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DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA
LICENCIATURA EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL
“Hombres predestinados”
Tránsitos teológicos, identitarios y urbanos de las masculinidades en el
presbiterianismo metropolitano de la ciudad de México.
Trabajo terminal
y obtener el título de
presenta
Comité de Investigación:
al Flaco, al Prieto
y a Teté
… del Panzón
i
- Aquí – anunció Reepicheep – es donde yo sigo sólo.
Ni siquiera trataron de detenerlo, pues todo parecía
entonces como si estuviera predestinado […] El ratón subió
apresuradamente a su embarcación y tomó el remo […] La
pequeña barca avanzó cada vez más de prisa, y con toda
elegancia ascendió por la pared de la ola, luego se
desvaneció, y desde aquel momento nadie puede afirmar
realmente haber visto al ratón Reepicheep.
C.S. Lewis
Las Crónicas de Narnia.
La travesía del Viajero del Alba
La Epopeya de Gilgamesh
(Columna vi, 220b, 230).
Génesis 12.4-9.
ii
INDICE
Agradecimientos vii
Prefacio viii
a) Condiciones de la investigación.
b) Formulación del Problema. ix
c) Construcción de la hipótesis de trabajo. xi
Introducción 1
a) La ciudad de Dios y la ciudad del hombre. Las
masculinidades presbiterianas entre dos normatividades
glocales.
b) El presbiterianismo mexicano. 2
c) La Reforma Protestante.
d) De Escocia a México, pasando por Westminster y
4
Estados Unidos.
e) e) El presbiterianismo nacional decimonónico. 5
f) Presbiterianismo en los inicios del siglo XX hasta 1942. 10
g) Doctrinas distintivas. 11
h) Estructura organizacional. El Orden Presbiteriano. 13
i) Una nota sobre las regiones presbiteriales. 15
Capítulo 1.
Cual Adán en su oficio.
16
Nomenclatura y clasificación del bagaje teórico.
iii
1.2.2. Sexualidad: ¿navegando entre el Escila de la
30
naturaleza y el Cardibis de la cultura?
a) Asomo indiscreto – casi de reojo - a la base
biológica de la sexualidad masculina.
b) Cómo la sexualidad se convierte en asunto
31
cultural, sin ser género.
1.2.3. Melancolía del género masculino y hábitus
32
genérico.
a) Judit Butler en disputa.
b) La dominación masculina. 35
c) Un intento, no de síntesis, pero sí de articulación. 36
Capítulo 2
El descubrimiento de Moisés.
37
Palabras, cuerpos y espacios discursantes en el presbiterianismo
metropolitano.
Introducción. El discurso, más que palabras
2.1. De la enunciación a la acción social.
2.1.1. Estructuralismo, poder y hermenéutica
2.1.2. Discursos no idiomáticos. Geertz y la tradición
40
weberiana.
2.2. Ejes temáticos. 42
2.2.1. Eje-mito / Discursos textuales o bíblicos. 43
2.2.2. Eje Rito / Discursos doctrinales. 45
2.2.3. Eje-Sujeto / Discursos agenciales. 47
2.3. Enfoques antropológicos. 49
2.3.1. Relación discursos/enfoques 50
2.4. Conclusiones. 51
Capítulo 3
52
Encima de cada gran hombre hay un gran Dios.
Sermón, sacramentos y templo
Introducción: Hegemonía religiosa. 53
3.1. La voz del siervo de Dios. Posicionamiento público de la
prédica masculina.
3.1.1. Carácter kerigmático del discurso masculino.
3.1.2. El caso de la Iglesia Torre Fuerte. 55
3.1.3. La producción del Gran Hombre Presbiteriano
57
(GHP).
3.2. Usos del cuerpo en los sacramentos protestantes. 62
3.2.1. Comer el cuerpo y beber la sangre: la Comunión. 63
iv
3.2.2. Esbozo de un sistema androcéntrico. 64
3.2.3. Pasados por agua. El bautizo. 66
3.2.4. Un rito de iniciación genéricamente diferenciado. 67
3.3. “Mejor en un día en tus atrios”: semiótica espacial del
69
templo en el presbiterianismo mexicano.
Conclusiones: Nicho comunitario local. 72
Capítulo 4
Transidos por la democracia.
Doctrina, familia y liderazgo. 73
Capítulo 5
Tambaleos lúdico-identitarios. 90
Testimonio, santidad, evangelización
v
5.2.1. La enseñanza dominical: Dimensión semántica
de la sexualidad.
5.2.2. Ideología de la pureza y agencialidad
97
masculina.
5.2.3. Comportamiento sexual en el marco litúrgico:
99
dimensiones autonómicas.
5.2.4. Los métodos anticonceptivos y el aborto 100
5.2.5. Otras conductas sexuales 101
5.2.6. Protestantismo y santidad
5.3. Espacios del creer. Evangelización presbiteriana. 102
5.3.1. ¿Cómo se puede evangelizar en la ciudad?
5.3.2. La labor misional corporativa. 105
5.3.4. E1-E2-E3. Una nota sobre la distancia
106
misiológica y antropológica.
5.3.5. “Id y celebrad kermeses, desayunos y obras de
teatro.” Alcanzando lo último de la tierra con 108
eventos locales.
5.4. Conclusiones. Evangelización y ciudadanía. 111
Conclusiones generales.
112
“Nada se ha perdido en el paraíso”
vi
Agradecimientos
Quiero expresar mi gratitud a mis padres Raúl y Edith pues ambos me han
dado lecciones de vida que me fueron orientando hacia esta carrera. A mis
hermanos Daniel y Mario les agradezco sus constantes muestras de apoyo para
concluir mis estudios.
A Carlos Garma, además de haberme persuadido entonces de estudiar
Antropología mediante la lectura de su libro Buscando el Espíritu, se convirtió no
sólo en mi profesor sino en mi mentor académico. Siempre le estaré agradecido
por haber sido para mí lo que Frazer fue para Malinowski.
Un “kit de examen” compuesto por un lápiz, sacapuntas y goma que Carmen
me regaló en una bolsita de plástico me dio un impulso decisivo para animarme a
entrar a la carrera…
Kar: así, con letras de “escrabbable.”
El Dr. Rodrigo Díaz aceptó ser lector de este trabajo. Sin duda alguna es de
mucho entusiasmo saberte leído por un autor que admiras tanto al leer. Así mismo
agradezco al Dr. Felipe Vázquez quien también asumió el compromiso de evaluar
esta investigación desde el CIESAS-Golfo.
Mucho les debo a mi tía Jovita y a mi tío Sergio quienes me ayudaron a
reincorporarme a los estudios cuando la Universidad parecía tan lejana. Asimismo
a mi tía Mela y mi tío Eduardo quienes me recibieron en su casa en Monterrey
durante el congreso de la RIFREM 2010. Mi tía Patricia y mi tío Marco siempre me
abordaban con preguntas inquietantes que me hacían investigar más a fondo en el
fenómeno religioso, lo mismo que todos mis primos. Estoy muy contento de haber
podido conocer a tantos amigos: a Jesica, por ser la primera en hablarme en la
UAM, a Bolívar y todos los cafés que me invitó, a Adriana, a Evelyn y su apoyo en
el escenario, al Muerto, apodado “Emanuel”, por descubrirme el mundo del
catolicismo ortodoxo, a Daniel. A mis amigos del Servicio Social: Rocío, Vicky,
Diana, Charly, Melisa, Alba y Karl.
vii
A la gente de las iglesias y congregaciones que visité durante el campo, y
aun antes. Particularmente a los jóvenes de Bethania, en la calle Gavilán, y a los
miembros de Betania, en la colonia Escuadrón 201. A las mujeres y jóvenes de
Jesús es el Camino, a la iglesia Dios con Nosotros. También agradezco a
Leopoldo Cervantes, Ariel Corpus, Jael de la Luz y Carlos Torres, por ser
cómplices académicos y espirituales desde distintas disciplinas.
Una nota de particular gratitud a la familia Mota, a quien ya considero mi
familia, y, desde luego a Laura, el travieso amor de mi vida.
viii
Prefacio
a) Carácter y condiciones de la investigación.
ix
En este trabajo se presenta la forma en la cual se llegó a tal postulado,
partiendo del problema e hipótesis de trabajo, y terminando con su falseamiento.
No se busca, por tanto, presentar ni un ensayo que busque demostrar alguna
proposición previa, ni una monografía meramente descriptiva, o analítica, en
sentido kantiano. Este trabajo intenta ser el informe científico de una investigación
antropológica señalando el proceso teórico y empírico que se recorrió para arribar,
nuevamente desde Kant, a un resultado sintético, es decir, que añada un nuevo
conocimiento sobre el objeto estudiado: las masculinidades religiosamente
referidas. El postulado señalado anteriormente es este resultado.
x
un alejamiento de las mujeres como objeto de tentación, excepto con sus esposas
una vez llegados al matrimonio. En este habitus masculino, hombre debe controlar
a la mujer tanto en el matrimonio como en la iglesia pues ella le confiere su plena
masculinidad. 1 Nuevas contradicciones se presentan cuando una mujer posee
mayor estatus que los hombres de la congregación o demuestra mayor carisma y
capacidad de toma de decisiones. En ese momento inicia una nueva contradicción
que exigirá una regulación mediante la ampliación de la distancia institucional
entre dicha mujer y los cargos administrativos y de gobierno (especialmente el
pastoral). También se encuentra el caso de los hombres homosexuales cuya
contradicción que representan para la representación del “varón” es eliminada
discursiva e institucionalmente.
1
Esta afirmación fue parte de los preliminares teóricos de la investigación, y sustentó el horizonte
epistémico de la primera parte del trabajo de Campo así como los primeros capítulos de la
investigación. No obstante, para ver el destino de tal aserto debe esperarse a las Conclusiones
donde el principal interés científico será falsear la Hipótesis de Trabajo.
xi
¿cuáles son las transformaciones que sufren actualmente las masculinidades en
los terrenos urbano, identitario y teológico?
xii
Las unidades de análisis son las comunidades locales ya señaladas, y dentro
de ellas los hombres presbiterianos, pero también se incluyó a las mujeres Se han
considerado las siguientes variables:
xiii
Preludio: Otro antropólogo en el Metro.
De norte a sur aparece en primer lugar dos figuras isomorfas: los Indios
Verdes ubicados en la Delegación Gustavo A. Madero. Esta Estación es de suma
importancia para integrar a la población económicamente activa que viene de los
municipios conurbados en el Estado de México e incluso del único municipio de
Hidalgo que también forma parte de la ZMCM: Tizayuca, gracias a la Avenida
Insurgentes que se metamorfosea en el norte hasta convertirse en la Carretera
México-Pachuca. Pero la ZMCM también se extiende hacia el oriente (v.g. Los
Reyes, Ixtapaluca, Chalco) y al norponiente (v.g. Tlalnepantla, Naucalpan) de la
Ciudad de México.
xiv
Católica, especialmente gracias a las Arquidiócesis de la Ciudad de México, de
Guadalajara y del Estado de México, es uno de los principales grupos de presión
en el país. El caso del Distrito Federal es atípico pues en tres gestiones el Jefe de
Gobierno ha sido del Partido Revolucionario Institucional (PRD), lo que ha
significado una desvinculación importante de la Iglesia Católica, como lo muestran
las ley de Despenalización del Aborto y la reformulación de la figura jurídica del
Matrimonio que avala matrimonios homosexuales. A nivel de la práctica urbana de
lo que de momento se llamará “cultura del creer” en la ZMCM (ver Cap. 2.3.), está
se da generalmente mediante la individualización y la desinstitucionalización de la
fe, que es un rasgo de secularización. Pero que no haya confusiones, en esta zona
urbana la religión no se ha replegado a la vida privada, ni sucumbido ante habitus
racionalizados, y como se verá en este trabajo, el templo local se presenta como
un lugar antropológico en medio de una plétora de no-lugares sobremodernos..
xv
Ciudad de México independiente, el Distrito Federal (1824). Tlatelolco tiene
impregnada también dos fechas: 1960 y 1985. El Movimiento Estudiantil y su
masacre gubernamental el 2 de octubre, así como el Terremoto de 1985 marcaron
la política pública del país entero en lo referente a Manifestaciones y Protección
Civil, y además donde los presbiterianos, nuestros investigados, se dieron a notar
públicamente. Para el caso del Terremoto la presbiteriana Evangelina Corona,
Presidenta del Sindicato de Costureras 19 de Septiembre, Diputada del PRD y
primera Anciana ordenada en un templo presbiteriano, es una referencia obligada.
xvi
población), muestra la versatilidad de la creencia urbana ya señalada
anteriormente, y matiza bastante el proceso de secularización.
xvii
por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para trabajadores en empresas
privadas y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del
Estado (ISSSTE) dedicado a la atención de empleados de la federación y sus
familias. Además existe el Seguro Popular que busca atender a población que no
trabaja en empleo formal. El gobierno local compite con Centros de Salud, aunque
desde 2005 ha unido esfuerzos con el Seguro Popular. Pese a estos organismos,
abundan en la ZMCM consultorios privados, especialmente de franquicias, a las
que se acude por ausencia de burocracia. También hay Laboratorio y Hospitales
quirúrgicos privados, e incluso Ambulancias. No obstante la falta de políticas
efectivas de regulación provoca que algunos de estos lugares sean focos de
peligro. Hay también dos Estaciones de salud: Hospital General y Centro Médico
(correspondencia con la Línea 9), que representan a órganos homónimos
dedicados a la atención hospitalaria y a la enseñanza médica. Tras esta Estación
sigue Etiopia-Plaza de la Transparencia, en la Delegación Benito Juárez, que en
realidad no cuenta con más elementos africanos que su emblema leonesco. Pese
a ello, la cultura afromestiza ha sido muy importante para el país (Veracruz,
Chiapas, Guerrero), y en la ZMCM se encuentran resabios de la misma en los
cultos de santería, aunque esta no llegó a México con los primeros esclavos
negros, sino ya en el México independiente. Le sigue la Estación Eugenia. Afuera
se encuentra la Secretaria de Economía, y pueden verse a madres e hijos
esperando a que el padre, un taxista, por ejemplo, pase por ellos.
