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AUTOR:
Natalia Saether
C.I. V- 27.416.447
ASIGNATURA:
Derecho Civil II
SEPTIEMBRE DE 2021
INTRODUCCIÓN
Desde la perspectiva del derecho civil, la conceptualización de la
responsabilidad de los hechos y de la condición del ser humano para aceptar y
actuar conforme a esta, dentro de la variabilidad que otorgan las concepciones
sociales e históricas sobre este hecho, son en esencia, la piedra angular de la
convivencia en comunidad, y esto es, sin duda, una respuesta a la convivencia,
puesto que en esta, el valor de la protección de los derechos, entre estos la
defensa de los bienes e intereses transgredidos con o sin intencionalidad,
respectan al ámbito de la responsabilidad como valor social y legal, en la que se
responde por las acciones y las obligaciones adquiridas, así como por los
derechos e intereses de aquellos que por uno u otro motivo, se ven afectados.
Ante esta perspectiva, en el desarrollo de la presente investigación se
procederá a abordar el análisis de la responsabilidad civil y conceptos derivados e
intrínsecos a esta como lo son el manejo de nociones alusivas a la culpa, el daño
y su reparación, la relación de Causalidad y los tipos de obligaciones, a fin de
generar un marco de entendimiento teórico-conceptual en lo que respecta al
diverso y extenso bagaje de estudio tras el entendimiento de las obligaciones
civiles y la responsabilidad en el derecho (civil, moral y jurídica).
1. Noción de responsabilidad: Responsabilidad Moral, Jurídica y Civil
Desde una perspectiva general, la responsabilidad alude a una cualidad, y
más concretamente esta refiere a la capacidad de un individuo por dar respuesta a
una serie de obligaciones, responsabilidades, o acciones derivadas de su
condición como ciudadano o de sus decisiones pasadas o actuales, siendo en
esta perspectiva considerado como un valor social indispensable en el desarrollo
de las interacciones humanas, por lo que puede indicarse, nace desde una
concepción moral del hombre.
Más aún allá de esta primera definición, la responsabilidad, siendo esta una
noción de la moral, es de acuerdo con Samuel Vargas Montoya, citado por Mazón
(2019) la responsabilidad moral es “la obligación o necesidad que se impone a
una persona determinada de “responder” de sus actos libremente ejecutados, es
decir, de reconocerse autor de ellos y sufrir las consecuencias” (p.141) aunque
esta también puede ser prevista de acuerdo a Mazón (2019) desde otros
enfoques, de acuerdo a varios autores como Abbagnano (1998) con una
connotación más personal y relacionada con la intencionalidad, en donde la
persona debe considerar los efectos del comportamiento y los actos, es decir, las
repercusiones tras la toma de decisiones (o la omisión de estas) de una persona
para con su medio físico, social, humano, etc; incluso considerando repercusiones
negativas y actuando en consideración para evitarlas o minimizarlas en caso de
ser ejecutadas .
Por otro lado, hablar de responsabilidad jurídica es tratar el tema desde
una perspectiva, puesto que esta se relaciones con obligaciones sociales y
normativas ante las consecuencias desfavorables de su conducta, por lo que
corresponden a privaciones o castigos como reacción negativa del Estado a su
acto a manera de sanciones jurídicas. Así pues, la responsabilidad jurídica
consiste en la realización de las sanciones jurídicas siendo una coerción estatal
para con el infractor ante los requerimientos del Derecho, la condena estatal del
infractor o la rehabilitación coercitiva del derecho violado (S/A, 2021). En términos
sencillos, es la imputabilidad jurídica de un hecho jurídico causada por la
culpabilidad (dolosa o no) de la persona o por el simple acaecimiento del hecho
desligado de la culpabilidad (responsabilidad objetiva).
En este sentido, la responsabilidad jurídica atiende a diversos ámbitos, y
principalmente, se tipifica en tres clases de responsabilidad= Responsabilidad
Penal, Responsabilidad Administrativa y Responsabilidad Civil (que se subdivide
en Contractual y Extracontractual (Picado, S/F):
La primera de estas, la Responsabilidad Penal es aquella en que se incurre
ante las leyes por la comisión de actos delictivos, esto es, basados en el dolo o
voluntad de hacer daño o quebrantar la ley, y refiere al juicio y eventual
condenada a sufrir una pena por parte de la persona.
Por su parte, la Responsabilidad Administrativa es una derivación de los
actos u omisiones de funcionarios públicos dado que la Administración Pública y el
Estado son responsables por sus actos, y tiene la obligación de indemnizar los
daños que causen sus funcionarios, ya sea si su actuación es legítima o ilegítima,
normal o anormal, lícita o ilícita.
Finalmente, la Responsabilidad Civil consiste en la obligación que recae
sobre una persona de reparar el daño que ha causado a otro, sea en naturaleza o
bien por un equivalente monetario, en interés de otro sujeto a la (el afectado).
Aunque normalmente la persona que responde es la autora del daño, es posible
que se exista responsabilidad de un tercero denominada responsabilidad por
hechos ajenos, como cuando los padres de un menor deben responder de los
daños causados por sus hijos.
En consideración de esta definición, es fácil comprender que la
responsabilidad civil sea una de las piezas angulares del Derecho, en esta yace
su importancia, y es porque representa la clave que garantiza la seguridad de las
personas respecto a los daños y perjuicios causados (con o sin dolo) por un
tercero, y es que es un fundamentación yace el carácter de una obligación
indemnizatoria, que a diferencia de la responsabilidad penal, que es punitiva, no
busca castigo, sino resarcimiento del daño, y garantiza al afectado un medio de
salvaguardar sus intereses ante actos que los vulneran, por tanto, su fundamento
radica en el principio de que “Todo el que ocasiona un daño a otro está obligado a
repararlo” (Picado, S/F).
