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70 poemas seleccionados
Concurso Editorial Zenú de Poesía
Editorial Zenú
www.editorialzenu.com
Dirección editorial
Henry Andrés Ballesteros Leal
Diseño de carátula
Sahara Caballero Paternina
ISBN: 978-958-58700-7-9
Echad a correr.
15
II
Vamos a casa,
Paula,
así sea sin corazón.
Pero vámonos ya.
III
16
SEGUNDO PUESTO
He callado tu nombre
para conservar La vieja moralidad.
El maestro se reiría de lo que escribo,
pero Fuentes se ha ido ya.
17
TERCER PUESTO
Caer en la noche,
como a un pozo de aguas trístidas.
Caer al fondo de esa niebla sin memoria,
donde la ceniza espesa
cubre tus ojos tristes
y la leche agria de las palabras
se bebe a sorbos.
Caer en la noche,
no resistirse a su cortejo fúnebre,
ni al silencio inmutable
que la suplanta.
Caer en la noche
como a un pozo de aguas caóticas,
donde el lenguaje es el espejo del desvarío,
y el poema,
un reflejo del desencuentro.
18
II
A veces,
en la alta noche,
se desliza así tu cuerpo,
como aceite sobre la memoria del cartapacio.
A veces,
veo cómo gira tu sombra
sobre el abismo de la página en blanco;
cómo cabalga
en la espalda del poema;
cómo se esconde tu sombra
tras el agujereado antifaz de una palabra.
19
A veces,
pienso en la alta noche,
que soy el escribidor
de una pasión
que sólo existió en mi silencio.
A veces,
en la alta noche,
imagino que regresas
irrebatible
a un país de humo y niebla.
20
Autor: Alejandra Hernández Jaramillo
ELOGIO A UN DOMINGO
21
Autor: Alejandro Flores Namur
RECUERDO
22
Autor: Alice Mar
A la diacronía,
un brindis.
23
Autor: Alonso Mercado
IV
24
Sus ojos de ónix, sus escamas de oro,
sus contracciones:
el peligro de la belleza es la locura.
Shiva, el misericordioso,
permanece quieto,
mientras que su cuerpo sobrenatural,
de cuatro brazos, avanza y retrocede.
25
Autor: Ana María Arango Borrero
26
Tómame como me doy,
como me entrego,
como me sorprendo.
No me tomes por costumbre,
cuando aún con el paso del tiempo
me puedes tomar con novedad.
27
Autor: Andrés Guerrero
POR ORGULLO
Me desvestí y volví
a vestirme para volver
a desvestirme
Me despedí y besé
en la frente para salir
a timbrar de nuevo
28
Bajé ocho persianas
que solían tapar
veinte atardeceres
Desangré brazos, labios
pechos, ojos, piernas,
dientes, vientos y nucas
que no volveré a ver nunca
29
Autor: Andrew David
DE LOCOS
30
Autor: Aníbal Jaisért
GEOGRAFÍA DE UN NAUFRAGIO
31
Autor: Apolinar González
-I-
Durante días
recorreré el murmullo
el azul metal
de estas calles
el amalgamado concreto sus vacíos
los olores y la lejana reminiscencia de un algo
un todo
-II-
Con pies descalzos
sandalias en mano
volveré a sentir su magia
el tiempo desnudo
y las piedras
en el rincón de su fuerza
-III-
Caminaré por esta ciudad
antes de que mis huesos
arrastren el polvo
el espejo asfalto
transite tus pulmones
estigma la sangre
signo su gente
32
-IV-
Caminaré por esta ciudad
antes que el verde
vuelque
el azul
difumine
y el amarillo
rojo de mis huesos...
se conformen
-V-
En la casa con más ventanas
toco el puente
crepuscular
y con media totuma
obsequio de mi compadre Aular
robaré el canto
'amarillente'
la silueta perfumada
risas de toninas
bajo su alborada
-VI-
Letargo Vértigo 'Celesto'
Despido...
