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Reavívanos
OTRA VEZ
#JornadaDe21Días
Unión Peruana del Norte
Editado e impreso por la UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN
en su Centro de Aplicación Editorial Imprenta Unión
Km 19 Carr. Central, Ñaña, Lima, Perú.
Tel.: (01) 618-6301 Telefax: (01) 618-6354
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Impreso en el Perú
Printed in Peru
Febrero 2022
TABLA DE
CONTENIDO
Introducción 5
Conclusión 159
INTRODUCCIÓN
|5|
este. Es por ello que debes sacar un tiempo durante el día o por las
noches para realizar la lectura de cada día y luego reunir a tu fami-
lia para presentarles la esencia de lo aprendido y tomar la decisión
juntos de ser reavivados.
Por otro lado, es mi deseo que esta jornada sea una oportuni-
dad para levantar el altar familiar por las noches y establecer este
tiempo con tu familia para adorar a Dios y buscar el reavivamiento
deseado y prometido previo a la segunda venida de Jesús.
|6|
La oración
y el reavivamiento
“SI MI PUEBLO SE HUMILLA, Y ORA, Y BUSCA
MI ROSTRO, Y SE ARREPIENTE DE SUS
DÍA 1
Ŷ6ȣȕȢdzȜȲdzȶȯɂdzȶȽǜǜȕǜȢȲǜǩȆȣȜ
ǯdzǨdzdzȶȯdzȲǜȲȶdzɂȜȲdzǜɍȆɍǜțȆdzȜȽȢŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
/DQDUUDFL³QGH+HFKRVHVVHQFLOOD5HdžUL©QGRVHDORVSULPHURV
discípulos, declara: “Todos estos perseveraban unánimes en ora-
ción y ruego” (Hech. 1:14). En respuesta a estas oraciones llenas de
fe, el Espíritu Santo fue derramado poderosamente en el Pentecos-
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tés. Tres mil personas fueron bautizadas en un día. Y el registro de-
clara: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comu-
nión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”
(Hech. 2:42). Estos primeros cristianos se unieron en oraciones que
transformaron al mundo. “Cuando hubieron orado, el lugar en que
estaban congregados tembló” (Hech. 4:31). Los discípulos se dedi-
caban continuamente a la oración (Hech. 6:4), y grandes fueron los
resultados. Por medio de la oración, Pedro fue llevado a la casa de
Cornelio, un gentil, y esto abrió un nuevo panorama a la predicación
del evangelio (Hech. 10:1-33). Cuando la iglesia primitiva se unió en
oración, Dios envió a un ángel del cielo para sacar a Pedro de la
cárcel (Hech. 12:5-19). La oración era parte integral del poder de las
iglesias del Nuevo Testamento.
:: LA ORACIÓN EN EL COMIENZO
DEL MOVIMIENTO ADVENTISTA
|8|
Al creer que la segunda venida de Cristo era inminente, estos pri-
meros adventistas humillaban su corazón, confesaban sus pecados
e intercedían por sus familiares, por sus amigos y por las comuni-
dades. Hay un grado elevado de certidumbre en relación con el rea-
vivamiento genuino. La oración inicia el reavivamiento. La oración
sostiene el reavivamiento. La oración alimenta el reavivamiento y la
oración sigue al reavivamiento.
|9|
Elena de White declara una verdad similar sobre el poder de la
oración:
Ŷ$ȕȶȢȜȆǯȢǯdzȕǜȢȲǜǩȆȣȜǽdzȲɍȆdzȜȽdzȽȢǯǜȕǜȃɂdzȶȽdzǯdz6ǜȽǜȜǝȶ
ȽȆdzțǨȕǜŷTestimonios para la iglesia,Ƚȯ
/DRUDFL³QDEUHQXHVWUDYLGDDOSRGHUSXULdžFDGRUGH'LRV'X-
rante la oración, el Espíritu Santo nos hace una radiografía del alma.
| 10 |
Percibimos pecados ocultos y defectos de carácter que impiden que
seamos los testigos poderosos que él desea que seamos. La oración
nos conduce a una relación íntima con Jesús. En la oración, abrimos
nuestra mente a la conducción del Espíritu Santo. Buscamos su sa-
biduría, no la nuestra.
/D RUDFL³Q HV HO DUPD SDUD YHQFHU ORV SRGHUHV GHO LQdžHUQR Ŷ/DV
armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para
la destrucción de fortalezas” (2 Cor. 10:4). Por medio de la oración, da-
mos permiso a Dios para que obre poderosamente en nuestro favor. A
medida que oramos, Dios derrama su Espíritu sobre nosotros. Pode-
PRVWHQHUDEVROXWDFRQdžDQ]DHQTXHFXDQGRYHQLPRVD'LRV©ORLU¡
nuestras peticiones, y mucho más cuando pedimos su Santo Espíritu.
| 11 |
Jesús nunca estaba demasiado ocupado como para no orar. Su
agenda no estaba tan llena como para no poder dedicar tiempo a su
Padre en comunión. Nunca tenía tanto que hacer que tuviera que
entrar y salir apresuradamente de la presencia de su Padre. Jesús
salía de estos momentos íntimos con Dios con nueva fuerza espi-
ritual. Estaba lleno de poder porque dedicaba tiempo a la oración.
Ŷ0ɂǩȃȢȶǜɂȜdzȜȶɂȶțȢțdzȜȽȢȶǯdzǯdzɍȢǩȆȣȜȜȢȲdzǩȆǨdzȜȕǜǨdzȜ-
ǯȆǩȆȣȜǯdzȕǜɍdzȲǯǜǯdzȲǜǩȢțɂȜȆȣȜǩȢȜ'ȆȢȶ(ȶȽǝȜǯdzțǜȶȆǜǯȢ
ǜȯɂȲǜǯȢȶ&ȢȜȯǜȶȢȶȯȲdzȶɂȲȢȶȢȶȯdzȜdzȽȲǜȜdzȜȕǜǜțȢȲȢȶǜȯȲdz-
ȶdzȜǩȆǜǯdz&ȲȆȶȽȢɔȶdzǯdzȽȆdzȜdzȜȽǜȕɍdzəɂȜțȢțdzȜȽȢǯdzȜȽȲȢǯdz
dzȶdz ȲdzǩȆȜȽȢ ȶǜǾȲǜǯȢ ȯdzȲȢ ȜȢ dzȶȯdzȲǜȜ ȶɂ ǩȢȜȶdzȐȢ 1Ȣ ȽȆdzȜdzȜ
ȽȆdzțȯȢȯǜȲǜȯdzȲțǜȜdzǩdzȲǩȢȜdzȕǯȆɍȆȜȢ0ǜdzȶȽȲȢ9ɂdzȕɍdzȜǩȢȜ
ȶɂȶȯȲdzȢǩɂȯǜǩȆȢȜdzȶǜȕȽȲǜǨǜȐȢŷ/ǜ(ǯɂǩǜǩȆȣȜȯ
| 12 |
De rodillas, en ruego a Dios, experimentaremos milagros. Vere-
mos la mano de Dios de un modo milagroso. Tal como Jesús, sal-
dremos de estos encuentros de oración refrescados y vigorizados.
Sentiremos que Dios obra por medio de nuestras oraciones para
transformar también la vida de los que nos rodean.
¿Desea vivenciar una nueva experiencia espiritual? ¿Está cansa-
do de la complacencia espiritual? ¿Anhela un reavivamiento espiri-
tual en su vida, familia e iglesia? Recuerda esta promesa de Jesús:
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vues-
tros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo
a los que se lo pidan?” (Luc. 11:13).
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 13 |
El Espíritu Santo
y el reavivamiento
“NO VENCERÁS CON EJÉRCITO,
DÍA 2
Ŷ(ȕǨǜɂȽȆȶțȢǯdzȕ(ȶȯȈȲȆȽɂ6ǜȜȽȢȽǜȕǩȢțȢdzȜdzȕǯȈǜǯdz
3dzȜȽdzǩȢȶȽǴȶǩȢȜǯɂǩȆȲǝǜɂȜȲdzǜɍȆɍǜțȆdzȜȽȢ
ǯdzȕǜȲdzȕȆǾȆȣȜɍdzȲǯǜǯdzȲǜɔǜȕǜȲdzǜȕȆəǜǩȆȣȜ
ǯdzțɂǩȃǜȶȢǨȲǜȶțǜȲǜɍȆȕȕȢȶǜȶŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 14 |
Desgraciadamente, muchos cristianos, en iglesias de todo el
mundo, no tienen una comprensión clara de quién es el Espíritu
Santo o cuál es su obra en sus vidas. El Dr. Bill Bright, el fundador y
H[SUHVLGHQWHGH&DPSXV&UXVDGHIRU&KULVW>&UX]DGDXQLYHUVLWDULD
SRU&ULVWR@VH±DODTXHVXRUJDQL]DFL³QKDHQFXHVWDGRDŶPLOHVGH
cristianos en iglesias alrededor del mundo” y, tristemente, “cerca de
un 95 por ciento de los encuestados indica que tiene poco conoci-
miento acerca de quién es el Espíritu Santo o por qué existe”.
En su libro The Secret: How to Live with Purpose and Power >(O VH-
FUHWR&³PRYLYLUFRQSURS³VLWR\SRGHU@HO'U%ULJKWFRPSDUWHVXV
convicciones más profundas acerca de la vida cristiana en estas pa-
labras: “Estoy personalmente convencido de que si los cristianos de
hoy entendieran mejor las enseñanzas básicas de la Biblia sobre el
Espíritu Santo y lo invitaran a derramar su poder en sus vidas cada
día, experimentarían gozo y satisfacción personal sin precedentes.
Más aún, nuestro testimonio verbal y no verbal a favor de Jesucristo
arrasaría el mundo” (p. 34).
| 15 |
:: ¿QUIÉN ES EL ESPÍRITU SANTO?
| 16 |
El Espíritu Santo vino con la plenitud del poder divino a los pri-
meros discípulos en Pentecostés. El plan del Cielo es que el Espíritu
Santo venga con la plenitud del poder divino sobre todo creyente.
| 17 |
Piénselo. Es verdaderamente maravilloso. Nuestra unión actual
con Jesús, por medio del Espíritu Santo, puede ser más estrecha que
si hubiéramos sido uno de sus discípulos hace dos mil años. Podemos
tener, hoy, una relación más íntima con Jesús, por medio de su Santo
Espíritu, que la que tenían sus seguidores antes del Pentecostés.
:: EL ESPÍRITU SANTO ES
NUESTRO AYUDADOR PERSONAL
| 18 |
¿Ha estado usted alguna vez cerca de alguien que ha sido golpea-
do por la tragedia y el dolor, y sin embargo parecía irradiar una paz
sobrenatural en medio de su tristeza? Es muy probable que el Espí-
ritu Santo, el Amigo que trae alivio y consuelo a todos los creyen-
tes, more en su corazón. El Espíritu Santo no nos libra de nuestros
dolores pero, en medio de nuestro dolor, tenemos a Uno que está a
nuestro lado, un Amigo que nos da la paz que sobrepasa todo enten-
dimiento. El Espíritu Santo es nuestro Consolador personal, quien
puede darnos fuerza sobrenatural, valor y paz cuando todo parece
desplomarse a nuestro alrededor.
| 19 |
verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su pro-
pia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las
cosas que habrán de venir”. Cuando leemos la Palabra de Dios, el
Espíritu Santo es nuestro Maestro personal para instruirnos en los
caminos de la eternidad. No hay una verdad que necesitemos saber
que el Espíritu Santo no sea capaz de enseñarnos. La única manera
de entender la Palabra de Dios es por medio del Espíritu Santo.
Juan 16:13 describe al Espíritu Santo como aquel que nos guía. En
Isaías 58:11, Dios promete: “Jehová te pastoreará siempre”. El Salmo
32:8 añade: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes
DQGDUVREUHWLdžMDU©PLVRMRVŷ
| 20 |
Sea cual fuere la manera en que Dios nos guía, lo hace a través de su
Espíritu Santo. El Espíritu Santo traerá reavivamiento a nuestra vida.
Ŷ(ȕ ǨǜɂȽȆȶțȢ ǯdzȕ (ȶȯȈȲȆȽɂ 6ǜȜȽȢ Ƚǜȕ ǩȢțȢ dzȜ dzȕ ǯȈǜ ǯdz
3dzȜȽdzǩȢȶȽǴȶ ǩȢȜǯɂǩȆȲǝ ǜ ɂȜ ȲdzǜɍȆɍǜțȆdzȜȽȢ ǯdz ȕǜ ȲdzȕȆǾȆȣȜ
ɍdzȲǯǜǯdzȲǜɔǜȕǜȲdzǜȕȆəǜǩȆȣȜǯdzțɂǩȃǜȶȢǨȲǜȶțǜȲǜɍȆȕȕȢȶǜȶŷ
(Mensajes Selectos,Ƚȯ
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
Estos 21 días me comprometo a orar cada día por tres personas espe-
FdžFDVHQPLFXOWRSHUVRQDOIDPLOLDUHVDPLJRVYHFLQRVRFRPSD±HURV
de trabajo). Así como Moisés rogó por su pueblo, Daniel intercedió por
Israel, Jesús oró por Pedro y Pablo oró por los cristianos de Éfeso, Filipo
\&RORVDVPHFRPSURPHWRDVHUHVSHFdžFRSRUHOORVHQPLVRUDFLRQHV
1.
2.
3.
| 21 |
El reavivamiento
prometido
“ALEGRAOS Y GOZAOS EN JEHOVÁ VUESTRO
DIOS; PORQUE OS HA DADO LA PRIMERA
DÍA 3
Ŷ(ȶȽǜȢǨȲǜȶdzȲǝȶdzțdzȐǜȜȽdzǜȕǜȱɂdzȶdzȲdzǜȕȆəȣdzȜdzȕǯȈǜ
ǯdz3dzȜȽdzǩȢȶȽǴȶ&ȢțȢȕǜųȕȕɂɍȆǜȽdzțȯȲǜȜǜŴǽɂdzǯǜǯǜdzȜ
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țȆȜȆȶȽdzȲȆȢdzɍǜȜǾǴȕȆǩȢȯǜȲǜȃǜǩdzȲǩȲdzǩdzȲȕǜȯȲdzǩȆȢȶǜ
ȶdzțȆȕȕǜǜȶȈȕǜųȕȕɂɍȆǜȽǜȲǯȈǜŴȶdzȲǝǯǜǯǜǜȕǽȆȜǜȕǯdzǯȆǩȃȢ
țȆȜȆȶȽdzȲȆȢȯǜȲǜȃǜǩdzȲțǜǯɂȲǜȲȕǜǩȢȶdzǩȃǜŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 22 |
Un desconocido bien vestido pasó por allí, pero se detuvo y re-
gresó para escuchar al anciano, cuyos ojos cansados buscaban en su
rostro una señal de caridad. Sin embargo, en lugar de ofrecer el es-
perado centavo, el desconocido le pidió su violín. Lo ayudaría con la
ejecución de una pieza musical.
Los dedos torpes, entumecidos por el frío, entregaron el viejo
LQVWUXPHQWR /DV PDQRV K¡ELOHV GHO GHVFRQRFLGR DdžQDURQ FXLGD-
GRVDPHQWHHOYLROQ\FRPHQ]DURQDWRFDUXQDPHORGDPDJQdžFD
Pronto, la gente se detuvo a escuchar. Al principio eran unas pocas
personas; pero, a medida que las ondas melodiosas surcaban los ai-
res, la gente se fue acercando: primero, un puñado; luego, un gran
grupo. La música era irresistible.
Una densa multitud ahora se apiñaba en el extremo del puente
de Londres, y se detuvo el tránsito. Una moneda de plata tras otra
caía en la caja abierta del violín. Una dulce melodía había reempla-
zado los arañazos cansinos del mendigo. Y el rumor corrió entre la
multitud: “Son las manos del maestro Paganini las que tocan el vio-
lín del viejo pordiosero”.
| 23 |
El diablo entiende estas profecías; por lo tanto, en el último
tiempo antes de la venida de Jesús obrará con todo su poder. Pre-
sentará sus más grandes engaños. El diablo engañará a millones de
personas mediante un falso reavivamiento religioso, con señales,
maravillas y milagros. Pero, el extraordinario poder de las tinieblas
despertará el gran poder de lo Alto. Satanás obrará, pero la obra de
Dios será mucho más poderosa.
(OºOWLPROLEURGHOD%LEOLDGHVFULEHODUHYHODFL³QdžQDOGHO'LRVGH
la gloria con estas palabras: “Después de esto vi a otro ángel descen-
der del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria”
(Apoc. 18:1).