La Estación División del Norte, con una figura de Francisco Vila montado en
un caballo recuerda la época de la Revolución mexicana, cuando entre otras cosas
gestó la actual Constitución Política del País, dio origen a la ideología indigenista, y
a muchos aspectos culturales lingüísticos y de conducta. En un sentido fue el caldo
de cultivo para el imaginario sobre masculinidad masculina: el “macho”, bigotón,
bebedor de tequila, mujeriego y parrandero; pero es sólo una máscara, como decía
Octavio Paz, pues en el fondo es temeroso y melancólico. El “macho” también es
católico, pero no por revolucionario, sino recordando la época de la Guerra
Cristera cuando el presidente Plutarco Elías Calles quiso nacionalizar los templos
en el país y la Iglesia Católica optó por tener como primera autoridad al Papa en el
xviii
Vaticano. Este conflicto armado de jurisdicciones terminó con el “modus vivendi”,
una política de tolerancia mutua entre el Estado Mexicano y la Iglesia Católica que
se prolongó hasta 1992 cuando se dio la reforma salinista entre las Iglesias y el
Estado que creo la figura de Asociación Religiosa, la cual brindó por primera vez
un reconocimiento jurídico de las iglesias. En esta reforma las Iglesias
Protestantes también tuvieron el beneficio de ser amparadas (al menos
formalmente) por las leyes federales para celebrar culto público, aunque la
discriminación y hostilidades hacia ellas no han sucumbido del todo.
xix
de memoria colectiva que son las estaciones del Metro y las calles de la ZMCM es
poco conocida por la población, lo que es un rasgo temporal de la urbanización:
romper, o al menos trastocar la historia para dar énfasis al presente, acelerando
así los ritmos urbanos, creando no-lugares “augeanos”. La penúltima Estación de
este recorrido es Copilco, estetizada icónicamente por una figura olmeca y en sus
paredes por el mural “El perfil del tiempo” del artista mexicano Guillermo
Ceniceros. Por esta Estación se llega, principalmente, a las Facultades de
Odontología y Filosofía, y a la Biblioteca Central de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), espacio educativo más emblemático del país, le
sigue el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y en la ZMCM, la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM) y recientemente se ha abierto la Universidad
Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Respecto a la formación
antropológica, es representativa la Escuela Nacional de Antropología e Historia
(ENAH), muy cercana a Cuidad Universitaria. También existen muchas otras
universidades privadas e incluso confesionales.
xx
en manos del Estado ni, incluso, del gobierno local, sino de la sociedad civil
organizada y negociante con las facciones políticas.
8:20 A.M. Al salir junto con el tumulto de estudiantes, y habiendo dejado atrás
a los trabajadores y trabajadoras, la mayoría de los cuales bajaron en el Corredor
Decimonónico, se ha recorrido el panorama urbano de la ZMCM mediante algunos
de sus lugares y sus personajes claves. ¿Pero y la Línea 7? Esta corre desde El
Rosario hasta Barranca del Muerto, atravesando de norte a sur la zona poniente
de la Ciudad, los usuarios de esta línea pueden llegar a Polanco o incluso llegar a
la Estación Tacubaya y tomar camiones hacia la zona de Santa Fe (de origen
franciscano). Esta línea es un tanto aislada, sólo cuenta con tres
correspondencias: El Rosario (Línea 6), Tacuba (Línea 2) y Tacubaya (Líneas 1 y
9), pero tiene una Estación afuera del Auditorio Nacional, lugar de grandes
espectáculos de artistas nacionales e internacionales regularmente en horario
nocturno. Los asistentes a estos eventos saben que la preparación para consumir
este producto, de una de las industrias culturales que dejan más derrama
económica a nivel nacional, pues el costo del boleto en promedio es superior a
$500.-, requiere de la organización estratégica de, al menos, todo un día: horarios
laborales o de estudio, administración del insumo pecuniario y planeación del
transporte nocturno. Por lo tanto, aunque es temprano, una descripción densa de
la Línea 7, tendrá que esperar a algún momento tras el compromiso que, la noche
de hoy, el autor de estas líneas tiene en aquel espacio neoliberal, y desde luego,
multicultural.
xxi
Introducción
2
Para el carácter disciplinario de las tradiciones, incluyendo la Ilustración véase el trabajo de
Collier (2009: 57-65), entre familias andaluzas.
3
El término glocalización se origina en el marketing japonés como adaptación de bienes y servicios
en diversos mercados locales [Baraño, Ascensión, et al (coord.), 2007:163]. El publicista J. Walter
Thompson ideó el aforismo originario de las ONG: Think Globally. Act Glocally (Mattelart, 2000:
399). De los primeros en Latinoamérica en entender la glocalización como proceso de dialéctica
cultural fue García Canclini (1999). Tanto el cristianismo y sus derivaciones teológicas, como las
exigencias de equidad de género y diversidad sexual son tradiciones de carácter glocal: circulan
planetariamente y aterrizan en las comunidades.
1
Ponerse del lado de los hombres permitirá conocer la forma en la cual las
comunidades religiosas afrontan la vida en ambas ciudades de una manera
flexible, hibrida y estratégica (Canclini, 1995), pues la figura tradicional del “varón”
se ha visto modificada y esto afecta tanto a los hombres como a las mujeres, a la
forma de educación de los hijos, a la organización doméstica, al modo de hacer
comunidad dentro de las iglesias, a la gestión de ciudadanía y a la práctica política.
La experiencia presbiteriana de la masculinidad es parte de los actuales procesos
de transformación del campo laboral, conflicto político por la equidad de género y
la diversidad sexual, reconfiguración familiar y social. Es parte de los actuales
intersticios glocales que están abundando en un sistema patriarcal en
recomposición.
b) El presbiterianismo mexicano.
2
c) La Reforma Protestante.
Bajo estas condiciones, nadie podía saber jamás si tenía asegurada su salvación pues
nunca se podía hacer bastante. Nunca se podía recibir suficiente gracia mágica ni se
podía hacer bastante en términos de méritos y ascetismo. La consecuencia de ello fue
una profunda ansiedad hacia fines de la Edad Media (Tillich, 1977: 214).
3
intensidad en el norte de Europa y en Inglaterra donde en 1533 se funda, durante
el régimen de Enrique VIII, la Iglesia Anglicana. Y en Francia, así como en
Ginebra, Juan Calvino, reformador de segunda generación, será el gran
sistematizador de las ideas protestantes. Calvino es el “padre” teológico de las
iglesias presbiterianas pues ellas sustentan la teología “reformada” como se le
conoce a esta versión francesa y suiza de la Reforma cristalizada en su obra
magna de 1536, “Institución de la Religión Cristiana”.5 Particular atención merece
su disciplina eclesiástica, muchas veces confundida con la política ginebrina en la
cual, como calvinólogos recientes señalan, su intervención fue relativamente
tangencial (Cervantes-Ortíz, 2010: 173-175).
5
Casidoro de Reina, quien tradujo la primera Biblia completa al castellano publicándola en 1569
en Ginebra, fue el traductor de esta obra de Calvino.
4
(1847) impulsada ideológicamente por la primera forma de panamericanismo
orientado por la doctrina Monroe o del “Destino Manifiesto”, el protestantismo se
hizo más presente en el norte y centro del país (Piedra, 2002: 70-79). De hecho, el
primer culto presbiteriano fue celebrado en Palacio Nacional por soldados
estadounidenses (Cervantes-Ortíz, 2010: 125-126).
6
Esta breve reseña histórica del presbiterianismo mexicano se basa principalmente en dos
fuentes. La primera es la recopilación de manuscritos del Pbro. Apolonio Vázquez (1985), Los que
sembraron con lágrimas, desde ahora “LSL”, y la segunda la Introducción de Miguel Ángel González
y Thimothy P. Bowman a la obra de Melinda Rankin Veinte años entre los mexicanos (2008), desde
ahora “IVM”. Para fines de presentación se ha focalizado en las regiones norte y centro. Para la
región del sureste puede consultarse Esponda (1986).
5
camino tomado por aquel soldado no fue imitado por un médico que también
acompañó al ejército invasor y que al acabar la Intervención decidió ya no regresar
a su país sino avecindarse en un pueblucho pintoresco en el estado de Zacatecas.
Villa de Cos fue el nuevo hogar del doctor presbiteriano Julio Mallet Prevost,
médico en esta localidad y cónsul estadounidense desde 1856, quien se casara
con la hija de Severo Cosio, importante político zacatecano (LSL, 1985: 67-68;
332-323). En lo que este doctor misionero iniciaba una importante obra
presbiteriana, para 1854, y avecindada ahora en Texas, la señora Josefa Mora
“conoció” a su marido, y parió un hijo al cual puso por nombre Leandro.
7
Se llama revivalismo a un movimiento religioso, generalmente nacido en zonas marginadas
campesinas caracterizado por el levantamiento de líderes carismáticos que predican la pureza
entendida como separación política del Estado local o federal. Pereira de Queiroz (1978), señala
otras tipificaciones para este tipo de movimientos entre las que destaca los reformistas de
carácter nacionalista y los mesiánicos. El revivalismo estadunidense del Segundo Gran Despertar
ha sido analizado por Bloom (1994). Wolf (1998), ha llamado la atención a este carácter bucólico
de las revueltas revivalistas entendiéndolas como punto de crisis de la ideología hegemónica
(urbana).
6
católicos y la precariedad de su situación económica le hicieron regresar al
noroeste en busca de fondos económicos. De regreso en Brownsville abrió en
1854 el Instituto Femenil de Río Grande (IVM: 9-19; Martínez García, 2009: 4-7).
Su idea de los mexicanos era como paganos e incultos. Pero tal imagen cambiaría
cuando, tras morir su hermana Harriet a causa de la fiebre amarilla, y ella misma
fuera afectada por la enfermedad, una anciana mexicana, abuela de una de sus
alumnas, cuidara gratuitamente de ella en su convalecencia. (IVM: 20).
7
comenzó a dar la palabra no sólo a protestantes, sino a masones y liberales ateos,
con tal de que atacaran a la iglesia católica (LSL: 129).
En 1869 también se funda en Villa de Cos una pequeña imprenta desde
donde se publica el periódico “La Antorcha Evangélica”, publicación de carácter
histórico que informaba sobre la desconocida historia de la Reforma Protestante y
de noticias nacionales e internacionales, como la celebración del Concilio
Vaticano I. El 12 de junio de 1870, gracias a los esfuerzos de Julio Mallet Prevost y
del mismo Severo Cosio, se inaugura el primer templo presbiteriano donde “los
antorcheros”, como se les conocía a aquellos evangélicos, celebrarían desde
entonces entusiastas reuniones (LSL: 323-324).
En aquellos días México vivía las guerrillas como rutina cotidiana y para
Rankin tal escenario era una de las principales causas para el extendimiento del
protestantismo, a la vez que evidenciaba un rasgo sorprendente de los mexicanos:
la protección hacia la mujer. Rankin llegaría a decir que de no haber sido mujer no
hubiera podido realizar toda su labor misionera; esto debido, en parte, a las
atenciones que el general Sóstenes Rocha tuvo para con ella, lo que le llevó a
concluir que los mexicanos “respetaban a las damas” (IVM: 37).
8
nueva decide regresar de Brownsville para apoyar la obra (LSL: 270). Como decía
Marcel Mauss, las sociedades se caracterizan por el intercambio de dones, y en
Matamoros el presbiterianismo se consolidó virtud por esta común práctica.
Graybill desconocía el español, en tanto que el joven y bilingüe Leandro Garza
Mora desconocía mucho sobre Biblia y doctrina. El asunto estaba arreglado.
Mientras Graybill y Garza se convierten simultáneamente en pupilos y maestros,
Arcadio Morales propaga con fervor el evangelio en la ciudad de México. Para
1877 ya contaba con una congregación de 240 personas y durante la gestión del
presidente Sebastián Lerdo de Tejada se consigue un antiguo hospital católico
como nuevo templo presbiteriano. El 25 de febrero la iglesia El Divino Salvador
comenzó operaciones en el callejón de Betlemitas por la antigua calle de San Juan
de Letrán (LSL: 131-132).
9
Granados era originario de Tlachapa, Guerrero, pero consolidó su ministerio en el
estado de Tabasco. En la zona de Guerrero son de particular relevancia Simón
Díaz, infatigable colportor y sostén económico de diversos esfuerzos
evangelísticos en el estado, así como “el veterano del sur”, Procopio Camilo Díaz,
caudillo liberal, impresor y uno de los más importantes pastores presbiterianos del
siglo XIX. Los dos Díaz fueron sobrevivientes de la masacre en Acapulco de 1875.
10
de la cohorte teórica de la educación indígena en el país. Como titular de la
Secretaría de Educación Pública realiza junto con Celia García de Alarcón el
primer currículo de educación secundaria en el país (Scott, 1991: 68). Además
fundó la Casa del Estudiante Indígena y fue promotor de las Misiones Culturales,
proyectos nacionales mediante los cuales se intentaba incorporar al “indio” a la
cultura nacional (Aguirre Beltrán, 1992: 85-91). Sáenz representa
institucionalmente estos esfuerzos de incorporación del indio y de integración
nacional, no obstante, en algunos momentos se muestra intelectualmente crítico
del proyecto homogeneizador que en acciones preconizó:
g) Doctrinas distintivas.
Para entender la situación doctrinal del presbiterianismo en México, se debe
continuar con su historia. Si bien hubo serias disputas entre los cooperacionistas y
los nacionalistas, Scott (1991:69) señala que había otra división dentro del
11
presbiterianismo nacional: los “modernistas” contra los “fundamentalistas”. Los
primeros son aquellos informados de teologías, sobre todo europeas,
filosóficamente influidas por el existencialismo, el socialismo y el psicoanálisis, y
participativas políticamente (Karl Barth, Dietrich Bonhoeffer, Paul Tillich). Los
fundamentalistas estaban más ligados a teologías de Estados Unidos influidas por
la obra “The Fundamentals” (1917), una serie de tratados donde se consignaban
aquellas doctrinas teológicas que las iglesias protestantes estadunidenses
rehusaban rechazar ante la modernidad, pues se trata de los “fundamentos” de su
fe (como la Creación en seis días, el nacimiento virginal de Cristo).
