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(2da Parte)
INTRODUCCIÓN
A Josué cuando iba empezar la conquista por la tierra, Dios le dijo “No temas”.
A Salomón cuando tenía el gran compromiso de construir el templo, Dios le dijo “No
temas”.
A los profetas como Isaías y Jeremías, cuando tenían que evidenciar con valor el
pecado de pueblo, Dios les dijo “No temas”.
A Jairo, un principal de una sinagoga, cuando su única hija murió, Jesús le dijo “No
temas”.
A Juan, cuando cayó como muerto en la visión del Cristo glorificado en Apocalipsis,
Jesús le dijo “No temas”.
Pero por cuestión de tiempo, solo consideraremos un par de estos personajes, ayer
hablamos de Abraham, y vimos el tema: “No temas, yo soy tu escudo y galardón”.
Hoy vamos a abrevar un poco sobre el personaje de Josué, y para iniciar vamos a
leer Josué 1:9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni
desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
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En virtud de esta lectura, veremos en esta tarde, el tema:
No temas…
“YO ESTOY CONTIGO”
Sobre este tema, veremos tres puntos…
I. EL CONTEXTO BÍBLICO.
Dice la primera parte del v.1 “Aconteció después de la muerte de Moisés, siervo de
Jehová…”
Después de este tiempo, el pueblo hebreo está expectante en los campos de Moab,
listos para poseer “la tierra prometida”, pero hasta aquí llegó Moisés (Deut 34:1-61).
Entonces, después de la muerte de Moisés, dice la segunda parte del v.1 “…que
Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo…”
Josué se probó como general cuando salieron de Egipto y en el camino, venció a los
amalecitas (Éxo 17:13).
Josué fue de los hombres que exploró y espió la tierra de Canaán con otros 11
israelitas, pero solo él y Caleb3 actuaron con fe para animar al pueblo a poseer la
tierra prometida (Núm 14:7-9).
Por eso Moisés cambió su nombre de Oseas a Josué (Núm 13:16). El nombre
“Josué” significa “el Señor salva”, su equivalente griego es Jesús, por eso el
personaje de Josué es un tipo de nuestro amado y bendito Señor Jesucristo, quien
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Jud 1:9 Pero cuando el arcángel Miguel(E) contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a
proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.
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Josué fue el ayudante de Moisés desde su juventud (Núm 11:28)
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Sólo estos dos entraron a la tierra prometida.
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nos lidera en el camino cristiano y nos da la victoria, Pablo escribió en Romanos
8:37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel
que nos amó.”
El primer mandato es cruzar el rio Jordán, dice Josué 1:2 “Mi siervo Moisés ha
muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra
que yo les doy a los hijos de Israel.”
El rio Jordán es uno de los ríos más famosos del mundo por las referencias bíblicas
que hay4. La palabra Jordán proviene del hebreo “yarden” que significa
descendente, y este significado es apropiado porque este rio desciende de las
alturas del monte Hermón, pasando por el Mar de Galilea 5 hasta las profundidades
del mar muerto6. El Jordán tiene una longitud de 360 km, su anchura media es de 25
a 45 metros, y su profundidad es de 1.5 a 3.5 metros.
Y esto fue lo que cruzaron los 2 millones de israelitas liderados por Josué, pero
encabezados por Dios por medio del arca del pacto, que era transportada por
sacerdotes que estaban abriendo brecha por el rio, y una vez que rio se detuvo
como una pared, los sacerdotes con el arca se detuvieron en medio del rio, mientras
los israelitas pasaban por seco el Jordán (Jos 3:17).
Dicho sea de paso, mientras Josué estaba al frente de las campañas militares todo
iba viento en popa, porque Jehová Dios ha había dicho en el v.5 “Nadie te podrá
hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo;
no te dejaré, ni te desampararé.” Pero una vez muerto Josué, el avance por la
conquista de Canaán se detuvo por causa del pecado y la irreverencia del pueblo.
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1.- Por ese lugar Elías fue llevado por carros de fuego; 2.- Por este lugar fue donde se curó Naamán el sirio; 3.- En este lugar fue
bautizado Jesus.
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212 m x debajo del nivel del mar.
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400 m x debajo del nivel del mar. 8 veces más salado que los océanos.
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Esta fue una gran civilización que existió del 1900 al 1200 a.C. en la región que es hoy Turquía. Su territorio se extendió al este
hasta el río Eufrates.
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Por otro lado, la promesa de la tierra prometida, se reactiva, cumpliéndose en los
tiempos del reinado de David y Salomón, dice 1 Reyes 4:21 “Y Salomón señoreaba
sobre todos los reinos desde el Eufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con
Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.”
El tercer mandato es que Josué debía meditar en la Ley, dice el comentario del
Diario vivir: “Para tener éxito, siga los consejos que Dios le dio a Josué. Es posible
que no triunfe según las normas del mundo, pero triunfará a los ojos de Dios, y la
opinión del Señor dura para siempre.”
