Está en la página 1de 13

Politecnico Sergio Augusto Beras

6toA Informática

Nombre:
Anniel Francisco Reyes Javier.

Profesora:
Adalgisa Florentino.

Asignatura:
Ciencias Sociales.

Tema:
Historia Dominicana

24 de febrero, 2021
Evolución económica, social, cultural y política
dominicana del siglo XX

Evolución de la Economía en el siglo XX:


Después de la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX,
América Latina se desarrolló a base de exportaciones de materias
primas a Europa y a los Estados Unidos. El crecimiento de estas
economías al basarse en el comercio internacional de bienes y
servicios, podía sufrir consecuencias por factores exógenos. Y así fue,
durante la primera mitad de siglo se dieron tres grandes shocks a nivel
mundial, que cambiarían la economía global, y dentro de esta la de la
Republica Dominicana. Los tres shocks fueron: I Guerra Mundial (1914-
1919), Gran Depresión (1929-1933) y la II Guerra Mundial (1939-1945).

Si analizamos el valor añadido de la industria en proporción al PIB,


podemos decir que este creció durante las tres décadas (aunque se
mantuvo entre el 10% y el 17,5%). De todos modos, en 1965 él VA tuvo
una gran caída debido a la Guerra Civil Dominicana que duro desde el
24 de abril hasta el 3 de septiembre de este mismo año. Fue entonces
cuando los dominicanos llegaron al nivel de 1,63% de valor añadido
industrial. En la segunda mitad del siglo XX. Se dio el fenómeno
económico de la deuda externa. La resumiremos brevemente. La deuda
externa es el total de deudas que un país tiene con entidades
financieras extranjeras. En consecuencia, de la subida del petróleo
(1973 y 1979) empujada por la OPEP (Organización de Países
Exportadores de Petróleo), los bancos estadounidenses empezaron a
llenarse de petrodólares que procedían de los países exportadores de
petróleo, principalmente de la península Arabia. Estos decidieron
invertir su dinero en préstamos a los países subdesarrollados.
Evolución de la Política en el siglo XX:
Se puede afirmar que las características del Estado dominicano durante
los primeros 15 años del siglo XX fueron una derivación de las del siglo
XIX en su forma más madura: la desarrollada durante la dictadura de
Lilís. En términos generales mostró todas sus debilidades ante el
empuje de la hegemonía norteamericana contra los poderes europeos.
En efecto, el endeudamiento externo del Gobierno y la fragilidad de sus
instituciones crearon las condiciones para una creciente intervención
del Gobierno de los Estados Unidos en las finanzas dominicanas, a
partir de los Protocolos del 31 de enero de 1903 y el del 7 de febrero de
1905, el primero para resolver las diferencias con la Santo Domingo
Improvement Company, acreedora del Gobierno desde las
administraciones de Ulises Heureaux, y el segundo para poner bajo el
control del gobierno de Estados Unidos la administración de las deudas
interna y externa del gobierno dominicano, a través del control de las
aduanas.
A estos protocolos se le sumó la Convención firmada por ambos
gobiernos el 8 de febrero del año 1907, que prohibía al gobierno
dominicano incrementar su deuda pública o modificar su régimen
arancelario sin la aprobación de las autoridades de Estados Unidos.
Con ello se afianzó el control casi absoluto de las finanzas dominicanas.
Hubo a seguidas muchos signos de inestabilidad política, como en 1911
el asesinato por sus rivales políticos del presidente Ramón Cáceres
(quien había participado en el atentado que puso fin a la vida del
dictador Ulises Heureaux en 1899), sucesivos gobiernos y golpes de
Estado y luchas entre caudillos regionales, culminando con el
derrocamiento del presidente Jimenes por el jefe de las Fuerzas
Armadas, general Desiderio Arias, hechos que evidentemente
precipitaron la ocupación norteamericana del país el 16 de noviembre
