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ÍNDICE
PRESENTACIÓN
1. Justificación
2. Marco Conceptual
3. Presentación de la Estrategia
Introducción
1. Lenguaje incluyente y no sexista
2. Lenguaje apropiado para referirse a personas con expresiones de género no
hegemónicas y orientaciones sexuales no heterosexuales
3. Lenguaje apropiado para referirse a población étnica
4. Lenguaje apropiado para referirse a personas con discapacidad
5. Lenguaje apropiado para referirse a población victimizada en el marco del
conflicto armado
Educación para la Ciudadanía y la Convivencia
Área Diversidad y Género 2014
PRESENTACIÓN
Este documento, parte de la base que las Escuelas son escenarios donde se encuentran las
múltiples formas de ser y vivir y por lo tanto deben generar espacios de reflexión para
lograr el reconocimiento y respeto de los derechos y aportes de los grupos históricamente
discriminados. Luego aborda la problemática de discriminación que genera violencias en la
escuela, partiendo de las relaciones de poder y sistemas de dominación, detallando el
sexismo, racismo, la discriminación que sufren las personas victimizadas en el marco del
conflicto armado, personas con discapacidad, y las producidas por el sistema etario.
Con base en este panorama cuestiona a las Escuelas como escenarios reproductores de la
discriminación y hace un llamado a desempeñar el papel que pueden jugar como garantes
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Éste documento describe la misionalidad y los alcances del sector educación ante el
hostigamiento escolar, así como las necesidades específicas de las poblaciones y los
sectores sociales del Distrito Capital. Propone un marco normativo y conceptual con
enfoque de derechos, perspectiva de género, enfoque diferencial e interseccional. Por
último, se brinda la estructura operativa del plan de acción de la estrategia.
Incluye una definición de hostigamiento escolar que permite distinguir lo que corresponde
y no corresponde al fenómeno, recoge el marco normativo que lo circunscribe, y
posteriormente perfila algunas características manifiestas en personas hostigadas y
hostigadoras que podrían facilitar la identificación de los casos y la intervención individual
y de los contextos escolares involucrados. Por último, se encuentra una guía paso a paso
para que las personas de las comunidades educativas desarrollen acciones de manera
informada y oportuna ante casos de hostigamiento escolar.
Finalmente, se presenta una Guía de Lenguaje Incluyente que ofrece nociones y bases
para identificar el uso del lenguaje excluyente que reproduce los imaginarios
discriminatorios que existen en la sociedad, este lenguaje representado en imágenes,
expresión oral, escrita, entre otras. Con esta base propone formas de expresión que incluyan
a las poblaciones o sectores sociales históricamente discriminados, tanto en la vida de la
Escuela y el entorno en general, y para este fin, el documento desarrolla en apartados cada
población o sector social objetivo.
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Área Diversidad y Género 2014
El presente documento tiene por objetivo compartir algunas herramientas que permitan las
instituciones educativas comprender y abordar la Diversidad y el Género desde los
enfoques: diferencial, de derechos, y de género, para que se potencialicen las múltiples
formas de ser y de vivir como facilitadores de la convivencia y la ciudadanía, desde las
apuestas de la Educación para la Ciudadanía y la Convivencia y la propuesta de la
interculturalidad.
La valoración e inclusión de las múltiples formas de ser y de vivir que caracteriza a esa
multiversidad humana2 es la apuesta de la Educación para la Ciudadanía y la Convivencia
1
Se agradecen los aportes de Nadia Zabala, Cesar Luna Vivas, y Luz Dary Vargas.
2
El uso del término multiversidad es una alternativa teórica y política al término diversidad, implica una
apuesta por concebir las múltiples formas de ser y vivir (de acuerdo con el sexo, las expresiones de
orientación sexual y de identidad de género, las etnias, las capacidades diferenciales, la victimización por el
conflicto armado, el contexto rural, entre otras características de las personas) sin jerarquizaciones basadas en
la lógica de la definición de una unidad dominante (“buena”, “normal”, o “adecuada”) y de otredades o
“diversidades” dominadas (consideradas como “malas”, “anormales”, “inadecuadas” o “inconvenientes”).
Este tipo de jerarquizaciones mentales y discursivas son las que en la práctica generan discriminaciones
contra las personas pertenecientes a los sectores sociales considerados como inferiores. Como alternativa a
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En este orden de ideas, hablar de ciudadanía y convivencia involucra dos grandes aspectos,
en primer lugar el reconocimiento y la valoración de la multiversidad humana, y la garantía
de derechos y de la autoafirmación de la identidad individual y colectiva de las y los
integrantes de las comunidades educativas; y en segundo lugar los procesos de
socialización que han de orientarse a construir escenarios que alimenten y propicien la
convivencia en los colegios. Otro aspecto importante, que está en estrecha relación con los
anteriores, es la prevención, atención y la progresiva erradicación de todas las formas de
violencia y discriminación en los colegios del Distrito.
La homogeneización de las condiciones humanas nos hace creer que todas las personas
tienen similares vivencias, los mismos problemas, e iguales posibilidades para
desenvolverse frente a los retos y oportunidades de la vida social. La pretensión de
homogeneidad por tanto, niega que los múltiples tipos de personas tienen así mismo, en
virtud de sus especificidades y su historia, múltiples formas de concebir la vida, de
relacionarse, diferentes pretensiones, sueños, necesidades, intereses, y -en un contexto que
niega estas diferencias y las convierte en exclusiones- se enfrentan a diferentes obstáculos
y vulneraciones de sus derechos.
ello, la apuesta por enunciar lo “diverso” como multiverso en el marco de la interculturalidad invita a
reconocer las formas de ser y vivir como igualmente valiosas y mutuamente enriquecedoras, lo que a su vez
redunda en un goce pleno de derechos y por tanto en menores índices de violencia en las Escuelas.
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que joven o adulta/o, persona adulta o persona mayor; persona afro que persona indígena,
Rrom, o mestiza; ser o no victimizado en el marco del conflicto armado; tener o no
discapacidades; ser lesbiana, gay, o bisexual que ser heterosexual; transitar entre los
géneros que vivir de acuerdo al sexo de nacimiento; entre otras formas de vivir, ser y sentir.
El sistema sexo - género actúa como sistema de dominación en la medida en que en virtud
del sexo de nacimiento a mujeres y a hombres se les imponen socialmente las formas en las
que deben vivir su masculinidad o feminidad. Estas formas, que son construcciones
culturales, se hacen pasar por naturales para justificar la discriminación que implican. Esto
ocurre por ejemplo con la idea de que las mujeres deben estar en la casa, dedicarse al hogar,
ser esposas y madres dedicadas; que su vida gire en torno a lo doméstico, etc., mientras que
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los hombres deben estar en la calle, trabajar para sostener su hogar, destacarse, estar en la
esfera de lo público, de la participación política y social, entre otras.
El control sobre la corporalidad no solo se aplica contra las mujeres buscando el control y
la homogenización de su estética (construida socialmente para el disfrute de los hombres y
de la mirada masculina), también se aplica contra las personas que mediante diferentes
formas (actitudes, vestimenta, formas de expresión, uso de prótesis, intervenciones
hormonales, y operaciones quirúrgicas) buscan sentirse más cómodas con sus cuerpos. De
ahí que las personas travestis, transformistas, transexuales e intersexuales sean vistas como
enfermas, aberradas, confundidas, o indefinidas por el hecho de no adecuarse a la norma
que dicta los comportamientos y la apariencia esperada para cada sexo. Esto es lo que se
conoce como transfobia o discriminación contra personas transgeneritas3 o transgénero
(también autoidentificadas como “trans”).
