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WAT
EDITORIAL PAIDOS Co r,
J . 15. W A T S O N
EL CONDUCTISMO
J. B. WATSON
y
W. McDOUGALL
Prólogo de
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Distribuidor exclusivo en todos los países
EDITORIAL MÉDICO QUIRÚRGICA
Diagonal Norte 615
BUENOS AIRES
JOHN B. WATSON
Copyright de todas
las ediciones en castellano hx
EDITORIAL PAI DOS
Buenos Aires, 1945
A
STANLEY RESOR
Queda hecho el depósito qut
p r e v i e n e la ley N"? 11.723 cuyo empeñoso interés en la
industria y en la ciencia me
IMPRESO EN LA ARGENTINA
ha dado la oportunidad
( P R I N T E I ) IN ARGENTINA)
de escribir este libro.
Se terminó de imprimir el
dia 12 de marzo de 1917 en la
Imprenta Ferrari linos.,
Bmc. Mitre 3355 - Buenos Aires
\,
Í N D I C E
Pág.
PRESENTACIÓN 13
PRÓLOGO DE EMILIO MIRA Y LÓPEZ 15
EL CONDUCTISAIO
Introducción 21
I. Qué es el cenducíismo. — La vieja y la nueva psicología en
oposición 25
II. Cómo estudiar la conducta humana. — Problemas, métodos,
técnicas y algunos de los resultados 43
III. El cuerpo humano. — De qué se compone, cómo está orga-
nizado y cómo funciona. Parte I. Las estructuras que hacen
posible la conducta 73
IV. El cuerpo humano. — De qué se compone, cómo está orga-
nizado y cómo funciona. Parte II. Papel de las glándulas
en la conducta diaria 103
V. ¿Existen los instintos humanos? — Parte I. Sobre el talento,
las tendencias y la herencia de los denominados rasgos
"mentales" 119
VI. ¿Existen los instintos humanos? — Parte II. Lo que nos
enseña el estudio del niño 141
VII. Emociones. — ¿Con cuáles emociones nacemos, cómo adqui-
rimos nuevas y perdemos las viejas? — Parte I. Examen
general de las emociones y algunos estudios .experimentales 169
VIII. Emociones. — ¿Con cuáles emociones nacemos, cómo adquiri- . • •• •
mos nuevas y perdemos las viejas. — Parte II. Ulteriores ° ' >V /'\
experimentos y observaciones acerca de cómo adquirimos, •-- ~
conservamos y perdemos nuestra vida emocional •>".'••:• •vr--pf/?X'LETRA'
, ¿DÍCTELA «?
10 ÍNDICE
JK
16 J. B. W ATS O N EL CONDUCTISMO 17
conscientes del universo personal, no es menos cierto que tanto Precisa confesar, no obstante, que WATSON mostró un
el dinámico autor norteamericano como el hermético y pesi- excesivo menosprecio inicial ante esa situación o "constela-
mista genio austríaco han dejado maltrecha y casi inválida a ción" ambiental, y tuvo un especial interés en formular su
antítesis a la psicología de W. JAMES y de TITCHENER (los dos
la llamada ''conciencia". Y esta palabra, representación eufó-
grandes jerarcas de esa ciencia en el novecientos) de un mo-
nica y sugestiva del dinamismo yoico, nos es cara, de tal suerte
do crudo y dogmático, cual si apeteciese no solamente provo-
que todo intento de atacarla nos inflige un serio impacto en
car la discusión, sino, casi, el escándalo. La acritud de su
nuestro inconmensurable orgullo de hombres, más o menos postura y de sus expresiones ha sido rectificada, en cuanto
"sapiens". tenía de exagerada, en esta segunda edición de su obra fun-
Psicoanálisis y conductismo son, por cierto, escuelas psi- damental, cuya traducción castellana estamos ahora presentan-
cológicas que, a pesar de sus extraordinarias divergencias con- do al público latinoamericano. Sería erróneo, empero, suponer
ceptuales, metodológicas y propositivas, quedan incluidas en que esa suavización supone una rectificación substancial de sus
el marco de las llamadas "doctrinas naturalistas" (entiéndase ideas; para WATSON, todavía, el "pensamiento" no es otra
materialistas, en la actual acepción del vocablo) contra las que cosa más que un monólogo imptícito —hablarse a si mismo—
dirigen sus dardos las conjuntas fuerzas de las filosofías, las y la "personalidad" no pasa de ser el resultado final de nues-
religiones y la morales gazmoñas de muchos seudointelec- tro sistema de hábitos.
tuales. No renuncia el conductismo al estudio de los fenómenos
WATSON afirma con razón, en la introducción de este de la vida mental íntima (implícita), pero los considera como
libro suyo, que la tempestad provocada por su primera apa- actos, es decir, como procesos dinámicos que contienen "au
rición pública se debió fundamentalmente al hecho de que qui- raccourci" los mismos elementos neurohormomusculares que se
so aplicar al hombre el mismo criterio de investigación y las evidencian en las formas visibles de la conducta humana. En
mismas técnicas de estudio científico que habían resultado úti- este sentido puede afirmarse que WATSON no limita sino ex-
les para desentrañar los móviles y las pautas de conducta en tiende el campo de estudio de la Psicología, en relación con
otros anímales. Tal actitud no podía ser más lógica, pero pre- lo que éste delimitaba en la concepción de WUNDT, TITCHENER
cisamente por ello se vio combatida, pues la Psicología se en- y demás psicólogos prominentes en el novecientos. Afirmar,
cuentra, aún, sumamente impregnada de los prejuicios mágicos pues, como algunos críticos superficiales han hecho, que el
y espiritualistas que adquirió durante los luengos siglos de su conductismo se desinteresa de los datos inmediatos de la ex-
íntimo contacto con la religión y la filosofía: en los pliegues periencia consciente y atiende tan sólo a sus resultados finales,
de las túnicas sacerdotales y en la selvática maraña de las me- es un error tan grosero como decir que el freudismo significa
lenas y las barbas teóricoespeculantes anidan celosos gnomos meramente la glorificación del sexo.
enemigos de la experimentación, del cálculo, de la objetividad La más palpable prueba de ese error nos la dan los efec-
y de la serena e higiénica claridad del pensamiento científico. tos del conductismo en el movimiento bibliográfico general de
18 J. B. W A T S O N EL CONDUCTISMO 10
la psicología norteamericana. No solamente el propio WATSON, nuevos hechos en esta ciencia. Sin embargo, creemos poder
sino una parte de sus discípulos, han aportado contribuciones mantener el mismo juicio con que entonces clausuramos nues-
de singular interés a la comprensión de la dinámica del pen- tras lecciones: "la obra de WATSON, muy intimamente ligada
samiento y de las emociones. Puede, inclusive, afirmarse, que a la de los modernos psicólogos soviéticos, está destinada a ser
gracias a él se han impulsado los estudios referentes a la vida imprescindible en cualquier biblioteca de los futuros cultores
personal de los neonatos y al desarrollo de sus diversos equi- de la Psicología". Nuestra felicitación, pues, a la Editorial
pos de hábitos de ajuste y conducta. La Psicología infantil Paidós, por brindarla al público de habla hispánica.
actual debe más a la obra de WATSON y de FREUD, que a la
mayoría de sus sempiternos contradictores sistemáticos. EMILIO MIRA Y LÓPEZ.
Ex Profesor de la Universidad
Por esto creemos que ha sido un gran acierto acercar al de Barcelona
lector de habla castellana la obra fundamental —casi podría-
mos decir la Biblia— del conductismo: en ella se define de
un modo claro, conciso y práctico, el fin al que aspira este gi-
gantesco movimiento renovador de la ciencia psicológica: no
solamente predecir, en un momento dado, qué respuesta corres-
ponde a un determinado estímulo o inferir qué estímulo deter-
minó tal respuesta, sino —lo que es mucho más importante—
llegar a fundar las bases experimentales de una nueva ética
humana, que esté a la altura de las posibilidades de realización
y sea algo más que un mero entretenimiento especulativo. Ello
es tanto más necesario cuanto que en los países hispanoame-
ricanos falta el arraigo de los métodos psicoexperimentales se-
rios, y por ello se propende a reaccionar demasiado rápida-
mente en Psicología con arreglo a la famosa ley del Todo o
Nada, tomando posturas "pour" o "contre", sin tener en cuen-
ta que en cada doctrina psicológica, por disparatada que pa-
rezca, existe algo aprovechable, y en cada doctrina psicológica,
por justa y brillante que resulte, existe, también, algo erróneo.
Hace más de 25 años dimos nuestro primer cursillo sobre
conductismo en el Instituto de Fisiología que dirigía el Profesor
Pi SUÑER, en Barcelona. De entonces acá han aparecido nue-
vas concepciones psicológicas y se han acumulado multitud de
Introducción
pagandistas; de haber difundido nuestras conclusiones en la esto, compárese, título por título, los artículos de nuestros dia-
prensa general en lugar de hacerlo en las publicaciones cien- rios pertenecientes a los tres lustros anteriores al advenimiento
tíficas, investidas de mayor dignidad; de escribir como si na- del conductismo, con los de estos últimos quince a dieciocho
die hubiese contribuido nunca a la psicología; de ser bolche- años. Cotéjese los libros escritos antes y después. No sólo
viques. Todas ellas son críticas apasionadas, reveladoras de los tópicos, también el lenguaje se ha tornado conductista.
que el conductismo está pisando la pezuña de alguna vaca sa- Hoy, ninguna universidad puede sustraerse a la enseñanza del
cra, que está amenazando el orden de las cosas establecido. conductismo. En algunas se aceptan sus métodos e hipótesis;
Admitirlo significa renunciar a viejas costumbres consagradas; en otras se enseñan con el evidente propósito de criticarlos.
abandonar esa cómoda psicología introspectista que se ajusta a Lo cierto es que la nueva generación de estudiantes reclama
los hábitos establecidos o que, si no, por lo menos usa tan que cuando menos se le suministre alguna orientación acerca
oscuro lenguaje que el lector no precisa molestarse. del conductismo. Para ella se escribió este libro.
¿Cuál fué la consecuencia de esa tempestad? En primer He dedicado tiempo y esfuerzos considerables a esta úl-
término, indudablemente una nueva literatura: una literatura tima edición. Ni yo ni el editor estábamos satisfechos con la
crítica. Ella, en parte, ha sido personal: hasta injuriosa. En forma y el estilo de la primera. Había sido publicada apresu-
cuanto a mí, jamás respondí a una crítica. Rara vez se ha radamente, como serie de conferencias. En la presente, intenté
salido en defensa del conductismo. Los conductistas se halla- antes que nada mejorar el estilo suprimiendo todos los recursos
ban harto ocupados en exponer los resultados de sus expe- comunes en el disertante para mantener atento su auditorio. En
rimentos o de sus generalizaciones como para preocuparse de general, procuré eliminar las exageraciones propias de toda con-
contestarlas. Al rever esta literatura, inclinóme a pensar que de ferencia. He agregado unas 100 páginas de material comple-
habernos tomado el trabajo de la replica, nuestra ciencia habría tamente nuevo; constituido por los resultados extraídos de pu-
sido más claramente entendida, porque en las publicaciones psi- blicaciones recientes y de las modificaciones en mi punto de
cológicas se han deslizado algunos malentendidos realmente vista teórico. He quitado de 25 a 30 páginas de contenido an-
pueriles y afirmaciones por completo inexactas acerca de nues- ticuado. Sin embargo, el punto de vista no ha cambiado de un
tra posición. modo fundamental.
