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3.

APROXIMACIÓN IGNACIANA A LA INTERIORIDAD


Josep M. Rambla, sj.

Al empezar quiero evitar el riesgo de caer en el anacronismo de pensar que


Ignacio respondía a preguntas que nos hacemos hoy y más aún caer en la
tentación de una especie de capitalización ignaciana sosteniendo que él ya
había previsto lo que nosotros hoy tratamos sobre la interioridad. No obs-
tante, parece haber una cierta afinidad entre el carisma ignaciano y muchas
de las cosas que hoy nos interesan en el campo de la interioridad, como lo
demuestra el hecho de que personas que siguen esta espiritualidad hayan
hecho aportaciones interesantes, sin dejar el ignacianismo o incluso acen-
tuándolo (A. De Mello4, Franz Jalics, Mariano Ballester, etc.).

3.1. La interioridad como condición como si Dios entrase en nuestras vidas por
previa una puerta falsa… San Ignacio presupone
en parte, esta formación personal, y tam-
Además, otra observación preliminar,
bién la ofrece, pero lo hace a través de la
siempre he pensado que en la experiencia
misma mistagogía y de forma muy gra-
más propiamente espiritual hay una serie
dual. Pensamos en el acompañamiento
de condiciones previas que pertenecen al
que realizó durante años a Pedro Fabro,
campo de la educación personal humana.
antes de darle los Ejercicios, o en el que
Por ejemplo, se hace difícil iniciar una ex-
propone en la anotación 18a de los Ejer-
periencia espiritual sin ningún tipo de
cicios en la Parte VII de las Constitu-
educación del silencio, sin un cierto co-
ciones sobre la forma adaptada de dar los
nocimiento práctico de la gratuidad, sin la
EE.
capacidad de entrar dentro de uno mismo,
etc. Intentar una experiencia espiritual con «Los Ejercicios Espirituales entera-
esta carencia se nos antoja un angelismo, mente no se han de dar sino a pocos,
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y tales que de su aprovechamiento se escribe e imprime en los corazo-
espere notable fruto a la gloria de nes…» [Const. 134].
Dios. Pero los de la primera semana La ley del Espíritu es interior en la me-
pueden extenderse a muchos, y algu- dida que el Espíritu actúa en el interior de
nos exámenes de conciencia y modos las personas, en su espíritu.
de orar, especialmente el primero de
los que se tocan en los Ejercicios, aun b) «Interior» puede tener una signifi-
se extenderá mucho más; porque cación de lucidez y de profundidad, mien-
quienquiera que tenga buena voluntad tras que “obras exteriores” significan
será de esto capaz.» [Const. 649] obras hechas con la buena voluntad y ge-
nerosidad, pero con poca lucidez y madu-
Efectivamente, el examen de concien- rez espiritual. Esto es lo que experimen-
cia y los modos de orar que Ignacio pro- taba el peregrino camino de Montserrat:
pone en los Ejercicios Espirituales son
«Esta ánima que aún estaba ciega… y
prácticas muy sencillas de vida interior
no miraba a cosa ninguna interior…
que están al alcance de muchas personas.
sino toda su intención era hacer estas
Habiendo dicho esto, pasamos a hacer obras grandes exteriores, porque así
un análisis de la aportación ignaciana a la las habían hecho los santos para glo-
comprensión y a la pedagogía de la inte- ria de Dios, sin mirar ninguna más par-
rioridad. ticular circunstancia.» [Auto. 14]
c) Las actividades interiores se con-
3.2. Análisis terminológico traponen a las exteriores:
Hay una serie de palabras características «Aquellos interiores… estos exterio-
de Ignacio que entran dentro de la conste- res.» [Const. 813]
lación del vocabulario propio de la inte- «Cosas espirituales o exteriores.»