Los dictámenes sobre los cuerpos y la forma esperada de ser para las mujeres y para los
hombres (además no se piensa en opciones más allá de esa dicotomía), así mismo crean
modelos de feminidad y de masculinidad que a su vez generan discriminaciones contra
personas cuyas características físicas y estéticas no se adecúan en lo masculino a la
fortaleza, inteligencia, galantería, y en lo femenino a la delicadeza, esbeltez, coquetería o
pureza.
Por este motivo se ejerce discriminación contra personas con discapacidad, consideradas
feas o con características físicas no acordes con los cánones de belleza, con formas de ser
no consideradas populares, así mismo con ejercicios de la sexualidad no aceptados como
aquellos en las que las mujeres son autónomas y deciden abiertamente sobre sus cuerpos.
3
La Política Pública para la Garantía Plena de los Derechos personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, y
Transgeneristas y sobre Identidades de Género y Orientaciones Sexuales en el Distrito Capital integra en el
concepto de personas “transgeneristas” las categorías enunciadas anteriormente: transformistas, travestis, y
transexuales. (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2011)
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La percepción de la diferencia de razas tal y como lo resalta Aníbal Quijano se refiere a que
“para la abrumadora mayoría de la población mundial, incluidos los opositores y las
víctimas del racismo, la idea misma de "raza", como un elemento de la "naturaleza" que
tiene implicaciones en las relaciones sociales, se mantenga virtualmente intocada desde sus
orígenes.” Es decir, que en este sistema de dominación, como sucede en el sistema sexo -
género una condición de carácter biológico (raza), agregándole el patrimonio cultural que la
caracteriza (etnia), se utiliza como justificación de la jerarquización social5.
Para el reconocimiento del racismo podemos aplicar la definición de Rita Laura Segato
(2006) quien identifica dos componentes: el prejuicio y la discriminación.
1. El prejuicio racial, entendido como una actitud de fuero íntimo, una convicción, y
unas creencias personales; para existir necesita y se alimenta de la diferencia, de la
producción de otredad, de la otrificación.
4
Los desarrollos del sistema sexo-género-deseo pueden verse en la obra de Gale Rubin.
5
En este cuerpo conceptual según Quijano, es necesario aclarar que no hay distintas razas humanas sino que
la raza es más bien una categoría históricamente formada.
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La discriminación puede manifestarse tanto por acción como por omisión, estableciendo
barreras para las personas de etnias “diferentes”, barreras que limitan el goce efectivo de
sus derechos, bien sea emprendiendo acciones que vayan en su detrimento o por omisión,
es decir, no realizar ninguna atención diferenciada hacia las personas o grupos
históricamente discriminados.
Esta discriminación y prejuicios se hacen más graves y representan, de acuerdo con los
postulados de Mara Viveros y Franklin Gil, un efecto acumulativo, por ejemplo “ser mujer,
ser mujer-negra, ser mujer-negra-lesbiana, ser mujer-negra-lesbiana-pobre…”, lo cual ubica
a estas personas en una situación de mayor vulnerabilidad. Este cruce de variables presentes
en una misma persona o grupo humano es lo que se conoce como intersección desde los
estudios sociales o discriminación acumulada desde los jurídicos, y debe ser comprendida
por el Estado mediante el enfoque interseccional.
Las personas pertenecientes a grupos éticos no mestizos, son percibidas como “diferentes”,
y ubicados en los peldaños más bajos del orden social, donde se les atribuyen
características cargadas de estereotipos. No obstante, el tema del racismo no es reconocido
fácilmente por las personas que lo perpetúan de manera cotidiana, ya que lo han
naturalizado y cuentan con diversas justificaciones para ello, presentándose además, en
algunos casos, a causa de la presión social, la negación de la existencia del mismo, por
parte de personas pertenecientes a las etnias discriminadas, por medio de procesos de
asimilación, “blanqueamiento”, y cruces de pretensión de clase, que procuran la
“minimización” o negación del racismo que recae sobre ellos.
En este orden se hace necesario definir la situación de desplazamiento, citando la Ley 387
de 1997, en su artículo 1°, donde se anota que “es desplazada toda persona que se ha visto
forzada a migrar dentro del territorio nacional abandonando su localidad de residencia o
actividades económicas habituales, porque su vida, su integridad física, su seguridad o
libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con
ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones: conflicto armado interno, disturbios y
tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los derechos humanos,
infracciones al derecho internacional humanitario u otras circunstancias emanadas de las
situaciones anteriores que puedan alterar o alteren drásticamente el orden público.”
Entendiendo la discapacidad como “el resultado de una relación dinámica de la persona con
los entornos políticos, sociales, económicos, ambientales y culturales donde encuentra
limitaciones o barreras para su desempeño y participación en las actividades de la vida
diaria en estos entornos” (Política Pública de Discapacidad para el Distrito Capital), es
claro que reconocemos la responsabilidad del Estado en la minimización y erradicación de
los obstáculos que enfrentan las personas con discapacidad.
Señala la UNESCO (1995) que “Si bien existen también razones humanas, económicas,
sociales y políticas muy importantes para perseguir una política y un enfoque de educación
inclusiva, también es un medio de lograr desarrollo personal y de construir relaciones entre
los individuos, grupos y naciones”. Ciertamente es razonable pensar que los niños, niñas y
jóvenes que “aprenden juntos y juntas” también “aprenden a vivir juntos y juntas”. Esto
significa que con el reconocimiento de la multiversidad humana y la flexibilización de la
Escuela, no sólo se construyen espacios institucionales más incluyentes, sino también una
sociedad más respetuosa, libre y equitativa.
La inclusión no tiene que ver sólo con el acceso al sistema educativo, sino que debe formar
hacia la no discriminación y el reconocimiento de los y las estudiantes como sujetos y
sujetas de derechos, así se dignifica la permanencia de las personas con discapacidad en la
escuela. Esto incluye la garantía de la educación con calidad (para el caso adaptaciones,
flexibilizaciones y diversificaciones curriculares), equidad en el acceso a la alimentación
escolar, apoyos técnicos y tecnológicos, dotaciones escolares con Diseño Universal,
acompañamiento de profesionales de apoyo a la inclusión (mediadores, auxiliares de ABC,
intérpretes, maestros y maestras incluyentes, y programas complementarios compensatorios
en fin una escuela justa y pertinente.
Por ejemplo en razón de los roles asignados al género y la creencia de que las mujeres no
pueden destacarse igual que los hombres en los sistema educativo y laboral, se priorizan los
esfuerzos para el desempeño escolar de los niños sobre el de la de las niñas; cuando se
aíslan a las niñas y los niños con discapacidad porque se cree que no tienen nada que
aportar y que no es posible integrarlos al conjunto del grupo; cuando se invisibiliza en la
iconografía e historiografía la existencia y los aportes de las todas las etnias existentes en
Colombia o cuando se tratan desde el exotismo o la folclorización; cuando se castigan las
expresiones de afecto entre personas del mismo sexo porque se cree que “contagiarán” a los
y las estudiantes heterosexuales, entre otras.