12
Libertad de conciencia. “Sólo Dios es Señor de la conciencia” (Confesión de
Fe, Cap. 20:2). Las convicciones del creyente deben de originarse mediante un
contacto directo con el texto bíblico (libre examen) y no por mera autoridad
magisterial. Incluyen tanto determinaciones teológicas como políticas.
13
Consistorio (Ancianos). Es el primer órgano de gobierno. Según la
Constitución General de la Iglesia, se trata de un cuerpo colegiado formado al
menos por tres Ancianos de Iglesia y un Presbítero o pastor ordenado. El
consistorio tiene la representatividad de la iglesia local, tiene facultades
administrativas y de disciplina. Los Ancianos son elegidos en una Reunión
Congregacional. Cada Anciano se encuentra en el cargo tres años y puede
reelegirse hasta dos veces, tras lo cual debe venir un periodo necesario de
descanso (Art. 136-149, 318).
14
Congregación. Administrada por una Mesa Directiva (Presidente,
Vicepresidente, Secretario, Tesorero) y Cuatro Ministerios (Educación,
Evangelización, Recursos, Relaciones). En este caso la Mesa puede incluir a
mujeres. No tienen diáconos y no tienen capacidad de decisión electoral sobre su
Pastor, regularmente un laico o seminarista en este caso hombre. Requiere de al
menos 40 miembros. Hay dos modalidades: la Congregación de Iglesia que es
formada por los esfuerzos de una localidad, y la Congregación Presbiterial
administrada por un Presbiterio.
15
i) Una nota sobre las regiones presbiteriales.
Al decir de Arjun Appadurai sobre las áreas (pero aplicable también a las
regiones), éstas “no se dan de facto, sino que son artefactos de nuestro interés y
de nuestras fantasías, así como de nuestras necesidades de conocer, de recordar
y de olvidar.” (Appadurai, 2009: 626). 8 Pensando en esto se puede entender
porque las áreas presbiteriales no siempre se corresponden a regiones
geográficas. Por ejemplo, el Sínodo Lluvias de Gracia, que opera en la Capital,
tiene dentro de su jurisdicción al Presbiterio del Bajío en el occidente mexicano. La
vinculación regional del presbiterianismo mexicano se da mediante el
establecimiento de redes de poder y de intereses institucionales. Esto provoca
incluso una migración institucional al interior de la Iglesia y un Presbiterio puede
cambiarse de Sínodo, o una Iglesia de Presbiterio.
No todas las regiones presbiteriales tienen el mismo peso administrativo y de
gobierno, y cada una de ellas posee una historia fundacional, muchas veces a
cargo de hombres emblemáticos. En la zona metropolitana de la ciudad de México
destacan, en particular el Pbro. Marcelino Ortíz fundador del Presbiterio Jesús el
Buen Pastor en la colonia Panamericana en la Delegación Azcapotzalco, y el Pbro.
Vidal Valencia, fundador del Presbiterio San Pablo en la colonia Nativitas. Estos
presbiterios proceden del mencionado Sínodo Lluvias de Gracia, el cual nació a
partir de los esfuerzos de la Iglesia el Divino Salvador del emblemático Eleazar Z.
Pérez. Existe una importante pugna por la memoria colectiva, pues como señala
Appadurai, en efecto, hay quienes se esfuerzan en “recordar” a aquel varón como
uno de los más importantes presbiterianos mexicanos, y otros que prefieren
“olvidar” su égida que llevó al presbiterianismo mexicano a roces con
fundamentalismos ajenos a su tradición. Desde luego, este es sólo un caso de
memoria regional, pues cada región presbiterial en México tiene sus propias
historias intereses y fantasías.
8
La traducción intenta preservar el juego de palabras del texto original: “areas are not facts but
artifacts of our interests and our fantasies as well as of our needs to know, to remember, and to
forget.”
16
Capítulo 1
“Cual Adán en su oficio”9
Nomenclatura y clasificación del
bagaje teórico.
(Génesis 2.18-20,
Nueva Versión Internacional)
Iztapalapa. Entre ellos discuten la forma en la cual realizar el trabajo del día. La
oralidad, el pensar, clasificar y decidir, son elementos indispensables en el oficio
masculino. Marzo, 2010.
17
Un Edén teórico.
Cual Adán en su oficio de nombrar y clasificar a todos los animales, esta
Investigación comienza con la nomenclatura y clasificación de las variables de
análisis y en espera de la ayuda idónea que será la estrategia etnográfica del
Capitulo 2. Por ahora es posible transitar a gusto por estos caminos, sin muchas
complicaciones teóricas, hasta el momento que se tenga que salir de este
edénico marco tras probar el fruto prohibido que para la cómoda especulación
teorética es la etnografía, y arribar así al campo de investigación donde se
buscan, obtienen y analizan datos y materiales con el sudor de la frente.
Puede constituir una tentativa inesperada, y vosotros os podéis admirar de ello con
razón, que alguien perteneciente precisamente a aquellos que se han elevado por
encima de lo común y se encuentran transidos por la sabiduría del siglo, pueda solicitar
que se preste atención a un objeto tan por completo descuidado por vosotros […]
(Schleiermacher [1799], 1990).
Dicho “objeto tan por completo descuidado” por los pensadores de fines del
siglo dieciocho es hoy uno de los terrenos de producción del conocimiento
antropológico, político, económico y de género más reiterativo en el mundo
globalizado: la religión. El fenómeno religioso ha resistido, al menos, a dos
vehementes augurios de extinción: el ilustrado y el de la secularización liberal.
18
Schleiermacher, adelantó a Harvey Cox al decir que el nuevo clima intelectual de
racionalismo (urbanización e industrialización posteriormente) no provocaría el
repliegue de lo religioso (Cox, 1984; Garma, 1987: 83-86). Pero Schleiermacher
nunca dudó de esta pervivencia y significación de lo religioso, en tanto que Cox
(1965) habló primero de una “ciudad secular”, resumiendo las perspectivas de una
plétora de sociólogos y analistas políticos que durante el periodo de la Guerra Fría
creían vislumbrar lo que años antes de acabar el siglo veinte Francis Fukuyama
llamara “el fin de la historia”. Tanto para estos analistas más contemporáneos,
como para muchos intelectuales dieciochescos, la civilización occidental estaba
llegando al final de su historia al alcanzar el desarrollo pleno donde la religión si
bien no necesariamente desaparecería sí se relativizaría hasta perder su
importancia. Lo que ha ocurrido es que las religiones sí se han relativizado, pero
precisamente esta relativización y subjetivación es la que permite a las creencias
articularse en nuevos nichos identitarios que fortalecen – paradójicamente – los
aspectos religiosos comunitarios (Hervieu-Lèger, 2008: 15-29). La religión, como
señala Otto Maduro, atraviesa una fase de “definición abierta”, y puede entenderse
como “una realidad movible que puede ser redefinida constantemente de acuerdo
con el sistema social al cual está referida” (Maduro, 1992: 45). Sin embargo, tal
redefinición no sólo se encuentra referida a un sistema social, sino también a la
gestión cultural autonómica y a las capacidades de agencia de los sujetos. Así,
más que buscar una definición sustantiva, funcional o fenomenológica de la
religión se busca una operativa que permita orientar el análisis señalando un
fenómeno social diferenciado. Se ha seleccionado la definición propuesta por
Garma (2004: 22):
19
apropiados por los sujetos o creyentes.10 En particular se pondrá atención a los
creyentes hombres, por lo que a continuación se analizarán las variables
correspondientes a masculinidades patriarcales, es decir, estructurales. También
se abordarán las nociones de equidad de género y diversidad sexual. En la
segunda parte del capítulo se hablará específicamente de la religión, el género y la
masculinidad como subjetividad.
10
Cf. Bourdieu (1971). La diferencia en la definición operativa de Garma es el desdibujamiento del
acaparamiento de los capitales simbólicos por parte de una élite sacerdotal. En tanto que Garma
atiende al protestantismo mexicano en su vertiente pentecostal esta relación asimétrica de los
ministros con el laicado, diferenciada simbólicamente en halos de sacralidad, no es tan pertinente
al objeto de estudio. Desde luego existen en el protestantismo cotas insalvables de poder, pero de
este modo queda el espacio abierto para que la interacción dentro de la organización pueda ser
vista en su pluriformidad y no verticalmente predestinada.
20
hombre padece ansiedad pues lo que se supone debe hacer como hombre no lo
desea del todo, su identidad necesita de una prótesis (¡la masculinidad!).
21
masculina dada su condición blanca-anglosajona-heterosexual. Yudice pone el
dedo sobre el intersticio, pues una sociedad que incluye al trabajo femenino y
brinda a las mujeres garantías sociales inexistentes para los hombres, provoca en
los hombres crisis en su género (Montesinos, 2002) y hace que se sientan presos
de una especie de sexismo “matriarcal”, el cual desde luego no se da a nivel
estructural, pues las mujeres siguen accediendo a un mercado supuestamente
democratizador pero inequitativo genéricamente.
b) Recomposición patriarcal.
22
la mujer es como seductora y originadora del pecado y causa de la miseria
humana. Pero esto es sólo la mitad de la historia.
En el cristianismo la mujer también ha sido símbolo de la redención en la
figura de María (Anderson, 2001: 93-96). Roberston Smith (1979), por su parte,
descubrió que la figura de Eva, además de la originadora del mal, era para las
primeras comunidades cristianas e incluso las árabes del tiempo de Mahoma, la
Gran Madre originadora de la vida humana. En el Antiguo Testamento las mujeres
tuvieron también gran relevancia. En la tradición yahvista (J), por ejemplo, se dan
varios casos de descendencia matrilineal (Génesis 2.24; 3.20; 4.1), mientras que
la tradición sacerdotal (P) es patrilineal (Génesis 5),11 pero incluso un texto dentro
de esta tradición como lo es Levítico establece una equidad de género negativa,
pues tanto hombres como mujeres corrían riesgo de ser igualmente impuros
(poluciones, menstruación, enfermedades cutáneas), lo cual, como señala Mary
Douglas (2006) no significa un defecto, sino un estado de riesgo que exige
cuidados terapéuticos. Para el caso del Nuevo Testamento Elisabeth Schüssler
Fiorenza (1989), demostró que el papel de las mujeres fue como fundadoras de las
primeras comunidades cristianas.
11
En el siglo XIX se designaron 4 fuentes documentales para la Toráh hebrea (la Ley de Moisés): La
Yahvista (J) utiliza como nombre de Dios el tetragramatón YHWH, más antigua y de carácter
matrilineal; la Elohísta (E) utiliza el nombre Elohim’ (dioses); la Sacerdotal (P) elaborada por los
sacerdotes postexílicos, y la Deuteronomista (D) que le dio forma al libro de Deuteronomio. En la
actualidad esta segmentación ha recibido diversas revisiones y ya no se habla de documentos, sino
de tradiciones (como constructos metodológicos de las ciencias bíblicas, no como referencia
antropológica) (Brueggemann, 2001; Cervantes-Ortíz, 2007; cf. Méndez, 2008).
23
pentecostalismo llegó al norte de nuestro país también por mujeres en los albores
del siglo veinte: Romanita de Valenzuela, Anna Sanders y María de los Ángeles
Rivera (Garma, 2004).
Del lado del catolicismo, a mediados del siglo veinte se desplegaron diversos
trabajos que pueden englobarse como “teología de la mujer”, sin embargo como
menciona Rosino Gibellini, era unilateral y androcéntrica
[…] era elaborada por teólogos varones (y por añadidura “clérigos”) que no elaboraban
la correspondiente “teología del hombre” o “teología de la masculinidad” y además, en
virtud de su propio origen, utilizaban acríticamente representaciones y esquemas
mentales derivados de la cultura patriarcal dominante. (Gibellini, 1998: 448).
12
El término “womanista”, que no debe traducirse como “mujersita”, se refiere a las feministas
afroamericanas. Por su parte el “mujerismo” es la reflexión feminista de mujeres latinas,
especialmente chicanas, es una posición epistemológica de frontera (Machado, 2004: 364).
24
también a la equidad de género: Estas áreas incluyen 1) cambios en los entornos
laborales, 2) las prácticas reproductivas, específicamente la píldora anticonceptiva,
3) las prácticas sexuales donde la heterosexualidad dejó de ser la única opción
para las mujeres, 4) cambios en las estructuras familiares y la concientización de
la violencia contra mujeres y niños (Chopp, 1997: 391-392).
b) Diversidad sexual.
25
con los parientes de la esposa (residencia uxorilocal), a veces la pareja se va a
vivir con los parientes del esposo (residencia virilocal). El “Informe sobre la
evolución de la familia en Europa (2006) señala:
En los últimos años, tanto en los estados europeos como en las instancias
supranacionales (Parlamento Europeo, Consejo de Europa, Organización de las
Naciones Unidas, etc.), ha surgido una fuerte preocupación por los problemas de la
familia. Se corresponde esta preocupación con la creciente sensibilidad social ante la
necesidad de proteger a la familia y los entornos de la vida familiar, de modo que la
política familiar ha pasado a ser entendida como una prioridad social y pública.
26
Segalen (1992) enfatiza la diversidad familiar contemporánea y le lleva a
cuestionar “el mito de la familia occidental”, mostrando como este constructo
ideológico no aparece generalizadamente en la llamada “cultura occidental”.
27
Tradicionalmente se ha llamado “religiosidad” a las expresiones de la religión
popular, sin embargo, como señala Christian Parker (1993) ésta categoría se
inscribe dentro de un campo semántico acotado por las relaciones de poder de la
iglesia oficial, pues la religiosidad suele ser vista como algo pagano, sincrético y
bajo tolerancia. Garma y Shadow (1994) realizaron estudios situados de diversas
expresiones religiosas no oficiales, como la peregrinación, entendiendo estos
aspectos no como religiosidad sino como “religión popular”.