/D%LEOLDVHUHdžHUHDHVWHUHDYLYDPLHQWRSRGHURVRFRPRHOGH-
rramamiento de la lluvia tardía. La lluvia temprana y la lluvia tardía
VRQH[SUHVLRQHVTXHVHUHdžHUHQDXQDSDUWHGHOFLFORGHODDJULFXO-
tura de Israel. La lluvia temprana regaba la semilla que había sido
SODQWDGD\ODD\XGDEDDJHUPLQDU/DOOXYLDWDUGDFDDDOdžQDOGHOFL-
clo agrícola, para madurar el grano y llevarlo a la cosecha. Sin lluvia
WDUGDQRKDEDFRVHFKDdžQDO/DOOXYLDWDUGDHVXQRGHORVVPERORV
en la Biblia, del derramamiento del Espíritu Santo en los últimos
días. El Espíritu Santo da poder al pueblo de Dios para realizar la
tarea de predicar el evangelio a todo el mundo antes de que Jesús
venga por segunda vez.
| 24 |
Joel, el profeta del Antiguo Testamento, añade esta promesa:
“Alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la
primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia
temprana y tardía como al principio” (Joel 2:23).
Históricamente, la lluvia temprana cayó en Pentecostés. Tres mil
personas fueron bautizadas en un día en un solo lugar. La Palabra
de Dios dice que este número es moderado respecto de lo que ha de
venir. Si viera a tres mil personas bautizadas en un solo día y en un
solo lugar en América del Norte, no creo que hablaría de un “mode-
rado” derramamiento del Espíritu. ¿Y usted? Pero, el punto aquí es
que la lluvia temprana es moderada en comparación con la lluvia
tardía venidera.
| 25 |
Ŷ9dzȜǯȲǝȜ ȶȆdzȲɍȢȶ ǯdz 'ȆȢȶ ǩȢȜ ȶdzțǨȕǜȜȽdzȶ ȆȕɂțȆȜǜǯȢȶ ɔ
ȲdzȶȯȕǜȜǯdzǩȆdzȜȽdzȶǯdzȶǜȜȽǜǩȢȜȶǜǾȲǜǩȆȣȜɔȶdzǜȯȲdzȶɂȲǜȲǝȜ
ǯdz ȕɂǾǜȲ dzȜ ȕɂǾǜȲ ȯǜȲǜ ȯȲȢǩȕǜțǜȲ dzȕ țdzȜȶǜȐdz ǩdzȕdzȶȽȆǜȕ
0Ȇȕdzȶ ǯdz ɍȢǩdzȶ ȯȲdzǯȆǩǜȲǝȜ dzȕ țdzȜȶǜȐdz ȯȢȲ ȽȢǯǜ ȕǜ 7ȆdzȲȲǜ
6dz ȲdzǜȕȆəǜȲǝȜ țȆȕǜǾȲȢȶ ȕȢȶ dzȜǽdzȲțȢȶ ȶǜȜǜȲǝȜ ɔ ȶȆǾȜȢȶ
ɔ ȯȲȢǯȆǾȆȢȶ ȶdzǾɂȆȲǝȜ ǜ ȕȢȶ ǩȲdzɔdzȜȽdzȶ 6ǜȽǜȜǝȶ ȽǜțǨȆǴȜ
dzǽdzǩȽɂǜȲǝȶɂȶǽǜȕȶȢȶțȆȕǜǾȲȢȶǜȕȯɂȜȽȢǯdzȃǜǩdzȲǩǜdzȲǽɂdzǾȢ
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dzȜǩȢȜȽȲǜǯdzȕǜɍdzȲǯǜǯŷȆǨȆǯȯȯ
| 26 |
No hay nada más importante para nosotros, personalmente o
para la iglesia en su conjunto, que buscar el derramamiento del Es-
píritu Santo en el reavivamiento enviado por el Cielo: No hay nada
más importante para nosotros, personalmente o para la iglesia en
su conjunto, que buscar el derramamiento del Espíritu Santo en el
reavivamiento enviado por el Cielo: “Un reavivamiento de la ver-
dadera piedad entre nosotros es la mayor y más urgente de todas
nuestras necesidades. El buscar esto debe ser nuestro primer traba-
jo” (Servicio Cristiano, p. 53).
| 27 |
:: EL ESPÍRITU SANTO EN LA VIDA DEL CREYENTE
LO INSTA A COMPARTIR
+D\WRGDYDRWURDVSHFWRGHOUHDYLYDPLHQWR\ODWHVWLdžFDFL³Q/D
WHVWLdžFDFL³QQRVRORHVHOUHVXOWDGRGHOUHDYLYDPLHQWRVLQRWDPEL©Q
FRQGXFHDOUHDYLYDPLHQWR/DWHVWLdžFDFL³QHVXQRGHORVPHGLRVXWL-
lizados por Dios para reanimar un corazón espiritualmente indife-
rente.
(OOLEUR/RVKHFKRVGHORVDS³VWROHVWHVWLdžFDŶ/DIXHU]DSDUDUHVLV-
tir al mal se obtiene mejor mediante el servicio agresivo” (p. 86). Elena
de White añade:
Ŷ$ ǽȆȜ ǯdz ȱɂdz ȯȢǯǜțȢȶ ǯdzȶǜȲȲȢȕȕǜȲ ɂȜ ǩǜȲǝǩȽdzȲ ǩȢțȢ dzȕ ǯdz
&ȲȆȶȽȢ ǯdzǨdzțȢȶ ȯǜȲȽȆǩȆȯǜȲ dzȜ ȶɂ ȢǨȲǜŷ El Deseado de Todas las
Gentes,ȯ
| 28 |
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 29 |
Requisitos
para recibir la
lluvia tardía
DÍA 4
Ŷ1ȢȽȆdzȜdzȕȈțȆȽdzȕǜɂȽȆȕȆǯǜǯǯdzȕȢȶȱɂdz
ȯȢȜdzȜdzȕɔȢǜɂȜȕǜǯȢȱɂdzȯdzȲțȆȽdzȜȢǨȲǜȲ
ǜȕ(ȶȯȈȲȆȽɂ6ǜȜȽȢȶȢǨȲdzȶɂǩȢȲǜəȣȜɔɍȆɍdzȜɂȜǜɍȆǯǜ
ǩȢțȯȕdzȽǜțdzȜȽdzǩȢȜȶǜǾȲǜǯǜǜ'ȆȢȶŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 30 |
Los discípulos se sintieron impotentes sin el Espíritu. Se dieron
cuenta de que la tarea era demasiado desalentadora sin el de-
rramamiento del poder del cielo. Sin la presencia del Espíritu
en sus vidas, en la plenitud de su poder, no podían derrotar a las
IXHU]DVGHOLQdžHUQR
2. Un corazón indiviso.8VWHGSXHGHSUHJXQWDUVHŶ4X©VLJQLdžFD
esto?” Un corazón indiviso es un corazón totalmente dedicado
a Jesús. Es un corazón completamente leal a él. Es una persona
que anhela hacer la voluntad de Dios. La vida de Jesús es el mo-
delo de una vida llena del Espíritu. El capítulo 3 de Lucas des-
cribe la escena de su bautismo: “Aconteció que cuando todo el
pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el
cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma
corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú
eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia” (Luc. 3:21, 22).
| 31 |
En Lucas 4:18, el Salvador declara: “El Espíritu del Señor está
VREUHPŷ(VWDIDVFLQDQWHDdžUPDFL³QGHO3DGUHHQHOEDXWLVPR
de Jesús abre nuevos horizontes de comprensión acerca de la
recepción del Espíritu. En el bautismo, el Padre habló desde el
cielo, y declaró: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacen-
cia” (Luc. 3:22).
Día tras día, Jesús permite que tengamos varias pruebas espiri-
tuales. Cada experiencia es una oportunidad para descubrir lo
que hay en nuestros corazones. Él revela cosas que no sabíamos
acerca de nosotros mismos. Su gran deseo es que estas pruebas
nos lleven a arrodillarnos y orar: “Señor, no sabía lo que estaba
dentro de mí. Nunca supe que era parte de mi naturaleza. Por
favor, líbrame de la esclavitud de este hábito o de esta actitud
HVSHFdžFD'HEXHQDJUDGRODFRQdžHVR\ODHQWUHJRDWLŷ
| 32 |
:: EN CONEXIÓN CON LA FUENTE DE PODER
| 33 |
hace mi alma de ansiedad; susténtame según tu palabra” (Sal.
119:28). “Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu
SDODEUDŷ6DOŶ'HdžHQGHPLFDXVD\UHGPHPHYLYLIFD-
me con tu palabra” (Sal. 119:154). El salmista entiende claramen-
te que el fundamento mismo del reavivamiento es la Palabra de
Dios. El Espíritu Santo nos transforma cuando nos encontramos
con Jesús en las palabras de la Escritura. Frente a las tremendas
tentaciones del enemigo en el desierto, Jesús declaró enfática-
mente: “Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de
toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4). El Maestro
agregó, en Juan 6:63: “Las palabras que yo os he hablado son es-
píritu y son vida”.
(O(VSULWX6DQWRLJX\HDWUDY©VGHOD3DODEUDGH'LRVSDUDOOHQDU
nuestras vidas. Estar lleno del Espíritu es estar lleno de la Pala-
bra de Dios. Las vidas henchidas del Espíritu son guiadas por la
Palabra, instruidas por la Palabra y fortalecidas por la Palabra.
$O DEULU ODV S¡JLQDV GH OD (VFULWXUD VRPRV VDQWLdžFDGRV SRU OD
Palabra y transformados por la Palabra. Cuando absorbemos
las enseñanzas de la Palabra de Dios, autorizamos al Espíritu
Santo a que llene nuestras vidas con su presencia y su poder.
| 34 |
Elena de White nos da este consejo práctico:
Ŷ3ȢȜǾǜȜ ǜ ɂȜ ȕǜǯȢ ȕȢȶ ǩȲȆȶȽȆǜȜȢȶ ȶɂȶ ǯȆȶdzȜȶȆȢȜdzȶ ɔ
dzȜȽȲǴǾɂdzȜȶdzǜ'ȆȢȶȯǜȲǜȶǜȕɍǜȲǜȕȢȶȯdzȲǯȆǯȢȶ3ȆǯǜȜǩȢȜ
ǽdz ȕǜ ǨdzȜǯȆǩȆȣȜ ɔ ȕǜ ȲdzǩȆǨȆȲǝȜ (ȕ ǯdzȲȲǜțǜțȆdzȜȽȢ ǯdzȕ
(ȶȯȈȲȆȽɂdzȜȕȢȶǯȈǜȶǜȯȢȶȽȣȕȆǩȢȶǽɂdzȕǜųȕȕɂɍȆǜȽdzțȯȲǜȜǜŴ
ɔǾȕȢȲȆȢȶȢǽɂdzdzȕȲdzȶɂȕȽǜǯȢ3dzȲȢȕǜȕȕɂɍȆǜųȽǜȲǯȈǜŴȶdzȲǝ
țǝȶǜǨɂȜǯǜȜȽdzŷEl Deseado de todas los Gentes,ȯ
| 35 |
les dio el poder, a los discípulos, para ser testigos. Dios envía su
poder para que podamos proclamar su mensaje. Él lo da para
que podamos bendecir a otros.
Mucha gente mira hacia el futuro esperando algún gran
derramamiento del Espíritu Santo. Pero, la lluvia del Espíritu
puede caer hoy en nuestras vidas. Ahora es el momento de pe-
dirle a Dios un reavivamiento espiritual. Si este reavivamiento
ha de comenzar, debe comenzar en el corazón de cada uno de
nosotros. Ahora es el momento de compartir el amor y la gracia
de Jesús con los demás. Cuanto más compartimos su amor con
los demás, el Espíritu Santo más nos llena con la gracia de Dios,
para compartirla.
El reavivamiento está vinculado con nuestro compromiso
con los demás. A causa de que es “más bienaventurado dar que
recibir”, nosotros somos los más bendecidos, pues comparti-
mos el amor de Jesús y la verdad. Elena de White hace esta no-
table declaración:
Ŷ6Ȇ ȕǜ ǽȲȆǜȕǯǜǯ ɔ ȕǜ ȆȜǯȆǽdzȲdzȜǩȆǜ ȶdz ȃǜȜ ǜȯȢǯdzȲǜǯȢ ǯdz
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ȯȆdzȲǯdzȜ dzȜ ȶɂȶ ȯdzǩǜǯȢȶ dzȶȽǝ ǯȆȶțȆȜɂɔdzȜǯȢ dzȶ ȃȢȲǜ ǯdz
ȱɂdzȶdzǩȢȜɍȆdzȲȽǜ6ɂțdzȐȢȲȢȯǩȆȣȜȶdzȲǝǩȢțȯȲȢțdzȽdzȲȶdz
ǯdz ɂȜǜ ɍdzə dzȜ dzȕ dzȶǽɂdzȲəȢ ȯdzȲȶȢȜǜȕ ǯdz ȶǜȕɍǜȲ ǜ ȢȽȲȢȶ
$ȕ ǨdzȜǯdzǩȆȲ ǜ ȢȽȲȢȶ ɂȶȽdzǯ ȶdzȲǝ ǨdzȜǯdzǩȆǯȢŷ Review and
Herald, ǯdzȐɂȜȆȢǯdz
| 36 |
tros, diciendo: “Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia”,
en todos los aspectos de nuestras vidas. En la experiencia del reavi-
vamiento, el Espíritu Santo cambia la manera en que pensamos. Él
realiza una nueva obra en nuestras vidas. Se da un nuevo despertar
espiritual en nuestros corazones. Sentimos hambre por las cosas de
Dios. ¿Cómo somos transformados para ser más semejantes a Jesús?
El apóstol Pablo lo explica de esta manera: “Por tanto, nosotros to-
dos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Se-
ñor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen,
como por el Espíritu del Señor” (2 Cor. 3:18). El apóstol Santiago aña-
de que somos transformados por “la palabra implantada” (Sant. 1:21).
Tomando como base esta cita del espíritu de profecía que dice:
Ŷ6HUDEXHQRTXHFDGDGDGHGLF¡VHPRVXQDKRUDGHUHLJH[L³QDOD
contemplación de la vida de Cristo. Deberíamos tomarla punto por
punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, es-
SHFLDOPHQWHGHODVdžQDOHVŷEl Deseado de todas las gentes, p. 63)
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 37 |
El reavivamiento
y la terminación
de la obra - 1
“Y SERÁ PREDICADO ESTE EVANGELIO
DÍA 5
Ŷ'dzǨdzȲȈǜțȢȶȢȲǜȲȽǜȜǽdzȲɍȆdzȜȽdzțdzȜȽdz
ȯȢȲdzȕǯdzȶǩdzȜȶȢǯdzȕ(ȶȯȈȲȆȽɂ6ǜȜȽȢǩȢțȢȕȢȶ
ǯȆȶǩȈȯɂȕȢȶȢȲǜȲȢȜdzȜdzȕ'Ȉǜǯdz3dzȜȽdzǩȢȶȽǴȶŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 38 |
¿Cómo se terminará la obra de Dios en esta Tierra?
¿Es posible que el evangelio, predicado en el contexto del men-
saje de los tres ángeles, circunde el globo en un período de tiempo
relativamente corto?
¿Qué nos dará el gran impulso que anhelamos para proclamar
el evangelio?
¿Cuándo veremos el cumplimiento de las palabras de Jesús: “Y
será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para tes-
WLPRQLRDWRGDVODVQDFLRQHV\HQWRQFHVYHQGU¡HOdžQŷ0DW"
:: LA MISIÓN ES DE DIOS
| 39 |
manifestó con tal fuerza que el evangelio alcanzó los lugares más
remotos de la Tierra en una sola generación.
| 40 |
Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vues-
tros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre
mis siervas en aquellos días derramaré mi Espíritu, y profetizarán”
(Hech. 2:17, 18; el énfasis ha sido añadido).
| 41 |
La promesa del Espíritu es para usted. Es para mí. Es para la igle-
sia a la que usted asiste y para su Asociación; para su Unión, para su
División y para la Asociación General. La promesa es universalmen-
te abarcadora. Es nuestra. Podemos reclamarla hoy. Jesús desea lle-
narnos con el poder de su Espíritu. Su promesa es para este tiempo,
en este lugar, aquí y ahora. Esto nos lleva a considerar dos preguntas
fundamentales: Primero: ¿cómo podemos recibir personalmente esta
unción del Espíritu Santo? Segundo: ¿cómo puede la iglesia, en forma
corporativa, recibir el poderoso derramamiento del Espíritu Santo?
| 42 |
del Espíritu Santo. No es que Dios no reconozca nuestra necesidad
del Espíritu Santo para terminar su obra. Nosotros no reconocemos
totalmente nuestra necesidad. ¿Será posible que algunas veces ha-
yamos sustituido el poder del Espíritu Santo por planes humanos,
métodos y organización? Y no decimos que estos no sean impor-
tantes. Pongamos atención a esta poderosa declaración, fruto de la
inspiración divina:
Ŷ1ȢǯdzȶǩǜȜȶdzȜȶǜȽȆȶǽdzǩȃȢȶǯdzȱɂdzdzȜdzȕȽȲǜȜȶǩɂȲȶȢǩȢțɃȜǯdz
ȕǜȶ dzȶȽǜǩȆȢȜdzȶ ȕǜ ȕȕɂɍȆǜ ǩǜdzȲǝ 3ȈǯǜȜȕǜ (ȕ ǩȲdzǩȆțȆdzȜȽȢ ɔ ȕǜ
țǜǯɂȲǜǩȆȣȜǯdzȕǜȶdzțȆȕȕǜȜȢǯdzȶǩǜȜȶǜȜȶȢǨȲdzdzȕǜǾȲȆǩɂȕȽȢȲ
6ȢȕȢ'ȆȢȶȯɂdzǯdzȃǜǩdzȲțǜǯɂȲǜȲȕǜǩȢȶdzǩȃǜ3dzȲȢȶdzȲdzȱɂȆdzȲdz
ȕǜ ǩȢȢȯdzȲǜǩȆȣȜ ǯdzȕ ȃȢțǨȲdz /ǜ ȢǨȲǜ ǯdz 'ȆȢȶ ǯdzțǜȜǯǜ ǯdz
ȜȢȶȢȽȲȢȶ ȕǜ ǜǩǩȆȣȜ ǯdz ȕǜ țdzȜȽdz ɔ dzȕ dzȐdzȲǩȆǩȆȢ ǯdz ȜɂdzȶȽȲǜ ǽdz
'dzǨdzțȢȶ ǨɂȶǩǜȲ ȶɂȶ ǽǜɍȢȲdzȶ ǯdz ȽȢǯȢ ǩȢȲǜəȣȜ ȯǜȲǜ ȱɂdz ȕǜȶ
ȕȕɂɍȆǜȶǯdzǾȲǜǩȆǜǩǜȆǾǜȜȶȢǨȲdzȜȢȶȢȽȲȢȶŷRecibiréis Poder, ȯ
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
Me comprometo a:
1. Pedirle de rodillas a Dios que limpie mi vida de todo pecado que
impida su santa presencia.
