente ácido en el intestino impidiendo así el cre-
cimiento de organismos patógenos como la E. coli. Tanto la lactosa como
el pH ácido del estómago facilitan la liberación y absorción de calcio de
los alimentos.
Los hidratos de carbono son más abundantes en la leche materna que en
la de vaca, se han detectado más de 130 oligosacáridos la mayoría for-
mados por moléculas de nitrógeno, glucosa, galactosa, fructosa, N-ace-

47
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

tilglucosamina y ácido siálico, y tienen un importante efecto bacterios-


tático al inhibir la adhesión bacteriana y vírica a la superficie epitelial.
El ácido siálico es un oligosacárido nitrogenado que beneficia el neuro-
desarrollo de los lactantes alimentados al pecho por intervenir en la for-
mación de las terminaciones nerviosas y de las dendritas en el cerebro.
La galactosa es un carbohidrato imprescindible para la elaboración de
galactolípidos, esenciales a su vez para el correcto desarrollo del sistema
nervioso central.
• Proteínas: La leche materna madura tiene una cantidad de proteínas pe-
queña en comparación con la leche de otros mamíferos, algunas con fun-
ción nutricional y otras como las hormonas, enzimas o inmunoglobulinas
con capacidad funcional.
Algunas de las proteínas de la leche materna son la caseína, la seroalbú-
mina, la lactoferrina, un gran contenido de alfa-lactoalbúmina que in-
terviene en la síntesis de lactosa, el nitrógeno no proteico (NNP) que se
encarga de la inmunidad humoral y celular y del crecimiento del sistema
gastrointestinal, la carnitina, la taurina y aminoácidos libres y péptidos.
• Lípidos: La grasa constituye uno de los componentes más importantes
y variables de la leche humana siendo su cantidad en la leche madura el
doble que en el calostro y mayor al final de la toma como se describió
con anterioridad. La leche materna proporciona la mitad de las calorías
al lactante en forma de grasa siendo así su fuente principal de energía.
El 98% de la grasa de la leche materna son triglicéridos, el resto son
fosfolípidos, ácidos grasos esenciales de cadena larga, vitaminas liposo-
lubles, mono y diglicéridos y colesterol.
La cantidad de lípidos de la leche es dependiente de la alimentación ma-
terna y de la grasa acumulada durante la gestación y varía además con
el grado de plenitud de la glándula mamaria que sintetiza ácidos grasos
de cadena media. La leche de madres con sobrepeso u obesidad presenta
menos cantidad de lípidos totales, pero una mayor proporción de ácidos
grasos saturados al ser su dieta normalmente mayor en ácidos grasos
saturados que poliinsaturados, como consecuencia la obesidad materna
modifica la composición de la leche y puede tener consecuencias ne-
gativas para el bebé, al igual que si es pobre en grasas porque estas se
obtendrían de las reservas maternas.
• Vitaminas: El contenido de vitaminas hidrosolubles como el ácido fólico,
la vitamina C, la cobalamina (B12), riboflavina (B2), piridoxina (B6)

48
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

entre otras, depende de la alimentación materna reciente debiendo de


consumirlas diariamente, pudiendo necesitar si fuesen vegetarianas un
suplemento de la vitamina B12 durante la lactancia.
El contenido de las vitaminas liposolubles como la vitamina D o la vita-
mina K depende tanto de la ingesta reciente como de los depósitos ma-
ternos. La vitamina K es superior en el calostro que en la leche madura
y a partir de las dos semanas la obtienen de la flora intestinal, pero aún
así se debería de administrar a todos los recién nacidos al nacer bajo el
consentimiento de los padres para evitar la enfermedad hemorrágica.
• Minerales: La leche materna tiene todos los minerales en la concentra-
ción adecuada para el bebé que aunque es baja, tiene un alto coeficiente
de absorción y alta biodisponibilidad para su aprovechamiento máximo.
Los minerales más comunes son el sodio, el cloro, el potasio, el calcio, el
magnesio, el citrato, el fósforo, el zinc y el sulfato.
El nivel de la mayoría de los minerales no se modifica con la alimenta-
ción materna y suele tener una concentración constante en condiciones
normales, proviniendo de sus reservas, pero si hubiese una disminución
de estas, se compensaría con mecanismos compensatorios como la re-
ducción de la excreción urinaria como puede pasar con el calcio, o con
la movilización de los depósitos óseos como sucede si la madre ingiriese
poca cantidad de calcio y de fósforo, y si estos mecanismos no fuesen
eficientes, resultaría en un vaciamiento de las reservas maternas.
El hierro en la leche materna es más elevado en los primeros días y tiene
una gran biodisponibilidad con una fracción de absorción del 70%, por
lo que aunque no se encuentra en cantidades muy elevadas, son suficien-
tes para cubrir las necesidades de los lactantes durante los primeros seis
meses. Solo los bebés prematuros necesitan aporte extra de hierro (Fe).
El yodo es importante para el funcionamiento de la glándula tiroides y la
cantidad de yodo en leche depende en gran medida de la ingesta materna,
por lo que se recomienda suplementar con yodo a las mujeres gestantes
y lactantes.

Componentes no nutritivos
• Factores inmunológicos: El recién nacido tiene un sistema inmune inma-
duro que se va desarrollando durante la etapa fetal pero que no madura
por completo hasta los dos años, y desde que nace está expuesto a una
gran cantidad de microorganismos que utilizan las mucosas todavía in-
maduras en el recién nacido como puerta de entrada.

49
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Al nacer tienen niveles bajos de fagocitos (macrófagos, neutrófilos y mo-


nocitos), IgA y linfocitos. Si es alimentado de forma natural con la leche de su
madre esta le proporciona una inmunidad tanto activa como pasiva hasta que
adquiera la suya propia al proporcionarle bacterias no patógenas y células de su
sistema inmunitario, como por ejemplo los linfocitos provenientes del intestino
materno, que pasan a la glándula mamaria de la madre mediante el proceso de
translocación o circulación entero-mamaria, posible gracias a los cambios fisio-
lógicos y anatómicos del embarazo, lo que explica la existencia de un vínculo
inmunológico entre la madre y el bebé. Si hay una infección la cantidad de anti-
cuerpos y componentes que confieren inmunidad aumenta en la leche materna.
El recién nacido recibe apoyo inmune de su madre a través de la placenta y
de la leche materna, siendo las IgA producidas por las células B de la glándula
mamaria la inmunoglobulina principal de la leche materna, conteniendo una can-
tidad escasa de IgG e IgM.
Estas IgA proporcionan protección contra microbios y proteínas alimentarias
presentes en el intestino materno, por lo que los patógenos maternos no causarán
problemas al lactante, ya que el lactante se coloniza con la flora intestinal de
la madre a través de la lactancia materna. Las IgA cubren el endotelio del tubo
digestivo para evitar la adhesión de microorganismos patógenos y facilita junto
con los altos niveles de lactosa la colonización del intestino por el lactobacilus
bífidus. La lactoferrina de la leche materna tiene función antiinfecciosa y actúa
junto a las IgA para conferir inmunidad temprana hasta que el sistema inmune del
bebé madure.
Hay variación en la concentración de las distintas células inmunológicas de-
pendiendo de la etapa de la lactancia, por ejemplo, en el calostro los macrófagos
constituyen casi la mitad de la cantidad de leucocitos totales, mientras que los
neutrófilos y linfocitos solo el 5-10%.
Todo esto beneficia a la microbiota intestinal del bebé, que depende de la
alimentación y se establece del parto, de la lactancia y más tarde de factores ex-
ternos, y de esta microbiota depende nuestro estado nutritivo, metabólico e inmu-
nológico. Hay muchos tipos de microbiotas, lo que explica también la influencia
materna.
• Componentes de síntesis y metabolismo: Los nucleótidos intervienen en
la formación y metabolismo del ácido nucleico y fabricación de la leche,
de proteínas y de factores de crecimiento. Participan también en el creci-
miento del sistema gastrointestinal y en la inmunidad humoral y celular.
• Biocatalizadores: Comprende un grupo de enzimas varias todas nece-
sarias para el desarrollo del recién nacido; unas son necesarias para la

50
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

digestión como la lipasa o la amilasa, otras son enzimas proteolíticas, y


otras son enzimas con función inmunológica.
• Hormonas: Algunas hormonas como la oxitocina o la prolactina se en-
cuentran en mayor cantidad en la leche materna que en la sangre de la
madre, y otras se presentan en cantidades inferiores. Algunas de las mu-
chas funciones de estas hormonas son la producción de leche, la fun-
ción inmunoprotectora o ser las responsables de las conductas maternas
y neonatales.
• Factores de crecimiento: Moléculas peptídicas que no existen en las le-
ches artificiales que estimulan la síntesis de ARN y ADN, la prolifera-
ción celular, y el crecimiento y madurez de varios órganos, entre ellos el
intestino, al tener una función importante en la adaptación intestinal del
recién nacido por encargarse de la nutrición de las células intestinales
inmaduras.
A lo largo de la lactancia materna se distinguen cuatro fases: la leche de pre-
término, calostro, leche de transición y leche madura:
• Leche del pretérmino: Si el parto ocurre antes de las 37 semanas la com-
posición del calostro es diferente con una mayor cantidad de proteínas,
lactoferrina e IgA y grasas y menor cantidad de lactosa para adaptarse a
las necesidades del bebé prematuro.
• Calostro: En los últimos tres meses del embarazo se acumula en los al-
véolos de la mama el precalostro, compuesto mayoritariamente por exu-
dado plasmático, células, inmunoglobulinas, lactoferrina, seroalbúmina,
cloro, sodio y una pequeña cantidad de lactosa. Aquí es cuando empieza
a desarrollarse la microbiota mamaria cuando las bacterias intestinales
alcanzan el epitelio de la glándula mamaria a través del sistema linfático
y de la sangre.
El calostro es un líquido complejo y de pequeño volumen que se produce
durante los tres o cuatro primeros días tras el parto. Es de consistencia
espesa y pegajosa, amarillento, de alta densidad y escaso volumen que
puede variar de 2 a 20 mililitros por toma.
La pequeña cantidad de calostro tiene sus ventajas; es la cantidad sufi-
ciente para cubrir las necesidades del bebé, sus riñones inmaduros no
pueden manejar grandes cantidades de líquidos, y al ser de muy fácil di-
gestión ayuda a través de sus propiedades laxantes a la primera expulsión
de meconio evitando la hiperbilirrubinemia neonatal. Al tener una con-
sistencia espesa y ser escaso en volumen, ayuda a la succión, deglución

51
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

y respiración del recién nacido, y es importante para el establecimiento


de su microflora digestiva y para la maduración de su sistema inmunoló-
gico. Además se adapta a las necesidades del bebé al tener un contenido
más bajo en grasas y lactosa que la leche madura, y la cantidad de agua
necesaria.
El contenido de componentes defensivos que le protegen contra las in-
fecciones a la vez que favorecen la maduración de su sistema inmunitario
como las inmunoglobulinas (especialmente las IgA), la lactoferrina, los
linfocitos, macrófagos, oligosacáridos y citoquinas es más alto. La can-
tidad de proteínas es tres veces más que en la leche madura, y también
son más altas las cantidades de ácido siálico, algunos minerales como
el sodio y el zinc, vitaminas liposolubles E, A, K, y carotenos. Tiene
también enzimas intestinales que ayudan a la digestión ya que la lactasa
es inmadura en el recién nacido, antioxidantes y factores de crecimien-
to que estimulan la maduración del aparato digestivo y de los sistemas
defensivos. El calostro tiene en total más de 60 componentes, 30 de los
cuales son exclusivos de la leche humana.
• Leche de transición: La leche de transición comienza con la lactogénesis
II, es la leche que se produce entre el 4º y el 15º día postparto y dura hasta
la 2ª o 3ª semana.
Entre el 3er y el 5º día del puerperio se produce un aumento brusco en
la producción de leche conocido como la bajada de la leche, que sigue
aumentando hasta 600-700 ml/día aunque existe una gran variación de
una madre a otra.
En esta etapa la madre puede sentir los pechos ingurgitados, y necesita
de un apoyo en la lactancia para que haya un buen agarre y succión y el
recién nacido vacíe los pechos evitando los problemas típicos de esta
etapa que se comentarán más adelante.
Esta leche de composición intermedia va cambiando de aspecto y de
composición con el paso de los días de forma muy llamativa durante la
primera semana para luego estabilizarse hasta alcanzar las características
y composición de la leche madura. Disminuye el contenido de proteínas
e inmunoglobulinas pero aumenta la cantidad de grasas y lactosa.
• La leche madura: La leche madura se da a partir de la tercera semana
posparto y sigue sufriendo variaciones funcionales con cambios en su
composición y volumen para irse adaptando a las distintas necesidades
del recién nacido.

52
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

Contiene una gran variedad de componentes tanto nutritivos como no


nutritivos. Los nutritivos son el agua que forma parte del 88% de su
composición dándole un aspecto acuoso, proteínas, hidratos de carbono,
grasas, vitaminas y minerales, produciendo de 700 a 900 mililitros por
día durante los seis primeros meses postparto para luego bajar hasta unos
600 mililitros a partir del segundo semestre.
Dentro de los componentes no nutritivos sigue teniendo enzimas que
ayudan a la digestión de la leche, hormonas para el crecimiento y anti-
cuerpos de la madre para combatir las infecciones.

ALIMENTACIÓN Y SUPLEMENTOS PARA LA MADRE DURANTE LA


LACTANCIA Y PARA EL LACTANTE

El embarazo y la lactancia son etapas especiales en la vida de la mujer ca-


racterizados por presentar cambios biológicos y metabólicos en los que hay un
incremento importante de las necesidades energéticas y de la mayoría de los nu-
trientes, que provienen tanto de la alimentación materna como de sus reservas,
por lo que las necesidades nutricionales de la mujer cambian y se establecen unos
requerimientos dietéticos específicos en los que seguir una dieta sana y equilibra-
da influye para mantener un estado nutritivo óptimo y satisfacer las necesidades
nutricionales tanto de la mujer como del feto o del recién nacido.
Durante el embarazo, existe una relación entre la alimentación y los resul-
tados perinatales que afectan tanto a la madre como al feto o al recién nacido,
por lo que una buena alimentación puede ayudar a conseguir un buen peso en el
recién nacido o que este llegue a término, evitar algunas malformaciones como
la espina bífida por la carencia de ácido fólico, o la aparición de enfermedades
crónicas en la vida.
Durante la lactancia, un déficit nutricional o una alimentación de baja calidad
puede afectar a la composición y al volumen de la leche materna, sin embargo,
el volumen de leche producida no se ve afectado por el volumen de líquidos in-
geridos.
La producción de leche materna supone un aumento en el esfuerzo metabóli-
co incluso mayor que en el embarazo, con el consiguiente aumento de los reque-
rimientos nutricionales y de las necesidades energéticas e hídricas. En relación a
las calorías se aconseja una dieta alrededor de 2300-2500 Kcal y de 2600-3000
Kcal en el caso de lactancia gemelar, lo que supone más o menos un incremento
de 500 Kcal en comparación con el estado preconcepcional. Si la ingesta es infe-

53
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

rior a 1500 Kcal se puede producir una disminución de la producción de leche y


esta se producirá a costa de sus reservas afectando así a su estado de salud y al del
lactante. Para el mantenimiento del balance hídrico se recomienda beber abun-
dante agua (2 a 3 litros) pero siempre en función de la sed, sensación provocada
por la oxitocina segregada durante la lactancia que ayuda a la madre a cubrir sus
necesidades hídricas.
Tanto la desnutrición como el sobrepeso y obesidad presentan porcentajes
más bajos de éxito en la lactancia materna.
Aunque la leche materna tiene una composición bastante constante, como
ya se desarrolló en el apartado de la composición de la leche materna, esta varía
dependiendo de la edad gestacional del bebé, del momento del día, de la etapa de
la lactancia y del desarrollo del tejido y glándula mamaria entre otros.
El contenido de grasa de la leche materna proviene de la alimentación de la
madre y de sus depósitos corporales, y en menor medida de los ácidos grasos de
cadena media sintetizados en la glándula mamaria. Si la dieta de la madre es rica
en grasas saturadas esta leche es más rica en ácido grasos saturados que poliinsa-
turados, al igual que si es pobre en grasas, ya que estas provendrían de las reser-
vas maternas. Si su dieta es rica en ácidos graso poliinsaturados la concentración
de estos sería mucho mayor.
Las vitaminas liposolubles como la A, D y K dependen de la ingesta reciente
y de los depósitos y las vitaminas hidrosolubles como ácido fólico, la vitamina
C, B12, B2 y B6 en la leche materna solo dependen de la alimentación materna
reciente, por lo que se debieran de consumir diariamente. Sin embargo, las con-
centraciones de lactosa e hidratos de carbono, proteínas, calcio y hierro no varían
mucho incluso si la madre ingiere poco cantidad de estos en su dieta.
Como ya se había desarrollado en el apartado de los beneficios para la madre
de la lactancia materna, esta tiene un efecto protector de la osteoporosis y fractu-
ras posmenopáusicas al mejorar la densidad ósea, sobre el riesgo de cáncer, sobre
la depresión posparto, y una mejor recuperación del peso preconcepcional por la
facilidad en esta etapa en la movilización de las grasas acumuladas en las zonas
de caderas y glúteos si a la vez que se da la el pecho se sigue una dieta equilibrada
que incluya todos los grupos de alimentos y se hace ejercicio físico, al movili-
zarse durante la lactancia los depósitos grasos producidos durante el embarazo.
Se debe evitar el consumo de tabaco, alcohol y de bebidas estimulantes, lavar
la fruta y la verdura, y eliminar la grasa de la carne para reducir algunos conta-
minantes. No hay alimentos prohibidos aunque algunos como la cebolla o los
espárragos pueden afectar al sabor de la leche ni tampoco hay ningún alimento
que se haya demostrado que aumente la producción de leche, como el mito de que

54
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

la cerveza aumenta su producción. Las madres vegetarianas pueden seguir con su


dieta ya que es compatible con un buen estado de salud durante la lactancia, solo
necesitando suplementación de la vitamina B12 ya que ningún vegetal contiene
esta vitamina. Los veganos necesitan tomar suplementos de vitamina B12 duran-
te toda la vida. En madres con una historia.
Hay mujeres que tienen más riesgo de sufrir problemas nutricionales y de-
ficiencias nutricionales afectando así a la composición de la leche, como pueden
ser las veganas, fumadoras, adolescentes, mujeres de edad avanzada o con ane-
mia ferropénica a las que es de suma importancia identificar para hacer hincapié
en una dieta sana y equilibrada.
Si hay ingesta insuficiente de algunos de estos nutrientes; yodo, ácido fólico,
calcio, hierro o vitamina C, las consecuencias pueden afectar tanto a la madre
como al hijo.
• Suplementos alimenticios y alimentos funcionales: Si fuese necesario
se podrían tomar suplementos de vitaminas y minerales y/o alimentos
funcionales enriquecidos con ciertos nutrientes para cubrir carencias o
los incrementos necesarios, siempre bajo recomendación y supervisión
de profesionales sanitarios que serán los que elijan el suplemento más
adecuado para cada mujer, al existir en el mercado una amplia varie-
dad y cambiar su composición dependiendo de la etapa a la que estén
enfocados, como pueden ser la etapa preconcepcional, el embarazo y la
lactancia.
Estos suplementos ayudan a cubrir los requerimientos de aquellos mi-
cronutrientes de especial relevancia durante el periodo preconcepcional,
embarazo y lactancia, como el ácido fólico, hierro, yodo, calcio, vita-
mina D o ácidos grasos poliinsaturados, que son requeridos en mayor
cantidad durante estas etapas de la vida de la mujer, siempre que se usen
de una forma adecuada, con el fin de llegar a esa cantidad deseada para
cubrir las necesidades de la madre y del feto o recién nacido mediante
la suma de lo ingerido con la dieta y el aporte extra que ofrecen estos
suplementos.
La utilización de estos complementos alimenticios en España no está
implantada de forma generalizada y no deben sustituir a una dieta sana
y equilibrada. No todas las mujeres necesitan un aporte extra de todas
las vitaminas y minerales, pudiendo haber un suplementación excesiva
de alguno de ellos y suponer un riesgo, por lo que es necesario seguir las
recomendaciones respecto a su dosificación.

55
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Yodo: El yodo es de especial importancia tanto en el embarazo como


en la lactancia al ser necesario para el desarrollo cerebral del lactante, y
cualquier grado de deficiencia puede afectar este desarrollo además de a
la función tiroidea materna.
La cantidad de yodo disponible en la leche materna es inferior a las nece-
sidades del lactante por lo que el consumo materno de sal yodada junto
con la suplementación de yoduro potásico es de vital importancia tanto
en el embarazo como en la lactancia.
• Ácido fólico: Su suplementación es necesaria tanto en la etapa precon-
cepcional hasta las doce semanas de gestación para prevenir los defectos
del tubo neural, reducir el riesgo de partos prematuros, bajo peso al nacer
o crecimiento intrauterino retardado.
En el caso del lactante, una deficiencia de ácido fólico supone un riesgo,
por lo que se recomienda el consumo de verduras de hoja verde y de
cítricos los cuales aportan vitaminas hidrosolubles y ácido fólico. Si la
madre tiene una alimentación saludable y está bien nutrida, no es nece-
sario suplementar al lactante con vitaminas hidrosolubles (B1, B2, B6,
B12, ácido fólico, y vitamina C). La concentración de estas vitaminas en
la leche depende de su concentración sanguínea, la cuál en general va
aumentando alcanzando su mayor concentración en la leche madura, al
no poder ser sintetizadas por la glándula mamaria. Su suplementación en
la lactancia solo es requerida en madres desnutridas, o en madres vegeta-
rianas por su deficiencia de vitamina B12.
• Calcio: Una dieta equilibrada es suficiente para suplir las necesidades de
calcio durante el embarazo y lactancia, ya que como se detalló anterior-
mente, el nivel de la mayoría de los minerales en la leche materna no se
modifica con la alimentación, y si hubiese una reducción en ellos existen
mecanismos compensatorios.
Durante la lactancia su absorción es mejor y su eliminación es menor
aunque se recomienda tomar 300 mg extra (3 a 4 raciones de lácteos).
El lactante sano alimentado al pecho no necesita suplementación ni de
calcio ni de fósforo.
• Hierro: Los suplementos no aumentan el nivel de hierro en la leche.
Aunque no se encuentra en grandes cantidades, tiene una gran biodispo-
nibilidad y nivel de absorción y es más alto los primeros días, pero aún
así estos niveles son suficientes para cubrir las necesidades de los lactan-
tes durante los primeros seis meses. También si se hace un pinzamiento

56
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

tardío del cordón umbilical ayuda a que el lactante tenga una reserva
extra de este mineral. Solo necesitan aporte extra de hierro los bebés
prematuros y las madres con anemia ferropénica que deberían tomar un
aporte extra de 15 mg de hierro elemental diario y deberían separar el
consumo de carne y lácteos para evitar la competencia del calcio y del
hierro en la digestión y metabolización. Si la madre tiene unos buenos
depósitos de hierro no necesita suplementación, además, al no tener la
menstruación ahorran hierro.
• Vitamina D: La vitamina D es necesaria para absorber y retener el calcio
y se puede obtener de los alimentos o de la exposición a la luz solar. Su
dosis requerida diaria no aumenta ni durante el embarazo ni durante la
lactancia, y por norma general no se necesitan suplementos. En el lactan-
te si su madre tiene una dieta adecuada y una exposición solar regular no
es necesaria la suplementación, y se recomienda que se le exponga a la
luz solar de forma regular para prevenir el raquitismo.
Durante el embarazo es importante mantener una ingesta adecuada de
vitamina D al pasar esta al feto a través de la placenta y ayudarle con su
crecimiento y con la mineralización de sus huesos.
• Vitamina K: Su ingesta recomendada no aumenta ni durante el embarazo
ni durante la lactancia. En el recién nacido las reservas son escasas y no
se empieza a producir en el intestino hasta pasadas dos semanas, por lo
que se recomienda administrarle una única dosis intramuscular de 1 mg
o 1-2 mg orales seguidos de dos dosis de recuerdo a las semana, luego a
las 2 semanas y por último en la cuarta semana, para evitar hemorragias.
• Ácidos grasos poliinsaturados: El consumo de grasa es necesario porque
aporta la energía y nutrientes necesarios para el desarrollo del sistema
nervioso. El desarrollo neurológico de los niños alimentados con leche
materna está en relación con su concentración de ácidos grasos poliin-
saturados de cadena larga, ácido docosahexanoico (DHA) y ácido ara-
quidónico (AA). La dieta debe incluir pescado azul y frutos secos por
su riqueza en alimentos ácidos grasos poliinsaturaados omega-3, que
favorecen el desarrollo intelectual del bebé.

FISIOLOGÍA DE LA LACTANCIA MATERNA


El desarrollo de las glándulas mamarias hasta que alcanzan su funcionalidad
durante el embarazo se denomina mamogénesis, el establecimiento de la secre-
ción láctea se denomina lactogénesis y el mantenimiento de la producción de
leche galactopoyesis.

57
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Mamogénesis
La glándula mamaria tiene tres momentos diferenciados en su desarrollo: el
periodo embrionario, la pubertad y el embarazo.
La glándula mamaria está formada por un parénquima glandular, compuesto
de conductos galactóforos, lóbulos, alvéolos y un estroma de soporte. Cada alvéo-
lo es una unidad de secreción que produce leche y transporta a su interior desde
el plasma sanguíneo proteínas, grasas, hidratos de carbonos, sales, anticuerpos y
agua. En el embarazo el aumento de los niveles de hormonas como la prolactina,
progesterona, estrógenos, gonadotropina coriónica humana y lactógeno placenta-
rio preparan a la glándula mamaria para secretar leche. Al principio del embarazo
los conductos se ramifican y crecen, las mamas aumentan de tamaño y pesan más,
el color de la areola y del pezón se oscurece, la areola aumenta de tamaño, los
tubérculos de Montgomery (glándulas sebáceas) son más visibles, y se dilatan las
venas aumentando el flujo sanguíneo.

Lactogéneis I y II: inicio de la secreción de la leche


La producción de leche durante el embarazo y en el posparto inmediato (lac-
togéneis I y II) sigue un control endocrino, por lo que la leche se produce en todas
las embarazadas, den o no el pecho. Sin embargo, en la siguiente etapa llamada
lactogénesis III o galactopoyesis, se requiere un control autocrino de la mama
y que el lactante la vacíe para que se siga produciendo leche y para que se vaya
regulando según sus necesidades.
• Lactogénesis I: A partir de las veinte semanas de embarazo se crea un
equilibrio entre la prolactina, la progesterona y el lactógeno placentario.
Se para la proliferación del tejido alveolar, e influenciadas por la prolac-
tina, que tiene sus receptores en la superficie de las células alveolares,
se estimula la diferenciación de estas células a galactocitos. Los galacto-
citos son células productoras de leche que sintetizan alfa-lactoalbúmina
con la consecuente producción y secreción de lactosa, y a la vez transpor-
tan una cantidad abundante de inmunoglobulinas y sustratos a la leche
desde el torrente sanguíneo.
Al competir la progesterona y el lactógeno placentario por los mismos
receptores que la prolactina se frena la producción láctea, aunque algunas
embarazadas si que pueden observar pequeñas cantidades de calostro.
Antes del parto los niveles de progesterona bajan, por lo que la prolactina
ya no tiene tanta competencia y la mama se prepara para producir leche.
• Lactogénesis II: Hasta el momento del parto la lactogénesis II o la pro-
ducción de grandes cantidades de leche está inhibida por la acción anta-

58
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

gonista de ciertas hormonas, sobretodo de la progesterona. En el pospar-


to, al alumbrar la placenta y sus membranas los niveles de progesterona
y lactógeno placentario disminuyen y la prolactina que sigue elevada, no
tiene competencia para actuar sobre los receptores de los galactocitos,
comenzando así la producción abundante de leche. Además, durante la
lactancia desaparecen los receptores mamarios de la progesterona y au-
mentan los de la oxitocina y los de la prolactina. El volumen de leche
producido no depende del tipo de parto, ya que el tiempo en alumbrar la
placenta después de un parto vaginal o tras una cesárea es similar.
A partir de ahí el calostro va cambiando su composición hasta llegar a la
leche madura como se explicó en el apartado anterior. Tanto la produc-
ción del calostro como la subida de la leche son facilitadas por el vacia-
miento de la mama, no por la succión del bebé, que es el determinante a
partir del tercer o cuarto día, aunque obviamente esto es necesario para
que la mama se vacíe. Por lo tanto, en el momento del parto el contacto
precoz piel con piel, el inicio de la lactancia en la primera hora de vida, y
el correcto agarre y succión del bebé favorecen este proceso.
Hay varias situaciones que pueden implicar un retraso en el estableci-
miento de la lactogénesis II; un vaciado incorrecto de la mama por su-
plementar al bebé con fórmula o por el uso de tetinas, altos niveles de
progesterona y lactógeno placentario por la retención de restos placen-
tarios o de sus membranas, patologías maternas como el hipotiroidismo,
ovarios poliquísticos, o una diabetes mal controlada u obesidad por el
peor manejo de la glucosa, que es necesaria para fabricar lactosa y esta
atraer agua al interior de la célula incrementando la producción de leche.
El estrés en la madre por falta de sueño, partos difíciles, dolorosos o
prolongados, bloquea el reflejo oxitócico y en el bebé puede provocar un
mal agarre al pecho y succión débil, provocando así un retraso de esta
etapa.
El aumento de la lactosa a medida que va cambiando la composición de
la leche atrae agua y aumenta su volumen, coincidiendo con el momento
de la conocida subida de leche, que es el inicio clínico de la lactogénesis
II. El pecho se siente firme y genera calostro abundante y un aumento
de todos los componentes de la leche, alrededor del tercer día posparto,
obteniendo el bebé alrededor de 20 milímetros de leche en cada toma,
conocida como leche de transición.
El inicio bioquímico se da cuando las concentraciones plasmáticas de
alfa-lactoalbúmina alcanzan su nivel máximo, del 4ª al 6ª día posparto.

59
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

La leche materna se va modificando durante diez días momento en el que


se establece la leche madura.

Lactogénesis III o galactopoyesis


La galactopoyesis, ahora denominada lactogénesis III o simplemente lactan-
cia, es el mantenimiento de la producción de leche madura una vez establecida
la lactancia.
Esta etapa está controlada además de por las hormonas oxitocina y prolactina
reguladas por el eje hipotálamo-hipófisis, por el control autocrino de la mama,
que depende de la frecuencia y eficacia del vaciado de la misma. La producción
de leche depende de la madre en cuanto a síntesis en sus glándulas mamarias y al
niño en cuanto a la frecuencia y eficacia de las tomas, regulándose su producción
según las necesidades del lactante. La mama se puede vaciar por la succión del
bebé, que además de regular la cantidad de leche regula también su composición,
o por la extracción manual o mecánica de la leche. Cada mama funciona como
una unidad independiente, por lo que si se vacían las dos la producción de leche
será más rápida en las dos, y si solo se vacía una de ellas, la producción será más
alta en la que ha sido vaciada adecuadamente.
El FIL (feedback inhibitor of lactation) o factor inhibidor de la lactancia, es
una proteína segregada por los galactocitos que se concentra en mayor cantidad
en la mama si esta no es vaciada correctamente, lo que a su vez afecta a los alvéo-
los al aumentar la presión en el interior de estas células comprometiendo el flujo
sanguíneo y vascularización de la glándula. Como consecuencia se disminuye la
sensibilidad a la prolactina y se inhibe su liberación por la hipófisis, disminuyen-
do la producción de leche.
El vaciamiento de la mama es lo que controla la secreción láctea en el alvéo-
lo, adaptándose así a las necesidades del lactante que mama a libre demanda y
sin horarios ni restricciones de tiempo. La leche se va fabricando continuamente
en los alvéolos y se almacena en ellos hasta la toma siguiente, liberándose desde
los alvéolos a los senos galactóforos. La más ligera rellena todos los conductos
antes de que se inicie la succión, mientras que la más grasa sale por la presión
negativa ejercida por la succión del bebé y las contracciones provocadas por la
oxitocina, lo que explica las diferencias en la composición de la leche dependien-
do del momento de la toma. Por eso es importante que la lactancia sea a demanda,
para que el lactante ingiera una cantidad de grasa adecuada, siendo ellos los que
modifiquen esta cantidad en función a la duración de la toma, de si toman de uno
o de los dos pechos, y de su frecuencia. Si se obliga a un lactante a tomar de los

60
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

dos pechos, a un horario fijo, o se les fija una duración, puede que no ingiera la
cantidad adecuada de grasa aunque sea un buen volumen, y que obtengan una
cantidad excesiva de lactosa produciendo cólicos, molestias abdominales y de-
posiciones más líquidas. Además si no se vacía el pecho adecuadamente puede
generar problemas como la mastitis. En las madres con sobreproducción de leche
es importante que se vuelva a mamar del mismo pecho para que el lactante con-
siga extraer la grasa.
Tras varios meses de una lactancia instaurada, las mamas disminuyen de ta-
maño y la madre no nota el pecho tan lleno, pero siguen produciendo la cantidad
de leche adecuada para el lactante coincidiendo con el estímulo de la succión. La
producción de leche se ha ajustado a las necesidades del niño y este lo vacía de
forma más eficaz, mamando más a menudo por necesidades de su crecimiento,
por lo que las madres pueden sentir que su leche ya no les alimenta. La invo-
lución de la mama no llega hasta el momento del destete cuando se produce la
apoptosis de los galactocitos.

Reflejo de la lactancia
La cantidad de dopamina que llega a la hipófisis anterior determina la can-
tidad de prolactina secretada por las neuronas dopaminérgicas del hipotálamo.
El estímulo del pezón-areola produce un reflejo neurohormonal que inhibe la
secreción de dopamina y por lo tanto permite la liberación de prolactina por la
hipófisis anterior, que estimula a los galactocitos para la producción láctea. Para
que la leche llegue desde los alvéolos a la boca del lactante a través de los con-
ductos galactóforos a los senos lactíferos, se necesita la contracción de las fibras
mioepiteliales producida por la oxitocina liberada por la hipófisis posterior. Los
galactocitos, al igual que el útero, están rodeados por fibras mioepiteliales que
disponen de receptores para la oxitocina que aumentan durante el tercer trimestre
del embarazo y más aún durante los primeros días posparto. Esta liberación de
oxitocina las primeras horas tras el parto favorece el vínculo madre-hijo, por lo
que se la conoce como la hormona del amor.
El reflejo de eyección depende de los receptores localizados en el sistema
canalicular de la mama, que cuando están dilatados, se inicia el reflejo de libera-
ción de oxitocina. La oxitocina en un grado bajo se libera por la presión negativa
ejercida por la succión, pero la eyección de leche se produce sobretodo por el
estímulo táctil del pezón, donde se encuentran los receptores táctiles de la libera-
ción refleja de prolactina y oxitocina.
Esta eyección de leche necesita de una vía neural aferente ascendente, que
al estímulo de la succión del bebé produce un estímulo táctil en la madre que se

61
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

transmite por la médula espinal desde las terminaciones nerviosas del pezón hasta
el tálamo y corteza cerebral, y una vía endocrinológica eferente que al disminuir
la dopamina por el estímulo táctil provoca que la hipófisis anterior libere prolac-
tina y el hipotálamo libere oxitocina desde la neurohipófisis o hipófisis posterior.

Hormonas que intervienen en el reflejo de la lactancia


• Prolactina: Es la hormona más importante de la lactancia, tanto para
el desarrollo de la glándula mamaria durante el embarazo como duran-
te la lactogénesis. En el embarazo la hipófisis anterior o adenohipófisis
produce prolactina debido al aumento de estrógenos y progesterona. La
prolactina se encarga de la diferenciación de las células alveolares secre-
toras llamadas galactocitos, y a partir de la semana veinte de gestación
estimula la producción láctea, aunque esta leche no se produce al ser
inhibida su producción por los efectos del lactógeno placentario y de la
progesterona que tienen mayor afinidad por los receptores alveolares que
la prolactina .
Durante la lactancia, como se describió anteriormente, la disminución de
los niveles séricos del lactógeno placentario a las pocas horas del parto y
de la progesterona unos días después, permite la actividad secretora de la
prolactina, que se libera tras el estímulo de succión del pezón actuando
sobre los receptores de los galactocitos para estimular la producción de
leche. Los niveles de prolactina disminuyen antes del parto y aumentan
de nuevo en cuanto comienza la succión. Mientras continúe la lactan-
cia se mantiene siempre un nivel basal de prolactina, aunque este nivel
va disminuyendo en las primeras 3 o 4 semanas posparto con respecto
al embarazo, aumentando bruscamente y alcanzando su pico máximo a
la media hora de comenzada la succión. El tejido mamario tiene tantos
receptores de prolactina que además aumentan durante las primeras seis
semanas, que no se necesita gran cantidad de esta hormona para que se
siga produciendo leche. Esto explicaría que la prolactina no se encarga
de la producción de leche ni a corto ni a largo plazo, sino que facilita su
producción.
Si la madre no da el pecho los niveles disminuyen a los valores previos
al embarazo en un tiempo aproximado de dos a tres semanas. Los niveles
de esta hormona en la sangre materna son más altos durante la noche, por
lo que la producción de leche es mayor durante las horas nocturnas. El
estrés también reduce su liberación, al igual que sucede con la oxitocina.
Sin embargo, la prolactina solo se libera tras la estimulación del pezón,

62
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

a diferencia de la oxitocina que se puede liberar también por otras vías


sensitivas.
En la producción de leche actúan conjuntamente con la prolactina otras
hormonas como son la insulina, hormonas tiroideas y paratiroideas, el
cortisol y la hormona de crecimiento.
• Oxitocina: A la oxitocina se le conoce como la hormona del amor por-
que provoca este sentimiento al actuar en los receptores de oxitocina del
cerebro materno. Se relaciona con la conducta materna, favoreciendo el
apego entre madre y recién nacido y aumentando los sentimientos de
confianza y bienestar en ellos, reduce el estrés y la ansiedad y favorece
las conductas de cuidado, con efectos a largo plazo.
Hay receptores de oxitocina en las glándulas mamarias, útero, y cerebro
entre otros órganos y sistemas. En el tercer trimestre y después del parto
aumentan los receptores oxitócicos en mamas, útero y vagina. A parte de
la respuesta a los estímulos sensoriales y mecánicos del complejo pezón-
areola, la oxitocina se libera también por estímulos táctiles, olfatorios,
visuales, auditivos y por caricias, por lo que el contacto piel con piel al
nacer hace que se libere una buena cantidad de esta hormona favorecien-
do el vínculo madre-hijo, el comienzo de la lactancia, la disminución del
estrés, del sangrado, mejora la involución uterina y en el bebé regula la
temperatura, el llanto, el ritmo cardíaco y la respiración. Este reflejo, al
igual que el de la prolactina, puede bloquearse cuando se liberan cate-
colaminas como la adrenalina o la dopamina, producidas por el estrés,
ansiedad o dolor. La oxitocina junto con la prolactina tienen efecto ansio-
lítico y disminuyen el estrés, fomentando los sentimientos de confianza
y protección materna y estimulando el lazo de unión de la madre hacia
su recién nacido.
La oxitocina hace que las células mioepiteliales que rodean al alvéolo se
contraigan produciendo así la eyección de leche, que unido a la succión
del bebé provoca un vaciamiento de la mama. La leche pasa de los al-
véolos a los conductos galactóforos pequeños y de estos a los grandes, y
de ahí a los senos galactóforos. La succión del bebé produce un estímulo
táctil en la madre que se transmite por la médula espinal desde las termi-
naciones nerviosas del pezón hasta el tálamo y corteza cerebral y provo-
ca que el hipotálamo libere oxitocina desde la neurohipófisis o hipófisis
posterior. Los diferentes estímulos como los olfatorios, visuales, sonoros
o emocionales normalmente todos relacionados con el bebé, alcanzan el
hipotálamo por diferentes vías liberando oxitocina.

63
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Esta liberación de oxitocina hace que se contraiga el útero, al igual que


sucede durante el parto, lo que reduce la pérdida hemática postparto por
la involución uterina.
En los partos inducidos con oxitocina y con analgesia epidural se puede
reducir la cantidad de oxitocina endógena, la cual también disminuye al
aumentar los niveles de estrés. El uso de oxitocina exógena también in-
crementa los niveles en plasma de prolactina, cuando lo fisiológico es
que disminuyan después del parto y vayan aumentando coincidiendo con
la succión del recién nacido, provocando un desequilibrio hormonal, lo
cual provoca un retraso en la lactogénesis II. La oxitocina exógena tam-
bién provoca un incremento de la hiperbilirrubinemia neonatal y una dis-
minución en los reflejos del bebé como el de succión que es necesario
para la liberación de la oxitocina endógena necesaria para la lactancia
materna.

Josefa AM, Adolfo GP, Mª Teresa HA, Juan José LV, Mª José LT, Carmen Rosa PA, editores. Ma-
nual de lactancia materna. Madrid: Editorial médica Panamericana, S.A; 2015.

COLOCACIÓN DEL LACTANTE AL PECHO Y POSTURAS PARA AMA-


MANTAR
Es muy importante observar una toma e indicarle a la madre las pautas para
un correcto agarre del recién nacido al pecho, así como las distintas posturas para
que elija la que mejor le convenga en cada momento, ya que la mayoría de los
problemas de la lactancia materna se dan por un mal agarre y posición del bebé.

64
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

Para un buen agarre el lactante tiene que tener su cuerpo y cabeza alineados
y su barriga en contacto con el cuerpo de la madre. Hay que acercarle al pecho
desde abajo, situando el pezón enfrente de su nariz, de esta manera alcanzará el
pecho inclinando su cabeza hacia atrás. De esta manera el labio inferior y la bar-
billa tocan el pecho primero mientras se espera a que abra bien la boca y en ese
momento se introduce la mayor parte de la areola y el pezón dentro, observando
más areola sobre el labio superior, es decir, la areola inferior tiene que estar más
introducida en su boca mientras el labio inferior está evertido hacia fuera. Al suc-
cionar las mejillas se hinchan, sin que se aprecie un hundimiento, succionando
de manera intermitente. La lactancia no debe ser dolorosa, y la madre tiene que
elegir la postura que le resulte más cómoda.
Existen herramientas estandarizadas para la observación de una toma, como
la ficha para la observación de la toma de la Unión Europea.

Posiciones para amamantar


• Sentada: Es la más habitual. Con la espalda bien apoyada en una silla
o sofá cómodo inclinándose ligeramente para que el pecho caiga hacia
delante. Es conveniente usar una almohada o cojín para acercar al bebé
al pecho, para que la madre no tenga que hacer fuerza para sostenerle du-
rante la toma, y el cuerpo del bebé pegado al de la madre que sujetará la
espalda del lactante con su brazo. Se puede usar un taburete para apoyar
los pies y mantener las rodillas ligeramente elevadas.
• Tumbada: Tumbada de lado con el brazo que queda por debajo eleva-
do y con el otro sujetando al bebé que también está acostado de lado y
colocando su cuerpo de tal forma que su barriga esté en contacto con el
cuerpo de la madre y su nariz a la altura del pezón. Es una postura có-
moda después de una cesárea o en los primeros días tras el parto cuando
se encuentra dolorida o cansada, y sobretodo por la noche. Se puede co-
locar al bebé a la inversa para aliviar obstrucciones o mastitis en la zona
superior del pecho.
• Crianza biológica: La madre echada en decúbito supino algo reclinada
y el bebé en prono encima de su madre, desarrollando así los reflejos de
búsqueda y gateo favoreciendo el agarre espontáneo.
• Posición invertida o balón de rugby: Posición cómoda para amamantar
gemelos pudiéndoles colocar en el mismo sentido o en sentidos contra-
rios, prematuros o bebés de bajo peso al nacer, después de una cesárea o
cuando la madre tiene pechos grandes. Se coloca al bebé por debajo de la
axila de la madre y las piernas hacia atrás con la nariz enfrente del pezón

65
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

sujetando el cuerpo del bebé con el antebrazo de la madre y la cabeza con


la mano del mismo brazo. Se puede apoyar al bebé en una almohada para
que no haya que hacer fuerza para sujetarle.
• Posición de caballito: Útil en niños que ya se sientan o en bebés con
problemas de reflujo gastroesofágico, prematuros, labio leporino, man-
díbula pequeña o grietas. La madre se sienta y apoya al lactante en sus
rodillas con el abdomen de este pegado al de la madre y sujetando la
cabeza del bebé con la mano en la base del cráneo.

SITUACIONES ESPECIALES
• Gemelos: En el caso de amamantar gemelos ya se ha descrito anterior-
mente que la posición de balón de rugby es la más útil en estos casos.
Hay que tener en cuenta que estas madres pueden estar más cansadas,
que se puede retrasar la subida de la leche y que esta al principio no sea
suficiente para los dos aunque irá aumentando progresivamente. Es fre-
cuente también que estos bebés sean prematuros o de bajo peso pudiendo
tener más dificultades para agarrarse al pecho al estar más dormidos o
tener una succión más débil, además de tener más riesgo de hacer hipo-
glucemias los primeros días.
• Lactancia en tándem: No hay evidencia científica que la lactancia du-
rante el embarazo provoque partos prematuros o abortos, por lo que se
puede mantener la lactancia excepto en embarazos múltiples o en madres
con antecedentes de partos prematuros.
Muchos de los hermanos mayores se destetarán de forma espontánea por
la disminución de leche producida debido a las hormonas del embarazo
sobre el tercer o cuarto mes, o más adelante por el cambio en el sabor del
calostro sobre el quinto o sexto mes, aunque siempre hay casos en los
que al niño no le importa y sigue amamantando. Cuando nace el bebé es
importante que este sea el primero en mamar para que no se quede sin el
calostro aunque normalmente estos bebés que comparten lactancia con
sus hermanos tienen menos riesgo de perder peso al nacer y lo recuperan
más rápidamente, ya que suele haber calostro abundante y el proceso
de subida de leche se produce antes y con mayor facilidad, y en caso de
ingurgitación se resuelve más fácilmente al ser dos para mamar. Por lo
tanto la lactancia en tándem no es perjudicial para el bebé ya que estos
niños suelen ganar peso más rápidamente que sus hermanos, ya sea por
una mejor técnica de la madre debido a la experiencia o por la lactancia
en tándem en sí.

66
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

• Prematuros: Estos bebés tienen un organismo y sobretodo el aparato di-


gestivo e inmunológico inmaduro, su intestino es muy sensible y se in-
flama fácilmente además de ser muy vulnerable a los patógenos. Además
tienen requerimientos nutricionales elevados ya que tienen una veloci-
dad de crecimiento muy acelerada, por lo que hay prematuros como los
de muy baja edad gestacional o menores de 1500 g que suelen necesitar
suplementos ya sea de forma enteral o parenteral y/o fortificantes para la
leche materna.
Para apoyar la lactancia materna, estas madres tienen que tener informa-
ción sobre la extracción de leche y las unidades deberían de disponer de
neveras y congeladores y de sistemas de identificación de la leche, para
intentar suplementar con leche materna en vez de con fórmula.
Como ya se había descrito anteriormente, la leche de las madres de bebés
prematuros es específica para estos bebés teniendo una cantidad más alta
de proteínas, sodio, energía, grasas, lactoferrina e IgA y menor lactosa
que la leche madura, protegiéndoles de infecciones y frente a la entero-
colitis necrotizante, favoreciendo la maduración del tracto gastrointesti-
nal, mejorando el desarrollo cognitivo y de la retina y aportando ventajas
psicológicas para la madre.

RECOMENDACIONES PARA LA LACTANCIA MATERNA


Las reglas de oro para una lactancia materna adecuada son amamantar en las
primeras horas de vida, con contacto precoz piel a piel hasta que el niño realice la
primera toma para beneficiarse de las ventajas del calostro, como son las IgA, su
efecto prebiótico, la protección contra infecciones y para favorecer el peristaltis-
mo intestinal y así sea más fácil la primera eliminación de meconio.
La lactancia materna debe de ser a demanda y sin horarios estrictos (de 8 a 12
tomas al día al principio), poniéndole al pecho antes de que llore y esté irritable
ya que eso dificultaría una correcta posición y agarre del bebé al pecho, ense-
ñándoles a los padres que los signos sugestivos de hambre son cuando el bebé
aumenta su actividad y su estado de alerta, abre la boca o se chupa el dedo. Se le
debe de dejar al pecho hasta que muestre signos de estar satisfecho, como puede
ser quedarse dormido, que relaje los puños que antes estaban cerrados, o que suel-
te espontáneamente el pecho, y si se quedase con hambre ofreciéndole el otro,
evitando así darle suplementos, y que de ser necesarios fuesen preferiblemente
a ser posible de leche materna extraída de forma manual o con sacaleches. A
muchos padres les preocupa que su hijo no tome suficiente leche, pero en las pri-

67
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

meras 24 horas con una lactancia a demanda cada 2-3 horas se obtiene una media
de 1.5 ml por toma, que es suficiente para su estómago del tamaño de una canica.
Se les debería también explicar a los padres que el uso de chupetes, bibe-
rones y tetinas está contraindicado para evitar la confusión de la mecánica de la
succión y que disminuya el estímulo necesario de succión al pezón hasta que la
lactancia esté establecida. Se debería evitar también el uso de pezoneras.
En 1991 la OMS y UNICEF crean unas normas para favorecer la lactancia
materna en los hospitales que se componen de 10 pasos a seguir para cumplir la
Iniciativa Hospital Amigo de los Niños (IHAN).

SIGNOS EN EL RECIÉN NACIDO DE UNA BUENA LACTANCIA MA-


TERNA
Hay varios signos que nos indican que el aporte de leche materna es el ade-
cuado para el recién nacido, como puede ser una pérdida del peso al nacer de
menos del 10% a los 3 o 4 días de vida, y su recuperación en las dos primeras
semanas, aumentando a partir de ese momento alrededor de 20 gramos al día.
Otro signo de buen aporte lácteo es que la madre note la eyección de leche, y
que la succión del bebé sea rápida y vigorosa al comienzo de la toma, para luego
ir siendo más lenta, escuchándole tragar y quedándose relajado cuando suelta el
pecho de forma espontánea. Hay que buscar signos de buena hidratación como
puede ser que la piel no esté seca, y comprobar que tenga una buena temperatura
corporal. Es importante preguntar a los padres por el comportamiento del bebé,
si está activo con periodos de sueño o por el contrario si existen signos de alarma
como puede ser el que esté aletargado o irritable.
Otro signo de buen aporte lácteo son las deposiciones y las micciones. Debe
de hacer de 5 a 6 deposiciones blandas y abundantes normalmente después de
cada toma los primeros días, para luego pasar a hacer solo una deposición cada
dos a siete días. Los primeros días es meconio y son negras, pegajosas y pastosas,
y luego se van haciendo más líquidas y van cambiando de color, siendo verdosas
al final de la primera semana para terminar siendo amarillentas, grumosas, semi-
líquidas y pastosas. Si son duras y secas pensaríamos en estreñimiento, lo cual es
raro en lactantes alimentados al pecho. Durante los primeros días orinan menos
al tomar menos cantidad de leche, pero antes de acabar la primera semana hacen
más de 6 micciones al día.
Si la posición y agarre del bebé al pecho no son adecuados, o se le quita antes
de tiempo por mantener horarios estrictos, o no se hace a demanda, el bebé se
quedará insatisfecho por recibir poca cantidad de leche y también por no benefi-

68
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

ciarse de la leche del final de la toma que es rica en grasa. Esto hará que quiera
amamantar cada poco, pudiendo crear en la madre la falsa sensación de que no
tiene leche y su leche no alimenta, además de poderle causar llanto debido a los
problemas gastrointestinales que esto conlleva, porque al obtener más lactosa que
grasa le causa molestias. En la madre la mayoría de los problemas más comunes
de la lactancia que se desarrollan en el siguiente apartado, se solucionarían con
una buena técnica.
Cuando hay indicios de que el aporte de leche es insuficiente porque el bebé
tiene una pérdida excesiva de peso, o hace tomas prolongadas de más de 30 minu-
tos por pecho después de la segunda semana de vida, o está irritable y hace tomas
muy frecuentes, o cualquiera de los signos de mal aporte lácteo desarrollados en
este apartado, es conveniente observar una toma y mejorar el enganche, aumentar
el número de tomas, ofrecer los dos pechos, o suplementar con leche materna ex-
traída de forma manual los primeros días o con sacaleches para estimular la pro-
ducción de leche. Si esto no fuese posible se suplementaría con leche artificial.

EXTRACCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LECHE MATERNA


La extracción de leche puede ser manual con la técnica de Marmet (ver ane-
xo V) o eléctrica con sacaleches (puede ser manual pero normalmente es eléctri-
co). Ambas requieren de un lavado de manos antes de realizar la técnica y si se
usa el sacaleches este hay que lavarlo y esterilizarlo junto con todas las piezas
una vez al día.
Esta leche materna extraída se puede guardar en recipientes de cristal o de
plástico, previamente lavados con agua y jabón y aclarados. Dura de 6 a 10 horas
a temperatura ambiente, 48 horas en el frigorífico a 4º C o hasta 6 meses en el
congelador. Antes de su administración la leche materna refrigerada se puede
dejar un rato a temperatura ambiente o calentar bajo agua templada o al baño
maría, y si está congelada se puede poner bajo un chorro de agua fría o templada
o al baño maría. No se debe de usar nunca el microondas porque no calienta toda
la leche por igual, y puede haber partes mucho más calientes que otras. Antes de
dársela al bebé se debería de comprobar la temperatura de la leche vertiendo unas
gotas en la muñeca del adulto que le vaya a dar el suplemento. La leche que haya
sido calentada y no se use se debe de desechar porque el calentamiento anterior
favorece el crecimiento de bacterias. Se le dará al bebé con un vasito, cucharilla
o jeringuilla con previa información de cómo realizarlo evitando el uso de tetinas
para evitar el síndrome de confusión tetina-pezón. Por supuesto, si esto no fuese
posible, se puede utilizar biberón y tetina durante el menor tiempo posible.

69
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

PROBLEMAS MÁS FRECUENTES EN LA MADRE DE LA LACTANCIA


MATERNA
• Dolor de pezones: Los primeros días es normal que duelan un poco al
principio de la toma, si no suele ser porque el bebé solo tiene el pezón
en la boca o una mala postura. Se soluciona con una colocación correcta
al pecho.
• Grietas: Suele ser un problema temprano de las mamas provocado por
un mal agarre y posición del bebé al pecho, que causa dolor, siendo ma-
yor al inicio de la toma para luego ir disminuyendo y desaparecer cuando
el bebé suelta el pecho. Suele ser una de las causas principales de aban-
dono temprano de la lactancia materna.
Si el bebé no está bien colocado al pecho y solo agarra el pezón este
se agrieta por la presión contra las encías o contra el paladar duro. Se
soluciona colocando bien al bebé al pecho para que la mayor parte de la
areola y el pezón estén dentro de la boca del lactante, y no solo el pezón,
pudiendo intentar distintas posturas de la lactancia por si hubiese alguna
con la que resultase más fácil un correcto agarre. Es importante que si
se tiene que apartar al bebé del pecho para recolocarle se introduzca un
dedo entre boca y pezón para romper el vacío. También se puede dar al
bebé primero el pecho sin agrietar en caso de que el problema sea uni-
lateral para que no succione con tanta fuerza del agrietado. En algunas
ocasiones las grietas se producen por una micrognatia en el lactante, o
por un frenillo sublingual o labial corto que le impide colocar la lengua
sobre la encía o evertir los labios.
Las pezoneras no alivian el dolor e incluso lo empeoran por el roce, ade-
más de no solucionar el problema de base que es la mala colocación del
bebé al pecho, y dificultando luego que el bebé lacte sin ellas.
Para curar las grietas se pueden usar pomadas de lanolina y la propia
leche materna dejando secar el pezón al aire. Se debe de tener una buena
higiene y se pueden usar protecciones del pezón que impidan el roce con
el sujetador.
• Ingurgitación mamaria: Ocurre los primeros días coincidiendo con la
subida de la leche cuando el lactante extrae menos leche de la producida
por la madre, suele ser bilateral y los pechos están duros y dolorosos. Se
previene poniendo más veces al bebé al pecho sin restricciones ni de fre-
cuencia ni de tiempo con una posición y agarre adecuados. Se recomien-
da que el bebé empiece con el pecho que no vació anteriormente para que

70
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

termine de vaciarlo o sacándose de forma manual o con el sacaleches la


leche que sobra después de la toma y refrigerarla o congelarla para más
adelante.
Si no se soluciona la ingurgitación el bebé puede tener dificultades para
agarrarse y se puede dificultar la salida de la leche, debiendo aplicar calor
local mediante un baño o compresas mojadas con agua templada y rea-
lizando una extracción suave para vaciarlos un poco antes de la toma. Si
aún así persiste el dolor después de la toma se puede tomar paracetamol
aunque normalmente con la aplicación de frío local entre tomas, nunca
antes de una toma, suele ser suficiente.
• Pezones planos, invertidos o pseudoinvertidos: Puede dificultar el en-
ganche del bebé al pezón. Este se puede estimular de forma táctil o con
sacaleches para que esté eréctil antes del enganche, sujetando el pecho
con la mano en forma de “u” o de “c” y colocando al bebé preferiblemen-
te piel a piel, lo más lejos posible del pezón para conseguir una boca más
abierta. Se debe intentar que mame antes del pecho con el pezón de estas
características porque al principio la succión es más vigorosa y facilitaría
el enganche. Siguiendo estas pautas se puede lactar sin pezoneras, pero si
se usasen se pueden retirar cuando la lactancia esté establecida.
• Obstrucción de un conducto lácteo: Se produce por un mal vaciado de
uno o varios lóbulos mamarios por un mal agarre y posición o por el uso
de sujetadores de talla pequeña. Se observa un bulto doloroso y la piel
de esa zona enrojecida, edematizada y caliente, generalmente sin fiebre.
Se soluciona aumentando el número de tomas, mejorando la técnica y
aplicando calor local para facilitar la salida de la leche.
Es recomendable poner al bebé primero en el pecho sano para que luego
el reflejo de eyección sea más fuerte y al bebé le cueste menos extraer
la leche de la zona afectada, colocándole a ser posible de tal forma que
su lengua esté colocada en la zona del pecho a vaciar y que su barbilla
presione la parte inflamada ayudando a su drenaje con el movimiento de
la mandíbula. Se recomienda masajear la zona afectada durante la toma
hacia el pezón con el pulgar y después de la toma usar el sacaleches si
aún con todas estas medidas no se ha drenado completamente el pecho.
• Mastitis: Es la inflamación de uno o más lóbulos mamarios con o sin
infección y suele ser unilateral. Suele ocurrir en los primeros tres me-
ses de lactancia pero se puede dar en cualquier momento debido a un
vaciamiento ineficaz del pecho, a horarios restringidos de la lactancia o

71
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

a cualquier situación que provoque un acúmulo de leche. Para su trata-


miento, es necesario que el bebé vacíe bien los dos pechos y seguir con
la lactancia materna, ya que si existiese infección esta no se transmitiría
al amamantar, y dejarla solo agravaría el problema.
La mastitis no infecciosa se suele producir por la acumulación de leche
que hace que los espacios intercelulares de los alvéolos se abran produ-
ciendo un cambio en la composición de la leche y permitiendo el paso de
las citoquinas de esta al espacio circundante, produciendo inflamación.
La leche resulta más salada para el lactante y la puede rechazar, por el au-
mento de sodio y cloro y la disminución de lactosa y potasio. Los sínto-
mas son dolor, enrojecimiento, calor local, induración, dolor de cabeza,
malestar, fiebre con escalofríos y a veces náuseas y vómitos. Se trata au-
mentando la frecuencia de las tomas, corrigiendo la postura y el agarre, y
vaciando bien los pechos si no lo hace el lactante con sacaleches después
de las tomas. Es recomendable aplicar calor local antes de las tomas y
frío entre toma y toma por su efecto vasoconstrictor y antiinflamatorio.
Si fuese necesario se pueden administrar analgésicos como el paraceta-
mol o el ibuprofeno y se aconseja no usar ropa que comprima el pecho.
Si no se resolviese, la retención de leche favorece el crecimiento de bac-
terias, evolucionando a mastitis infecciosa. Se debe de realizar un cultivo
de leche para saber si se trata de una mastitis infecciosa y si fuese el caso,
conocer el antibiótico más adecuado para combatir la infección, aunque
si los síntomas son graves no se debe esperar a los resultados del cultivo.
Unas de las complicaciones son el absceso mamario y las mastitis recu-
rrentes. El absceso se puede drenar sin interrumpir la lactancia si el dolor
lo permite y si no está localizado en el pezón, y las mastitis recurrentes
necesitan de un uso de antibióticos prolongado.
• Infección del pezón: Puede ser bacteriana o por hongos. La bacteriana
suele ser producida por el Staphylococcus aureus y cursa con grietas,
dolor, enrojecimiento, exudados y costras en el pezón. Cuando las grie-
tas no mejoran al corregir el agarre y postura del bebé pueden deberse
a una infección estafilocócica, pero también a anomalías en la anatomía
de la boca del bebé como el frenillo labial o lingual corto que impiden
una posición correcta produciendo dolor y grietas, que suelen requerir
cirugía del frenillo.
La infección por hongos más común es por Cándida albicans. El dolor
es muy característico siendo punzante, intenso, brusco e intermitente sin

72
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

relacionarse exclusivamente con las tomas, provocando un dolor como si


se tratase de agujas que se clavan en el interior del pecho. Normalmente
se aprecian manchas blanquecinas o eritematosas en los pezones y no
suele presentar grietas. Se aconseja revisar la lengua del lactante y sus
genitales para descartar la infección por hongos en el bebé. Es frecuente
en madres y bebés que están tomando antibióticos, y en madres diabéti-
cas o con candidiasis vaginales ya que el bebé se puede contagiar en el
parto e inocular los hongos en el pecho al mamar.
Se debe continuar con la lactancia, hacer cultivo antes de lavar el pezón
y luego lavarlo con agua y jabón varias veces al día si hay costras o su-
puración. Para evitar la progresión a mastitis se trata con antifúngicos
en crema en ambos pezones aunque solo esté afectado uno en el caso de
tratarse de una candidiasis del pezón, y si es una infección bacteriana se
dan antibióticos orales. Al lactante se le debería de tratar siempre aunque
no presente candidiasis oral (muguet) o candidiasis del pañal.
• Hipogalactia: La mayoría de las veces la falta de leche es solo una per-
cepción materna provocada por varias situaciones como pueden ser; la
separación madre-hijo, llanto o demanda constante del bebé, por man-
tener horarios estrictos en vez de una lactancia a demanda, tomas poco
frecuentes, comienzo tardío de la lactancia materna, vaciado insuficiente
de los pechos, por una mala técnica de la lactancia o por una succión
débil o disfuncional del lactante por problemas como pueden ser la pre-
maturidad, por presentar micrognatia, o por una fisura palatina o frenillo
entre otros.
Se debe enseñar a los padres lo que es la lactancia a demanda, los signos de
hambre en el bebé, la necesidad de evitar tetinas y chupetes, y a entender el com-
portamiento del bebé que a veces necesita succionar o el contacto con su madre
para relajarse o para socializarse y no solo para alimentarse.
Para diagnosticar hipogalactia tiene que existir una pérdida de peso de más
del 7% que no se recupera a los diez días, o una ganancia de menos de 20 gramos
diarios en las primeras seis semanas, o que el bebé haga micciones de escasa can-
tidad de orina concentrada. Otros criterios posibles para diagnosticar hipogalactia
serían una percepción materna de que no le ha subido la leche o que el bebé haga
heces escasas y oscuras a partir del 5º día.
Suele ser producida o por problemas endocrinos como los que cursan con
una disminución de la oxitocina (hipotiroidismo, uso de drogas o el estrés y fa-
tiga), o por disminución de la prolactina (embarazo, placenta retenida, falta de

73
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

tejido mamario, cirugía reductora de pecho, déficit congénito de prolactina, sín-


drome de los ovarios poliquísticos, síndrome de Sheehan, ciertos medicamentos,
desnutrición y deshidratación grave, o shock).
Hay ciertos medicamentos como la domperidona que pueden ayudar a resol-
ver el problema pero siempre acompañados de una buena técnica de la lactancia,
vaciando bien el pecho, aumentando el número de tomas y realizando extracción
con sacaleches. El uso de algunos productos naturales pueden inhibir la libera-
ción de prolactina.

LACTANCIA CON BIBERÓN


Hay mujeres que por razones personales, socioculturales o médicas deciden
no amamantar a sus hijos y optan por la alimentación a través del biberón.
La leche de vaca sin tratar no es apta para el consumo del pequeño
durante su primer año de vida y en ningún caso se recomienda antes del
año, cuando el riñón del pequeño se encuentra más desarrollado (antes este
órgano padece un trabajo excesivo).
La industria alimentaria actualmente ofrece un enorme abanico de leches
infantiles que permiten un crecimiento sano (es aconsejable seguir consejo
médico para una buena selección) y se adaptan a su capacidad digestiva.
Ventajas para la madre y el recién nacido
• La madre dispone de libertad y de movilidad, no es necesario que esté
todo el día junto a su hijo (podrá salir a comprar, a trabajar, etc.).
• La madre puede tomar medicación o tomar en algún momento puntual
alcohol sin miedo a que los restos de estos pasen a la leche y dañen la
salud del niño.
• Permite la posibilidad de compartir la crianza del pequeño con otras per-
sonas y facilita los lazos afectivos entre el padre y el bebé.

Desventajas para la madre y el recién nacido


• Se deben limpiar, esterilizar y preparar los biberones. El sistema inmune
del pequeño no está desarrollado completamente y sin una buena higiene
de los biberones y de las tetinas aumenta el riesgo de infecciones como
la gastroenteritis (existen en el mercado diferentes métodos de esteriliza-
ción efectivos y seguros).
Riesgos de contaminación
Manipulación de los alimentos con las manos sucias, mal lavado de los
utensilios usados, secado de manos o utensilios con paños sucios o contami-

74
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

nados, uso de agua contaminada, transporte de gérmenes por moscas y otros


vectores, descomposición fácil de la leche al quedar en el medio ambiente,
sin refrigerar y fácil cultivo de gérmenes en chupetes de goma y mamaderas,
dificultad para lavarlos bien.
• Resulta más cara ya que se debe comprar la leche y el agua.
• Hay mayor riesgo de que el bebé padezca alguna alergia o intolerancia.
• Aunque la composición de las leches de fórmula es similar a la materna,
la industria alimentaria aún no ha conseguido imitar sus propiedades in-
munológicas.
• El sabor de estas leches es uniforme (el sabor de la leche materna varía
en función de la alimentación de la madre).
• Son de difícil digestión ya que no contienen lipasa (necesaria para meta-
bolizar y digerir las grasas) y contienen un exceso de caseína (forma coá-
gulos gruesos de difícil digestión). Su mayor concentración en nutrientes
produce estreñimiento y sobrecarga renal.
• Su preparación implica más trabajo. En ocasiones las instrucciones im-
presas en los envases son difíciles de entender y puede haber problemas
con la concentración que debe tener el alimento (relación polvo-agua).
Si se agrega demasiado polvo, el preparado tendrá demasiada concen-
tración de nutrientes y provocará diarrea y mayor carga renal. Si, por
el contrario, se agrega menos cantidad de polvo, el bebé tiene déficit de
nutrientes y energía llegando a la desnutrición en los peores casos.
• El transporte de los utensilios puede ser engorroso para la madre.
• Posibles problemas que puede causar: hipo, regurgitaciones, eructos y
estreñimiento.

Elección de la leche del biberón


La OMS recomienda que la madre de el pecho durante los primeros
6 meses de vida de su hijo, edad en la que el pequeño ya podrá iniciar la
introducción progresiva de otros alimentos (su sistema inmunitario estará
más maduro).
Durante siglos (hasta el siglo XIX) la única forma que tenía la mujer para
alimentar a su hijo era a través de la leche materna. Actualmente podemos
encontrar en el mercado una amplia gama de leches para lactantes aptas para
sustituir el método tradicional. Estas derivan de la leche de vaca procesada,
que se asemeja a la leche materna aunque tiene déficit de sustancias impor-
tantes para el sistema inmunitario del bebé.

75
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

La presentación más habitual es en polvo, aunque también existen las


leches líquidas de inicio, en tetrabrik o en frasco. El etiquetado debe incluir
las instrucciones de preparación y conservación, su composición nutricional
y una advertencia sobre los riesgos para la salud en caso de una preparación
inadecuada.
En ningún caso debe aparecer en el etiquetado que son mejores que la
leche materna, y está prohibido el uso de los términos humanizado, mater-
nizado u otros similares.
En el etiquetado también debe aparecer que son adecuadas solo para la
alimentación de niños a partir de 4 meses y que no deben utilizarse como
sustitutivo de la leche materna durante los primeros 4 meses. Además de la
información numérica, en caso de informar sobre vitaminas y minerales, estas
deben hallarse en cantidades iguales o superiores al 15% de los valores de
referencia indicados en la norma.
Tipos de leches para biberón
Leches de inicio o de primera etapa
Se denominan leches para lactantes y se emplean desde el nacimiento
hasta los 4 o 6 meses aproximadamente.
Este tipo de leches deben cubrir por sí solas las necesidades energéticas
y nutricionales del pequeño para un buen desarrollo en la primera etapa de
su vida (es el único alimento que puede tomar). Se elabora a partir de la
leche de vaca.
El objetivo de su modificación industrial es adaptarlas a las necesidades
del recién nacido. Los cambios realizados consisten en una disminución de
la concentración de las proteínas de la leche de vaca (aproximándola a la de
la mujer tanto en cantidad como en calidad), una sustitución de parte de la
grasa natural de la leche de vaca por grasas vegetales (se suprime la nata y
se hace la sustitución con el fin de aportar grasas esenciales para el desarrollo
del bebé), una adición de lactosa (la leche de vaca natural contiene menos
glúcidos que la leche materna) y una adición de vitaminas (especialmente
de vitamina C y D).
En ocasiones estas leches están fortalecidas con minerales como el hierro
(siempre debe aparecer en el etiquetado) y enriquecidas con nucleótidos (me-
joran la respuesta inmune y favorecen la maduración del sistema intestinal),
taurina (colabora en el desarrollo de la función visual y en la maduración del
sistema nervioso central), carnitina (interviene en la maduración del sistema
nervioso, el desarrollo visual y la formación de las membranas celulares),

76
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega 3 y 6 (contribuyen al


desarrollo psicomotor, cognitivo y visual del bebé), ácido palmítico en posi-
ción beta (ayuda a absorber mejor las grasas y el calcio), prebióticos (esti-
mulan el desarrollo de la flora intestinal y mejoran el tránsito) y probióticos
(bifidobacterias y lactobacilus vivos que previenen infecciones intestinales y
refuerzan la flora intestinal).
Leches de continuación o de segunda etapa
Son fórmulas destinadas a los lactantes a partir de los 4 o 6 meses de
edad hasta el año aproximadamente.
Tienen una composición intermedia entre la leche materna y la de vaca.
Sus tomas se combinan con la introducción de otros alimentos (por eso no
aportan toda la energía necesaria para cubrir las necesidades del bebé).
Deben aportar el 50% aproximadamente de los requerimientos diarios
de energía del lactante, y asegurar el aporte de calcio necesario para su
crecimiento (este se cubre con 500 ml de leche diarias). El resto de la ener-
gía provendrá de alimentos complementarios (papillas de frutas, purés de
verduras, cereales, etc.).
Composición de las fórmulas de inicio y las de continuación.
Componentes Componentes Leche de continuación
Energía (kcal/100 ml) 64-72 60-85
Proteínas (g/100 ml) 1,2-1,9 2,0-3,7
Grasas (g/100 ml) 2,7-4,1 2,0-4,0
Hidratos de carbono (g/100 ml) 5,4-8,2 5,7-8,6
Sales minerales y oligoelementos
Calcio (mg/100 ml) 40-70 60 mínimo
Fósforo (mg/100 ml) 20-35 40 mínimo
Calcio/fósforo 1,2-2,0 1,0-2,0
Magnesio (mg/100 ml) 4,0 mínimo 4 mínimo
Hierro (mg/100 ml) 0,1 o 0,7 0,7-1,4
Yodo (μg/100 ml) 3,4 3,4
Cinc (mg/100 ml) 0,2 0,35 mínimo
Cobre (μg/100 ml) 20 No especificado
Manganeso (μg/100 ml) 3,4 mínimo No especificado
Sodio (mEq/100 ml) La suma no debe superar 0,7-2,5
los 50 mEq/l

77
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Potasio (mEq/100 ml) 1,4-3,4


Cloruro (mEq/100 ml) 1,1-2,9
Vitaminas
A 170-340 UI/100 ml 50-100 μg/100 ml
D 25-54 UI/100 ml 0,7-1,4 μg/100 ml
K (μg/100 ml) 2,7 -
E 0,48 UI/100 ml Mín. 0,5 mg de ácido li-
noleico
E/ácido linoleico 0,7 0,4
C (mg/100 ml) 5,4 mínimo -
B1 27 mínimo -
B2 (μg/100 ml) 41 mínimo No especificado
B6 (μg/100 ml) 24 mínimo No especificado
B12 (μg/100 ml) 0,10 No especificado
Nicotinamida (μg/100 ml) 170 No especificado
Ácido fólico (μg/100 ml) 2,7 No especificado
Ácido pantoténico (μg/100 ml) 200 No especificado
Biotina (μg/100 ml) 1,0 No especificado
Inositol (μg/100 ml) No especificado No especificado

Carga renal (mOsmol/100) 12,7 máximo 12,7


De ESPGAN.

Leches especiales
Son fórmulas lácteas específicamente diseñadas para cubrir las necesidades
nutritivas de los lactantes y los niños con algún tipo de trastorno fisiológico o
metabólico para absorber, digerir o metabolizar determinadas sustancias: bebés
prematuros, recién nacidos con bajo peso, casos de alergias, intolerancias, dia-
rreas o reflujos.
Características de este tipo de leches sin lactosa
Son leches infantiles derivadas de la leche de vaca, en las que la lactosa
se ha sustituido por otro tipo de hidrato de carbono.
Están indicadas en caso de lactantes y niños pequeños con déficit de la
enzima lactasa (intolerancia a la lactosa) producida por una deficiencia

78
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

genética o como consecuencia de una diarrea crónica o aguda (gastroen-


teritis).
En niños de 3 a 5 años no es necesaria la utilización de estas leches, ya
que se puede sustituir la leche habitual por productos lácteos como los
yogures o el queso, con menor contenido en lactosa, o bien la leche cul-
tivada.
• Fórmulas de antirregurgitación (A.R.)
Están indicadas en bebés que padecen reflujo gastroesofágico (RGE) o
regurgitación.
Esta alteración afecta al 50% de los niños a los 2 meses de edad, dismi-
nuyendo hasta un 1% al año de edad, cuando ya ha madurado su sistema
digestivo.
Estas leches son más espesas, evitando así las regurgitaciones pero no
el reflujo. Los agentes espesantes utilizados normalmente son la harina
de semilla de algarrobo o el almidón precocido. El arroz se utiliza con
menos frecuencia por ser menos efectivo. Por lo tanto, su composición
no es la de una leche de inicio normal.
Existen fórmulas A.R. de inicio y de continuación, aunque en niños de
más de 6 meses la regurgitación ya no suele ser un problema.
Su uso indiscriminado ha generado problemas, por lo que siempre debe
ser indicado su uso por un pediatra y solo en ciertos casos.
• Fórmulas para prematuros y recién nacidos de bajo peso
Estas leches deben aportar los nutrientes necesarios para cubrir los reque-
rimientos del tercer trimestre de gestación. Deben aportar los elementos
necesarios para continuar el correcto desarrollo del sistema digestivo y
de la función metabólica.
Contienen una mezcla de grasas vegetales y lácteas y están enriquecidas
con hierro.
• Fórmulas de soja
Son leches que no contienen lactosa y sus proteínas no provienen de la
leche de vaca sino de la soja.
Suelen estar enriquecidas con hierro, calcio, cinc, metionina, L-carnitina
y taurina para completar el aporte de todos los nutrientes esenciales.
Se aconseja su uso en niños de familias vegetarianas, niños con intole-
rancia a la lactosa y niños que padecen alergia a las proteínas de la leche
de vaca. Es más habitual en Estados Unidos.

79
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Fórmulas aptas en errores metabólicos


Son leches específicas para determinadas enfermedades metabólicas de-
bidas al defecto en el funcionamiento de una enzima determinada.

Tomas del biberón


No es obligatorio que los biberones del día contengan el mismo volu-
men de leche y estén repartidos en intervalos regulares a lo largo del día (el
espacio de tiempo de 2,5 y 3 horas permite al pequeño hacer la digestión).
Para que el bebé no se despierte durante la noche se aconseja una última
toma nocturna.
A lo largo de los primeros 5 meses de vida se van reduciendo las tomas
de forma natural y aumentando su volumen.
A continuación se describe una tabla orientativa de las tomas desde que
el bebé nace hasta que tiene 5 meses:
Edad del niño Número de tomas Volumen total Tiempo entre cada
diario (ml) toma
0-8 7-8 100-400 3 horas
8-15 días 7-8 450-500 3 horas
15-30 días 6-7 550-650 3 horas
2 meses 5-6 600-700 3,5 horas
3 meses 5-6 720-800 3,5 a 4 horas
4-5 meses 4-5 780-850 4 horas

Preparación del biberón


Utensilios para la preparación del biberón
• Biberones. Conviene tener varios biberones apunto.
• Tetinas con arandelas y capuchones. Deben ser de diferentes flujos, en
función de la consistencia del producto (flujo lento para la leche y flujo
rápido para las papillas).
• La tetina debe adaptarse a la edad del bebé. Las más convenientes para
los más pequeños tienen que tener una forma que recuerde al pezón ma-
terno, con flujo regulable y válvulas anticólicos y antiregurgitaciones.
Para los más mayores se debe vigilar que el orificio de salida esté adap-
tado a la consistencia del alimento.
• Un esterilizador.

80
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

• Un cacito, necesario para hervir agua.


• Un recipiente para conservar el agua.
• Cepillos (de mango pequeño y mango largo) para los biberones y las
tetinas.
• Leche de fórmula en polvo.
Técnica paso a paso para preparar un biberón
• Lavarse las manos.
• Lavar y esterilizar todos los utensilios. Con la esterilización destruimos
los microbios alojados en las paredes del biberón (que pueden contami-
nar la leche), en especial si la preparación se hace con antelación.
Existen varios tipos de esterilización: por ebullición (se colocan los bi-
berones, tetinas y utensilios en una cacerola tapada y se deja hervir du-
rante un mínimo de 10 minutos), de vapor (son recipientes eléctricos que
esterilizan el agua en unos 10 minutos como máximo), para microondas
(utiliza la potencia del microondas para convertir el agua en vapor y son
muy útiles en viajes) y en frío (son recipientes con agua a la que se le
añaden pastillas desinfectantes con capacidad de eliminar los gérmenes
en 30 minutos donde se sumergen los biberones y las tetinas).
• Rasar con un cuchillo la medida de la leche en polvo.
• Verter la leche en el agua del biberón.

¿Qué agua elegir para prepararlo?


El agua potable, gracias al tratamiento de cloración, es apta para la pre-
paración del biberón siempre y cuando haya sido hervida previamente
(sin sobrepasar los 10 minutos de ebullición ya que sino aumenta la
concentración de sodio y de nitratos perjudiciales para la salud del bebé).
También se pueden utilizar aguas envasadas como las minerales naturales,
las de manantial o bien las aguas preparadas.
• Cerrar el biberón y agitar hasta su completa disolución para evitar que se
queden grumos que pueden obstruir la tetina.
• Agitar el biberón girándolo entre las manos para diluir bien la leche en
polvo.
• Para comprobar la temperatura de la leche (que no queme) se deben dejar
caer unas gotitas sobre el dorso de la mano o en el interior de la muñeca.

81
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

ALIMENTACIÓN COMBINADA
Muchas madres deciden combinar el pecho con el biberón. Lo más ade-
cuado es iniciar la alimentación materna para más tarde introducir el biberón
(de caso contrario el bebé puede rechazar el pezón y además perdería las
ventajas nutricionales que aporta el calostro).