-VII-
Y así
En mi ciudad
Una vez más
una y otra vez...
reciclaré el misterio
33
frío
de las campanas
la grieta del barro
saludos de las aguas
y
su
silencio
34
Autor: Arnaldo Verdeza
ERES
35
Autor: Autre Temps Serons Partis
CATATUMBO
Si el río Catatumbo
hablara,
diría sus mil nombres:
Letheo, Estigio o Aqueronte…
Nombraría una a una sus almas,
drenaría en mares su sangre.
Si el río Catatumbo hablara
ahogarían las palabras en su cauce.
36
Autor: Carmen Alicia Pérez
LOS CIEGOS
37
Autor: Carolina Gómez Alcalá
38
el pronunciar tu nombre
entre canciones y uno que otro gemido.
Que a mí no me vence locura,
pero me dejé abatir
entre la dulzura
de tus jugos
cuando querer
buscar lluvias
bajo tus vestidos de verano
se convirtió en mi primerísima
habilidad humana y frágil.
Llegas apareciendo al final del libro,
como tocando abrigo en la playa,
esperando insinuaciones
inapropiadas del mar
cuando te dejas tocar
el vacío en los pies.
Llegas cortando raíces,
ahogándote de penas viejas y absurdas,
colándote por el desván
y diciendo que la vida
te suena a años cortos
cuando no nos hacemos esperar
y decidimos cortarnos
los rasgos,
y amarrarnos las venas.
Llegas, te vas, regresas,
y llegas una vez más
malinterpretando mi indecencia,
con las ganas insolentes de
crearte consuelos
en mi cama.
Y cuán cálido el colchón
bajo las sábanas.
39
Respírame suave,
no digas una sola mentira.
Levanta mi falda.
Llegas superándome
la vida entre riñas,
disputando mis debilidades,
metiéndome mano,
sacando la serie de números ganadores
bajo el encauzamiento
de tu máquina de deseo y simpatía.
Y relamo tu empatía
con mis ganas,
por debajo de
tus bragas.
Bésame suave,
suéltame una verdad.
Excédete en mi vida, amor.
40
Autor: Celeste Gordillo
EL PÁJARO
Existe un pájaro
en esta ciudad ocaso
de hombres y árboles de idéntica sombra,
que canta millones de melodías
y versa epitafios en el vibrar de sus pupilas.
Es trémulo y mar como el cielo de un diamante.
Cuando lo miro en el otoño,
cuando lo escucho cercano a la Luna,
cuando es una perla que adorna el celeste,
ya no existe el sol, el silencio, ni el vacío,
ya no existe mi piel, los sueños, ni el vacío.
Existe un pájaro
en esta ciudad albórea
de bicicletas y aire pérsico,
de hombres y árboles de idéntica sonrisa,
que enamora al viento con sus arpegios.
Es diáfano como el amor.
Nunca vivió en un cascarón, nació libre.
Es invisible a la flecha de la muerte.
Cuando lo miro con color,
cuando soy su nido,
cuando sobrevuela jaulas y aullidos,
cuando es fuego y la humanidad danza bajo el sol,
el pájaro canta, canta, canta y canta,
y el camino es una avenida trapecio
de árboles grises, marrones e infinitos.
41
Autor: Creyvin Rivadeneira
42
Si mis ojos hablaran...
mi secreto delataría,
como mil palabras, diciéndote al oído
que es por ti, por quien muero…
Si mis ojos tuvieran voz...
te confesarían a gritos
que yo te quiero...
mi amor, ¡te quiero!
Si mis ojos hablaran...
con su brillo confesarían
el secreto que mi boca calla
desde la vez aquella
que tu silencio me respondió
diciéndome que no...
Y ahora, tocando mi hombro la soledad,
una corta paciencia que me aconseja
una esperanza que aún no me deja,
hace que la realidad calle mi verdad.
Si mis ojos tuvieran voz...
te confesarían a gritos que
por ti me muero...
mi amor, ¡estoy muriendo!
Si mis ojos hablarán
en su mirada reflejarían
alegría, escondiendo esa agonía
tan intensa y tan inmensa
como horizonte acariciando el mar,
donde el sol en sus aguas se apaga,
luto de la noche, donde el dolor vaga,
fúnebre tristeza, imposible de evitar,
mentira, de una leve sonrisa que despista
cuando inclino la cabeza
cerrando mis ojos, conteniendo el llanto,
sabiendo que más ya no aguanto...
