¿Cómo entender el impacto que el mensaje del Decálogo puede tener no solo en la vida personal y
familiar sino también en la vida social?
La castidad implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la
libertad humana. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ellas y se hace desgraciado (cf Si 1, 22). (CIC 2339) El que quiere permanecer fiel a las promesas de su Bautismo y resistir las tentaciones debe poner los medios para ello: el conocimiento de sí, la práctica de una ascesis adaptada a las situaciones encontradas, la obediencia a los mandamientos divinos, la práctica de las virtudes morales y la fidelidad a la oración (CIC 2340) “Pero el hombre, llamado a vivir responsablemente el designio sabio y amoroso de Dios, es un ser histórico que se construye día a día con sus opciones numerosas y libres; por esto él conoce, ama y realiza el bien moral según las diversas etapas de crecimiento” (FC 34). Bajo su influencia, la castidad aparece como una escuela de donación de la persona. El dominio de sí está ordenado al don de sí mismo. La castidad conduce al que la práctica a ser ante el prójimo un testigo de la fidelidad y de la ternura de Dios. (CIC 2346) Como algunos han dicho, este mandamiento insta a salvaguardar la castidad, a velar por el Templo de Dios, el cual ha sido instaurado en el día del Bautismo en la persona misma, bien dice el Catecismo de la Iglesia que la castidad implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humana. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ellas y se hace desgraciado (cf Si 1, 22).1 Ello también recuerda la bienaventuranza pronunciada por el mismo Jesucristo: “bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” Mt 5, 8, es decir, el cuerpo humano, que ha recibido a Dios en su corazón no puede menos que salvaguardarlo, no debe profanarlo con actos impuros, ya que la sexualidad es un don que Dios ha depositado en el hombre para que pueda encontrar su complementariedad con otra de distinto sexo, es por ello que los pecados cometidos contra la pureza con conocimiento y con consentimiento son los mas graves. Así, una vez mas el Catecismo de la Iglesia Católica, nos instruye para saber el modo de proceder del hombre, ya que, el que quiere permanecer fiel a las promesas de su Bautismo y resistir las tentaciones debe poner los medios para ello: el conocimiento de sí, la práctica de 1 Catecismo de la Iglesia Católica 2339 una ascesis adaptada a las situaciones encontradas, la obediencia a los mandamientos divinos, la práctica de las virtudes morales y la fidelidad a la oración 2, al repecto el Papa Francisco nos dice que esta palabra del Decálogo supone una llamada a la fidelidad, puesto que no existe una relación humana auténtica sin la lealtad y la fidelidad. Como dijo el Santo Padre, "no se puede amar solo cuando conviene".