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INTRODUCCION

Desde finales del siglo pasado Colombia ha sido testigo de corrupcion,


secuestros, extorcion, evacion a la autoridad y violencia, actos que marcaron un
periodo especifico en la historia de este pais y que fueron fragmentando cada
vez mas el sostenimiento economico, politico y social.

Desde esos años tan oscuros el pais colombiano ha venido enfrentado crisis que
con el transcurso del tiempo se han tornado irreversibles e irreparables puesto
que despues de la creacion de los grupos armados, estos iniciaron a justificar el
uso de la violencia por considerarla el único método para poder transformar la
sociedad con la intención de no permitir cambios considerados como ilegítimos.
Así pues, la fractura creada por las desigualdades, el uso de la violencia y la
lucha por el poder han marcado las dinámicas sociales y políticas que han tenido
lugar en dicho territorio.

Se volvio tradicion el derramamiento de sangre por partidos politicos, la


vulneracion de derechos por intereses individules y la falta de justicia en un pais
en donde el narcotrafico inundo sus calles y se consideraba el trabajo indicado
para aquellas personas que sobrevivian junto con sus familias del dia a dia; se
sufrio de un contagio masivo puesto que los grupos armados lideraban este acto
delictivo y la ley colombiana se veia doblegada cada vez mas por la presion que
ejercian creando disturbios y desordenamiento social en donde en repetidas
ocasiones se le arrebataba la vida a cientos de personas que eran agenas al
conflicto entre estos grupos y el gobierno que se vivia todos los dias en las calles
del territorio.

En este ensayo se hablará de ese periodo en el que el pais se vio afectado


gravemente por la violenvia, el narcotrafico, la falta de imposicion de la ley
colombiana y las estrategias que se adquirieron para disminuir el sometimiento
que venian implementando estos grupos a la sociedad y al gobierno colombiano
y ponerle fin a las muertes de inocentes incluyendo a todas las consecuencias
que traerian los actos cometidos durante este periodo; y es que colombia fue
considerada uno de los paises mas violentos a nivel mundial cuando se
desencadenaron todos estos sucesos que colocaban el pais en manos de
personas poco indicadas para llevar el control de este mismo.

Se hablara del año 1968 y la situacion politica que se vivia en ese momento, de
la Asamblea Constituyente y de las estrategias que se tuvieron que implementar
para poder reformar la carta del 86.

Se espera de las personas que lleguen a leer este analisis de la guerra interna
colombiana, si asi se le puede llamar que al saber su historia dejen de estar
condenados a repetirla. Para establecer y entender mejor la situación política del
país entre el año 1968 hasta la constitución del 1991, dividiremos la historia de
acuerdo a lo ocurrido en los mandatos de cada presidente en Colombia, de esta

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manera relacionaremos al mandatario con los acontecimientos o situaciones
presentadas en cada etapa.

1966-1970
A pesar de que el Frente Nacional el cual fue terminaría en 1974, las reformas
constitucionales para preparar la transición empezaron en 1968 durante el
gobierno de Carlos Lleras Restrepo penúltimo presidente del Frente Nacional.
El Frente Nacional fue un pacto político entre los
partidos Liberal y Conservador de Colombia, con el objetivo de sacar del poder
al General Gustavo Rojas Pinilla, quien luego de un golpe de estado en 1953
pretendía perpetuarse en el poder. Dicho acuerdo estuvo vigente entre los años
de 1958 a 1974. Por extensión también se refiere al período histórico
comprendido por dichos años.

Carlos Lleras Restrepo (1908-1994) fue presidente de Colombia en el 1966-


1970. En la bibliografía nacional es considerado como uno de los mandatos que
mayor desarrollo imprimió al país en el siglo XX. Al asumir el 7 de agosto de 1966
la presidencia de Colombia, Lleras encuentra un país con una serie de tensiones
económicas y políticas. Las condiciones internacionales favorables no se
relejaron en el país entre 1960-65. Ante todo, durante el gobierno anterior
Colombia había padecido una profunda recesión, una brusca devaluación del
peso respecto al dólar del 50%, una alta tasa de inflación, estrangulamiento
general de la economía y nada halagüeños índices de pobreza y marginalidad,
especialmente en las grandes ciudades que crecían velozmente como resultado
de la violencia que se enseñoreaba en los campos.

La fuente primordial de divisas era la exportación de café, pero la volatilidad de


los precios internacionales dificultaba un manejo estable de las finanzas públicas
y del conjunto de la economía, pues, además el principal ingreso del tesoro lo
constituía un impuesto sobre su exportación. Las fluctuaciones se traducían en
carencia de divisas y en pérdida del poder adquisitivo del peso, lo que a su turno
incidía negativamente en los proyectos de expansión manufacturera anclados en
las importaciones. No era inusual que una amplia gama de productos básicos
para la industria manufacturera, materias primas y maquinaria, fuera puesta en
listas de “licencia previa” cuando no de prohibida importación, o se obligara a los
compradores de divisas a pagar un precio más alto que el usual para otros
menesteres. Para mantener la marcha de la economía se hacía necesario
recurrir al endeudamiento externo, el cual quedaba condicionado a las
recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), amén de lo poco
atractivo que era el país y la región para los inversionistas y prestamistas
internacionales.

Bajo el lema “Transformación Nacional”, el mandato de Carlos Lleras Restrepo


fue, como era de esperarse en esa época, de hondo contenido cepalino —o
keynesiano en el contexto mundial—, pero ha de agregarse que sus ejecutorias
enriquecieron los planteamientos de esta escuela del desarrollo. Como queda
indicado, en conjunto el modelo se identificó como industrialización por
sustitución de importaciones o industrialización guiada por el Estado. Para

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facilitar la exposición se abordarán de manera separada los principales aspectos,
sin perder de vista la imbricada relación existente entre estos tópicos.

