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Comisario
Mejía Méndez Roberto
Tema
“Análisis de Tendencias Delictivas”
Gerencia Policial
TENDENCIAS DELICTIVAS
I. INTRODUCCION
El presente documento trata sobre la opinión el autor, derivado del análisis entre las
relaciones, diferencias y actuares entre abogados y jueces, la obra misma que se
encuentra dividida en doce capítulos, en los cuales encontramos claramente las relaciones
de igual, así como las diferencias entre las figuras, también se puede percibir la
importancia de la argumentación mediante posturas de los defensores, que mediante sus
estrategias logran dignificar la noble profesión del abogado, por otro lado se muestra a
los jueces como los humanos que día con día, tienen que sopesar los mejores argumentos
para poder ser aquellos impartidores de justicia que realmente tienen que ser, dejando a
un lado las relaciones influyentes de algunos defensores.
Algo que debe resaltarse, es que después de ochenta y siete años de su publicación,
sorprende que en la actualidad sigue aportando enseñanza que se pueden aplicar desde el
estudio analítico de jueces y abogados.
de las tendencias delictivas de los individuos. Además de las causas tratamos de explicar
qué causa impulsa al individuo a realizar determinados delitos. No es la formulación de
una hipótesis aventurada o espontanea, es la postura personal de lo que he percibido
mediante la recopilación de datos y bibliografías relacionadas con el estudio del individuo
en materia penal y criminología. Tampoco pretendo imponer una postura que aclare las
dudas sobre las tendencias delictivas, sino que expongo una hipótesis basada en causas,
efectos y es estado intermedio de estas en la comisión del delito. Esto es la tendencia
como tal.
Una de las tareas importantes en la investigación, por simple que parezca o se quiera
hacer parecer, es el adecuado conocimiento y uso de nuestro lenguaje. El uso adecuado
de ciertos términos nos ayudan a simplificar largas explicaciones y conocer aquellos nos
ayuda a comprender, mediante un o algunos términos, ciertas proposiciones, hipótesis o
teorias. Por ejemplo, al hablar de variables independientes y variables dependientes,
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Diccionario de la lengua española http://dle.rae.es/?id=C82f9Fb jueves 27 de octubre de 2016. 24:35 hrs.
2
Rodríguez Manzanera, Luis. CRIMINOLOGIA. 7a Edición Porrúa, México. 1961 p. 21.
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Ante este “botón de ejemplo” nos preguntamos ¿Cuáles son las causas por las que
delinquen las personas, qué es “lo que los lleva” a realizar esas conductas delictivas?
Podemos notar que los delitos antes mencionados, por lo general tienen como finalidad
un interés económico (robo) pero pocas veces para satisfacer necesidades; los delitos en
materia sexual, son para satisfacer “instintos” y deseos sin sentido de un apetito sexual
que no tiene que ver propiamente con la satisfacción erótica (amor, amistad, etc.); en los
feminicidios, se presenta un fenómeno que todavía se sigue estudiando y que no cabe
mencionar en el presente trabajo por falta de espacio. Lo que podemos notar en la
comisión de los delitos de robo en sus variadas formas, es que los que en ellos participan
son cada vez más jóvenes y hasta adolescentes. Incluso, en delitos contra la salud (venta
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Informe de Incidencia delictiva en el Estado de México. Lic. Jorge Alberto Huizar Ríos.
http://www.inesle.gob.mx/INVESTIGACIONES/PDF/inestigaciones2016/Informe%20de%20Incidencia
%20delictiva%20en%20el%20Estado%20de%20Mexico%20%200316.pdf miércoles 19 de octubre de 2016.
01:43 hrs
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de droga, en variadas formas) han utilizado a menores de edad, en su mayoría del sexo
masculina.
Para poder llegar a un conocimiento de las causas y las tendencias al delito, necesitamos
conocer a tres elementos existenciales en que se encuentra el hombre. Son el Estado, la
Sociedad y el individuo.
Las tendencias delictivas deben tener una explicación de su existencia; tienen una fuente
que debe ser identificada para combatirla y que se asegure la armonía social y la libertad
individual sin contravenir aquella. La búsqueda de estas causas han tratado de ser
explicadas, por diversas disciplinas, materias y ciencias. Pero nosotros solo trataremos las
siguientes dos de todas ellas: la causa social, la causa individual y la institución que las
une, la familia. Ambas están interrelacionadas entre sí mismas que parecería que se
confunden o fusionan, también están relacionadas con otras ciencias e instituciones
(asociaciones, sociedades, etc.), pero trataremos de concentrarnos solo en la social,
individual y la familia. Por razones de orden iniciamos con la sociedad, luego la familia y
finalmente el individuo, para enunciar nuestras hipótesis de las tendencias delictivas.
Lamentablemente no tenemos espacio para el historicismo de la sociedad, la familia y el
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Rojas Enrique. El Hombre Light, una vida sin valores. Editorial Planeta Mexicana S.A. 2004. Pág. 43.
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individuo, por lo que abordaremos los temas de manera directa sin logomaquias vacuas
que nos puedan desviar del tema que nos ocupa
a. La Sociedad.
La sociedad se compone de individuos pertenecientes a una familia. Las familias se
concentran en diversos niveles económicos y culturales que los unifica o los separa. Son
familias diversificadas o solidarias dependiendo del cuando, como y en donde se reúnen
para su desarrollo y para el desarrollo social. Nuestra sociedad de encuentra bajo
constantes conflictos pues se ha convertido en rehén de sí misma debido a la alta
delincuencia y busca, de una manera u otra, combatirla para vivir en armonía y desarrollo
económico y cultural.