Ventajas para la madre y el recién nacido


• El bebé se beneficia de los nutrientes y anticuerpos de la leche materna.
• El niño no se quedará con hambre.
• No da tanta libertad como la lactancia con biberón pero no esclaviza
tanto a la madre como la lactancia materna.

Desventajas para la madre y el recién nacido


• Supone mucho trabajo para la madre ya que primero debe dar el pecho a
su hijo y más tarde ocuparse de la preparación del biberón.
• Es necesario comprar utensilios: biberones, tetinas, esterilizador, cazos,
etc.
• Es un método difícil porque para el bebé es más sencillo succionar el
biberón que el pecho (hay rechazo).

POSIBLES PROBLEMAS ALIMENTARIOS QUE PUEDEN AFECTAR


AL LACTANTE
Regurgitaciones
La regurgitación es el reflujo simple del alimento que el bebé acaba de inge-
rir, desde el estómago a la boca, sin que él haga esfuerzo, y en pequeña cantidad.
Es muy frecuente en los bebés en los primeros meses de vida y no tiene impor-
tancia, ya que con el tiempo se soluciona.
Es frecuente que los lactantes regurgiten cantidades pequeñas de leche
a causa de sobrealimentación (el pequeño regurgita porque está lleno), una
alimentación demasiado rápida o la ingesta de aire (se aconsejan los biberones
con la tetina más dura y el agujero más pequeño).
Si el pequeño pasa de las regurgitaciones a los vómitos se debe acudir
al pediatra. Seguramente es indicativo de un problema más grave como al-

82
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

guna infección, obstrucción intestinal, reflujo gastroesofágico o bien estrechez


del píloro.

Si el pequeño pasa de las regurgitaciones a los vómitos se debe acudir al pediatra.

El vómito, en cambio, es la expulsión forzada y brusca del contenido


gastrointestinal por la boca; implica por tanto, un esfuerzo y suele ser de
bastante mayor cantidad que la regurgitación.
Por último, la enfermedad por reflujo gastroesofágico es un proceso más
serio en el que las regurgitaciones o vómitos repetitivos dañan la mucosa
del esófago debido al pH ácido del contenido gástrico.
Estreñimiento
Normalmente, el niño sufre de estreñimiento por razones funcionales, y
solo son suficientes algunas sugerencias para que esta situación no se trans-
forme en un trastorno tenaz y molesto para el pequeño y para la familia.
Durante las primeras semanas, si el recién nacido toma el pecho, normal-
mente sus deposiciones son semilíquidas, aunque retenga las heces durante
algunos días. Esto se debe, quizás, al tipo de lactosa que la leche materna
contiene. Por el contrario, si el pequeño es alimentado con leche de fórmula,
las heces pueden ser más duras lo que provoca dolor a la hora de defecar
(el bebé en estos casos se contiene por miedo al dolor, cosa que complica
aún más el estreñimiento).
Se dice que el bebé está estreñido cuando las deposiciones no solo se
producen a intervalos de dos o más días entre ellas, sino que causan malestar
al pequeño, que, precisamente por eso, intenta retener instintivamente las
heces, para evitar la molestia que siente durante la evacuación.
Diarreas
Las deposiciones de los lactantes son normalmente blandas y frecuentes.
Cuando la consistencia de estas pasa a ser demasiado acuosa y además se
acompaña de vómitos y fiebre indican una posible infección.

83
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Las diarreas son peligrosas ya que pueden deshidratar al bebé y ante su


aparición se debe acudir inmediatamente al médico.
En ocasiones la diarrea no se acompaña de fiebre y es de larga duración
(de semanas e incluso meses). Suele ser secundaria a problemas de mala ab-
sorción o alergias alimentarias como la intolerancia a la lactosa, intolerancia
al gluten (celiaquía) o alergia a las proteínas de la leche.
Alergias
Algunos bebés alimentados con fórmulas adaptadas desarrollan alergia a
las proteínas de la leche de vaca (los niños con antecedentes familiares no
deben incorporarla antes de los 12 meses).
Sus síntomas más comunes son estornudos, asma, tos persistente, dolor
de cabeza, inflamación de ojos, vómitos, sinusitis, otitis recurrentes y reac-
ciones en la piel.
Intolerancias alimentarias
La intolerancia a la lactosa es una afectación de la mucosa intestinal
que aparece en la infancia y que va progresando hasta la edad adulta. El
niño que la padece tiene imposibilidad para digerir la lactosa de la leche
debido al déficit de la enzima encargada de digerirla (la lactasa). Provoca
dolor abdominal, diarreas, flatulencia, distensión abdominal, pérdida de peso
y malnutrición.
Si el niño que padece esta enfermedad no consume leche tendrá serias
carencias de calcio, vitamina D, riboflavina y proteínas de alta calidad. Para
que esto no pase existe la alternativa de los preparados de leche con pro-
teínas y azúcares diferentes a los de la vaca (denominados hidrolizados de
proteínas y preparados de soja) pero con el suficiente contenido en calcio,
en grasas y en proteínas.
Otra intolerancia alimentaria es la enfermedad celíaca o intolerancia al
gluten de algunos cereales.
Su ingesta provoca al pequeño una atrofia en su mucosa intestinal que
remite cuando se elimina por completo de la dieta este compuesto.
Los síntomas más comunes en niños de 6 meses a 3 años son la diarrea,
los vómitos en proyectil, la falta de crecimiento y el aumento de peso, las
heces de consistencia, color, olor y cantidades anormales y la malnutrición.

PLANIFICACIÓN DEL DESTETE


El destete significa cese de la lactancia materna, por tanto, designa el
paso de la leche materna a la artificial y también el paso de una alimentación
exclusiva a base de leche a otra diversificada.

84
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

Antes de los 3 meses destetar significa separar al bebé del pecho de su


madre e introducir otra leche diferente (artificial). A partir de los 4-6 meses
destetar pasa a significar separarle del pecho de su madre además de diver-
sificar su alimentación hasta que el bebé adopta la alimentación corriente de
la familia y la lactancia materna desaparece completamente.
Es de fundamental importancia que el destete se inicie en el momento
oportuno. Las consecuencias de hacerlo muy precozmente o demasiado tarde
suelen acarrear problemas al bebé. No
se deben introducir varios alimentos a
la vez (es preferible esperar un mínimo
de dos semanas antes de añadir otro
para que haya plena certeza de que ha
tolerado el primero).
Cuando el niño recibe alimentos
diferentes a la leche materna antes de
que su organismo esté preparado para
asimilarlos, puede provocarle trastornos Los lactantes menores de 4 meses, no se
digestivos, alergias, intolerancia a los encuentran aptos para recibir alimentos
alimentos y también diarrea infecciosa. semisólidos
Los lactantes menores de 4 meses,
no se encuentran aptos para recibir alimentos semisólidos, ni estos son ne-
cesarios cuando son alimentados al pecho materno o reciben una fórmula
láctea especialmente diseñada. La inmadurez neuromuscular puede ser un
factor asociado a problemas de la deglución. Los lactantes que reciben ali-
mentación complementaria antes del tercer mes pueden presentar accesos de
tos al momento de ser alimentados y en ocasiones se observan signos de
dificultad respiratoria como sucede cuando una pequeña fracción de papilla
deglutida alcanza la glotis del niño. Otro problema radica en que el lactante
menor de 4 meses es incapaz de expresar cuando ha saciado su hambre, lo
cual puede conducir a que sea sobrealimentado.
La introducción de alimentos diferentes de la leche humana, disminuye
la frecuencia e intensidad de la succión y por lo tanto, la producción láctea. 
El alimento suministrado no será complemento de la leche materna sino
más bien un sustituto parcial e inadecuado ya que generalmente su valor
nutricional es menor.
Otro riesgo para el pequeño está relacionado con la carga renal de solutos.
El lactante durante los primeros meses no tiene del todo maduro el sistema
renal y un exceso de solutos a través de los alimentos diferentes a la leche

85
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

materna puede provocar diarreas asociadas a una deshidratación hipertónica


con consecuencias graves en su sistema nervioso central.
También parece existir un mayor riesgo de caries dental con la intro-
ducción de jugos o aguas endulzadas a temprana edad, sobre todo cuando
estos alimentos son suministrados con biberón (se suelen administrar para
tranquilizar al bebé, especialmente en horas de sueño). Cuando existe una
exposición prolongada de los dientes a líquidos ricos en azúcares, se desarro-
lla un pa-trón característico de destrucción dentaria (caries con predilección
de incisivos superiores y caninos). A este fenómeno se le ha llamado caries
del biberón.
Igualmente, el retraso de la incorporación de alimentos diferentes a la
leche en la dieta del bebé, provoca desnutrición, porque la leche materna
no basta para satisfacer los requerimientos para un crecimiento adecuado.
Ya se ha comentado anteriormente que la Organización Mundial de la
Salud (OMS) establece que un bebé debe mamar durante los 6 primeros
meses y recomienda prolongar la lactancia materna hasta que cumpla el
primer año. Es a partir del sexto mes, periodo que coincide con la dentición
cuando se aconseja iniciar el destete y se suele abandonar totalmente entre
los 12 y 24 meses.
La diversificación progresiva de alimentos es importante para el desa-
rrollo del bebé y desempeña un papel educativo. El pequeño poco a poco
va descubriendo nuevos sabores y texturas a la vez que sustituye el biberón
por la cuchara.

Consejos para la introducción de nuevos alimentos


• Procurar no iniciarla antes de los 4 meses, es preferible retrasarla hasta
los 6 meses, cuando el organismo del pequeño está más maduro.
• Las cantidades de los nuevos alimentos deben ser pequeñas y se deben
ir aumentando de forma progresiva, observando la tolerancia del orga-
nismo del niño.
• Los alimentos, en un principio, deben estar triturados de forma homogé-
nea y una textura muy fina y de forma progresiva se debe ir cambiando a
una textura más gruesa hasta llegar a los trozos.
• Dejar un margen de tiempo mínimo de entre una y dos semanas desde
que se introduce un alimento y luego se prueba otro para que el niño se
pueda acostumbrar a los nuevos sabores y texturas.
• No introducir los cereales con gluten antes de los 7 meses para evitar la
aparición de intolerancia.

86
Alimentación del niño de 0 a 4 meses

• Evitar que el niño tome las papillas con biberón y potenciar el uso de la
cuchara adaptada a la medida del pequeño.
• Evitar la introducción de la leche de vaca antes de los 12 meses, dada la
inmadurez intestinal.
• Ofrecer el máximo de sabores, colores y texturas diferentes para estimu-
lar el sentido del niño.
• En ningún caso se debe forzar al pequeño a comer ni tampoco se le debe
triturar todo para que tarde menos en comer, de esta forma las comidas
se hacen rutinarias.

87
3
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO DE 4 A 6 MESES
Marta González Caballero, Carmen Codina Galán y Tamara Herrera Floro

Entre los 4 (si el pequeño se alimentaba a través de alimentación arti-


ficial) y los 6 meses (si se alimentaba de forma exclusiva con leche mater-
na) la mayoría de los bebés ya están preparados fisiológica y psicológica-
mente para empezar a consumir alimentos de textura triturada, muy líquida
y sin presencia de grumos (que se podrá ir espesando con el paso de las
semanas).
En esta etapa el aparato digestivo
del niño está suficientemente maduro
para tolerar la absorción de sus primeros
alimentos sólidos diferentes a la leche, su
mucosa intestinal se ha desarrollado y ha
disminuido el riesgo de padecer alergias
alimentarias, su reflejo de succión se ha
ido debilitando, la secreción de saliva En esta etapa el aparato digestivo del niño
ha aumentado, cosa que facilita tragar está suficientemente maduro para tolerar la
los alimentos de textura más espesa, hay absorción de sus primeros alimentos sólidos.
una mejora de su coordinación muscular
(la lengua es capaz de mover los alimentos sólidos en su boca) y se ha per-
feccionado el control de los movimientos en su cabeza (se puede aguantar
sentado sin ayuda).
Hay que evitar que el bebé tome sus primeros purés con biberón ya
que se debe acostumbrar a comer con la cuchara y aprender a saborear los
alimentos.
Se debe fraccionar la comida en 5 tomas diarias de textura líquida y
homogénea (los horarios pueden variar de un niño a otro teniendo en cuenta

89
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

que entre dos comidas debe haber un tiempo mínimo de 3 a 3,5 horas) y
con un volumen cada una que puede oscilar entre los 160 y los 200 gramos.
El niño suele ganar alrededor de 600 gramos de los 4 a los 5 meses y
alrededor de 500 gramos de los 5 a los 6 meses.
Generalmente, comienza con la papilla de frutas por la tarde, que co-
rresponderá a una merienda con un aporte de vitaminas naturales y fibra que
son importantes para la salud del niño.
Durante este periodo, se deben ir introduciendo con prudencia alimentos
no lácteos, que deben ser preparados de forma adecuada en consistencia y
cantidad para no alterar el ritmo de maduración digestiva y renal del bebé,
así como el progresivo desarrollo neuromuscular. Esta etapa es propicia para
favorecer el paso de la succión a la cuchara, lo que permitirá saborear mejor
el alimento, y cambiar la textura, de líquido a triturado, y cuando ya tenga
dientes a los trocitos.
Las pautas de alimentación del bebé se debe de adaptar a la capacidad
digestiva y al estado de desarrollo fisiológico y neuromotor, haciendo pau-
latina la introducción de nuevos alimentos. La capacidad gástrica del recién
nacido es de 10 a 20 mililitros (ml) y aumenta durante el transcurso de su
primer año hasta los 200 ml, lo que va a permitir que el niño haga comidas
más abundantes y menos frecuentes.

Alimentos que se pueden dar a los niños de 4 a 6 meses


• Lácteos.
El pequeño debe consumir 500 ml diarios de leche materna o de conti-
nuación.
• Cereales y derivados.
Son alimentos energéticos, ricos en vitaminas del grupo B y en minera-
les.
Se pueden introducir cereales infantiles sin gluten mezclados con su le-
che habitual.
Hasta los 6 meses los únicos cereales que tolera el bebé son el maíz y el
arroz (que no contienen gluten). Algunos preparados incorporan también
tapioca (la sémola de maíz y la tapioca se pueden agregar a las prepara-
ciones con verduras).
Los demás cereales como la avena, trigo, centeno o la cebada se deben
excluir de la dieta del pequeño hasta más adelante.

90
Alimentación del niño de 4 a 6 meses

Se deben introducir en pequeñas cantidades, añadiendo de 1 a 2 cuchara-


das en una de las tomas de leche (por ejemplo en el biberón de la maña-
na) y luego en dos (mañana y noche).
Estas cantidades se deben ir aumentando de forma gradual hasta llegar a
las 4 cucharadas en cada una de estas tomas en torno a los 9 meses.
• Frutas.
La incorporación de este grupo de
alimentos es muy importante ya que
son una fuente esencial de minera-
les, fibra dietética y vitaminas, espe-
cialmente de vitamina C.
A partir de los 5 meses se pueden
ofrecer zumos y papillas de frutas
como la manzana, pera, plátano cha-
fado y la naranja. A partir de los 5 meses se pueden ofrecer
Se deben escoger frutas maduras y zumos y papillas de frutas como la man-
de temporada (son más dulces), la- zana, pera, plátano chafado y la naranja.
vadas previamente y sin piel. Se tendrán que introducir más adelante las
frutas exóticas y las bayas (fresas, moras, frambuesas) ya que pueden
provocar alergias en niños tan pequeños.
No hay que añadir ni azúcar ni galletas en las preparaciones de papillas.
En preparaciones cocidas como las compotas se debe añadir el jugo de
algún cítrico para asegurar un correcto aporte de vitaminas.
Como la vitamina C de las frutas se pierde rápidamente al contacto con
la luz y el aire hay que ofrecerla recién triturada.
Siempre que el niño prueba alguna fruta y no le gusta su sabor hay que
esperar dos semanas para volver a intentar que la pruebe, sin esforzarlo.
• Verduras.
Son importantes por su contenido en glúcidos, fibra blanda (no agresiva
para el sistema digestivo del bebé), vitaminas, minerales y agua.
Entre los 5 y 6 meses se pueden empezar a añadir algunas verduras como
la zanahoria, judía verde y cebolla, hervidas (hervir en una olla exprés
con poco agua y en un recipiente cerrado durante un máximo de 20 mi-
nutos para evitar la pérdida de vitaminas y minerales) y trituradas con
patata hervida. También se pueden preparar purés con cereales sin gluten
como la sémola de arroz, sémola de maíz y la tapioca.
Una vez toleradas estas se pueden ir añadiendo otras como la calabaza,
calabacín, puerro y acelgas.

91
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

En ningún caso se debe añadir sal.


En el mercado se encuentran conservas especiales para bebés, general-
mente llamadas potitos, que están sometidas a la legislación de alimentos
para bebés destinados a lactantes y niños de corta edad.
Las verduras se pueden dar trituradas directamente con cuchara o bien
mezcladas en el biberón de leche (se empieza por una cucharadita y lue-
go dos en la comida del mediodía y se van aumentando las cantidades
según las reacciones del niño). De esta forma, al cabo de 3 o 4 semanas
se llega a dar al pequeño 4 o 5 cucharadas soperas (equivalentes a un
potito de 100 gramos).
• Grasas.
Se puede empezar a introducir aceite de oliva crudo (se puede alternar
con aceite de girasol o de maíz por su importante contenido en ácidos
grasos esenciales) en los triturados de verduras. El pequeño tendrá bas-
tante con una cucharada pequeña de postre una vez al día.

Alimentos que no se pueden dar durante esta etapa


• Leche de vaca o derivados como los yogures o los quesos.
• Pescados y derivados.
• Carnes y derivados.
• Huevos.
• Frutos secos.
• Cereales con gluten y derivados.

Introducción de alimentos: Gluten


La introducción del gluten en la dieta del lactante sano se recomienda hacer-
lo entre los 4 y los 6 meses de vida, en pequeñas cantidades y de manera progre-
siva, y siempre que sea posible, mientras el niño recibe lactancia materna.
El riesgo de desarrollar una enfermedad celíaca se ve reducida de manera
significativa si la primera introducción de alimentos con gluten se lleva a cabo
mientras el niño aún lacta al pecho con respecto a los que lactan artificialmente;
así mismo el riesgo aún es menor a mayor duración de la lactancia materna.
A los niños que se les introduce precozmente el gluten, especialmente antes
de cumplir los 4 meses, presentan 5 veces mayor riesgo de desarrollar enfer-
medad celíaca, y en aquellos casos en los que se introduce de manera tardía es
ligeramente mayor.
Las recomendaciones actuales parten de la base de la experiencia en Suecia
en 1982 donde se observó un brusco aumento en los casos de enfermedad celíaca

92
Alimentación del niño de 4 a 6 meses

a partir de ese año, coincidiendo con el consejo de retrasas la introducción de


alimentos con gluten hasta pasados los 6 meses de edad. En 1996 cuando se mo-
dificó la pauta y se aconsejó reintroducir el gluten precozmente se vio una dismi-
nución de los nuevos casos de enfermedad celíaca. Por tanto las recomendaciones
son claras: Introducir alimentos que contengan gluten a partir de los 4 meses de
edad y antes de los 6 meses intentando que los niños con lactancia materna intro-
duzcan el gluten antes del abandono de la misma.

Menú ejemplo para niños de 4 y 6 meses.


Niño de 4 meses Niño de 5 meses
Toma 1 Biberón de leche de inicio Harina sin gluten con leche
(ejemplo: 8 h:00) o lactancia materna (160 de inicio o continuación
ml). (180 ml).
2 cucharadas soperas de
cereales infantiles sin
gluten.
Toma 2 Biberón de leche de inicio 5-6 cucharadas soperas de
(ejemplo: 11 h:00) o lactancia materna (160 cereales infantiles sin glu-
ml). ten, preparadas con leche
de inicio o de continuación
(se puede añadir el caldo
de hervir verduras en lugar
de agua sola) (200 ml).
Toma 3 Biberón de leche de inicio Biberón de leche de inicio
(ejemplo: 14 h:00) o lactancia materna (160 o de continuación (180
ml). ml).
Toma 4 Biberón de leche de inicio Papilla de fruta madura
(ejemplo: 17 h:00) o lactancia materna (160 (180 ml).
ml).
Toma 5 Biberón de leche de inicio Biberón de leche o lactan-
(ejemplo: 21 h:00) o lactancia materna (160 cia materna (180 ml).
ml).
2 cucharadas soperas de
cereales infantiles sin
gluten.

93
4
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO DE 6 A 11 MESES
DE EDAD
Carmen Codina Galán

Esta etapa es muy importante puesto que sucede prácticamente el total de la


introducción de los alimento en la vida del niño/a. Es el período llamado proceso
de diversificación de los alimentos. Se debe iniciar antes de los 6 meses (nunca
antes de los 4) y se tienen que introducir de manera progresiva, lenta y en peque-
ñas cantidades.
Hay que evitar distracciones durante la hora de las comidas (principalmente
con la televisión y los teléfonos). Hay que evitar forzar la sobreingesta de los
niños, ya que muchas veces las expectativas de lo que comerá los padres son
superiores a la capacidad del niño.
Hasta los 6 meses, coincidiendo con el periodo de lactancia materna, no es
necesaria la ingesta de agua, pero a partir de la introducción de los alimentos se
recomienda ofrecer al niño/a agua a demanda según la sed que tenga.
Las nuevas recomendaciones, donde cada vez más guías infantiles lo reco-
miendan, es la introducción de alimentos llamada baby-led weaning o alimenta-
ción dirigida por el niño. Esto no es nada menos que dejar al bebé que dirija el
proceso de su propia alimentación. Es un proceso más natural y menos atraumáti-
co para el niño/a, evitando pasar transitoriamente por los purés. Continúan, igual
que cuando toman lactancia materna, autorregulando la cantidad que comen, si-
guiendo una alimentación más similar a la del resto de la familia.

95
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

En esta edad los bebés ya pueden coger la comida con la mano y llevársela
a la boca, y pueden aplastar con las encías y con los labios comida que no esté
muy dura con la finalidad de tragarlo. Se recomienda utilizar verduras al vapor o
bien enteras o bien cortadas del tamaño de un dedo, frutas cortadas en forma de
palitos, maduras, y carne cortada en tiras.
Como guía orientativa, siguiendo los pasos de desarrollo motor normal en
el niño/a destacamos que:
• Entre los 7 y 8 meses son capaces de coger alimentos con la mano.
• Entre los 8 y 11 meses pueden transferir sin problema alimentos desde la
mano hasta la boca e incluso inician maniobras de pinza.
• Entre los 10 y los 12 meses sostienen un vaso con las dos manos y son
capaces de ponerse la cuchara en la boca por sí solos.
• A partir de los 15 meses son capaces de beber de un vaso sin ayuda, y a
partir de los 21 meses sin derramar el líquido que contiene su interior.
El hecho de fomentar la alimentación dirigida por el niño, estimula la psico-
motricidad fina y óculo-manual.
La única complicación presente en esta modalidad es el atragantamiento.
Para evitarlo hay que tener cuidado con los alimentos que se les ofrece (por ejem-
plo no dar aquellos alimentos pequeños y duros como los frutos secos) y estar
acompañados de un adulto mientras comen.
En este período, la leche tiene que seguir siendo la principal fuente nutritiva,
hasta el primer año de vida. Se recomienda en esta etapa los siguientes alimentos:
• Hidratos de carbono: pasta (pequeña, tipo sémolas), pan, papilla de ce-
reales, arroz, legumbres (bien cocidas) y patata.
• Proteínas: 20-30 gramos de carne diaria. Si es pescado, tanto blanco
como azul, aumentar la cantidad a 30-40 gramos. También puede ser un
huevo.
• Frutas: pera, melocotón, plátano, manzana, fresa, sandía, melón o man-
darina.
• Verduras: judía verde, cebolla, calabacín, calabaza, zanahoria, tomate o
puerro.
• Aceite de oliva.
Las proteínas deben limitarse a las cantidades recomendadas por la alta aso-
ciación de desarrollar obesidad en la etapa adulta si durante la infancia se ingiere
una dieta elevada en proteínas. El resto de alimentos se tienen que ofrecer al niño
teniendo en cuenta la sensación de apetito del mismo.

96
Alimentación del niño de 6 a 11 meses de edad

Menú ejemplo para niños de entre 6 y 9 meses.


Desayuno Media ma- Comida Merienda Cena
ñana
Lunes Leche mater- Leche Puré de arroz, Puré de frutas Puré de
na o leche de materna o patata y y yogur calabacín y
continuación biberón de puerro ternera
+ cereales con leche de
gluten continua-
ción
Martes Leche mater- Leche Puré de zana- Puré de pláta- Puré de pa-
na o leche de materna o horia, cebolla no y manzana tata y pavo
continuación biberón de y pollo
+ cereales con leche de
gluten continua-
ción
Miérco- Leche mater- Leche Puré de zana- Puré de pera Puré de
les na o leche de materna o horia, patata y naranja zanahoria,
continuación biberón de y merluza puerro con
+ cereales con leche de pollo
gluten continua-
ción
Jueves Leche mater- Leche Puré de Puré de Puré de ju-
na o leche de materna o zanahoria con naranja, días verdes
continuación biberón de pavo manzana y con arroz y
+ cereales con leche de plátano ternera
gluten continua-
ción
Viernes Leche mater- Leche Puré de Puré de pláta- Puré de pue-
na o leche de materna o calabacín con no y naranja rro y patata
continuación biberón de pollo con pavo
+ cereales con leche de
gluten continua-
ción
Sábado Leche mater- Leche Puré de acel- Puré de pláta- Puré de
na o leche de materna o gas y ternera no y yogur zanahoria,
continuación biberón de puerro y
+ cereales con leche de arroz con
gluten continua- pollo
ción

97
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Domin- Leche mater- Leche Puré de pata- Puré de pera, Puré de


go na o leche de materna o ta, judías ver- manzana, patata y
continuación biberón de des y tomate galleta y lenguado
+ cereales con leche de con pavo naranja
gluten continua-
ción

98
5
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO DE 10 A 12 MESES
Marta González Caballero y Nuria García Enríquez

En esta etapa el pequeño ya tiene todos sus sentidos desarrollados com-


pletamente.
Entre los 8 y 10 meses ya le han brotado cuatro incisivos centrales
superiores y entre los 10 y l2 meses ya tiene los dos incisivos laterales
inferiores. Esto facilitará la introducción de alimentos con nuevas texturas
(aceptan mejor los trozos). Pasan del puré a la comida aplastada con tenedor
o cortada de daditos.
A los 9 meses el niño ya se mantiene sentado solo sin peligro de caer-
se. Es probable que le guste comer sentado en la trona y empieza a comer
junto al resto de la familia (toma 3 comidas diarias y una merienda). Se
interesa por lo que comen sus padres e inicia el aprendizaje de comer como
ellos. Aparecen los primeros intentos de alimentarse sin ayuda, el solito con
los dedos (al principio tiene tendencia a agarrar la comida con las manos y
más tarde querrá demostrar que puede comer solo cogiendo la cuchara de la
mano de la madre).
La madre debe dejar que el pequeño
coma tranquilo y sin presión. El niño debe
tomar su tiempo para ir conociendo las
nuevas texturas y sabores.
A los 12 meses empieza a imitar con
facilidad a los más mayores. Es por eso
que los padres que aún no comían junto
al pequeño no deben retrasarlo más, es
A los 9 meses en niño ya se mantiene senta-
do solo sin peligro de carse.

99
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

un momento idóneo para que se adapte a los hábitos alimentarios del resto
de la familia.
El ritmo de crecimiento a partir de ahora empieza a ralentizarse. De los 9
a 12 meses gana alrededor de 1 kilogramo, y su peso oscila entre 9 y 11 kg.
A lo largo de un año el niño ha triplicado el peso que tenía al nacer y
llega a medir unos 75-80 cm aproximadamente.
Los volúmenes de las comidas en esta etapa oscilan de los 225 a 275
gramos. Ahora el pequeño toma 4 tomas como el resto de la familia (desa-
yuno, comida, merienda y cena) con texturas líquidas, en trozos pequeños,
picadas o bien aplastadas.

Alimentos que se pueden añadir en la alimentación diaria de los niños de


10 a 12 meses
• Lácteos.
El niño debe consumir un mínimo
de 500 ml de leche materna o de
contnuación (hasta los 12 meses)
o de crecimiento (hasta los 2-3
años).
Alrededor de los 11 meses ya se
pueden introducir los yogures na-
turales (aún no los enriquecidos
Alrededor de los 11 meses ya se pueden
en nata, ni azucarados ni enrique- introducir los yogures naturales.
cidos) y el queso fresco.
• Cereales y derivados.
A partir de los 10 meses aproximadamente el pequeño ya tiene la denta-
dura preparada para introducir en su alimentación un trozo de pan seco
o alguna galleta casera evitando la mantequilla y el azúcar. Además de
papillas de cereales con gluten.
• Frutas.
De momento es mejor seguir evitando las frutas exóticas y las frutas
rojas. Se puede probar, siempre con precaución, con nuevas variedades
como la sandía, melón, kiwi o melocotón.
La fruta se puede ofrecer troceada (para que la pueda agarrar con las ma-
nos y empiece a masticar) o batida (alrededor de 50 ml diarios).
• Verduras y hortalizas.
Hay que darlas cocidas y sin triturar (debe pasar de los purés a la masti-
cación), de momento no se deben dar ensaladas crudas.

100
Alimentación del niño de 10 a 12 meses

• Carnes.
Alrededor de los 9 y 10 meses ya se pueden introducir nuevas carnes
como la de buey o la de cerdo (siempre las partes magras o sin grasa).
Las cantidades aumentan de 40 a 50 gramos y se pueden dar cortadas en
trocitos muy pequeños, siempre vigilando que el pequeño no se ahogue.
A partir de los 10 meses también se puede introducir el jamón cocido (de
momento nada de jamón curado o de embutidos).
• Pescados.
Aún no se introduce el pescado azul. Las cantidades de las raciones de
pescado blanco aumentan alrededor de 50-60 gramos al día.
• Huevo.
Al año el niño ya puede probar el huevo entero hervido, pasado por agua,
revuelto o en tortilla. El huevo crudo no se debe dar bajo ningún concep-
to ya que contiene avidina, una sustancia que impide la absorción de la
biotina (su carencia provoca anemia).
La yema cocida es muy rica en proteínas, grasas y vitaminas A, D y E.
Para introducir el huevo se suele seguir la regla del reloj, es decir, se em-
pieza por una cuarta parte para aumentar la cantidad hasta echarla entera,
un máximo de 2-3 veces a la semana.
• Legumbres.
Son alimentos que no se pueden introducir de golpe por su alto contenido
en fibra dietética y su difícil digestión, hay que hacerlo con precaución y
en cantidades poco abundantes (empezar añadiendo una cucharada sope-
ra en las preparaciones de verduras).
De momento se inicia la introducción de guisantes (hervidos junto con
verduras) y lentejas que son los mejor tolerados, más tarde se probará
con el resto de legumbres como las lentejas, garbanzos (triturados y sin
piel), judías y alubias.

Alimentos que no se pueden dar a los niños durante esta etapa


• Sal (aunque se puede incorporar de forma esporádica un pechizquito en
alguna de las comidas pero nunca pastillas de caldo concentrado), azúcar
y miel.
• Huevos fritos.
• Embutidos.
• Golosinas.
• Zumos de fruta industriales y bebidas dietéticas.
• Frutos secos.

101
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Pescado azul y mariscos.


• Café, té y alcohol.

Menú ejemplo para niños de 10 a 12 meses.


Toma 1 Leche de continuación con cereales (250
(ejemplo: 9h:00) g).
Zumo de fruta natural (30 g).
Toma 2 Patatas con judías hervidas (250 g).
(ejemplo: 13h:00) Carne de pollo picada (60-80 g).
Añadir 5 g de aceite de oliva.
Macedonia de frutas sin añadir azúcar.
Toma 3 Papilla de fruta con leche de continuación
(ejemplo: 17h:00) y 2-3 galletas tipo maria (250 g).
Toma 4 Caldo vegetal con arroz (250 g).
(ejemplo: 21h:00) Jamón cocido (40 g).
Un vaso pequeño de leche de continua-
ción.

Calendario de introducción de alimentos en los primeros 12 meses de vida


Meses 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Leche x x x x x x x x x x x x
materna
Leche de x x x x x
inicio
Leche de x x x x x x x
continua-
ción
Cereales x x x x x x x
sin gluten
(arroz,
maíz)
Zumos de x x x x x x x x
fruta
Papillas de x x x x x x x x
fruta
Verduras x x x x x x x x
Carnes x x x x x x x
magras

102
Alimentación del niño de 10 a 12 meses

Cereales x x x x x x
con gluten
Pescados x x x x
(blancos)
Yema de x x x x
huevo
Yogur x x x x
natural sin
azúcar
Huevo x
completo
Cordero x
Leche x
entera
Jamón x
curado
Información extraída del Consenso del Grupo de Trabajo de Pediatras de Asistencia Primaria de
la Sociedad Catalana de Pediatría.

ALIMENTACIÓN DE LOS LACTANTES VEGETARIANOS


Los lactantes vegetarianos tienen las mismas necesidades nutricionales
que los lactantes no vegetarianos, simplemente cobren estas necesidades
utilizando otros alimentos. Lo importante es que el bebé reciba la cantidad
de nutrientes que necesita para crecer y en una proporción adecuada.
En las familias vegetarianas se renuncia a los alimentos de origen animal
como carnes, pescados y todos sus derivados.
Las dietas extremadamente restrictivas también excluyen lácteos y huevos.
Hay múltiples estudios que asocian este tipo de alimentación a un crecimiento
deteriorado y, por lo tanto, nada recomendable para bebés y niños.
Actualmente existen en el mercado productos especiales para alimentar
a los lactantes vegetarianos elaborados a partir de proteínas de origen ve-
getal como la soja. Estos preparados evitan la aparición de trastornos en el
pequeño por carencia de aminoácidos, calcio, hierro y vitaminas del grupo
B, siendo la B12 la de mayor importancia (estas sustancias se encuentran en
cantidades suficientes en los alimentos animales).
Se aconseja que las madres vegetarianas den el pecho a sus bebés ya
que su leche (similar en composición a la del resto de las madres) es un

103
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

alimento completo y una buena fuente de energía y sustancias como hierro,


vitamina B12 y D.
El calendario de introducción de alimentos sólidos diferentes a la leche
es el mismo que para los niños vegetarianos que para los no vegetarianos.
La única diferencia es que cuando llega el momento de añadir a la
alimentación los alimentos proteicos, se utiliza un sustituido como el tofu
triturado, las legumbres en puré, el yogur de soja o de leche, yemas de huevo
cocinadas y requesón.
Más adelante, pueden empezar a introducirse alimentos tales como cu-
bitos de tofu, queso o queso de soja y pequeños trocitos de hamburguesa
de soja. La leche de soja comercial, de grasa natural, fortificada, o la leche
de vaca se pueden utilizar como bebida primaria que comienza en la edad
de un año o más para un niño que tiene un crecimiento normal y tenga una
alimentación variada.
La grasa dietética no se debe restringir en ningún caso en niños menores
de 2 años.
Los bebés que mamen y cuyas madres no consuman productos lácteos
o alimentos fortificados con vitamina B12, necesitarán regularmente suple-
mentos de esta vitamina bajo prescripción médica. Las pautas para el uso
de suplementos de hierro y de vitamina D en lactantes vegetarianos no se
diferencian de las pautas para los bebés no vegetarianos.

MENCIÓN A LOS POTITOS O TARRITOS PARA BEBÉS PREPARADOS


INDUSTRIALMENTE
Existe una gran variedad de alimentos pre-cocinados destinados a la nu-
trición del bebé, que resultan muy prácticos (sobre todo en viajes o cuando se
tiene poco tiempo) y además ofrecen todas las garantías para que el pequeño
tenga un desarrollo completamente sano. Algunos son homogeneizados, para
una ingesta más fácil, y otros tienen pedacitos, para que el pequeño aprenda
a masticar.
Todos los potitos que encontramos en el mercado, además de las indi-
caciones que podemos encontrar en la etiqueta de cualquier otro alimento
envasado, deben contener información referente a la composición nutricional,
las instrucciones de preparación y conservación, la presencia o ausencia de
gluten y la edad mínima a partir de la cual se deben consumir (mínimo 4
meses).
En el mercado podemos encontrar potitos para todos los gustos: de ver-
duras (de una o varias verduras a la vez), de frutas (son mezclas de varias

104
Alimentación del niño de 10 a 12 meses

frutas), de frutas astringentes (a base de manzana y plátano), de carne (son


menús completos compuestos de verduras y carnes como la ternera o el po-
llo), de carne astringente (a base de pollo y arroz), de pescado (son menús
completos a base de verduras y pescado blanco), de pescado astringente (a
base de pescado con arroz) y potitos con trocitos (son menús completos en
los que alguno de sus ingredientes no se han triturado como la patata o la
zanahoria).
La composición de estos preparados está elegida siempre pensando en
la salud del bebé, sin sustancias perjudiciales como conservantes, colorantes,
sal, azúcar, almidones modificados o glutamato monosódico.
En Europa, el Comité de Nutrición de la ESPGAN realiza una serie de
recomendaciones para garantizar la salud de los bebés:
• Energía: no debe contener menos de 70 Kcal por 100 gramos en mezclas
de platos completos (carnes o pescados con verduras o cereales).
• Proteínas: no debe contener menos de 6,5 gramos/100 Kcal en prepara-
ciones de carne o pescados aislados, no menos de 4,2 gramos/100 gra-
mos en mezclas de platos completos.
• Sodio: debe contener menos de 200 mg/100 Kcal. No se debe añadir sal
(ClNa) a los postres ni a las preparaciones de fruta.

105
6.
DESARROLLO DEL NIÑO DE 12 MESES A 6 AÑOS
Marta González Caballero, Nuria García Enríquez y Carmen Codina Galán

El incremento de peso en los primeros meses de vida oscila entre los


20 y 30 gramos diarios, el peso medio a los 3 meses es de 6 kilogramos, a
los 6 meses es de 8 kilogramos, a los 9 meses es de 9 kilogramos y al año
el pequeño ya ha triplicado su peso al nacer (pesa alrededor de 10,5 kilo-
gramos aproximadamente). A partir de esta etapa el crecimiento empieza a
ser más lento y el aumento de peso es de unos 2-3 kilogramos hasta llegar
a la etapa de la pubertad, el desarrollo de 6 años pesa un promedio de 20
kg, es decir, 6 veces más que en el momento de nacer.
Al nacer el bebé tiene una talla media
de 50 cm aproximadamente. Durante el
primer mes crece entre 2,5 y 4 cm, y
durante el año llega a crecer la mitad
de lo que media al nacer, 25 cm aproxi-
madamente (en las niñas el crecimiento
es menor).
A partir del año y hasta los 24 meses
de vida el aumento de talla es de unos Desarrollo evolutivo del niño.
12 cm.
De los 2 a los 3 años suele aumentar
unos 6 cm más y a partir de los 3 años el crecimiento promedio por año
es de unos 5-6 cm aproximadamente. A los 6 años el niño mide unos 115
cm, la estatura de su nacimiento multiplicada por 2 aproximadamente, y el
perímetro craneal alcanza unos 53-54 cm.
Esta fase del crecimiento está condicionada por la maduración metabólica
y digestiva (la maduración del intestino le permite consumir los mismos ali-
mentos que el resto de la familia a excepción de la fibra) y por la aparición

107
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

del resto de la dentición que permite al niño el poder masticar diferentes


alimentos de texturas más consistentes.
A partir de ahora la alimentación del pequeño casi puede ser como la de
los adultos, simplemente se tienen que dar raciones más pequeñas ajustadas a
sus necesidades nutricionales. Una buena educación alimentaria en esta etapa
permite que el pequeño crezca sano aprenda y adquiera hábitos alimentarios
saludables para cuando sea adulto.

RESUMEN DEL DESARROLLO DEL NIÑO A PARTIR DEL AÑO DE


VIDA

De 1 a 2 años
El pequeño ya camina y es capaz de subir las escaleras gateando, tiene
mucha curiosidad y le gusta explorar todos los objetos que le rodean.
Le gusta imitar a los adultos e
intenta influir en el comportamiento de
estos, es capaz de comprender mucho
más de lo que es capaz de expre-
sar, hace las primeras combinaciones
de dos palabras juntas y aumenta de
forma muy rápida su léxico, es capaz
de comprender órdenes como mira,
ven, dame y algunos adjetivos como
sucio, feo, bueno, malo y el significado Le gusta imitar a los adultos e intenta influir
de la palabra no. en el comportamiento de estos.
Tiene una enorme actividad, a los
16 meses ya es capaz de coger con sus dos manos un vaso para beber el
solo y es capaz de quitarse algunas piezas de vestir.
Hacia los 18-22 meses el pequeño ya comienza a señalar las diferentes
partes de su cuerpo y reconoce objetos de su entorno más próximo e imá-
genes familiares.

De 2 a 3 años
Posee los elementos y mecanismos básicos del lenguaje, ya es capaz de
elaborar frases completas (aunque no son correctas gramaticalmente y no
utiliza artículos, conjunciones o preposiciones).
En esta etapa el niño es autoconservador y egocentrista, se caracteriza
por el deseo de la posesión y el uso de la palabra mío. Es una época de

108
Desarrollo del niño de 12 meses a 6 años

negatividad, rabietas y grandes conflictos entre su deseo de dependencia y


la necesidad que tiene de los adultos. Quiere divertirse solo.
Tiene un gran desarrollo psicomotriz (emancipación motora y capacidad
de guardar el equilibrio sobre diferentes superficies).
A los 30 meses empieza a utilizar en su lenguaje el artículo indefinido
un, el pronombre yo y lo combina con mío, yo, tu y tuyo. A partir de los
24 meses ya usa las primeras preposiciones como a mi, mío o para mí y
a partir de los 30-36 meses ya aparecen ciertos adverbios como en, sobre,
debajo, delante o detrás.
Entre los 18 y 30 meses ya debe demostrar progresos importantes en la
comprensión y pedir las cosas utilizando palabras y gestos.
Hacia los tres años existe una identificación (a través de imitaciones
tipificadas) como fumar, llevar la cartera, comprar, etc.
Es capaz de montar un triciclo y mover su cuerpo a ritmo de la música.

De 3 a 4 años
El niño presenta un equilibrio dinámico durante la marcha y la carrera,
salta con los dos pies, muestran el perfeccionamiento de la motricidad.
Sigue siendo egocentrista y le cuesta entender el punto de vista de los
demás. Capta las expresiones emocionales de los demás y empieza a socia-
lizarse. En esta etapa asume las diferencias sexuales.
Su lenguaje sigue evolucionando (utiliza pronombres personales, prepo-
siciones y adverbios, utiliza diferentes tiempos verbales como el pasado y
el futuro y coordina las frases a través de conjunciones).
Presenta en sus movimientos soltura, espontaneidad y armonía (es capaz
de inhibir mejor los movimientos involuntarios).
Hacia los 36 meses comprende y produce preguntas utilizando ¿quién?,
¿qué?, ¿a quién? ¿dónde? Y hacia los 48 meses comprende y produce fra-
ses negativas, integrando la negación en el cuerpo de la frase, por ejemplo:
nene no ha dormido.
El niño utiliza a los adultos en caso de necesidad. Hacia los 4 años
representa roles sociales como el de vendedor, de policía, de doctor, de en-
fermera, etc. y le da importancia a la ropa y al maquillaje.
Realiza onomatopeyas (ejemplo: pollito (pio, pio), gato (miau), pato
(cua, cua).
Si tiene ganas de orinar o defecar durante el día avisa a los adultos y
empieza a tener más autonomía para lavarse la cara y las manos, lavarse los

109
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

dientes, desnudarse, utilizar cubiertos, beber solo, jugar y subir escaleras. Se


viste solo y dibuja figuras geométricas.

De 4 a 5 años
Esta etapa se caracteriza por el dominio de la fantasía y de la imaginación,
la omnipotencia (posibilidad de alterar el curso de las cosas), finalismo (todo
está y ha sido creado con una finalidad), animismo (atribuir vida humana a
elementos naturales y a objetos próximos) y el sincretismo (imposibilidad
de disociar las partes que componen un todo).
Comienzan a aparecer las oraciones subordinadas causales y consecutivas,
algunas frases pasivas con verbos de acción y es capaz de corregir la forma
de una emisión aunque el significado sea correcto.
Su lenguaje cada vez es más completo. Entre los 54 y 60 meses aparecen
circunstanciales de causa y consecuencia él gana porque va deprisa, él es
malo, por eso yo le pego.
Agrupa y clasifica materiales o imágenes por su uso, color, medida,
etc. y diferencia elementos y personajes de un cuento y a apreciar chistes,
canciones, adivinanzas, etc.
En esta etapa es menos rebelde, es más tierno y menos impaciente.
Opone el mundo de los niños al de los adultos y desea complacer a los más
mayores pidiéndoles permiso y portándose bien. No impone sus ideas a los
demás niños y acepta que otro tenga el poder o los privilegios de que él
disponía pocos minutos antes.
Ya es capaz de ir al baño cuando tiene ganas de orinar o de defecar,
se lava solito la cara, es capaz de jugar solo durante 30 minutos y hace
encargos sencillos.
La precisión de los gestos unida a la posibilidad de una buena represen-
tación del espacio y del tiempo le permite el aprendizaje del lenguaje escrito.

EVOLUCIÓN DE LA TALLA Y EL PESO DEL NIÑO DE 12 MESES A 6


AÑOS

Niños
Talla (en cm) Peso (en kg)
Edad P3 P50 P97 P3 P50 P97
12 meses 70,15 75,08 80,01 8,23 10,15 12,51

110
Desarrollo del niño de 12 meses a 6 años

1,5 años 76,76 82,35 87,94 9,58 12,12 14,64


2 años 81,86 88,03 94,21 10,54 12,95 15,36
2,5 años 86,46 91,83 97,21 11,19 14,02 16,84
3 años 90,54 96,34 102,12 12,06 14,99 17,92
3,5 años 91,08 99,35 107,62 11,02 16,34 21,66
4 años 97,02 105,29 113.55 13,21 18,04 22,88
4,5 años 99,96 107,47 114,98 14,87 18,69 22,52
5 años 102,88 110,86 118,24 13,81 19,87 25,93
5,5 años 106,05 114,75 123,44 14,45 21,50 28,55
6 años 107,87 117,05 126,24 15,55 22,34 29,13

Niñas:
Talla (en cm) Peso (en kg)
Edad P3 P50 P97 P3 P50 P97
12 meses 68,71 73,55 78,39 7,73 9,60 11,92
1,5 años 75,43 81,18 86,93 8,80 11,30 13,80
2 años 80,45 86,36 92,28 9,95 12,55 15,15
2,5 años 84,81 91,73 98,64 10,64 13,75 16,87
3 años 89,97 95,81 101,64 12,19 14,91 17,62
3,5 años 90,75 98,50 106,25 11,48 15,36 19,25
4 años 97,06 103,93 110,79 13,44 17,15 20,86
4,5 años 96,78 106,05 115,33 12,68 18,01 23,34
5 años 101,70 109,97 118,25 14,23 19,57 24,91
5,5 años 105,68 113,47 121,25 15,53 20,49 25,44
6 años 108,41 116,99 125,57 15,10 21,66 28,22
El P3 significa percentil 3, 4 que el 3% de los niños medidos están por debajo de esa cifra.
El P50, significa que el 50% de los niños medidos están por debajo de este percentil.
El P97, significa que el 97% de los niños medidos están por debajo de este percentil.

Curvas y tablas de crecimiento (estudios longitudinal y transversal). Instituto de Investigación


sobre Crecimiento y Desarrollo. Fundación Faustino Orbegozo.

111
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

NECESIDADES NUTRICIONALES DEL NIÑO DE 12 MESES A 6 AÑOS

Requerimientos de energía
En niños de 1 a 10 años, los requerimientos de energía se han establecido
a partir de ingestas observadas en niños sanos, que crecen normalmente y
que viven en países desarrollados.
Las recomendaciones de ingesta de energía corresponden al requerimiento
promedio estimado, ya que no solo se debe evitar el riesgo de desnutrición,
sino también el aporte en exceso que lleve a sobrepeso u obesidad. Por lo
tanto, la vigilancia periódica del crecimiento es el mejor método para evaluar
la suficiencia del aporte calórico.
Las necesidades energéticas de los niños en esta etapa están muy au-
mentadas respecto a su peso. Por ejemplo, un niño de 1 a 3 años necesita
aproximadamente 1.250 Kcal y uno de 4-6 años alrededor de 1.700 Kcal
(necesidades muy cercanas a las de su madre, que son aproximadamente de
2.000-2.100 Kcal/día si tiene un trabajo activo).

Alimentos que aportan energía


• Cereales.
• Legumbres.
• Grasas (se recomienda que la ración de grasa sea de 15 a 25 gramos dia-
rios entre los 3 y los 6 años).
• Azúcar, miel, chocolate, mermelada y dulces.

Requerimientos de proteínas
En plena fase de crecimiento las necesidades proteicas se encuentran
aumentadas, de tal manera que los niños de 1 a 3 años precisan aproxima-
damente 23 gramos diarios y los niños de 4 a 6 años alrededor de 30.
Para que el aprovechamiento proteico sea máximo, debe asociarse a
una ingesta calórica adecuada, de lo contrario, parte de los aminoácidos son
utilizados para la producción de energía, intercediendo en el crecimiento.
 
Alimentos que aportan proteínas
• Carnes, pescados y huevos.
• Lácteos.
• Legumbres.
• Frutos secos.
• Cereales.

112
Desarrollo del niño de 12 meses a 6 años

Necesidades de minerales y vitaminas


A continuación aparecen las necesidades de energía y nutrientes reco-
mendadas para niños y niñas durante esta etapa:
Edad 1-3 años 4-6 años
Calcio (mg) 500 800
Hierro (mg) 7 10
Yodo (μg) 55 70
Zinc (mg) 3 5
Magnesio (mg) 125 200
Tiamina (mg) 0,5 0,7
Riboflavina (mg) 0,8 1
Eq Niacina (mg) 8 11
Vitamina B6 (mg) 0,7 1,1
Ácido fólico (μg) 100 100
Vitamina B12 (mg) 0,9 1,5
Vitamina C (mg) 55 55
Vitamina A (Eq Retinol)
300 300
(μg)
Vitamina D (μg) 10 10
Vitamina E (mg) 6 7
Fósforo 460 500
Suplementación con flúor Si el consumo de agua de 1 mg/día si el agua de con-
abasto público, fluorización sumo es inferior a 0,7 mg/l.
del agua si sus niveles son Contraindicadas las aguas
inferiores a 0,7 mg/l con- con niveles superiores a 1,5
traindicadas las aguas con ppm de fluor por el riesgo
niveles superiores a 1,5 de fluorosis.
ppm de fluor por el riesgo
de fluorosis.
Ingestas de energía y nutrientes recomendadas para la población española.
Departamento de Nutrición Universidad Computense de Madrid.
Edad expresada en años. Nacional Research Council.

113
7
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO DE 12 A 18 MESES
Marta González Caballero, Nuria García Enríquez y Carmen Codina Galán

Durante esta etapa es necesario que el pequeño definitivamente se acos-


tumbre a otras texturas diferentes al triturado (debe masticar los alimentos).
Su necesidad de alimentos disminuye ya que su ritmo de crecimiento es
menor. Además, como el acto de masticar le exige mucho más esfuerzo que
tomar purés se cansa antes. Para que lo haga con facilidad, se deben dar los
alimentos previamente reducidos de tamaño ya que el niño no tiene todavía
muelas que le permitan masticar con facilidad.
Algunos padres caen en el error de triturar los alimentos para que el
pequeño coma más y esto puede acarrear problemas de sobrealimentación y
de obesidad infantil.
Es normal entonces, que en esta etapa el niño coma menos y no hay
que obligarle a ingerir más alimentos de los necesarios ya que con esto se
provoca una digestión pesada (muy larga) y cuando llega la siguiente comida
ya no tiene hambre y vuelve dejar el plato lleno. Forzarlo a comer provoca
un ambiente tenso y hostil que lo llevará a aborrecer sentarse en la mesa
a la hora de la comida. Es importante dejarlo el tiempo que necesite para
comer y no hay que obsesionarse por las cantidades grandes de alimentos,
es más importante ofrecer toda la variedad de alimentos que sea posible y
con texturas diferentes al triturado.
Se pueden ir introduciendo nuevas formas de condimentar los alimentos.
Hasta ahora todo se le preparaba hervido o a la plancha y a partir de este
momento se puede iniciar la introducción de mayor aporte de grasas en
forma de aceites vegetales o margarinas que junto con otros condimentos

115
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

permitirán a través de los fritos y sofritos ofrecer al niño otros sabores que
hasta ahora no conocía.
Una forma de dar a conocer al niño esta nueva dieta, comprobar si le
gusta y superar el inicial rechazo, consiste en ofrecerles pequeñas cantidades
de la comida de los padres mientras estos están comiendo.
El niño debe adaptarse a las comidas del resto de la familia (sin mo-
dificar su menú) y acostumbrase a los horarios familiares para comer (la
duración de las comidas debe ser de unos 20-30 minutos), debe ir bebiendo
agua durante todo el día y debe evitar introducir en la dieta un exceso de
golosinas, ricas en azúcares pero sin nutrientes.

Alimentos que se pueden añadir en la alimentación de los niños entre 12


y 18 meses
• Lácteos.
Se requiere un aporte de 500 a 600 ml diarios de leche de vaca (si se
tolera) o de continuación (algunos niños siguen tomando leche materna).
A partir del año se puede introducir la leche de vaca con mucha precau-
ción, observando que el niño la tolere bien.
De forma cuidadosa y progresiva también se pueden introducir algunos
derivados como los petit suises, quesos semicurados, quesos secos y fun-
didos.
De forma ocasional se pueden ofrecer postres como flanes o cremas.
• Cereales.
A partir de los 15 meses ya se pueden introducir cereales de desayuno
que no contengan azúcar ni fibra dietética mezclados con leche (en lugar
de los preparados de cereales para hacer papillas), magdalenas, galletas y
bizcochos ligeros (caseros y con buenos ingredientes. Ejemplo: endulzar
el bizcochos con frutas y evitar el azúcar, así como, sustituir la mantequi-
lla por aceite de oliva.).
• Frutas.
Deben ser frescas y maduras. Ya se puede introducir la piña.
• Verduras y hortalizas.
Se puede empezar a dar ensalada cruda en pequeñas cantidades y trocea-
da muy pequeña.
Las verduras de la familia de las coles y la alcachofa es mejor añadirlas
a partir de los 15 meses ya que son muy flatulentas.
Se recomienda aportar al día dos raciones, siendo de 75 a 100 g (peso en
crudo) cada una.

116
Alimentación del niño de 12 a 18 meses

Las patatas constituyen aproximadamente la mitad del contenido de los


platos con verduras o en los purés.

La fruta debe ser fresca y madura.

• Carnes, pescados y huevos.


A partir del año ya se puede introducir la carne de cordero de 2 a 4 veces
al mes (retirando la grasa visible) y el jamón salado (a partir de los 2
años se introducirán los embutidos en pequeñas cantidades una vez a la
semana).
Se pueden ofrecer vísceras una vez a la semana, en lugar de la carne,
alimentos interesantes por su alto contenido en hierro de buena biodis-
ponibilidad.
De momento no es recomendable añadir los pescados azules.
Se le debe dar una ración de carne o de pescado una vez al día, de alrede-
dor de 30-50 gramos, en una sola comida o bien repartida en dos.
Al año el niño ya come el huevo entero hervido (pasado por agua o duro)
o bien en tortilla o revuelto.
A partir de los 15 meses ya se puede introducir el huevo frito sin abusar
del aceite.
El pequeño no debe consumir más de dos huevos semanales.
• Legumbres.
Entre los 12 y 15 meses se empiezan a introducir legumbres como las
lentejas. Más adelante se puede probar con las judías secas y los garban-
zos (de digestión más difícil).
No se deben dar sin triturar y si es posible es mejor pasarlas por un pa-
sapurés para quitar las pieles. Hasta los 2 años no se deben dar enteras.
Dar una vez a la semana.

117
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Aliños y condimentos.
Se puede utilizar sal en pequeñas cantidades para la elaboración de los
platos.
Para cocinar se recomienda el uso de aceite de oliva y para aliñar en cru-
do aceite de oliva o de semillas.
No se recomienda el uso de especias fuertes como el clavo, la nuez mos-
cada o la pimienta. Si se pueden utilizar el ajo, perejil, laurel y tomillo.
También se pueden utilizar otros condimentos tales como cebolla, limón,
etc.
• Pasta.
Ahora que el pequeño ya puede masticar se pueden preparar platos de
pasta gruesa, por ejemplo comenzar por los macarrones, además condi-
mentar con bechamel o tomate casero, dar una vez por semana y acom-
pañada de una porción de carne.

Planificación de la pauta alimentaria del niño en esta etapa


Las raciones de alimentos en los niños son más pequeñas que para los
adultos (ver la comparación en la tabla).
A continuación se indican las raciones diarias aconsejadas en niños de
1 a 2 años:
Grupos de Cantidades Número de ra- Cantidades Número de ra-
alimentos por ración en ciones diarias por ración ciones diarias
el niño (gra- en el adulto
mos) (gramos)
Verduras y 100 1,5 150-200 2-3
hortalizas
Frutas 100 2-2,5 120-200 2-3
Alimentos 30-40 2 100-125 2
proteicos 40-50 15-150
Carnes 50-60 (máximo 1-2 huevos (60
Pescados 2 a la semana) gramos cada
Huevos huevo)

118
Alimentación del niño de 12 a 18 meses

Farináceos 40 4 40-60 4-6


Pan 30 50
Cereales 30 60-80
Pasta o arroz 100 150-200
Patata 30 60-80
Legumbres
secas 100 60-80
Guisantes fres-
cos o conge-
lados
Lácteos 2,5 2-3
Leche 200 200-250
Yogur 250
250
Grasas 10 2-2,5 10 3-5
Azúcares (oca- 10 2
sional)
Azúcar, mer-
melada o miel

Ejemplo de menú diario en el niño de los 12 a los 18 meses:


Desayuno:
200 cc de leche entera.
30 gramos de cereales.
Comida:
30 gramos de macarrones con tomate natural.
40 gramos de albóndigas de ternera.
20 gramos de lechuga troceada pequeña de guarnición.
100 g de fruta.
20 gramos de pan de acompañamiento.
10 gramos de aceite de oliva.
Merienda:
150 g de fruta.
20 gramos de pan.
5 gramos de aceite de oliva.
15 gramos de jamón dulce.
100 cc de zumo de naranja natural.

119
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Cena:
Puré de verduras (100 gramos de espinacas, 50 gramos de patatas
y 50 gramos de zanahorias).
50 gramos de merluza a la plancha.
100 gramos de fruta (manzana y pera).
20 gramos de pan de acompañamiento.
10 gramos de aceite de oliva.
Suplemento antes de ir a dormir:
Si el pequeño tiene hambre se puede ofrecer un vaso de leche antes
de ir a dormir.

120
8.
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO DE 18 A 24 MESES
Marta González Caballero y Nuria García Enríquez

El pequeño en esta etapa trata de mandar y pone a prueba a sus familiares: no


quiere dormir, no quiere hablar y no quiere comer. Le encanta manipular a los
adultos y descubre que a través de la comida es muy fácil. Muchas veces, aunque
deseé comer se niega rotundamente. La madre no debe seguirle el juego, no debe
forzarlo a comer ni prepararle otro plato diferente. Se debe mostrar firme, serena
y relajada ya que tiene que mostrar a su hijo una imagen creíble (que no se des-
morone a la primera dificultad). Si el pequeño ve que sus padres no ceden a su
chantaje con la comida renunciará, ya que no repite las experiencias que no le han
funcionado antes.

Si el pequeño ve que sus padres no ceden a su chantaje con la comida renunciará, ya que no
repite las experiencias que no le han funcionado antes.

Con esta edad ya come de todo y pasa a utilizar el tenedor para llevarse
los alimentos a la boca. Además es capaz de coger el vaso perfectamente
para beber líquidos sin ayuda de sus familiares.

121
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

El pequeño debe comer solo y únicamente se le debe ayudar si se ve


que no tiene interés en comer.
Otra peculiaridad de esta época de la vida es que disminuye la velocidad
de crecimiento del niño, especialmente en lo que al peso se refiere: presenta
cada vez un menor interés hacia los alimentos que se le ofrecen y, en algunos
casos, puede reducirse de forma notable la cantidad de alimentos ingeridos,
en comparación con el primer año de vida, dando una falsa sensación de
que come menos o no quiere comer.
Es preferible que coman con el resto de la familia en la mesa, además
se debe procurar que reciban una ración suficiente y presentárselos de forma
atractiva, mezclados con otros alimentos. Evitar alimentos demasiado secos, ya
que a esta edad se prefieren las presentaciones caldosas o con algo de salsa.

Alimentos que se pueden añadir en la alimentación a los niños de 18 a 24


meses
• Frutas.
A partir de los 18 meses ya se pueden introducir las frutas rojas como las
fresas, frambuesas y moras, así como el kiwi y las frutas exóticas.
• Pescados.
Ya se puede introducir los pescados azules como el salmón, sardinas,
sepia o el atún.
En caso de consumir el pescado en conserva se debe escurrir previamen-
te el aceite. El marisco debe estar bien cocido.
• Carnes.
De buey o de cerdo, eligiéndola sin grasa o eliminando esta parte.
• Lácteos.
Leche fermentada de vaca y quesos de todo tipo aunque de preferencia
las menos grasas. Los postres lácteos como el arroz con leche o las nati-
llas pueden sustituir la merienda. Siempre que se hagan caseros evitando
tanta azúcar en ellos.
También se pueden introducir ya féculas en forma de cereales, creps,
rebozados, croquetas, etc. Siempre que se hagan caseros evitando tanta
azúcar en ellos. Los fritos siempre se freirán en aceite de oliva.

122
Alimentación del niño de 18 a 24 meses

Ejemplo de menú diario en el niño de 18 a 24 meses


Desayuno:
200 cc de leche.
35 gramos de pan.
15 gramos de aceite de oliva.
Comida:
Sopa de sémola (caldo con 30 gramos de sémola).
60 g de pescadilla al horno con zanahoria hervida de guarnición.
120 g de judías verdes.
120 gramos de fruta fresca.
25 gramos de pan de acompañamiento.
10 gramos de aceite de oliva.
Merienda:
30 gramos de pan y chocolate.
150 g de fruta.
200 cc de leche entera.
Cena:
Puré de verduras (120 gramos de acelgas, 70 gramos de patata, 70
gramos de zanahoria y 1 puerro).
4 croquetas de pollo con 30 gramos de lechuga troceada pequeña
de guarnición.
120 gramos de fruta fresca.
20 gramos de pan de acompañamiento.
10 gramos de aceite de oliva.
Suplemento antes de ir a dormir:
Si el pequeño tiene hambre se puede ofrecer un vaso de leche antes
de ir a dormir.

123
9.
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO DE 2 A 3 AÑOS
Marta González Caballero, Nuria García Enríquez y Carmen Codina Galán

Durante esta etapa hay que consolidar definitivamente los hábitos dietéticos
del pequeño, que son los que mantendrá durante su infancia y adolescencia
hasta que sea adulto. Hay que procurar que el niño no adquiera conductas
alimenticias caprichosas con preferencia a unos alimentos y aversión a otros.
Se debe potenciar el sabor original de los alimentos sin disfrazarlos con
salsas ni rebozados.
Hay que promocionar una dieta equilibrada y variada formada por todos
los grupos de alimentos. De esta forma evitaremos carencias o excesos nu-
tricionales que encaminen a la aparición de futuras enfermedades.
Ya se puede introducir los embutidos (hay que tener en cuenta que son
alimentos muy grasos y no se debe abusar de ellos).
En esta etapa las raciones de alimentos se encuentran aumentadas:

Hay que promocionar una dieta equilibrada y variada formada por todos los
grupos de alimentos.

125
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Grupos de alimentos Cantidades por ración Número de raciones


diarias
Verduras y hortalizas 100 2
Frutas 100 2,5-3
Alimentos proteicos 30-40
Carnes 40-50
2,5
Pescados 50-60 gramos (máximo 2 a
Huevos la semana)
Farináceos 40
Pan 30
Cereales 30
Pasta o arroz 100
5
Patata 30
Legumbres secas
Guisantes frescos o con- 100
gelados
Lácteos 200
Leche 250 3
Yogur
Grasas 10 2,5-3
Azúcares (ocasional)
10 3
Azúcar, mermelada o miel

Ejemplo de menú para niños de 2 a 3 años:


Desayuno:
200 cc de leche entera.
30 g de muesli de manzana y plátano.
Comida:
30 g de macarrones con 15 g de aceite de olvia, 5 gramos de perejil
y 15 g de queso rallado.
50 g de pollo asado con 120 g de zanahoria hervida.
150 g de fruta del tiempo.
25 g de pan de acompañamiento.
10 g de aceite de oliva.

126
Alimentación del niño de 2 a 3 años

Merienda:
150 g de feuta.
Bizcocho casero.
Cena:
Puré de verduras (140 g patata + 120 g de judía verde).
60 g de merluza rebozada.
30 g ensalada de pepino.
150 g de fruta del tiempo.
25 g de pan de acompañamiento.
10 g de aceite de oliva.
Suplemento antes de ir a dormir:
Si el pequeño tiene hambre se puede ofrecer un vaso de leche antes
de ir a dormir.

127
10.
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO EN LA ETAPA ESCOLAR
Tamara Herrera Floro

La OMS recomienda mantener la lactancia materna en complementación con


otros alimentos hasta, como mínimo, dos años de edad.
El momento en que suceda el destete debería hacerse entre los 2 y los 4 años
de edad. Se recomienda espaciar la toma hasta finalmente suspenderlas (dejando
de ofrecer el pecho, que no es lo mismo que dejando de dar el pecho). Si el niño
pide de mamar, se le debe dar un poco y luego distraerle con otra cosa.
Hay una clara relación entre la obesidad en la infancia y adolescencia con
problemas de salud como el aumento de triglicéridos y de colesterol, la resistencia
a la insulina, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, el síndrome metabólico, la
hepatopatía no alcohólica, el síndrome del ovario poliquístico y los cánceres de
mama y colorrectal. Además la obesidad en la etapa infantil es un claro predictor
de la obesidad adulta.
Los niños prefieren los azúcares y frutas y tienden a rechazar las verduras, a
pesar de que estas, junto a la fruta las consideran como alimentos saludables. Los
principales factores que influyen a la hora de elegir un alimento son:
• Factor económico: Coste, ingresos y accesibilidad a los distintos tipos
de alimentos.
• Conocimientos y habilidades relativas tanto a los alimentos como a la
cocina.
• Las actitudes, valores, creencias y conocimientos en general de los com-
ponentes de la familia.

129
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Factores biológicos como el hambre, el gusto y el apetito.


• Los sociales como la religión, la cultura, los estilos de vida y la familia.
• Los psicológicos como la culpa, el humor o el estrés.
Es importante fomentar el consumo de azúcares de un modo equilibrado
dentro de la alimentación, ya que favorece el aporte instantáneo de glucosa para
el cerebro y el músculo, convirtiéndose así en un glúcido imprescindible para el
desarrollo de las funciones tanto cognitivas como para la actividad física.
Se aconseja además evitar el uso de edulcorantes en fases de crecimiento, en-
tendiendo como edulcorante aquellas sustancias que se utilizan para endulzar ali-
mentos; no entraría en esta categoría ni la miel ni el azúcar común ya que tienen
otras funciones nutritivas que exceden la de simplemente edulcorar. El motivo de
evitar el consumo de edulcorantes y de productos muy azucarados en la infancia
es que influye de manera negativa en la autorregulación de la ingesta y en que se
fomenta la preferencia por sabores dulces que al mantenerse en la infancia y en
la adolescencia, promoverían patrones no saludables que puede potenciar enfer-
medades como la obesidad.
La ingesta conjunta de azúcar y de edulcorantes puede inducir a una res-
puesta neuronal que aumenta la secreción de péptidos que se relacionan con la
insulina o el glucagón.
Precisamente por estas evidencias científicas, se prohibió que se utilice edul-
corantes en productos de consumo para lactantes como cereales, fórmulas lácteas
o potitos.
El derecho a la alimentación implica el derecho de acceder a todos aquellos
elementos nutritivos que una persona necesita para vivir una vida sana y acti-
va. En la coyuntura actual, destacamos un aspecto específico de la crisis en la
alimentación infantil y es aquella relacionada con los comedores escolares. La
crisis comporta un aumento de alumnos que llevan un tupper al colegio ya que las
familias no pueden pagar el coste del comedor escolar, y estos contienen comida
poco variada y equilibrada. Las familias reducen primero el gasto en aquellos
alimentos más caros como los de origen animal, la verdura y la fruta así como
la cantidad de los alimentos. Si aun así, el ahorro no es suficiente, seguirían los
productos de alimentación llamados básicos o productos de primera necesidad.
Eso se traducen en que la ingesta de nutrientes se ve disminuida antes que la de la
energía, creando desde los inicios deficiencias en la ingesta de los micronutrien-
tes necesarios para el organismo.
En Europa occidental y del norte también se ha demostrado que hay un mayor
consumo de refrescos en los niños de familias con escasos recursos económicos y

130
Alimentación del niño en la etapa escolar

que el hábito de desayunar antes de ir al colegio y el consumo adecuado de fruta,


es más frecuente en los niños y niñas que pertenecen a familias más acomodadas.
La OMS estima que 35 millones de niños en países desarrollados y 8 mi-
llones de niños en países en desarrollo presentan sobrepeso u obesidad, siendo
claramente más elevadas las cifras en aquellos países desarrollados. La obesidad
infantil requiere de un tratamiento interdisciplinar que intervenga sobre los actua-
les hábitos de alimentación y de práctica de actividad física de los más pequeños.
A nivel estatal, las cifras en España de sobrepeso y obesidad infantil son
realmente alarmantes, situándose cercano al 40%, aunque las cifras se han mante-
nido estables en los últimos 12 años. Comparado con otros países, tenemos de los
niveles más altos de Europa, similares a los presentes en Estados Unidos. Además
la prevalencia de exceso de peso es ligeramente superior en niños que en niñas.
Se ha demostrado que una mayor duración de la lactancia materna, produce
una disminución del riesgo de obesidad, con una reducción de un 4% por cada
mes que se prolonga la lactancia materna. De hecho, los niños que reciben lac-
tancia materna exclusiva durante los primeros 4-5 meses, son un 35% menos
predispuestos a padecer obesidad. En la infancia se observa que hay una mayor
proporción de padres obesos o con sobrepeso en niños obesos o con sobrepeso.
Esto se explica además de por un componente genético, por una inadecuada edu-
cación en cuanto a hábitos alimentarios en heredados en el seno familiar.
Desde las escuelas se pueden hacer enormes avances en la promoción de
la obesidad. Aspectos como la formación y la coordinación de los maestros o la
presencia de pistas deportivas podrían conllevar beneficios sobre los hábitos de
los alumnos en una etapa fundamental para consolidar hábitos de vida saludables.
Los niños y adolescentes, por su contacto continuo e intensivo, la escue-
la resulta ser fundamental como parte del contexto en el que se desenvuelven
principalmente, de manera que es el propio centro educativo el que tiene la obli-
gación de fomentar hábitos saludables. Está demostrado que las intervenciones
continuadas realizadas por profesionales de atención primaria dirigidas a la dieta
y/o el ejercicio físico son eficaces para mantener un peso correcto y un estilo de
vida saludable.
Consejos ámbito escolar
• Currículum escolar que incluya la educación sobre alimentación y activi-
dad física saludable e imagen corporal.
• Componentes de práctica de actividad física: realizar de 1 a 3 horas de
educación física a la semana, realizar actividades recreativas y deporti-
vas extraescolares.

131
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Educación tanto en el aula como en casa para reducir el consumo de gra-


sas, disminuir el consumo de bebidas azucaradas y aumentar las raciones
de fruta y de verdura.
• Reducir el tiempo que se dedica a jugar a juegos de ordenador y a ver la
televisión.
• Implicar a las familias en el apoyo a la compra de comida más saludable.
• Apoyar y ofrecer recursos a los docentes y al personal de dirección de
las escuelas para implementar aquellas estrategias preventivas y de pro-
moción de la salud necesarias (material vario, capacidad para generar
actividades, desarrollo profesional, etc.).
• Abordar factores ambientales: es importante tener en cuenta que los ni-
ños con un peso saludable tienen mejores patrones de sueño que aquellos
que presentan sobrepeso y obesidad.
Alimentación y publicidad
El 26 de diciembre de 2012, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria
y Nutrición, firmó un código nuevo para regular la publicidad tanto de alimentos
como de bebidas dirigidas a menores, para prevenir la obesidad y fomentar la sa-
lud. Voluntariamente se han adherido la Asociación para la Autorregulación de la
Publicidad, la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas y
diversos sectores como los de distribución, hostelería y restauración. Este nuevo
código pretende dar respuesta a los objetivos de la OMS que establece que se
tiene que reducir tanto la exposición de los niños como el poder de la promoción
de los alimentos ricos en grasas saturadas, ácidos grasos de tipo trans, azúcares
libres o sal. Para ello se intenta mejorar la calidad de los mensajes publicitarios
que van dirigidos a menores.

132
Alimentación del niño en la etapa escolar

Elaboración del menú


Menú tipo 1 Menú tipo 2
Primer plato Grupo de los farináceos: Grupo de las verduras y
patata o cereales (pasta, arroz, hortalizas (alcachofas, judías
cuscús,…) o legumbres (len- verdes, acelgas, espinacas,…).
tejas, garbanzos, habas,…). Aportan hidratos de carbono
Aportan hidratos de carbono (energía), fibra dietética (regu-
(energía), fibra dietética (regu- lación del tránsito intestinal),
lación del tránsito intestinal) y vitaminas y minerales (regu-
proteínas vegetales (creci- lan funciones orgánicas).
miento).
Segundo plato Grupo de los proteicos Grupo de los proteicos
(carnes, pescados, mariscos o (carnes, pescados, mariscos o
huevos). huevos).
Aportan proteína animal, Aportan proteína animal,
hierro, cinc (crecimiento y hierro, cinc (crecimiento y
desarrollo del cuerpo) y grasa desarrollo del cuerpo) y grasa
animal. animal.

Guarnición Grupo de las verduras y Grupo de los farináceos:


hortalizas (alcachofas, judías patata o cereales (pasta, arroz,
verdes, acelgas, espinacas,…). cuscús,…) o legumbres (len-
Aportan vitaminas, minerales tejas, garbanzos, habas,…).
y fibra dietética (regulación Aportan hidratos de carbono
intestinal). (energía), fibra dietética (regu-
lación del tránsito intestinal) y
proteínas vegetales (creci-
miento).

Postre Grupo de los lácteos (yogu- Grupo de las frutas (macedo-


res, batidos, queso fresco o nia, zumo natural,…).
requesón, etc.). Aporte de vitaminas, minera-
Aporte de proteínas de buena les y fibra dietética.
calidad y calcio.
Aliño Aceite de oliva o de semillas. Aceite de oliva o de semillas.
Acompañamiento Pan y agua. Pan y agua.

Consejos prácticos
• Los arroces se pueden preparar en forma de paella, a la cubana, a la mi-
lanesa, como ingrediente en la sopa de pescado, etc.
• La pasta se puede consumir en forma de macarrones, espaguetis, canelo-
nes, fideos, tallarines, sémolas, etc.

133
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Las legumbres se pueden consumir en potaje, en ensalada, de guarnición,


etc.
• Las patatas se pueden preparar en forma de puré, al horno, fritas, etc.
• Alternar las carnes y pescados grasos con los magros, fritas en aceite de
oliva. Intentar no repetir el mismo alimento en la comida y en la cena,
es decir, si al medio día se consume carne alternar por pescado o huevo
por la noche.
• Los huevos se pueden consumir duros, fritos, a la plancha, escalfados,
revueltos, en tortillas, como ingredientes en natillas, en mahonesas, re-
bozados, etc.
• Siempre que el primer plato sea un farináceo se aconseja una guarnición
para el plato proteico de verdura cruda o cocida. Si el primer plato no es
un farináceo se puede acompañar el plato proteico con patata o legumbre
o cereales.
• Si se consume verdura cruda en el menú se puede tomar de postre fruta
en almíbar o al horno o un postre lácteo. Si la verdura del menú está co-
cida se aconseja optar por una fruta cruda en el postre.
• Si el menú contiene muchos farináceos se aconseja no abusar del pan de
acompañamiento. Optar por repartirlos durante todo el día (media maña-
na o suplemento antes de ir a dormir).

134
11.
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Lourdes López-Cózar Ruiz

INTRODUCCIÓN
Principios básicos en nutrición infantil
El crecimiento es el rasgo fisiológico que define al niño y lo diferencia del
adulto, y consiste en un aumento de la masa corporal que va acompañado de
un proceso de remodelación morfológica y maduración funcional. Para que se
realice con normalidad, es necesario un aporte adicional de energía y nutrientes
esenciales para las síntesis y aposición de nuevas células.
También los órganos encargados de la transformación de alimentos y ab-
sorción de los nutrientes se encuentran en un proceso de maduración como con-
secuencia del cual son menos eficientes y su capacidad de respuesta frente a los
errores dietéticos es menor que la del adulto. Esta situación y una regulación
más imperfecta del metabolismo hidromineral y del equilibrio térmico, hace que
la nutrición en el niño sea un proceso más vulnerable. La única posibilidad de
mantener un estado nutritivo satisfactorio y un ritmo de crecimiento normal es
adecuando la dieta a la capacidad digestivo-metabólica y a las necesidades fisio-
lógicas cambiantes a lo largo de los distintos periodos de la infancia.
Además, en este periodo se adquieren los hábitos dietéticos que van a mante-
nerse en la edad adulta y pueden influir en el desarrollo de un grupo de enferme-
dades relacionadas con la nutrición.
Todas estas particularidades confieren a la nutrición del niño y adolescente
una importancia que desborda ampliamente la etapa estrictamente pediátrica y la

135
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

proyecta hacia la medicina preventiva y patología del adulto. Por eso, al planificar
la alimentación hay que hacerlo sabiendo que se debe cumplir un triple objetivo:
• Cubrir las necesidades energéticas y plásticas para permitir un creci-
miento y desarrollo normales.
• Evitar carencias y desequilibrios entre los distintos nutrientes.
• Contribuir a prevenir una serie de enfermedades del adulto relacionadas
con la nutrición.

Crecimiento y nutrición en los distintos periodos de la infancia


El crecimiento es un proceso continuo que se prolonga hasta el final de la
adolescencia, pero el ritmo varía a lo largo de la edad infantil, y se pueden separar
tres periodos bien diferenciados: el periodo de crecimiento rápido de la primera
infancia, el periodo de crecimiento estable de la edad prescolar y escolar, y la fase
de aceleración del crecimiento propia de la pubertad.
Además, dentro de cada periodo, el aumento de tamaño no afecta por igual
a cada órgano o tejido, lo que hace que la curva sigmoidea, que representa el
crecimiento del organismo en su conjunto, sea en realidad la media de una serie
de curvas o patrones propios de los distintos órganos. Incluso dentro del ritmo de
crecimiento característico de un determinado tejido existen variaciones sexuales
muy importantes, como sucede en el tejido adiposo y hasta el comportamiento
frente a la ingesta de una misma dieta es diferente en el niño y en la niña. En
condiciones normales el varón utiliza mejor los nutrientes, en cambio la niña
tiene una mayor estabilidad genética frente a la hiponutrición y otras condiciones
ambientales desfavorables.
Por otra parte, las modificaciones bioquímicas de los tejidos, que acompañan
a los incrementos de masa y son responsables de los cambios madurativos, no
marchan paralelas a los aumentos de tamaño.
Estos factores van a influir en las necesidades energéticas y de determinados
nutrientes y deben ser tenidos en cuenta a la hora de establecer un régimen dieté-
tico, que ha de adecuarse siempre a la edad, sexo y estado nutritivo previo.
Es importante conocer la proporción de energía utilizada para el crecimiento,
y las necesidades energéticas y aunque estas aumentan con la edad en términos
absolutos, el porcentaje de requerimientos para el crecimiento disminuye al mis-
mo ritmo que lo hace la velocidad de crecimiento.
La primera infancia es el periodo que comprende los dos primeros años de
vida y se caracteriza por un crecimiento rápido, que se desacelera progresivamen-
te desde el nacimiento.

