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CRÓNICAS Y DELIRIOS

Igor Delgado Senior

FAKE NEWS, FALSIFICACIONES Y FALSARIOS

El papa Francisco, con lenguaje de hermandad franciscana, muy distante del río
de la plata que corre por la mediática del orbe, difundió su mensaje para la
Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, dedicándolo al tema de las
fake news y el periodismo de paz. —Las noticias falsas —dijo el santo padre casi
santiguándose delante del mismo diablo — son un fenómeno perverso y por ello
hoy formulo un llamado a los periodistas para que conviertan la búsqueda de la
verdad en su misión.

Francisco señaló además que según la Biblia, las primeras fake news se remontan
al Jardín del Edén, cuando Eva fue tentada para comerse una manzana con
información engañosa de la serpiente, “la cual se abre camino en el corazón del
hombre con argumentaciones falsas y atrayentes”. (¡Su padrísima palabra vaya
alante, Sumo Pontífice!).

Hasta hace pocos lustros, se privilegiaba a toda costa el valor y defensa de la


verdad, pero ahora ocurre totalmente lo contrario: las fake news, los falsos
positivos y la eufemística post verdad modifican de raíz la certidumbre y
transparencia de los hechos humanos. Y se premia a cuanta serpiente, culebra,
culebro, víbora, cobras que cobran, y demás especies rastreras dispuestas a
modificar la realidad por un bombazo de dólares.

En este trance de dislocaciones, leí en la prensa digital que nuestro condiscípulo


de bachillerato el gordo Armidas, a quien llamábamos “el inquieto cobero” y
célebre asimismo por su habilidad para copiarse en los exámenes, presidía una
ONG periodística encargada de defender la democracia en el hemisferio
occidental. Entonces, le envié un correo electrónico para que me hablase de sus
cometidos y acometidas, y el gordo aceptó recibirme en su oficina.

Llegué puntualmente a la cita. Armidas, en guayabera made in Florida, me estaba


esperando a las puertas de un edificio sin nombre. Luego del saludo y los mutuos
“¡Chico, te conservas igualito!”, el gordo me llevó al pent-house y entramos a su
oficina por una puerta que parecía falsa. “Perdona el desorden, pero estamos en
proceso de modificaciones por causa de la maldita pandemia”, dijo Armidas algo
tembloroso, y yo pude atisbar en el suelo varias fotos descolgadas de la pared
(Trump, Guaidó, Pompeo, Abrams, Marco Rubio). Luego, arrimó dos sillas y
empezó a contarme sus hazañas:
“Con mucho sudor de mis padres, estudié Periodismo con especialización
Business and Marketing en la Universidad de Miami, y cuando regresé a Caracas
monté varios negocios (una pollera llamada La Pollera Colorá, una Vende Paga
que está en Chacao, y tres sitios para expender Kino Táchira), pero yo deseaba
algo grande, algo trascendental acorde con mis aptitudes personales y por eso
decidí meterme de lleno en el área comunicacional, pues tú sabes que soy muy
comunicativo, y la suerte fue inscribirme en Primero Justicia donde me hice
panadería de Leopoldo López y Julio Borges, y más tarde me fui con Leopoldo a
Voluntad Popular, organización que me dio permiso (remunerado) para el combate
contra la dictadura chavista”.

El gordo Armidas prosigue la confidencia: “En esta ONG tengo varios pasantes
que son arrechísimos para inventar o exagerar las vainas, hacer fotomontajes y
redactar mensajes de terror tipo JJ Rendón. Si en Guarenas, por ejemplo, se
incendió una gandola con 20.000 litros de gasolina, los muchachos les agregan
tres ceros, ¿me estás entendiendo? Si cincuenta familias cruzan las trochas del
Táchira para Colombia, mi equipo centuplica esa cantidad; ¡es facilísimo,
compadre! Si Maduro dice que las gotas Carvativir remedian el Covid 19, nosotros
le ponemos un audio de fondo con burda de carcajadas, o sea, como en Radio
Rochela, ¿te acuerdas?”

“Cuando agarran a uno de nuestros militantes con las manos en los explosivos de
cualquier Operación Gedeón, de inmediato denunciamos el caso como una
violación a los Derechos Humanos para que se entere hasta el sordo Biden. Si en
el mar Caribe detienen a un barco con drogas, la única posibilidad es que sea un
alijo del Cartel de los Soles, dirigido por Maduro y Diosdado, ahora bajo la sub-
coordinación de Nicolasito. En suma, compañero, nuestra misión es que no siga
avanzando el comunismo en Venezuela ni tome ningún otro pedazo del mundo
libre, ¡líbrenos Señor de esa tragedia!”

Finalmente el gordo Armidas me despidió con rápidos abrazos, porque debía


pronunciar el discurso inaugural de un nuevo bodegón en Las Mercedes.

¿Será verdad que es el propietario del bodegón o estamos ante otra noticia falsa?

http://ciudadccs.info/2021/02/12/cronicas-y-delirios-fake-news-falsificaciones-y-
falsarios/

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