Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
6 AÑOS
Los seis primeros años de vida de un niño son un maratón espectacular del desarrollo,
tanto a nivel físico y cognitivo como a nivel psicológico y social. Los niños aprenden a
gran velocidad y desarrollan habilidades motoras, sociales y cognitivas que marcarán
su personalidad futura.
Hablar del crecimiento y los cambios corporales en las etapas evolutivas del niño es
para referirse a procesos que tienen que ver con la evolución humana, pero que son
diferentes entre sí.
¿Qué es el crecimiento?
Es necesaria una observación exhaustiva del bebé para comprobar que la adaptación
al nuevo medio y el funcionamiento de sus distintos aparatos y sistemas es correcta.
LA ESCALA APGAR
¿Quién fue el creador y Es una escala de medición de los signos vitales del
cuál es el objetivo de la recién nacido, creada por Virginia Apgar en 1953.
escala APGAR? La puntuación de Apgar se efectúa un minuto después
del nacimiento y se repite a los cinco minutos.
¿Cuáles son los signos El evaluador debe observar los siguientes signos
vitales que se deben vitales: el pulso, la respiración, el tono muscular, la
evaluar en la escala respuesta de los reflejos generales y el color de la piel
APGAR y cuáles son los (en el caso de los niños que no son de raza blanca se
criterios o escala de observa las membranas mucosas, las palmas de las
valoración? manos y las plantas de los pies). A cada parámetro se
le asigna una puntuación de 0, 1 ó 2, obteniéndose el
resultado final de la suma de los cinco valores
obtenidos.
Una puntuación perfecta de Apgar es de 10 puntos,
considerándose normal una puntuación de 7 o más
puntos. Las menores de 7 por lo general indican que
algunos sistemas orgánicos no están funcionando bien
y que requieren por lo menos vigilancia y, tal vez
atención especial. Una puntuación de 4 o menos exige
tomar medidas de urgencia al instante.
La siguiente tabla es muy práctica para evaluar las reacciones de la niña o niño.
También es recomendable realizar al bebé una prueba auditiva para poder detectar
posibles problemas como la deficiencia auditiva o sordera, lo cual debe ser tratado lo
más precozmente posible.
Desarrollo sensorial
Desde el nacimiento, todos los sentidos excepto el olfato, que no madurará totalmente
hasta los 4 o 5 años, se encuentran funcional y anatómicamente desarrollados. La
coordinación intersensorial también está presente.
El corazón del niño late mucho más deprisa que el del adulto, alrededor de 140-150
pulsaciones por minuto. Esa frecuencia disminuye durante el primer y segundo año de
vida a 120-90 pulsaciones, hasta finalmente alcanzar las 70-80 p/min del adulto.
El bebé realiza entre 40 y 50 respiraciones por minuto. Poco a poco van disminuyendo
hasta estabilizarse en torno a 20 respiraciones a los 5 años y entre 15-18 en el adulto.
El recién nacido tiene respiración abdominal mientras que el adulto la tiene torácica.
El cerebro del recién nacido aguanta unos 7 minutos sin recibir oxigeno mientras que
el adulto no llega a 3 minutos.
Por otro lado, la lactancia materna proporciona, durante el tiempo que se mantenga,
defensas al bebé procedente de la madre.
El estómago aumenta tanto cuantitativamente (primer mes 100cc, primer año 250 cc y
segundo año 500 cc, a los 6 años 600 cc) como cualitativamente: tolera más cantidad
y variedad de alimentos.
Desde que nacemos producimos pequeñas cantidades de saliva, que aumenta poco a
poco durante los 3-4 primeros meses; al principio se produce entre 50 y 150 cc, hasta
llegar a un litro diario los adultos.
En las primeras salivas existe una alta cantidad de mucina, una sustancia que facilita
la digestión láctea; después disminuye y aumenta la ptialina, que favorece la digestión
de hidratos de carbono.
Hasta los 6 meses, el bebé simplemente traga; en torno a esa edad empieza a retener
en la boca cierta cantidad de líquidos y alimentos y luego traga, se instaura entre la
succión y la deglución una fase intermedia, la retención.