136
Alimentación equilibrada

El periodo de crecimiento estable comprende desde el tercer año hasta la


iniciación de la pubertad; y el ritmo de crecimiento es lento y uniforme. La talla
sufre un incremento anual que oscila entre 5 y 7 cm con tendencia ligeramente
descendente. La ganancia de peso tiende a aumentar con l edad, pero siempre
dentro de un límite bastante estrecho de 2,5 kg a 3,5 kg por año.
La pubertad es un periodo caracterizado por importantes cambios somáticos
y emocionales que coinciden con el proceso de maduración sexual, así como un
conjunto de modificaciones psicológicas y adaptaciones psicosociales que son
las que definen la adolescencia. Es un periodo con un elevado ritmo de creci-
miento, en el que destacan tres hechos que tienen una repercusión directa sobre
la nutrición: el aumento de la masa corporal, la modificación de la composición
del organismo y la tendencia a la perturbación de los hábitos alimenticios. En los
primeros años las necesidades proteicas, relativamente bajas, son cubiertas con
facilidad si lo están las necesidades calóricas, de los diez a los dieciséis años la
proteína puede ser el nutriente limitante del crecimiento.
Crecimiento y nutrición son dos procesos biológicos estrechamente relacio-
nados, de tal forma que la malnutrición crónica es la causa más frecuente de hi-
pocrecimiento. Por el contrario, el consumo de una dieta más rica en calorías y
proteínas ha sido uno de los factores responsables del aumento de talla y de la
aceleración del ritmo madurativo que se ha producido en los países industrializa-
dos en los últimos cien años.

Peso para la edad niñas (percentiles 5-10 años). Fuente: OMS.

137
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Peso para la edad niños (percentiles 5-10 años). Fuente: OMS.


La nutrición actúa sobre el crecimiento a través de dos mecanismos funda-
mentales: de una manera directa, mediante el efecto que el aporte de sustratos
energéticos y moléculas con funciones estructurales tiene sobre el metabolismo
celular, e indirectamente a través del sistema endocrino.
Cuando existe un aporte excesivo de energía, esta se almacena en forma de
grasa en el tejido adiposo y afecta también a los tejidos libres de grasa, acelerando
su crecimiento y sobre todo la maduración. Esto se traduce en un avance modera-
do de la velocidad de crecimiento y de la maduración ósea con acortamiento del
periodo de crecimiento y talla adulta o ligeramente inferior a la esperada.

Consecuencias a largo plazo de la nutrición en la infancia


Recientemente, las relaciones entre los hábitos dietéticos del niño y deter-
minadas enfermedades que se inician en la edad adulta se han establecido sobre
fundamentos sólidos.
Los hechos en que se basa este conocimiento son los siguientes:
• Un grupo importante de enfermedades denominadas degenerativas, se
inician en la infancia y su desarrollo no es una manifestación del proceso
de envejecimiento, sino que está estrechamente relacionada con algunos
parámetros antropométricos y niveles séricos de algunas sustancias. In-

138
Alimentación equilibrada

fluyen la ingesta de determinados tipos de grasa y cantidades excesivas


de colesterol.
• Se ha demostrado que existe un fenómeno que consiste en la tendencia
de determinadas variables bioquímicas y fisiológicas a mantenerse en los
mismos niveles desde la edad infantil hasta la edad adulta.
• Existe la posibilidad de identificar precozmente enfermedades que se
manifiestan clínicamente mucho más tarde y estimar la mayor o menor
susceptibilidad individual a través de la presencia o ausencia de los de-
nominados factores de riesgo. Particularidades genéticas que se asocian
con la aparición precoz o el desarrollo anormalmente rápido de algunas
enfermedades en individuos expuestos a determinados agentes exógenos
como algunas sustancias contenidas en la dieta.
Otra carencia suficientemente probada es la relación entre flúor de la dieta y
la caries dental. En otras enfermedades como la obesidad, en la que hay una alte-
ración multifactorial, existe un claro acúmulo familiar y una evidente transmisión
intrafamiliar. Es decir, factores genéticos y extragenéticos presentes en el medio
familiar hacen a determinados individuos más vulnerables a la sobrecarga ener-
gética y facilitan la aparición de la obesidad en el niño y adolescente. Estos co-
nocimientos permiten iniciar medidas terapéuticas, farmacológicas y sobre todo
dietéticas, en niños vulnerables antes de que la sobrecarga de peso esté estable-
cida y sea de difícil corrección. La obesidad cuando coexiste con la hipertensión,
obliga a ser más estrictos en la prevención y tratamiento. La influencia de los
hábitos alimentarios en la etiología de la hipertensión se encuentra bien estableci-
da. Hay datos que relacionan la ingesta masiva de Na, así como de ácidos grasos
saturados y proteínas con la hipertensión y por el contrario, el aporte insuficiente
de fibra, calcio y Zn en la dieta, también se relacionan con la misma.
También existe una estrecha relación entre cáncer y nutrición, de manera
general se puede afirmar que las sustancias químicas con actividad carcinogénica
pueden estar presentes en forma activa en los alimentos e ingerirse con ellos, o
pueden activarse en el propio organismo. Por otra parte, se ha encontrado una co-
rrelación entre la ingesta excesiva de grasa y la obesidad en niñas con el cáncer de
mama, probablemente por su acción sobre la aceleración de la maduración sexual
y el adelanto de la edad de la menarquía.

Valoración del estado de nutrición


El estado nutricional refleja en cada momento si el aporte, absorción y utili-
zación de los alimentos son adecuados a las necesidades del organismo. Por esto,

139
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

la evaluación del estado de nutrición es una parte muy importante, porque un


estado nutritivo deficiente puede ser la causa o consecuencia de la enfermedad y
una correcta valoración aporta elementos diagnósticos de gran valor. Para que la
valoración sea completa se deben incluir los siguientes datos: la ingesta dietética,
la absorción y utilización de los nutrientes, y el estado nutricional.

ALIMENTACIÓN DEL NIÑO SANO

Necesidades nutricionales en la primera infancia


En la nutrición infantil se pretende alcanzar no solo un desarrollo pondoes-
taural correcto, sino además no desarrollar carencias nutricionales, con el objeto
de prevenir enfermedades en la etapa adulta que estén vinculadas con el tipo de
alimentación.
Una serie de organismos internacionales publican periódicamente recomen-
daciones sobre nutrición infantil.
El National Research Council (NRC) de Estados Unidos a través del Food
and Nutrition Board publica periódicamente desde 1941 las raciones dietéticas
recomendadas Recommended Dietary Allowances (RDA). Es referencia para
energía, proteínas, vitaminas y oligoelementos. Posteriormente se incorporó el
concepto de ingesta dietética de referencia (reference dietary intakes) (RDI).
Las recomendaciones están basadas en las RDA, RDI y en lo s informes
técnicos de la FAO-OMS, en las del Comité de Nutrición de la Academia Ame-
ricana de Pediatría y en las del Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de
Gastroenterología y Nutrición Pediátrica (ESPGAN).

Alimentación del niño preescolar y escolar


Los objetivos nutricionales fundamentales de esta etapa son: conseguir un
crecimiento adecuado, evitar el déficit de nutrientes específicos (ferropenia, ca-
ries) y consolidar unos hábitos alimentarios correctos que permitan prevenir los
problemas de salud de épocas posteriores de la vida que están influenciados por
la dieta: hipercolesterolemia, hipertensión arterial, obesidad, osteoporosis, altera-
ción de la conducta alimentaria.
Resultados de encuestas realizados en escolares tales como ENALIA donde
se recogió información individual dietética, en primer lugar, sobre la dieta diaria,
es decir, especificando tipo de alimento y cantidades consumidas (g/día) en dos
días diferentes y en segundo lugar sobre la frecuencia de consumo de alimentos
y suplementos alimenticios. También se recopiló información sobre las caracte-

140
Alimentación equilibrada

rísticas generales sociodemográficas, la actividad física realizada y la toma de


medidas antropométricas de peso y altura de los participantes.
Además los resultados revelan: gran dispersión de valores en el aporte caló-
rico, una distribución calórica a lo largo del día inadecuada, con desayuno escaso
y muchos picoteos, algunos niños y jóvenes no desayunan, acentuándose este
problema a medida que aumenta la edad, sobre todo en niñas, en los escolares
mayores y adolescentes la ingesta energética diaria se hace fuera de las comidas
escolares o domiciliarios controladas lo que da idea de la importancia de las die-
tas preparadas o snack, el consumo de proteínas es excesivo destacando las de
origen animal sobre las de origen vegetal, el consumo de hidratos de carbono es
bajo con disminución de los hidratos de carbono complejos y excesivo aporte de
azúcares refinados, el consumo de grasas es alto fundamentalmente por exceso
de ingesta de las de tipo saturado(carnes, bollería, fiambres, precocinados….),
disminución del consumo de leche y aumento de bebidas y zumos azucaradas.
A la vista de los datos proporcionados, es aconsejable llevar a cabo una estra-
tegia que contribuya a corregir los errores observados y haga posible que se cum-
plan los objetivos nutricionales. Por esto es necesario seguir una serie de normas:
• Asegurar un aporte calórico suficiente según la edad y actividad física.
• La distribución calórica ha de hacerse de acuerdo con el ritmo de las ac-
tividades que el niño realiza a lo largo del día. Por ello sería aconsejable
reforzar el desayuno para mantener la actividad física e intelectual de la
mañana, no hacer una comida copiosa, para evitar la somnolencia pos-
tprandial, recomendar una merienda equilibrada, evitando los picoteos
o el consumo de calorías vacías. La cena debe ser sencilla, no excesi-
vamente abundante, intentando que contenga un mínimo de nutrientes
estratégicos en los casos de niños en los que se desconoce con precisión
la ingesta del resto del día. Para ello es muy importante que los padres
estén informados diariamente de la alimentación que ingieren sus hijos,
bien a través del profesorado o preguntando directamente a los niños. Un
ejemplo podría ser un régimen de cuatro comidas con la siguiente distri-
bución calórica: desayuno 25% del volumen calórico total, comida 30%,
merienda 15-20% y cena 25-30%.
• Mantener una correcta proporción entre los principios inmediatos de for-
ma que el aporte calórico total de la dieta proceda: de las proteínas el
10-15%; de los lípidos el 30-40%; y de los carbohidratos el 50-55%.

141
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Alimentación y problemas nutricionales en la adolescencia


Además de las modificaciones en el tamaño, durante el estirón de la adoles-
cencia se producen cambios importantes en la composición del organismo que
afectan sobre todo a la proporción de los tejidos libres de grasa y de la grasa.
Otro factor que influye decisivamente en los requerimientos nutritivos du-
rante la adolescencia es el ejercicio físico, que varía sobre todo en función del
sexo y del momento en que se produce el estirón puberal.
Las necesidades calóricas son superiores a las de cualquier otra edad y están
estrechamente relacionadas con la velocidad de crecimiento y con la actividad fí-
sica. Mientras que los requerimientos por unidad de peso disminuyen con la edad,
la relación entre los requerimientos energéticos y la talla o energía por unidad de
longitud aumentan, lo que permite afirmar que los incrementos de talla reflejan
con mayor precisión el efecto anabólico del crecimiento juvenil.
Las formas no convencionales de alimentación abarcan un conjunto de mo-
dos de alimentación distintos a los habituales. Las diferencias pueden radicar en
los horarios, en la selección de los alimentos, en la forma de prepararlos…

Consumo de alcohol
Algunos adolescentes, sobre todo los fines de semana, ingieren cantidades
variables de alcohol que aporta calorías, tiene efectos nocivos sobre el apetito,
aparato digestivo y sistema nervioso.

Alteraciones de la conducta alimentaria


La anorexia nerviosa se caracteriza por un rechazo a mantener el peso por
encima de un peso mínimo normal para la edad y talla (por ejemplo, pérdida de
peso que lleva a mantener este un 15% por debajo del peso adecuado o fracaso
en el intento de ganar peso durante un periodo de crecimiento, que conduce a que
este sea un 15% inferior al esperado).
Miedo intenso a ganar peso o hacerse obeso, incluso cuando se está por de-
bajo del peso ideal.
Trastorno en la percepción del peso, tamaño y forma del propio cuerpo (por
ejemplo, el paciente dice sentirse gordo incluso cuando está muy delgado o cree
que una parte de su cuerpo es demasiado gorda aún cuando está por debajo del
peso normal.)
En las mujeres amenorrea primaria o secundaria, con ausencia por lo menos
de tres ciclos menstruales consecutivos.

142
Alimentación equilibrada

Reacciones adversas a los alimentos: alergia e intolerancia


Los alimentos son productos complejos que contienen numerosos elemen-
tos. Se ha estimado que la alimentación normal consiste en la ingestión de unas
100000 sustancias diferentes, y aunque muchas de ellas son necesarias para la
salud y el bienestar, algunas de ellas son también capaces de causar efectos adver-
sos como resultado de su acción farmacológica. Estas sustancias potencialmente
nocivas pueden ser constituyentes naturales del alimento o haber sido añadidas
a él como resultado de contaminación química o biológica. En muchas enferme-
dades los alimentos tienen un papel etiológico relevante, concretamente en el
ámbito de la toxicología e infectología. Cualquier producto comestible tomado
en suficiente cantidad puede causar trastornos, como distensión gástrica, dolor
abdominal, meteorismo o vómitos, especialmente si por su composición resulta
difícil de digerir, es irritante para la mucosa o susceptible de fermentación.
Se han descrito todo tipo de reacciones adversas por alimentos, afectando a
los más diversos órganos y sistemas. Existen dos grandes tipos de reacciones, de
una parte, aquellas que son mediadas por mecanismos inmunológicos, denomi-
nadas reacciones alérgicas, y de otra, las reacciones ocasionadas por mecanismos
no inmunológicos, que se denominan globalmente como reacciones de intoleran-
cia. Tanto unas como otras pueden ser de diferente tipo, y una misma reacción
puede describirse con diferente denominación; así, la reacción resultante de la
ingestión de un alimento muy rico en histamina podría describirse como una
reacción de intolerancia, una reacción tóxica, una reacción farmacológica y una
reacción pseudoalérgica. En la práctica muchas veces no es posible establecer
con certeza el mecanismo responsable, ni siquiera en las presuntamente anafi-
lácticas, que son las reacciones alérgicas mejor caracterizadas y prácticamente
las únicas susceptibles de estudio. De hecho, los cuadros clínicos de anafilaxia
pueden producirse al menos por tres mecanismos, uno de los cuales es la reacción
de tipo I (reacción propiamente anafiláctica), en tanto que los otros dos, mediados
respectivamente por anafilotoxinas y degranulación inespecífica de mastocitos,
aunque clínicamente del todo similares a la primera, no están mediados por IgE y
han sido también denominados anafilactoides. Entre los niños con sintomatología
digestiva inmediata tras la ingestión de leche de vaca, no más de la mitad son
portadores de IgE específica, y en muchos casos, sobre todo en niños mayores y
adultos la existencia de IgE para un alimento no se correlaciona con el resultado
de las pruebas de provocación.
Por ello es más adecuado diferenciar las reacciones adversas inducidas por
alimentos en dos grandes grupos: aquellas que son debidas fundamentalmente

143
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

a la acción del alimento o de alguno de sus componentes, que serían reacciones


tóxicas a las cuales todos los sujetos resultan vulnerables, y las reacciones que
únicamente sobrevienen a determinados individuos, como resultado de una vul-
nerabilidad o sensibilidad especial, y que serían las reacciones de intolerancia.
Estas últimas pueden deberse a mecanismos inmunes o no, y solo una minoría
pertenecen al grupo de las mediadas por IgE. En todo caso, debe reservarse el
empleo del término alergia o hipersensibilidad para las reacciones mediadas por
mecanismos inmunológicos.
Un porcentaje reseñable de la población general cree haber tenido alergia o
intolerancia a algún alimento. La prevalencia es mayor en niños que en adultos,
y máxima la incidencia durante el primer año de vida. En países desarrollados, se
está observando un importante incremento de las enfermedades atópicas, concre-
tamente asma y dermatitis atópica.
Las reacciones tóxicas son debidas a la presencia de sustancias con activi-
dad farmacológica. El tóxico puede ser un constituyente natural del alimento o
haber sido añadido al mismo en algún momento de su producción o elaboración,
conservación, transporte y comercialización, ya sea intencionada o espontánea-
mente. Los agentes biológicos y sus toxinas son responsables de muchos de estos
cuadros, que desde el punto de vista clínico suelen comportar síntomas orgánicos
graves, como fiebre, alteraciones neurológicas, fallo hepático o renal.
Las reacciones alérgicas se relacionan con reacciones inmunes y han sido
implicadas en alergia alimentaria. Dado que el sistema inmune reacciona global-
mente no suele ser posible diferenciar lo anormal de lo meramente fisiológico; es
normal detectar anticuerpos contra antígenos alimentarios y en la práctica care-
cen de interés para el diagnóstico específico de los estudios inmunológicos, salvo
la determinación de IgE.

ENFOQUE COMUNITARIO Y PARTICIPACIÓN ALIMENTARIA

Estrategias de la promoción alimentaria en la comunidad


Hay una clara evidencia de que el nivel en la educación deriva en un factor
de protección de la salud. La formación elemental de la población es la herra-
mienta más importante de las personas, como consumidoras, frente a una gran
industria alimentaria, que tiene en el mercado y en la publicidad sus principales
adeptos. Las recomendaciones sobre alimentación saludable ocasionan una baja
influencia en la población, que se deja llevar por la influencia del mercado. Esta
formación debe estar integrada en los diferentes niveles educativos.

144
Alimentación equilibrada

La alimentación, es un factor determinante del estilo de vida, y constituye


una parte importante de los objetivos y acciones que se desarrollan en promoción
de la salud comunitaria, y donde la faceta educativa forma su principal vía de
desarrollo. Por tanto, la promoción de la salud influye en el desarrollo humano
social a la vez que
Lleva de la mano el desarrollo de capacidades personales, para lograr mayor
calidad de vida.
Es fundamental la educación alimentaria para promover prácticas saludables
en la vida diaria. Los tres pilares estructurales son la participación de la familia,
la escuela y la comunidad.
El conocimiento de las prácticas alimentarias, así como la relación existente
entre alimento y tradición familiar, es una seña de identidad cultural.
La cultura alimentaria se nutre de las tradiciones, tabúes y mitos prevalen-
tes en una comunidad determinada, formando parte de la vida cotidiana. Las
practicas alimentarias, al socializarse, se afianzan como costumbres y una vez
incorporadas son difíciles de modificar.

El contexto familiar y la promoción de la alimentación saludable


Desde el enfoque educativo, la familia es el primer escalón en el proceso
educativo, siendo especialmente importante en los primeros años de vida. La so-
cialización alimentaria, comienza en la familia, con gran fuerza adherida a los
medios de comunicación, que influyen en las prácticas de alimentación, espe-
cialmente en la infancia y adolescencia. Por este motivo, la escuela debe orientar
al alumnado en el análisis crítico, capacitarlo para tomar decisiones y afrontar
problemas y situaciones de la vida diaria, ya sean simples, complejas o contradic-
torias. Adquirir competencias esenciales es relevante para dar respuesta de forma
saludable al entorno.
Es importante acercar a la familia, para que participe en programas educati-
vos relacionados con hábitos de vida saludable. La familia tiene una doble tarea,
constituye un recurso y también es un elemento de apoyo.
Es fundamental diseñar intervenciones específicas para la formación de las
familias, proporcionar las herramientas para que adopten estilos de vida saluda-
bles.

El ámbito educativo como promotor de la salud alimentaria en la infan-


cia
Las formas de alimentación tienen una gran incidencia en la salud y calidad
de vida de la persona, es uno de los temas fundamentales en educación para la

145
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

salud por su importancia en el desarrollo psicofísico y en la prevención de nume-


rosas enfermedades.
Los hábitos de alimentación se adquieren fundamentalmente en la familia,
aunque también la escuela, como ya se ha dicho anteriormente, ejerce una fun-
ción importante junto con los medios de comunicación y el marketing publicita-
rio. Una buena alimentación es importante en todas las edades, pero cobra una
especial importancia en los primeros años de vida. Actualmente se sabe que el pe-
riodo de vida que comprende desde la época fetal hasta los cinco años es decisivo
para el crecimiento físico y psíquico. El crecimiento es un fenómeno biológico
complejo que no depende de un factor único sino de un conjunto de ellos, con una
carga genética importante, precisa de un aporte continuo de energía y nutrientes.
La alimentación es una necesidad básica para la vida, con una dimensión
sociocultural sujeta siempre a la disponibilidad de alimentos según los diferentes
contextos. En los países en vía de desarrollo hay una gran escasez de la oferta ali-
mentaria, este problema de hipoalimentación contrasta con las formas de alimen-
tación de los países desarrollados en los que, aunque también existen grupos de
marginación con déficit alimentario, no obstante, el principal problema radica en
la hiperalimentación o exceso en el consumo de alimentos, y como consecuencia
cada vez hay más adultos y niños con exceso de peso y obesos, aumentan también
los casos de diabetes tipo 2.
También se han realizado diversos trabajos epidemiológicos y a través de
encuestas de salud, en los que se ha podido comprobar que los hábitos de ali-
mentación de la población actual no siempre se ajusta a los patrones establecidos
como saludables, encontrando un desajuste en la dieta actual con respecto a lo
que serían los modelos dietéticos ideales; aunque en la carga de morbilidad de los
países más pobres predominan las enfermedades infecciosas y la desnutrición, los
principales factores de riesgo de las enfermedades crónicas se está propagando;
esto lleva a plantear desde la escuela las estrategias necesarias para el desarrollo
de hábitos saludables que lleven a una mejora de la salud y calidad de vida. Es
importante adoptar comportamientos que promuevan la salud, tales como una
alimentación sana, actividad física regular y evitar consumo de tabaco.
Los hábitos dietéticos han ido sufriendo en los últimos años una serie de
modificaciones con respecto al modelo tradicional, debido a los cambios sociales
y a una nueva cultura de salud. Podemos considerar, entre otros, los siguientes
factores del cambio:
• La necesidad de adaptar la alimentación a las exigencias de las formas
de vida actuales: cambios en la familia, horario laboral etc. ha producido
una modificación en el proceso de elaboración de los mismos.

146
Alimentación equilibrada

• El gran interés por los efectos de la dieta en la salud. Los riesgos de


determinados alimentos, como las grasas y los productos de fabricación
industrial, han supuesto de forma indiscriminada, una penalización de
los mismos.
• La publicidad, centrada fundamentalmente en la venta del producto, para
lo cual aprovecha las nuevas tendencias para ofrecer productos de prepa-
ración más rápida, dietéticos, light.
Entre los hábitos de alimentación de los niños y adolescentes se viene de-
tectando un consumo de alimentos con un elevado contenido en grasas saturadas
que, por su rápida preparación, se están incorporando con bastante frecuencia en
la dieta habitual; si estos alimentos se tomasen de forma moderada, en algunas
ocasiones no interferiría en el conjunto de una dieta equilibrada, el problema radi-
ca en que si estos alimentos se consumen con frecuencia y se sustituyen por otros
alimentos básicos como son las frutas, legumbres y verduras, se van convirtiendo
en patrones de conducta alimentaria poco saludable.
También existe una tendencia actual entre determinados grupos de población
a no valorar las formas de alimentación como un factor determinante para la
salud.
Existe evidencia científica de que la eliminación indiscriminada de ciertos
alimentos puede producir carencias nutricionales, y el abuso de los mismos traer
graves consecuencias para la salud, por lo que las tendencias actuales de cambio,
postmodernidad alimentaria, se centra en el equilibrio nutricional, la forma de
entender una alimentación saludable es ante todo, comer equilibradamente.
No existe ningún alimento que contenga en sí mismo todos los nutrientes
esenciales, por lo que se recomienda una dieta variada y con rotación de ali-
mentos ya que los nutrientes de cada grupo varían entre unos alimentos y otros
y también las toxinas y contaminantes naturales se distribuyen en los diferentes
grupos de alimentos.
Hoy nadie duda de la incidencia de la dieta en la salud, por lo que cada día
existe una mayor demanda de alimentos y productos saludables; para atender a
dicha demanda la industria alimentaria, basándose en investigaciones realizadas
en este ámbito, ha lanzado al mercado una serie de alimentos, los llamados ali-
mentos funcionales, a los que se le añade o suprime algún compuesto químico
con la finalidad de interferir de forma positiva sobre diversas funciones orgánicas.
Una educación alimentaria orientada a mejorar la calidad de vida deberá
centrarse en la capacitación de la persona para que de forma responsable y libre
desarrolle unos hábitos de alimentación adecuados a sus necesidades nutritivas,
por lo que debe conocer los principios de la nutrición y función de los alimentos.

147
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Si bien existe unanimidad sobre la importancia del tratamiento de la alimen-


tación en la escuela, su implementación, no siempre es una tarea sencilla, debido
a que tiene limitaciones. Por esto, el enfoque de la intervención educativa, debe
ser multidisciplinar.
La educación para la salud en las etapas escolares de infantil y primaria tiene
que hacer frente a diferentes dificultades que se han identificado por los docentes,
a la hora de implementarla, tales como:
• Falta de coordinación y acuerdo entre el personal docente del centro, en
su implementación.
• Escasa formación del profesorado en el ámbito de educación para la sa-
lud.
• Discrepancias con los valores y la cultura familiar en los que se requiere
la intervención.
• Baja implicación y participación de las familias en el proceso educativo.
• La dificultad a llevar a cabo educación para la salud en una sociedad de
consumo.
Como conclusión se puede afirmar que una vez identificados los obstáculos
y limitaciones a las que hacer frente, existe una conciencia generalizada, acerca
de la necesidad de reorientar las intervenciones hacia la prevención y promoción
de la salud.

Estrategia NAOS
La estrategia para la Nutrición, Actividad física y Prevención de la Obesi-
dad (NAOS), es elaborada por el Ministerio de Sanidad y Consumo, con el fin
de mejorar los hábitos alimentarios, así como promover la práctica regular de la
actividad física de todas las personas, pero haciendo especialmente hincapié en
la población infantil.
En dicha estrategia, para su elaboración han participado diferentes ámbitos
de la sociedad; administraciones públicas, expertos, empresas y otros organismos
vinculados al sector de la alimentación y la actividad física, coordinados por la
Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA).
Nace para intentar hacer frente a un problema de salud pública que es la
obesidad, y según la OMS la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres
de epidemia a nivel mundial.

148
Alimentación equilibrada

Figura 3. Pirámide de NAOS. Fuente: Estrategia NAOS.


La meta fundamental de la estrategia es potenciar una alimentación saluda-
ble e impulsar la actividad física, para frenar la tendencia creciente de la preva-
lencia de la obesidad y por tanto, lograr disminuir la morbilidad y mortalidad que
surge como consecuencia de las enfermedades crónicas.
Para alcanzar la meta citada anteriormente, se desarrollaron una serie de ob-
jetivos:
• Impulsar políticas y líneas de acción que mejoren los hábitos de la ali-
mentación, así como un incremento de la práctica de la actividad física.

149
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Concienciar a los ciudadanos de los beneficios que tiene para su salud,


una alimentación equilibrada acompañada de la practica de ejercicio fí-
sico.
• Apoyar la educación nutricional desde diferentes ámbitos, tales como el
familiar, escolar y comunitario.
• Fomentar el ejercicio físico en los ciudadanos, incidiendo en la pobla-
ción infantil.
• Crear convenios de colaboración entre empresas del sector alimentario,
para que realicen una producción y distribución de alimentos más sanos
y equilibrados.
• Formar y sensibilizar a los profesionales sanitarios para la detección de
obesidad y sobrepeso en la población.
• Llevar a cabo un seguimiento de las líneas de actuación y analizar los
resultados obtenidos de la ejecución de la estrategia.
La puesta en marcha de la estrategia se realiza a través de diferentes ámbitos
de actuación: familiar y comunitario, escolar, empresarial y sanitario.

Ámbito familiar y comunitario


Informa a la población de la repercusión que tiene en su salud una alimen-
tación saludable, unida a la realización de ejercicio físico. Dicha información se
realiza a través de diferentes canales como guías alimentarias, participación de
asociaciones, padres, alumnos, medios de comunicación, web del ministerio.
La familia como primer peldaño, debe tener unos conocimientos básicos so-
bre alimentación, para transmitir los mensajes. Además, apoyado por campañas
lanzadas por el ministerio, para informar y concienciar a la población.

Ámbito escolar
La escuela tiene en su poder la oportunidad de formar a los escolares, por
tanto, es una herramienta esencial para fomentar y modificar los estilos de vida
saludable en los menores. Para ello, incluye en el proyecto curricular académico
conocimientos y habilidades sobre alimentación y nutrición. Todo esto reforzado
con talleres, actividades extraescolares, cursos de formación de los docentes y
promover la práctica de actividad física.
El comedor escolar debe ser el lugar donde se lleva a la práctica los obje-
tivos planificados en el plan de educación nutricional del centro. Es importante
este medio, porque un porcentaje destacado de escolares realiza cinco días a la
semana la comida principal, siendo este porcentaje más elevado en el alumnado
de edad comprendida entre dos años y cinco. Por esto, el comedor escolar influye

150
Alimentación equilibrada

y condiciona el estado nutricional de los escolares. Los comedores deben cumplir


con una norma elaborada por el Ministerio de Sanidad y en colaboración con el
Ministerio de Educación.
En los colegios, la oferta alimentaria en algunas ocasiones se completa con
productos que se pueden adquirir a través de máquinas expendedoras, siendo este
un canal de autoservicio, que hay que gestionar adecuadamente, porque existe el
riesgo de que los niños abusen del consumo de alimentos con un elevado conte-
nido energético frente a un escaso valor nutricional.
La Asociación Nacional Española de Distribuidores Automáticos (ANEDA)
ha firmado un convenio de colaboración donde se establece el compromiso de
no ubicar las máquinas en zonas fácilmente accesibles para alumnos de infantil
y primaria. También se eliminará la publicidad de las máquinas para no fomentar
el consumo de determinados productos. Se potenciará el consumo de productos
que favorezcan una alimentación equilibrada y se publicitará una guía de buenas
prácticas, donde queden recogidos aquellos productos que no deban incluirse en
las máquinas.

Ámbito empresarial
El Ministerio de Sanidad en colaboración con el Ministerio de Agricultura,
Industria, Comunidades Autónomas, Industrias alimentarias y empresas de hoste-
lería y restauración, desarrollan de manera conjunta un convenio con el objetivo
de promover productos saludables.
Se potenciará la puesta en el mercado de productos con bajo contenido en
grasas, azúcares y sal. Las industrias alimentarias reducirán de forma paulatina el
aporte calórico de productos alimentarios e impulsarán el uso de porciones para
reducir el consumo excesivo de calorías.

Ámbito sanitario
Los profesionales del ámbito sanitario tienen un papel fundamental en la
prevención de la obesidad. La detección tanto del sobrepeso como la obesidad es
uno de los pasos más importantes para hacer frente a la epidemia. En este ámbito
destacan acciones tales como realizar campañas periódicas para la detección, es-
trategias informativas, para ayudar a prevenir la enfermedad e identificar y hacer
un seguimiento a los niños potencialmente en riesgo.

151
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Programa Perseo
Perseo es un proyecto piloto escolar de referencia para la salud y el ejercicio
contra la obesidad. Nace del convenio de colaboración entre la agencia española
de seguridad alimentaria, el ministerio de sanidad y el ministerio de educación.
Dicho proyecto está dirigido a la población escolar de primaria con el fin de
prevenir la obesidad infantil. Para promover que se adquieran hábitos de alimen-
tación saludables se ha elaborado un material de formación y didáctico, destacan-
do principalmente la guía de comedores escolares.
El contenido se estructura en doce capítulos donde se recogen, conceptos
generales acerca de alimentación y nutrición, pautas a seguir en la elaboración
de menús escolares, modelos de menús, necesidades especiales como alergias
e intolerancias alimentarias o dietas astringentes, recomendaciones para servir
platos y comida transportada, complementación del menú escolar, modelos de
desayuno, almuerzo de media mañana y cena, normas higiénicas y actuación de
los educadores en el comedor.
Tal y como se ha dicho anteriormente, en líneas anteriores del presente traba-
jo, la infancia es una etapa de la vida que tiene un papel crucial para realizar una
adecuada alimentación.
La malnutrición ya sea ocasionada por exceso o defecto, puede tener im-
portantes consecuencias en el estado de salud. También, hay que reseñar que en
la infancia es el periodo donde se instauran los hábitos de alimentación, que se
mantendrán a lo largo de la vida.
Alimento Recomendaciones Peso de ración
Arroz, cereales, 2-3 raciones/día 40-70 g de arroz, pasta
pasta y patatas 30 g de cereales
80-150 g de patatas
Pan 2-4 raciones/día 25-50 g de pan
Frutas >2-3 raciones/día 80-50 g de fruta, verduras y hortalizas
Verdura y hortalizas >2-3 raciones día
> 4 raciones/día
Lácteos 3-4 raciones/día 100-200 g de leche
125 g de yogur
20-60 g de queso
Legumbres 2-3 raciones/semana 35-50 g de legumbres
Pescados >3 raciones/semana 50-85 g de pescado

152
Alimentación equilibrada

Carnes 3-4 raciones/semana 50-85 g de carne


Huevos 2-3 raciones/semana 1 huevo
Raciones recomendadas para la población infantil. Fuente: Fundación Española de la Nutrición.

El menú escolar tiene que cumplir una serie de pautas nutricionales, teniendo
en cuenta diferentes parámetros tales como la edad y el sexo de los escolares, a
los que va elaborado el menú.
Es necesario considerar el aporte energético a las necesidades calóricas dia-
rias, el perfil calórico y lipídico y la ingesta recomendada de nutrientes. El menú
debe incluir primer plato, segundo y postre, principalmente fruta. Además, la
comida incluirá pan y agua.
Los escolares deben consumir una dieta variada, es decir equilibrada en la
cual ingieran todos los nutrientes necesarios. Para la elaboración de los menús se
recomienda emplear aceites vegetales monoinsaturados, principalmente aceite de
oliva. En el menú deben primar alimentos ricos en hidratos de carbono, no com-
plejos, debido a que aportan fibra y nutrientes. Los menús también deben recoger
los gustos y preferencias de los menores, para que sean aceptados por los mismos.
El tamaño de las raciones tiene que ser proporcional a la totalidad del menú y a la
edad de los escolares. Es necesario reducir el contenido en sal, y los alumnos no
deben añadir ni sal ni condimentos.
La composición y variedad del menú tiene que ser adecuada, y una dieta
variada, desembocará en una dieta equilibrada, con requisitos nutricionales óp-
timos. También hay que señalar que es necesario impulsar la formación sobre
conocimientos nutricionales y gastronómicos a las familias y a los escolares. Hay
que entender la amplia función de los comedores escolares, no solo con el ser-
vicio de comedor, sino como lugar donde se adquieren hábitos de alimentación
adecuados.

153
12.
ALIMENTACIÓN DEL NIÑO EN
SITUACIONES ESPECIALES
Marta González Caballero, Nuria García Enríquez, Carmen Codina Galán y Patricia
Madrigal Herrero

ALIMENTACIÓN VEGETARIANA DURANTE LA INFANCIA

La alimentación varía de unas personas a otras según la etnia, la cultu-


ra y las creencias más diversas. Actualmente, el número de niños que está
adoptando una dieta vegetariana en nuestro país no deja de aumentar.
La dieta vegetariana es la forma de alimentación que excluye los alimentos
de origen animal y se basa en el consumo de frutas y verduras, tubérculos,
semillas, cereales poco refinados, legumbres y grasas vegetales.
La dieta vegetariana estricta o vegana excluye totalmente todos los
alimentos de origen animal y sus derivados: carnes, charcutería, pescados,
huevos, mariscos, lácteos, leche, quesos, yogures, mantequilla, etc.
Hay otros tipos de dietas vegetarianas como la lactovegetariana, en la
que no se excluyen los lácteos o la ovolactovegetarina, en la que además de
los lácteos, tampoco se excluyen los huevos y sus derivados.
Una alimentación equilibrada siempre debe ser variada y estar formada
por todos los grupos de alimentos, sobre todo en la fase de crecimiento de
nuestro organismo. Las carnes son alimentos ricos en proteínas completas,
en vitamina B12 y en minerales como el hierro, los pescados azules son
ricos en grasas poliinsaturadas omega 3, los lácteos son la principal fuente
de calcio y los huevos tienen unas proteínas de excelente biodisponibilidad.
Un déficit de estos alimentos y un programa dietético vegetariano mal pla-
nificado puede comportar importantes carencias nutricionales peligrosas para
el desarrollo armónico del niño.

155
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Déficit de proteínas de buena calidad


Las proteínas no son un problema en una alimentación vegetariana o
vegana bien planificada, aunque este ha sido tradicionalmente uno de los
miedos de profesionales sanitarios y población general. Estudios recientes en
vegetarianos occidentales han mostrado que la ingesta de aminoácidos excede
las cantidades diarias recomendadas y que los niveles en sangre se encuen-
tran en un rango normal. Aunque antiguamente se llamaba a las proteínas
animales de alto valor biológico porque se pensaba que contenían todos los
aminoácidos indispensables y eran más completas que las vegetales (que se
denominaban de bajo valor biológico y se consideraban proteínas incomple-
tas), hoy sabemos que esta idea no tiene ningún fundamento puesto que lo
único importante es que obtengamos una buena cantidad de aminoácidos de
fuentes diversas de forma regular. Todas las proteínas vegetales contienen
todos los aminoácidos, tanto los indispensables o esenciales como los que
no lo son, lo único que varían son las proporciones de algunos de ellos.
Las legumbres son pobres en metionina y los cereales, los frutos olea-
ginosos y las semillas son pobres en lisina.
Para obtener proteínas completas podemos combinar legumbres (ricas en
lisina) con cereales (ricos en metionina) o legumbres (ricas en lisina) con
frutos oleaginosos y semillas (ricos en metionina). Las mejores fuentes vege-
tales de proteínas son las legumbres y derivados y los frutos secos y semillas.
Ejemplos de platos vegetarianos que proporcionan un conjunto de pro-
teínas de buena calidad nutritiva:
• Lentejas con arroz.
• Alubias con pasta.
• Tortitas de maíz con fríjoles.
• Cuscús con garbanzos y verduras.
• Garbanzos con trigo.
• Soja con arroz y verduras.
• Garbanzos con pan.
• Garbanzos con piñones.
• Ensalada de lentejas con nueces.
• Humus o paté de garbanzos (garbanzos triturados con semillas de sésa-
mo y especias).

156
Alimentación del niño en situaciones especiales

Déficit de vitamina B12 o cobalamina


La vitamina B12, al igual que las otras vitaminas del grupo B, desempe-ña
un importante papel en el metabolismo energético, interviene en la sínte-sis
de glóbulos rojos y en el buen mantenimiento del sistema nervioso central.
Las principales fuentes de esta vitamina son la carne, lácteos y huevos
y no existe ninguna fuente de origen vegetal que la contenga, ya que solo
se encuentran de forma natural en los alimentos de origen animal.
El déficit nutricional de esta vitamina es sumamente raro, puede aparecer
por la incapacidad de utilizarla en caso de anemia perniciosa o megaloblástica
(causada por la carencia de factor intrínseco, una sustancia que se requiere
para absorber la vitamina B12 del tránsito intestinal) o bien en caso de una
alimentación vegana si no se toman las cantidades suficientes de B12 a través
de suplementos (por otro lado, las dietas ricas en fibra también favorecen la
excreción de esta vitamina).
La carencia de vitamina B12 además de causar anemia también provoca
dificultad para respirar, entumecimiento, hormigueo en las extremidades y
otros síntomas neurológicos como debilidad y pérdida de equilibrio.
Hay que asegurar un aporte suficiente al niño a través de alimentos
enriquecidos como las leches de fórmula, leche de soja, cereales o papillas
comerciales.
Las recomendaciones de ingesta de vitamina B12 para niños (tanto ve-
getarianos como no vegetarianos) son de 0,3 microgramos diarios hasta los 2
años, de 0,9 microgramos diarios de los 2 a los 3 años, de 1,2 microgramos
diarios de los 3 a los 6 años, de 1,8 microgramos diarios de los 7 a los 10
años y de 1,8-2,4 microgramos diarios de los 11 a los 18 años.

Déficit de vitamina D o calciferol


Esta vitamina estimula la absorción de calcio e interviene en el mante-
nimiento del equilibrio de los niveles sanguíneos de calcio y fósforo.
La encontramos de forma natural en alimentos de origen animal como
el queso, mantequilla, hígado, pescados y sus aceites. El vegetariano tiene la
opción de consumir cereales o margarina vegetal enriquecida para asegurar
un buen aporte.
Es la única vitamina que el cuerpo humano es capaz de fabricar por si
mismo a través de la piel. Este dispone de un precursor, la provitamina D,
que con el contacto al sol (por acción de los rayos ultravioleta) se transforma
en vitamina D. Basta con unos minutos al día para que el organismo fabrique

157
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

suficiente vitamina D así que en invierno, aunque la exposición al sol sea


menor, no tiene porque haber carencias. Es por este motivo que se aconseja
a los padres que salgan a pasear con sus hijos, para que les de el sol.
Las madres que durante la gestación han seguido una alimentación vegana
sin un correcto suplemento de vitamina D pueden predisponer a sus hijos a
padecer carencias y si los pequeños no consumen leches adaptadas suplemen-
tadas con esta vitamina están expuestos a padecer raquitismo, acompañado
de hipocalcemia y convulsiones.

Déficit de calcio
Es un mineral imprescindible para la formación del esqueleto y de la
dentadura del niño.
Su principal fuente son los lácteos, estando presente también en algunos
alimentos de origen vegetal, aunque su absorción está muy reducida.
Los lactovegetarianos pueden obtener 300 miligramos de calcio a través
de un vaso grande o tazón (alrededor de 250 ml) de leche entera, semi-
desnatada o desnatada, 7-8 cucharadas soperas (alrededor de 250 g) de queso
blanco, 2 unidades de yogur natural, aromatizado, con frutas, etc, alrededor
de 300 gramos de petit-suisses, 25 gramos de quesos de pasta firme (beaufort,
emmental, parmesano, comté, cantal,…), 30 gramos de quesos tipo holandés
(gorda, edam,…), 50 gramos de quesos tipo babybel, pirineos, revolcón,
raclette, etc., 60 gramos de queso tipo tomme, munster, etc., 90 gramos
de queso cammembert, 300 gramos de queso de cabra de pasta blanda o
semiseco, 150 gramos de queso de cabra seco o 250 gramos de queso brie.

Observación
En el mercado existen alimentos enriquecidos en calcio como zumos,
batidos o postres que pueden aportar una dosis extra de este mineral.
También se puede aportar calcio a través de la ingesta de agua mineral
con alto contenido en este mineral (Insalus, Betelu o Pañaclara).
• Consejos para asimilar el calcio mejor
- Realizar ejercicio regular como caminar ayuda a mantener los huesos
fuertes.
- Consumir alimentos ricos en vitamina D, esta ayuda a absorber y apro-
vechar mejor el calcio.
- El consumo excesivo de sal o de café aumenta la pérdida de calcio
por la orina (totalmente contraindicado en niños menores de 12 años).

158
Alimentación del niño en situaciones especiales

Otras fuentes alimentarias de calcio diferentes a los lácteos. TCA-CESNID


UB 2002
Alimento Miligramos/100 gramos de alimento
Boquerones 400
Sardinas enteras 314
Almendras 250
Soja cruda y seca 250
Perejil 200
Tofu 200
Nueces de Brasil 186
Higos secos 160
Berro crudo 157
Garbanzos crudos y secos 143
Alubias blancas crudas y secas 126
Leche de soja enriquecida 120-150
Espinaca cruda 104
Brécol crudo 93
Nueces 93
Aceitunas verdes y negras 61

Déficit de hierro
La dieta vegetariana, y especialmente la vegana, contienen en general
mayor cantidad de hierro que las dietas no vegetarianas. Las legumbres, los
frutos secos y semillas, los cereales integrales y muchas verduras son ali-
mentos muy ricos en hierro. Por otra parte, los niños y adultos vegetarianos
no se encuentran en mayor riesgo de presentar anemia ferropénica, aunque
sus depósitos de hierro son menores que los de las personas no vegetarianas.
El organismo humano contiene alrededor de 4 gramos de hierro. La
mayor parte de estos (2,5 gramos aproximadamente) se localizan en la he-
moglobina de los hematíes.
La hemoglobina otorga el color rojo característico de la sangre y es la
encargada del transporte de oxígeno por la sangre desde los pulmones hasta
los diferentes tejidos a través glóbulos rojos.
El hierro hemínico es el que encontramos en la hemoglobina y en la
mioglobina de las fibras musculares y enzimas de la cadena respiratoria y el
hierro no hemínico es el que se almacena en forma de reservas (ferritina) en
el hígado, bazo y médula ósea o bien es transportado (transferrina).

159
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Para los lactantes de 3 a 12 meses se recomienda una ingesta de 7-9


miligramos diarios de hierro, para los niños de 1 a 12 años alrededor de 10
miligramos diarios y para los adolescentes (crecimiento) unos 15 miligramos
diarios aproximadamente. Las mujeres desde la pubertad a la menopausia tie-
nen aumentadas las necesidades y se recomienda una ingesta diaria superior,
de 16 a 18 miligramos aproximadamente.
Las mejores fuentes de hierro de buena disponibilidad son las carnes
rojas, vísceras y pescados.

Porcentaje de absorción de hierro en función del tipo de alimento


• Leche materna: 50%.
• Carne de vaca: 20%.
• Carne de pollo: 12%.
• Carne de pescado: 11%.
• Leche de vaca: 10%.
• Soja: 7%.
• Leche de fórmula enriquecida en hierro: 4-6%.
• Trigo: 5%.
• Maíz: 3%.
• Huevo: 3%.
• Lechuga: 4%.
• Espinacas: 2%.
• Arroz: 1%.

Consejos para facilitar la absorción de hierro en el niño vegetariano


• La vitamina C favorece la asimilación del hierro (es aconsejable incluir
algún cítrico en el menú como la naranja, el kiwi o el limón).
• El salvado, fibras, calcio, taninos (té, café), oxalatos, fitatos y los poli-
fenoles inhiben la absorción de hierro, por ejemplo tomar té con leche
enriquecida con hierro, inhibe la absorción del mismo en un 75%.
• Se recomienda consumir los lácteos entre horas (en dietas lactovege-
tarianas): desayuno, merienda y tentempiés. Consumirlos concentrados
en la comida y en la cena impiden la asimilación de hierro por su alto
contenido en calcio.
• Consumir el pan blanco, pasta, arroz y cereales enriquecidos con hierro.
• Incluir en la dieta alimentos ricos en calcio como los higos secos, cirue-
las secas y pasas de uva, semillas de sésamo y soja.

160
Alimentación del niño en situaciones especiales

Déficit de cinc
El cinc es un mineral esencial que interviene en el metabolismo de las
proteínas y de los ácidos nucleicos, estimula la actividad de múltiples enzi-
mas, colabora en el buen funcionamiento del sistema inmunológico y en la
cicatrización de las heridas.
Las principales fuentes son la carne y sus derivados (aunque también está
presente en los cereales integrales, legumbres y frutos secos oleaginosos),
así que una dieta que los excluya puede provocar carencias (en las dietas
vegetarianas la absorción es un 50% menor que cuando hay consumo de
carnes). Además, la fibra y los fitatos inhiben su absorción.
Es frecuente que los niños veganos tengan un nivel en sangre de cinc
más bajo de lo normal.
Un déficit de este puede provocar retraso en el crecimiento, pérdida de
cabello, diarrea, lesiones oculares y de piel, pérdida de apetito, pérdida de
peso y problemas en la cicatrización de las heridas.

Déficit de triptófano
El triptófano es un aminoácido esencial necesario para el buen funcio-
namiento del sistema nervioso.
Sus principales fuentes alimentarias son la leche, quesos, huevos (los
alimentos de origen vegetal tienen un bajo contenido).
Su déficit provoca trastornos nerviosos y dificultades en la memoria.

Déficit de ácidos grasos omega 3


Al excluir los pescados hay riesgo de que el pequeño tenga déficit de
ácidos grasos omega 3. Esta carencia se puede compensar con el consumo
de frutos secos y aceites de semillas (girasol, soja, nuez, maíz...).
Para los niños se recomiendan preferiblemente las dietas ovolactovege-
tarianas frente a las veganas para evitar el máximo de carencias nutricionales.
Es necesario que los padres reciban supervisión médica para asegurar
un aporte adecuado de suplementos minerales y vitamínicos.
¿Qué ventajas se le atribuyen a la dieta vegetariana?
Parece ser que la alimentación rica en fibra dietética y en ácidos grasos
insaturados y baja en colesterol y en energía del vegetariano estricto está,
en general, relacionada con un menor índice de obesidad, menor frecuencia
de diabetes, de enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial o
arteriosclerosis, de cálculos de la vesícula biliar y de estreñimiento crónico.

161
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Para asegurar una dieta vegetariana adecuada tanto en energía como en


nutrientes los padres deben seguir un consejo básico:
Todas las comidas del pequeño deben contener al menos uno de los
alimentos de los siguientes grupos
• Grupo de los alimentos energéticos: cereales (arroz, maíz, trigo, ave-
na,…) o derivados (pasta, arroz, pan, galletas, cereales de desayuno,…)
o tubérculos (patata, mandioca, boniato,…) o legumbres (lentejas, gar-
banzos, soja, habas,…) o frutos secos (sin abusar) o aceite de oliva o de
semillas (girasol).
• Grupo de los alimentos reguladores (aportan vitaminas, minerales y fibra
dietética): frutas, verduras y hortalizas.
• Grupo de los alimentos constructores (aportan proteínas): leche y deri-
vados o huevos o cereales y derivados.
Raciones de alimentos recomendados en niños ovolactovegetarianos a par-
tir de los 3 años según la Guía Alimentaria Vegetariana de A. Beaulieu
• Grupo de los cereales y derivados: de 3 a 4 raciones hasta los 11 años y
de 4 a 9 raciones a partir de los 11 años siendo 1 ración un pedazo de pan
o una taza de cereales o media taza (125 ml) de cereales cocidos como
arroz o pastas alimenticias.
• Grupo de la leche y derivados: de 6 a 7 raciones en niños y de 7 a 8 ra-
ciones en adolescentes siendo 1 ración 150 ml de leche o 1 yogur o 50-60
gramos de queso blanco o 20-30 gramos de queso curado.
• Grupo de los huevos: se recomienda no superar los 4-5 huevos semanales
en todas las edades.
• Grupo de las frutas y verduras: exceptuando las frutas secas (pasas, dáti-
les, higos) se aconseja el consumo sin límite.
• Grupo de las nueces y semillas: 1 ración diaria (3-4 cucharadas soperas)
de nueces o cacahuetes o semillas de girasol o semillas de sésamo.
• Grupo de las legumbres: 1 ración diaria de lentejas o habas o garbanzos
o guisantes, etc. (la cantidad varía en función de la edad: de 30 a 100
gramos para los niños y 100-150 gramos para los adolescentes).

162
Alimentación del niño en situaciones especiales

Ejemplo de menú tipo vegetariano para bebés de 8 a 12 meses:


Desayuno:
Biberón de leche de continuación con cereales.
Comida:
Iniciación a ensaladas y verdura triturada: tomate o aguacate o pe-
pino o remolacha.
Puré de verduras + materia grasa (con patata y leche de continua-
ción): puré de calabacín o de brécol o de zanahorias o de espinacas
o de judías verdes.
Plato proteico: queso blanco o huevo o yogur natural.
Postre: compota o papilla de manzana o de melocotón o de pera.
Merienda:
Biberón de leche de continuación (se puede espesar el biberón con
cereales infantiles).
Cena:
Puré (debe contener patata y leche de continuación) o papilla +
materia grasa: puré de verduras espesada con sémola o crema de
calabaza o puré de coliflor con bechamel y gruyer o pasta cocida o
sémola cocida con leche de continuación.
Postre: Papilla de fruta o compota de pera o manzana o yogur.

Ejemplo de menú tipo vegetariano para bebés a partir de los 12 meses:


Desayuno:
Vaso de leche o yogur o leche con cacao o queso blanco + cereales o
crema de queso gruyer con zumo de frutas natural.
Comida:
Entrante de verdura cocida o cruda troceada muy pequeña (ejemplo:
remolacha o zanahoria rallada o tomate).
Plato proteico (ejemplo: huevo o tofu o legumbres en puré).
Verdura o féculas (patata, pasta, arroz,…) o mezcla de los dos con una
cucharadita de café de aceite de oliva.
Lácteo (queso o yogur).
Postre a base de fruta (ejemplo: manzana asada o plátano chafado o
melocotón).
Agua para beber.
Pan de acompañamiento.
163
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Merienda:
Lácteo (yogur o leche o queso) + bizcocho casero o pan con zumo de
frutas natural.
Cena:
Se debe complementar con la comida de forma que diariamente se
consuman 2 raciones de fruta y verdura.
Verduras/féculas (ejemplo: puré de verduras).
Lácteo (ejemplo: queso o yogur o gratinado).
Postre (ejemplo: macedonia de frutas o pera al horno o compota de
manzana).
Agua para beber.
Pan de acompañamiento.

Ejemplo de menú tipo vegetariano para niños a partir de los 6 años:


Desayuno:
Batido de cacao o leche con cereales de desayuno o yogur con frutos
secos o muesli + brioche con zumo de frutas natural.
Comida:
Entrante de verdura cocida o cruda (ejemplo: ensalada de lechuga
y pepino o espinacas salteadas con piñones o bróquil gratinado).
Plato proteico (ejemplo: tortilla o tofu con guarnición o cuscús con
verduras o legumbres).
Legumbres o féculas (patata, pasta, arroz,…) o mezcla de los dos
con una cucharadita de café de aceite de oliva.
Lácteo (queso o yogur).
Postre a base de fruta (ejemplo: manzana asada o plátano chafado).
Agua para beber.
Pan de acompañamiento.
Merienda:
Lácteo (yogur o leche o queso) + bizcocho casero o pan con zumo
de frutas natural.

164
Alimentación del niño en situaciones especiales

Cena:
Entrante de verdura cocida o cruda (ejemplo: puré de calabacín o
crema de guisantes o ensalada de pepino y aguacate o ensalada de
lechuga y zanahoria rallada).
Plato proteico (ejemplo: huevo frito o tortilla de calabacín o lasaña
vegetal). Legumbres o féculas (patata, pasta, arroz,…) o mezcla de
los dos con una cucharadita de café de aceite de oliva.
Lácteo (queso o yogur).
Postre a base de fruta (ejemplo: fruta del tiempo o en compota).
Agua para beber.
Pan de acompañamiento.
Ideas para desayunos y meriendas lactovegetarianas
• Leche de vaca entera o batido de soja enriquecida con calcio + pan inte-
gral con aceite de oliva y melaza + fruta fresca.
• Leche de vaca entera o batido de soja enriquecida con calcio + cereales
de desayuno o muesli + fruta fresca.
• Zumo natural de frutas + yogur o postre de soja con un puñado de nueces
y pasas.
• Leche de vaca entera o batido de soja enriquecida con calcio + galletas
de sésamo + plátano.
• Yogur o postre de soja con galletas de frutos secos (almendras, nue-
ces,…) + zumo de naranja natural.
• Leche de vaca entera o batido de soja enriquecida con calcio + bizcocho
casero de yogur + mandarinas.
• Zumo de manzana natural + pan con queso fresco + yogur.
• Cuajada con nueces + macedonia de fruta en almíbar.
• Zumo de plátano y naranja + pan integral con paté vegetal de champi-
ñones.
• Batido de leche de vaca con cacao o batido de soja de cacao + croissant
integral + manzana.
• Zumo de piña natural + bocadillo de tomate y tofu + postre de soja.

Ideas para comidas y cenas ovolactovegetarianas


• Judías verdes salteadas con champiñones + croquetas de tofu + postre
lácteo + zumo de naranja natural.
• Ensalada de escarola, lechuga, cebolla, zanahoria, remolacha, tomate y
clara de huevo + pan integral con queso fresco y nueces.

165
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Sopa de sémola + ensalada de germinados + tortilla de calabacín + pan


integral con crema de cacahuete + macedonia de frutas.
• Lentejas con patata y verduras + crepes rellenos de queso y berenjena +
pan integral + melocotón.
• Crema de puerros + rollitos de primavera con queso + pan integral con
humus + fruta fresca.
• Ensalada de lechuga, remolacha, zanahoria y maíz + arroz con setas y
seitán + pan integral + pieza de fruta.
• Puré de patata y guisantes + salchichas de tofu con ensalada de lechuga
y manzana troceada + pan integral con queso fresco.
• Tallarines con verduras + croquetas de lentejas o de avena con nueces
con ensalada de lechuga y zanahoria + pan integral + yogur con muesli.
• Cuscús gratinados + buñuelos de seitán con ensalada de lechuga, pepino
y tomate + pan integral + pera al horno.
• Maíz gratinado + seitán con pimientos salteados con patatas al horno +
pan integral + manzana y pera.
• Judías con espinacas + escalopes vegetales con patatas al horno + pan
integral + 2 kiwis.

NOCIONES BÁSICAS PARA EL DIAGNÓSTICO Y EL TRATAMIENTO


DE LA ANEMIA FERROPÉNICA DURANTE LA INFANCIA

En la edad infantil es imprescindible


evitar la aparición de anemia ferropénica.
Esta si se prolonga se asocia a retrasos
irreversibles en el desarrollo psicomotor,
trastornos en la motricidad y en el lenguaje
en pequeños menores de 2 años.
Los niños anémicos presentan un bajo
rendimiento intelectual, dificultades en el
aprendizaje, disminución en su desempeño Los niños anémicos presentan un bajo
cognitivo y fracaso escolar. Además, se rendimiento intelectual, dificultades en el
muestran menos afectuosos, menos adap- aprendizaje, disminución en su desempeño
tados al medio y presentan más trastornos cognitivo y fracaso escolar.
de conducta. También puede aparecer astenia, disminución de la capacidad
de concentración, alteraciones en la piel y uñas, estematitis, glositis, etc.

166
Alimentación del niño en situaciones especiales

Las concentraciones de hemoglobina menores a 10,5 g/dl y la anemia


de más de 3 meses de duración se asocian con puntajes mucho más bajos en
las pruebas de desarrollo e incluso algunos estudios sugieren que en algunos
niños con anemia los puntajes bajos persisten aún después de una buena
respuesta hematológica al hierro, por lo tanto, el tratamiento no le alcanzó
para mejorar este aspecto tan necesario para su vida futura.
Un buen diagnóstico se basa en tres pilares fundamentales: Entrevista
(donde se evalúan los antecedentes perinatológicos, nutricionales, familiares y
patológicos), examen físico (con el que se valoran los datos antropométricos
y los signos de la enfermedad) y el análisis de sangre.

Entrevista
• Antecedentes perinatológicos: tienen un riesgo aumentado de padecer
anemia los recién nacidos prematuros, los gemelos, los bebés con bajo
peso al nacer y los que padecen infecciones o hemorragias perinatales.
Es importante considerar como indicadores del estado nutricional (con
respecto al hierro) del pequeño el peso en el momento del nacimiento y
la analítica de hemoglobina en sangre capilar al tercer o cuarto día de
vida aproximadamente.
• Antecedentes nutricionales: para una buena valoración del perfil nutri-
cional es imprescindible conocer el tipo de alimentación que realiza el
pequeño.
La etapa con mayor riesgo de anemia para los niños es entre el año y los
tres años de vida ya que su alimentación se basa en la leche de vaca.
Los niños alimentados exclusivamente con lactancia materna tienen ase-
gurado un buen aporte de hierro durante los primeros 6 meses de vida
ya que su absorción es elevada (un 50%). Los pequeños alimentados con
leche de fórmula durante esta etapa tienen más riesgo de carencias ya que
aunque su concentración es superior que en la leche materna (0,8 mg/dl
frente a 0,5 mg/dl) su absorción es solamente de un 10%.
Los lactantes menores de un año, además, consumen cantidades muy
pequeñas de los alimentos ricos en hierro como carnes y pescados.
• Antecedentes familiares: hay que descartar otras enfermedades como la
talasemia (trastornos de la hemoglobina).
• Antecedentes patológicos: hay enfermedades como la úlcera péptica,
pólipos, enfermedad inflamatoria crónica o la divertículitis que provo-
can pérdidas de sangre a través de las heces y la aparición de anemia
como consecuencia y otras que provocan trastornos en la absorción de

167
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

nutrientes como las infecciones gastrointestinales y parasitosis endémica


(uncinariasis).

Examen físico
Los niños con talla por debajo del percentil 25 para la edad y el sexo,
tienen niveles más bajos de hierro sérico y de hemoglobina que los niños
por encima de dicho percentil, y por lo tanto, constituyen un grupo de riesgo
a tener en cuenta.
El médico realiza una búsqueda exhaustiva de signos indicadores de ane-
mia como la palidez en la piel, labios, uñas, palmas de las manos o la parte
inferior de los párpados, la falta de apetito, enflaquecimiento, irritabilidad y
la adinamia (es la ausencia de movimiento o reacción, lo que puede llevar
a un estado de postración).

Estudio de laboratorio
Hemograma
• Concentración de hemoglobina (Hb): disminuida.
• Hematocrito: disminuido.
• Frotis de sangre periférica: hipocromía, microcitosis, policromatofilia o
punteado basófilo (eventualmente).
• Reticulocitos: generalmente normales. Si están aumentados, investigar
pérdidas por hemorragia o posibilidad de otro diagnóstico.
• Plaquetas: normales. Si están elevadas, investigar pérdidas por hemorra-
gia.
• Leucocitos: normales.
• Índices hematimétricos: volumen corpuscular medio (VCM) y concen-
tración de hemoglobina corpuscular media (CHCM) disminuidos. Los lí-
mites inferiores normales (X – 2 DE) que se deben considerar a distintas
edades figuran en la siguiente tabla:
Edad VCM CHCM
0-1 meses 85 28
1-3 meses 77 26
3-6 meses 74 25
6 meses-2 años 70 23
2-6 años 75 24
6-12 años 77 25
12-18 años 78 25

168
Alimentación del niño en situaciones especiales

Pruebas que evalúan el hierro del compartimiento funcional


• Sideremia: disminuida (< 60 µg/dl).
• Capacidad total de saturación del hierro (TIBC): aumentada, a menos
que coexista proceso infeccioso, inflamatorio o tumoral.
• Porcentaje de saturación: disminuido (< 16%).
• Protoporfirina libre eritrocitaria: aumentada (> 70 µg/dl).
• Receptores solubles de transferrina: aumentados (> 30 nMol/l).

Pruebas que evalúan el hierro del compartimiento de depósito


• Ferritina sérica: disminuida (< 12 ng/ml), excepto que coexista proceso
infeccioso o inflamatorio.
• Medulograma: hierro de depósito (SRE) ausente.

Prueba terapéutica
• Administrar hierro a dosis terapéuticas y evaluar si hay respuesta reticu-
locitaria adecuada a los 7-10 días.

Tratamiento de la anemia.
1) Adecuar la dieta del niño para un buen aporte de hierro.
Se debe limitar el consumo de leche de vaca hasta 500 ml/día o bien
según las necesidades del niño se combinará con las leches de fórmula. Será
necesario aumentar en la dieta la cantidad de alimentos ricos en hierro.
Consejos alimentarios para prevenir la deficiencia de hierro
• Al nacimiento: alimentar al pequeño con leche materna exclusiva hasta
los 6 meses y continuarlo hasta los 12 meses, si no recibe leche materna
debe consumir leches artificiales fortificadas, con un aporte de 2 a 4 mg/
kg/día de hierro y se debe evaluar la anemia antes de los 6 meses si el
bebé es pretérmino o ha nacido con bajo peso al nacer (alimentado a
pecho).
• A los 6 meses: el pequeño debe consumir cereales para lactantes fortifi-
cados con hierro, 2 o más porciones, para cumplir con las necesidades
de hierro y tomar una comida por día con alimentos ricos en vitamina C
(cítricos) para mejorar la absorción del hierro.
• De los 9 a los 12 meses: los padres deben fomentar el consumo de carnes
y los vegetarianos deben informarse adecuadamente de cómo planificar
los menús diarios de sus hijos.

169
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• De los 12 meses a los 5 años: hay que estimular el consumo de alimentos


ricos en hierro y limitar el consumo de leche a 500 ml por día.
• Mayores de 6 años: hay que promover el consumo de alimentos ricos en
hierro y vitamina C para mejorar la absorción de hierro, especialmente
para las jóvenes que menstrúan.
2) Tratamiento de las parasitosis asociadas con anemia.
3) Tratamiento de la deficiencia de hierro.
• Administración de hierro por vía oral
- Dosis (en mg de hierro elemental): 3 a 6 mg/kg/día, divididos en 2 o
3 tomas diarias.
- Preparado de elección: sulfato ferroso.
Hay varios factores que se deben tener en cuenta sobre el tratamiento
con sulfato ferroso. Este debe ser administrado fuera de las comidas, ya
que muchos alimentos disminuyen la absorción de hierro hasta en un 40
a 50% debido a la formación de complejos poco solubles.
Algunas de las sustancias que inhiben la absorción de hierro son el cal-
cio, fosfatos, fitatos, fenoles y otras, por el contrario, la facilitan como la
vitamina C, citratos y ácido clorhídrico.
El tiempo de administración, una vez alcanzados valores normales de he-
moglobina y hematocrito, debe continuar después del tratamiento (con la
misma dosis) durante un tiempo igual al que fue necesario para alcanzar
los valores normales para reponer los depósitos de hierro.
Puede presentar complicaciones como intolerancia digestiva y colora-
ción negruzca de dientes (reversible).
• Administración del hierro por vía parenteral
Se utilizará en casos de intolerancia digestiva severa al hierro oral, pato-
logía digestiva que contraindique la vía oral o presunción firme de trata-
miento oral insuficiente o inadecuado.
La dosis total a administrar (para corregir la anemia y reponer los depó-
sitos) se calculará de acuerdo a la siguiente fórmula:
- (Hemoglobina teórica – hemoglobina real / 100) x volemia x 3,4 x 1,5
= mg de hierro.
- 3,4 = corresponde a un factor de conversión de gramos de hemoglobi-
na a miligramos de hierro.
- 1,5 = corresponde al hierro de depósito.
- Hemoglobina teórica = según edad y sexo con valores tomados de las
tablas de percentilos.

170
Alimentación del niño en situaciones especiales

Según el resultado obtenido de la fórmula se administrará la dosis en


fracciones que no superen a 1,5 mg/kg/día, cada 2-3 días.
Puede presentar complicaciones como dolor localizado, shock anafiláctico,
linfadenopatía regional, hipotensión arterial, cefalea, reagudización de
artralgias (en artritis reumatoidea), malestar general, urticaria, fiebre,
mialgias.
• Transfusión de sangre
La indicación de transfusión en pacientes con anemia ferropénica es
una decisión clínica. No obstante, se tomará en cuenta para ella el
límite de Hb de 7 g/dl.
Por encima de este valor, no se transfundirá ningún paciente con ane-
mia ferropénica; por debajo del mismo, para decidir una transfusión se
considerarán fundamentalmente los siguientes factores: que la anemia
sea el resultado de una hemorragia aguda, existencia de factores agra-
vantes como una infección, desnutrición o diarrea crónica, coexistencia
con insuficiencia respiratoria y Hb < 5 g/dl.
• Profilaxis
Se debe administrar tratamiento profiláctico con hierro en caso de recién
nacidos pretérminos, gemelares, niños nacidos a término alimentados
con leche de vaca y pacientes con patologías que impliquen pérdida
crónica de sangre.

Dosis a utilizar
- En recién nacidos a término: 1 mg/kg/día, comenzando no después del
cuarto mes y hasta los 12 meses.
- En recién nacidos pretérmino: 2 mg/kg/día, comenzando no después
del segundo mes y hasta los 12 meses.
- En recién nacidos pretérmino de muy bajo peso (750 a 1.500 g): 3 a
4 mg/kg/día, comenzando no después del primer mes y hasta los 12
meses.
- En recién nacidos pretérmino de peso extremadamente bajo (< 750 g):
5 a 6 mg/kg/ día, comenzando no después del primer mes y hasta los
12 meses.

171
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

ALIMENTACIÓN EN EL NIÑO DEPORTISTA

Las actividades deportivas son muy importantes para el correcto desarrollo


de un niño, tanto físico, como psicológico y social, además de aumentar su
capacidad para tomar decisiones y su autoestima.
No hay nada mejor que la actividad física para complementar una
alimentación saludable. Esta debe ser variada, equilibrada y suficiente, de
manera que contenga todos los nutrientes que el cuerpo requiere. El deporte
moderado y adaptado a las posibilidades individuales ayuda a los niños a
desarrollarse tanto física como mentalmente.
Actualmente en nuestra sociedad, entendemos hábitos saludables a to-
das aquellas conductas que tenemos asumidas como propias en nuestra vida
cotidiana y que inciden positivamente en nuestro bienestar físico, mental y
social. Dichos hábitos son principalmente la alimentación, el descanso y la
práctica de la actividad física correctamente planificada.
Por tanto es necesario definir aquellos conceptos que proporcionarán un
buen marco conceptual desde el que enfocar la importancia de la actividad
física y alimentación dentro de una estrategia más integral que supone la
promoción de la salud.
Beneficios físicos
• Aumenta la resistencia del corazón y previene la aparición de enferme-
dades cardiovasculares.
• Ayuda a desarrollar mejor y más rápido la capacidad de coordinación de
movimientos.
• Mejora la resistencia y la fuerza muscular, previniendo las lesiones mus-
culares.
• Potencia el conocimiento del propio cuerpo.
• Aumenta la flexibilidad (el niño es más ágil, más rápido y con menos
riesgo de torceduras).
• Reduce el tejido graso y aumenta el tejido muscular (previene la apari-
ción de sobrepeso).
• Favorece la fijación de calcio en los huesos.
• Favorece la coordinación, equilibrio corporal y ritmo.
Beneficios psíquicos
• Ayuda al pequeño a ganar seguridad en sí mismo, ya que el hecho de
ir superando retos anteriores hace que sienta capaz de afrontar otros de
mayor dificultad.

172
Alimentación del niño en situaciones especiales

• Se siente más independiente, capaz de decidir por el mismo.


• Contribuye a aumentar la autoestima.
• Favorece la autonomía y la toma de decisiones por sí mismo.
• Ayuda a descargar tensiones.
Para disfrutar de los beneficios para la salud que ofrece el deporte es
necesario practicarlo de forma regular, entre 30 y 60 minutos diarios.
Dentro de los ejercicios considerados como beneficiosos, es decir, sin
riesgo para los más pequeños se encuentran la natación, ciclismo, balonmano,
baloncesto o patinaje.
Sin embargo, no se aconsejan hasta los 9-12 años aquellos deportes que
supongan un esfuerzo demasiado grande como por ejemplo el rugby, wind
surf, esquí náutico o halterofilia, entre otros.
Los deportes poco intensos no suponen cambios en los hábitos dietéticos
pero los deportes de competición precisan de una alimentación especial. Los
niños que realizan patinaje artístico o gimnástica rítmica necesitan un buen
aporte energético para afrontar el trabajo físico.
Para una buena alimentación hay que valorar el ritmo de entrenamiento
del pequeño, las horas que le dedica, la intensidad del ejercicio y las carac-
terísticas propias de cada niño.
Para calcular el gasto energético del niño deportista se debe realizar un
cálculo de la tasa de metabolismo basal o gasto energético en reposo (GER),
según la tabla realizada por la OMS.
Cálculo de la tasa de metabolismo basal.
Sexo Edad (años) Ecuación Kcal/día DE
Varones 0-3 (60,9 x kg) - 54 53
3-10 (22,7 x kg) + 495 62
10-18 (17,5 x kg) + 651 100
Mujeres 0-3 (60,1 x kg) - 51 61
3-10 (22,5 x kg) + 499 63
10-18 (12,2 x kg) + 746 117

Posteriormente se multiplica el GER por el factor de actividad física,


que varía en función del ejercicio realizado y de la duración.

173
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Gasto energético por actividad física.


Actividad Gasto energético
Descanso GER x 1,0
Muy ligera (escribir, estudiar) GER x 1,5
Ligera (caminar) GER x 2,5
Moderada (andar en bicicleta, baile) GER x 5
Intensa (deportes) GER x 7
FAO/OMS 1985.

Consejos alimentarios para el niño deportista de competición


• Antes de la competición hay que dar un aporte suficiente de hidratos
de carbono complejos (pastas italianas, arroz, pan, galletas caseras,…)
desde 2 o 3 días antes.
• La comida hecha antes de la competición debe ser de fácil digestión, con
poca grasa y sin exceso de fibra dietética.
• Hay que procurar que entre la última comida y el inicio del ejercicio pase
un mínimo de 2,5 o 3 horas.
• Durante las competiciones de larga duración hay que aportar alimentos
que sean fáciles de tomar como fruta fresca madura, tostadas, galletas,
batidos, yogures bebidos, etc.
• Una vez acabado el ejercicio hay que evitar el consumo de alimentos
sólidos, al menos durante 1 hora.
• Es imprescindible un buen aporte hídrico ya que con el sudor se pierde
agua y sales minerales (especialmente sodio) y hay riesgo de deshidrata-
ción. La bebida más apropiada es el agua mineral (sin gas), a la que se le
puede añadir pequeñas cantidades de jugos de frutas diluidos.
• Como la sensación de sed se produce cuando la deshidratación ya ha
comenzado hay que procurar iniciar el ejercicio con las reservas de agua
completas (hay que empezar a tomar agua desde 2 horas antes, en pe-
queñas cantidades y seguidamente). En caso de practicar ejercicios que
duran más de 45 minutos hay que ir tomando agua cada 20-30 minutos
(para deportes de larga duración hay que añadir al agua glucosa y sales
minerales y aunque hay bebidas comerciales para atletas se aconseja no
consumirlas ya que suelen tener demasiado azúcar, sodio o potasio para
los más pequeños).
• Una vez el niño ha acabado el ejercicio debe seguir reponiendo líquidos
para compensar los perdidos con el sudor. Para comprobar si ha recibido

174
Alimentación del niño en situaciones especiales

una buena hidratación hay que observar que la orina sea clara y llevar el
control del peso antes y después de la competición.

ALIMENTACIÓN DEL NIÑO CON SOBREPESO Y OBESIDAD


Una alimentación equilibrada desde la niñez tiene como objetivo un buen
crecimiento y la prevención de enfermedades como el sobrepeso y la obesidad.
Informes recientes (estudio enKid sobre Hábitos alimentarios de la po-
blación infantil y juvenil española (1998-2000) es un estudio epidemiológico
observacional de diseño transversal) aseguran que en España, el exceso de
peso alcanza ya al 40% de los niños y jóvenes de 2 a 24 años, con un 14%
que sufre obesidad y el 26% restante, problemas de sobrepeso.

¿Qué es la obesidad?
Es una enfermedad crónica en la que existe un aumento de peso debido
al exceso de tejido graso.
No todas las personas que tienen un exceso de peso corresponden a lo
que entendemos como obesos, por ejemplo, los enfermos con ascitis tienen
sobrepeso debido a la gran cantidad de líquido acumulado en la cavidad
peritoneal (sin tener forzosamente exceso de grasa) o los deportistas, que
tienen el peso aumentado debido a su gran desarrollo muscular. Por tanto
no es lo mismo tener sobrepeso que obesidad.

¿Cuáles son sus causas?


La obesidad puede aparecer por factores ambientales (los más frecuen-
tes, sobre todo en los niños) como el exceso de calorías, la reducción de la
actividad física (sedentarismo) y los malos hábitos dietéticos (no se come
en exceso pero la alimentación está muy desequilibrada), factores genéticos
(historia familiar con antecedentes en obesidad), factores psíquicos (los nervios
o la depresión influyen en el apetito), factores endocrinológicos (tratamientos
hormonales en la menopausia, hipotiroidismo, síndrome de Cushing, hipogo-
nadismo,…) o la toma de fármacos (antidepresivos, insulina, glucocorticoides,
anticonceptivos orales,…).
Hay situaciones que favorecen la aparición de la obesidad como la
pubertad, embarazo, lactancia, menopausia, vejez, convalecencias por inmo-
vilización y reposo con ingesta igual o superior, cambios de clima, de país,
de trabajo o de horario laboral, el dejar de fumar o el efecto rebote después

175
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

de realizar dietas demasiado estrictas y sin control por un/a dietista, estrés,
ansiedad, sentirse triste o no dormir bien, entre otros.

¿Hay diferentes tipos de obesidad?


En adultos se habla de dos tipos de obesidad, la androide o en forma
de manzana y la ginoide o en forma de pera.
La obesidad androide es más frecuente en varones. Se caracteriza por-
que el cúmulo de grasa está centralizado en la parte superior del cuerpo
(barriga) y no se suele dar un aumento en el volumen de las caderas y las
extremidades inferiores.
Generalmente aparece cuando se comen cantidades excesivas de ali-
mentos (hiperfagia) y se asocia a complicaciones de tipo metabólico (que
aumentan el riesgo coronario) como diabetes, arteriosclerosis, hiperlipemias
o hiperuricemias.
La obesidad ginoide se presenta sobre todo en mujeres. Se caracteriza
porque el cúmulo de grasa se centraliza en la parte inferior del cuerpo (ca-
deras y piernas).
Aparece generalmente por acción de los estrógenos (y no por hiperfagia)
y se asocia a complicaciones de tipo mecánico como la artrosis de columna
y de rodillas y los problemas de circulación de retorno como las varices.
En los niños no se puede hacer esta diferenciación porque sus cuerpos
aún no están desarrollados completamente.

¿Cómo valorar si hay sobrepeso y obesidad?


En adultos, para conocer si existe exceso o, por el contrario, falta de
peso se pueden emplear diferentes métodos.
El índice de Quetelet o índice de masa corporal (IMC), basado en la
relación peso/talla es uno de los más utilizados a nivel internacional.
Índice de Quetelet o índice de masa corporal (IMC) = Peso (kilogramos
(kg)) / [talla (metros (m2))]
El intervalo IMC asociado al mínimo riesgo de salud para un adulto se
sitúa entre 18,5 y 24,9 kg/m2.
La SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad) propuso
la siguiente clasificación:

176
Alimentación del niño en situaciones especiales

Valores límites del IMC (kg/m2)


Peso insuficiente < 18,5
Normopeso 18,5-24,9
Sobrepeso grado I 25-26,9
Sobrepeso grado II (preobesidad) 27-29,9
Obesidad de tipo I 30-34,9
Obesidad de tipo II 35-39,9
Obesidad de tipo III (mórbida) 40-49,9
Obesidad de tipo IV (extrema) > 50
Para valorar a los niños de 3 a 12 años se han diseñado unas tablas de
IMC, totalmente diferentes a las utilizadas para los adultos. En estas tablas
se contemplan diferentes términos específicos como la media, percentiles,
desviación estándar, etc.
La media corresponde con el percentil 50, el percentil 3 corresponde
a dos desviaciones por debajo de la media y el percentil 97 corresponde a
dos desviaciones por encima de la media. Los valores comprendidos entre
el percentil 25 y percentil 75 se consideran normales.
Por ejemplo, para calcular el IMC de un niño de 12 años, de 30 kilo-
gramos de peso y 136 cm de estatura se debe realizar la siguiente ecuación
= Peso (30 kg) / [1,36 (m2)] =16, 22 kg/m2.
Tabla de IMC en niños de 3 a 12 años distribuido por percentiles.
Edad
P3 P10 P25 P50 P75 P90 P97
(años)
3 14,21 14,90 15,75 16,50 17,25 17,95 18,70
4 13,95 14,65 15,40 16,35 17,00 17,75 18,55
5 13,81 14,50 15,25 16,19 17,00 17,75 18,50
6 13,60 14,46 15,30 16,20 17,15 18,05 18,95
7 13,40 14,35 15,42 16,25 17,60 18,75 19,70
8 13,25 14,35 15,45 16,65 17,90 18,10 20,25
9 13,08 14,25 15,50 16,86 17,05 19,74 20,70
10 13,00 14,29 15,65 17,10 18,50 20,00 21,22
11 13,20 14,60 15,95 17,40 18,96 20,50 21,80
12 13,50 15,00 16,45 17,81 19,65 21,20 22,60

177
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Tabla de IMC en niñas de 3 a 12 años distribuido por percentiles.


