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Casación 3455-2012 LIMA
Este Supremo Tribunal en reiterada y uniforme jurisprudencia ha establecido que la división y partición es aquel acto jurídico mediante el cual concluye el estado de condominio y por medio del cual cada condómino recibe una parte material del bien, en proporción a la cuota que tiene en la copropiedad o en su defecto, su equivalente en dinero
Casación 3455-2012 LIMA
Este Supremo Tribunal en reiterada y uniforme jurisprudencia ha establecido que la división y partición es aquel acto jurídico mediante el cual concluye el estado de condominio y por medio del cual cada condómino recibe una parte material del bien, en proporción a la cuota que tiene en la copropiedad o en su defecto, su equivalente en dinero
Casación 3455-2012 LIMA
Este Supremo Tribunal en reiterada y uniforme jurisprudencia ha establecido que la división y partición es aquel acto jurídico mediante el cual concluye el estado de condominio y por medio del cual cada condómino recibe una parte material del bien, en proporción a la cuota que tiene en la copropiedad o en su defecto, su equivalente en dinero
División y partición de bienes. SUMILLA: Este Supremo Tribunal en reiterada y uniforme jurisprudencia ha establecido que la división y partición es aquel acto jurídico mediante el cual concluye el estado de condominio y por medio del cual cada condómino recibe una parte material del bien, en proporción a la cuota que tiene en la copropiedad o en su defecto, su equivalente en dinero. Lima, veintisiete de noviembre de dos mil trece.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número tres mil cuatrocientos cincuenta y cinco - dos mil doce, en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha; de conformidad con el Dictamen del Señor Fiscal Supremo en lo Civil; luego de verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia.- MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas mil doscientos treinta y uno por Elena del Carmen Pinzás Chipoco y Óscar Hernán Enrique Vinces Pinzás, contra la sentencia de vista de fojas mil ciento setenta y ocho, de fecha diecisiete de mayo de dos mil doce, expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la sentencia apelada de fojas novecientos setenta y uno, de fecha treinta de noviembre de dos mil diez, solo en el extremo que ordena se proceda a la división y partición del inmueble ubicado en la Avenida Jorge Basadre (Orrantia) números 365 y 367, San Isidro y reformándola establece que el referido predio debe sujetarse al régimen de la sociedad conyugal conformada por Washington Pinzás Gallardo con Graciela Chipoco Tovar de Pinzás.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN: El recurso de casación fue declarado procedente por resolución de fecha veinte de junio de dos mil trece, obrante a fojas ciento cuarenta y cinco del cuadernillo formado en este Supremo Tribunal, por la causal prevista en el artículo 386 del Código Procesal Civil, por la que se denuncia: a) La infracción normativa de los artículos 176 y 177 inciso 3 del Código Civil del año mil novecientos treinta y seis, alegando que la Sala Superior indebidamente señaló que en la época en que se celebró el matrimonio de Graciela Chipoco Tovar de Pinzás con Washington Pinzás Gallardo (veinticuatro de mayo de mil novecientos cuarenta y cinco) se encontraba vigente el Código Civil del año mil novecientos treinta y seis, y que no habían considerado regímenes convencionales, sino que solo existía un régimen legal único, forzoso que era la sociedad de gananciales; sin embargo, dicha afirmación es falsa porque sí existían los bienes propios de cada cónyuge. La compraventa del inmueble ubicado en la Avenida Jorge Basadre números 365 y 367, San Isidro que realizó Graciela Chipoco Tovar de Pinzás, el día tres de noviembre de mil novecientos sesenta y seis, cuya minuta contenía expresamente la declaración de su cónyuge Washington Pinzás Gallardo en el sentido de que la adquirente efectuaba la compra con bienes propios y no de la sociedad conyugal; b) La infracción normativa de los artículos 660, 686 y 696 del Código Civil del año mil novecientos ochenta y cuatro, indicando que cuando Graciela Chipoco Tovar de Pinzás falleció el día veinticuatro de octubre de mil novecientos noventa había otorgado testamento por escritura pública a la luz del Código Civil vigente, ante Notario Público, estableciendo