Está en la página 1de 22

LOS VALORES DE QUECHUAS Y AYMARAS EN EL ÁMBITO DE

LAS PRINCIPALES CIUDADES

1) Los Valores

Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan
su manera de ser y orientan su conducta.

Los valores involucran nuestros sentimientos y emociones. Valores, actitudes y


conducta están relacionados. Son creencias o convicciones de que algo es
preferible y digno de aprecio. Una actitud es una disposición a actuar de
acuerdo a determinadas creencias, sentimientos y valores. A su vez las
actitudes se expresan en comportamientos y opiniones que se manifiestan *de
manera espontánea.

Los valores se jerarquizan por criterios de importancia. Cada persona


construye su escala de valores personales, esto quiere decir que las personas
preferimos unos valores a otros. Los valores más importantes de la persona
forman parten de su identidad, orientan sus decisiones frente a sus deseos e
impulsos y fortalecen su sentido del deber ser.

Cada persona, de acuerdo a sus experiencias construye un sentido propio de


los valores. Aunque a todos nos enseñen que la honestidad es algo deseable, y
aunque todos lo aceptamos como cierto, la interpretación que haremos de este
valor, el sentido que le encontraremos en nuestra vida, será diferente para
cada persona.

Los valores y su jerarquización pueden cambiar a lo largo de la vida. Están


relacionados con los intereses y necesidades de las personas a lo largo de su
desarrollo. Los valores de los niños pequeños están definidos en buena medida
por sus necesidades de subsistencia y por la búsqueda de aprobación de sus
padres: sustento biológico, amor filial. Los adolescentes guían sus valores
personales por su necesidad de experimentación y autonomía: amistad,
libertad. Mientras que en la edad adulta se plantean nuevas prioridades: salud,
éxito profesional, responsabilidad. Algunos valores permanecen a lo largo de la
vida de las personas.

2) Los valores y Espiritualidad Andina

Abordar el tema de los valores es reflexionar sobre el accionar de nuestra vida


y destino, acerca de lo que somos y lo que queremos ser, como personas,
familia, país, humanidad; es decir, mediante un diálogo nos ponemos de
acuerdo sobre nuestros principios comunes y nuestras metas colectivas, en el
que las palabras son la guía hacía el mundo de los valores, principios que nos
hacen mantener posiciones, nos caracteriza como seres humanos; cuando
decimos que los valores son guías de la conducta de la persona, está
constituye una manera de ser y hacer, una guía para nosotros en todos y cada
uno de nuestros actos, los valores buscan asegurar la existencia del individuo,
es como una brújula que nos orienta hacia la búsqueda de metas en nuestra
vida, dan significado a nuestra actividad, nos permite mantener una coherencia
mental, es así que todas las personas poseen valores, sin distinción de
procedencia social, económica o religiosa.

Los valores tiene una función social es el de asegurar la convivencia y el


respeto mutuo, cuando se piensa en una comunidad valoramos una forma de
agrupación o la valoración de la vida en sociedad. Los valores se aprenden en
contacto con las personas significativas en nuestra vida, es decir aquella
persona que te deja huellas profundas, estas pueden ser tus padres,
profesores, los que nos enseñan el amor, la esperanza, honestidad.

Los valores son los parámetros invisibles realizados en sentido positivo, son
bienes cuyo valor puede ser calculado por la madurez, en realidad miden el
grado de armonía y equilibrio en que se desenvuelve una sociedad en su diario
trajinar por alcanzar el desarrollo y la paz social. Los valores o parámetros
sociales que los pueblos practican con entereza humildad, fraternidad y
solidaridad, agudizando su inteligencia, ejercitando su voluntad, logran alcanzar
los objetivos que les permiten vivir en paz, compartiendo el bienestar imbuidos
de tolerancia respetando la vida y la libertad.
Las creencias y las practicas espirituales se manifiesta en armonía con el
naturaleza, la tierra se encuentra ocupada por hombres y mujeres, así como
también por seres vivos de la naturaleza que habitan en ella, y no se puede
tocar y pisotear y desalojar sin pedir permiso, por ello es fundamental el
solicitar un permiso especial, para realizar uso de esa tierra, donde se va a
construir una habitación, podremos hacer muchas cosas, siempre y cuando se
pida el permiso mediante un acto ceremonioso.

Hay grandes valores en la cultura andina: sus lenguas (quechua y aymara), los
valores comunitarios, el respeto a la naturaleza y a la tierra, la facilidad para
descubrir lo “sagrado” en el cosmos, la reciprocidad, la solidaridad, los valores
familiares, las reglas morales y la fe y confianza en Dios de estos pueblos que
les ha dado tan gran dignidad y resistencia ante el desprecio de los poderosos
y las injusticias a  que ha estado sometida. La cultura andina coexiste hoy en
condiciones desiguales con la llamada cultura globalizada, que amenaza con
marginar a los económicamente más débiles.

