U.S.
Supreme Court
GRISWOLD v. CONNECTICUT, 381 U.S. 479 (1965)
Argued March 29-30, 1965.
Decided June 7, 1965.
[Introducción, extractos y traducción por
Fernando M. Toller, 2008]
[En el caso se discutió si existía un derecho
constitucional a la privacidad, desde el cual se
pudiera realizar un control constitucional, tanto
general como de razonabilidad, a una ley del estado
de Connecticut que regulaba el uso de
anticonceptivos en la vida matrimonial.
Los apelantes, médicos que habían sido
sancionados en virtud de la ley, invocaron la
Decimocuarta Enmienda, que en su parte pertinente
establece:
“Enmienda XIV. Sección 1. [N]ingún
Estado privará a alguna persona de su vida, su
libertad o su propiedad, sin un debido proceso
legal”.]
[381 U.S. 479, 480*] MR. JUSTICE
DOUGLAS emite la opinión de la Corte.
El apelante Griswold es el Director Ejecutivo
de Planned Parenthood League de Connecticut. El
apelante Buxton es un médico matriculado y
profesor en la Yale Medical School, quien ha
desempeñado el cargo de Director Médico de la
Liga en su Centro en New Haven ⎯un centro
abierto y operante desde el 1 al 10 de noviembre
de 1961, cuando los apelantes fueron arrestados⎯.
Ellos daban información, instrucción y
consejo médico a personas casadas sobre los
medicos para prevenir la concepción. Examinaban
a la mujer y prescribían el mejor artefacto
contraceptivo o material para su uso. Se cobraban
usualmente honorarios, aunque algunas parejas
eran atendidas gratuitamente.
Las leyes cuya constitucionalidad está
involucrada en esta apelación son las secciones 53-
32 y 54-196 de los General Statutes of Connecticut
*
N. del T.: Se insertan, entre corchetes, los cortes de
página de la publicación oficial de la sentencia en los United
States Reports.
Griswold v. Connecticut, 381 U.S. 479 (1965)
(1958 rev.). El primero prevé:
“Cualquier persona que usa cualquier
droga, artículo medicinal o instrumento con el
propósito de prevenir la concepción será
multada con no menos que cincuenta dólares o
encarcelada por no menos que sesenta días ni
más que un año, o será tanto ultada como
puesta en prisión”.
La sección 54-196 prescribe:
“Cualquier persona que asista, instigue,
cause, contrate u ordene a otro a cometer
cualquier delito puede ser procesado y
penalizado como si él fuera el autor principal”.
Los apelantes fueron encontrados culpables
como partícipes y multados con 100 U$S cada uno,
contra su reclamo de que la norma de participación
como fue aplicada violaba la Decimocuarta
Enmienda. La División de Apelación de la Corte de
Circuito confirmó. La Corte Suprema de Errors
confirmó esa sentencia. […] [481]
Nosotros entendemos que los apelantes tienen
legitimación para enarbolar los derechos
constitucionales de las personas casadas con las
cuales ellos tienen una relación profesional. […]
Ciertamente el cómplice debe tener legitimación
para sostener que el delito por el cual él ha sido
condenado por instigación no es, o
constitucionalmente no puede ser, un crimen.
[…]
[481] En cuanto al fondo del asunto, nos
reunimos aquí con un amplio campo de cuestiones
que implican la Cláusula del Debido Proceso de la
Decimocuarta Enmienda. [482] […] Nosotros no
estamos situados como una super-legislatura para
determinar la sabiduría, necesidad y propiedad de
leyes que tocan problemas económicos, asuntos de
negocios o condiciones sociales. […]
La asociación de personas no está mencionada
1
en la Constitución ni en el Bill of Rights. El
derecho a educar un niño en una escuela de la
elección de los padres ―sea pública, o privada, o
parroquial― tampoco es mencionado. No lo es el
derecho a estudiar un tema particular o cualquier
idioma extranjero. Sin embargo, la Primera
Enmienda fue entendida incluyendo algunos de
esos derechos.**
Por Pierce v. Society of Sisters, 268 U.S. 510,
el derecho a educar los hijos propios como uno
elija es aplicable a los Estados por la fuerza de la
Primera y la Decimocuarta Enmiendas. Por Meyer
v. Nebraska, 262 U.S. 390, la misma dignidad es
dada al derecho a estudiar el idioma alemán en una
escuela privada. En otras palabras, el Estado no
puede, de modo consistente con el espíritu de la
Primera Enmienda, restringir el espectro de
conocimiento disponible. […]. Sin [483] esos
derechos periféricos los derechos específicos
pueden ser menos seguros. Y entonces nosotros
reafirmamos el principio de los casos Pierce y
Meyer.
