Está en la página 1de 18

CRECIMIENTO Y CAMBIOS CORPORALES DESDE EL NACIMIENTO HASTA LOS

6 AÑOS

Los seis primeros años de vida de un niño son un maratón espectacular del desarrollo,
tanto a nivel físico y cognitivo como a nivel psicológico y social. Los niños aprenden a
gran velocidad y desarrollan habilidades motoras, sociales y cognitivas que marcarán
su personalidad futura.

Hablar del crecimiento y los cambios corporales en las etapas evolutivas del niño es
para referirse a procesos que tienen que ver con la evolución humana, pero que son
diferentes entre sí.

¿Qué es el crecimiento?

Es un proceso de cambios físicos caracterizado por el aumento de las dimensiones


corporales y la modificación de las proporciones del organismo. El crecimiento está
originado por el incremento del número de células y del tamaño de las mismas. Abarca
desde el nacimiento a la edad adulta.

Los cambios en el crecimiento son de carácter cuantitativo y por lo tanto, se pueden


medir. Esto ha dado lugar a escalas, formulas, tablas de medición.

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL CRECIMIENTO

La alimentación, influencia de enfermedades.

Factores genéticos: Hacen referencia a la información que está recogida en los


genes de cada persona.

Factores socioeconómicos: En general los niños de familias con un mayor nivel


socioeconómico tienen mejores condiciones de alimentación, higiene lo que influye
positivamente en su desarrollo.

La higiene: Tiene gran importancia en la incidencia o predisposición a enfermedades,


y es fundamental en la relación del niño con el medio que le rodea.

¿CÓMO ES EL RECIÉN NACIDO?

El nacimiento: Aunque depende de los adultos para su supervivencia, el bebé


empieza a vivir por sí mismo; tendrá que adaptarse a situaciones nuevas y desde ese
momento, comenzará un proceso intenso de desarrollo y crecimiento de esencial
importancia para el futuro. El primer año de vida es considerado un periodo básico y
crítico para el desarrollo.

Cambios respiratorios: Al nacer, el oxígeno placentario se suprime y el dióxido de


carbono queda acumulado en la sangre; por otro lado se produce un enfriamiento del
bebé, y, como repuesta a esos dos estímulos el recién nacido hace su primera
respiración, llenando los pulmones de aire y emitiendo el primer llanto vigoroso, con el
que expulsa el dióxido de carbono. Progresivamente, cada respiración supone un
esfuerzo menor.

Cambios circulatorios: Se produce como consecuencia de los cambios de presión


existente en el corazón y los grandes vasos sanguíneos, debido al aumento del
volumen sanguíneo pulmonar.
Evaluación inicial. El test de Apgar: La primera evaluación que se lo hace al bebé
es el test de Apgar, que se realiza inmediatamente tras el nacimiento y se repite a los
cinco minutos.

Es necesaria una observación exhaustiva del bebé para comprobar que la adaptación
al nuevo medio y el funcionamiento de sus distintos aparatos y sistemas es correcta.

LA ESCALA APGAR
¿Quién fue el creador y Es una escala de medición de los signos vitales del
cuál es el objetivo de la recién nacido, creada por Virginia Apgar en 1953.
escala APGAR? La puntuación de Apgar se efectúa un minuto después
del nacimiento y se repite a los cinco minutos.

¿Cuáles son los signos El evaluador debe observar los siguientes signos
vitales que se deben vitales: el pulso, la respiración, el tono muscular, la
evaluar en la escala respuesta de los reflejos generales y el color de la piel
APGAR y cuáles son los (en el caso de los niños que no son de raza blanca se
criterios o escala de observa las membranas mucosas, las palmas de las
valoración? manos y las plantas de los pies). A cada parámetro se
le asigna una puntuación de 0, 1 ó 2, obteniéndose el
resultado final de la suma de los cinco valores
obtenidos.
Una puntuación perfecta de Apgar es de 10 puntos,
considerándose normal una puntuación de 7 o más
puntos. Las menores de 7 por lo general indican que
algunos sistemas orgánicos no están funcionando bien
y que requieren por lo menos vigilancia y, tal vez
atención especial. Una puntuación de 4 o menos exige
tomar medidas de urgencia al instante.

La siguiente tabla es muy práctica para evaluar las reacciones de la niña o niño.

Tabla. Test de Apgar.

A las 24 horas de nacer se le realizará al bebé un nuevo chequeo en el que se


valorará de nuevo su aspecto general de modo exhaustivo. Se explorarán la columna,
la cabeza, los ojos, la boca, los genitales, los oídos, las extremidades y muy
especialmente las caderas, comprobando que abre y flexiona correctamente las
piernas. También se llevará a cabo una exploración neurológica para valorar los
reflejos del recién nacido como el reflejo de succión, el reflejo de Moro, el reflejo de
marcha, el reflejo de prensión plantar, etc.

Otra de las pruebas que se realiza en la primera semana de vida es un screening


neonatal conocida como la prueba de talón, que permite la detección precoz de
enfermedades metabólicas congénitas como el hipotiroidismo, la hiperplasia
suprarrenal, la fibrosis quística o la hiperfenilalaninemia.

También es recomendable realizar al bebé una prueba auditiva para poder detectar
posibles problemas como la deficiencia auditiva o sordera, lo cual debe ser tratado lo
más precozmente posible.