de 1916, un año después de la ocupación militar de Haití.
Esta ocupación tuvo claras consecuencias para la materialidad
institucional del Estado dominicano, pues los norteamericanos
acometieron una reorganización que incluyó: 1) modernización del
servicio civil; 2) reorganización y profesionalización de las Fuerzas
Armadas; 3) construcción de un sistema de comunicación interregional
mediante la construcción de caminos que unieron las regiones del país;
4) establecimiento de una Ley de Registro de Tierra; 5) asiento de las
bases para la creación de oficinas o ministerios encargados de
organizar la educación, la salud y las relaciones laborales, con el
establecimiento de las leyes que habilitarían estos aparatos estatales.
En el terreno político, a pesar de la fuerte represión contra los partidos
de la izquierda política (aunque no sólo limitada a ésta), que tenían
conculcado su derecho a la asociación política legal y, por lo tanto, a su
participación legal en el sistema político; a pesar de la escasa
credibilidad de las instituciones del sistema electoral, que puestas al
servicio del régimen y sumadas al apoyo militar, lograron dos
reelecciones consecutivas a base del aislamiento forzoso de las fuerzas
de la oposición legal; con todo y eso, es evidente que durante el
balaguerato se logró constituir una oposición política que, al fin del
período, inauguraría, con el ascenso del PRD al poder en 1978, la
emergencia de un sistema multipartidista con tendencia a la
bipolarización (Jiménez Polanco, 1999:189-198).
Mientras, en términos de la gestión administrativa, el balaguerato se
caracterizó por un estilo de manejo presupuestario altamente
centralizado por el presidente de la República, sin que los términos del
presupuesto constituyeran límite alguno a sus decisiones de transferir
fondos de una cuenta a otra, o de incumplir lo presupuestado para
algunas instituciones.
El presidente Balaguer encabezó una administración muy austera, que
sacrificaba las necesidades de aumento salarial del funcionariado para
economizar recursos al máximo.  Estos recursos se destinaban a sus
siempre cuantiosos planes de inversión en infraestructura, los cuales
manejó sin los debidos concursos abiertos, apelando al llamado criterio
de “grado a grado” para conceder los contratos de construcción.
En virtud de que Balaguer legitimó su autoridad a través del
mantenimiento de redes clientelistas, y esto se combinaba con la
vulnerabilidad ética de una burocracia mal pagada y crecientemente
poco profesionalizada, la corrupción en gran escala hizo presa de su
administración, tanto en el plano civil como el militar. Al final de su
tercer período de Gobierno, la corrupción era un mal que la población
rechazaba abiertamente, convirtiéndose inclusive en tema de campaña
electoral.
En el terreno social se evidenció un crecimiento impresionante de la
clase media, en virtud de los resultados del proceso sustitutivo de
importaciones, el amplio gasto estatal en obras de infraestructura y la
expansión del comercio. Si tenemos en cuenta las teorías de la ciencia
política que atribuyen a la clase media efectos democratizadores,
aunque no radicales en la sociedad (sirviendo como “colchón” entre las
dos clases que presuntamente representan los extremos rico y pobre
en la estratificación), podemos concluir que el crecimiento de ésta es
tanto un recurso de estabilización del balaguerato en su clímax, como
un elemento de su desplazamiento político. Esto se evidenció en la
coyuntura de las elecciones de 1978, cuando el Gobierno de Balaguer,
con la colaboración de las fuerzas militares, intentó suspender el conteo
de los votos, al hacerse evidente claramente la victoria del Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), con su candidato Antonio Guzmán.

