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OJO, en la descripción de la actividad no indica tiempo, creo que entre 3 y 5

minutos está bien dado el tema de la exposición…


Tengan todos un muy buen día, soy Nathalia Saether, y en la presente
intervención abordaremos el Tema seis de la tercera unidad de desarrollo del
curso “Eje Transversal Proyección Institucional III” de esta manera, procederemos
al breve pero adecuado abordaje del secreto profesional, la ética y la moral, en la
presente producción audiovisual. Primero que nada, es oportuno describir y
conceptualizar que es el secreto profesional, la ética y la moral, a fin de entrever la
vinculación entre estos tres conceptos de manera adecuada.

Así, el secreto profesional refiere a un estado u obligación del profesional,


que fundamenta el cumplimiento correcto de su labor, y es que, en la praxis,
existen distintas profesiones en las que se necesita acceder a información
personal e íntima del interesado, y por ende, en la relación establecida, se
requiere un grado de confianza en la seguridad de dicha información sensible. De
esta manera, el secreto profesional existe para garantizar que en la relación
establecida entre las partes se pueda transmitir toda la información necesaria para
llevar a cabo de manera correcta la labor, ya que el profesional necesita acceder a
información que el usuario podría querer reservar para sí, y debiendo dar garantía
al usuario que podrá hablar con libertad. Por lo que, en la medida en que el
usuario reconoce que el profesional al que acude se encuentra en la obligación de
reservar para sí mismo la información adquirida durante la consulta, él podrá
comunicar aquello relevante al proceso sin temer su uso en su contra.

Por su parte, la moral es “aquello que se percibe como bueno o malo” desde
una perspectiva personal e individual, por lo que corresponde a un concepto
subjetivo pero que forma la piedra angular de la experiencia del mundo de cada
persona y rige su comportamiento y por ello, repercute intrínsecamente en el ser.
No es de extrañar por tanto que la moral ayude a construir sentimientos, hábitos y,
más importante, convicciones que impulsan y motivan. Mientras que la ética
corresponde a “la puesta en práctica de valores con ejemplos y acciones en un
ámbito socio-cultural y temporal”, y usualmente yace dentro de las comunidades
como normas que son comprendidas por todos aunque no formen parte del
derecho, ayudan a entender que el derecho individual no puede primar sobre el
bienestar de otros. En pocas palabras, refieren a un nivel de expectativa o
intención que se espera del comportamiento individual frente al colectivo.

Pero, ¿Qué relación concreta guardan estos tres conceptos? Lo cierto es


que, si se analiza detalladamente el significado de cada uno de ellos
anteriormente dado, debe indicarse que el secreto profesional y mas
específicamente, en el derecho y el ejercicio del rol del abogado, es uno de los
aspectos más significativos de su actuación o en este caso, de la expectativa
social hacia el abogado o jurista, a quien se le impone el deber ético de guardar
celosamente la reserva de los asuntos vinculados con la vida privada de sus
clientes. Y si bien, el derecho ordena y regula la vida en sociedad de las personas
y podríamos considerarlo como el mínimo de comportamiento permitido a fin de no
afectar el derecho de otros, mientras la moral y la ética son paradigmas de
conductas que son esperadas en una persona, teniendo o no, de acuerdo a la
naturaleza del origen de la norma, una fundamentación moral o ética, con su
respectiva carencia de crear obligaciones en caso de no poseer un valor legal.
Funcionan como agentes moduladores del ejercicio profesional del derecho.

Ello, porque se debe proteger el bien jurídico correspondiente a la intimidad


de la vida privada de las personas, así como también todo lo que se haya revelado
o descubierto con motivo de requerirse la opinión del abogado, su consejo o
patrocinio, y en general todo lo que él llegase a saber por razón de su profesión,
protegidas por la normatividad jurídica y la jurisprudencia comparada. Es por ello,
que el abogado ética y jurídicamente está comprometido a no violar el derecho a
la intimidad de aquel cliente que le confía informaciones que le pertenecen.

Al respecto, debe considerarse que el Código de Ética Profesional del


Abogado Venezolano, establece en su artículo 25 y 26 al secreto profesional sobre
los documentos e información que deba resguardar el abogado, al punto de
negarse incluso a testificar en contra de su cliente, o a facilitar información que
llegue a su poder por parte de su profesión, ya que está en el absoluto deber de
no revelarlos, así como del ejercicio general de la profesión o de la interacción con
otros profesionales del derecho, de aquí nace precisamente, un derecho y un
deber de no revelar el secreto profesional. Cabe destacar, que en materia de
familia, niños y adolescentes, es muy común que al abogado le sea transmitida
más información de lo necesario, dado lo delicado de la materia en una esfera
muy particular, los aspectos propios de la personalidad y del entorno familiar, es
por ello, que el abogado debe abordar todas estas informaciones con gran
diligencia y ética profesional.

Siendo, en última instancia, la única excepción al deber descrita en los


artículos 27 y 28 del Código de Ética Profesional del Abogado Venezolano, en
instancia de la defensa propia de un abogado acusado judicialmente, o por la
intención demostrada de un cliente ante su abogado, quien no pudo disuadirlo, de
cometer un hecho punible, en aras de perseguir el acto delictuoso o proteger a las
personas y los bienes amenazados, aunque este último caso claro está, es
realmente poco común.

Ante todo lo anteriormente descrito, finalmente puede decirse que, al


enfrentarse a situaciones dilemáticas, el profesional puede encontrarse en una
posición en la que, sin importar la decisión, se estarán violando los derechos de
alguna de las partes. Estas son situaciones que se encuentran más allá de los
límites contemplados por las leyes en el momento de su formulación y
corresponde al profesional tomar la decisión sobre el proceder, como en el caso
de circunstancias en que se generan dudas de si el mantener el secreto puede
llevar a afectar negativamente la beneficencia (tanto de su usuario como de la
sociedad) o algún otro principio, y debe acudir a su moral como a fin de dar una
respuesta o no a la ética exigida por su entorno social, profesional u otras índoles.
Referencias bibliográficas

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Hernández, G. (2020) El secreto profesional. [Artículo en línea] EticaPsicologica.


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Herrera, R. (2020) ¿Qué significan y diferencias del derecho, la moral y la ética?


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https://velaelegalgroup.com/que-significan-y-diferencias-del-derecho-la-
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Asuntos:Legales. Disponible en:
https://www.asuntoslegales.com.co/analisis/jose-luis-rodriguez-506427/
sobre-la-etica-y-el-derecho-2232796

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