2. Dedicar cada día unos 20 minutos para orar por el bautismo del Es-
píritu Santo. No cesar hasta tener el Espíritu Santo en mi vida.
3. Levantar el altar del culto familiar en las mañanas y por las noches.
Establecer junto a mi familia los mejores horarios para este tiempo
especial con Dios y prepararnos para un verdadero reavivamiento
en familia.
| 43 |
El reavivamiento
y la terminación
de la obra - 2
DÍA 6
Ŷ/ȢȶɍdzȲǯǜǯdzȲȢȶɔȶȆȜǩdzȲȢȶȃȆȐȢȶǯdz'ȆȢȶ
ȲdzǩȆǨȈǜȜǾȲǜȜǯdzȶǨdzȜǯȆǩȆȢȜdzȶ2ȈȕǜȶǜȕǜǨǜȜəǜȶɔ
ȕǜȶǜǩǩȆȢȜdzȶǯdzǾȲǜǩȆǜȶȯǜȲdzǩȈǜɂȜǜȲdzǽȢȲțǜ
ǜȜǝȕȢǾǜǜȕǜǯdzȕǜȡȢŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 44 |
El Espíritu de Dios terminará la obra; el Espíritu de Dios hablando y
sirviendo a través de hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo”
(40 Days Prayers and Devotions to Prepare for the Second Coming, 88).
| 45 |
Cuando se le preguntó a Evan Roberts, el gran líder del reaviva-
miento de Gales, cuáles eran los pasos para experimentar un rea-
vivamiento espiritual poderoso, él respondió: “Realmente, es muy
sencillo”.
| 46 |
Elena de White resume bellamente este concepto con las si-
guientes palabras:
Ŷ3ȢȜǾǜȜ ȕȢȶ ǩȲdzɔdzȜȽdzȶ ǜ ɂȜ ȕǜǯȢ ȽȢǯǜ ǯȆȶdzȜȶȆȣȜ ɔ
dzȜȽȲǴǾɂdzȜȶdzǜ'ȆȢȶȯǜȲǜȕǜȶǜȕɍǜǩȆȣȜǯdzȕȢȶȯdzȲǯȆǯȢȶ3ȆǯǜȜ
ǩȢȜǽdzȕǜȯȲȢțdzȽȆǯǜǨdzȜǯȆǩȆȣȜɔdzȕȕǜɍdzȜǯȲǝŷServicio Cristiano
(džFD]ȯ
| 47 |
Dios triunfará sobre todos los poderes del mal. Las fuerzas del
LQdžHUQRQRLPSHGLU¡QHOFXPSOLPLHQWRGHVXSODQ(OHYDQJHOLRDO-
FDQ]DU¡ORVFRQdžQHVGHOD7LHUUD&LHQWRVGHPLOHVDFHSWDU¡QD-HVºV
\VXYHUGDGHQODVKRUDVdžQDOHVGHODKLVWRULDGHHVWDWLHUUD
(Q ODV HVFHQDV džQDOHV GH OD KLVWRULD GH OD 7LHUUD 'LRV XVDU¡ D
los pastores y a los laicos en un último movimiento para alcanzar
DOPXQGRFRQVXPHQVDMHGHOWLHPSRGHOdžQ8QDLJOHVLDUHDYLYDGD
XQLdžFDGD SRU VX DPRU GDU¡ WHVWLPRQLR GH VX JORULD +H DTX XQD
profecía de lo que vendrá:
| 48 |
Ŷ(Ȝ ɍȆȶȆȢȜdzȶ ǯdz ȕǜ ȜȢǩȃdz ȯǜȶȣ ǯdzȕǜȜȽdz ǯdz țȈ ɂȜ ǾȲǜȜ
țȢɍȆțȆdzȜȽȢǯdzȲdzǽȢȲțǜdzȜdzȕȶdzȜȢǯdzȕȯɂdzǨȕȢǯdz'ȆȢȶ0ɂǩȃȢȶ
ǜȕǜǨǜǨǜȜǜ'ȆȢȶ/ȢȶdzȜǽdzȲțȢȶdzȲǜȜȶǜȜǜǯȢȶɔȶdzdzǽdzǩȽɂǜǨǜȜ
ȢȽȲȢȶțȆȕǜǾȲȢȶ6dzǜǯɍdzȲȽȈǜɂȜdzȶȯȈȲȆȽɂǯdzȢȲǜǩȆȣȜǩȢțȢȕȢ
ȃɂǨȢǜȜȽdzȶǯdzȕǾȲǜȜǯȈǜǯdz3dzȜȽdzǩȢȶȽǴȶ6dzɍdzȈǜȜǩdzȜȽdzȜǜȲdzȶ
ɔ țȆȕdzȶ ǯdz ȯdzȲȶȢȜǜȶ ɍȆȶȆȽǜȜǯȢ ȕǜȶ ǽǜțȆȕȆǜȶ ɔ dzɓȯȕȆǩǝȜǯȢȕdzȶ
ȕǜ3ǜȕǜǨȲǜǯdz'ȆȢȶ/ȢȶǩȢȲǜəȢȜdzȶdzȲǜȜǩȢȜɍdzȜǩȆǯȢȶȯȢȲdzȕ
ȯȢǯdzȲ ǯdzȕ (ȶȯȈȲȆȽɂ 6ǜȜȽȢ ɔ ȶdz țǜȜȆǽdzȶȽǜǨǜ ɂȜ dzȶȯȈȲȆȽɂ ǯdz
ȶȆȜǩdzȲǜ ǩȢȜɍdzȲȶȆȣȜ (Ȝ ȽȢǯǜȶ ȯǜȲȽdzȶ ȕǜȶ ȯɂdzȲȽǜȶ ȶdz ǜǨȲȈǜȜ
ǯdzȯǜȲdzȜȯǜȲȯǜȲǜȕǜȯȲȢǩȕǜțǜǩȆȣȜǯdzȕǜɍdzȲǯǜǯ(ȕțɂȜǯȢ
ȯǜȲdzǩȈǜȆȕɂțȆȜǜǯȢȯȢȲȕǜȆȜǽȕɂdzȜǩȆǜǯȆɍȆȜǜ/ȢȶɍdzȲǯǜǯdzȲȢȶ
ɔȶȆȜǩdzȲȢȶȃȆȐȢȶǯdz'ȆȢȶȲdzǩȆǨȈǜȜǾȲǜȜǯdzȶǨdzȜǯȆǩȆȢȜdzȶ2Ȉȕǜȶ
ǜȕǜǨǜȜəǜȶ ɔ ȕǜȶ ǜǩǩȆȢȜdzȶ ǯdz ǾȲǜǩȆǜȶ ȯǜȲdzǩȈǜ ɂȜǜ ȲdzǽȢȲțǜ
ǜȜǝȕȢǾǜǜȕǜǯdzȕǜȡȢŷJoyas de los Testimonios,Ƚȯ
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
Me comprometo a:
1. 6HJXLURUDQGRSRUODVWUHVSHUVRQDVHVSHFdžFDVGHPLOLVWDGHRUD-
ción con las cuales compartiré el mensaje del amor divino.
2. Compartir con estas personas un folleto o algún libro que contenga
ODYHUGDGSUHVHQWHHLQYLWDUORVDPHGLWDUHQVXFRQWHQLGRFRQHOdžQ
de despertar el interés en el estudio de la Biblia.
3. En el momento apropiado invitaré a estas personas a estudiar la Bi-
blia o a unirse a algún grupo de estudio de la Biblia.
4. Involucrar a mi familia en esta acción para así cumplir la misión
juntos. En caso de que aún no estén en la misma fe, oraré para que
pronto ellos abracen esta verdad.
| 49 |
La Reforma
es inseparable del
Reavivamiento
DÍA 7
Ŷ+ȢțǨȲdzȶɔțɂȐdzȲdzȶǯdzǨdzȜǯdzȶȯdzȲȽǜȲɔȶdzȜȽȆȲ
ȶɂȢǨȕȆǾǜǩȆȣȜǯdzǯȢțȆȜǜȲȶdzǜȶȈțȆȶțȢȶ
ȶɂȜdzǩdzȶȆǯǜǯǯdzȶdzȲȯɂȲȢȶɔȕȆǨdzȲȽǜǯȢȶǯdzȽȢǯȢǜȯdzȽȆȽȢ
ǯdzȯȲǜɍǜȜȽdzɔǯdzȽȢǯȢȃǝǨȆȽȢdzȜɍȆȕdzǩdzǯȢȲ+ǜȜǯdz
ȲdzǩȢȜȢǩdzȲȱɂdzȽȢǯǜȶȕǜȶǽǜǩɂȕȽǜǯdzȶǯdzȶɂțdzȜȽdzɔǯdzȶɂ
ǩɂdzȲȯȢȶȢȜǯȢȜdzȶǯdz'ȆȢȶɔȱɂdzǯdzǨdzȜǩȢȜȶdzȲɍǜȲȕǜȶdzȜ
ȕǜțdzȐȢȲǩȢȜǯȆǩȆȣȜȯȢȶȆǨȕdzȯǜȲǜȶdzȲɍȆȲȕdzŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 50 |
Deben realizarse un reavivamiento y una reforma bajo la minis-
tración del Espíritu Santo. Reavivamiento y reforma son dos cosas
GLIHUHQWHV5HDYLYDPLHQWRVLJQLdžFDXQDUHQRYDFL³QGHODYLGDHVSL-
ULWXDOXQDYLYLdžFDFL³QGHODVIDFXOWDGHVGHODPHQWH\GHOFRUD]³Q
XQDUHVXUUHFFL³QGHODPXHUWHHVSLULWXDO5HIRUPDVLJQLdžFDXQDUH-
organización, un cambio en las ideas y teorías, hábitos y prácticas.
La reforma no producirá los buenos frutos de justicia a menos que
esté relacionada con el reavivamiento del Espíritu. El reavivamien-
to y la reforma han de efectuar su obra asignada y deben entremez-
clarse al hacer esta obra. (The Review and Herald, 25 de febrero de
1902).
| 51 |
viene, y necesitamos que el recipiente esté completamente limpio
de toda impureza. Necesitamos que el vaso sea un vaso de honra,
adecuado para el uso del Maestro. Hay vasijas de deshonra y hay
vasijas de honra. Queremos hacer nuestra elección ahora, y mani-
festar que escogemos ser un vaso de honra. (Sermones Escogidos 1:
171.4).
Hace cuarenta años (1865) el Señor abrió ante nosotros los prin-
| 52 |
cipios de la reforma pro salud. En aquel tiempo yo estaba muy débil
físicamente. A veces me desmayaba dos o tres veces al día, y creía,
como muchos lo hacen hoy, que el consumo de carne era lo único
que me mantendría con fuerzas. Pero por misericordia el Señor me
mostró que la carne no es necesaria para mantener el vigor físico y
que no es el mejor alimento. (Sermones Escogidos 1:309.1).
| 53 |
:: SANTIFICADOS O CASTIGADOS
| 54 |
gobernar. Las pasiones han de obedecer a la voluntad, que a su vez
KDGHREHGHFHUD'LRV(OSRGHUVREHUDQRGHODUD]³QVDQWLdžFDGR
por la gracia divina, debe dominar en nuestra vida.
:: EL SÁBADO Y LA REFORMA
| 55 |
despiertos. Deben levantarse y hacer mayores progresos en la re-
forma de sus hábitos de vivir, comer, vestir, trabajar y descansar. En
WRGDV HVWDV FRVDV GHEHQ JORULdžFDU D 'LRV \ HVWDU SUHSDUDGRV SDUD
dar batalla a nuestro gran enemigo, y gozar las preciosas victorias
que Dios tiene en reserva para los que ejercen la temperancia en
todas las cosas mientras luchan por una corona incorruptible. (Joyas
de los Testimonios, T3, 107.3).
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 56 |
El reavivamiento
me llevara a
sostener la obra
de Dios
DÍA 8
Ŷ/ǜɍȆǯǜɔdzȕǩȲdzǩȆțȆdzȜȽȢǯdzȕǜȆǾȕdzȶȆǜǯdzȯdzȜǯdzȜ
ǯdzdzȶȽdzǯǜȲɔȲdzǩȆǨȆȲ(ȕȱɂdzȲdzǩȆǨdzȯdzȲȢȱɂdzȜɂȜǩǜǯǜ
ȯȲȢȜȽȢǯdzȐǜǯdzȲdzǩȆǨȆȲŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 57 |
Los últimos años del tiempo de prueba están pasando a la eter-
nidad. El gran día del Señor está sobre nosotros. Toda energía que
poseemos deberíamos emplearla ahora para estimular a los que es-
tán muertos en sus transgresiones y pecados...
| 58 |
:: RECIBIENDO PARA IMPARTIR
&XDQGRKD\YLGDHQXQDLJOHVLDHVWDVHPDQLdžHVWDHQDXPHQWR
y crecimiento. Hay también un intercambio constante, tomando y
dando, recibiendo y devolviendo al Señor lo que es suyo. Dios im-
parte a cada verdadero creyente luz y bendición, y el creyente las
imparte a su turno a otros en la obra que hace por el Señor. Al dar de
lo que recibe, aumenta su capacidad para recibir. Hace lugar para
una nueva provisión de gracia y verdad. Recibe una luz más cla-
ra y un mayor conocimiento. La vida y el crecimiento de la iglesia
dependen de este dar y recibir. El que recibe, pero que nunca da,
SURQWRGHMDGHUHFLELU6LODYHUGDGQRLJX\HGH©OKDFLDRWURVSLHUGH
su capacidad para recibir. Debemos impartir los bienes del cielo si
queremos recibir nuevas bendiciones.
| 59 |
en el corazón, si cada miembro de iglesia estuviera imbuido por el
espíritu de abnegación, no habría falta de fondos para las misiones
nacionales y extranjeras; nuestros recursos se multiplicarían; se
abrirían mil puertas de utilidad, y se nos invitaría a entrar por ellas.
Si se hubiera cumplido el propósito de Dios de presentar el mensaje
de misericordia al mundo, Cristo habría venido y los santos habrían
recibido la bienvenida a la ciudad de Dios.
| 60 |
Somos peregrinos y extranjeros en el mundo. No gastemos nues-
WURVPHGLRVJUDWLdžFDQGRGHVHRVTXH'LRVTXLHUHTXHUHSULPDPRV
Representemos adecuadamente nuestra fe restringiendo nuestras
necesidades. Que los miembros de nuestras iglesias se levanten
como un solo hombre y trabajen fervorosamente como quienes an-
dan en la plena luz de la verdad para estos últimos días...
¿Qué valor tiene una cuantiosa riqueza si se encuentra acumu-
lada en costosas mansiones o en bonos y acciones? ¿Cuánto pesa
eso en la balanza en comparación con la salvación de las almas por
TXLHQHVKDPXHUWR&ULVWRHO+LMRGHO'LRVLQdžQLWR"The Review and
Herald, 24 de diciembre de 1903).