Evolución Social en el siglo XX:


En el área social, se incrementó la ocupación industrial, el empleo
burocrático y la incorporación de campesinos a las Fuerzas Armadas,
además de que se controló por la fuerza la migración interna e
internacional desde Haití. Pese al aumento de consumo de bienes
materiales alcanzado hasta 1961, el modelo de desarrollo de
acumulación trujillista, finalmente, generó una sociedad castrada en su
vida espiritual, sin participación democrática y coartada en sus
libertades individuales.
Para la sociedad dominicana, la Revolución Cubana tuvo gran
influencia internacional, puesto que materializo, para finales de la
década de los cincuenta, la aspiración más profunda de los pueblos:
democracia. A ese periodo de lucha, le correspondió el fin de la
dictadura de Trujillo, lo cual ha sido el cambio más positivo del siglo XX.
Los acontecimientos políticos se adoptan como criterio de periodicidad,
es porque el siglo XX es visto antes, durante y después de Trujillo.
Generalizando de esta manera a la sociedad dominicana del siglo le
correspondió el paso de una sociedad rural, basada en la producción
agrícola de plantación y auto-consumo, caciquil, patriarcal y bucólica,
hacia una sociedad urbana basada en la producción industrial y de
servicios, democrática, burguesa y modernista. Entre ambos
momentos, existió un periodo de transición, en el que la dictadura
determinó el conjunto de la vida económica y social, y la relación
política fue la característica más notable. Dicho esto, tenemos que el
primer periodo avanza hasta 1930, el segundo (de transición) va desde
1930 hasta 1961, y el tercero desde 1961 hasta el presente. Asimismo,
influyeron en la economía acontecimientos internacionales.

Evolución de la Cultura en el siglo XX:

Los primeros habitantes de República Dominicana fueron los valientes y


hábiles indígenas, Taíno-Arawak, que se establecieron por primera vez
en este lado de la isla antes de la llegada de Cristóbal Colón y los
españoles. Los taínos tenían múltiples reinos, cada uno gobernado por
un jefe o cacique, y coexistían pacíficamente. Hubo varios valientes
líderes taínos que se rebelaron contra la colonización y esclavitud
española. El Cacique Caonabo, de la región de Samaná fue el primero
en dirigir una revuelta. Los taínos practicaban una agricultura compleja,
pero también eran artesanos talentosos y creían en el poder medicinal
de las plantas y los remedios naturales. Hoy en día, su único vestigio se
encuentra en las cuevas donde dejaron pictografías y petroglifos,
principalmente en Samaná, Bayahíbe, San Cristóbal y Enriquillo, al
igual que los distintos museos alrededor del país, en especial el Museo
del Hombre Dominicano en Santo Domingo, y  el Museo Arqueológico
Regional Altos de Chavón en La Romana.

La naturaleza acogedora de República Dominicana, junto con los


acontecimientos históricos, ha dado lugar a que varias comunidades
migrantes se establezcan y se mezclen con la diversidad cultural de
República Dominicana. Algunos son bastante recientes, mientras que
otros se establecieron aquí en los siglos XIX y XX.  Sosúa cuenta con
una comunidad judía, debido a los aproximadamente 600 judíos que
llegaron entre 1940 y 1945 escapando de la persecución Nazi durante
la Segunda Guerra Mundial, gracias a las visas ofrecidas por el
gobierno dominicano. El Museo Judío en Sosúa conmemora su viaje y
contribuciones a las industrias de carnes y lácteos en la costa norte.
Al sureste de República Dominicana, en San Pedro de Macorís, están
los Cocolos, afro-descendientes de las islas vecinas del Caribe de habla
inglesa como Tórtola, Antigua y St. Vincent, entre otras quienes
emigraron a República Dominicana a finales el siglo XIX. Trabajaron
como obreros y técnicos en la industria de la producción azucarera
dominicana. En Samaná, los descendientes de afroamericanos
estadounidenses liberados que se trasladaron a República Dominicana
en el siglo XIX siguen practicando su religión y sus rituales. En las
montañas del centro del país encontrarás la comunidad japonesa en
Constanza, y comunidades francesas e italianas al norte en la
península de Samaná. República Dominicana también cuenta con una
pequeña pero sólida comunidad libanesa, siria y palestina que emigró
del Imperio Otomano a principios del siglo XX. Poco a poco se
integraron a la cultura dominicana, ascendiendo a altos rangos políticos.
Todos estos grupos han contribuido en gran medida al crecimiento y la
composición cultural de República Dominicana, reflejado en la comida,
la cultura y los eventos en todo el país.
Análisis