La religiosidad del altiplano nace desde tiempo inmemorial y sigue viva como
tal, aunque iluminada desde hace varios siglos por la luz de Cristo. Destaca su
sabiduría, expresada a través de narraciones y relatos míticos. Experimenta la
presencia cósmica de lo divino, donde todo el universo está vivo y tiene un
sentido sagrado. Se relaciona permanentemente con el mundo sobrenatural a
través de un sinnúmero de seres y representaciones más concretas y variadas.
Todo va en pareja, como complemento de lo opuesto, de ahí que Dios sea
padre y madre inseparablemente. Las fiestas religiosas expresan el anhelo de
un mundo sin carencias, destacando los valores de comunidad, reciprocidad y
armonía. Ahí se percibe la Buena Nueva, en la que el pobre queda incluido.

En el mundo aymara y quechua todo tiene su espíritu tutelar: los ajayus, que


rodean al ser humano por todas partes (ispalla, espíritu de las plantas; illa,
espíritu de los animales; tio, espíritu de los minerales; kunturmamani, espíritu
de la vivienda; illapa, espíritu del cosmos; marani, espíritu de los cerros; uywiri,
espíritu de la  humanidad; qutaawichu, espíritu de las aguas; riwutus, lugar de
la otra vida).
3) Los Quechua

Quechua es un etnónimo empleado para designar algunos pueblos indígenas


distribuidos en Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú. El nombre
deriva del quechua, familia de lenguas extendido por gran parte de la región
cordillerana y relacionada a la cultura incaica.

El quechua o quichua es una familia de lenguas originaria de los Andes


centrales que se extiende por la parte occidental de Sudamérica a través de
siete países. Es hablada por entre 8 y 10 millones de personas y es la familia
lingüística más extendida en Bolivia, Perú y Ecuador después de la
indoeuropea.

Algunas propiedades comunes de las lenguas de esta familia son la morfología


aglutinante y el uso de importantes números de sufijos que se unen a raíces
regulares apara formar palabras con una gran plasticidad de significados. Entre
sus características gramaticales notables se incluyen la conjugación bipersonal
(los verbos concuerdan con el sujeto y el objeto), evidencialidad (indicación de
la fuente y la veracidad del conocimiento expresado), una partícula de tópico y
sufijos que indican quién se beneficia de una acción y de la actitud del hablante
al respecto, aunque algunas lenguas y variedades pueden carecer de algunas
de estas características.

El quechua habría tenido su origen en una lengua de la región central y


occidental del Perú. Esta protolengua habría generado dos variantes a
mediados del I milenio las cuales a su vez originaron las dos ramas de la
familia que fueron extendiéndose y diversificándose a través del territorio
andino en oleadas sucesivas desplazando o superponiéndose muchas veces a
un sustrato aimaraico precedente. Hacia el siglo XV, el llamado quechua
clásico se convirtió en una importante lengua vehicular del Antiguo Perú y fue
adoptado como lengua oficial por el Estado incaico. Esta variante fue la lengua
más importante empleada para la catequesis de los indígenas durante la
colonia. A inicios del siglo XX, el quechua sufrió un retroceso por el avance del
español a través de la escolarización del medio rural.
En habla cotidiana, es común mencionar al quechua como una lengua natural,
a pesar de que los quechuas hablantes son conscientes de la divergencia
interna del mismo, comparable al de las lenguas eslavas o las lenguas
romances. A mediados del siglo XVII quedó extendido el mito de que las
formas diferentes al quechua de la corte cuzqueña serían corrupciones del
quechua. En la ideología indigenista, el quechua cuzqueño –no ya el clásico,
sino el moderno– llegaron a considerarse como el quechua prístino. En la
década de 1960, los estudios sistemáticos de las variedades menos
documentadas a la época de la familia fundamentaron la existencia de lenguas
separadas dentro del quechua.

Conocemos actualmente como pueblos quechuas a un conjunto grande y


diverso de poblaciones andinas de larga data, que tienen como idioma materno
el quechua, en sus distintas variedades. Entre los distintos pueblos quechuas,
se pueden ubicar los chopcca, los chankas, los huancas, los huaylas, los
kanas, los q’ero y los cañaris. Juntas, estas poblaciones constituyen una parte
mayoritaria de la población indígena en el Perú.

Los pueblos quechuas son poseedores de una cultura compleja y avanzada


tecnológicamente, que se caracterizó por su gran adaptación a las condiciones
geográficas y climáticas de esta región (Bonavía 1991). Esto les fue posible
gracias a sofisticadas formas de aprovechamiento económico del territorio y a
políticas de articulación entre diversos grupos (Lumbreras 1983; Murra 1978,
2002). Se trataba de pueblos de agricultores avanzados y de ganaderos de
altura, cultivadores y criadores de especies que no eran conocidas en otras
partes del mundo hasta la conquista y la creación del virreinato. Desarrollaron
además numerosas técnicas en cerámica, en tejidos, metalurgia, arquitectura,
medicina, agricultura, constituyendo una compleja civilización que fue parte
central del Imperio Inca (Mayer y Bolton 1980).

En la actualidad, estos pueblos viven principalmente en la sierra del Perú y en


países vecinos como Bolivia y Ecuador. No obstante, existe un importante
grupo de población con lengua materna quechua que por diversos motivos ha
emigrado a las ciudades capitales de departamentos. Frente a la escasa
información oficial que el Estado peruano ha producido con relación a los
pueblos indígenas andinos, la lengua indígena como idioma materno es un
elemento clave que ha contribuido a la identificación de estos pueblos. No
obstante, es importante precisar que la lengua no constituye el único elemento
a considerar para la identificación de pueblos indígenas y que tampoco es una
condición imprescindible.