Aspectos generales del recién nacido hasta los 6 años de edad:

Al nacer el recién nacido presenta una:

 Postura de flexión, como consecuencia de la posición en el útero: la cabeza


está flexionada hacia el tórax, los brazos descansan sobre el pecho, las
piernas están flexionadas por las rodillas y las caderas flexionadas sobre el
abdomen.
 La piel está recubierta por una sustancia blanco grisacea, mezcla de grasa y
células de descamación, que desaparecen en 2 días aproximadamente, es el
vermix caseoso.
 La piel está cubierta por un vello fino, el lanugo; especialmente el lanugo
puede estar presente en la frente, las mejillas, los hombros y la espalda
 Además puede haber unas glándulas sebáceas o milios, granitos blancos en
las mejillas, la barbilla y la nariz, desaparece en torno a las 2 semanas.
 Las proporciones del recién nacido son muy diferentes a las del adulto: la
cabeza representa la cuarta parte de su cuerpo, el cuello es prácticamente
inexistente y generalmente está bordeado de pliegues dérmicos, los brazos son
4 veces más cortos que en la edad adulta, y las piernas, gruesas y un poco
arqueadas, 5 veces más cortas.
 El control que el bebé tiene de la cabeza es limitado. Los huesos del cráneo
están separados entre sí por bandas de un tejido conjuntivo, en los puntos
donde se juntan esas suturas se observan áreas más anchas de tejido
membranoso no osificado, denominadas fontanelas. La fontanela anterior tiene
forma de rombo y se cierra en torno a los 18 meses, la posterior forma de
triángulo y se cierra hacia los 2 años.

Desarrollo sensorial

Desde el nacimiento, todos los sentidos excepto el olfato, que no madurará totalmente
hasta los 4 o 5 años, se encuentran funcional y anatómicamente desarrollados. La
coordinación intersensorial también está presente.

 La vista: El recién nacido generalmente tiene los ojos cerrados y éstos


normalmente son de color gris. El color definitivo del iris queda determinado en
torno a los 2 meses. El bebé responde a los estímulos de la luz y el tacto, son
el reflejo pupilar, cerrar los ojos ante el estímulo de la luz fuerte, y el reflejo
corneal, cerrar los ojos ante el contacto (o proximidad)) de éstos con algún
objeto. Al nacer el niño cuenta con todos los requisitos anatomofisiológicos
para realizar una visión aceptable, pero ésta no alcanzará la perfección hasta
el año de vida. Conseguirá fijar la mirada hacia los 3 meses, y la coordinación
Viso manual hacia los 5 ó 6.
 El oído: El desarrollo del oído al nacer se puede comprobar con la reacción de
los bebés ante el sonido, al que responde mediante el reflejo del sobresalto y
del parpadeo.
Desde el nacimiento discrimina ya entre sonidos humanos y no humanos y al
segundo mes conoce perfectamente la voz de la madre.
 El tacto: La piel del niño es sensible a los cambios de temperatura, aunque
tardará en conseguir una respuesta eficiente. También es sensible al dolor.
 El gusto, los niños son capaces de diferenciar entre sabores dulces y agrios;
reconocemos su agrado-desagrado a partir de las muecas que realiza.

El desarrollo del aparato cardiocirculatorio:

El corazón del niño late mucho más deprisa que el del adulto, alrededor de 140-150
pulsaciones por minuto. Esa frecuencia disminuye durante el primer y segundo año de
vida a 120-90 pulsaciones, hasta finalmente alcanzar las 70-80 p/min del adulto.

Es relativamente frecuente la existencia de soplos al corazón en el nacimiento, debido


a que conductos específicos no se cerraron adecuadamente; normalmente se corrigen
solos de manera espontánea.

También es relativamente frecuente en niños pequeños, la existencia de taquicardias,


en general acompañadas de procesos febriles o infecciosos. La taquicardia en el niño
se da cuando tiene más de 180 pulsaciones por minuto (en el adulto cuando se tienen
más de 100)

La composición de la sangre es diferente a la del adulto: como durante el embarazo la


cantidad de oxigeno es menor, el número de glóbulos rojos (transportan el oxígeno) es
bastante mayor a la de la sangre adulta, que tiene en torno a 4-5 millones (salvo en
caso de enfermedad).

El número de glóbulos blancos es mayor al nacer, en torno al año de edad, se hace


estable y alcanza los niveles de la sangre adulta.

El desarrollo del aparato respiratorio:

La frecuencia cardiaca y la respiratoria van unidas y así, la frecuencia de la respiración


es también mayor en el niño recién nacido que en el adulto.

El bebé realiza entre 40 y 50 respiraciones por minuto. Poco a poco van disminuyendo
hasta estabilizarse en torno a 20 respiraciones a los 5 años y entre 15-18 en el adulto.

La disminución de pulsaciones se debe en parte al aumento de la capacidad pulmonar.

El recién nacido tiene respiración abdominal mientras que el adulto la tiene torácica.

El cerebro del recién nacido aguanta unos 7 minutos sin recibir oxigeno mientras que
el adulto no llega a 3 minutos.

El desarrollo del sistema inmunológico:


Hasta los 4-5 meses aproximadamente el niño funciona con las defensas transmitidas
por la madre a través de la placenta, es a partir de los 8 meses aproximadamente
cuando empieza a generar sus propios anticuerpos.

Por otro lado, la lactancia materna proporciona, durante el tiempo que se mantenga,
defensas al bebé procedente de la madre.