[Const. 253]
rioridad. Me voy a ceñir a analizar tan solo
tres. d) Las virtudes y disposiciones espiri-
tuales (humildad, intención recta, etc.) son
3.2.1. Interior cosa interior y, por tanto, la vida interior
equivale con frecuencia a «vida espiri-
a) Hablamos de aquello que es interior tual». Así, el peregrino yendo hacia
a la persona, pero con un grado notable de Montserrat se sentía muy generoso, pero,
profundidad. Es el centro de la persona y en cambio nada experimentado en la vida
aquello con él relacionado, el espíritu. Por espiritual, como lo demuestra el episodio
otro lado, “exterior” y también “externo”, del debate con el moro que el santo narra
a veces, son correlativos de este sentido de inmediato y casi a modo de ejemplo:
de “interior”. Veamos este importante tex- «No mirando a ninguna cosa interior,
to: ni sabiendo qué cosa era la humildad,
«Y de nuestra parte, más que ninguna ni caridad, ni paciencia, ni discreción
constitución exterior, la interior ley de para reglar ni medir estas virtudes.»
la caridad y amor que el Espíritu Santo [Auto. 14]
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Y, hablando de cómo se ha de conser- de lo interior porque recibe de este último
var y crecer la Compañía, las Constitu- una calidad especial:
ciones precisan la importancia capital de «Aquellos interiores son los que han
una serie de actitudes y virtudes que son de dar eficacia a estos exteriores.»
cosas interiores: [Const. 813]
«Los medios que juntan el instrumen-
to con Dios y le disponen para que se 3.2.2. Espiritual
rija bien de su divina mano son más
La palabra «espiritual» se corresponde
eficaces que los que le disponen para
bastante con «interior», pero con algunos
con los hombres, como son los medios
matices.
de bondad y virtud, y especialmente la
caridad y pura intención del divino a) «Espiritual» parece tener una cali-
servicio y familiaridad con Dios nues- dad de profundidad y de trascendencia
tro Señor en ejercicios espirituales de especial equivalente a «ser movido por
devoción y el celo sincero de las áni- el Espíritu». Abundan en el lenguaje ig-
mas para la gloria de quien las creó y naciano, sobre todo en los Ejercicios
redimió, sin ningún otro interés. Y así Espirituales y en el Diario Espiritual, ex-
parece que por un lado ha de procu- presiones como «mociones espirituales»,
rarse que todos los de la Compañía se «inteligencias espirituales», «consolacio-
den a las virtudes sólidas y perfectas y nes espirituales», «desolaciones espiritua-
a las cosas espirituales, y se haga de les».
ellas más caudal que de las letras y b) La palabra «espiritual» también
otros dones naturales y humanos. expresa las actividades o ejercicios inte-
Porque aquellos interiores…» [Const. riores, como son la oración o el examen.
813] Ignacio habla de la «familiaridad con Dios
O sea que todo aquel conjunto de ac- nuestro Señor en los ejercicios espiritua-
tividades, actitudes y virtudes constituyen les de devoción», «se den a las virtudes
«aquellos [dones] interiores». Por tanto, sólidas y perfectas y a las cosas espiritua-
según esta significación, «exterior» es lo les» [Const. 813].