Era natural que surgieran reparos. Muchos de los decanos Me ha interesado profundamente el nuevo libro de JEN-
de la psicología disponían de bien instalados laboratorios y de NINGS, "Bases biológicas de la naturaleza humana". Agradéz-
copiosa bibliografía psicológica introspectista. El conductismo cole muy en especial la larga cita tomada de su excelente ex-
pedía nuevos laboratorios y aun nuevos términos con que ela- posición acerca de los genes. Una vez más, quiero significar
borar sus exposiciones. Inclusive parecía amenazar la vida eco- mi reconocimiento al Prof. K. S. LASHLEY, al doctor H. M.
nómica de los profesores. Hasta los mozalbetes, discípulos de JOHNSON, y a mi compañera de tareas, señorita ANNA JUEÑKER,
algunos de los más viejos representantes de la escuela intros- por la ayuda que me prestaron en ambas ediciones.
pectista, sintiéronse obligados a romper lanzas en defensa de
sus maestros. ROBACK, en su "Behaviorism and Psychology'> John B. Watson.
(Conductismo y Psicología) nos ofrece un clásico ejemplo de
este último tipo de reacción. Además, en dicha obra está muy
próximo a quebrar con todas las normas de caballerosidad.
Pero, gracias a ello, y a pesar de que el conductismo no
logró un franco reconocimiento, ha ejercido profunda influencia
durante sus dieciocho años de vida. A fin de persuadirse de
/. ¿Qué es el Conductismo?
dominaba totalmente la vida psicológica de la universidad nor- fluencia. Al parecer, ni siquiera la enseñanza escolar suministra
teamericana. un correctivo.- Por el contrario, parece asegurarla en mayor
Los más destacados representantes de la psicología intros- grado todavía, a causa de que las escuelas están colmadas de
pectista en la primera década del siglo veinte, fueron E. B. TIT- maestros con idéntico fondo. Inclusive muy destacados bió-
CHENER, de Cornell, y WILLIAM JAMES, de Harvard. La muerte logos, físicos y químicos, saliendo de sus laboratorios, son fácil
de JAMES en 1910 y la de TITCHENER en 1927, dejaron a la presa de la tradición cristalizada en conceptos religiosos. Estos
psicología introspectista huérfana de un verdadero guía espiri- conceptos —herencia de un temeroso pasado salvaje— han en-
tual. Si bien la psicología de TITCHENER difiere en muchos torpecido grandemente el nacimiento y desarrollo de la psico-
puntos de la de WILLIAM JAMES, los supuestos fundamentales logía científica.
son idénticos. En primer lugar, los dos eran de origen germá-
nico. En segundo, y esto es más importante, ambos proclama- EJEMPLO DE TALES CONCEPTOS
ban que es la consciencia la materia de estudio de la psicología.
El conductismo sostiene, por el contrario, que es la conducta Ejemplo de uno de estos conceptos religiosos es el de que
del ser humano el objeto de la psicología. Afirma que el con- todo individuo posee un alma, separada y distinta del cuerpo,
cepto de consciencia no es preciso, ni siquiera utilizable. Ha- que realmente es parte del ser humano. Esta vieja doctrina
biendo recibido una formación experimentalista, el conductista conduce al principio filosófico llamado "dualismo". Tal dogma
entiende, además, que la creencia de que existe la consciencia se encuentra en la psicología humana desde la más remota an-
remóntase a los antiguos días de la superstición y la magia. tigüedad. Nadie ha palpado nunca un alma, o la ha visto en
No obstante su progreso, la gran masa del pueblo ni aun un tubo de ensayo, o ha entrado de alguna manera en relación
hoy se ha distanciado mucho de la barbarie; quiere creer en la con ella, como puede hacerlo con los otros objetos de su expe-
magia. El salvaje se figura que los encantamientos pueden riencia diaria. A pesar de esto, dudar de su existencia involu-
traer lluvias, buenas cosechas, abundante caza; que un hechi- cra convertirse en hereje y, en cierta época, hubiera podido lle-
cero vuduísta enemistado, es capaz de provocar la desgracia de var al reo inclusive a la muerte. Todavía hoy, quien desempeña
un individuo o de toda una tribu; que si un enemigo logra mu- un cargo público, no osa discutir el punto.
ñirse de un trozo de uña o de un mechón de cabello de otra Con el desarrollo de las ciencias físicas que sobrevino con
persona, podrá embrujarla y gobernarla. Siempre hay interés el Renacimiento, esta asfixiante nebulosa del alma pudo disi-
y cosas nuevas en la magia. Casi todas las épocas poseyeron parse en cierta medida. Era dable pensar en la astronomía,
su propia magia negra o blanca, y su propio mago. Moisés en los cuerpos celestes y sus movimientos, en la gravitación y
tuvo su magia: transformó el agua en vino y revivió al muerto. fenómenos similares, sin implicar el alma. Aunque los primeros
CouÉ tuvo su fórmula. La señora EDDY también. hombres de ciencia fueron, por lo general, devotos cristianos,
La magia jamás perece. Con el decurso del tiempo, todas en sus tubos de ensayo empezaron a prescindir de ella.
estas innumerables leyendas, exentas de todo análisis, tejen la Empero, la psicología y la filosofía, ocupándose de obje-
tradición popular. La tradición se constituye en religiones. Las tos que consideraban inmateriales, encontraron muy difícil eludir
religiones se enredan en las mallas políticas y económicas del el lenguaje de la Iglesia; de ahí que el concepto de mente o
país. Luego se las esgrime como instrumentos. Se obliga al alma, como algo diverso del cuerpo, llegase en. lo esencial casi
pueblo a aceptar todas estas fantasías, que más tarde transmite intacto hasta las postrimerías del siglo diecinueve.
como evangelio a los hijos de sus hijos. Es indiscutible que, en 1879, WUNDT, el verdadero padre
Es casi increíble hasta qué punto la mayoría de nosotros de la psicología experimental, quería una psicología científica.
está influida por un fondo salvaje. Pocos se libran de esa in- Se desenvolvió en medio de una filosofía dualista del tipo más
28 J. B. W A T S O N EL CONDUCTISMO 29
pronunciado. No pudo discriminar con claridad el camino de nucioso de ese algo intangible llamado consciencia. ¿Y cómo
la solución del problema mente-cuerpo. Su psicología, que ha empezar a trabajar sobre ella? No analizándola como lo haría-
regido soberana hasta nuestros días, es necesariamente de tran- mos si se tratara de una composición química o del crecimiento
sacción. Sustituyó el término alma por el de consciencia. La de una planta. No; éstas son cosas materiales. La cosa que
consciencia no es tan completamente inobservable como el alma; llamamos consciencia únicamente puede examinarse por intros-
la observamos al atisbarla de improviso y, como quien diría, al pección: una ojeada a lo que acontece en nuestro interior.
sorprenderla desprevenida (introspección). Como resultado de este postulado principal —de que exis-
WUNDT tuvo enorme cantidad de discípulos. De la misma te una cosa que llamamos consciencia y de que podemos es-
manera que ahora está en boga ir a Viena para estudiar psico- tudiarla por introspección—, encontramos tantos análisis como
análisis con FREUD, hacia 1890 era corriente estudiar en Leipzig psicólogos. No existe modo de atacar experimentalmente, re-
psicología experimental con WUNDT. De ahí regresaron los que solver los problemas psicológicos y establecer métodos nor-
habrían de fundar los laboratorios de la Universidad de John mativos.
Hopkins, las Universidades de Pennsylvania, Columbia, Clark ADVENIMIENTO DEL CONDUCTISMO
y Cornell. Todos venían equipados para luchar con esa cosa
esquiva (casi tanto como el alma) llamada consciencia. En 1912, los psicólogos objetivistas arribaron a la conclu-
Para demostrar lo anticientífico del concepto básico de esta sión de que ya no podía satisfacerlos seguir trabajando con
gran escuela de psicología germano - americana, basta fijarse las fórmulas de WUNDT. Sentían que los treinta años estériles
un momento en la definición de psicología que formuló transcurridos desde el establecimiento de su laboratorio, habían
WILLIAM JAMES: La Psicología es la descripción y explicación probado terminantemente que la llamada psicología introspec-
de los estados de consciencia en cuanto tales. Partiendo de una tista de Alemania se fundaba sobre hipótesis falsas; que ninguna
definición que supone lo que pretende demostrar, salva su di- psicología que incluyese el problema religioso mente-cuerpo,
ficultad con un argumentum ad hominem. Consciencia; ¡oh sí, podría alcanzar jamás resultados verificables. Decidieron que
todos deben saber lo que es esta "consciencia"! Somos cons- era preciso renunciar a la psicología o bien transformarla en
cientes cuando experimentamos la sensación de rojo, una per- una ciencia natural. Veían cómo sus colegas científicos pro-
cepción, un pensamiento, cuando queremos hacer algo. gresaban en la medicina, en la química, en la física. Todo des-
Los restantes cultores de la introspección son igualmente cubrimiento en esos campos revestía importancia capital; cada
ilógicos. En otras palabras, no••.nos_di.cea_qué;.es_la.consciencia; nuevo elemento que se lograba aislar en un laboratorio podía
simplemente comienzan por introducir cosas en ella en_ calidad serlo asimismo en otro; cada nuevo elemento se incorporaba
de supuestos, y naturalmente, aFanalizarla luego, encuentran en seguida a su ciencia. Basta como testimonio la mención de
lo que en ella pusieron. De esta suerte, en los análisis de la la radiotelefonía, el radium, la insulina, la tiroxina. Elementos
consciencia realizados por ciertos psicólogos, hallamos elemen- así aislados y métodos así formulados empezaron a servir de
tos tales como las sensaciones y sus fantasmas, las imágenes. inmediato en la realización humana.
En otros, no sólo encontramos sensaciones, sino también los En sus primeros esfuerzos por lograr uniformidad en el
denominados elementos afectivos; y más aún, en otros, elemen- objeto y métodos, el conductista comenzó por plantear el pro-
tos tales como la voluntad, designado elemento conativo de la blema de la psicología, barriendo con todas las concepciones
consciencia. Vemos que por ahí algunos afirman la existencia medievales y desterrando de su vocabulario científico todos
de cientos de sensaciones de un determinado tipo, en tanto los los términos subjetivos, como sensación, percepción, imagen,
de más allá sostienen que hay unas pocas... Y así adelante. deseo, intención e inclusive pensamiento y emoción según los
Se han impreso millares de páginas acerca del análisis mi- define el subjetivismo.