Evolución de la Política en el siglo XX:


Se puede afirmar que las características del Estado dominicano durante
los primeros 15 años del siglo XX fueron una derivación de las del siglo
XIX en su forma más madura: la desarrollada durante la dictadura de
Lilís. En términos generales mostró todas sus debilidades ante el
empuje de la hegemonía norteamericana contra los poderes europeos.
En efecto, el endeudamiento externo del Gobierno y la fragilidad de sus
instituciones crearon las condiciones para una creciente intervención
del Gobierno de los Estados Unidos en las finanzas dominicanas, a
partir de los Protocolos del 31 de enero de 1903 y el del 7 de febrero de
1905, el primero para resolver las diferencias con la Santo Domingo
Improvement Company, acreedora del Gobierno desde las
administraciones de Ulises Heureaux, y el segundo para poner bajo el
control del gobierno de Estados Unidos la administración de las deudas
interna y externa del gobierno dominicano, a través del control de las
aduanas.

Evolución de la Política en el siglo XX:


En el terreno social se evidenció un crecimiento impresionante de la
clase media, en virtud de los resultados del proceso sustitutivo de
importaciones, el amplio gasto estatal en obras de infraestructura y la
expansión del comercio. Si tenemos en cuenta las teorías de la ciencia
política que atribuyen a la clase media efectos democratizadores,
aunque no radicales en la sociedad (sirviendo como “colchón” entre las
dos clases que presuntamente representan los extremos rico y pobre
en la estratificación), podemos concluir que el crecimiento de ésta es
tanto un recurso de estabilización del balaguerato en su clímax, como
un elemento de su desplazamiento político. Esto se evidenció en la
coyuntura de las elecciones de 1978, cuando el Gobierno de Balaguer,
con la colaboración de las fuerzas militares, intentó suspender el conteo
de los votos, al hacerse evidente claramente la victoria del Partido
Revolucionario Dominicano (PRD), con su candidato Antonio Guzmán.
Evolución Social en el siglo XX:
En el área social, se incrementó la ocupación industrial, el empleo
burocrático y la incorporación de campesinos a las Fuerzas Armadas,
además de que se controló por la fuerza la migración interna e
internacional desde Haití. Pese al aumento de consumo de bienes
materiales alcanzado hasta 1961, el modelo de desarrollo de
acumulación trujillista, finalmente, generó una sociedad castrada en su
vida espiritual, sin participación democrática y coartada en sus
libertades individuales.

Evolución de la Cultura en el siglo XX:

Los primeros habitantes de República Dominicana fueron los valientes y


hábiles indígenas, Taíno-Arawak, que se establecieron por primera vez
en este lado de la isla antes de la llegada de Cristóbal Colón y los
españoles. Los taínos tenían múltiples reinos, cada uno gobernado por
un jefe o cacique, y coexistían pacíficamente. Hubo varios valientes
líderes taínos que se rebelaron contra la colonización y esclavitud
española. El Cacique Caonabo, de la región de Samaná fue el primero
en dirigir una revuelta. Los taínos practicaban una agricultura compleja,
pero también eran artesanos talentosos y creían en el poder medicinal
de las plantas y los remedios naturales. Hoy en día, su único vestigio se
encuentra en las cuevas donde dejaron pictografías y petroglifos,
principalmente en Samaná, Bayahíbe, San Cristóbal y Enriquillo, al
igual que los distintos museos alrededor del país, en especial el Museo
del Hombre Dominicano en Santo Domingo, y  el Museo Arqueológico
Regional Altos de Chavón en La Romana.

La naturaleza acogedora de República Dominicana, junto con los


acontecimientos históricos, ha dado lugar a que varias comunidades
migrantes se establezcan y se mezclen con la diversidad cultural de
República Dominicana. Algunos son bastante recientes, mientras que
otros se establecieron aquí en los siglos XIX y XX.  Sosúa cuenta con
una comunidad judía, debido a los aproximadamente 600 judíos que
llegaron entre 1940 y 1945 escapando de la persecución Nazi durante
la Segunda Guerra Mundial, gracias a las visas ofrecidas por el
gobierno dominicano. El Museo Judío en Sosúa conmemora su viaje y
contribuciones a las industrias de carnes y lácteos en la costa norte.