Un grupo social puede diferenciarse de otro con sólo recitar el nombre de sus
dioses, o bien poniendo en evidencia los tabúes a los que se ven sujetos. Altos
coeficientes de alteridad entre dos grupos o sujetos se dan cuando se ponen en
evidencia sus motivos religiosos mediante la actualización de éstos en el
comportamiento ordinario, específicamente cuando la cotidianidad toca un punto
sensible de la creencia. Así, Rostas (2008) demostró que el contacto cultural entre
los concheros de la mesa del Santo Niño y un grupo sufíta del Halveti-Jerrahi en la
década de 1980 se vio roto debido a que ninguno de los dos bandos quiso ser el
“conquistado”, y particularmente el sufismo “no estaba abierto al tipo de cambios
que en las tradiciones orales pueden crecer y cambiar con el tiempo por medio de
sus prácticas”. Los valores religiosos se presentan como fieros guardianes de la
identidad colectiva.
28
religioso implica definir la creencia propia mediante el rechazo, minusvaloración y
descalificación de las creencias de los otros (Argyriadis, 2008: 281). Tener una
autoadscripción religiosa es, por tanto, una forma de afirmar la identidad frente a la
alteridad. En la actualidad, esta vivencia competitiva de lo religioso crea
identidades que transitan circuitos migratorios internacionales, nacionales y
locales, lo cual forma comunidades las cuales poseen significados y prácticas que
se alejan de las normatividades abstractas de sus religiones.
Para el protestantismo mexicano en general, y el presbiterianismo en
particular, pese a que el templo sigue siendo un espacio integrador, en él también
se disiente teológica, litúrgica y organizacionalmente de los protocolos canónicos
emanados por su Constitución y representados por la Asamblea General. Se ha
decidido nombrar a dichas formas hibridas identidad religiosa o espiritualidad. Son
dos términos uno antropológico y otro teológico, pero hacen referencia al mismo
contenido.
29
Pensando en el estado de Chiapas, territorio simbólico tanto para
antropólogos como para presbiterianos (Aguilar, 2007), los procesos de
autodeterminación de las comunidades indígenas gestionados mediante la
afirmación de su autonomía económica, jurídica y cultural iniciados desde la
década de los sesenta, y reforzados con el levantamiento del EZLN en enero de
1994, han hecho surgir la concientización del “sujeto autonómico” como instancia
eminentemente política de autogobierno local (López y Rivas, 2006: 103). Las
autonomías indígenas han llamado la atención hacia la posibilidad que tienen los
individuos de explorar por terrenos identitarios diseñados a partir de sus propias
experiencias y circunstancias locales pero con referencia a contextos globales.
Esto ha dado como resultado una crisis epistemológica de la tradición por parte de
sus propios actores quienes se ven rodeados, además de los intereses
específicamente comunitarios, de una variopinta gama de ofertas de bienes
simbólicos y materiales provenientes de otras tradiciones pero mediadas por las
redes de mercado, los medios masivos de comunicación y por el proselitismo
religioso. El tema de las autonomías no puede reificarse como un proceso que
tuviera por objetivo el defender una economía, cultura y gobierno estático, como si
las localidades y sujetos autonómicos tuvieran definido a priori el talante de su
sociedad. Las culturas cambian pues no son esferas ónticas acotadas, mónadas
leibinzianas “sin ventanas” ni intersticios.
30
religiosa en un escenario glocal donde individuos autónomos deben elegir sus
propias creencias perdiendo su identidad comunitaria tradicional, pero buscando
nuevos nichos de identidad, lo que hacen dentro de entramados políticos
saturados de conflictos entre los intereses locales y las disposiciones nacionales,
en conjunto, permite el surgimiento de “identidades autonómicas” que buscan
espacios de expresividad religiosa, pero también de gobierno y de establecimiento
de redes sociales que toleren o incluso sean propicias a la nueva identidad
religiosa autonómica. En esta investigación se verá la forma en la cual este
contexto de la espiritualidad autonómica propicia, de igual modo, identidades
genéricas religiosamente referidas. Para esto es necesario reparar en los
conceptos de sexualidad y género integrándolos a este esquema de análisis
religioso.
13
Esta radiografía masculina está basada en Ville (1992: 512-513). En el Anexo 2 se encuentra el
diagrama.
31
conectan los tubos seminíferos. Del epidídimo de cada testículo el vaso deferente
pasa del escroto, por el canal inguinal, a la cavidad abdominal, por encima de la
vejiga urinaria, y de ahí a la parte inferior de dicha cavidad donde se conecta con
la uretra.
El pene del hombre posee tres columnas de tejido eréctil que se ingurgita de
sangre durante la excitación sexual, o bien por otros cambios fisiológicos que
producen la erección. Esta ingurgitación depende de en gran medida de la
dilatación arterial y al aumento de riego sanguíneo sin cambio de la presión
arterial. Durante la copulación, o bien durante la inseminación artificial, los
espermatozoos suspendidos en el líquido seminal son transferidos a la vagina.
Dicho líquido es producido por tres glándulas: las vesículas seminales, las
glándulas prostáticas y las glándulas de Cowper. Pero además, la fisiología sexual
masculina tiene otras características no genitales. Los cambios sexuales
secundarios (producidos entre los 11 y los 15 años, pero con variación geográfica
y alimenticia) incluyen la aparición de vello púbico, axilar y en la cara,
engrosamiento de la voz, aumento de la masa muscular y de estatura.
32
suspendido en la médula, persiste entre los boxeadores negros quienes al
entrenar evitan tener relaciones sexuales, pues la pérdida de esperma conllevaba
a una disminución de fuerza y fiereza indispensables para emplearse
completamente en el combate. Dicho de otro modo, si el semen producido en el
cerebro indicaba superioridad intelectual, su estancia en la espina indica
agresividad y fortaleza física. Para el ojo del científico social la sexualidad no es
meramente una base biológica, sino un producto cultural, político y hasta jurídico
mediante el cual las sociedades humanas justifican comportamientos, relaciones
de parentesco, contratos matrimoniales y requisitos de género. No se niega
entonces dicha base biológica sólo se relativiza en la medida en que es estudiada
socialmente.
33
99-100) recuerda que al proceso mediante el cual se “transmite la idea de la
presencia concreta del cuerpo y su subjetividad emocional” se le llama
embodiment (encarnación). Lo específico del género sería que tiene que ver con
estas representaciones de hombre y mujer en el uso de sus cuerpos,
pretendidamente producto de la naturaleza, en griego kata phisis (según la
naturaleza), valga la palabra, se dirá, algo “katafísico”.
Lacan también analiza el tabú de incesto pero lo hace con una mirada
antropológica, la de Claude Levi-Strauss: el tabú de incesto crea la cultura
entendida como el universo de signos mediante los cuales las sociedades
establecen relaciones de parentesco, intercambian palabras y bienes. Para Levi-
Strauss el tabú de incesto parece ser la bisagra entre la naturaleza y la cultura, y
se reconoce como el origen de la regla de exogamia (Levi-Strauss, 1969: 65-78).
Las mujeres se convierten, así, en emblemas del intercambio masculino de los
grupos sociales. Para Lacan, dado que este intercambio es el que sustenta la
estructura del parentesco inconsciente, entonces las mujeres son los emblemas de
la masculinidad del grupo, pues mediante ellas se despliega poder colectivo.
Entonces, continúa Lacan, las mujeres en el terreno de lo simbólico se transforman
en el falo. Se establece la diferencia entre “ser” y “tener”, en efecto, mientras las
mujeres “son” el falo o emblema de la masculinidad, los hombres “tienen” el falo,
es decir el dominio compulsivo.
34
Butler considera que en el tabú de incesto la prohibición del niño de amar
eróticamente a su madre, en realidad no es el primer tabú al que se enfrenta el
niño. En el desarrollo del varón aún este tabú de incesto ya viene con una
represión implícita, no dicha. Para Butler esto no dicho en el tabú de incesto es la
homosexualidad. Si al niño se le prohíbe amar a su madre como prohibición
primera, ésta en realidad ya viene cargada con la prohibición implícita de no amar
al padre, es decir de no amar a otro hombre. Con esta prohibición inefable el varón
sufre una pérdida: la feminidad. Al perder la feminidad en el ego el niño desarrolla
una melancolía. ¿Cómo supera el hombre esta melancolía de su género?
Primeramente, de forma inversa a la melancolía freudiana, el hombre no busca
sino que rechaza identificarse con aquello que ha perdido, pues socialmente es
capaz de dominar mediante “compulsivos rituales sociales” o “performances” a
quienes representan esa pérdida: las mujeres. “No puedo ser ella, pero quiero ser
ella, luego la quiero a ella.” De este modo el hombre supera su duelo, halla lo que
le fue quitado, el falo en lo simbólico. Con el dominio sobre la mujer el hombre
puede “tener” el falo, su seguridad masculina.
Cuando el hombre es inocente, la mujer le tienta con su carne; pero cuando el hombre
se ve asido por la lujuria, ella debe ser dulce y complaciente. Cuando la fiebre del
pecado consume al hombre, ahí está la virgen para serenarlo; pero si la fría melancolía
lo aturde, una fiera mujer debe despertarle (Bartra, 1996; cf. Díaz-Barriga, 2002:37-38)
35
señala otro vértigo, ahora simplificador de carácter lingüístico, pues la
performatividad butleriana es altamente idiomática (191).
El siguiente capítulo busca una estrategia metodológica para evitar estos dos
vértigos mediante la ampliación del concepto de discurso más allá de los
contornos lingüísticos, llevado hacia las acciones sociales en los cuerpos y los
espacios de los hombres presbiterianos. Si bien ellos saben, junto con las mujeres,
que deben ser quienes dominen, constantemente, no sólo en palabras, sino
también en acciones sociales, generaran actos ambiguos: tanto transgresores
como conservadores. En los actos transgresores se encontraría al sujeto y su
autonomía, pero la conservación de la dominación masculina en el espacio
religioso como espacio de seguridad y de afirmación masculina se debe a la
constitución de un hábitus genérico.
b) La dominación masculina.
36
Los sujetos no pueden, por lo tanto, escapar voluntariosamente de esta
estructuración simbólica para reconfigurar a su gusto sus significaciones genéricas
pues dicha naturalización de la dominación masculina genera capitales culturales
acaparados por los hombres que desposeen simbólicamente a las mujeres. Esto
termina por crear un hábitus de subjetivaciones y somatizaciones de dichos
significados gestando comportamientos organizados. El hábitus genérico,
entonces, es una estructura estructurada y estructurante para hombres y mujeres
que se ven sometidos a una violencia simbólica, es decir a un poder que no
necesita justificar las bases de su dominio.
37
Pero los hombres al subjetivar las normatividades, como señalaba Bhabha, no las
cumplen linealmente sino que debido a su carácter protésico y polisémico (la
facultad del hombre para crear significados en contexto social), generan
identidades diversas en relación de alteridad – no necesariamente de oposición,
aunque la incluye – con las mujeres.
Capítulo 2
“El descubrimiento de Moisés” 15
Palabras, cuerpos y espacios
discursantes en el presbiterianismo
metropolitano
15
Dos ancianos bailando danzón en la Ciudadela de la Ciudad de México. Canto, cuerpos y
espacios transmiten a los espectadores la jocosidad y vitalidad de estos hombres.
38
padre testimonio de que Arriba se decía que sí, que
estaba bien […]
- Ricardo Garibay,
Beber un cáliz
El discurso, más que palabras.
39
espontánea. Esto le acarreó severas críticas de Piaget (1974) quien comparó su
teoría con el innatismo platónico o cartesiano. Piaget considera que la evolución
lingüística tanto filogenética como ontogenética, lo mismo que en las estructuras
psicológicas, se realiza mediante elementos lingüísticos estructurantes pero no
estructurados, aunque sí hereditarios. Tanto De Saussure como Chomsky parecen
entender el lenguaje como un sistema cerrado y arbitrario, sin comunicación con la
realidad extra-lingüística. Ante este modelo aislacionista del lenguaje, Emile
Benveniste incluirá el aspecto del convencionalismo social donde las reglas de
lenguaje tienen un vínculo no sólo con las estructuras cognitivas sino también con
el entorno social y cultural. Pero el lenguaje no es mera producción cognitiva, ni
sólo estructurado por el contexto de la convención social, las relaciones de poder
también le modelan y le otorgan o restan eficacia. Tal es la propuesta analítica de
Foucault (2006b) quien se percata de la forma en la cual el discurso es tanto
práctica como violencia, y es expresado por un sujeto quien se encuentra
sometido a disciplinas o tecnologías del yo mediante las cuales su lenguaje se
enrarece y se prejuicia.
Paul Ricoeur, por su parte crea un modelo dialéctico del discurso. Para este
hermenéutico de confesión reformada (aquella suscrita por los presbiterianos) el
discurso no es un producto lineal, ni estructurado unívocamente por un principio
rector generativo:
40
transformar. Para Ricoeur la forma en la cual el discurso queda objetivado es el
texto, el cual se autonomiza de su autor, aunque a diferencia de Derrida, no
establece una desvinculación absoluta entre ambos, antes bien, el texto es una
forma de autocomprensión del autor (le confiere un yo al ego). El texto una vez
puesto en circulación transporta la objetivación de esta autocomprensión y da a los
posteriores lectores una posibilidad de “revelación” de nuevas formas de ser o del
“mundo que constituye la referencia del texto” (pág. 104), aunque no de la
intención del autor, ni de su autocomprensión subjetiva, sino sólo su objetivación.
Es decir, el texto tiene un carácter poiético, creador de universos de sentidos, o
como Ricoeur mismo dice, citando a Wittgenstein, “juegos de lenguaje que crean
formas de vida” (Idem).
El etnógrafo “inscribe” discursos sociales, los pone por escrito, los redacta. Al hacerlo,
se aparta del hecho pasajero que existe sólo en el momento en que se da y pasa a una
relación de ese hecho que existe en sus inscripciones y que puede volver a ser
consultada (Geertz, 2004).
41
sociales, es decir que se den en relación a otras personas dentro de un sistema
social y posean la intencionalidad de un agente ejecutor racional. Weber habla de
la “comprensión actual del sentido mentado en una acción (inclusive: de una
manifEstación)” (Weber, 2008: 8).
42
los personajes invitados a este viaje por los tránsitos urbanos, identitarios y
teológicos de las masculinidades presbiterianas: la palabra, el cuerpo y el espacio
discursantes.