/DVYHUGDGHVP¡VVROHPQHVTXHDOJXQDYH]VHKD\DQFRQdžDGRD
los mortales nos han sido dadas para que las proclamemos al mun-
do. La divulgación de estas verdades constituye nuestro trabajo. El
PXQGRWLHQHTXHVHUDPRQHVWDGR\HOSXHEORGH'LRVGHEHVHUdžHOD
la comisión que se le ha dado. Sus integrantes no deben dedicarse a
especulaciones, ni tampoco han de establecer relaciones comercia-
les con los incrédulos, porque estos les impedirían llevar a cabo la
obra que se les ha dado que hagan.
| 61 |
satisfacer las necesidades de los diferentes campos misioneros. Los
hombres deberían dar testimonio de su interés en la causa de Dios
GDQGRGHVXVXVWDQFLD6LHVHLQWHU©VVHSXVLHUDGHPDQLdžHVWRH[LV-
tiría el vínculo de la fraternidad y su fuerza aumentaría entre todos
los miembros de la familia de Cristo.
(VWDREUDGHHQWUHJDUdžHOPHQWHWRGRVORVGLH]PRVSDUDTXHKD\D
comida en la casa de Dios, proporcionaría obreros para los campos
nacionales tanto como para los extranjeros. Aunque los libros y
otras publicaciones acerca de la verdad presente están derramando
sus tesoros de conocimientos en todas partes del mundo, sin em-
bargo hay que establecer puestos misioneros en diferentes lugares.
El predicador viviente debe proclamar las palabras de vida y sal-
vación. Hay campos abiertos que invitan a los obreros a entrar. La
cosecha está madura y por todas partes en la tierra se escucha el
ferviente llamado macedónico que pide obreros. (The Review and
Herald, 19 de febrero de 1889).
:: ¿ABANDONAREMOS LA OBRA?
| 62 |
nuestras misiones nacionales? ¿Palideceremos frente a una deuda
de unos pocos miles de dólares? ¿Claudicaremos y nos convertire-
PRVHQKROJD]DQHVDKRUDTXHQRVHQFRQWUDPRVHQODVHVFHQDVdžQD-
les de la historia de este mundo? Mi corazón dice: No, no. No puedo
considerar este asunto sin experimentar el deseo ardiente de que
la obra siga avanzando. No queremos negar nuestra fe ni a Cristo,
sin embargo lo haremos a menos que avancemos a medida que la
providencia de Dios abre el camino.
| 63 |
DdžQGHDGTXLULUGLQHURQRSDUDJXDUGDUORVLQRSDUDGHUUDPDUORHQ
la tesorería del Señor.
¿Y si alguno se empobrece por invertir sus recursos en la obra?
Cristo se hizo pobre por amor a nosotros, pero nosotros estamos
asegurándonos riquezas eternas, un tesoro en el cielo que no falla-
rá. Nuestro caudal está mucho más seguro depositado allá que en
un banco o invertido en casas y terrenos. Es colocado en bolsas que
no envejecen. Ningún ladrón puede aproximarse a él, y ningún fue-
go puede consumirlo...
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
0HFRPSURPHWRDVHUdžHOD'LRVHQODDGPLQLVWUDFL³QGHVXVUHFXUVRVD
devolverle sus diezmos, y a separar un porcentaje como ofrenda siste-
mática de los ingresos que Dios me da, y así apresurar su venida junto
con mi familia.
| 64 |
El reavivamiento
traera una sincera
vinculación con
Cristo y su iglesia
DÍA 9
Ŷ7ȢǯȢȕȢȱɂdzȯȢǯǜțȢȶǯǜȲǽȕɂȆȲǝȃǜǩȆǜȕǜȽdzȶȢȲdzȲȈǜǯdzȕ
6dzȡȢȲȯǜȲǜȶdzȲɂȶǜǯȢdzȜȕǜȯȲȢǩȕǜțǜǩȆȣȜǯdzȕǜɍdzȲǯǜǯ
ȯǜȲǜȱɂdzdzȕțdzȜȶǜȐdzǯdzȕǜȯȲȢȜȽǜɍdzȜȆǯǜǯdz&ȲȆȶȽȢ
ɔȕǜȶdzɓȆǾdzȜǩȆǜȶǯdzȶɂȕdzɔȯɂdzǯǜȜȶdzȲȯȲȢǩȕǜțǜǯȢȶdzȜ
ȽȢǯǜȶȯǜȲȽdzȶdzȜdzȕțɂȜǯȢ+ǜɔȱɂdzdzȜɍȆǜȲțȆȶȆȢȜdzȲȢȶ
ȯǜȲǜȱɂdzȃǜǾǜȜdzȶȽǜȢǨȲǜŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 65 |
obligación sagrada de lograr que su relación con la iglesia sea un
EHQHdžFLRSDUDHOODFRQSUHIHUHQFLDDVPLVPRODLJOHVLDORSDVDU¡
mucho mejor sin él. Está al alcance de todos hacer algo para la causa
de Dios. Hay quienes gastan grandes sumas en lujos innecesarios.
Complacen sus apetitos, pero creen que es una carga pesada contri-
buir con recursos para sostener la iglesia. Están dispuestos a recibir
WRGRHOEHQHdžFLRGHVXVSULYLOHJLRVSHURSUHdžHUHQGHMDUDRWURVSD-
gar las cuentas.
Hay otros que harán lo menos que puedan. Atesoran sus recur-
sos, o malgastan medios en su propia persona, dando a regañadien-
tes una ofrenda escasa para sostener la causa de Dios. Si hacen una
promesa a Dios, se arrepienten luego y evitan su pago mientras pue-
den, si no dejan de pagarla por completo. Disminuyen el diezmo tan-
to como pueden como si temiesen que lo devuelto a Dios se perdiera.
Nuestras diversas instituciones pueden estar abrumadas por falta
de recursos, pero estas personas obran como si no les importara que
prosperen o no. Sin embargo, dichas instituciones son instrumentos
de Dios para iluminar al mundo. (Joyas de los Testimonios 1:556).
Cada uno de los que se vinculan con la iglesia hace por ese hecho
un voto solemne de trabajar para el bien de la iglesia, y de juzgar
este interés superior a toda consideración mundanal. Le toca con-
servar una relación viva con Dios, dedicarse con corazón y alma
| 66 |
al gran plan de la redención y manifestar, en su vida y carácter, la
excelencia de los mandamientos de Dios en contraste con las cos-
tumbres y los preceptos del mundo. Toda persona que ha profesa-
do aceptar a Cristo se ha comprometido a ser todo lo que puede ser
FRPRREUHURHVSLULWXDODVHUDFWLYDFHORVD\HdžFLHQWHHQHOVHUYLFLR
de su Maestro. Cristo espera que cada hombre haga su deber. Sea
HVWHHOVDQWR\VH±DGHWRGDVODVdžODVGHVXVGLVFSXORV
7RGRVKDQGHGHPRVWUDUVXdžGHOLGDGD'LRVSRUHOXVRSUXGHQ-
WHGHOFDSLWDOTXHOHVKDVLGRFRQdžDGRQRVRORHQUHFXUVRVVLQRHQ
FXDOTXLHUGRQTXHWLHQGDDODHGLdžFDFL³QGHVXUHLQR6DWDQ¡VHP-
pleará todo designio posible para impedir que la verdad llegue a
aquellos que están sumidos en el error; pero la voz de la amonesta-
ción y la súplica debe llegarles. Y aunque son tan solo pocos los que
están empeñados en esta obra, millares debieran estar tan interesa-
dos como ellos. (Joyas de los Testimonios 2:160, 163).
:: NUESTRA TAREA
Hay un mundo que debe ser amonestado. Esta obra nos ha sido
encomendada. Debemos practicar la verdad a cualquier costo. De-
bemos actuar como milicianos abnegados que están dispuestos a
sufrir la pérdida de la vida misma, si es necesario, en el servicio de
Dios. Hay una gran obra que debe hacerse en poco tiempo. Debemos
FRPSUHQGHUFX¡OHVQXHVWURWUDEDMR\KDFHUORdžHOPHQWH7RGRVORV
TXHdžQDOPHQWHUHFLEDQODFRURQDGHYLFWRULDPHGLDQWHXQHVIXHU]R
noble y decidido para servir a Dios, habrán ganado el derecho de
ser vestidos con la justicia de Cristo. El deber de cada cristiano con-
siste en formar parte de la cruzada contra Satanás y en levantar en
alto el estandarte ensangrentado de la cruz de Cristo.
(VWDREUDH[LJHVDFULdžFLR/DDEQHJDFL³Q\ODFUX]HVW¡QDORODUJR
de todo el camino de la vida. Cristo dijo: “Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” Mateo
16:24. Los que obtienen los tesoros de este mundo están obligados a
WUDEDMDU\VDFULdžFDUVH'HEHUDQSHQVDUORVTXHYDQHQSRVGHXQD
UHFRPSHQVDHWHUQDTXHQRQHFHVLWDQKDFHUVDFULdžFLRV"The Review
and Herald, 31 de enero de 1907).
| 67 |
:: NO ESPERÉIS QUE SE OS PIDA
| 68 |
que responda favorablemente cuando se le pida ayuda. Si sus hijos
OOHYDQdžHOPHQWHDVXWHVRUHUDORVPHGLRVTXHVHOHKDQFRQdžDGRVX
obra adelantará rápidamente. Muchas almas serán ganadas para la
verdad y se apresurará el día de la venida de Cristo. (The Review and
Herald, 14 de julio de 1904).
| 69 |
Toda facultad de los siervos de Dios debe mantenerse en ejer-
FLFLR FRQWLQXR D džQ GH OOHYDU D PXFKRV KLMRV H KLMDV D 'LRV (Q VX
servicio no ha de existir la indiferencia ni el egoísmo. Cualquier ale-
jamiento de la abnegación hacia la complacencia, cualquier dismi-
nución de las súplicas fervientes por las obras del Espíritu Santo,
VLJQLdžFDTXHHOHQHPLJRUHFLEHDVWDQWRSRGHU&ULVWRHVW¡SDVDQGR
revista a su iglesia. ¡Cuántos hay cuya vida religiosa constituye su
propia condenación!
&ULVWRVHRIUHFL³FRPRXQVDFULdžFLRFRPSOHWRKHFKRHQQXHVWUR
favor. ¡Con cuánto fervor trabajó para salvar a los pecadores! ¡Pero
qué poco hemos hecho! ¡Cuán incansables fueron sus esfuerzos a
džQGHSUHSDUDUDVXVGLVFSXORVSDUDHOVHUYLFLR<ODLQLJXHQFLDGH
lo poco que hemos hecho ha sido terriblemente debilitada por el
efecto neutralizador de lo que hemos dejado sin hacer, o que una
vez comenzamos sin nunca terminarlo, y por nuestros hábitos de
descuidada indiferencia. ¡Cuánto hemos perdido por dejar de esfor-
zarnos para cumplir nuestra obra dada por Dios! Como cristianos
profesos deberíamos estar aterrados ante la perspectiva. (The Re-
view and Herald, 30 de diciembre de 1902).
| 70 |
Mientras muchos están esperando que desaparezca todo obstá-
culo, las almas están muriendo sin esperanza y sin Dios en el mun-
do. Muchos, muchísimos, por amor a las ventajas mundanales, por
DPRUDODDGTXLVLFL³QGHFRQRFLPLHQWRVFLHQWdžFRVVHDYHQWXUDQD
ir a regiones pestilenciales, y van a países donde piensan que pue-
den obtener ventajas comerciales; ¿pero dónde están los hombres y
las mujeres que cambiarán su ubicación y trasladarán sus familias
DUHJLRQHVTXHQHFHVLWDQODOX]GHODYHUGDGDdžQGHTXHVXHMHPSOR
LQLJX\DVREUHORVTXHYHU¡QHQHOORVDORVUHSUHVHQWDQWHVGH&ULVWR"
MI DECISIÓN
'HVSX©VGHKDEHUFRPSUHQGLGRTXH'LRVPHEHQGLFHFRQODdžQDOLGDG
de contribuir con ofrendas sistemáticas para la terminación de la obra
GH'LRVHQHVWD7LHUUDGHFLGRKDFHUPHQRVLQYHUVLRQHVdžQDQFLHUDVHQ
esta tierra y hacer más inversiones en el banco celestial. Ruego para el
Espíritu Santo me haga instrumento de bendición para otros con mis
ofrendas generosas y sistemáticas.
MI COMPROMISO
&UXFLdžFDQGRWRGRJXVWR\SUHIHUHQFLDHJRVWDQRTXHULHQGRTXHSRUPL
culpa muchos perezcan sin conocer a Jesús, me comprometo a separar
un porcentaje de cada bendición recibida del Señor para contribuir
para su misión junto con mi familia.
| 71 |
Ser colaboradores
con Dios es
resultado del
reavivamiento
DÍA 10
Ŷ/ǜǩȲɂəǯdz&ȲȆȶȽȢdzȶɂȜȕȕǜțǜțȆdzȜȽȢǜȕǜǾdzȜdzȲȢȶȆǯǜǯǯdz
ȽȢǯȢǯȆȶǩȈȯɂȕȢǯdzȕ6ǜȕɍǜǯȢȲ(ȕȯȲȆȜǩȆȯȆȢȱɂdzȯȲȢǩȕǜțǜ
dzȶǯdzǯǜȲǯǜȲȶȆdzțȯȲdz6ɂȲdzǜȕȆəǜǩȆȣȜȯȢȲȕǜ
ǨdzȜdzɍȢȕdzȜǩȆǜɔȕǜȶǨɂdzȜǜȶȢǨȲǜȶdzȶdzȕɍdzȲǯǜǯdzȲȢǽȲɂȽȢ
ǯdzȕǜɍȆǯǜǩȲȆȶȽȆǜȜǜ(ȕȯȲȆȜǩȆȯȆȢǯdzȕǜǾdzȜȽdzǯdzȕțɂȜǯȢ
dzȶǾǜȜǜȲǾǜȜǜȲȶȆdzțȯȲdzɔǜȶȈȶdzȆțǜǾȆȜǜ
ǜȕǩǜȜəǜȲȕǜǽdzȕȆǩȆǯǜǯȯdzȲȢǩɂǜȜǯȢdzȶȽdzȯȲȆȜǩȆȯȆȢ
ȃǜǯǜǯȢȽȢǯȢȶȶɂȶǽȲɂȽȢȶȶdzɍdzȱɂdzȶȢȕȢdzȜǾdzȜǯȲǜ
ȕǜțȆȶdzȲȆǜɔȕǜțɂdzȲȽdzŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
Una vida reavivada y llena del poder del Espíritu Santo nos lle-
vará a ser generosos y a contribuir con la obra que Él nos ha enco-
mendado. En este capítulo veremos el ejemplo de Dios al mostrar su
generosidad para con todos nosotros en la cruz al dar a su único hijo
para que seamos salvos. ¿Al aprender de Él como sus seguidores,
lo honraremos, seremos generosos contribuyendo con los recursos
fruto de sus bendiciones con la misión que nos dejó? Veamos lo que
dice la palabra de Dios:
| 72 |
“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus
frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares re-
bosarán de mosto” Proverbios 3:9, 10 CR, 1960. “Pero el generoso
piensa en cosas generosas, y él por cosas generosas será exaltado”.
Isaías 32:8, CR1960.
| 73 |
habiendo emprendido nuestra redención, él no escatimará ninguna
cosa necesaria para terminar su obra, por más que pueda costarle.
| 74 |
a salvar a nuestros semejantes. Este es uno de los medios por los
cuales Dios eleva al hombre. Es exactamente la obra que conviene a
este; porque despierta en su corazón las simpatías más profundas y
le mueve a ejercitar las más altas facultades de la mente.
| 75 |
bosará de amor hacia vuestros hermanos que están todavía sin Dios
y sin esperanza en el mundo. (Joyas de los Testimonios 3:401-404).
(OSRGHUGH'LRVVHPDQLdžHVWDHQORVODWLGRVGHOFRUD]³QHQORV
PRYLPLHQWRVGHORVSXOPRQHV\HQODVFRUULHQWHVYLYLdžFDGRUDVTXH
circulan por los millares de conductos del cuerpo. Estamos endeu-
dados con él por cada momento de nuestra existencia y por todas
las comodidades de la vida. Las facultades y las aptitudes que ele-
van al hombre por encima de la creación inferior constituyen el
GRQGHO&UHDGRUOQRVGDVXVEHQHdžFLRVHQJUDQFDQWLGDG(VWDPRV
en deuda con él por el alimento que comemos, el agua que bebe-
mos, la ropa con la que nos vestimos y el aire que respiramos. Sin su
providencia especial, el aire estaría lleno de pestilencia y veneno. Él
es un generoso benefactor y preservador.
| 76 |
no tendremos nada para compartir. Dios nunca nos ha dejado sin
darnos evidencia de su amor, porque siempre nos ha rodeado de
EHQHdžFLRV
| 77 |
:: EL ARGUMENTO DE PABLO CONTRA EL EGOÍSMO
Les dijo: “No hablo como quien manda, sino para poner a prue-
ba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del
amor vuestro. Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesu-
cristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que
vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” 2 Corintios 8:8, 9.