La sociedad, además de estar regulada por la norma jurídica emitida por el Estado, se
regula y regula al individuo bajo normas morales y religiosas como parte del ejercicio de
su libertad. Sin embargo, se presenta una antinomia de intereses jurídicos y morales: el
individuo quiere ser libre conforme a sus intereses y llega a desconocer las normas socio-
jurídicas y morales e incluso las desafía.
Se afirma que los hijos, víctimas de cualquiera de las causas anteriores crecen con
resentimiento debido a que en su familia no recibieron la atención como persona humano
en la etapa de desarrollo infantil o bien por exceso de atención al proveerle de todo sin
enseñarle los principios y valores individuales y sociales como el trabajo, responsabilidad,
respeto, valoración de la vida propia y ajena, así como de sus bienes y derechos. De esta
forma, surgen dos clases de individuos: los hijos con frustraciones y resentimientos, y los
hijos ególatras y narcisistas. Ambas cosas ciegan el razonamiento del individuo por el
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Juan Jacobo Rousseau. El Contrato Social o principios de derecho político. Porrúa. decimocuarta edición,
México 2004. Pág. 3.
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respeto a los demás, comenzando con los padres, luego en la escuela, el trabajo y la
sociedad. La tendencia al delito inicia así en la familia, la casa o el hogar. El sujeto
resentido lo hará por odio, el narcisista por creer merecerlo. Por ejemplo, ambos
consideraran el hurto doméstico como una recompensa a su persona; el resentido, por
considerarlo como una acto de justicia; el narcisista como una premio a su egolatría. El
daño a sí mismo no lo verán como tal, sino que el resentido creerá que está aplicando un
castigo a sus padres victimarios y el narcisista como un premio a su vanidad, como cuando
recibía de sus padres la satisfacían del mínimo capricho.
En la escuela solo cambian las figuras y las formas pero la actitud es la misma: el resentido
atentará contra la autoridad de los maestros al reflejar en ellos la figura de sus padres,
creyendo (irreflexivamente) que se sigue vengando de aquellos; el narcisista exigirá,
irreflexivamente, la atención de los maestros como si estos fueran sus padres. Al entrar en
la sociedad, ya como adolescentes o jóvenes buscaran la venganza y la satisfacción de las
atenciones contra quien represente a sus padres. Ese egocentrismo resentido o narcisista
los hace agresivos hacia la sociedad y el Estado y la tendencia a la delincuencia se
desarrolla sin que ellos los reflexionen, considerándolo una conducta normal y propia. El
resentido, al considerar que no han recibido de la sociedad la atención que no recibió en
casa, idealiza a la sociedad como la figura de sus padres y la agrede continuando con una
venganza que para él es solo un acto de justicia. En el narcisista, al no haber sido educado
bajo los principios y valores de lo que es el trabajo, la disciplina y el esfuerzo propio,
atenta contra la sociedad que ve como a sus padres y les arrebata “eso” que cree merecer
por su vanidad.
c. El individuo
La persona humana es una ser complejo, es un ser que requiere, desde su infancia, una
formación que lo convierta en un sujeto responsable, solidario y sobre todo humano. Esto
solo puede lograrse con una formación en su persona cimentada en una estructura de
principios éticos y morales que lo dispongan a respetar los principios legales que el Estado
establece por medio del Derecho para salvaguardar la seguridad individual, familiar, social
y del mismo Estado.
Los delitos, bajo cualquier norma (jurídica, moral o religiosa), son un mal que afecta a
propios y extraños; a la familia, la sociedad y el Estado “…El mal es la pérdida que de sí
mismo sufre el hombre en el intento de escapar a la carga de su humanidad…” 6 Si bien es
cierto que causas externas colocan al individuo ante la decisión de realizar un delito,
también se encuentra facultado para evitarlo. La tendencia a delinquir, es el paso, el
camino a la ejecución delictiva. El “mal” se adquiere o surge en el individuo. Cuando se
adquiere, es porque se le ha implantado la idea de que lo que se va a hacer, pese a ser
malo, es satisfactorio a si mismo pese al daño que se propicie a otra persona humana.
Cuando surge en el individuo, nace como una idea… lo que hay que notar, es que el mal
nace o se implanta en la mente humana. Aun no se ejecuta, está interiorizada y se desea
realizarla. Entre la interiorización y la ejecución se forma la tendencia a delinquir. Es un
paso corto o largo, dependiendo de la conciencia del sujeto. A mayor conciencia es más
largo el proceso de decisión, así la tendencia a delinquir se prolonga antes de ejecutarse;
si la conciencia es mínima, la decisión será “pensará poco” para ejecutar el delito; ante la
ausencia de conciencia, no se piensa y se ejecuta inmediatamente. Pero este acto o
conducta es resultado de la libertad del individuo.
El individuo es una persona que posee espíritu y conciencia que actúa de tres maneras,
por medio de la razón, la reflexión y la valoración. Lo contrario a estos, son la ignorancia,
la irreflexión y el menosprecio. Por eso no podemos excluir al individuo de su
responsabilidad en la tendencia a delinquir, pues a fin de cuentas él es responsable de sus
actos. Así lo afirma Kant en su obra “La Religión Dentro de los límites de la mera Razón”
al decir que “La Moral, en cuanto que está fundada sobre el concepto del hombre como un
ser libre que por el hecho mismo de ser libre se liga él mismo por su Razón a leyes
incondicionadas, no necesita ni de la idea de otro ser por encima del hombre para conocer
el deber propio, ni de otro motivo impulsor que la ley misma para observarlo.”
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From, Eric, Corazón de Hombre. Su potencia para el bien y para el mal. Pag. 82.
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V. CONCLUSIONES.