Edad
P3 P10 P25 P50 P75 P90 P97
(años)
3 13,69 14,60 15,50 16,42 17,20 18,15 19,15
4 13,40 14,25 15,25 16,29 17,10 18,10 19,20
5 13,19 14,10 15,20 16,23 17,20 18,25 19,30
6 12,90 14,00 15,20 16,40 17,50 18,75 20,00
7 12,80 13,95 15,35 16,70 18,00 19,30 20,50
8 12,70 14,00 15,50 16,90 18,35 19,75 20,90
9 12,75 14,20 15,60 17,10 18,60 20,25 21,40
10 13,00 14,50 15,90 17,45 19,00 20.80 22,10
11 13,35 14,90 16,35 17,90 19,65 21,45 22,90
12 13,80 15,45 16,95 18,60 20,50 22,25 23,80

¿Qué consecuencias tiene para el niño la obesidad a largo plazo?


Si la obesidad infantil se mantiene durante mucho tiempo y perdura hasta
la edad adulta propiciará la aparición de diferentes complicaciones:
• Problemas cardiovasculares: opresión torácica, taquicardia de esfuerzo,
hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, angina de pecho, arterios-
clerosis, infarto de miocardio, varices, tromboflebitis, úlceras varicosas
y celulitis.
• Alteraciones metabólicas: hiperglicemia, intolerancia a la glucosa, resis-
tencia a la insulina, diabetes, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia e
hiperuricemia.
• Problemas respiratorios: hipoventilación alveolar, aumento de la inci-
dencia de catarros, bronquitis crónica, neumonía y apnea nocturna.
• Problemas osteoarticulares: aplanamiento de la bóveda de la planta del
pie, aplanamiento de los cuerpos vertebrales de la columna, con neural-
gias y espondilitis deformante, artrosis generalizada (rodillas, caderas y
columna lumbar) y atrofia muscular.
• Problemas digestivos: dispepsia gástrica, acidez, flatulencias, digestio-
nes pesadas, dispepsia biliar, úlcera gastroduodenal, estreñimiento, insu-
ficiencia pancreática, etc.
• Problemas renales: nefroesclerosis con hipertensión arterial, albuminu-
ria y retención de líquidos (edema).

178
Alimentación del niño en situaciones especiales

• Problemas cutáneos: estrías, lesiones por rozaduras, caída de cabello,


exceso de sudoración, úlceras y celulitis.
• Problemas gonadales: alteraciones menstruales.
• Problemas gestacionales: mayor incidencia de toxemia preeclámpsica,
malposiciones fetales y partos prolongados.
• Problemas sexuales: disminución de la líbido, frigidez e impotencia,
compulsividad sexual, etc.
• Problemas neurológicos: cefaleas, insomnio y múltiples trastornos psi-
cosomáticos.
• Infecciones: aumento de las infecciones cutáneas y respiratorias.
• Problemas quirúrgicos y anestésicos: aumento de riesgo quirúrgico por
otras complicaciones (cardíacas, pulmonares, metabólicas, etc), aumento
de la mortalidad operatoria proporcional al incremento de peso, dificul-
tad para adoptar ciertas posiciones quirúrgicas, incremento de la dificul-
tad en la realización de intubación y punción lumbar, complicaciones en
la cicatrización, aumento de embolias y trombosis posquirúrgicas, mayor
riesgo de infecciones posquirúrgicas, incremento de la dificultad de ajus-
te de las dosis de anestesia.
• Problemas psicológicos: miedo, inseguridad, pérdida de autoestima,
desórdenes en las conductas alimentarias, distorsión de la imagen corpo-
ral, ansiedad, depresión, etc.
• Problemas sociales: angustia por presión social frente a su obesidad y su
adelgazamiento, aislamiento social, dificultades para vestirse, asearse,
usar transportes públicos, sobreprotección familiar, etc.
• Mortalidad aumentada por complicaciones como la diabetes, enfermeda-
des cardiovasculares o cáncer.
• Tasa elevada de suicidios en comparación con personas con normopeso.
• Problemas oncológicos: aumento del riesgo de cáncer de próstata y co-
lon en hombres y de cáncer de mama, endometrio y ovario en mujeres.

Prevención de la obesidad
Es importante controlar periódicamente la evolución del peso a los hijos
de padres obesos, de madres diabéticas, niños con un peso muy elevado
en el momento del nacimiento y a aquellos que padecen enfermedades que
limitan su actividad física.
Se debe prestar especial atención a partir de los 5 años y durante la
adolescencia, etapa en la que hay más riesgo de caer en el sobrepeso.

179
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Para una buena prevención hay que incrementar la actividad física coti-
diana del niño como subir y bajar las escaleras en lugar de coger el ascen-
sor, caminar, ir en bicicleta, jugar en el parque, etc. y disminuir el tiempo
dedicado a actividades sedentarias como jugar a la consola, la televisión o
el ordenador.
Los datos actuales nos muestran que los más pequeños de la familia se
pasan una media de 2,5 horas viendo la televisión (durante tanto rato están
bajo la influencia del marketing de las empresas de alimentos infantiles como
cereales, bollos, etc.) y media hora más jugando con la consola o conectados
en Internet, de esta forma es imposible quemar calorías.
Hay que educarlo, tanto en casa como en la escuela, con unos hábitos
dietéticos equilibrados que le servirán para toda la vida, aumentando el con-
sumo de frutas y de verduras frescas, de legumbres y de cereales, limitando
las técnicas culinarias muy grasas como la fritura o el rebozado, moderando
el consumo de azúcares simples, embutidos, bollería y pastelería y sustitu-
yendo los refrescos azucarados por agua.
En ningún caso hay que someter al niño obeso a dietas de adelgazamien-
to muy restrictivas, siempre bajo asesoramiento por parte de un experto en
nutrición se debe plantear una alimentación variada en todos los grupos de
alimentos, adaptada a la actividad física del pequeño y a sus gustos.
Ideas para menús equilibrados
• Patatas gratinadas + redondo de ternera con zanahoria hervida + pera.
• Ensalada de garbanzos con vinagreta + hamburguesas a la plancha con
cebolla y tomate + fruta.
• Arroz a la milanesa + merluza al horno con guisantes de guarnición +
macedonia con salsa de yogur.
• Ensalada de lechuga, tomate, queso fresco y 4 aceitunas + muslitos de
pavo con cebolla y tomate al horno + melocotón.
• Crema de calabacín + pollo al horno con ensalada y un puñadito de pa-
tatas hechas al horno.
• Sopa de pescado con arroz + salmón a la plancha con verduritas al vapor
+ 2 mandarinas.
• Crema de lentejas + canelones de atún + pieza de fruta.
• Ensalada de judías blancas + ternera guisada con setas + arroz con leche.
• Arroz con tomate y huevo duro picado + filete de lenguado con verduri-
tas al horno + ruedas de naranja.

180
Alimentación del niño en situaciones especiales

Listado de alimentos desaconsejados o


Alimentos básicos para una
de consumo esporádico
dieta equilibrada
(con moderación)
- El azúcar, los caramelos y las golosinas, - Las carnes no grasas: buey, ternera,
las confituras, las jaleas y la miel. caballo, cerdo magro.
- El chocolate y el cacao. - Las aves: pollo, pavo, paloma.
- La comida rápida (hamburguesas, pizzas, - Los huevos.
etc.). - El jamón cocido.
- La pastelería, la bollería y el helado. - La caza y el conejo.
- Los cereales de desayuno azucarados, con - Las vísceras.
miel o chocolate. - Los pescados, los moluscos, los
- Las patatas chip, ganchitos, palomitas, crustáceos.
etc. - La leche y sus derivados.
- Los aguacates, las aceitunas. - La pasta, el arroz, las legumbres.
- Las carnes grasas (cerdo, pato, cordero), - Las verduras en general.
los embutidos y las carnes en conserva. - Las frutas frescas.
- Los pescados en aceite y en escabeche. - Las aguas minerales.
- Los caldos grasos, los purés instantáneos,
las sopas de sobre. Cocciones bajas en grasa:
- El beicon, la manteca de cerdo, los chi- - La plancha.
charrones. - La brasa.
- Las bebidas refrescantes azucaradas, los - La parrilla.
zumos envasados, el alcohol. - El hervido.
- Los frutos secos con miel. - El papillote.
- Al vapor.
Cocciones grasas: - Al horno.
- Los fritos. - Al microondas.
- Los empanados.
- Los rebozados.
- Los potajes.

ALIMENTACIÓN DEL NIÑO DIABÉTICO


La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por un déficit relativo
o absoluto de secreción de insulina por las células beta del páncreas. Esta
es una hormona anabolizante que actúa en el metabolismo de todos los nu-
trientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas).
Su principal función es la de favorecer la incorporación de la glucosa
sanguínea a las diferentes células insulinosensibles (músculo, hígado y tejido
adiposo) del organismo, donde actúa como fuente de energía. Gracias a ella

181
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

la glucosa que no se ha utilizado se almacena en forma de glucógeno en el


hígado y en el músculo y la que se encuentra en exceso se transforma en grasa.
También favorece la lipogénesis (reacción por la cual son sintetizados
los ácidos grasos y esterificados con el glicerol para formar triglicéridos de
reserva) y estimula la captación celular de aminoácidos para la síntesis pro-
teica, disminuyendo la gluconeogénesis hepática a partir de los aminoácidos.
Se trata de una hormona hipoglucemiante, es decir, disminuye la glucemia
o glucosa en sangre. En los diabéticos la secreción de insulina es inferior y
no se eleva adecuadamente después de la ingesta de glúcidos en las comidas
(por lo tanto estos se encuentran elevados en sangre).

¿Cuántos tipos de diabetes hay?


Podemos clasificar esta enfermedad metabólica en diabetes de tipo 1,
diabetes de tipo 2 y diabetes gestacional.
La diabetes de tipo 1 suele aparecer en la niñez y se caracteriza porque
hay una destrucción de las células beta del páncreas con déficit absoluto
de insulina, la diabetes tipo 2 suele aparecer después de los 40 años y está
asociada a la obesidad y el sedentarismo (los enfermos que la padecen pre-
sentan resistencia a la insulina) y la diabetes gestacional es temporal y se
produce a causa de la hormona placentaria durante el embarazo, que tiende a
elevar la glucemia de la madre, sobre todo si hay antecedentes en la familia
de diabetes o padecen sobrepeso.
La diabetes es una enfermedad crónica que, si no se respetan las reco-
mendaciones y cuidados médicos apropiados, puede tener, a la larga, com-
plicaciones serias. Sin embargo, los niños con diabetes no necesitan seguir
una dieta estricta, sino más bien respetar unas pautas de menús que aseguren
una dieta sana que mantenga los niveles de azúcar en sangre constantes y
en los márgenes recomendados.

Diagnóstico de la diabetes
El dato más fiable para diagnosticar una diabetes es el aumento de
glucosa en sangre (esta se puede medir en distintos momentos del día, pero
generalmente se hace en ayunas).
En adultos, cifras por debajo de 110 mg/dl de glucosa en sangre en
ayunas se consideran normales.
Cuando aparecen valores superiores a 126 mg/dl de glucosa en sangre
en más de una ocasión, se puede hacer el diagnóstico de diabetes.

182
Alimentación del niño en situaciones especiales

Cuando la glucemia está por encima de 180 mg/dl el riñón no puede


impedir que pase a la orina y aparezca glucosuria.
¿Qué valores de glucemia son considerados normales?
Valores de glucemia basal (en ayunas) considerados normales
Hiperglucemia Hipoglucemia o glucemia Hipoglucemia
normal
Superior a 110 mg/dl Entre 65-70 y 110 mg/dl Inferior a 65 mg/dl
Valores de glucemia pospandrial considerados normales (dos horas después de las
comidas la glucemia debe estar por debajo de 150 mg/dl).
En diabéticos se aceptan valores discretamente superiores: en ayunas hasta 140 mg/dl
y dos horas después de las comidas hasta 189 mg/dl.
¿Qué manifestaciones clínicas presenta el enfermo de diabetes?
• Poliuria o aumento de la cantidad de orina. La falta total o parcial de in-
sulina provoca un aumento de la glucemia. Cuando esta cifra es superior
a 1,8 g/l hay eliminación urinaria de glucosa, apareciendo esta en orina
(glucosuria).
• Polidipsia o aumento de sed. Ante la pérdida de agua consecuencia de
la poliuria, el organismo activa un mecanismo de reacción para evitar la
deshidratación.
• Polifagia o aumento de apetito. Debido a la falta de insulina, la glucosa
no es aprovechada debidamente y el organismo, para compensar la falta
de energía, aumenta la necesidad de comer, apareciendo una sensación
de apetito desmesurado.
• Astenia o fatiga. Junto a la pérdida de agua hay también una pérdida
importante de sales minerales que provoca fatiga.
• Adelgazamiento. El organismo no aprovecha la glucosa y la pérdida por
la deshidratación provoca disminución de peso, en ocasiones muy exa-
gerado.

Complicaciones de la diabetes
Se pueden diferenciar complicaciones a corto (complicaciones agudas)
y largo plazo en la edad adulta (complicaciones crónicas).
1. Complicaciones agudas.
• Cetoacidosis.
El organismo, al no tener glucosa disponible, utiliza todas sus reservas
para obtener energía a partir del glucógeno hepático y muscular, de la

183
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

combustión de las proteínas por y a partir de la grasa (el cúmulo de sus


subproductos del metabolismo se llaman cetonas). Esto hará que aumen-
te más la glicemia.
• Hipoglucemia.
Es un descenso de la glucemia por debajo de lo normal a causa de so-
bredosis de insulina o de hipoglucemiantes orales, de errores dietéticos
como saltarse una comida o consumir alcohol, de un exceso en la activi-
dad física sin haber tomado un suplemento de glúcidos o sin haber dismi-
nuido la insulina y como consecuencia de vómitos o diarreas abundantes.
Cuando esto ocurre se ponen en marcha diferentes mecanismos de com-
pensación por parte de nuestro organismo a través de la secreción de
hormonas hiperglucemiantes y si estos mecanismos son inútiles se pue-
de ver seriamente afectado el cerebro del enfermo por la aparición de
un coma hipoglucémico (que puede provocar lesiones irreversibles en
el cerebro).
Los primeros síntomas de hipoglucemia que aparecen son la sensación
de hambre, cefalea (dolor de cabeza), sudoración fría y hormigueos.
Si no se corrige se presentan síntomas más graves como la dificultad para
pensar o hablar, visión borrosa, comportamientos extraños, adormeci-
mientos y mareos.
Para tratarla se deben administrar de 10 a 15 gramos de hidratos de car-
bono simples (de absorción rápida como glucosa (2 pastillas de glucos-
port) o 100 cc de zumo de fruta natural o de bebida azucarada (no light)
o 2 terrones de azúcar o 1 sobre de azúcar o 200 cc de leche desnatada,
y si en 10-15 minutos no han desaparecido los síntomas se debe volver
a repetir otra vez.
Si el pequeño ya ha superado la hipoglucemia se deben administrar 10
gramos de hidratos de carbono de acción más prolongada para que no
vuelvan a aparecer los síntomas como 20 gramos de pan o 3 galletas tipo
maría o un vaso de leche entera o 2 yogures naturales o una pieza de fruta
natural.
Si el descenso de la glucemia es muy pronunciado puede llevar convul-
siones y pérdida de la conciencia (coma). En estos casos está prohibido
ofrecer alimentos o líquidos por boca y se debe inyectar rápidamente
glucagón intramuscular o subcutáneo (1/4 de ampolla en menores de 2
años, 1/2 ampolla en niños de 2 a 6 años y 1 ampolla entera en niños
mayores de 6 años).

184
Alimentación del niño en situaciones especiales

2. Complicaciones crónicas
• Microangiopatías.
Son afectaciones de los vasos pequeños como los de los ojos. Es frecuen-
te que el diabético adulto padezca retinopatías, que con un mal control de
glucemias pueden llegar a provocar ceguera.
• Macroangiopatías.
Son afectaciones de los vasos grandes como las lesiones que afectan a
las arterias (arteriosclerosis), sobre todo en las extremidades inferiores.
• Neuropatías.
Son alteraciones en el sistema nervioso con repercusión en la sensibilidad
(nervios sensitivos), en los nervios motores o en el sistema vegetativo.
Consejos dietéticos para niños diabéticos.
• La dieta debe ser normocalórica, es decir, debe estar adaptada a las nece-
sidades energéticas del niño.
• Del total de calorías diarias aproximadamente el 50-60% deben ser hi-
dratos de carbono (con supresión estricta de los azúcares sencillos), el
25-30% grasas (reduciendo las grasas saturadas y sustituyéndolas por
las insaturadas) y el 15-20% proteínas (siendo el 50% de procedencia
vegetal y evitando los alimentos proteicos grasos).
• Fragmentación de las calorías diarias en 6 tomas para una buena distri-
bución de los hidratos de carbono: desayuno, media mañana, comida,
merienda, cena y un suplemento antes de ir a dormir. Intentar que pasen
aproximadamente 3 horas entre una comida y la siguiente y evitar que
transcurran más de 8 o 9 horas desde la última comida antes de irse a la
cama y el desayuno.
• No saltarse ninguna comida e intentar no alterar de forma considerable
los horarios de las comidas.
• No consumir azúcar de mesa, miel, caramelos, leche condensada, mer-
meladas, pasteles, productos de bollería, bebidas azucaradas, cacao y sus
derivados, productos precocinados y helados.
• Seguir una alimentación rica en fibra dietética, esta retrasa la absorción
de los azúcares.
• No consumir bebidas alcohólicas de ningún tipo.
Además se aconseja
• No fumar.
• Practicar de forma moderada ejercicio físico, siempre bajo consejo mé-
dico.

185
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Hacer con regularidad autocontroles glucémicos.


• No hacer cambios en las dosis de insulina indicadas por el médico, pue-
den causar hipoglucemias.
La prevalencia de la enfermedad celiaca (EC) está aumentando conside-
rablemente a lo largo de los años por lo que es necesaria la elaboración de
intervenciones educativas que logren disminuir la presencia de complicaciones
de dicha enfermedad.
La EC es una enfermedad inmunológica que se basa en la intolerancia
irreversible y permanente del gluten, por ello, es necesario ampliar los co-
nocimientos sobre la enfermedad, su tratamiento y la actuación ante dicha
enfermedad ya que es un proceso crónico. Puesto que no solo afecta a la
persona que presenta la enfermedad, si no a todas las personas que están a
su alrededor (familia, amigos, compañeros de clase…) es importante que se
realicen las actividades necesarias para que todas las personas conozcan la
enfermedad y sepan actuar ante ella. El inicio de la enfermedad, suele ser
en la niñez, por lo que el ámbito escolar es un factor clave para fomentar la
educación sanitaria, puesto que conviven habitualmente con la enfermedad
y, además, los conocimientos adquiridos en dichas etapas, permanecerán a
lo largo de la vida.
En la EPS en el ámbito escolar es necesaria la participación de niños
(niños con celiaquía y compañeros de clase), familiares, profesores y equipo
sanitario, ya que todos los participantes son fundamentales y necesarios para
contribuir a que el niño con celiaquía pueda realizar sus actividades de la
vida diaria con total normalidad.

Formas clínicas
La enfermedad celíaca infantil suele aparecer en los primeros años de
vida, coincidiendo la introducción de cereales con gluten, adoptando por lo
general la forma clínica clásica.
Los diferentes tipos de enfermedad celiaca, se encuentran en la siguiente
tabla:

186
Alimentación del niño en situaciones especiales

EC
EC EC EC EC EC
Monosinto-
Clásica Silente Latente Potencial Refractaria
mática

Síntomas La más fre- Sin mani- Mucosa duo- No han pre- Lesión his-
graves: cuente festaciones denoyeyunal sentado nunca tológica bien
-Mala absor- clíni-cas normal inclu- alteraciones documentada
ción Síntomas so tomando histológicas (como atrofia
-Atrofia grave intestina-les Lesiones gluten carac-terís- VI)
VI clásicos histológicas ticas
-Anticuerpos características Anticuerpos No desapare-
Séricos + Patrón (atrofia VI) +o– Presen- cen síntomas
histológico ta riesgo a pesar de
Excepcio- variable Determi- Pero presen- potencial de excluir el glu-
nal en edad nación de tarán o han desa-rrollarla ten de la dieta
adulta, no marca-dores presentado (genética o un periodo
tanto en edad séricos por características inmunoló- de tiempo
pediátrica sospecha de EC gica) razonable
clínica o por
Clásicos formar parte Pueden
síntomas de un grupo presentar
digestivos de riesgo anticuerpos
séri-cos+

Tipos de enfermedad celíaca.

Epidemiología
Respecto a la epidemiología de la enfermedad, afecta más a hombres que
a mujeres, así como a personas de raza blanca y es hereditaria. Las bases
científicas afirman que, si un hermano gemelo tiene la enfermedad, el otro
también la padecerá, y es muy probable por su componente hereditario, que
cuando se detecte un celiaco en la familia, sus familiares más cercanos tam-
bién sufran la enfermedad, por lo que es recomendable que sean examinados,
ya que en los familiares de primer grado (padres y hermanos) la prevalencia
gira en torno a al 5-15%, es el grupo principal de riesgo.
Por otro lado, el segundo grupo de riesgo son las personas con trastornos
asociados, como enfermedades autoinmunes (diabetes mellitus tipo 1, déficit
selectivo de IgA, tiroiditis autoinmune, dermatitis herpetiforme…), trastor-
nos neurológicos y/o psiquiátricos como encefalopatías o epilepsias y otras
enfermedades asociadas como síndrome Down, fibrosis quística, síndrome
Turner, Williams...

187
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), uno


de cada 200 o 300 nacidos vivos en España puede padecer la enfermedad.
La EC afecta tanto a niños como a adultos, y la relación varón/mujer es
de 2:1. No solo está presente en Europa, sino que también se encuentra en
Oriente Medio, Asia, Sudamérica y Norte de África, y puede afectar al 1%
de la población en algunos países occidentales.
La prevalencia mundial se estima en 1/266, y en España sobre 1/118 en
la población infantil y 1/389 en la población adulta. Sin embargo, se consi-
dera que la prevalencia de la enfermedad celíaca tiene las características de
un iceberg ya que esta prevalencia puede ser mucho mayor puesto que un
porcentaje importante de casos permanece sin detectar.
Según diversos estudios epidemiológicos realizados en todo el mundo,
la EC, sin sintomatología clásica, es más frecuente que la forma sintomática,
constituyendo un reto para el sistema sanitario su detección precoz, es decir,
un diagnóstico temprano.

Sintomatología
Los diferentes síntomas que se pueden encontrar en la EC más frecuen-
tes son:

Madrigal, P. (2019). Enfermedad celiaca. Una mirada actual.

188
Alimentación del niño en situaciones especiales

Madrigal, P. (2019). Enfermedad celiaca. Una mirada actual.

Madrigal, P. (2019). Enfermería pediátrica y enfermedad celiaca.


Un enfoque global y metodológico.

189
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Sin embargo, tanto en niños como en adultos, los síntomas pueden ser
atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico.

Diagnóstico
El diagnóstico se realiza con un examen clínico minucioso, una analítica
de sangre, que incluya los marcadores serológicos y, por último, se realiza
una biopsia del intestino delgado mediante una endoscopia.
En los niveles de sangre, se analiza el nivel de anticuerpos que hay
frente al gluten. Los anticuerpos se producen por el sistema inmunológico
al sentirse amenazado. La analítica se extrae tras la ingesta de gluten, para
realizar una medición más acertada, los marcadores serológicos específicos
de enfermedad celíaca que se analizan son: anticuerpos antigliadina, antien-
domisio y antitransglutaminasa,
Por último, el diagnóstico definitivo, se realiza con una biopsia duo-
denoyeyunal comprobando si existen vellosidades que recubran el intestino
delgado a través de la recogida de una muestra de tejido intestinal.
El breve resumen de cada una de ellas es:
• Test serológicos: Los anticuerpos antiendomisio (EMMA) y antitrans-
gluta-minasa tisular (tTGA) son las pruebas que se realizan actualmente
para el diagnóstico.
- Anticuerpos anti-endomisio: Son de la clase IgA, con una especifici-
dad y sensibilidad mayor al 90% en adultos, pero su alta laboriosidad
e interpretación hace que sea difícil ponerlo en práctica.
- Anticuerpos anti-transglutaminasa: Su identificación es sencilla y pre-
senta una sensibilidad y especificidad mayor al 90% por lo que su uso
se ha generalizado.
En función de los resultados de las pruebas serológicas, se irán siguiendo
otros métodos para confirmar o rechazar el diagnóstico de la enfermedad
celíaca.
• Pruebas genéticas: Alrededor de un 90% de los enfermos celiacos son
positivos a HLA-DQ2/DQ8 y solo un 20-30% de las demás personas
pueden expresar a HLA-DQ2/DQ8. Sin embargo, un 6% de los enfermos
celiacos tienen alelos HLA-DQ8 sin HLA-DQ2 o solo un alelo por lo
que hace que disminuya la probabilidad de diagnósticos de la enferme-
dad celiaca. El examen genético permite excluir la probabilidad de la
enfermedad por su gran poder predictivo negativo.
• Biopsia duodeno yeyunal: Es imprescindible para asegurar el diagnóstico
de la enfermedad celíaca ya que permite demostrar la existencia de daño

190
Alimentación del niño en situaciones especiales

intestinal tras un estudio de coagulación normal. La zona es el duodeno


yeyunal o yeyuno siempre que la situación clínica del paciente lo permita
y manteniendo el gluten en la dieta para para así poder cerciorarnos de
que existe atrofia parcial o completa de las vellosidades intestinales. La
Sociedad Europea de Gastroen-terología, Hepatología y Nutrición Pe-
diátrica recomienda realizar tres biopsias como mínimo.
El informe debe incluir la orientación de la biopsia, el estado de las mi-
cro-vellosidades (normales/atrofiadas + nivel de atrofia), la elongación
de las glándulas submucosas, la relación vellosidad/cripta submucosa y
el número de linfocitos intraepiteliales: valores normales 14 LIE/100 cé-
lulas del epitelio). Las características de la enfermedad celiaca son:
• Epitelio cúbico pseudoestratificado y con el ribete estriado poco visible
o ausente.
• Aumento del número de linfocitos intraepiteliales (> 25/100 enterocitos)
• Elongación de las criptas.
• Aplanamiento de las vellosidades (atrofia) con disminución de la altura
V:C, índice mitótico aumentado e infiltración de la lámina propia.
Estas alteraciones son clasificadas por Marsh – Oberhuber en una gra-
duación de 1 a 3 y para hacer el diagnóstico de EC, es necesario que el
daño del epitelio intestinal sea grado 2 o más. Los grados 1 y 0, no sirven
para el diagnóstico.
MORFOLOGÍA DUODENAL MARSH-OBERHUBER
Normal 0
Arquitectura conservada
1
Linfocitosis intraepitelial >25%
Arquitectura conservada
Linfocitosis intraepitelial 2
Hiperplasia de criptas
Atrofia parcial de vellosidades 3a
Atrofia subtotal de vellosidades 3b
Atrofia total de vellosidades 3c
Clasificación histopatológica de la EC propuesta por Marsh-Oberhuber (4).

Actualmente, la biopsia intestinal, está recomendada para todos los


adultos con sospecha de EC, aun teniendo el resto de marcadores positivos.
Sin embargo, tras la última actualización de la ESPGHAN, para los niños y
adolescentes con valores de IgA-tTG>10 veces el valor normal, valores de

191
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

EMA positivo y el HLA presente, no es necesaria la determinación histológica.


Por otro lado, la repetición de la biopsia en pacientes con mejoría clínica
sin gluten, no está recomendada.
Detección del HLA (antígeno leucocitario humano)
Esta prueba no forma parte de la rutina diagnóstica de la EC, ya que
1/3 de la población caucásica es portador de este antígeno en su genoma
y solo un 4% de ellos tiene enfermedad celiaca. Sin embargo, el HLA de
tipo DQ2 está presente en el 90% de los celiacos y el tipo DQ8 en el 10%
restante, por lo que su determinación es complementaria al diagnóstico en
aquellos individuos con parámetros negativos para EC con pocos cambios
histopatológicos, para excluir de EC en casos dudosos y para aquellas perso-
nas en las que sea difícil una endoscopia digestiva alta, además de aquellas
personas con riesgo de padecer EC, como pueden ser familiares de primera
línea asintomáticos o con serología dudosa.

Tratamiento
Lo más importante en el tratamiento del paciente pediátrico es llevar a
cabo una buena educación sanitaria a los padres, explicándoles en términos
claros y concisos en qué consiste la enfermedad, diagnóstico y tratamiento,
en cuanto a una dieta exenta de gluten, manejo de la enfermedad, fomentando
la autoestima del niño y eliminando los sentimientos de indiferencia con el
resto de los niños. La base del cuidado del paciente celiaco en pediatría es
ayudarles a mejorar su calidad de vida.
El tratamiento de la enfermedad consiste en eliminar el gluten de por
vida, esto conlleva a una normalización clínica y funcional, así como a la
reparación de las vellosidades intestinales.
El inicio de la dieta sin gluten debe iniciarse tras la confirmación del
diagnóstico, ya que un inicio temprano puede alterar el diagnóstico.
Tras la eliminación del gluten en la dieta, la mejoría de la clínica se
produce en el 70% de los pacientes a las dos semanas. A nivel histológico,
la recuperación es más lenta, ya que en adultos puede tardar incluso más de
dos años y en niños no se produce antes de un año de dieta libre sin gluten.
Un alimento es considerado sin gluten cuando no contiene más de 20
mg/kg de gluten, o lo que es lo mismo 20 ppm (partes por millón) de glu-
ten. Por otro lado, alimentos a base de trigo, centeno, cebada, avena o sus
variedades híbridas, o que contengan uno o más ingredientes hechos a partir
de estos cereales, que se hayan procesado específicamente para reducir su
contenido en gluten, son considerados muy bajo en gluten cuando no con-

192
Alimentación del niño en situaciones especiales

tengan más de 100 mg/kg (100 ppm) de gluten en el alimento tal como se
vende al consumidor final. Todo eso se recoge en el Reglamento Europeo
(UE) nº 828/2014.
El Reglamento Europeo (UE) nº 1169/2011, sobre la información alimen-
taria, recoge otras cosas la lista de ingredientes: indicando todo aquel que
cause alergias o intolerancias alimentarias que se utilice en la elaboración del
alimento y siga presente en el producto terminado. Existen catorce alérgenos
de declaración obligatoria, destacando en este caso la presencia de cereales
con gluten. Estos deben ser destacados tipográficamente o bien indicar con-
tiene seguido del alérgeno en productos que carezcan de lista de ingredientes.
Para cerciorarse de que los alimentos que se adquieren no contienen
gluten, existe un símbolo a nivel Europeo que es una espiga barrada. Este
símbolo está aprobado por la Sociedad de Asociaciones de Celiacos de Europa
(AOECS). Se trata de un símbolo registrado, que garantiza un contenido de
gluten inferior a 20 ppm (mg/kg) en el producto final.
Para que este símbolo tenga validez y demuestre que el producto está
realmente certificado, debe ir siempre acompañado de un código alfanumé-
rico de 8 dígitos, concedido por la asociación que lo ha certificado. El cual
determina el número de licencia y/o registro de dicho producto. Este código,
recoge la siguiente información:
• XX: Código del país. Como el ELS es
una certificación europea, se pueden en-
contrar productos certificados por asocia-
ciones de celiacos de otros países. En el
caso de productos certificados por Espa-
ña, siempre comenzarán por ES.
• YYY: Código correspondiente a la em-
presa.
• ZZZ: Código del producto. Fundación Alimentum. Iconos del
etiquetado. 2007 [Consultado 25
El paciente celíaco debe llevar una dieta de mayo de 2021].
sana y equilibrada, basada en alimentos natu-
rales como:
• Legumbres.
• Carnes y pescados.
• Huevos.

193
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Verduras, frutas y hortalizas.


• Cereales sin gluten: Arroz y maíz.

Madrigal, P. (2019). Enfermería pediátrica y enfermedad celiaca.


Un enfoque global y metodológico.

Deben evitarse en la medida de lo posibles alimentos envasados y/o


elaborados, ya que en estos es más difícil garantizar la ausencia de gluten.
Tras un diagnóstico y una dieta adecuada, el niño se desarrollará con
normalidad y los síntomas desaparecerán. El gluten no es una proteína in-
dispensable y puede ser sustituida por otras proteínas vegetales o animales.
Por ello, es importante educar al niño en las pautas alimenticias esta-
blecidas por el pediatra o la enfermera de pediatría.
Con una buena elección de los alimentos, los niños pueden llevar una
vida completamente normal. Un buen manejo de la alimentación también
incluye el control de la dieta del niño en situaciones sociales variadas.
Desde el principio, hay que informar al niño de los alimentos que puede
comer y de los que no le sientan bien, para controlar dichos alimentos en
excursiones, fiestas de cumpleaños, escuelas, comedor, campamentos, casa
de amigos…

194
Alimentación del niño en situaciones especiales

Madrigal, P. (2019). Enfermería pediátrica y enfermedad celiaca.


Un enfoque global y metodológico.

195
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Un aspecto importante a tener en cuenta es la contaminación cruzada,


es decir, aquellos alimentos sin gluten que hayan podido estar en contacto
con otros alimentos con gluten y se hayan podido ver contaminados por las
distintas fuentes de contaminación.
Por ello, es importante conocer las fuentes de contaminación y llevar a
cabo una correcta manipulación de alimentos tanto de gluten como sin gluten,
para evitar las distintas fuentes de contaminación:
• Manos.
• Superficies de trabajo.
• Utensilios de cocina.
• Productos con gluten que sueltan polvo.
• Aceites y aguas de cocción.
• Electrodomésticos.
• Ropa.
• Bares, restaurantes, comedores escolares si no tienen precaución con el
cocinado y almacenamientos de los alimentos.
Todo este cambio, es un proceso difícil que requiere un periodo de
adaptación.
Recomendaciones para niños celíacos:
• Comprobar los ingredientes al adquirir productos elaborados.
• Eliminar de la dieta los productos comprados a granel, los elaborados
artesanalmente y los que no estén etiquetados o no lleven el listado de
sus ingredientes. La manipulación de los alimentos será un hábito del
niño y sus padres.
• Hay que tener precaución con lo que se consume en los restaurantes. A
día de hoy, tras mucho esfuerzo y trabajo se ha conseguido que en los
comedores escolares existan menús preparados para niños con EC.
• En casa, se recomienda eliminar las harinas de trigo y el pan rallado
normal, y sustituirlos por ingredientes sin gluten para rebozar o preparar
salsas espesas. Ante la duda, hay que evitar consumir productos que du-
demos si contienen gluten.
• Acceso a una información veraz sobre la enfermedad y su tratamiento.
Con una visión de futuro, continua la investigación de diversos trata-
mientos farmacológicos para prevenir o bloquear los efectos del gluten en
los individuos celiacos. Todos los proyectos prometen ser efectivos en un
futuro como terapia, pero sin embargo, aún se encuentran bastante lejos
como para poder aplicar alguno de ellos ya que den pasar varias fases de

196
Alimentación del niño en situaciones especiales

experimentación, toxicidad y clínica, así como demostrar su eficacia a medio


y largo plazo siendo seguro para los pacientes celiacos.
Las complicaciones y pronóstico de dichos tratamientos son: Un cum-
plimiento estricto del tratamiento, a los 10 años de comenzar con él, iguala
el riesgo de padecer enfermedades neoplásicas al de la población en general,
mientras que un cumplimiento pobre del régimen terapéutico, eleva el riesgo
de padecer enfermedades neoplásicas del tracto digestivo como pueden ser:
carcinomas esofágicos y faríngeos, adenocarcinomas del intestino delgado y
linfomas no Hodking.
Otras enfermedades no neoplásicas relacionadas con la EC no tratada
puede ser: alteraciones del metabolismo óseo, alteraciones en la reproducción,
alteraciones neurológicas y psiquiátricas. Por lo que es importante tanto la
detección precoz de la EC como el cumplimiento estricto, continuo y cró-
nico de la dieta sin gluten, así como un seguimiento clínico de por vida de
estos pacientes.

Intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa tanto primaria como secundaria es el síndrome
de malabsorción más frecuente en esta etapa de vida.
La lactosa es un azúcar que está presente en diferentes concentraciones
en todas las leches de los mamíferos (vaca, cabra, oveja, leche materna hu-
mana) y en muchos alimentos preparados.
La lactasa es una enzima que se produce en el intestino delgado duran-
te la digestión y que actúa desdoblando la lactosa en sus dos componentes
básicos, la glucosa y galactosa, para su absorción y utilización. Cuando los
niveles de lactasa son más bajos de lo normal o esta no es capaz de reali-
zar con eficacia su labor desdobladora, aparecen dificultades para digerir y
aprovechar la lactosa.
En caso de intolerancia a la lactosa no hay suficiente lactasa en el in-
testino delgado para romper la lactosa. La lactosa no digerida en el intestino
delgado pasa directamente al intestino grueso donde es fermentada por las
bacterias de la flora intestinal y produce hidrógeno y otros gases que gene-
ran dolores, espasmos, hinchazón abdominal, vómitos, flatulencias y diarreas
líquidas, náuseas y dolor.
Los síntomas suelen aparecer de los 30 minutos a las 2 horas después
de la ingesta de lactosa y suelen desaparecer entre 3 y 6 horas más tarde.
La intolerancia puede presentarse en el momento del nacimiento, de-
sarrollarse en la infancia cuando se introduce la leche de vaca en la dieta
diaria o más tarde en la etapa adulta.
197
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Puede ser primaria o genética (minoritaria), producida por una pérdida


progresiva de la producción de lactosa acompañada por una pérdida gradual
de la capacidad de digerir leche o secundaria (mayoritaria), en la que la
disminución de la producción de la lactosa es secundaria a algún tipo de
daño intestinal temporal y recuperable, generalmente causado por una gas-
troenteritis vírica.
Cuando la intolerancia es de carácter primario no existe curación posible
ya que no hay manera de que nuestro organismo recupere el enzima lactasa
y sus síntomas solo se alivian cuando se suprime de la dieta los lácteos.
Si una vez detectada la enfermedad no se deja de consumir lácteos el
daño a la mucosa intestinal cada vez es más grande y los síntomas más
continuados y difíciles de solucionar.
En ocasiones los síntomas disminuyen con dosis de lactosa más pequeñas
(la tolerancia normal por toma es de 100 cc a 200 cc equivalente a 5-10
gramos de lactosa).
También se puede probar con la sustitución de la leche por algún derivado
como el yogur o el queso (se suelen tolerar mucho mejor).
El tener que eliminar de la dieta los productos lácteos puede generar la
aparición de carencias nutricionales con consecuencias muy negativas para
la salud, sobretodo en la etapa de la infancia como la falta de calcio, de
vitamina D, de vitamina B2 y de proteínas de elevada calidad.
Para evitar que el niño con intolerancia a la lactosa presente pérdida
de peso importante y malnutrición hay que planificar la dieta diaria para un
buen aporte de nutrientes.
Hay alimentos que se deben eliminar (por completo o no en función de
la tolerancia) de la dieta como la leche de vaca, batido de leche, quesos,
yogures, crema de leche, postres lácteos, margarina, mantequilla, helados o
salsa bechamel.
Hay ingredientes que se utilizan en la industria alimentaria que tampoco se
deben consumir como el lactitol (utilizado como edulcorante bajo en calorías
para caramelos, chicles sin azúcar, chicles en grageas, galletas, helados, y
toda clase de alimentos bajos en calorías y en laxantes), el suero (se utiliza
en algunos casos como azúcar añadido en el proceso de destilación de bebi-
das espiritosas (alcohólicas) como ginebra, anís, vodka, etc.), la caseína (se
utiliza como agente clarificante en el proceso de elaboración de la sidra y el
vino), los caseinatos (de calcio, sodio, potásico, magnésico), cuajo, cuajada,
proteínas de leche, grasas de leche, lactoalbúmina y lactoglobulina.

198
Alimentación del niño en situaciones especiales

Es importante comprobar la etiqueta nutricional de algunos alimentos que


probablemente contienen lactosa en su composición como los purés y sopas,
pan, pasteles, fiambres y embutidos, pasteles, frituras de carne, sucedáneos
de huevos en batidos, flanes, purés o cremas con patata, bollería, donuts,
crépes, bollos, bizcochos, tostadas, platos pre-cocinados, cereales enrique-
cidos, nata, sorbetes, tartas, batidos, rebozados, sucedáneos de chocolate y
bebidas espiritosas.
Incluso se puede encontrar lactosa en proporciones muy pequeñas en
algunos medicamentos, complejos multivitamínicos y algunos dentríficos.
Hay otras fuentes de calcio diferentes a los lácteos como las semillas
de sésamo, los frutos secos como almendras y nueces, legumbres como la
soja, lentejas, garbanzos o habas, fruta seca como los higos secos, tofu, leche
de soja enriquecida con calcio y algunas verduras como la col fermentada
(chucrut).
Ya se ha mencionado anteriormente que los alimentos vegetales contienen
calcio pero este se absorbe muy mal a causa de la presencia de antinutrientes
(oxalatos y fitatos).
Ejemplo de menú sin lactosa:
Desayuno: zumo de naranja natural, batimos la naranja entera +
cereales de desayuno (con cacao o normales) + 1 vaso de leche de
soja enriquecida con calcio.
Media mañana: un puñadito de almendras y 3 higos secos.
Comida: garbanzos con verduras + solomillo de ternera + ensalada
de lechuga, tomate y dados de tofu de guarnición + pan de acom-
pañamiento + fruta fresca + agua.
Merienda: 1 vaso de leche de soja enriquecida con calcio o de leche
de arroz o de leche de almendra + 3 galletas de sésamo.
Cena: espinacas con piñones + merluza rebozada con un tomate
abierto de guarnición + pan de acompañamiento + 1 postre de soja
+ agua.
Nota: hay que asegurar un mínimo de dos raciones de calcio a través de
la leche sin lactosa, leche de soja enriquecida con calcio o yogur o queso.

199
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Alergias alimentarias
Hablamos de alergia alimentaria cuando el sistema inmunitario de nuestro
organismo reacciona tras la ingesta de algún alimento en particular y produce
anticuerpos específicos para poder contrarrestarlo ya que lo percibe como
una sustancia extraña y peligrosa.
Si el organismo no está preparado para asimilar una sustancia activa
sus propias defensas para evitar que haya daño en alguno de sus órganos o
funciones vitales.
En los más pequeños hay más riesgo de intolerancia ya que su sistema
digestivo no está del todo maduro y tiene mayor riesgo de infección (las
paredes de su intestino están excesivamente permeables, cosa que facilita
que las sustancias alergizantes entren en la corriente sanguínea provocando
una reacción alérgica).
Entre los principales causantes de alergia se encuentran los colorantes y
conservantes sintéticos, algunas especias como el clavo, vainilla o mostaza,
huevos (albúmina o proteína de la clara), chocolate y miel, algunas carnes como
la de vaca, de ternera o de buey (sobre todo en lactantes), pescados azules
y mariscos, algunos frutos secos como las almendras, cacahuetes y nueces
y proteínas de la leche de vaca (caseína, beta-lactoglobulina y seralbúmina).

TRATAMIENTO DIETÉTICO EN LA DIARREA

La diarrea aguda se caracteriza por una alteración y aceleración del trán-


sito intestinal con un aumento del número de deposiciones de consistencia
blanda o pastosa (e incluso totalmente líquida).
La OMS la define como la eliminación de 3 o más deposiciones en doce
horas o una sola deposición con presencia de moco, sangre o pus.
Es un proceso muy frecuente durante la infancia, sobre todo en los pri-
meros años de vida (de los 6 a los 18 meses).
Es peligrosa para la salud del niño ya que provoca una pérdida impor-
tante de líquidos y electrolitos como el potasio y el sodio (llegando a la
deshidratación en los casos más severos).
La infección intestinal es la causa más frecuente, pudiendo ser de origen
bacteriano (salmonellas, shigellas y eschericia coli), de origen vírico (sobre-
todo en invierno) o bien producida por algún protozoo (giardina lamblia).
Es frecuente que después del episodio de diarrea aguda (suele durar de
5 a 7 días) el niño padezca de forma temporal una intolerancia a la lactosa

200
Alimentación del niño en situaciones especiales

que desaparecerá en unas semanas, cuando las vellosidades intestinales re-


cuperen la normalidad (es por eso que se aconseja el consumo de leche sin
lactosa durante una temporada).

Principios generales de la dieta astringente


• Evitar la fibra vegetal (verduras crudas, frutas crudas, legumbres y ce-
reales integrales).
• Administrar las calorías totales del día en comidas poco abundantes y
continuadas (las cantidades elevadas estimulan el peristaltismo intesti-
nal).
• Suprimir la leche por su contenido en lactosa y por tener una digestión
prolongada.
• Suprimir cocciones como guisos y fritos, embutidos y alimentos salados
que irritan la mucosa digestiva.
• Eliminar las grasas, por ser de digestión prolongada.
• Suprimir los estimulantes del reflejo gastrocólico y del peristaltismo
como el café o el zumo de naranja con azúcar.
Durante las primeras horas (no prolongar mucho tiempo) el niño ha de
seguir una dieta absoluta, es decir, tiene totalmente prohibido el consumo
de alimentos.
Más tarde el pequeño continuará con una dieta líquida, en la que se irán
administrando pequeñas cantidades de agua, de agua de arroz o de agua de
arroz y zanahoria.
A las pocas horas (en función de la gravedad de los síntomas) ya se
podrá iniciar una dieta sólida formada por arroz hervido, seguido de pescado
blanco o pollo hervido y pan tostado o del día anterior (se debe ir introdu-
ciendo de forma progresiva observando la tolerancia).
Con prudencia se irán introduciendo sémolas o pastas para sopas en
caldos suaves, manzana hervida, dulce de membrillo, jamón cocido y patatas
hervidas.
Antes de pasar a una alimentación normal se tendrá que probar la tole-
rancia al yogur, carne y pescado a la plancha, verduras hervidas y galletas
tipo maría.
La OMS-FAO recomienda en caso de diarreas agudas en los más peque-
ños soluciones rehidratantes por vía oral que tienen como objetivo mantener

201
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

un balance positivo de agua y electrolitos: 1 litro de agua + 2,5 gramos de


bicarbonato sódico + 1,5 gramos de cloruro potásico + 20 gramos de glucosa.
El niño tomará esta fórmula en pequeñas cantidades cada 1,5-2,5 horas
aproximadamente.
Una receta casera de utilidad es la siguiente: 1 litro de agua potable +
1 pellizco de sal + 20 gramos de azúcar + el zumo de 1 limón (potasio).
Esta se denomina limonada alcalina.
Ejemplo de dieta astringente para niños de 12 a 18 meses:
Desayuno: papilla de arroz preparada con 125 cc de leche de fórmula
sin lactosa, 125 cc de agua y espesada con harina de arroz.
Comida: puré de patata, pollo y zanahoria hervida + yogur (según
tolerancia).
Merienda: papilla de plátano, manzana y unas gotas de limón.
Cena: papilla de arroz con merluza hervida + compota de manzana.

Ejemplo de dieta astringente para niños de mayores de 18 meses:


Desayuno: manzanilla + dos rebanadas de pan tostado con jamón
york.
Comida: arroz hervido o sopa de fideos finos con caldo vegetal
colado + pollo hervido + pan tostado (según tolerancia).
Merienda: una rebanada de pan tostada con queso curado, semiseco.
Cena: patatas hervidas + merluza hervida + manzana rallada, asada
o en compota + pan tostado (según tolerancia).

TRATAMIENTO DIETÉTICO EN EL ESTREÑIMIENTO

El estreñimiento es un trastorno contrario a la diarrea. Se define como


el retraso en la frecuencia de las deposiciones, que además son duras y pro-
vocan dolor en el proceso de evacuación.
En adultos se considera normal desde una deposición cada dos días hasta
2-3 deposiciones por día. En los niños más pequeños el ritmo deposicional
varía mucho de unos a otros por lo que se habla de estreñimiento cuando
aparecen los síntomas señalados anteriormente.

202
Alimentación del niño en situaciones especiales

La causa más habitual de estreñimiento es una alimentación baja en


fibra dietética, la falta de agua o bien el sedentarismo (muchas horas frente
al televisor o el ordenador y poca actividad física).
En la infancia es habitual que cuando el niño aprende a retener las heces
decida evitar la defecación porque ello interrumpe sus juegos o bien porque
no le gusta utilizar un retrete diferente al de su hogar. Cuando se retiene la
defecación más tiempo de lo normal en el intestino, las heces pierden líqui-
dos y quedan secas y duras, por lo que el acto de expulsión es más difícil
y doloroso para el pequeño, que para no sufrir molestias se aguanta todo lo
que puede llegando a provocar un estreñimiento crónico.
La toma de algunos medicamentos, como los suplementos de hierro, tienen
como efecto secundario la aparición de estreñimiento y si el tratamiento es
de larga duración se debe aportar más cantidad de fibra dietética para evitar
que se ralentice el tránsito intestinal.
También puede ser secundario a una disminución en la motilidad intestinal
(el intestino grueso no empuja los alimentos hacia el recto con normalidad
y se quedan retenidos en este ensanchándolo).
La dieta para el estreñimiento debe aportar más líquidos (de 1 a 1,5 litro
diario de agua mineral), alimentos ricos en fibra dietética como las frutas (con
piel) y verduras crudas, frutos secos, legumbres (sin triturar) y los cereales
completos (pan, pasta italiana, arroz, cereales de desayuno, etc.).
Por otro lado se debe evitar el abuso de alimentos astringentes (no con-
tienen fibra dietética y endurecen las heces) como el arroz, zanahoria, cacao,
los dulces (caramelos, bollería y pastelería), quesos curados, mantequilla,
leche (máximo 2 vasos al día) y algunas frutas como la manzana y el plátano.
Además, el pequeño debe recibir una educación o reeducación de la
defecación, se debe acostumbrar a un ritmo diario (es aconsejable después
del desayuno o de la comida del mediodía), ya sea de forma espontánea o
a través de enemas de agua tibia y aceite (al principio únicamente). El niño
debe estar en un ambiente tranquilo y relajado.
Los padres deben potenciar a su hijo a practicar algún deporte de forma
regular a medida que reducen las horas frente a la televisión, el ordenador
o la videoconsola.
Hay recomendaciones sobre el consumo de fibra dietética establecidas para
los más pequeños en las que se propone la aplicación de la regla edad más 5
para determinar la cantidad de fibra óptima. De esta forma, por ejemplo, un

203
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

niño de 6 años tendrá que consumir 6 + 5 = 11 gramos diarios de fibra o un


niño de 12 años tendrá que consumir 12 + 5 = 17 gramos diarios de fibra.
Se irá aumentando la cantidad hasta llegar a cifras de 25-30 gramos
recomendados en adultos.
Hay que evitar cantidades superiores ya que pueden provocar un au-
mento de la fermentación bacteriana en el colon y generar gases, molestias
abdominales e incluso diarrea.
Ejemplo de dieta para el estreñimiento:
Desayuno: 1 bol de muesli con leche + zumo de naranja natural o
pieza de fruta.
Comida: macarrones con salsa de tomate + cordero al horno con en-
salada de lechuga, tomate y pepino de guarnición + nueces con higos
secos + pan de acompañamiento + agua.
Merienda: 1 vaso de leche + pan integral con aceite de oliva, tomate
untado y jamón dulce + 2 mandarinas.
Cena: menestra de verduras + tortilla a la francesa + pan de acompa-
ñamiento + macedonia de fruta + agua.
Trucos
• Tomar un vaso de agua tibia o agua tibia con limón en ayunas.
• Beber un café en ayunas (solo adultos).
• Tomar un zumo de naranja en ayunas, batir la pieza de naranja entera.
• Comer dos o tres ciruelas o 2 kiwis en ayunas.
• Dejar en remojo unas 5 ciruelas en un vaso de agua durante 12 horas y
una vez transcurrido el tiempo, comerlas y beber el agua en ayunas o
antes de acostarse.
• Para aprovechar los beneficios de la fibra dietética no se deben cocinar
demasiado las verduras y utilizar técnicas culinarias como el vapor.
• Sustituir los zumos de fruta por la fruta entera (el jugo no contiene fibra
pero la pieza de fruta con piel si).
Medidas generales de educación sanitaria
• Horario adecuado para la defecación (tras desayuno o comida de medio-
día). No es un problema, ni tiene importancia, si no se defeca todos los
días o pasan dos o tres días de forma ocasional sin defecar (siempre que
se pueda ventosear).

204
Alimentación del niño en situaciones especiales

• No reprimir las ganas de ir al WC de forma continuada, porque inhibe el


reflejo de la defecación.
• Intentar una postura facilitadora sentados en la taza del WC, tipo acu-
clillado: alzas en los pies, para acercar las rodillas al vientre. Hay que
tomarse su tiempo, pero además el cuarto de aseo debe ser un lugar pri-
vado, limpio, cómodo y cálido.
Tratamiento farmacológico para el estreñimiento
El tratamiento farmacológico del estreñimiento consiste en la adminis-
tración de laxantes (formadores de masa, emolientes, lubricantes, osmóticos
y estimulantes) únicamente por prescripción del pediatra.
Entre los más conocidos están:
• Extractos de senna: son medicamentos naturales que se administran vía
oral y de acuerdo a la edad de niño y que actúan reblandeciendo las heces
y permitiendo la evacuación.
• Supositorios de glicerina: están indicados en los casos de recién nacidos
o lactantes menores que presentan 24 horas o más sin evacuar, con sín-
tomas de molestia intestinal y distensión. Su aplicación relaja el esfínter
rectal y permite expulsar la materia fecal acumulada en la ampolla rectal,
con lo que los síntomas ceden.
• Enemas: actúan por efecto osmótico o por efecto lubricante y humectan-
te. Están indicados en el tratamiento del estreñimiento agudo.
• Aceite mineral: se administra por vía oral y penetra y suaviza la materia
fecal, facilitando su expulsión.

TRATAMIENTO DIETÉTICO EN CASO DE VÓMITOS

Los vómitos son la expulsión por la boca del contenido gástrico, que
puede estar o no parcialmente digerido, debido a contraindicaciones invo-
luntarias de la musculatura de la pared torácica y abdominal.
Posibles causas de su aparición:
• Su aparición puede ser consecuencia de la fiebre asociada a infecciones
como la otitis, amigdalitis, catarros, infecciones producidas por un virus
e incluso meningitis, la neumonía e infecciones de orina.
• Los pequeños que padecen jaqueca suelen tener episodios de vómitos
cuando se inicia el dolor de cabeza que suelen remitir entre las 2 y 72
horas. Los padres deben vigilar que estos síntomas no duren más de dos
o tres semanas seguidas y en todo caso deben acudir al pediatra para una
buena valoración.

205
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Si se asocia a diarreas, fiebre y dolor en el abdomen (retortijones) suele


ser secundaria a una gastroenteritis aguda (GEA).
• Si se asocia a un dolor abdominal intermitente, de aparición brusca y
muy intensa y de localización generalizada o cambiante por el abdomen
suele ser consecuencia de un cólico causado por una gastroenteritis agu-
da.
• Si por el contrario, el dolor es progresivo, constante y tiende a localizarse
en la zona próxima a la ingle derecha, se tendrá que confirmar que no se
trata de una apendicitis aguda.
• La toma de determinados fármacos como los antibióticos, paracetamol,
ácido-acetilsalicílico, suplementos de hierro, etc. también puede originar
vómitos y otras molestias digestivas.
• Si el niño se encuentra en ayunas durante un tiempo prolongado puede
causar vómitos cetogénicos, a causa de la síntesis de acetona por el or-
ganismo. Es importante detenerlo hidratando al pequeño y dándole ali-
mentos con azúcar.
• Los vómitos pueden ser un síntoma de alguna intolerancia alimentaria
como la enfermedad celíaca, intolerancia a la lactosa, etc.
Desde el punto de vista alimentario es imprescindible evitar la des-
hidratación del niño ofreciendo líquidos azucarados y frescos como agua,
infusiones o zumos de fruta en dosis e intervalos crecientes. Si el pequeño
no es capaz de tolerar la ingesta de líquidos será necesaria la administración
de un suero por vía venosa (siempre bajo consejo médico). Si por el contra-
rio, tolera bien los primeros líquidos, se podrán ir introduciendo de forma
progresiva alimentos sólidos de fácil digestión como una tostada o manzana
cocida hasta realizar una dieta normal (introducir primero alimentos hervidos
o a la plancha, pobres en grasas y dejando para más adelante las frutas y
las verduras crudas).
Además, si los vómitos se acompañan de diarrea se debe ofrecer un sue-
ro de rehidratación oral (de venta en farmacias), si se acompañan de fiebre
o dolor de cabeza se deben administrar medicamentos analgésicos como el
paracetamol o ibuprofeno o ácido acetil-salicílico.

ENFERMEDADES BUCODENTALES: CARIES


La caries dental es una enfermedad infecto-contagiosa (producida por bac-
terias) que afecta a los tejidos duros del diente (esmalte, dentina y cemento).

206
Alimentación del niño en situaciones especiales

Se genera por la formación de ácidos a partir del metabolismo de los


hidratos de carbono por la placa bacteriana, que produce un descenso del PH
en la superficie del diente.
El resultado es la disolución del componente orgánico y la desminerali-
zación del componente inorgánico de los tejidos duros del diente.
Se manifiesta clínicamente como una mancha blanca, opaca y sin cavi-
tación de la superficie.
Causas de aparición de caries en el diente
La caries dental es una enfermedad infecciosa en la que se ha demostrado
la implicación de bacterias (estreptococo mutans, actinomices, lactobacilo...)
en su desarrollo.
En su aparición se ven involucrados diferentes factores:
• Placa bacteriana: es un sistema ecológico formado por una comunidad
bacteriana, rica en microorganismos anaerobios y aerobios, que se desa-
rrolla sobre las superficies dentales con nula o escasa limpieza.
• Morfología/forma del diente: las zonas del diente de difícil limpieza ten-
drán más predisposición a padecer caries que las zonas de fácil limpieza,
por lo que las caries de fisuras (se localizan en las caras oclusales de los
dientes, las que usamos para masticar) y superficies proximales (se loca-
lizan por debajo del punto de contacto entre dos dientes contiguos) serán
más frecuentes que las de superficies lisas (son de fácil diagnóstico ya
que se detectan por la exploración visual).
• Composición del diente: la caries dental es más frecuente en dientes con
esmalte inmaduro (bajo contenido en materia inorgánica), que en dientes
con esmalte maduro y alto contenido en materia inorgánica. Es por esto
que la caries dental es más frecuente en los niños (esmalte inmaduro) que
en los adultos (esmalte maduro).
• Factor genético o hereditario: es posible que se produzcan microdefec-
tos estructurales del diente durante su proceso de formación que pueden
condicionar la aparición de caries (fisuras microscópicas en los dientes).
• Tipo de alimentación: el azúcar (ya sea glucosa, fructosa, galactosa, sa-
carosa, lactosa y maltosa) procedente de los alimentos sirve de nutriente
para las bacterias, favoreciendo la producción de ácidos y la disminución
del PH en la saliva. Para evitar la aparición de caries se aconseja cepillar-
se los dientes después de cada ingesta de azúcares para evitar la disminu-
ción del PH de la saliva y la consiguiente desmineralización.

207
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Síntomas y signos de la caries.


La caries puede manifestarse por la aparición de una cavidad en el diente,
cambios en la coloración, retención de comida entre los dientes, mal aliento
o halitosis y dolor espontáneo, al masticar, al ingerir azúcar o al consumir
alimentos.
Prevención de la caries.
• Cepillado de dientes.
• Control de la dieta.
• Hay que reducir el azúcar de mesa, caramelos, golosinas, etc.
• Aplicación de flúor.
El flúor es un mineral muy importante en el proceso de desmineralización
y remineralización que ayuda a amortiguar el PH ácido de la placa bacteriana
en la superficie del diente, modifica la energía superficial del esmalte (cosa
que dificulta la adhesión de la placa bacteriana del diente) y actúa como
bacteriostático.
El flúor se puede ingerir por vía sistémica a través de las aguas fluoradas,
de la leche, de la sal, en gotas o en comprimidos o bien se puede aplicar de
forma local sobre la superficie de los dientes a través de enjuagues, pastas
de dientes o por aplicación directa en la clínica dental.
Dosificación de suplementos de flúor según la edad y el contenido de
flúor en el agua de consumo.
Flúor en el agua local
Edad (años) < 0,3 mg/l 0,3-0,6 mg/l > 0,6 mg/dl
6 meses-3 años 0,35 mg 0 0
3 -6 años 0,50 mg 0,25 mg 0
6-16 años 1 mg 0,50 mg 0
Observación: el flúor a altas dosis y consumido en exceso es tóxico y
puede producir la denominada fluorosis dental (dientes con diferentes opa-
cidades, discoloraciones y fositas en la superficie y con aspecto poroso).

FIEBRE
Reacción delante de un proceso inflamatorio producida por una infección
etc. La fiebre provoca en el niño una disminución del apetito y cansancio. No
se tiene que forzar la alimentación, sobre todo cuando la fiebre es elevada
porque puede inducir al vómito.

208
Alimentación del niño en situaciones especiales

Intentar asegurar un aporte suficiente de azúcar, sales minerales y líquidos.


Las bebidas que se aconsejan son los zumos de fruta con azúcar (siempre
que no haya asociada diarrea), el agua, las infusiones azucaradas y el caldo
vegetal con un poco de sal. También puede probarse con alimentos como
yogures, leche (mejor desnatada) y compota de manzana o manzana cocida.
Es mejor aprovechar los momentos en que la fiebre ha bajado o ha re-
mitido para ofrecerle los alimentos.

PROBLEMAS RESPIRATORIOS
Patologías como bronquiolitis, asma, neumonía u otros problemas graves
puede agravar la dificultad para comer, ya que los bebés son respiradores
nasales. Es mejor tolerada la toma directa del pecho que a través del bibe-
rón. Se recomiendan tomas cortas pero frecuentes. Si hubieran dificultades
importantes se podría indicar la administración de suero intravenoso o la
instauración de una sonda nasogástrica; ante esta situación se recomienda
extraerse la leche durante este período y volver a reiniciar la lactancia ma-
terna tan pronto sea posible.

INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA
Pueden tomar leche materna hasta 3 o 4 horas antes de la operación sin
que suponga un riesgo o incompatibilidad con la anestesia. Además some-
terlos a un ayuno prolongado o no poder estar en contacto estrecho con sus
padres incrementa los niveles de angustia y ansiedad.

209
13.
OBESIDAD INFANTIL
Fátima Sánchez Alguacil

INTRODUCCIÓN
Ya en la antigüedad, Hipócrates decía: Deja que la comida sea tu medicina, y
la medicina sea tu comida, por lo que se conocía que existía una relación entre la
forma de nutrirse y la salud, como una forma de prevenir y tratar la enfermedad.
Siglos más tarde, desde el siglo XX, y mucho más en el siglo XXI, existe mucha
más investigación sobre la nutrición, la forma de nutrirnos relacionada con las
patologías asociadas a la forma de comer.
Para la OMS, la nutrición se define como: La ingesta de alimentos de acuer-
do a las necesidades nutricionales y energéticas de cada organismo, con objeto
de prevenir la enfermedad y promover una salud óptima.
Con una dieta mediterránea variada, rica en verduras y frutas, y alimentán-
donos de forma equilibrada, es suficiente para tener una salud nutricional óptima,
siendo esta idónea para que una persona cubra sus necesidades junto a un ejerci-
cio físico moderado a diario. Esto es indispensable para que un ser humano goce
de buena salud y evite ciertas patologías en la medida de lo posible.
Una vida sedentaria puede influir negativamente en los niños en edad esco-
lar, afectando a su rendimiento dentro de las aulas, debido al uso continuado de
las nuevas tecnologías que tienen a su alcance, videojuegos y televisión, haciendo
que se desconcentren y que pasen el día jugando. Debido a todo esto, es indis-
pensable la realización de algún tipo de deporte o actividad fuera de casa, que
les aparte por unas horas de las videoconsolas y televisiones, les permita sentirse
mejor con ellos mismos, al verse más ágiles y activos. Esto, junto con una dieta
equilibrada, hace que los niños sean más activos, se genera confianza, se fomenta
la interrelación con los demás niños de su misma edad, y favorece vínculos entre
ellos.

211
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Con el fin de evitar patologías derivadas de la obesidad y del estilo de vida


sedentario, es por lo que hay que fomentar condiciones de vida más activas y
una alimentación sana y variada, con programas y actividades orientadas a la
prevención de la obesidad y sobrepeso, con el fin de preservar una buena salud
de nuestros menores. Instaurando en edades tempranas unos hábitos de salud
óptimos, conseguimos que sean unos adultos comprometidos y responsables con
su alimentación.
En el año 2004, a través de la Asamblea Mundial de la Salud, se publica la
Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, con el
único fin de instaurar un estilo de vida saludable a través de unos hábitos alimen-
ticios correctos y fomentando un ejercicio físico de forma continuada.
Más tarde, en 2011, la Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel de
la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de
las Enfermedades No Transmisibles, manifiesta que la elección de una adecuada
selección de alimentos junto con un ejercicio físico regular, hace que las personas
gocen de una salud adecuada.
A través de la OMS, se crea la Declaración Política de las Naciones Uni-
das sobre las Enfermedades No Transmisibles para la prevención y el control de
las enfermedades no transmisibles 2013-2020, con el único objetivo de cumplir
con el fin de llevar a cabo las metas planteadas y poder minimizar al máximo la
prevalencia y comorbilidades asociadas a este tipo de patologías.
El Programa Perseo comenzó en el año 2016, fomentado por el Ministerio de
Sanidad y Consumo de España, con la finalidad de establecer formas de nutrición
saludable en el ámbito escolar, y contó con la inestimable colaboración de las
familias de los pequeños.
El programa THAO fue creado entre el 2007/2013, con una población espe-
cifica entre niños de 3 a 12 años, con el fin de crear tácticas para que la publicidad
indujese al consumo de comida sana, previniendo los alimentos procesados, con
el objetivo de disminuir la incidencia de la obesidad infantil en España.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, inició el Plan de
colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas y
otras medidas 2017-2020 con el fin de disminuir la prevalencia de la obesidad
y el sobrepeso infantil, y con el objetivo de que todo el mundo pueda tener un
acercamiento a una alimentación sana y equilibrada, para fomentar la protección
de la salud.
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más importantes,
tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados. En España, a
través de distintas iniciativas de la Administración Central y las Comunidades

212
Obesidad infantil

Autónomas, se vienen haciendo campañas contra esta problemática, aunque este


tema sigue en auge, con variaciones según sexo, edad, ubicación geográfica, nivel
de instrucción, caracterización socioeconómica familiar y del entorno. La OMS
dedica gran parte de sus esfuerzos a evitar la obesidad infantil, a través de la
Childhood Obesity Surveillance Initiative (iniciativa COSI) para el control de
este enorme problema sanitario por el gasto que provoca a la sociedad.
La obesidad es una patología caracterizada por un aumento de peso debido a
una acumulación grasa en el tejido adiposo, con el consiguiente riesgo cardíaco y
el incremento de la mortalidad.
Se trata de una patología crónica multifactorial, que comienza en la infancia
y adolescencia, en muchos casos llegando a la edad adulta, si no se pone remedio
pronto. Está causada por diversos factores, tanto biológicos como endógenos (ge-
néticos), y exógenos (culturales, estilos de vida), etc.
Lo más habitual es el desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético, lo
que se traduce en un aumento ponderal del niño. Esto, la mayoría de las veces
está relacionado con:
• Antecedentes de sobrepeso familiar.
• Falta de ejercicio físico.
• Problemas tipo endocrinológicos o neurológicos.
• Cambios en el estilo de vida (divorcio de los progenitores, fallecimientos
de allegados).
• Toma de fármacos, como medicación psiquiátrica o esteroides.
• Problemática familiar (paro, baja autoestima, depresión).
• Obesidad relacionada a trastornos genéticos tipo patología de Prader
Will, Laurence-Moon, Bardet-Biedl.
• Lo más frecuente es que exista una causa exógena, tipo sedentarismo,
con un incremento de la ingesta calórica, lo que se traduce en un incre-
mento de peso.
La obesidad está íntimamente ligada al síndrome metabólico, lo que se tra-
duce en un factor de riesgo de trastornos como diabetes mellitus tipo 2, apnea
del sueño y diversas patologías cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares
o diversas formas de cáncer hormono-dependientes, pues hay un gran almacena-
miento graso para la síntesis de estrógenos.
La obesidad es debida a un incremento en las calorías ingeridas en detri-
mento de una disminución del gasto energético, dando lugar a niños sedentarios
y más obesos.

213
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Tanto la FAO como la OMS, estiman la obesidad como causa elevada de


sufrir diversas patologías crónicas en la vida adulta, pues comienzan en fases ini-
ciales de la vida. Dichas organizaciones han impulsado acciones que incentivan
los hábitos saludables tanto en la niñez como en la juventud, destacando el papel
tan importante que tienen las escuelas como centros idóneos en la instauración de
rutinas saludables.

PREVALENCIA DE LA OBESIDAD INFANTIL


La OMS ha clasificado a la obesidad infantil como la mayor crisis de la salud
pública en el mundo, y como una de las patologías que más dinero se lleva de
los fondos públicos en materia de sanidad. En el año 2014, la OMS registra más
de cuarenta y dos millones de niños de menos de 5 años con sobrepeso; de todos
estos, treinta y cinco millones son niños que viven en países desarrollados.
En dicho informe del comité para erradicar la obesidad infantil, señala que,
en todo el mundo, el número de menores de 5 años con obesidad incrementó de
32 millones, en los años 90, a 42 millones en el año 2013, lo que indica un au-
mento sustancial y preocupante de esta pandemia mundial.
Un informe realizado por el Banco Mundial indica que, en los países con
rentas bajas y medias, los casos de obesidad infantil están por encima del 30%
del total de niños. De mantenerse esta tendencia, en el año 2025, los casos de
sobrepeso superarán los 70 millones de casos. Se trata de una enorme problemá-
tica social, pues, que un niño sea obeso, tiene graves consecuencias de salud en
la edad adulta, debido a que un porcentaje elevado (entre el 70-90%) de niños
obesos continúan así en la edad adulta.
En un estudio realizado por Aranceta-Bartrina, J et al. 2020, se constata que
la obesidad infantil supera el 30% de la población y se estima una prevalencia de
un 34.1% en sobrepeso y un 10.3% en el caso de la obesidad. En lo referente a
Obesidad abdominal (OA) hay una estimación del 31,2%.
Por lo que llegamos a la conclusión de que la obesidad infantil en personas
entre 3 y 24 años de edad es elevada, siendo mayor en hombres que en mujeres
(en el caso de la OA existe una prevalencia del 30%).
Las diversas estructuras corporales están establecidas tanto por la edad como
por el sexo del pequeño, así como su nivel de maduración puberal, lo cual crea
una necesidad imperante de tener un valor estándar de IMC, relacionado con la
edad y el sexo del niño siguiendo referencias poblacionales, lo que genera un
enorme debate en el establecimiento de los puntos de corte y en las referencias
usadas. Hoy día, a pesar de todos los esfuerzos de la IOFT (International Obesity
Task Force) y de la OMS, aún no existe un consenso internacional. En España, a

214
Obesidad infantil

través de la Guía de Práctica Clínica para la prevención y tratamiento de la obe-


sidad infanto-juvenil, que en la actualidad se encuentra en revisión, se estipula
como pautas para determinar el sobrepeso entre los percentiles 90 y 97.
Por todo esto, para definir la prevalencia de obesidad y sobrepeso en jóvenes,
se pueden utilizar las tablas de crecimiento de la OMS para niños y adolescentes
en edad escolar, así como las tablas de percentiles Orbegozo, que son las más
usadas en España.
Los percentiles se relacionan con la posición relativa entre el IMC entre ni-
ños, sexo y edad, y van en rango entre el 3 y el 97. Para su cálculo tomamos
como referencia el IMC como en los adultos (kg/m2); según resulte este dato, lo
extrapolamos a la gráfica, donde miraríamos en el sexo y edad del niño/a, para así
conocer el percentil al que pertenece.
Para poder conocer datos de sobrepeso, cogeríamos datos de niños con per-
centiles entre el 85 hasta los que se encuentran por debajo del 97; para decretar
obesidad, esta estaría comprendida entre niños con un percentil igual o superior
al 97, según tablas, o bien de Orbegozo, o de crecimiento infantil de la OMS.

215
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Percentiles Orbegozo
Fuente: Fundación Orbegozo. 2014. Disponible en: https://www.fundacionorbegozo.com/
wp-content/uploads/pdf/estudios_2004.pdf (40)

Prevalencia de la obesidad en porcentajes


Fuente: ENSE 2017

216
Obesidad infantil

Según se observa en la gráfica anterior, vemos que la Comunidad Autónoma


con más incidencia de obesidad infantil es Murcia con un 40%, seguido de Ceuta
con un 37.1% y Melilla con un 36%, e Islas Canarias con un 35.5%.
A estas comunidades les siguen de cerca: Andalucía con un 33.4% e Islas
Baleares con un 33%. La única Comunidad que baja del 20% es Navarra, con un
15%, lo que sitúa a la media nacional en un 28.6%.

Prevalencia de sobrecarga ponderal total y obesidad por sexos y edad según los estándares de la
OMS.
Fuente: Analesdepediatria.org. 2017 Disponible en: https://analesdepediatria.org/index.
php?p=revista&tipo=pdf-simple&pii=S1695403314001532 (25)

EPIDEMIOLOGÍA
Las patologías crónicas centralizan la mayor parte de esfuerzos y gasto eco-
nómico-sanitario tanto en atención primaria como en especializada.
En el caso de la obesidad y sobrepeso, hay una pandemia mundial, puesto
que hay países en los que la incidencia es sumamente elevada.
En la revisión del estudio Aladino, existe en nuestro país una incidencia cre-
ciente en los últimos decenios; patología que todavía es más preocupante entre
niños y adolescentes, lo que posiciona a nuestro país en uno de los más elevados
de Europa.
A lo largo de los años se han creado diversos estudios sobre este tema en
cuestión, como por ejemplo el Estudio enKid, realizado entre el año 1998 y el
2000, entre individuos de 2 a 24 años, en el que se observó un aumento de peso
del 26.3% (este porcentaje engloba, por un lado, la obesidad, con un 13.9%, y el

217
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

sobrepeso, con un 12.4%, existiendo una prevalencia más elevada en menores de


entre 6 y 13 años).
Es importante conocer que, muchos años después del estudio y resultados de
enKid y en comparativa con el Estudio Aladino, elaborado en niños de 6 a 10
años, la prevalencia sigue estancada situando a en Kid en un 30.4% y a Aladino
en un 30.8%; en lo referente a sexos, en las mujeres se ha observado un aumento
notable del sobrepeso, del 13 al 13.8%, y, en el caso de la obesidad, la incidencia
aumenta de un 9.8% al 14.2%, observando datos muy parejos; lo que significa
que, en tantos años, no se ha conseguido demasiado en materia de obesidad infan-
til, quedando esto como una asignatura pendiente.

Figura 4: Epidemiología de la obesidad infantil en el mundo


Fuente: Situación de la alimentación en el mundo, en datos y gráficos [Internet]. Epdata.es.
2021 Disponible en: https://www.epdata.es/datos/alimentacion-infantil-espana-mundo-datos-
graficos/459 35

FAMILIAS Y ESCUELA
El paso prioritario para intentar prevenir la obesidad infantil radica en el pro-
pio núcleo familiar del niño. Asentar unas buenas bases de nutrición equilibrada,
sana y, por qué no, divertida, es la puerta de entrada para que ese niño sea un
adulto feliz y saludable en años venideros.
La escuela, y, en ella, la educadora de salud o enfermera, tiene un papel im-
portantísimo en lo referente a alimentación saludable. El hándicap radica en que,
no en todos los colegios, existe la figura de la enfermera instaurada.

218
Obesidad infantil

El objetivo principal de las escuelas es evitar la obesidad infantil, con pro-


puestas de alimentación saludables. Para ello, en los colegios se establecen días
de fruta, otros de bocadillo, lácteos y un día a la semana libre para que las fami-
lias, de acuerdo a los cánones establecidos, envíen la merienda que crean oportu-
na, siempre evitando grasas insaturadas y la bollería en la medida de lo posible.
La escuela es clave a la hora de asentar normas de alimentación saludable y,
en los comedores escolares se establecen bases saludables de alimentación, por
la diversidad de productos que se consumen en ellos, entre otras verduras, frutas
y lácteos a diario.
Al comienzo de este trabajo la pregunta más recurrente era cuál es la inter-
vención más efectiva para intentar contener el aumento progresivo de la obesidad
infantil. Las políticas en materia de nutrición, usadas para la regulación de pro-
puestas restrictivas a la hora de vender alimentos dentro de la escuela, tienen tres
consideraciones:
• Instaurar modelos nutricionales para los alimentos de venta en máquinas
de vending o cafeterías de la escuela, y para los menús escolares.
• Acotar la accesibilidad a los alimentos y bebidas.
• Intentar que los precios de las máquinas expendedoras sean asequibles y
los alimentos sanos, fomentando el consumo de frutas y disminuyendo la
venta de productos ricos en sodio y grasas saturadas.
Por norma general, los niños con sobrepeso debido a su mala alimenta-
ción, serán de adultos, probablemente, personas con sobrepeso; por lo que tienen
muchas posibilidades de padecer ciertas patologías derivadas de su obesidad,
como diabetes o cardiopatías a edades muy precoces.
La mayoría de las veces, el sobrepeso y la obesidad son patologías que se
pueden prevenir (sobre todo si son derivadas de una mala alimentación); por tan-
to, es prioritario, desde el ámbito sanitario y escolar, focalizar nuestros recursos
para evitar la obesidad infantil a través de campañas de alimentación saludable,
afianzando rutinas que se mantengan a lo largo de los años. En definitiva, enseñar
a comer a los niños, con el fin de que sus buenos hábitos alimenticios se queden
establecidos de por vida.
Hoy día, y sobre todo durante la pandemia del Covid-19, los niños se han
vuelto más caseros y sedentarios, los videojuegos y las redes sociales hacen que
los jóvenes permanezcan más tiempo sentados. Esto, unido a una dieta de alto
contenido calórico, hace que el niño aumente de peso, conllevando así, un incre-
mento de grasa corporal.

219
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

La familia tiene un rol muy importante en el control de la obesidad, en la


alimentación, higiene y rutinas de ejercicio físico. Estos factores se ven influen-
ciados también por los estudios de los progenitores, nacionalidad de estos, etc..

OBESIDAD EN LA ETAPA ESCOLAR


La causa primaria del sobrepeso es el incremento de la ingesta y la dismi-
nución del ejercicio físico, lo que genera un aumento de peso corporal, debido al
aumento de las calorías ingeridas en comparación con las que se gastan.
Existen, además, otros factores, como los conductuales, ambientales y psico-
lógicos, por lo que se considera una patología multifactorial. En edades compren-
didas entre los 4 y los 14 años, siendo esta la etapa escolar, es en la que los niños
comienzan el desarrollo de sus singularidades físicas y agudizan el sentido de la
imagen corporal (altura y peso), las cuales varían dependiendo de la genética de
cada niño y están fuertemente relacionadas tanto con la forma de nutrición que
tiene cada pequeño, como con el ejercicio físico que practican.
En dicha fase de su vida, están tremendamente influenciados por su entorno,
tanto por los amigos, como por la familia, así como por los estándares físicos que
en ese momento estén de moda en las redes sociales y en los diferentes medios de
comunicación. Esta es una etapa clave, pues es donde se desarrollan la mayoría
de los trastornos alimenticios (ya sea la obesidad, la anorexia o la bulimia), lo
que puede generar problemas en un futuro; por ello, no hay que perder de vista la
forma en la que los niños se relacionan con la comida.
Es sumamente importante que el niño desarrolle de forma óptima su compe-
tencia para prestar atención, su manera de enfrentarse a la frustración, la forma de
relacionarse con los compañeros de clase, la seguridad que tenga en la realización
de ejercicio físico dentro del centro escolar… Todo esto le ayudará a solucionar
los problemas del día a día durante este periodo, pudiendo llevar una forma de
vida saludable y sosegada.
Hay muchos comportamientos que contribuyen en el inicio de patologías
como el sobrepeso y la obesidad infantil:
• La ingesta de alimentos muy poco saludables, el salto de alguna comida
o bien la falta de tiempo para elaborar los platos, muchas veces da lugar
a realizar comidas con un incremento de grasas, abusando de fritos y
rebozados, cocinando cosas rápidas y no siempre muy saludables.
• La publicidad y la gestión de la obesidad que se hace por parte de los
medios de comunicación, hace que se consuma más comida rápida, gra-
sas y azúcares, en detrimento de la ingesta de verduras, frutas frescas,
lácteos, etc.

