EL DON DE SERVIR

La vida es una aventura que tenemos el privilegio de disfrutar, hay momentos difíciles,
momentos buenos y momentos de mucha alegría, en mi vida personal y profesional he
tenido la oportunidad de afrontarlos y aprender de ellos favoreciendo el crecimiento
personal, las cosas buenas de la vida toman tiempo, mi vida como profesional no fue fácil ,
siempre tuvo sus bajas y sus altas, requirió de esfuerzo pero al final se logró ese anhelado
objetivo de ser un gran enfermo con excelentes cualidades y valores que me ayudan a ser
cada vez mejor .

Mi nombre es Alder Ramírez carrillo, nací el 8 de noviembre de 1990 en la hermosa,

noble, leal y valerosa ciudad de Cúcuta, actual mente con 30 años de edad , de altura
promedio, de piel morena como mi raza motilona , de pelo negro como la noche , de ojos
cafés como una buena taza de café, respetoso de Dios, amante de mi familia y mis hijas,
enfermero de vocación con un gran don que mi Dios me regalo , que es el don de servir , y
cuidar a las personas que en su momento más difícil de enfermedad necesitan de esa mano
amiga que le cuide y les ayude a superar este complicado y desafortunado momento de su
vida.

Actualmente laboro como enfermero del servicio de urgencias de una distinguida clínica de
la ciudad de Los Patios, me caracterizo por tener siempre una sonrisa y una buena actitud
hacia mis pacientes, siempre dando lo mejor de mí para que su estadía sea lo más grata y
cómoda posible. El servir a mi prójimo me llena y me reconforta como persona, además
estoy enseñando valores esenciales a mis hijas como el amor, el perdón y la gratitud, para
que ellas cuando sean ya mayores y profesionales hereden ese don tan hermoso de es el
servir, pues ser feliz no significa tener una vida perfecta, sino saber reconocer la belleza y
el valor de todas las cosas.

La universidad nacional abierto y a distancia me ha abierto las puestas a este proceso de

formación y crecimiento tanto profesional como personal, la carrera de tecnología en
radiología e imágenes diagnosticas es un escalafón y un reto más en mi vida, para afianzar
y aprender conocimientos con los cuales poder ayudar a esas persona que lo requieran, y
por qué no un bienestar económico para mí y mi familia, pues cuando aprendemos a
sonreírle a la vida, nada nos quite la alegría.
La felicidad no se basa solo en cuanto dinero tenemos, ni muchos menos en los bienes que
podamos adquirir, la verdadera felicidad es en dar sin recibir nada a cambio, pues así como
tu das lo mejor que tienes estas enseñando no solo a tus hijos si no a aquella persona que
ayudaste, a ser mejor persona , pues las verdaderas recompensas las dará Dios en su
tiempo, la carrera de tecnología en radiología e imágenes diagnosticas me dará y afianzara
lo que necesito para ser aún mejor, porque me realizaré como un profesional calificado
para el servicio de mi comunidad, pues “Si quieres vivir una vida feliz, átala a una meta,
no solo a cosas materiales”. (Albert Einstein)