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ITER ALTAMIRANDA

Josepth
Teodicea I
24/03/2021
BAZÓ, Abelardo
El misterio de la eternidad de Dios
Hablemos ahora de un atributo perfecto, a bien saber, es perfecto porque quien lo pose es
perfecto, sin embargo, pareciera estar relacionado con el tiempo. Eternidad y tiempo son cosas
exactamente distintas, relacionadas entre sí, pero la inteligibilidad es la que marca su diferencia.
El tiempo ha de darse por el movimiento, mientras que la eternidad es perpetuamente inmutable.
La eternidad de Dios no es principio, ni tampoco fin, por separado, al contrario es una sola. Dios
es principio y fin en sí.
Hago mención a tal atributo, puesto que la idea de este escrito, es hacerles saber que Dios
es verdaderamente real, que no es transitorio y que está en todo momento, en todo tiempo, sin
ningún cambio, pues precisamente por eso es eterno.
La eternidad de Dios es un misterio. Sin embargo, siendo misterio su actuar nos revela
datos concretos de los que podemos hacer huso para tener acercamiento a la compresión de la
existencia eterna del creador. El orden de las cosas, aunque bien sean cambiantes en su materia,
en su esencia siguen siendo perfectas y eternas, el aire, el agua, la tierra, el ser, la luz, y otras
están sometidas al cambio, sin embargo, por participar del Ser del ente creador, participan en
grados de la eternidad de quien los ha creado. Todo el universo es eterno como su creador,
sometido a cambio pero eterno. La diferencia es que Dios por ser absoluto es terno en sí y no es
cambiante, es lo que es siempre, principio y fin de todas las cosas, el creador eterno.
Dios no es un Dios de pasado ni futuro, es puramente presente, porque en todos los
tiempos actúa en presente. Asignarle un tiempo histórico no es preciso, porque siendo el artesano
dela historia perfectamente construida, no se queda atrás, al contrario esta siempre. Por tanto, el
tiempo que se le debe asignar a Dios es presente, también porque es eterno. Estar en todos los
tiempos implica serlo en completa trascendencia, es presencia “supratemporal” porque el creador
de todo está presente en todos los tiempos.
Que Dios sea perfecto garantiza que sea eterno, pues, todo lo perfecto le pertenece a lo que
es perfecto, puesto que esta adherido en su totalidad a su Ser. Si a Dios se le piensa como algo
temporal, medido en el tiempo, su ser divino estaría coaccionado por el tiempo, sin embargo,
como Dios es control del tiempo, mas no el tiempo control de Dios, entonces la temporalidad es
acto no correspondiente a Dios. Así pues, el Ser divino, que no es temporal, es eterno, puesto que
su divinidad es propia y siendo esa divinidad propia, entonces la eternidad también le es propia.
No digo que la eternidad dependa de la divinidad, porque nada de lo que está en Dios depende
uno de otro, todos la atributos están en Dios como uno, pero cumpliendo una función particular,
es eso lo que hace que todos los atributos sean perfectos en Dios y lo creado por Dios goce de la
participación de esos atributos.
Preguntarse por la eternidad es lo mismo que preguntarse por Dios, hablar de eternidad es
hablar de Dios, pero Dios es un misterio y la eternidad como atributo de Dios perfecto también lo
es, lo que sabemos de Dios es lo que el revela en su actuar, y en ese actuar se puede comprender
la eternidad. Por tanto, el conocimiento de lo divino es imposible porque la razón natural aborda
lo terrenal, la trascendencia que es acto posible de llegar a lo divino es por la vía de la razón
sobre natural. Razón natural y razón sobre natural es la posibilidad de llegar a Dios por la
trascendencia, y en esa trascendencia contemplar también su eternidad.
Entonces entiéndase que la eternidad es un atributo perfecto de Dios, y que esta no esta
medida por el tiempo. A Dios el único tiempo que se le puede atribuir es el presente, puesto que
en todo momento y acto Dios esta como presente. Su divinidad lo hace ser eterno, no porque
dependa una de otra cosa, sino que en su divinidad absoluta como Dios creador la eternidad está
presente como realidad propia. La eternidad de Dios es un misterio como su existencia, sin
embargo, todas las cosa creadas gozan de la eternidad por ser creaturas.
Es hora de plantearles a ustedes la gran importancia de la eternidad de Dios, no es para
hacerles ver un pensamiento filosófico, teológico o metafísico, sino la unión de estos tres, de
manera que no solo sea la fe quien tenga que actuar sino también la razón y por supuesto la
trascendencia, a la cual ustedes hombres de hoy pretenden hacer creer que es por lo material
como se puede alcanzar esa trascendencia.
Los jóvenes ni se digan, proyectan una felicidad efímera que se les desvanece cuando el
móvil se les daña, o cuando no pueden tener aquello que quieren. En definitiva, hablar de la
eternidad de Dios es hablar de la propia vida.
Ahora bien, ¿qué es lo eterno para ustedes?, aquí es precisamente donde quiero
profundizar, algunos de ustedes afirman que el universo es lo único eterno, otros dicen que solo
la eternidad se alcanza en la muerte, y otros terminan diciendo que nada es eterno, sobre todo los
jóvenes. Sin embargo, a todas esas afirmaciones que ustedes aseguran son válidas, y está bien lo
son, carecen de fiabilidad y argumentación. Para todo lo que existe en el mundo, debe haber algo
que sea primero, y ustedes están negando ese principio existencial que a su vez es eterno. Dios es
principio y fin de la eternidad, sin embargo, como bien he dicho anteriormente “Dios es presente
porque siempre está”, solo uno puede garantizar que la eternidad en el universo y la muerte sea
verdadera, sin embargo, lo único eterno es Dios, lo demás la muerte y el universo gozan de ese
atributo que le es propio únicamente a Dios en su totalidad.
Si Dios que es eterno, es designado puro universo estaría en cambio, porque el universo
aunque goza de eternidad cambia su materia. Si Dios es muerte, entonces estaría reducido a ello,
y su eternidad estaría limitada. Por tanto, una vez más queda claro que para poder hablar de
eternidad es necesario hablar de la eternidad de un ser superior, y por supuesto ese es Dios.
No pretendan, ver y comprobar la eternidad de Dios, pues tanto Dios como su eternidad
son un misterio, lo que si pueden hacer ustedes y contemplar lo que está a su alrededor y ver en
ello la manifestación eterna de Dios.

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