43
Si mis ojos hablaran…
frente a ti nunca llorarían,
y si lo hacen, será bajo la lluvia de una nube gris,
tormento de la melancolía,
fingiré frente a ti, mojado y feliz,
mezclando la dulzura del agua
con la amargura de mis lágrimas.
Si mis ojos hablaran...
44
Autor: Cristina Borroni
UNO PUEDE
Y puede comprender
su propia esencia,
el misterio de su espíritu
y su carne,
cuando puede andar anónimo
y sin prisa
por las calles donde nadie es nadie.
45
Autor: Dagoberto Guerra Yepes
DECISIÓN
Tocas
el agua
y escuchas
el lenguaje
no nombrado
¿Cuándo
oficiarás
tu canción
si los pájaros
cantan
en tu ventana?
46
Autor: David Villareal Mora
47
Desde los postigos que sudan
el clamor de los amantes desvelados,
¡nubes de fuego!
Mientras los bolsillos vacíos cobijan la soledad
por el hambre sin consuelo
y la ansiedad insatisfecha ,
ya la noche arrecia el perfil obsceno
de los pobres de espíritu,
¡nubes de fuego!
En su comarca de juglar urbano,
danzando el epilogo de un sueño.
48
Autor: Diana Argentina Ayala
NO SON BESOS
49
Autor: Don Nadie
NO TE CREAS POETA
50
Autor: Ela Cuavas
51
Autor: Emily Frankenberg
52
Autor: Flavia Piñeiro
NUNCA MÁS
53
Autor: Ika Ginberbrea
DELIRIO
54
Autor: Irieleth Gallo Caro
AUSENCIA
Aquella noche,
cuando una fotografía suya
desbordando su esencia
―calidez, cariño, elegancia y belleza―,
fue la protagonista de sus recuerdos
en mi memoria;
aquellos momentos pasados junto a él,
llenos de su espontaneidad, carisma, alegría,
los convertía como los más hermosos;
aquellas lágrimas que descendían
por nuestras mejillas
cuando nuestro amor empezó a aumentar,
y sólo mi vida era él;
aquellas tardes que jugueteábamos
como niños pequeños en el parque infantil;
aquellos detalles que me hacían sentir
como la mujer más afortunada del mundo;
aquel amor, que pensábamos
que no existiría extinción.
Y aquí estoy llorando su ausencia,
añorándole, echándole de menos.
55
Autor: Jair Vital López
EN EL VALLE DE ELOHIM
56
Hay un grito que sangra desde las piedras,
que emerge una y otra vez de las lejanas noches,
cuando Alemania:
¡Todos estamos muertos!
¡Todos estamos muertos!
La muerte es un tren sin retorno.
57
Autor: Jerry Quiroz
58
Autor: Jesús Adín Valencia
A México
59
Fuiste desollada por el pleno
Tu piel
atraerá recursos
Te alimentaremos por el resto de una vida
sin escasez de agua
sin tener que emigrar
sin miedo a los depredadores
Preocúpate mejor
de no sucumbir ante el demonio de lo opíparo
Vienen tiempos buenos
Prepárate, soporta
o bien, muere de una vez
si has de morir
pero muere tranquila
sin estropearnos la carne.
60
Autor: Jesús Daniel Ortega Herrera
VOLUMINOSA
61
Autor: Jesús David Buelvas Pedroza
SOLO… UN MUÑECO
62
Autor: Jorge Del Río
HABITACIÓN CUATRO
Tiempo es el tejido
de la vida
Cínico menester
de quien sueña
mientras dura
¡Silencio!
si es fiesta tu palabra
en lo bello duerme
el hedor que cerrará
cada lumbre
Hay un lugar
donde no fuimos convidados
paraíso que aquel soñó
en el vilo de dos maderos
63
Autor: José Alberto Alberico
ESTOY SOLO
64
Autor: Jose Fernando Arango
CÓMO LLEGAR
Cómo acercársele,
si a su alrededor
los pájaros vuelan apaciblemente
en gran cantidad.