¡Cuán grande fue el don hecho por Dios al hombre, y cuán propio
de Dios fue hacerlo! Él dio con una liberalidad que jamás podrá ser
LJXDODGDDdžQGHVDOYDUDORVUHEHOGHVKLMRVGHOKRPEUH\GHLQGXFLU-
los a ver su propósito y a discernir su amor. ¿No queréis demostrar
por medio de vuestros dones y ofrendas que no hay nada que consi-
deráis demasiado bueno para aquel que “ha dado a su Hijo unigéni-
to”? (The Review and Herald, 15 de mayo de 1900).
| 78 |
MI DECISIÓN
Después de haber comprendido que estoy en deuda con Dios por todo
lo que hace por mí y por todas las bendiciones que Él me concede día
a día, hoy decido ser agradecido con Dios siendo generoso con mis
ofrendas que ayudan a otros a conocer de su amor.
MI COMPROMISO
| 79 |
¿Por que Dios
emplea a los hombres
como los encargados
de distribuir
sus recursos?
DÍA 11
Ŷ1ȢȯȢǯȲǝdzȜȽȲǜȲdzȜdzȕǩȆdzȕȢȜȆȜǾɂȜǜȯdzȲȶȢȜǜǩɂɔȢ
ǩǜȲǝǩȽdzȲȃǜɔǜȶȆǯȢǩȢȜȽǜțȆȜǜǯȢȯȢȲȕǜǽdzǜțǜȜǩȃǜ
ǯdzȕdzǾȢȈȶțȢ3ȢȲȕȢȽǜȜȽȢ'ȆȢȶȜȢȶȯȲɂdzǨǜǜȱɂȈ
dzȜȽȲdzǾǝȜǯȢȜȢȶȯȢȶdzȶȆȢȜdzȶȽdzțȯȢȲǜȕdzȶǜǽȆȜǯdzȱɂdzdzȕ
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ȯɂdzǯdzȜǩȢȜǽȆǜȲȕǜȶȲȆȱɂdzəǜȶdzȽdzȲȜǜȶŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 80 |
para nosotros únicamente en la medida en que cumplimos el pro-
pósito divino para el cual fuimos creados. Todas las buenas dádivas
que Dios hace al hombre constituirán una maldición a menos que
este las emplee para hacer felices a sus semejantes y para promover
la causa de Dios en el mundo. (The Review and Herald, 7 de diciembre
de 1886).
| 81 |
WURWLHPSR\QXHVWURVPHGLRVDOVHUYLFLRGH'LRVDdžQGHUHFLELUVX
aprobación y su recompensa. (The Review and Herald, 17 de octubre
de 1882).
| 82 |
:: NUESTRAS POSESIONES SON TAN SOLO UN DEPÓSITO
| 83 |
como yo os he amado, que también os améis unos a otros” Juan
13:34. (The Review and Herald, 13 de septiembre de 1906).
Dios es la fuente de vida, luz y gozo para todo el universo. Sus ben-
GLFLRQHVFRPRUD\RVGHVROLJX\HQGHVGH©OKDFLDWRGDVODVFULDWXUDV
TXH©OKDKHFKR(QVXDPRULQdžQLWRKDFRQFHGLGRDORVKRPEUHVHO
privilegio de llegar a ser participantes de la naturaleza divina, para
que ellos a su turno compartan las bendiciones con sus semejantes.
Esto constituye el honor más elevado y el gozo más grande que Dios
pueda derramar sobre los hombres. Estos son conducidos más cerca
de su Creador al convertirse en esta forma en participantes de los
trabajos de amor. El que rehúsa llegar a ser un “obrero juntamente
con Dios”, el hombre que por amor a la complacencia egoísta ignora
las necesidades de sus semejantes, el avaro que amontona sus teso-
ros está privándose de la bendición más rica que Dios puede propor-
cionarle. (The Review and Herald, 6 de diciembre de 1887).
| 84 |
Todos deberían tener una fe viviente, una fe que obre por amor y
TXHSXULdžTXHHODOPD+RPEUHV\PXMHUHVHVW¡QOLVWRVDKDFHUFXDO-
quier cosa con tal de complacerse a sí mismos, ¡pero cuán poco es-
tán dispuestos a hacer por Jesús, y por sus semejantes que perecen
por falta de la verdad!...
| 85 |
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 86 |
Una prueba
de lealtad
“Y EL DIEZMO DE LA TIERRA, ASÍ DE LA
DÍA 12
Ŷ'ȆȢȶȯȆǯdzȽǜȜȶȢȕȢȕȢȱɂdzdzȶȶɂɔȢ/ǜȯȲȆțdzȲǜȯȢȲǩȆȣȜ
dzȶǯdzȕ6dzȡȢȲɔǯdzǨdzɂȽȆȕȆəǜȲȶdzǩȢțȢɂȜȽdzȶȢȲȢȱɂdzȕȃǜ
ǩȢȜǽȆǜǯȢ&ɂǜȜǯȢdzȕǩȢȲǜəȣȜdzȶȯȲȆɍǜǯȢǯdzdzǾȢȈȶțȢ
ǯdzȶȯȆdzȲȽǜǜȕǜȲdzǜȕȆǯǜǯǯdzȕǜǨȢȜǯǜǯɔdzȕǜțȢȲǯdz
'ȆȢȶɔdzȶȆȜǯɂǩȆǯȢǜȲdzǩȢȜȢǩdzȲǩȢȜdzȜȽɂȶȆǜȶțȢȶɂȶ
ȲdzȱɂdzȲȆțȆdzȜȽȢȶȐɂȶȽȢȶŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus
frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares re-
bosarán de mosto” Proverbios 3:9, 10. Este pasaje nos enseña que
'LRV FRPR HO 'DGRU GH WRGRV QXHVWURV EHQHdžFLRV WLHQH GHUHFKR
sobre todos ellos; que deberíamos considerar en primer lugar sus
derechos; y que los que honran esos derechos disfrutarán de una
bendición especial. En el pasaje mencionado se establece un prin-
cipio que se advierte en todos los tratos de Dios con el hombre. El
Señor colocó a nuestros primeros padres en el huerto del Edén. Los
rodeó con todo lo que podría servir para su felicidad y les pidió que
lo reconocieran como el poseedor de todas las cosas. Hizo crecer en
el huerto todo árbol agradable a los ojos o bueno para comer. Pero
se reservó uno entre todos ellos. Adán y Eva podían comer libre-
mente de todos los demás; pero de ese árbol especial Dios dijo: “No
comerás”. Eso constituía la prueba de su gratitud y lealtad a Dios.
| 87 |
Así también el Señor nos ha impartido el tesoro más rico del cie-
lo al darnos a Jesús. Con él nos ha dado todas las cosas para que dis-
frutemos de ellas abundantemente. Los productos de la tierra, las
cuantiosas cosechas, los tesoros de oro y plata, son sus dones. Ha en-
tregado a los hombres casas y tierras, alimento y vestido. Nos pide
que lo reconozcamos como el Dador de todas las cosas, y por esta
razón ha dicho: De todas vuestras posesiones me reservo la décima
parte para mí mismo, además de los donativos y las ofrendas, que
deben ser llevados a mi tesorería. Esto constituye la prueba de la
provisión que Dios ha hecho para promover la obra del Evangelio.
Este plan fue trazado por el Señor Jesucristo mismo, quien dio
su vida por la vida del mundo. Él, que dejó los recintos celestiales;
él, que dejó de lado su honor como Comandante de las huestes ce-
OHVWLDOHV ©O TXH YLVWL³ VX GLYLQLGDG FRQ OD KXPDQLGDG D džQ GH OH-
vantar a la raza caída, y él, que se empobreció por amor a nosotros
para que por su pobreza fuésemos hechos ricos, ha hablado a los
hombres, y en su sabiduría les ha presentado su propio plan para
el sostenimiento de los que llevan el mensaje al mundo. (The Review
and Herald, 4 de febrero de 1902).
| 88 |
0LHQWUDVQRVRWURVFRPRSXHEORSURFXUDPRVdžUPHPHQWHGDUD'LRV
el tiempo que él se ha reservado como suyo, ¿no le daremos también
esa parte de nuestros recursos que él reclama? (The Review and Herald,
16 de mayo de 1882).
Tal como lo hizo Abraham, hay que pagar el diezmo de todo lo que
VHSRVHH\GHWRGRORTXHVHUHFLEH8QGLH]PRGDGRdžHOPHQWHHVOD
parte del Señor. Retenerlo es robar a Dios. Cada persona debe llevar
con liberalidad los diezmos y las ofrendas a la tesorería del Señor,
con buena voluntad y con gozo, porque al hacerlo así recibe una ben-
dición. Es peligroso retener como propia la parte que le pertenece a
Dios. (Manuscrito 159, 1899).
7DO>VHUHdžHUHDODH[SHULHQFLDGH$EUDKDP\-DFREHQHOSDJRGHO
GLH]PR@IXHODSU¡FWLFDGHORVSDWULDUFDV\SURIHWDVTXHYLYLHURQDQ-
tes del establecimiento de los judíos como una nación. Pero cuando
Israel se convirtió en un pueblo separado, el Señor le dio instruc-
FL³QGHdžQLGDDFHUFDGHHVWHSXQWRŶ<HOGLH]PRGHODWLHUUDDVGH
la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es;
es cosa dedicada a Jehová” Levítico 27:30. Esta ley no caducaría con
ORVULWRV\RIUHQGDVGHVDFULdžFLRTXHVLPEROL]DQD&ULVWR0LHQWUDV
Dios tenga un pueblo en el mundo, sus derechos sobre él serán los
mismos.
| 89 |
:: CONCEDIDO COMO UNA GRAN BENDICIÓN
| 90 |
La gran comisión dada a los apóstoles les ordenaba ir a todo el
mundo y predicar el Evangelio. Esto muestra la extensión de la obra
en nuestros días y la mayor responsabilidad que descansa sobre
los seguidores de Cristo. Si la ley requería diezmos y ofrendas hace
miles de años, ¡cuánto más esenciales son estos ahora! Si en la eco-
nomía judía los ricos y los pobres debían dar sumas que estaban en
proporción con lo que poseían, es doblemente esencial que se haga
esto ahora. (Testimonies for the Church 4:474).
| 91 |
zal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes? ¿O díselo
enteramente por nosotros? Pues por nosotros está escrito; porque
con esperanza ha de arar el que ara; y el que trilla, con esperanza de
recibir el fruto.
“¿No sabéis que los que trabajan en el santuario, comen del san-
tuario, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así tam-
bién ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del
HYDQJHOLRŷ &RULQWLRV (O DS³VWRO VH UHdžUL³ DTX DO SODQ GHO
Señor para sostener a los sacerdotes que ministraban en el templo.
Aquellos que eran apartados para este sagrado cargo eran sosteni-
dos por sus hermanos, a quienes ellos ministraban las bendiciones
espirituales. “Y ciertamente los que de los hijos de Leví toman el
sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos
según la ley” Hebreos 7:5. La tribu de Leví fue escogida por el Señor
para los cargos sagrados pertenecientes al templo y al sacerdocio.
Acerca del sacerdote se dijo: “Porque le ha escogido Jehová, para
ministrar al nombre de Jehová” Deuteronomio 18:5. Dios reclamaba
como propiedad suya una décima parte de todas las ganancias...
$HVWHSODQSDUDHOVRVW©QGHOPLQLVWHULRVHUHdžUL³3DEORFXDQGR
dijo: “Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio,
que vivan del evangelio”. Y más tarde, escribiendo a Timoteo, el
apóstol dijo: “Digno es el obrero de su jornal” 1 Timoteo 5:18. (Los
Hechos de los Apóstoles, 270, 271).
| 92 |
un trabajo especial. Todo lo que quedaba de sus bienes pertenecía a
Dios y debía ser usado para su gloria. Pero el diezmo era apartado
para el sostenimiento de los que ministraban en el santuario. Debía
darse de las primicias de los productos agrícolas, y juntamente con
los donativos y las ofrendas, proveía abundantes recursos para sos-
tener el ministerio del Evangelio para ese tiempo.
Dios pide tan solo lo que es suyo. La primera porción es del Se-
±RU\GHEHXWLOL]DUVHFRPRXQWHVRURTXH©OKDFRQdžDGRThe Review
and Herald, 8 de diciembre de 1896).
| 93 |
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 94 |
Una cuestión
de honradez
DÍA 13
Ŷ4ɂdzȜǜǯȆdzǩɂǜȜǯȢȶdzɍdzdzȜǯȆǽȆǩɂȕȽǜǯdzȶ
ȽȢțdzdzȕǯȆȜdzȲȢǩȢȜȶǜǾȲǜǯȢǜȯȲȢȯȣȶȆȽȢȶȲdzȕȆǾȆȢȶȢȶɔȕȢ
ɂȶdzdzȜǨdzȜdzǽȆǩȆȢȯȲȢȯȆȢǩǜȕțǜȜǯȢȶɂǩȢȜǩȆdzȜǩȆǜǜȕǯdzǩȆȲ
ȱɂdzȕȢǯdzɍȢȕɍdzȲǝdzȜǜȕǾɃȜțȢțdzȜȽȢǽɂȽɂȲȢ(ȶțɂǩȃȢ
țdzȐȢȲȱɂdzǩȢȲȽdzȶɂȶǾǜȶȽȢȶȯǜȲǜȱɂdzǩȢȲȲdzȶȯȢȜǯǜȜǩȢȜ
ȶɂȶdzȜȽȲǜǯǜȶȱɂdzȲdzȶȽȲȆȜȐǜȶɂȶȜdzǩdzȶȆǯǜǯdzȶɔɍȆɍǜǩȢȜȕȢ
ȱɂdzǾǜȜǜȱɂdzɂȶǜȲdzȕǯȆȜdzȲȢǯdzȕ6dzȡȢȲ
ǩȢȜȯȲȢȯȣȶȆȽȢȶȶdzǩɂȕǜȲdzȶŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 95 |
Nadie que sea deshonesto con Dios o con sus semejantes puede
prosperar. El Dios altísimo, dueño del cielo y la tierra, dice: “No ten-
drás en tu bolsa pesa grande y pesa chica, ni tendrás en tu casa efa
grande y efa pequeño. Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo
tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jeho-
vá tu Dios te da” Deuteronomio 25:13-15. El Señor vuelve a expresar
su aborrecimiento de la falta de honradez por medio del profeta Mi-
queas: “¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida
escasa que es detestable? ¿Daré por inocente al que tiene balanza
IDOVD"3RUHVR\RWDPEL©QWHKLFHHQLJDTXHFHUKLUL©QGRWHDVRO¡Q-
dote por tus pecados”. Miqueas 6:10-13. (The Review and Herald, 17 de
diciembre de 1889).
Los que pretenden ser cristianos que recuerden que están traba-
MDQGRFRQHOFDSLWDOTXH'LRVOHVKDFRQdžDGR\TXHVHUHTXLHUHGH
HOORVTXHVLJDQdžHOPHQWHODVLQVWUXFFLRQHVGHODV(VFULWXUDVFRQFHU-
nientes a su uso. Si vivís en armonía con Dios no cometeréis ningún
desfalco con los bienes de vuestro Señor ni los invertiréis en vues-
tras empresas egoístas...
| 96 |
sa tened la seguridad de que Dios espera que la paguéis tan pronto
como sea posible. No prometáis una parte al Señor para luego apro-
SLDURVGHHOODDdžQGHHPSOHDUODHQYXHVWUREHQHdžFLRQRVHDTXH
vuestras oraciones lleguen a ser abominación para él. El descuido
de estos deberes claramente revelados es lo que acarrea oscuridad
sobre la iglesia. (The Review and Herald, 17 de diciembre de 1889).
:: REGULARIDAD Y SISTEMA
| 97 |
¿Y qué tiempo más apropiado podría elegirse para apartar el
diezmo y presentar nuestras ofrendas a Dios? En el día de reposo
pensamos en su bondad. Hemos contemplado su obra en la crea-
ción como una evidencia de su poder en la redención. Nuestros co-
razones están llenos de agradecimiento por su gran amor. Y ahora,
antes de que vuelva a comenzar el tráfago de la semana, le devolve-
remos lo que es suyo, y con ello una ofrenda para manifestarle nues-
tra gratitud. En esta forma nuestra práctica constituirá un sermón
semanal que declara que Dios es el dueño de todos nuestros bienes,
y que él nos ha hecho mayordomos suyos para que los empleemos
para su gloria. Cada acto de reconocimiento de nuestra obligación
hacia Dios fortalecerá el sentido del deber. La gratitud se profundi-
za cuando la expresamos y el gozo que proporciona es vida para el
alma y el cuerpo. (The Review and Herald, 4 de febrero de 1902).
| 98 |
No debemos consagrarle lo que queda de nuestras entradas des-
pués de haber satisfecho nuestras necesidades reales o imaginarias;
DQWHVGHJDVWDUQDGDGHEHPRVDSDUWDUORTXH'LRVKDHVSHFLdžFDGR
como suyo.