Hacia los 18 meses, aparecen los movimientos de la lengua que facilitan que los
alimentos sean retenidos en la boca; estos movimientos hacen que la comida choque
con las paredes de la boca, mezclándose entre ella y con la saliva, formándose un
bolo alimenticio propiamente dicho, condición indispensable para llevar a cabo un
completo y buen proceso de digestión.
Al nacer el intestino mide unos 4 m, el intestino adulto mide unos 8m; el grosor
también aumenta considerablemente, se multiplica por 5 aproximadamente.
Los primeros dientes de leche que aparecen son los incisivos centrales inferiores, en
torno a los 6-8 meses. Un mes después aproximadamente, los superiores; los
siguientes dientes en aparecer son los incisivos laterales inferiores. En torno al año se
tienen los 8 incisivos; en torno al año y medio los 4 molares, y en torno a los 2 años los
colmillos, primeros los superiores y luego los inferiores, y los otros 4 molares entre los
2,5-3 años. Queda completa así la primera dentadura, que se mantendrá hasta los 6
años aproximadamente.
La aparición de los dientes puede ser un momento de “crisis” para el niño; puede
causar dolor, molestias, dificultad en el sueño, algunos picos de fiebre son momentos
que debemos tener en cuenta en la escuela infantil.
La orina es la principal vía por la que el organismo expulsa al exterior los productos de
deshecho que se generan como resultado de los procesos metabólicos.
La maduración del sistema renal se produce en torno a los 2 años, y finaliza con la
maduración de los riñones, aun así, antes de que se de dicha maduración, éstos
funcionan desde el principio de manera efectiva, tanto en la filtración como en la
evacuación.
En el primer día de vida él bebe hace pis 2-4 veces, poco a poco aumenta la
frecuencia hasta hacer 15-20 veces al día hasta el año, después la frecuencia empieza
a descender hasta estabilizarse en unas 6-8 veces, igual que el adulto.
En torno a los 3-4 años, se tiene madurez suficiente para el control total, por el día y
por la noche.
Las deposiciones de los primeros años están directamente relacionadas con el tipo de
comida que realiza el niño: si come líquido son pastosas-líquidas.
A medida que se introduce una alimentación más sólida, las deposiciones van a ser
más sólidas y se va dando una mayor independencia entre la ingesta y la deposición.
El tiempo entre deposiciones va aumentando, hasta estabilizarse en una al día.
El meconio es la primera deposición que hace el bebé, suele ser un día después del
nacimiento, es el color negruzco, y consistencia pegajosa, está compuesto por
secreciones intestinales y otros productos de carácter intrauterino y líquido amniótico.
El desarrollo del sistema neuromuscular:
Al nacer los músculos de ojo y de las vías respiratorias son de los más desarrollados
(en general, lo más pequeños); poco a poco irán desarrollándose los músculos más
grandes.
Hasta los 5-6 meses no aparecen los primeros intentos de sentarse. Esta postura no
aparece de forma natural hasta que la columna cervical puede soportar bien el peso
de la cabeza, y no se debe forzar (especialmente durante los 3 primeros meses, por la
debilidad de la columna y por la forma redondeada que tiene el bebé por la posición
fetal).
En torno 8-9 meses se consigue la posición erecta, pero necesita la ayuda adulta;
partir del año comienza a sujetarse solo, aumentando la sustentación y el equilibrio;
los dos años controla muy bien la posición y ha asimilado todos los pasos anteriores.
El recién nacido presenta una serie de movimientos reflejos al nacer, que con el
tiempo evolucionan y en algunos casos se modifican, en otros desaparecen y en otros
se mantienen a lo largo de toda la vida.
El peso
Es un parámetro importante, pero hay que tener en cuenta que sus variaciones son
muy rápidas (si nos pesamos varias veces en un mismo día, podemos ver que el
resultado será diferente) por lo que su información hace sólo referencia al momento
concreto en el que se produce la medición.