El desarrollo del aparato digestivo:

La maduración del aparato digestivo se realiza de forma lenta y pausada, finaliza


aproximadamente a los 2 años de edad, edad a la que el niño ya come todos los
alimentos.

Esta lentitud en la maduración tiene numerosas manifestaciones: hipo, gases, cólicos,


deposiciones frecuentes y diarreas en la mayoría de los casos son “cosas normales” y
no consideradas graves.

El estómago aumenta tanto cuantitativamente (primer mes 100cc, primer año 250 cc y
segundo año 500 cc, a los 6 años 600 cc) como cualitativamente: tolera más cantidad
y variedad de alimentos.

Desde que nacemos producimos pequeñas cantidades de saliva, que aumenta poco a
poco durante los 3-4 primeros meses; al principio se produce entre 50 y 150 cc, hasta
llegar a un litro diario los adultos.

En las primeras salivas existe una alta cantidad de mucina, una sustancia que facilita
la digestión láctea; después disminuye y aumenta la ptialina, que favorece la digestión
de hidratos de carbono.

Los reflejos bucofaríngeos (de succión, de deglución y de coordinación de la


respiración nasal) son los reflejos que permiten la conducción de los alimentos de la
boca al esófago, evitando que entren en los pulmones. Nacemos con ellos.

Hasta los 6 meses, el bebé simplemente traga; en torno a esa edad empieza a retener
en la boca cierta cantidad de líquidos y alimentos y luego traga, se instaura entre la
succión y la deglución una fase intermedia, la retención.

Hacia los 18 meses, aparecen los movimientos de la lengua que facilitan que los
alimentos sean retenidos en la boca; estos movimientos hacen que la comida choque
con las paredes de la boca, mezclándose entre ella y con la saliva, formándose un
bolo alimenticio propiamente dicho, condición indispensable para llevar a cabo un
completo y buen proceso de digestión.

Al nacer el intestino mide unos 4 m, el intestino adulto mide unos 8m; el grosor
también aumenta considerablemente, se multiplica por 5 aproximadamente.

El desarrollo de la dentición es paralelo al desarrollo del sistema digestivo.

Los primeros dientes de leche que aparecen son los incisivos centrales inferiores, en
torno a los 6-8 meses. Un mes después aproximadamente, los superiores; los
siguientes dientes en aparecer son los incisivos laterales inferiores. En torno al año se
tienen los 8 incisivos; en torno al año y medio los 4 molares, y en torno a los 2 años los
colmillos, primeros los superiores y luego los inferiores, y los otros 4 molares entre los
2,5-3 años. Queda completa así la primera dentadura, que se mantendrá hasta los 6
años aproximadamente.

La aparición de los dientes puede ser un momento de “crisis” para el niño; puede
causar dolor, molestias, dificultad en el sueño, algunos picos de fiebre son momentos
que debemos tener en cuenta en la escuela infantil.

Desarrollo del sistema renal:

La orina es la principal vía por la que el organismo expulsa al exterior los productos de
deshecho que se generan como resultado de los procesos metabólicos.

En el periodo embrionario ya existen rudimentos de riñón funcionando, que expulsan


periódicamente orina al líquido amniótico en el que se está inmerso.

La maduración del sistema renal se produce en torno a los 2 años, y finaliza con la
maduración de los riñones, aun así, antes de que se de dicha maduración, éstos
funcionan desde el principio de manera efectiva, tanto en la filtración como en la
evacuación.

La expulsión de la primera orina se produce 12-24 horas después de nacer. La


cantidad va aumentando según crece el niño, pero está mucho en función de la
cantidad de ingesta de líquidos, de lo que se suda. (Igual que en el adulto).

En el primer día de vida él bebe hace pis 2-4 veces, poco a poco aumenta la
frecuencia hasta hacer 15-20 veces al día hasta el año, después la frecuencia empieza
a descender hasta estabilizarse en unas 6-8 veces, igual que el adulto.

El reflejo de micción tiene particularidades en su control: en torno a un año, empiezan


a sentir las molestias de la vejiga llena, pero no lo piden o no da tiempo. El control se
da en torno a los 2 años, aunque todavía se tengan algunos despistes.

El control de la micción nocturna es más difícil, y se retrasa un poco más en el tiempo.

En torno a los 3-4 años, se tiene madurez suficiente para el control total, por el día y
por la noche.

Desarrollo del sistema excretor:

Las deposiciones de los primeros años están directamente relacionadas con el tipo de
comida que realiza el niño: si come líquido son pastosas-líquidas.

La frecuencia de las deposiciones es paralela a la frecuencia de la ingesta, se produce


cada 1,5-3 horas, esto es unas 5-6 veces al día.

A medida que se introduce una alimentación más sólida, las deposiciones van a ser
más sólidas y se va dando una mayor independencia entre la ingesta y la deposición.
El tiempo entre deposiciones va aumentando, hasta estabilizarse en una al día.

El control del esfínter anal es posible en torno a los 2 años de edad.

El meconio es la primera deposición que hace el bebé, suele ser un día después del
nacimiento, es el color negruzco, y consistencia pegajosa, está compuesto por
secreciones intestinales y otros productos de carácter intrauterino y líquido amniótico.
El desarrollo del sistema neuromuscular:

El cuerpo humano tiene 206 huesos, que se forman a través de un proceso de


osificación; el tejido cartilaginoso se va endureciendo a lo largo de toda la infancia y la
adolescencia.