/DSRVLFL³Q\ODLQLJXHQFLDSRUPX\H[DOWDGDVTXHVHDQQRGH-
berían convertirse en una excusa para hacer un mal uso de los bie-
nes del Señor. Los favores especiales de Dios deberían estimular-
nos a rendirle un servicio de todo corazón y afecto, pero muchos
que son bendecidos de esta manera olvidan al Dador, y se tornan
GHVFXLGDGRVGHVDdžDQWHV\OLEHUWLQRV'HVKRQUDQDO'LRVGHOFLHOR\
HMHUFHQXQDLQLJXHQFLDTXHGHVWUX\HDODVSHUVRQDVFRQTXLHQHVVH
asocian. No procuran aminorar los sufrimientos de los necesitados.
1RHGLdžFDQODREUDGH'LRV1RWUDWDQGHUHPHGLDUORVPDOHVGHORV
inocentes, de interceder por la causa de la viuda y el huérfano, o de
exponer un elevado modelo de carácter ante los encumbrados y los
humildes mostrando un espíritu de benevolencia y virtud. Pero por
el contrario, oprimen a los jornaleros; retienen fraudulentamente la
paga justa por el trabajo, engañan a los inocentes, roban a las viudas
y amontonan riquezas que se corrompen con la sangre de las almas.
Tendrán que comparecer ante el tribunal de Dios. Esta clase de per-
sonas no están haciendo la voluntad del Padre celestial, y escucha-
rán la severa condenación: “Apartaos de mí, hacedores de maldad”.
Mateo 7:23. The Review and Herald, 14 de febrero de 1888.
:: REVELACIONES ASOMBROSAS
| 99 |
egoísta ha sido la obra de su vida. Al vivir para agradarse a sí mismos
y para ganar todo lo que podían para ellos mismos, han invalidado y
empequeñecido las capacidades y las facultades que Dios les enco-
mendó. No han tratado honradamente con Dios. Sus vidas han cons-
tituido un largo sistema de robo. Estos ahora se quejan contra Dios
y sus semejantes, porque no se los reconoce ni se los favorece como
SLHQVDQTXHGHEHUDQ3HURVXLQdžGHOLGDGVHU¡UHYHODGDHQDTXHOGD
cuando el Señor juzgue los casos de todos. Él volverá y discernirá
“la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el
que no le sirve”. Malaquías 3:18. En aquel día, los que piensan que
Dios aceptará ofrendas mezquinas y un servicio prestado de mala
gana quedarán chasqueados. Dios no colocará su aprobación sobre
la obra de ningún hombre, encumbrado o humilde, rico o pobre que
QR KD\D VLGR KHFKD GH WRGR FRUD]³Q FRQ džGHOLGDG \ WRPDQGR HQ
cuenta su gloria. Pero los que han pertenecido a la familia de Dios
aquí abajo, que se han esforzado para honrar su nombre, han obte-
nido una experiencia que los hará como reyes y sacerdotes para con
'LRV\HOORVVHU¡QDFHSWDGRVFRPRVLHUYRVdžHOHV3DUDHOORVVHSUR-
QXQFLDU¡QHVWDVSDODEUDVŶ%LHQEXHQVLHUYR\džHOHQWUDHQHOJR]R
de tu Señor”. Mateo 25:21. The Review and Herald, 5 de enero de 1897.
| 100 |
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 101 |
El mensaje
de Malaquías
“¿ROBARÁ EL HOMBRE A DIOS? PUES
VOSOTROS ME HABÉIS ROBADO. Y DIJISTEIS:
DÍA 14
Ŷ'dzǽȲǜɂǯǜȲǜ'ȆȢȶdzȶdzȕǯdzȕȆȽȢțǝȶǾȲǜȜǯdz
ȱɂdzɂȜȃȢțǨȲdzȯɂdzǯǜǩȢțdzȽdzȲɔȶȆȜdzțǨǜȲǾȢ
dzȶȽdzȯdzǩǜǯȢdzȶȽǝțɂɔǜȲȲǜȆǾǜǯȢɔdzɓȽdzȜǯȆǯȢŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 102 |
Dios. No se nos ha dejado para que tropecemos en las tinieblas y la
desobediencia. La verdad se declara con toda llaneza, y todos los
que deseen ser honrados ante Dios pueden comprenderla. El diez-
mo de todos nuestros ingresos es del Señor. Él coloca su mano sobre
ODSRUFL³QTXHKDHVSHFLdžFDGRTXHOHGHYROYDPRV\GLFH3HUPLWR
que uséis de mi abundancia después de haber apartado la décima
parte y de haberme traído donativos y ofrendas.
8Q PD\RUGRPR džHO KDU¡ WRGR OR TXH SXHGH HQ HO VHUYLFLR GH
Dios; su gran preocupación será la necesidad del mundo. Compren-
derá que el mensaje de verdad debe predicarse no solo en su propio
vecindario, sino en las regiones más alejadas. Cuando los hombres
WLHQHQHVWHHVSULWXHODPRUDODYHUGDG\ODVDQWLdžFDFL³QTXHUHFLEL-
rán mediante la verdad borrarán la avaricia, el engaño y toda clase
de falta de honradez. (RH, Supplement, 1 de diciembre de 1896).
:: UN ATREVIDO REPUDIO
| 103 |
pecto al pago de los diezmos. Él ha dicho: “Traed todos los diezmos
al alfolí, y haya alimento en mi casa”. Muy recientemente se me ha
dado luz directa de parte del Señor sobre este asunto, según la cual
muchos adventistas del séptimo día estaban robando a Dios en los
diezmos y las ofrendas, y se me reveló claramente que Malaquías
ha declarado el caso tal como es en realidad. Luego entonces, ¿cómo
osa algún hombre siquiera pensar en su corazón que una sugestión
para retener los diezmos y las ofrendas viene del Señor? ¿Dónde,
hermano, se ha descaminado Ud. de la senda?
“¡Oh, encamínese de nuevo a la senda recta!” (Testimonios para los
Ministros, 60.1).
:: ROBANDO A DIOS
| 104 |
Formulaos esta pregunta: ¿Qué estoy haciendo con los talentos
del Señor? ¿Os estáis colocando en una situación en la que se os pue-
den aplicar estas palabras: “Malditos sois con maldición, porque vo-
sotros, la nación toda, me habéis robado”? Malaquías 3:9. Estamos
viviendo en un tiempo de solemne privilegio y de cometido sagrado;
un tiempo en el que nuestro destino está siendo decidido para vida
o para muerte. Recuperemos nuestra sensatez. Vosotros que preten-
déis ser hijos de Dios, llevad vuestros diezmos a su tesorería. Dad
ofrendas en forma voluntaria y abundante, según Dios os haya pros-
SHUDGR5HFRUGDGTXHHO6H±RURVKDFRQdžDGRFLHUWRVWDOHQWRVFRQ
los que debéis negociar diligentemente para él. Recordad también
TXHHOVLHUYRdžHOQRVHDWULEX\HQDGDDVPLVPR7RGDDODEDQ]D\JOR-
ria son dadas al Señor: Tú me entregaste tu depósito. No habría sido
posible ganancia alguna sin que primero hubiese habido un depó-
sito. No habría podido haber ningún interés sin un capital. El capital
fue adelantado por el Señor. El éxito en los negocios procede de él, y
a él pertenece la gloria.
:: UN ASUNTO SERIO
Es un asunto serio utilizar mal los bienes del Señor, robarle a Dios;
porque al hacerlo se pervierte la capacidad de percibir y el corazón
se endurece. Cuán árida es la experiencia religiosa y cuán confusa es
la comprensión del que no ama a Dios con amor puro y sin egoísmo,
y del que falla, por lo tanto, en amar a su prójimo como a sí mismo...
| 105 |
(OJUDQGDdžQDOUHYHODU¡DQWHHOORV\WRGRHOXQLYHUVRHOELHQTXH
habría podido hacerse si ellos no hubiesen seguido sus inclinacio-
nes egoístas robando así a Dios en los diezmos y las ofrendas. Ha-
brían podido colocar su tesoro en el banco del cielo y preservarlo
en bolsas que no envejecen; pero en lugar de hacerlo, lo gastaron en
ellos mismos y en sus hijos, y al parecer temían que el Señor reci-
ELHVHDOJRGHVXGLQHURRVXLQLJXHQFLD\GHHVWDPDQHUDDFDUUHDURQ
sobre sí pérdida eterna. Piensen ellos en el resultado de retener lo
que es de Dios.
(OVLHUYRLQdžHOTXHQRSXVRDLQWHU©VHOGLQHURGHVX6H±RUSLHUGH
una herencia eterna en el reino de gloria. (The Review and Herald, 22
de enero de 1895).
Defraudar a Dios es el delito más grande que un hombre pueda
cometer; y sin embargo este pecado está muy arraigado y extendi-
do. (The Review and Herald, 13 de octubre de 1896).
| 106 |
:: SE HA LLEVADO OSCURIDAD A LAS IGLESIAS
$OJXQRVGHMDQGHHGXFDUDODJHQWHHQORTXHVHUHdžHUHDOFXPSOL-
miento de su deber. Predican esa parte de nuestra fe que no desper-
tará oposición ni desagradará a los oyentes; pero no declaran toda
la verdad. La gente disfruta de su predicación; pero hay falta de es-
piritualidad porque no se satisfacen los derechos de Dios. Su pueblo
no le da los diezmos y las ofrendas que le pertenecen. Este robo per-
petrado contra Dios, practicado tanto por ricos como por pobres, ha
llevado oscuridad a las iglesias; y los pastores que trabajan con la
gente y no les presentan la sencilla voluntad revelada de Dios, son
puestos bajo condenación con la gente, porque han descuidado su
deber. (The Review and Herald, 8 de abril de 1884).
| 107 |
LQdžHO3HUGHU¡QRVRORORTXHKDUHWHQLGRGH'LRVVLQRWDPEL©QORTXH
se le dio como suyo. (The Review and Herald, 4 de febrero de 1902).
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 108 |
Probemos
al Señor
DÍA 15
Ŷ/ȢȶȃȢțǨȲdzȶȃǜȜȯdzȲǯȆǯȢțɂǩȃȢǜǩǜɂȶǜǯdzȶɂdzȶȯȈȲȆȽɂ
dzǾȢȈȶȽǜɔǜɍǜȲȢ6ȆȃɂǨȆdzȶdzȜȲdzǩȢȜȢǩȆǯȢǩȢȜȯȕdzȜȆȽɂǯ
ɔɍȢȕɂȜȽǜȲȆǜțdzȜȽdzȕȢȶȲdzȱɂdzȲȆțȆdzȜȽȢȶǯdz'ȆȢȶɔȶȆȕȢȶ
ȃɂǨȆdzȶdzȜȶǜȽȆȶǽdzǩȃȢȶɂǨdzȜǯȆǩȆȣȜȶdzȃǜǨȲȈǜțǜȜȆǽdzȶȽǜǯȢ
ǜɂțdzȜȽǜȜǯȢȕǜȯȲȢǯɂǩǩȆȣȜǯdzȕǜȽȆdzȲȲǜ/ǜȶǩȢȶdzǩȃǜȶ
ȃǜǨȲȈǜȜȶȆǯȢțǝȶǜǨɂȜǯǜȜȽdzȶ/ǜȶȜdzǩdzȶȆǯǜǯdzȶǯdzȽȢǯȢȶ
ȃǜǨȲȈǜȜȶȆǯȢǜțȯȕȆǜțdzȜȽdzȶǜȽȆȶǽdzǩȃǜȶ&ɂǜȜȽȢțǝȶ
ǯdzțȢȶȽǜȜȽȢțǝȶȲdzǩȆǨȆȲdzțȢȶŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 109 |
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y pro-
badme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las
ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde”. Malaquías 3:10. ¿Obedeceremos a Dios y le llevaremos
WRGRVQXHVWURVGLH]PRV\RIUHQGDVSDUDTXHKD\DDOLPHQWRDdžQGHVD-
tisfacer las necesidades de las almas que sienten hambre por el pan de
vida? Dios nos invita a ponerlo a prueba ahora mismo, cuando el año
YLHMR VH DSUR[LPD D VX džQDO KDJ¡PRVOR DV \ SHUPLWDPRV TXH HO D±R
nuevo nos encuentre con la tesorería de Dios reabastecida...
| 110 |
que uséis de mi abundancia después de haber apartado la décima
parte y de haberme traído donativos y ofrendas. (Consejos sobre Ma-
yordomía Cristiana, 87.3).
| 111 |
tu egoísta y avaro. Si hubiesen reconocido con plenitud y volunta-
riamente los requerimientos de Dios y si los hubiesen satisfecho, su
bendición se habría manifestado aumentando la producción de la
tierra. Las cosechas habrían sido más abundantes. Las necesidades
de todos habrían sido ampliamente satisfechas. Cuanto más demos
tanto más recibiremos. (The Review and Herald, 8 de diciembre de
1896).
b&X¡QWLHUQR\džHOHV'LRVFRQQRVRWURV1RVKDGDGRHQ&ULVWRODV
EHQGLFLRQHVP¡VHVFRJLGDV0HGLDQWH©OSXVRVXdžUPDHQHOFRQWUD-
to que ha hecho con nosotros. (The Review and Herald, 3 de diciembre
de 1901).
| 112 |
ciones de que disfrutamos? ¿Le parece a Ud. que nuestra deuda con
Dios debe aumentar continuamente? ¿Quitará Ud. a Dios la parte
que él nunca nos ha dado para que la empleemos con otro propósito
que no sea la promoción de su obra, para sostener a sus siervos en
el ministerio? Para responder a su pregunta, el profeta Malaquías
dice: ‘¿Robará el hombre a Dios?... y dijisteis: ¿En qué te hemos ro-
bado?’—como si voluntariamente se quisiera entender mal este
tema. Pero a continuación se da la respuesta: ‘En vuestros diezmos
y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación
toda, me habéis robado’. Después de esta declaración, ¿me atrevería
a decirle: Ud. no necesita pagar el diezmo mientras esté endeudado?
¿Debería decirle que debe pagar todo lo que debe a cualquier perso-
na, aunque robe a Dios para hacerlo?”.
| 113 |
:: DIEZMOS RETENIDOS POR FALTA DE CONFIANZA
| 114 |
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 115 |
Que hacer
con los diezmos
DÍA 16
atrasados
“Y ESTA PIEDRA QUE HE PUESTO POR SEÑAL,
SERÁ CASA DE DIOS; Y DE TODO LO QUE ME
DIERES, EL DIEZMO APARTARÉ PARA TI”
GÉNESIS 28:22
Ŷ4ɂdzȕȢȶȱɂdzȃǜȜȕȕdzǾǜǯȢǜȶdzȲǯdzȶǩɂȆǯǜǯȢȶdz
ȆȜǯȆǽdzȲdzȜȽdzȶɔȲdzȽȆdzȜdzȜȶɂȶǯȆdzəțȢȶɔȢǽȲdzȜǯǜȶȶdz
ǜǩɂdzȲǯdzȜȱɂdzdzȶȽǝȜǨȕȢȱɂdzǜȜǯȢdzȕǩǜțȆȜȢdzȆțȯȆǯȆdzȜǯȢ
ȱɂdzȕǜɍdzȲǯǜǯȕȕdzǾɂdzǜȲdzǾȆȢȜdzȶȕdzȐǜȜǜȶ6dzțdzȃǜ
ȆȜǯȆǩǜǯȢȱɂdzǯȆǾǜǜȕȯɂdzǨȕȢǯdz'ȆȢȶȱɂdzȲdzǯȆțǜ
ȶɂȃȢȜȢȲǯdzɍȢȕɍȆdzȜǯȢǜ'ȆȢȶǽȆdzȕțdzȜȽdzdzȕǯȆdzəțȢŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 116 |
estaba desesperado, pero después de confesar su pecado comenzó a
cobrar esperanza. “¿Qué debo hacer?” —preguntó. Le dije: “Entregue
una promesa escrita al tesorero de la iglesia; eso tendrá valor formal”.
Otro hermano hizo una promesa escrita por 1000 dólares, espe-
rando pagarla al cabo de pocas semanas. Y un tercero prometió pa-
gar 300 dólares. (The Review and Herald, 19 de febrero de 1889).
| 117 |
camino e impidiendo que la verdad llegue a regiones lejanas. Se me
ha indicado que diga al pueblo de Dios que redima su honor devol-
YLHQGRD'LRVdžHOPHQWHHOGLH]PRManuscrito 44, 1905).
| 118 |
rales. Hay hombres a quienes Dios ha bendecido y a quienes está
SUREDQGRSDUDYHUF³PRUHVSRQGHU¡QDQWHVXVEHQHdžFLRV+DQUH-
tenido sus diezmos y sus ofrendas hasta que su deuda al Señor de
los ejércitos ha llegado a ser tan grande que palidecen ante el pensa-
miento de devolver al Señor lo que es suyo: un diezmo justo. Apre-
suraos, hermanos, ahora que tenéis la oportunidad de ser honrados
con Dios; no demoréis. (The General Conference Daily Bulletin, 28 de
febrero de 1893).