Las adscripciones a lo que se considera como valioso con respecto a aspectos como el
género o la etnicidad impacta también en la forma de relacionarse y abordar los conflictos,
por ejemplo cuando en las Instituciones Educativas se privilegian las relaciones formales,
frías e impersonales, mientras que la expresión de los sentimientos, el afecto y las
relaciones de cercanía son relegadas a espacios íntimos como la familia o grupos de
amigas, la expresividad de los sentimientos, la solidaridad, la sensibilidad, y la ternura son
actitudes subvaloradas frente a la fuerza, la violencia, la trampa, y otros factores que
inciden negativamente en el ejercicio de la ciudadanía y la convivencia.
relaciones sociales mediante las que se definen los atributos de personas y colectivos, que
marcan la diferencia entre lo propio y lo “diferente”, en un proceso permanente de
construcción subjetiva, intersubjetiva y social, y cultural.
Los procesos identitarios son dinámicos, están llenos de matices, y no son exclusivos, es
decir que en una persona o colectivo se encuentran por lo general, múltiples identidades,
por su parte las identidades personales dependen de las identidades colectivas y viceversa.
Manuel Castells define la identidad como “el proceso mediante el cual un actor social se
reconoce a sí mismo y construye el significado en virtud sobre todo de un atributo o
conjunto de atributos culturales determinados, con la exclusión de una referencia más
amplia a otras estructuras sociales”. Por ejemplo lo que sucede con las llamadas culturas
juveniles, el ser “metalero” o “metalera”, hopper, roller, emo, etc. se dinamiza a partir de
la identificación con los aspectos y significados de estas culturas juveniles, y en muchos
casos la diferenciación con respecto a las otras.
La identidad por tanto tiene tres dimensiones: individual, social y sistémica. Desde la
propia identidad personal se descubre y reafirma la pertenencia a una cultura o grupo
social y se ratifica la identidad colectiva “descubrir mi identidad no significa que lo haga de
manera aislada, sino que la consigo a través de un diálogo, en parte abierto, en parte
interno, con los demás” (Taylor, 1997)
Por tanto el papel de la cultura en las instituciones educativas es relevante para identificar
procesos de discriminación, pero también para reinterpretar, reproducir y transformar los
signos o contenidos que pone de relieve la cultura y se manifiestan en pensamientos,
sentimientos y conductas que influyen en los procesos de convivencia y en la relación con
el entorno “las diferentes culturas que se entrecruzan en el espacio escolar impregnan el
sentido de los intercambios y el valor de las transacciones simbólicas en medio de las
cuales se desarrolla la construcción de significados para cada individuo” (Pérez, 1998)
Para algunos autores “el rasgo verdaderamente esencial de los que llamamos la sociedad
humana es su asombrosa diversidad” (Gellner, 1997). En un principio el uso de la palabra
diversidad se reducía a nombrar lo “diferente” y a definir las fronteras entre las sociedades
comparando entre sí las normas, costumbres, símbolos, cosmovisiones y lenguajes entre
los sistemas culturales. Ahora “la diversidad aparece en el mismo seno de una sociedad y
allí debe resolverse: ya no se trata sólo o principalmente de un problema entre sociedades,
sino de un enraizado problema intrasocietal (…) la diversidad puede entenderse, como la
coexistencia de sistemas culturales distintos” (Díaz, 2006).
Así, las múltiples formas de ser y de vivir, o la multiversidad (como preferimos entender y
enunciar desde esta área a la “diversidad”) ha sido fuente de conflicto, pero es a su vez, una
invitación en la búsqueda de posibilidades para resolver los problemas de convivencia y
establecer puentes con las y los “otros”, a partir de la valoración de la multiplicidad y los
especificidades culturales, la protección y promoción e intercambio de las múltiples formas
de ser y de vivir y sus expresiones culturales, así como políticas que busquen la equidad, las
garantías para el ejercicio pleno de la ciudadanía y la inclusión desde las Instituciones
Educativas desde las cuales permear otros espacios como las familias y entorno
comunitario.
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garantizar el acceso universal a los derechos teniendo en cuenta las particularidades los sectores sociales y
poblaciones. Por ejemplo
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acciones diferenciales que garanticen la igualdad de condiciones para las niñas, las jóvenes
y las mujeres con respecto a los niños y los hombres; el reconocimiento de todas las
identidades de género, las orientaciones sexuales, y la intersexualidad, las etnias, las
capacidades diferenciales (discapacidad física, mental, cognitiva, y sensorial), así como de
las afectaciones directas por el conflicto armado y otras particularidades asociadas a la
discriminación social como la situación socioeconómica de los grupos poblacionales
desfavorecidos y excluidos. Lo cual redunda en la disminución y progresiva erradicación
de las desigualdades y las inequidades sociales.
Por otro lado, existe la discriminación positiva o acciones afirmativas, las cuales tienen
como objetivo garantizar el pleno goce de los derechos de los sectores sociales
históricamente discriminados, dándoles ventaja en el acceso a bienes y servicios
permitiendo que se alcance una igualdad real y todos los sectores partan de la misma base.
En esta medida, la Corte Constitucional, obedeciendo a lo estipulado en la Constitución
Política de Colombia de 1991, en su artículo 1310, reconoce la definición de las acciones
afirmativas como “todas aquellas medidas, políticas o decisiones públicas a través de las
cuales se establece un trato ventajoso, y en cuanto tal formalmente desigual, que favorece a
determinadas personas o grupos humanos tradicionalmente marginados o discriminados,
con el único propósito de avanzar hacia la igualdad sustancial de todo el conglomerado
social.”
Por su parte, el enfoque de derechos supone para el Estado integrar en todas las acciones de
Política Pública los siguientes principios11:
10
“El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptar medidas a favor de
los grupos discriminados”.
11
Elaborado a partir de: América Latina genera. Tema: Enfoque de derechos. Disponible en:
http://www.americalatinagenera.org/es/index.php?option=com_content&view=article&id=390&Itemid=19
0
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Se entiende el enfoque de género como: “una categoría de análisis con base en las variables
sexo y género, que permite identificar los diferentes papeles y tareas que llevan a cabo los
hombres y las mujeres en una sociedad, así como las asimetrías y las relaciones de poder e
inequidades. Además, nos ayuda a reconocer las causas que las producen y a formular
mecanismos para superar estas brechas, ya que ubica la problemática, no en las mujeres o
los hombres, sino en las relaciones socialmente construidas sobre el poder y la exclusión”
PNUD (2004).
hombres y lo masculino sobre las mujeres y lo femenino en otros enfoques como el étnico,
etario, de orientaciones sexuales, etc.
En ese orden de ideas, para el desarrollo de una educación para la interculturalidad requiere
de la construcción de estrategias políticas, económicas y sociales que permitan la
emergencia, visibilización, y reconocimiento de lo silenciado, lo olvidado y devaluado por
prácticas hegemónicas y de homogeneización cultural, por lo cual no se restringe a las
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Pueden verse los desarrollos más clásicos de Patricia Hill Collins, Bell Hooks, y de Kimberlé Crenshaw.