Finalmente, el Ministerio de Cultura, en cumplimiento de función de elaborar y


actualizar la Base de Datos Oficial de Pueblos Indígenas u Originarios, ha
recopilado información secundaria que ahonda sobre la historia, instituciones
distintivas y prácticas ancestrales de los pueblos quechuas. Este instrumento
incluirá progresivamente, en los próximos meses, información histórica y
cultural relevante sobre diferentes pueblos quechuas.

3.1) Valores Quechuas

a) AMA SUA (No seas Ladrón): Ser integro en la vida cotidiana: Es la


práctica de la honestidad en la sociedad y cultura quechua; la práctica
de no robar es la base ética de los quechuas; robar, enajenar, estafar a
los otros es cuasi la perdida de la ciudadanía dentro de la sociedad
quechua.

b) AMA LLULLA (No seas Mentiroso): Expresar siempre la verdad: La


mentira constituye un delito en la sociedad quechua, la expresión verbal
del quechua siempre está ligado a la verdad, la palabra es más
importante que el papel escrito; la verdad expresada, constituye un
mandato obligatorio en las relaciones sociales, económicas y políticas
de los quechuas.

c) AMA QUELLA (No seas Ocioso): Se un buen trabajador: La flojera y


pereza dentro de los quechuas es castigado, se trabaja desde los dos
años hasta la muerte, sin vacaciones ni jubilaciones, porque el trabajo es
considerado como recreativo en la sociedad quechua, quien no practica
la laboriosidad en la vida cotidiana de los quechuas, es un ser humanos
marginado.
“Los principios del Ama Sua (No seas ladrón), Ama Llulla (No seas
mentiroso) y Ama Quella (No seas flojo) fueron adoptados por
la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Así lo informó el embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, a través


de un tuit. El país altiplánico fue el que presentó la propuesta.

Estos preceptos en quechua están también incorporados en la nueva


constitución boliviana y según informa la cadena El Deber la propuesta surgió
de la Cancillería boliviana. Estos lineamientos morales que ahora están en la
ONU vienen impregnados en nuestra cultura desde la época de los Incas.

El presidente Evo Morales se pronunció antes de conocerse que la propuesta


boliviana tuvo éxito: "Estoy convencido que los pueblos del mundo
aprobarán estos valores que nos dejaron nuestros antepasados, esta ley
cósmica debe ser aprobada".

3.2) Principios Quechuas

a) El ayni (reciprocidad entre los miembros de la comunidad).


La reciprocidad y la complementariedad, conceptos de la cultura andina,
se practican diariamente.

El AYNI es un sistema económico-social que las culturas aymaras y


quechuas practican hasta hoy en día para vivir en armonía y equilibrio
para bien de la comunidad. Está basado en la reciprocidad y
complementariedad. Un ejemplo es, cuando varios miembros de la
comunidad siembra las tierras de un compañero junto con este y luego
este compañero debe pagar su AYNI, sembrando las tierras de las
personas que trabajaron junto a él.  Los indígenas aymaras y quechuas
lo siguen practicando en su vida diaria.
La reciprocidad en el ayni andino significa que, cada acto o actividad de
una persona condiciona o es consecuencia del acto de otra persona, así
en todo momento estamos dando y recibiendo. Así en Ayni , si el
productor recibe una capacitación o sugerencia para mejorar la técnica y
hacer productos de calidad, el productor responderá haciendo estos
productos y Ayni   le hará un pago que equivalga a ese su esfuerzo o
calidad , luego el productor cumplirá puntualmente en la entrega de los
productos con la calidad acordada lo que lleva a que los clientes
compren más y empiece otra vez el proceso. Parece lógico, pero romper
el equilibrio de la reciprocidad es fácil cuando alguna de las personas no
cumple con su compromiso, o siente que ha dado más esfuerzo que otra
persona, por ello es importante estar comunicados siempre. Cuando la
reciprocidad  se aplica todo el tiempo se logra la armonía en el trabajo y
sostenibilidad.

La complementariedad en Ayni es el motor de la organización. Este


concepto aymara y quechua indica que los opuestos no deben luchar
entre sí sino entenderse e integrarse para un bien en común. Tenemos
dos opuestos en Ayni: producción y comercialización. Hemos aprendido
con estos años que cada una de estas actividades es muy compleja y
ardua, ya sea produzcas o vendas. Si un productor experto quiere
aprender los sistemas de comercialización actuales se frustra fácilmente
pues requiere mucho tiempo y capacidad, igual si un comercializador
experto quiere el mismo producir tendrá que invertir mucho tiempo para
aprender la técnica, por eso el principio de complementariedad funciona
tan bien en Ayni porque tenemos expertos productores y expertos
comercializadores que trabajan juntos, unos dependiendo y controlando
a los otros, bajo el principio de reciprocidad.

b) El yachay (saber).
c) El munay (amor).
d) El llank’ay (trabajo).
4) Los Quechua en el ámbito de las principales ciudades

El crecimiento de la población urbana más intenso que se ha vivido en todo el


mundo es el que se presenta desde mediados del siglo pasado. En tanto que la
economía mundial se volvió internacional y creció en tamaño, las ciudades
alrededor del mundo crecieron a pasos agigantados. Un reciente informe de
Hábitat dice que el paso de una economía basada en la agricultura a una
economía industrial y basada en los servicios ha causado un movimiento
irreversible hacia las ciudades y la urbanización de las zonas rurales.