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PROGRAMA DEL CONDUCTISMO una sombra delante de sus ojos, no provocaremos su parpadeo
hasta que tenga sesenta y cinco días de vida. Si lo estimulamos
El conductista pregunta: ¿por qué no hacer de lo que con una manzana, un caramelo o cualquier otro objeto, no
podemos observar el verdadero campo de la psicología? Limi- hará tentativa alguna de alcanzarlos hasta aproximadamente los
témonos a lo observable, y formulemos leyes sólo relativas a ciento veinte días de existencia. Si a un niño correctamente
estas cosas. Ahora bien: ¿qué es lo que podemos observar? criado, cualquiera sea su edad, lo estimulamos con serpientes,
Podemos observar la conducta —lo que, el organismo hace o peces, oscuridad, papel encendido, pájaros, gatos, perros, monos,
dice. Y apresurémonos a señalar que hablar es hacer, esto es, no conseguimos suscitar el tipo de respuesta que llamamos
comportarse. El hablar explícito o con nosotros mismos (pen- "miedo" (y a la cual para ser objetivos podríamos designar
sar) representa un tipo de conducta exactamente tan objetivo reacción X), que se manifiesta en detenimiento de la respira-
como el béisbol. ción, rigidez de todo el cuerpo y desvío de la fuente de estímu-
La regla o cartabón que el conductista jamás pierde de lo: un correr o gatear para alejarse de ella. (Ver pág. 181).
vista es: ¿puedo describir la conducta que veo, en términos Por otra parte, existen, con toda exactitud, dos estímulos
de "estímulo y respuesta"? Entendemos por estímulo cualquier que indefectiblemente promueven la respuesta de miedo: un
objeto externo o cualquier cambio en los tejidos mismos de- sonido fuerte y la pérdida de base de sustentación.
bidos a la condición fisiológica del animal; tal como el que ob- Ahora bien, por la observación de niños criados fuera de
servamos cuando impedimos a un animal su actividad sexual, su "nursery", el conductista sabe que centenares de cosas des-
le privamos de alimento, no le dejamos construir su nido. En- piertan respuestas de miedo. Surge pues esta cuestión científica:
tendemos por respuesta todo lo que el animal hace, como vol- si al nacer, únicamente dos estímulos provocan el miedo, ¿cómo
verse hacia o en dirección opuesta a la luz, saltar al oír un es posible que esas otras cosas logren producirlo? Adviértase
sonido, o las actividades más altamente organizadas, por ejem- que la pregunta no es de índole especulativa. Cabe satisfacerla
plo: edificar un rascacielos, dibujar planos, tener familia, es- mediante experimentos; los experimentos son susceptibles de
cribir libros, etcétera. reiterarse, y si la observación original es correcta se obtendrán
iguales resultados en cualquier otro laboratorio. Con un sen-
ALGUNOS PROBLEMAS ESPECÍFICOS DEL CONDUCTISMO
cillo ensayo se lo puede comprobar.
Si se muestra una serpiente, un ratón o un perro a una
Es dable advertir, pues, que el conductista trabaja como criatura que nunca haya visto estos objetos ni se la haya ate-
cualquier otro hombre de ciencia. Su único objeto es reunir morizado de otra manera, empezará a tocarlo apretujando esta
hechos tocantes a la conducta —verificar sus datos—, someter- o aquella parte. Repítase esta prueba durante diez días hasta
los al examen de la lógica y de la matemática (los instrumentos obtener una razonable seguridad de que la criatura se acer-
propios de todo científico). Lleva al recién nacido a su "nursery" cará siempre al porro, que nunca huirá de él (reacción positiva),
experimental y empieza a plantear problemas: ¿qué hace ahora y de que éste jamás provocará una respuesta de miedo. En
el niño? ¿Cuál es el estímulo que lo induce a comportarse así? estas condiciones, se toma una barra de acero a espaldas del
Encuentra que el estímulo de los cosquilieos en la mejilla pro- niño y se golpea fuertemente. De inmediato aparecerán las
voca la respuesta de hacerle volver la boca hacia el lado es- manifestaciones del miedo. Entonces, pruébese lo siguiente: en
timulado. El estímulo del pezón, la succión. El estímulo de
una vara sobre la palma de la mano, el cierre de la mano; y el momento en que se le enseña el animal, y justamente cuando
si se levanta la vara, la suspensión de todo el cuerpo por ésta empieza a aproximársele, golpéese de nuevo la barra del mismo
y el brazo. Si estimulamos al niño haciendo pasar rápidamente modo. Repítase el experimento tres o cuatro veces. Se mani-
festará un cambio novedoso e importante: ahora, el animal pro-
EL CONDUCTISMO 33
32 J. B. W A T SON
apaciguar el natural antagonismo y aceptar el programa con- cemos en este sentido, podríamos llegar a preguntarnos si es
ductista, por lo menos hasta compenetrarse con mayor pro- posible diferenciar el conductismo de esa ciencia. En realidad,
fundidad de esta ciencia. Entonces notará que ha progresado sólo difiere de la fisiología en el ordenamiento de sus proble-
tanto en el conductismo que las preguntas que ahora formula mas; no en sus principios fundamentales ni en su punto de
se contestarán por sí mismas, de una manera perfectamente vista central. La fisiología se interesa especialmente en el fun-
satisfactoria y científica. A continuación debemos agregar que si cionamiento de las partes del animal: por ejemplo, el sistema
el conductista le interroga qué entiende por los términos sub- digestivo, circulatorio, nervioso, los sistemas secretorios, la me-
jetivos que empleamos habitualmente, caería en un mar cánica de las reacciones nerviosas y musculares. En cambio,
de contradicciones. Inclusive podría convencerle de que lo ig- aunque muy interesado en el funcionamiento de dichas partes,
nora. Los aplicaba sin analizarlos; integraban su tradición social al conductismo le importa intrínsecamente lo que el animal
y literaria. —como un todo— hace desde la mañana hasta la noche y desde
la noche hasta la mañana.
PARA COMPRENDER EL CONDUCTISMO ES NECESARIO COMENZAR POR El interés del conductista en las acciones humanas signi-
LA OBSERVACIÓN DE LA GENTE fica algo más que el del mero espectador: desea controlar las
reacciones del hombre, del mismo modo como en la física los
Este es el punto de partida fundamental del conductismo. hombres de ciencia desean examinar y manejar otros fenómenos
Muy pronto se descubrirá que la autoobservación, además de naturales. Corresponde a la psicología conductista poder anti-
no ser la manera más fácil y natural de estudiar psicología, cipar y fiscalizar la actividad humana. A fin de conseguirlo,
resulta simplemente imposible. Dentro de nosotros mismos sólo debe reunir datos científicos mediante procedimientos experi-
podemos comprobar las formas más elementales de respuesta. mentales. Sólo entonces al conductista experto le será posible
Por el contrario, cuando empezamos a estudiar lo que hace nues- inferir, dados los estímulos, cuál será la reacción; o, dada
tro vecino, advertimos que rápidamente adquirimos experiencia la reacción, cuál ha sido la situación o estímulo que la ha
para clasificar su conducta y crear situaciones (presentar es- provocado.
tímulos) que lo harán comportarse de una manera previsible Examinemos por un momento más de cerca estos dos tér-
para nosotros. minos: estímulo y respuesta.
DEFINICIÓN DE CONDUCTISMO
¿QUE ES UN ESTIMULO?
En el presente, las definiciones no son tan populares como Si, de improviso, dirijo al ojo una luz intensa, la pupila se
lo fueron en otras épocas. La definición de cada ciencia, de la contraerá rápidamente. Si, de improviso, apagara toda la ilu-
física, por ejemplo, necesariamente tendría que incluir la de minación de un cuarto en el que se encuentra una persona,
todas las demás. Esto mismo vale respecto del conductismo. sus pupilas comenzarían a dilatarse. Si, de improviso, a sus
Todo cuanto en la actualidad podemos hacer para definir una espaldas disparara un tiro de pistola, daría un sacudón y pro-
ciencia es, casi, describir un círculo alrededor de aquel sector bablemente volvería la cabeza. Si, de improviso, se soltara
de la ciencia natural que reclamamos de nuestro dominio. sulfito de hidrógeno en un ambiente cerrado, las personas que
El conductismo —según queda entendido a través de nues- estuviesen en él se apresurarían a taparse la nariz y acaso
tra exposición preliminar—, es, pues, una ciencia natural que se también tratarían de huir. Si, de improviso, aumentara en forma
arroga todo el campo de las adaptaciones humanas. Su com- sensible la temperatura de un ambiente, quienes se encontraran
pañera más íntima es la fisiología. En efecto, conforme avan- en él empezarían a desabrocharse el saco y a transpirar. Si,
36 J. B. W A T S O N E L C O N D U C T I S M O 37
de improviso, la hiciera bajar de súbito, provocaría una reacción mámente efectivos. A éstos, hay que agregar todo el sistema
diferente. muscular, los. músculos estriados (por ejemplo, los largos múscu-
Además, en nuestro interior tenemos un campo igualmente los, rojos, de los brazos, piernas y busto) y lisos (por ejem-
vasto en el que los estímulos pueden ejercer su efecto. Por plo, los que participan en la estructura hueca, semejante a un
ejemplo, momentos antes de comer, los músculos del estómago tubo, del estómago, intestinos y vasos sanguíneos). Los múscu-
principian a contraerse y a dilatarse rítmicamente por la caren- los no son, pues, órganos de reacción únicamente, sino también
cia de alimento. En cuanto se lo ingiere, las contracciones cesan. sensoriales. Luego veremos que los dos últimos sistemas ejer-
Tragando un pequeño globo y comunicándolo con un instru- cen enorme influencia en la conducta humana. Muchas de nues-
mento registrador, podemos determinar con facilidad la reacción tras reacciones más íntimas y personales se deben a los estímu-
del estómago a la falta de alimento y la ausencia de reacción los creados por cambios en el tejido de nuestros músculos es-
en presencia del mismo. En el macho, de todos modos, la triados y visceras.