:: LA FIDELIDAD DE JACOB
Jacob hizo ese voto mientras se hallaba refrigerado por los ro-
cíos de la gracia, y vigorizado por la presencia y la seguridad de
Dios. Después que hubo pasado la gloria divina, tuvo tentaciones,
FRPR ORV KRPEUHV GH QXHVWUD ©SRFD SHUR IXH džHO D VX YRWR \ QR
| 119 |
quiso albergar pensamientos referentes a la posibilidad de quedar
libre de la promesa que había hecho. Podría haber razonado de ma-
nera muy similar a como lo hacen los hombres de hoy, diciéndose
que esta revelación era tan solo un sueño, que estaba muy excitado
cuando formuló ese voto y por tanto no necesitaba cumplirlo; pero
no obró así.
| 120 |
:: LA ORACIÓN NO ES UN SUSTITUTO DEL DIEZMO
| 121 |
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 122 |
Los principios de
la mayordomía
“BIEN, BUEN SIERVO Y FIEL; SOBRE POCO HAS
DÍA 17
Ŷ/ǜȯȢȶȆǩȆȣȜǯdzțǜɔȢȲǯȢțȢȆțȯȕȆǩǜǯȆǾȜȆǯǜǯ
ȯȢȲȱɂdzȶɂ6dzȡȢȲǩȢȜǽȈǜdzȜǴȕ6ȆȢǨȲǜǩȢȜdzǾȢȈȶțȢ
dzȜǜȕǾɃȜȶdzȜȽȆǯȢɔȶdzǜȯȲȢɍdzǩȃǜǯdzȕȢȶǨdzȜdzǽȆǩȆȢȶ
ȢǨȽdzȜȆǯȢȶǜȕȜdzǾȢǩȆǜȲǩȢȜȕȢȶǨȆdzȜdzȶǯdzȶɂ6dzȡȢȲȃǜ
ǽǜȕȶdzǜǯȢȕǜǩȢȜǽȆǜȜəǜǯdzȯȢȶȆȽǜǯǜdzȜǴȕŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 123 |
FRPSUHQGHU VX YROXQWDG SDUD VHU KDOODGRV džHOHV HQ OR SRFR WDQWR
como en lo mucho. Cuando esta sea nuestra experiencia, el servicio
de Cristo será una realidad para nosotros. Dios nos exige esto y de-
bemos manifestar, ante los ángeles y los hombres, nuestra gratitud
SRUORTXH©OKDKHFKRSRUQRVRWURV'HEHUDPRVUHLJHMDUODEHQHYR-
lencia de Dios en términos de alabanza y obras de misericordia...
| 124 |
vidan que todo lo que reclaman como suyo tan solo les ha sido con-
džDGR6RQPD\RUGRPRVGHODJUDFLDGH'LRV'LRVOHVKDHQFRPHQ-
GDGR HVH FDSLWDO SDUD SUREDUORV SDUD TXH PDQLdžHVWHQ VX DFWLWXG
hacia su causa y demuestren cuáles son sus pensamientos íntimos
hacia él. No solo están negociando para este tiempo, sino también
para la eternidad con el dinero de su Señor, y el uso o el abuso de su
talento determinará su posición y cargo en el mundo venidero. (The
Review and Herald, 14 de febrero de 1888).
:: UN ASUNTO PRÁCTICO
/D LGHD GH TXH VRQ DGPLQLVWUDGRUHV GHEH WHQHU XQD LQLJXHQFLD
práctica sobre todos los hijos de Dios... La benevolencia práctica
dará vida espiritual a millares de los que nominalmente profesan la
verdad, pero que actualmente lamentan las tinieblas que los circun-
dan. Los transformará de egoístas y codiciosos adoradores de Mam-
P³QHQIHUYLHQWHV\džHOHVFRODERUDGRUHVGH&ULVWRHQODVDOYDFL³Q
de los pecadores. (Joyas de los Testimonios 1:366).
:: EN EL LUGAR DE SU SEÑOR
8Q PD\RUGRPR VH LGHQWLdžFD FRQ VX 6H±RU $FHSWD ODV UHVSRQ-
sabilidades del mayordomo y debe obrar en el lugar de su Señor
haciendo lo que este haría si estuviera presente. Los intereses de su
Señor se convierten en los suyos. La posición de mayordomo impli-
ca dignidad, porque su Señor confía en él. Si obra con egoísmo en
DOJºQVHQWLGR\VHDSURYHFKDGHORVEHQHdžFLRVREWHQLGRVDOQHJR-
FLDUFRQORVELHQHVGHVX6H±RUKDIDOVHDGRODFRQdžDQ]DGHSRVLWDGD
en él. (Testimonies for the Church 9:246).
(QODVdžODVGHORVREVHUYDGRUHVGHOV¡EDGRKD\KRPEUHVTXHVH
aferran a su tesoro terrenal. Este es su dios, su ídolo; y aman su di-
| 125 |
nero, sus granjas, su ganado y sus mercaderías más que a su Salva-
dor, quien por amor a ellos se empobreció para que ellos, mediante
su pobreza, llegasen a ser ricos. Exaltan sus tesoros terrenales y los
consideran de mayor valor que las almas de los hombres. ¿Recibi-
rán ellos estas palabras de aprobación: “Bien hecho”? No, nunca. Es-
cucharán llenos de asombro esta sentencia irrevocable: “Apartaos”.
Cristo no tiene lugar para ellos. Han sido siervos perezosos que han
amontonado los recursos económicos que Dios les ha dado, mien-
tras sus semejantes perecían en las tinieblas y el error. Mi alma se
conmueve íntimamente en lo que atañe a este asunto.
:: AHORA ES EL TIEMPO
CUANDO TODOS DEBEN TRABAJAR
| 126 |
:: EL GRAN PECADO DE LOS CRISTIANOS PROFESOS
&DGDKRPEUHFXDOTXLHUDVHDVXRdžFLRRSURIHVL³QGHEHUDKDFHU
de la causa de Dios su primer interés; no solo debería ejercitar sus
talentos para promover la obra del Señor, sino también debería cul-
WLYDUVXVKDELOLGDGHVSDUDDOFDQ]DUHVWHdžQ0XFKRVGHGLFDQPHVHV
\D±RVDODDGTXLVLFL³QGHXQRdžFLRRSURIHVL³QDdžQGHOOHJDUDVHU
obreros de éxito en el mundo; y sin embargo no realizan ningún es-
fuerzo especial para cultivar los talentos que podrían convertirlos
en trabajadores de éxito en la viña del Señor. Han pervertido sus
capacidades y han empleado mal sus talentos. Han manifestado
menosprecio por su Maestro. Este es el gran pecado del pueblo pro-
feso de Dios. Se sirven a sí mismos y sirven al mundo. Puede ser que
WHQJDQODIDPDGHVHUdžQDQFLVWDVDVWXWRV\H[LWRVRVSHURGHVFXLGDQ
de acrecentar por el uso los talentos que Dios les ha dado para su
servicio. La habilidad en el trato con el mundo se fortalece por el
ejercicio, pero la habilidad espiritual se debilita por la inactividad.
(The Review and Herald, 1 de enero de 1884).
6LODVSHUVRQDVFX\RVWDOHQWRVVHHVW¡QDWURdžDQGRDFDXVDGHOD
inacción buscaran la ayuda del Espíritu de Dios y salieran a trabajar,
veríamos realizarse mucho más. Urgentes pedidos de socorro con-
moverían los corazones, y se daría esta respuesta: “Haremos todo lo
que podamos en nuestra debilidad e ignorancia, y nos volveremos
hacia el gran Maestro en busca de sabiduría”. ¿Puede ocurrir que en
medio de todas estas puertas abiertas a las oportunidades, estos pa-
téticos pedidos de ayuda, hombres y mujeres todavía permanezcan
sentados con los brazos cruzados, o que empleen sus manos única-
mente en un trabajo egoísta con propósitos terrenos?
Jesús dijo a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del mundo” Ma-
teo 5:14. Pero cuán pocos tienen conciencia de su propio poder e
LQLJXHQFLDFX¡QSRFRVFRPSUHQGHQORTXHSRGUDQKDFHUDdžQGH
ayudar y bendecir a los demás. Envuelven su talento en un lienzo
y lo entierran, y se halagan a sí mismos diciéndose que poseen una
KXPLOGDGHQFRPLDEOH3HURORVOLEURVGHOFLHORWHVWLdžFDQFRQWUDHVRV
| 127 |
ociosos, como siervos perezosos y malvados que pecan atrevida-
mente contra Dios descuidando la obra que él les ha encomendado.
No podrán alegar falta de capacidad cuando se abran los registros
FHOHVWLDOHV\VHSRQJDGHPDQLdžHVWRVXGHVFXLGRHYLGHQWH
&XDOTXLHUDVHDHOWDOHQWRTXHVHQRVKDFRQdžDGRVHUHTXLHUHTXH
lo utilicemos para el servicio de Dios y no para servir a Mammón...
| 128 |
MI DECISIÓN
Después de haber comprendido que Dios espera que desarrolle los do-
nes que Él me ha dado, decido colocarme a sus pies y pedir sabiduría y
la presencia de su Espíritu Santo para desarrollar mis dones recibidos
HQ EHQHdžFLR GH ORV GHP¡V 'HVHR VHU JHQHURVR FRQ ORV UHFXUVRV TXH
Dios me da y así ayudar a terminar la misión encomendada.
MI COMPROMISO
| 129 |
Ofrendas
voluntarias
“PERO ESTO DIGO: EL QUE SIEMBRA
ESCASAMENTE, TAMBIÉN SEGARÁ
DÍA 18
Ŷ/ǜǩǜɂȶǜǯdzȕǜȕȆǨdzȲǜȕȆǯǜǯȜȢǯdzȯdzȜǯdzȲȈǜțǝȶǯdzȕȢȶ
ǯȢȜǜȽȆɍȢȶȆȜǩȆdzȲȽȢȶȃdzǩȃȢȶȯȢȲȆțȯɂȕȶȢɔȱɂdzɍǜȲȈǜȜ
ǯdzǜǩɂdzȲǯȢǩȢȜȕȢȶȶdzȜȽȆțȆdzȜȽȢȶǯdzȕȢȶȃȢțǨȲdzȶ/Ȣȶ
ǯdzȲdzǩȃȢȶǯdz'ȆȢȶȶdzȲȈǜȜǜǩdzȯȽǜǯȢȶǯdzǨɂdzȜǜǾǜȜǜɔȶdz
ǩȢȜȶȆǯdzȲǜȲȈǜȱɂdzȶɂǩǜɂȶǜȽȆdzȜdzǯdzȲdzǩȃȢȕdzǾȈȽȆțȢǜɂȜǜ
ȯǜȲȽdzǯdzȕȢȶǽȢȜǯȢȶǩȢȜǽȆǜǯȢȶǜȜɂdzȶȽȲǜȶțǜȜȢȶŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 130 |
abundancia. La Biblia dice que las ofrendas son santísimas (Levítico
6:25, 7:14; 14:13). Entonces si el costo de mi salvación fue pagada con
un precio tan alto que yo no puedo jamás pagar, ¿cómo no valorar
esto separando un porcentaje de las bendiciones que yo recibo de
mi Dios para adorarlo cada vez que me presento delante del Él en
su santo templo? El pueblo de Israel en el AT adoraba a Dios con
ofrendas voluntarias de hasta un 10 a 20 por ciento de sus ingresos.
¿Por qué hoy debería ser diferente? Veremos en adelante algunas
citas del Espíritu de profecía donde Dios nos desafía a separar sus
ofrendas y que estén dentro del presupuesto mediante un porcenta-
je y deben ser sistemáticas. Siempre que devolvemos su diezmo de-
bemos adorarlo con nuestras ofrendas, no producto de la emoción
VLQRGHXQDSODQLdžFDFL³QVLVWHP¡WLFD
| 131 |
titud, vuestras ofrendas voluntarias y vuestras ofrendas de expia-
ción. (The Review and Herald, 4 de enero de 1881).
| 132 |
colocar en nuestras manos con el propósito de llevar adelante su
REUDHQHOPXQGRDdžQGHTXHHOHVWDQGDUWHGHODYHUGDGSXHGDVHU
desplegado en las zonas rurales y urbanas del mundo. Si todos los
que profesan la verdad quisieran dar al Señor lo que le pertenece
en términos de diezmos, donativos y ofrendas, habría alimento en
la casa del Señor.
b1RQR(QWUHJX©PRQRVDQRVRWURVPLVPRVFRPRXQVDFULdžFLR
vivo y demos nuestro todo a Jesús. Todo le pertenece; somos una
posesión adquirida por él. Los que reciben su gracia, los que con-
templan la cruz del Calvario, no tendrán duda acerca de la propor-
ción que deben dar, sino que comprenderán que la ofrenda más
cuantiosa carece de valor y no puede compararse con el gran don
GHO+LMRXQLJ©QLWRGHO'LRVLQdžQLWR3RUPHGLRGHODDEQHJDFL³QKDV-
ta el más pobre encontrará la manera de conseguir algo para devol-
verlo a Dios. (The Review and Herald, 14 de julio de 1896).
| 133 |
sus ofrendas. Moisés debía aceptar los donativos de cada persona
que diera voluntariamente, con sinceridad de corazón. Esas ofren-
das voluntarias llegaron en tanta abundancia que Moisés tuvo que
decir que no llevaran más. No debían llevar más donativos porque
habían dado abundantemente, más de lo que se necesitaba. Las ten-
taciones de Satanás vencen a los supuestos seguidores de Cristo en
ORTXHVHUHdžHUHDODFRPSODFHQFLDGHOSODFHU\HODSHWLWR'LVIUD]DGR
GH¡QJHOGHOX]FLWDU¡ODV(VFULWXUDVSDUDMXVWLdžFDUODVWHQWDFLRQHV
que coloca delante de los hombres para que complazcan el apetito y
se dediquen a placeres mundanos que satisfacen el corazón carnal.
Los presuntos seguidores de Cristo son débiles en fuerza moral y
quedan fascinados por el soborno que Satanás les ofrece, y así este
gana la victoria.
| 134 |
¿Y qué impresión se realiza con esto sobre la mente de los incré-
dulos? Las elevadas normas de la Palabra de Dios son arrastradas
en el polvo. Y así se atrae oprobio sobre Dios y el nombre cristiano.
Los principios más corrompidos son fortalecidos por este método
QREEOLFRGHUHXQLUUHFXUVRVdžQDQFLHURV<HVRHVORTXH6DWDQ¡VGH-
sea que ocurra. Los hombres están repitiendo el pecado de Nadab y
Abiú. Están utilizando fuego profano en lugar de fuego sagrado en
el servicio de Dios. El Señor no acepta tales ofrendas.
| 135 |
vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están
comidas de polilla”. Santiago 5:1, 2.
7DOHVSHUVRQDVGHVSHUWDU¡QSRUdžQGHOKRUULEOHHQJD±RHQTXH
han incurrido voluntariamente. Los que alabaron su liberalidad
irregular ayudaron a Satanás a engañarlos, y les hicieron pensar
TXHHUDQPX\JHQHURVRV\TXHWHQDQPXFKRHVSULWXGHVDFULdžFLR
cuando en realidad no conocían los rudimentos de la dadivosidad
ni la abnegación. (Testimonies for the Church 1:475, 476).
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 136 |
Viviendo en
armonía con las
entradas
DÍA 19
Ŷ+dzɍȆȶȽȢǜǽǜțȆȕȆǜȶȯȢǨȲdzȶȕɂǩȃǜȜǯȢǩȢȜȕǜȶǯdzɂǯǜȶ
ɔȶȆȜdzțǨǜȲǾȢȜȢdzȜȶdzȡǜǨǜȜǜȕȢȶȃȆȐȢȶǜȜdzǾǜȲȶdzǜȶȈ
țȆȶțȢȶǜǽȆȜǯdzǜɔɂǯǜȲǜȶɂȶȯǜǯȲdzȶŷ
(ȕdzȜǜǯdz:ȃȆȽdz
| 137 |
Enseñemos a nuestros hijos que de todos los ingresos que recibi-
mos Dios es primero, separemos el Diezmo y luego la ofrenda. Una
vez separadas estas partes, ahora hablemos a los hijos cuáles son las
demás prioridades básicas que tienen que ser cubiertas cada mes.
Dentro de este presupuesto considerar un plan de ahorro, aunque
sea mínimo, pero siempre debe establecerse un porcentaje de aho-
rro para algún proyecto familiar, social, espiritual, estudios, salud,
etc.