como su última voluntad instituir como sus únicos y universales herederos a su cónyuge y a sus tres hijos; por lo tanto la Sala Superior no ha tenido en cuenta la última voluntad de la difunta compradora y por el contrario, ha decidido una división que no se ajusta a la verdad, a la voluntad de la testadora, ni a derecho; c) La infracción normativa del artículo 139 incisos 2 y 3 de la Constitución Política del Estado, sostiene que la Sala Superior no ha tenido en cuenta que el proceso de Otorgamiento de Escritura Pública iniciado por el cónyuge supérstite el año mil novecientos noventa y dos, tramitado bajo las normas del Código de Procedimientos Civiles, derogado, tiene la calidad de cosa juzgada, por lo que al momento de ejecutarse se han cometido errores, los cuales perjudican a la parte demandada violando sus derechos constitucionales a la propiedad, a la herencia y las garantías constitucionales. El Juez al momento de transcribir la sentencia de Otorgamiento de Escritura Pública del bien propio ubicado en la Avenida Jorge Basadre números 365 y 367 a la minuta, la que declaraba herederos de los bienes de Graciela Chipoco Tovar de Pinzás a su cónyuge supérstite y a sus tres hijos por igual, comete el error de elevarlo a escritura pública cambiando el fallo de la sentencia y otorgando la citada escritura a favor de la sociedad de gananciales, con este error al momento de transcribir la sentencia se transgreden los derechos hereditarios de las demandadas incumpliéndose de esta manera con la última voluntad de la causante, plasmada en su testamento por escritura pública, razón por la cual en el año dos mil dos, la parte demandada reabrió el Expediente número 46176-2002 ante el Sexagésimo Primero Juzgado Civil de Lima, el cual permitió articulaciones que no corresponden al trámite debido, en la actualidad este expediente se encuentra en trámite. Alega además que la Sala Superior fundamentó su fallo en un considerando de la resolución recaída en un incidente del Expediente número 46176-2002, cuando pudo solicitar el expediente principal, el cual tenía la calidad de cosa juzgada.- CONSIDERANDO: Primero: Del examen de los autos se advierte que a fojas cuarenta y cinco, Washington Enrique Pinzás Chipoco y María Helena Gonzáles Vigil Zorrilla de Pinzás interponen demanda de División y Partición respecto de los bienes pertenecientes a las sucesiones de quienes fueron sus causantes, sus padres, Washington Pinzás Gallardo y Graciela Chipoco Tovar de Pinzás, fallecidos el veinticinco de febrero de mil novecientos noventa y nueve y el veintiocho de abril de mil novecientos noventa, respectivamente. Como sustento fáctico de su pretensión manifiestan que: a) Graciela Chipoco Tovar de Pinzás falleció en la ciudad de Lima, el día veintiocho de abril de mil novecientos noventa, bajo el imperio de su testamento otorgado por escritura pública de fecha veintisiete de abril de mil novecientos ochenta y ocho, el mismo que corre inscrito en la Ficha número 15226 del Registro de Testamentos de Lima, estableciendo como sus herederos a: 1) Washington Enrique Pinzás Chipoco; 2) Graciela Susana María de Fátima Pinzás Chipoco; y, 3) Elena del Carmen Pinzás Chipoco; b) Por su parte, Washington Pinzás Gallardo también fallece en la ciudad de Lima el día veinticinco de febrero de mil novecientos noventa y nueve, otorgando testamento notarial el día veintisiete de febrero de mil novecientos noventa y ocho, el mismo que se encuentra inscrito en la Partida número 11027037 del Registro de Personas Naturales de Lima declarando como sus herederos a: 1) Washington Enrique Pinzás Chipoco; 2) Graciela Susana María de Fátima Pinzás Chipoco; 3) Elena del Carmen Pinzás Chipoco; y) la legataria, hija de los recurrentes, Cristina Elena Pinzás Gonzáles Vigil (cuatro años de edad, a la fecha de interposición de la demanda); c) Elena del Carmen Pinzás Chipoco ha transferido el veinticinco por ciento (25%) de todos sus derechos en ambas masas hereditarias a favor de su hijo Óscar Hernán Enrique Vinces Pinzás, mediante escritura pública de Anticipo de Legítima y aceptación de fecha veinticuatro de junio de mil novecientos noventa y nueve, ante el Consulado General del Perú en Miami, Florida, Estados Unidos de América; d) Las sucesiones de Washington Pinzás Gallardo y Graciela Chipoco Tovar de Pinzás son propietarios de los siguientes bienes: Bienes Inmuebles: i) El cien por