Así pues, debe indicarse que la responsabilidad civil puede ser contractual o
extracontractual y esto responderá a qué tipo de infracción o falta se cometa. Si
respecta a la violación de una ley se habla de una responsabilidad
extracontractual, la cual, a su vez, puede ser delictual o penal, si el daño es
causado por una acción tipificada como delito, o cuasi-delictual o no dolosa si el
perjuicio se originó en una falta involuntaria. Por otro lado, es una
responsabilidad contractual cuando la norma jurídica transgredida es una
obligación establecida en una declaración de voluntad particular entre personas
como es el caso de un contrato.
4. Relación de Causalidad
La Relación de Causalidad, de acuerdo a lo que explica ALC Penal (S/F)
implica que en la dogmática moderna, existe en lo sustancial, ya que confiere a
toda conducta punible supone una acción típica, antijurídica y culpable, si no se
dan estos elementos inexorablemente no podemos hablar de delito. Por lo que
para que un hecho punible pueda ser atribuido a una persona a título de autor, no
basta que la acción y el resultado se encuentren en conexión, lo cual se conoce
con el nombre de Relación de Causalidad, que guarda estrecha relación con la
Teoría de la Responsabilidad Objetiva, por cierto hoy en desuso, que suponía,
verificado el hecho, simplemente se le imputaba al autor con independencia de
cualquier otro análisis.
Así pues, se entiende como nexo causal al enlace entre un hecho culposo
con el daño causado, que en los casos de responsabilidad objetiva, el vínculo
existe entre la conducta y el daño. Baste decir, el vínculo causal es indispensable
ya que la conducta del demandado debe ser la causa directa, necesaria y
determinante del daño. Ahora bien, existen diferentes teorías que pretenden
explicar el concepto nexo causal y más específicamente sobre los Criterios para
establecer el nexo causal (S/A, 2012):
Teoría de la equivalencia de condiciones: Esta teoría supone que la
ocurrencia de un fenómeno o consecuencia está precedido de varias causas, las
cuales tienen el mismo valor en la producción del daño. Por tanto, cuando se tiene
un daño, para saber cuál fue la causa verdadera que la produjo, se eliminan
mentalmente cada una de las causas posible y se llega a la causa verdadera. Esta
teoría permite que se configure una concurrencia de causas, a fin de dar cada
uno de los autores responsabilidad en el hecho.
Teoría de la causalidad adecuada: Según esta, es necesario primero
identificar todas las causas del daño y una vez ello se realice, debe hacerse un
juicio de probabilidad abstracto, teniendo en cuenta reglas de la experiencia, para
establecer si es normal que la conducta realizada pueda producir el daño
ocasionado.
Teoría de la causa próxima: Según esta sólo la causa más próxima es la
verdadera generadora del daño, por tanto esta teoría no permite la existencia de
concurrencia de causas.
Teoría de la imputación objetiva: Esta advierte que la causalidad no es un
problema jurídico sino de hecho, por lo que en una fase inicial se debe hacer una
operación similar a la de la teoría de la equivalencia de condiciones y después de
ello estudiar una serie de criterios que llevan a que no se impute la conducta: a)
Criterio de adecuación (juicio de valor en donde se imputará el daño a la persona
más probable del daño); b) El riesgo general de vida (inherente a la existencia de
la sociedad y al momento histórico); c) Prohibición de regreso (a una persona no le
es imputable el daño, ante causas anormales o extravagantes); entre otras.
8. Clases de Obligaciones
De acuerdo a la enciclopedia jurídica (2021), una Obligación natural es
aquella cuyo incumplimiento no está sancionado jurídicamente, sino que solo
obliga en conciencia: es espontánea, no es susceptible de repetición y no
confieren acción para exigir su cumplimiento, siendo inejecutable; pero que,
cumplidas por el deudor, autorizan para retener lo que se ha dado por razón de
ellas.
Su definición desde el punto de vista jurídico es la “posibilidad del acreedor
de compulsar al deudor a darle cumplimiento o, en su defecto, a pagar la
indemnización correspondiente”, por lo que está fundada en el derecho natural y la
equidad. Pero no están desprovistas de toda protección jurídica, ya que si el
deudor ha pagado voluntariamente (única vía concebible desde que el acreedor no
puede compulsarlo) el acreedor tiene derecho a retener lo pagado, y por ello
confieren al acreedor una acción para obligar al deudor a cumplir. Este a su vez ha
sido tratado en forma diferente por las legislaciones positivas, y genera distintos
sistemas:
- Sistema francés. Trata en forma incidental las obligaciones naturales, el art.
1235 del código civil textualmente dispone: "todo pago supone una deuda, lo
pagado sin deberse está sujeto a repetición. Esta se admite respecto de las
obligaciones naturales cuando hayan sido cumplidas voluntariamente".
- Sistema germánico. El código civil alemán no alude a las obligaciones
naturales sino que, en su parágrafo 814, se refiere a los deberes morales o
motivos éticos o de decoro, y no admite la repetición de lo dado en pago de ellos,
en virtud de no regir el principio de enriquecimiento sin causa.
- Sistema hispanoamericano. Los códigos pertenecientes a este grupo
dedican un tratamiento especial a este, estableciendo el concepto, casuística y
efectos de las obligaciones naturales.