Una de las trampas en las cuales es muy fácil caer es en el mal uso
de las tarjetas de crédito. Si estos gastos no están en el presupuesto
| 138 |
prontamente estarás envuelto en deudas con porcentajes muy altos
que te será difícil pagar. Las compras con las tarjetas deben estar
dentro del presupuesto y nunca excederse o caer en la tentación de
las compras a plazos o en cuotas, excepto en casos de emergencia,
sin intereses y si está en tu presupuesto. Administra con sabiduría,
busca ayuda, asesoramiento de los profesionales de esta área.
| 139 |
Jesús logró un milagro y alimentó a cinco mil, y luego enseñó una
importante lección de economía: “Recoged los pedazos que sobra-
ron, para que no se pierda nada” Juan 6:12. Tenéis la responsabilidad
de deberes importantísimos. “No debáis a nadie nada” Romanos
13:8. Si fuerais inválidos, si no fuerais capaces de trabajar, entonces
vuestros hermanos tendrían el deber de ayudaros. Pero en vues-
tro caso, todo lo que necesitabais de vuestros hermanos cuando os
mudasteis de lugar, era solo una ayuda para comenzar. Si Ud. fuera
tan emprendedor como debiera, y si con su esposa estuvierais de
acuerdo en vivir dentro de vuestros recursos, podríais veros libres
de compromisos. Tendréis que trabajar para recibir salarios redu-
cidos tanto como para recibir salarios cuantiosos. La laboriosidad
y la economía habrían colocado a vuestra familia en una condición
mucho más favorable. (Testimonies for the Church 2:431-436).
| 140 |
En otra de mis visitas vi en esa casa el piano codiciado, y supe
que algunos cientos de dólares habían sido añadidos a la carga de
la deuda. Me resulta difícil saber a quién culpar más, a los padres
indulgentes o a las hijas egoístas. Todos ellos son culpables delan-
te de Dios. Este caso sirve de ilustración para muchos otros. Estas
jóvenes, aunque profesaban ser cristianas, nunca habían tomado la
cruz de Cristo, porque la primera lección que debe aprenderse de
Cristo es la lección de la abnegación. Nuestro Salvador dijo: “Si algu-
no quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y
sígame” Mateo 16:24. No hay otra forma como podemos llegar a ser
discípulos de Cristo a no ser cumpliendo esta condición. (The Signs
of the Times, 31 de marzo de 1887).
| 141 |
le ha dado fuerza y habilidad, pero Ud. no las ha usado. Su fuerza
HVVXdžFLHQWHSDUDSURYHHUDEXQGDQWHPHQWHDODVQHFHVLGDGHVGHVX
familia. Levántese por la mañana, aun mientras las estrellas brillan,
si es necesario. Propóngase hacer algo, y luego hágalo. Redima toda
promesa, a menos que la enfermedad le postre. Mejor es negarse el
alimento y el sueño que ser culpable de defraudar a otros de lo que
se les debe con justicia. (Joyas de los Testimonios 2:46, 47).
(ORFWDYRPDQGDPLHQWRFRQGHQDHOURERGHKRPEUHV\HOWU¡džFR
de esclavos, y prohíbe las guerras de conquista. Condena el hurto y
el robo. Exige estricta integridad en los más mínimos pormenores
de los asuntos de la vida. Prohíbe la excesiva ganancia en el comer-
cio, y requiere el pago de las deudas y de salarios justos. Implica
que toda tentativa de sacar provecho de la ignorancia, debilidad, o
desgracia de los demás, se anota como un fraude en los registros del
cielo. (Historia de los Patriarcas y Profetas, 317).
(O6H±RUQRVHFRPSODFHHQVXDLJLFFL³Q4XLHUHGHUUDPDUVREUH
Ud. el consuelo de su Espíritu Santo, para que sea un hombre libre
que ande en su luz y en su amor. Él tiene algunas lecciones que Ud.
debe aprender, y quiere que las aprenda con prontitud. Ud. no debe-
UDSHUPLWLUVHLQFXUULUHQGLdžFXOWDGHVdžQDQFLHUDVSRUTXHHOKHFKR
| 142 |
de que Ud. está endeudado debilita su fe y tiende a desanimarlo; y
hasta el mero pensamiento en esto lo pone casi frenético. Ud. ne-
FHVLWDUHGXFLUVXVJDVWRV\HVIRU]DUVHSDUDUHPHGLDUHVWDGHdžFLHQ-
FLDGHVXFDU¡FWHU8GSXHGH\GHEHKDFHUHVIXHU]RVGHdžQLGRVSDUD
controlar su tendencia a gastar más de lo que gana. (Carta 48, 1888).
| 143 |
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
| 144 |
El único plan
para sostener la
obra de Dios
DÍA 20
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| 145 |
:: CADA MAYORDOMO FIEL
DEBE ESTAR ANSIOSO POR AUMENTAR SUS OFRENDAS
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mentar la proporción de sus donaciones que entrega a la tesorería del
Señor, antes que por disminuir sus ofrendas en una jota o una tilde. ¿A
quién le sirve? ¿Para quién está preparando una ofrenda? Para Aquel
de quien depende para recibir todas las buenas cosas de que disfruta.
Entonces, que ninguno de los que recibimos la gracia de Cristo demos
ocasión para que los ángeles se avergüencen de nosotros, y para que
Jesús se avergüence de llamarnos hermanos.
| 146 |
que estos sean útiles. Los padres y los hijos no deben considerarse
dueños de sí mismos y pensar que pueden disponer de su tiempo y
propiedades en la forma como les plazca. Son la posesión adquiri-
da por Dios, y el Señor pide los intereses de sus habilidades físicas,
las que deben ser utilizadas para llevar un aporte a la tesorería del
Señor.
:: LA ABNEGACIÓN Y LA CRUZ
| 147 |
hizo en la persona de su Hijo, de no retener nada de lo que posean
por muy precioso que esto sea para ellos. Si poseen cualquier cosa
que pueda emplearse para atraer a cualquier alma, no importa cuán
rica o cuán pobre esta pueda ser, hacia el Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo, deben utilizar libremente tal cosa para reali-
zar este propósito. El Señor emplea a los agentes humanos para que
estos sean colaboradores con él en la salvación de los pecadores.
:: EL ESPÍRITU DE SACRIFICIO
(OSODQGHVDOYDFL³QVHWUD]³HQEDVHDXQVDFULdžFLRWDQDPSOLR
profundo y elevado que resulta inconmensurable. Cristo no envió a
sus ángeles a este mundo caído mientras él permanecía en el cielo,
sino que él mismo vino sin escolta y soportó el vituperio. Se con-
virtió en varón de dolores, experimentado en quebranto; él llevó
nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores. Y Dios conside-
ra la ausencia de abnegación en sus seguidores profesos como una
negación del nombre de cristianos. Los que profesan ser uno con
Cristo y sin embargo complacen sus deseos egoístas de poseer ropa
y muebles elegantes y costosos, y alimento exquisito, son cristianos
solamente de nombre. Ser un cristiano es ser como Cristo.
| 148 |
Y sin embargo, cuán verdaderas son estas palabras del apóstol:
“Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús” Fi-
lipenses 2:21. Las obras de muchos cristianos no corresponden con
el nombre que llevan. Obran como si nunca hubieran oído acerca
GHOSODQGHUHGHQFL³QOOHYDGRDFDERDXQFRVWRLQdžQLWR/DPD\RUD
procura forjarse fama en el mundo; adopta las formas y ceremonias
mundanas, y vive para satisfacer la complacencia propia. Esta gente
sigue en pos de sus propios designios con tanta ansiedad como lo
hace el mundo, y así suprime su poder para ayudar a establecer el
reino de Dios...
| 149 |
que poseemos es del Señor. En lugar de gastar dinero en cosas inne-
cesarias, deberíamos invertirlo para responder a los llamamientos
de la obra misionera.
| 150 |
MI DECISIÓN
MI COMPROMISO
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necesidad de hacer tesoros en el cielo, me comprometo hoy junto con
mi familia a incrementar mis ofrendas sistemáticas y así contribuir con
generosidad para alcanzar a otros para el reino de Dios.
| 151 |
Compartiendo
los gozos de
los redimidos
DÍA 21
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No hay mayor gozo que el ver a las personas que por vuestro
trabajo, ya sea directamente mediante los estudios bíblicos o tu
testimonio, o indirectamente mediante tus diezmos y ofrendas, se
rinden entregando sus corazones a Jesús. Esta es una alegría indes-
criptible, este es el verdadero gozo que Cristo nos da, un gozo que
permanece para siempre, y más aun cuando estemos en la nueva
WLHUUD \ YHDPRV TXH FRPR IUXWR GH QXHVWUD džGHOLGDG D 'LRV HQ OD
administración de sus recursos muchos fueron alcanzados en el
mundo para la vida eterna.
| 152 |
ria de Dios se invierte en la empresa de más éxito en esta vida y en
la vida futura. Nuestros talentos de oro y plata, si los damos a los
cambiadores, ganan continuamente en valor, lo cual se registrará
en nuestra cuenta en el reino de los cielos. Nosotros seremos los re-
ceptores de la riqueza eterna que ha aumentado en las manos de
los cambiadores. Al dar para la obra de Dios, nos estamos haciendo
tesoros en el cielo. Todo lo que depositamos arriba está asegurado
contra el desastre y la pérdida, y está aumentando en valor eterno
y perdurable.
| 153 |
:: LA PROMESA PERMANENTE DE DIOS
&DGDPD\RUGRPRVDELRGHORVELHQHVFRQdžDGRVD©OHQWUDU¡HQ
el gozo de su Señor. ¿Qué es este gozo? “Así os digo que hay gozo
delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”
Lucas 15:10. Habrá una bendita alabanza, una santa bendición, para
ORVdžHOHVJDQDGRUHVGHDOPDV6HXQLU¡QDORVTXHVHUHJRFLMDQHQHO
cielo, que dan la bienvenida a la cosecha al entrar esta en el hogar.
:: UN GOZO INDESCRIPTIBLE
Cuán grande será el gozo cuando los redimidos del Señor se re-
únan en las mansiones preparadas para ellos. ¡Oh, qué gozo para
todos los que hayan sido obreros imparciales y abnegados junta-
mente con Dios en la tarea de promover su obra aquí en la tierra!
¡Qué satisfacción tendrá cada segador cuando la voz clara y musical
de Jesús diga: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino pre-
parado para vosotros desde la fundación del mundo”! Mateo 25:34.
“Entra en el gozo de tu Señor”.
| 154 |
(O 5HGHQWRU HV JORULdžFDGR SRUTXH QR KD PXHUWR HQ YDQR &RQ
corazones gozosos, los que han sido colaboradores con Dios ven el
trabajo de su alma en favor de los pecadores destinados a perecer
y morir. Las horas ansiosas que pasaron, las circunstancias que les
FDXVDURQSHUSOHMLGDGODDLJLFFL³QGHOFRUD]³QGHELGDDTXHDOJXQRV
rehusaron ver y recibir las cosas que habrían podido dar paz, todo
HVRTXHGDROYLGDGR/DDEQHJDFL³QTXHSUDFWLFDURQDdžQGHVRVWH-
ner la obra ya no es más recordada. Cuando contemplan las almas
que procuraron ganar para Jesús, y las ven salvadas, salvadas eter-
namente como monumentos a la misericordia de Dios y al amor del
Redentor, hacen resonar en las bóvedas celestes exclamaciones de
alabanza y agradecimiento. (The Review and Herald, 10 de octubre de
1907).
&ULVWROOHY³FRQVLJRDORVDWULRVFHOHVWLDOHVVXKXPDQLGDGJORULdž-
cada. A los que le reciban, les da poder para llegar a ser hijos de Dios,
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con él a través de toda la eternidad. Si durante esta vida son leales a
'LRVDOdžQŶYHU¡QVXFDUD\VXQRPEUHHVWDU¡HQVXVIUHQWHVŷ$SR-
calipsis 22:4. ¿Qué es la felicidad del cielo si no es ver a Dios? ¿Qué
mayor gozo puede obtener el pecador salvado por la gracia de Cris-
to que el de mirar el rostro de Dios y conocerle como Padre? (Joyas
de los Testimonios, t.3, 265.5)
Que haya sencillez, humildad del alma, para que se sepa que us-
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te en las nubes del cielo, exclamaremos: “¡He aquí, este es nuestro
Dios! Le hemos esperado, y nos salvará” (Isa. 25: 9). Entonces a los
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YDGRUGLFLHQGRŶ%LHQEXHQVLHUYR\džHO>@(QWUDHQHOJR]RGHWX
señor” (Mat. 25: 21-23). ¿Qué? ¿Fieles al pisotear la ley de Dios? No,
no. Estos no tienen la marca de la bestia sobre ellos. (Sermones Esco-
gidos, t.1, 31.4).
| 155 |
:: CONTEMPLA CON LOS OJOS DE LA FE
EL CIELO AHORA MISMO
(O6H±RUQRQRVWRPDFRQODVLQFOLQDFLRQHV\GHdžFLHQFLDVSURSLDV
de nuestra naturaleza, y nos coloca de inmediato frente a la luz de
su faz. No, hemos de hacer nuestra parte, ocuparnos en nuestra pro-
pia salvación con temor y temblor, Dios produce en nosotros tanto
el querer como el hacer por su buena voluntad. Mediante la combi-
QDFL³QGHHVWRVGRVSRGHUHVDOFDQ]DUHPRVODYLFWRULD\džQDOPHQWH
recibiremos la corona de vida. Ahora contemplamos un cielo lleno
de gozo y el eterno peso de gloria que se extiende delante de noso-
WURV\WHPHPRVSHUGHUORVQRVHDTXHDOGHMDUGHFRQdžDUHQODSUR-
mesa, no los alcancemos. No podemos darnos el lujo de perderlos.
Anhelamos ese cielo de felicidad, y empleamos a fondo todas las
facultades de nuestro ser para obtenerlo. Utilizamos todas nuestras
facultades al máximo. Utilizamos todo nervio y músculo espiritual
para obtener el éxito pleno en esta labor y de esa forma alcanzar el
valioso galardón de la vida eterna. (Sermones Escogidos, t.1, 72.4)
4XH'LRVQRVFRQFHGDYLYLUHQODOX]GHVXID]\TXHDOdžQOHHV-
cuchemos decir: “Suban acá; entren en el gozo de su Señor”. ¿Cuál
es ese gozo? Ver pecadores convertidos. Eso es gozo. Vayamos a
trabajar y tratemos de ayudar a alguna pobre alma descorazonada,
que esté abatida bajo el peso del desánimo. Tratemos de ganar algún
alma para Cristo. Ustedes se consideran más importantes de lo que
son, pero intenten ganar a alguien para Cristo y se empequeñecerán
hasta sentir que no son nada. Cuando se sientan así, entonces Cristo
será todo para ustedes. (Sermones Escogidos, t.1, 175.2).
En vista de la herencia gloriosa que puede ser suya, “¿qué rescate
dará el hombre por su alma?”. Puede ser pobre y, sin embargo, po-
see en sí mismo una riqueza y dignidad que el mundo jamás podría
haberle dado. El alma redimida y limpiada de pecado, con todas sus
nobles facultades dedicadas al servicio de Dios, es de un valor in-
comparable; y hay gozo en el cielo delante de Dios y de los santos
ángeles por cada alma rescatada, un gozo que se expresa con cánti-
cos de santo triunfo. (Camino a Cristo, 126.1).
| 156 |
:: SOLO UN POQUITO MÁS
:: LA SEGURA PROMESA
| 157 |
MI DECISIÓN
Decido clamar por el bautismo diario del Espíritu Santo y así llegar a
VHUXQdžHOPD\RUGRPRGH&ULVWR4XLHURDSUHVXUDUVXVHJXQGDYHQLGD
siendo generoso y sistemático en la devolución de los Diezmos y las
ofrendas, ya que estos medios ayudan a que el evangelio sea predicado
en todo el mundo.
MI COMPROMISO
0HFRPSURPHWRKR\MXQWRFRQPLIDPLOLDDVHUXQdžHOPD\RUGRPR(V
mi deseo oír la voz de mi Salvador en su segunda venida hablándonos
DPLIDPLOLDŶ%LHQEXHQVLHUYRdžHOVREUHSRFRKDVVLGRdžHOVREUHPX-
cho te pondré, entra en el gozo de tu Señor”.
| 158 |
CONCLUSIÓN
| 159 |
| 160 |
Reavívanos OTRA VEZ
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Pr. Daniel Montalvan ű3UHVLGHQWHGHOD8QL³Q3HUXDQDGHO1RUWH
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UHVXUUHFFL³Q GH OD PXHUWH HVSLULWXDOŷ 6LQ GXGD 'LRV DQKHOD TXH VX SXHEOR GHVHH
FRQRFHUSHUVRQDOPHQWHVXDPRU\FRPSDUWLUORFRQRWURV3RUHOORWHLQYLWRDSULRUL]DU
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Dr. Walter Murillo ű7HVRUHURGHOD8QL³Q3HUXDQDGHO1RUWH