Para 1966 la alta inflación había absorbido la devaluación del 50% hecha en el
año anterior, y a comienzos de 1967, como resultado de otra caída en la
cotización internacional del café, las divisas escasearon. El Fondo Monetario
Internacional, FMI, que había estado presente en los ajustes de los años
anteriores, indicó la necesidad de realizar otra fuerte devaluación del peso. En
asocio de su ministro de hacienda, Abdón Espinosa, el presidente consideró
inoportuna una nueva devaluación y, luego de una tensa negociación con los
representantes del Fondo, al no llegar a ningún acuerdo expulsó la misión,
siendo el único gobierno colombiano que se ha negado a seguir una
recomendación del FMI. En vez de ello se adoptó la devaluación gota a gota
(crawding peg) y se eliminaron las tasas de cambio múltiples que en ese
momento hacían parte del sistema comúnmente empleado por los estados de
acuerdo con los convenios de Bretton Woods.

La Reforma Constitucional de 1968


De acuerdo con el paradigma económico reinante en la “edad de oro”, el
keynesianismo, se requería la presencia de un fuerte Estado que interviniera en
los asuntos económicos de manera decidida hasta convertirse en el socio
necesario e indispensable del desarrollo del sector privado y con ello de la
economía en su conjunto. En el caso colombiano, la debilidad económica de la
burguesía le impedía abocar la construcción de la infraestructura necesaria para
la buena marcha de sus negocios y por ende se requería de un Estado que
supliera esas carencias.

La Constitución Política de Colombia, que había sido adoptada en 1886, daba


pocas herramientas para la intervención del Estado. Pero en medio de los vientos
keynesianos, en el año 1936 se le hizo una profunda reforma para facilitar esa
actividad, coincidencialmente en el mismo año en que se publicara la magna
obra del economista inglés. De los muchos aspectos que introdujo en la Reforma
del 36 vale la pena destacar dos: se estableció que “El Estado puede intervenir
por medio de leyes en la explotación de industrias o empresas públicas y
privadas, con el fin de racionalizar la producción, distribución y consumo de las
riquezas, o de dar al trabajador la justa protección a que tiene derecho”.
Realmente un compendio de economía política en un inciso de la Constitución,
pero tal intervención no era de carácter obligatorio. De otra parte, se proclamó
que “la propiedad es una función social que implica obligaciones”, aspecto que
daría pie a varios intentos de reforma agraria y que se convirtió en piedra de
choque entre los intereses de la burguesía industrial y de los terratenientes, lo
que derivó en varias décadas de lucha fratricida, La Violencia.

Pero, no obstante, los pasos importantes que se dieron con la Reforma del 36 al
considerar de una manera nueva el papel del Estado, faltaron los instrumentos
para ponerla en marcha, y por eso se insistía en la necesidad de dotarla de
dientes para hacerla efectiva. Durante las tres décadas siguientes solo de
manera tímida se tomaron algunas medidas intervencionistas por gobiernos

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liberales y conservadores. Visto en retrospectiva, aún así se observa que fueron
significativas. Sería bajo el gobierno de Eduardo Santos (1938-1942) cuando el
criterio tomaría mayor auge, tal cual se observa en su programa de 1937 y en su
discurso de posesión como presidente de la República, al insistir no solo en la
necesidad del proteccionismo, que se convirtió en política forzosa con la II
Guerra Mundial, sino que lo asocia con el intervencionismo.

Fue en ese contexto constitucional que Lleras Restrepo abocó la enmienda en


1968 para fortalecer las herramientas intervencionistas del Estado. Estableció
para los gobiernos la obligatoriedad de tramitar ante el legislativo nacional un
Plan de Desarrollo cuatrienal a través del cual el Estado dirigiría todos los
campos de la economía nacional, convirtiéndolo así en el principal actor
económico del país. Estas atribuciones no eran más que la materialización de la
concepción entonces vigente, plasmada en la reforma del artículo 32 de la
Constitución, cuyo texto modificado estableció:

Artículo 32. Se garantiza la libertad de empresa y la iniciativa privada


dentro de los límites del bien común, pero la dirección general de la
economía estará a cargo del Estado. Este intervendrá, por mandato de la
ley, en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes y
en los servicios públicos y privados, para racionalizar y planificar la
economía a fin de lograr el desarrollo integral.

Intervendrá también el Estado, por mandato de la ley, para dar pleno empleo a
los recursos humanos y naturales, dentro de una política de ingresos y salarios,
conforme a la cual el desarrollo económico tenga como objetivo principal la
justicia social y el mejoramiento armónico e integrado de la comunidad, y de las
clases proletarias en particular.

Esa tarea se lograría por medio de una serie de “institutos descentralizados”,


nombre usado para designar las diversas instituciones interventoras del Estado,
que bajo su gobierno se establecieron o se fortalecieron para atender múltiples
aspectos de la vida económica, desde la educación y la salud hasta el desarrollo
económico, de infraestructura y de comercio exterior. Mientras que entre 1886 y
1939 fueron creados 35 establecimientos o empresas públicas del orden
nacional, con un promedio de 7 por década, en los años 40 dicho promedio se
elevó a 18, en la década del cincuenta a 32 y en los años sesenta a 43, para
desacelerarse luego en la década del setenta, cuando fueron creadas 17 nuevas
entidades de este tipo.