Síntesis

Primera Ocupación Estadounidense:


La intervención norteamericana en la República Dominicana de 1916-
1924, afectó el desarrollo de la educación durante los ocho años en
que asumieron el control del territorio nacional, y sólo se preocuparon
por organizar el Estado para sus propósitos estratégicos.
De igual modo eliminaron escuelas primarias y prohibieron que se
impartieran exámenes, así como la expedición de títulos en escuelas
primarias y secundarias. También derogaron el Código de la
Educación entre otras medidas. Las medidas alcanzaron hasta la
Universidad de Santo Domingo en la que suprimieron la Facultad de
Filosofía y Letras.
La investigación realizada por Cabrera, reveló que, durante la
ocupación militar norteamericana, se logró centralizar las actividades
del sector educativo. “Sentaron las bases para la organización del
Estado, sin embargo, en lo atinente a la educación, se concentraron
en los niveles primarios y rudimentarios. En el nivel secundario y
universitarios sus aportes fueron muy limitados, a no ser por la presión
de la pequeña burguesía, que buscaba por mayor espacio en la
educación superior”.

Entre los factores que contribuyeron para que la educación no


avanzara, citó la crisis económica de 1921 y el impacto que tuvo en las
escuelas con la creación de un impuesto escolar que tocó hasta el
salario de los maestros. “Entre 1921-1922 el sistema escolar
experimentó un acelerado decrecimiento, al extremo de que la
matrícula se redujo en unos 40 mil estudiantes en todo el país. El
primer Censo de 1920 estableció que la matrícula era de 101,866
estudiantes”.
Era de Trujillo:
Con la salida de las tropas norteamericanas y colocando a Trujillo como
jefe del ejército se da inicio a la “Era de Trujillo”. Durante este régimen,
que duró 31 años, se hizo una intensa propaganda en torno a la
recuperación de la “soberanía financiera” de la nación recuperación del
control de las aduanas por parte del Estado dominicano y el pago de la
deuda externa. Estos logros se concretaron a raíz del “Tratado Trujillo-
Hull”, firmado el 24 de septiembre de 1940 y ratificado el 15 de febrero
de 1941.
El histórico del Tratado Trujillo-Hull es que dio firmes pasos hacia el
saneamiento de la deuda externa dominicana. Tras el golpe de estado
que lo aupó al poder en 1930, el dictador Rafael Trujillo asumió el
gobierno de un país en severa crisis económica después de la invasión
estadounidense de la República Dominicana. La deuda externa
ascendía en ese momento a 16 000 000 de dólares y la situación se
agravaba, en parte, por las obligaciones contraídas por la República
mediante la Nueva Convención Dominico-americana de 1924 que
modificaba ligeramente un convenio anterior, pero mantenía el
impedimento para la suscripción de nuevos empréstitos y para el
aumento de los aranceles aduaneros sin la aprobación del gobierno
estadounidense.
El convenio existente (Tratado Financiero entre República Dominicana
y E.U.A. del 1905) obligaba al Gobierno Dominicano a destinar el 55%
de las entradas de Aduanas al pago de la deuda externa. Esta situación
impedía al gobierno dominicano la entrada de recursos suficientes para
sufragar sus gastos y necesidades.
En 1931 Trujillo inició una serie de negociaciones con el Gobierno de
los Estados Unidos de América para que República Dominicana
recuperara el derecho de administrar sus Aduanas. Varios años de
intentos y discusiones culminaron en 1940 con la firma del Tratado
Trujillo-Hull y a partir de entonces la administración de las Aduanas
quedó en manos dominicanas.
La deuda externa continuó amortizándose mediante mecanismos
establecidos por el Tratado en cuestión y en julio de 1947 su balance
era de $ 9 271 855,55, suma que fue totalmente pagada a los
tenedores de los bonos adeudados, el 19 de julio de ese mismo año.
La eliminación de la deuda pública externa durante la dictadura de
Trujillo sería un tema recurrente a la hora de ensalzar al régimen en la
propaganda gubernamental.
Por otro lado, el estado adquirió el control del National City Bank
convertido en Banco de Reservas y de la Compañía de Electricidad,
que pasó a llamarse Corporación Dominicana de Electricidad.