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La interculturalidad favorece una perspectiva dinámica de las culturas, las múltiples formas
de ser y de vivir, las identidades individuales y colectivas, ciudadanía participativa y
construcción de escenarios de igualdad y equidad. “La escuela es uno de los pocos ámbitos
de socialización en que es posible programar experiencias de contactos entre sujetos
diferentes, de encuentros que permitan enriquecerse con la cultura de las otras personas.
Así, aprender a vivir juntos en el contexto escolar no ha de significar meramente tolerar la
existencia de otro ser humano, sino respetarlo porque se le conoce y se le valora dentro de
un clima de cercanía” (UNESCO, 1995).
Siguiendo a Besalú (2002) y Carbonell (2000), para una educación intercultural de calidad
se debe abordar las siguientes líneas de trabajo: aspectos afectivos, éticos y de valores;
pedagógicos, didácticos, organizativos y curriculares. Algunas ideas respecto a la
concreción de líneas para la educación intercultural:
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
1. JUSTIFICACIÓN
Como lo define la Resolución 659 de 2007, la Secretaría de Educación del Distrito orienta y
lidera la formulación y ejecución de políticas, planes y programas para garantizar el
derecho a la educación, y asegurar a la población el acceso al conocimiento y la formación
integral.
En desarrollo de lo anterior la Secretaría se traza como misión “Promover la oferta
educativa en la ciudad para garantizar el acceso y la permanencia de los niños, niñas y
jóvenes en el sistema educativo, en sus distintas formas, niveles y modalidades; la calidad
y pertinencia de la educación, con el propósito de formar individuos capaces de vivir
productiva, creativa y responsablemente en comunidad”.
La garantía del acceso y la permanencia implica brindar a las y los estudiantes entornos
escolares libres de violencias y discriminación, en ese orden de ideas, la Estrategia para la
Prevención y el Abordaje del Hostigamiento y la Promoción de la Convivencia en la
Escuela se proyecta como una herramienta que promueva el respeto y la democracia como
pilares de las relaciones entre las y los integrantes de la comunidad educativa.
La Estrategia tiene un énfasis particular en la promoción del respeto por las características
históricamente asociadas a la vulnerabilidad: ser mujer, pertenecer a grupos étnicos no
mestizos -o “blancos”-, tener expresiones de una orientación sexual no heterosexual o una
identidad de género no hegemónica, ser ciudadano o ciudadana con discapacidad, tener una
afectación directa por el conflicto armado, escaso capital económico, social y cultural, entre
13
Profesionales del Proyecto de Educación para la Ciudadanía y la Convivencia -PECC- Dirección de Inclusión e
Integración de Poblaciones -DIIP-
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Entre la normatividad en favor de las personas con discapacidad, se encuentra la Ley 361
de 1997 que establece mecanismos de integración social; la Ley 762 de 2002 que aprueba
la Convención Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra las Personas con Discapacidad; el Acuerdo Distrital 137 de 2004 que establece el
Sistema Distrital de Atención Integral de Personas en Condición de Discapacidad en el
Distrito Capital; la Ley 1145 de 2007 que organiza el Sistema Nacional de Discapacidad; el
Decreto 470 de 2007 a través del cual se adopta la Política Pública de Discapacidad para el
Distrito Capital; la Ley 1618 de 2013 por medio de la cual se establecen las Disposiciones
para Garantizar el Pleno Ejercicio de los Derechos de las Personas con Discapacidad; y la
Convención sobre los derechos de las Personas con Discapacidad.
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Por otra parte, la garantía de derechos en relación a grupos etarios se estableció a través del
Decreto 556 de 2006 dirigido a orientar y liderar la formulación y el desarrollo de políticas
de promoción, prevención, protección, restablecimiento y garantía de los derechos de los
distintos grupos poblacionales, familias y comunidades; el Decreto 482 de 2006 el cual
establece la Política Pública de Juventud; el Decreto 345 de 2010 que establece la Política
Pública Social para el Envejecimiento y la Vejez en el Distrito Capital; el Decreto 544 de
2011 que instaura la Política Pública de y para la Adultez en el Distrito Capital; la
Resolución 1376 de 2011 por la cual se reglamenta el Comité Operativo para las Familias
al interior del Consejo Distrital de Política Social; y el Decreto 121 de 2012 a través del
cual se crea el Consejo Consultivo Distrital de niños, niñas y adolescentes y los Consejos
Locales de niños, niñas y adolescentes.
reconocimiento pleno de las niñas y niños como sujetas y sujetos de derechos, al tiempo en
que se reconoce a las personas adultas como sujetas de responsabilidades.
En este orden de ideas, y a partir del 11 de septiembre de 2013, se reglamentó la Ley 1620
a través del Decreto 1965 el cual provee lineamientos para su establecimiento, sus
herramientas: Comité Nacional de Convivencia Escolar; Comités Municipales, Distritales y
Departamentales de Convivencia Escolar; Comités Escolares de Convivencia; y Sistema
Unificado de Convivencia Escolar; el ajuste de manuales de convivencia de las
instituciones educativas, y aspectos relacionados con incentivos y la participación de
entidades a nivel territorial y nacional.
Estos lineamientos son de obligatorio cumplimiento al interior de las instituciones
educativas del sector público y privado, al tiempo en que adjudican responsabilidades
transversales a todas las instituciones de los gobiernos locales (Policía Nacional, Secretaría
de Gobierno municipal, distrital o departamental, Fiscalía General de la Nación Unidad de
Infancia y Adolescencia, Policía de Infancia y Adolescencia, Defensorías de Familia,
Comisarías de Familia, ICBF -Instituto Colombiano de Bienestar Familiar-, Hospitales y
Entidades Prestadoras de Salud, Bomberos, Cruz Roja, Defensa Civil y Medicina Legal).
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Del mismo modo, y en el orden distrital, existen directrices para la garantía plena de
derechos de sectores poblacionales históricamente discriminados y en condición de
vulnerabilidad. Ello supone la articulación con las Políticas Públicas Distritales de: infancia
y adolescencia; juventud; familia; mujer y equidad de género; discapacidad; etnias;
ruralidad; y garantía plena de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y
transgeneristas y sobre orientaciones sexuales e identidades de género.
2. MARCO CONCEPTUAL
El marco conceptual de la Estrategia es parte de los lineamientos institucionales para la
promoción y garantía de los Derechos Humanos en el ámbito escolar y para la inclusión de
las poblaciones y sectores sociales históricamente discriminados, a saber: mujeres, personas
lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas, indígenas, afros, raizales, y palenqueras, Rrom,
personas con discapacidad, victimizadas en el marco del conflicto armado, personas que
viven con VIH, entre otras.
La Estrategia para la Prevención y el Abordaje del Hostigamiento y la Promoción de la
Convivencia en el Ámbito Escolar recoge la discusión entre los modelos educativos de
inclusión, integración, segregación, y exclusión. A modo de principios y modelo de acción,
la Estrategia se enmarca en el enfoque de derechos, la perspectiva de género, los enfoques
diferenciales, el enfoque interseccional, y la apuesta de la interculturalidad.
Estado en general como garantes de los Derechos Humanos, también tiene alcance hacia las
responsabilidades y deberes de cada persona en el reconocimiento y garantía de los
derechos de los y las otras.