Paralelamente realizó una profunda transformación en la administración pública


mediante un nuevo estatuto administrativo, uno de cuyos apartados estableció
grandes restricciones al derecho de asociación de los trabajadores al servicio del
Estado, no obstante, los frecuentes llamamientos que Lleras Restrepo solía
hacer a favorecer a los sectores asalariados en las negociaciones con los
empresarios. El enfrentamiento con los sindicatos le acarreó grandes
manifestaciones obreras y un paro nacional, no obstante haber nombrado a

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Antonio Díaz como Ministro de Trabajo, a quien se conoció como el “primer
ministro obrero” por su extracción de clase.

Con estas condiciones materiales, la Reforma del 68 pudo profundizar en la


tendencia de convertir al Estado en la potencia económica más importante de la
sociedad, manejada directa y casi exclusivamente por el Ejecutivo. Sobre esta
caracterización, Sáchica plantea: “En la dirección dominante de la Carta original,
esta enmienda fortaleció al Estado, pero también —y esta crítica es general y
fundada— reforzó en forma desmesurada el ejecutivo, apocando aún más al
Congreso”.

En efecto, el nuevo artículo 76 numeral 4 dio al gobierno la iniciativa exclusiva


para la elaboración y presentación del Plan General de Desarrollo lo mismo que
en relación con el presupuesto nacional de cada año. A partir de entonces solo
serían dictadas o reformadas por iniciativa del gobierno las leyes sobre
inversiones públicas o privadas, participación en las rentas nacionales o
transferencia de ellas, creación de servicios a cargo de la nación, aportes o
suscripciones del Estado a empresas industriales o comerciales, etc., con un
papel muy pasivo del Congreso de la República.

El ejecutivo fortaleció sus poderes con instituciones jurídicas nuevas, tales como
el estado de emergencia económica (art. 122), las leyes-cuadros (art. 76, ords.
9 y 22) y la intervención, como atribución constitucional propia, en el banco de
emisión y en las actividades de personas naturales o jurídicas que tuviesen por
objeto el manejo o aprovechamiento y la inversión de los fondos provenientes
del ahorro privado (art. 120, num. 14); además, se le atribuyó la iniciativa
exclusiva para la expedición o reforma de leyes de contenido presupuestal,
económico, financiero y de estructura de la administración nacional (art. 79).

La justificación para consolidar las atribuciones del ejecutivo fue presentada por
Lleras Restrepo así: “Hay que reafirmar y fortalecer el régimen presidencial para
salvar la democracia. Los gobiernos débiles y anarquizados son el preludio de
las dictaduras”.

En relación con los planes de desarrollo, que cada gobierno debería ejecutar en
su mandato a partir de 1970, debe advertirse que nunca fueron aprobados en el
Congreso durante las dos décadas siguientes, debido a que en las tensas
negociaciones que hubo en el Congreso en 1968 para la aprobación de la
Reforma Constitucional, el gobierno aceptó incluir que en la llamada Comisión
del Plan habría una forma de participación que incluiría a los dos partidos
tradicionales de Colombia a través de una fórmula tan complicada por los
compromisos que nunca se pudo llegar a un acuerdo para su conformación.

De esta manera, los cinco gobiernos entre 1970 y 1990, mutuo


propio presentaban a la sociedad al inicio de su mandato un Plan de Desarrollo
sin ninguna fuerza legal, solo la que le diera el compromiso del mandatario de
turno, si bien daban una idea muy aproximada de las prioridades del gobierno.
Solo con la Constitución de 1991 se estableció un mecanismo más flexible para

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la aprobación de los planes en el Congreso de la República, pero Colombia y el
mundo ya transitaban por un camino que les concede apenas sí una importancia
secundaria. Pero la aprobación de la Reforma Constitucional del 68 y su
contenido mismo tuvieron efectos en el desarrollo político y democrático del país.
Se hizo en medio de negociaciones y concesiones al Congreso de la República
en asuntos secundarios pero que garantizaban una fuerte injerencia a sus
miembros en las regiones, a cambio de fortalecer el poder del Ejecutivo. Como
señala Leal:

La reforma Constitucional, aprobada finalmente por el Congreso gracias a las


prebendas económicas y gremiales que le brindó el Ejecutivo, le quitó la
tentación al Legislativo de mezclar la política partidista con la política económica.
La Reforma le restó al Congreso iniciativa legislativa y lo limitó en el manejo de
los asuntos económicos. En el Ejecutivo quedó la responsabilidad del gasto
público y la tributación, aparte de que podía legislar transitoriamente a través de
la novedosa medida de declarar la emergencia económica.

Mares llega a una conclusión similar: la clase política, en defensa de sus


intereses se había convertido en un obstáculo para las reformas económicas que
se requerían para el desarrollo del país. Lleras encontró el momento preciso para
quitarle el poder al Congreso y dárselo a un grupo de tecnócratas asentados en
el Departamento Nacional de Planeación, y el mecanismo fue la Reforma
Constitucional de 1968. El escenario favorable lo había creado el mismo Lleras
con las medidas económicas de los dos años anteriores gracias a lo cual los
cafeteros estaban percibiendo buenos ingresos debido a una favorable tasa de
cambio y los industriales las rentas del Estado a través de los subsidios a las
exportaciones.

Con ello podía enfrentarse a sectores políticos representantes de formas


económicas pre capitalistas asentadas esencialmente en el sector rural, salvo
los cafeteros como queda indicado. Los sectores favorecidos con las medidas a
su turno tenían el control de parte significativa de los medios de comunicación
impresos, entre otros El Tiempo y El Espectador, quizá los más importantes del
país.

1970-1974.

En 1957 la oposición al régimen alcanzó su mayor intensidad. Rojas, para


mantenerse en el poder, acudió a la Asamblea Nacional Constituyente -de su
confianza y manejo-, que prolongó su cargo de presidente hasta 1962. En
respuesta, el Frente Cívico presentó su propio candidato, al que el gobierno
intentó detener. Entre tanto, Alberto Lleras, del Partido liberal, y Laureano
Gómez, del Partido Conservador, establecieron las bases de un acuerdo
bipartidista de alternancia del poder, conocido como el Frente Nacional.