Para esto, no se hablará llanamente de mitos, ritos y sujetos sino que estarán
integrados en ejes: eje-mito, eje-rito y eje-sujeto. Para fines de inteligibilidad y
brindar un modelo que sirva para el análisis de las masculinidades en el
presbiterianismo metropolitano el eje-mito se transformará en discurso textual o
bíblico, el eje-rito en discursos doctrinales, y el eje-sujeto en discursos agenciales
(recordando el carácter no meramente idiomático de la categoría de discurso aquí
utilizada, por lo que también incluye prácticas sociales cuyo significado es
susceptible de interpretación, es decir se atenderá al aspecto comunicativo de las
prácticas no oponiéndolas diametralmente a los discursos). Esta categorización en
43
ejes de las unidades de análisis discursivo busca crear retículas interpretativas de
aspectos simbólicos con significados comunes, susceptibles de ser estructurados
en una misma matriz semántica.
44
Antropológicamente hablando, la Biblia en su conjunto representaría el Eje-
mito en los discursos presbiterianos debido a este carácter fundacional y
existencial que posee para este grupo religioso, como también para el resto del
protestantismo. Es decir, la Biblia es el eslabón originario de un hilo de memoria
(Hervieu-Leger, 2005) que llega hasta nuestros días. Desde luego la Biblia no es
ni un mito – lo cual es enérgicamente rechazado por presbiterianos y demás
cristianos –, ni siquiera un documento, es un bricolaje de fuentes literarias, relatos
folklóricos diversificados regularmente en distintas versiones, códigos casuísticos y
apodícticos, y otros materiales literarios integrados en un canon de pretensiones
normativas, i.e, sancionado socialmente como guía divina (cf. Brueggemann 2001;
Méndez, 2008). En los libros de la Biblia el género literario del mito no es muy
recurrente, pues aparecen muchos otros géneros como la poesía, la biografía, la
épica, los evangelios, literatura epistolar, apocalíptica, etc. (Cervantes-Ortíz, 2007;
Millet y De Robert, 2003).
45
parque. Entre los presbiterianos no existe la institución social de la profecía, por lo
tanto, los discursos emanados de la Biblia y utilizados en un contexto litúrgico
recibirán el nombre de “Discursos textuales”.
No obstante, tal como aquí se aprecian, lo ritos al ser el puente entre el sujeto
y la estructura mítica encuentran gran cantidad de conflictos, variantes y
apropiaciones, por lo que en la práctica social los ritos son semejantes al león
Aslan de Las Crónicas de Narnia: “un león no domesticado”. Díaz Cruz llama a
esto la visión salvaje del rito.
46
Definición 2.4. El Eje-rito está conformado por normatividades sociales
mitológicamente legitimadas, las cuales exigen un comportamiento
prescrito a los sujetos en un tiempo y espacio determinados para beneficio
tanto de la sociedad como de los sujetos que lo ejecutan, y propiciación o
agrado de la o las divinidades instituidas. Al encontrarse entre el mito y el
sujeto el rito encuentra diversidades y contradicciones en su realización
por lo que no refleja necesariamente la estructura social, sino los
conflictos en su interior.
47
2.2.3. Eje-Sujeto / Discursos agenciales.
48
Ahora se está en posibilidades de pensar en los elementos que configurarían
al eje-sujeto, entendiéndolo no como el sujeto en su concreción histórica, sino
como el espacio semántico donde es reconocido, pues categorizarlo en una
definición cerrada no haría justicia a su dimensión subjetiva. En vez de ello, más
que conceptualizarlo se intenta identificarlo en sus acciones y en el significado que
tiene para el investigador. Este es el recurso que Calvino utilizó para su doctrina
de Dios en contra del modelo escolástico: no preguntarse por su esencia sino por
su significado (Institución I, ii, 3).
49
Definición 2.7. Discursos agenciales son aquellos en donde el sujeto, en
tanto agente de subjetividad, posiciona su voluntad y deseo dentro del
marco de la estructuración social. Dichos discursos no son
necesariamente instancias de rebelión sino orientados por un deseo de
salvar las contradicciones cognitivas entre la seguridad moral del grupo y
su voluntad, es decir por el deseo de buscar una manera ortodoxa de vivir
a gusto, por lo tanto estos discursos tienden a buscar insertarse dentro de
la misma estructura para ser legitimados.
50
Enfoques
Palabras Cuerpos Espacios
Ejes
Diseños
Narratividad Resignificaciones
Mito arquitectónicos y
sagrada. somáticas simbólicas.
espaciales sagrados.
Utilización autorizada
Narratividad Normatividades del
Rito de los espacios
normativa. género.
eclesiásticas.
Narratividad Performatividades Apropiación del
Sujeto
subjetiva. sexuales e identitarias. espacio urbano.
Cuadro 2.1. Matriz de análisis etnográfico. Ejes y enfoques discursivos.
Enfoques
Palabras Cuerpos Espacios
Discursos
Textuales Templo
Sermón Sacramentos
Doctrinales Liderazgo
Doctrina Matrimonio
Agenciales Evangelización
Testimonio Santidad
51
2.4. Conclusiones.
El espacioso salón de mi casa se había vestido de limpio para esperar la hora del culto
formal. Guirnaldas de follaje y flores naturales deban un aspecto imperial a la casa. Hay
mucha luz, mucho silencio, La sala está llena de gente; ya no hay lugar ni para poner
un alfiler de punta. La puerta se abrió al fin, dando paso a un personaje como de
cincuenta años, alto, ancho de espaldas, vestido de negro, correctísima y arreglada
cabellera entre-cana; con atildado estilo y corrección se inclina sonriendo con un
apostólico semblante lleno de cariño. Fue un triunfo mudamente alcanzado (LSL: 171).
52
Capítulo 3
Encima de cada gran hombre hay
un gran Dios16
Sermón, sacramentos y templo.
16
En la fotografía el Pbro. Erasmo González, rector del Seminario Teológico Presbiteriano de
México de 2006 a 2010, inaugura una ceremonia de egreso detrás del masculino púlpito y rodeado
por intencionales y sublimes reflectores que recuerdan que la procedencia de su masculinidad y
autoridad “viene de arriba”.
53
Introducción: Hegemonía litúrgica religiosa
Para Groen van Prinsterer (1973: 43), historiador reformado holandés del
siglo XVIII, no existía mejor imagen para describir el posicionamiento de las
terribles ideas prodigadas por la Revolución Francesa que las dichas en Notre
Dame por el Padre Beauregard para la Corte de Paris. La autonomía, la libertad y
la democracia eran igualadas a una figura femenina que se entronizaba dentro del
templo. Hoy en día los presbiterianos defienden la democracia, no obstante, los
cuerpos femeninos en los espacios litúrgicos siguen siendo problemáticos pues se
entiende que son los hombres los símbolos de Dios, los obreros aprobados. Este
camino explora las masculinidades dentro de los contornos litúrgicos del
presbiterianismo metropolitano: el sermón o predicación, los sacramentos y el
templo. Podrá verse cómo los presbiterianos, en su vida litúrgica, buscan mantener
cierta hegemonía religiosa de carácter patriarcal. Para evitar generalizaciones
ocasionadas por la sincronía etnográfica, debe señalarse que esta hegemonía es
de reciente formación, pero sólo hasta que en los capítulos siguientes el análisis se
aleje de los contextos litúrgicos, podrán reconocerse los discursos disidentes.
54
que cuando nuestros pastores están predicando no son ellos, Dios los inspira para
darnos su mensaje” (Diario de campo 13 de diciembre, 2009)
55
Dios sacralizado en los contextos litúrgicos se le llama en teología kerigma, voz
griega para “proclamación”.
En la Iglesia Torre Fuerte el joven obrero pastoral Uriel tenía problemas para
legitimar su autoridad pastoral debido a su calidad de seminarista, es decir aún no
había sido ordenado pastor pues le faltaba cerca de un año para terminar sus
estudios en el Seminario e iniciar su proceso de licenciamiento y posterior
ordenación. El Presbiterio lo había asignado a la iglesia Torre Fuerte meses atrás y
Uriel se topaba con el rechazo de los jóvenes hombres del grupo de alabanza.
María, otra joven del grupo de alabanza, trataba de convencer a Ernesto, el bajista
y principal instigador en contra del pastor a que reconociera su liderazgo.
17
Diálogo tomado de la entrevista con Uriel, 12 de mayo de 2009.
56
embargo el espíritu de insurrección estaba contagiándose al resto del grupo de
alabanza. Durante un culto de oración se pudo observar que, a pesar de haber
asistido, estos jóvenes no participaron en la dirección de los himnos del culto, y
únicamente Rosita, la pianista, apoyó en su realización. Sin embargo, al terminar
el culto los jóvenes pasaron al frente y se ubicaron en sus respectivos
instrumentos –guitarra, bajo, batería, voz, y junto con Rosita comenzaron a ensayar
no himnos ni coritos, sino baladas pop-rock de contenido cristiano. La
congregación que aún permanecía en la nave, despidiéndose, también mostraba
indiferencia hacia el ensayo, pero algunos gestos revelaron molestia cuando los
jóvenes subieron el volumen de las bocinas resultando en un ambiente estridente.
Fue la misma Rosita quien en varias ocasiones insistió a los muchachos a
disminuir el volumen, pero sólo lo bajaron un poco y siguieron con su ensayo
(Diario de Campo, 16 de junio de 2009). Aunque eventualmente Uriel logró
ganarse la confianza de los jóvenes, los conflictos en Torre Fuerte seguían en
aumento. Ya no sólo era el grupo de alabanza, también Arturo, un hermano con
ministerio de evangelista, se había “saltado” la autoridad pastoral en la realización
de eventos y de salir a predicar, y algunas familias eran refractarias respecto a que
se les visitara.
57
Amados hermanos ¡qué cosa tan terrible!, que Aaron y María murmuraran contra
Moisés que era el líder, que era el libertador […] Moisés es el líder de este movimiento
de liberación. Amados hermanos ahora pienso en la labor de Uriel. Y es que es parte
de nuestro proceso cristiano: aprender a no murmurar en contra del pastor. (comenta
que él mismo murmuraba de joven contra el pastor). Amados hermanos no critiquemos
a nuestro pastor, ¿qué porqué es mi hijo? No, no es así […] Respetemos a nuestro
pastor, oremos por él, no critiquemos […] La murmuración lleva a la división dentro de
la iglesia. Estamos para amarnos. (Videograbación, 20 de septiembre de 2009).
58
ordinarias de Presbiterio, el seminarista está listo para hacer su culto de
graduación. El licenciamiento se le dará posteriormente, con un examen de su
Presbiterio el cual incluye la presentación de la Tesis, un Sermón Exegético (con
nociones del hebreo y el griego bíblicos) y un examen de teología. Recientemente
en algunos presbiterios el aprobar este examen depende de contestar
acertadamente a la pregunta, “¿está, hermano, a favor de la ordenación de
mujeres?, y el seminarista, si desea aprobar, debe contestar con un decidido “no”.
59
presbiterianismo, como señala Gonzálo Báez-Camargo del protestantismo
histórico no tiende, a diferencia del pentecostalismo, a otorgar muchos espacios
de poder a los laicos (Bastian, 1999). Repasando los requisitos que el GHP debe
cumplir, se pueden conocer los rasgos de la masculinidad presbiteriana.
60
incluso médicos y culturales. El matrimonio es una parte muy importante de esta
experiencia, y si es buen esposo siendo la cabeza de su hogar, entonces podrá
ser un buen pastor, siendo cabeza en el templo.
61
Cuadro 4.1. La producción de Grandes Hombres Presbiterianos
La íntima relación entre los discursos bíblicos y los cuerpos de los creyentes
crean el locus discursivo de los sacramentos. Los sacramentos fueron el tema de
una de las mayores controversias que el protestantismo tuvo con el catolicismo en
el siglo XVI y que pervive hasta la actualidad, pues para los protestantes la Biblia
sólo indica dos sacramentos: la Comunión y el Bautizo, mientras que para los
católicos occidentales son siete. Para los católicos el sacramento de la Comunión
es una metonimia del Cuerpo de Jesucristo por lo que este tiene una presencia
“real” durante la ceremonia lo cual se realiza en la “transubstanciación” y tiene un
poder ex opera operato (de forma automática). Para los luteranos y anglicanos el
Cuerpo de Cristo debido a que es infinito resulta “cosubstancial”, y por lo tanto es
un indicador de su presencia. No obstante, para el reformador suizo Ulrico Zwinglio
el pan es sólo un símbolo de esta presencia. Calvino entiende al pan sí como un
símbolo pero reconociendo las dimensiones subjetivas y comunitarias pues tiene
capacidad de edificación cuando se realiza con fe. En otras palabras, para Calvino
el sacramento tiene potencial performativo (es un símbolo, pero más que un
símbolo, tiene eficacia simbólica). Suele criticarse especialmente al calvinismo de
haber reducido el papel simbólico de la Cena del Señor y con ello coadyuvar a la
secularización de las sociedades. No obstante, si se repara en que es la tradición
protestante la que considera el sacramento símbolo, se abren las puertas a la
dimensión metafórica ritual que lo llena de significado y no necesariamente con
connotaciones seculares.
63
misma teología bautismal. 2) La forma de ejecución. Existen dos grandes formas
de realizar el bautizo, por aspersión (protestantes históricos excepto bautistas) y
por inmersión (bautistas y grupos pentecostales). Teólogos e historiadores de
ambos bandos han tratado de demostrar que la forma originaria del bautizo es la
practicada por su iglesia sin que esto haya llegado a algún acuerdo. 3) También
existen debates sobre la enunciación lingüística al momento de ejecutarlo. Esta
controversia bautismal es más reciente y corresponde a la interpretación de las
iglesias unitarias quienes en lugar del famoso “en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo” al momento del bautizo – por inmersión – sólo dicen “En el
nombre de Jesús”.