En América Latina el proceso de crecimiento de las ciudades se vio impactada


por el intenso proceso migratorio desde el campo hacia las ciudades ocurrido
desde mediados del siglo pasado, conllevando a la alta concentración de la
población urbana. Este fenómeno migratorio se vio dinamizado por el ingreso a
la transición demográfica debido a la disminución de la mortalidad y el
incremento de la fecundidad, acelerándose el crecimiento poblacional y, como
consecuencia, la crisis en el campo. Este proceso llevó a la creciente
concentración de la población en las áreas urbanas, acelerándose también el
proceso de incremento de la cantidad de ciudades así como el crecimiento de
las mismas. Hoy en día, las áreas urbanas cuentan con un complejo sistema de
asentamientos que se van diferenciando por su tamaño, roles y organización.
Aunque no hay una definición precisa de ciudades, una primera característica
que resalta en ellas es su alta concentración poblacional, aunque su
clasificación dependerá en mucho del contexto nacional en el que se
encuentren.

Las ciudades concentran roles fundamentales para la sociedad. Además del rol
residencial que las caracteriza, estas tienen un rol económico, ya que se
considera a las ciudades “como nodos estratégicos de los circuitos
económicos, como espacios para el desarrollo de la competitividad y la
vocación productiva de la región. Luego el rol político, en tanto constituyen
espacios de concertación de poder y toma de decisiones, donde se generan las
relaciones institucionales, las relaciones con el mercado y el espacio para el
desarrollo de la ciudadanía; esto implica tres elementos vinculados:
descentralización, mercado y participación. Sigue el rol cultural, en la medida
que las ciudades constituyen escenarios privilegiados para la integración social,
para la representación colectiva y la construcción de un sentido de identidad y
pertenencia.

Es necesario destacar que por el principio de la economía de escala, la


concentración de la población en los conglomerados urbanos abarata y facilita
mayor acceso a los servicios básicos que en las áreas rurales. A pesar de
todos los problemas que tienen las ciudades y de la permanencia de
importantes grupos poblacionales en situaciones de pobreza e indigencia, en
promedio es más alto el acceso a los servicios de salud y menores las tasas de
mortalidad de niños, niñas y mujeres; mayores la asistencia escolar, el nivel
educativo y la población alfabeta; más extendido el acceso a vivienda y a
servicios básicos como, electricidad, agua y desagüe, etc.

El Perú en el último medio siglo se ha urbanizado plenamente, por las


migraciones internas, en la actualidad tres cuartas partes de la población
peruana viven en las ciudades, allí donde se desarrolla la industria, el comercio
y los servicios. La población mayoritariamente se ha volcado a las ciudades
imprimiéndole además, pujanza económica. La población que proviene
principalmente de las áreas rurales y de las pequeñas ciudades, villorrios y
centros poblados, tras un intenso proceso migratorio proveniente de los Andes,
preferentemente hacia las ciudades costeras y también hacia la selva, hacia el
llano amazónico. Primero a Lima, ahora una mega ciudad de más de 9 millones
de habitantes, también hacia ciudades de más de 500 mil habitantes como
Arequipa y Trujillo, al norte y sur costero, a ciudades de 100 mil a 500 mil
habitantes como: Chiclayo, Chimbote, Cusco, Ica, Iquitos, Juliaca, Piura,
Pucallpa, Puno, y a ciudades de 50 mil a 100 mil habitantes, entre las que
destaca Moquegua, Puerto Maldonado, ésta última, impulsada por el flujo
turístico hacia el Manu, la interconexión con el Brasil, a través de la carretera
interoceánica sur y también por la proliferación de la actividad minera artesanal,
tras el oro aluvial que arrastran los ríos.

Medio siglo por la crisis de la agricultura, principal actividad de ese ámbito, que
presionó al incremento de las migraciones internas, las mismas que han nutrido
en sobremanera el urbanismo en la realidad peruana, pero han despoblado
parte importante de las zonas rurales.

Así: “A pesar de todos los problemas que tienen las ciudades y de la


permanencia de importantes grupos poblacionales en situación de pobreza e
indigencia, en promedio, es más alto el acceso a los servicios de salud y
menores las tasas de mortalidad de niñas, niños y mujeres; mayores la
asistencia escolar, el nivel educativo y la población alfabeta; más extendido el
acceso a vivienda y a servicios básicos como electricidad, agua, desagüe, etc.
Es decir, las condiciones de vida suelen ser superiores en las ciudades”.
Definitivamente, el atractivo de las ciudades que permite mejorar las
condiciones de vida impulsó a cientos de pobladores a dejar el campo y
trasladarse a la ciudad, ello principalmente por la crisis de la agricultura, los
fallidos procesos de reforma agraria, y de otro lado, el repunte de la industria, el
comercio y los servicios urbanos.