La proporción de masa muscular sigue un proceso de crecimiento ascendente desde


el nacimiento a la adolescencia. Y así, supone una quinta parte de la masa total en la
primera infancia, en la adolescencia una tercera parte y en la edad adulta 2/5partes.

Al nacer los músculos de ojo y de las vías respiratorias son de los más desarrollados
(en general, lo más pequeños); poco a poco irán desarrollándose los músculos más
grandes.

Hasta los 5-6 meses no aparecen los primeros intentos de sentarse. Esta postura no
aparece de forma natural hasta que la columna cervical puede soportar bien el peso
de la cabeza, y no se debe forzar (especialmente durante los 3 primeros meses, por la
debilidad de la columna y por la forma redondeada que tiene el bebé por la posición
fetal).

En torno a los 8 meses ya se mantiene sentado perfectamente periodos de tiempo


más o menos largos.

En torno 8-9 meses se consigue la posición erecta, pero necesita la ayuda adulta;
partir del año comienza a sujetarse solo, aumentando la sustentación y el equilibrio;
los dos años controla muy bien la posición y ha asimilado todos los pasos anteriores.

El desarrollo del aparato genital:

El aparato genital desde el punto de vista físico y anatómico no madura hasta la


pubertad-adolescencia.

El desarrollo del sistema nervioso:

El recién nacido presenta una serie de movimientos reflejos al nacer, que con el
tiempo evolucionan y en algunos casos se modifican, en otros desaparecen y en otros
se mantienen a lo largo de toda la vida.

Los reflejos del recién nacido:

 Reflejo de babinski: Cuando se pasa suavemente la mano por la planta del


pie desde el talón hasta el dedo gordo, levanta los dedos y voltea el pie hacia
adentro.
Se mantiene entre seis meses y dos años, después de este tiempo, el acto
reflejo hace que recojamos los dedos hacia abajo.
 Reflejo de búsqueda y succión: Si se toca suavemente su mejilla, el bebé
volteará la cabeza en dirección del estímulo con la boca abierta listo para
succionar. Si se coloca algún objeto en su boca, por ejemplo el seno materno,
éste lo succionará.
Perdurará tres o cuatro meses aunque puede persistir cuando el niño duerme.
 Reflejo de marcha: Si le coloca en posición vertical sobre una superficie firme
y plana, sostenido por las axilas, el bebé levanta primero una pierna y luego la
otra como si quisiera dar unos pasos. Esto se observa mejor después del
cuarto día de vida.
 Reflejo de prensión: si se coloca el dedo índice en la palma de la mano del
bebé, éste cierra la mano tratando de agarrarlo.
 Reflejo de extensión cruzada o tónico-cervical: Estando acostado de
espalda, el bebé toma una posición de esgrimista, la cabeza hacia un lado y el
brazo y la pierna de ese lado extendido y los del lado contrario doblados.
Puede existir desde el nacimiento o aparecer a los dos meses. Desaparece
más o menos a los seis meses.
 Reflejo de moro: Un ruido fuerte, súbito o la sensación de caer hacen que el
bebé estire las piernas, los brazos y los dedos, arquea la espalda e inclina la
cabeza hacia atrás, en seguida repliega los brazos sobre el pecho con los
puños cerrados. En torno a los cuatro a seis meses desaparece.
De los 2 a los 4 años:
Desarrollo físico:
Los niños parecen más altos y delgados, pues incrementan más en talla que
peso corporal.
El cerebro preescolar adquiere el tamaño adulto a los 5 años.
Las extremidades crecen más que el tronco por lo que parecen algo
desproporcionado.
Ganancia de peso lenta, hacia los 5 años 3 a 5 kilos de su peso a los 3 años.
Los niños preescolares crecen unos 5 a 6.25 cm cada año.
Los preescolares son en general hipéropes (visión lejana), incapaces de
focalizar sobre objetos cercanos.
El oído ha alcanzado nivel óptimo .Tienen el sentido del gusto y desagrado.
A los niños de 5 años son capaces de lavarse la cara, las manos, los dientes.
Toman conciencia de su composición de su cuerpo. Van al baño solos.
En esta edad están susceptibles a tener problemas de origen respiratorio,
enfermedades transmisibles, accidentes, caries dental, cardiopatías-hernias.
Empiezan a interactuar más con los demás niños y descubren el campo
artístico: la pintura, los libros... Y en cuanto al lenguaje, al fin son capaces de
formar frases, aunque a menudo se 'tropiezan' y no son capaces de expresar
sus pensamientos en orden.
De los 4 a los 6 años: Al fin empiezan a dominar todos los campos, tanto el del
lenguaje como el psicomotor y el cognitivo. Son capaces de saltar, trepar y
bailar con facilidad. Expresan pensamientos y perfeccionan sus dibujos y
representaciones artísticas. Buscan a los demás niños porque les encanta el
juego colectivo.
De 6 años:
Empieza con la caída de los dientes de leche, incluido periodo preadolescente
(prepubertad).
El niño de edad escolar gana peso rápidamente, va influir problemas genéticos
y ambientales.
A los 6 años los niños pesan alrededor 21kg. La ganancia de peso es de 3.2kg
por año. Los niños y niñas tienen la misma talla, 115 cm.
La percepción auditiva está totalmente desarrollada. Sentido del tacto
desarrollado.
Los niños de esta edad perfeccionan las aptitudes musculares y coordinación.
Respecto a las enfermedades adquiridas en esta edad están: las
enfermedades de transmisión de origen respiratorio, digestivo y alteraciones de
la piel, accidentes escolares, caries dental, sobrepeso-obesidad, riesgo
diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

PARÁMETROS BÁSICOS DEL CRECIMIENTO

El peso

El peso es uno de los indicadores más utilizados para medir el crecimiento. Lo


expresamos en kilogramos, pero en los bebés solemos hacer referencia también a los
gramos.