El 10 de mayo de ese año se produjo un paro nacional contra Rojas, organizado


por la burguesía y los partidos liberal y conservador, con participación de los
estudiantes y los sindicatos. Rojas presentó la renuncia a su cargo en favor de

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una junta militar. La transición fue pacífica. De esta manera se abría paso la
propuesta de reconciliación política partidista que se iniciaría al año siguiente
con el gobierno del Frente Nacional.

Tras su renuncia en 1957, el general Gustavo Rojas Pinilla se había convertido


en el principal enemigo del Frente Nacional. Juzgado por el Congreso y
suspendidos sus derechos políticos, había intentado sin éxito llevar a la Anapo
a la presidencia, con la candidatura anulada de él mismo en 1962 y, en 1966,
con la postulación del ex congresista liberal José Jaramillo Giraldo. Pero gracias
al restablecimiento de su ciudadanía en 1967, Rojas pudo al fin aspirar a la
Presidencia, en un proceso que desde el inicio prometía ser reñido. En el
siguiente fragmento, producido para la televisión de la época y conservado por
Señal Memoria, se aprecia su campaña, con imágenes de una movilización
anapista en el centro de Bogotá. Allí, posiblemente durante los actos de cierre,
Rojas Pinilla se dirige a la multitud congregada en la Plaza de Bolívar desde las
escalinatas del Capitolio.

Finalmente llegó el 19 de abril. En medio de las airadas discusiones entre los


seguidores de Pastrana y Rojas, surgió el problema de la forma en que la radio
comunicaba el conteo de los votos. En los primeros boletines transmitidos, iba
ganando el general, lo cual coincidió con la orden del Ministerio de Gobierno de
que solo podían emitirse los comunicados oficiales de la Registraduría. Horas
después, la información disponible daba como ganador a Misael Pastrana,
generando protestas entre los anapistas que se harían más grandes a medida
que se denunciaban otras irregularidades. La Corte Electoral finalmente zanjó la
polémica en favor de la candidatura de Pastrana, convirtiéndose así en el cuarto
presidente del Frente Nacional. La transmisión de mando, con los congresistas
de la Anapo ausentes, anunciaba el descrédito del sistema bipartidista entre la
oposición. Sin embargo, el nuevo presidente insistía en defender de los logros
del régimen y su contribución a la concordia del país, recordando que éste había
nacido como una forma de acabar con la violencia entre liberales y
conservadores. Así lo decía en su discurso de posesión, transmitido el 7 de
agosto de 1970 por la televisión pública.

Con la asunción al poder en 1970 del político conservador Misael Pastrana


Borrero fue cerrado el ciclo del Frente Nacional. Hoy, todavía se recuerdan
algunos hechos de su gobierno como la creación del sistema UPAC que permitió
a millones de colombianos comprar vivienda a través del crédito hipotecario, así
como la implementación del modelo de las centrales de abastos en las grandes
ciudades.

1974-1978
Alfonso López se convirtió en el primer presidente de Colombia que no
pertenecía al sistema del Frente Nacional y el primer liberal en el poder desde
1946 (si se tiene en cuenta que los liberales del Frente Nacional estaban
obligados a compartir el poder con los conservadores). Los liberales en el poder
El candidato oficialista liberal Alfonso López Michelsen es el nuevo presidente
de Colombia al triunfar en las elecciones presidenciales realizadas el 21 de abril.

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De esta forma se convierte en el primer mandatario elegido después del Frente
Nacional. El gobierno de Alfonso López Michelsen sentó las bases para el
desarrollo de una economía agro-exportadora en Colombia, sin embargo, el
manejo dado a la cuestión agraria, estaba en contravía a las expectativas
sociales del campo por la misma lógica capitalista con que se pretendió
desarrollar, es por esto que el pretendido gobierno de la esperanza, basó todo
su empeño en relegitimar su gobierno a través del DRI y del PAN. El presente
ensayo solo pretende llamar la atención del lector en torno a un tema de suma
importancia hoy: el de la legitimidad política de sus gobernantes.

Tomó posesión de su cargo de manos del conservador Misael Pastrana el 7 de


agosto de 1974. Como un detalle de su fina irreverencia, se recuerda su discurso
de posesión el 7 de agosto de 1974 cuando, al tocar el candente tema del
diferendo limítrofe con Venezuela en relación con el Golfo de Venezuela, lo llamó
"Golfo de Coquivacoa", haciendo referencia así a su nombre indígena originario.
su gobierno abarcó los años de 1974 a 1978 y se le conoció como el "mandato
claro" con la promesa de convertir a Colombia en "El Japón de Sudamérica",
aunque la prensa de la época y el pueblo lo rebautizó como el "mandato caro",
por los problemas económicos que enfrentaba el país, como la inflación, que fue
la más alta de la historia de Colombia. Durante su presidencia, López tuvo que
enfrentar el escándalo de "la Ventanilla Siniestra," nombre que se le dio a la
supuesta cuenta del Banco de la República, abierta por su gobierno para permitir
el paso del dinero producto de la bonanza cafetera, pero que se convirtió en el
mayor caso de lavado de dinero de la historia de Colombia, cuando se descubrió
que por esa cuenta eran legalizadas las utilidades que obtenían los traficantes
de marihuana colombianos, en la llamada Bonanza Marimbera. Fue asesinado
el 7 de septiembre de 1975, el Inspector General de las FF.MM. general Ramón
Arturo Rincón Quiñónez por el ELN. Pedro León Arboleda comandante del EPL
fue abatido en 1976, en Cali. José Raquel Mercado, dirigente de
la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), fue secuestrado y
asesinado por el M-19 en abril de 1976, el M-19 también realizaría el secuestro
de Hugo Ferreira Neira gerente de Indupalma y ex ministro en 1977.