ciento (100%) de las acciones y derechos del inmueble sito en la Avenida Jorge Basadre números 365 y 367, en el Distrito de San Isidro, inscrito a fojas doscientos trece del Tomo número 93-B del Registro de la Propiedad Inmueble de Lima, valorizado en ochocientos cincuenta y seis mi doscientos ochenta y cinco nuevos soles con diez céntimos (S/.856,285.10), ii) El cien por ciento (100%) del lote de terreno número siete de la Manzana D, ubicado en el Jirón Cusco y con frente por el lado Este con la Avenida Ferrocarril de Junín, inscrito en la Ficha número 18976 del Registro de Propiedad Inmueble de Huancayo, valorizado en cinco mil novecientos cuarenta nuevos soles (S/.5,940.00); iii) El cien por ciento (100%) del lote de terreno número 3 de la Manzana D, ubicado con el frente a la Calle Cusco, esquina con la Avenida Ferrocarril de Junín, inscrito en la Ficha número 18241 del Registro de Propiedad Inmueble de Huancayo, valorizado en seis mil ochocientos treinta y un nuevos soles (S/.6,831.00); iv) El cien por ciento (100%) del lote de terreno número 4, de la Manzana D, ubicado con frente a la Avenida Ferrocarril, Distrito y Provincia de Huancayo, inscrito en la Ficha número 18242 del Registro de la Propiedad Inmueble de Huancayo, valorizado en cinco mil novecientos cuarenta nuevos soles (S/.5,940.00); v) El cien por ciento (100%) del lote de terreno número 5, de la Manzana D, inscrito en la Ficha número 18971, valorizado en cinco mil novecientos cuarenta nuevos soles (S/.5,940.00); vi) El cien por ciento (100%) del lote de terreno número 6, de la Manzana D, inscrito en la Ficha número 18973, valorizado en cinco mil novecientos cuarenta nuevos soles (S/.5,940.00); vii) El cien por ciento (100%) de las doce tiendas que se han construido en el inmueble sito en la cuadra seis de la Calle Real, signada con los números 671 y 669 con frente a la Calle Real y con los números 114, 118, 122, 126, 130, 134, 138, 142, 146 y 150 con frente a pasajes interiores y patio, Distrito y Provincia de Huancayo, Departamento de Junín, inscrita en forma conjunta a fojas cuatrocientos cuarenta y seis, del Tomo número 309 del Registro de la Propiedad Inmueble de Huancayo, valorizado en doscientos ochenta y tres mil trescientos noventa y nueve nuevos soles con cuarenta y cinco céntimos (S/. 283,399.45). Bienes Muebles: Dos mil (2,000) participaciones en el capital social de la Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada que corre inscrita en la Partida número 11072 del Registro Nacional de Minería, valorizándose en dos mil nuevos soles (S/.2,000.00) que corresponden al valor nominal de las participaciones; e) Agrega finalmente que a pesar del tiempo transcurrido desde el fallecimiento de los causantes no se ha efectuado la división y partición de los bienes de la herencia.- Segundo: Admitida a trámite la demanda, mediante escrito de fojas ciento treinta y uno se apersona al proceso Graciela Susana María de Fátima Pinzás Chipoco absolviendo la demanda en los términos siguientes: a) Al haber fallecido su señora madre Graciela Chipoco Tovar de Pinzás el día veintiocho de abril de mil novecientos noventa, se produjo la transmisión de sus derechos sucesorios, dentro del marco de la ley y de su testamento, de tal suerte que a la muerte de la cónyuge, ésta da lugar a una masa hereditaria distinta a la de su esposo, quien fallece con posterioridad; b) Al fallecimiento de su padre Washington Pinzás Gallardo el día veintisiete de febrero de mil novecientos noventa y ocho, da lugar a otra masa hereditaria, en la cual el testador ya no es propietario del cien por ciento (100%) de todos los bienes descritos por los actores, sino que es propietario solamente de sus gananciales, más la cuota que le haya correspondido como heredero de su cónyuge premuerta. A esta masa concurren sus tres hijos, y la nieta en calidad de legataria; c) La partición debe realizarse por separado, respecto de cada masa hereditaria tomando en cuenta la fecha de fallecimiento de los causantes.