contrario, en el sentido de dones naturales Esta acepción coincide de hecho con
y humanos. «interior», ya que se contrapone a activi-
Entonces, una cosa «interior», según dades exteriores, como aparece en esta
la significación propia y usual del térmi- orientación para la formación espiritual de
no (pensar, teología, creación literaria o los novicios:
artística, etc.) es «exterior». «Todos generalmente en santidad ten-
e) Hay una interrelación entre «inte- gan en qué entender cosas espirituales
rior» y «exterior». El exterior puede ser la o exteriores.» (Const. 253)
manifestación del interior. Por ejemplo, c) «Espiritual» califica la vida espiri-
la penitencia «externa» que es fruto de la tual, la cual a veces aparece formulada
«interna» [EE 82]. Lo exterior también bien explícitamente: «en cuan grado ayu-
puede ser de alguna manera dependiente da y aprovecha en la vida espiritual»
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[Const. 101]. Pero a veces aparece de ma- a) A menudo la interioridad hace refe-
nera menos explícita, por ejemplo, para rencia a aquello más profundo de la per-
indicar que el peregrino aun no estaba sona, el corazón: «sentir y gustar las co-
acostumbrado a la vida espiritual, es de- sas internamente» [EE 2,4]; «se conocen
cir, en «cosas interiores espirituales» más interiormente los pecados» [EE
[Aut. 20]. En los Ejercicios nos encontra- 44,5]; «interno conocimiento de mis pe-
mos con esta expresión para significar la cados» [EE 63,2]; «interno sentimiento de
vida espiritual: «todas las cosas espiritua- la pena que padecen los dañados» [EE
les» [EE 189,10]. 65,4]; «conocimiento interno del Señor»
d) A veces están unidos «espiritual» e [EE 104]; «pena interna de tanta pena que
«interior», y los dos términos se refuerzan Cristo pasó por mi» [EE 203]; «conoci-
miento interno de tan bien recibido» [EE
recíprocamente «cosas interiores espiri-
233]; «moción interior», [EE 316,1]; «que
tuales» [Aut. 20]; «internas mociones es-
internamente sintamos que no es de no-
pirituales» [DE 61].
sotros traer o tener devoción crecida…»
[EE 322,3]. Y «cosas internas» se identi-
3.2.3. Interno fican con los «ejercicios espirituales» [EE
El adjetivo «interno» coincide en parte 44,5], con la experiencia espiritual. No es
con «interior» en su sentido más elemen- extraño que las primeras reflexiones teo-
tal (3.2.1.a). lógicas sobre los Ejercicios girasen alre-
Pero «interno» con frecuencia tam- dedor de la theologia cordis.
bién coincide con el sentido más profundo b) La interioridad tiene una riqueza in-
de «espiritual» (3.2.2.a): «las cosas inter- mensa de dimensiones, implica todo el
nas» [EE 44,5]; «pena interna» [EE ser, el conjunto de actitudes que humani-
203,1]; «internas noticias» [EE 213,2]; zan a la persona y al cristiano. La interio-
«alegría interna» [EE 316,4); «muy inter- ridad no es exclusivamente el mundo in-
na y suave devoción» [DE 120,1]; «mo- terior, ya que las virtudes y las prácticas
ciones internas» [DE 149,2]... externas espirituales son interiores: bon-
A veces, según la bien fundamentada dad, caridad, intención recta, gratuidad
[cf. Const. 813], atención a la manera de
opinión de Parmananda Divarkar, tiene
relacionarse, humildad, paz interior y ex-
una connotación de relación personal con
terior, madurez en la manera de expresar-
Dios, cuando se trata del «conocimiento
se [cf. Const. 250].
interno de mis pecados» [EE 63,2], «co-
nocimiento interno del Señor» [EE 104], c) La interioridad es abierta al exterior
«conocimiento interno de tan bien recibi- y es dinámica, como lo muestra el senti-
do» [EE 233]5. do de «conocimiento interno». Hablar de
interioridad es hablar de la relación con
Alguien, es encontrarse con una Presencia.
3.2.4. Breve síntesis
Porque en Ignacio la interioridad tiene un
De los datos precedentes se pueden sacar horizonte creyente, de fe, no es simplemen-
las siguientes conclusiones sobre la mane- te un ejercicio ascético o psicológico. En
ra como Ignacio entendía la interioridad. este sentido la interioridad se aproximaría
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a la manera como la entiende Ramón «Del cargo de las cosas temporales,
Llull: la disponibilidad total a vivir ena- aunque en alguna manera parezca y
morado, a vivir definitivamente seducido. sea distractivo, no dudo que vuestra
d) Hay una unidad entre el interior- santa intención y dirección de todo lo
interno y externo-exterior. Ignacio no se- que tratáis a la gloria divina lo haga es-
para entre interior y exterior. Lo externo piritual y muy grato a su infinita bon-
puede ser la expresión de lo interno, por dad; pues las distracciones tomadas
ejemplo la penitencia “externa” que es por mayor servicio suyo, y conforme
«fruto de la primera [la interna]» [EE a la divina voluntad suya, interpreta-
82,3]. Hay que prestar atención a la sen- da por la obediencia, no solamente
sibilidad con el fin de ordenarla a la razón, pueden ser equivalentes a la unión y
como también «las cosas inferiores» (sen- recolección de la asidua contempla-
sibles y exteriores) se han de subordinar ción, pero aun más aceptas, como
a las superiores (espirituales e interiores) procedentes de más violenta y fuerte
[EE 87,2]. Y hay que «alabar… peniten- caridad.»6
cias, no solamente internas sino también g) Aunque la interioridad es la que da
externas» [EE 359]. fuerza al exterior, a la vez depende de él.