Si uno observa el gráfico N° 02, puede apreciar el dinámico proceso de


urbanización que ha vivido el país en los últimos 70 años. Se aprecia la
paulatina disminución de la proporción de la población asentada en el campo,
en área rural, proceso reflejado por los Censos Nacionales de 1940, 1961,
1972, 1981, 1993 y 2007. La población rural en los años 70 representaba más
del 50% de la población total del país, bajó a 40% en el año 1981, a 30% en el
año 1993 y a 25% en el año 2007, se estima que para este año 2015 la
población asentada en el área rural apenas representará el 23% de la
población total.

La ciudad de Lima, en el último medio siglo ha crecido en forma explosiva


gracias a las migraciones internas configurando una gran una gran metrópoli.
En los últimos cincuenta años se ha expandido, hacia el norte, mirando a la
cercana Huaral, con el surgimiento de prósperos conglomerados en distritos
como Los Olivos, San Martín de Porres, de mucho emprendimiento provinciano
que sigue la huella de los primeros migrantes internos que se asentaron en el
distrito de Comas, creciendo hacia Puente Piedra, Zapallal, extendiéndose al
balneario de Ancón y más allá. Hacia el sur, en nuevos conglomerados urbanos
en distritos populares como San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo,
Villa el Salvador, hacia los balnearios del sur, en su extensión hasta los límites
con la provincia de Cañete. Hacia el este, con el más grande distrito del Perú y
de Sudamérica: San Juan de Lurigancho, poblado de migrantes internos, de
todo el país, Ate, Chaclacayo, Chosica, que va cambiando su clima en la
medida que se acerca a las alturas de San Mateo, hacia la puna o jalca, hacia
el corazón de la sierra central. También, hacia el mar, hacia el próspero primer
puerto peruano El Callao, con terrenos poblados que se extienden hacia la
populosa Ventanilla, Pachacutec.

4.1) Costumbres de los Quechuas en las ciudades.

a) Lengua Quechua:

La lengua es la forma más básica de comunicación, pero a la vez la más


importante, la que lleva el pensamiento  de toda una cultura, la que es capaz
de transmitir los fundamentos y los sentimientos más profundos del que
la habla. El quechua es una lengua que pertenece a nuestro pasado histórico,
pero que sigue viva en toda nuestra 
sierra, siendo una muestra viva del peruanismo.

En el Perú existen varios problemas, uno de ellos es la falta de integración en


su población, la cual presenta varias barreras, una de ellas es la cultural, y un
país que no está totalmente integrado está condenado a nunca  concretar su
desarrollo.

Por tal motivo es necesario que entendamos que es fundamental romper toda
barrera cultural que separa países  y sociedades para así lograr un Perú más
igualitario y libre de discriminación, el aprendizaje de un idioma no  sólo
significa el poder hablarlo sino el poder también comprender las costumbres y
estilo de vida de toda una  comunidad.

Los sentidos culturales imperantes en el país, tanto entre hispanohablantes


como quechua hablantes me atrevería a decir, suelen asociar el quechua a las
zonas rurales de la parte andina de nuestro país. En el mejor de los casos
imaginamos que en las ciudades de los andes también debe hablarse algo de
esta lengua, pero suponemos que de allí no se extiende a otras áreas urbanas
y modernas. El hispanohablante limeño, por ejemplo, proyecta su experiencia
cotidiana en la que aparentemente nadie habla quechua. Si en Lima
escuchamos alguito de quechua, esto ocurre en contextos y circunstancias muy
especiales: una fiesta provincial, una conversación de migrantes en el terminal
de buses, tal vez una broma en algún mercado popular o la intimidad de algún
hogar. Pero lo normal es lo contrario: escuchar sólo castellano todo el tiempo.
Castellano en la tele, castellano en la combi, en la radio, en los salones de
clase, castellano en los paraderos y en los restaurantes, castellano en todos
lados. Sin embargo el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática calcula
que más de medio millón de quechua hablantes vive en Lima. 549,145
personas son un montón y son el 9.6% de los habitantes de la ciudad. De
acuerdo a la Encuesta Nacional de Niveles de Vida del 2000, 11% de la
población que habla idiomas diferentes del castellano vive en Lima
Metropolitana, 30% de ellos en zonas urbanas en todo el país, y 28.7% de
quienes tienen lenguas maternas distintas del castellano y son mayores de 5
años ha nacido en una ciudad. ¡Las ciudades no les son extrañas! Cabe
suponer también que cerca de un tercio del quechua hablantes vive en zonas
urbanas. De hecho, aun cuando, algo más de 1 de cada 10 personas habla
quechua en Lima, muy rara vez se escucha hablar quechua en las calles de la
ciudad.
La ciudad de Lima conserva la mayor cantidad de quechua hablantes del Perú,
"uno no los escucha pero son quechua hablantes en silencio", dijo hoy Agustín
Panizo, asesor de la Dirección de Lenguas indígenas del Ministerio de Cultura.