1978-1982
Días antes de su posesión, el 21 de julio de 1978, fue condecorado por el saliente
presidente López Michelsen con la Cruz de Boyacá, en una ceremonia donde
estuvieron presentes la saliente y entrante primeras damas de la nación.

El período presidencial de Turbay Ayala coincidió con el crecimiento del


movimiento guerrillero M-19, que asestó sus golpes más famosos; así como con
el surgimiento de la violencia y el secuestro relacionados con el tráfico ilícito de
drogas. El feroz ataque que libró contra la insurgencia llevó a numerosos
atropellos a los derechos humanos, pero así mismo permitió que el narcotráfico
creciera sin control ante la falta de acción del estado colombiano.

Turbay fue asimismo objeto de numerosos chistes e imitaciones humorísticas


debido a su voz nasal y a su costumbre de usar corbatines, que recuperó del
padre de su antecesor: Alfonso López Pumarejo. También por su aparente

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quietud y su falta de coherencia a la hora de responder a la prensa.2 La CIA en
documentos desclasificados informaba que por su ascendencia libanesa y su
falta de educación no era tomado en serio en las cumbres del poder.

Infortunadamente, aún se le recuerda como uno de los presidentes más


impopulares que ha tenido Colombia, en particular, dada su tácita aceptación de
que un gobierno al parecer "requiere" de un cierto nivel de ilegalidad para poder
funcionar, y/o, de que el botín burocrático en las entidades oficiales es una
especie de "mal necesario". Así mismo, es particularmente conocida la
desafortunada promesa que hizo en su campañaː "Reduciré la corrupción hasta
sus justas proporciones", en la que supuestamente hablaba la corrupción.
Las negociaciones de paz con los grupos guerrilleros fracasaron, y en términos
de política exterior el país se movió a la derecha, mostrándose como un aliado
de los Estados Unidos, primero con Jimmy Carter, y luego con Ronald Reagan,
quien empezó a exigir resultados al gobierno colombiano sobre el control del
tráfico de drogas. Incluso apoyando la causa británica durante la Guerra de las
Malvinas, posición que aisló al país respecto a las demás naciones
latinoamericanas.6 Bajo la administración de Turbay Ayala, Colombia cortó sus
lazos diplomáticos con Cuba debido al apoyo de Fidel Castro a las guerrillas.

Guerra contra el M-19

En el año nuevo de 1979, el M-19 realizó el Robo de armas del Cantón Norte en
Bogotá y robaron 5000 armas. La operación fue bautizada como Ballena
Azul. Los guerrilleros alquilaron una vivienda cercana al batallón, y durante
varios meses cavaron un túnel hasta la bodega. El 31 de
diciembre de 1978 desocuparon la bodega, dejando grafitis en las paredes
atribuyéndose el hecho. El Ejército Nacional en represalia desarticula las redes
de militantes del M-19 y recupera parte del arsenal perdido. En febrero de 1980,
el M-19 realiza la Toma de la embajada de la República Dominicana y secuestró
a 15 diplomáticos: 67 días después, tras las negociaciones con los rebeldes,
estos viajaron a Cuba con algunos de los rehenes y allí los liberaron, dando fin
a la toma. Se dijo después que se había pagado a los secuestradores por la
liberación de los rehenes, versión que el gobierno negó. Parte de la opinión
pública manifestaba su aprobación a las propuestas de acuerdo nacional de los
miembros del M-19 desde la cárcel. El M-19 realiza la fallida invasión por
la Costa Pacífica por una columna de 150 hombres, detenida por la Operación
Córdoba de las FF.MM. El M-19, el 11 de marzo de 1981 se
toma Mocoa (Putumayo). El M-19 en agosto toma Belén de los Andaquíes y
atacó con disparos de mortero la Casa de Nariño el 20 de julio de 1981. El
presidente conformó en septiembre de 1981 una Comisión Nacional de paz,
integrada por 9 miembros y encabezada por Carlos Lleras Restrepo, que fracasó
en el diálogo con los insurgentes. El 20 de octubre de 1981, el M-19 secuestró
un avión de Aeropesca en Medellín, lo cargaron con armas en La Guajira y
finalmente lo hicieron acuatizar en el Río Orteguaza (Caquetá).2 El 15 de
noviembre, se presentó el hundimiento de El Karina (embarcación del M-19) por
la Armada Nacional, cuando pretendía ingresar armas por la costa pacífica. La
Comisión nacional de Paz continuó con sus labores y propuso una amnistía,

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expedida por el Decreto ley 474 de 1982 recibió una nueva negativa como
respuesta. De igual forma se reorganizan el ELN, el EPL y el crecimiento de las
FARC-EP que pasan de frentes en 1978 a 27 en 1982que realizan el Ataque a
Puerto Crevo (Meta) el 18 de agosto de 1980, (la denominada Operación Cisne
Tres por la subversión) fue el primero en el que una unidad completa de las
FF.MM. es reducida.

Lucha contra el narcotráfico

Durante su gobierno el narcotráfico tuvo una rápida transformación y se empezó


a hacer evidente su influencia en la sociedad. Un año antes de asumir la
presidencia los capos de Medellín se unieron para crear lo que llamó
la DEA en 1983 Cartel de Medellín. La falta de acción de su gobierno permitió el
crecimiento del tráfico de cocaína, influenciado por el fin de la llamada bonanza
marimbera. Algunos estudiosos indican que esta negligencia se dio por la
obsesión del gobierno de erradicar la izquierda, además de los sobornos
recibidos por las autoridades y políticos. Las presiones ejercidas por el gobierno
de Jimmy Carter y las acusaciones de complicidad con el narcotráfico llevaron a
Turbay a iniciar la persecución de los cultivos ilícitos.