presión de ciertos fluidos (semen) es susceptible de conducir
a la actividad sexual. En el caso de la hembra, la presencia COMO EL APRENDIZAJE MULTIPLICA LOS ESTÍMULOS
de ciertos cuerpos químicos también puede fácilmente provocar
una manifestación sexual explícita. Los músculos de nuestros Uno de los problemas del conductismo es el que cabría
brazos, piernas y busto no sólo están sujetos a los estímulos denominar "la multiplicación continua de los estímulos" a los
procedentes de la sangre; asimismo son estimulados por sus cuales responde el individuo. En verdad, esta cuestión es tan
propias reacciones, o sea: el músculo se encuentra en estado compleja que, a primera vista, podríamos sentirnos tentados a
de constante tensión; cualquier aumento de ésta, verbigracia, dudar de lo aseverado más arriba: que es posible prever la
al realizarse un movimiento, despierta un estímulo y motiva otra reacción. Si se vigila el crecimiento y el desarrollo del ser
reacción en ese músculo o en otro ubicado en alguna parte dis- humano, se observará que si bien gran cantidad de estímulos
tante del cuerpo; cualquier disminución de dicha tensión, como provoca reacciones en el recién nacido, muchos otros no des-
cuando el músculo se relaja, constituye análogamente un piertan ninguna. Sea como fuere, no determinan una reacción
estímulo. igual a la que promueven más tarde. Por ejemplo, no se con-
Comprobamos, pues, que el organismo se halla de continuo sigue mucho enseñando a un infante un lápiz, un papel o la
sometido a la acción de los estímulos —que llegan por la vista, partitura de una sinfonía de Beethoven. En otras palabras,
el oído, la nariz y la boca— los denominados objetos de nuestro antes que ciertos estímulos puedan ejercer su influencia es
medio; al mismo tiempo, también el interior de nuestro cuerpo indispensable que se forme un hábito. Luego trataremos el
se halla en cada instante sometido a la acción de estímulos procedimiento mediante el cual nos es dable lograr que estí-
nacidos de los cambios en los tejidos mismos. ¡Por favor, no mulos comúnmente sin reacciones, las provoquen. El término
se piense que en su interior el cuerpo es distinto o más mis- que de ordinario empleamos para describir este procedimiento
terioso que en su exterior! es "condicionamiento" (conditioning). En el capítulo II habla-
A través del proceso de la evolución humana los seres han remos con mayor extensión de las "reacciones condicionadas".
desarrollado órganos sensoriales — áreas especializadas como Es el condicionamiento, desde la más tierna infancia, lo
los ojos, orejas, nariz, lengua, epidermis y conductos semi- que dificulta tanto al conductista poder anticipar cuál será una
circulares * en las que determinados tipos de estímulos son su- determinada reacción. Por lo regular, la vista de un caballo
no suscita una reacción de miedo, y, sin embargo, en un grupo
* En el capítulo III examinaremos cómo están constituidos los órganos sen-
soriales y cuál es su relación general con el resto del cuerpo.
de 30 a 40 personas casi siempre se encuentra alguna que
caminará una cuadra de más a fin de eludirlo. El estudio del
38 J. B. WATSON EL COND UCTISMO 39
conductismo nunca facultará a sus cultores para denunciar la la excitación sexual, el macho puede hacer cualquier cosa para
existencia de tal estado de cosas con sólo mirar a una persona. capturar una "hembra complaciente. Satisfecha ya la actividad
No obstante, si el conductista advierte esta reacción, es muy sexual, el incansable movimiento de búsqueda concluye. La
fácil para él señalar aproximadamente qué situación de la pri- hembra deja de estimular al macho.
mera infancia del sujeto pudo provocar este tipo de reacción A menudo se ha criticado al conductista el énfasis que
poco frecuente en el adulto. A pesar de lo arduo que resulta pone en la respuesta. A lo que parece, algunos psicólogos
predecir en sus detalles cuáles serán las reacciones, insistimos, creen que el conductista está exclusivamente interesado en re-
en general, en la teoría de que nos es dado anunciar con ante- gistrar ínfimas respuestas musculares. Nada más erróneo. Insisto
lación qué hará nuestro vecino. Es la única base sobre la cual
nos es posible alternar con el prójimo. en que al conductista le importa primordialmente la conducta
del nombre como un todo. Lo vigila de la mañana a la noche
en el desempeño de sus tareas diarias. Si está poniendo ladrillos,
¿QUE ENTIENDE EL. CONDUCTISMO POR RESPUESTA? desearía contar el número que es capaz de colocar en diferentes
condiciones; determinar hasta cuándo podría seguir sin ren-
Hemos puesto ya de relieve que, desde el nacimiento dirse de cansancio; cuánto tiempo emplea para aprender su
hasta la muerte, el organismo es atacado por estímulos en su tarea; la posibilidad de acrecentar su eficacia u obtener que
parte exterior y por estímulos engendrados en el cuerpo mismo. realice idéntica cantidad de trabajo en menor tiempo. En otras
Responde. Se mueve. La respuesta puede ser tan leve que palabras, la contestación que importa al conductista se sintetiza
únicamente sea susceptible de observarla mediante instrumentos. en la sensata solución a este problema: ¿qué está haciendo y
Podrá limitarse a un mero cambio en la respiración, o a un por qué lo está haciendo? Tras esta enunciación, seguramente
aumento o disminución de la presión arterial. Acaso no suscite nadie podrá desvirtuar el programa del conductista hasta el
más que un movimiento del ojo. Empero, las reacciones más punto de permitirse sostener que es un mero fisiólogo del
comúnmente observadas son los movimientos de todo el cuerpo, músculo.
de los brazos, piernas, tronco o combinaciones de todas las
partes movibles. El conductista afirma que todo estímulo efectivo tiene su
Por lo regular, aunque no siempre, la respuesta del orga- respuesta, y que ella es inmediata. Por estímulo efectivo enten-
nismo al estímulo trae aparejada una adaptación. Por adapta- demos el estímulo suficientemente fuerte para vencer la normal
ción sólo entendemos que el organismo, al moverse, altera su resistencia al pase del impulso sensorial desde los órganos de
estado fisiológico de tal manera que el estímulo no provoca ya los sentidos a los músculos. En este punto es preciso no con-
reacciones. Este concepto acaso parezca un tanto complicado, fundirse por lo que suelen decir el psicólogo y el psicoanalista.
pero algunos ejemplos lo aclararán. En la persona hambrienta Si leemos sus exposiciones, cabría suponer que el estímulo
las contracciones del estómago la estimulan a andar incesante- puede aplicarse hoy y provocar su efecto tal vez mañana, o
mente de un lado a otro. Si mientras se mueve sin descanso, quizá en los próximos meses o años. El conductista no cree
divisa manzanas en un árbol, trepa a él de inmediato, las toma en estas concepciones mitológicas. Es cierto que podrá presen-
y empieza a comerlas. Cuando esté harta, las contracciones tarse un estímulo verbal como éste: "Nos encontraremos mañana
cesarán, y aunque a su alrededor cuelguen otras manzanas no a la una en el Ritz para almorzar". La contestación inmediata
las tomará. Otro ejemplo: el aire frío me estimula. Me muevo es: "De acuerdo; no faltaré". Ahora bien, ¿qué sucede luego?
de un lado a otro hasta conseguir resguardarme del viento. Es preferible no intentar aún avanzar sobre este punto difícil,
En campo abierto, quizá podría cavar un hoyo. Una vez gua- pero séanos permitido señalar que en nuestros hábitos ver-
recido, el viento ya no provoca en mí reacción alguna. Bajo bales existe un mecanismo en virtud del cual el estímulo se
4© J. B. WATION EL CONDUCTISMO 41
renueva de momento en momento hasta tanto ocurra la reac- derlas: transpirar, respirar, hacer que nuestro corazón palpite,
ción final: "ir al Ritz al día siguiente a la una". que nuestra digestión se efectúe, que nuestros ojos se dirijan
a una fuente de luz, que las pupilas se contraigan, manifestar
CLASIFICACIÓN GENERAL DE LA RESPUESTA miedo ante un sonido fuerte. Conservemos, pues, como segunda
clasificación: "respuestas aprendidas" — suponiendo que in-
Las dos clasificaciones sensatas de la respuesta son: "ex- cluyen todos nuestros hábitos complicados y todas nuestras
terna" o "interna" —o acaso sean mejores los términos "visi- respuestas condicionadas; y respuestas "no aprendidas", en-
ble" * (explícita) e "implícita". Entendemos por respuestas tendiendo por ellas cuantas ya realizamos en la primera in-
externas o explícitas los actos ordinarios del ser humano: fancia antes que el proceso de condicionamiento y la formación
inclinarse para alzar una pelota de tenis, escribir una carta, de hábitos predominen.
entrar en un auto y comenzar a manejar, cavar un hoyo en la Otra manera, puramente lógica, de clasificar las respuestas
tierra, sentarse a preparar una conferencia, bailar, flirtear con es la de caracterizarlas por el órgano sensorial que las origina.
una mujer, hacerle el amor a la esposa. Para efectuar estas
observaciones no necesitamos instrumentos. Mas las respuestas Así, verbigracia, tenemos una respuesta visual no aprendida
pueden hallarse completamente confinadas en los sistemas — por ejemplo, el pequeño que al nacer dirige la vista a una
musculares y glandulares del interior del cuerpo. Supongamos fuente luminosa. Opuesta a ella, una respuesta visual aprendida:
un niño o una persona mayor con hambre que se encuentra la respuesta a una pieza musical impresa o a una palabra.
de pie, inmóvil delante de una vidriera repleta de confituras. Podría, además, darse una respuesta kinestésica * no aprendida:
La primera observación de quien lo mire, podrá ser: "¡No el infante que reacciona llorando a causa de haber tenido un
hace nada!" o, "simplemente mira las confituras". Un instru- brazo torcido durante un largo rato. Estaríamos frente a una
mento demostraría que sus glándulas salivales secretan, que su respuesta kinestésica aprendida si manipulamos un objeto de-
estómago se -contrae y dilata rítmicamente, y que se están licado en la oscuridad, o caminamos por un laberinto. Asimismo,
produciendo notables cambios en la presión arterial —que las podemos tener una respuesta visceral no aprendida: el llanto
glándulas endocrinas están vertiendo sustancias en el torrente provocado en una criatura de tres días por las contracciones
sanguíneo. Las respuestas internas o implícitas son arduas de del estómago debidas a falta de alimento. Comparémosla con
observar, no porque ellas sean esencialmente distintas de las la respuesta visceral aprendida o condicionada: la visión de
exteriores o explícitas, sino sólo a causa de que están ocultas pasteles en la vidriera de una confitería que le hace agua la
a la mirada. boca a un estudiante hambriento.
Otra clasificación general es la de respuestas aprendidas Esta digresión acerca del estímulo y la respuesta sumi-
y no aprendidas. He mencionado antes el hecho de que la serie nistra una idea del material con que hemos de trabajar en
de estímulos ante los cuales reaccionamos aumenta incesante- psicología conductista y porqué ésta se propone como meta
mente. Merced a su estudio, el conductista ha descubierto que el que dado el estimulo, poder predecir la respuesta o, viendo
la mayoría de los actos que vemos cumplir al adulto son real- qué reacción tiene lugar, injerir cuál es el estímulo que la
mente aprendidos. Solíamos pensar que muchos de ellos eran
"instintivos", es decir, "no aprendidos" — pero ahora nos en- ha provocado.
contramos a punto de desechar la palabra "instinto". Sin em- * Entendemos por kinestésico el sentido muscular. Nuestros músculos están pro-
bargo, llevamos a cabo muchas cosas sin necesidad de apren- vistos de terminaciones nerviosas, las cuales son estimuladas al moverse aquéllos.
Por consiguiente, es el movimiento del propio músculo el estímulo del sentido
"Overt" en el original (T.J. muscular o kinestésico.
42 J. B. W A T S O N
mediante el empleo de instrumentos. Nuestras observaciones de en verdad, reacciones que no perturben su tradicional orden de
sus actos son siempre más o menos casuales. cosas (reconocido y estatuido).