220
Obesidad infantil

• Las nuevas tecnologías hacen que el ocio tienda a ser de tipo más seden-
tario.
• Las máquinas expendedoras existentes en diversos centros educativos
con alimentos poco recomendables para la salud.
• Carencia de ejercicio físico de forma habitual. A cambio, realizan activi-
dades que requieren de poco gasto energético, como jugar a videojuegos
o ver la televisión.
• A día de hoy, son muchas las escuelas que se unen al consumo de alimen-
tos saludables, pero otras muchas no lo fomentan especialmente.
• Ciertos comedores disponen de catering, con alimentos no cocinados al
momento y con el abuso de fritos y rebozados.
Los niños con edades entre los 6 y los 12 años son niños con mucha actividad
física, les gusta aprender y absorben conocimientos de una forma increíble, por
lo que son niños más autónomos, se implican en tareas cotidianas del hogar, y los
amigos adquieren una enorme importancia, aunque la referencia para estos niños
sigue siendo sus padres y su familia, y en el colegio, los docentes.
La obligatoriedad de estar escolarizados en este periodo de tiempo, hace que
los niños pasen muchas horas en los centros educativos, por todo esto, la escuela
es el lugar ideal para fomentar los hábitos saludables, con el fin de prevenir pro-
blemas como la obesidad y el sobrepeso en los menores, incidiendo en que los
nuevos modelos regidos por la sociedad e importados por ciertas poblaciones,
como la americana, fomentando el consumo de comida rápida, no son para nada
saludables.

IMPACTO PSICOSOCIAL DE LA OBESIDAD


La sociedad actual está influenciada por cánones de belleza muy marcados:
Personas delgadas, fibrosas, esculturales y muy trabajadas en gimnasios; por lo
que la obesidad en estas edades, se ve afectada por este tipo de población, lo que
hace que los niños obesos, en la mayoría de los casos, se vean desplazados de su
núcleo social dentro de los colegios. Este problema hace que, en muchos casos,
sufran bullying dentro de las aulas, puesto que la obesidad infantil en la mayoría
de los casos se mantiene hasta la edad adulta.
Los niños obesos tienen una visión negativa de su propio cuerpo, y el riesgo
de padecer algún tipo de desorden alimenticio, tipo anorexia o bulimia, se ve
incrementado, y las calificaciones dentro de la escuela pueden disminuir nota-
blemente.
Esta problemática social puede abocar a que el niño padezca problemas en su
conducta y que genere una visión negativa de sí mismo.

221
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Discriminación y acoso: Como hemos dicho anteriormente, los niños


con cierto grado de obesidad o sobrepeso son muy propensos a padecer
bullying dentro de las aulas, lo que se define como: Acoso físico o psi-
cológico al que es sometido, de forma continuada, un alumno por parte
de sus compañeros. Esto da lugar a que el niño sufra un aislamiento
social, se incremente su ansiedad, disminuya su autoestima, dando lugar
a la soledad y problemas conductuales. Las personas obesas padecen
discriminación por parte de la sociedad, al no estar dentro de los cánones
de belleza determinados, puesto que hoy día la delgadez es sinónimo de
estar sano y ser perfecto; en cambio, el niño obeso es considerado una
persona carente de voluntad, pues estar obeso se ve como algo que se
elige, algo que la persona no quiere o no puede cambiar.
• Autoestima y obesidad infantil: Los niños con obesidad se sienten ais-
lados, piensan que no valen para nada, no les gusta estar con gente por
miedo al rechazo.
• Depresión y ansiedad: La obesidad infantil y la depresión tienen un nexo
de unión muy importante, lo que determina la evolución de este tipo de
patología alimenticia. La ansiedad y el estrés están relacionados con la
obesidad y un IMC elevado, aunque aún no están demasiado documen-
tados.
Las adolescentes de género femenino tienen un mayor riesgo de padecer
trastornos depresivos al aumentar de peso, de forma más significativa
que los niños.
• Baja autoestima: La forma de percepción que el individuo tiene sobre sí
mismo es la autoestima. La baja autoestima en relación con el aumento
de peso es bidireccional y ayuda a que se mantenga el sobrepeso. Todo
esto ayuda a los niños a ser víctimas de sus compañeros, ya que los niños
con una obesidad más acentuada son mucho más vulnerables a la baja
autoestima, mientras que los niños que bajan de peso ganan en autoes-
tima.
• Estigmatización: La estigmatización se ve claramente en la sociedad,
puesto que se piensa que eso ayuda al niño a que pierda peso, sin pensar
en el daño que se le hace. Esta forma de catalogar al menor hace que este
se aísle socialmente, evite ir al médico, no realice ejercicio físico por
miedo al rechazo, evite comer en público, sufra burlas, no sea aceptado y
sea víctima de acoso escolar.

222
Obesidad infantil

• Ámbito familiar: Lo mejor es hacer ver al niño la necesidad de llevar un


dieta sana y equilibrada, pues esto le ayudará a crecer fuerte. Además, el
ejercicio físico de forma continua hace que se mantenga en normopeso.
Por otro lado, es importante no hacer sentir al niño inferior por tener so-
brepeso, pues es una forma de evitar problemas depresivos en un futuro.
Obesidad en el niño Obesidad en el adolescente
• Déficit neurocognitivo y de aprendizaje • Rechazo al estudio
• Cuadros depresivos y trastornos emocio- • Ansiedad, síntomas depresivos y cua-
nales dros obsesivos
• Alteraciones de la autoimagen y de la • Pobre imagen corporal, baja autoestima
autoestima • Dificultad para integrarse en grupos y
• Dificultad en las relaciones con iguales encontrar pareja
• Rechazo social y estigmatización • Trastornos de conducta, negativismo
• Trastornos de conducta antisociales desafiante
• Ideación suicida • Aislamiento, con aumento de la ingesta
y sedentarismo
• Trastornos del sueño
• Conductas autodestructivas: Autolesio-
nes, ideación y/o gestos suicidas
Rasgos psicológicos frecuentes de un niño o adolescente obeso.
Fuente: Espino Aguilar R, Toledo Muñoz-Cobo G, Cañete Vázquez M. Repercusiones
psicosociales de la obesidad infantil. Situación actual [Internet]. Spaoyex.es. 2018 Disponible en:
https://spaoyex.es/sites/default/files/vox_paediatrica_2018_25_2_07.pdf

Hay un aumento del riesgo de padecer patologías psicológicas por parte del
niño con sobrepeso parecido a los niños que padecen patologías oncológicas,
diabetes mellitus o trastornos de conducta.
Este tipo de desórdenes alimenticios pueden ser muy negativos en la calidad
de vida del niño, pudiendo mantenerse en la edad adulta, siendo este hecho per-
judicial para su salud.

PAPEL DE LA ENFERMERÍA
La alimentación infantil ha ido sufriendo modificaciones a lo largo de estos
años. Entre ellas están las prisas, la comida precocinada, la comida rápida llena
de comida basura (que, según se prepare, puede ser saludable).
El problema es que solo un 42% de la población sigue una dieta mediterránea
saludable, puesto que el acceso a productos carentes de calidad y más económi-
cos ha aumentado de forma considerable.

223
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

El consumo de verduras y frutas de temporada ha ido disminuyendo por


debajo de lo mínimo, por eso es imperativo que los sanitarios interfieran en esta
acuciante problemática, pues es muy complicada la modificación de una conduc-
ta una vez instaurada.
A través de los patrones funcionales de Marjory Gordon, la enfermera puede
seguir una herramienta para poder conocer los patrones de salud que el niño pue-
da tener alterados, para poder generar acciones que palien esta situación:
Patrón 1: Percepción-manejo de salud
Cuando hay una alteración en lo referente a ingesta excesiva y poco gasto
energético, hay un mal equilibrio, lo que se traduce en un exceso de peso. Esto se
manifiesta en los hábitos alimenticios diarios.
Patrón 2: Nutricional-metabólico
Un percentil alto, por encima de 90, o un IMC elevado en el caso de niños
mayores, es el indicativo de un consumo inadecuado de una alta cantidad de ca-
lorías en detrimento a las calorías utilizadas (en muchos casos, calorías vacías en
forma de azúcares, con poca cantidad de nutrientes esenciales).
Patrón 4: Actividad-ejercicio
Unas rutinas de ejercicio físico insuficientes, o un estilo de vida sedentario
genera en los niños un aumento excesivo de peso, debido a la inactividad y al ex-
ceso de calorías ingeridas, lo cual da lugar a un aumento de peso. Las actividades
al aire libre en familia es una buena rutina de ejercicio, que puede resultar muy
divertida al realizarla todos juntos.
Patrón 5: Sueño-descanso
El hecho de no dormir bien, no descansar las horas recomendadas (unas 8-9
horas de reposo diario), relacionado con la falta de rutina de sueño, influye tam-
bién en el sobrepeso y la obesidad. Hay que evitar en la medida de lo posible que
los niños vean televisión a ciertas horas del día, que jueguen con el ordenador o
consola a partir de las 20 horas, y hay que procurar generar rutinas de sueño óp-
timas: como puede ser un baño relajante, un vaso de leche tibia antes de dormir,
contarles un cuento (en el caso de niños más pequeños), y acostarles pronto para
que puedan descansar las horas recomendadas.
Patrón 6: Cognitivo-perceptivo
Los niños obesos o con sobrepeso, generalmente, son niños insatisfechos
con ellos mismos, niños inseguros, que pueden tener altos niveles de ansiedad,
algunos tienen resultados académicos insatisfactorios, pudiendo derivar en una
depresión o elevado nivel de ansiedad que deben ser tratados por profesionales
adecuados.

224
Obesidad infantil

Patrón 7: Autopercepción-autoconcepto
Los niños con obesidad son inseguros, sus niveles de ansiedad son elevados,
su rendimiento académico se ve afectado y pueden presentar estrés emocional y
depresión.
Patrón 8: Rol–relaciones
Existe un desempeño inefectivo del rol. Los niños con obesidad difícilmente
se desenvuelven bien en la sociedad, en el ámbito escolar se aíslan y sus relacio-
nes interpersonales son muy escasas.
Patrón 10: Adaptación tolerancia al estrés
En algunos centros educativos se producen situaciones de bullying a los ni-
ños obesos (o a aquellos que son diferentes en cualquier campo). Esto, unido a
que ellos mismos tienen una visión de su cuerpo inadecuada, puede derivar en
una situación de estrés que les puede llevar a padecer depresiones o problemas
aún más graves.
Para modificar hábitos y conductas inadecuadas que puedan llevarles a la
alteración de sus patrones funcionales de salud, debemos estar atentos a cualquier
cambio en la actitud de estos. Por ejemplo, para modificar conductas alimenti-
cias, pueden llevarse a cabo talleres, dentro de las aulas, en los que puede usarse
el plato de Harvard, que delimita muy bien los grupos alimenticios, y las cantida-
des que deben usarse para llevar una dieta equilibrada. Como ejemplo, podemos
citar la página web de www.nutriplatonestle.es, donde los padres pueden solicitar
el mencionado plato, y existen multitud de consejos y recetas adecuadas a los
menores. Es una herramienta muy útil en la práctica sanitaria, o para impartir
talleres dentro de las aulas.
La enfermera escolar tiene en su mano una oportunidad de oro para la mo-
dificación de ciertas conductas alimenticias que puedan ser nocivas para la salud
de los niños, a través de talleres, juegos, instaurando programas saludables, yin-
canas del desayuno saludable fomentando así que los niños ingieran más frutas
y lácteos; así como es esencial a la hora de poder detectar a tiempo desórdenes
alimenticios de cualquier tipo, para minimizar el riesgo de padecer ciertas pa-
tologías que puedan resultar crónicas en un futuro. El problema es que la gran
mayoría de los colegios en España no tienen instaurada la figura de la enfermera
escolar, y la detección de estos problemas por parte de la enfermera de atención
primaria se hace complicada debido a la distancia que tienen los niños entre con-
sultas, y, mucho más, en este momento actual por la pandemia.
España tiene mucho que aprender en esta materia de otros países, en los cua-
les la enfermera escolar se encuentra instaurada desde hace muchos años como
algo rutinario en los centros escolares.

225
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

El aumento de casos de sobrepeso y obesidad, favorecidos por el sedentaris-


mo de los menores, además de tener componente genético, se ve alentado por la
globalización, que ha ido modificando los estilos alimenticios tradicionales por
otras formas más rápidas y mucho menos saludables de preparación y tipos de
alimentos. Más concretamente, se ha visto, de manera generalizada, un aumento
en la ingesta de calorías, grasas saturadas, azúcares y una reducción de carbohi-
dratos, frutas, fibra y vegetales.

Figura 5: Plato saludable de Harvard


Fuente: www.almadina.com.co

Está comprobado que una rutina de desayuno con frutas, lácteos, hidratos de
carbono y proteínas a diario, minimizando el uso de azúcares refinados, junto con
la realización de las cinco comidas al día, disminuye la prevalencia de padecer
obesidad en edades tempranas y en un futuro.
Por otro lado, los menores que se saltan los desayunos a diario o desayunan
fuera de casa, tienen mayor probabilidad de padecer obesidad o sobrepeso.
Es muy importante implicar a las familias en este cometido, pues estas son
las que afianzan la alimentación desde el nacimiento del pequeño. Desde los cole-

226
Obesidad infantil

gios se deben promover conductas de alimentación saludables, pues es allí donde


los niños pasan la mayor parte del tiempo.
Las recomendaciones son:
• Iniciar la alimentación con lactancia materna, ya que evita la obesidad y
el desarrollo de algunas patologías.
• Fomentar la dieta mediterránea desde la más temprana infancia, y hacer
entender a los niños la importancia de mantener una alimentación salu-
dable, con la ingesta diaria de los diferentes grupos de alimentos. No es
recomendable seguir una dieta restrictiva, ya que los niños han de apren-
der a consumir de todo en su justa medida.
• Intentar mantener el hábito de consumir, al menos, dos o tres raciones
de frutas, y otras dos de verduras a diario. El consumo de lácteos es muy
recomendable por su alto contenido en calcio, siendo este muy importan-
te en el crecimiento del niño, ya sea en forma de leche, queso o yogurt.
• Ingerir preferentemente hidratos de carbono en forma de arroz, legum-
bres (que tienen hidratos de carbono y proteínas), pan (a poder ser inte-
gral, pues sacia más que el pan blanco), pasta, disminuyendo el consumo
de bollos o snacks con alto contenido en grasas saturadas y sal.
• Se ha de invertir un mínimo de 15 minutos en desayunar, y masticar bien.
• Un desayuno saludable se compone de lácteos, hidratos de carbono en
forma de pan, proteínas en forma de pavo o jamón serrano, y alguna
pieza de fruta.
• Las comidas principales han de hacerse en familia, evitando dispositivos
que los distraigan, como la televisión (que les hace ingerir más cantidad
de comida de la que necesitan, pues viendo la televisión no son conscien-
tes de la cantidad de alimento que están tomando).
• No son adecuadas las dietas milagros, ni las dietas muy restrictivas. El
fin de una alimentación sana y equilibrada es que los menores aprendan a
comer, en la cantidad adecuada, de todos los grupos de alimentos.
• Incluir docencia a los estudiantes, adaptada a su etapa escolar, haciendo
ver la importancia de la enfermería escolar dentro de las aulas. Con esto
se observa lo que puede ofrecer el colectivo sanitario dentro de la comu-
nidad escolar.
El plato de Harvard es una herramienta adecuada para enseñar a los menores
los alimentos que han de consumir, así como el semáforo de los alimentos, que
les indica los alimentos que deben ingerir y con qué frecuencia.

227
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Esta intervención ha demostrado su efectividad en cuanto a la disminución


de la obesidad infantil.

Figura 6: Semáforo de la buena alimentación


Fuente: http://ceip-josebarcena.centros.castillalamancha.es/anuncios/el-sem%C3%A1foro-de-la-
buena-alimentaci%C3%B3n-ceip-jos%C3%A9-b%C3%A1rcena

ACTIVIDAD FÍSICA
La realización de ejercicio físico diario, al menos durante una hora, es un
hábito muy recomendable y altamente saludable, pero en nuestra población está
muy lejos de ser realidad. En la mayoría de los casos, la actividad física que de-
sarrollan los niños se basa únicamente en la realizada dentro de los colegios. Y
ya, si dividimos esto por sexos, las niñas son las que menos tiempo dedican a la
realización de ejercicio físico fuera del ámbito escolar.
Esto, junto con las tecnologías existentes, hace que los niños sean más seden-
tarios. A su vez, la pandemia que estamos viviendo, no ayuda mucho en este caso.
El colegio, la enfermería y la familia juegan un rol muy importante en este
acuciante problema que es la obesidad infantil, puesto que, en el caso de la fa-
milia, ha de ser la que lleve a los niños a que realicen ciertos deportes fuera de
los colegios, estableciéndoles rutinas de deporte y de sueño; por su parte, la en-
fermería ayuda en hacerles ver la importancia de que realicen ejercicio físico y
que el sueño-vigilia es importante para evitar la aparición de la obesidad, al estar

228
Obesidad infantil

ampliamente demostrado que, no dormir las suficientes horas, es un factor de


riesgo de padecer sobrepeso y obesidad.
Es sumamente importante que los niños realicen el ejercicio físico que les
guste y les motive. La realización de un deporte que no les guste solo puede hacer
que no quieran realizar ese, ni ninguna otra actividad deportiva. El hecho de que
les guste esa actividad hace que los niños vayan motivados a realizar el deporte y
lo incluyan en sus actividades de ocio.
Los resultados que ofrecen algunos estudios denotan que hay que recabar
más información sobre las intervenciones y los resultados de estas. Dichas in-
tervenciones han de orientarse a generar cambios en las rutinas alimenticias y en
aumentar los periodos de ejercicio físico. Estos cambios han de realizarse para
conseguir que dicho deporte se mantenga en el tiempo, puesto que unos resulta-
dos satisfactorios a corto plazo no son buenos, ya que generalmente no se man-
tienen en el tiempo. Es prioritario conocer los efectos de dichos cambios desde el
principio de la intervención hasta el final de esta.
Los sanitarios juegan un rol importantísimo en lo referente a la prevención
de la obesidad infantil y del mantenimiento a largo plazo de las óptimas rutinas
alimenticias.
La reeducación alimenticia es sumamente importante para poder reconducir
los malos hábitos nutricionales y convertirlos en unas buenas prácticas de ali-
mentación. Se ha de incidir en toda la población, con el fin de evitar que niños
en normopeso puedan padecer sobrepeso en un futuro, pues cuando se asumen
de forma positiva las rutinas de alimentación saludable, esta se mantiene en el
tiempo como algo normal.
La correcta elección de los alimentos por parte de las familias y los menores,
reconocer la comida sana, eliminando los alimentos nocivos para la salud, incidir
en la importancia de seguir una rutina diaria de actividad física, evitar pasar un
tiempo excesivo frente a las pantallas de ordenador o televisión, con el fin de
prevenir el sedentarismo y que absorban información errónea de alimentación a
través de los anuncios televisivos, logrará un equilibrio aceptable entre ingesta
calórica y su gasto, y con esto, evitaremos generar obesidad o sobrepeso en un
futuro.
La enfermería juega un papel importantísimo en este tema, puesto que te-
nemos sobrados conocimientos, tanto técnicos como científicos, humanísticos y
éticos; lo cual nos da la adecuada capacidad para educar en materia sanitaria a
las familias de los niños que acuden a los centros educativos y a la comunidad,
con el fin de que adquieran los suficientes conocimientos en materia de salud,

229
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

intentando evitar el aumento excesivo de peso de los menores y de la comunidad


en general.
El trabajo que realizamos como enfermeras escolares se centra en la comuni-
dad educativa, algo que tiene gran peso, puesto que se puede llegar con facilidad
a las familias y a los niños a través de charlas; podemos identificar los problemas
de aumento de peso a través de la observación, pudiendo realizar a los pequeños
un control con permiso paterno. Las diversas actividades de enfermería se reali-
zan a través de:
• Función docente: Los sanitarios están cualificados para realizar el se-
guimiento de la educación para la salud en materia de nutrición a través
del centro educativo. Se debe incidir en la necesidad de que los niños
realicen ejercicio físico diario y sigan unas rutinas alimenticias óptimas
orientadas al bienestar de los pequeños.
• Función asistencial: En los centros educativos podemos fomentar la
educación para la salud orientando y realizando una valoración nutricio-
nal, con el fin de poder identificar algún tipo de trastorno nutricional y
haciendo el respectivo seguimiento y control del niño y su familia.

230
14.
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
Y OBESIDAD
Mª Estefanía Torralba Gómez

ANTECEDENTES HISTÓRICOS
A lo largo del tiempo la categorización física de nuestros cuerpos se ha visto
presionada por estereotipos que obligaban a las personas a ajustarse a los paráme-
tros aceptados de la sociedad.
La presión social ha incrementado los problemas asociados a la apariencia
y más concretamente a la regulación del peso corporal hasta límites patológicos.
Pero estos trastornos no son un fenómeno reciente, a lo largo de la historia se han
encontrado textos que hacen referencia a este tipo de alteraciones.
Desde la Antigüedad se han descubierto textos, principalmente religiosos,
que referencian ayuno o falta de apetito o que rechazan la obesidad y la asocian
con la pérdida de calidad de vida.
Entre los trastornos sobre los que encontramos referencias bibliográficas
más claras se encuentran:

Anorexia nerviosa
Las primeras referencias médicas encontradas datan del siglo XVII en la obra
A Treatise of Consumptions de Richard Morton de 1694, donde en el capitulo 1
Nervous Confumption describe los síntomas de la enfermedad que padecen dos
de sus pacientes como una pérdida del cuerpo sin fiebre, tos o falta de aliento;
pero se atiende con falta de apetito y mala digestión. El médico inglés denominó
la enfermedad como consunción nerviosa atribuyéndola a tristeza y preocupacio-
nes, sin encontrar alteraciones orgánicas que lo justificaran.

231
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Ya en el siglo XIX, los médicos Lasegue y William Gull, casi simultánea-


mente, describieron de nuevo la patología con tanta precisión que permitía un
abordaje eficaz y eficiente a la hora de trabajar en la clínica con pacientes con
anorexia. Lasegue definió la anorexia histérica como una perversión mental en
doble sentido: por un lado una perversión del sistema nervioso y por otro en la
esfera intelectual.
Gull en 1968 usó el término apepsia histérica para describir el síndrome
clínico. Con el tiempo consideró esta acepción poco realista debido a que sugería
que era una enfermedad exclusivamente femenina (histérica) y no se refería a una
indigestión (apepsia). Describió anorexia nerviosa (AN) no como una enferme-
dad orgánica, si no como un morbid mental state, y sus síntomas eran amenorrea,
descenso del peso corporal, disminución de la frecuencia respiratoria y aumento
de actividades motoras.
En 1914 los hallazgos que Simmonds encontró en una autopsia realizada a
una mujer embarazada, mostraron lesiones destructivas de la glándula pituitaria.
A partir de aquí y hasta entrados los años 50, los profesionales médicos trata-
ron prácticamente todos los procesos de desnutrición extrema, incluso los que se
apreciaba que eran autoinducidos, como trastornos endocrinos. Los esfuerzos de
Sheehan en 1938, por establecer las diferencias entre AN y caquexia hipofisaria
de origen isquémico, no frenaron las corrientes que consideraban el trastorno
como una alteración de causalidad endocrinológica.
La psiquiatría mantuvo el interés por esta patología y durante décadas, auto-
res como Freud, Abraham, Fenichel o M.Klein estudiaron este trastorno conside-
rándolo una neurosis. Freud fue uno de los primeros autores que trató pacientes
graves con síntomas anoréxicos desde los comienzos de su práctica y estableció
dos tipos de anorexia: histérica y melancólica.
Pierre Janet, psiquiatra francés, relacionó la enfermedad con la sexualidad
emergente de los adolescentes por la que el rechazo de la comida se convertía en
una idea obsesiva.
Durante la Edad Contemporánea han sido desarrolladas corrientes científicas
diferenciadas sobre la anorexia, siendo considerada como un trastorno relacio-
nado con la depresión, histeria, alteraciones obsesivo-convulsivos, psicosis… o
como una enfermedad endocrinológica. En el siglo XX se produce una revolu-
ción conceptual y metodológica sobre la AN a la que se llegó mediante el largo
contraste de teorías y escuelas que dotaron a este trastorno con una identidad
propia.
Actualmente, la definición de la AN viene determinada por el aporte de Bruch
(1978), quién describe la patología dentro de un contexto familiar concreto, afec-

232
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

tando al desarrollo de la personalidad global. Destacó algunas características pre-


sentes en el desarrollo de la enfermedad como influencias sociales, ambientales,
problemas de autoestima y adaptación social y predisposiciones genéricas.

Bulimia
A pesar de que las referencias a la bulimia nerviosa (BN) son menores que
de la AN, ya en la Antigüedad se describió hambre mórbido al apetito feroz con
deglución en ausencia de masticación y vómito autoinducido con la intención de
seguir comiendo. Esta definición describe a la perfección lo que hasta nuestros
días se ha considerado la BN.
En el Medical Dictionary datado en el siglo XVIII aparecen referencias al
médico griego Galen (A.D. 130-200) el cual definía el origen de boulimus o el
gran hambre. Galen lo consideró una disfunción digestiva, cuyo síntoma princi-
pal era el deseo de comer a intervalos muy cortos. La preocupación extrema por
la comida con una ingesta exagerada de alimentos en cortos espacios de tiempo,
seguidos de desmayos, fue acuñado con el término true boulimus, añadiendo una
variante denominada caninusappetitus cuando los vómitos seguían a las ingestas.
En el siglo XIX el término de bulimia fue registrado en la edición 1797 de
la Enciclopedia Británica y en el Diccionario Médico y Quirúrgico publicado en
París en el 1830. Después de esto no fue hasta 1979 cuando Russel publicó una
descripción más exacta de la enfermedad, llamándola BN.

Obesidad
A pesar de lo extraordinario que pueda parecer por las características de la
población, desde la prehistoria nos han llegado ejemplos de obesidad y el sobre-
peso en el ser humano. Un ejemplo lo tenemos en la Venus de Willendort y otras
venus paleolíticas, en la que se representa el cuerpo de una mujer con un volu-
minoso abdomen y mamas como un símbolo de la fecundidad. En este periodo
el exceso de tejido adiposo se ve como una señal divina de salud y longevidad.
Y de igual forma a lo largo de la historia se han encontrado referencias sobre
la obesidad y su presencia en las diferentes culturas y civilizaciones. Del antiguo
Egipto nos han llegado relieves en piedra y restos cadavéricos que visualizan la
presencia de la obesidad, en las clases sociales mas altas. Así como documentos
educativos donde se considera incorrecta la glotonería y se pone de manifiesto
una estigmatización de la obesidad.
En la Antigua Grecia, Hipócrates, estableció una correlación entre la obesi-
dad y la muerte temprana. De igual forma Platón asoció la obesidad con la dismi-
nución de la esperanza de vida y una dieta equilibrada con la salud.

233
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

En la cultura cristina la iglesia condenó la obesidad y, a pesar de esto, du-


rante la Edad Media, el sobrepeso y la obesidad estuvieron ligados al poder y la
riqueza, otorgando a reyes y aristócratas obesos atributos generalmente positivos.
En los siglos XVI y XVII el sobrepeso y la obesidad se convierten en sím-
bolos de atractivo sexual y salud. Este concepto ligado al bienestar físico está
representado por diversas obras pictóricas y textos literarios.
Los textos médicos que nos llegan de este periodo hacen referencia a los
aspectos clínicos de esta enfermedad.
Durante el siglo XVIII son muchos profesionales sanitarios los que centran
sus tesis doctorales en el trastorno, lo que se deduce en un aumento del interés
sobre el tema. En 1727, el médico Thomas Short escribe la primera monografía
donde se detallan como causa de la obesidad el sedentarismo y la ingesta de algu-
nos alimentos como dulces, grasa y sustancias ricas en aceite.
En la segunda mitad del siglo XIX, Hassall publica Observations on the de-
velopment of the fat vesicle, en el que describe que algunos tipos de obesidad pue-
den estar relacionados con el aumento de las células adiposas. Adolphe Quételet,
estadístico y matemático belga, publica en 1835, la fórmula de la medida del peso
corporal en función de la estatura, adquiriendo su nombre, índice de Quételet.
Esta fórmula, que a día de hoy se conoce como IMC (Índice de Masa Corporal),
es reconocida y utilizada en estudios epidemiológicos y clínicos.
Durante este siglo la belleza femenina, continúa como en siglos anteriores,
relacionándose con siluetas voluptuosas y redondeadas.
Ya en el siglo XX aparecen clasificaciones de la obesidad documentadas con
carácter clínico. En España destaca el médico Gregorio Marañón, creador de la
endocrinología en nuestro país, por sus estudios y escritos sobre la obesidad, da
una especial importancia al factor endocrino para su desarrollo.
En la segunda mitad de este siglo aparecen numerosos estudios que la aso-
cian con una predisposición genética.
Actualmente se percibe como un problema de salud pública, considerándose
un desafío sanitario en los países desarrollados y en vías de desarrollo.
Existen otras alteraciones de la conducta alimentaria que se desarrollarán a
lo largo de este documento, pero de las que no hay referencias históricas aisladas
o estas son asociadas a otro trastorno alimentico, que con el estudio, mas contem-
poráneo de la clínica han adquirido nombre propio.

INTRODUCCIÓN DE LOS TCA Y OBESIDAD


Los TCA constituyen la alteración psiquiátrica con repercusión orgánica más
frecuente y la tercera enfermedad crónica más común en mujeres jóvenes de 15

234
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

a 19 años. No se conocen con detalle la causa que los provoca pero se relacionan
con un origen multifactorial en el que influyen factores genéticos, psicológicos,
sociales, culturales, nutricionales, neuroquímicos y hormonales, que actúan como
predisponentes, desencadenantes o mantenedores de la alteración.
Los trastornos de la conducta alimentaria incluyen dos trastornos específicos
como son la AN y la BN y Trastornos de la Conducta Alimentaria no Especifi-
cados (TCANE). La etapa mas vulnerable para contraer esta enfermedad es la
adolescencia e influyen todos los cambios que afectan a los adolescentes durante
este periodo: físicos, cognitivos, emocionales y principalmente sociales, que van
a ser predisponente para que muestren una preocupación excesiva sobre su as-
pecto físico.
La presión que llega a los adolescentes por medio de la sociedad y hoy en día
cada vez mas extendida la difusión por las redes sociales, genera una insatisfac-
ción corporal que afecta perjudicialmente a la salud de los jóvenes, provocando
el rechazo a ciertas características corporales e interiorizando modelos estéticos
que acaban por ser poco o nada realistas.
La falta de autoestima, el poder mediático, las conductas saludables erráticas
que tienden a globalizarse, los patrones de delgadez extremos, las dietas restricti-
vas, la comida basura, el sedentarismo, el exceso de actividad… son factores que
influyen y adoptan la población joven desencadenando alteraciones corporales.
La obesidad como trastorno de la conducta alimentaria está estrechamente
ligada a la aparición de otras alteraciones conductuales alimentarias. Como la
mayor parte de los TCA, la obesidad es una enfermedad que suele comenzar du-
rante la niñez y la adolescencia, etapa en la que se producen cambios hormonales
y corporales importantes.
Las cifras actuales de obesidad indican que desde 1980 la prevalencia se ha
duplicado en todo el mundo. En 2014, se estimó que existían aproximadamente
1900 millones de personas con sobrepeso (39% de la población). Su patogenia
es multifactorial, y a pesar de que existe una influencia genética individual, el
máximo responsable de su desarrollo es un desequilibrio entre la ingesta calórica
y el gasto energético.

Definición de los TCA


De acuerdo al DSM-V (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disor-
ders) los TCA se definen como una alteración persistente en la alimentación o en
el comportamiento relacionado con la alimentación que lleva a una alteración
en el consumo o en la absorción de los alimentos y que causa un deterioro signi-
ficativo de la salud física o del funcionamiento psicosocial.

235
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Para que sea tratada como patología propia no debe ser secundaria a ninguna
otra enfermedad ya sea somática o psiquiátrica.

Etiología
Los factores de riesgo son aquellas características propias del individuo o
adherentes a su estilo de vida que la hacen más propensa a sufrir una determinada
patología. Los TCA son alteraciones con un origen multifactorial en los que in-
tervienen factores individuales, familiares y socioculturales.
Factores individuales
Los factores individuales son características propias de cada persona que van
a aumentar su vulnerabilidad para desarrollar el trastorno. Entre ellos se encuen-
tran:
• Predisposición genérica: El hecho de que un niño o adolescente tenga
algún familiar que haya desarrollado un TCA aumenta su probabilidad
de padecerlo, sobre todo si se une a factores ambientales o familiares
favorecedores de estas conductas.
• Determinados rasgos de la personalidad pueden ser impulsores, como la
baja autoestima, alexitimia, una autoexigencia muy elevada, mostrarse
muy rígidos y controladores en el desempeño de sus tareas y con los
compañeros…
• La imagen corporal negativa o irreal, que conlleva una sobrevaloración
de la apariencia e insatisfacción corporal.
• Se ha demostrado que el hecho de ser mujer y adolescente, son dos fac-
tores de riesgo importantes para desarrollar la patología. En esta etapa
vital la personalidad está en pleno desarrollo por lo que la presión social
puede interferir en una evolución adecuada de las características del ado-
lescente.
Factores familiares
El ambiente familiar es el entorno más próximo y que desde que nacemos
está en contacto con los individuos, por lo que se convierte en un factor determi-
nante en los TCA. Algunos de los factores que pueden influir en la aparición y
mantenimiento del trastorno son: Una familia desestructurada (dónde puede apa-
recer abuso infantil, depresión de los progenitores, patologías psiquiátricas…),
sobreprotectora, en la que se evitan los conflictos o la falta de apego entre sus
miembros.
Factores socioculturales
Los factores de riesgo socioculturales son los que se refieren a aquellas cau-
sas que se dan en el entorno social, mediático y cultura en el que crecen los

236
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

individuos. Entre los factores que podemos encontrar en nuestro ambiente se en-
cuentran:
• Ideal de belleza irreal. La sociedad ensalza un modelo de belleza que
esta fuera de los limites reales de la salud y el bienestar, definidos por
patrones físicos extremadamente delgados o fuertes que ponen en peligro
el concepto de un peso ideal. La presión social ejerce un factor concomi-
tante al desarrollo de estas patologías.
• La información no contrastada que se encuentra en Internet y puede crear
falsos mitos sobre la alimentación y estilos de vida saludable.
• Fuertes conflictos ligados al rol de género, las mujeres, en determinados
trastornos como anorexia o bulimia son las más afectadas.
• Críticas y bullying relacionado con el peso. Las escuelas e institutos son
entornos generadores de este tipo de violencia que lleva a los niños y
adolescentes de más baja autoestima a sufrir crisis que pueden desembo-
car en un TCA.
• Los medios de comunicación son un aliciente para la divulgación de
ideas erráticas sobre el peso y estigmas sobre la imagen corporal.
Todos estos factores pueden clasificarse como factores desencadenantes,
aquellos que precipitan la aparición de la enfermedad y los factores mantenedo-
res. Entre los factores precipitantes se encuentran acontecimientos que generan
estrés en los individuos como son las rupturas amorosas, separaciones familiares,
problemas físicos o amistades poco estables. Los factores que favorecen el man-
tenimiento de la patología incluyen falta de apoyo familiar y social, la malnutri-
ción, aislamiento y otras manifestaciones psíquicas y físicas que acompañan a la
enfermedad.

Modelo causal de los TCA. Madruga D., Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia
nerviosa y bulimia nerviosa. 2017.
237
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Clasificación
La clasificación actualizada de los TCA con el DSM-V de 2013 implicó un
cambio en la denominación y definición de los trastornos con respecto al manual
publicado en 1994. De esta forma, y como muestra la figura 2, podemos hablar de
los siguientes trastornos alimentarios reflejados en el DSM-V:

Esquema de la Clasificación de los trastornos de la conducta alimentaria de acuerdo al DSM-5.


Fuente American Psychiatric Association (APA, 2013).

Trastorno de la pica (pica).


El trastorno de la pica o alotriofagia puede ser diagnosticado en cualquier
edad, ya sea en la niñez o adolescencia. Teniendo en cuenta que el (DSM V)
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders V refiere que para su
correcto diagnóstico se debe estudiar a partir de una edad mínima de 2 años,
debido a que antes es una acción totalmente normal en esta fase del desarrollo
y crecimiento durante la cual los niños pueden llevar a la boca cualquier objeto.
Este trastorno puede estar relacionado con problemas de discapacidad inte-
lectual o de otros trastornos psiquiátricos, por lo que es importante realizar un
diagnostico diferencial para excluir cualquier otro tipo de patología asociada.
La pica se caracteriza por la ingestión de sustancias que no son nutritivas. No
implica un rechazo o ausencia de alimentos. Para considerarlo patológico debe
mantenerse durante el periodo de un mes como mínimo y no formar parte de la
cultura propia de la población.

238
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

Entre las sustancias que son propensas para ingestión se encuentran papel,
huesos, cabello, tiza, pintura… En el cuadro 1 se muestra una relación de mate-
riales motivo de pica y su designación formal de las formas que se dan con mayor
frecuencia.
Se consideran tres formas más comunes de pica: Geofagia (ingestión de pie-
dras, ladrillos…), amilofagia (harina) y pagofagia (hielo o bebidas heladas), en
las que podemos incluir la onicofagia (comer uñas), trastorno muy común entre
los adolescentes.
La onicofagia es más prevalente en mujeres que hombres y suele estar aso-
ciada a un estado de ansiedad, estrés, castigo, inseguridad. El entorno escolar y el
estrés al que se someten los adolescentes, sobre todo con los periodos de exáme-
nes o por los conflictos sociales intrínsecos que se generan en el centro escolar,
pueden suponer el punto de partida para el inicio de este trastorno, que en muchas
ocasiones perdura hasta la edad adulta.
Habitualmente, este trastorno se inicia en la infancia y puede mantenerse
hasta la adolescencia e incluso, en algunos casos, hasta la edad adulta.
Se ha relacionado esta alteración con niños con otro tipo de trastornos aso-
ciados como pueden ser la hiperactividad, el déficit de atención, retraso mental,
autismo u otras patologías metabólicas y psiquiátricas (esquizofrenia, trastorno
obsesivo-compulsivo). En este último caso, hay una mayor probabilidad de que
el problema se mantenga en la edad adulta.
Los adolescentes que mantienen este tipo de comportamientos, ya consi-
derado patológico, son estigmatizados por la sociedad provocando un malestar
en su entorno familiar y siendo un cuadro clínico que tiende a ser ocultado en
las consultas. Los jóvenes que lo padecen, exceptuando aquellos que lo utilizan
como método de provocación, lo hacen a escondidas y, normalmente, con remor-
dimientos y culpa.

239
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Cuadro 1. Materiales motivo de pica y designación. Elaboración propia.


El cuadro clínico de la pica, dependiendo de la sustancia ingerida, afecta
principalmente al sistema digestivo provocando malestar y dolor de estómago,
alteraciones intestinales y sangre presente en las heces. Otras lesiones que se
pueden dar es la pérdida de piezas dentales, infecciones, intoxicaciones por mi-
nerales como el plomo (que puede provenir de la pintura), obstrucción intestinal.
En enfermos con trastornos psiquiátricos que usan este trastorno como una
llamada de atención puede suponer ingestión de objetos más grandes que con-
lleva intervenciones quirúrgicas para la extracción de las sustancias o limpieza
estomacal.

240
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

Trastorno de rumiación
De acuerdo a los criterios del DSM-5 el trastorno por rumiación se define
como la regurgitación repetida de alimentos durante un periodo mínimo de un
mes. Los alimentos regurgitados se pueden volver a masticar a tragar o se escu-
pen. Para diagnosticar este trastorno de forma aislada debe cumplir dos criterios:
Se debe mantener durante un periodo mínimo de un mes y el trastorno no debe
estar asociado a otro tipo de afectación gastrointestinal.
Los pacientes que lo sufren regurgitan la comida a diario después de comer
sin que ocasione ningún otro malestar como náuseas o arcadas.
Puede darse en cualquier grupo etario desde bebes hasta las personas adul-
tas. En niños, la pérdida de peso puede ser una característica de este trastorno y
pueden mostrar posturas particulares propias del esfuerzo generado para la regur-
gitación como arqueo de la espalda y cabeza hacia atrás al realizar la succión con
la lengua.
En adolescentes o adultos es una acción que se tiende a ocultar o realizar en
privado por ser un comportamiento no aceptado socialmente.
Tanto su diagnóstico como su tratamiento son difíciles de realizar ya que es
una alteración poco común, de origen multifactorial y basándose en una clínica
poco convencional. Esto genera que se realicen diagnósticos errados o tardíos
que favorecen el establecimiento del trastorno y se desconozca su prevalencia en
la sociedad.
Trastorno por evitación o restricción de la ingesta de alimentos
El trastorno por evitación o restricción de la ingesta es uno de los trastor-
nos de la alimentación que se incorporaron en la quinta edición de DSM. Este
trastorno ha sido considerado como tal en la última década, por lo que se asume
como un gran avance a la hora de establecer protocolos de actuación tanto a nivel
pediátrico como psicológico.
Se da, principalmente en niños y niñas pudiendo prolongarse hasta la ado-
lescencia y adultez. Los síntomas asociados son: la pérdida de peso importante o
crecimiento irregular, deficiencias nutricionales, dependencia a una alimentación
enteral o suplementación oral y alteraciones en el desarrollo psicológico y motor
adecuado.
En sus fases más avanzadas los tratamientos con alimentación por vía enteral
o suplementación nutricional son los de elección para evitar consecuencias más
graves, en los casos más extremos donde el tratamiento no es efectivo o se da un
diagnóstico tardío puede llevar hasta la muerte.
Las causas del rechazo habitualmente están ligadas a las características orga-
nolépticas de los alimentos como su olor, color, textura, apariencia o temperatura,

241
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

denominándose este comportamiento en el DSM-V como alimentación restricti-


va, alimentación exigente, alimentación selectiva entre otros.
A partir de los seis meses la incorporación de nuevos alimentos genera en
el lactante un cambio radical en su dieta, que puede producir el rechazo a ciertos
alimentos. Como se ha comentado anteriormente, las características de ciertos
alimentos generan disconformidad en los niños que tienden a rechazarlos, con-
virtiéndose, la hora de las comidas en una dinámica de evitación por parte de los
menores y de lucha para los padres. Esta alimentación selectiva desde la primera
infancia conlleva a la asociación en niños y adolescentes de potenciales proble-
mas como pueden ser atragantamientos, náuseas, vómitos, síntomas gastrointes-
tinales, alergias…
En cuanto a la prevalencia del trastorno, los estudios realizados indican que
un 22% de los niños entre 3 y 11 años son selectivos con los alimentos, tendencia
que llega a mantenerse hasta la adolescencia hasta en un 40%.
Anorexia nerviosa
La AN es un trastorno alimentario que provoca una pérdida de peso superior
a lo que se considera saludable para la edad y altura de un individuo. Las personas
que lo padecen tienen una imagen distorsionada de su propio cuerpo que les incita
a llevar a cabo conductas que ponen en grave riesgo su salud.
En la cuadro 2 se enumeran los criterios para diagnosticar la AN enumerados
en la actualización vigente del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Di-
sorders y en la Clasificación Internacional de Enfermedades.

Cuadro 2. Criterios del DSM-V y la CIE-11 para la anorexia nerviosa. Fuente: Hebreband J.
Trastorno de la conducta alimentaria y obesidad en niños y adolescentes. 2019.

242
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

La AN es una de las principales alteraciones de la conducta alimentaria que


se da en los adolescentes. Motivados por la presión social y los patrones este-
reotipados de un cuerpo extremadamente delgado como un ideal de perfección,
muchos de los jóvenes españoles caen en este tipo de trastornos que, en muchas
ocasiones, se cronifican en la vida adulta.
La etiología de la AN, de la que ya hablamos en un capitulo a parte, es mul-
tifactorial uniéndose a características propias del individuo y su desarrollo psico-
social, factores familiares, biológicos o ambientales y sociales. Toda esta amal-
gama de agentes causantes precipita el desarrollo de la anorexia en los centros
escolares.
La anorexia es una enfermedad difícil de combatir, convirtiéndose en un
foco de atención multidisciplinar dentro de los mecanismos sanitarios, donde psi-
cólogos, psiquiatras, enfermeros y terapeutas unen sus esfuerzos para tratar las
consecuencias de esta enfermedad.
La clínica comienza con pensamientos distorsionados sobre el peso corporal,
iniciando una pauta estricta de conductas enfocadas a la disminución del peso.
Dependiendo de las acciones llevadas a cabo para la consecución del obje-
tivo, la anorexia puede clasificarse en dos tipos: Anorexia nerviosa purgativa o
compulsiva y anorexia nerviosa restrictiva.
La AN tipo purgativa se caracteriza por la presencia de atracones seguidos
de vómitos autoprovocados o la toma de laxantes o diuréticos para compensar la
ingesta excesiva de alimentos. A diferencia de la bulimia, las personas que pade-
cen este trastorno tienen un índice de masa corporal por debajo de la normalidad
y tienden a la desnutrición.
En este tipo de anorexia se puede dar que los afectados hayan tenido sobre-
peso u obesidad en el pasado o que alguno de sus familiares lo haya padecido.
En la anorexia restrictiva la alimentación y el deporte se convierten en ob-
jeto de fijación, comenzando con una disminución de la ingesta y reduciendo
considerablemente el aporte calórico (sobre todo de hidratos de carbono y gra-
sas) llegando, en los casos más avanzados, hasta el ayuno. La actividad física se
asume como una autodisciplina para conseguir sus objetivos, que nunca se ven
alcanzados a pesar de que el peso desciende en valores preocupantes.
Debido a la malnutrición, las manifestaciones clínicas de AN producen alte-
raciones multiorgánicas, pudiendo ser de carácter irreversible. Estas alteraciones
aparecen a nivel cognitivo (distorsiones en torno a la comida), conductual (dietas
selectivas, atracones, restricción de alimentos, insomnio, falta de apetito sexual),
emocionales y afectivas (ansiedad, irritabilidad, inseguridad, aislamiento social,
depresión…) y fisiológicas (con alteraciones multisistémicas).

243
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Bulimia nerviosa
De acuerdo al DSM V, la BN es una enfermedad psiquiátrica que normal-
mente se desarrolla en la adolescencia o en adultos jóvenes. Se caracteriza por
episodios recurrentes de atracones de alimentos (ingesta de cantidades excesivas
de comida durante un periodo de tiempo determinado) con una pérdida de control
asociada.
Este comportamiento viene asociado a conductas compensatorias inapropia-
das como son los vómitos autoprovocados o el uso indebido de laxantes o diuré-
ticos, ayunos prolongados o ejercicio intenso).
Para considerarse como trastorno deben producirse al menos una vez a la
semana en un periodo de tres meses. Los individuos afectados tienden a una au-
toevaluación influida por el peso corporal.
La gravedad de la enfermedad se mide de acuerdo a la frecuencia en la que
se presentan los comportamientos compensatorios y puede aumentar reflejando
otros síntomas:
• Leve: un promedio de 1-3 episodios por semana.
• Moderado: un promedio de 4-7 episodios por semana.
• Grave: un promedio de 8-13 episodios por semana.
• Extremo: un promedio de 14 episodios o mas comportamientos compen-
satorios inapropiados a la semana.
Este trastorno puede llevar a complicaciones médicas, entre las que se en-
cuentran el desequilibrio electrolítico, que puede conducir a arritmias y muerte,
desgarros esofágicos, alteraciones en la movilidad intestinal, problemas de infer-
tilidad, alteraciones bucodentales, esofagitis.
Las personas que sufren BN tienden a ser conscientes de su comportamiento
y les genera malestar y remordimiento, a diferencia del trastorno de AN purgati-
va. En una consulta abierta pueden hablar sobre su problema y admitir que puede
ser contraproducente.
Trastorno de atracones
Se caracteriza por darse episodios recurrentes de atracones, en lo que se in-
giere una cantidad de comida superior a lo establecido en un periodo de tiempo
corto, asociado a una pérdida del control sobre la situación.
Siguiendo la clasificación del DSM V, los trastornos por atracones se asocian
a tres o mas de los siguientes hechos: comer mucho más rápido de lo normal,
comer grandes cantidades de alimentos hasta sentir malestar, no tener una necesi-
dad fisiológica para comer en ese momento, tener sentimientos de culpa, tener un
episodio al menos una vez a la semana durante tres meses y sentirse avergonzado
por la cantidad de comida ingerida.

244
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

Este trastorno no se asocia a la presencia de una conducta compensatoria,


como pueden ser los vómitos o uso de laxantes.
Al igual que en la BN se establecen criterios de gravedad de acuerdo al nu-
mero de atracones que se produzcan por semana, considerándose leve si son de
uno a tres por semana hasta extremo cuando se dan catorce o mas atracones a la
semana.
Trastornos alimentarios no especificados
Todos los trastornos alimentarios recogidos anteriormente se engloban den-
tro de los trastornos especificados, por reunir una serie de criterios característicos
que permiten una clasificación evidente.
Pero dentro del DSM V se recogen también los trastornos alimentarios o de
la ingestión de alimentos no especificados. Esta denominación hace referencia
a aquellas situaciones clínicas en las que se dan síntomas característicos de una
alteración de la conducta alimentaria que influyen en el desarrollo conductual
considerado como normal del individuo, pero que no cumplen todos los criterios
para hacer una clasificación más exacta.
En estos pacientes se manifiestan alteraciones en su forma de vida del mismo
modo que en los trastornos especificados.
Vigorexia y ortorexia
Existen otras alteraciones relacionadas con la alimentación que pueden desa-
rrollarse dentro de los entornos escolares, entre los que se destacan la vigorexia
y la ortorexia.
La vigorexia fue acuñada como enfermedad mental por el psiquiatra Harri-
son G. Pope a principios de los 90. En su estudio sobre los efectos secundarios
del uso inadecuado de esteroides, se dieron cuenta de que los sujetos presentaban
una alteración vinculada con la imagen corporal, que acuñaron como dismorfia
muscular o vigorexia.
Actualmente es una enfermedad poco conocida, tanto la sintomatología
como las consecuencias del abuso de esteroides, por lo que su diagnóstico suele
estar asociado a otro tipo de patología psicológica.
Las personas afectadas, generalmente varones jóvenes (18-35 años), ven en
su cuerpo una realidad distorsionada creyéndose flacos y débiles, cuando su apa-
riencia es totalmente contraria, lo que les hace preocuparse excesivamente por
la ganancia ponderal y del volumen corporal, sometiéndose a dietas estrictas, al
abuso de anabolizantes y a la actividad extrema. El uso de sustancias potencia-
doras de masa muscular (esteroides, batidos o suplementos proteicos, fármacos)
actualmente no está estrictamente regulado, por lo que su adquisición es relativa-
mente fácil para todos los individuos.

245
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Este trastorno aparece descrito en el DSM V dentro del capítulo de los tras-
tornos obsesivo-compulsivos y otros trastornos relacionados. Los criterios diag-
nósticos se presentan en la cuadro 3.

Cuadro 3. Criterios diagnósticos para la dismorfia muscular publicados en el DSM V (Amerian


Psychiatric Association, APA, 2013)
El consumo de esteroides anabolizantes, es una práctica común entre los
jóvenes que presentan este trastorno produciendo hipertrofia del tejido muscular.
Algunos de los efectos secundarios asociados a su ingesta se encuentran:
• Sistema metabólico-endocrino: aumento del vello, masculinización en
mujeres, acné, ginecomastia, disfunción eréctil.
• Lesiones hepáticas por exceso de proteínas.
• Sistema cardiovascular: hipertensión, hipertrofia cardíaca, aumento del
colesterol, edemas.
• Alteraciones renales e inmunológicas.
• Alteraciones comportamentales: se aprecia un aumento de la agresivi-
dad, se reduce la actividad social, necesidad impulsiva de mantener la
dieta, depresión, ansiedad.
• Problemas osteoarticulares derivados de la hipertrofia muscular.

246
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

El aumento de información a través de los medios de comunicación y las


opiniones sobre alimentación en redes sociales compartidas por personas no ex-
pertas en materia, ha generado que se adquieran hábitos insalubres en el día a día
de las personas.
Los datos en torno a la alimentación y las formas de alimentarse que podemos
encontrar en las redes sociales se aglutinan en los muros de miles de personas que
se obsesionan por mantener una dieta perfecta. Dentro de toda esta información
las corrientes que enfatizan los beneficios de las dietas saludables cada vez son
más seguidas y puestas en práctica. Pero el hecho de mantener una dieta sana y
equilibrada no debe convertirse en una obsesión y esto es lo que ocurre con los
pacientes que sufren ortorexia.
Este trastorno, a pesar de no estar recogido en manuales de trastornos menta-
les, está relacionada con una forma patológica de entender la alimentación. La or-
torexia implica una obsesión por la comida saludable y se relaciona directamente
con un trastorno obsesivo compulsivo.
La población más afectada son jóvenes mujeres, a pesar de que puede afectar
a cualquier grupo. Entre la sintomatología asociada a este trastorno se encuentra:
• Dedicación de mas de tres horas al día a la organización de la dieta y
elaboración de platos de ese mismo día.
• Pensamientos recurrentes en torno a la preparación, consumo y compra
de los alimentos.
• Restricción de gran parte de alimentos que no son considerados saluda-
bles o suficientemente sanos para incorporar en la dieta.
• Descuido de otros aspectos vitales que pasan a segundo plano, desplaza-
dos por la dieta.
• Desarrollo de rituales en torno a la preparación de los alimentos.
• Alteraciones conductuales y aislamiento social, el individuo deja de lado
las salidas con amigos o familiares que impliquen comer fuera de casa o
de aquellos establecimientos que considera aptos para mantener su dieta.
Padecer esta alteración genera consecuencias que pueden llevar a problemas
físicos como anemia, déficit o exceso de micronutrientes, hipotensión, pérdida
de peso, desnutrición, osteoporosis… todos ellos dependiendo del tipo de dieta
y restricciones que se generen dentro de ella. El desarrollo de una baja autoesti-
ma y autoconcepto u otras alteraciones psicológicas como el estrés, anhedonia,
depresión… suponen otra de las consecuencias con las que tienen que lidiar los
individuos afectados.

247
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Obesidad
La obesidad es otro de las grandes alteraciones de la alimentación, conside-
rada como la epidemia mundial del siglo XXI. De acuerdo a los datos del estudio
ENRICA, en España el 39% de la población presenta sobrepeso y el 23% obe-
sidad. La prevalencia de la obesidad infantil en nuestro país supone una de las
mayores de Europa.
El estudio Enkid (1998-2000) analizó una muestra aleatoria de la población
española con edades entre los 2 y los 24 años. Para este grupo la prevalencia de la
obesidad se estima en un 13.9% y el sobrepeso en una 12.4%.
La obesidad es una enfermedad crónica multifactorial, en la que intervienen
factores genéticos, metabólicos, sociales, conductuales y psicológicos. De acuer-
do a la descripción de la OMS las personas obesas presentan una acumulación
excesiva de la grasa corporal asociado a un mayor riesgo para la salud y ligado a
un aumento de las comorbilidades.
Los factores de riesgo más presentes en la aparición de la obesidad infantil
están principalmente relacionados con los estilos de vida y hábitos aprendidos de
la familia, colegio y entorno social.
Entre los factores dietéticos que favorecen la aparición de la obesidad se
encuentran: Aumento del consumo de fast food, omisión del desayuno, consumo
de alimentos con un alto índice glicémico (carbohidratos de rápida absorción),
disminución del consumo de verduras y frutas, incremento de grasas saturadas y
trans, viéndose reflejado sobre los niveles de colesterol en sangre. Estos hábitos
alimenticios están estrechamente relacionados con una vida sedentaria, en la que
no se realiza ningún tipo de actividad deportiva o esta es escasa.
La clasificación de la grasa corporal más extendida y utilizada para estudios
epidemiológicos es el índice de masa corporal. El IMC relaciona el peso con la
altura (m/t2) estableciendo ocho categorías desde peso insuficiente hasta obesidad
extrema (cuadro 4). De esta forma se consideran personas con sobrepeso aquellas
que tienen un IMC igual o por encima de 25 kg/m2 y obesas a todas aquellas que
están en valores iguales o superiores a 30kg/m2.
Un IMC superior a 30kg/m2 es un factor de riesgo para sufrir otras comorbi-
lidades asociadas que pueden ser de tipo psicológico produciendo baja autoesti-
ma o depresión, endocrino, ya que se relaciona directamente con la aparición de
diabetes tipo II, complicaciones respiratorias como el asma y apnea del sueño,
cardiovasculares con la aparición o mantenimiento de hipertensión u otras dolen-
cias cardíacas, cáncer o artritis.

248
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

Cuadro 4. Clasificación de sobrepeso y obesidad según IMC (OMS). Elaboración propia.

Valoración de los TCA por patrones funcionales de Margory Gordon


Ante la sospecha de un TCA en los alumnos, los patrones funcionales nos
ayudan a valorar más detenidamente cada uno de los aspectos de la vida del suje-
to, descartando o reafirmando la presencia del problema.
A través de esta valoración la enfermera de centros escolares va a obtener
toda la información clínica detallada permitiéndole llegar unas conclusiones más
objetivas y sólidas que permiten la categorización específica de la patología den-
tro de todos los TCA.
Los objetivos principales que se quieren conseguir con esta entrevista son:
Llegar a un diagnóstico y crear una relación interpersonal con el alumno que nos
permita conocerlo mejor. Para ello, a la hora de realizar esta valoración, se han
de tener en cuenta una serie de características que nos permitan establecer un
contacto más intimo y directo con el interlocutor.
Las características que se deben tener en cuenta en la valoración clínica son:
• Espacio donde se lleva a cabo: Si la enfermera no dispone de un despa-
cho o consulta propia, debe buscar un entorno poco-nada transitado en
el tiempo que dure la entrevista, con unas condiciones de espacio, ilu-
minación e intimidad adecuadas. Se puede realizar en la sala de estudios
(en caso de que pueda ser utilizada exclusivamente por la enfermera), la
biblioteca o un despacho del personal docente. Es recomendable tener
una botella de agua para, en un momento determinado, poder ofrecer al
alumno si se encuentra más nervioso o estresado.
• Tipo de entrevista: La entrevista debe ser semiestructurada dónde se con-
ceda cierta libertad tanto al alumno como al profesional de enfermería de
desviarse del tema principal y recopilar datos anexos.

249
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Duración: Dependiendo de la disponibilidad del alumno y adaptándonos


a sus horarios lectivos, la entrevista debe transcurrir en un periodo de 15-
30 minutos sin que interfiera en su rutina escolar. Es necesario establecer
con los docentes el momento más indicado para su realización.
• Disposición de la enfermera: Es importante que el alumno nos vea como
una persona en la que puede confiar. Una apariencia cuidada y aseada,
la tonalidad de voz, las palabras que se utilizan durante el discurso, las
habilidades de comunicación y las señales no verbales que podemos
transmitir deben estar sumamente controladas y no provocar rechazo en
el alumno. Por otra parte la escucha reflexiva es una estrategia acertada
para mantener el diálogo con el alumno o alumna. Debemos asegurarnos
de incorporar a nuestro discurso una serie de acciones que la garanticen,
como son: Repetición de palabras clave, parafraseo, trasmitir emociones
en el mensaje y tiempos de silencio para favorecer la reflexión sobre lo
que estamos hablando.
• Elección de preguntas: Durante toda la entrevista la actitud de la enfer-
mera debe ser empática y tranquilizadora. Evitar argumentar o discutir.
Las preguntas abiertas aportan una información más detallada, pero te-
niendo en cuenta, sobre todo con los adolescentes, las dificultades que se
pueden dar, debemos tener predefinidas una lista de preguntas cerradas
que nos permitan conocer datos más precisos.
Para el buen desarrollo de la entrevista de valoración enfermera debemos es-
tructurar la intervención en fases que nos ayuden a mantener el ritmo de la sesión:
• Primera fase: Confirmamos que el alumno es el indicado con quien que-
remos hablar. Iniciamos una conversación abierta que quite el miedo y
estrés que puede generar en el alumno. Informarle sobre por qué lo he-
mos llamado para hablar con él o con ella, no indicar el motivo final de la
valoración, ya que puede generar rechazo en el alumno y negarse a rea-
lizarla. Podemos indicarle que es una entrevista de rutina para conocer a
los alumnos y sus pautas de vida saludable, para mejorar las sesiones de
enfermería en EPS.
• Segunda fase: En esta fase recopilaremos generales y específicos del
alumno, abordando el área sobre la que queremos información basándo-
nos en los patrones funcionales de Margory Gordon (cuadro 5).
• Tercera fase: Finalización de la entrevista, despedirnos del alumno. Pre-
guntar si necesita que le ayudemos en algo.
Una vez que nos hemos despedido del alumno, es necesario hacer una reco-
pilación de toda la información que hemos obtenido.

250
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

Si las conclusiones a las que llegamos nos llevan a verificar un posible tras-
torno de la conducta alimentaria, marcaremos otra entrevista con el alumno para
en la que utilizaremos las diferentes escalas de valoración.
Una vez concluido este proceso y, en caso de que consideremos necesario,
debemos hablar con los profesores sobre aquellos patrones que se encuentran
alterados.
Si nuestra valoración desemboca en una posible alteración de la conducta
alimentaria, la enfermera debe ponerse en contacto con lo padres para valorar
(Cuadro 6) la conducta en casa e informar sobre la situación, buscando apoyo
dentro de otros centros sanitarios, en caso de que fuese necesario.
Cuadro 5. Patrones funcionales de Margory Gordon para alumnos. Elaboración propia.

PATRÓN 1. PERCEPCIÓN-MANEJO DE LA SALUD


Qué valora:
Cómo el alumno percibe su salud y bienestar.
Cómo maneja y afronta los problemas o alteraciones relacionadas con su salud.
Cuáles son las pautas preventivas y la adherencia a tratamientos prescritos.
Control de prácticas perjudiciales: consumo de drogas o alcohol.
Cómo lo valoramos:
• Guía de preguntas clave:
¿Tienes alguna enfermedad o problema de salud?
¿Te sientes enferma o enfermo?
¿Cuándo ha sido tu última consulta médica? ¿Recuerdas por qué fuiste al médico?
¿Tienes miedo de sufrir alguna enfermedad?
¿Has tenido algún ingreso hospitalario?
¿Estás tomando algún medicamento actualmente? (se incluyen prescripciones médi-
cas, productos de herboristería o parafarmacia, suplementos vitamínicos o proteicos)
¿Eres fumador o fumadora? ¿Consumes alguna bebida alcohólica?
¿Qué tipo de cremas utilizas para el cuerpo o cara? (puede indicarnos uso de anticelu-
líticos o reafirmatentes, no propios de su edad)
• Aspecto físico:
Hábitos higiénicos (limpieza y aseo personal)
Valorar como va vestido o vestida (ropas anchas, cuidado en exceso)
Análisis de los datos obtenidos:
• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
El alumno considere que su salud no es adecuada (cuando aparentemente esta todo
bien).
Mantiene adherencia a alguna sustancia inapropiada (diuréticos, esteroides, suplemen-
tos de proteína, alcohol, drogas...)
Higiene personal inadecuada, vestimenta inapropiada.

251
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

PATRÓN 2. NUTRICIONAL-METABÓLICO
Qué valora:
Hábitos alimenticios.
Problemas de ingesta.
Característica de los tegumentos.
Talla, peso y temperatura.
Cómo lo valora:
• Valores antropométricos:
Alteraciones de peso en el último año
Peso actual: Talla actual: IMC actual:
Peso hace un año:
Medidas pecho, cintura, cadera:
• Guía de preguntas clave:
¿Cómo mides el peso habitualmente en casa? ¿Cada cuánto tiempo?
¿Cuántas veces comes al día?
¿Cuántos líquidos bebes al día? (Más de 2,5 litros puede ser indicativo de TCA para
saciarse o potomanía)
¿Cómo es el apetito: disminuido, aumentado?
¿Tienes problemas con la masticación, deglución o digestión de los alimentos?
¿Tienes vómitos, nauseas o regurgitaciones?
¿Te has realizado alguna herida recientemente?
¿Has tenido ansiedad por comer en alguna ocasión?
¿Crees que tu dieta es saludable? ¿Qué grupo de alimentos consumes más?
¿Hay algún alimento que no esté incluido en tu dieta? ¿Por qué?
¿Hay alimentos de los que te sientes culpable cuándo los has comido?
¿Puedes decirme como es tu rutina alimentaria durante un día?
¿Has realizado o estás realizando alguna dieta? ¿Por qué la sigues o la has seguido?
(en una segunda entrevista podemos pedir al alumno que traiga un registro de dieta de
una semana completa)
¿Sabes cuántas calorías tiene una galleta?
Normalmente, ¿comes pan?
¿Hay en tu dieta dulces, golosinas, chicles?
¿Quién prepara la comida en casa?
¿Quién realiza habitualmente la compra? Si es el alumno a realizarla ¿Qué tipos de
alimentos compras?
¿Comes fuera de casa: en cafeterías, en la cantina, con los amigos? ¿Dónde sueles ir?
¿Has estado sin comer durante mucho tiempo? ¿Por qué?
Después de comer ¿Cómo te sientes (pesadez, culpa, frustración, alegría …)?
¿Has vomitado alguna vez después de comer? ¿Por qué? ¿Con qué frecuencia?

252
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

• Aspecto físico:
Signos de callosidades en los nudillos (signo de Russel).
Signos de onicofagia.
Signos de desnutrición.
Se aprecian prominencias óseas.
Acrocianosis.
Piel y pelo con alguna alteración (secos, grasos)
Lanugo.
Alteraciones dentales (caries, alteraciones en el esmalte, lesiones en el paladar, heri-
das en la bosa …)
• Posibles cuestionarios a utilizar:
Eating attitudes test (EAT-26) (Anexo 1)
Cuestionario SCOFF (Anexo 2)
Test de Bulimia de Edimburgo (BITE) (Anexo 3)
Cuestionario de Imagen Corporal (CIC) (Anexo 4)
Irrational Food Believes Scale (Escala de Creencias Irracionales acerca de los Ali-
mentos. (Anexo 5)
Test de Bratman (Anexo 6)
Análisis de los datos obtenidos:
• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
IMC: > 30% o < 18,5% (prominencias óseas sobre todo de la clavícula, costillas,
omoplatos marcadas en exceso)
Dieta no es equilibrada.
Lesiones en mucosas o cutáneas, falta de integridad tisular. Signo de Russel.
Piel y cabello seco y frágil.
Acrocianosis.
Problemas digestivos: regurgitaciones, intolerancias, dependencia, rechazo a ciertos
alimentos, vómitos.
Ingesta hídrica desequilibrada (potomanía, escasez de hidratación)
Problemas bucales: caries, alteraciones en esmalte dentario, lesiones en el paladar.
PATRÓN 3. ELIMINACIÓN
Qué valora:
Función excretora intestinal
Función excretora urinaria
Función excretora piel
Aspectos relacionados: rutinas personales, uso de elementos para su control, caracte-
rística.

253
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Cómo lo valora:
• Guía de preguntas clave:
¿Cómo es la frecuencia de deposiciones? ¿consistencia (blandas, duras)? ¿cuándo vas
al baño normalmente? ¿Existe un patrón fijo diario?
¿Utilizas algún tipo de laxante u otra medida auxiliar para pode evacuar o contralar el
ritmo de deposiciones?
¿Cuántas veces al día aproximadamente orinas? ¿Usas diuréticos?

Análisis de los datos obtenidos:


• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
Estreñimiento (evacuar < 3 veces por semana).
Uso abusivo de laxantes u otras medidas auxiliares (supositorios de glicerina, edemas)
Poliuria por el uso de diuréticos.

PATRÓN 4. ACTIVIDAD - EJERCICIO


Qué valora:
Actividad y ejercicio (cantidad y calidad)
Sedentarismo.
Tiempo libre y de ocio.
Capacidad funcional.
Nivel de autonomía para las AVD.
Cómo lo valora:
• Guía de preguntas clave:
¿Prácticas algún deporte fuera de las aulas?
¿Cuánto tiempo dedicas a realizar deporte o ejercicio sin contar las clases de Educa-
ción Física?
¿Qué otro tipo de actividades realizas para mantenerte en forma?
¿Frecuentas algún gimnasio?
¿Cómo te encuentras cuando hacer ejercicio? (fatigado, enérgico, debilitado, dolores
musculares o calambres)
¿Dónde empleas el tiempo libre? ¿Qué actividades de ocio realizas?
• Aspecto físico:
Signos de cansancio.
Hematomas.
Hipotonía muscular.
Dismorfia muscular.
• Posibles cuestionarios a utilizar:
Cuestionario INTA modificado. (ANEXO 7)
Análisis de los datos obtenidos:
• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
Practica ejercicio diario de forma compulsiva.

254
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

Lleva el deporte hasta el extremo de ser perjudicial para su salud.


No practica nada de ejercicio fuera del colegio. Sedentarismo (no realiza al menos 25-
30 minutos diarios de actividad)
Cansancio excesivo.
Signos de fatiga evidentes.
Alteraciones respiratorias: frecuencia respiratoria alterada, disnea, cianosis…
Incapacidad para realizar actividades de ocio.

PATRÓN 5. SUEÑO - DESCANSO


Qué valora:
Sueño y descanso habitual.
Calidad del sueño.
Ayudas externas para poder dormir.
Cómo lo valora:
• Guía de preguntas clave:
¿Cuántas horas duermes al día?
¿Te resulta fácil dormir? ¿Tomas alguna sustancia para poder conciliar el sueño?
¿Tienes pesadillas?
¿Sueles despertarte en mitad de la noche? ¿Qué haces en esos casos?
• Aspecto físico:
Signos de cansancio.
Análisis de los datos obtenidos:
• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
Necesita ayudas farmacológicas para descansar.
Despertares nocturnos para comer.
Irritabilidad por falta de sueño.

PATRÓN 6. COGNITIVO – PERCEPTUAL


Qué valora:
Conciencia de la realidad.
Memoria y lenguaje.
Toma de decisiones.
Existencia de dolor.
Cómo lo valora:
• Guía de preguntas clave:
¿Te es difícil concentrarte y memorizar cosas?
¿Crees que tus notas de clase son adecuadas?
¿Cuánto tiempo dedicas a realizar las tareas de clase o estudiar?
¿Qué objetivos tienes cuanto termines el curso?

255
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Valoración con el profesorado


Alteraciones en las notas.
Rendimiento en las clases.
Capacidad de concentración.
Nivel dentro de las aulas.
Alteraciones conductuales: irritabilidad, agitación…
• Mensajes verbales del alumno
Valorar su capacidad de utilización del lenguaje.
Cómo expresa sus ideas y sentimientos.
Rigidez en el discurso.
Empleo de palabras mas negativas.
Análisis de los datos obtenidos:
• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
Problemas de memoria, expresión o comprensión del lenguaje.
Depresión perceptible en el discurso o forma de actuar.
Aparecen fobias o miedos injustificados.

PATRÓN 7. AUTOPERCEPCIÓN – AUTOCONCEPTO


Qué valora:
Actitudes del alumno hacia sí mismo, hacia su imagen corporal y su identidad social.
Identidad.
Postura corporal y movimiento.
Patrones de oz y conversación.
Percepción de las capacidades cognitivas, afectivas o físicas.
Cómo lo valora:
• Guía de preguntas clave:
¿Cómo te ves a ti mismo? ¿Te gustas tal como eres?
¿Has tenido cambios en tu cuerpo? ¿Cómo te ves actualmente?
¿Qué cambiarías de tu cuerpo?
¿Cómo crees que te ven los demás?
¿Tienes miedo de cambiar físicamente?
¿Cómo te sientes emocionalmente? ¿Cambiarías tu forma de ser?
¿Cuánto tiempo dedicas a comprar ropa? ¿te sientes confortable en estas tiendas?
¿Tienes muchos cambios de humor?
¿Has tenido alguna conducta auto-agresiva?
• Posibles cuestionarios a utilizar:
Test de BSQ. Body Shape Questionnaire. (ANEXO 8)
Test de autopercepción corporal (ANEXO 9)
Escala de ansiedad y depresión de Goldberg (ANEXO 10)
Análisis de los datos obtenidos:
• Consideramos que el patrón está alterado cuando:

256
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

En su discurso aparecen un tono desesperanzado, con verbalizaciones negativas


sobres si mismo.
Problemas con su imagen corporal y miedo al rechazo de los demás.
Existe algún tipo de problema conductual.

PATRÓN 8. ROL – RELACIONES


Qué valora:
Actitudes sobre el contacto con los demás (dentro y fuera de la familia)
Cómo se relaciona con los compañeros dentro del entorno escolar.
Cómo lo valora:
Guía de preguntas clave:
A nivel familiar: ¿Con quién vives? ¿Tienes hermanos? ¿Ha habido algún cambio en
tu domicilio en los últimos años?
A nivel escolar: ¿Tienes muchos amigos en el centro? ¿Te llevas bien con ellos? ¿Has
cambiado de amigos en el último año? ¿Por qué? ¿Compartes con tus amigos de la
escuela el tiempo libre?
A nivel social: ¿Eres miembro de alguna asociación? ¿Tienes contacto con otras per-
sonas fuera del entorno familiar y escolar, por ejemplo gimnasio, salidas nocturnas…?
• Posibles cuestionarios a utilizar:
Cuestionario APGAR familiar (ANEXO 11)
Análisis de los datos obtenidos:
• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
Aparecen problemas a nivel familiar, escolar o social.
Verbaliza que se siente solo o sola, que no la entienden.
Carencias de afectividad.
Problemas de maltratos, abusos, bullying…

PATRÓN 9. SEXUALIDAD – REPRODUCCIÓN


Qué valora:
Captaremos los datos ginecológicos de la alumna que puede darnos información sobre
un TCA.
*A no ser que se evidencien alteraciones significativas en este patrón, profundizare-
mos más en caso de que consideremos oportuno en otra entrevista.
Cómo lo valora:
• Guía de preguntas clave:
¿Te ha venido la menstruación? ¿el ciclo es normal? ¿has tenido alteraciones?
¿Has dejado de tener la menstruación?
¿Estás usando algún tipo de anticonceptivo?

257
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Análisis de los datos obtenidos:


• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
Existen problemas con la etapa reproductiva de la alumna.
Amenorrea.
Atrofia mamaria.

PATRÓN 10. ADAPTACIÓN – TOLERANCIA AL ESTRÉS


Qué valora:
Estrategias de afrontamiento del estrés.
Capacidad de adaptación.
Apoyo individual y familiar con el que cuenta.
Cómo lo valora:
• Guía de preguntas clave:
¿Te sientes más estresado que de costumbre? ¿Qué te genera ese estrés?
¿Qué haces para liberar el estrés?
¿Ha habido algún cambio importante en tu vida últimamente?
¿Crees que esas situaciones de estrés provocan algún tipo de malestar físico?
Análisis de los datos obtenidos:
• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
La alumna se encuentra más estresada y durante más tiempo del que sería normal
(periodo de exámenes…)
Tiene que tomar algún tipo de fármaco para controlar el estrés.
Recursos ante el afrontamiento del estrés ineficaces.

PATRÓN 11. VALORES – CREENCIAS


Qué valora:
Aquellas creencias que guían las conductas de la alumno.
Aquello que considera correcto o incorrecto y por qué.
Conflictos de valores o expectativas.
Prácticas religiosas, pertenencia a grupos espirituales.
Cómo lo valora:
• Guía de preguntas clave:
¿Tienes algún ideal de belleza? ¿Crees que estamos influenciados por los valores que
vemos en lo medios de comunicación?
¿Estás contento con la vida que tienes en este momento?
Análisis de los datos obtenidos:
• Consideramos que el patrón está alterado cuando:
Se percibe un conflicto en las creencias o valores.

258
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

PATRÓN 1. PERCEPCIÓN-MANEJO DE LA SALUD


Qué valora:
Contrastar la información que nos ha aportado la alumno sobre la percepción de su
salud.
Cómo lo valora:
• Preguntas guía para los padres:
¿Ha tenido algún ingreso hospitalario? ¿Cuál ha sido la causa?
¿Toma algún fármaco o suplemento? (se incluyen prescripciones médicas, productos
de parafarmacia, vitaminas…)
¿Consume de forma habitual algún tipo de sustancias nocivas? (alcohol, tabaco, otras
drogas)

PATRÓN 2. NUTRICIONAL-METABÓLICO
Qué valora:
Contrastar la información sobre los hábitos alimenticios de la alumno.
Cómo lo valora:
• Preguntas guía para los padres:
¿Su hijo ha cambiado el patrón de conducta sobre la alimentación (es más selectivo,
quiere ir a hacer la compra…)?
¿Cuáles son las rutinas en la mesa de su hijo? ¿Se levanta? ¿Cantidades que come?
¿Realiza algún ritual (partir la comida en trocitos, separa por colores, rumiación…?
¿Han visto comer a su hijo alguna sustancia no nutritiva?
¿Se da atracones de comida? ¿Come a escondidas? ¿Come cuando no hay nadie que
lo pueda ver?
¿Se queja de la cantidad de comida que hay en el plato?
¿Se muestra agresivo en referencia a hablar sobre las comidas?
¿Está realizando alguna dieta o ha realizado anteriormente?
¿Hay algún familiar que esté a dieta?
¿Hay algún familiar con TCA u obesidad dentro de su familia?
¿Cuáles son sus hábitos alimentarios dentro de la familia? ¿Come muchos dulces?
• Test
Escala de Observación de Conducta Anoréxica, de Vandereycken (ABOS) (ANEXO
12)
Cuestionario de Observación de la Conducta Bulímica (COBU) (ANEXO 13)

PATRÓN 3. ELIMINACIÓN
Qué valora:
Contrastar la información sobre los hábitos de eliminación de la alumno.
Cómo lo valora:
• Preguntas guía para los padres:
¿Cuánto tiempo pasa en el baño su hijo?

259
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

¿Cuándo va al baño habitualmente?


¿Hay alguna rutina dentro del baño que considere extraña? (Enciende el grifo durante
mucho tiempo, pone música muy fuerte, se irrita si alguien molesta…)

PATRÓN 4. ACTIVIDAD - EJERCICIO


Qué valora:
Contrastar la información sobre los hábitos de actividad-ejercicio de la alumno.
Cómo lo valora:
• Preguntas guía para los padres:
¿Practica algún deporte de forma profesional?
¿Practica más deporte de lo que puede considerarse normal?
¿Frecuenta gimnasios?
¿Han notado conductas extrañas como llegar sudando o fatigada de un paseo, ruidos
en la habitación que indiquen que está realizando deporte…?
¿Es muy competitivo?
¿Qué tipo de actividades realiza en su tiempo libre?

PATRÓN 5. SUEÑO - DESCANSO


Qué valora:
Contrastar la información sobre los hábitos de descanso de la alumno.
Cómo lo valora:
• Preguntas guía para los padres:
¿Alguna vez su hijo se ha levantado en medio de la noche para comer?
¿Sabe si necesita algún tipo de fármaco para dormir?
¿Por el día está irritable o con una excesiva somnolencia?