Es un parámetro importante, pero hay que tener en cuenta que sus variaciones son
muy rápidas (si nos pesamos varias veces en un mismo día, podemos ver que el
resultado será diferente) por lo que su información hace sólo referencia al momento
concreto en el que se produce la medición.

El peso medio al nacer para los niños es de 3,3 kg y para las niñas 3,2, pero la
variabilidad individual es grande y se considera dentro de la normalidad entre 2,5 y 4
kg. Por encima o debajo de esos valores es probable que el recién nacido necesite
algún cuidado especial (incubadora).

Durante los 3-4 primeros días después del nacimiento, el bebé sufre una pérdida de
peso que puede suponer el 10% del peso con el que nació; se debe a la pérdida de los
restos de alimentación uterina (meconio), a un cierto reajuste del metabolismo que
sucede después del nacimiento y al tiempo que el bebé está sin alimentarse hasta que
se produce la subida de la leche de la madre.

Pasados esos días el bebé empieza a recuperar peso, llega a triplicar su peso al nacer
nacimiento al cumplir el primer año de vida aproximadamente (9-10 kg).

El aumento de peso es muy rápido: durante los 6 primeros meses de vida supone
entre 20 y 30 gramos al día; de los 6 meses al año el aumento aproximado es de unos
15 gr/día.

El peso medio a los 2 años es de 12 kg.

De los 2 a los 6 años el aumento aproximado es de 2 kg por año, lo que supone que al
final del periodo pueda estar en torno a los 20 kg.

La técnica y la frecuencia recomendada para realizar las mediciones del peso varían
con la edad.

Desde el nacimiento hasta los 18-20 meses se utilizan las básculas para lactantes,
más precisas si están bien niveladas.

Durante las primeras semanas se recomienda pesar al bebé todos los días, para luego
reducir esa frecuencia a una vez a la semana. Poco a poco se pesará cada 15 días y a
partir de los 6 meses se le pesa una vez al mes, que se puede hacer coincidir con las
visitas periódicas al pediatra.

Desde los 2 años la frecuencia se reduce a una vez cada 6 meses, y poco a poco se
realiza una vez al año.
Indicaciones:

 El niño se debe mantener lo más quieto posible.


 Pesarle siempre en la misma báscula.
 Pesarle siempre a la misma hora.
 Utilizar para ello la menor cantidad de ropa posible y que la ropa sea
similar en todas las pesadas.

La talla

Es un parámetro básico de fetal, una vez que el niño nace, el ritmo crecimiento. Aun
así, tiene el niño en cada momento y es continua aumentado: el aumento medio
mucho más estable que el peso. De la talla durante los 5 primeros meses Al nacer la
talla media de los niños es de vida es de unos 14 cm. de50cm, y de las niñas es de
49cm, .aunque se habla de normalidad en un rango que va desde los 45 a los 53.

Al cumplir el año de edad el niño medirá unos 75 cm.

A partir de esa edad el ritmo de crecimiento se estabiliza y durante el segundo año de


vida aumenta de 8 a 12 cm. Durante el tercero, entre 6-8 cm.

Para medir la talla de los niños hasta 2 años se usan los tallímetros horizontales, cinta
neonatal, en los que se mide al niño tumbado; pasada esa edad, el niño está de pies,
apoyando talones, espalda y nuca en la pared.

Tablas de talla y peso

Relación talla-peso

La relación entre las medidas de la talla y el peso se recogen en gráficas que


muestran la situación antropométrica del niño, y su relación con los niños de la misma
edad.

El uso de estas tablas en pediatría está muy extendido.

Las gráficas se basan en un eje de coordenadas, donde se representan el peso en kg


y la talla en cm en la vertical, mientras que la edad se recoge en el eje horizontal.

Cada una de las curvas que aparecen en las gráficas es un percentil; éstos se pueden
entender como “curvas de normalidad”.

Percentil es el resultado de comparar el lugar que le correspondería a un niño para un


parámetro que se quiera medir, con este mismo parámetro medido en cien niños y
ordenados de manera ascendente, los resultados obtenidos

La curva central es el percentil 50 que coincide con la mediana de la distribución.

Entre los valores correspondientes a los percentiles 25 y 75 se incluye el 50% de los


casos, es decir, el 50% de los niños tienen una talla y un peso que se representa
dentro del área de las 2 curvas.

Por encima del percentil 75 se incluyen un 25% de los casos, y son niños que se
encuentran por encima de la media de su edad en peso y / o talla
Por debajo del percentil 25 se incluyen el 25 % de los casos restantes, y son niños por
debajo de la media de su edad en talla y peso.

No significa que los niños por encima o debajo de la media estén fuera de la
normalidad, si no que cuanto más se alejen de los valores del intervalo central más
excepcionales son.

Al analizar estas gráficas, más que en los valores concretos debemos fijarnos en que
el crecimiento sea continuo y sin interrupciones; la curva tiene que ser coherente
consigo misma. Es importante tener en cuenta el ritmo de crecimiento de cada niño.
Los niños con curvas por encima del percentil 75 (grandes), tienen ritmos distintos a
los de curvas con percentil 25 (pequeños), por tanto no se pueden comparar.