Por ejemplo, tomemos una simple observación sin con- Por otro lado, el observador provisto de sentido común,
trolar. Una madre duerme en una silla. Le hablamos, pero no se suele operar en dirección contraria. El individuo está haciendo
obtiene respuesta. Hacemos que afuera en el patio el perro ladre algo —reaccionando—, comportándose. A fin de que sus mé-
débilmente; tampoco se logra una respuesta. Entonces nos diri- todos resulten socialmente eficaces, para poder reproducir esta
gimos al dormitorio del niño y provocamos su llanto. En seguida reacción (y acaso asimismo en otro individuo), intenta el ob-
la madre de un salto se incorpora de la silla y corre al cuarto servador precisar qué situación ha causado esta particular
del niño. reacción.
Otro ejemplo parecido. Mi perro, un airedale, duerme a
mis pies. ¿Qué ocurre si hago crujir el diario? Sólo un cambio OBSERVACIÓN BAJO CONTROL EXPERIMENTAL
en la respiración. ¿Si tiro al suelo un cuaderno? Otro cambio
en la respiración — un pulso acelerado y un leve movimiento En las observaciones hasta aquí elegidas, no ha entrado
de la cola y de la pata. Me pongo de pie sin tocarlo: inme- cuestión alguna de experimentación o técnica. Observaciones y
diatamente el perro se levanta de un salto, listo para jugar, conclusiones han carecido de precisión científica. Tomemos otro
pelear o comer. ejemplo de conducta, de mayor complejidad — una conducta
En ambos casos, a fin de descubrir cómo lograría que se sólo comprensible después de sometida al control experimental.
condujesen de cierta manera, empecé por utilizar estímulos Observemos cualquier grupo de hombres y mujeres que bos-
—objetos— que se encontraban en el ambiente de mis sujetos. tezan y luchan contra el sueño en una abigarrada sala de con-
La raza humana existe desde hace cientos de miles de ferencias. ¿Por qué se tornan soñolientos? ¿Será aburrida la
años; durante ese tiempo, hemos conseguido recoger gran disertación? ¿O pobre la ventilación? La antigua teoría solía
número de datos sobre el efecto que diversos estímulos pro- expresarse más o menos así: "En una sala apiñada de público,
ducen en la conducta humana. Mucho de este material se ha el oxígeno se consume rápidamente, produciendo la formación
reunido —con seguridad sin mediar análisis crítico— por de un exceso de bióxido de carbono en el aire que respiramos;
haberse observado la frecuente repetición de un mismo suceso. el bióxido de carbono es malo, provoca el bostezo, el sopor,
Juntamos estas observaciones y obtuvimos ciertas conclusiones. y, si aumenta mucho, hasta puede matarnos". Pero supon-
Buena parte de nuestros datos acerca de la forma en que los gamos que no hallamos satisfactoria esta explicación y empe-
seres humanos viven en sociedad, se han alcanzado de esa cemos a hacer experimentos. Colocamos los sujetos en un am-
manera: sin fiscalización experimental. Exactos o falsos, son los biente cerrado hasta que la tensión de C0 2 sea considera-
únicos datos de que disponemos referentes a la sociedad. Por blemente superior a la de un teatro colmado de público: los
ellos nos guiamos en el control de la conducta ajena. sujetos se ponen soñolientos. Luego bombeamos nuevo oxígeno
en el ambiente: siguen con sueño. Cuando damos movimiento a
Se aumenta los salarios de nuestros empleados; se les un ventilador y cambiamos y refrescamos el aire, el sueño des-
ofrece bonificaciones y vivienda por un alquiler nominal que aparece. Conclusión: bostezamos y sentimos sueño porque la
les permita contraer matrimonio; se instalan baños, campos de temperatura va en ascenso alrededor de nuestro .cuerpo — par-
juego. Manipulamos estímulos constantemente, manejándolos en ticularmente en los espacios de aire en reposo entre la piel y
acción combinada frente al ser humano a objeto de determinar la ropa; el aumento de tensión C0 2 si bien puede ser real,
qué reacción provocarán; confiando que estará "de acuerdo con nada tiene que ver con la reacción. El método científico nos
el progreso", será "deseable", "buena". (Y, por "deseable", ha permitido no sólo identificar el estímulo causante de la
"bueno", "de acuerdo con el progreso", la sociedad entiende,
46 EL CONDUCTISMO 47
J. B. WATSON
reacción, sino también controlar con eficacia la reacción, remo- Por el momento, el simple estímulo visual de una luz roja no
viendo o modificando el estímulo. provoca el retiro de la mano. Tampoco la luz roja puede causar
reacción alguna- (cualquier reacción que provoque se deberá
a un condicionamiento anterior). Pero, si muestro la luz roja
NATURALEZA GENERAL DE LOS PROBLEMAS PSICOLÓGICOS
Y SUS SOLUCIONES
y luego, de inmediato o poco después, estimulo la mano de mi
sujeto con la corriente eléctrica y repito el procedimiento
Cabe plantear todos nuestros problemas psicológicos y sus suficiente número de veces, la luz roja provocará incontinenti
respectivas soluciones en términos de estímulo y respuesta. el retiro de la mano. La luz roja (E) se convierte ahora en un
Empleemos la abreviación E para estímulo (stimulus) (o la estímulo sustituto: provocará R cuantas veces estimule al sujeto
más compleja "situación") y R para respuesta. Podemos es- en esta forma. Algo sucedió para que se produjera este cambio,
quematizar nuestro problema de la manera siguiente: al cual —conforme se indicó—, se denomina condicionamiento
— la reacción permanece la misma, pero hemos aumentado el
E R número de estímulos susceptibles de despertarla. A fin de ex-
Dado (A determinar) presar el nuevo estado de cosas, describimos este cambio
E R hablando (no muy propiamente) de estímulo condicionado.
(A determinar) (Dada) Conviene recordar empero que cuando hablamos de estímulos
condicionados y de respuestas condicionadas, entendemos que
El problema se resuelve cuando: lo condicionado es el organismo todo.
E R Frente al estímulo condicionado tenemos el incondicionado.
Ha sido determinado Ha sido determinada Ciertos estímulos provocarán respuestas definidas desde el na-
cimiento. Presentemos unos pocos ejemplos de estímulos in-
SUSTITUCIÓN O CONDICIONAMIENTO DE ESTÍMULOS condicionados:
que provoca en nosotros una respuesta. Nunca se ha podido Algo ha sucedido. Ayer tarde, mientras jugaba, el perro lo
precisar el número total de los estímulos condicionados e in- mordió demasiado fuerte — le desgarró la piel haciéndole
condicionados a los cuales podemos responder. sangrar. Sabemos que:
No es posible apreciar en toda su importancia la susti-
tución o condicionamiento del estímulo: acrecienta enormemente E R
Cortar, quemar Retiro del cuerpo,
la cantidad de cosas que provocan respuestas. De acuerdo con la piel gritos
lo que hasta el presente sabemos (falta una real evidencia
experimental), nos es dable tomar cualquier estímulo que des- En otras palabras, mientras el estímulo visual perro continúa
encadena una reacción "standard" y sustituirlo por otro. siendo sustancialmente el mismo, presentóse una reacción co-
Volvamos por un instante a nuestra fórmula: rrespondiente a otro estímulo incondicionado (cortar, pinchar
E R la piel) *.
El condicionamiento de respuestas es tan importante como
Es obvio que si determinamos E, debemos establecer si es un el de los estímulos. Inclusive tiene mayor alcance social. Mu-
estímulo "I" (incondicionado) o "C" (condicionado). El ex- chos de nosotros estamos rodeados de situaciones fijas e
perimento enseña, según hemos expuesto arriba, que la pre- inmutables: verbigracia, el tipo de hogar donde vivimos, pa-
sencia de una gota de ácido en la boca provoca en el sujeto, rientes a quienes debemos halagar y tratar gentilmente, esposas
ya desde su nacimiento, secreción salival: es un ejemplo de "que no comprenden", apetitos sexuales ineludibles (el matri-
estímulo congénito o incondicionado. La visión de un humeante monio con una persona inválida o insana), deformaciones físicas
pastel de cerezas, que también provoca la actividad de las (estados permanentes de inferioridad), etc. Las reacciones a
glándulas salivales, constituye un caso de estímulo visual con- los estímulos permanentes a menudo son abortivas, inadecuadas
dicionado. El ruido de los leves pasos de la madre, que hace
cesar el llanto del hijo, lo es de estímulo auditivo condicionado. para la adaptación; arruinan nuestra constitución y son sus-
ceptibles de convertirnos en psicópatas. El hecho de que dis-
tintas reacciones puedan condicionarse —a las que ADOLPH
SUSTITUCIÓN DE LA RESPUESTA MEYER define como reacciones sustituías— constituye una
verdadera esperanza, si no para la nuestra, para las genera-
¿Podemos sustituir o condicionar una respuesta? El ex- ciones futuras. A este proceso suele denominárselo "sublima-
perimento nos muestra que el proceso de sustitución o condi- ción". No se ha precisado aún sobre bases fisiológicas si la
cionamiento de una respuesta tiene lugar en todos los animales
toda la vida. Ayer un perrito provocó en un niño de dos actividad condicionada, sustituida o sublimada, es tan adecuada
años de edad las respuestas siguientes: mimos, palabras cari- para la adaptación permanente como la incondicionada. A juzgar
ñosas, juegos y risas. por la corta duración de muchas de las "curas" psicoanalíticas,
cabría suponer que las reacciones sustituías, por lo menos
E R en el campo sexual, no se adecúan al organismo en forma
Vista del perro Manipuleo, risas permanente.
Hoy el mismo animal provoca:
E R * Desde el punto de vista del laboratorio, no existe realmente fundamental
Vista del perro Gritos, retiro del cuerpo diferencia entre un estimulo condicionado y una respuesta condicionada.