Cómo imaginársela bailando,
si antes que nada,
bailan sus cabellos
junto con esta bandada amarilla.
Cómo llegar a ser su séptima mayor,
llegar a ser la tierra a su alrededor
que se calma y se alegra
al sentir sus pasos.
Llegar a serlo,
me llevaría a una condición más elevada
que todas las voces
perfectamente puestas sobre una fuga
y, definitivamente,
si la felicidad tuviese forma,
tomaría la mía.
65
Autor: José Luis Caballero Salgado
A VECES
A veces tú recuerdo
rompe las cadenas del olvido,
y en silencio me apuñala
como implacable asesino.
A veces,
a veces la soledad
susurra tu nombre a mi oído,
y mi alma se vierte por mis ojos
como plomo derretido.
A veces la lluvia
me trae tu nombre.
A veces quisiera no haberte conocido,
y busco fuerza
para borrar tu nombre de mí libro,
donde está el verso que no escribo.
Ojala mi nombre
volara hasta Ti, como halcón peregrino,
y royera las cadenas de tu olvido.
66
Autor: Juan José Pacheco Arias
67
Belleza modela,
escultura vestida de dama,
donde quiera va y rima.
Osa ser una pócima, de atractivo aroma.
68
Autor: Juan Pablo Valderrama
UNIÓN DIVIDIDA
69
memoria y tocarte con palabras, unir mi alma a la tuya
en la distancia.
70
Autor: Juli Novero
71
Autor: Keila Ramos Buelvas
Crisma de péndulos
Quimera tatuada en costumbres
Creación umbilical
Hijo del amor
¿Existes?
O juegas ser la corona de espinas
que proclama el origen mundano.
72
Autor: Lidia Corcione
OLEADA
Juego incesante
disfrazado de parpadeo
esquivando el engaño
Agoniza el día
arrastro sin eco mi voz dócil
Una sombra
muerde un hueco de cangrejos
―Nada es seguro―
73
Autor: Lourdes López
POEMA
Mamá me da ibuprofeno,
y me trae Seven up
revuelto con una cuchara
porque el gas hace mal…
y las burbujas todavía las veo
yendo a la superficie,
quizás estoy flotando
en la enfermedad.
Y mamá viene, me mide la fiebre,
me informa que tengo 37 y medio, casi 38,
parecido al talle de calzado
que llevo en mis zapatillas,
esas zapatillas sucias
que me hacen saltar,
saltar cada vez más alto,
hasta el cielo,
y quizás más,
hasta la tierra,
hasta el mar,
hasta la cura de mis enfermedades,
seguramente hipocondríacas,
porque creo que no tengo anginas
sino falta de libertad,
por eso creo que estoy
con dolor de garganta,
por atragantar los gritos
y ahogarme en el silencio.
74
Autor: Luigi D'Elia
POEMA XII
Visita tu ausencia.
Recuérdale a la memoria
que no te olvide.
No lo hagas.
75
Autor: Luis Manuel Ruiz Morales
POEMA
76
Hay autos
en avenidas que no tránsito,
peatones que vagan
en existencias audifonadas,
ciclos, carretas, chivichanas.
Hay un mar tan profundo que me ahoga,
una playa desierta y sin palmeras,
miles de laticas de refresco
que duermen en la arena.
Hay un gorrión que anida
entre las tejas de un almacén,
que defeca virutas de pan viejo
sobre el buró del almacenero,
que aprendió que es mejor dejar el trino.
Hay un tren perdido en rieles viejos,
arca de Noé herrumbrosa,
gallos que cantan en sus cajas,
chivos de rostro cansado
y olores rancios,
y gente, mucha gente.
Hay un rosal de flores marchitas
en el jardín,
un césped mal cuidado,
abejas que revolotean, resignadas,
entre las resecas flores.
Hay un cine
que solo anuncia un filme viejo,
que nadie ve,
que es Gomorra y Sodoma vespertina.
Hay un lugar que clamamos nuestro,
que insistimos en llevar en la memoria,
que se pierde tras un velo
de descuido y distancia.