El funcionario reveló que la capital del Perú tiene la mayor diversidad de


lenguas donde casi todas están representadas por los residentes de los
distintos distritos. "A ellos yo les diría en quechua "Ama penjacuychu Runa
simita rimaymanta".

b) Bailes

Danza de Tijeras (Ayacucho): La danza de tijeras es una danza originaria de la


región de Ayacucho cuyos instrumentos importantes son el violín y el arpa.

- “Pikichapiki” es similar al baile de las tijeras pero enseñado por la matriarca de


la familia.

c) Comidas Típicas:

- En fiestas tradicionales se cocina el cuy, en la ciudad, aunque no se realizaba


las dichas fiestas, de todas maneras lo cocinaban, recordando las fechas
festivos.

- En tiempos de octubre, coinciden con la cosecha del maíz, es por ello que se
prepara el “yamor”, actualmente van de visita a Ayacucho para consumir la
bebida.

d) Fiestas tradicionales (Cerro de Pasco)

- El 26 de Julio se celebra la fiesta patronal de Santa Ana, dura una semana.


Lo realizan 9 mayordomos.

- En Lima también celebran la misma fiesta en el distrito de Ate Vitarte con la


diferencia que solo dura un día.
5) LOS VALORES AYMARAS

La dualidad andina se entiende como la imagen de alguien reflejada en un


espejo, la oposición, la parte contraria pero a la vez complementaria del
individuo (que en principio es varón o masculino). A partir de ella es que surgen
la tripartición y cuatripartición en el aspecto político, religioso, geográfico, etc.

5.1) La complementariedad

La complementariedad ha sido indagada por los antropólogos que permiten


acercarnos a la cultura aymara y qhichwa, Jhon Víctor Murra (1975), el
concepto de complementariedad adquirió el carácter de artículo de fe que llevó
a un planteo ideal de relaciones de equidad y reciprocidad entre hombres y
mujeres. La representación masculina como femenina en el ritual connota
seriedad y seguridad de reciprocidad con los dioses; “cualquier decisión es
tomada en forma conjunta, ya sea para conseguir ayuda para la siembra,
cosecha, fiesta, lo normal es que vayan juntos a solicitar ayuda”.

Este accionar va más allá del pedido de ayuda, por cuanto cualquier accionar
que requiera de la otra parentela, siempre acuden ambos, y quienes
decepcionaban también son en pareja, para la seriedad y garantía del
cumplimiento. De lo contrario la aceptación de una sola persona conlleva
inseguridad. La pareja es la base fundamental en la cultura aymara, porque la
reciprocidad, dualidad y complementariedad es un principio fundamental en la
cosmovisión andina. Se manifiesta en las prácticas económicas, sociales,
políticas y culturales. Así en las de género humano tenemos: hombre-mujer,
tío-tía, tata-mama, achachila-awicha. En el género animal: macho-hembra.

5.2) La equidad

En la estructura de organización andina, el rol de mama talla, si bien la


convierte en autoridad a la mujer, al igual que el varón; sin embargo el ejercicio
de administración y poder, le corresponde al varón y no así a la mujer; es un
ejemplo que nos muestra como en el plano simbólico funciona la equidad, pero
en la práctica de ejercicio de roles y tareas, la mujer desempeña un rol pasivo,
que efectivamente su imagen aparece en el plano ritual, por lo tanto los
espacios son claramente definidos. Existe un dicho que el camino para el
hombre es amplio, en cambio para la mujer angosto y con muchas
restricciones.

5.3) Valores sociales ancestrales

En el campo de los valores sociales será menester referirnos a aquellos que


fueron normas de vida de nuestros ancestros, y que hoy cobra plenitud frente a
la desvalorización de la sociedad. Enseñar el arte de los tejidos y confección de
diferentes prendas de vestir, era una forma de transmitir valores estéticos, pero
también sociales, encolcando a la plore, desde la infancia, autoabastecerse,
como indicativo de un desarrollo endógeno. El respeto por los mayores, la
naturaleza, los animales, plantas, ríos, montañas y todo lo creado por los
dioses andinos, principios fundamentales para la organización social.
Paralelamente al desarrollo de estos valores, se intensificaba el desarrollo de la
actividad tecnológica primaria, como Por ej.: en el campo alimentario, técnicas
de transformación de MATERIA PRIMA. La domesticación de la papa y las más
de 300 variedades, diseminadas en todo territorio boliviano. La deshidratación
de la papa, trae consigo la fabricación del chuño y la tunta, cuyos procesos
responden a la sabiduría andina; la oca, producto: la caya, el disecado de la
carne de llama y otros: la chalona, el charque, el maíz seco, tostado, la quinua
mezclada con otros productos: k’ispiña, la p’asanqalla.

5.4) El respeto, fundamento de la complementariedad dual


Es el valor que ha sido de vital importancia para sostener la cultura andina,
tanto la quechua como la aymara usaron el respeto como base del bienestar de
una sociedad tan prospera como la conocimos.