La Comunión, Cena del Señor, Mesa del Señor o Santa Cena es un rito muy
apreciado por los presbiterianos. Generalmente las iglesias lo celebran una vez al
mes, no así las congregaciones y misiones que deben esperar a que su pastor o
pastor oficiante vaya a administrarla, pudiendo a veces recibirla sólo un par de
veces al año. El trasfondo de este sacramento es la Pascua, que dio origen a la
“genial intuición” de Robertson Smith (Díaz, 1998) con la cual percibió que las
relaciones sociales y no el carácter mágico se encuentran de fondo del ritual de la
pascua, pues el comer juntos refuerza los lazos comunitarios. Durkheim (2000)
reconocerá que este desplazamiento a lo social de Smith es prioritario para la
teoría sociológica. En cuanto a la comunión cristiana, Frazer (2006) llama
“teofagia” y le asigna un carácter mágico al sacramento. Para los presbiterianos,
este sacramento efectivamente refuerza los lazos comunitarios si bien con
segmentación entre los participantes y los que no lo pueden hacer. Se realiza del
siguiente modo:
64
Tras la predicación y la ofrenda se abre la liturgia de la Mesa del Señor con
un himno. El Presbítero y un par de ancianos pasan al frente donde ya se
encuentra preparada la mesa movible con los elementos dispuestos para ser
utilizados: pan en trocitos o bien pedazos de galleta, y jugo de uva en sustitución
del vino. Lo primero que el pastor hace es una amonEstación con el Libro de
Liturgia en mano: “a cualquiera que no sea parte del Pueblo de Dios, o que se
encuentre en pecado, le es mejor abstenerse de la mesa no sea que coma y beba
juicio para sí”. Todos los miembros en plena comunión de la iglesia local o de
alguna otra iglesia presbiteriana que no hayan pecado o ya estén a cuentas con
Dios permanecerán en pie y serán a los únicos a quienes se les administrará el
sacramento. Posteriormente se da lectura a algún pasaje neotestamentario donde
se narre la Institución de la Cena del Señor (1 Corintios 11: 23-26). El pastor, o
bien, uno de los ancianos, orará por los elementos para santificarlos, “apartarlos
de su uso común”. Acto seguido el pastor otorga a un anciano la charola con el
pan la cual irá pasando de banca en banca donde los erguidos creyentes tomarán
su trozo de pan. Cuando todos tienen su porción correspondiente el pastor recitará
el versículo alusivo (p. ej. Mateo 26.26) y levantará su mano derecha a la altura de
su rostro mostrando el pan. Unánimemente comerán del pan y con el cuerpo
erguido y los ojos cerrados rememorarán el padecimiento que Cristo tuvo en
carne. Ahora se pasará a la repartición con los platos donde se encuentran los
vasitos con jugo. Al terminar la misma, nuevamente el pastor dirá algún texto
alusivo (p. ej. Mateo 26.27-8) y se procederá a la ingesta del símbolo de la sangre
de Jesús, con la misma reverencia que la ingesta del pan. Antes de que todos
terminen de abrir sus ojos un himno sonará recordando la muerte del Señor Jesús
que será anunciada por sus discípulos hasta su Segunda Venida.
65
connotaciones sexuales. La semiótica de la comunión se organiza en torno al
“cuerpo de Cristo”, y esto incide sobre los cuerpos de los creyentes. En primer
lugar quienes centralizan los actos rituales son los hombres: el pastor y ancianos o
diáconos auxiliares. Su voz que se levanta en medio del silencio de la
congregación resuena con sacralidad y la oración, en la cual pide la consagración
de los elementos separándolos de su uso común, santifica el pan y el jugo
otorgándoles una continuidad metonímica del género masculino de Dios, de Jesús
y del pastor. Su ingesta, por lo tanto, representa un fortalecimiento espiritual e
incluso en algunos casos físico.
19
Aunque sí forma parte del rito de paso de Jesús pues marca la fase de separación previa a la
crucifixión (Esta observación me fue hecha por el Dr. Rodrigo Díaz).
66
poder. Esta segregación ritual también refuerza la identidad para los participantes
quienes, mediante esta diferenciación segmentaria, obtienen una distinción
cultural y social al permanecer en pie durante la celebración: son parte de la
membresía de los elegidos, lo cual brinda importantes insumos emocionales de
seguridad ontológica y autoridad social.
67
abandono de muchos de estos debido a este tipo de vigilancia, las iglesias ya no lo
recomiendan.
68
Hombres y mujeres contestan a las preguntas retóricas del pastor quien abre
el momento litúrgico del bautizo pasando al frente y al centro de la nave. Un
Anciano o Diácono porta una bandeja con agua y una toalla. Tras las preguntas
viene la toma de protesta tanto a los catecúmenos como al pleno. Se lee algún
pasaje evangélico respecto al bautizo reafirmando como “un paso de obediencia” y
solicita a los catecúmenos arrodillarse, a menos que alguno tenga imposibilidades
físicas. Debido a que, a diferencia de lo señalado por Aguilar años atrás, no
siempre el pastor realiza el catecumenado suele desconocer el nombre de los
bautizantes y por eso pregunta en voz baja el nombre de la persona. Acto seguido
dice “Hermano X, yo le bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo” vertiendo un poco de agua con la mano sobre la cabeza del bautizante por
cada persona de la Trinidad mencionada. Acto seguido el bautizado se incorpora y
mientras se entona un himno recibe abrazos y gestos de felicidad y apoyo de los
miembros de la iglesia quienes rompen la estructura organizativa de los cuerpos
en la nave y pasan – en el culmen del momento liminar- al frente de la nave. Al
terminar el culto se realizará una comida en celebración de los bautizados.
69
3.3. “Mejor en un día en tus atrios”: semiótica espacial del templo en el
presbiterianismo mexicano.
70
afán anicónico es la ausencia de imágenes y estatuas religiosas en los templos
reformados suizos. Respecto a los diseños espaciales las iglesias suizas también
fueron modificadas y simplificadas. La transformación doctrinal en las iglesias
reformadas gestó transformaciones de diseño, pues el altar desde donde se
oficiaba misa fue quitado y en su lugar fue desplazado el púlpito, el cual estaba
decorado con una mesa movible para celebrar la eucaristía siguiendo el ejemplo
de los reformadores holandeses:
Los arreglos litúrgicos de los edificios (suizos) fueron, sin embargo, similares a los de
los Países Bajos, con una mezcla de posiciones para el púlpito en los muros cortos o
largos, pero con la mesa de comunión colocada en frente del púlpito y la fuente
también en una posición central. Buenos ejemplos de iglesias suizas con el púlpito en
el muro largo son las de Wilchingen (1678), Yverdon (1753-7), Wandenswill (1764) y
Horgen (1779-82) […] La iglesia en Horgen es elíptica con la fuente colocada a la mitad
de los asientos. Arreglos en los muros cortos fueron creados en Santo Espíritu, Berne,
con el órgano colocado detrás del púlpito (Yates, 2008: 63).
71
protestantes es parte de las políticas planificadoras que el gobierno mexicano
comenzó a aplicar desde la década de los cuarenta, y del ensanchamiento de la
zona metropolitana desde el centro hacia los márgenes norte y oriente. De las
iglesias visitadas, ubicadas en zonas populares, los edificios, donde actualmente
se encuentra el templo, no fue construido ex profeso para la celebración litúrgica:
bodegas, fábricas, grandes casas eran las estructuras arquitectónicas antes de
Cristo, hablando simbólicamente. Aquí entran en juego las dinámicas del habitar
urbano (Ramírez y Aguilar, 2006), pero en este caso religiosamente sancionado, el
cual convierte a los templos en lugares antropológicos. Utilizando la corriente
etnológica de Marcel Mauss y de su lectura por Levi-Strauss, pero sin pasar por
alto el culturalismo norteamericano, Marc Augé define los lugares antropológicos
aquellos “cuyo análisis tiene sentido porque fueron cargados de sentido, y cada
nuevo recorrido, cada reiteración ritual refuerza y confirma su necesidad” (Augé,
1993: 58). Tales lugares son de “escala variable”: desde los itinerarios rituales de
una tribu o los contornos de una choza, hasta el cuerpo humano como “conjunto
de lugares de culto” (58). Estos lugares poseen contornos delimitados, y en ellos
se pueden dar “hechos sociales totales” (67), son lugares que albergan
instituciones e individualidades. No obstante estas individualidades pierden su
alteridad interna y se transforman en promedios representativos, como si cualquier
habitante pudiera ofrecer la visión “nativa”. (54- 55) Los lugares antropológico,
posen al menos tres características diferenciables, ellos son: “identificatorios,
relacionales e históricos.”
72
antiguas estructuras para transformarlas en un templo. Los espacios principales
del templo son los siguientes: la nave, donde se celebran los cultos y la cual ya fue
descrita; un salón social que tiende a ser un espacio amplio con mesas largas para
la celebración de reuniones, una cocina y al menos un salón para dar clases.
También, si el terreno es grande, puede haber pasillos o incluso áreas verdes o de
juego. Debido a las dificultades que atraviesan para generar estos templos son
capaces de discernir –aunque sea de modo parcial y no tematizado- las estructuras
de dominación a las que se ven sujetos. Esto puede conocerse especialmente por
las oraciones que los templos provocan, pues suelen orar por el gobierno que no
otorga facilidades para levantar la casa de Dios, los vecinos que los introducen
dentro de relaciones de discriminación religiosa, los fondos que llevan a orar por el
desempleo o las mejoras laborales.
73
Capítulo 4
Transidos por la democracia.20
Doctrina, familia y liderazgo.
20
Reunión Ordinaria Pre-presbiterio Dios con Nosotros en la Congregación Ríos de Agua Viva,
febrero de 2009. Hombres y mujeres coexisten democráticamente en este espacio parlamentario
de gestión local.
74
Introducción: Melancolía urbana.
75
Más que una radicalización teológica refractaria a la modernidad, el
fundamentalismo es el uso de la modernidad para la legitimación de un proyecto
cultural de la clase media estadounidense basado en una moralidad pietista y que
se rehúsa a perder la institución de la familia como centro de dominio patriarcal
negando los principios modernos al mismo tiempo que utiliza la razón y sostiene,
junto con el proyecto moderno, el domino masculino. Las pugnas del
fundamentalismo con el evolucionismo, por ejemplo, son por los valores familiares
tradicionales frente a los conocimientos científicos seculares. De hecho en las
escuelas públicas del sur de los Estados Unidos han sido las asociaciones de
padres de familia quienes más enérgicamente han rechazado la teoría de la
evolución (Moore y Decker, 2008).
21
Jack T. Chick puso de manifiesto el acérrimo odio que el fundamentalismo protestante
estadunidense tuvo con el comunismo, mediante los famosos “Chicks” (tratados a base de
caricaturas en forma de libritos) que se publicaron durante el periodo de la Guerra Fría. En ellos
se señala al Armagedón como un proyecto anti-israelita preparado por “Og y Magog”, los cuales
son identificados con la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La Segunda Venida de
Cristo pondría fin al comunismo cuando venciese a los ejércitos rusos en “el valle de Meguido.”
Para la controversia de los Chicks con el evolucionismo véase Moore y Decker (2008: 55).
76
matices), 22 no así el ala conservadora como la representada por el historiador
holandés Groen van Prinsterer ya mencionado. No obstante, ante la amenaza
comunista el fundamentalismo se replegó a la democracia (Bloom, 1994). Para el
caso de México los primeros protestantes decimonónicos se adhirieron a la causa
liberal debido a que ésta era la forma de poder consolidar sus iglesias en el país, y
posteriormente defenderlas. De este modo la democracia es un valor
transversalizado de reconocimiento institucional en el presbiterianismo mexicano.
22
Se discute si Juan Calvino en Ginebra estableció un régimen teocrático o es un precursor de la
democracia. Para una puesta al día de este debate véase Cervantes-Ortíz, 2010.
77
3) Miedo a la teología de la liberación. Un profesor se jactaba de que la
teología de la liberación es algo que estudió en sus días de seminarista como parte
de la materia de Historia de las corrientes teológicas. Esta declaración es
originada por un miedo hacia las teologías latinoamericanas de la liberación. El
conservadurismo presbiteriano rechaza la teología de la liberación por tener un
carácter ateo, marxista, además de supuestamente violento. No obstante fue un
presbiteriano brasileño, Rubem Alves, el primero en acuñar el término “teología de
la liberación”, incluso antes que Gustavo Gutiérrez (1977).
a) Escatología.
23
Un “boom” mediático del premilenarismo se originó a fines del siglo veinte y principios del
veintiuno a raíz de la publicación de la obra Dejados Atrás de Tim La Haye y Jerry Jenkins, tanto los
siete volúmenes mayores como la serie Los chicos, así como filmes e incluso un videojuego.
Raymundo un adúltero piloto es “dejado atrás” en el Rapto y tras perder a su familia decide
conocer las razones por las cuales se quedó. En el camino se encontrará con diversos personajes
con los que conformará “El comando Tribulación” y buscarán matar a Nicolás Carpatia, el
Anticristo proveniente de Rumanía, hasta que Jesucristo regrese por Segunda Vez. Ha sido tal el
impacto que ha tenido en la cultura estadunidense que le ha valido una parodia en un capítulo de
Los Simpsons.
78
de Calvino Phsychopannychia, la escatología reformada se encuentra ligada a la
ética no al catastrofismo. No obstante, la mayoría de los presbiterianos
desconocen tales desarrollos teológicos y creen en el rapto. De este modo las
frases tradicionales del dispensacionalismo como, “cuando venga el Señor te vas
a quedar”, “estamos en los últimos tiempos”, “la maldad del mundo va en
aumento”, se han articulado en recientes fechas con coyunturas políticas debido a
la despenalización del aborto y a la redifinición del matrimonio en el Distrito
Federal. Se piensa que “los valores se están perdiendo”, que “Dios está enojado
con esta ciudad” y que estas leyes están causando los males nacionales como la
crisis económica o la violencia del crimen organizado, lo cual es una forma
politizada de hablar premilenialmente de los últimos tiempos. La escatología
presbiteriana metropolitana tiende a realizar una diástasis con la ética, pues el
buen comportamiento o “testimonio del creyente” no puede detener los procesos
pecaminosos del mundo, sino sólo garantizar su propia salvación. Esto es lo que
Scott (1991: 84-85) señala como la pérdida del carácter profético en el
presbiterianismo mexicano debido a la pérdida de su tradición teológica.
79
b) Soteriología.