El peso medio al nacer para los niños es de 3,3 kg y para las niñas 3,2, pero la
variabilidad individual es grande y se considera dentro de la normalidad entre 2,5 y 4
kg. Por encima o debajo de esos valores es probable que el recién nacido necesite
algún cuidado especial (incubadora).
Durante los 3-4 primeros días después del nacimiento, el bebé sufre una pérdida de
peso que puede suponer el 10% del peso con el que nació; se debe a la pérdida de los
restos de alimentación uterina (meconio), a un cierto reajuste del metabolismo que
sucede después del nacimiento y al tiempo que el bebé está sin alimentarse hasta que
se produce la subida de la leche de la madre.
Pasados esos días el bebé empieza a recuperar peso, llega a triplicar su peso al nacer
nacimiento al cumplir el primer año de vida aproximadamente (9-10 kg).
El aumento de peso es muy rápido: durante los 6 primeros meses de vida supone
entre 20 y 30 gramos al día; de los 6 meses al año el aumento aproximado es de unos
15 gr/día.
De los 2 a los 6 años el aumento aproximado es de 2 kg por año, lo que supone que al
final del periodo pueda estar en torno a los 20 kg.
La técnica y la frecuencia recomendada para realizar las mediciones del peso varían
con la edad.
Desde el nacimiento hasta los 18-20 meses se utilizan las básculas para lactantes,
más precisas si están bien niveladas.
Durante las primeras semanas se recomienda pesar al bebé todos los días, para luego
reducir esa frecuencia a una vez a la semana. Poco a poco se pesará cada 15 días y a
partir de los 6 meses se le pesa una vez al mes, que se puede hacer coincidir con las
visitas periódicas al pediatra.
Desde los 2 años la frecuencia se reduce a una vez cada 6 meses, y poco a poco se
realiza una vez al año.
Indicaciones:
La talla
Es un parámetro básico de fetal, una vez que el niño nace, el ritmo crecimiento. Aun
así, tiene el niño en cada momento y es continua aumentado: el aumento medio
mucho más estable que el peso. De la talla durante los 5 primeros meses Al nacer la
talla media de los niños es de vida es de unos 14 cm. de50cm, y de las niñas es de
49cm, .aunque se habla de normalidad en un rango que va desde los 45 a los 53.
Para medir la talla de los niños hasta 2 años se usan los tallímetros horizontales, cinta
neonatal, en los que se mide al niño tumbado; pasada esa edad, el niño está de pies,
apoyando talones, espalda y nuca en la pared.
Relación talla-peso
Cada una de las curvas que aparecen en las gráficas es un percentil; éstos se pueden
entender como “curvas de normalidad”.
Por encima del percentil 75 se incluyen un 25% de los casos, y son niños que se
encuentran por encima de la media de su edad en peso y / o talla
Por debajo del percentil 25 se incluyen el 25 % de los casos restantes, y son niños por
debajo de la media de su edad en talla y peso.
No significa que los niños por encima o debajo de la media estén fuera de la
normalidad, si no que cuanto más se alejen de los valores del intervalo central más
excepcionales son.
Al analizar estas gráficas, más que en los valores concretos debemos fijarnos en que
el crecimiento sea continuo y sin interrupciones; la curva tiene que ser coherente
consigo misma. Es importante tener en cuenta el ritmo de crecimiento de cada niño.
Los niños con curvas por encima del percentil 75 (grandes), tienen ritmos distintos a
los de curvas con percentil 25 (pequeños), por tanto no se pueden comparar.
Las curvas de crecimiento difieren por sexo, hay unas para niños y otras para niñas.
La diferenciación se debe al diformismo sexual que caracteriza a la especie humana. A
veces en estas gráficas se observan retrasos del crecimiento que no tienen una
justificación aparente; en muchos Dimorfismo sexual: la diferencia de formas,
coloración y tamaños entre machos y hembras de una misma especie.
La normalidad se determina a partir de una doble medición basada por un lado en las
puntuaciones absolutas, y por otro en el ritmo de crecimiento del niño:
Hay que tener en cuenta que el crecimiento es un proceso que refleja y depende del
estado de salud, por lo que es necesario estar alerta a cualquier anomalía que se
pueda producir, ya que puede ser indicio de una posible enfermedad.