- Tercero: Por su parte, mediante escrito de fojas ciento setenta y seis Helena Pinzás Chipoco de Vinces y Óscar Hernán Enrique Vinces Pinzás absuelven la demanda en los siguientes términos: a) Ambos causantes fallecieron en fechas distintas, por lo que no pueden por ningún motivo consolidarse los bienes de ambas sucesiones en una sola masa hereditaria, cuando la realidad hace evidentes las diferencias porcentuales entre ellas; b) Respecto al bien inmueble sito en la Avenida Jorge Basadre números 365 y 367, Distrito de San Isidro, inscrito a fojas doscientos trece del Tomo 93 - B del Registro de la Propiedad Inmueble de Lima, refiere que es un bien propio de Graciela Chipoco Tovar de Pinzás y no un bien de la sociedad conyugal, pues de la propia minuta original de compraventa en su cláusula sétima se específica que el inmueble fue adquirido con bienes propios de Graciela Chipoco Tovar de Pinzás, hecho que Washington Pinzás Gallardo expresamente reconoce.- Cuarto: Valoradas las pruebas y compulsados los hechos expuestos por las partes, por sentencia de primera instancia de fecha treinta de noviembre de dos mil diez se declara fundada en parte la demanda. De los fundamentos de dicha sentencia se extrae esencialmente que el A quo ha determinado la división y partición de la totalidad de los bienes propios y sociales de los causantes Graciela Chipoco Tovar de Pinzás y Washington Pinzás Gallardo conforme a los porcentajes que allí se señalan. No obstante, en cuanto al inmueble ubicado en la Avenida Jorge Basadre (Orrantia) números 365 y 367, San Isidro, Lima, el A quo llega a establecer que dicho bien resulta ser un bien propio de Graciela Chipoco Tovar de Pinzás para cuyo efecto se toma en cuenta que en la cláusula sétima de la minuta de compraventa de fecha tres de noviembre de mil novecientos sesenta y seis, (fojas ciento cuarenta y seis), corroborado con la copia de la demanda de Otorgamiento de Escritura Pública de fojas ciento cuarenta y ocho a ciento cincuenta el cónyuge supérstite Washington Pinzas Gallardo señaló en forma expresa que el referido inmueble lo adquirió su cónyuge Graciela Chipoco Tovar de Pinzás con bienes propios y no de la sociedad conyugal. Ello sin perjuicio de que la resolución de primera instancia número doce, de fecha veintisiete de octubre de dos mil cuatro, recaída en el proceso de Otorgamiento de Escritura Pública (Expediente número 46176-2002) copiada a fojas seiscientos treinta y cinco, que rectifica la escritura de fecha veintiséis de abril de mil novecientos noventa y tres, de fojas cuatrocientos noventa y cinco, correspondiente a este inmueble, fuera finalmente revocada por la resolución de vista número dos de fecha once de mayo de mil novecientos noventa y cinco, que en copia obra a fojas ochocientos dos, ya que en esta última se estableció que la parte interesada tiene expedito su derecho para que lo haga valer en la forma y en la vía que corresponda, entiéndase en cuanto a que la escritura pública no debió ser otorgada a favor de la sociedad conyugal Pinzás - Chipoco, sino a favor de la Sucesión Graciela Chipoco Tovar de Pinzás como bien propio.- Quinto: Apelada que fuera la sentencia de primera instancia, la Sala Superior mediante resolución de vista de fecha diecisiete de mayo de dos mil doce revoca la sentencia apelada solo en el extremo que ordena se proceda a la división y partición del referido inmueble ubicado en la Avenida Jorge Basadre (Orrantia) números 365 y 367, San Isidro, en los términos que allí se expresan; y reformándola dispone que el referido predio para efectos de la división y partición debe ser considerado como un bien de la sociedad conyugal conformada por Washington Pinzás Gallardo y Graciela Chipoco Tovar de Pinzás. Sobre el particular el Ad quem establece que: a) Los hechos respecto del referido bien inmueble se han suscitado durante la vigencia del Código Civil del año mil novecientos treinta y seis, de cuyos artículos 176, 177 y 184 se razona que el régimen de los bienes en el matrimonio durante dicho Código obedecía a un régimen legal único y forzoso, el cual solo se encuentra referido a la sociedad de gananciales, por lo que se concluye que en el caso sub materia nos encontramos ante bienes comunes de la sociedad; b) En ese sentido si bien es verdad que el causante Washington Pinzás Gallardo manifestó que el inmueble sub litis lo había adquirido su cónyuge en calidad de bien propio, no es menos cierto que dicha situación ha sido desvirtuada con la expedición de las resoluciones recaídas en el Expediente número 46176-2002 sobre Otorgamiento de Escritura donde mediante resolución de primera instancia de fecha veintisiete de octubre de dos mil cuatro (fojas seiscientos treinta y cinco), se procedió a rectificar la escritura pública de compraventa de fecha veintiséis de abril de mil