e) La interioridad tiene una cierta pre- No podemos hablar de interioridad dejan-
eminencia respecto de las cosas externas do al margen la exterioridad. Una addición
y corporales, porque pertenece a las cosas de los Ejercicios Espirituales afirma que
superiores a las cuales se han de sujetar la posición corporal se ha de mantener o
las otras [EE 87, 2]. La interioridad, ade- cambiar en función de la experiencia es-
más, da fuerza o calidad a las cosas ex- piritual que se esté produciendo:
ternas y por esta razón la interioridad, en- «Si hallo lo que quiero de rodillas, no
tendida del modo amplio que hemos pasaré adelante, y si prostrado, igual-
tratado en el punto b) se ha de cultivar es- mente, etc.» [76,2].
pecialmente: «se haga de ellas [las cosas Ignacio habla de «guardar con mucha
espirituales] más caudal… porque aque- diligencia las puertas de los sentidos…»
llos interiores son los que han de dar efi- [Const. 250], porque a través de los senti-
cacia a estos exteriores para el fin que se dos corporales salimos hacia fuera desde
pretende» [Const. 813). el interior y el exterior nos entra en el in-
f) Gracias a esta subordinación, las terior… Las addiciones [EE 73-90], en
cosas exteriores, simplemente humanas, general, son orientaciones que en buena
pueden llegar a ser espirituales y particu- parte hacen referencia al exterior (mirada,
larmente los mismos ministerios al servi- palabra, gesto corporal, relación con el lu-
cio del prójimo pueden ser “espirituales” gar y la temperatura, etc.) en orden a una
en la medida en que están animados por experiencia profundamente interior, aun-
el elemento espiritual. Ignacio dice a un que también holística. Para una experien-
jesuita preocupado porque vive demasia- cia espiritual superior como es la del
do distraído en cosas administrativas Resucitado, hay que tener en cuenta as-
materiales: pectos bien exteriores como son la luz, la
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frescura, etc. [EE 229,4]. Y, en relación a importancia a que la persona se centre y a
las Constituciones se habla de la guarda la unificación interior. Este es el sentido
de las «puertas de los sentidos», se relacio- de la 20ª anotación [EE 20]:
na esta disposición con la paz, el silencio, «Estando así apartado, no teniendo el
la humildad, la modestia, la madurez, la entendimiento dividido en muchas co-
paciencia, el respeto. Más aún, la peni- sas, mas poniendo todo el cuidado en
tencia externa puede ser una especie de una sola, es a saber, en servir a su
súplica corporal para obtener alguna gra- Criador y aprovechar a su propia áni-
cia interior (contrición, lágrimas por la ma, usa de sus potencias naturales más
pasión de Cristo, luz interior) [EE 87,3-4]. libremente, para buscar con diligencia
Incluso la misma comida es lugar de ex- lo que tanto desea.»
periencia espiritual, porque quitando de lo
conveniente en la comida y bebida «mu- Apartarse físicamente ayuda mucho,
chas veces sentirá más las internas noti- pero la cosa importante es el trabajo de
cias, consolaciones y divinas inspiracio- cortar los hilos de conexión con lo que no
nes…» [EE 213,2]. hace referencia a aquello que uno «tanto
desea».