Las curvas de crecimiento difieren por sexo, hay unas para niños y otras para niñas.
La diferenciación se debe al diformismo sexual que caracteriza a la especie humana. A
veces en estas gráficas se observan retrasos del crecimiento que no tienen una
justificación aparente; en muchos Dimorfismo sexual: la diferencia de formas,
coloración y tamaños entre machos y hembras de una misma especie.

ALTERACIONES DEL CRECIMIENTO

Se habla de alteración en el crecimiento cuando las puntuaciones de las variables del


crecimiento de un niño presentan una desviación significativa por encima o por debajo
de los patrones establecidos como normales.

La normalidad se determina a partir de una doble medición basada por un lado en las
puntuaciones absolutas, y por otro en el ritmo de crecimiento del niño:

La puntuación absoluta se determina en el momento concreto de realizar la medición


de la talla y el peso en centímetros y kilos respectivamente. Se consideran
alteraciones aquellos valores que están por encima o debajo del percentil 97 y 3
respectivamente.

El ritmo de crecimiento es la velocidad con la que se crece en un periodo determinado.


Para hablar de alteración de crecimiento la curva que dibuja el crecimiento de cada
niño debe ser irregular, no paralela al dibujo de los percentiles dados previamente en
las gráficas.

Hay que tener en cuenta que el crecimiento es un proceso que refleja y depende del
estado de salud, por lo que es necesario estar alerta a cualquier anomalía que se
pueda producir, ya que puede ser indicio de una posible enfermedad.

La familia y la escuela como agentes de salud, deben observar el crecimiento del niño,
pero será siempre el ámbito sanitario quien diagnostique esa posible alteración o
anomalía.

La talla será el primer indicador que tendremos en cuenta, ya que es el indicador de


crecimiento más fiable. Así podemos hablar de talla baja y de talla alta.

Alteraciones en la talla: La talla baja

Se habla de talla baja cuando el ritmo de crecimiento es menor a 7 cm/año, antes de


los 3 años y a 4 cm/año desde los 4 años a la pubertad o cuando el valor absoluto de
la misma está por debajo del percentil 3.
A veces la talla baja es vivida con gran angustia por padres y niño, aun incluso cuando
no sea una alteración. Ser el “más bajito de la clase” puede ser considerado muchas
veces como un problema.

En relación a la talla baja pueden darse dos tipos de situaciones:

Talla baja normal: el 90% de los casos de estatura corta no se trata de una
enfermedad o trastorno, sino de formas de crecimiento “diferentes”.

La talla baja normal puede deberse a causas hereditarias, en estos casos hay
antecedentes de talla baja en la familia y a pesar del valor absoluto bajo, el ritmo de
crecimiento está dentro de la normalidad; o puede deberse a un retraso constitucional
del crecimiento que se irá normalizando según el niño se vaya desarrollando. Ninguno
de los casos necesita tratamiento médico, aunque la mejora de la alimentación y el
ejercicio siempre son buenos.

Talla baja patológica: suponen sólo el 10% de los casos de baja estatura y responden
a causas muy variadas que a veces están asociadas a otras enfermedades.

En algunos casos puede deberse a causas externas, desnutrición crónica, maltrato


infantil, sometimiento a radioterapia u otros tratamientos agresivos y en otros casos
puede ser consecuencia directa de enfermedades Anomalías o enfermedades del
aparato digestivo, que impiden o dificultan la absorción de alimentos y nutrientes,
enfermedades hepáticas, enfermedad celiaca.

Anomalías hormonales, no producción o producción deficitaria de las hormonas


responsables del crecimiento.

Alteraciones en los cromosomas: síndrome de down, síndrome de Turner (solo niñas,


no se desarrollan).

Enfermedades esqueléticas congénitas.

Enfermedades crónicas: alteraciones metabólicas (diabetes), cardiopatías,


inmunodeficiencias congénitas

Debido a las diversas causas de la talla baja patológica los tratamientos pueden ser
muy variados, en cualquier caso realizarán siempre bajo el estricto control médico.

Alteraciones en la talla: La talla alta

Se habla de talla alto o hipercrecimiento, cuando la velocidad de crecimiento está por


encima de lo normal o el valor absoluto de la misma se sitúa por encima del percentil
97.

Socialmente está bien vista y suele asociarse a un desarrollo saludable, pero no


siempre es así. Se puede diferenciar entre:

Talla alta normal: no se trata de una enfermedad o trastorno, sino de una forma de
crecimiento diferente que puede ser debido a varias causas, aunque en general se
puede decir que tiene un origen genético; se diferencia entre causas hereditarias y
maduración acelerada.

Las causas hereditarias se dan en niños con antecedentes familiares de talla elevada;
la maduración ósea es acorde a la edad del niño.
La talla alta debida a la maduración acelerada, se caracteriza por una maduración
ósea avanzada, que conllevará que la pubertad aparezca antes de lo habitual. Lo
normal es que en la edad adulta estos niños tengan una estatura normal.

Talla alta patológica, se produce como consecuencia de un ritmo de crecimiento por


encima de la normalidad y es producto de alteraciones hormonales o cromosómicas.
En ella se da una producción excesiva de hormonas de crecimiento, puede dar lugar a
alteraciones como el gigantismo, al síndrome de Marfán o al de sotos entre otros. El
tratamiento para estos casos deberá se individualizado y bajo estricto seguimiento
médico.