En NAACP v. Alabama, 357 U.S. 449, 462,
nosotros protegimos la “libertad de asociarse y la
privacidad en las asociaciones de uno”, haciendo
notar que la libertad de asociación era un derecho
periférico de la Primera Enmienda. […] En otras
palabras, la Primera Enmienda tiene una
penumbra donde la privacidad está protegida de la
intrusión gubernamental. […]
Esos casos involucran más que el “derecho de
reunión” […]. La asociación en ese contexto es
una forma de expresión de la opinión; y aunque no
esté expresamente incluida en la Primera
Enmienda, su existencia es necesaria para hacer
las garantías expresas totalmente significativas.
[484]
Los casos anteriores sugieren que garantías
específicas del Bill of Rigths tienen penumbras,
formadas por emanaciones de esas garantías que
ayudan a darles vida y sustancia. Ver Poe v.
Ullman, 367 U.S. 497, 516-522 (opinión
disidente). Varias garantías crean zonas de
privacidad. El derecho de asociación contenido en
la penumbra de la Primera Enmienda es uno, como
hemos visto. La Tercera enmienda en su
**
Dicha Enmienda señala:
“Enmienda I. El Congreso no hará una ley respecto
del establecimiento de una religión, o prohibiendo el libre
ejercicio de la misma; o restringiendo la libertad de
expresión, o de la prensa, o el derecho del pueblo a reunirse
pacíficamente, y de peticionar al Gobierno por una
reparación de las injusticas”.
Griswold v. Connecticut, 381 U.S. 479 (1965)
prohibición contra el acuartelamiento de soldados
en “cualquier casa” en tiempo de paz sin el
consentimiento del propietario es otra faceta de esa
privacidad***. La Cuarta enmienda explícitamente
afirma el “derecho del pueblo a estar seguros en
sus personas, casas, papeles y efectos, contra
irrazonables allanamientos y secuestros”****. La
Quinta Enmienda en su Cláusula de
Autoincriminación hace posible al ciudadano a
crear una zona de privacidad en la cual el gobierno
no puede forzarlo a rendirse en su detrimento*****.
La Novena Enmienda establece: “La enumeración
en la Constitución de ciertos derechos no será
interpretada para denegar o menospreciar otros
retenidos por el pueblo”.
La Cuarta y la Quinta Enmiendas fueron
descriptas en Boyd v. United States, 116 U.S. 616,
630, como la protección contra toda invasión
gubernamental “de la santidad del hogar de un
hombre y de las privacidades de la vida”. [cita
omitida] Nosotros recientemente referimos [485] en
Mapp v. Ohio, 367 U.S. 643, 656, a la Cuarta
Enmienda como creando un “derecho a la
privacidad, no menos importante que cualquier
otro derecho cuidadosa y particularmente
reservado al pueblo”. [citas omitidas].
Nosotros hemos tenido muchas controversias
sobre esos derechos en penumbra de “privacidad y
reposo”. [citas omitidas]. Esos casos testifican que
***
La citada Enmienda prescribe:
“Enmienda III. Ningún Soldado, en tiempo de paz,
estará acuartelado en ninguna casa, sin el consentimiento
del Propietario, ni en tiempo de guerra, salvo en un modo a
ser establecido por ley”.
****
La Cuarta Enmienda señala:
“Enmienda IV. El derecho del pueblo a ser
asegurado en sus personas, casas, papeles y efectos contra
allanamientos y secuestros irrazonables no será violado, y
no se emitirán Órdenes, sino bajo causa de probabilidad,
apoyadas por Juramento o afirmación, y particularmente
describiendo el lugar a ser allanado y las personas o cosas a
ser incautadas”.