Triunvirato (1963-1965):
El Triunvirato de 1963-1965. Entendiendo un poco las causas que
llevaron a la Revolución de Abril. Un poco largo, pero súper interesante.
Durante el régimen del Triunvirato reinó una desorganización
administrativa creciente. El gobierno se vio inmerso en una mañana de
contradicciones económicas y políticas que profundizaron su
aislamiento político y motorizaron la división de las Fuerzas Armadas.
Desde que inició su ejercicio, el Triunvirato se enfrentó con disposición
abierta de los obreros y estudiantes. Múltiples manifestaciones de
protesta se realizaron en todo el país. En mayo de 1964, por ejemplo,
un Comité Nacional de Coordinación de las organizaciones sindicales
decretó una huelga general. La huelga se extendió a los barrios de la
capital, donde se formaron barricadas para resistir a la policía con
piedras, palos y otros objetos. En el llamado a huelga se exhortaba a
expulsar del poder "a los representantes de los más funestos intereses
de nuestro país: los enemigos de la clase obrera". (Documento citado
por Franklin J. Franco, "Clases, Crisis y Comandos", págs. 170-172).
Otras importantes protestas obreras se realizaron en la ciudad de La
Romana contra la empresa norteamericana radicada allí. En febrero de
1965, los sindicatos afiliados a la confederación de Trabajadores
Foupsa-Cesitrado celebraron un congreso de Unidad Obrera, donde
incluyeron entre sus demandas el restablecimiento de la Constitución
de 1963, que había sido aprobado por el congreso durante el gobierno
de Bosch y anulada su vigencia por el Triunvirato.
Junto a esas protestas obreras creció el descontento contra la
desorganización administrativa del Triunvirato, que expresó en diversas
actividades económicas que fueron consideradas ilícitas por los
opositores del régimen. Una de las medidas que suscitó mayores
protestas hasta en los círculos del comercio importador, que había
apoyado el derrocamiento de Bosch, fue el anuncio de la constitución
de una compañía por acciones denominada "Cantina Policía Nacional,
C. Por A.", con un capital autorizado por el entonces jefe policial general
de brigada Belisario Peguero Guerrero.

Los doce años de Balaguer:


En 1966 Joaquín Balaguer ascendió al poder y se mantuvo en él
durante un periodo de 12 años, en un gobierno autoritario que utilizaba
la represión sobre sus opositores políticos, para que la competencia
fuera prácticamente nula y legitimar su reelección "democráticamente".
Su gestión fue un período de represión de los derechos humanos y las
libertades civiles, en la cual se produjo 11 000 víctimas por
desapariciones forzadas y asesinatos políticos. Su gobierno fue muy
criticado por una creciente disparidad entre ricos y pobres. Fue, sin
embargo, elogiado por un ambicioso programa de infraestructura, que
incluye grandes proyectos de viviendas, complejos deportivos, teatros,
museos, acueductos, caminos vecinales, carreteras, y el monumento
Faro a Colón.
El 12 de enero de 1972, tuvo lugar el enfrentamiento armado del grupo
revolucionario conocido como Los Palmeros o Comandos de la
Resistencia, contra las intenciones del presidente Joaquín Balaguer de
re-instaurar un gobierno similar al recién derrocado régimen de
gobierno trujillista en el cual se formó, violando el derecho del pueblo al
ejercicio político democrático. El enfrentamiento tuvo lugar en el
kilómetro 14 de la autopista Las Américas, Santo Domingo.

También podría gustarte