De ese modo, la Estrategia parte del reconocimiento de la convivencia como un reflejo del
ejercicio y el goce efectivo de los derechos, y por lo tanto se fija como modelo de
intervención el reconocimiento y la garantía de los derechos de las personas de la
comunidad académica, reconoce el hostigamiento y las violencias como violaciones a los
Derechos Humanos y en esa medida a los hostigadores y violentadores como violadores de
los Derechos Humanos, en consecuencia no considera a las personas que son objeto de las
violencias ni como víctimas, sino como personas en espera del reconocimiento, la garantía
y la restitución de sus derechos.
La Estrategia para la Prevención y el Abordaje del Hostigamiento y la Promoción de la
Convivencia en el Ámbito Escolar se ocupa no solo del abordaje, sino también de la
prevención del hostigamiento, sus acciones también se dirigen a las violencias no
sistemáticas y las vulneraciones (esencialmente institucionales) a los derechos humanos; ya
como forma de prevenir las vulneraciones sistemáticas, ya como parte integral del
reconocimiento de los Derechos Humanos y la promoción de la convivencia.
Desde los principios de la interdependencia y la indivisibilidad de los derechos, y de
conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, enunciamos el marco
de los derechos que tendrían que ser protegidos por la presente Estrategia (entre otros
mecanismos, planes, programas, y proyectos):
- Derechos Civiles y Políticos: Vida, No violencia, Libertad y seguridad, Intimidad,
Trato digno, Buen nombre, Igualdad y no discriminación, Elegir y ser elegida,
Asociación, Libre desarrollo de la personalidad, Libertad de conciencia, Libertad de
cultos, Libre circulación, Honra, Presunción de inocencia, y Debido proceso.
14
Sistema que aparte de ser una construcción social, históricamente ha venido argumentando una postura esencialista, determinista y
binaria respecto a la sexualidad humana. Postura entonces que inscribe la idea de que a un sexo biológico (hombre/mujer) le
corresponde una identidad de género específica (masculino/femenino) y una única forma de orientación sexual (heterosexual).
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En este sentido, y teniendo como marco de referencia el enfoque de derechos, las distintas
formas de vulneración enmarcan la discriminación, invisibilización o afectación del goce
efectivo y la garantía plena de derechos de niños, niñas, jóvenes y demás población
escolarizada. Estas acciones pueden darse tanto por acción como por omisión y puede ser
tanto consciente como inconsciente.
Con base en los informes más recientes de la UNICEF15, las distintas formas de
vulneración a los Derechos Humanos fundamentales en los contextos escolares se refieren
en su mayoría a prácticas discriminatorias que involucran los derechos: a la dignidad física
y emocional, a una protección especial para el desarrollo físico, mental y social, a un
tratamiento especial para aquellos niños y niñas con algún tipo de discapacidad, y por
último, a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación.
El hostigamiento por su parte, se enmarca como una forma de violencia que puede
expresarse a través de agresión, intimidación, humillación, ridiculización, difamación,
coacción, aislamiento deliberado, amenaza o incitación a la violencia o cualquier forma de
maltrato psicológico, verbal, físico, sexual16 o por medios electrónicos contra un niño, niña,
15
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF (2011) Clima, conflictos y violencia en la escuela. Argentina.
UNICEF (2011) Violencia Escolar en América Latina y el Caribe: Superficie y Fondo. Panamá.
16
Entendiendo por:
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Esta violencia amenaza, y otras veces logra afectar, la salud, el bienestar emocional, el
rendimiento de las personas que son objeto del hostigamiento, pero también el ambiente de
aprendizaje y el clima escolar de las Instituciones Educativas. En abstracto, el
hostigamiento escolar se enmarca así como una forma compleja de violencia que subyace a
las relaciones sociales de la comunidad educativa, y que por ende, se particulariza en
relación a las características de la cultura institucional, las rutinas, las prácticas de
intercambio, y el entorno.
3. PRESENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA
Maltrato psicológico: Acciones dirigidas a desestabilizar el afecto, las relaciones sociales y el concepto de si mismo. Puede incluir:
exclusión, gestos atemorizantes, y formas simbólicas de humillación y/o invisibilizacion.
Maltrato verbal: Usos del lenguaje dirigidos a coaccionar, humillar, degradar y/o atemorizar. Puede incluir: groserías, sobrenombres,
insultos, burlas y/o amenazas.
Maltrato físico: Acciones dirigidas a impactar negativamente la salud y el cuerpo. Puede incluir: puñetazos, cachetadas, jalones de pelo
y cualquier herida o golpe con objeto contundente.
Maltrato sexual: Acciones dirigidas a degradar, amenazar, dañar el cuerpo, o el libre ejercicio de la sexualidad.
17
Jerarquías relacionadas con formas históricas de discriminación a través de sistemas de poder referidos al sexo, género, orientación
sexual, edad, etnia, discapacidad, religión, y estrato social, entre otros.
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REFERENCIAS
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de Trabajadores de la Enseñanza de Euskadi-Euzkadiko Irakaskuntzako Lagileen
Sindikatua (stee-eilas).
Cerezo, F. (2006), “Violencia y victimizacion entre escolares. El bullying: estrategias de
identificacion y elementos para la intervención a traves del test Bull-s”, Revista
electrónica de investigación psicoeducativa, vol. 4, No 9, Madrid, Editorial eos.
Collins, P.H. (2000) Gender, Black Feminism, and Black Political Economy. Annals of the
American Academy of Political and Social Science, 568.
Crenshaw, K. (1991). Mapping the Margins: Intersectionality, Identity Politics, and
Violence against Women of Color, Stanford Law Review, Vol. 43, No. 6.
Olweus, D. (1998) Conductas de acoso y amenazas entre escolares. Madrid: Ediciones
Morata.
Schafer, M. y otros (2005), “Bullying roles in changing contexts: the stability of victim and
bully roles from primary to secondary school”, International Journal of Behavioral
Development, vol. 29, No 4, sage Publications.
UNESCO (2012) Education Sector Responses to Homophobic Bullying
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PRESENTACIÓN
HOSTIGAMIENTO ESCOLAR
Definición:
18
Que se distingue de una ruta de atención en cuanto busca brindar información específica y complementaria a la normatividad
contenida en la Ley 1620 y el Decreto 1965 y reconoce la existencia de rutas de atención tipificadas para distintos tipos de violencia y/o
restablecimiento de derechos.
19
Maltrato psicológico: Acciones dirigidas a desestabilizar el afecto, las relaciones sociales y el concepto de sí mismo o sí misma. Puede
incluir: exclusión, gestos atemorizantes, y formas simbólicas de humillación y/o invisibilización. Algunas manifestaciones de la violencia
simbólica se refieren a órdenes sociales que instauran una única forma de pensar la construcción subjetiva a partir de códigos y
prácticas inscritas en distintos sistemas de poder. Por ejemplo, los roles y estereotipos de género operan como norma implícita que
regula la construcción del sí mismo y las relaciones sociales en las instituciones educativas.
Maltrato verbal: Usos del lenguaje dirigidos a coaccionar, humillar, degradar y/o atemorizar. Puede incluir: groserías, sobrenombres,
insultos, imitaciones, burlas y/o amenazas.