*****
En la Quinta Enmienda se dice:
“Enmienda V. Ninguna persona será detenida para
responder por un delito capital, u otro crimen infame, a
menos que exista una presentación o acusación de un Gran
Jurado, excepto en casos surgidos en fuerzas terrestres o
navales, o en la Milicia, ocurridos en real servicio en tiempo
de Guerra o peligro público; ni alguna persona será sujeta
por el mismo delito a ser dos veces puesta en peligro de
vida o integridad física, ni será obligado en ningún caso
criminal a ser testigo contra sí mismo, ni será privado de la
vida, la libertad, o la propiedad, sin un debido proceso
legal, ni la propiedad privada será tomada para el uso
público sin justa compensación”.
2
es legítimo el derecho de privacidad que puja aquí
por reconocimiento.
El presente caso, entonces, concierne a una
relación situada dentro de la zona de privacidad
creada por varias garantías constitucionales
fundamentales. […] Tal ley no puede permanecer a
la luz del familiar principio, a menudo aplicado por
esta Corte, de que “un propósito gubernamental de
controlar o prevenir actividades
constitucionalmente sujetas a regulación estatal no
pueden ser logrados por medios que se extienden
de modo innecesariamente amplio y por lo tanto
invaden el área de las libertades protegidas”.
NAACP v. Alabama, 377 U.S. 288, 307. […] [486]
Nosotros tratamos con un derecho a la
privacidad más viejo que el Bill of Rights, más
antiguo que nuestros partidos políticos, más viejo
que nuestro sistema escolar. El matrimonio es un ir
juntos para mejor o para peor, esperando que sea
duradero, e íntimo hasta el grado de ser sagrado.
Es una asociación que promueve un estilo de vida,
no causas; una armonía en la vida, no credos
políticos; una lealtad bilateral, no proyectos
comerciales o sociales. Más aun, es una asociación
por un propósito tan noble como cualquiera
involucrado en nuestras anteriores decisiones.
Se revoca.
MR. JUSTICE GOLDBERG, junto al CHIEF
JUSTICE [Warren] y MR. JUSTICE BRENNAN,
en concurrencia.
[…] [E]l concepto de libertad protege esos
derechos personales que son fundamentales, y no
está confinado a los términos específicos del Bill of
Rights. Mi conclusión de que el concepto de
libertad no está restringido y que él incluye el
derecho a la privacidad marital, aunque ese
derecho no esté mencionado explícitamente en la
Constitución1, es apoyado tanto por numerosas
1
Mi cofrade Stewart disiente sobre el argumento de que
él “no puede encontrar… un derecho general a la privacidad
en el Bill of Rights, en cualquier otra parte de la Constitución,
o en cualquier caso nunca decidido antes por esta Corte”.
Luego, en 530. El podría requerir una garantía más explícita
que la que la Corte deriva de varias enmiendas
constitucionales. Esta Corte, sin embargo, nunca ha sostenido
que el Bill of Rights o la [487] Decimocuarta Enmienda
proteja solamente aquellos derechos que la Constitución
específicamente menciona por el nombre. [citas omitidas] Por
el contrario, esta Corte, por ejemplo, en Bolling v. Sharpe,
supra, mientras reconoció que la Quinta Enmienda no contiene
la “explícita salvaguarda” de una cláusula de igual protección,
id., en 499, sin embargo derivó un principio de igualdad de la
Griswold v. Connecticut, 381 U.S. 479 (1965)
[487] decisiones de esta Corte, referidas en la
opinión de la Corte, y por el lenguaje e historia de
la Novena Enmienda. En alcanzar la conclusión
que el derecho a la privacidad matrimonial está
protegido, como encontrándose dentro de la
penumbra protegida de garantías específicas del
Bill of Rights, la Corte se remite a la Novena
Enmienda, supra, en 484. […].
[488]
Esta Corte, en una serie de decisiones, ha
sostenido que la Decimocuarta Enmienda absorbe
y aplica a los Estados aquellas cosas específicas de
las primeras ocho enmiendas que expresan
derechos personales fundamentales. [citas
omitidas]. El lenguaje y la historia de la Novena
Enmienda revela que los Framers de la
Constitución creían que existían derechos
fundamentales adicionales, protegidos de la
violación gubernamental, los cuales existían a la
par esos derechos fundamentales específicamente
mencionados en las primeras ocho enmiendas
constitucionales.