novecientos noventa y tres, así como la minuta que contiene, debiendo entenderse que la misma es otorgada a favor de la Sucesión de Graciela Chipoco Tovar de Pinzás. Dicha resolución judicial fue materia de revisión por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, quien expide la resolución de vista de fecha once de mayo de dos mil cinco (fojas ochocientos dos), donde señala en su fundamento cuarto que: “no puede rectificarse una escritura pública otorgada en ejecución de sentencia hace más de once años, ni mucho menos usando las causales del artículo mil ochenta y cinco del Código de Procedimientos Civiles, las cuales están relacionadas con causales de nulidad, teniendo la parte interesada expedito su derecho para que lo haga valer en la forma y vía que corresponda, toda vez que lo que pretende es la modificación sustancial de la escritura pública que tiene que ver con la titularidad del bien y ese tipo de alteraciones no pueden darse a través de estas articulaciones”. Por lo tanto, dicha situación jurídica ha alcanzado la calidad de cosa juzgada conforme lo previsto por el artículo 123 del Código Procesal Civil, por lo que toda autoridad está obligada a acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales, emanadas de autoridad judicial competente, en sus propios términos, sin poder calificar su contenido o sus fundamentos, restringir sus efectos o interpretar sus alcances, por lo que, el testimonio de escritura pública de fecha veintiséis de abril de mil novecientos noventa y tres (fojas cuatrocientos noventa y cinco), así como su inscripción registral produce todos sus efectos y se presume cierto mientras no se declare su nulidad por resolución judicial conforme al principio de legitimación que se encuentra regulada por el artículo 2013 del Código Civil.- Sexto: Este Supremo Tribunal en reiterada y uniforme jurisprudencia ha establecido que la división y partición es aquel acto jurídico mediante el cual concluye el estado de condominio y por medio del cual cada condómino recibe una parte material del bien, en proporción a la cuota que tiene en la copropiedad o en su defecto, su equivalente en dinero.- Sétimo: Previo a absolver las causales del recurso de casación declaradas procedentes, es menester señalar que la controversia en el caso concreto gira únicamente en torno al bien inmueble ubicado en la Avenida Jorge Basadre (Orrantia) números 365 y 367, San Isidro, el mismo que ha sido configurado por el A quo para efectos de la división y partición como un bien propio perteneciente a Graciela Chipoco Tovar de Pinzás y posteriormente variado en posición contraria por la Sala Superior como un bien de la sociedad conyugal conformada por Washington Pinzás Gallardo y Graciela Chipoco Tovar de Pinzás.- Octavo: El artículo 176 del Código Civil del año mil novecientos treinta y seis señalaba que por la celebración del matrimonio se constituía entre marido y mujer una sociedad en que podía haber bienes propios de cada cónyuge y bienes comunes, agregándose que ninguno de los cónyuges podía renunciar a esta sociedad ni a sus efectos. Luis Echecopar1 sobre el régimen de los bienes en el matrimonio apunta que “el Código Civil del año mil novecientos treinta y seis imponía un sistema legal forzoso: el de la comunidad de gananciales, llamado también sociedad conyugal o sociedad de gananciales, no permitiendo los pactos nupciales”, y añadía que: “La separación de bienes comunes era un régimen supletorio que las partes no podían escoger por su propia voluntad y que solo podía regir cuando ocurriesen situaciones muy graves, previa resolución del Poder Judicial”.- Noveno: En el caso de autos, conforme se verifica de la Escritura Pública otorgada el día veintiséis de abril de mil novecientos noventa y tres por el Vigésimo Primer Juzgado Civil de Lima en relación a la compraventa del inmueble ubicado en la Avenida Jorge Basadre (Orrantia) números 365 y 367, San Isidro, Lima (fojas cuatrocientos noventa y cinco), se establece que el referido inmueble había sido adquirido por la sociedad conyugal conformada por Washington Pinzás Gallardo y Graciela Chipoco Tovar de Pinzás en calidad de parte compradora. En esa línea, si bien se aprecia en dicha escritura pública una discrepancia en cuanto al régimen del bien sub materia que habría sido advertida, no obstante, dicha discrepancia fue desestimada finalmente por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima en el proceso sobre Otorgamiento de Escritura Pública seguido por Washington Pinzás Gallardo con Negociación Azucarera Laredo Limitada mediante resolución de vista de fecha once de mayo de dos mil cinco (fojas ochocientos dos), al establecer la Sala Superior que no resultaba posible rectificar una escritura pública otorgada en ejecución de sentencia desde hacía varios años (once años) con la finalidad de modificar aspectos sustanciales de dicha escritura pública, en cuyo caso se dejaba a salvo el derecho de los afectados para que lo hicieran valer en la forma y vía que correspondiese.