Está en la página 1de 3

ITER ALTAMIRANDA Josepth

Teodicea I
12/01/2021
BASÓ, Abelardo
LAS CINCO VÍAS PARA COMPROBAR LA EXISTENCIA DE DIOS Y SU RELACIÓN
CON LA CIENCIA
Verdaderamente Dios existe, no hay duda al respecto. Es una realidad que abarca todo el
existir del universo hasta la partícula más pequeña contenida en él. Hasta ahora se ha indicado en
distintos textos pasos para entender la existencia de Dios, pero eso no quiere decir que se pueda
llegar a Él, como el hombre ha llegado a la luna, puesto que es inabarcable, sin embargo, por sus
creaturas lo podemos contemplar.
En esta ocasión, Santo Tomas nos indica cinco vías exactas por las cuales se puede
comprobar la existencia de Dios y como las mismas son aplicadas al avance científico.
La primera causa es el movimiento, hay que dejar claro que no se trata de un movimiento
físico, es decir, no es trasladar un objeto de un lado a otro, sino, de un movimiento que es
intrínseco a toda cosa que exista, es el paso de la potencia al apto del objeto en sí, “un ser no se
mueve mientras esta en potencia, ni tampoco cuando ya está en acto. Solamente se da
movimiento en el transito mismo en que un móvil esta, a la vez, en acto respecto del término a
quo y en potencia respecto al termino ad quem”1. Es decir, que para pasar de un estadio al otro,
es necesario que exista una causa inmóvil, que no está dentro de sí mismo, y por supuesto ese
motor que hace que una cosa pase de un estadio al otro es Dios. Nada lo mueve a Él, porque el
mueve todas las cosas. “Si se rechaza proceder ad infinitum, habría que admitir que hay algo que
mueve sin ser movido por nada, es decir Dios”2, nada hay que negar al respecto, del movimiento
en el cosmos, toda cosa es inmóvil en sí, y es móvil porque hay un primer motor que las mueve
en orden.
La ciencia experimental y en particular la astrofísica también ha logrado avances al
respecto, cundo se menciona la teoría del Big Bang, hacemos referencia a la explosión que
origino la materia, el tiempo y el espacio. Los expertos en el área afirman que nada existía antes
de esa explosión, y luego de que ella se diera se originaron todas las cosas que hoy conocemos.
Sin embargo, a mi juicio carece de un elemento importante, la causa que originó el Big Bang. Se
puede asumir lo referente a la materia, tiempo y espacio, pero no se puede negar la existencia de
una causa primera, puede ser que no se le llame Dios, pero si hubo un primer movimiento
causado por algo incausado que llevo al origen del Big Bang tal como ocurre con Dios. Nada lo
ha creado a Él, y nada lo mueve a Él, pero el sí mueve todas las cosas. De la misma manera
sucede con la teoría que explica al origen del universo, sí existió, pero antes que ella había una
causa inmóvil, a la cual los científicos no han llegado y no llegaran, puesto que se trata, no dé la
razón natural sino, de la razón sobrenatural para acercarse a ello.
Segunda causa, la subordinación por las causas eficientes, todo lo que existe depende de
una cosa y así sucesivamente. Solo uno es independiente, es el obrar en sí mismo, es decir, que
no depende de una obra anterior a él, es autónomo y nada está delante de él, ”es necesario
1
FRAILE Guillermo, Historia de la filosofía. Editorial BAC, Madrid, 1986, p, 394
2
FERRATER José, Diccionario de filosofía tomo I, Editorial Ariel, Barcelona, 1994, p, 3530
comprender la Causa eficiente encausada y primera, de la cual dependen todas las demás en el
ser y el obrar, mientras que ella no depende de ninguna” 3. Todas las cosas en cambio son
causadas por la causa primera y de ella se desprenden una serie de causas. Tengamos en mente la
producción de un fruto intervienen: el sol, el calor, el agua, la tierra, el árbol, las ramas, las
flores. Y en todas las cosas funciona así. Todo es un proceso de causas eficientes, en las que de
una se llega a otra. Dios es la causa primera, el sol es causado por Dios, el calor por el sol, el
agua y así hasta llegar al fruto. Así mismo, la medicina como ciencia ha logrado llegar a grandes
conclusiones respecto a antídotos que puedan exterminar enfermedades que atentan contra la
existencia humana. Tal es el caso del medicamento para combatir el cáncer. Como enfermedad
ha sido creado por sí mismo, luego ha venido su estudio, la célula, el medicamento, la radio
terapia, la quimioterapia y así sucesivamente hasta erradicarlo. Todo es un orden de causas, una
primera que es increada, la creada, y luego la que le sigue, la siguiente hasta llegar a un fin,
porque ellas no son infinitas. Solo una causa es infinita y es la que ha creado todo, es decir, Dios.
En tercer lugar la contingencia de los seres, los seres contingentes “son aquellos que
existen después de no haber existido, y que pueden dejar de existir después de haber existido” 4
todos los seres gozan de esa característica, todas las cosas pueden no existir y después existir, y
existir y después no existir. Todas esas cosas son necesarias, porque hay una realidad que es
absolutamente necesaria y es Dios.
El sol es necesario porque da luz, pero la noche no es necesaria mientras este el sol, sin
embargo, la noche existe, cuando la luz deje de existir, ante ello la causa necesaria –Dios– ha
causado la noche y el día porque ambas son necesarias, pero no pueden estar juntas en sí.
Para el estudio de cualquier ciencia es necesario tener claro el tema. Desde que los seres
humanos han tratado de comprender la esencia de los fenómenos naturales, se planteaba lo
contingente y lo necesario. Para los académicos es vital estudiar y comprender tal situación, para
entender las leyes de la naturaleza. Implica a las carreras relacionadas con la física y las ciencias
sociales.
Hay cambios que pueden ser causales como un accidente o un terremoto, y otros que
pueden ser contingentes, cuando se analiza la ocurrencia de un sismo con el caudal de sus
desgracias, más fácil, el origen de un incendio. Lo anterior ha ocurrido y no volverá a ocurrir, el
sismo y el incendio no han ocurrido pero pueden ocurrir.
La cuarta causa es los grados de perfección, no se trata de las perfecciones de una cosa con
la otra, es decir, un hombre no es más perfecto que otro, ni una planta más perfecta que la otra.
Son perfecciones que se dan por medio de la analogía “si se dice de algo que es más o menos
perfecto, habrá que suponerse que hay algo absolutamente perfecto por medio de lo cual se mide
lo más o menos y esta realidad absolutamente es Dios”5 así que todo lo bueno, lo bondadoso, el
bien están ya en la causa primera, la cual contiene todas esas perfecciones y de la cual los seres
causados participan. Claramente al analizar la escala de los seres se evidencia que el hombre
ocupa un lugar más alto que el animal, y el animal que la planta y la planta que el mineral. Sin
embargo, todos participan gradualmente de las perfecciones, y ninguna llegara a ser más perfecta
que la primera, es decir, que Dios.