h) La pedagogía de la Compañía em-
pezó inspirándose en los Ejercicios Es-
pirituales7 y, por tanto, muchas cosas que 3.3.2. Integración
Ignacio propone como mistagogía en los Las addiciones y las anotaciones de los
Ejercicios tienen valor para una pedago- Ejercicios Espirituales [EE 73-90;1-20]
gía humana de la interioridad. Concre- suponen la integración de las diferentes
tamente, en referencia a la interioridad, se dimensiones interiores de la persona (pen-
puede afirmar que el núcleo del paradig- samiento, imaginación, sensibilidad, etc.),
ma pedagógico ignaciano, es una profun- de la interioridad con la exterioridad de la
da iniciación a la interioridad humana: 1) persona (cuerpo: posición y gesto corpo-
experiencia, que es un ejercicio bien ral, mirada, palabra, etc.), y de toda la per-
orientado y motivado personalmente; 2) sona con el entorno (cosmos: luz, oscuri-
reflexión, que es un discernimiento de dad, frío, calor, etc.) hasta conseguir la
aquello que se ha experimentado; 3) ac- unidad profunda de todo en el espíritu, en
ción, que es un compromiso madurado y la profundidad de la persona. Por tanto, la
realizado con un cierto grado de concien- atención a la interioridad se ha de conju-
cia en la misma realización. gar con la atención a los aspectos exterio-
res personales y relacionales, tanto con las
personas como con el entorno.
3.3. Mistagogía
3.3.1. Apartarse para unificarse 3.3.3. Amplitud
San Ignacio habla poco de silencio en los No olvidar que en la práctica la interiori-
Ejercicios, solamente una vez cuando ex- dad no solamente abarca el silencio, el
plica la manera suave de entrar Dios en el recogimiento, la oración etc. Sino también
alma [EE 335,6]. En cambio, da mucha el cultivo y el ejercicio de las virtudes
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(humildad, respeto, etc.), las relaciones de aquello que en nosotros impide la ac-
personales, la gratuidad, la conversión del ción vivificadora de Dios y la adhesión a
corazón… Es decir, la interioridad no es los valores evangélicos y a la voluntad de
simple, sino poliédrica, no es debilidad, Dios que nos mueve desde dentro y, por
sino vigor. tanto, abnegación de juicio y voluntad, se-
gún san Ignacio. El salir del «propio amor,
3.3.4. La interioridad es dinámica querer e interés» [EE 189,10] se corres-
a través del amor ponde con dejarse mover por el amor que
«desciende de arriba, del amor de Dios»
El secreto de la vida espiritual es que sea [cf. EE 184,2]. De aquí la importancia
una vida movida por el amor, el que «de capital que da Ignacio a la interioridad
arriba desciende» [cf. EE 184,2;338,2]. como una experiencia profunda y trans-
La interioridad, pues, es atención y dispo- formadora por el amor.
nibilidad al amor que nos habita y nos
mueve. Por esta razón los pensamientos y
3.3.6. Gradualidad
las mociones espirituales, que son signos
que nos ayudan a descubrir la acción y la Aunque lo que hasta aquí hemos dicho tie-
dirección del amor, constituyen en gran ne un alcance general o universal, Ignacio
parte la vida interior. En consecuencia, el supone que hay un proceso de iniciación
discernimiento –no solamente la capaci- y de crecimiento. Por esta razón, en los
dad de escuchar, sino también de inter- Ejercicios, propone una gradualidad a la
pretar–, es de suma importancia, es uno de hora de hacerlos, empezando por unas
los elementos principales de la interiori- prácticas sencillas de oración y examen
dad. [cf. EE 18]. Y en el momento de orientar
las actividades de los jesuitas en dar los
Ejercicios Espirituales, supone que se
3.3.5. La abnegación ofrece a cada uno aquello que necesita y
Como actividad conjunta de desapego y es capaz de practicar; por tanto, los Ejer-
adhesión, la abnegación es uno de los as- cicios completos son para pocas personas,
pectos de la interioridad indispensables como hemos visto en el texto de las Cons-
para dejarse llevar por el amor. Desapego tituciones citado al inicio de estas páginas.

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