77
Hay un mundo, un todo, una nada,
un caos, una sonrisa, un beso,
un puñal atravesando un órgano,
una taza de café, un trago de ron,
un millón de por qué,
solo un par de respuestas,
hay miles de cosas, y otras faltan.
Hay una vida para cansarse de ella,
hay una muerte para temer que venga.
78
Autor: Mafe claro Avendaño
HAY UN PUNTO
Hay un punto
entre el bien y el mal,
donde la lógica pierde su sentido
y la eternidad deja de masticar el silencio,
porque no es un límite, sino un acuerdo,
y en este acuerdo la libertad y la voluntad perecen.
Hay un punto
sobre la línea recta de la manipulación,
como un refugio en la mirada ajena,
como una salida que se expande hacia la oscuridad:
la terrible rutina de volver a empezar,
siguiendo luces que se apagan cual ojos heridos.
Hay un punto,
lleno de manchas que se escurren
sobre la superficie de las desgracias,
cubren el tiempo de diminutos acertijos,
aleteando fuego en las promesas falsas;
puntos que se multiplican
creando caminos intransitables,
cuando el cuerpo se convierte en hierro
y el pensamiento en escalones infinitos.
79
Autor: Marcial Bonilla Campo
NUESTROS NIÑOS
En la selva de cemento,
que vivimos día a día,
hay una cultura llena de arrogancia e hipocresía,
que oculta lo que pasa con la niñez desvalida.
Oh señor, qué dolor siento aquí en mi corazón
cuando veo a los padres enterrando a sus hijos…
¿por una enfermedad, señor?,
¿por muerte natural, señor?,
o por este torrente de violencia
que azota a nuestra nación.
80
Empecé escribiendo: No es poema,
no es un verso, ni una prosa…
¿Qué es?, no sé.
Pero de lo que si estoy seguro,
es que estas palabras me salen del corazón.
81
Autor: María Cristina del Risco
82
porque no tiene con qué,
quien se niegue a sí mismo,
no verá lo posible…
¿quién dijo que no es posible?...
¿Qué es posible?... TODO.
Imposible is nothing.
Charlando de posibilidades:
¿quién dijo que no se pueden rebobinar
las horas mejores?;
¿quién dijo que no hay
máquina del tiempo alguna?;
¿quién dijo que no se puede vivir con Peter Pan?;
¿quién dijo que no existe Peter Pan?
Pues yo te digo que soy Peter pan,
sí, lo soy; ¿quién me va a decir que no?;
¿quién callará esta verdad?
Quien quiera saber mi origen,
¡Soy del País del nunca jamás!
¿Quién dijo que no hay Dios?
¿Quién no creyó en lo sobrenatural?
¿Quién mató al Amor?,
díganme quién fue;
fue el mismo que lo crucificó,
el mismo que lo negó.
83
Un quién de dulzuras soy,
sin-fin.
¿Quién dijo que no me coma este banquete?
¿Quién dijo que no me querrán
si me veo de esta forma?
¿Quién dijo que no estoy bien?
¿Quién insinúa que estás gorda?
Corre, ve y dile a quién te lo dijo
que no crees en patrones estéticos;
grita que vale más la cabeza,
grita que vale más el espíritu.
Callados,
nadie refutará tu sabio raciocinio.
84
Autor: María Julia Rodríguez Sivera
EL METRO
***
***
85
***
***
***
Un conjunto de vagones,
que desde el principio hasta el final,
muestra el alma del viajero,
su frecuencia y su inicial;
sólo falta que en El metro
la gente se pueda bañar.
86
***
87
Autor: María Mercado Doval
De tanto esperarte
empecé a tejer
ponchos para nuestros hijos;
les puse nombre,
los amé,
los mandé al jardín,
y los sepulté…
todo sola.
Estando sentada,
me quise comer las uñas de nuevo,
me vestí de azul para ver llegar la noche,
adelgacé diez kilos,
y los engordé comiendo borrachitos
de la panadería de la esquina,
de esa plaza donde todavía son las cinco
y vos estás en camino.
