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Las propiedades de los materiales en constante cambio.

Las propiedades de los materiales se encuentran en constante cambio; en este sentido, existen
transformaciones temporales y permanentes, las cuales pueden ocurrir por los efectos del tiempo o
del ambiente.
Las transformaciones temporales o cambios físicos son reversibles, es decir, cuando ocurren, los
materiales pueden volver a su estado original. Pueden cambiar su forma, tamaño o textura, pero no
dan lugar a nuevos materiales.
Las transformaciones de los materiales suceden todo el tiempo en la Naturaleza y también en los
procesos realizados por los seres humanos con el fin de obtener objetos útiles para su vida.
En las transformaciones temporales o cambios físicos, los materiales mantienen su naturaleza,
siguen siendo las mismas sustancias, aun cuando pueda haber algunas modificaciones en sus
propiedades, por tanto, pueden volver a su estado original.
En esta categoría se incluyen los cambios de estado; un buen ejemplo son los distintos estados que
el agua experimenta por congelación, fusión, condensación y evaporación. También se pueden
observar cambios temporales al realizar mezclas de sustancias, como agua con sal.
Las transformaciones permanentes o cambios químicos son irreversibles, pues los materiales ya no
vuelven a su estado original y se crean nuevos materiales; por ejemplo, al cocer un huevo, cuando
se pudre un alimento, cuando se quema un pedazo de madera o cuando un metal se oxida.
En las transformaciones permanentes, también conocidas como cambios químicos, los materiales se
convierten en otros diferentes e incluso sus propiedades son distintas; por ello, ya no pueden volver
a su estado original.
Para reconocer un cambio permanente tienes que fijarte si cambia de olor, color, sabor o si su
consistencia es distinta.
Para transformar un cuerpo se necesita aplicarle energía; por ejemplo, para derretir el hielo se le
aplica calor y también se necesita energía para que una llave se oxide.
Ciclo hidrológico.
El agua es una sustancia que se encuentra en el ambiente en cualquiera de  los tres estados de la
materia sólido, líquido y gaseoso.
En su estado sólido, presenta menor densidad que en su fase líquida, forma estructuras ordenadas en
las que cada molécula de agua queda establemente unida a otras cuatro moléculas.
En su estado líquido, las moléculas tienen una elevada fuerza de cohesión que las mantiene
dinámicamente unidas, consecuencia de la rápida formación y ruptura de los enlaces entre estas
moléculas.
En su fase gaseosa, las moléculas se encuentran muy separadas y en desorden.
La combustión.
Una combustión es toda reacción creada entre el material combustible y el comburente, activados
por una cierta cantidad de energía, creando y desprendiendo calor, llamado reacción exotérmica.
En este contexto, la reacción de combustión, nombre usual de las reacciones de oxidación de
compuestos químicos con el oxígeno del aire, es el principal agente de los procesos térmicos, donde
tanto la cinética cuanto el grado de mezcla del combustible y oxidante influencian en el
comportamiento de la llama.
La combustión es un cambio químico en el cual una sustancia reacciona (se combina) rápidamente
con el oxígeno del aire y se obtienen dos sustancias en forma de gas: dióxido de carbono y vapor de
agua. ... En las reacciones de combustión se desprende energía en forma de luz y calor.
Se llama combustión normalmente a todo tipo de reacción química exotérmica (que genera calor),
relativamente rápida y que se desarrolla en fases gaseosas o heterogéneas (líquido-gaseosas o
sólido-gaseosas), tanto de manera controlada (como en los motores de combustión interna) como
descontrolada (en las explosiones).
Un ejemplo de combustión limpia sería quemar una vela de cera: el calor de la mecha encendida
vaporiza la cera (un hidrocarburo), que a su vez reacciona con el oxígeno del aire para liberar
dióxido de carbono y agua.
El ser humano aprovecha la combustión como fuente de obtención de energía. La leña, el carbón, el
excremento seco de algunos animales, el gas doméstico, la gasolina y otras sustancias que se
obtienen del petróleo suelen utilizarse como combustibles.
En ocasiones, las combustiones originan graves pérdidas, como son los incendios, sobre todo los
incendios forestales que ocurren en la temporada de secas y ocasionan la muerte de muchos seres
vivos y un grave deterioro del ambiente. En época de sequía, las plantas y los árboles pierden agua
y es suficiente el calor de la energía solar para provocar un incendio. Los vidrios concentran los
rayos solares y las plantas secas se prenden. Los campesinos suelen quemar sus tierras de cultivo
para prepararlas para la siembra, pero en ocasiones el fuego se sale de control y se extiende
creciendo en un incendio.

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