Realizaron la Operación Fulminante contra la Bonanza Marimbera. El 14 de


septiembre de 1979, ambos gobiernos firmaron el primer tratado de extradición
de la historia de Colombia. Fue ratificado a inicios de 1980 aunque no llevó la
firma del presidente, lo que llevó a su invalidez en 1986. En 1981 el Cartel de
Medellín entre otros crearon el Muerte a Secuestradores (MAS), primer grupo
narco paramilitar de Colombia. La organización de autodefensas paramilitares
con apoyo de las Fuerzas Militares como en el Magdalena Medio, donde nació
la Asociación Campesina de Ganaderos y Agricultores del Magdalena Medio
(ACDEGAM). la Alianza Americana Anticomunista (AAA).

1982- 1986
El 18 de noviembre de 1982, el congreso aprobó la ley 35 de amnistía,8 proyecto
del senador Gerardo Molina por lo cual cientos de guerrilleros presos fueron
amnistiados y en libertad. Se presentó el secuestro y asesinato Gloria Lara de
Echeverri (exdirectora de las juntas de acción comunal, en noviembre de 1982
en un falso positivo judicial) por la Organización Revolucionaria del Pueblo. Se
iniciaron los diálogos exploratorios con las FARC-EP, las ADO y el M-19 (cuyo
líder máximo Jaime Bateman Cayón murió en un accidente de aviación en
Panamá el 28 de abril de 1983). La reunión del presidente Betancur con Álvaro
Fayad e Iván Marino Ospina comandantes del M-19 en noviembre de 1983
en Madrid (España).

Con el M-19 y el EPL las conversaciones exploratorias avanzaron con mayores


tropiezos a causa de las continuas operaciones militares y enfrentamientos en el
sur del país y en las principales ciudades. El Ejército Nacional respondió con una
fuerte ofensiva sobre el Frente Sur del M-19, al mando de Gustavo Arias ‘Boris’,
también se enfrentaron con paramilitares en Antioquia y asesinan a Carlos
Toledo Plata, comandante y negociador del M-19

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en Bucaramanga (Santander)14 tras lo cual el M-19 saltó Yumbo (Valle del
Cauca) y fue herido en una emboscada de la Policía Nacional Carlos Pizarro, se
llegó a los acuerdos de Corinto (Cauca), Hobo (Huila) y Medellín con el M-19 y
el EPL negociados por Iván Marino Ospina, y Álvaro Fayad, Carlos
Pizarro y Gustavo Arias por el M-19 y por Oscar William Calvo y 'Ernesto Rojas'
por el EPL con la comisión de paz por el gobierno, el 24 de agosto de 1984. El
comandante del Ejército Nacional, Miguel Vega Uribe y el ministro de defensa,
General Fernando Landazábal (destituido en enero de 1984), mostraron sus
desacuerdos. El presidente de la comisión de diálogo, Otto Morales Benítez,
habló de “enemigos agazapados de la paz”. Entre el 20 de diciembre de 1984 y
el 7 de enero de 1985 la Batalla de Yarumales en Corinto (Cauca) entre las
Fuerzas Militares y el M-19. Se continúo la campaña de “Guerra Sucia” contra
guerrilleros amnistiados y líderes de izquierda, con asesinatos selectivos y
desapariciones forzadas.
El 15 de marzo de 1985 se realizó la marcha de "Desagravio por la paz y la
democracia" convocada por el M-19 en Bogotá. En mayo de 1985 se registran
combates en el Valle del Cauca; Antonio Navarro Wolf del M-19 fue herido en
Cali.25 El 28 de junio, el M-19 atacó la población de Génova (Quindío): muertos.
Combates en Cauca, Valle del Cauca; la muerte del Comandante del M-19 Iván
Marino Ospina en Cali, el 28 de agosto; la masacre del Suroriente de Bogotá en
por la cual en 1997, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
determinó el asesinato extrajudicial de 11 personas: 10 militantes y 1 civil por
la Fuerza Pública el 30 de septiembre de 1985 tras el robo de un camión de
leche, en octubre de 1985 atentado al general Rafael Samudio Molina, el asalto
al Batallón Cisneros en Armenia (Quindío).

El EPL rompió también el cese al fuego tras el asesinato en Bogotá de Oscar


William Calvo. Entre noviembre de 1985 y enero de 1986 se presenta la Masacre
de Tacueyó 164 muertos por el grupo disidente de las FARC-EP: Comando
Ricardo Franco Frente-Sur.34 35 Ofensiva del M-19 en el suroccidente
colombiano. Las FF.MM. movilizan al menos 6 batallones que se enfrentaron al
Batallón América integrado por unos 500 hombres del M-19 y del Movimiento
Armado Quintín Lame, de Colombia; de Alfaro Vive, de Ecuador, y el Movimiento
Revolucionario Tupac Amaru, de Perú con el objetivo de tomarse Cali con el
apoyo de las milicias populares. El 12 de marzo, atacaron Cali desde la Región
del río Pance. El 13 de marzo Álvaro Fayad fue abatido por la Policía en Bogotá.
Mientras el 24 de julio de 1986 murió asesinado Gustavo Arias Londoño 'Boris'
del M-19 en Andes (Antioquia) por la Policía.

