MONICIÓN 31 DE DICIEMBRE

Buenas tardes queridos hermanos. Con alegría les recibimos en este

lugar santo para celebrar la última Misa del año civil, con la que
agradecemos al Creador por todo lo que nos ha permitido lograr en
este año que termina y poner en sus manos nuestros planes para el
nuevo año que se nos avecina. Debemos aprender a descubrir a Dios en
cada acontecimiento de la historia y por eso damos gracias por
tenernos aquí este día, habiendo superado la difícil situación del año
que termina y pidiendo su protección para que en este nuevo año nos
ampare y limpie al planeta del virus que nos ha dado ya muchas
lecciones a la humanidad entera. Puestos bajo la protección divina,
comencemos con mucha fe y alegría esta Santa Misa. De pie, cantemos

Primera lectura (Juan 2, 18-21)

Los cristianos de los últimos años del siglo primero después de cristo,
tuvieron que vivir situaciones muy turbulentas tanto en el interior
como en el exterior de la comunidad. Ante esa situación, Juan da una
consigna a sus lectores: que permanezcan fieles a la verdad y no se
dejen seducir por falsas doctrinas. Escuchemos atentos.

Salmo responsorial (Salmo 95)

Con el salmo 95 Unámonos al salmista diciendo todos: Alégrese el
cielo, goce la tierra.

Evangelio (Juan 1, 1-18)

Terminamos el año escuchando el prólogo del Evangelio de san Juan, el
magnífico resumen de todo el misterio de Cristo y de nuestra fe. Con
este texto nos introduce a los grandes temas que luego va a desarrollar
su evangelio. Preparémonos cantando el aleluya.
Oración de los fieles
1. Para que todas las naciones acepten a Jesús como su Mesías y que los
pueblos de la tierra entren a formar parte de nuestra Santa Iglesia.
Oremos
2. Por el papa, obispos y sacerdotes, para que Dios siga impulsándoles y
fortaleciéndoles en el ministerio que les ha sido encomendado, para
que puedan cosechar buenos frutos de este año que finaliza y trabajar
con esmero en el año que se nos acerca. Oremos.
3. Por los que gobiernan las naciones, para que se dejen inspirar por los
ideales del Reino y en sus proyectos figure siempre el progreso y
oportunidades equitativas para todos, a fin de lograr el desarrollo de
los pueblos más desfavorecidos. Oremos.
4. Por los que sufren las consecuencias de esta pandemia que azota al
mundo entero, para que Dios obre con mano poderosa y se manifieste
en favor de todos aquellos que han perdido sus trabajos, fuentes de
empleo y los que han visto fallecer a familiares y seres queridos.
Oremos.
5. Por todos los que nos hemos congregado en torno al altar para
compartir el pan Eucarístico, para que también sepamos compartir el
pan con el hambriento ser más solidarios con los necesitados, más
ahora, en estos tiempos difíciles. Oremos.
6. Para que nuestros proyectos para el nuevo año cuenten con la
bendición de Dios y podamos llevarlos a cabo para bien nuestro.
Oremos.

Presentación de las Ofrendas

Agradecidos con Dios llevamos al altar las ofrendas de pan y vino, así como
nuestras ilusiones y esperanzas para el nuevo año.

Comunión
El Verbo de Dios se hizo carne, y habitó entre nosotros. Y quiso vivir siempre
entre nosotros, quedándose en el Pan y el Vino, que hoy podemos comer
acercándonos a comulgar. Lo hacemos con devoción y cantando todos

Final
La misa ha terminado y el año también está cerca de finalizar. Pero la
historia sigue y nosotros estamos llamados a ser protagonistas. Con el
compromiso de ser mejores cristianos en este nuevo año, vayamos a
nuestros hogares a contagiar de alegría y esperanza a todos los que nos
rodean.