PATRÓN 6. COGNITIVO – PERCEPTUAL


Qué valora:
Contrastar la información con la obtenida de la alumno.
Cómo lo valora:
• Preguntas guía para los padres:
¿Dedica mucho tiempo al estudio o trabajos de casa?
¿Notan que si no llega a los objetivos académicos que se propone se muestra mas
agresivo?
¿Se fija metas académicas muy altas? (sacar la mejor nota en clase, presentar el mejor
trabajo)
¿No da mucha importancia a los estudios?
¿Ha cambiado las rutinas de estudio que tenía con respecto al año anterior?

260
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

PATRÓN 7. AUTOPERCEPCIÓN – AUTOCONCEPTO


Qué valora:
Contrastar la información con la obtenida de la alumno sobre su autoestima-autoper-
cepción.
Cómo lo valora:
• Preguntas guía para los padres:
¿Ha oído a su hijo decir algún comentario sobre su peso?
¿Valora mucho su imagen física?
¿Se preocupa en exceso de su autocuidado?
¿Ha cambiado su forma de vestir o rutinas para ir a comprar ropa?
¿Cree que se siente bien consigo mismo?
¿Habla positivamente o negativamente sobre sí mismo?

PATRÓN 8. ROL – RELACIONES


Qué valora:
Contrastar la información con la obtenida de la alumno sobre su rol y relaciones.
Cómo lo valora:
• Preguntas guía para los padres:
¿Ha notado en su hijo cambios de comportamiento?
¿Ha cambiado de amigos en el último año?
¿Frecuenta grupos, asociaciones, salidas nuevas que implican ocupar mucho tiempo?
¿Se niega a acudir a clase o a ciertas aulas? ¿no sale con sus amigos como lo hacia
antes? ¿rechaza salidas a comer fuera? ¿prefiere quedarse en casa que socializar?

PATRÓN 10. ADAPTACIÓN – TOLERANCIA AL ESTRÉS


Qué valora:
Contrastar la información con la obtenida de la alumno sobre su adaptación al estrés.
Cómo lo valora:
• Preguntas guía para los padres:
¿Encuentra a su hijo más estresado que de costumbre?
¿Afronta el estrés con agresividad hacia el mismo, ella misma o hacia otros?
¿Se estresa por cosas cotidianas?
¿Cree que carece de recursos para afrontar ciertas situaciones que cree que se el esca-
pan de las manos?
Cuadro 6. Valoración de los patrones funcionales de M. Gordon con la familia.
Elaboración propia.
Criterios diagnósticos
El contacto directo con los niños y adolescentes en las clases nos permite
valorar su evolución y detectar posibles factores de riesgo que puede llevarlos a
un TCA.

261
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Por este motivo, es muy importante que la enfermera realice actividades con
los alumnos para poder establecer una ligación, conocerlos y reconocer alteracio-
nes que puedan afectar a su salud.
En la cuadro 7 se muestran una serie de criterios que nos pueden ayudar a
detectar riesgos para desarrollar un TCA dentro de las aulas. Es importante com-
partir esta información con los profesores, quienes están en contacto más tiempo
con los alumnos y poseen otras perspectivas dentro del aula para poder hacer una
evaluación holística de los potenciales problemas.
Las conductas mencionadas deben ser evaluadas y seguidas durante un pe-
riodo de tiempo establecido por la enfermera para verificar si realmente el alum-
no puede estar en riesgo de desarrollar una patología alimentaria.
Cuadro 7. Conductas de fácil reconocimiento para detectar en las aulas un posible TCA. (Elabo-
ración propia)

PICA
Ingestión de sustancias no nutritivas:
Niños (6-12 años):
Hiperactividad, déficit de atención
Sustancias más proclives a ingerir: tiza, piedras, ceras, papel, pegamentos, heces.

Adolescentes (12-18 años):


Suelen tener conductas obsesivas, ser perfeccionistas o tener baja autoestima.
Ante situaciones de estrés o nerviosismo es más propenso que se den en la onicofagia
(ingestión de uñas) o tricofagia (ingestión de cabello).

Nota: La enfermedad mental se socia a un factor de riesgo para el desarrollo de esta


patología tanto en niños como en adolescentes.

TRASTORNO DE RUMIACIÓN
Valorar durante los tiempos de descanso para el almuerzo o comida (en caso de que
haya horario de comedor):

Niños (6-12 años):


Posturas extrañas durante las comidas como arquear la espalda o mantener la cabeza
hacia atrás al realizar la succión con la lengua de los alimentos.
Pérdida de peso.

Adolescentes (12-18 años):


Es difícil apreciar conductas extrañas en este grupo, tienden a ocultarlas.
Las posturas extrañas para producir la regurgitación pueden darse de forma más disi-
mulada.

262
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

TRASTORNO POR EVITACIÓN-RESTRICCIÓN DE LA INGESTA DE ALI-


MENTOS
Valorar principalmente durante los tiempos de descanso para el almuerzo o comida
(en caso de que haya horario de comedor):

Niños (6-12 años):


Niños muy selectivos que rechazan ciertos alimentos o grupos de alimentos.
Necesidad de una dieta especial evitando aquellos alimentos que rechaza.
Durante el curso académico se notan alteraciones a nivel nutricional: agotamiento o
falta de energía, pérdida de peso, palidez, somnolencia.
Si se obliga a comer un alimento no deseado se pueden dar: atragantamientos, vómi-
tos, nauseas.

Adolescentes (12-18 años):


Selección de alimentos sin justificación medica.
Necesidad de una dieta selectiva, rechazando siempre los mismos alimentos.
Si se obliga a comer un alimento no deseado se pueden dar: atragantamientos, vómi-
tos, nauseas.
Alteraciones nutricionales por falta de micronutrientes: agotamiento, pérdida de peso,
palidez, tendencia a la depresión, aletargamiento.

ANOREXIA NERVIOSA
Niños (6-12 años):
Pérdida de peso evidente.
Durante las horas de almuerzo: no lleva nada para comer, lo tira o esconde, acumula
los alimentos en la mochila.
Durante las comidas: disminuye las porciones, fracciona los alimentos en el plato a
piezas minúsculas.
Alteraciones sociales: aislamiento, retracción social, volátil, aumenta la agresividad.
Usa la mentira para evitar comer, poniendo escusas constantes.

Adolescentes (12-18 años):


Pérdida de peso inexplicada y objetivable.
Se niegan a ser pesados, en casos más avanzados pueden utilizar objetos pesados para
aumentar su IMC en la consulta.
Conductas perfeccionistas, sobresale a nivel curricular, tendencia al aislamiento, orde-
nada, autoexigente, baja autoestima.

263
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Práctica de deporte de forma compulsiva.


Cambios en la vestimenta (ropa más holgada).
Evitan comer en el comedor con los demás alumnos, no llevan nada para tomar en el
almuerzo, rechazan si alguien les ofrece. Si comen en grupo disminuyen la cantidad,
fraccionan los alimentos.
Ausencia de los comedores de forma inmediata para ir al baño.
Durante las clases que siguen a las horas del almuerzo o comida, puede ser recurrente
pedir salir al baño.
Pérdidas de grupos de amigos.
Mienten para esconder sus síntomas.

BULIMIA NERVIOSA
Niños (6-12 años):
• Come de forma muy rápida y compulsiva.
• Después de comer se ausenta para ir al aseo.
• Generalmente normopeso.
• Alteraciones en el esmalte dentario (provocadas por los vómitos recurrentes)
• Cicatrices en la parte trasera de los dedos debido al vómito autoinducido.
Adolescentes (12-18 años):
Come de forma muy rápida y compulsiva.
Rituales durante la comida.
Después de comer se ausenta para ir al aseo.
Generalmente normopeso.
Tendencia depresiva.
Alto rendimiento en los estudios.
Alteraciones en el esmalte dentario.
Cicatrices en la parte trasera de los dedos debido al vómito autoinducido.

TRASTORNO DE ATRACONES
Valorar principalmente durante los tiempos de descanso para el almuerzo o comida
(en caso de que haya horario de comedor):
Niños y adolescentes
Comer de forma compulsiva.
Tendencia a esconderse o alejarse del grupo para poder comer grandes cantidades de
alimentos.

VIGOREXIA
Niños (6-12 años):
La vigorexia no es un trastorno común en niños.
Adolescentes (12-18 años)
Principalmente se da en varones.

264
Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad

Cuidado excesivo e irracional del físico en un adolescente.


Aumento desproporcionado de la masa muscular en el transcurso del curso académi-
co.
Aumento del interés por la educación física y el deporte.
Alteraciones en el comportamiento, volviéndose más irascible y distante socialmente.

ORTOREXIA
Niños (6-12 años):
La ortorexia no es un trastorno común en niños.

Adolescentes (12-18 años)


Principalmente afecta a mujeres
En el comedor: restringe gran parte de alimentos.
Cuidado en exceso de la dieta: en actividades escolares suele llevar su propia comida,
evita comer sin saber como han sido preparados los alimentos.
Alteraciones conductuales: cambios en sus amistades, aislamiento, anhedonia, tenden-
cia a la depresión.
Durante el curso escolar se puede ver una pérdida de peso.

SOBREPESO - OBESIDAD
Niños (6-12 años)
IMC > 30 kg/m2
Conductas alimentarias poco eficaces: comer entre clases, incorporar en la dieta ali-
mentos de baja calidad: fast food, bollería industrial, chocolate, golosinas.
Durante el recreo pueden pedir comida a los compañeros.
Pérdida de interés en las clases de educación física.
Evitan cualquier tipo de actividad. En extraescolares no practican deportes o estos son
de muy baja intensidad.
Madre o padre con sobrepeso u obesidad.

Adolescentes (12-18 años)


IMC > 30 kg/m2
Conductas alimentarias poco eficaces: comer entre clases, incorporar en la dieta ali-
mentos de baja calidad: fast food, bollería industrial, chocolate, golosinas.
Durante el recreo pueden pedir comida a los compañeros o comprar alimentos hiper-
calóricos.
Pérdida de interés en las clases de educación física.
Evitan cualquier tipo de actividad. En extraescolares no practican deportes o estos son
de muy baja intensidad.
Madre o padre con sobrepeso u obesidad.

265
15.
ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA
Y BABY-LED WEANING
Yolanda Martínez Fernández

INTRODUCCIÓN: UN POCO DE HISTORIA…


La alimentación complementaria fue definida por la OMS en 2002 como
el proceso que comienza cuando la lactancia materna exclusiva no es capaz de
reunir los requerimientos nutricionales de los niños por lo que otros alimentos y
líquidos son necesarios junto con la lactancia materna.
Tradicionalmente los padres han alimentado a sus hijos con cuchara para
iniciar la AC, el BLW es un método del que se lleva hablando relativamente poco
tiempo. Es por esto que muchas personas, lo consideran una moda no obstante,
la batidora fue inventada en 1910 por Stephen Poplawski y los robots de cocina
mucho después, además, al principio de su invención su utilización se reservaba
casi por completo a hospitales siendo su popularización en hogares mucho más
tardía por lo que, difícilmente la alimentación de los bebés de antes de esa época
se basaría en purés finos.
No existen muchos datos acerca de cómo se introducía la AC antes del s.XX,
aunque muy probablemente muchas familias introducirían de forma instintiva
los alimentos en formato sólido blandito a sus bebés cuando estos empezasen a
mostrar interés por la comida de los adultos, compartiendo la misma comida que
el resto de la familia y manteniendo una lactancia materna prolongada.
A principios del s.XX los bebés no ingerían sólidos, y me referiré a sólidos
cuando hable de alimentos diferentes a la leche materna, hasta los 8 o 9 meses de
edad, en esta época los bebés se alimentaban o bien de sus madres o bien de no-
drizas profesionales. Comenzó a surgir entonces un aumento de enfermedades

267
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

entre las nodrizas que se pensó que podían transmitir a los bebés por lo que esta
profesión fue cayendo en desuso. Además en 1867
se inventó la leche de fórmula por lo que las familias
que no podían amamantar a sus bebés en vez de acu-
dir a nodrizas que eran mucho más caras, contrata-
ban a cuidadoras y empezaron a usar esta leche de
fórmula. Como la leche de fórmula de aquella época
era muy poco digerible por los bebés y carecía de
muchas vitaminas (como la vitamina C por ejemplo)
los bebés comenzaron a enfermar y los pediatras vie-
ron necesario pautar horarios y normas a la lactan-
cia, además de adelantar muchísimo la alimentación
complementaria para evitar las carencias de la leche
de fórmula. Así, se llegó a adelantar en algunos ca-
sos incluso a la semana/mes de vida el zumo de naranja por ejemplo. Estas pautas
y horarios que en un principio iban dirigidos a controlar la ingesta de leche de
fórmula, se generalizaron y se pautaron para la lactancia materna también, au-
mentando los fracasos de esta y por tanto aumentando la cantidad de bebés que
consumían leche de fórmula.
Como consecuencia de este adelanto de la alimentación los bebés no estaban
preparados para comer de forma autónoma y la textura tenía que ser liquida o casi
líquida para que pudiesen comer. Con los años, a lo largo del s. XX se fue mejo-
rando la calidad de la leche de fórmula y aumentando la edad de introducción a la
AC y en torno a 1970 hasta 2003 se introducía so-
bre los 4 meses de edad. Aún con este aumento de
la edad de los bebés a esa edad tampoco son autó-
nomos y necesitan la textura puré por lo que se con-
tinuó con la creencia de que los bebés precisan pa-
sar por esa fase de purés para alimentarse.
En 2003 la OMS recomienda que la lactancia
exclusiva con leche de fórmula o materna (preferi-
blemente materna) se mantenga hasta los 6 meses
de edad tras observar aumento de patologías sobre
todo en países subdesarrollados o en vías de desa-
rrollo donde los alimentos escasean o el agua no
es potable. Además, dentro de sus recomendaciones
incluyó que la leche es el alimento principal de los

268
Alimentación complementaria y baby-led weaning

bebés hasta el año y que es recomendable prolongar la lactancia materna hasta los
dos años como mínimo y a partir de ahí todo el tiempo que bebé y madre quieran.
Al aumentar la edad de inicio de la introducción a la AC dejamos que los bebés
tengan un desarrollo neurológico y de sistemas (renal, digestivo, inmunológico)
mucho mayor pudiendo gestionar alimentos ellos solos y en texturas diferentes
al puré.
Aunque probablemente muchas familias habrán seguido de forma instinti-
va el método de BLW, es a partir del aumento de la edad de inicio cuando los
profesionales empiezan a plantearse la alimentación de otra manera. Hasta ese
momento, al menos en España, las recomendaciones de la alimentación eran muy
estrictas:
• Horarios cerrados de cuando dar de comer a los bebés:
- Desayuno a las 9 / comida a las 13h / merienda a las 17h / cena a las
20h …
• Especificaciones muy estrictas de la cantidad:
- Papilla de verdura con: 50 g de patata, 40 g de zanahoria, 30 g de po-
llo….
• También se era estricto con lo
que había que comer en cada
momento:
- Leche y cereales a las 9h /
papilla de verduras y carne a
las 13h / papilla de fruta a las
17h…
Por último también se especificaba
con un calendario cerrado cada mes lo
que podían comer los bebés.
Como consecuencia de todas estas
normas estrictas junto con curvas de cre-
cimiento sobredimensionadas, hasta que
la OMS publicó las suyas en 2006, la co-
mida se convirtió para muchas familias
en un momento tenso y una preocupa-
ción constante que precisaba grandes
cantidades de esfuerzo y ocupaba un
tiempo extra en la dinámica familiar (ya
que los bebés/niños comían a horas dife- Tablas de crecimiento de la OMS en cuanto al
peso en niñas (rosa) y niños (azul) disponible
en (5)
269
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

rentes y comida distinta a la de sus padres). Los bebés luchaban por comer ellos
solos sin éxito ya que no se les permitía hacerlo por sí mismos, algo curioso ya
que si un bebé intenta caminar le animas
a hacerlo, si intenta hablar también, pero
si intenta comer solo parece algo insóli-
to… Y por último, los bebés acababan
rechazando la cuchara y la alimentación
convirtiéndose la hora de la comida en
una tortura para padres e hijos.
Volviendo al tema de las tablas de
crecimiento, haciendo un pequeño pa-
réntesis, hasta el momento en el que la
OMS publica las nuevas tablas de per-
centiles en 2006, las existentes estaban
sobredimensionadas. En 2006, la OMS
lleva a cabo un estudio que engloba in-
vestigadores y datos de Brasil, Ghana,
Omán, Noruega, India y Estados Unidos.
Con esos datos realiza las nuevas tablas
de percentiles. Podemos observar en la
ilustración 3 las tablas en cuanto al peso
desde el nacimiento hasta los dos años Curvas de percentil de estatura de la OMS
de vida en niñas (rosa) y en niños (azul). desde el naciemiento hasta los 5 años niñas
(rosa) y niños (azul). Imagen perteneciente a
En la ilustración 4 podemos observar las la OMS, disponible en (5)
tablas de crecimiento en cuanto a la esta-
tura desde el nacimiento en niñas (rosa) y niños (azul). Estas tablas son las que
actualmente aconseja la AEPED en España. Lo que el profesional que valora
estas tablas debe tener en cuenta es que son percentiles. Es decir, el niño o niña
que se encuentre en el percentil 3 está igual de sano que el que se encuentre en el
percentil 97. No hay que presionar a las familias para que cambien de percentil
ya que influyen muchos factores no modificables, como la genética, en ello. Por
esto, hay que valorar a los niños de una forma integral y no centrarse en exclu-
siva en el peso y la talla sino en estado de salud global. Sí habrá que valorar en
profundidad a un niño o niña que cambia de percentil, sobre todo si el cambio
es brusco o pronunciado, por ejemplo nacer en un percentil 40, mantenerse en la
curva del percentil 40 los primeros 4 meses y que en la siguiente revisión el niño
se encuentre en el percentil 10.

270
Alimentación complementaria y baby-led weaning

Gil Rapley, auxiliar clínica con 20 años de experiencia con niños, comienza a
cuestionarse, como muchos profesionales, el método por el que se estaba alimen-
tando a los bebés y comienza a hacer un estudio en el que son los bebés los que se
alimentan por sí mismos. Al principio comienza el estudio con bebés de 4 meses,
pero a mitad de este es cuando la OMS aumenta la lactancia exclusiva a los 6
meses de vida, por lo que cambia los criterios obteniendo resultados excelentes.
También observa gran satisfacción en las familias y acaba publicando varios li-
bros explicando y desarrollando el método BLW con los resultados obtenidos.
A pesar de llevar casi 20 años de desarrollo del método y de que han pasado
17 años desde el cambio de edad en la introducción a la alimentación comple-
mentaria, muchos profesionales aún recomiendan el inicio de la alimentación
complementaria a los 4 meses y todavía no se sienten seguros aconsejando y
asesorando a las familias para la utilización del método BLW. Esto lo podemos
ver en estudios como el estudio canadiense de D’Andrea et al. las madres par-
ticipantes sí recomiendan el método después de utilizarlo pero los profesionales
no se sienten cómodos a la hora de recomendarlo. Como consecuencia los padres
que deciden seguir el método, sienten que no pueden pedir asesoramiento a los
profesionales, ya que no lo apoyan, y buscan asesoramiento e información proce-
dente de otras familias, como describen Brown and Lee. No obstante es cada vez
mayor el interés de padres y profesionales por este método que parece ser mucho
más fisiológico, satisfactorio y autónomo, y que en estos momentos está en auge
y es conocido cada vez por más familias y profesionales.

ACTUALIDAD ESPAÑA EN COMPARACIÓN CON OTROS PAÍSES


La Asociación Española de Pedia-
tría (AEPED) recomienda que sean las
familias las que elijan el método de in-
troducción de la alimentación de sus hi-
jos según sus preferencias, creencias etc.
desde 2018. Aun así, el método BLW es
muy reciente en nuestro país y hay mu-
chos profesionales que no lo conocen o
no se sienten seguros a la hora de acon-
sejarlo al igual que el estudio canadien-
se. Un estudio realizado en Galicia que Folleto de Introducción AC de Irlanda. Ima-
incluye a 6355 madres revela que solo gen propiedad del servicio de salud Irlandés
el 38,6% habían oído hablar del método disponible en www.irishhealth.com

271
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

BLW y el 14% querían seguirlo. Finalmente se observó solo una prevalencia del
2,1% de madres que siguieron el BLW teniendo relación con un mayor segui-
miento que vivieran en zonas urbanas, tuvieran mayor nivel de estudios y conti-
nuasen amamantando a sus hijos.
En otros países como Irlanda o Reino Unido, recomiendan usar el método
desde el principio y no hablan de la textura puré salvo en caso de precisar intro-
ducir la alimentación complementaria antes de los 6 meses (entre los 4 y los 6 a
lactantes no amamantados). De hecho, el folleto explicativo de Irlanda en el que a
partir de los 6 meses ya no se mencionan los purés des de 2005. En él, además se
explica cómo es el bebé el que dirige el proceso y como la alimentación debe ser
algo flexible y una situación agradable para la familia. En la Ilustración, imagen
proveniente del folleto irlandés, se observa al bebé contento, sosteniendo él solo
la cuchara y el vaso que no tiene tetina ni succionador con un plato de comida en
trozos que no tiene puré. Los padres no aparecen, es el bebé el que dirige el proce-
so. Además también se cuestiona el uso de alimentos comerciales para bebés por
su alto contenido en azúcar y también se indica no poner cereales en el biberón
ni beber zumos de fruta.
Por otro lado en Nueva Zelanda, se indica que los niños comiencen la ali-
mentación a los 6 meses con purés y que se inicie la alimentación con otras textu-
ras a los 7 meses. Aquí además enfatizan la importancia de no empezar antes de
los 6 meses pero tampoco retrasar la alimentación.
En Argentina, por su parte, tiene indicaciones mixtas, dejando que las fami-
lias decidan según el estado de desarrollo neurológico del niño si ofrecer alimen-
tos en formato puré, papilla, desmenuzado o picado. Aun así el resto de recomen-
daciones son muy similares y coinciden con la del resto de países mencionados.
La Asociación Americana de Pediatría por su parte, recomienda el inicio de
la AC entre los 4-6 meses siempre que las señales de que el bebé está listo para
comenzar estén presentes. Además insiste en alimentar al bebé con comida salu-
dable evitando zumos de fruta (aunque sean naturales) y cereales en el biberón.
No obstante, indica que los cereales para bebés y la comida para bebés (potitos),
es buena y saludable. Además insiste en la introducción de diferentes texturas
antes de los 9 meses y que el bebé debe dirigir la alimentación respetando las
señales de hambre y saciedad, no obstante en múltiples imágenes y videos expli-
cativos es el adulto el que da de comer al bebé y además las texturas observadas
son purés.
Tras analizar todos estos países llego a la conclusión de que en España el
método BLW es reciente y no está extendido en toda la población. Aun así, cada

272
Alimentación complementaria y baby-led weaning

vez son más las familias y profesionales que se interesan por él debido a la alta sa-
tisfacción de las familias que lo han seguido y debido a los estudios científicos y
profesionales que cada vez más lo avalan y recomiendan. La AEPED, es prudente
en ese sentido y en sus recomendaciones de 2018, explica las pautas para que
las familias que lo elijan puedan seguirlo. Se da mucha importancia en todos los
países a respetar las señales de saciedad de los bebés en contraposición a lo que
habitualmente hemos vivido la mayoría, además se indica evitar el uso de distrac-
ciones a la hora de comer para que los bebés lo hagan como un acto consciente
(evitar el uso de móviles, televisión, distraer con juegos (que viene el avión…)).
Al haberse iniciado el estudio de este método en el Reino Unido, tiene un
mayor desarrollo y confianza en el norte de Europa. No obstante, tras los estudios
realizados, las experiencias de las familias mucho más satisfactorias con la ali-
mentación de sus hijos y los beneficios que parece tener el método a largo plazo,
cada vez va ganando terreno el BLW frente a la alimentación tradicional con
purés en todo el mundo.

ANATOMOFISIOLOGÍA DE LOS BEBÉS


Cuando nacen, los bebés están preparados para alimentarse de leche materna
y si no es posible leche de fórmula tipo 1. Durante hasta aproximadamente el
sexto mes de vida, obtienen todos los nutrientes que necesitan para su correcto
desarrollo en todos los ámbitos de la leche. Lo único que está recomendado admi-
nistrar en forma de suplemento es la vitamina D ya que se desaconseja exponer a
los bebés menores de 6 meses al sol. El ser humano nace con un sistema diges-
tivo, renal, inmune y nervioso muy inmaduros y precisa que se desarrolle unos
meses para comenzar con la alimentación sin que pueda suponer un riesgo. Las
características anatomofisiológicas de los bebés son las siguientes:

Sistema digestivo
Tiene poca capacidad de asimilación, durante el primer año de vida irá ad-
quiriendo las capacidades de hidrolizar, absorber y utilizar la totalidad de los
nutrientes de los alimentos pero al nacimiento es inmaduro. El esófago es muy
corto, tiene poca tonicidad y el cardias funciona insuficientemente. Por ello es
muy habitual la regurgitación en bebés hasta el año de vida.
Existe una deficiencia importante de enzimas digestivas, como la amilasa y
la lipasa, con lo cual la capacidad de digestión se halla disminuida. Los cambios
que sufren las principales enzimas digestivas en este periodo son los siguientes:

273
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Lactasas: Su actividad no alcanza el nivel máximo hasta el final de la


gestación. Puede ser deficiente, por tanto, en un prematuro. Algunas per-
sonas tienen deficiencia de lactasa fisiológica tardía, que aparece entre
los 4 y los 12 años de edad.
• Amilasas: En el recién nacido los niveles de amilasa pancreática son
inferiores a los del adulto (el nivel de este se alcanzará en torno al año de
vida). En cambio, en estas primeras etapas intervienen de forma impor-
tante en la digestión de hidratos de carbono sobre todo la amilasa lingual,
aunque también la mamaria.
• Lipasas: En el recién nacido existen unos niveles bajos de lipasas e in-
madurez de la circulación enterohepática de los ácidos biliares (el híga-
do está inmaduro para sintetizar glucosa, ácidos biliares, ácidos grasos
poliinsaturados de cadena larga o metabolizar proteínas). Como conse-
cuencia, la digestión de las grasas a esta edad está dificultada. Los ácidos
grasos de cadena larga saturados se absorben mal por el lactante. Los
niños menores de un año absorben el 80% de la grasa ingerida.
Por otro lado, los mecanismos de defensa no son suficientes como para pro-
tegerse de macromoléculas extrañas, como algunas proteínas que podrían absor-
berse a través del sistema gastrointestinal y actuar como alérgenos.
Sistema renal
Al nacer, el riñón toma el relevo a la placenta como principal órgano ho-
meostático, mantiene el equilibrio hidroelectrolítico y elimina los productos per-
judiciales de desecho. No obstante, se dan varias circunstancias que tienen como
consecuencia que el riñón del recién nacido continúa siendo inmaduro o fisioló-
gicamente insuficiente, son las siguientes:
• La tasa de filtración glomerular es baja después del nacimiento, aumenta
rápidamente hasta el doble a las 2 semanas de vida y alcanza los valores
del adulto al año de edad.
• Los recién nacidos a término pueden retener sodio; sin embargo, tienen
una capacidad limitada para excretar una carga de sodio. Por lo tanto este
no puede ser consumido en exceso.
• El recién nacido tiene una capacidad limitada para concentrar la orina.
Tanto los prematuros como los recién nacidos a término pueden diluir la
orina.
• En el recién nacido hay un aumento de la retención de fosfato asociado
al crecimiento.

274
Alimentación complementaria y baby-led weaning

El sistema nervioso
El número final de neuronas se alcanza en la vida fetal, pero las células glia-
les continúan multiplicándose hasta el final del segundo año.
Después del nacimiento, el proceso de mielo génesis no está aún acabado.
En el proceso de la alimentación del lactante hay varios hitos del desarrollo
importantes, unos los tiene que haber adquirido el bebé antes de iniciar la ali-
mentación complementaria (AC) y otros los irá adquiriendo después y según el
método de alimentación que se elija puede verse favorecida su adquisición:
• Antes de iniciar la alimentación:
- El bebé debe mantenerse sentado, esto es que lo sentemos y no se
caiga y puede ayudarse de apoyos (trona), es diferente a adquirir la
posición de sentado por él mismo. Esto es de vital importancia ya
que en caso de atragantamiento el bebé puede gestionar el alimento
en posición sentado pero si está acostado no, favoreciendo la asfixia.
- Debe tener interés por los alimentos ya que de lo contrario no los co-
gerá ni querrá experimentar con ellos.
- Debe tener una buena coordinación visomotora, es decir, ver el ali-
mento, cogerlo con la mano y llevárselo a la boca. Al principio puede
ser un poco tosca pero se irá perfeccionando.
- Debe haber perdido el reflejo de extrusión: este reflejo es la expulsión
de los alimentos no líquidos con la lengua, y es un sistema de seguri-
dad que hace que en la boca del bebé no entre nada que no sea succio-
nable. Desaparece entre los 4-6 meses.
• Después de iniciada la alimentación:
- Masticación: Al principio lo
más probable es que el bebé no
mastique. Chupará la comida,
jugará con ella, experimentará
y lo más importante: Apren-
derá, pero es raro que las dos
primeras semanas mastique Se observa el reflejo de extrusión. Imagen
propiedad de www.guiainfantil.com
correctamente los alimentos.
Poco a poco lo irá desarrollan-
do más.
- Pinza: Al principio los bebés de 6 meses cogen los alimentos con toda
la mano y no saben abrirla para comer lo que hay dentro, por tanto
habrá que preparar los alimentos de forma adecuada. Será más adelan-

275
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

te, en torno a los 9 meses cuando adquieran la capacidad de hacer la


pinza y poder así coger trocitos más pequeños. Al principio, por tanto,
debemos ofrecer trozos grandes y alargados, en forma de palitos que
sobresalgan por los lados de su mano cerrada ya que al principio tam-
poco saben abrir la mano para comerse lo que hay dentro.

Sistema inmunológico
El sistema inmunitario comienza su desarrollo a partir de las células madre
cuando el embrión tiene alrededor de cinco semanas; a pesar de ello, durante los
primeros meses de vida el sistema inmunitario del bebé está todavía en proceso
de maduración. El recién nacido está, por tanto, menos preparado para combatir
las posibles infecciones. Solo a lo largo de los primeros años de vida alcanza su
completa madurez, de un modo análogo a lo que pasa con el resto de los siste-
mas y órganos. No obstante, durante el embarazo, la madre pasa algunas de las
defensas que ella tiene al feto y estas son capaces de permanecer un tiempo en el
organismo del recién nacido. Además, gracias a la lactancia materna, el bebé se
ve beneficiado de una cantidad muy importante de IgAs que le protegerán mien-
tras su sistema inmune se va desarrollando.
Tener muchas o pocas infecciones depende más del ambiente y de los gérme-
nes patógenos con los que tenemos contacto que del estado de las defensas. Por
ello, estar en contacto con familiares enfermos, o ir a lugares muy masificados
puede influir en adquirir estas infecciones. Además en relación a la alimenta-
ción, hay estudios que relacionan un inicio temprano de esta con el aumento de
infecciones en el bebé. Esto puede estar relacionado tanto con aspiraciones de
alimento como con disminución del aporte de lactancia materna y por lo tanto
disminución del aporte de inmunoglobulinas.

RIESGOS DE INTRODUCCIÓN DE LA ALIMENTACIÓN COMPLE-


MENTARIA DEMASIADO PRONTO
Después de ver todo esto; ¿Cuáles son los riesgos de adelantarse? Se puede
deducir, después de lo explicado, que puede suponer algunos riesgos el adelantar-
nos a que la anatomofisiología del bebé esté preparada para la introducción a la
alimentación. Existen riesgos a corto y largo plazo si se introduce la AC antes de
los 4 meses de edad. Además entre los 4 y los 6 meses, no se han observado be-
neficios y sí un aumento de las infecciones tanto en niños alimentados con leche
materna como en niños alimentados con fórmula tipo 1. Por lo que se recomienda
esperar a los 6 meses para su introducción. Los riesgos que se pueden observar
son los siguientes:

276
Alimentación complementaria y baby-led weaning

A corto plazo:
• Posibilidad de atragantamiento: Si se introduce la alimentación antes
de que el niño pueda sentarse con ayuda y pueda gestionar él mismo
su alimentación, tendremos que darle la comida nosotros semiacostado
o acostado. Por lo tanto, al estar acostado es más fácil que el alimento
vaya a la tráquea en vez de al esófago y al no ser él, el que gestiona el
alimento puede verse sorprendido y atragantarse, además, al ser nosotros
los que introducimos la cuchara, podemos hacerlo demasiado profundo,
anulando sus mecanismos de expulsión del alimento y por tanto producir
un atragantamiento. No se han observado diferencias de atragantamien-
tos entre niños alimentados con purés y niños que han seguido el método
BLW.
• Aumento de gastroenteritis agudas e infecciones del tracto respiratorio
superior: Al no estar desarrollado el aparato digestivo, pueden aparecer
gastroenteritis agudas, por intolerancia a los alimentos por inmadurez
funcional. Además, se pueden producir infecciones respiratorias debido
a que parte de los alimentos pasen a vías respiratorias altas. Por último la
disminución de la alimentación con leche materna también puede favo-
recer que aparezcan estas infecciones debido a la disminución del aporte
de inmunoglobulinas.
• Interferencia con la biodisponibilidad de hierro y zinc de la leche mater-
na: La leche materna es pobre en hierro (lactoferrina) pero este es muy
biodisponible. ¿Qué quiere decir esto? Se absorbe casi en su totalidad. Si
introducimos ciertos alimentos podemos alterar esta absorción, junto con
que el intestino de los bebés no está preparado para absorber los nutrien-
tes de alimentos completos, podemos derivar a una situación en la que
se interfiera en la absorción y se produzcan carencias que no se hubieran
producido de continuar en exclusiva con leche, en especial si hablamos
de leche materna.
• Sustitución de tomas de leche por alimentos menos nutritivos: El ali-
mento principal de los menores de un año es la leche. Al introducir la
AC antes de los 6 meses los bebés necesitan que la textura sea la de puré
ya que no tienen desarrolladas las habilidades necesarias para gestionar
otras texturas. Los purés pueden llenar su pequeño estómago de comida
que tiene pocos nutrientes (agua…) y desplazar tomas de leche mucho
más nutritivas y calóricas.

277
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Además de los riesgos a corto plazo, la introducción de la alimentación de


forma prematura se ha visto que puede conllevar numerosos riesgos a largo pla-
zo:
• Mayor riesgo de obesidad: Especialmente en niños amamantados y si se
inicia antes de las 17 semanas de vida. En niños alimentados con fórmu-
la y a partir de esas semanas de vida no se observa diferencia. Aun así,
mantener la lactancia materna una vez iniciada la alimentación comple-
mentaria está relacionado con una disminución del riesgo de obesidad en
comparación a si se abandona esta.
• Mayor riesgo de eccema atópico: En varios estudios relacionan el au-
mento de aparición de eccema atópico con el inicio temprano de la
alimentación complementaria. Además, en bebés con antecedentes fa-
miliares de alergias, un inicio prematuro también está asociado con un
aumento de alergias alimentarias. No obstante tampoco debe retrasarse
el inicio ya que también se observa un aumento del riesgo de alergias en
inicios tardíos.
• Mayor riesgo de diabetes mellitus tipo 1: Se ha visto un incremento del
riesgo de padecer diabetes tipo 1 en bebés genéticamente predispuestos
si el inicio de la alimentación es antes de los tres meses de vida. Este
hecho se ha relacionado con la introducción de cereales, especialmente
los cereales con gluten que pueden tener relación con el desarrollo de la
diabetes. Se recomienda esperar para su introducción al menos hasta las
26 semanas de vida y mantener la lactancia materna mientras se introdu-
cen disminuye el riesgo.
• Mayor riesgo de tasa de destete precoz (con los riesgos añadidos que
esto conlleva). Al introducir otros alimentos en la dieta, el bebé dismi-
nuye los aportes de leche materna. Esto, conlleva a una disminución en
la producción de leche materna que si se continúa progresando puede
acabar en un destete total antes de tiempo. Al no alimentarse el bebé de
leche materna, como se ha comentado anteriormente aumentan riesgos
de alergias, diabetes tipo 1, obesidad, infecciones del tracto digestivo y
respiratorio etc.

COMPOSICIÓN DE LA LECHE MATERNA: ALIMENTO PRINCIPAL


HASTA EL AÑO
A pesar de que esta tesina habla de la alimentación complementaria, me ha
parecido que es muy importante hacer un inciso aquí para hablar de la leche ma-
terna. Como ya he comentado anteriormente la OMS junto con UNICEF indican

278
Alimentación complementaria y baby-led weaning

que la lactancia materna debería ser exclusiva los primeros 6 meses de vida, sien-
do la leche humana el principal alimento de vida hasta el año y durar la lactancia,
como mínimo, hasta los dos años de vida.
La leche materna está compuesta por lípidos, proteínas, hidratos de carbono,
vitaminas y factores inmunológicos. No obstante, no es un fluido estático como
lo es la leche de fórmula. La leche materna cambia a lo largo de la lactancia, a lo
largo del día e incluso a lo largo de cada toma. Es capaz de adaptarse a las nece-
sidades que tenga el bebé. Se ha visto como la leche de madres de bebés prema-
turos contiene más proteínas y grasas que las de bebés a término y cómo en caso
de que el bebé enferme aumentan en la leche los factores inmunológicos. Ade-
más, también cambia de sabor según los alimentos que ingiera la madre propor-
cionando al bebé diferentes sabores (a diferencia de la leche de fórmula que siem-
pre sabe igual) cosa que será muy positiva en la introducción de la AC ya que se
ha visto que los bebés amamantados tienen una predisposición mayor a probar
alimentos nuevos.

Bebé con lactancia materna. Imagen propiedad de www.semanasndegestación.com

En cuanto a hidratos de carbono, el principal es la lactosa (glucosa + galacto-


sa) que corresponde al 90% de los hidratos de carbono presentes. Los oligosacá-
ridos están más presentes en la leche humana que en la de vaca y tienen un efecto
bacteriostático al inhibir la adhesión bacteriana y vírica a la membrana epitelial.
Por otra parte en cuanto a las proteínas, la leche humana tiene un contenido
proteico mucho menor que la de otros animales (por ejemplo que la de vaca).
Además, las proteínas que contiene son homólogas por lo que no se producen
reacciones alérgicas como sucede con las proteínas de otros animales. En las pro-
teínas de la leche materna podemos encontrar seroalbúmina, caseína y nitrógeno
no proteico (este último depende de la dieta de la madre y del tiempo de lactancia
y contiene grandes cantidades de urea, en torno al 40% y de nucleótidos, entre

279
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

el 10-20%, estos influyen en la inmunidad humoral y celular y en el crecimien-


to del sistema gastrointestinal). También podemos encontrar carnitina, taurina y
aminoácidos libres.
La grasa constituye el 45-55% de la energía que recibe el lactante. Es uno de
los componentes que más se modifica en la leche humana ya que cambia según el
momento de la toma en la que nos encontremos siendo más abundante al final de
esta y alcanzando su pico máximo a los 30 minutos de la última toma. Algunos
estudios demuestran que puede variar según la alimentación de la madre y algu-
nas patologías como la obesidad, la preclamsia etc.
En cuanto a los anticuerpos se refiere, en la leche materna encontramos IgM
e IgG en menor cantidad, y en su mayoría, IgAs (inmunoglobulina A secretora).
Este anticuerpo proporciona cierta inmunidad al lactante por lo que se crea un
vínculo inmunológico entre madre e hijo. Por otro lado, también encontramos la
lactoferrina, que además de ser hierro muy biodisponible (de muy fácil absorción
y asimilación para el recién nacido) actualmente se está estudiando la capacidad
de este compuesto para proporcionar inmunidad. Aunque la lactoferrina esté pre-
sente en la leche materna y sea de gran biodisponibilidad, el hierro será uno de los
nutrientes más interesantes a la hora del inicio de la AC ya que la concentración
del mismo no es suficiente en torno a los 6 meses de vida. Se deberán priorizar
alimentos ricos en hierro y alimentos que favorezcan su absorción como la vita-
mina C.
Cabe destacar que a pesar de las habladurías populares de hace años en las
que se afirmaba que la leche de madre pasados unos meses es como agua, afirma-
ciones por otro lado que también se oían por parte de profesionales que recomen-
daban el abandono de la lactancia materna y el inicio con fórmula o el cambio a
purés, hay estudios que analizan la leche humana pasado el año de vida del bebé
en los que se observan que la leche materna conserva los mismos nutrientes que
los primeros 6 meses y que incluso contiene más grasas.
Para finalizar, son innumerables los beneficios que obtienen tanto las madres
lactantes como sus bebés, entre ellos:
• Bebés: Disminución del número de infecciones respiratorias y gastroin-
testinales, disminución de la probabilidad de obesidad, asma, dermatitis
atópica y alergias, mayor vínculo y desarrollo neurológico (por mayor
estímulo y trabajo de la lateralidad al mamar de ambos pechos), menor
probabilidad de muerte súbita, y plagiocefalia.
• Madres: Disminución de probabilidad de padecer cáncer de mama y
ovario, disminución de la probabilidad de padecer osteoporosis, diabetes
tipo 2…

280
Alimentación complementaria y baby-led weaning

Aun así, las tasas de lactancia materna en nuestro entorno aún no alcanzan
porcentajes deseados debido a múltiples factores como la incorporación prematu-
ra de la mujer al trabajo, la falta de posibilidad de conciliación, la falta de apoyo
profesional y no profesional… La tasa de LM en España incluyendo la lactancia
materna exclusiva y mixta a las 6 semanas de vida se ha mantenido estable con
cifras en torno al 71% mientras que en los últimos 15 años se observa un incre-
mento de las cifras de lactancia tanto a los 3 como a los 6 meses de vida con ci-
fras de 66.5% y 46,9% respectivamente en el año 2012. La duración media de la
lactancia materna en nuestro país en la última encuesta nacional de salud se sitúa
en torno a los 6 meses a pesar de que el porcentaje de lactancia materna exclusiva
a esta edad sigue siendo muy bajo (en torno al 28,5%) en la línea de las cifras
europeas pero muy por debajo de lo que recomienda la OMS-UNICEF.
En cuanto a la lactancia materna una vez iniciada la alimentación comple-
mentaria, lo que hay que tener claro es que sigue siendo el alimento principal del
bebé. Es por ello que hay que insistir a las familias de su importancia y de que
debe continuar siendo a demanda, no sustituir tomas de leche por alimentación e
incluso ofrecer antes el pecho que la comida para que no llegue el bebé con ham-
bre a comer los sólidos y así pueda disfrutar y centrar su atención en aprender.

MÉTODO BABY-LED WEANING (BLW) O ALIMENTACIÓN AUTO-


GUIADA POR EL BEBÉ
Bueno llegados a este punto, después de explicar todo lo anterior toca ex-
plicar qué es el método Baby-led Weaning (BLW) o en español, Alimentación
auto-guiada por el bebé, Aprende a comer solo. Aunque esta forma de introduc-
ción a la alimentación complementaria es muy probable que haya existido desde
siempre, ya que la invención de la batidora y los robot de cocina es algo reciente,
no hay muchos datos de cómo se llevaba a cabo antes del s. XX. En los últimos
años el método es investigado y desarrollado en por Gill Rapley y descrito en
su libro El niño ya come solo junto a Tracey Murkett. Gill Rapley trabajó como
auxiliar sanitaria más de 20 años y tras observar las dificultades que muchas
familias tenían para alimentar a sus hijos y la resistencia que estos oponían a
ser alimentados comenzó a sugerir el retrasar la alimentación o dejar que estos
comieran solos si tenían más de 6 meses y con esto obtuvo resultados espectacu-
lares. Mientras desarrollaba su tesis la OMS aumentó de 4 a 6 meses el tiempo
recomendado de lactancia materna exclusiva retrasando por tanto la introducción
de la AC con lo que los niños tenían un mayor desarrollo y control lo que reforzó
aún más su teoría.

281
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

El método BLW es un método para la introducción de sólidos (como sólido


me voy a referir a cualquier alimento que no sea leche materna o de fórmula se
encuentre en la textura que sea, desde purés hasta trozos de comida) en bebés de
más de 6 meses de edad que consiste en que es el bebé el que gestiona todo el
proceso.
¿Esto qué quiere decir? Pues que los padres o educadores solo deciden el
alimento que van a poner al alcance del niño pero es el niño el que decide:
• Qué alimento de los ofrecidos se va a comer.
• Cuánta cantidad va a comer.
• Cuánto tiempo va a tardar.
• Si quiere o no probar el alimento.
Qué alimento se va a comer
Sí, este método deja elegir al niño el alimento que va a comerse. Hay algunos
estudios que sugieren que de esta manera los bebés solo van a comerse dulces,
patatas fritas… en fin alimentos insanos. Además también se ha visto que si co-
men exactamente lo mismo que el resto de la familia (lo cual sería uno de los ob-
jetivos del método a partir del año de vida) puede ser que consuman una cantidad
de azúcar y sal muy superior a la recomendada en los primeros años de vida. No
obstante, para iniciar este método, se requiere que la familia haga una revisión de
su alimentación y es imprescindible que esta sea comida sana.
Los bebés no deciden que comida se pone en el plato ni van a la tienda a
comprar, por lo que son los padres los encargados de asegurarse de que toda la
comida que le ofrecen a su hijo sea comida sana. Además, es frecuente que los
bebés deseen comer de los platos de sus madres. Esto se debe al instinto de super-
vivencia del ser humano, si su madre lo está comiendo no puede ser perjudicial,
frente a lo que tengo delante en mi plato que no sé lo que es. Por lo tanto, es fun-
damental que la familia coma alimentos saludables y que se huya de alimentos
procesados con mucho sabor (muy ricos en sal y azúcar).
Los bebés tienen el paladar virgen, por lo que lo que a nosotros nos parece
soso o insípido para ellos tiene muchísimo sabor. El gusto por diferentes sabores
se desarrolla en edades tempranas, por lo tanto si ofrecemos diferentes sabores
antes del año los bebés se acostumbran a probar diferentes alimentos y toleran
más los sabores nuevos. Además si educamos su paladar ofreciendo los alimentos
tal y como son sin disfrazarlos ni añadirles nada, los bebés los encontrarán muy
sabrosos y se reducirá en su vida futura el uso de sal y azúcar. En cambio, si le
ofrecemos alimentos procesados con sal, con mucho azúcar, muy palatables, les
estamos acostumbrando a sabores intensos y educando su paladar para pedir un
mayor uso en el futuro de alimentos insanos.

282
Alimentación complementaria y baby-led weaning

Hago aquí un inciso para hablar de los alimentos infantiles, especialmente


los diseñados para bebés como mi primer yogur, galleta… Muchos alimentos
infantiles están llenos de azúcar escondida que hacen esos alimentos muy dulces
por lo que a los niños les gustan más. Se debe huir de estos alimentos especial-
mente preparados para bebés ya que suelen ser insanos, desde cereales para bebés
que suelen estar hidrolizados, en teoría para una mejor digestión, pero a los 6
meses el intestino del bebé está perfectamente preparado para digerir cualquier
cereal y lo único que añade eso son azúcares libres pudiendo poner en los paque-
tes de cereales sin azúcares añadidos, hasta zumos 100% fruta natural a base de
concentrados (azúcar concentrada de fruta), o incluso zumos naturales hechos en
casa, ya que suponen el azúcar de varias piezas de fruta, de mucha más rápida asi-
milación pero sin los beneficios de la pieza entera de fruta, sin su fibra y otros nu-
trientes. Incluso en el folleto de alimentación complementaria de Irlanda hace un
inciso con este tipo de alimentos y cuestiona su uso a lo estrictamente necesario.
Por tanto, si la familia come comida sana, el niño puede comer lo mismo
que el resto de la familia. Y, dentro de lo que haya, puede elegir que alimento
comer y cuál no. Por ejemplo, un día hemos hecho un asado de pollo con patatas
zanahorias y pimientos. El niño decide que ese día quiere comer patatas zanaho-
rias y pimientos pero no quiere comer pollo. Hay algunos estudios que sugieren
que niños que rechazaban repetidamente un alimento se demostró más tarde que
eran alérgicos a ese alimento. También se ha visto que hay niños que siguen este
método que durante varios días solo comen una cosa de forma compulsiva (hue-
vos, plátano…) y luego cambian y comen de todo otra vez, viendo que durante
el periodo de su compulsión tenían una carencia de un nutriente que contenía el
alimento que estaban consumiendo. Además, a principios del siglo XX, se reali-
zaron estudios (hoy en día de ética cuestionable) que vieron que si dejaban elegir
a los niños lo que comían tras un periodo tenían mejor estado nutricional que
niños alimentados por su madres.
Lo que sí que hay que tener en cuenta es que durante el primer año de vida
debemos evitar ofrecer a los bebés alimentos con sal, no se debe dar nada de azú-
car y hay alimentos y texturas prohibidas que luego veremos.
Por lo tanto, si la familia no quiere comer sin sal durante el periodo de 6-12
meses de su hijo, puede hacer la comida sin sal, apartar la parte que se le va a
ofrecer al bebé y añadir sal al gusto de cada miembro.
Cuánta cantidad va a comer
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que NUNCA hay que obligar
a comer a un niño. Hasta los 6 meses en el caso de lactancia materna, han deci-

283
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

dido cuando y cuanto querían comer. No debemos pensar que cuando cambian la
lactancia por la alimentación complementaria con comida pierden la capacidad
de autorregularse.
Lo segundo que tenemos que tener en cuenta es que el alimento principal
hasta el año es la leche, ya sea de fórmula o materna. También debemos tener en
cuenta que los primeros meses lo que importa es aprender y no en sí la cantidad
de comida que comen ya que al principio lo normal es que coman muy poca can-
tidad y después vayan aumentando progresivamente.
Por tanto, antes de comer es recomendable ofrecer una toma de pecho al
bebé, esto es porque al principio los bebés no saben que comer quita el hambre.
Ellos saben que la teta o el biberón sí lo quitan pero no conocen la comida ni sa-
ben sus efectos. Por ello, si sentamos a un bebé con hambre en la trona a comer,
lo más probable es que se ponga a llorar y no quiera continuar con la comida, no
experimente y no disfrute. Entonces se debe ofrecer pecho antes o si no antes,
asegurarnos de que el niño no tiene hambre en el momento en el que lo sentamos
a comer.
Se pensará entonces que los niños si no tienen hambre no van a comer. Exac-
to, pero es que el objetivo al principio de la AC con el método BLW no es que los
bebés coman, el objetivo es que los bebés aprendan.
La leche materna tiene todos los nutrientes necesarios para cubrir las nece-
sidades de los bebés hasta alrededor de los 6 meses pero no quiere decir que de
un día para otro se vuelva completamente insuficiente. En torno a los 6 meses las
necesidades, en especial de hierro aumentan, esto junto con que los depósitos de
hierro almacenados por el feto hasta el nacimiento ya han disminuido conside-
rablemente hace que aportes de hierro extras sean necesarios. No obstante estos
aportes pueden ser cubiertos con que el bebé chupe un trozo de carne ya que el
hierro está en los jugos de la carne. Además este proceso es muy gradual y salvo
que el pediatra lo indique por el estado de salud del niño, en niños sanos, es un
proceso lento de aprendizaje que no hay que forzar.
Además de todo esto, si forzamos a un niño que no tiene hambre a comer, o
lo premiamos o le reñimos por dejarse algo en el plato podemos anular su sensa-
ción de hambre-saciedad, provocar el síndrome del plato vacío, en el que muchos
adultos no podemos dejar un poco de comida en el plato aunque no tengamos
hambre fomentando así la obesidad y el sobrepeso y anular la voluntad del niño
anulándolo como ser humano. Esto es, si un adulto no tiene más hambre, no se le
fuerza a comer, sin embargo todos hemos visto en alguna ocasión a familias ha-
ciendo el avión, distrayendo a sus bebés con la tele, con el móvil, con canciones,

284
Alimentación complementaria y baby-led weaning

juguetes y otras distracciones para que su hijo coma cuando este no quería comer,
estando estas acciones completamente contraindicadas. Hemos visto a los niños
resistirse girando la cabeza, cerrando la boca, llorando, atragantándose, vomitan-
do… y, a pesar de ser lo que más se quiere en esta vida se ha seguido forzando a
los niños a comer por su bien. Ahora se ha visto el aumento de la obesidad infan-
til, compulsividad comiendo y otros problemas relacionados con la alimentación.
No hay que olvidar que comer, es un acto fisiológico que todos los humanos
aprenden y aprenderían sin necesidad de que nadie se lo enseñase, como sujetar
la cabeza, sentarse o caminar. Nunca vamos a forzar a un bebé a sujetar la cabeza,
la sujeta cuando está preparado, tampoco lo vamos a poner a andar si no sabe, sin
embargo, sí nos empeñamos en que coman lo que nosotros consideramos que es
la cantidad que tienen que comer, a la hora que nosotros queremos y en el tiempo
que nosotros tenemos. Esto anula completamente su voluntad, su velocidad de
desarrollo y crecimiento además de producir momentos de mucha tensión y estrés
en las familias, ya que no es agradable luchar con tu hijo para que coma tres o
cuatro veces al día.
Cuánto tiempo va a tardar
Se debe iniciar con la AC en momentos en el que el adulto que va a estar con
el bebé mientras come tiene tiempo suficiente. Es mejor, si no se tiene tiempo, por
ejemplo en el desayuno sobre todo si los dos padres trabajan o hay más hermani-
tos que van al cole no se dispone de mucho tiempo para desayunar, dejarlo para
otro momento, por ejemplo, la comida. Al principio los bebés juegan, investigan,
cogen la comida y la tiran… comen muy poquito y juegan mucho, pero no solo
están jugando, están aprendiendo por lo que dejar que se tomen su tiempo es
esencial para que este proceso vaya bien.
Conforme los bebés van viendo que la comida les quita el hambre, que hay
alimentos que les gustan y otros que no, el tiempo de la comida se irá acortando.
No obstante, llegados los 9 meses aproximadamente, los bebés aprenden a hacer
la pinza, es decir, comienzan a saber utilizar los dedos índice y pulgar para coger
la comida con ellos. Este hecho, hace que la preparación de los alimentos pueda
cambiar y ser más parecida a los alimentos que consume el resto de la familia
pero también puede ralentizar las comidas en algunos casos, por ejemplo, si el
bebé decide comer los granos de arroz uno a uno. La experiencia indica que
es bueno dejar que experimenten y practiquen la pinza dejando que coman de
ese modo, por lo que si no se tiene tiempo es mejor no ofrecer en ese momento
comidas que sean sugestivas de que el bebé se las coma así antes que perder la
paciencia y dar de comer nosotros al bebé o retirarle la comida a medio ya que
esto puede frustrarles mucho.

285
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

De todas formas hay que tener en cuenta, que cuantas más veces se le ofrezca
comida al día (teniendo en cuenta que va a comer muy poquito y que hay que
ofrecer lactancia como si no estuviera comiendo nada) más posibilidades tiene
el bebé de aprender a comer y perfeccionar la práctica y más rápido acabará co-
miendo en menos tiempo.
Si quiere o no probar el alimento
Se ha visto que los bebés entre 6-12 meses suelen ser muy aventureros a la
hora de probar nuevos alimentos, en especial los bebés que han sido alimentados
con leche materna ya que esta cambia de sabor según los alimentos que haya
consumido la madre. Los bebés alimentados con leche de fórmula suelen ser
menos atrevidos al principio de la alimentación pero aun así, al poco que haber
comenzado suelen aceptar muy bien el probar nuevos sabores. Si prueban más
tarde los alimentos (más tarde de los 12 meses) suelen rechazar mucho más los
sabores que no hayan probado antes.
No obstante, los que deciden son ellos, debemos ofrecerlos en varias ocasio-
nes y diferentes texturas (si rechaza una textura del alimento) pero el que tiene la
última palabra es el bebé. No debemos forzarle a comer nada. En algunos estu-
dios se ha visto que alimentos que rechazaban algunos bebés de forma reiterada,
eran alimentos a los que eran alérgicos. Además, si un adulto un día decide que
no quiere comer plátano, ningún adulto le forzaría a comerlo, se consideraría in-
moral. Sin embargo, si un bebé decide que ese día no quiere comer plátano, se le
suele forzar a comerlo. Debemos respetar su hambre, sus gustos, apetencias etc.
Teniendo en cuenta que debemos ofrecer siempre comida sana nos debe dar igual
si come plátano, manzana, brócoli o cereales.
Además este método presenta ciertos beneficios:
• La familia comparta los mismos periodos de comida no comiendo los be-
bés a horas diferentes de sus padres y reduciendo así el tiempo y esfuerzo
dedicado a la alimentación y disminuyendo la ansiedad respecto a esta.
La comida se convierte así en una rutina familiar distendida, en la que no
hay que pelearse con el bebé para que coma sino tratarlo como uno más y
que él mismo decida si quiere comer o no en ese momento. Esto no quie-
re decir que no se le pueda dar comida a los bebés en horarios diferentes
al de la comida de los adultos. Los bebés están acostumbrados a mamar
cuando tienen hambre a horarios muy diferentes o a comer un biberón
cada tres horas. Una vez pasan a iniciar la AC no debemos interrumpir
la alimentación con leche, pero paulatinamente se irán reduciendo las
tomas de forma natural. Esto no quiere decir que no necesite comer algo

286
Alimentación complementaria y baby-led weaning

entre horas. Si se observa que un bebé tiene hambre se le debe ofrecer


alimentos, ya sea AC o leche.
• Los bebés son conscientes de lo que comen, participan en su propia ali-
mentación y el momento de la comida se vea como algo relajado y dis-
tendido.
• Los bebés experimenten con diferentes texturas comiendo, al año de
vida, todo tipo de alimentos y sabores aumentando la confianza de los
padres en relación a sus hijos en cuanto a su capacidad para gestionar
la duración, cantidad y tipo de comida que consumen. La familia debe
seguir una dieta sana y equilibrada para poder realizar este ítem.
• Respetar la sensación de hambre/saciedad de los bebés decidiendo ellos
cuando quieren comer y cuando quieren parar. No obstante, este ítem no
es siempre valorado de forma positiva por parte de los padres ya que es
habitual que estos quieran alimentar en mayor medida a sus hijos. En la
alimentación tradicional con purés, al ser el puré una textura que no hay
que masticar sino solo tragarla, el acto de comer es algo muy rápido (si
el niño quiere y tiene hambre). Con esta forma de alimentación cuando
llega la sensación de saciedad al bebé, es más que probable que haya in-
gerido varias cucharadas más de las que necesitaba. Si la persona que lo
alimenta respeta su decisión de no querer seguir comiendo, solo de habrá
pasado unas cuantas cucharadas pero, en muchas ocasiones, lo ingerido
parece demasiado poco a las personas que les alimentan y suelen forzar
a continuar hasta ver el plato vacío.
• Fomenta el desarrollo cognitivo, motor y la independencia de los bebés,
aprenden por imitación de sus padres, además se respeta su integridad
como persona. Al comer junto a sus padres, ellos mismos ven como lo
tienen que hacer. Si además su comida se parece a la de sus padres, les
incitará a comérsela más que si es algo diferente. Así la comida se con-
vierte además en una oportunidad para que los bebés aprendan. Los be-
bés alimentados con el método BLW aprenden a realizar diferentes cosas
que los bebés alimentados de forma tradicional no tienen la oportunidad
de practicar:
- Practican con la alimentación la coordinación visomotora: Los bebés
ven los alimentos, los cogen y se los llevan a la boca, practicando el
acto de ver algo y cogerlo.
- La manipulación gruesa y después la fina: Al principio los bebés co-
gen los alimentos con toda la mano por eso hay que adaptar la forma

287
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

en la que ofrecemos los alimentos para que ellos los puedan coger con
toda la palma y comer lo que sobresale por ambos lados. Poco a poco
van desarrollando la habilidad de abrir la mano y comer lo que hay
dentro y más adelante aprenderán a hacer “la pinza” con lo que podrán
coger trozos de alimento más pequeños y llevárselos a la boca. Todo
esto los bebés alimentados con cuchara lo aprenderán también, pero
al practicar diariamente y tener la necesidad de realizarlo para ali-
mentarse, los bebés que se alimentan solos lo aprenden de una forma
instintiva mucho más rápida y naturalmente. Además si les damos la
oportunidad, poco a poco pueden ir practicando con el uso de cubier-
tos, adaptándose mucho más rápidamente al uso de estos.
- Movilizan musculatura de la boca y la lengua que más adelante les
ayudará en el desarrollo del lenguaje: Cuando un bebé es alimentado
de forma tradicional solo recibe el alimento líquido en la boca y se
lo traga. Cuando se alimenta él solo con trozos de comida tiene que
morder la comida que va a ingerir, una vez en la boca puede ver si el
trozo es demasiado grande (con lo cual suelen expulsarlo) o si está
bien y automáticamente de forma instintiva comienzan a masticar y
mover el alimento por la boca de un lado a otro hasta que deciden
tragárselo. Todo esto favorece el inicio de la digestión por las enzimas
de la saliva además de que facilita el movimiento de musculatura oral
que de otra forma no se ejercita. Esta musculatura interviene luego en
el habla y se beneficia enormemente del BLW. Además, los bebés a
los 6 meses tienen el reflejo de la arcada muy próximo a la punta de
la lengua por lo que detectan alimentos grandes y los expulsan, más
tarde ese reflejo se va hacia atrás más en la zona de la úvula y si los
bebés no han practicado con los alimentos masticándolos y movién-
dolos por la boca, puede darse un mayor riesgo de asfixia que si lo han
hecho ya. Si se retrasa mucho el inicio de la alimentación con texturas
diferentes al puré los bebés dejan de masticar y se tragan los alimentos
enteros. Todo esto ha llevado tanto a la AEPED como a la European
Society for Paediatric Gaestroenterology, Hepatology and Nutrition
(ESPGHAN) como a todos los organismos de salud de los diferentes
países a aconsejar el inicio de la alimentación con texturas como muy
tarde a los 10 meses de vida.
- Aprenden a diferenciar los distintos sabores de los alimentos (dulce,
salado, amargo, ácido) y a relacionarlos con estos. Cuando hacemos

288
Alimentación complementaria y baby-led weaning

una papilla es imposible diferenciar estos sabores, puede ser que una
salga un poco más dulce o un poco más ácida, pero los bebés no saben
que el ácido puede provenir de la naranja y que el dulce puede prove-
nir del plátano. Sin embargo si desde el principio se ofrece la comida
completa, los bebés pueden recordar su sabor y relacionarlo con el
alimento.
- También aprenden las diferentes texturas de cada alimento y las partes
que se comen y las que no. Pueden diferenciar algo blandito de algo
crujiente, de algo pastoso, líquido o pegajoso. Además por ejemplo
aprenden que hay partes de los alimentos que no se comen (cáscara
del melón por ejemplo). Si ha sido alimentado con purés no aprende
nada de esto.
- Aprenden a diferenciar cuando tienen hambre y cuando no, respetando
su sensación de hambre y saciedad en un futuro puede beneficiarles
para no comer compulsivamente ni almacenar adipocitos extras que
en la edad adulta pueden contribuir a enfermedades cardiovasculares,
obesidad, diabetes…
- Aprenden que el acto de comer es un momento a compartir en familia,
sintiéndose mucho más integrados en el entorno familiar.
• Disminuye la preocupación por el peso de los bebés con la presión para
que coman y con las restricciones de la comida. Los bebés comen muy
poco (la mayoría) al principio. Si se realiza una papilla con varias hor-
talizas y agua sale una cantidad muy grande que el bebé probablemente
no se va a poder comer, dejando gran parte de la papilla en el plato y
comiendo una gran parte de agua que además hará que tome menos leche
(que tiene normalmente más grasa que cualquier papilla que hagamos).
Sin embargo con el método BLW vemos los trozos de comida que come
y estos trozos los consume de forma íntegra no mezclada con agua por lo
que la sensación (aunque al principio se manchen y desperdicien mucha
comida) que tienen los padres es que comen mejor que cuando son ellos
los que les alimentan. Por lo tanto las familias se suelen centrar más en
ver la vitalidad y el desarrollo de sus hijos y dejan de centrarse en si co-
gen más o menos peso.
• A largo plazo se observan niños menos demandantes en cuanto a la comi-
da, con mayor sentimiento de saciedad y con ambiente protector frente a
la obesidad. (estudio realizado en niños de 18 a 24 meses que siguieron el
método). Al controlar ellos el proceso de la alimentación, comen cuando

289
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

tienen hambre y paran cuando dejan de tenerlo. Nadie les fuerza a comer
ni se dan premios o castigos con este método relacionados con la comida.
La comida se convierte en algo cotidiano como andar o hablar. No tiene
más relevancia y por lo tanto lo hacen de forma menos compulsiva y más
consciente. Además al haber experimentado desde el inicio con múltiples
sabores diferentes (las papillas llevan muchos ingredientes pero no los
podemos distinguir, van todos juntos y no varía mucho el sabor de una
papilla a otra) así como texturas diferentes, se puede observar como los
niños son menos exigentes con la comida y más receptivos a probar co-
sas nuevas. Los niños alimentados de forma tradicional, en ocasiones,
tienen problemas al introducir otras texturas, rechazando la comida que
tenga grumos o venga en formato diferente al puré. Además, también
puede darse el caso de que rechacen alimentarse de forma autónoma y
no queriendo probar otros alimentos que no sean los purés conocidos. De
hecho, este es otro de los motivos por los que la AEPED, la ESPGHAN
y la mayoría de indicaciones de los países consultados también indican el
hecho antes mencionado de que no se debe retrasar, independientemente
del método elegido para la introducción de la AC, la introducción de
otras texturas distintas al puré más de los 8-10 meses.

INCONVENIENTES DEL MÉTODO BABY-LED WEANING


No obstante hay algunos estudios que muestran también algunos inconve-
nientes lo pongo así porque ahora veremos en qué consiste cada uno de ellos y los
estudios que se han realizado al respecto.
• Riesgo de deficiencias en los aportes de hierro y zinc frente a los niños
alimentados con el método tradicional: Hay muchos estudios acerca de
este hecho. Los niños alimentados de forma tradicional con cuchara, sue-
len comer una cantidad mayor de alimento, sobre todo aumentada por la
cantidad de agua que llevan las papillas. Pero también suelen alimentarse
con alimentos enriquecidos en hierro, como pueden ser los cereales espe-
ciales para bebés. Hago un inciso aquí para comentar la dudosa pertinen-
cia de estos cereales con altos contenidos en azúcar (en su mayoría están
hidrolizados y por lo tanto no se les ha añadido azúcar pero su contenido
en azúcares libres es muy alto) y habitualmente sabor a vainilla que favo-
recen el gusto por el sabor dulce de los niños y con los que no aprenden el
sabor real de los cereales y además favorece enfermedades futuras como
muestran en su estudio Michelle Klerks y cols. en el que hablan de los

290
Alimentación complementaria y baby-led weaning

beneficios de introducir los cereales a los niños con el grano completo


sin refinar, y por supuesto sin hidrolizar (este hecho se realizaba anti-
guamente cuando el tracto digestivo de los bebés no estaba desarrollado
cuando se iniciaba la alimentación complementaria con 2-3 meses, a los
6 meses no es necesario y solo aporta azúcares libres). Centrándonos
en el riesgo de la deficiencia de zinc y hierro principalmente, si existe
el riesgo si el método se realiza sin planificación ni asesoramiento y los
padres se centran en ofrecer a los bebés frutas y verduras sin estudiar el
contenido de nutrientes de estos alimentos debido a que estos alimentos
son más fáciles de gestionar por los bebés. De hecho, algunos estudios
así lo han concluido. No obstante, la mayoría de estudios consultados,
han concluido que si se aplica el método BLISS (Baby-led introduction
to solids) que es, el método BLW pero guiado por profesionales expertos
del que luego hablaré, se ha visto que no hay diferencias en cuanto a ca-
rencias de nutrientes en los niños alimentados con el método tradicional
frente a los alimentados con el método BLISS.
• Riesgo de atragantamiento o asfixia: Lo primero que debemos diferen-
ciar es entre atragantamiento, con episodios de arcadas y tos y con final
de expulsión del alimento de la cavidad oral o de colocación de este en
una zona de la boca donde no provoque esta sensación y asfixia, que sería
la oclusión de las vías aéreas con un trozo de alimento y con necesidad
de realización de maniobras de reanimación cardiopulmonar o con des-
enlace fatal. Como he explicado anteriormente los bebés alrededor de los
6 meses tienen el reflejo de la arcada mucho más cercano a la punta de
la lengua, en torno a la mitad de esta, al contrario que los adultos que ese
reflejo lo tienen al final de esta. Esto es un mecanismo de seguridad que
hace que si un alimento sobrepasa esta línea los bebés tienen arcadas y
lo expulsan evitando así episodios de asfixia. Por lo tanto, es muy fre-
cuente que los bebés de 6 meses que se alimentan con el método BLW
se atraganten. No obstante, no es algo peligroso y también es un proceso
que les permite aprender, ya que ellos mismos se van dando cuenta de
cómo gestionar el alimento dentro de la boca para que estos episodios no
se produzcan. Además, suele ser un hecho que a los bebés de esa edad
no les provoca ningún tipo de incomodidad, y, pasado el episodio, siguen
comiendo tan tranquilos. A los 12 meses de vida aproximadamente, ese
reflejo pasa a ser más profundo, y si los bebés no han practicado con la
alimentación con diferentes texturas puede ser que se lleven los alimen-

291
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

tos demasiado al fondo de la boca y aumenta el riesgo de asfixia. Es más,


la masticación se desarrolla en torno a los 6-7 meses, aunque no haya
dientes y se ve favorecida por la existencia de alimentos no líquidos en
la cavidad oral. Si se retrasa mucho la introducción de alimentos con
textura los bebés aprenden a no masticar. Esto, unido a la profundización
del reflejo de la arcada al fondo de la lengua hace más propensos a los
bebés alimentados con cuchara a episodios de asfixia y atragantamiento,
cuando se inicie la alimentación con texturas de estos.
Es más, los bebés alimentados con cuchara se atragantan también du-
rante su alimentación. Todos nos hemos atragantado en alguna ocasión
bebiendo un vaso de agua o con nuestra propia saliva. Además, los bebés
alimentados con cuchara no controlan cuando entra el alimento en la
boca ni la cantidad de este por lo que pueden verse sorprendidos en mo-
mentos en los que no estaban preparados o con una cantidad de alimento
más abundante de la que pueden gestionar y tener episodios de atraganta-
mientos o aspiraciones de las vías aéreas (es complicado que se produzca
un episodio de asfixia en caso de alimentación con purés pero sí es muy
frecuente que el puré acabe en las vías aéreas de los bebés y produciendo
neumonías e infecciones respiratorias).
Otro tema relacionado con los atragantamientos de los bebés es la aten-
ción que estos están prestando al hecho de comer. No se recomiendan
el uso de pantallas (móviles, tabletas, televisión…) ni juguetes, ni otros
elementos de distracción a la hora de alimentar a los niños. Si el bebé
no quiere comer, la recomendación es no forzarle a hacerlo y si quiere,
la recomendación es que lo haga prestando toda su atención al acto de
comer. Pero además, con el método BLW es más importante que estén
pendientes de lo que están haciendo para que de verdad puedan aprender
lo que se supone que van a aprender con cada acto de comer y para que
sean conscientes de su estado de hambre o saciedad y para que estén
pendientes del alimento que tienen en la boca y no se vaya este acciden-
talmente a las vías aéreas.
Por último, en la alimentación con alimentos con diferentes texturas tam-
bién tenemos que tener en cuenta la consistencia con la que ofrecemos
los alimentos que ha de ser blandita y fácil de deshacer si se chafa entre
la legua y el paladar al principio, aumentando consistencia poco a poco
acorde a la evolución del niño. También tenemos que evitar ciertos ali-
mentos que tienen un alto riesgo de atragantamiento, todo esto junto con

292
Alimentación complementaria y baby-led weaning

el aprendizaje de nociones de maniobras de reanimación cardiopulmo-


nar, forman parte del método BLISS que explicaré más adelante, y que
según los estudios consultados hace que el riesgo entre los niños alimen-
tados de forma tradicional frente a los niños alimentados con el método
BLISS sea el mismo.
• Riesgo de crecimiento ralentizado: Otro de los aspectos mencionados
habitualmente es el riesgo de que el crecimiento se ralentice en los niños
alimentados con BLW. En este caso hay que considerar varios aspectos.
Muchos estudios consultados sí que concluyen que el peso en los niños
alimentados con BLW es inferior al peso de los niños alimentados con
método tradicional. No obstante, esto no quiere decir que tengan un cre-
cimiento ralentizado o que estén menos sanos que los niños que tienen
más peso. Las tablas de crecimiento de la OMS fueron modificadas en
2006 como he mencionado anteriormente, reduciendo el peso de los per-
centiles ya que hasta entonces, lo que se consideraba sano eran los bebés
rollizos. También se han ido disminuyendo con los años las recomen-
daciones calóricas diarias por parte de los pediatras a los niños viendo
que estaban sobredimensionadas y que con estas, junto con las tablas de
crecimiento que debían seguir los niños se estaban aumentando las tasas
de obesidad infantil así como la preocupación materna porque los niños
no podían comer todo lo que indicaba el pediatra que debían y además
no crecían todo lo que las tablas decían que debían crecer. Habitualmente
los padres tienen el llamado síndrome del plato vacío e intentan que sus
hijos se terminen toda la comida que han preparado, esto genera presión
por que los niños coman, modifica su sensación de hambre y saciedad y
puede llevar a enfermedades futuras. Aun así, hasta que los niños tienen
4 o 5 años, se sigue viendo socialmente como niño sano al que está más
rellenito y a los niños más delgados se les asocia con malos comedores o
con alguna carencia o enfermedad. No obstante, como muestran estudios
recientes, puede ser que esto sea al contrario, y sea el BLW un factor
protector frente a enfermedades futuras.
Dicho esto, el objetivo de la alimentación, sea con el método que sea, ha
de ser el de que el niño se mantenga en un peso sano acorde a su edad,
estatura y complexión física.
El método BLW da libertad al niño par autorregularse, comienza a co-
mer cuando tiene hambre y deja de hacerlo cuando está saciado. Pero en
este sentido hay que hacer un inciso, hay que ofrecer alimento al niño de

293
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

forma frecuente para que tenga la oportunidad de comer cuando tenga


hambre. Si solamente ofrecemos comida una o dos veces al día podemos
caer en el error de que el niño se quede con hambre. Los bebés de 6 me-
ses tienen un estómago muy pequeño por lo que no cabe mucha cantidad
de comida en él. Entonces se alimentarán frecuentemente pero con poca
cantidad cada vez. Además, se recomienda continuar con la lactancia
materna a demanda durante la alimentación complementaria como factor
protector de la obesidad, posibles alergias alimentarias y también para
asegurarnos de que los bebés tomas todas las calorías y nutrientes que
necesitan, porque, como ya he mencionado, el alimento principal de los
bebés hasta el año es la leche.
Además, se deben ofrecer los alimentos de forma consciente para ofrecer
todos los nutrientes y calorías que necesitan los bebés en cada etapa.
Esto se desarrolla con el método BLISS. Con estas premisas, los estudios
consultados no observan diferencias en el peso entre niños alimentados
de forma tradicional con las nuevas recomendaciones calóricas y respe-
tando su sensación de saciedad y niños alimentados con BLISS.
• Riesgo de un aumento en el consumo de sal, azúcar y alimentos no aptos
para bebés: Hay una preocupación por parte de profesionales y otras
personas acerca de que si el bebé es el que elige el alimento elegirá ali-
mentos insanos con mucha azúcar y mucha sal. Como ya he comentado
antes el bebé elige el alimento pero es la familia la encargada de ofrecer
alimentos sanos, también de la preparación de las comidas en las que
hasta el año bebe apartar la parte de comida que va a tomar el bebé y no
añadirle sal y después añadir la sal que considere al resto. No obstante,
lo aconsejable sería que la familia redujera el consumo de sal al mínimo
para que cuando el bebé cumpla el año pueda comer la misma comida
que el resto de la familia mejorando la salud de todos. Además, se ha de
retrasar la introducción del azúcar y alimentos no sanos todo lo que se
pueda pero mínimo introducir por encima de los 12 meses. Por lo tanto, si
la familia lleva una dieta saludable, cosa fundamental en la alimentación
BLW el bebé elegirá alimentos saludables. El problema puede existir si
la familia tiene una dieta rica en grasas saturadas, azúcares y alimentos
no saludables eligiendo el bebé alimentos no saludables. Aun así, en este
tipo de familias se aumenta el riesgo de que los menores de un año que
practican BLW coman alimentos insanos e incluso de que puedan llegar
a producir algún daño renal en caso por ejemplo de un consumo excesivo

294
Alimentación complementaria y baby-led weaning

de sodio. Pero, a partir del año, cuando los niños pueden comer lo mismo
que el resto de la familia, tanto en el caso de que hayan sido alimentados
con papillas como en el caso de ser alimentados con BLW el consumo de
estos alimentos se mantiene estable en ambos grupos.
Por otro lado, el método BLW fomenta el consumo del alimento en sí y
evita alimentos procesados. En el caso de que una familia que opta por
las papillas se decanta por el uso de cereales infantiles hidrolizados (la
mayoría), potitos y productos específicos para bebés como por ejemplo
mi primer danone, mi primera galleta están fomentando el gusto del niño
por los alimentos muy dulces por lo que se desarrollará el gusto por lo
dulce y en el futuro es muy posible que prefieran esos sabores. En el
artículo de Amy Brown y cols explican que en un grupo de niños alimen-
tados de forma tradicional frente a otro grupo de niños alimentados con
BLW en la edad preescolar los alimentados de forma tradicional prefe-
rían los alimentos dulces frente a los alimentados con BLW que preferían
los hidratos de carbono.
Por tanto, sí existe un riesgo de que los niños alimentados con BLW co-
man un exceso de sodio y azúcar así como alimentos insanos, pero este
riesgo desaparece si la familia lleva una dieta sana baja en sodio y no
ofrece al bebé alimentos insanos.
• Método supuestamente más “sucio”: Este inconveniente no tiene que
ver con la salud pero sí afecta en las rutinas familiares de cada casa. Es
cierto que si dejas a un niño comida, como he comentado anteriormente,
va a jugar con ella además de probarla. Incluso cuando se la coma con
gusto, se manchará la cara, las manos y la trona como mínimo. Hay que
tomar ciertas precauciones:
- Dar pequeños trozos, adaptados a su coordinación, primero alargados
y luego trocitos cuando hagan la pinza. Es mejor dar estos trozos poco
a poco ya que muchos bebés al ver tantas cosas las tiran todas al suelo.
Si vemos que el bebé se come los trozos ofrecidos y parece querer más
se le ofrece más hasta que se muestre saciado.
- Al principio es mejor evitar las salsas y alimentos muy líquidos: Al
inicio de la AC la coordinación es peor. Además han tenido menos
tiempo de practicar y todavía no tienen muy claro que la comida es
para comerla y que se les pase el hambre. Por lo tanto, es mejor evitar
alimentos conflictivos que puedan salir despedidos y causar mucha
más suciedad que otros (no es lo mismo limpiar una boloñesa que dar

295
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

los espaguetis con aceite y después palitos de carne y cebolla y troci-


tos de tomate).
- Se puede ayudar al niño al principio: Esto no es darle de comer, es
ofrecer el alimento y que él lo coja o lo coma directamente de nuestra
mano o ayudar a enrollar los espaguetis y dárselos a él para que se los
coma. Poco a poco cuando veamos que quiere ayudar o hacerlo por sí
mismo le iremos dejando para que vaya aprendiendo a hacerlo solo.
Además recientemente han creado mucho menaje destinado a ayudar
a los niños a comer solos como vasos de aprendizaje sin tetinas, pre-
cucharas en las que puedes poner la comida y el bebé cogerlas ya que
se pueden usar por ambos lados...
Por otro lado, cuando se ofrecen purés no es un método mucho más limpio,
especialmente si el niño no quiere comer y le forzamos. Nos encontramos en este
caso con niños que escupen la papilla, que se atragantan y tosen, que tiran el bol
de papilla si la persona que le alimenta se descuida un momento… Además del
trabajo que supone cocinar a parte la comida del bebé cada día.
Por lo tanto, sí que hay que tomar ciertas precauciones cuando ofrecemos
comida a un bebé, pero no se puede asegurar con certeza cuál de los dos métodos
supone menos trabajo para la familia o es más limpio al iniciar la AC, lo que sí es
seguro es que pasados unos meses de entrenamiento, el método BLW sí supone
menos trabajo para la familia.