88
Autor: Mariarosa Gutiérrez-Fowles
Para ser yo
en función de mí misma,
te quiero,
aroma de álamo,
piel de pétalo,
cerca de mi aliento;
trazo de mi vuelo,
te quiero en mi pluma,
masa de mi pan,
perfume de futuro;
te quiero en mi tierra,
raíz de la vida,
encumbrada cima,
estrella en mi cielo,
harina del mañana;
te quiero en mi agua,
te quiero en mi esencia.
89
Autor: Mateo Pinto Zuluaga
A UNA PINTORA
Me siento emocional,
bañado en sangre de vino,
en cascabeles de coral,
en sinsentidos,
en tus ojos omnipresentes
¿Cómo lo haces?
Víbora abrasadora,
devórame, despedázame,
pero no te demores, no me hagas agonizar
con ese sufrimiento delicioso
que solo tú me provocas.
Destroza mis entrañas con tus maravillas,
con tu cuerpo delicado,
con tus manos pequeñas, rosadas,
violetas, amarillas, verdes,
con tu jazmín,
con tus obras,
Y báñame, derríteme en tus pinturas,
inmortalízame dolorosamente
como una figura bizarra y eterna
entre dos cuadros de tu casa.
90
Autor: Melisa Alsina
EDICTO
Me repito:
Si te moja el olvido,
no te llevará el huracanado
tonto viento frío, como a esas hojas secas
en las que hoy no quiero andar,
como a esas plumas perdidas…
tan alejadas de sus nidos.
91
Autor: Michael Babilonia Flórez
92
Y lloro,
porque soy invisible para la luz…
lloro porque la calidez del sol
ahora es solo un recuerdo perdido,
porque el cielo ya no es azul…
lloro,
porque vivimos caminos tan distintos,
que nunca nos encontramos de frente
para contemplar nuestras miradas…
lloro,
porque todo va deprisa,
y ya no tenemos tiempo de cortar una flor
y guardarla a la mitad de un libro…
lloro,
porque ya no disfrutamos el aroma del café.
93
Autor: Miguel Ibarguen
94
Autor: Mirna Paz Viola
Confieso
que alguna vez fui como Job…
fui recta, temerosa de Dios y apartada del mal…
y disfruté de la vida como nadie,
y canté, y reí, y bailé, y forniqué,
y aún así…
Dios me quería y me aprobaba…
Pero luego,
cuando los tiempos y los vientos
cambiaron de rumbo,
y tuve que rascarme la sarna con mis dedos,
también fui como Job…
maldije el día que nací
y el día que fui procreada.
95
Autor: Nabonazar Cogollo Ayala
DISPUTA EN LA BIBLIOTECA
96
No bien se hubo marchado cuando…
¡prodigio grande!
los libros de sus sitios se empiezan a mover.
Y caen con gran estrépito del elevado estante
abriéndose expectantes, diez, veinte
y más de cien.
De allá salta el Quijote con su grito de guerra
y el noble Sancho Panza lo sigue siempre fiel.
El firme Lanzarote, amado de Ginebra,
la reina de Inglaterra, renace en su corcel.
En la fila de ilustres y grandes pensadores,
surge con el donaire de su generación,
rodeado por discípulos y por admiradores
de la Academia grande, el filósofo Platón.
Surgen uno tras otro como una miniatura,
su talla nunca excede el formato al empastar.
Del libro en que se hallan, las hojas con blandura,
abrigan su existencia y la luz de su pensar.
97
―¡Jamás!... ¡bufón de corte, recorta tus palabras!
Pues la febril metralla de mi lanza genial…
Hará que te arrepientas de tu verbo canalla
¡En guardia! ¡La batalla principia hasta el final!
98
No existe el hoy presente, pues cuando te levantas
al hoy, éste se marcha sin poderlo evitar.
Y el futuro es la idea del tiempo que no ha sido,
el ayer se ha cumplido, se funde en el no ser.
¿Sí ves que el tiempo es nada?
No más que ser vencido,
que cuando te aproximas tiende a desvanecer.