3
FRAILE Guillermo, Historia de la filosofía. Editorial BAC, Madrid, 1986, p, 395
4
395 Ibid
5
FERRATER José, Diccionario de filosofía tomo I, Editorial Ariel, Barcelona, 1994, p, 3530
Dentro del campo de las ciencias biológicas la genética ha sido un desarrollo de
perfecciones en cuanto al origen de la vida. El diagnóstico genético preimplantacional (DGP) es
una forma de diagnóstico temprano que se desarrolló́ gracias a la aparición de las técnicas de
reproducción asistida que hoy conocemos como la Fecundación In Vitro (FIV) por medio de esta
técnica se puede estudiar el desarrollo del espermatozoide antes de entrar al ovulo, permite
detectar enfermedades monogenéticas causadas por mutaciones o alteraciones en un solo gen,
anomalías cromosomales por ganancia o pérdida de cromosomas, así́ como determinar el sexo de
los embriones antes de transferirlos al útero y por tanto antes de que se produzca la implantación
(A&M University, 2002). Así pues, aunque ha sido criticada esta técnica, la creación de un hijo,
hoy goza de grados de perfección, ya no es simplemente que el espermatozoide fecunde el ovulo
y esperar los nueve meces para ver al bebe, sino que desde antes ya se puede saber algunos datos
relevantes al respecto. Entonces también hay grados de perfecciones en la genética, sin embargo,
no sobre pasa la perfección de Dios, como creador de todo y donde residen todas las
perfecciones.
Finalmente la finalidad de los seres, todos los seres incluyendo los que carezcan de
inteligencia obran para bies, y es necesario, pues han sido creados por el sumo bien que es Dios,
es decir, todos obran de manera fija y no al azar, sino de manera fija cada una conforme a su
naturaleza. El hombre existe para un fin según su naturaleza, por ejemplo, para vivir, las plantas
para producir y purificar el oxígeno, dar frutos y dar sombra, algunas aves para alimentar al
hombre y los animales, todo tiene un fin preciso. “En el universo debe existir una inteligencia
directora y ordenadora de todos los seres, la cual los dirige y orienta hacia sus fines particulares y
hacia el fin general del universo”6 entendiendo entonces que todos los seres no son simples en
cuanto a su creación, tiene sentido su existencia, porque su causa creadora les ha dado un fin,
aunque sean conscientes o inconscientes.
Por su parte, en el campo de la ciencia la robótica ha alcanzado un avance importante en
ámbitos de la vida cotidiana; en la medicina, la producción agrícola, ingeniera, y otros aspectos.
Todas las técnicas robóticas son creadas por el hombre perfectamente para cumplir una función
concreta en alguna actividad, facilitando el proceso al hombre y garantizando una mejor calidad.
Lo que ha sido creado para la medicina, no sirve para la agricultura, las técnicas robóticas de la
agricultura no sirven para la ingeniera mecánica y así sucesivamente. Todas son creados por el
hombre, y el hombre tiene un origen y causa creadora, que a su vez le ha dado a él la posibilidad
de crear el robot perfectamente para una causa final, de tal manera que el robot pueda realizar la
actividad para lo cual fue creado.
Todo lo creado por Dios es manifestación de Él pero nada puede sobrepasarlo a Él, como
causa primera del universo todo lo existente se ha dado primero en su inteligencia. Nada está
delante de Él, su perfección ha hecho las cosas de tal manera que todo fluya y se de en orden,
nada puede cambiar ese orden, ni tampoco se puede ver a Dios, sino contemplarlo por medio de
ese orden.

6
FRAILE Guillermo, Historia de la filosofía. Editorial BAC, Madrid, 1986, p. 397

También podría gustarte