MÉTODO BLISS: RIESGO DE ATRAGANTAMIENTO, BAJO PESO Y


DEFICIENCIAS DE HIERRO Y ZINC
Como he comentado anteriormente, hay muchos estudios que comparan
niños alimentados de forma tradicional con niños alimentados con BLW para
comprobar si hay diferencias entre ellos en cuanto a deficiencias de hierro, zinc
y retraso en el crecimiento así como riesgo de atragantamiento en ambos grupos.
Al principio sí se observó que en algunos grupos de bebés alimentados con
BLW había deficiencias nutricionales y se vio que era muy probable que estos ni-
ños consumieran menos cantidad de carne y cereales al centrarse sus familias en
alimentarlos con trozos de fruta y verdura ya que es más fácil ofrecer este tipo de
alimentos al principio de la introducción de la AC, siendo la carne y los cereales
más complicado aparentemente.
Por ello se desarrolló el método BLISS o Baby-led introduction to solids. Este
método tiene exactamente los mismos principios que el BLW, no modifica nada.
Lo único que hace es dar pautas a los padres para que la alimentación de sus
bebés sea variada, rica nutricionalmente hablando y segura. Qué significa esto:

296
Alimentación complementaria y baby-led weaning

• Se dan pautas de mantenimiento de la lactancia materna con asesores


de lactancia/matronas/pediatras o profesionales sanitarios en general en
torno a los 5 meses para alentar a las madres que estén con lactancia
materna a prolongarla al menos durante todo el primer año de vida y pre-
ferentemente hasta los dos años o hasta que la madre y el niño quieran.
Se recomienda no sustituir tomas de lactancia materna o sucedáneos por
AC recordando a los padres que hasta el año la alimentación principal
del bebé es la leche. De esta forma, nos estamos asegurando que el bebé
tiene la mayoría de los nutrientes que necesita además de la cantidad
calórica adecuada. También se hace hincapié en que la lactancia debe ser
a demanda y que se debe ofrecer una toma de pecho o un biberón antes
de las comidas para que lleguen a estas sin hambre. Además, en el caso
de posibles alergias recordemos que la lactancia materna tiene un factor
protector frente a estas.
• Antes de comenzar con la AC hay otra visita con personal sanitario ex-
perto en el método BLW: en esta visita se explica a los padres pautas de
seguridad alimentaria en la introducción de alimentos con BLW (que
explicaré más adelante) así como maniobras de RCP para que en caso
de asfixia sepan cómo reaccionar y no se asusten frente a episodios de
atragantamiento cotidianos. En esta misma visita además se explican los
distintos grupos de alimentos, cuáles son más importantes (alimentos ri-
cos en zinc y Fe) y deben priorizar, se dan pautas de combinación de los
alimentos y se explica la importancia de la reducción del uso de agua a
la hora de cocinar para los bebés así como el uso de alimentos ricos en
grasas saludables en todas las comidas (aguacate, aceite de oliva, frutos
secos nunca enteros…). También se asesora sobre recetas y forma de
presentación de los alimentos.
• En torno a los 7 meses de vida del niño habría otra intervención con per-
sonal sanitario experto en BLW en el que se resolverían las dudas de los
padres durante este primer mes y se vería qué tal va todo.
Estas tres intervenciones han mostrado ser totalmente efectivas no encon-
trando diferencias entre familias que siguen el método tradicional y familias que
siguen el BLW, eliminando de esta forma el riesgo a deficiencias de hierro y
zinc y siendo la ganancia de peso similar. Además, con las pautas de seguridad
y conociendo maniobras de primeros auxilios las familias se sienten mucho más
seguras a la hora de llevar a cabo el método y no se ha observado nada más que
un episodio de asfixia en todos los estudios consultados.

297
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Este método, como se ha comentado tiene los mismos principios del BLW
pero incluye soporte profesional y guía a los padres con pautas generales en la
alimentación de sus hijos. Esta guía, es mucho más flexible que las antiguas pau-
tas de alimentación infantil que se daban en los centros de salud a las madres en
las que se incluía:
• Un calendario cerrado de introducción de alimentos (ahora ese calenda-
rio es mucho más flexible)
• Horarios de alimentación en los que habitualmente el desayuno era a las
9, la comida a las 13, la merienda a las 17… Con estos horarios las fami-
lias daban de comer a sus hijos por un lado y los adultos o hijos mayores
comían por otro lado.
• Cantidades exactas de comida: las pautas de las papillas indicaban los
gramos exactos de cada componente siendo habitual que las familias
acabaran muy insatisfechas si los bebés no se terminaban la papilla de-
bido a que esas cantidades eran las pautadas por su médico por lo que
parecía que los bebés no comían lo que debían.
Como hemos visto las pautas son generales y están desarrolladas pensando
en que la alimentación de los bebés se integre lo antes posible en la dinámica
familiar previa guiando más que imponiendo, dejando a la familia que decida los
alimentos que quieren introducir en primer lugar para que el proceso sea lo más
sencillo y natural posible sin tener que hacer comidas especiales para cada miem-
bro de la familia facilitando mucho el proceso y creando una mayor satisfacción.

298
16.
ANQUILOGLOSIA Y SU IMPACTO
EN LA LACTANCIA MATERNA
María Menéndez Granda, María Gómez De Cos y Clara Suárez Pérez

DEFINICIÓN
La Real Academia Española (RAE) define el frenillo lingual como la mem-
brana que sujeta la lengua por la línea media anterior de la parte inferior. Cuando
se desarrolla demasiado, presenta una limitación en el movimiento normal de
la lengua, lo que impide o dificulta mamar o hablar con soltura. En este caso se
trataría de Anquiloglosia.
La palabra anquiloglosia viene del griego: glosia (lengua) y agkilos (torcido
o lazo); su traducción sería por tanto lengua torcida o atada en forma de lazo en
referencia al aspecto que presenta la lengua al abrir la boca.
Durante el desarrollo embrionario, el frenillo lingual no puede sufrir apopto-
sis; la persistencia de este tejido embrionario da como resultado la ligadura de la
lengua. Ese frenillo permanece como remanente de esa ligadura inicial.
Tradicionalmente, la anquiloglosia se ha descrito en términos de unión del
frenillo en o cerca de la punta de la lengua. Recientemente, el énfasis ha evolu-
cionado de definiciones basadas en la anatomía de la unión del frenillo a la lengua
por sí sola a un enfoque más funcional basado en los síntomas causados por el
frenillo.
Algunas de estas definiciones se describen en la tabla siguiente:

299
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

DEFINICIÓN AUTOR Y AÑO


Remanente embriológico de tejido entre
la superficie inferior de la lengua y el
Messner, 2000
suelo de la boca, que restringe la norma-
lidad de movimiento de la lengua.
Pliegue de la membrana mucosa que se
extiende desde el suelo de la boca hasta
la línea media de la parte inferior de la
Marchesan, 2005
lengua. Ayuda a estabilizar la base de la
lengua y normalmente no interfiere con el
movimiento de la punta de la lengua.
Va desde la base anterior de la lengua
hasta la base del hueso alveolar de la Salete, 2008
mandíbula.
Anomalía congénita caracterizada por
un frenillo lingual inusualmente acorta-
do, engrosado o apretado que da como Edmunds, 2011
resultado una limitación de la motilidad
de la lengua.
Es una condición congénita, a menudo
hereditaria, en el que el frenillo lingual es
Opara, 2012
anormalmente corto y restringe la movili-
dad de la lengua.
Afección en la que el frenillo lingual tiene
una unión anterior cerca de la punta de
Jackson, 2012
la lengua y puede ser inusualmente corta,
firme y gruesa.
Es un defecto celular de la apoptosis en
el periodo de embriogénesis del bebé Veyssiere, 2015
entre el suelo de la boca y la lengua.
Definiciones de la anquiloglosia (elaboración propia).

La IATP (International Affiliation of Tongue-Tie Professionals) lo define


como: remanente de tejido en la línea media entre la cara inferior de la lengua
y el suelo de la boca. Cuando interfiere con la función normal de la lengua, se
denomina ligadura sintomática de la lengua o anquiloglosia sintomática. En este
contexto, realizan las siguientes puntualizaciones a fin de evitar confusiones y

300
Anquiloglosia y su impacto en la lactancia materna

permutaciones de términos como ankyloglossia, frenillo sublingual y frenillo cor-


to, que no son sinónimos:
• Las diadas de bebés y madres que tienen dificultades para amamantar que
no se resuelven mediante una consulta de lactancia y que se consideran
debidas al frenillo lingual del lactante deben ser diagnosticadas clínica-
mente como atadura de lengua sintomática o ankyloglossia sintomática.
• Los bebés sin dificultades para amamantar y aquellos con dificultades
para amamantar que se corrigen después de una consulta de lactancia
deben considerarse que tienen un frenillo sublingual asintomático.
• El término frenillo corto debe abandonarse, dado que la medición clínica
de la longitud del frenillo lingual es imposible y puede basarse única-
mente en una evaluación subjetiva.
Estas definiciones diferenciarían entre un hallazgo anatómico normal y una
anormalidad en la función de la lengua que afecta la LM Dado que el 99.5% de
los bebés tienen un frenillo sublingual y ante la escasez de indicaciones claras
para la frenotomía lingual en la literatura médica, sugerimos que la frenotomía
lingual debe reservarse para los bebés con frenillo sintomático.

IMPLICACIÓN DE LA ANQUILOGLOSIA EN LA FISIOLOGÍA DE LA


LM
La eficacia de la succión depende de una adecuada integración y sincroniza-
ción de las estructuras de los labios, mejillas, lengua y paladar para la propulsión
del bolo hacia la parte posterior de la cavidad oral y su posterior deglución. En los
recién nacidxs a término sanos, este proceso necesita ser rítmico y continuo para
asegurar una ingesta suficiente de alimento y cubrir sus demandas metabólicas.
Inicialmente, el bebé succiona rápidamente hasta que comienza el flujo de
leche y los bordes laterales de la lengua se elevan para formar un canal, a través
del cual fluye la leche. La succión también estimula la síntesis y secreción de hor-
monas lactógenas que evocan los reflejos de producción y eyección de la leche
materna. A medida que se establece el flujo de leche, se inicia un movimiento pe-
ristáltico rítmico, moviendo la leche desde la porción anterior de la lengua hasta
la orofaringe. El patrón de succión se caracteriza por estas succiones rítmicas pro-
fundas en un ciclo de succión y deglución, intercalados con períodos de descanso.
Se han utilizado dos teorías principales para explicar cómo el bebé extrae la
leche del seno; la primera sugiere que la compresión del pecho por la mandíbula
del bebé, junto con esa acción peristáltica de la lengua, permite que la leche se

301
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

expulse, mientras que la segunda sugiere que el bebé crea un vacío intraoral du-
rante la succión que facilita la extracción de la leche.

Extracción de la leche
A) Esquema de la succión nutricia con biberón. Mathew OP. Breathing patterns of preterm in-
fants during bottle feeding: role of milk flow. J Pediatr 1991; 119:960-965.
B) Ultrasonido de la alimentación al seno materno Geddes DT, Kent JC, Mitoulas LR, Hartman
PE. Tongue movement and intraoral vacuum in breastfeeding infants. Early Hum Dev 2008;
84:471-477.

Durante la expresión de la mamila de biberón de la madre (T) se ejerce una


presión positiva. El movimiento de la lengua (L) hacia atrás genera una presión
negativa. La deglución se registra por fonometría cervical como la señal del paso
del bolo de la cavidad oral al esófago. Durante la deglución se eleva el paladar
(P) y se cierra la vía aérea inferior (a). La respiración es registrada por flujografía
nasal en vol/min a través del paso del aire por la cavidad nasal
El movimiento apropiado de la lengua es uno de los componentes más im-
portantes para que todos los bebés obtengan suficiente leche materna; sin embar-
go, existen algunos factores que pueden influir negativamente en la capacidad de
lxs bebés para realizar esta succión de manera eficiente; estos se pueden dividir
ampliamente en:
• Anomalías congénitas: trastornos metabólicos, trastornos neurológicos,
síndromes, parto prematuro y afecciones como labio leporino y paladar
hendido.

302
Anquiloglosia y su impacto en la lactancia materna

• Anquiloglosia.
• Disfunciones orales: reflejo débil de búsqueda y succión, posición inver-
tida de los labios, patrones de mordida, tensión oral excesiva y posición
alterada de la lengua.
• Varios: Uso de sondas orogástricas o nasogástricas.
Para los fines de esta revisión, se realizará hincapié en el papel de los fre-
nillos linguales en lactancia materna, puesto que cuando existe restricción en el
movimiento de la lengua del bebé, como ocurre en la anquiloglosia, puede verse
afectada la succión, posibilitando la aparición de fricción entre la lengua o las
encías y el pezón, y que posteriormente puede ser causa de daños en toda la ex-
tensión del pecho materno. Esto sucede porque el reflejo de mordida del bebé se
dispara debido a la presión en la cresta alveolar expuesta cuando la lengua queda
atrás en lugar de sobre ella; en ocasiones, podrían aparecer los pezones deforma-
dos inmediatamente después de la toma, en forma de lápiz e incluso una franja
blanca o roja en el pezón que indicaría una compresión inapropiada del pezón.
En un contexto de anquiloglosia, la incapacidad de mover correctamente los
labios hacia afuera conduce a un sellado deficiente y puede contribuir al mal va-
ciado de los pechos, generando una obstrucción de los conductos y la posterior
mastitis. Con el tiempo, el vaciado inadecuado de las mamas de una succión
deficiente conduce a una disminución del suministro de leche.
Las dificultades de alimentación asociadas a la anquiloglosia son general-
mente proporcionales a la severidad de la limitación de la lengua; cuanto menor
sea la movilidad de la lengua, más superficial será el enganche y mayores las
maniobras compensatorias que exhibirá el bebé durante la lactancia. Algunos de
estas maniobras compensatorias son: regurgitación durante la toma o incluso la
salivación excesiva, incapacidad para manejar bien el bolo alimenticio y tenden-
cia a desprenderse frecuentemente del pecho en un intento de preservar la vía
aérea. Además, el mayor esfuerzo requerido para la extracción de leche puede
resultar en una alimentación prolongada. El temblor de la mandíbula debe hacer
sospechar un esfuerzo muscular excesivo empleado para alimentarse.

MANIFESTACIONES DE LA ANQUILOGLOSIA EN LA EXPLORA-


CIÓN FÍSICA DEL RN
Manifestaciones de la anquiloglosia en las tomas
• Mandíbula inferior retrasada con respecto a la superior (retrognatia).
• Callo de lactancia en los labios del bebé.
• Restricción de la movilidad de la lengua.

303
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Escasa ganancia ponderal.


• Deformidad de la lengua en forma de corazón.
• Hoyuelos durante la succión.
• Ruido al mamar en forma de chasquidos.
• Dolor en el pezón, acompañado o no de grietas.
• Tomas excesivamente largas, que llegan a unirse unas con otras.
• Irritabilidad al pecho.
• Atragantamientos frecuentes.
Manifestaciones de la anquiloglosia en Manifestaciones de la anquiloglosia
la exploración física del RN en las tomas
• Mandíbula inferior retrasada con respec- • Dolor en el pezón, acompañado o no de
to a la superior (retrognatia). grietas.
• Callo de lactancia en los labios del • Tomas excesivamente largas, que llegan
bebé. a unirse unas con otras.
• Restricción de la movilidad de la lengua • Irritabilidad al pecho.
• Escasa ganancia ponderal. • Atragantamientos frecuentes.
• Deformidad de la lengua en forma de
corazón.
• Hoyuelos durante la succión.
• Ruido al mamar en forma de chasqui-
dos.
Se reporta que entre el 12% y el 50% de los bebés que presentan frenillo
tienen dificultades para alimentarse por parte de sus madres.
Un estudio llevado a cabo por Riskin et al en 2014 tenía como fin explorar
las implicaciones clínicas de la anquiloglosia en la lactancia materna desde la
perspectiva de las madres mediante la realización de entrevistas que incluían la
duración de la lactancia materna, los problemas de lactancia materna en el primer
mes, las causas de la interrupción de la lactancia materna y la consulta y apoyo
sobre la lactancia, concluyendo que los lactantes con anquiloglosia tuvieron sig-
nificativamente más problemas de lactancia materna en el primer mes, aunque
con tasas y duraciones similares de la lactancia materna.
También Puapornpong P et al, reafirmó esos resultados realizando un estudio
que comparaba el agarre entre los RN con anquiloglosia y los RN sin frenillo
patológico, utilizando como herramienta de medición la escala LACTH, por sus
siglas Latch, Audible swallonwing, Type of nipple, Confort, Hold y en el que se
concluyó que había diferencias significativas en las puntuaciones de los grupos
sin frenillo y los que tenían anquiloglosia (p < 0,001).

304
Anquiloglosia y su impacto en la lactancia materna

PREVALENCIA DE LA ANQUILOGLOSIA
En cuanto a la prevalencia de la anquiloglosia, los datos disponibles son con-
tradictorios, mostrando una gran variabilidad. Las discrepancias documentadas
relacionadas con el amplio rango de incidencia están probablemente relacionadas
con la falta de calificaciones y diagnósticos constantes y validados entre los pro-
fesionales sanitarios.
Se ha estimado entre el 0,1% y el 12,11%, gran diferencia que pone de ma-
nifiesto la inexistencia de criterios clínicos estandarizados y objetivos para su
diagnóstico que dificulta o impide la comparación de los datos obtenidos.
En uno de los ensayos clínicos aleatorizados que aborda la problemática se
determinó que la incidencia de los frenillos linguales de todos los grados corres-
pondía 10,7%.
En España, la investigación más importante a este respecto fue llevada a
cabo en 2014 por González Jiménez et al, en un estudio multicéntrico, obser-
vacional y prospectivo en el que participaron 6 de los 8 hospitales públicos del
Principado de Asturias con el fin de conocer la prevalencia de anquiloglosia en
esta comunidad. Como conclusión, encontraron una alta prevalencia de anquilo-
glosia, del 12%, superior a la esperada, con un 62% de hombres y siendo el tipo
más frecuente el II, con un 54%.

Mapa de la Anquiloglosia en Asturias


(Foto extraída del estudio: González Jiménez D, Costa Romero M, Riaño Galán I, González Mar-
tínez MT, Rodríguez Pando MC, Lobete Prieto C. Prevalencia de anquiloglosia en recién nacidos
en el Principado de Asturias. An Pediatría. 2014 agosto; 81(2):115–9

CLASIFICACIÓN DE LA ANQUILOGLOSIA
Los sistemas de clasificación comunes se basan en criterios anatómicos que
incluyen el punto de fijación de la lengua, la longitud del frenillo y la protube-
rancia de la lengua. A pesar de la propuesta de varias clasificaciones para la an-

305
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

quiloglosia, hasta la fecha, no existe una clasificación aceptada universalmente.


Las más utilizadas son las descritas por Kotlowy por Coryllos; la primera se
basa en medir la longitud de la lengua libre de la siguiente manera:
• Clínicamente aceptable, rango normal de lengua libre:> 16 mm.
• Clase I: anquiloglosia leve: 12-16 mm.
• Clase II: anquiloglosia moderada: 8-11.
• Clase III: anquiloglosia severa: 3-7 mm.
• Clase IV: anquiloglosia completa:
Se han publicado una versión inicial y una revisión posterior actualizada.
La clasificación de Coryllos identifica la presencia de una membrana desde
la base de la lengua hasta el suelo de la boca, mediante la inspección o palpación.
• Tipo I: Frenillo fino y elástico; la lengua está anclada desde la punta has-
ta el surco alveolar y se observa en forma de corazón.
• Tipo II: Frenillo fino y elástico; la lengua está anclada desde 2-4 mm de
la punta hasta cerca del surco alveolar.
• Tipo III: Frenillo grueso, fibroso y no elástico; la lengua está anclada
desde la mitad de la lengua hasta el suelo de la boca.
• Tipo IV: El frenillo no se ve; se palpa con un anclaje fibroso o submucoso
grueso y brillante desde la base de la lengua hasta el suelo de la boca.

Clasificación Coryllos
Imagen extraída de: González Jiménez D, Costa Romero M, Riaño Galán I, González Martínez
MT, Rodríguez Pando MC, Lobete Prieto C. Prevalencia de anquiloglosia en recién nacidos en el
Principado de Asturias. An Pediatría. 2014 agosto; 81(2):115–9

306
Anquiloglosia y su impacto en la lactancia materna

Clasificación de Coryllos
Imagen extraída de: Walsh J, Tunkel D. Diagnosis and Treatment of Ankyloglossia in Newborns
and Infants. JAMA Otolaryngol Neck Surg. 2017 oct 1 [cited 2021 Feb 20];143(10):1032.

En la siguiente tabla se muestra la comparativa entre ambas clasificaciones


anatómicas, que tienen en común la distinción entre frenillo anterior, y frenillo
posterior, más difícil de evaluar a simple vista y que requiere una inspección ma-
nual.

Comparativa entre Coryllos y Kotlow.


Imagen obtenida de: Orte-González EM, Alba-Giménez L, Serrano-Alvar B. La anquiloglosia y
las dificultades que presenta en el amamantamiento. Matronas Prof. 2017; 18(3): e50-e57 (15)

307
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

HERRAMIENTAS DE EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA DISPONIBLES


PARA LA ANQUILOGLOSIA
Escalas de valoración de anatomía y funcionalidad
El diagnóstico preciso requiere una comprensión completa de la constitución
anatómica del movimiento normal y anormal de la lengua, labio, vía aérea nasal,
tamaño de la mandíbula y función de deglución neonatal.
La maniobra de Murphy, se utiliza para evaluar manualmente la presencia de
un frenillo lingual acortado o engrosado.
• El primer hallazgo es la ausencia de impedancia durante el barrido, lo
que indica que no hay un grado de anquiloglosia presente.
• El segundo hallazgo es una banda corta y ancha de frenillo lingual, en-
terrada en el suelo de la boca y unida a la base de la lengua. Este tipo de
anquiloglosia puede o no restringir el movimiento de la lengua.
• Un tercer hallazgo es un frenillo que impide el barrido y requiere sacar
el dedo de la boca para saltar sobre el tejido. Este tipo de frenillo puede
verse como una red y está más adherido a la parte frontal de la lengua;
También plantea una mayor restricción en el movimiento de la lengua.
• En la evaluación visual, un cuarto hallazgo de una estrecha raya blanca
en la parte inferior de la lengua que baja por la línea media que cuando
se palpa, se siente como un alambre y se extiende hasta la punta de la
lengua indica una anquiloglosia anterior.

Maniobra de Murphy.
Imagen extraída de: Manipon C. Ankyloglossia and the Breastfeeding Infant. Adv Neonatal Care.
2016 Apr [cited 2021 Feb 20];16(2):108–13.

308
Anquiloglosia y su impacto en la lactancia materna

Hay una gran variedad de herramientas de diagnóstico diferentes para eva-


luar la anquiloglosia en recién nacidxs. Son sistemas que incorporan ítems de fun-
cionalidad además de los anatómicos. Principalmente se encuentran herramienta
de evaluación de Hazelbaker para la función del frenillo lingual (Assessment Tool
for Lingual Frenulum Function [HATLFF]) y Bristol Tongue Assessment Tool
(BTAT).

Assessment Tool for Lingual Frenulum Function, HATLFF


El HATLFF es la evaluación más completa y compleja de la forma y función
de la lengua y el frenillo lingual, con 10 puntos para la apariencia del frenillo y
14 puntos para la función de la lengua. El HATLFF es una herramienta de detec-
ción altamente confiable que fue diseñada para ser utilizada en la evaluación de
bebés menores de tres meses de edad. Evalúa la función y apariencia del frenillo;
una puntuación de 14 indica una función normal, entre 11 y 14 es aceptable y
menos de 11 indica un vínculo significativo con la lengua que requiere frenoto-
mía.

Clasificación de Hazelbaker.
Imagen extraída de: Amir LH, James JP, Donath SM. Reliability of the Hazelbaker assessment
tool for lingual frenulum function. Int Breastfeed J. 2006; 1:3(21).

309
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Está recomendada por la Academia de Medicina de la Lactancia Materna


(ABM, Academy Breastfeeding Medicine) porque es completa, pero también es
complicada y, a menudo, demasiado lenta para usarla en una clínica con poco
tiempo, el uso de rutina del HATLFF puede ser compleja.

Bristol Tongue Assessment Tool (BTAT)


De manera similar, BTAT facilita la correlación entre la competencia de lac-
tancia materna y la satisfacción de las madres.
En 2015, Ingram et al, con el objetivo de producir una herramienta simple
con buena capacidad de transferencia para proporcionar una evaluación consis-
tente de aspecto y función lingual en bebés con frenillo, desarrollaron la BTAT,
basada en la previa de Hazelbaker.
Los elementos de la herramienta son:
• La apariencia de la punta de la lengua, ya que para muchos esta es una de
las formas principales de evaluar el frenillo.
• El acoplamiento a la cresta inferior de las encías permite al médico eva-
luar la presencia de un amarre en la lengua en los casos en que la apa-
riencia no sea obvia.
• El levantamiento de la lengua también es fácil de ver siempre que el
bebé esté despierto y lo ideal es verlo cuando el bebé está llorando. Este
es el elemento que ha demostrado ser más difícil de enseñar y requiere
un conocimiento de la elevación normal en la lengua de un bebé recién
nacido. En un anclaje de la lengua debajo de la mucosa, la lengua puede
parecer que se levanta cuando en realidad está curvada hacia atrás y es
esta sutileza la que puede tardar más en reconocerse.
• Protuberancia de la lengua. Si el bebé está dormido y el observador no
puede provocar la protrusión de la lengua, los padres generalmente se da-
rán cuenta de lo lejos que puede sobresalir su lengua. Las puntuaciones
para los cuatro ítems se suman y pueden variar de 0 a 8. Las puntuacio-
nes de 0 a 3 indican una reducción más grave de la función de la lengua.
El estudio concluyó que el BTAT era fácil de usar y era fácilmente transferi-
ble entre las matronas para proporcionar una evaluación consistente de los bebés
con la lengua identificada en las primeras semanas.

310
Anquiloglosia y su impacto en la lactancia materna

Tabla. Herramienta de evaluación de Bristol


Imagen extraída de: Ingram J, Johnson D, Copeland M, Churchill C, Taylor H, Emond A. The
development of a tongue assessment tool to assist with tongue-tie identification. Arch Dis Child -
Fetal Neonatal Ed. 2015;100(4):F344–9
En el año 2018, Brandão et al, publica un estudio cuyo objetivo consiste en
evaluar la confiabilidad y validez del Neonatal Tongue Screening Test (NTST),
frente a BTAT. Sin embargo, los hallazgos mostraron que, cuando se aplica dentro
de las primeras 48 h después del parto, este instrumento no es confiable ni válido
como prueba de detección de la anquiloglosia; por lo tanto, como se ha demostra-
do que el BTAT es posee una mayor validez interna, puede considerarse un mejor
instrumento para detectar la anquiloglosia en recién nacidxs que el NTST.
Ambas de las herramientas LATCH y BTAT, es Martinelli en 2014 la persona
que llevó a cabo un protocolo completo en el que están comprendidas diferentes
pautas para desarrollar una evaluación completa de la anquiloglosia.

Martinelli
Primero se diseñó un modelo de protocolo experimental para la evaluación
del frenillo, y se administró a diez niñxs en 2010; después de obtener los datos y
el análisis estadístico, el protocolo se rediseñó y se administró en 100 niñxs.
A partir de los datos obtenidos, se diseñó un protocolo de dos partes para
evaluar el frenillo lingual en los lactantes; la primera parte consiste en la historia
clínica con preguntas específicas sobre la historia familiar y la lactancia materna.
La segunda parte consiste en el examen clínico que incluye: (a) evaluaciones
anatomo-funcionales, (b) no nutritiva y de succión nutritiva. Todos los aspectos
anatómicos y funcionales del frenillo y la lengua, incluida la evaluación de la
succión nutritiva considerada relevante, se incluyeron en el nuevo protocolo.
• En la evaluación anatomo-funcional, se observó la posición de los labios
en reposo y la tendencia de la posición de la lengua durante el llanto. Al
levantar los márgenes laterales de la lengua con los dedos índice derecho
e izquierdo, el profesional del habla y el lenguaje observaba si era posi-

311
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

ble visualizar el frenillo o no. El grosor y la fijación a la lengua y al suelo


de la boca se evaluaron cuando el frenillo era visible.
• La succión no nutritiva se evaluó con la introducción del dedo meñique
enguantado en la boca del bebé para succionar. Se observó el movimien-
to de la lengua y se consideró adecuado o inadecuado. Para evaluar la
succión nutritiva, se observó al bebé durante la lactancia. Se evaluaron el
ritmo y la coordinación entre la succión, la deglución y la respiración.

Protocolo de evaluación del frenillo de la lengua con puntuación para bebés,


Martinelli y col., 2012, traducido al español por: Franklin Susanibar y Jenny Castillo (Perú)

ESCALAS DE VALORACIÓN DEL DOLOR


En los tres ensayos clínicos aleatorizados de buena calidad que ofrecieron
resultados sobre el dolor en el pezón de madres de lactantes con anquiloglosia,
utilizaron la Escala Visual Analógica EVA o la forma resumida del The short-
form McGill Pain Questionnaire (SF-MPQ).

Escala Visual Analógica (EVA)


La Escala Analógica Visual (EVA) es otro abordaje válido para medir el
dolor y conceptualmente es muy similar a la escala numérica. La EVA más co-
nocida consiste en una línea de 10 cm. con un extremo marcado con no dolor y
otro extremo que indica el peor dolor imaginable. El paciente marca en la línea
el punto que mejor describe la intensidad de su dolor. La longitud de la línea del
paciente es la medida y se registra en milímetros. La ventaja de la EVA es que no
se limita a describir 10 unidades de intensidad, permitiendo un mayor detalle en
la calificación del dolor.

312
Anquiloglosia y su impacto en la lactancia materna

EVA
Imagen extraída de: Pardo C., Muñoz T., Chamorro C. Monitorización del dolor: Recomendacio-
nes del grupo de trabajo de analgesia y sedación de la SEMICYUC. Med. Intensiva [Internet].
2006 Nov; 30(8 ): 379-385.

The short-form McGill Pain Questionnaire (SF-MPQ)


Esta escala fue propuesta y desarrollada por Melzack y Torgerson tras sus
investigaciones sobre medición del dolor. El objetivo era proporcionar una valo-
ración del dolor desde una triple perspectiva: a) sensorial, descripción del dolor
en términos temporo-espaciales; b) afectivo-motivacional, descripción del dolor
en términos de tensión, temor y aspectos neurovegetativos; y c) evaluativo, dolor
descrito en términos de valoración general. En concreto, el instrumento consta de
78 adjetivos distribuidos en 20 grupos, incluyendo cada grupo de 2 a 6 adjetivos
que califican la experiencia dolorosa.
Cada uno de los términos descriptivos tiene asignado un número o rango
que permite obtener una puntuación de acuerdo con las palabras escogidas, con
lo que se obtiene el denominado Pain Rating Index (PRI) o Índice de Valoración
del Dolor.
En un intento facilitar la tarea de lxs investigadorxs, y acortar la longitud
del cuestionario, se desarrolló una versión reducida del cuestionario (SF-MPQ)
limitada a 15 adjetivos.
Lázaro y cols. han elaborado y validado una versión española del MPQ.

ABORDAJE TERAPÉUTICO
Hay gran disparidad de opiniones en cuanto a su tratamiento, conservador
o quirúrgico. Como la lactancia materna beneficia tanto a la madre como a su
bebé, es esencial que cualquier afección que pueda afectar la lactancia materna

313
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

exitosa en mujeres que deciden amamantar se considere un problema de salud


pública que debe abordarse; sin embargo, existe un debate actualmente sobre el
tratamiento quirúrgico del frenillo apoyado por todos los pediatras, que es evitar
operaciones innecesarias en bebés y niñxs si es posible. Messner y Lalakea infor-
maron que el 90% de los pediatras y el 70% de los otorrinolaringólogos opinaron
que la anquiloglosia nunca o rara vez causa problemas de LM.
Esto se basa en la creencia de que muchas condiciones mejoran espontánea-
mente con el tiempo a medida que el niño crece y se desarrolla.
Por ello, tampoco existe unanimidad en las recomendaciones indicadas por
las principales sociedades científicas en contacto con mujeres que amamantan.

314
17.
LA OFERTA ALIMENTARIA DE MÁQUINAS
EXPENDEDORAS Y CANTINAS/QUIOSCOS
EN CENTROS ESCOLARES
María Soledad Alaminos Mingorance

Los centros educativos ofrecen cada día a sus alumnos una oferta alimentaria
en sus instalaciones.
Estos alimentos pueden encontrarse tanto en máquinas expendedoras como
en cantinas y/o quioscos. Los niños en edad escolar necesitan de unos requeri-
mientos nutricionales específicos, ya que, en estas edades, es cuando se adquieren
los hábitos tanto nutricionales como higiénicos que quedarán establecidos a lo
largo de su vida.
El gran problema de obesidad infantil que encontramos, no solo a nivel na-
cional, sino a nivel mundial, hace que este sea un problema de Salud Pública.
Estos niños tendrán obesidad en la edad adulta, y tendrán más probabilidad de
desarrollar otro tipo de enfermedades relacionados con la diabetes y enfermeda-
des cardiovasculares.
El sedentarismo y la falta de actividad física en edades escolares, es uno de
los problemas más preocupantes del siglo XXI. Cada vez son más los niños que
se divierten frente a un televisor, en vez de realizar actividades al aire libre.
Los centros escolares, desde todos los departamentos, deberían implicarse
en incentivar el desarrollo de la actividad física y hábitos saludables en los cen-
tros educativos. Por otra parte, organismos oficiales y ayuntamientos, deberían
ofrecer una oferta para que los niños desarrollen actividades que contribuyan a
disminuir el problema de obesidad infantil que existe.
Se ha observado que las máquinas expendedoras, cantinas y/o quioscos, no
ofrecen una dieta adecuada en su oferta alimentaria. La mayoría de estos estable-
cimientos, ofrecen productos con elevado contenido en grasas saturadas, azúca-

315
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

res y sal. Las raciones no son las adecuadas en tamaño y kilocalorías, este alto
contenido calórico no contribuye a mantener un estilo de vida saludable. Por otro
lado, es evidente la ausencia de productos basados en la dieta mediterránea, pro-
ductos locales y frutas frescas o semiprocesadas.
La Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrición, de 5 de julio, aporta
en el artículo 39, recursos para prevenir la obesidad, para que se detecten lo más
pronto posible, tanto la obesidad como los trastornos asociados a la esta, esta ley
describe los programas que hay que desarrollar. En su artículo 40, habla de las
autoridades que tengan competencia a nivel de guarderías y comedores escolares,
para que los menús en estos centros sean lo más equilibrados posible y se cum-
plan los requisitos mínimos establecidos a la hora de elaborar las comidas de los
centros educativos. En este artículo también se describe que se supervisarán las
cantinas y máquinas expendedoras de los centros educativos, para que se cum-
plan los requisitos nutricionales que hacen que la dieta en estos centros sea equi-
librada. Los responsables del incumplimiento serán los titulares de comedores,
cantinas y máquinas expendedoras.
La Ley 16/2011 de Salud Pública de Andalucía, de 23 de diciembre, recono-
ce en su artículo 12, el derecho a la promoción de la salud, será la administración,
la encargada de ejecutar las estrategias de nutrición y estilo de vida saludable que
se organicen en los centros educativos, y la que asegure que los menús de esto
centros sean equilibrados nutricionalmente.
En la escuela, es donde los niños van a desarrollar su personalidad y, al ser
una etapa de educación obligatoria, es el lugar ideal para que se promuevan los
hábitos saludables tanto nutricionales como de estilo de vida. Los comedores es-
colares también juegan un papel fundamental en la etapa del desarrollo del niño,
ya que pueden fomentar el estilo de vida saludable con los menús escolares.
En el horario del comedor escolar y después de la comida, se pueden realizar
actividades saludables tanto alimentarios como de higiene personal y relaciones
sociales, para inculcar los hábitos saludables en el alumno. Actividades como
juegos pueden ser también útiles, y se pueden realizar en el comedor, patio e
incluso en el aula.
La educación que se obtiene en los centros educativos es determinante para
el alumno. Aquí es donde se adquieren y se modifican los hábitos diarios que
determinan el carácter y el estilo de vida.
Estas primeras etapas durante la enseñanza obligatoria serán las que influirán
a la hora de desarrollar los hábitos alimentarios, higiénicos y de actividad física.
Conductas que se van a afianzar el los siguientes años de la enseñanza, primaria
y secundaria, y normalmente permanecen en la edad adulta.

316
La oferta alimentaria de máquinas expendedoras y cantinas/quioscos en centros escolares

En los centros escolares, la oferta alimentaria tiene que ser coherente con
las recomendaciones nutricionales que se ofrecen para los niños en estas edades.
Esto incluye además de a los comedores escolares, a las cantinas y quioscos. Todo
esto enmarcado dentro de un entrono saludable que favorezca el buen desarrollo
del niño. En realidad, la oferta que se encuentra en este tipo de establecimientos
como cantinas y quioscos, es muy diferente, se encuentran con mucha frecuencia
alimentos con exceso de grasa, sal y azúcares, lo que dificulta que la dieta de los
niños en estos centros, sea equilibrada.
El Ministerio de Sanidad y Consumo elabora en 2005, la Estrategia NAOS
en España, enfocado principalmente a la infancia. Uno de los convenios fue con
la Asociación Nacional Española de Distribuidores Automáticos, para que en los
centros educativos resultara más difícil acceder a alimentos poco saludables. Se
introdujeron máquinas expendedoras de alimentos y bebidas en estos centros y
así contribuir a la mejora de la oferta nutricional.
Se ha observado que, aunque las máquinas expendedoras, cantinas y quios-
cos que se encuentran en los centros escolares tienen la obligación de ofrecer
productos saludables que se ajusten a los requerimientos nutricionales de los
niños en edad escolar, esto no se cumple con elevada frecuencia. Es habitual
encontrarse en este tipo de ofertas alimentarias, productos poco saludables con
gran cantidad de grasas, azúcares y sal, por lo que los trabajos que promoción de
la salud en cuanto a hábitos alimentarios saludables, en este tipo de centros, no
cumplen con sus expectativas.
Podemos definir como alimentos hipercalóricos no recomendables, aquellos
que contienen un alto porcentaje calórico y bajo valor nutricional, con un alto
contenido en grasa y azúcares. Algunos de estos alimentos son las golosinas, se
trata de una masa que se obtiene mediante mezcla de, entre el 10% y el 80% de
azúcar, y otros ingredientes o aditivos como caramelo, goma de mascar, regaliz,
merengue u otros. La bollería industrial, que se compone de, entre 49% y 62% de
hidratos de carbono al que se le añade entre el 16% y el 30% de grasas y del 4 al
8% de proteínas. Destaca su alto contenido calórico, que ronda entre las 400 y las
500 calorías por cada 100 gramos. Otros son los snacks y aperitivos, compuestos
principalmente por almidón que procede de la patata, del maíz, arroz, trigo y
otros tipos de vegetales, fritos con aceites y grasas comestibles, al horno o seca-
dos. Sus características son el poco peso por unidad, su variada forma y su baja
densidad. En cuanto a las bebidas hipercalóricas, son aquellas que contienen un
alto porcentaje de azúcares sencillos, y aportan bajo valor nutricional y alto valor
calórico. Se engloban aquí las bebidas azucaradas y aromatizadas, los zumos con
azúcar añadido y los batidos con azúcares añadidos.

317
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Según la Ley sobre la Seguridad Alimentaria y Nutrición de 2011, en su


artículo 40 indica que está prohibida la venta de alimentos y bebidas con una
concentración alta en ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sal y azúcares
tanto en escuelas infantiles como en los centros educativos, y está reglamentaria-
mente establecido.
Se ha observado que en España los menús que se ofertan en los centros esco-
lares son saludables y que realizar las comidas en los colegios está asociado con
menor riesgo de obesidad infantil. Sin embargo, se ha demostrado en estudios
recientes que, en los centros educativos, las máquinas expendedoras de alimen-
tos y bebidas ofrecen en su mayoría, alimentos procesados con alto contenido
energético y nutricionalmente pobres. Algo contrario a las recomendaciones nu-
tricionales, donde la oferta que se sugiere consiste en nutrientes de alta calidad y
bajo aporte de grasas saturadas, sal y azúcar, así como un alto contenido en frutas
frescas y productos naturales.
El Documento de consenso sobre la alimentación en los centros educativos,
establece unos criterios para limitar el contenido de grasas, azúcares y sal, en los
alimentos y bebidas que se ofertan en los centros escolares, estos se aplicarán a
las porciones envasadas o comercializadas. Los criterios nutricionales que tienen
que cumplir serán los siguientes:
• El valor energético será de 200 kilocalorías como máximo.
• El contenido máximo de calorías procedentes de la grasa será del 35%
para una ración de menos de 200 kilocalorías, es decir, equivalente a un
máximo de 7,8 gramos de grasa.
• Contendrá un máximo del 10% de kilocalorías procedentes de grasas
saturadas. Lo que equivaldría para una porción de 200 kilocalorías, a un
máximo de 2,2 gramos de grasas saturadas.
• No están permitidos los ácidos grasos trans, solamente aquellos que se
encuentran presentes de forma natural en productos lácteos y cárnicos.
• Se permitirá que un máximo de 30% de kilocalorías, procedan de los
azúcares totales. En una porción de 200 kilocalorías, la equivalencia se-
ría de un máximo de 15 gramos de azúcares.
• El contenido máximo de sal será de 0,5 g, que equivale a 0,2 g de sodio.
• Ausencia de edulcorantes artificiales.
• Ausencia de cafeína u otras sustancias que sean estimulantes, a excep-
ción de las que se encuentren de forma natural presentes en el cacao.
Según el Plan de Evaluación de la oferta alimentaria en centros escolares
de Andalucía, se deberían de incluir una serie de alimentos recomendables en

318
La oferta alimentaria de máquinas expendedoras y cantinas/quioscos en centros escolares

las cantinas, quioscos y máquinas expendedoras de los centros escolares . Entre


ellos, se encuentran los siguientes productos: Aguas envasadas, no considerándo-
se las que se componen de agentes aromáticos y/o edulcorantes, como son las be-
bidas refrescantes. La leche podrá ser entera, semidesnatada o desnatada. Como
productos lácteos se incluyen las leches fermentadas, yogures, batidos elaborados
con leche. Que se hayan elaborado a partir de leche, que puede ser entera, desna-
tada o semidesnatada, y que no contengan más de 12,3 g de azúcar por 100 ml o
24,6 g de azúcar por envase de 200 ml. Los quesos serán poco grasos y tendrán el
contenido de sal dentro de los límites establecidos, sin poder superarlos. En cuan-
to a las frutas, estas serán frescas, enteras o con un procesado mínimo, además,
será fruta sin azúcares añadidos. Se permitirán zumos de fruta siempre que sean
naturales y se hayan elaborado a partir de concentrado, sin azúcares añadidos ni
edulcorantes artificiales. No se permiten los néctares de frutas ni las mezclas de
bebida de fruta y leche con azúcares o edulcorantes artificiales. Se incluyen bebi-
das hechas a partir de hortalizas, con un contenido de hortalizas del 50% mínimo,
sin azúcares ni edulcorantes artificiales añadidos. En cuanto a los cereales de de-
sayuno y barritas de cereales, estas están permitidas si cumplen los límites que se
establecen en cuanto a grasas, sal y azúcares. Las galletas y productos de bollería,
se permiten si cumplen los requisitos establecidos en cuanto a su contenido en
grasas, grasas saturadas, y azúcares. Se podrán servir frutos secos, siempre que
estos lleven azúcares ni grasas añadidas, que no sean fritos, ni tostados con aceite
y con una cantidad de sal que esté dentro de lis límites permitidos. Se permiten
helados fabricados con leche, si cumplen con los límites requeridos en cuanto a
su contenido en grasa y azúcares. Los sándwiches se podrán servir, si estos cum-
plen con los requisitos que se establecen en cuanto a su contenido en grasas, sal
y azúcares. Si son bocadillos, estos se elaborarán siempre con pan integral. Los
productos de panadería tales como las tostadas y colines, serán permitidos siem-
pre que se encuentren dentro de los límites establecidos en cuanto a su contenido
en grasas, sal y azúcares.
Las cantinas, quioscos y máquinas expendedoras, se tienen que regir de
acuerdo a los requisitos nutricionales que se establecen. Tampoco se pretende
que sea una relación exhaustiva de alimentos y bebidas, se recomiendan los si-
guientes:
• En cuanto a las aguas envasadas, estas serán aquellas que no contengan
agentes aromáticos y/o edulcorantes, incluidas en la categoría de bebidas
refrescantes.
• El acceso a fuentes y expendedores de agua debe ser gratuito.

319
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• La leche se puede ofrecer tanto contera como semidesnatada o desnata-


da, en sus distintas formas de conservación.
• En cuanto a los productos lácteos como leches fermentadas, yogures o
batidos de leche, que se hayan elaborado a partir de leche, ya sea en-
tera, desnatada o semidesnatada, no deben contener más de 12,3 g de
azúcar/100 ml (4,8 g lactosa + 7,5 g de azúcares añadidos) o bien 24,6
g de azúcar por envase de 200 ml (9,6 g de lactosa + 15 g de azúcares
añadidos).
• Los quesos serán de bajo contenido en grasa y en ningún momento supe-
rarán los límites de sal.
• Se ofertarán frutas frescas, enteras o mínimamente procesadas, sin azú-
cares añadidos.
• Los zumos de fruta y zumos de fruta a base de concentrado no tendrán
azúcares añadidos. No están incluidos los néctares de frutas, tampoco se
incluyen las bebidas mixtas a base de frutas y leche a las que se les ha
incorporado azúcares añadidos o edulcorantes artificiales.
• Las bebidas obtenidas a base de hortalizas, deben contener un mínimo de
50% de hortalizas, sin que se le hayan añadido azúcares ni edulcorantes
artificiales.
• Los cereales de desayuno y barritas de cereales cumplirán los requisitos
en cuanto a grasas, azúcares y sal.
• En Galletas y bollería, se cumplirán los requisitos en cuanto a su conte-
nido en grasas, grasas saturadas y azúcares.
• Los frutos secos serán aunque no contengan azúcares ni grasas añadidas,
no serán fritos ni tostados con aceite, y sin superar los límites de sal es-
tablecidos. El tamaño nunca excederá el valor energético máximo que se
establece para estos productos.
• Los helados serán aquellos que se elaboren con leche, y cumplirán los
requisitos en cuanto a grasas y azúcares.
• Se ofertarán sándwiches si cumplen los criterios que se establecen en
cuanto a grasas, sal y azúcares.
• Los bocadillos, serán de pan integral preferiblemente. Estos se elaboran
en su mayoría en la cantina o quiosco, por lo que no llevan etiqueta, no
deben ser muy calóricos y respetarán los límites de grasas, azúcares y sal.
• Aquellos productos que sean de panadería como las tostadas etc, respe-
tarán los criterios de grasas, azúcares y sal.

320
La oferta alimentaria de máquinas expendedoras y cantinas/quioscos en centros escolares

MÁQUINAS EXPENDEDORAS
Con respecto a las máquinas expendedoras, el hecho de tratarse de un siste-
ma de autoservicio, en el que se puede consumir de forma ilimitada y sin que esté
supervisado por un adulto, hay un riesgo en cuanto a que los alumnos menores de
edad puedan abusar consumiendo aquellos productos que no deben y en horarios
fuera de las comidas principales, con lo cual se produce un desequilibrio ali-
mentario. Es por esto que las máquinas expendedoras no se permiten en aquellas
zonas en las que se encuentre el alumnado de Educación Infantil, Primaria y/o
Educación Especial. No está permitida tampoco la publicidad de las máquinas
expendedoras que se encuentren en aquellas zonas correspondientes a Educación
Secundaria, ya que esta publicidad puede inducir al consumo de alimentos y be-
bidas no adecuados en el alumno.

Máquinas expendedoras y sus características


Las máquinas expendedoras deben cumplir con una serie de requisitos para
mantener un estilo de vida saludable y potenciar los hábitos, tanto nutricionales
como de actividad física, saludables:
• Estas máquinas deben estar identificadas, conteniendo toda la informa-
ción relativa a la empresa responsable del abastecimiento y manteni-
miento de la máquina.
• Será visible al público la información en cuanto a calorías, de las porcio-
nes envasadas o comercializadas.
• Se debe incluir información relativa a hábitos saludables tanto alimenta-
rios como higiénicos, bien en fotos o murales y cartelería.
• Debe haber una fuente de agua potable gratuita y refrigerada, y tiene que
estar próximo a la máquina expendedora.
Características nutricionales y propiedades saludables de los productos
ofertados
La oferta alimentaria de las máquinas expendedoras en los centros educati-
vos debe ser adecuada y ajustarse a los requisitos nutricionales adecuados para
la edad del niño:
• Se valorará la ausencia de bebidas refrescantes hipercalóricas, que se
potencie o se incentive el consumo de productos más saludables.
• Se valorará que los productos sean de proximidad, es decir, que se ela-
boren en las cercanías y no se produzcan gastos en cuanto a importación.
Esto también se refiere a la vida útil del producto, ya que al ser de proxi-
midad, se asegura que no han perdido las propiedades nutricionales que
les caracterizan.

321
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Se valorará que los productos sean de temporada y se tome como refe-


rencia la dieta mediterránea.
• Es importante que los frutos secos ofertados no sean fritos, con alto con-
tenido en grasas, y sal.
• Se deberán de incluir ingredientes integrales en el caso de alimentos
como cereales y pan.
• La fruta será fresca o mínimamente procesada, 100% natural y sin apli-
cación de ningún tratamiento térmico.

322
18.
DIABETES INFANTIL
Ana Martínez Sastre

EPIDEMIOLOGÍA
La prevalencia mundial de personas con diabetes mellitus (DM) en la actua-
lidad, es aproximadamente de 463 millones de adultos (entre 20 y 79 años), lo
que representa un 9,3% de la población mundial en dicho rango de edad. Según
las tendencias, se prevé que en 25 años (para el 2045), los casos de DM aumenten
a 700 millones, lo que supondría el 10,9%.

International Diabetes Federation.


Incremento de la prevalencia de diabetes a nivel mundial. 2019.
En 2019, el 50% de los adultos (20-79 años) con diabetes, no fueron diag-
nosticados correctamente, por lo que es importante mejorar el diagnostico a nivel
mundial para detectar la enfermedad de manera temprana, y así evitar las diversas
complicaciones de salud que se producen por un mal control de esta.

323
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

La enfermedad afecta aumentando el número de muertes (llegándose a pro-


ducir 4,2 millones de muertes en 2019), y el coste sanitario (estimando un gasto
anual de 760 mil millones de USD a nivel mundial).
En cuanto a España, se sitúa entre los cinco países con mayor prevalencia de
diabetes.
La incidencia de niños y adolescentes jóvenes (< 15 años) con DM sigue cre-
ciendo, produciéndose un aumento aproximadamente del 3% anual. La mayoría
de los niños en este rango de edad tienen DM1, pero existen datos indicativos de
que, debido al incremento de la obesidad y sedentarismo en determinados países,
se podría estar generando un aumento de los casos de DM2, aunque los datos
actualmente obtenidos son escasos y se necesitaría un mayor estudio sobre este
tema.
En la siguiente ilustración, se muestra la incidencia de diabetes tipo 1 (cada
100.000 por año) en menores de 15 años en los diferentes países.

Atlas de la diabetes de la FID. Incidencia de DM1 en < 5 años en los distintos países. 2019.

324
Diabetes infantil

TIPOS
La DM es una enfermedad crónica, en la cual se produce un aumento de la
glucosa en sangre debido a problemas con la secreción o acción de una hormona
llamada insulina. Esta hormona es secretada por el páncreas, y se encarga de
introducir la glucosa en el interior de las células para que pueda ser aprovechada
por estas en forma de energía. Se puede clasificar en diferentes tipos:

Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1)


Es una enfermedad autoinmune, ya que es el propio organismo es el que
destruye las células beta de los Islotes de Langerhans del páncreas (donde se
produce la secreción de insulina), ocasionándose una disminución importante o
una completa ausencia de insulina, lo cual genera un aumento de la glucosa en
sangre (hiperglucemia).
La falta de insulina ocasiona diversas alteraciones en el organismo:
• Al no haber suficiente secreción de insulina, la glucosa se queda en la
sangre produciendo la elevación de la glucemia (hiperglucemia).
• Al no tener suficiente cantidad de dicha hormona, la glucosa no puede
entrar en el interior de las células, privándolas de la energía necesaria.
• Cuando aparece un exceso de glucosa en sangre, parte de dicha glucosa
se pierde por la orina, generando glucosuria, además de la perdida de
sales minerales y agua, provocando deshidratación.
La DM1 también se llamada DM insulinodependiente, debido a que las per-
sonas que padecen esta enfermedad necesitan la administración de insulina exter-
na (mediante inyecciones diarias) para mantener los niveles de glucosa en sangre
adecuados.
Aunque actualmente no se sabe cuál es la causa que lleva a esta destrucción
de células (la cual provoca la aparición de la enfermedad), se cree que se debe a
la asociación entre la predisposición genética y factores ambientales, lo que hace
muy difícil su prevención.
Durante este trabajo, nos centraremos en este tipo, ya que la DM1 en niños
es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia y que genera
un gran impacto social y económico.

Diabetes mellitus tipo 2 (DM2)


En este caso sí hay secreción de insulina por parte del organismo, pero se
produce una resistencia a esta, haciendo que las células del cuerpo no puedan
responder correctamente ante dicha hormona derivando en una hiperglucemia.

325
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

La DM2 representa alrededor del 90% de todos los casos de diabetes. Se


produce generalmente en adultos, pero el aumento de la obesidad y la falta de
ejercicio, así como una dieta inadecuada, está haciendo que se manifieste un au-
mento de casos en niños y adultos jóvenes.
A diferencia de la DM1, esta si es posible prevenirla en cierta medida, ya que
se podría conseguir con la modificación de los hábitos de vida (evitar el seden-
tarismo, tabaquismo, obesidad...). Pero también hay factores no modificables re-
lacionados con la aparición de la enfermedad como: Ser mayor de 45 años, tener
antecedentes familiares de diabetes, padecer síndrome de ovarios poliquísticos...

Diabetes Mellitus gestacional


Suele detectarse mediante las pruebas rutinarias del embarazo, ya que por lo
general no presentar síntomas. Se caracteriza por un aumento de los niveles de
glucosa en sangre durante el embarazo, sin llegar a ser tan elevados como para
diagnosticar diabetes. Esto puede ocasionar problemas durante el embarazo o el
parto, y hace que aumente el riesgo tanto para la gestante como para el hijo de
padecer en un futuro DM.

SÍNTOMAS Y SIGNOS
Diabetes mellitus tipo 1
Los signos y síntomas más comunes y que se presentan de manera insidiosa
son:
• Poliuria: Los riñones producen un aumento de la cantidad de orina con
el fin de eliminar el exceso de glucosa del organismo, por lo que aumenta
la frecuencia de las micciones.
• Polidipsia (sed excesiva): Al aumentar de la cantidad de orina que es
eliminada, se genera una mayor necesidad de reposición de líquidos, pro-
duciendo sed constante.
• Polifagia (hambre constante): Esto es debido a que la falta de insulina
impide el transporte de la glucosa al interior de las células, ocasionando
una constante necesidad de energía.
• Falta de energía: Ante la falta de insulina, las neuronas no tienen el apor-
te de energía necesario, lo que se traduce en sensación de cansancio,
debilidad...
• Visión borrosa: El aumento de glucosa en el organismo también puede
afectar a los ojos, ya que el aumento de esta sustancia provoca la acumu-
lación de líquido en el cristalino, causando alteraciones visuales.

326
Diabetes infantil

• Pérdida de peso de manera injustificada: Como en casos anteriores, la


falta de insulina impide la entrada de glucosa en las células. En este caso,
esa falta de energía debe ser compensada con el consumo de las reservas
de grasas, reduciendo así la masa muscular por muchos alimentos que se
ingieran, haciendo visible la pérdida de peso.

Cardona, R. La diabetes tipo 1 en niños [Infografía]. 2015

Diabetes mellitus tipo 2


Los síntomas de este tipo de diabetes son muy parecidos a los de la DM1,
pero en este caso, se producen de manera menos insidiosa, presentándose a lo
largo de los años, lo que dificulta su diagnostico temprano.

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE LA DIABETES


Para la detección de la diabetes se debe cumplir al menos uno de los si-
guientes requisitos, que deberá ser repetido en dos ocasiones para confirmar el
diagnóstico:
• Glucosa plasmática en ayunas (tras 8h desde la última ingesta) igual o
mayor a 126 mg/dl.
• Glucosa plasmática igual o mayor a 200 mg/dl dos horas después de la
prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG), en la que se administran
75 g de glucosa disuelta en agua.
• Hemoglobina glicosilada (HbA1c) igual o mayor a 6,5%.
Será criterio decisivo de diabetes cuando:
• Existan síntomas y signos clásicos de diabetes y además se obtenga una
glucemia al azar (a cualquier hora del día) mayor o igual a 200 mg/dl.

327
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Elaboración propia. Criterios diagnósticos de diabetes. 2021.

COMPLICACIONES DE LA DIABETES MELLITUS TIPO 1


Complicaciones agudas
Hiperglucemia
El déficit de secreción de insulina por parte del páncreas, hace que se acumu-
le la glucosa en el torrente sanguíneo en vez de entrar en el interior de las células
para ser utilizada por estas como energía, causando una hiperglucemia (nivel de
glucosa en sangre mayor de 200 mg/dl).
Aunque a veces es difícil detectarlas, debido a que pueden ser asintomáticas,
es importante la detección y tratamiento a tiempo.
La hiperglucemia, además de ser originada por la falta de síntesis de insuli-
na, puede ser provocada por diversos factores que llevan a la modificación de los
niveles de glucemia en sangre.

328
Diabetes infantil

Elaboración propia. Causas de hiperglucemia. 2020.


Si el azúcar en sangre aumenta en exceso, la falta de energía de las células
hace que utilicen a las grasas, lo cual lleva a cabo la producción y acumulación
de cuerpos cetónicos, y puede llegar a generar lo que se denomina como cetoaci-
dosis diabética.
Esta situación puede traer graves consecuencias a nivel neurológico e inclu-
so la muerte si se produce un edema cerebral, por lo que es necesaria la rápida
actuación por parte del equipo sanitario.
En este caso, los síntomas clásicos de la enfermedad se intensifican, acompa-
ñados de una grave deshidratación y vómitos.
La frecuente aparición de hiperglucemias puede tener graves consecuencias
en un futuro, apareciendo complicaciones crónicas tanto microvasculares como
macrovasculares.
Actuación ante hiperglucemias agudas o crónicas
En el caso de la detección de una hiperglucemia aguda, será suficiente para
contrarrestarla la administración de la dosis adecuada de insulina.
Sin embargo para el control de la hiperglucemia crónica causada por la dia-
betes, es necesaria la modificación de los hábitos de vida (control de la ingesta de
hidratos de carbono, ejercicio, así como un adecuado manejo en la administración
de la insulina).

329
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Hipoglucemia
Por otro lado, hay riesgo de hipoglucemias (glucosa en sangre inferior a 70
mg/dl), debido al delicado equilibrio entre la administración de insulina, la dieta
y el ejercicio.

Elaboración propia. Causas de hipoglucemia. 2021.

Los síntomas pueden ir desde los más leves (los cuales pueden presentarse o
no), hasta los más graves.
• Síntomas adrenérgicos: Como palidez, temblor, taquicardia, palpitacio-
nes, hipertensión…
• Síntomas colinérgicos: Salivación, nauseas, dolor abdominal…
• Síntomas neuroglucopénicos: Mareo, confusión mental, alteraciones en
la visión o en la conducta, desorientación, pudiendo llegar a convulsio-
nes, coma o incluso la muerte.

330
Diabetes infantil

Galindo, M. Síntomas de la hipoglucemia [Infografía]. 2015

Actuación ante hipoglucemias leves y graves


En el caso de hipoglucemia leve en adolescentes, se debe utilizar la regla de
los 15, que consiste en ingerir 15 gramos de hidratos de carbono de acción rápida
como azúcar, zumos o refrescos azucarados. Posteriormente, a los 15 minutos, se
tiene que realizar un nuevo control glucémico para asegurarse de que los niveles
de azúcar van aumentando. Una vez normalizada la glucemia (mayor de 70 mg/
dl), deberá ingerir 15 gramos de hidratos de carbono, en este caso, de acción lenta
como galletas o pan.

331
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Las cantidades de hidratos de carbono varían según la edad, siendo:


• Para los más pequeños, de 0,15 gramos de hidratos de carbono por cada
kilo de peso.
• Y para niños mayores, entre 5-10 gramos de hidratos de carbono.
En cambio si se trata de una hipoglucemia grave, es necesaria la actuación de
una persona instruida en la administración de glucagón intramuscular o glucosa
intravenosa, y no se debe administrar nada por boca ante el riesgo de atraganta-
miento. Una vez pasados unos 15 minutos desde la recuperación de la conscien-
cia, se procederá como en el caso de glucemia leve.

Complicaciones crónicas
Cuando se obtienen valores de HbA1c mayores del 7% (lo cual indica un
mal control de la enfermedad, presentando hiperglucemias mantenidas) se van
produciendo diversas alteraciones en el organismo. Este tipo de complicaciones
aparecerán primero cuanto peor sea el control glucémico a lo largo de la enferme-
dad, pero también influyen la edad y los antecedentes familiares. Otros factores
a tener en cuenta y que ayudaran a la presencia más temprana de estas complica-
ciones son: tabaquismo, hipertensión y obesidad.
Las complicaciones crónicas son las más temidas tanto por la persona con
diabetes como por su familia, ya que causan una pérdida de calidad de vida. El
aumento constante de glucosa en sangre, hace que los vasos sanguíneos se vayan
obstruyendo poco a poco, causando la perdida de funcionalidad en distintos ór-
ganos. Como los primeros vasos sanguíneos en obstruirse son los más pequeños
(complicaciones microvasculares), empezaran a verse afectados órganos como
los ojos o los riñones. Estas pueden ser:
• Complicaciones microvasculares: Como la retinopatía, nefropatía y neu-
ropatía.
• Complicaciones macrovasculares: Como el accidente cerebrovascular,
la cardiopatía isquémica y la arteriopatía periférica.
Las enfermedades cardiovasculares son las complicaciones crónicas que
más morbilidad y mortalidad causan en los diabéticos. Diversos estudios han de-
mostrado que las personas con DM, tienen un riesgo mayor (de 2 a 3 veces más)
de padecer enfermedades cardiovasculares como infarto de miocardio o acciden-
te cerebrovascular entre otras. Además, niveles elevados de glucosa en sangre
se asocia también con otros factores de riesgo como la hipertensión, la obesidad
abdominal o la hipercolesterolemia. Por lo que para intentar frenar este aumento
del riesgo, se debe evitar el tabaquismo, el sedentarismo (disminuir los niveles

332
Diabetes infantil

de colesterol y perímetro abdominal), controlar los niveles de presión arterial y


mantener un buen control de la glucosa.
La retinopatía diabética se produce por afectación en los vasos sanguíneos de
la retina, debido a hiperglucemias mantenidas, generando una progresiva pérdida
de visión (cataratas, visión doble, ceguera…). Es una de las principales causas de
ceguera y origina una gran pérdida de calidad de vida, así como un incremento
del gasto sanitario. Esto se puede prevenir manteniendo un correcto control de
la glucemia y disminuyendo los niveles de presión arterial. Se deben realizar
controles anuales de fondo de ojo, según indica el protocolo AUGE, en aquellas
personas con DM1 que lleven más de cinco años de evolución de la enfermedad.
La nefropatía diabética se produce por la afectación de los vasos sanguíneos
renales, causando la pérdida funcional de los riñones. Según diversos estudios se
considera que a nivel mundial, el 80% de las nefropatías terminales están causa-
das por la diabetes o por la hipertensión, o por una combinación de ambas. Tras
cinco años de evolución de DM1, se deben realizar controles anuales de albumina
en orina (albuminuria) para poder prevenir esta complicación, mientras que si los
niños padecen DM2, se deberá realizar un control anual desde el momento del
diagnostico.
Un mal control de la diabetes también puede dañar de manera progresiva los
nervios de los pies, perdiendo sensibilidad en estos (es lo que se denomina como
neuropatía periférica). Esto último es muy importante ya que se pueden producir
heridas en los pies sin ser detectadas a tiempo. El pie diabético tiene mayor pre-
valencia en personas que padecen neuropatía asociada con insuficiencia venosa,
cursando con lesiones en las que aparecen ulceración, infección y/o destrucción
de tejidos, pudiendo llegar a ser necesaria la amputación, con la consiguiente
pérdida de calidad de vida y aumento del riesgo de muerte prematura. Es impres-
cindible la revisión ocular y manual diaria para poder detectar a tiempo cualquier
tipo de lesión que podría pasar desapercibida.
También será necesario realizar controles periódicos en los niños y adoles-
centes con diabetes, ya que el aumento de glucosa en sangre, conlleva un aumen-
to de glucosa en la saliva, produciendo daños en la cavidad oral como:
• Aumento de caries por la destrucción del esmalte dental.
• Aparición de periodontitis, generando la infección de las encías y la des-
trucción del hueso, llevándose a cabo la pérdida de piezas dentarias.
• Mayor probabilidad de proliferación de hongos, apareciendo candidiasis
bucal.

333
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

En diversos estudios también han observado que la DM1 puede tener rela-
ción con la estatura de los niños que la padecen. Todo esto dependerá de factores
como el control metabólico, la duración y la edad de inicio de la enfermedad,
asociando esto a una disminución en el crecimiento.
Todos estos tipos de complicaciones se podrían prevenir en cierto modo si
se mantiene un buen control de la glucemia. Es fundamental la prevención para
evitar síntomas y complicaciones posteriores.

TRATAMIENTO
El tratamiento de la diabetes, no está dirigido a la curación, sino a conseguir
un buen control de la enfermedad, prevenir complicaciones agudas y crónicas,
así como mantener un desarrollo y crecimiento similar al de otros niños sin esta
patología.
Los 4 pilares fundamentales en el tratamiento de la diabetes son:
• Control glucémico.
• Insulina.
• Ejercicio físico.
• Alimentación.

Control glucémico
En estos casos en los cuales los niños son diagnosticados con diabetes, es
fundamental la labor por parte de enfermería en cuanto a la educación diabetoló-
gica, tanto al niño como a los padres. Esto contará con conceptos teóricos (p.ej.
identificar los síntomas y signos de una hiperglucemia o una hipoglucemia) y
situaciones practicas, como la medición o autoanálisis de la glucemia o la admi-
nistración de insulina entre otros.
Deberán realizar automediciones en las siguientes situaciones:
• En ayunas al despertarse.
• Antes y después de cada comida principal.
• Ante la sospecha de hipoglucemia (con síntomas como: mareos, sensa-
ción de hambre, irritabilidad...).
• Ante la sospecha de hiperglucemia (con síntomas como: taquicardia,
nauseas, dolor abdominal...)
• Antes de realizar ejercicio físico.
También se realizaran monitorizaciones de HbA1c unas 4 veces al año para
determinar la glucemia media.

334
Diabetes infantil

Técnica de medición de la glucemia mediante glucómetro


El glucómetro es un dispositivo electrónico utilizado para determinar el nivel
de glucemia, mediante muestras de sangre capilar.
Se necesitará además una lanceta y una tira reactiva, la cual se inserta en el
interior del glucómetro.
• Lavar las manos con agua templada para favorecer la circulación de la
sangre.
• Colocar la lanceta en el lateral del dedo y pinchar.
• Desechar la primera gota de sangre.
• Una vez colocada la tira reactiva en el glucómetro, acercarla a la gota de
sangre para que la absorba por capilaridad.
• Presionar un minuto con un algodón la zona puncionada.
• Anotar el resultado reflejado en el glucómetro.

Ortiz, H. ¿Qué es el monitoreo capilar de la glucosa?


Gracias a este aparato electrónico se puede realizar el perfil glucémico a lo
largo del día de manera sencilla (mediante automonitoreo).
Sistemas de monitorización continua de glucosa
Son sistemas en los cuales, mediante un sensor subcutáneo colocado en la
pared abdominal, se van obteniendo datos de glucemia intersticial (se asemeja a
la plasmática) que se registran mediante un monitor externo, obteniendo informa-
ción detallada las 24 horas al día.
El problema de este tipo de sistemas, es que actualmente no son todo lo
fiables que se esperaría, por lo que no se pueden suplir las mediciones capilares
para confirmar la certeza de la medición realizada por el sistema de monitoriza-
ción. En las mediciones en las que se observa menor error es en las relacionadas
con la hipoglucemia, motivo por el cual se utiliza para pacientes con frecuentes
hipoglucemias que no son capaces de identificarlas, como puede ser el caso de
niños pequeños.

335
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Existen diferentes tipos:


• Sistema de monitorización continua propiamente dicha: los cuales dan
información de la glucemia durante las 24 horas del día, y permiten esta-
blecer alarmas cuando se detecte el nivel de glucemia demasiado alto o
bajo. Como comenté anteriormente, se calibrarán mediante mediciones
capilares.
• Sistemas de monitorización flash: se diferencian de los anteriores en que
no es necesario la calibración mediante mediciones capilares. En este
caso el seguimiento se realiza en las últimas 8 horas y solo realiza una
lectura cuando el receptor se acerca al sensor generalmente colocado en
el brazo. Otra de las diferencias es que estos sistemas no disponen de
alarmas.
Sistemas de infusión continua
Consiste en una bomba portátil de insulina, la cual simula la función del
páncreas, mediante una infusión continua de insulina durante las 24 horas del día
(insulina basal) además de bolos de insulina según las necesidades diarias indivi-
duales (dependiendo de la ingesta o posibles hipoglucemias).
Este sistema permite mejorar la calidad de vida, ya que es pequeño y portá-
til, prácticamente pasa desapercibido por el resto de la gente, y además evita las
constantes inyecciones. Varios estudios han observado que tanto los niveles de
HbA1c como el control de la enfermedad, mejoran con este sistema, previniendo
futuras complicaciones.
Este sistema está compuesto por:
• Bomba de insulina: Dispositivo de pequeño tamaño, portátil. Contiene
una pantalla, y los botones para programar el aparato.
• Reservorio de insulina: Son cartuchos que se introducen en el interior
de la bomba y que contienen las unidades de insulina. Dependiendo de
la marca comercial y del gasto de insulina se deberá cambiar cada dos o
tres días.
• Equipo de infusión: Cable que une la bomba de insulina con el catéter, a
través del cual pasa la dosis a infundir.
• Catéter: Se inserta en el tejido subcutáneo de manera externa general-
mente en el abdomen. Se debe cambiar aproximadamente cada tres días.
Niveles de glucemia
Los resultados obtenidos mediante el glucómetro dan información sobre
cómo está el nivel de glucosa en el organismo. A partir de esa información, se
puede saber si hay que modificar o no la dosis de insulina, la realización de ejer-

336
Diabetes infantil

cicio o la ingesta de hidratos de carbono. En la tabla se muestran los rangos entre


los cuales debería estar el nivel de glucemia de una persona con o sin diabetes,
antes y después de las comidas. Siendo la glucemia basal en ayunas de 8 horas y
la postprandial 2 horas tras la ingesta.
SIN DIABETES CON DIABETES
Basal (mg/dl) 70 – 100 70 – 130
Post prandial (mg/dl) <140 <180
Elaboración propia. Niveles de glucemia. 2021
Insulina
Las personas con DM1 son insulinodependientes, ya que debido al déficit
de secreción de insulina por parte del propio organismo, se debe administrar de
manera exógena.
El tratamiento con insulina busca reemplazar el déficit de insulina causado
por el páncreas, por lo que se deberá administrar diariamente mediante inyección,
según las necesidades individuales y las pautas marcadas por su médico.
Esta administración puede estar basada en una mezcla de insulinas de acción
rápida y de acción lenta las cuales deben ser inyectadas a lo largo del día. Actual-
mente hay otra alternativa, la infusión continua de insulina percutánea.
Se ha demostrado según diversos estudios como el Diabetes Control and
Complications Trial (DCCT) o The Epidemiology of Diabetes Interventions and
Complications (EDIC), que la administración intensificada de múltiples dosis de
insulina, ayuda a reducir de manera significativa el numero de futuras complica-
ciones (especialmente las microvasculares), evidenciando que cuanto mayor es el
control glucémico a lo largo de los años, mas disminuye el riesgo de complica-
ciones crónicas derivadas de la diabetes.
Tipos de insulinas
Insulinas de acción rápida
Es más utilizada para el tratamiento de la cetoacidosis diabética (mediante
administración intravenosa), que para simular una secreción fisiológica, debido a
que su periodo de acción comienza a los 30-45 minutos desde su administración.
Modificando algunos aminoácidos de las insulinas, se obtienen análogos de
estas, en las cuales se produce una alteración de las características farmacodi-
namicas, así como los tiempos de acción, haciendo que este tipo de análogo de
insulina imite de mejor manera la secreción fisiológica de la insulina, teniendo
un inicio de acción más corto. Son utilizadas para la administración previa a
las comidas (unos 15 minutos antes si la glucemia no está baja) reduciendo las

337
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

posibilidades de una hiperglucemia postprandial. Algunos ejemplos son: Lispro,


Aspartica y Glulisina.
Insulinas de acción intermedia
Utilizada como insulina basal, debido a su larga duración (unas 12-15 horas).
Por ejemplo la insulina NPH. Es muy importante agitarlas bien antes de la admi-
nistración, ya que llevan diversos componentes que deben ser homogeneizados,
de ahí el aspecto lechoso.
Insulinas de acción lenta o prolongada
Son análogos de insulina, los cuales tienen una duración de acción aproxima-
da de 24 horas y ausencia de un pico marcado de inicio de actividad. Dos ejem-
plos son: Detemir y Glargina, las cuales son utilizadas en España y aprobadas
para el uso en niños mayores de 2 años.
Insulinas combinadas
Son mezclas de análogos de insulinas de acción rápida e intermedia. El in-
conveniente es que no se pueden modificar las cantidades de cada una de ellas,
haciendo imposible el ajuste según las necesidades individuales de cada uno.
Mediante la combinación de varias insulinas se busca imitar la secreción fi-
siológica del páncreas. Por lo que dependiendo de cada caso se podrá utilizar una
insulina de acción lenta o intermedia para cubrir la dosis basal y una de acción
regular o rápida utilizada como bolos previos a las comidas.

Cardona, R. Tratamiento de insulina. 2021.

338
Diabetes infantil

Factores que modifican la acción de la insulina


Hay situaciones que pueden provocar que la insulina se active de manera
más temprana, pudiendo producir hipoglucemias. Algunos ejemplos son:
• Una inyección incorrecta, siendo demasiado profunda.
• Administración de calor o masajear la zona donde se ha puesto la inyec-
ción.
También puede ocurrir el caso contrario, en el cual el inicio de acción se ve
retrasado, pudiendo provocar una hiperglucemia. Algunos ejemplos son:
• Una inyección incorrecta, siendo demasiado superficial.
• Administración de frio en la zona donde se ha puesto la inyección.
Técnica de inyección de insulina
Hay distintos dispositivos para la administración de insulina como: Jeringui-
llas (si se va a administrar una mezcla de insulinas que no existe en pluma), plu-
mas de insulina (contiene un cartucho con insulina en su interior) (Ilustración 6),
infusores subcutáneos continuos de insulina.

Fairview. Patient education. 2015


La técnica para utilizar jeringa será:
• Lavar las manos con agua y jabón.
• Cargar la jeringa con aire (la misma cantidad de aire que la dosis de in-
sulina que se vaya a administrar).
• Introducir el aire cargado en la jeringa en el interior del vial de insulina.
• Cargar la cantidad necesaria de insulina.
• Elegir la zona de inyección en función del tipo de insulina.
• Limpiar la zona de inyección.

339
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Coger un pellizco en dicha zona e inyectar con la otra mano (si hay mu-
cha grasa en ángulo de 90º, si hay poca grasa disminuir el ángulo).
• Soltar el pellizco y permanecer unos segundos antes de retirar la aguja.
La técnica para utilizar la pluma de insulina será:
• Lavar las manos con agua y jabón.
• Colocar una aguja en la pluma y purgar (eliminar una pequeña cantidad
de insulina para evitar que quede aire en la aguja).
• Cargar con las unidades necesarias.
• Coger un pellizco, con la otra mano inyectar la pluma (el ángulo depen-
derá como en el caso anterior de la cantidad de grasa).
• Soltar el pellizco y permanecer unos segundos antes de retirar la aguja.
Las inyecciones de insulina se deben realizar en el tejido subcutáneo (el es-
pacio comprendido entre la piel y el músculo). Algo a tener en cuenta es que
dependiendo de la zona de administración, aparece una variación en la velocidad
de adsorción de la insulina.
Ordenando estas zonas de mayor a menor rapidez de absorción son: el abdo-
men, seguido por los brazos, muslos, y por último las nalgas.
• Abdomen: es la zona de absorción más rápida, y la menos afectada por
la realización de ejercicio físico. Muy utilizada para insulinas de acción
rápida.
• Brazos: debe realizarse en la región lateral. Si el niño tiene poca grasa
en esa zona, no es recomendable, ya que se podría inyectar en músculo,
produciendo hematomas y alterando la acción de la insulina.
• Muslos: utilizada para la administración de insulina de acción prolon-
gada.
• Nalgas: zona de menor velocidad de absorción. Se utiliza generalmente
en niños de bajo peso.

Millán, M.J. Educación diabetológica. 2015

340
Diabetes infantil

La inyección continuada en una misma zona puede dar lugar a lipodistrofias,


por lo que es importante una adecuada técnica de inyección, así como la rotación
de los sitios de punción.
Ejercicio físico
El ejercicio físico es muy beneficioso para todas las personas, pero aún lo es
más en las personas diabéticas.
La recomendación general de realizar ejercicio en la infancia es de 30 minu-
tos diarios, siendo algo superior la necesidad en los diabéticos.
Algunos beneficios que se obtienen a través de la realización diaria de ejer-
cicio físico en las personas con diabetes son:
• Mejora el perfil lipídico.
• Disminuye los factores de riesgo vascular.
• Disminuye también los niveles de glucemia en el momento de la realiza-
ción del ejercicio y varias horas después.
• Mejora la sensibilidad a la insulina, por lo que las necesidades de esta
durante y después del ejercicio son menores.
• También puede favorecer las relaciones y la integración social.
• Genera una sensación de bienestar.
En las personas sin diabetes, el páncreas regula la secreción de insulina (dis-
minuyéndola) y segrega otras hormonas encargadas de aumentar la cantidad de
glucosa en sangre producida por el hígado, consiguiendo así niveles estables de
glucosa.
Sin embargo, los diabéticos, para conseguir todo esto necesitan un correcto
ajuste de la cantidad de insulina a administrar, y una correcta alimentación en
función de la intensidad de ejercicio que se vaya a realizar, ya que si hay un ex-
ceso de insulina durante el ejercicio, impide la salida de la glucosa produciendo
una hipoglucemia.
Es fundamental crear una rutina de ejercicio. Pueden realizarlo de igual
modo que los niños que no tienen diabetes, pero se deben tener en cuenta ciertas
precauciones:
• Las modificaciones de la glucemia durante el ejercicio, suelen repetirse
con la realización nuevamente del mismo ejercicio en condiciones simi-
lares, pudiendo prevenir complicaciones.
• Se debe ajustar la duración e intensidad dependiendo del tipo de ejercicio
que se vaya a realizar, para poder ajustar el tratamiento.
• Cuando el niño aun no sepa manejar la diabetes, deberá estar acompaña-
do durante el ejercicio para la posible detección de los síntomas de una
hipoglucemia.