Síndrome de Marfán: niños altos y delgados, muy finos, el problema principal está en
la estrechez de los vasos sanguíneos, que se rompen fácilmente, la aorta no tiene
fuerza.

Síndrome de sotos: niños muy grandes físicamente, cabeza muy grande y alargada,
ojos saltones y separados, retraso en el desarrollo psicomotor, retraso en al
adquisición de habilidades sociales.

Alteraciones en el peso

En cuanto a las alteraciones del peso, una de las más frecuentes hoy en día en las
sociedades desarrolladas es la obesidad infantil, que supone un exceso de grasa y
está determinado por un índice de masa corporal igual o mayor a 30.

Hay que tener en cuenta que sólo el 1% de los casos se debe a causas genéticas o
endocrinas; los 99% restantes se deben a malos hábitos alimenticios (ingesta excesiva
de grasas) y la adquisición de hábitos sedentarios (ordenador, televisión).

En general, los niños con obesidad nutricional, tienen una talla superior al percentil 50
y una maduración ósea acelerada, mientras que los niños con obesidad endógena
tienen una talla inferior al percentil 5 y una maduración ósea retardada.

Actualmente se utiliza también el índice de Masa Corporal, ICM, un indicador resultado


de dividir el peso en KG por la talla en metros al cuadrado. Se considera sobrepeso un

ICM superior a 25 kg/m y obesidad más de 30 kg/m.

Las dificultades que presentan los niños obesos son múltiples, afectan física
(enfermedades cardiovasculares, problemas ortopédicos) y emocionalmente (falta de
aceptación social, baja autoestima).

Los tratamientos de la obesidad se centran en la realización de dietas especiales


(planteadas y seguidas por especialistas) y en la modificación de las conductas
sedentarias.

OTROS PARÁMETROS DE CRECIMIENTO

El perímetro cefálico:

El perímetro cefálico indica el crecimiento craneal; el cráneo es la parte del cuerpo que
antes alcanza el tamaño adulto.
Su capacidad al nacer es de 350 c.c.; al cumplir un año aproximadamente de 750 c.c,
y a los 6 de unos 1500 c.c. Es decir, en 6 años la capacidad craneal se multiplica por
4.

La rapidez de este crecimiento se debe al desarrollo del encéfalo y la maduración del


sistema nervioso central.

En este parámetro es importante tener en cuenta la influencia del factor genético, que
se tendrá que valorar antes de detectar cualquier anomalía.

El perímetro torácico:

El perímetro torácico es el parámetro que indica el crecimiento del torax.

Incremento del perímetro torácico hasta los 6 años de edad.

EDAD NIÑOS NIÑAS

Nacimiento 32,5 cm 32 cm

3 meses 40,5 cm 39,5 cm

1 año 47,5 cm 47 cm

3 años 52 cm 51 cm

6 años 57 cm 55 cm

La maduración ósea

Una de las dificultades que plantea la medición del crecimiento del niño está en que no
siempre coincide su grado de maduración con su edad cronológica. Para tratar de
salvar este problema se usa el indicador de la maduración ósea.

La medición de la maduración ósea se realiza mediante radiografías de la mano, pie y


rodilla izquierdas, estos últimos en recién nacidos y lactantes. Su valoración se hace a
partir de la comparación con patrones estándar de la población, existiendo tablas de
referencia que también se basan en percentiles. Se consideran que existen
alteraciones en el crecimiento cuando existe un retraso en la maduración superior a
dos años.

EL SEGUIMIENTO DEL CRECIMIENTO DEL NIÑO

¿Quién debe realizarlo?

 El entorno familiar:
Desde el entorno familiar se realiza una observación seguimiento no científica
del niño, menos rígida y no sistemática, además siempre desde el punto de
vista de la subjetividad. No se utilizan instrumentos técnicos y los momentos de
recogida de información se dan en situaciones puntuales, en las que se
observa alguna anomalía que muchas veces no es confirmada por otros
agentes. Lo que suelen hacer las familias ante sus posibles dudas en el
desarrollo del niño es consultar con los educadores o el pediatra.
 La escuela infantil: En la escuela se combina la existencia de información
más sistemática (valoraciones mensuales, trimestrales, anuales) con la
observación de la realización de actividades concretas (juegos, actividades
motrices). Las técnicas utilizadas serán más variadas y se aplicarán en función
de lo que se quiera obtener, pero el principal instrumento de recogida de
información, al igual que en la familia es la observación. La diferencia está en
que es una observación más técnica que va a servir para adaptar la
intervención que se realiza con el niño.
 El entorno sanitario: La información es sistemática y objetiva pero se centra
únicamente en aspectos relacionados con la salud. Al pediatra le corresponde
la evaluación del crecimiento (evolución de parámetros). La comunicación e
interacción entre los tres ámbitos debe ser continua. Así, desde el entorno
sanitario y educativo la observación del crecimiento y desarrollo del niño es
más precisa y rigurosa y por ello se deben utilizar instrumentos de medición
fiables y precisos y ser constantes en su aplicación.
La interacción y la comunicación entre las 3 instancias en las que se desarrolla
el niño es imprescindible y para garantizar que los procesos de crecimiento y
desarrollo del niño se produzcan de la manera más armónica posible.