Primero, Josué debía ser fuerte y valiente porque la tarea que le esperaba era
grande, dice el v.6 “Esfuérzate y sé valiente8; porque tú repartirás a este pueblo por
heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.”
Y está encomienda no era para nada fácil, sin embargo, Josué fue un hombre
esforzado y valiente, él, juntamente con el pueblo y la bendición de Dios, vencieron
a 31 reyes de Cananeos, y después de esto, en los capítulos 13 al 22 del libro de
Josué, se describe con detalles la repartición tribal de la tierra.
Segundo, Josué debía obedecer la Ley de Dios, así le dijo Jehová en el v.7
“Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la
ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,
para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.”
Tercero, Josué debía leer y estudiar el libro de la ley, dice v.8 “Nunca se apartará de
tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás 9 en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
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Esta frase aparece cuatro veces en este capítulo (vv. 6, 7, 9, 18) y la pronuncia Dios para dar aliento a Josué ante la gran tarea
que le espera.
9
La palabra hebrea denota una forma de recitación, la repetición de la Palabra de Dios; así ella nunca se apartará de tu boca. El
verbo hebreo se refiere propiamente a una lectura en voz baja pero audible, de acuerdo con la manera de leer en privado que
era usual en la antigüedad. Cf. Sal_1:2; Hch_8:28.
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En suma, Josué debía atesorar en su corazón estos 3 mandatos del Señor, porque
haciendo esto, se cumpliría esta bellísima promesa de Dios: “No temas, yo estoy
contigo…” Y estas bendiciones son también para nosotros, los cristianos.
Y esta misma promesa la tenemos en Cristo Jesús, dice el Señor en Mateo 28:20:
“…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Así como Josué debía obedecer y meditar en la Ley de Dios, hay 2 cosas que
debemos atesorar en nuestros corazones para que Cristo more nosotros: el primer
paso es el bautismo, el segundo es obedecer sus mandamientos (Mat 28:18-20). Es,
por tanto, que Cristo morará en nosotros en la medida que sepamos ser discípulos
de Cristo.
Josué era el general de los ejércitos de Israel, pero en una visitación pre encarnada,
el jefe supremo de los ejércitos de Jehová, la segunda persona de la Deidad:
Jesucristo, hizo acto de presencia.
Y Josué reverenció, Josué obedeció y se humilló, Josué adoró, porque él sabía que
estaba ante la presencia de Dios.
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y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para
Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.”
Por eso tener a Cristo es tenerlo todo, por eso quiero preguntarte: ¿estás o no estás
en Cristo? Porque con Él no hay puntos medios, con Jesucristo es todo o es nada.
Así de sencillo, así de claro es esto.
Este fue exactamente el discurso final de Josué antes de morir, dice Josué 24:14-15
“Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de
entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y
en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a
quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron
al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y
mi casa serviremos a Jehová.
CONCLUSIÓN
Hablamos acerca del contexto bíblico e histórico de Josué 1:9, y descubrimos que la
grandeza de Josué radicaba en ser un siervo de Dios, esta misma actitud tenía
nuestro amado y bendito Señor Jesucristo cuando dijo en Marcos 10:43-45 “…el
que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de
vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no
vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
1.- Debes ser un cristiano esforzado y valiente, y vaya que lo debes ser, se requiere
valentía para bautizarse, se requiere valentía para decirle a tus amigos incrédulos
que eres cristiano, se requiere esfuerzo para levantarse temprano de tu cama cada
primer día de semana para venir adorar a Dios, se requiere esfuerzo para vivir una
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vida de santidad, se requiere cristianos esforzados y valientes que se entreguen en
cuerpo y alma a su Dios.
2.- Debes ser un cristiano obediente, y yo se que esto es difícil porque llevamos
escritos en nuestro ADN la rebeldía, somo rebeldes por naturaleza, pero te pido que
atesores esto en tu corazón, dijo Jesucristo en Juan 14:15 “Si me amáis, guardad
mis mandamientos.” Dice el Salmos 119:9 “¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.”
3.- Debes ser un cristiano que escudriña en la Palabra de Dios, hay 5 cosas que
debes hacer con la Biblia: leer, estudiar, meditar, memorizar y enseñar. Dijo el
salmista en Salmo 119:97 “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi
meditación.” Por eso nuestra oración debe ser como la de este salmista en el Salmo
119:18 “Abre mis ojos, y miraré. Las maravillas de tu ley.”
Aunque el mundo te rechace por ser cristiano, Dios dice “No temas, Yo esto
contigo…”
Aunque tu futuro no prometa nada y sea incierto, Dios dice “No temas, Yo estoy
contigo…”
Aunque la tristeza amenaza con el aguijón de la depresión, Dios dice “No temas, Yo
estoy contigo…”
Aunque la muerte toque la puerta de tu vida y de tu familia, Dios dice “No temas, yo
estoy contigo…”
Recuerdo con mucha ternura las palabras de Jehová Dios a Isaías: “No temas,
porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”