Los primeros contactos de diálogo con las FARC-EP fueron el 30 de enero de


1983, durante 19 meses. con las FARC-EP se firman los acuerdos de la Uribe
(Meta) el 28 de marzo de 1984. El 16 de mayo de 1984 la Policía Nacional
masacra a 17 estudiantes en la Universidad Nacional de Colombia que
protestaban contra los asesinatos y la persecución en las universidades. Se llegó
a acuerdos de tregua y cese al fuego con las FARC-EP y las ADO (24 de agosto
de 1984), que fueron prorrogados en 1986. En este marco, sólo las FARC-
EP permanecieron en el proceso de paz y conformaron con diversos grupos
la Unión Patriótica, que obtendría en las elecciones legislativas de 1986: 11

11
curules en el parlamento y decenas de puestos en consejos municipales y
asambleas departamentales. No obstante, estos avances se vieron amenazados
por el incremento de la “guerra sucia” que se intensificó desde 1984, denunciada
por múltiples organizaciones.

EL ELN se organiza en 1983 con el mando de Manuel Pérez51 y en 1984


aparece en el Cauca la primera guerrilla indígena de América Latina
el Movimiento Armado Quintín Lame.

Toma del palacio de justicia

El 6 de noviembre de 1985, fue una fecha inolvidable para expresidente, ya


que marcó su vida y según observadores este suceso lo persiguió hasta el día
de su muerte.

Guerrilleros de M-19 se tomaron el Palacio de Justicia y secuestraron a más de


200 personas, entre ellas a un importante número de magistrados de las altas
cortes. Al concluir la retoma del Palacio, luego de 28 horas de combate, se
confirmó la muerte de aproximadamente 100 personas.

El expresidente pidió perdón por las acciones de su gobierno en este trágico


suceso para la historia de Colombia y se mostró siempre satisfecho por los
acuerdos de paz con las Farc.

1986-1990
Entre 1986 y 1990 el país atravesó la que algunos consideran la época más
violenta en la historia de Colombia por cuenta del terrorismo y el desafío al
Estado de narcotraficantes como Pablo Escobar y Gonzalo Rodriguez Gacha.
Además, Colombia entró en una nueva etapa, con el fin del M-19 como guerrilla
y el estímulo a los estudiantes universitarios que propusieron un plebiscito, en
las elecciones de marzo de 1989, para la realización de una asamblea
constituyente que reformara la Constitución de 1886. Fue lo que se denominó
'La Séptima Papeleta'.

El gobierno de Virgilio Barco enfrentó con determinación esas dificultades de


seguridad pública y sentó las bases para los procesos de reforma institucional y
económica que tendrían lugar en el gobierno de su sucesor.

Algunos de quienes hicieron parte de su Gobierno, conocido justamente por


incluir nuevas figuras en el abanico público de la época, hablan para evaluar el
impacto de su gestión.

La cartelera de participantes fue, entre otros:


César Gaviria, Ministro de Hacienda y de Gobierno, y sucesor de Barco
Manuel José Cepeda, promotor de la Séptima papeleta Rafael Pardo, consejero
para la paz de entonces Martín Von Hildebrand, director de etnias del Ministerio
de Gobierno de Barco Malcom Deas, asesor de la Consejería Presidencial de
Defensa y Seguridad A través de sus intervenciones, se entiende la complejidad

12
de la situación enfrentada por el presidente Barco y la importancia de su período
presidencial, visto desde una perspectiva de largo plazo, un ejercicio al cual la
Escuela de Gobierno otorga especial prioridad por la ausencia de investigación
académica sobre los presidentes colombianos. De acuerdo con Carlos Caballero
Argaéz, director de la Escuela, una de las tareas de la entidad es el estudio de
los presidentes y de sus gobiernos para suplir la inexistente cultura presidencial
de dejar memorias, como sí ocurre, por ejemplo, en los Estados Unidos.

"Virgilio Barco era un liberal en todo el sentido de la palabra. En su gobierno evitó


las medidas represivas y, más bien, siempre buscó salidas democráticas", dice
Caballero, quien espera que de este ejercicio resulte también un documento
escrito que permita continuar con el estudio de su legado, así como se está
haciendo con el período presidencial de César Gaviria, su sucesor, y lo ha hecho
la Escuela con otros mandatarios.

Bases de la estrategia politica que hizo posible la constituyente de 1991

Sin importar cuantas reformas tuvo la carta magna de 1886, la inconformidad


social acerca del contenido de esta iba aumentando con el pasar del tiempo y la
evolucion que experimentaba pais. Durante ese periodo era notable el
envejecimiento de la constitucion pero era mucho mas claro el desgaste de esta
por el uso excesivo del estado de sitio especialmente partir de 1958, entre este
año y el 91 se utilizo este recurso en un promedio de 276 de 365 dias que
contiene el año en donde el presidente podia legislar sin limites fijos.

El narcotrafico entró con gran fuerza a las calles del pais colombiano contagiando
a casi todos los factores que regian la vida del pais hacia principio de los setenta
(70) e inicio de los ochenta (80) en donde la inseguridad y la violencia, corrupcion
y varios grupos armados a lo largo del pais hacian de las suyas en cada region
del territorio;por esta razon los habitantes que eran testigos del degeneramiento
del pais se concientizaron de que la carta magna del 86 ya no era suficiente para
lidiar con los problemas socio-politicos a los que se encontraban expuestos.