50 J. B. WATSON E L CONDUCTISMO 51
¿PODEMOS ESTABLECER RESPUESTAS TOTALMENTE NUEVAS? bida muchas veces. Estas reacciones parciales están presentes
en su equipo de actos incondicionados o no aprendidos. Ellos
Ciertamente, desde la infancia no se vuelve a encontrar son: 1) caminar o correr hacia la puerta; 2) levantar la cabeza
nuevas vías nerviosas en la estructura cerebral. Las conexiones —acto que si se realiza en determinado momento conseguirá
nerviosas se hallan completamente establecidas al nacer. No levantar la tranca; 3) tirar de la puerta con las uñas; 4) trepar
obstante, el número de las reacciones incondicionadas, no sobre el umbral en procura del alimento. De las numerosas
aprendidas, es demasiado reducido como para tenerlo presente respuestas incondicionadas manifestadas por la rata, sólo cuatro
en el caso del adulto. Sin embargo, permítasenos llamar la son necesarias — si le damos tiempo, logrará siempre acci-
atención acerca del hecho de que existen miles de respuestas dentalmente la solución. Mas, para resolver el problema con
no aprendidas e incondicionadas, como los movimientos de los eficacia, estas cuatro reacciones deben ser espaciadas y opor-
dedos y de los brazos, de los ojos, de los dedos de los pies, tunas, articuladas o integradas. Cuando la integración, articu-
y de las piernas, que escapan por completo a la mirada del lación o condicionamiento se completa, todas las otras respuestas,
observador no ejercitado. Estos son los elementos con los cuales excepto 1 - 2 - 3 - 4 , desaparecen. Hablaríamos correctamente si
se integrarán nuestras respuestas organizadas, aprendidas, dijéramos que tal respuesta 1 - 2 - 3 - 4 constituye una res-
evidentemente por el proceso de condicionamiento. Estas res- puesta nueva y condicionada. Este proceso es lo que general-
puestas simples, incondicionadas, embriológicas, en virtud de mente denominamos formación del hábito.
la presentación de estímulos apropiados (la sociedad lo hace La mayoría de nosotros ha estudiado la formación del
por nosotros), pueden agruparse e integrarse en respuestas hábito; por lo menos, creemos saber mucho al respecto. Pero,
condicionadas complejas, o hábitos, como el tenis, la esgrima, aunque estuviéramos al tanto de cuantos datos se han acumu-
la fabricación de zapatos, las reacciones maternas, las religio- lado, difícilmente podríamos elaborar una teoría consistente
sas, etc. Estas respuestas complejas son, por consiguiente, acerca de cómo se forman los mismos. En este campo, intros-
integraciones. El organismo comienza su vida con más res- pectistas y conductistas han trabajado en masse, diríamos, a
puestas elementales de las que necesita. Por numerosos que fin de establecer varias cuestiones de hecho: tales como los
parezcan sus complicados actos organizados, se utilizan rela- factores que contribuyen a la rapidez en la formación y exac-
tivamente pocos de sus vastos recursos. titud de los hábitos y a su permanencia; el efecto de formar
A fin de obtener ejemplos de grupos de respuestas con- simultáneamente dos o más hábitos; su transferencia, etc. Em-
dicionadas, aunque difusas y muy dispersas, ante un estímulo, pero, ningún investigador ha planteado sus problemas expe-
que se transforman luego en un grupo limitado de respuestas rimentales de una manera que posibilitase construir con sus
condicionadas (o hábitos), recurramos a la rata blanca. La datos una teoría-guía de la formación del hábito.
hemos dejado sin alimento durante 24 horas. Pusimos su ración Tampoco ha sido resuelta todavía la relación entre lo que
en una jaula experimental de alambre que se abre levantando de ordinario llamamos formación del hábito y el condiciona-
una tranca antigua de madera. La rata nunca se ha encontrado miento de los estímulos y las respuestas. Personalmente, pensa-
en una situación semejante. Supongamos por hipótesis que mos que hay pocas novedades en lo referente a la formación del
todas sus primeras reacciones son innatas y no aprendidas (lo hábito, pero quizá estemos simplificando con exceso la cuestión.
cual seguramente no es cierto). ¿Qué hace? Corre alrededor, Cuando enseñamos al animal o al ser humano a dirigirse hacia
muerde los alambres, introduce el hocico entre las mallas, tira una luz roja y no hacia una verde, a mantenerse en el camino
hacia sí la comida, clava las uñas en la puerta móvil, levanta acertado y a no meterse en un callejón sin salida, o a abrir
la cabeza y husmea la jaula. Obsérvese que cada reacción una de las mencionadas jaulas experimentales, creemos que so-
parcial necesaria a fin de solucionar el problema ha sido exhi- lamente establecemos una respuesta condicionada — el estímulo
52 J. B. W A T S O N
EL CONDUCTISMO 53
permanece constante. Estamos trabajando con el propósito de
conseguir una reacción "nueva" o condicionada. Sin embargo, método puede apreciarse con mayor claridad. El psicólogo ruso
PAVLOV y sus discípulos, fueron los principales investigadores
en los casos en que existe una necesidad social o experimental
de mantener constante la reacción, pero de cambiar el estímulo, en este terreno *.
según acontece cuando durante largo tiempo un individuo Recuérdese por un momento que podemos reaccionar me-
experimenta reacciones amorosas por una mujer que no le diante dos diferentes tipos de tejidos: 1) nuestras glándulas, y
corresponde (arriesgando así toda su estructura vital), es me- 2) nuestros músculos, estriados y viscerales. (Ver pág. 36).
nester una sustitución de estímulo (una transferencia, según La salival es la glándula que usualmente se elige para las
definen los psicoanalistas). Si la sustitución se efectúa, tenemos experiencias. Según el Dr. G. V. ANREP, antiguo discípulo de
un ejemplo de estímulo condicionado. PAVLOV, dicha glándula es un órgano simple, no compuesto
Si bien nuestros estudios relativos a la formación del hábito como el sistema muscular. Por otra parte, es mucho más inde-
en ambos campos, humano y animal, han carecido de guía pendiente del cuerpo y su actividad puede graduarse con mayor
teórica, gracias a ellos ha sido dable obtener abundante y va- facilidad que la de los músculos.
liosa información para la psicología. En efecto, cabe considerar Conforme se ha dicho, el estímulo primario o incondicio-
la prosecución de los trabajos tocantes a "la formación del nado que provoca una reacción salival es algún alimento o
hábito", como la principal preocupación del psicólogo hasta la sustancia acida introducida en la boca:
muy reciente introducción de los métodos del reflejo condi- E R
cionado. Esta teoría provocó una revisión del problema total Alimento, ácido Flujo salival
y una reorganización de todo nuestro programa experimental.
Hemos de postergar para otro capítulo una más amplia El problema consiste ahora en tomar algún otro estímulo
discusión de la "formación del hábito" propiamente dicha, y que no provoque el flujo salival —en realidad no debe pro-
continuar aquí con el trabajo experimental efectuado con los vocar en el perro ninguna reacción general marcada— y tratar
"reflejos condicionados". Puede notarse que, en su mayor parte, de conseguir que provoque la respuesta salival. El experimento
atañe realmente a las sustituciones del estímulo y no a las de demuestra que los estímulos visuales, como, verbigracia, discos
la reacción. Es más bien escaso el realizado sobre este último coloreados, formas geométricas, ruidos y sonidos simples, con-
punto. El trabajo práctico de los psiquiatras y de los analistas tactos de cuerpos, no son capaces de provocar respuestas sali-
ha sido en buena medida de igual carácter. La inhibición de la vales. Sin embargo, todos ellos pueden condicionarse. Prime-
respuesta (por condicionamiento) es otra cuestión de idéntica ramente se le practica al perro una sencilla incisión en forma
importancia, pero a este respecto disponemos de pocos datos de fístula en el conducto de la parótida — o sea una pequeña
experimentales sobre sujetos humanos. abertura que vaya de la glándula hasta la superficie externa
en la mejilla, y en esta salida se asegura un pequeño tubo.
MÉTODO DEL REFLEJO CONDICIONADO. SUSTITUCIÓN DEL ESTIMULO
Así, las gotas de saliva que provengan de la glándula, en
EN LAS REACCIONES GLANDULARES lugar de llegar a la boca pasan ahora por un tubo externo.
Se conecta este tubo con un aparato que automáticamente
Los estudios de laboratorio acerca de la sustitución del registra el número de gotas que fluyen de la glándula. Se aisla
estímulo han progresado más en el campo animal que en el al animal del experimentador y de todo estímulo: auditivo,
campo humano. Puede que valga la pena revisar algunos de ellos.
Las investigaciones sobre reflejos condicionados se iniciaron * La reciente publicación de PAVLOV, "Lectures on Conditioned Reflexes" (Lec-
sobre perros, forma en la cual la exactitud experimental del ciones sobre los reflejos condicionados), nos brinda una exposición completa del
trabajo cumplido en su laboratorio.
EL CONDUCTISMO 55
54 J. B. WAT SON
olfatorio, visual o cualquier otro no controlado por aquél. La Por lo tanto, estamos ante un ejemplo de sustitución
aplicación de ambos estímulos, incondicionado y condicionado, completa del estímulo. La magnitud de la reacción que sigue
se realiza en forma automática desde fuera del ambiente donde al estímulo condicionado es igual a la provocada por el incon-
se encuentra el animal. Su observación se lleva a cabo mediante dicionado, dentro de los límites del error experimental.
un periscopio. Aplicando este simple procedimiento, nos es dado probar
Se ha comprobado que es factible sustituir a voluntad el toda la serie de estímulos a los cuales responde un animal.
alimento o el ácido por cualquier otro estímulo y obtener la Verbigracia, supongamos ahora que tenemos un animal condi-
respuesta salival siempre que apliquemos el estímulo (C) al cionado de modo que la luz de cualquier amplitud de onda
mismo tiempo que el alimento o el estímulo ácido (I); en rea- provoque la respuesta salival. Luego de condicionarlo, intenta-
lidad, asimismo podemos aplicar el estímulo C antes del es- mos descubrir si es sensible a ondas de menor amplitud que
tímulo /. Empero, evidentemente, si el estímulo / es aplicado las que afectan al ojo humano. Empezamos con la luz verde
primero, el condicionamiento no tiene lugar. Por ejemplo, del espectro y seguimos acrecentando en forma gradual la am-
KRESTOVNIKOV experimentó durante un año administrando antes
plitud de las ondas del estímulo luz, hasta tanto la reacción no
el estímulo /; el estímulo C lo aplicaba sólo breves segundos se produzca. Ello nos da la extensión del campo de sensibili-
más tarde, sin poder establecer nunca la reacción. Cuando el dad del animal en la mayor amplitud de onda. Despertamos
estímulo C precede al estímulo /, el condicionamiento se pro- otra vez la reacción ante la luz verde, y progresivamente vamos
duce luego de 20 a 30 aplicaciones combinadas. El intervalo acortando la longitud de onda, hasta que la reacción desaparez-
de tiempo entre la administración de C y la de /, puede variar ca; esto nos permite establecer su capacidad de percepción en
desde pocos segundos hasta cinco o más minutos. las más cortas longitudes de onda. Cabe aplicar el mismo mé-
todo al aspecto auditivo. Ciertos investigadores han encon-
Supongamos que, en un señalado caso, buscamos condi- trado que el perro reacciona ante sonidos de mucho mayor fre-
cionar un estímulo táctil para que provoque una respuesta cuencia de vibración que el ser humano. Sin embargo, el hom-
salival. Estimulamos táctilmente al animal en un punto sobre bre y el perro nunca han sido sometidos a un experimento en
el muslo izquierdo durante 4 segundos, y luego de una pausa idénticas condiciones.
de otros 4 ó 5 segundos, suministramos el estímulo incondi-
cionado, carne pulverizada y galleta para perros (I). Repetimos
la experiencia aproximadamente durante dos meses, reprodu- RESPUESTAS GLANDULARES DIFERENCIALES
ciendo el estímulo de cuatro a diez veces diarias, con un inter-
valo de 7 a 45 minutos después de cada aplicación. La susti- Con procedimientos ligeramente distintos nos es factible
tución del estímulo entonces se habrá completado y el estímulo establecer las llamadas respuestas diferenciales. Demos por su-
táctil (C) provocará el mismo número de gotas de saliva que puesto que hemos condicionado al perro con un determinado
la carne pulverizada y la galleta para perros (I). tono "A", hasta producir la respuesta salival en la misma for-
Mediante este sencillo procedimiento, hemos ampliado la ma que la carne pulverizada. Cualquier otro tono "B" provo-
serie de estímulos ante los cuales el perro puede reaccionar cará, desde un principio, una respuesta salival (irradiación).