En la Novena Enmienda se lee: “La
enumeración en la Constitución de ciertos derechos
no será interpretada para denegar o menospreciar
otros retenidos por el pueblo”. La Enmienda es
casi enteramente el trabajo de James Madison. Fue
introducida en el Congreso por él y aprobada por la
Casa y el Senado con poco o ningún debate y
virtualmente ningún cambio en el lenguaje. Fue
proferida para aquietar los temores expresados de
que un bill de derechos específicamente
enumerados [citas omitidas] podría no ser
suficientemente amplio para cubrir todos los
derechos esenciales [489] y que la mención
específica de ciertos derechos podría ser
interpretada como una denegatoria de la protección
de otros [citas omitidas].
[…] [490]
Esas declaraciones de Madison y Story hacen
claro que los Padres no tenían la intensión de que
las primeras ocho enmiendas fueran interpretadas
como agotando los derechos básicos y
fundamentales que la Constitución garantiza al
pueblo5.
Cláusula del Debido Proceso de esa Enmienda. Y en Schware
v. Board of Bar Examiners, supra, la Corte sostuvo que la
Decimocuarta Enmienda protege de la acción estatal arbitraria
al derecho a solicitar un empleo, tal como es la práctica del
Derecho”.
5
La Décima Enmienda similarmente hace claro que los
Estados y el pueblo retinen todos aquellos poderes no expre-
3
 Aunque esta Corte ha tenido poca ocasión fundamental, el cual es protegido por la
para interpretar la Novena Enmienda [cita Decimocuarta Enmienda de su violación por los
omitida], “no puede presumirse que cualquier Estados. Yo acuerdo con la Corte que las condenas
[491] cláusula en la constitución sea entendida de los peticionarios deben por tanto ser revocadas.
como siendo sin efecto”. Marbury v. Madison, 1
Cranch 137, 174. Al interpretar la Constitución,
“debe darse efecto real a todas las palabas que
usa”. Myers v. United States, 272 U.S. 52, 151.
[…] Sostener que un derecho tan básico y
fundamental y tan profundamente arraigado en
nuestra sociedad como el derecho a la privacidad
en el matrimonio pueda ser infringido porque ese
derecho no está garantizado en suficientes palabras
por las primeras ocho enmiendas a la Constitución
es ignorar la Novena Enmienda y darle ningún
efecto. […]
[493] […]
La “libertad” también “gana contenido de las
emanaciones de (…) garantías [constitucionales]
específicas” y “de la experiencia de los
requerimientos de una sociedad libre”. Poe [494]
v. Ullman, 367 U.S. 497, 517 (opinión disidente
del Juez Douglas). [cita omitida]
Yo acuerdo totalmente con la Corte en que,
aplicando esos tests, el derecho a la privacidad es
un derecho personal fundamental, emanado “de la
totalidad del esquema constitucional bajo el cual
nosotros vivimos”. Id., 521. […]
[…] [497] […]
En una larga serie de casos esta Corte ha
sostenido que donde las libertades personales
fundamentales están involucradas, ellas no pueden
ser restringidas por los Estados simplemente
mostrando que una ley regulatoria tiene alguna
relación racional con alcanzar algún propósito
estatal adecuado. “Donde existe una violación
significativa de la libertad personal, el Estado
puede prevalecer solamente mostrando un interés
imperioso que la subordine”, Bates v. Little Rock,
361 U.S. 516, 524. La ley debe ser mostrada como
“necesaria, y no meramente relacionada
racionalmente, al logro de una política estatal
permisible”. [citas omitidas]
[…] [499]
En resumen, entiendo que el derecho a la
privacidad de la relación matrimonial es
fundamental y básica: un derecho personal
“retenido por el pueblo” en el sentido de la Novena
Enmienda. Connecticut no puede
constitucionalmente restringir este derecho

samente delegados al Gobierno Federal.

Griswold v. Connecticut, 381 U.S. 479 (1965) 4