Maltrato físico: Acciones dirigidas a impactar negativamente la salud y el cuerpo. Puede incluir: puñetazos, cachetadas, jalones de pelo
y cualquier herida o golpe con objeto contundente.
Maltrato sexual: Acciones dirigidas a degradar, amenazar, dañar el cuerpo, o el libre ejercicio de la sexualidad.
20
Jerarquías relacionadas con formas históricas de discriminación a través de sistemas de poder referidos al sexo, género, orientación
sexual, edad, etnia, situación de discapacidad, religión, y estrato social, entre otros.
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- Fuerza, tamaño, aspecto físico, edad, sexo, identidad de género, orientación sexual,
condición étnica, creencia religiosa o estatus y/o adscripción a culturas urbanas
percibidas como inferiores.
21
Atención integral y diferencial enmarcada en las necesidades y expectativas particulares de la población hostigada en razón de alguna
de las jerarquías de poder anteriormente mencionadas. Por ejemplo, y ante casos de hostigamiento escolar asociados a expresiones de
género y/u orientaciones sexuales no heterosexuales, remitir a una asesoría psicológica especializada en estos temas brindaría
información detallada para la restitución de derechos, al tiempo en que contribuiría con el bienestar percibido de la persona hostigada.
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2.1 Ante situaciones de crisis emocional y/o maltrato físico o sexual, remitir a la
entidad prestadora de servicios en salud o Unidad Móvil de Respuesta
Integral de Orientación (RIO). Algunas preguntas/indicadores para la
caracterización del estado emocional pueden ser:
7. De ser necesario, efectuar remisión del caso ante las autoridades competentes
(Ley 1098 de 2006, Ley 1482 de 2011) con el fin de restablecer los derechos
vulnerados (ICBF, Policía de infancia y adolescencia, entre otros).
La presente es una guía preparada por el Área de Diversidad y Género del Proyecto de
Educación para la Ciudadanía y la Convivencia y la Dirección de Inclusión e Integración de
Poblaciones con el ánimo de que orientadoras y orientadores, docentes, facilitadoras y
facilitadores de ciudadanía, equipos territoriales del PECC, y todas las personas que
acompañen procesos de transformación en las Instituciones Educativas conozcan, dialoguen
y compartan las apuestas de la interculturalidad como forma de ver el mundo y de
transformar las dinámicas de opresión y exclusión en entornos sociales que reconozcan las
múltiples formas de ser y de vivir y se enriquezcan con ellas.
Buena parte de las vulneraciones que se presentan en los colegios se producen a causa de
las relaciones desiguales de poder y de los sistemas de dominación históricamente
producidos y reproducidos en la sociedad -y por tanto en las Instituciones Educativas-.
Como respuesta a esta realidad y como propuesta para superar sus efectos de exclusión,
segregación, y violencia, se propone como apuesta la interculturalidad.
23
Coordinadora del Área de Diversidad y Género. Se agradecen los aportes de: Sonia Nadiesda Zabala,
Deidamia García Quintero, María Elvira Carvajal, Bibiana Muñoz Martínez, y Blanca Cecilia Gómez López.
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Esto demuestra que la Escuela no es homogénea, sino que existen en su interior múltiples
formas de ser y de vivir, esta multiplicidad o multiversidad puede ser vista como un
problema y en ese sentido reproducir dinámicas de exclusión desde lo que se considera
legítimo, dominante, o “normal”, en contra de lo que se considera inferior, secundario, o
“anormal” y que se piensa hay que ocultar, debilitar, corregir o “curar”.
Por ello las iniciativas que deseen transformar realidades en la Escuela o en su entorno, sea
cual sea el ámbito de acción (pedagógico, de salud, ambiental, etc.) deben tener en cuenta
que detrás de cada conflicto, problema o potencialidad existen relaciones sociales que no
siempre son armónicas, sino que por el contrario (y en muchas ocasiones) tienen rasgos
(consciente o inconscientemente) de injusticia, opresión y discriminación que ejercen:
que viven con VIH, que son consideradas como extrañas, feas, o inferiores por múltiples
condiciones. Además de las personas o colectivos donde se encuentran a la vez más de una
de las características asociadas a la discriminación, por ejemplo mujeres que además de ser
discriminadas por su pertenencia étnica, lo son por su condición socioeconómica u
orientación sexual.
¿Y ENTONCES?
1. Reconocer, respetar y valorar las múltiples formas de ser y de vivir (en relación
con los sexos, las etnias, las expresiones de orientaciones sexuales e identidades
de género, las capacidades diferenciales, la victimización por el conflicto
armado, entre otras características asociadas a la discriminación)
2. Identificar y generar reflexiones y ejercicios de transformación de las relaciones
desiguales de poder entre los sectores sociales (mencionadas en el listado
anterior)
3. Establecer y realizar acciones para que evitar o frenar la discriminación,
exclusión, hostigamiento o dominación contra los sectores sociales
históricamente oprimidos
4. Establecer y realizar acciones para que las múltiples formas de ser y de vivir se
interrelacionen y enriquezcan mutuamente
En ese orden de ideas un proceso de transformación (en cualquier tipo de temas, por
ejemplo ambientales, pedagógicos, de bienestar, científicos, de género, etc.) no puede
entenderse como completo si no identifica y trabaja por transformar las relaciones sociales
de exclusión que existen en su colegio o entorno. Es importante tener en cuenta que la
exclusión existe aunque no sea evidente, de allí la importancia de identificarla.
Siendo las relaciones de desigualdad las causantes de las afectaciones negativas contra la
convivencia y la ciudadanía, el aprendizaje colaborativo y eficiente, y la dignidad humana,
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Así, no es suficiente trabajar segmentadamente las desigualdades, por ejemplo las Escuelas
pueden llegar a ser inclusivas con la discapacidad, pero si perviven otros sistemas de
dominación como el sexismo o el racismo, las ideas y las prácticas de jerarquización van a
continuar afectando las relaciones en varios campos, incluso la forma en que se trata a las
personas en situación de discapacidad. De ahí la importancia de avanzar en el proceso de la
interculturalidad como reconocimiento de las múltiples formas de ser y de vivir, de
superación de la discriminación, y de continuo enriquecimiento.
Es fundamental tener claro que los procesos y sus contextos son particulares, y que las
pistas que damos en esta guía deben aplicarse bajo ese principio. Teniendo claro esto,
proponemos tener en cuenta los siguientes elementos:
asequibles son los y las docentes y las directivas, qué se enseña sobre la esclavización y
el colonialismo, quienes son nuestros héroes y ejemplos a seguir, etc.
6. Para que las transformaciones sean más duraderas y estructurales se debe intervenir
sobre los problemas más profundos y no solo sobre sus efectos o signos, para ello se
deben hacer análisis profundos de las causas de los problemas, si es necesario
consultando a personas expertas o introduciendo momentos de diagnóstico y análisis
antes de realizar la proyección de las actividades.
7. Así mismo las transformaciones más contundentes son las que se plantean afectar las
causas más profundas, estructurales y compartidas, por ejemplo, y como se
mencionada anteriormente, si se pretende atacar el racismo o la homofobia, pero no se
interviene otros aspectos de la misma naturaleza como sexismo y dinámicas comunes
como la discriminación y las relaciones de abuso de poder, las transformaciones no van
a ser completas ni duraderas.