Desde tiempos inmemoriales las comunidades originarias andinas han


practicado la complementariedad basado en la pareja divina como principio
fundamental. Esto se aplicaba no solo en la vida del género humano, sino en la
de todos los seres y ámbitos que tienen que ver con la existencia del planeta y
el cosmos. Para los aymara y quechuas, la vida de todos los seres se basa
fundamentalmente en leyes cósmicas, sujeta a las leyes de la naturaleza, vale
decir, inclusive la vida y existencia de los seres humanos no estaba regida por
leyes elaboradas o pensadas por el ser humano.

El respeto mutuo y la capacidad de convivencia entre todos es parte de su


naturaleza. Por ello nunca vamos a ver conflictos entre el aire y el sol, entre la
tierra y el universo entre la noche y el día, entre las plantas y los animales, o
conflictos entre plantas, entre animales que signifiquen el exterminio del otro, y
aun entre los humanos, no se veían los excesos entre seres de la misma
especie como en la actualidad. Como resultado de estos excesos en la especie
humana, los descendientes portadores de aquella manera de ver el mundo hoy
estamos sumidos en el más abyecto abandono y ostracismo.

5.5) El chacha – Warmi y el JaqIchasiña

Chacha es identidad de género de hombre casado, así también warmies de


mujer casada; no se nombra warmia una niña o a muchacha joven, como
tampoco chacha a un varón soltero.

Los atributos de Chacha y Warmi están ligados a la función de reproducción


biológica de la especie y al rol social del ayllu. En la interacción de chacha-
warmi existen pautas que orientan la dualidad e individualidad, dándole sentido
a la acepción de panipacha y sus relaciones con el mundo interior y exterior.

En concordancia a los valores aymara, la interacción conyugal implica el


sentido de solidaridad, reciprocidad e igualdad de categoría de sus
componentes, para enfrentar el mundo exterior. De este modo, las
interacciones no se producen en el vacío ni al azar, sino que obedecen a
modelos con valores propios de la cultura. Cada persona aymara está
regulada por pautas dadas por la familia y la sociedad, por lo que la
reciprocidad y complementariedad forman parte de los valores y se hacen
efectivas en la distribución y equilibrio de las tareas, que van cargadas de
valores materiales y espirituales de la persona.

En servicios, la esposa debe brindar a su esposo con un poncho tejido por ella,
mientras el esposo debe brindar con una manta tejida por él, lo cual responde a
la reciprocidad aymara. Cada componente de una comunidad se define y
percibe como una entidad con normas prescritas por la sociedad, en que
prevalecen los valores propios como: tolerancia mutua, el respeto a los
mayores, creencia, solidaridad, etc., que implica afinidad y coherencia entre los
miembros del matrimonio, con roles y posiciones estables en el paradigma
aymara. Respecto a la división de tareas, en el modelo aymara la mujer está
ubicada en la misma categoría que el hombre, ambos componentes situados
en el mismo 'nivel', donde cada uno ejerce sus roles, siendo ambas partes
esenciales en chacha-warmi. De ahí que las decisiones sean compartidas entre
ambos componentes.
En el mundo Aymara se prioriza siempre lo comunitario frente a lo individual, la
existencia del individuo es plena solo cuando vive en comunidad, no hay lugar
para la exclusión, sino solo para la complementariedad. Tenemos pues, una
cosmovisión que es integradora, comunitaria e incluyente, por eso considerar a
la mujer y al hombre en forma aislada una del otro, es una desviación del
feminismo y del masculinismo exacerbados, una forma individualista que dista
mucho de nuestra forma de pensar.

Los Aymara conciben a la pareja en matrimonio como un principio perenne y


fundamental de nuestra sociedad, por ello la dualidad complementaria forma
parte de la institucionalidad Andina, es el nervio motor del restablecimiento de
la fuerza ancestral, de ahí la condición y naturaleza sagrada que le asignamos.

5.6) El origen de la justicia comunitaria

Se basa en la forma de existencia de la comunidad. Es la más importante


donde trasciende lo individual; la comunidad es el pilar fundamental para la
existencia común, unidad; no solamente del individuo, sino en conjunto a la
madre tierra, la cual está conectada con la Pacha, que genera justicia de la
vida.

5.7) Principios que sostienen la justicia


a) Principio de la vida: Es el principal elemento de respeto, porque los
pueblos indígenas casi siempre han respetado toda clase de vida, éstos
podían ser vidas inertes y no inertes.
b) Principio de la naturaleza: Para nuestros pueblos la Naturaleza forma
parte de su familia, una forma de vivir en determinado lugar, está
familiarizado con la naturaleza.
c) Principio de comunitario: Todo hacen en conjunto para solucionar, los
problemas que se hacen comunitariamente, donde participan las
personas, la naturaleza, etcétera.
d) Principio de reciprocidad: Cuando un hermano se encuentra en
problemas, la comunidad no escatima en apoyar y ayudar para
solucionar su problema.

Vivir bien (Suma Qamaña)

Vivir bien, es la vida en la plenitud, saber vivir en armonía y equilibrio, en


armonía con los ciclos de la madre tierra, del cosmos de la vida y de la
historia, y en equilibrio con todo forma de existencia. Justamente es en
camino y el horizonte de la comunidad, implica primero saber vivir y luego
convivir con la madre tierra naturaleza, vivir bien significa comprender entre
todas que el deterioro de una especie es el conjunto.