La familia y la escuela como agentes de salud, deben observar el crecimiento del niño,
pero será siempre el ámbito sanitario quien diagnostique esa posible alteración o
anomalía.
Talla baja normal: el 90% de los casos de estatura corta no se trata de una
enfermedad o trastorno, sino de formas de crecimiento “diferentes”.
La talla baja normal puede deberse a causas hereditarias, en estos casos hay
antecedentes de talla baja en la familia y a pesar del valor absoluto bajo, el ritmo de
crecimiento está dentro de la normalidad; o puede deberse a un retraso constitucional
del crecimiento que se irá normalizando según el niño se vaya desarrollando. Ninguno
de los casos necesita tratamiento médico, aunque la mejora de la alimentación y el
ejercicio siempre son buenos.
Talla baja patológica: suponen sólo el 10% de los casos de baja estatura y responden
a causas muy variadas que a veces están asociadas a otras enfermedades.
Debido a las diversas causas de la talla baja patológica los tratamientos pueden ser
muy variados, en cualquier caso realizarán siempre bajo el estricto control médico.
Talla alta normal: no se trata de una enfermedad o trastorno, sino de una forma de
crecimiento diferente que puede ser debido a varias causas, aunque en general se
puede decir que tiene un origen genético; se diferencia entre causas hereditarias y
maduración acelerada.
Las causas hereditarias se dan en niños con antecedentes familiares de talla elevada;
la maduración ósea es acorde a la edad del niño.
La talla alta debida a la maduración acelerada, se caracteriza por una maduración
ósea avanzada, que conllevará que la pubertad aparezca antes de lo habitual. Lo
normal es que en la edad adulta estos niños tengan una estatura normal.
Síndrome de Marfán: niños altos y delgados, muy finos, el problema principal está en
la estrechez de los vasos sanguíneos, que se rompen fácilmente, la aorta no tiene
fuerza.
Síndrome de sotos: niños muy grandes físicamente, cabeza muy grande y alargada,
ojos saltones y separados, retraso en el desarrollo psicomotor, retraso en al
adquisición de habilidades sociales.
Alteraciones en el peso
En cuanto a las alteraciones del peso, una de las más frecuentes hoy en día en las
sociedades desarrolladas es la obesidad infantil, que supone un exceso de grasa y
está determinado por un índice de masa corporal igual o mayor a 30.
Hay que tener en cuenta que sólo el 1% de los casos se debe a causas genéticas o
endocrinas; los 99% restantes se deben a malos hábitos alimenticios (ingesta excesiva
de grasas) y la adquisición de hábitos sedentarios (ordenador, televisión).
En general, los niños con obesidad nutricional, tienen una talla superior al percentil 50
y una maduración ósea acelerada, mientras que los niños con obesidad endógena
tienen una talla inferior al percentil 5 y una maduración ósea retardada.
Las dificultades que presentan los niños obesos son múltiples, afectan física
(enfermedades cardiovasculares, problemas ortopédicos) y emocionalmente (falta de
aceptación social, baja autoestima).
El perímetro cefálico:
El perímetro cefálico indica el crecimiento craneal; el cráneo es la parte del cuerpo que
antes alcanza el tamaño adulto.
Su capacidad al nacer es de 350 c.c.; al cumplir un año aproximadamente de 750 c.c,
y a los 6 de unos 1500 c.c. Es decir, en 6 años la capacidad craneal se multiplica por
4.
En este parámetro es importante tener en cuenta la influencia del factor genético, que
se tendrá que valorar antes de detectar cualquier anomalía.
El perímetro torácico:
Nacimiento 32,5 cm 32 cm
1 año 47,5 cm 47 cm
3 años 52 cm 51 cm
6 años 57 cm 55 cm
La maduración ósea
Una de las dificultades que plantea la medición del crecimiento del niño está en que no
siempre coincide su grado de maduración con su edad cronológica. Para tratar de
salvar este problema se usa el indicador de la maduración ósea.