8. Hay situaciones que deben atenderse con urgencia pero la mayoría de conflictos o
problemas requieren también una intervención más profunda, por ejemplo cuando hay
riesgos para el bienestar emocional, la vida, o la integridad personal la atención debe ser
oportuna, pero para la superación y no repetición de la violencia es necesario
transformar las relaciones que la generan, como dice la sabiduría popular “que lo
urgente no desplace lo importante”.
9. Parece obvio que el conocimiento, las reflexiones y los análisis no son suficientes para
transformar las realidades, muchas veces se hacen procesos de diagnóstico, estudio,
intercambio de saberes, etc. que no generan cambios reales. Conocer la realidad es
importante, pero más que ello es transformarla, por eso es necesario establecer planes
de acción concretos y realizables y ejercer un constante seguimiento sobre su
implementación.
24
De hecho el fomento del liderazgo es una herramienta para aumentar el amor propio y disminuir el riesgo
de hostigamiento.
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10. Sistematizar y evaluar los procesos es muy importante porque permite mejorarlos y
compartir experiencias para que otras personas puedan nutrirse con los errores y
aciertos de los procesos, de igual manera futuras intervenciones no partirán de cero,
sino que reconocerán los avances realizados.
Elaborado por:
INTRODUCCIÓN
Muchas veces hemos leído o escuchado que “la forma que nos expresamos, refleja lo que
pensamos”, esta frase da cuenta de que el lenguaje es un elemento de innegable importancia
en la construcción de la realidad ya que la nominación implica la concepción y contribuye a
la construcción de la estructura de mundo.
Así las palabras, gestos, imágenes, y toda forma de expresión que utilizamos para referirnos
a comunidades, poblaciones, o sectores sociales históricamente discriminados, traen la
carga tanto de las la estructuras de dominación, como de las reflexiones y ejercicios de
transformación para la equidad. En el primer caso el lenguaje discriminador se expresa
mediante mecanismos como los estereotipos, la invisibilización, y la subordinación, y se
generada por la imposición de una visión legítima y verdadera de quienes detentan el poder
-especialmente en términos simbólicos- e imponen su visión como si fuera la de todos y
todas.
Con relación a los efectos sociales del lenguaje es fundamental tener en cuenta que a través
del lenguaje se reflejan, transmiten, refuerzan y perpetúan estereotipos, prejuicios y roles
socialmente impuestos a ciertos grupos étnicos, personas con discapacidad, mujeres,
hombres, y personas intersexuales, personas con orientaciones sexuales o identidades de
género no hegemónicas, victimizadas en el marco del conflicto armado, entre otros.
Así los sectores sociales “dignos de visibilización”, constantemente presentados para ser
conocidos y emulados son los predominantes: el hombre, las personas “blancas”, de clase
alta (o media), heterosexuales, atractivas y suficientemente masculinas o femeninas (según
los cánones del género), y “exitoso” (según las apuestas del capitalismo); mientras que los
sectores sociales y las características asociadas a “la otredad”, e históricamente
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Esto último ilustra una de las maneras como el lenguaje afecta la identidad –tanto
individual como colectiva- llegando incluso a instalar la ideología dominante en las
personas de los mismos sectores discriminados, formando en ellas la idea de su supuesta
inferioridad, y afectado de manera negativa sus posibilidades de empoderamiento,
reconocimiento y valoración de su propia forma de ser, su cultura, y sus posibilidades, en
síntesis su autorreconocimiento o la aceptación de quiénes y cómo se relacionan con los
sectores hegemónicos, así mismo afectan la actitud crítica frente a los dispositivos –uno de
ellos el lenguaje- que hace pasar por natural e invariables las estructuras de dominación.
En este sentido, esta guía brinda herramientas para que el lenguaje empleado por
facilitadores y facilitadoras, gestores y gestoras, maestros y maestras, y en general las
personas que hacen parte del Sistema Educativo distrital, sea inclusivo y respetuoso de la
multiversidad relacionada con los sexos, expresiones de orientaciones sexuales e
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Zabala y Bastidas (2013: 3) explican citando a Teresa Meana el lenguaje sexista como
producto de una sociedad androcéntrica: “el androcentrismo es una visión del mundo en la
cual se asume que son los hombres el centro y la medida de todas las cosas. <<Los hombres
son considerados, así, el sujeto de referencia y las mujeres seres dependientes y
subordinados a ellos>> 25”.
Para quienes piensan que el lenguaje no sexista es “antinatural”, “deforma el idioma”, o “es
forzado” Zabala y Bastidas (2013: 4) señalan que:
25 Meana, Teresa. Porque las Palabras no se las lleva el viento… Por un uso no sexista de la lengua. Ayuntamiento de Quart de
Poblet. Valencia. 2004. p. 23
26
Las autoras nos recuerdan que: la Corte Constitucional en la Sentencia C-804 de 2006 estableció la necesidad de incorporar el
uso del lenguaje incluyente al considerar que "(…) pretender que se utilice como universal el vocablo "hombre", solo trae como
consecuencia la exclusión de las mujeres pues (…) el término hombre, que en su uso social sólo se refiere a los varones, utilizado en
tanto genérico implica que las mujeres "deben estar constantemente calculando si la expresión las incluye o no". "(…) sólo una
definición cuyo contenido permita visualizar lo femenino, hace visible a las mujeres, (…) y armoniza con los preceptos
constitucionales (…)."
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Por todo esto, no hay que tener miedo a forzar el lenguaje, y a adaptarlo a las nuevas
realidades que van surgiendo. La relación entre lengua y cultura es paradójicamente
complicada. Nuestra cultura es de tradición patriarcal y ello se refleja en el uso de la
lengua y en la incorporación de determinados conceptos y expresiones transmitidos
de generación en generación. Estos pozos se han fijado hasta tal punto en nuestra
cultura, que aunque la sociedad avance, cuesta que el lenguaje se adapte al mismo
proceso. Solo hay una forma de interrumpir este círculo vicioso: forzar el lenguaje y
encuadrarlo en una nueva realidad.”
“Cuando una dama dice no, quiere decir quizás; cuando dice quizás, quiere decir sí;
y si dice sí, no es una dama."
“Porque te quiero te aporreo”
“Lástima que nació niña…”
“Las mujeres en general son más frágiles, sentimentales y sensibles”
Sin embargo, la lucha por la reivindicación de Derechos Humanos, así como los desarrollos
disciplinares y académicos en áreas de la salud mental y las ciencias sociales, han venido
facilitando el reconocimiento y la mayor visibilidad de personas con expresiones de sexo,
género y orientaciones sexuales que se ubican al margen de los sistemas de dominación.
Al interior del orden sexual impuesto por el heterosexismo se han propuesto términos para
dar cuenta de las expresiones de la sexualidad que se conciben, y se han construido como
“marginales”.