Principios para vivir bien

El pueblo aymara ha guardado los siguientes principios para vivir bien o vivir
en plenitud.

➢ Suma Manqaña – Saber comer

➢ Suma umaña- saber beber

➢ Suma thokoña –saber danzar

➢ Suma ikiña – saber dormir

➢ Suma Irnakaña – saber trabajar


➢ Suma lupina – saber meditar

➢ Suma amuyaña – saber pensar

➢ Suma munañamunayasiña –saber amar y ser Amado

➢ Suma istaña – saber escuchar

➢ Suma Aruskipaña – saber hablar

➢ Suma Samkasiña – saber soñar

➢ Suma Sarnakaña – saber caminar

➢ Suma Churaña Suma Katukaña – saber dar y saber recibir

Suma Manqaña. Saber comer, saber alimentarse, no es equivalente no


llenar el estómago, es importante escoger alimentos sanos, cada una nueva
se ayuna, y en la transmisión del mano ciclo solar se debe ayunar cinco
días Dos días antes y dos días después del WillcaUru, día del los solsticio
del invierno .En la cosmovisión andina todo viví y necesita alimento, es por
eso que a través de los ofrendas damos alimentos también en la madre
tierra, a los montañas, a los Ríos. La madre tierra nos da alimentos que
requerimos por eso debemos comer el alimento del época, del tiempo y el
alimento del lugar.

Suma umaña- saber beber. Saber beber antes de beber se inicia con
ch,alla dando de beber a La pachamama, a los achachilas, a las awichas
beber tomar challa complementarse (Chuymarmantaña) chuymatapsuña,
chuymatsartañajawirjamsarantañataqi entrar al corazón, sacar del corazón y
imirkir del corazón para fluir y caminar como el RIO.

Suma thokoña –saber danzar. Saber danzar, entrar en relación conexión


cósmica telúrica, toda actividad debe realizarse con dimensión espiritual.

Suma ikiña – saber dormir. Saber dormir, se tiene que dormir dos días, es
decir antas de la media noche, para tener los dos energías de la noche y al
día siguiente, energía de dos días. En el hemisferio se tiene que dormir la
cabeza al norte los pies al sur, en el hemisferio.
Suma Irnakaña – saber trabajar. Saber trabajar, para el indígena originario
el trabajo no es suficiente, es alegría, debemos realizar la actividad con
pación intensamente (Sintipacha)

Suma lupina – saber meditar. Meditar entrar en un proceso introspección


el silencio equilibra y armoniza, el equilibrio se restablece a través de
silencio de uno amuqi y se conecta al equilibrio y el silencio del entorno, el
silencio de se conecta con el silencio del entorno Ch´uju con la interacción
emerge la Calama y la tranquilidad.

Suma amuyaña – saber pensar. Saber pensar es la reflexión desde lo


racional, desde el sentir uno de los principios aymaras nos dice janpiqarmt
´asachuymanthakipsarantañani (sin perder la razón caminemos la senda del
corazón)

Suma munañamunayasiña –saber amar y ser amado. Saber amar y ser


amado el proceso complementario warmi chacha, es el respeto a todo lo
que existe genera la relación armónica.

Suma istaña – saber escuchar. Saber escuchar, con los iodos, es percibir
sentir escuchar para dialogar y construir ideas positivas.

Suma Aruskipaña – saber hablar. Hablar bien antes de hablar, pensar


bien, es una construcción para adelantar para adoptar las ideas
constructivas.

Suma Samkasiña – saber soñar. Saber sonar partimos del princicpio de


todo empieza desde el sueño por lo tanto el sueño es el inicio de la realidad
atraves del sueño percibimos la vida, es proyectar la vida.

Suma Sarnakaña – saber caminar. Saber caminar no existe el cansancio


para el que sabe caminar debemos estar conscientes de que uno nunca
camina solo, caminamos con la madre naturaleza, padre sol, madre luna,
con los ancestros y con otros seres de la naturaleza.

Suma Churaña Suma Katukaña – saber dar y saber recibir. Saber dar
saber recibir reconocer que la vida es la unión de muchas seres y de
muchas fuerzas, es la vida todo fluye, recibimos y damos; la interacción de
los las dos fuerzas genera vida, dar con bendición; agradecimiento, por todo
los que recibimos.

BIBLIOGRAFÍA

 https://www.fundaciontelevisa.org/valores/que-son-los-valores
 http://www.ops.org.bo/textocompleto/pi31193.pdf
 Ministerio de Cultura
 Revista Adsis, López Alfonso
 http://rpp.pe/lima/actualidad/ama-sua-ama-llulla-y-ama-quella-son-ahora-
principios-de-la-onu-noticia-835474
 http://aynibolivia.com/shop/blog/ayni-bolivia/
 http://www.radiosangabriel.org.bo/?p=cultura&mod=historia&lang=es
 http://www.oimperu.org/sitehome/sites/default/files/Documentos/03-03-
2015_Publicacion%20Migraciones%20Internas_OIM.PDF

También podría gustarte