El entorno familiar:
Desde el entorno familiar se realiza una observación seguimiento no científica
del niño, menos rígida y no sistemática, además siempre desde el punto de
vista de la subjetividad. No se utilizan instrumentos técnicos y los momentos de
recogida de información se dan en situaciones puntuales, en las que se
observa alguna anomalía que muchas veces no es confirmada por otros
agentes. Lo que suelen hacer las familias ante sus posibles dudas en el
desarrollo del niño es consultar con los educadores o el pediatra.
La escuela infantil: En la escuela se combina la existencia de información
más sistemática (valoraciones mensuales, trimestrales, anuales) con la
observación de la realización de actividades concretas (juegos, actividades
motrices). Las técnicas utilizadas serán más variadas y se aplicarán en función
de lo que se quiera obtener, pero el principal instrumento de recogida de
información, al igual que en la familia es la observación. La diferencia está en
que es una observación más técnica que va a servir para adaptar la
intervención que se realiza con el niño.
El entorno sanitario: La información es sistemática y objetiva pero se centra
únicamente en aspectos relacionados con la salud. Al pediatra le corresponde
la evaluación del crecimiento (evolución de parámetros). La comunicación e
interacción entre los tres ámbitos debe ser continua. Así, desde el entorno
sanitario y educativo la observación del crecimiento y desarrollo del niño es
más precisa y rigurosa y por ello se deben utilizar instrumentos de medición
fiables y precisos y ser constantes en su aplicación.
La interacción y la comunicación entre las 3 instancias en las que se desarrolla
el niño es imprescindible y para garantizar que los procesos de crecimiento y
desarrollo del niño se produzcan de la manera más armónica posible.
El juego es la primera y la principal actividad por la que nos comunicamos con los
demás, observamos y exploramos la realidad que nos rodea, establecemos relaciones
con los objetos.
Las canciones y rondas infantiles también forman parte del juego. Éstas les
entretienen. Sin duda, forman parte del bagaje cultural de cualquier niño. Además,
sirven para iniciar a los más pequeños en el fascinante mundo de la música. Cantar y
escuchar una canción pasa a ser uno de los juegos favoritos de los niños, y son un
instrumento educativo muy útil.
En las primeras edades sirven para aprender cosas de la vida diaria, por ejemplo, los
días de la semana, los números, las estaciones del año, las partes del cuerpo, etc.
El juego según la edad
Los juguetes
El juguete es, por tanto, uno de los primeros modos de relación del ser humano con
los objetos. Un juguete es cualquier objeto o material que el niño/a utiliza en sus
juegos. Por ejemplo: un palo, una hoja, una caja, una botella.
Cualquier objeto le puede servir para realizar infinidad de juegos de acuerdo a sus
necesidades y etapa de desarrollo. El niño/a no necesita disponer de juguetes
perfectos, sino que habrá que dejarle espacio y posibilidad para crear y disfrutar con
sus propios juegos, ejercitando su imaginación y fantasía.
Los juguetes no solo sirven para entretener y divertir a los niños, el juguete también
educa.
A pesar de que los juguetes de hoy día parecen ser diferentes a los de antaño, el
propósito de los juguetes siempre ha sido el mismo: llevar alegría y placer, y crear
oportunidades para incrementar el aprendizaje y el desarrollo.
Recomendaciones útiles para que las madres y los padres de familia adquieran
juguetes:
1. El juguete debe atraer la atención de la niña o del niño para jugar con él más
de una vez.
2. El juguete debe potenciar el desarrollo de la creatividad y de la imaginación.
3. El juguete será adecuado a la edad y gustos.
4. El juguete tiene que ser seguro.
5. Cuando el niño y/o la niña juegue con él, se sentirán satisfechos.
6. El juguete puede ser utilizado por niñas o por niños indistintamente, y si es
compartido fomentará la cooperación.
7. El juguete no fomentará conductas violentas.
Recuerda que:
“Con pocos juguetes y juegos adecuados, la/el niño lo disfruta mejor”.