80
4.1.4. La reproducción de la doctrina.24
24
Lo aquí analizado corresponde al periodo 2006- mediados del 2009, antes de que llegaran a la
administración del Seminario, los teólogos peruanos Eliseo Vilches y su esposa Denis Ramírez, quienes
realizaron una importante reforma curricular, que, no obstante, se vio truncada hacia finales del 2010
81
la perpetuación del privilegio por el solo juego de su propia lógica; dicho de otro modo,
puede servir a los privilegiados sin que los privilegiados deban servirse de él; en
consecuencia, toda reivindicación que tienda a autonomizar un aspecto del sistema de
enseñanza […] sirve objetivamente al sistema y a todo lo que sirve al sistema […] para
asegurar la perpetuación del privilegio social (Bourdieu y Passeron, 2003: 45).
82
Renita J. Weems (2007), otra teóloga womanista, reflexiona “en clave de
mujer” sobre el matrimonio, el sexo y la violencia en las predicaciones de los
profetas hebreos. La tesis que dirige su trabajo se centra en “el interés del
matrimonio en cuanto tropo literario destinado a mostrar ideales culturales.” (Idem:
17). Más que una institución social, el matrimonio es convertido en una metáfora
de orígenes míticos a través de la cual es posible criticar prácticas prohibidas
(como la idolatría o la infidelidad política), y que tiene singular influencia sobre los
roles de género y el poder. Precisamente de este modo los presbiterianos
entienden al matrimonio: como una retícula paradigmática e interpretativa de la
realidad.
25
Según los sermones escuchados, la frase “yugo desigual” hace referencia a una yunta de bueyes
quienes si no tienen un yugo homogéneo padecerían en sus cuellos al momento de ser arreados.
Así, un evangélico y una católica no podrían andar juntos en matrimonio debido a sus diferencias
religiosas.
83
Un matrimonio presbiteriano engendrará “hijos del Pacto” o “de la Promesa”
que asistirán a la Escuela Dominical o Escuela de Formación Cristiana. Los
hombres serán socializados con valores de liderazgo y pureza, así como la
ambigua relación con las mujeres señalada por Butler, la “melancolía del género
masculino.” Formarán parte de la Sociedad Infantil, posteriormente de la Sociedad
de Intermedios e ingresaran al Esfuerzo Cristiano. Esta institución presbiteriana
busca crear solidaridades juveniles y es la primera instancia donde se puede
encontrar una pareja, aunque también, como menciona Corpus (2009) es donde la
práctica juvenil suele divergir de las expectativas adultocéntricas (y
androcéntricas).
84
se dedica al pastorado del Divino Salvador, doña Luz Morales de Pérez gesta,
junto con la Sociedad Femenil Marta y María, las bases para la actual Escuela
Bíblica Central para Misioneras en Coyoacán. El tránsito del apellido Morales al
apellido Pérez no permite hablar de un linaje ministerial agnaticio, en todo caso
sería uno ambilineal preservado por la figura de la esposa Morales de Pérez. Esto
se explica porque en el presbiterianismo el nepotismo es un valor antidemocrático
y el pastor sucesor en un templo local no lo es por herencia, sino por elección
democrática. De este modo los templos no son espacios parentales para el
ministerio –aunque como en el caso del Divino Salvador llega a ver excepciones
temporales-. Así, lo que se preserva no es un linaje sino un tabú, el del yugo
desigual pues sin importar el apellido del Pastor, éste debe estar casado con una
mujer presbiteriana, o, al menos, protestante.
Véase ahora un caso que evidencia la importancia del matrimonio entre los
presbiterianos metropolitanos: Es sábado por la tarde en una delegación oriental
de la Ciudad de México, el sol otoñal de 2008 comienza a ponerse sobre el templo
presbiteriano Horeb, los automóviles pasan presurosos a lo largo de la avenida
frontal, mientras el cielo comienza a oscurecer. El templo Horeb ha sido objeto
reciente de toda una serie de modificaciones de hermoseamiento (remodelación) y
pro-construcción gracias a ofrendas especiales otorgadas por la iglesia, es decir
los miembros. Ernesto y Gertrudis encargados de supervisar las labores de
remodelación en el templo al terminar ensayo del Coro local “Salmodia” subieron
a ver cómo avanzaba la habilitación del baño de la casa pastoral. Al llegar a la
26
La siguiente información se obtuvo mediante entrevistas como los miembros de la Iglesia Horeb
durante los meses de enero-septiembre de 2009.
85
habitación ambos tuvieron una sorpresa mayúscula al encontrar al Presbítero
Tomás pintando desenfadadamente junto con la hermana Narcisa, una madre
soltera cuya familia es una de las más antiguas de la iglesia Horeb. ¡Pastor!, -
exclamó Gertrudis - ¿qué hace usted aquí?, creí que había dicho que los sábados
eran para convivir con la familia. El énfasis fue evidente.
86
En este caso al realizar un atentado contra la figura del matrimonio, el Pastor
Tomás recibió de parte de un grupo de hermanos un duro golpe a su autoridad
sólo rescatada por la intervención corporativa del Consistorio quien buscaba
defender, no al Pastor de carne y hueso, sino al Hombre que garantiza la
estabilidad en la comunidad. Cuando se trata de elegir entre un matrimonio y la
garantización de la dominación masculina, los presbiterianos tienden a optar por
esta última, pues a fin de cuentas la significación del matrimonio es la fidelidad a
Dios y al grupo religioso patriarcal. Por eso, si el significante (matrimonio) pierde
efectividad, se buscará por todos los medios salvaguardar el significado (autoridad
masculina). Por último, este caso revela los trastabilleos en la democracia
presbiteriana pues con tal de salvar un símbolo fundamental en una narrativa de
los orígenes, es decir, el matrimonio como base cósmica de la sociedad y de la fe,
representación de la relación de la divinidad con el grupo, se comenten
arbitrariedades anti-democráticas posibilitadas toda vez, que como se mencionó
en la Introducción el Orden Presbiteriano no es una democracia, sino una
oligarquía representativa pues un creyente o incluso un grupo de creyentes no
tienen representatividad ante Consistorio, menos, como lo comprobaran
posteriormente estos hermanos, ante el Presbiterio. Pero se dejará el caso hasta
aquí pues ya se ha podido evidenciar los alcances sociales de la metáfora
matrimonial.
87
4.3.1. Casos
88
dignidad y honra femenina. Amparo Lerín empezó entonces con su proceso de
titulación y búsqueda de ordenación. Posteriormente se aprobó al vapor y sin el
consenso necesario una Nueva Constitución y en 2009 un Manual de
Procedimientos donde las mujeres ya no pueden llegar ni al diaconado, sino sólo
servir como auxiliares.
89
que las mujeres ordenadas se “des-ordenaran”, sólo así la Asamblea estaba
dispuesta a dialogar en un Concilio Teológico para el próximo año, 2011.
90
Capítulo 5
Tambaleos lúdico identitarios.28
Testimonio, santidad, evangelización.
- Sören Kierkegaard,
Diario de un seductor.
28
Un joven portero otea con un performance de desequilibrio la trayectoria del balón que puede
llegar intempestivamente a la meta que custodia, intempestivo como la adolescencia,
intempestivo como la masculinidad. Mini-Olimpiadas de la Escuela Bíblica de Vacaciones 2009 de
la Congregación Jesús es el Camino.
91
Introducción: Hacia la superación de la melancolía.
José (32 años, técnico, casado): ¿Qué tan válido es ahora cristianizar actividades – por
decirlo de alguna manera – cristianizar actividades […] por ejemplo, viene el 15 de
septiembre es una actividad popular, eh, nacional (tal vez) pero siempre […] bueno
porque hay quienes piensan que habría que hacer una actividad alternativa a. Ahora,
por ejemplo, viene el día de difuntos, ¿no? Por ejemplo, en mi iglesia, hace un año
92
hicieron no una actividad de Halloween, sino algo alternativo. Se le llamó “noche de
vida”. Son actividades que tratan de contrarrestar ciertas actividades ¿Qué tan válido
es cristianizar estas actividades?, culturales.
Andrés (57 años, vendedor, casado). […] Yo creo que ahí, no es cristianizar, creo que
más bien el cristiano en México no ha llevado su vida cristiana a su vida fuera. Más
bien es un cristianismo alrededor de esas cuatro paredes, y afuera es otra cosa. Si el
cristiano fuera eh, pues, 365 días cristiano, no tendría que hacer ese tipo de cosas.
Pero cómo no es así, entonces tiene que hacer algo que todo el mundo hace.
93
Maestro (42 años, teólogo, casado): ¿Por qué es tan común dentro de los fieles esta
doble vida, o triple vida o cuádruple. ¿Que hay en la modernidad?, ¿en la época
contemporánea?, que no sólo permite que hagamos esto, sino que, que, promueve que
se acepte. ¿Qué es?
Leandro (32 años, microempresario, soltero): Bueno, por ejemplo, una de las
características de la época posmoderna es el hedonismo, ¿no?, que es el máximo
placer, ¿no? Ya sea en cualquier, este, situación, sexual o así, cosas o de, este, de
éxtasis […] de los este, de las adicciones, ¿no? Eh, yo creo que eso afecta a mucho a
la iglesia [...] estamos al borde de la satisfacción.
29
Agradezco a José de Segovia de Protestante Digital el envío trasatlántico de la obra de Drew.
94
formas de conocimiento” (Drew, 1977: 122). Como indica Hernández (2008), con
fines de posicionamiento cultural y emancipación subjetiva los cristianos asisten e
incluso utilizan el cine.
En el Seminario la estrategia pedagógica de analizar una película anti-
religiosa para reflexionar sobre la propia fe resulto reveladora de subjetividades
masculinas:
Leandro: Pues está interesante porque entrevista a varias pues eh, religiones, ¿no? A
mí también me llamo la atención el este… Jesús-Hombre30 (muchas risas y reacciones).
Lo que él cuenta, ¿no? , de que dos ángeles se le aparecieron, y una esposa y que su
familia se disemino por España […] Pues más que nada nos abre el panorama digamos
del dogma, ¿no?
Andrés (35 años, obrero, casado). Ahí en Morelos hay una iglesia universal, que una
cierta iglesia universal, no la Iglesia Universal de Pare de Sufrir, (sino) una iglesia
universal donde sus pastores no estudian, no se preparan y bueno la Biblia es muy, es
muy literal.
Andrés. Pues el que sea activo, el que sea activo ahí y no falle a los cultos, ¡ahí está!,
¡eres pastor! […] Tenemos un conocido que estaba estudiando para diácono y no le
gustó y se fue a algún lugar, y llegó a la iglesia universal y ahora es pastor como
regional. O sea tiene pastores a su cargo […] Sí, gente que tiene ganas y quiere se
pastor, ¡órale!, vente.
30
Se refiera al movimiento costarricense “Creciendo en Gracia” de José Luis de Jesús Miranda
quien se autonombra “El Mesías” y utiliza como signo de identificación el número 666.
(www.creciendoengracia.com).
95
Andrés. Hay gente en esa iglesia que no sabe leer y es pastor.
Leandro. De hecho este, hay muchos que predican así, no tienen una preparación. Y
predican, pero ahí está el riesgo de que este, o sea, vamos, ¿no?; cabe el riesgo de
que si no haces una exégesis o una hermenéutica del mensaje pues puedes enseñar
una herejía, puedes enseñar algo que no.
96
5.2. Cuerpos de perfección. La santidad presbiteriana.
La nave del templo puede ser utilizada un día sábado para dar un taller sobre
sexualidad a jóvenes o matrimonios. En ese momento por no tratarse del culto
dominical no existe aquella aura de santidad que convierte en tabú los temas
sexuales. La enseñanza dominical trata los temas sexuales sólo tangencialmente,
sin embargo para un creyente este trato tangencial del tema es suficiente para
reforzar sus valores al respecto, o bien para crear un profundo “sentimiento de
constricción” por haber realizado alguna conducta o pensamiento sexual fuera de
97
lo permitido. La retórica del culto se fundamenta en textos bíblicos, los cuales en
muchos lugares están cargados de contenido sexual. En estos casos el lenguaje
sexual es comunicado a base de eufemismos constantes tales como “conocer”
para referirse al coito. Palabras como “circuncisión” o “concepción virginal” son
semánticamente distantes de palabras como pene o vagina. Por otro lado existen
ciertas perícopas de textos bíblicos que difícilmente pueden ser utilizados durante
la enseñanza dominical debido a su alto contenido sexual (p. ej. Jueces 19,
Ezequiel 16).
Cuando uno va en el metro y a su lado se sienta una chica guapa, ¿qué hace?, pues
ora diciendo “vénganos tu Reino”. Pero si se sienta una mujer fea, ¿qué hace? Orar
“líbrame de la tentación”. (Diario de Campo, 22 de noviembre de 2009).
98
modificar, por ella, toda su escala de valores. El requisito fundamental para la
salvación es la pureza o santidad.
99
mujer soltera se encontraba embarazada lo que daba regularmente como
resultado una exhibición pública de “su pecado”. No así para los hombres que
embarazaron mujeres pues en este caso, como ya se ha señalado, se les defiende
no en tanto hombres de carne y hueso sino en tanto símbolos masculinos de
autoridad. Otra forma de evidenciar que la tecnología de pureza no siempre se
sigue es cuando los presbiterianos utilizan lenguaje coloquial, o bien el recurso del
chiste.
100
mujeres pueden utilizar pantalones, sin embargo estos deben ser preferentemente
holgados. Una constante performativa detectable a este respecto es el siguiente:
Cuando una mujer entra a un templo con un pantalón ajustado o una falda corta,
dicha persona recibe las críticas de mujeres y hombres. Las demás hermanas se
sienten incómodas por tales vestimentas ya que “ofenden a Dios.” Por su parte los
hombres se sienten agredidos debido a que consideran esa vestimenta como una
incitación sexual.
31
Un ejemplo extra-presbiteriano. A la puerta de la Iglesia Anglicana de la diócesis de San José de
Gracia, en la calle de Mesones en el Centro Histórico puede leerse una presentación que dice: “La
Iglesia Anglicana se diferencia de la Iglesia Católica Romana en que además de la Escritura y la
Tradición Apostólica, nosotros también consideramos a la razón como guía de nuestra fe… usted
es el único responsable en decidir sobre si usar o no métodos anticonceptivos”.