de una manera determinada. En vez de nuestra fórmula ante- ¿No es posible cambiar y conformar el sistema de reacción del
rior, ahora leeremos: perro de suerte que no reaccione frente al estímulo "B", sino
únicamente ante "A"? Sí, dentro de los límites de la habilidad
E R del perro para responder a diferencias de tono (lo cual es un
C a r n e pulverizada y Por ejemplo, 60 gotas tanto dudoso). ANREP sostiene que existe la respuesta diferen-
galleta para perros de 0.01 cm3 en 30 cial a una mínima diversidad de tono. JOHNSON, experimentan-
Estímulo táctil sobre segundos
el muslo izquierdo
EL CONDUCTISMO 57
56 J. B. WAT SON
do con otros métodos, no halla respuesta diferencial ante cam- vamos un notable aumento en el número de las gotas
bios de tono. Cuando, por ejemplo, experimentamos con reac- salivales secretadas.
ciones diferenciales a estímulos sonoros, procedemos a "fijar" 5) Las respuestas condicionadas pueden extinguir-
o circunscribir el estímulo "A" más estrechamente, suministran- se (PAVLOV sostiene que nunca desaparecen en forma
do el alimento cada vez que vibra el tono "A", y suprimiéndolo definitiva) . La falta del ejercicio las extingue. Lo mis-
cuando vibra el " B " . Muy pronto "A" provocará la secreción mo ocurre mediante la repetición continuada del estí-
salival completa, en tanto que "B" no provocará en absoluto mulo. La "fatiga" no es la causa de su extinción; en
reacción alguna. el caso del perro condicionado separadamente al sonido
Este método es aplicable de igual modo en todo el campo y al color, si se suprime el estímulo óptico, el auditivo
sensorial. Nos es dable contestar a las cuestiones: ¿Con cuánta provocará la respuesta en toda su intensidad.
exactitud puede reaccionar el perro ante los ruidos, ante diver-
sas diferencias en la longitud de ondas, ante los olores? SUSTITUCIÓN DEL ESTIMULO EN LAS REACCIONES SALIVALES HUMANAS
Algunos de los hechos generales resumidos por ANREP,
en lo atinente al estudio de los reflejos salivales en los perros, En la pág. 53 apunté que para experimentar con reaccio-
pueden enumerarse así: nes salivales sobre perros era menester recurrir a una sencilla
operación. Esto, naturalmente, no se puede hacer con los seres
1) Las respuestas condicionadas, como todos los humanos (salvo en caso de accidentes). Sin embargo, el doc-
otros hábitos, son más o menos temporales e inesta- tor K. S. LASHLEY ha perfeccionado un pequeño instrumento
bles. Después de un período en que no se hayan prac- que da igual resultado. Consiste en un pequeño disco de plata
ticado, cesan, desaparecen. No obstante, pueden ser de diámetro aproximado de una moneda de 5 centavos y de
prontamente restablecidas. En un caso observado, se un espesor de y8", acanalado en una cara, formando así dos
exploró el reflejo salival de un perro después de un lapso cámaras no comunicantes. Cada cámara está provista de un
de dos años. El reflejo condicionado subsistía, pero no tubito delgado de plata que sale de la misma. La cámara cen-
era invariable. Tras de reforzárselo, quedó completa- tral se coloca sobre la abertura minúscula donde la glándula
mente restablecido. se asoma a la superficie interior de la mejilla. El tubo deri-
2) El estímulo sustituto puede fijarse y especifi- vado de esta cámara lleva a un pequeño aspirador que crea un
carse. Ningún otro estímulo de su categoría provoca- vacío parcial en ella. Esto sirve para que todo el disco se adhie-
rá, después, el mismo reflejo. Si se condiciona un pe- ra fuertemente a la superficie interna de la mejilla. Todo el
rro con un metrónomo, ningún otro ruido suscitará aparato, llamado "sialómetro" (registrador de saliva), es mu-
igual respuesta. cho más cómodo de lo que cabría imaginar por esta descripción.
3) La magnitud de la respuesta depende de la in- Es posible comer y dormir con el aparato puesto.
tensidad del estímulo. Auméntese el estímulo y se ob- Como en el perro, sustancias alimentarias o ácidos (I) pro-
tendrá un aumento en la respuesta. Y, si un estímulo vocan en el hombre una respuesta salival:
continuado —un ruido o un tono— es interrumpido, tie- E R
ne idéntico efecto que el aumento del estímulo: aumen- Alimento, ácido Secreción de flujo
tará la intensidad de la respuesta. salival
4) Existe un marcado efecto adicional. Si se con-
diciona un perro al sonido y al color separadamente, Al igual que en los perros, los estímulos pueden sustituir-
cuando se aplican los estímulos simultáneamente obser- se en los seres humanos. El estímulo visual de un cuenta-
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gotas no provocará el flujo salival desde un principio; pero, chas lágrimas del infante, del fanático del teatro, del criminal
si el sujeto observa cómo se coloca la pipeta en una solución y del inválido' simulador sean típicos ejemplos de este condicio-
de ácido y luego se le aplica la solución sobre la lengua, la namiento. Las glándulas de la piel también pueden ofrecer in-
vista de la pipeta pronto llegará a provocarlo. Ahora, tenemos: teresantes perspectivas experimentales.
E R Ignoramos si es posible condicionar las glándulas de se-
Alimento, ácido o Flujo salival creción interna, la tiroides, las suprarrenales, la pineal y otras.
visión de la pipeta Pero las reacciones emocionales pueden condicionarse, lo cual
involucra el cuerpo entero. Si es así, evidentemente las glán-
De esta manera, hemos condicionado a nuestro sujeto. Aquí dulas de secreción interna deben seguir la serie y desempeñar
también, hemos ampliado, en el terreno humano, la serie de su propio papel. Y tenemos pruebas suficientes para afirmarlo.
estímulos que provocan una reacción salival. Es evidente que En las reacciones emocionales condicionadas, ambas glándulas,
el condicionamiento de la glándula salival humana se produce suprarrenales y tiroides, parecen cambiar su ritmo funcional.
durante la vida en una escala considerable; buen ejemplo de
ello es el hacerse agua la boca del niño o del adulto a la vista
de manjares sabrosos. Mientras no se realicen pruebas experi- SUSTITUCIÓN DE ESTÍMULOS EN REACCIONES MOTORAS DE LOS
MÚSCULOS ESTRIADOS Y LISOS
mentales, no será dable observar estas reacciones condicionadas.
No se trata de "asociación de ideas": el sujeto no puede "in- Las reacciones de los músculos estriados. — BECHTEREW,
troinspeccionarse" acerca de ellas; tampoco puede decir si están
presentes o no. ¿Nos es permisible llamar la atención de ustedes otro fisiólogo ruso, y sus discípulos, nos han enseñado que
sobre el hecho de que esta glándula no se halla bajo el deno- los estímulos que provocan respuestas de los músculos estriados
minado control "volitivo", o sea, que no es posible "querer" de los brazos, piernas, busto y dedos, pueden ser sustituidos
hacerla secretar o "querer" detener su secreción? de manera similar. Una de las formas más simples para obtener
una respuesta incondicionada mediante un estímulo incondi-
cionado, consiste en aplicar un estímulo cortante o contundente.
¿PUEDEN CONDICIONARSE OTRAS GLÁNDULAS? El choque eléctrico constituye igualmente un estímulo adecuado.
Nuestra fórmula originaria diría:
En virtud del trabajo realizado por PAVLOV y sus discípulos,
sabemos a ciencia cierta que las glándulas del estómago y otras E R
glándulas viscerales pueden condicionarse en la misma medida Cortar, golpear, que- Retiro del brazo, pier-
mar, choque eléctrico na, dedo
que las salivales. Otros han demostrado que tales glándulas
pueden asimismo ser condicionadas en el ser humano. No con- Si el pie descansa sobre un disco eléctrico, será sacudido cada
tamos con trabajo experimental alguno relativo a la sustitución vez que se dé paso a la corriente. Sobre un cilindro tiznado po-
del estímulo en otras glándulas de secreción externa. Tenemos demos registrar este movimiento de la pierna o del pie; y lo
motivos para creer que puede condicionarse la micción y el mismo es factible hacer con cada administración de la corriente
orgasmo en el macho, pero a ello nos referiremos luego (pá- eléctrica.
gina 59), al tratar la probabilidad de reacciones musculares Según se ha demostrado, los objetos comunes, visuales y
condicionadas. auditivos, no suscitan este rápido reflejo del pie. El ruido de
La otra glándula de secreción externa, fácilmente accesible un zumbador eléctrico, verbigracia, no provocará absolutamente
a la experimentación (pero, que nosotros sepamos, todavía sin nada. Pero estimulemos al sujeto en forma simultánea con el
experimentarse) es la glándula lacrimal. Probablemente, mu- zumbador y con las sacudidas eléctricas, 24 ó 30 veces (más
60 EL CONDUCTISMO 61
J. B. W A T S O N
en algunos sujetos) y por sí solo el zumbador dará como miles de ruidos sin que ninguno provoque la respuesta de correr
respuesta el retiro del pie. Nuevamente hemos ampliado aquí la hacia el niño; mas, si el propio niño se agita o meramente
serie de las situaciones que provocarán la reacción. Nuestra murmura, incorpórase de un salto. Un estímulo auditivo puede
fórmula es ahora la que sigue: ser tan enérgicamente fijado —por ejemplo, el "do" medio
(256 d. v.)— que todo otro tono una fracción mayor o menor
E R no produzca respuesta.
Sacudida eléctrica Retiro del pie En reacciones de los músculos Usos. — Se han llevado a
o zumbador
cabo numerosos experimentos sobre el condicionamiento del te-
H. CASON ha demostrado que en el parpadeo hay sustitu- jido muscular liso. Los músculos circulares lisos del estómago
ción de estímulos. La fórmula no aprendida o no condicionada comienzan a contraerse rítmicamente cuando éste no contiene
es la que se indica: ya alimento. Las llamadas contracciones de hambre constituyen
los más poderosos estímulos generales conocidos. Suscitan
E R reacciones generales del cuerpo, por lo corriente llamadas ex-
1) Luz viva Parpadeo rápido ploratorias. Una vez que el individuo ha obtenido e ingerido
2) Acercamiento rápi- (Uno de los más rápi- el alimento, las contracciones terminan. Es perfectamente po-
do de objetos a los dos reflejos humanos)
•ojos sible cambiar el ritmo de estas reacciones y hacerlas depender
3) Irritación de la cór-
de nuestras horas regulares de comida. El niño bien criado, que
nea o conjuntiva se alimenta cada tres horas, se despierta no bien se cumple ese
del ojo intervalo entre una y otra comida y empieza a agitarse o a llorar.