- Décimo: De lo antes expuesto, se aprecia dos aspectos sustanciales: primero, que la referida resolución de vista recaída en el proceso sobre Otorgamiento de Escritura Pública ha adquirido la calidad de cosa juzgada, por lo que sus efectos deben ceñirse y adecuarse a lo allí establecido; y, segundo, cualquier cuestionamiento a la escritura pública otorgada por el Vigésimo Primer juzgado Civil de Lima, debía efectivizarse en la vía y forma correspondiente, no apreciándose en cuanto a esto último que los recurrentes hubiesen hecho valer su derecho conforme corresponde; por consiguiente, resulta forzoso concluir, ratificando los fundamentos expuestos por la Sala Superior, que el bien sub materia ubicado en la Avenida Jorge Basadre (Orrantia) números 365 y 367, San Isidro, aun pertenece a la sociedad conyugal conformada por Washington Pinzás Gallardo y Graciela Chipoco Tovar de Pinzás; por cuyas razones debe desestimarse por improbada la denuncia casatoria señalada en el apartado a) en cuanto a la infracción normativa de los artículos 176 y 177 inciso 3 del Código Civil del año mil novecientos treinta y seis.- Décimo Primero: En cuanto a los fundamentos del recurso de casación del apartado b), por supuesta vulneración de los artículos 660, 686 y 696 del Código Civil, éstos no resultan atendibles ante esta sede casatoria toda vez que lo que pretenden los recurrentes es forzar un cambio en el régimen y calidad del bien sub materia a fin de hacerlo emerger como un bien propio perteneciente a Graciela Chipoco Tovar de Pinzás, situación que conforme a lo establecido en autos no resulta factible establecer en esta sede extraordinaria, tanto más cuanto estando a la naturaleza y fines del recurso de casación no corresponde analizar los alcances ni la naturaleza jurídica de la sucesión testamentaria otorgada por Graciela Chipoco Tovar de Pinzás; por lo que dicho extremo debe también desestimarse por improbado.- Décimo Segundo: Finalmente, respecto a la denuncia señalada en el apartado c) del recurso por infracción normativa de los incisos 2 y 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, debe precisarse que si bien los recurrentes denuncian haber reabierto el Expediente número 46176-2002 por las irregularidades que allí denuncian, ello en todo caso debe sujetarse al pronunciamiento final que deberá establecerse en su caso, lo que no se aprecia en el presente proceso pues conforme refiere la propia recurrente se trata de un proceso que se encuentra en giro, lo que no supone en modo alguno la transgresión de la independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional ni el debido proceso, conforme pretenden hacer notar los recurrentes; por consiguiente, las causales denunciadas por infracción normativa deben desestimarse por improbadas.- Siendo esto así, al no configurarse ninguna de las causales denunciadas, el recurso de casación debe ser desestimado, debiendo proceder conforme a lo dispuesto en los artículos 397, 398 y 399 del Código Procesal Civil; por cuyas razones, declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Elena del Carmen Pinzás Chipoco y Óscar Hernán Enrique Vinces Pinzás mediante escrito de fojas mil doscientos treinta y uno; en consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas mil ciento setenta y ocho, de fecha diecisiete de mayo de dos mil doce, expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Washington Francisco Enrique Pinzás Chipoco y otras contra Elena del Carmen Pinzás Chipoco y otros, sobre División y Partición de Bienes; y los devolvieron. Ponente Señor Ticona Postigo, Juez Supremo.- SS. TICONA POSTIGO, VALCÁRCEL SALDAÑA, CABELLO MATAMALA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS 1 Echecopar García, Luis. “Régimen legal de bienes en el matrimonio”. Lima. 1952. p. 18.