101
generalmente) no se encontró que se tratara el tema, pero es probable a que esto
se deba a que es un conocimiento que, como hombre, debe dominar y por lo tanto
preguntar al respecto puede resultar bochornoso. En cuanto al aborto, es una
prácticamente rotundamente rechazada. Esta opinión puede decirse que es parte
de una especie de “patrón cultural” o bien “patrón religioso” de las iglesias
cristianas (católica-romana, ortodoxa, protestantismos). Sin embargo, como en
todo patrón cultural, no es aplicable a todos los casos. En marzo de 2007 Hans
Küng, teólogo católico, dio en el teatro Metropólítan una conferencia sobre “Ética
Mundial”, en la cual consideró al aborto como un tema que debe ser discutido pero
no sancionó en contra y alentó a sus colegas prelados a no “llegar a extremos”. En
las comunidades presbiterianas el aborto recibe una fuerte interdicción religiosa,
102
hombre, lo pondría en riesgo ritual y físico (Godelier, 1986). En el caso
presbiteriano puede entenderse como una reproducción de los discursos
doctrinales bajo un ropaje científico utilizado ideológicamente. Estas posiciones
sexuales son rechazadas por “antinaturales”, es decir el simbolismo del coito
pene-vagina es naturalizado, visto como katafísico (según la naturaleza).
Weber (1988) tenía una visión preclara al afirmar que el protestantismo tomó
la ética monástica y la llevó a la plaza pública. La santidad protestante es ambigua,
busca crear cuerpos de perfección, de santidad, pero muchas veces a costa de la
gEstación de grandes tensiones y ansiedad en los sujetos pues su discursividad
no ha logrado sintetizar las exigencias doctrinales con la subjetividad. Esto
provoca que el sujeto presbiteriano genere sus propios significados respecto a la
sexualidad.
103
de apropiación significativa de los diversos espacios por los que transita. El
mandato bíblico de la Gran Comisión, “id y predicad el evangelio a toda criatura”
una vez que es leído activamente por los presbiterianos, es decir, cuando se
incorpora a su subjetividad, provoca una importante capacidad de agencia de
connotaciones cognoscentes y hermenéuticas para visualizar su entorno como un
espacio de apropiación simbólica: el testificar de la fe en Jesucristo.
104
de sentido. El resultado es una plétora de lugares carentes de relacionalidad, de
recuerdo y de identidad: no lugares.
105
5.3.2. La labor misional corporativa.
Sin duda años atrás esta estrategia de iglecrecimiento hubiera sido leída
como una estrategia del imperialismo estadunidense que sigue buscando vigilar el
terreno latinoamericano. Si bien no puede dudarse un tanto la pervivencia de estos
intereses, la plantación de iglesias mediante un sponsor extranjero entra más bien
en la lógica neo-liberal donde ahora bienes simbólicos de salvación y
determinados contenidos doctrinales son importados en México con la finalidad de
establecer comunidades receptivas a ciertos liderazgos y también literatura y
demás insumos mercadológicos. Desde luego la corroboración de esta hipótesis
exige un estudio especializado en las iglesias formadas de este modo.
106
5.3.4. E1-E2-E3. Una nota sobre la distancia misiológica y antropológica.
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis
testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la
tierra (Hechos 1.8)
Desde la labor misionera se alega que tales mejorías a las comunidades son
la principal defensa a su labor. Sin embargo, poco se ha recapacitado que para
cuando la predicación llega a estas tierras, previamente ya ha llegado el Estado y
sus políticas coloniales. ¿Qué es lo que ocurre?, que la miseria que el misionero
suele encontrar en el campo se debe a las políticas estatales de explotación y
desamparo; la mala cara u opresión social de la cultura, el retraso tecnológico, el
robo y la mentira, se deben a las relaciones políticas de dominación y no son,
necesariamente endógenos a la cultura. De este modo los misioneros corrigen con
107
el Evangelio no los estilos culturales autóctonos, sino una forma de vida
colonizada, es decir con el Evangelio occidentalizado corrigen algunos de los
males que las políticas occidentales causan en estos territorios. Sin embargo en
general se ha pensado que son las culturas quienes en su cosmovisión y forma de
vida originaria necesitan del Evangelio para corregir sus males sociales, que sin
duda los tienen, pero no son los mismos que cuando llega la colonización.
Así, podría decirse que la labor misional que tiende a confundir distancia
geográfica con distancia cultural tiende a pasar por alto las fuerzas políticas que
atraviesan las regiones globales. La distancia cultural no depende de los
kilómetros sino de los procesos políticos. Así, los misioneros africanistas, en
Oceanía o Asia antes de la descolonización decretada por la ONU en la década de
los cincuenta estaban haciendo labor misional en zonas culturalmente muy
próximas; y aún después de la descolonización el contacto ya había sido hecho y
la sombra paternalista de occidente no se ha alejado del todo de estas regiones.
108
Así, pese a las largas distancias geográficas recorridas la labor misional ha sido
una misiología de la proximidad cultural no reconocida.
109
señalar que cuando esta práctica es muy conocida se corre el riesgo de que a la
iglesia lleguen pedigüeños quienes suelen tener localizadas las iglesias que
brindan este tipo de apoyo para obtener cómodamente insumos materiales, a
veces incluyendo dinero. Pese a este riesgo los creyentes dan como propusieron
en su corazón, y esto les causa alegría.
Por último se señalarán las obras de teatro. En realidad el teatro tardó en ser
incorporado a la vida religiosa cristiana. Fue en España hasta el siglo XIV cuando
se dieron conexiones del teatro con la iglesia. De hecho, los primeros contactos
del pueblo español con la Biblia se dieron mediante el teatro. A pesar del rechazo
110
original de los cristianos, eventualmente esta forma artística fue aceptada,
representando escenas del texto bíblico. La fiesta de Corpus fue la primera en
representarse en teatro en 1322 y Cataluña la primera ciudad en realizarla (400).
En un Aucto sobre el nacimiento de Jesucristo del siglo XV encontramos una de
las primeras paráfrasis de la Biblia al español de Lucas 13.29 y Mateo 8.11, Job
25.2; Isaías 9.5-6 (402). Una prístina obra de Gómez Manrique, Representación
del nacimiento de nuestro Señor (1467-1481), inicia con la escena de José
consternado por el anunció de la gravidez de su mujer:
Oh viejo desventurado
negra noche fue la mía
en casarme con María
por quien fuese deshonrado.
Yo la veo bien preñada;
no sé de quién nin de cuánto.
Dizen que d‟Espíritu Santo,
más yo d‟esto non sé nada
111
Conclusiones. Evangelización y ciudadanía.
112
Conclusiones generales.
“Nada se ha perdido en el paraíso”.
Joel Robbins señala que el poder y autoridad moral del gran hombre ( big
man) polinesio ha sido transformada, no sólo por la intervención occidental, sino
por procesos endógenos a la cultura. Específicamente entre los urapmin de Nueva
Guinea los grandes hombres
Ahora:
Los grandes hombres urapmin son capaces de lograr su prominencia social debido a
que son maestros en el arte de desarrollar la voluntad de formas socialmente
productivas. La productividad de sus actos de voluntad emana de su habilidad para
implementarlos mientras reconocen al mínimo los constreñimientos en la voluntad
ocasionados por los lugares de legitimidad mediante la virtud de crear lazos; la mayor
parte del tiempo ellos le dan a la ley sólo el reconocimiento suficiente para evitar
censuras severas aún mientras constantemente se empeñan en realizar tareas de
cándida amonEstación. Al hacer esto han dominado la dialéctica del deseo y la
legitimidad (Idem).
113
Como ha examinado este trabajo, la dimensión discursiva (en palabras,
cuerpos y espacios) es crucial para entender la forma en la cual los hombres
transitan entre las coerciones disciplinarias de un patriarcado intersticial que les
exige equidad a la vez que dominio, y los derroteros subjetivos de su masculinidad
que los llevan por rutas distintas. El autoritarismo, la violencia, la arbitrariedad no
son ya valores que debieran calificar a un hombre pues la democracia se ha
convertido en la nueva disciplina, incluso en los espacios religiosos como lo es la
Iglesia Nacional Presbiteriana de México. De este modo, es mediante la
persuasión discursiva de carácter institucional, cultural, teológico, la forma en la
cual los hombres buscan seguir manteniendo el control social. No obstante, como
se vio en el caso de la ordenación de mujeres, esta persuasión por parte de los
grupos conservadores que ostentan el poder puede ser violenta e incluso anti-
democrática pero de forma tal que parece democrática.
114
Una vez que se ha recorrido el universo presbiteriano de las masculinidades,
se ha podido falsear la hipótesis de trabajo y arribar a nuevas y – se espera –
igualmente falseables conclusiones. En efecto, la hipótesis se encontraba
polarizada metafóricamente entre una Civitas Dei sancionada religiosamente y una
Civitas homini, con un talante un tanto secularizado. Aunque también llamaba la
atención a los procesos mediáticos y de mercado neo-liberal como el
iglecrecimiento, todavía fallaba en no reconocer un sujeto dentro de las
masculinidades. En el correr de la investigación se pudo observar que las
masculinidades no son meramente fuerzas estructurantes, ni siquiera una lucha
entre fuerzas, sino que se encarnan (embodied) en sujetos complejos. Debido a
que definir al sujeto es, como decía Barth (2000) de la descripción de Dios, “el
intento sumamente problemático de dibujar un ave al vuelo,” el entendimiento del
sujeto se replegó calvinianamente a su significado más que a su esencia, y de este
modo parcial, no esencialista, se focalizó en la capacidad de agencia para tener
alguna inteligibilidad analítica.
115
modernidad sino un complejo entramado de sentidos conformado por palabras,
cuerpos y espacios. Es decir, el mismo sujeto puede generar sus transformaciones
subjetivas aún dentro de contextos estructurales, campos de poder y habitus,
todos de carácter heterónomo. Empezando entonces por una polarización
sociológica a nivel estructural (religión/secularización), esta investigación sobre las
masculinidades presbiterianas metropolitanas arribó en Konisberg, la tierra de
Kant: a la relación dialéctica entre heteronomía (estructural, protésica) y autonomía
(subjetiva/identitaria). Esto ya se perfilaba desde el establecimiento de las
variables de análisis, no obstante en ese momento no había podido ser tematizado
de un modo tal que permitiera reconocer a esta dialéctica inherentemente
comprometida en el juego de las masculinidades presbiterianas.
Esto ya ha sido adelantado por Garma (2008), cuando señala que entre los
evangélicos la masculinidad no sólo se da en oposición a las mujeres y a lo
femenino sino en los contextos litúrgicos – como las alabanzas - en donde la
experiencia sagrada (genéricamente ambigua, por tanto no polarizada), como
contexto social específico, genera una diversidad masculina alternativa al
machismo culturalmente sancionado. En términos teológicos esto es una forma de
116
decir que el hombre crea su masculinidad no exclusivamente a partir de una
oposición con las mujeres, sino en referencia a la fe en Cristo.
Condenados por un error de la justicia que nos creyó divinos, hemos cumplido ya la
sentencia y esperamos las puertas de la cárcel de la mujer y de la cárcel del
hombre. Al volver a casa, nos damos cuenta de que todo está igual. Nada se ha
perdido en el paraíso. Seres familiares sonríen al vernos llegar y nos saludan según
su género y su especie. Decimos a la semilla ábrete y florece. (Arreola, 1977: 9).
117
ANEXO 1
Ubicación de las iglesias del protestantismo histórico en la diversidad
religiosa nacional.32
Adscripción religiosa
Raíces pentecostales
Origen oriental
Otras evangélicas
Judaica
Históricas
Presbiterianos Islámica
Bautistas Nativista
Metodistas
Otras religiones no
Nazarenos
cristianas
Menonitas
32
Basado en De la Torre, Reneé y Gutiérrez, Cristina (coord.); Atlas de la Diversidad religiosas en
México, CIESAS-Conacyt- El Colegio de la Frontera Norte- El colegio de Michoacán – El colegio de
Jalisco - Secretaria de Gobernación, México, 2007.
118
ANEXO 2
Diagrama del aparato reproductor masculino
119
ANEXO 3.
Un formato de entrevista.
01-A / M-H
Variables socioeconómicas
1. Edad:
2. Estado civil
3. Ocupación:
4. ¿Viene de algún Estado del Interior de la República?, ¿cuál?
5. ¿Habla algún idioma indígena?, ¿cuál?
Antecedentes en el evangelio
1. ¿Es cristiano de nacimiento? (“Si”, pase a la 2; “No”, pase a la 5)
2. ¿Cuántas generaciones de su familia anteriores a usted han sido cristianas?
3. ¿Hace cuánto tiempo se convirtió al Evangelio?
4. ¿Qué religión profesaba antes?
5. ¿Es presbiteriano de nacimiento? (“Sí”, pase a la 8; “No”, pase a la 6)
6. ¿Desde cuándo asiste a alguna iglesia presbiteriana?
7. ¿A qué denominación asistía antes?
8. ¿Cuántas generaciones de su familia antes que usted eran presbiterianas?
9. Si tiene cónyuge, ¿ella es cristiana?, ¿a qué iglesia asiste?
10. ¿Sus hijos también son cristianos?, ¿a qué iglesia asisten?
Normatividad del varón: ¿Qué dice Dios sobre la figura del hombre en la
familia, la iglesia y la sociedad?
Percepción de las mujeres: ¿Cuál considera que sea la función de las
mujeres en el plan de Dios?
Vida cotidiana: ¿Cómo vive la fe en Cristo en su trabajo, en la escuela, con
los amigos?
120
ANEXO 4.
Ejemplo de liturgia presbiteriana.33
33
Boletín de la Iglesia Nacional Presbiteriana Betania, 24 de abril de 2005. Realizado por Dorly
Pérez.
121
ANEXO 5
Inventario fotográfico.
Figura 3. Juegos durante una velada Figura 4. Bautizos en la INP Dios con
juvenil en la INP Sinaí (26 de febrero de Nosotros. Se pueden apreciar diversos
2010). performances corporales y de vestimenta
(11 de abril de 2010).
122
Figura 5. Curso para tratamiento pastoral de la homosexualidad (Personas en Condición
de Atracción al Mismo Sexo, AMS).
123
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