Existieron varios intentos de reformar la constitucion como lo fue el intento de


Alfonso Lopez Michelsen presidente de colombia en el periodo de 1974-1978 y
propuso el acto legislativo 02 del 77 que permitia la descentralizacion para que
las regiones tuvieran un mayor poder en sus territorios, crear la corte
constitucional y un sistema penal acusatorio con fiscalia general pero la corte
suprema lo declaro inexequible porque el mecanismo era invalido ya que no se
hizo via congreso, el siguiente fue el sucesor de Michelsen, Julio Cesar Turbay
quien tuvo un periodo precidencial que inicio el 7 de agosto de 1978 y termino el
7 de agosto de 1982 planteo la misma propuesta que su predecesor pero
agregandole un par de modificaciones para la mejora de esta y lo hizo via
congreso pero la corte suprema volvio a invalidar la accion por vacios de tramite,
con esas dos negaciones se podia evidenciar el poco deseo que habia de
reformar la carta magna del 86 pero años mas adelante en el gobierno de Virgilio
Barco se construyeron varias propuestas para poder llevar acabo la reforma pero

13
aun implementando todos esos mecanismos la respuesta fue siempre la misma,
una negaion por parte de la corte.

La muerte de Galan fue el detonante para que los civiles y con ellos se hace
referencia a los estudiantes de universidades tanto publicas como privadas
convocaron una marcha del silencio en Bogota y asi surgio el movimiento
“Todavia podemos salvar a Colombia” en donde participaron esudiantes que en
la actualidad se desempeñan en cargos publicos como Director del programa
Nacional para La paz, magistrado de jurisdiccion especial para la Paz entre otros.
Ellos se reunian en foros o mesas de trabajo al final de sus clases para buscar
apoyo en varios frentes para llevar acabo un plan que fuera efectivo con el
argumento de que la sobernia y el poder del estado provenia del pueblo.

En ese momento el Estado colombiano se enfrentaba en una cruenta guerra a


los carteles del narcotráfico, las tasas de homicidios eran la más alta del mundo,
los atentados contra la población civil eran frecuentes y seis guerrillas buscaban
derrocar al gobierno.
En las elecciones del 11 de marzo de 1990 en Colombia estaba previsto escoger
a senadores, representantes a la Cámara, diputados de asambleas locales,
concejales municipales, alcaldes y al candidato presidencial del Partido Liberal
así que había Seis papeletas para seis elecciones, Pero hubo una papeleta
adicional a las oficiales, que no estaba pautada, y terminó siendo la más
importante. Se llamó la Séptima Papeleta (SP), y fue repartida en las calles o
impresa en periódicos para que la gente la recortara y la metiera en las cajas de
votación. En ella se enunciaba: "Plebiscito por Colombia, voto por una Asamblea
Constituyente que reforme la Constitución y determine cambios políticos,
sociales y económicos en beneficio del pueblo", esa fue el método propuesto por
aquellos estudiantes que salieron a las calles a mostrar su inconformidad.

Ni el ente electoral ni el movimiento estudiantil pudieron establecer cuántos


colombianos presentaron su voto alternativo a favor de una Constitución aquel
11 de marzo, pero el objetivo se cumplió: el presidente, Virgilio Barco, decretó
un estado de sitio para que se organizara un plebiscito constitucional en las
presidenciales del 27 de mayo.

Ese día, ya de manera formal y vinculante, 5.236.863 colombianos votaron a


favor y 230.080 en contra de una Asamblea Constituyente.

14
CONCLUSION.

En el sistema político y normativo que se inicia con la nueva Constitución Política


de Colombia de 1991, puede observarse que se ha producido un significativo
avance a nivel jurídico en definición y reconocimiento de los derechos humanos.

Esos avances normativos constitucionales son, sin embargo, restringidos por las
disposiciones legales, específicas y genéricas, que se dictan seguidamente en
vía de reglamentación, las que establecen serias limitaciones para el ejercicio de
los derechos humanos consagrados en la nueva Constitución y en la Convención
Americana.

En ese periodo de la corte fijaba barreras para la aprobación de los proyectos de


reforma a la carta del 86 y eliminaba la proposición, fue hasta que los estudiantes
hicieron frente al asunto e hicieron notar su inconformidad que se aceptó la idea
de cambiarla junto a la Sentencia 138 de 1990 en donde se precisa sobre el voto
del SI o del NO a la convocatoria de la Asamblea Constituyente que fue el
mecanismo por el cual se logró dicho objetivo, en esa sentencia se ahonda sobre
la forma en la cual al momento de las votaciones para escoger a senadores,
representantes a la Cámara, diputados de asambleas locales, concejales
municipales, alcaldes y al candidato presidencial del Partido Liberal se
introduciría una séptima tarjeta para la convocatoria de dicha asamblea y fuera
licita la votación por si la corte dictaba el fallo a favor de los demandantes.

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BIBLIOGRAFIA

1. Qué fue la Séptima Papeleta, el movimiento que cambió Colombia hace


30 años (y por qué sus demandas aún están insatisfechas) – BBC NEWS
2. Una breve historia del estado de sitio en colombia entre 1949 y 1991 de
cara al actual paro nacional -AA

3. Treinta años de la constitucion de colombia ¿Por qué? - Youtube


4. Hitoria de la constitucion de 1991- Contitucion colombiana pagina Web
5. ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Historia de la regeneración
constitucional de 1886- Revista IUS
6. Conflicto en colombia: antecedentes hisoricos y actores- CIDOB
7. Capitulo 3. El proceso constituyente de 1991: un viraje hacia la
consolidacion democratica- Open Edition Books
8. Sentencia 138 de 1990
9. https://www.indepaz.org.co/wp-
content/uploads/2013/04/La_constituyente_de_1991.pdf
10. Biografías de los presidentes de Colombia desde 1886 hasta 1991
11. Un éxito del intervencionismo: el gobierno de Carlos Lleras Restrepo
(Colombia, 1966-1970)www.scielo.org.mx
12. 1968, un año que cambió la historia
13. historia de colombia en el año de 1970
14. Presidencia de la República de Colombia::

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