LA IMPORTANCIA DEL JUEGO Y LOS JUGUETES PARA EL DESARROLLO


INTEGRAL DE LOS NIÑOS/AS

El juego es la primera y la principal actividad por la que nos comunicamos con los
demás, observamos y exploramos la realidad que nos rodea, establecemos relaciones
con los objetos.

Jugando se desarrollan aptitudes físicas, inteligencia emocional, creatividad,


imaginación, capacidad intelectual, y habilidades sociales.

Las canciones y rondas infantiles también forman parte del juego. Éstas les
entretienen. Sin duda, forman parte del bagaje cultural de cualquier niño. Además,
sirven para iniciar a los más pequeños en el fascinante mundo de la música. Cantar y
escuchar una canción pasa a ser uno de los juegos favoritos de los niños, y son un
instrumento educativo muy útil.

Jugar cantando refuerza la atención y la memoria. Amplía el vocabulario y trabaja la


rima (desarrollo de la conciencia fonológica, necesaria en el inicio del aprendizaje de la
lectoescritura).

Se aprende a discriminar sonidos, tonos, timbres y ritmos. Ayuda a coordinar el cuerpo


cuando la canción se acompaña de baile, gestos o mímica.

Desarrolla su imaginación, capacidad creativa y habilidades artísticas. Mejora la


socialización cuando cantan en grupo. Se aprenden a exteriorizar emociones.

En las primeras edades sirven para aprender cosas de la vida diaria, por ejemplo, los
días de la semana, los números, las estaciones del año, las partes del cuerpo, etc.
El juego según la edad

 De los 0 a 3 años juego y movimiento están muy relacionados. En estas


primeras edades, el desarrollo psicomotor grueso (desplazarse, saltar, correr,
etc.) y fino (manipulación) cobran mucha importancia.
 Alrededor de los 3 años, los más importante en el desarrollo del niño es el
surgimiento de la capacidad de simbolización (hacer que una cosa sea otra
diferente a lo que es en la realidad; por ejemplo, hacer que un simple palo sea
un peine, o un avión que vuela, un micrófono para cantar, una cucharita para
darle de comer a la muñeca, etc.). Junto al juego simbólico aparece una
poderosa herramienta de expresión de los propios intereses y de la forma
personal de interpretar las cosas: el lenguaje oral.
 De los 3 a los 6 años el juego sigue siendo movimiento sin perjuicio de la
comunicación y la representación. Es en este momento en el que los juegos de
casitas, papás y mamás, de médicos, etc., sirven para que los niños/as puedan
entender el mundo adulto y sus relaciones entre ellos, con los niños/as y con el
medio.
En este momento las acciones del juego son un reflejo de las acciones que el
niño observa en su vida cotidiana y real.

Jugar es un derecho de la infancia reconocido por la ONU desde 1959 (Resolución nº


1386 de la Asamblea de Naciones Unidas). Mirar cómo juegan los niños es observar
cómo es el desarrollo integral del niño. Investigaciones en el campo de la Pediatría y
Psicología Infantil avalan la importancia del juego para los niños. Los padres de familia
deben compartir parte de su tiempo de ocio con su hijo a través del juego es una
experiencia grata y enriquecedora para toda la familia.

Los juguetes

El juguete es, por tanto, uno de los primeros modos de relación del ser humano con
los objetos. Un juguete es cualquier objeto o material que el niño/a utiliza en sus
juegos. Por ejemplo: un palo, una hoja, una caja, una botella.

Cualquier objeto le puede servir para realizar infinidad de juegos de acuerdo a sus
necesidades y etapa de desarrollo. El niño/a no necesita disponer de juguetes
perfectos, sino que habrá que dejarle espacio y posibilidad para crear y disfrutar con
sus propios juegos, ejercitando su imaginación y fantasía.

Los juguetes no solo sirven para entretener y divertir a los niños, el juguete también
educa.

Maite Francés responsable de estudios de la asociación española de fabricantes de


juguetes explica que el papel que tiene el juguete en la educación de los niños es
primordial porque los niños aprenden jugando. No se puede hacer una separación
entre educación y juego es algo que está relacionado desde los primeros días de vida,
el niño aprende los colores, los números, las matemáticas, estrategias y la
socialización.

El niño imitando a las personas de su entorno, de cómo realizan determinadas cosas,


aprende las profesiones, observando e imitando a los animales, aprenden sus sonidos
onomatopéyicos y sus maneras de andar y también con el contacto de la naturaleza
aprenden a diferenciar sus sonidos, su utilidad, forma, tamaño y colores y a cuidar de
cada uno de ellos.

A pesar de que los juguetes de hoy día parecen ser diferentes a los de antaño, el
propósito de los juguetes siempre ha sido el mismo: llevar alegría y placer, y crear
oportunidades para incrementar el aprendizaje y el desarrollo.

Recomendaciones útiles para que las madres y los padres de familia adquieran
juguetes:

1. El juguete debe atraer la atención de la niña o del niño para jugar con él más
de una vez.
2. El juguete debe potenciar el desarrollo de la creatividad y de la imaginación.
3. El juguete será adecuado a la edad y gustos.
4. El juguete tiene que ser seguro.
5. Cuando el niño y/o la niña juegue con él, se sentirán satisfechos.
6. El juguete puede ser utilizado por niñas o por niños indistintamente, y si es
compartido fomentará la cooperación.
7. El juguete no fomentará conductas violentas.
Recuerda que:
“Con pocos juguetes y juegos adecuados, la/el niño lo disfruta mejor”.

También podría gustarte