99
en hacerse felices, labremos vindicantes
la vida noble y pura de la felicidad…
100
Autor: Nelson Corredor
LIQUID
101
Autor: Néstor Fabián Cueto
NO SE DECIR LO SIENTO
102
este merodear los días cansadísimo de preparar
respuestas y conciertos,
y la línea final que viene a confundir aún más
lo que queda de escaso aliento:
Es que no si decir:
lo siento, te quiero, o te quiero, lo siento.
103
Autor: Nicolás Almanzor
Y aun así,
te presiento en el ágil viaje
de las gráciles golondrinas,
anudadas en el vuelo de las músicas andinas,
mantengo oído atento a los ecos
104
que susurra la piragua,
pesar de los andares que José Barros escribía
un día como estos en las polleras del caribe.
Trayecto sobre mareta sorda:
boga, boga, el astuto batelero,
inmerso sigo en este apacible sueño,
bajo la brisa firme de la mañana que perfumas.
105
Autor: Nicolás Ru
EL VADO
106
Vendrán también, hay que decirlo,
imponderables al ajuste de cuentas.
Vendrán, pero el vado macizo
y una espuma boreal
objetarán sus memoriales.
107
Autor: Nidya Garzón
POEMA
Jamás comprenderás
que en un ataúd duermo desnuda,
que hay un pájaro con flores mortecinas
al pie de mi ventana,
que hay calles cosidas con alambres,
y un reloj sin horas
esperando la muerte.
108
Autor: Olga Carrizales
POEMA N° 2
109
Autor: Pablo Vicente Ramírez
SOMBRA
110
Autor: Raúl Ballesteros
LA VIDA
111
Autor: Ricardo Jhalet
INSTANTÁNEA
112
hasta perdernos dentro,
mientras el río corre y lleva piedras,
mientras los grillos cantan,
mientras en la mecedora
el viento nos despeina,
y nos recorre insolente.
recordándonos todas esas caricias,
que se nos olvida poner,
entre el amor y nuestras soledades.
113
Autor: Roberto Carlos Fournier Kindelán
PARQUE DOLORES
Que me invadas
que me saltes y me empujes contra el suelo
A veces trituro esos disparos
hago mutis
cuando hablan mal de mí
porque en todo veo agua
y madres con tirapiedras
y rascabuchadores
el mismo hastío
Return to Innocence
al mito infame en que naces
114
de mis pretendientes
como un niño que encierran detrás del mar
para que otros me empañen el espejo
y me lleven y me traigan
embárcame
como decimos traición en cubano
No tengo qué romper u olvidar
…yo no quiero quince
yo no quiero fresa
lo que quiero es Ginsberg Fowler Luis Yuseff…
que me lluevas
a la sombra de los chamacos en Dior
Solo entonces creeré tu descenso
Tatúame el iris con sangre
ponme en cruz
haré equilibrio con tus tres clavos
115
Autor: Samuel Antolinez Jaimes
116
Atacado el rey en su enrroque,
se derrumba su fortaleza,
la jugada final es solo un toque
que lo destrona y cae su realeza.
Solo queda resignar con gran nobleza,
aceptar como caballeros la derrota,
el rey ha sucumbido ante la fuerza
de una mente y no de una bayoneta.
Alabanza a quien gana
haciéndole honor al noble juego,
ejemplo de disputa sana,
imponiendo su ley pero sin fuego.
Cuántos hay que en esta vida,
no saben admirar al rival en la derrota,
la vida es un juego, es una partida,
es como el agua que cristalina brota.
Llega al final este homenaje
al juego ciencia, noble arte ejemplo de vida,
dedicado también al personaje
que va por el mundo jugando su partida
117
Autor: Sergio Alejandro Ramírez Gómez
A VECES
A veces,
huyo
dentro de un libro
que porta un extraño
sobre sus manos...
Pero
no siento la coherencia de esta historia,
no me convence demasiado,
que sólo le sirva a mi lector
de reflexión, y me deje aquí atrapado,
entre barrotes de letras.
118
Autor: Vanessa D Cass
ANUNCIOS
119
Autor: Verónica Támara Martínez
OPORTUNIDAD
120
Autor: Víctor A Yerena González
POEMA VII
121