341
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Si previo a el ejercicio se obtienen valores de glucemia mayores de 300


mg/dl o situación de hipoglucemia, no se podrá realizar hasta la completa
normalización de los valores glucémicos.
• Como se habló anteriormente hay que evitar la inyección de insulina en
zonas donde el esfuerzo muscular va a ser mayor (p.ej. si se sale a correr
no inyectar en el muslo).
• Evitar las horas de mayor calor e hidratarse correctamente tanto antes
como después de practicar ejercicio.
• Evitar que la práctica de ejercicio coincida con la administración de in-
sulina, por lo que se deben planificar horarios. Lo ideal sería hacerlo una
vez pasadas una o dos horas desde la administración de insulina.
• Se recomienda la ingesta durante y después de la actividad física de unos
10-20 mg de glucosa para reponer los depósitos de glucógeno en los
músculos y el hígado con el fin de prevenir una hipoglucemia.
Se aconseja hacer ejercicio aeróbico de intensidad moderada, ya que mejora
la circulación sanguínea periférica.
Algunos deportes podrían ser: montar en bici, baloncesto, correr, jugar al
tenis...
Se desaconseja la práctica de ejercicio de alta intensidad o anaeróbico, ya
que puede generar complicaciones como hiperglucemia o cetosis.
Algunos deportes desaconsejados son: pruebas de velocidad, levantamiento
de pesas...
Manejo de la insulina
Las pautas de insulina se adaptarán individualmente según sus necesidades
mediante controles de glucemia.
Deberá tenerse en cuenta: la duración e intensidad del ejercio, la alimenta-
ción y los niveles de glucemia obtenidos en los controles.
• En caso de realizar un ejercicio físico programado, se bajara la dosis de
insulina que actuará en ese momento.
• Así como en la realización ejercicio intenso o de manera prolongada, en
la cual habrá que disminuir la dosis de insulina que actúe en las 12-24
horas próximas.

342
Diabetes infantil

Manejo de la alimentación
Se deben tomar hidratos de carbono 1 o 2 horas antes de la práctica de ejer-
cicio.
Se podrán añadir raciones extras de hidratos previos al ejercicio dependiendo
del nivel de glucemia

Elaboración propia. Cómo actuar basándose en los niveles de glucemia. 2020


En diversos estudios se ha podido observar como aquellos niños con DM1
que realizan ejercicio físico de manera regular tienen un mejor control de la en-
fermedad.
Es aconsejable la actividad física aeróbica al menos 3 veces a la semana, con
una duración de unos 45 minutos por sesión.

Alimentación
Hay que mantener un equilibrio entre el ejercicio físico, la correcta alimenta-
ción y la administración de insulina para obtener un buen control de la diabetes.
Al igual que la dieta de un niño sin diabetes, tiene que ser equilibrada, rica en
frutas y verduras y baja en grasas saturadas (Ilustración 8). Pero en este caso ade-
más es importante el cómputo de los hidratos de carbono a ingerir, lo cual depen-
derá de la pauta de insulina a seguir y las características personales de cada niño.
Se puede utilizar la siguiente fórmula para el cálculo aproximado de las ca-
lorías diarias necesarias para niños menores de 10 años:
1000 + (100 x edad en años) = calorías/día
En mayores de 10 años las necesidades calóricas se ven aumentadas por el
periodo de intenso crecimiento, por lo que la formula ya no serviría de orienta-
ción.
La dieta se tiene que adaptar a cada niño para favorecer un crecimiento y
desarrollo adecuado.
Los alimentos están compuestos fundamentalmente por:

343
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Hidratos de carbono
Es fundamental la cantidad diaria de hidratos de carbono para conseguir la
suficiente energía, pero sin tomarlos en exceso, ya que se transforman en glucosa
derivando en una hiperglucemia. Esta cantidad puede variar dependiendo de la
intensidad de ejercicio físico que se realice, y ha de adaptarse a la pauta de insuli-
na a seguir, pero deben ser ingeridos en cada comida, sin saltarse ninguna. Algu-
nos estudios demuestran que la distribución homogénea de hidratos de carbono a
lo largo del día contribuye a un mejor control metabólico.
Proteínas
Se recomienda que el porcentaje de proteínas sea del 15 al 20% del aporte
calórico total. Se obtiene de alimentos como: Carne, pescado, huevos, frutos se-
cos o legumbres.
Grasas
Son muy importantes para el crecimiento de los niños, ya que ayuda a la
formación de órganos y tejidos, además contiene vitaminas esenciales. El por-
centaje puede variar dependiendo del peso del niño y sus niveles de glucemia. La
cantidad de colesterol diaria superará los 300 mg/día.
Podemos diferenciar entre:
• Grasas saturadas: que se encuentran en alimentos animales como lác-
teos, huevos o carne.
• Grasas insaturadas: presentes en productos vegetales como aceites ve-
getales, semillas o frutos secos.
Fibra
Es recomendable la ingesta de fibra, ya que ayuda a que la absorción de los
azucares se produzca de manera más lenta, evitando los picos de glucemia post-
prandial. Se recomienda una ingesta aproximada de 20-30 g/día.
La dieta ideal contendrá suficientes hidratos de carbono, fibra y fruta, y evi-
tará alimentos ricos en azucares libres como: Refrescos y productos de bollería
industrial. Unos horarios contantes en las comidas, ayudaran al mantenimiento de
los niveles de glucosa en sangre.
Existen diferentes métodos para planificar las comidas:
• Creación de menús: Es el método más sencillo, ideal para niños recién
diagnosticados de DM1. Consiste en la creación de menús diarios basán-
dose en las necesidades nutricionales de ese niño.
• Conteo de hidratos de carbono: Se contará la cantidad de hidratos de
carbono que aporta cada alimento, en función de esto, se modificará la
cantidad de insulina rápida a administrar en cada comida.

344
Diabetes infantil

Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Pirámide de la alimentación saludable. 2019

• Método de las raciones: Se hace el recuento de hidratos de carbono a


través de raciones.
Sabiendo que en España una ración equivale a 10 gramos de hidratos de
carbono y mediante la ayuda de las tablas de equivalencias, se pueden
planificar las ingestas.
Los alimentos se clasifican en 6 grupos (lácteos, cereales y derivados,
harinas, legumbres y tubérculos, frutas, hortalizas...) lo cual ayuda a lo-
calizarlos en cada una de las tablas para conocer la cantidad de gramos
que corresponden a una ración.

345
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

• Método de equivalencias entre hidratos de carbono: Este método va en


relación con el anterior, ya que es necesario conocer el número de racio-
nes que aportan los alimentos en cada comida, para poder intercambiar-
los por otros que contengan el mismo número de raciones, haciendo así
que el nivel de glucemia se mantenga aun comiendo alimentos diferen-
tes. Este método ayuda a evitar la monotonía que se tendría por ejemplo
con el método de los menús.

Murillo, S. Tabla de raciones de hidratos de carbono. 2015


Situaciones especiales
Es muy importante en las personas con diabetes establecer una rutina y tener
una vida organizada en cuanto a la hora de administración de insulina, de las co-
midas y de ejercicio físico.
La modificación de la rutina diaria puede generar descompensaciones glucé-
micas derivando en hipoglucemias, por lo que se hay que seguir ciertas recomen-
daciones ante diversas situaciones especiales.

346
Diabetes infantil

Vacaciones
• Durante el verano, aumenta la exposición al sol y al calor, lo cual afecta
a la absorción de la insulina, aumentando el riesgo de hipoglucemias.
• El ejercicio a realizar, puede diferir del prácticado habitualmente, por lo
que se deberá tener en cuenta para el ajuste de la ingesta de hidratos de
carbono e insulina.
Campamentos
Pueden mantener las mismas actividades que el resto de niños, pero se deben
tener en cuenta algunas recomendaciones como:
• Llevar siempre insulina y algún alimento rico en hidratos de carbono.
• Controlar el exceso de ejercicio.
• No saltarse ninguna comida.
Viajes
Al igual que en el caso de los campamentos o excursiones, el niño siempre
debe ir equipado con el material necesario para la medición de la glucemia y
administración de la insulina, así como de un alimento extra que aporte hidratos
de carbono.
• Los viajes, puede modificar los horarios habituales y el nivel de activi-
dad, por lo que se recomienda aumentar la frecuencia de los autoanálisis
de la glucemia para lograr un mejor ajuste.
• Se tendrá en cuenta que si el viaje es a otro país, puede que no tengan la
misma insulina, por lo que se recomienda llevar más insulina de la nece-
saria para evitar posibles problemas.
• Llevar la documentación que acredite a la persona con diabetes, ya que
en los vuelos, la insulina y tiras reactivas deben ir en el equipaje de
mano, pues en la bodega del avión (debido a la baja temperatura) podría
estropearse.
Cumpleaños
Una de las celebraciones más frecuentes son los cumpleaños, situaciones en
las que los niños diabéticos pueden tener problemas con varios de los alimentos
que se ofrecen en ellos.
Para evitar estas situaciones, existe la alternativa de elaborar menús especia-
les, así como tartas con edulcorantes artificiales, con el fin de evitar una hiperglu-
cemia y posibles descompensaciones en los días posteriores.
Se fomentarán celebraciones en las cuales se lleven a cavo actividades salu-
dables como cine, juegos... que además ayudan a mejorar las relaciones sociales.

347
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Fines de semana y festivos


Los días en los que no hay colegio pueden sufrir cambios de horario.
Puesto que no hay obligación de madrugar, habría que tener en cuenta si el
niño va a levantarse mas tarde para ajustar la dosis de insulina y la cena de la
noche previa.
Otra cosa a tener en cuenta es la ingesta de alcohol, ya que esto asociado a un
retraso en el horario de la cena puede causar hipoglucemias.
Además al disponer de más tiempo libre, pueden aumentar las actividades
como montañismo, futbol, ciclismo... debiendo tenerse en cuenta para la corres-
pondiente modificación de la cantidad de insulina a administrar, la zona de in-
yección...

348
Bibliografía

BIBLIOGRAFÍA

AGENCIA ESPAÑOLA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIÓN.


Alimentación saludable. Guía para familias. Programa PERSEO. [mo-
nografía en Internet]. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo; 2007.
ABENZA G., AZORIT J., BALLESTER G., BALLESTEROS A., BELMON-
TE C., DEL BARRIO, G. ET AL. Documento de consenso sobre la
alimentación en los centros educativos. Ministerio de Educación. 21
de julio de 2010.
ABINZANO RV. El advenimiento de la anorexia como categoría psicopato-
lógica: discusión y delimitación entre Lasègue, Gull y Freud. Revista
Perspectivas en Psicología. 2019 [citado 12 marzo 2021];90–97.
About Tongue-tie - Tongue Tie Professionals. [cited 2020 Dec 23].
ADEVA QUIRÓS C. Anquiloglosia en recién nacidos y lactancia materna.
El papel de la enfermera en su identificación y tratamiento. RqR En-
fermería Comunitaria (Revista de SEAPA). 2014 May; 2 (2): 21-37
AGENCIA ESPAÑOLA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA. Estrategia para
la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad (NAOS).
Invertir la tendencia de la obesidad. Madrid: Agencia Española de
Seguridad Alimentaria; 2005.
AGUILAR M.J., BAENA L., SÁNCHEZ A.M., GUISADO R., HERMOSO
E., MUR N., Beneficios inmunológicos de la leche humana para la
madre y el niño. Revisión sistemática. Nutr. Hosp. vol.33 no.2 Madrid
mar./abr. 2016
AGUILAR M.J., BAENA L., SÁNCHEZ A.M., GUISADO R., HERMOSO
E., MUR N., ET AL. Triglyceride levels as a risk factor during preg-
nancy. Biological modeling. Systematic review, Nutr Hosp 2015;32(02),
Nutr Hosp 2015;32(02).
AGUILAR-CORDERO MJ, BAENA GARCÍA L, SÁNCHEZ-LÓPEZ AM.
Obesidad durante el embarazo y su influencia en el sobrepeso en la
edad infantil. Nutr Hosp. 2016 Sep 8 [cited 2020 Sep 17]; 33(5):18–23. 
ALAVI HOJJAT, T. HOJJAT, R The economics of obesity. Poverty, income
inequality and health. Springer 2017.
ALBA-MARTÍN R. Prevalencia de obesidad infantil y hábitos alimentarios
en educación primaria. Scielo.isciii.es. 2021.
Alimentación - Federación Española de Diabetes FEDE [Internet]. [citado 3
de junio de 2021].

349
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

Alternativas a la crisis global de la alimentación | Nueva Sociedad [Internet].


Nueva Sociedad | Democracia y política en América Latina. 2016 [ci-
tado 16 de julio de 2021].
American Academy of Pediatrics, Consejos para comenzar a darle alimentos
sólidos al bebé AAP, 2018 (consultado el 4 de Mayo de 2021). 
American Diabetes Association. Standars of  Medical Care in Diabetes 2019.
Diabetes Care. 2019; 42(1).
AMIR LH, JAMES JP, DONATH SM. Reliability of the Hazelbaker assessment
tool for lingual frenulum function. Int Breastfeed J. 2006; 1:3
ANA MARÍA VA. Procedimiento enfermero para la evaluación de una toma
en la lactancia materna. 2017.
ANDRIES A.L., SIVA F, LOMBELO A.A., PEREIRA M., The baby Led-
weaning method (BLW) in the context of complementary feeding: a
review. Rev Paul Pediatr. 2018 Jul-sep 36 (3): 353-363
ANTENTAS JM, VIVAS E. Impacto de la crisis en el derecho a una ali-
mentación sana y saludable. Informe SESPAS 2014. Gac Sanit. 2014;
28(S1): 58-61.
ARANCETA-BARTRINA, J. AND PÉREZ-RODRIGO, C., 2021. La obesidad
infantil: Una asignatura pendiente.
ARANCETA-BARTRINA, J., GIANZO-CITORES, M. AND PÉREZ-RO-
DRIGO, C., 2020. Prevalence of overweight, obesity and abdominal
obesity in the Spanish population aged 3 to 24 years. The ENPE study.
ARAYA,M. BARCUÑÁN, K. Enfermedad celíaca, una mirada actual. 2014.
ARDEN MA., ABBOTT RL., Experiences of baby-led weaning: trust control
and renegotiation. Matern Child Nutr 2015 Octo; 11(4): 829-44
ARES S, ARENA J, DÍAZ M. La importancia de la nutrición materna durante
la lactancia, ¿necesitan las madres lactantes suplementos nutricionales?
An pediatr 2016; 84(6): 347-354.
ARIZA C, ORTEGA E, SÁNCHEZ F, VALMAYOR S, JUÁREZ O, PASARÍN
MI, ET AL. La prevención de la obesidad infantil desde una perspectiva
comunitaria. Aten Primaria 2015; 47(4): 246-255.
ARIZA C, ORTEGA-RODRÍGUEZ E, SÁNCHEZ-MARTÍNEZ F, VALMAYOR
S, JUÁREZ O, PASARÍN MI. Grupo de Investigación del Proyecto
POIBA. La prevención de la obesidad infantil desde una perspectiva
comunitaria. Aten Primaria [revista en Internet] 2015 abril; 47 (4):
[246-255].

350
Bibliografía

ARJONA C., ARQUES M.D., BERLANGA J., COLMENERO M., GALÁN


D., MÉNDEZ A., MARTÍNEZ M.D., MOLINA A., MOLERO F.J.,
RODRÍGUEZ M.L. y RUBIO A., 2019. Plan de Evaluación de la
Oferta Alimentaria en Centros Escolares de Andalucía 2019 – 2020.
Servicio Andaluz de Salud. Junta de Andalucía. 2019.
ARRISCADO D, MUROS JJ, ZABALA M, DALMAU JM. ¿Influye la pro-
moción de la salud escolar en los hábitos de los alumnos? An Pediatr
2015; 83(1): 11-18.
ARRÚA A. Influencia del diseño de etiquetas en la percepción de alimentos
de niños en edad escolar [tesis]. Montevideo: UR; 2016: 20.
Asociación Española de Pediatría. Recomendaciones sobre Lactancia Ma-
terna del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de
Pediatría. 2012.
AYALA OBANDO NA. Efecto de la Terapia de Juego Cognitivo-Conductual
en Niños de 3 a 6 años, para Tratar la Alimentación Selectiva del Tras-
torno de Evitación/Restricción de la Ingesta de Alimentos. Universidad
San Francisco de Quito; 2017. 
AZNAR LAM, FRANCH MA. Obesidad Asociación Española de Pediatría.
Asoc Española Pediatría. 2016; 319-23.
BÁEZ LEÓN CARMEN, BLASCO CONTRERAS ROSARIO, MARTÍN
SEQUEROS ESPERANZA, POZO AYUSO Mª LUISA DEL, SÁN-
CHEZ CONDE ANA ISABEL, VARGAS HORMIGOS CONCEPCIÓN.
Validación al castellano de una escala de evaluación de la lactancia
materna: el LATCH. Análisis de fiabilidad. Index Enferm [Internet].
2008 Sep [citado 2021 Ene 08]; 17(3): 205-209.
BALDERAS, I. Diabetes, obesidad y síndrome metabólico. Manual Moderno
2015. 
BALLESTEROS ARRIBAS JM, DAL-RE SAAVEDRA M, PÉREZ-FARINÓS
N, VILLAR VILLALBA C. La estrategia para la nutrición, actividad
física y prevención de la obesidad (estrategia NAOS). Rev Esp Salud
Pública [revista en Internet] 2007 septiembre–octubre; 81 (5):[443-449].
BANCO DE PREGUNTAS PREEVID. ¿Cuál es la zona de absorción más
rápida de la inyección subcutánea de insulina? Murciasalud, 2017. 
BEAUMONT AZCÁRATE, M. Diseño de un programa de educación sanitaria
a padres de niños diagnosticados de celiaquía.2018
Beneficios de utilizar glucómetro. Diabetes Juntos X Ti. 2017 [citado 26 de
mayo de 2021].

351
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

BERENSON GS. Evolution of cardiovascular risk factors in early life: pers-


pectives on causation. En: Berenson GS (ed.). Causation of cardiovas-
cular risk factors in children. Nueva York: Raven Press, 1986: 1-26.
BERRADRE-SÁENZ B, ROYO-BORDONADA MA, BOSQUED MJ, MOYA
MA, LÓPEZ L. Menú escolar de los centros de enseñanza secundaria
de Madrid: conocimiento y cumplimiento de las recomendaciones del
Sistema Nacional de Salud. Gac Sanit. 2015.
BILLINGTON J, YARDLEY I, UPADHYAYA M. Long-term efficacy of a
tongue tie service in improving breast feeding rates: A prospective
study. J Pediatr Surg. 2018 feb [cited 2019 Feb 21];53(2):286–8.
BIRCH LL, DOUB AE. Learning to eat: birth to age 2. J Clin Nutr. 2014
Mar;99(3):723S-8
BLACKSTONE, R. Obesity. The medical practitioner’s essential guide.
Springer 2016.
BLINDER BJ, CHAO KH. Eating Disorders: A Historical Perspective. En:
Alexander-Mott L, Lumsden DB, eds. by. Understanding Eating Di-
sorders . 3.ª ed. New York: Routledge; 2015: 10–27. 
BONDE AH, BENTSEN P, HINDHEDE AL. School nurses’ experiences with
motivational interviewing for preventing childhood obesity. J Sch Nurs.
[revista en Internet] 2014 diciembre; 30(6): [448-55].
BONVECCHIO-ARENAS A, THEODORE FL, HERNÁNDEZ-CORDERO S,
CAMPIRANO-NÚÑEZ F, ISLAS AL, SAFDIE M, ET AL. La escuela
como alternativa en la prevención de la obesidad: la experiencia en el
sistema escolar mexicano. Revista Española de Nutrición Comunitaria.
enero de 2010;16(1):13-6.
BOULTON J, LARON L, REY J Long-term consequences of hearly feeding.
Filadelfia: Lippincott-Raven, 1996.
BRAHM PAULINA, VALDÉS VERÓNICA. Beneficios de la lactancia materna
y riesgos de no amamantar. Rev. chil. pediatr. 2017 ; 88( 1 ): 07-14. 
BRANDÃO C DE A, DE MARSILLAC M DE WS, BARJA-FIDALGO F,
OLIVEIRA BH. Is the Neonatal Tongue Screening Test a valid and
reliable tool for detecting ankyloglossia in newborns? Int J Paediatr
Dent. 2018 jul [cited 2021 Feb 20];28(4):380–9.
BREAKEY AA, HINDE K, VALEGGIA CR, SINOFSKY A, ELLISON PT.
Illness in breastfeeding infants relates to concentration of lactoferrin
and secretory Immunoglobulin A in mother’s milk. Evol Med Public
Health 2015

352
Bibliografía

BROW A., Differences in eating behavior, well-being and personality between


mothers following baby led-weaning vs traditional weaning styles.
Matern Child Nutr. 2016 Oct; 12 (4): 826-37
BROW A., LEE M., “A descriptive study investigating the use and nature of
baby Led-Weaning in a UK sample of mothers”, Matern Child Nutr,
2011; 7:34-47
BROW A., LEE M., Early influences on child satiety-responsiveness: the role
of weaning style. Pediatr Obes. 2015 Feb; 10(1):57-66
BROWN A, LEE M., An exploration of experiences of mothers following a
baby-led weaning style: developmental readiness for complementary
foods. Matern Child Nutr. 2013 Apr; 9(2):233-43.
BROWN A. No difference in self-reported frequency of choking between
infants introduced to solid foods using a baby-led weaning or traditional
spoon-feeding approach. J Hum Nutr Diet. 2017
BROWN A., WYN S., ROWAN H., Baby-led weaning: the evidence to date.
Curr Nutr Rep. 2017; 6(2): 148–156.
BURYK M, BLOOM D, SHOPE T. Efficacy of neonatal release of ankylo-
glossia: a randomized trial. Pediatrics. 2011 Aug;128(2):280-8.
C. CORONEL RODRÍGUEZ, E. GONZÁLEZ ZORZANO, A. HERNÁNDEZ
HERNÁNDEZ, M. ESCOLAR JURADO, A. GARRE CONTRERAS,
M.C. GUISADO RASCO. Encuesta epidemiológica sobre la percepción
y hábitos de salud de las familias españolas sobre nutrición infantil.
Pediatriaintegral.es. 2017
CABELLO, A.Procesos para el control y gestión de alérgenos. The Guardian
Consultores S.L. 2019 
CAMERON SL, HEATH A.L., TAYLOR R.W., Healthcare professionals and
mothers knowledge of actitudes to and experiences with baby led-
weaning: content analysis study BMJ Open 2012 2 (6)
CAMERON SL, TAYLOR RW, HEATH AL. Development and pilot testing
of baby-led introduction to SolidS--a version of baby-led weaning
modified to address concerns about iron deficiency, growth faltering
and choking. BMC Pediatr. 2015
CAMERON SL, TAYLOR RW, HEATH AL. Parent-led or baby-led? Asso-
ciations between complementary feeding practices and health-related
behaviours in a survey of New Zealand families. BMJ Open. 2013;3(12)
CAMPOS NH, REYES I. Preferencias alimentarias y su asociación con
alimentos saludables y no saludables en niños preescolares. Acta de
investigación psicológica 2014; 4(1): 1385-1397.

353
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

CANADIAN TASK FORCE ON PREVENTIVE HEALTH CARE. Recom-


mendations for growth monitoring, and prevention and management of
overweight and obesity in children and youth in primary care. CMAJ
[revista en Internet] 2015 abril;187(6):[411-21].
CASQUERO RANILLA M. Actuación de enfermería ante la epidemia de la
obesidad infantil. 2020.
CASTELLANOS R, PÉREZ P. Diabetes tipo 1 en la edad pediátrica: insu-
linoterapia. Protoc Diagn Ter Pediatr. 2019;1:77-89. 
CEBALLOS-MACÍAS JJ, PÉREZ R, FLORES-REAL JA, VARGAS-SÁNCHEZ
J, ORTEGA-GUTIÉRREZ G, MADRIZ-PRADO R, HERNÁNDEZ-
MORENO A. Obesidad. Pandemia del siglo XXI. Rev Sanid Milit
Mex. 2018 [citado 19 abril 2021];72 (5-6):332–338.
CENTRO  PARA LA INNOVACIÓN DE LA DIABETES INFANTIL SANT
JOAN DE DÉU. Complicaciones. Guía Diabetes tipo 1. [citado 12 de
abril de 2020].
CERVERA P, CLAPÉS J, RIGOLFAS R. Alimentación y dietoterapia: nu-
trición aplicada en la salud y la enfermedad. Madrid: McGraw-Hill
Interamericana de España 2004.
CHILLÓN P. Efectos de un programa de intervención de educación física
para la salud en adolescentes de 3º de ESO. 2005.
CLARAMUNT J. Retinopatía diabética desde la prevención. Integrar pesquisa
en los centros de diabetes. Rev Med Clin Condes. 2016;27(2):195-203. 
Comité de lactancia materna de la AEP. La lactancia materna: guía para pro-
fesionales. Monografía de la AEP nº 5. Ed. Ergon. Madrid, 2004. 1ª ed. 
Comité de lactancia maternal de la AEPED, Lactancia materna en cifras:
Tasa de inicio y duración de la lactancia en España y otros países.
AEPED, 2016
CONSENSO ESPAÑOL SOBRE PREPARACIÓN DE MEZCLAS NUTRIEN-
TES PARENTERALES. Grupo de Trabajo Nutrición de Farmacia
SENPE-SEFH 2008.
COSTA DIAS PITANGUEIRA J, RODRIGUES SILVA L, RIBAS DE FARIAS
COSTA P, BRAZIL B. The effectiveness of intervention programs in
the prevention and control of obesity in infants: A systematic review.
Nutr Hosp [Internet]. 2015 31 (4): 1455-1464.
COURT JPM, KAPLAN AS. The Disjointed Historical Trajectory of Anorexia
Nervosa Before 1970. Eating Disorders, Curr Psychiatry Rep [Internet].
2016 [citado 15 marzo 2021].  

354
Bibliografía

CUESTA M, RODRÍGUEZ C, ABSTRACT R. Nutrición y alimentación en


centros educativos. 2013; 16:73-6.
D’ANDREA E., JENKINS K, MATHEWS M., ROEBOTHAN B., Baby-Led
weaning: A preliminary investigation. Can JDiet Pract Res. 2016 Jun;
77 (2): 72-7
D’AURIA E, BERGAMINI M, STAIANO A, BANDERALI G, PENDEZZA
E,PENAGINI F. Baby-led weaning: what a systematic review of the
literature adds on. Italian J Pediatr. 2018
DALMAU J, PEÑA L, MORÁIS A, MARTÍNEZ V, VAREA V, MARTÍNEZ
MJ, ET AL. Análisis cuantitativo de la ingesta de nutrientes en niños
menores de 3 años. Estudio ALSALMA. An Pediatr 2015; 82(4): 255-266.
DANIELS L, TAYLOR RW, WILLIAMS SM, GIBSON RS, FLEMING EA,
WHEELER BJ, ET AL. Impact of a modified version of baby-led wea-
ning on iron intake and status: a randomised controlled trial. BMJ, 2018
DE LA CAL SABATER P. Efectos de la oxitocina exógena en el inicio
y establecimiento de la lactancia materna. Revista Enfermería CyL.
2015; (2): 11-20.
DE ONIS M, BLÖSSNER M, BORGHI E. Global prevalence and trends of
overweight and obesity among preschool children. Am J Clin Nutr.
[revista en Internet] 2010 noviembre [acceso 16 de septiembre de
2020]; 92 (5): [1257-1264].
dE PABLO TABERNERO A. Abordaje enfermero de la bulimia en adoles-
centes: una revisión bibliográfica. Universidad de Valladolid, Facultad
de Enfermería de Soria; 2017. 
DECRETO 163/2016, de 18 DE OCTUBRE, por el que se regula el régimen
administrativo y el sistema de información de venta directa de los
productos primarios desde las explotaciones agrarias y forestales a las
personas consumidoras finales y establecimientos de comercio al por
menor. Boletín nº210 de 2/11/2016.
DELGADO FLOODY PA, CAAMAÑO-NAVARRETE F, MARTÍNEZ-
SALAZAR C, JEREZ-MAYORGA D, CARTER-THUILLER B,
GARCÍA-PINILLOS F, ET AL. La obesidad infantil y su asociación
con el sentimiento de infelicidad y bajos niveles de autoestima en niños
de centros educativos públicos. Nutr Hosp. 2018 May 4 35(3):533–7.
DEPARTAMENT DE SALUT. Recomanacions per a l’alimentació en la pri-
mera infancia (de 0 a 3 anys). Generalitat de Catalunya.

355
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

DIPASQUALE V., ROMANO C., Complementary feeding: new styles versus


old myths, Minerva Medica, 10.23736/S0026-4806.19.06320-1, 111,
2, 2020.
DIRECCIÓN DE ENFERMERÍA. Unidad de Docencia, Calidad e Investiga-
ción. Intervenciones Junta de Andalucía. Hospital Universitario Reina
Sofía. 2021.
DIXON B, GRAY J, ELLIOT N, SHAND B, LYNN A. A multifaceted pro-
gramme to reduce the rate of tongue-tie release surgery in newborn
infants: Observational study. Int J Pediatr Otorhinolaryngol. 2018 oct
[cited 2021 Feb 21]; 113:156–63.
DOGAN E, YILMAZ G, CAYLAN N, TURGUT M, GOKCAY G, OGUZ
MM. Baby-led complementary feeding: a randomized controlled study.
Pediatr Int. 2018.
DOLLBERG S, BOTZER E, GRUNIS E, MIMOUNI FB. Immediate nipple
pain relief after frenotomy in breast-fed infants with ankyloglossia: a
randomized, prospectivestudy. J Pediatr Surg. 2006 Sep;41(9):1598-600.
E-LACTANCIA.ORG. APILAM: Asociación para la promoción e investiga-
ción científica y cultural de la lactancia materna; 2002 actualizado 04
may 2020; acceso 08 Mayo, 2021.
El diagnóstico de la diabetes e información sobre la prediabetes [Internet].
American Diabetes Association. [citado 6 de abril de 2021].
EMMA MEAD , TAMARA BROWN, KAREN REES, LIANE B AZEVEDO,
VICTORIA WHITTAKER, DAN JONES, JOAN OLAJIDE, GIULIA
M MAINARDI, ET. AL. MEAD E ET ALL. Diet, Physical Activity,
and Behavioral Interventions for the Treatment of Overweight or Obese
Children from the Age of 6 to 11 Years | Healthy People. Healthy-
people.gov. 2017.
EMOND A, INGRAM J, JOHNSON D, BLAIR P, WHITELAW A, COPE-
LAND M, ET AL. Randomised controlled trial of early frenotomy in
breastfed infants with mild-moderate tongue-tie. Arch Dis Child Fetal
Neonatal Ed. 2014 May;99(3): F189-F195.
ENRIQUE M, MACÍAS R, JACOBO G, MENESES S. Bol Med Hosp Infant
Mex. 2021.
ERICKSON LW, TAYLOR RW, HASZARD JJ, FLEMING EA, DANIELS
L, MORISON BJ, ET AL. Impact of a modified version of baby-led
weaning on infant food and nutrient intakes: the BLISS randomized
controlled trial. Nutrients. 2018.

356
Bibliografía

ESPGAN: Committee on Nutrition Guidelines on Infant Nutrition 1. Recom-


mendations for the composition of an adapted formula Acta Pediatr
Scand 1977, sup. 262.
ESPGAN: Committee on Nutrition. Recomendation for the composition of
foll low formula and Beikost. Acta Pediatr Sca, 1981, sup. 287.
ESPINO AGUILAR R, TOLEDO MUÑOZ-COBO G, CAÑETE VÁZQUEZ
M. Repercusiones psicosociales de la obesidad infantil. Situación actual.
Spaoyex.es. 2018.
EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO DE LA ESTRATEGIA NAOS: Conjunto
mínimo de indicadores. Madrid: Agencia Española de Consumo, Se-
guridad Alimentaria y Nutrición AECOSAN.
FALL CHD, BARKER DJP, OSMOND C, WINTER PD, CLARK PMS,
HALES CN. Relation of infant feeding to adult serum cholesterol
concentration and death from ischaemic heart disease. Br Med J 1992;
304: 801-805.
FANGUPO LJ, HEATH ALM, WILLIAMS SM, ERICKSON WILLIAMS
LW, MORISON BJ, FLEMING EA, TAYLOR BJ, WHEELER BJ,
TAYLOR RW. A Baby-Led Approach to Eating Solids and Risk of
Choking. Pediatrics. 2016.
FEDE. Federación Española de Diabetes FEDE. [citado 25 de abril de 2021].
FERNÁNDEZ SD, VALDIVIESO B, VALDERRAMA F DE, MARTÍNEZ
RM, LAÍN SA, BLANCO CR, et al. Familias + Activas: Enfermería
Familiar y Comunitaria ante el reto de la atención a la Obesidad In-
fantil en Atención Primaria. Colaboración Most active families: Family
Nursing and. SEAPA Dialnet. 2019;7:28–40.
FEWTRELL M., BRONSKY J., CAMPOY C., DOMELLÖF M., EMBLETON
N., FIDLER MIS N., HOJSAK I., HULST J., INDRIO F., LAPILLON-
NE A., MOLGAARD C., Complementary Feeding A Position Paper by
the European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology, and
Nutrition (ESPGHAN) Committee on Nutrition. Journal of Pediatric
Gastroenterology and Nutrition: January 2017 - Volume 64 - Issue
1 - p 119-132.
FITRIA A., WANDA U., WANDA D., Is the baby-led weaning approach an
effective choice for introducing first foods? A literature review, Enfer-
mería Clínica, 10.1016, 2019

357
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

FITZGIBBON M, STOLLEY M, SCHIFFER L, VAN HORN L, KAUFER-


CHRISTOFFEL K, DYER A. Two –year follow-up results for Hip-Hop
to Health Jr.: a randomized controlled trial for overweight prevention
in preschool minority children. J Pediatr [revista en Internet] 2005
mayo146 (5): [618 –625]. 
FONTANA F., BERENGUER A., NESIER MC., ELLI MM., Guía de alimen-
tación complementaria segura y saludable, complementa la lactancia
materna. Dirección Provincial por la Salud en la Niñez, Adolescencia,
Sexual y Reproductiva, ASSAL, Santa Fe, Argentina, 2019 
FOOD AND NUTRITION BOARD. Dietary Reference Intakkes. Nutrition
Reviews 1997; 55(9): 319-326.
FORESTELL CA. Flavor Perception and Preference Development in Human
Infants. Ann Nutr Metab 2017;70(suppl 3):17-25.
FUNDACIÓN PARA LA DIABETES NOVO NORDISK. Cómo y por qué
contar los hidratos de carbono (HC). [citado 6 de junio de 2021].
FUNDACIÓN PARA LA DIABETES NOVO NORDISK. Control metabólico.
[citado 28 de mayo de 2021].
FUNDACIÓN PARA LA DIABETES NOVO NORDISK. Tratamiento de
insulina. [citado 29 de mayo de 2021].
FUNDACIÓN THAO. La obesidad infantil hoy. Programa THAO-Salud
infantil; 2011.
FUNDACIONORBEGOZO.COM. 2014.
GALLEGO C, SERRANO J. Nutrición parenteral. En: Errores en Nutrición
Infantil. Madrid: Ergon; 2014: 121-32. 
GARCÍA GARCÍA E. Actualización en diabetes tipo 1. Congr Actual Pe-
diatría. 2019: 445-51. 
GARCÍA GARCÍA E. Actualización en diabetes tipo 1. En: AEPap (ed.).
Congreso de Actualización Pediatría 2019. Madrid: Lúa Ediciones 3.0;
2019: 445-451.
GARCÍA-REYNA NI, GUSSINYER S, CARRASCOSA A. Niñ@s en Movi-
miento, un programa para el tratamiento de la obesidad infantil. Med
Clin [revista en Internet] 2007 noviembre; 129 (16): [619-23].
GARCÍA, E.P.L. La enfermedad del siglo XXI: Celiaquía en el niño. Revista
Enfermería CyL. 2017; 9.1: 46-53.
GHAHERI BA, COLE M, FAUSEL SC, CHUOP M, MACE JC. Breastfeeding
improvement following tongue-tie and lip-tie release: A prospective cohort
study. Laryngoscope. 2017 May [cited 2021 Feb 20];127(5):1217–23.

358
Bibliografía

GIL B., SAGRERA R., LUPIAÑEZ A., TORO S.M., BRUQUETAS C.,
LONGO G. Plan Integral de Obesidad Infantil de Andalucía. Informe
de Evaluación 2011-2018. Consejería de Salud y Familias. Servicio
Andaluz de Salud. Noviembre 2019.
GIL-CAMPOS M, SAN JOSÉ MA, DIAZ JJ. Uso de azúcares y edulcorantes
en la alimentación del niño. Recomendaciones del Comité de Nutrición
de la Asociación Española de Pediatría. An Pediatr 2015; 83(5): 353-360.
GLORIA GTM. Factores fisiológicos y sociales que influyen en el éxito de
la lactancia materna. Leioa; 2015.
GÓMEZ M., Recomendaciones de la AEPED sobre la alimentación Comple-
mentaria. AEPED 2018 (consultado el 2 de Mayo de 2021).
GOMIS P, RODRIGUEZ I, INARAJA MT, et al. Formulación y elaboración.
En: Estándares de práctica del farmacéutico de hospital en el soporte
nutricional especializado: desarrollo y criterios de evaluación. Farm
Hosp 2009; 33 (Extr. 19):36-48. 
GOMIS P. Componentes de las mezclas de nutrición parenteral en pediatría.
Nutr Hosp 2017; 34 (Suppl. 3):32-9. 
GONZÁLEZ C. Un regalo para toda la vida. 6ª edición, Ediciones Temas
de Hoy s.a., Madrid 2008
GONZÁLEZ C., Mi niño no me come. Editorial Planeta, Barcelona 2016
GONZÁLEZ JIMÉNEZ D, COSTA ROMERO M, RIAÑO GALÁN I, GON-
ZÁLEZ MARTÍNEZ MT, RODRÍGUEZ PANDO MC, LOBETE PRIETO
C. Prevalencia de anquiloglosia en recién nacidos en el Principado de
Asturias. An Pediatría. 2014 Aug [cited 2019 Feb 21]; 81(2):115–9
GORAN, M. Childhood obesity. Causes, consequences, and intervention
approaches. CRC Press 2017.
GRIEBLER U, ROJATZ D, SIMOVSKA V, FORSTER R. Effects of student
participation in school health promotion: a systematic review. Health
promotion international. 2014;32(2):195-206.
GÜEMES HIDALGO M, MUÑOZ CALVO MT. Obesidad en la infancia y
adolescencia. Pediatr Integral [revista en Internet] 2015 [acceso 14 de
octubre 2020]; XIX (6): [412-427].
HAIL L, LE GRANGE D. Bulimia nervosa in adolescents: prevalence and
treatment challenges. Adolescent Health, Medicine and Therapeutics.
2017 [citado 25 abril 2021];11–16. 
HAMILTON H, KNUDSEN G, VAINA CL, SMITH M, PAUL SP. Children
and young people with diabetes: recognition and management. Br J
Nurs. 2017;26(6):340-7. 

359
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

HAYES DORADO J. Diabetes mellitus en pediatría. Rev Soc Bol Ped.


2015;53(1):54-9. 
HEALTH PROMOTION UNIT Starting to spoonfeed your baby. 2006, (en
línea) (consultado el 2 de mayo de 2021).
HEBREBAND J. Trastorno de la conducta alimentaria y obesidad en niños
y adolescentes. Barcelona: Elsevier; 2019.
HEELAN KA, BARTEE RT, NIHISER A, SHERRY B. Healthier school
environment leads to decreases in childhood obesity: the Kearney
Nebraska story. Childhood Obesity. 2015;11(5):600-7.
HENRY L, HAYMAN R. Ankyloglossia and Its Impact on Breastfeeding. Nurs
Womens Health [Internet]. 2014 Apr [cited 2019 Feb 21];18(2):122–9.
HERNÁNDEZ NIETO L, HERNÁNDEZ GARCÍA MT, JUNCÁ PIERA J,
VIVES-CORRONS JL, MARTÍN-VEGA C. Enfermedades del sistema
eritrocitario: anemias. En: Farreras Valentí P, Rozman C. (Dir.). Medi-
cina Interna. Barcelona: Elsevier; 2004: 1644-1669.
HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ J, LICEA PUIG ME. Algunos aspectos de in-
terés sobre la vigorexia. Revista Cubana de Medicina General Integral.
2016 [citado 27 abril 2021];(32(3):1–9. 
HESKETH KD, CAMPBELL KJ. Interventions to prevent obesity in 0-5 year
olds: an updated systematic review of the literature. Obesity (Silver
Spring) [revista en Internet] 2010 febrero; 18 (Suppl. 1): [27-35].
HOGAN M, WESTCOTT C, GRIFFITHS M. Randomized, controlled trial
of division of tongue-tie in infants with feeding problems. J Paediatr
Child Health. 2005;41(5-6):246-250.
IAIA M, PASINI M, BURNAZZI A, VITALI P, ALLARA E, FARNETI M.
An educational intervention to promote healthy lifestyles in preschool
children: A cluster-RCT. Int J Obes (Lond) [revista en Internet] 2017
marzo.
INGRAM J, JOHNSON D, COPELAND M, CHURCHILL C, TAYLOR H,
EMOND A. The development of a tongue assessment tool to assist with
tongue-tie identification. Arch Dis Child - Fetal Neonatal Ed. 2015 Jul
[cited 2021 Feb 20];100(4): F344–9
INSTITUTE FOR HEALTH AND CARE EXCELLENCE. Division of
ankyloglossia (tongue-tie) for breastfeeding. Manchester, UK: National
Institute for Health and Care Excellence; 2005.
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA. Madrid: Ministerio de Sani-
dad, Servicios Sociales e Igualdad e INE; 2017 [acceso 25 de octubre
de 2020].

360
Bibliografía

INTERNATIONAL DIABETES FEDERATION. Atlas de la diabetes de la


FID 9ª ed. Bruselas: FID, 2019
IPPOLITO-SHEPHERD J, MANTILLA CASTELLANOS L. Fortalecimiento
de la Iniciativa regional escuelas promotoras de la salud: estrategias y
líneas de acción 2003-2012. Washington, DC: Organización Paname-
ricana de la Salud; 2003. Serie Promoción de la Salud N°4.
J.J. LASARTE-VELILLAS. ET.AL. Estimación de la prevalencia de sobre-
peso y obesidad infantil en un sector sanitario de Zaragoza utilizando
diferentes estándares de crecimientoAnalesdepediatria.org. 2013.
JACQUES F, DARTOIS A, DU FRAYSSEIX, M. Guide de l’alimentation de
l’enfant. De la conception a l’adolescence. Madrid: Ediciones Tursen
S.A./H. Blume 2004.
JARDÍ C, ARANDA N, BEDMAR C, ARIJA V. Composición nutricional de
las leches infantiles. Nivel de cumplimiento en su fabricación y adecua-
ción a las necesidades nutricionales. An Pediatr. 2015; 83(6): 417-429.
JARPA C, CERDA J, TERRAZAS C, CANO C. Lactancia materna como
factor protector de sobrepeso y obesidad en preescolares. Rev Chil
Pediatr 2015; 86(1):32-37.
JOSEFA AM, ADOLFO GP, Mª TERESA HA, JUAN JOSÉ LV, Mª JOSÉ
LT, CARMEN ROSA    PA, editores. Manual de lactancia materna.
Madrid: Editorial médica Panamericana, S.A; 2015.
KAHRAMAN A., GÜMÜŞ M.,  YAZ S. B. AND BAŞBAKKAL Z., Baby-
led weaning versus traditional weaning: the assessment of nutritional
status in early childhood and maternal feeding practices in Turkey,
Early Child Development and Care, 10 (1-10), 2020.
KENNY-SCHERBER AC, NEWMAN J. Office-based frenotomy for ankylo-
glossia and problematic breastfeeding. Can Fam Physician [Internet].
2016 jul [cited 2019 Feb 21];62(7):570–1
KLERKS M., BERNAL M.J., ROMAN S., BODENSTAB S., GIL A., SAN-
CHEZ-SILES L.M., Infant Cereals: Current Status, Challenges, and
Future Opportunities for Whole Grains. Nutrients. 2019 Feb; 11(2): 473.
KOTLOW L. Diagnosis and ankyloglossia and tied maxillary fraenum
in infants using Er: YAGand1064 diode lasers. Eur Arch Paediatr-
Dent.2011;12(2):106-112.
KOTLOW LA. Ankyloglossia (tongue-tie): a diagnostic and treatment quan-
dary. Quintessence Int.1999;30(4):259-262

361
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

KUMAR RK, NAYANA PRABHA PC, KUMAR P, PATTERSON R, NAGAR


N. Ankyloglossia in Infancy: An Indian Experience. Indian Pediatr.
2017 feb 15 [cited 2019 Feb 21];54(2):125–7.
L. DE ANTONIO FERRER. Lactancia materna: ventajas, técnica y problemas.
Pediatr Integral 2015; XIX (4): 243-250.
LA DIABETES Y SU HIJO: CÓMO ADMINISTRAR INYECCIONES DE
INSULINA. [citado 1 de junio de 2021].
LAMA MORE, R. La obesidad en los niños. Un problema de todos. Tile
Von 2013. 
LÁZARO C, BOSCH F, TORRUBIA R, ET AL. The development of a
Spanish Questionnaire for assesing pain: preliminary data concerning
reliability and validity. Eur J Psychol Assessment 1994; 10: 141-51
LENZI, A. MIGLIACCIO, S. DONINI, L. Multidisciplinary approach to
obesity. From Assessment to treatment. Springer 2015. 
LEVY E, SAENGER AK, STEFFES MW, DELVIN E. Pediatric Obesity
and Cardiometabolic Disorders: Risk Factors and Biomarkers. EJIFCC.
Marzo de 2017 28 (1): 6-24.
LEY 16/2011, DE 23 DE DICIEMBRE, DE SALUD PÚBLICA DE ANDA-
LUCÍA. BOJA nº255 de 31/12/2011.
LEY 17/2011, DE SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIÓN. BOE
nº160 de 06/07/2011.
LIOY B. Etiología y Prevención de Bulimia Nerviosa y Anorexia Nerviosa.
Universidad Católica Argentina; 2018. 
LLOPIS-RABOUT-COUDRAY M,. ET AL. Nutrients. 2017 Feb. 13; 9(2).
LÓPEZ, M. S., GIMÉNEZ, F. M., SPRANG, M. D. R., LUZURIAGA, M.
G., SIEB, P., RAMOS, F., & ZULPO, J. Promoción de la salud y edu-
cación alimentaria en celiaquía desde un enfoque bio-psico-social.2018. 
Revista Tekohá, 1(4), 17-26.
LORENZO T. Anorexia nerviosa: una revisión actualizada del trastorno.
Universitat de les Illes Balears; 2017. 
Mª CONCEPCIÓN RH, Mª PAZ AD. Lactancia materna. Fisiología de la
secreción láctea: Problemas más frecuentes, supresión de la lactancia.
Educación sanitaria y promoción de la lactancia materna. En: María
del Mar Pérez Aguilera y otros. Matrona del Servicio de Salud de la
Comunidad de Madrid. SERMAS. Temario Vol. III. Madrid: Editorial
CEP, S.L; 2017: 3-36.
MACHADO, K, GIL P, RAMOS I, PÍREZ C. Scielo.edu.uy. 2018.

362
Bibliografía

MADRUGA ACERETE, D., LEIS TRABAZO, R. AND LAMBRUSCHINI


FERRI, N., 2017. Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia
nerviosa y bulimia nerviosa. In: Protocolos diagnóstico-terapéuticos de
Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, 1st ed: 325-339. 
MANCIPE NAVARRETE JA, VILLAMIL G, SAMANTA S, CORREA
BAUTISTA JE, MENESES-ECHÁVEZ JF, GONZÁLEZ-JIMÉNEZ
E, ET AL. Efectividad de las intervenciones educativas realizadas en
América Latina para la prevención del sobrepeso y obesidad infantil
en niños escolares de 6 a 17 años: una revisión sistemática. Nutricion
Hospitalaria. 2015;31(1).
MANCIPE NAVARRETE JA, VILLAMIL G, SAMANTA S, CORREA
BAUTISTA JE, MENESES-ECHÁVEZ JF, GONZÁLEZ-JIMÉNEZ
E, ET AL. Efectividad de las intervenciones educativas realizadas en
América Latina para la prevención del sobrepeso y obesidad infantil
en niños escolares de 6 a 17 años: una revisión sistemática. Nutricion
Hospitalaria. 2015;31(1).39. Chriqui JF, Pickel M, Story M. Influenc
MANIPON C. Ankyloglossia and the Breastfeeding Infant. Adv Neonatal
Care. 2016 Apr [cited 2019 Feb 21];16(2):108–13
MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS
MENTALES. American Psychiatric Association. 5.ª ed. Madrid: Edi-
torial Médica Panamericana; 2014. 
MARÍA JOSÉ AC, LAURA BG, ANTONIO MANUEL SL, RAFAEL GB,
ENRIQUE HR, NORMA MV. Beneficios inmunológicos de la leche
humana para la madre y el niño. Revisión sistemática. Nutr Hosp.
2016; 33(2): 482-493.
MARTINELLI, R.L.C.; MARCHESAN, I. Q.; BERRETIN-FELIX, G.: Lingual
Frenulum Protocol with Scores for Infants. The International Journal
of Orofacial Myology, v. 38: 104-112, 2012.
MARTÍNEZ ÁLVAREZ JR, VILLARINO MARÍN A, GARCÍA ALCÓN
RM, CALLE PURÓN ME, MARRODÁN SERRANO MD. Obesidad
infantil en España: hasta qué punto es un problema de salud pública
o sobre la fiabilidad de las encuestas. Nutr Clín Diet Hosp. [revista en
Internet] 2013 mayo-julio; 33(2): [80-88].
MARTÍNEZ RUBIO A, SOTO MORENO A M et al. Plan Integral de Obesi-
dad Infantil de Andalucía 2007–2012 [monografía en Internet]. Edición
2016. Sevilla: Junta de Andalucía, Consejería de Salud, 2006 [acceso
6 de octubre de 2021].

363
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

MARTOS MORENO, G. AND ARGENTE, J., 2020. Obesidades en la in-


fancia. Pediatriaintegral.es.
MARUGÁN JM, OCHOA C. Adecuación de los hábitos de introducción del
gluten a las recomendaciones actuals. An Pediatr 2013; 79(2). 88-94.
MARUGÁN JM. Nuevas pautas de alimentación en lactantes sanos para la
prevención de la enfermedad  celíaca. Bol Pediatr 2010; 50: 53-55.
MC SWEENEY LA, RAPLEY T, SUMMERBELL CD, HAIGHTON CA,
ADAMSON AJ. Perceptions of nursery staff and parent views of healthy
eating promotion in preschool settings: an exploratory qualitative study.
BMC Public Health [revista en internet] 2016 agosto; 16(1): [841].
MENARINI DIAGNOSTICS. Guía práctica de las Complicaciones agudas
de la diabetes 8ª ed. Barcelona. 2018.
MILLÁN REYES MJ, RIOJA VÁZQUEZ R, MUÑOZ ARIAS S. Educación
diabetológica y cuidados de enfermería en las personas con diabetes
en el ámbito extrahospitalario. Córdoba: Semes, Diabetes Andalucía,
Grupo de Enfermería; 2015. 
MILLER AL, LEE HJ, LUMENG JC. Obesity-associated biomarkers and
executive function in children. Pediatric research. 2014;77(1-2):143-7
MINISTERIO DE SALUD. Tratamiento basado en la administración de
insulina, a través de infusores subcutáneos de insulina (bombas de
insulina) para personas con diagnóstico de diabetes tipo 1 inestable
severa. 2018;23. 
MINISTERIO DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD.
Agencia Española del Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición
[sede Web]. Madrid: AECOSAM; 2017 [acceso 10 de octubre de 2020].
MINISTERIO DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD.
Campañas 2007 - Prevención de la obesidad infantil. MSSSI
MINISTERIO DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD. Estudio
ALADINO 2015: Estudio de Vigilancia del Crecimiento, Alimentación,
Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España 2015 [mo-
nografía en Internet]. 2015. Madrid: Agencia Española de Consumo,
Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), 2016.
MINISTERIO DE SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES E IGUALDAD. Plan
de colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y
bebidas y otras medidas 2017-2020. AECOSAN. 2018
MINISTRY OF HEALTH, FEEDING YOUR BABY actualizado en 2018,
(en línea, consultado el 2 de mayo de 2021).

364
Bibliografía

MONTSERRAT RU, LUIS A. MA, JAIME DS, JOSÉ MANUEL MV, ANA
AP, AQUILINO GP ET AL. Libro blanco de la nutrición infantil en
España. 1ª edición. Zaragoza: Prensas de la Universidad de Zaragoza,
2015.
MORANDÉ, G. GRAELL, M. BLANCO, A. Trastornos de la conducta
alimentaria y obesidad. un enfoque integral. Editorial Médica Pana-
mericana 2014. 
MOREIRA OCHOA DC, RODRÍGUEZ ORTIZ VP, MERA CEDEÑO JP,
MEDRANDA ZAMBRANO RG. Factores de Riesgo más relevantes
en el aumento de obesidad infantil. Revista Científica de Investigación
actualización del mundo de las Ciencias [Internet]. 2018 [citado 27
abril 2021];(2588-0748):24–40.
MORENO FONTIVEROS M ÁNGELES, TEJADA GARCÍA EJ, TEJADA
GARCÍA MD. Diagnóstico de vigorexia (dismorfia muscular) a raíz de
trastornos de conducta: consumo de diversas sustancias potencialmente
peligrosas y sus consecuencias. medicina general y de familia [Internet].
2018 [citado 27 abril 2021]; 35–37.
MULDOON K, GALLAGHER L, MCGUINNESS D, SMITH V. Effect of
frenotomy on breastfeeding variables in infants with ankyloglossia
(tongue-tie): a prospective before and after cohort study. BMC Preg-
nancy Childbirth. 2017 Dec 13 [cited 2019 Feb 21];17(1):373.
MUÑOZ MUÑOZ, F. AND ARANGO ÁLZATE, C., 2017.
NANDA INTERNACIONAL. DIAGNÓSTICOS ENFERMEROS. Definiciones
y clasificación. Elvesier. 2015-2017
NATALE RA, MESSIAH SE, ASFOUR L, UHLHORN SB, DELAMATER
A, ARHEART KL. Role Modelling as an Early Childhood Obesity
Prevention Strategy: Effect of Parents and Teachers on Preschool
Children’s Healthy Lifestyle Habits. J Dev Behav Pediatr [revista en
Internet] 2014 julio-agosto; 35(6): [378–87].
NAYLOR, A.; MORROW, A. Developmental readiness of normal full term
infants to progress from exclusive breastfeeding to the introduction of
complementary foods: reviews of the relevant literature concerning infant
immunologic, gastrointestinal, oral motor and maternal reproductive
and lactational development. Academy for Educational Development:
Washington DC, USA, 2001
NEWTON DW, DRISCOLL DF. Calcium and phosphorus compatibility re-
visited again. Am J Health Syst Pharm 2008; 65: 73-80. 

365
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

NUTRICIÓN, ALIMENTACIÓN Y ACTIVIDAD FÍSICA SI SE TIENE


DIABETES | NIDDK. National Institute of Diabetes and Digestive
and Kidney Diseases. [citado 3 de junio de 2021].
O’SHEA JE, FOSTER JP, O’DONNELL CP, BREATHNACH D, JACO-
BS SE, TODD DA, ET AL. Frenotomy for tongue-tie in newborn
infants. Cochrane Database Syst Rev. 2017 Mar 11 [cited 2021 Feb
20];3:CD011065
OBSERVATORIO DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD. Informe anual
del Sistema Nacional de Salud 2012 [monografía en Internet]. Edición
2015. Madrid: Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad.
Portal Estadístico del Sistema Nacional de Salud, 2015.
OLIVA RODRÍGUEZ, R., TOUS ROMERO M., GIL BARCENILLA, B.,
LONGO ABRIL G., PEREIRA CUNILLA, L., GARCÍA LUNA, P.,
Impacto de una intervención educativa breve a escolares, sobre nutri-
ción y hábitos saludables impartida por un profesional sanitario. (Nutr
Hosp. 2013;28:1567-1573). 2013.
OLIVAR T., MIRANDA M., Cambios fisiológicos del niño. El farmacéutico,
2013.
OLIVER-ROIG A. Fiabilidad y validez de la versión española de una escala
de autoeficacia en la lactancia materna. Matronas Prof. 2011; 12(1): 3-8.
OMS: Organización Mundial de la Salud. Diabetes [Internet]. [citado 4 de
abril de 2021].
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS). Ginebra: OMS; 2016
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS). Estrategia Mundial
sobre régimen alimentario, actividad física y salud. Ginebra; OMS.
2004 [citado 15 diciembre 2018].
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Alimentación en circunstancias
excepcionalmente difíciles. Salud del recién nacido. 2021.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Conjunto de recomendaciones
sobre la promoción de los alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida
a los niños. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2010, 14p.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Datos y cifras sobre obesi-
dad infantil [Internet]. Comisión para acabar con la obesidad infantil.
World Health Organization; 2014.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Informe de la Comisión para
acabar con la obesidad infantil. [Monografía en Internet]. Ginebra:
Informe de un Grupo Científico de la OMS; 2016.

366
Bibliografía

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Informe de la Comisión para


acabar con la obesidad Infantil. Ginebra: OMS, 2016.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Population-based prevention
strategies for childhood obesity. Geneva: WHO Press; 2010.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Sobrepeso y obesidad infan-
tiles. Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y
salud. Organización Mundial de la Salud; 2016.
ORTE-GONZÁLEZ EM, ALBA-GIMÉNEZ L, SERRANO-ALVAR B. La
anquiloglosia y las dificultades que presenta en el amamantamiento.
Matronas Prof. 2017; 18(3): e50-e57.
ORTEGA F, RUIZ J, CASTILLO M. Actividad física, condición física y
sobrepeso en niños y adolescentes: Evidencia procedente de estudios
epidemiológicos. Endocrinología y Nutrición. 2013;60(8):458-469.
ORTEGA MIRANDA EG. Alteraciones psicológicas asociadas a la obesidad
infantil. Rev Medica Hered. 2018 Jul 12;29(2):111.
ORTIZ LM, AGUILAR C, SAMUDIO GC, TROCHE A. Trastornos de la
conducta alimentaria en adolescentes: una patología en auge? Pediatr.
(Asunción). 2017 [citado 19 abril 2020];(44 (1):37–42. 
OSER FERRER B. Obesidad: concepto y clasificación. Métodos de valora-
ción. En: Quiñones C, Jerez Gonzalez JA, eds. by. Cuidados e inter-
venciones sanitarias ante la Cirugía de la Obesidad para profesionales
de enfermería y de dietética-nutrición. 1.ª ed. Madrid: SECO.ISBN:
AE-2016-16011413; 2016: 6–14. 
PALOMARES M J. SANANTONIO F. ROMANY C. Dieta mediterránea y
estilos de vida. Relación con la obesidad en los preadolescentes. Acta
Pediatr Esp. 2015; 73(4): 82- 86.
PARDO C., MUÑOZ T., CHAMORRO C. Monitorización del dolor: Re-
comendaciones del grupo de trabajo de analgesia y sedación de la
SEMICYUC. Med. Intensiva. 2006 nov; 30(8): 379-385
PATEL J, ANTHONAPPA RP, KING NM. All Tied Up! Influences of Oral
Frenulae on Breastfeeding and their Recommended Management Stra-
tegies. J Clin Pediatr Dent. 2018 oct [cited 2019 Feb 20];42(6):407–13
PEDRÓN GINER C, CUERVAS-MONS VENDRELL M, GALERA MAR-
TÍNEZ, R, et al. Grupo de Estandarización de la SENPE. Guía de
Práctica Clínica sobre Nutrición Parenteral Pediátrica. Nutr Hosp 2017;
34 (3):745-58. 
PÉREZ BUSQUETS MG, BUSQUETS RUIZ M. ¿Por qué estamos creando
una sociedad obesa? Relatos. 2012; 14 (10): 796-97.

367
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

PÉREZ D, DÍAZ JJ, ÁLVAREZ F, SUÁREZ I, SUÁREZ E, RIAÑO I.


Efectividad de una intervención escolar contra la obesidad. An Pediatr
2015; 83(1):19-25.
PÉREZ FARINÓS N, LÓPEZ SOBALER A, ÁNGELES DAL M, VILLAR
C, LABRADO E, ROBLEDO T, ET AL. Estudio Aladino: Estudio
Nacional de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños españoles.
BioMed. 2013 2013:1-7.
PÉREZ SOLÍS D, DÍAZ MARTÍN JJ, ÁLVAREZ CARO F, SUÁREZ TO-
MÁS I, SUÁREZ MENÉNDEZ E, RIAÑO GALÁN I. Efectividad de
una intervención escolar contra la obesidad. An Pediatr [revista en
Internet]. 2015 julio; 83 (1): [19-25].
PÉREZ-RÍOS M., SANTIAGO-PÉREZ M.I., BUTLER H., MOURINO N,
MALVAR A. AND HERVADA X., Baby-led weaning: prevalence and
associated factors in Spain, European Journal of Pediatrics, 10.1007/
s00431-020-03579-7, 2020
PERRIN MT, FOGLEMAN A, ALLEN JC. The nutritive and immunoprotec-
tive quality of human milk beyond 1 year postpartum: are lactation-
duration-based donor exclusions justified? J Hum Lact 2013
PHYSICAL COMPATIBILITY OF CALCIUM CHLORIDE AND SODIUM
GLYCEROPHOSPHATE IN PEDIATRIC PARENTERAL NUTRITION
SOLUTIONS. Collin Anderson, Mark MacKay. J Parenter Enteral Nutr
2016; 40(8):1166-9. 
PONCE M; ALLEMANDI L; CASTRONUOVO L; TISCORNIA V; SCHOJ
V. GUTKOWSKI P. Brechas sociales de la obesidad en la niñez y ado-
lescencia: Análisis de la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE).
2016.
POOLE RL, PIERONI KP, GASKARI S, et al. Aluminum exposure in neo-
natal patients using the least contaminated parenteral nutrition solution
products. Nutrients 2012; 4: 1566-74. 
POWER RF, MURPHY JF. Tongue-tie and frenotomy in infants with breast-
feeding difficulties: achieving a balance: Table 1. Arch Dis Child [In-
ternet]. 2015 May [cited 2019 Feb 21];100(5):489–94.
PRANSKY SM, LAGO D, HONG P. Breastfeeding difficulties and oral cavity
anomalies: The influence of posterior ankyloglossia and upper-lipties. Int
J Pediatr Otorhinolaryngol. 2015 oct [cited 2021 Feb 20];79(10):1714–7. 
PRZYREMBEL H. Timing of introduction of complementary food: short- and
long-term health consequences. Ann Nutr Metab. 2012;60(S2):8-20.

368
Bibliografía

PUAPORNPONG P, RAUNGRONGMORAKOT K, MAHASITTHIWAT V,


KETSUWAN S. Comparisons of the latching on between newborns
with tongue-tie and normal newborns. J Med Assoc Thai. 2014 Mar
[cited 2021 Feb 20];97(3):255–9
PUBLIC HEALTH ENGLAND “HOW TO INTRODUCE SOLID FOODS”
NHS (en línea, consultado el 2 de mayo de 2021).
RAMEZANI TEHRANI F, MOMENAN AA, KHOMAMI MB, AZIZI F. Does
lactation protect mothers against metabolic syndrome? Findings from
the Tehran Lipid and Glucose Study,  J Obstet Gynaecol Res 2014
RAMIRO-MONTILLA, P. Programa de Educación para la Salud sobre el
manejo de la dieta sin gluten dirigido a padres/madres de niños celiacos
diagnosticados recientemente. 2016.
RAPLEY G., Baby-led weaning: transitioning to solid foods at the baby’s
own pace. Community Pract. 2011 Jun; 84(6)
RAPLEY G., MURKETT T., El niño ya come solo. Ediciones Medici, 1ª
Edición, España, 2012
RAUSCH HERSCOVICI, C. AND KOVALSKYS, I., 2016. Journals.iztacala.
unam.mx.
REGLA DE 15/15: MedlinePlus enciclopedia médica illustración [Internet].
[citado 25 de abril de 2021].
RESNICOW K, MCMASTER F, BOCIAN A, HARRIS D, ZHOU Y, SNET-
SELAAR L et al. Motivational interviewing and dietary counseling for
obesity in primary care: an RCT. Pediatrics [revista en Internet] 2015
abril; 135 (4): [649-57]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/
pubmed/25825539
RESOLA-ROJAS, MD. Programa de Educación para la Salud dirigido a la
prevención de complicaciones en la enfermedad celíaca en población
escolar. 2016.
REYES SANAMÉ FA, PÉREZ ÁLVAREZ ML, ALFONSO FIGUEREDO E,
RAMÍREZ ESTUPIÑAN M, JIMÉNEZ RIZO Y. Tratamiento actual de
la diabetes mellitus tipo 2. CCM. 2016;20(1):24. 
RIBES C, DALMAU J, MORENO JM, DIAZ JJ, CASTILLEJO G, POLANCO
I. La introducción del gluten en la dieta del lactante. Recomendaciones
de un grupo de expertos. An Pediatr 2015; 83(5): 349-352.
RIQUELME, M. Educación para la salud escolar. Curso de Actualización
Pediatría. 2006.185-6. 

369
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

RISKIN A, MANSOVSKY M, COLER-BOTZER T, KUGELMAN A,


SHAOUL R, HEMO M, ET AL. Tongue-Tie and Breastfeeding in
Newborns—Mothers’ Perspective. Breastfeed Med. 2014 nov [cited
2019 Feb 21];9(9):430–7.
RODRÍGUEZ ZALAMA, Á. Enfermería pediátrica y enfermedad celiaca: un
enfoque global y metodológico. 2018.
ROMERO MM, ROYO MA, RODRÍGUEZ F. Evaluation of food and be-
verage television advertising during chidren’s viewing time in Spain
using the nutrient profile model of the United Kingdom. Public Health
Nutr. 2012; 27:1-7.
ROMERO-VELARDE, Enrique et al. Consenso para las prácticas de ali-
mentación complementaria en lactantes sanos. Bol. Med. Hosp. Infant.
Mex. 2016, vol.73, n.5, pp.338-356. ISSN 1665-1146.
ROYO-BORDONADA MA, LEON-FLANDEZ K, DAMIAN J, BOSQUED-
ESTEFANIA MJ, MOYA-GEROMINI MA, LOPEZ-JURADO L. The
extent and nature of food advertising to children on Spanish television
in 2012 using an international food-based coding system and the UK
nutrient profiling model. Public Health 2016 Aug;137:88-94.
RUIZ M, GOLDBLATT P, MORRISON J, PORTA D, FORASTIERE F,
HRYHORCZUK D, ANTIPKIN Y, SAUREL-CUBIZOLLES MJ et al.
Impact of Low Maternal Education on Early Childhood Overweight
and Obesity in Europe. Paediatr Perinat Epidemiol. [revista en Internet]
2016 mayo; 30 (3): [274-84].
RUIZ-COTA P, BACARDÍ-GASCÓN M. Historia, tendencias y causas de la
obesidad en México. JONNPR [Internet]. 2019 [citado 13 abril 2021];
4(7)(DOI: 10.19230/jonnpr.3054):737–45.
S. VILLAGRÁN S. RODRÍGUEZ-MARTÍN A. NOVALBOS J P. MARTÍNEZ
J M. LECHUGA J L. Hábitos y estilos de vida modificables en niños
con sobrepeso y obesidad. Madrid 2010. Nutrición Hospitalaria 25(5);
SÁNCHEZ A.M. Valoración de una intervención educativa y actividad física
en niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad. Universidad de
Granada; 2017.
SÁNCHEZ CRUZ JJ, JIMÉNEZ MOLEÓN JJ, FERNÁNDEZ QUESADA F,
SÁNCHEZ MJ. Prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España
en 2012. Rev Esp Cardiol. 2013;66:371-6.
SÁNCHEZ CRUZ JJ, JIMÉNEZ MOLEÓN JJ, FERNÁNDEZ QUESADA F,
SÁNCHEZ MJ. Prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España
en 2012. Rev Española Cardiol. [revista en Internet] 2013 mayo; 66
(5): [371–6].
370
Bibliografía

SÁNCHEZ ECHENIQUE M. Aspectos epidemiológicos de la obesidad in-


fantil. Rev Pediatr Aten Primaria [revista en Internet] 2012 junio; 14
(Suppl.22): [9-14].
SÁNCHEZ JJ, JIMÉNEZ JJ, FERNÁNDEZ F, SÁNCHEZ S. Prevalencia
de obesidad infantil y juvenil en España en 2012. Rev Esp Cardiol.
2013; 66(5): 371-376.
SANDOVAL JURADO L, JIMÉNEZ BÁEZ MV, OLIVARES JUÁREZ S, DE
LA CRUZ OLVERA T. Lactancia materna, alimentación complementa-
ria y el riesgo de obesidad infantil. Aten Primaria. 2016;48(9):572–8.
SANDOVAL L., JIMÉNEZ M.V., OLIVARES S., DE LA CRUZ T., Lactancia
materna, alimentación complementaria y el riesgo de obesidad infantil.
Aten Primaria. 2016 Nov; 48(9): 572–578
SCHROEDER K, TRAVERS J, SMALDONE A. Are School Nurses an
Over looked Resource in Reducing Childhood Obesity? A Systematic
Review and Meta-Analysis. J Sch Health [revista en Internet] 2016
mayo; 86(5):[309-2].
SCHWARTZ MW, SEELEY RJ. The new biology of body weight regulation.
J Am Diet Assoc 1997; 97: 54-58.
SERRANO JA. La obesidad infantil y juvenil. Quad polítiques Fam Rev
I´Institut d´Estudis Super la Fam. 2018;(2):1–10.
SERRANO-ATERO MS, CABALLERO J, CAÑAS A, GARCÍA-SAURA PL,
SERRANO-ÁLVAREZ C AND PRIETO J. Pain assesment (II). Rev
Soc Esp Dolor 2002; 9: 109-121.
SHAMAH T. El sobrepeso y la obesidad: ¿son una situación irremediable?
Bol Med Hosp Infant Mex. 2016; 73(2): 65-66.
SHARMA SD, JAYARAJ S. Tongue-tie division to treat breastfeeding diffi-
culties: our experience. J LaryngolOtol. 2015 oct 28 [cited 2019 Feb
20];129(10):986–9.
SILVERMAN, R. Obesity medicine. Management of obesity in women’s
health care. Mc Graw Hill. 2017. 
SÍNDIC DE GREUGES. Informe sobre la malnutrició infantil a Cataluna
2013. Barcelona.
SITUACIÓN DE LA ALIMENTACIÓN EN EL MUNDO, EN DATOS Y
GRÁFICOS. Epdata.es. 2021.
SKOUTERIS H, MCCABE M, SWINBURN B, NEWGREEN V, SACHER
P, CHADWICK P. Parental influence and obesity prevention in pre-
schoolers: a systematic review of interventions. Obes Rev [revista en
Internet] 2011 mayo; 12(5): [315–28].

371
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

SOBOL-GOLDBERG S, RABINOWITZ J, GROSS R. School-based obesity


prevention programs: a meta-analysis of randomized controlled trials.
Obesity (Silver Spring) [revista en Internet] 2013 diciembre; 21(12):
[2422-8].
SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENDOCRINOLOGÍA PEDIÁTRICA [Internet].
Seep.es. 2018.
SOCIEDAD ESPAÑOLA DE NUTRICIÓN COMUNITARIA. Guía de la
alimentación saludable. Madrid; 2004.
SOCKALINGAM, S. HAWA, R. Psychiatric care in severe obesity. An in-
terdisciplinary guide to integrated care. Springer 2017. 
STARK LJ, FILIGNO SS, BOLLING C, RATCLIFF MB, KICHLER JC,
ROBSON SL el al. Learning about Activity and Understanding Nutrition
for Child Health (LAUNCH): Rationale design and implementation of
a randomized clinical trial of a family-based pediatric weight manage-
ment program for preschoolers. Contemporary Clinical Trials [revista
en Internet] 2017 enero; 52: [10–19].
STEEHLER MW, STEEHLER MK, HARLEY EH. A retrospective review
of frenotomy in neonates and infants with feeding difficulties. Int J
Pediatr Otorhinolaryngol 2012; 76:1236–40
STEELMAN, M. WESTMAN, E. Obesity. Evaluation and treatment essentials.
CRC Press 2ª ed. 2016. 
STEWART-BROWN S. What is the evidence on school health promotion in
improving health or preventing disease and, specifically, what is the
effectiveness of the health promoting schools approach? [monografía
en Internet]. Copenhagen: WHO Regional Office for Europe (Health
Evidence Network repor), 2006.
SUÁREZ S, CASTRO E. Adolescencia y trastornos de la conducta alimentaria:
Abordaje enfermero desde el hospital de día. Rev Enferm Salud Ment
[Internet]. 2017 [citado 19 abril 2021]; (10.5538/2385-703X):9–45.
SUMMERBELL CD, MOORE HJ, VÖGELE C, KREICHAUF S, WILD-
GRUBER A, MANIOS Y et al. Toy Box-study group. Evidence-based
recommendations for the development of obesity prevention programs
targeted at preschool children. Obes Rev. [revista en Internet] 2102
marzo; 13 (suppl. 1): [129-32].
TANNER JM. AUXOLOGY. En: Kappy MS, Blizzard RM; Migeon CJ (eds.).
Wilkins. The diagnosis and treatment of endocrine disorders. 4.ª ed.
Springfield: Charles Thomas, 1994: 137-192.

372
Bibliografía

TONGUE-TIE DIVISION AND ITS IMMEDIATE EFFECT ON BREAST-


FEEDING. Breastfeed Med. 2012 Jun;7(3):189-93. 
TURNER GL, OWEN S, WATSON PM. Addressing childhood obesity at school
entry: Qualitative experiences of school health professionals. J Child
Health Care. [revista en Internet] 2016 septiembre; 20 (3): [304-13].
TXAKARTEGI X, LÓPEZ M, AURREKOETXEA JJ. Obesidad y sobrepeso.
Aproximación a la efectividad de una intervención sanitaria. An Pediatr
2014; 80(6): 379-386.
UNICEF. La infancia en España 2012-2013: impacto de la crisis en los niños.
Madrid: UNICEF; 2013.
VALDÉS V, PÉREZ A. Fisiología de la glándula mamaria y lactancia. UNICEF
Chile, 2015-academia.edu
VASH, P. The childhood obesity epidemic. Why are our children obese—and
what can we do about it? CRC Press 2016.
VASH, P. VASH, P. The complexity of adolescent obesity. Causes, correlates,
and consequences. CRC Press 2014. 
VÁZQUEZ MARITÁN SA. Abordaje desde la terapia cognitivo conductual
para los siguientes trastornos de la conducta alimentaria: trastorno no
especificado, trastorno por atracón, trastorno evitativo restrictivo, pica
y rumiación. Universidad de la República Uruguay; 2019. 
VÁZQUEZ R, LÓPEZ X, OCAMPO MT, MANCILLA JM. Eating disorders
diagnostic: from the DSM-IV to DSM-5. Revista Mexicana de Tras-
tornos Alimentarios [Internet]. 2015 [citado 25 abril 2021];108–120.  
VERDOIA M, SCHAFFER A, CASSETTI E, BARBIERI L, DI RUOCCO
MV, PERRONE-FILARDI P, ET AL. Glycosylated Hemoglobin and
Coronary Artery Disease in Patients Without Diabetes Mellitus. Am J
Prev Med. 2015;47(1):9-16. 
VILAPLANA M., Algunos nutrientes importantes para el desarrollo del lac-
tante. Offarm Vol. 19 Núm. 2 p(94-102), 2000
VOS, M. BARLOW, S. Childhood obesity, an issue of pediatric clinics, VOL.
58-6. Saunders 2012.
WAKHANRITTEE J, KHORANA J, KIATIPUNSODSAI S. The outcomes
of a frenulotomy on breastfeeding infants followed up for 3 months at
Thammasat University Hospital. Pediatr Surg Int [Internet]. 2016 Oct
2 [cited 2019 Feb 21]; 32(10):945–52
WALSH J, TUNKEL D. Diagnosis and Treatment of Ankyloglossia in New-
borns and Infants. JAMA Otolaryngol Neck Surg. 2017 oct 1 [cited
2019 Feb 21];143(10):1032.

373
Nutrición y alimentación infantil. Pautas prácticas y saludables

WATERS E, DE SILVA –SANIGORSKI A, BURFORD BJ, BROWN T,


CAMPBELL KJ, GAO Y et al. Intervenciones para la prevención de
la obesidad en los niños. Revisión Cochrane 2011; (12). Art. No.:
CD00187125.
WATROBSKA-SWIETLIKOWSKA D, MACLOUGHLIN R, SZLAGATYS-
SIDORKIEWICZ A. The presence of inorganic calcium in pediatric
parenteral admixtures. Nutr Hosp 2018; 35 (1):11-8.
WELKER E, LOTT M, STORY M. The school food environment and obe-
sity prevention: progress over the last decade. Current obesity reports.
2016;5(2):145-55.
WHO (World Health Organization). 2002. Complementary Feeding. Report of
the Global Consultation. Geneva, Summary of Guiding Principles. 2001
WHO.INT. 2018. La obesidad entre los niños y los adolescentes se ha mul-
tiplicado por 10 en los cuatro últimos decenios.
WIDHALM, K. PRAGER, G. WIDHALM, K. PRAGER, G. Morbid obe-
sity in adolescents. Conservative treatment and surgical approaches.
Springer 2015. 
WIER HA, KUHN RJ. Aluminum toxicity in neonatal parenteral nutrition:
what can we do? Ann Pharmacother 2012; 46: 137-40. 
WONG EM, CHENG MM. Effects of motivational interviewing to promote
weight loss in obese children. J Clin Nurs [revista en Internet] 2013
septiembre [acceso 10 de octubre de 2021]; 22 (17-18): [2519-30].
WORDL HEALTH ORGANISATION. Informe de la commission para aca-
bar con la obesidad infantil 2016. Vol. 1, 69a Asamblea mundial de
la Salud. 2016.
WORLD HEALTH ORGANIZATION. Child growth standards, WHO, 2006 
WORLD HEALTH ORGANIZATION, UNICEF, Global Strategy for infant
and young child feeding. World Health Organization, 2003.
WORLD HEALTH ORGANIZATION. Global report on diabetes. Geneva,
Switzerland: World Health Organization; 2016. 
ZURITA CRUZ JN, DOSTA MARTÍNEZ GE, VILLASÍS KEEVER MÁ,
RIVERA HERNÁNDEZ AJ, GARRIDO MAGAÑA E, NISHIMURA
MEGURO E. Pacientes pediátricos con diabetes tipo 1: crecimiento
y factores asociados con su alteración. Bol Méd Hosp Infant México.
2016; 73(3):174-80. 
Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria
http://www.familiaysalud.es/vivimos-sanos
Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO)
www.seedo.es
374
Bibliografía

Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición


https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/home/aecosan_inicio.htm
Asociación Promoción Consumo Frutas y Hortalizas
www.5aldia.org
Hábitos de vida saludables. Junta de Andalucía
https://www.juntadeandalucia.es/educacion/portals/web/habitos-vida-
saludable
Alimentación saludable. Guía para las familias. Programa PERSEO
https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/docs/documentos/nutricion/4._
Ana_Troncoso_-__Programa_PERSEO.pdf
La Red de la Sandía
http://www.lareddelasandia.org/
El juego de las perlas y los delfines
http://www.easp.es/project/el-juego-de-las-perlas-y-los-delfines-reflexio-
nes-para-ayudar-a-madres-padres-y-amigos-de-ninos-y-ninas-con-exceso-
de-peso
Escuela de baby-led weaning blog.
https://www.escueladeblw.com/bienvenid-as

375

También podría gustarte