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En ese orden de ideas, sexo, identidad de género, y orientación sexual son variables con
autonomía relativa, por lo cual no es correcto asociar ni ilustrar a las lesbianas como
mujeres masculinas o que deseen ser hombres, ni a los gais como hombres femeninos o que
deseen transitar entre los géneros. A continuación brindamos un cuadro resumen de las
principales variables asociadas con el sistema sexo/género/deseo:
Mujer
Sexo Hombre
Intersexual
Femenino
Masculino
Identidad de
Transgénero
género
(Travesti,
Transformista,
28
Término referido a la presencia y funcionalidad de las estructuras genéticas (cromosómicas) y orgánicas
(gónadas y genitales) compartidas entre los sexo macho y hembra. De momento, no hay evidencia de
personas con experiencia de hermafroditismo, es decir, personas con órganos sexuales funcionales de macho
y de hembra. Así pues, se registran entonces desarrollos diferenciales de marcadores sexuales que se integran
en el término de intersexualidad.
29
Travesti: persona que hace una apuesta estética y puede reproducir o no roles y ademanes asociados al
género considerado como opuesto a su sexo de nacimiento.
Transformista: persona que asume de forma esporádica y en situaciones específicas vestimentas, ademanes y
roles de género considerados como opuesto a su sexo de nacimiento en ámbitos sociales, culturales o
políticos.
Transexual: persona que no se identifica con el género asignado socialmente a su sexo de nacimiento y
desarrolla el deseo y la necesidad de modificar sus características hormonales y físicas asociadas a su sexo.
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Transexual)
Lesbiana
Orientación Gay
sexual Bisexual
Heterosexual
De una manera similar el uso despectivo para mujeres con identidades de género
concebidas como masculinas, “machorra”, “camionera”, “marimacha” son reflejo de la
intencionalidad de control del comportamiento, ademanes y estética de lo que se considera
una mujer, una mujer bonita, una mujer deseable para los hombres.
Por otro lado, las experiencias del transgenerismo también demandan una reflexión
respecto a los usos del lenguaje. Por ejemplo, y ante los desafíos que presentan algunas
personas para nominar expresiones de apariencia física que no se ajustan a la norma
sexo/género una opción sería:
Evitar el uso de artículos en clave de sexo, es decir, los artículos “el”-señor- ó “la” -
señora-. En otras palabras, podrían ser omitidos.
También cabe la opción de indagar por el nombre de la persona para elaborar el
lenguaje acorde a la apariencia de género. Por ejemplo, “disculpe, ¿cuál es su
nombre?”, o “¿desea que le nombre en masculino o en femenino?”.
Como podría intuirse, ha resultado ser todo un desafío para los usos del lenguaje dar cuenta
de las distintas manifestaciones de la sexualidad y la subjetividad humana. En ese sentido,
la Teoría Queer como postura política y académica, nos invita a cambiar los usos
diferenciados del lenguaje por una referencia universal de nuestra condición de “personas”.
Así pues, es esta una apuesta por romper con los sistemas de dominación que el lenguaje
refuerza a través de la dicotomía y la clasificación nominal.
Sumado a lo anterior, hay que tener en cuenta que en Colombia el racismo no es un tema
del que se hable abiertamente, no obstante sí es un fenómeno social fuerte que atenta contra
la integridad de los pueblos negros, afrodescendientes, raizales y palenqueros, y se ve
reflejado de forma cotidiana en el uso de un lenguaje excluyente y discriminatorio lo cual
se ha normalizado en todas las esferas de la sociedad. Expresiones cargadas de prejuicios, y
que deben ser eliminadas del lenguaje:
30
Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana
2013. Mesa nacional de organizaciones afrocolombianas. 2013. AECID.
31
Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana
2013. Mesa nacional de organizaciones afrocolombianas. 2013. AECID
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Otros ejemplos de expresiones similares que deben ser eliminadas del lenguaje y ser
reemplazadas por otras sin carga racial son:
“Lista negra”
“Oveja negra”
“Alma negra”
“Mercado negro”
“Negra intención”
Buena parte de las denominaciones hacia las personas afrodescendientes les enuncia como
“negros”, negando la condición humana de las personas africanas, de su papel fundamental
en la construcción y protagonismo de la civilización humana en los territorios de África, es
decir la negación de la africanidad de la humanidad, por lo cual es común escuchar
“¿necesita algo negrito?” o “la negrita que se acabó de ir”, definiendo a la persona por su
color de piel. Por ello el evitar el empleo de expresiones racistas y culturalmente
aceptadas, por ejemplo: “negro/negrito”, “morena/morenita”, “mulato”,
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Los pueblos indígenas que se desplazan de manera forzosa o voluntaria de sus territorios y
llegan a las ciudades, son fuertemente discriminadas por su color de piel, rasgos físicos,
forma de expresarse, tradiciones, entre otros aspectos.
Contra las personas del pueblo Rrom o gitano igualmente existen estereotipos o prejuicios
que les estigmatizan como personas inestables, ociosas, ladronas, adivinas, misteriosas,
hechiceras y malévolas, entre otras.
El “indiecito” o la “indiecita”
32
Ejemplo de lo anterior fue La Comisión de Derechos Humanos de Irlanda del Norte, solicitó
reemplazar la expresión "día negro" (black day) por "día mísero" (miserable day).
33
Lo mismo se aplica a las orientaciones sexuales, ya que si bien hay encuestas y proyecciones
cuantitativas que estiman en 10% las personas que se identifican como lesbianas o gais, estudios
como los clásicos de Alfred Kindsey (1948 y 1953) han señalado que sólo cerca de 10% de las
vivencias de la sexualidad son exclusivamente heterosexuales, el 90% restante se ubica entre
diferentes formas de bisexualidad y la homosexualidad propiamente dicha.
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En lo que tiene que ver con el lenguaje incluyente y específicamente el que se refiere a
personas en condición de discapacidad, debemos eliminar expresiones que refuerzan
prejuicios sobre la discapacidad, así como percepciones y actitudes discriminatorias como
la lástima, rechazo, intolerancia, exclusión, marginación, entre otras.
Usando un lenguaje incluyente ayudamos a: dar cuenta de que las personas con
discapacidad son parte activa de la sociedad, generar una actitud de respeto y
reconocimiento de sus derechos, y minimizar y eliminar prejuicios culturales y barreras
actitudinales.
Es importante apartar las concepciones que identifican a las personas con discapacidades
como enfermas, carentes de capacidades, o con necesidades especiales. Por el contrario se
debe reconocer su valía, y posibilidades para realizar actividades superando los obstáculos
y barreras que brinda el entorno. Esto explica la postura que elimina la concepción y
nominación del “discapacitado” por persona “con discapacidad”.
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34
Guía para periodistas “Discapacidad: claves para verla, oírla y comprenderla”. Fundación
Saldarriaga Concha, 2012.
Guía para Entidades Públicas: Servicio y Atención Incluyente. Departamento Nacional de
Planeación-Programa Nacional de Servicio al Ciudadano; Fundación Saldarriaga Concha;
Arquitectura e Interiores, 2012.
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Población Afrocolombiana. Mesa Nacional de Organizaciones Afrocolombianas
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Fundación Saldarriaga Concha; Arquitectura e Interiores (2012). Guía para Entidades
Públicas: Servicio y Atención Incluyente. Bogotá: Fundación Saldarriaga Concha
Fundación Saldarriaga Concha (2012). Guía para periodistas “Discapacidad: claves para
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Educación para la Ciudadanía y la Convivencia
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restitucion-tierras.pdf
Secretaría de Educación del Distrito - Zabala y Bastidas (2013) Algunas orientaciones
sobre el uso del Lenguaje incluyente, Bogotá: Inédito