4) Daño del párpado Modifiqúese el intervalo por uno de cuatro horas y luego de
mismo (Corte, sa- pocos días el niño despertará de inmediato al cabo de la cuarta
cudida eléctrica) hora.
El ruido de un manipulador telegráfico, o el leve golpe Uno de los trabajos experimentales de mayor interés reali-
de un "relay", no provocarán el parpadeo, pero si al párpado zados en este campo se debe a CASON, quien estudió los reflejos
se le aplica una sacudida eléctrica, justamente cuando el reso- pupilares. En el ojo hay dos series de fibras musculares lisas.
nador telegráfico o el "relay" producen ruido, la sustitución Cuando la serie radial se contrae, la pupila se dilata. Cuando
se cumplirá muy rápidamente. Es de interés verificar cómo el la serie circular o esfínter se contrae, la pupila se achica. La
estímulo sustituto determina un parpadeo mucho más rápido fórmula incondicionada es:
que el estímulo incondicionado. (I) E (I) R
Fácil es captar cuan útil resulta este método para enseñar- Aumento de la intensi- Cierre de la pupila
nos a comprender el carácter del ser humano *. Al igual que dad d e la luz
Dilatación de la
en el campo glandular, también aquí podemos "fijar" un estí- Disminución de la in- pupila
mulo dado, sonido, ruido, visión u olor, de tal manera que sola- tensidad de la luz
mente este estímulo particular provoque la reacción. Según Aquí la sustitución del estímulo tiene lugar como en los otros
vimos antes, alrededor de la madre adormecida se producen reflejos. Estimulando al sujeto con una campanilla eléctrica o
* En la vida diaria hemos observado muchas veces cómo un contacto accidental un zumbador, y aumentando o disminuyendo simultáneamente
con una plancha eléctrica caliente o un radiador condiciona a un niño (sustitución la intensidad de la luz que incide sobre la retina, queda por
del estímulo táctil —destructor del tejido— por el estímulo visual) después de una último condicionado de tal suerte que el estímulo sonoro pro-
estimulación simultánea. Desde la primera infancia quedamos influidos por este vocará por sí la dilatación o contracción de la pupila.
condicionamiento fortuito.
62 J. B. WATSON E L C O N D U C T I S M O 63
decía de la manía de los tests. Se multiplicaban como hongos, entre ambos tipos de procedimiento, mas unos pocos ejemplos
sólo para florecer efímeramente y ser luego reformados por lo aclararán.. En primer lugar, todos admitiremos que en la
otros experimentadores. Los últimos años han sido testigos de actualidad la experimentación social se realiza con un ritmo
la progresiva eliminación de muchos de ellos y del desarrollo muy acelerado, tanto que alarma a los espíritus cómodos y
gradual y amplia aceptación de unos pocos. convencionales. La guerra constituye un ejemplo del experi-
En su elaboración se emplearon cientos de miles de niños mento social a que se refiere el procedimiento 1. Nadie puede
y adultos. No deja de ser admirable la paciencia y constancia pronosticar qué cambios se producirán cuando una nación entra
de sus creadores. El principal objetivo que inspiraba todas en conflicto bélico. Es un manejo ciego de estímulos, tanto
estas pruebas, era el de encontrar un cartabón que posibilitase como la experimentación del niño que derriba su casa de cubos,
clasificar masas de individuos con arreglo al nivel de capacidad, trabajosa y pacientemente construida.
edad, etc.; descubrir deficiencias y aptitudes especiales, diferen- La Ley seca de los EE. UU. no fué sino un reajuste de
cias raciales y sexuales. situación efectuado a ciegas. La cantina había traído una serie
Acerca de los tests han surgido dos ideas un tanto pere- de actos condenados por la sociedad. Los individuos conven-
grinas: 1) se ha afirmado que existe algo así como una inteli- cionales de la comunidad, incapaces de hacer un pronóstico
gencia "general" per se; y 2) que los tests permiten discriminar razonable acerca de lo que habría de ocurrir, destruyeron ra-
la aptitud "innata" de la adquirida. Para los conductistas, los dicalmente la vieja situación y, ratificando la enmienda legal res-
tests sólo significan medios —por el momento absolutamente pectiva, crearon una nueva. Por cierto que con ello confiaban
insatisfactorios —en el establecimiento de los grados y tipos de en lograr ciertos resultados: terminar con el alcoholismo, des-
capacidad humana. poblar la cárceles de alcoholistas, disminuir el número de
relaciones extraconyugales, etc. *. Pero cualquier estudioso de
EXPERIMENTACIÓN SOCIAL la naturaleza humana, o inclusive de la geografía, aun cuando
no le fuera dado adelantar con exactitud lo que en realidad acon-
No es difícil apreciar que en toda experimentación social tecería, hubiera podido anticipar que aquellos resultados es-
puede seguirse dos procedimientos: 1) Intentamos contestar a la
pregunta: ¿Qué pasaría si realizáramos tales y cuáles modifi- perados no podían cumplirse. Excepto en las pequeñas ciudades,
caciones en las situaciones sociales? "No podemos estar seguros el resultado fué, naturalmente, en un todo contrario de lo que
de beneficiarnos con el cambio, pero cualquier cosa es mejor se aguardaba. En las grandes urbes y sus alrededores (donde
que lo que ahora tenemos. Cambiemos". Por lo general, la vigilancia es menos efectiva y la opinión pública un factor
al hacerse intolerables las situaciones sociales nos impulsan a de control de menor importancia), las cárceles se vieron más
arrojarnos ciegamente a la acción, sin suscitar ningún correla- llenas que nunca. El crimen, especialmente, está en auge;
to verbal como el que indicamos aquí. sobre todo los homicidios, que ya empiezan a preocupar a las
Cabe explicar así el procedimiento 2 ) : "Necesitamos que * Aquellos adultos que bebían antes de la prohibición, continúan haciéndolo;
este individuo o grupo de individuos cumpla cierta tarea, mas sólo que ahora beben un licor fuerte de calidad inferior y de transporte y ocul-
no sabemos cómo disponer una situación que lo induzca a pres- tamiento más cómodo. Los adultos que antes de la prohibición no bebían, tampoco
tarse a ello". Aquí el procedimiento es algo distinto. La beben ahora. No me sorprendería nada si este indiscriminado manoseo de un
sociedad experimenta indiscriminadamente con el ensayo y el estímulo nos condujese a una nueva guerra civil. Ya tuvimos una guerra con Ingla-
terra a causa del té; por un principio, dijimos entonces. Casi diariamente 60.000.000
error, pero la reacción es conocida y aprobada. El estímulo no de bebedores pueden decir a los 60.000.000 de puritanos " s e c o s " no bebedores, que
se maneja en vista del resultado, sino a objeto de provocar la el principio de los derechos individuales ha sido pisoteado y denegado, porque, al
reacción específica. No es posible ver con nitidez la diferencia fin y al cabo, los secos no están obligados a beber aunque se levante la prohibición.
66 J. B. WATSO N EL CO NDUCTISMO 67
compañías de seguros de vida. Una de ellas, sólo por homi- La experimentación social también tiene lugar conforme al
cidios, perdió en 1924 más de tres cuartos de millón de dólares. segundo procedimiento arriba mentado.
Por otra parte, varios miles de ciudadanos fueron muertos
mientras se dedicaban al contrabando del ron o fallecieron por E R
envenenamiento alcohólico. Pese a todo, la ley de prohibición ? M a t r i m o n i o bajo la
ha sido burlada. Con el éxito que se tuvo al infringir esta sola actual presión eco-
ley, se perdió el miedo a la ley; pues, cuando un señalado tabú nómica
de un hechicero es impunemente profanado, pierde su poder, y ? C o n t i n e n c i a en las
de igual modo tienden a perder autoridad todas las otras pro- grandes ciudades
hibiciones que de él emanan. Sucede lo mismo que en la so- donde el control so-
cial es difícil
ciedad primitiva. Es indiscutible que todas las leyes se observan
menos. ? Concurrencia a la
iglesia
Sin ulterior elaboración, nos es dable formular gran nú- ? Veracidad
mero de estos problemas bajo nuestro esquema general:
? Rápida adquisición de
Reacción —resultado— habilidad en un de-
demasiado complicada terminado renglón
Estímulos dados: para el pronóstico ? Conducta correcta, etc.
E R
Guerra ? Aquí la reacción ya es conocida y aceptada por la sociedad: el
Ley seca ? matrimonio, la continencia en el soltero, el asistir a la Iglesia,
Facilidad del divorcio ? las acciones positivas requeridas por los diez mandamientos, etc.,
Supresión del matri-
son ejemplos de reacciones aprobadas. En efecto, en este es-
monio ? quema tiene cabida todo ritual y sistema de tabúes.
Hijos criados fuera de Nuestro experimento consiste en establecer una serie de
la familia ? estímulos continuados, hasta que la reacción específica dada
Sustitución de la reli- se logre por la correcta agrupación de los estímulos. Al intentar
gión por la ética fi- la coordinación de estas situaciones, la sociedad a menudo ex-
siológica ? perimenta tan indiscriminadamente y al azar como el animal
Nivelación de la inferior. En verdad, si tuviéramos que caracterizar el experi-
riqueza ? mento social en general llevado a cabo durante los últimos 2.000
Eliminación del patri- años, deberíamos calificarlo de atropellado, infantil, improvisado,
monio hereditario ?
y decir que cuando respondía a algún plan, obedeció siempre
La sociedad a menudo se precipita en este tipo de experimen- al interés de alguna nación, agrupación política, secta o indi-
tación social; no encuentra su salida mediante experimentos en viduo, antes que a la dirección de expertos en la ciencia social,
menor escala. Trabaja sin un definido programa experimental. suponiendo que existiesen. Nunca ha habido —con la posible
Su conducta con frecuencia se torna conducta de masa, que no excepción de ciertos períodos de la historia de Grecia— una
es sino otro modo de expresar que los individuos integrantes clase dirigente educada. Nuestro propio país es en la actualidad
de los grupos retroceden a la conducta infantil. uno de los peores delincuentes de la historia, gobernado como se
68 J. B. W ATS O N
EL CONDUCTISMO 69
halla por políticos profesionales, demagogos y persecutores
religiosos. Bajó a desayunarse muy bien dispuesto. Pero los huevos es-
Llamo la atención sobre el hecho de que la psicología con- taban recocidos. Quiso reprender a la sirvienta, pero como yo
ductista, al encarar genéticamente sus problemas, está reuniendo había advertido en ésta cierta rigidez y sequedad en sus con-
un tesoro de informes, acerca de las reacciones subsecuentes a testaciones que parecían decir: "no me gustan nada los hués-
los estímulos, así como de los estímulos causantes de reaccio- pedes de fin de semana, y esto les viene al pelo a ambos", le
nes dadas, que probará ser de inestimable valor para la sociedad. murmuré: "Tenga cuidado; la cocinera sólo espera el momento
En la creencia de que su ciencia es fundamental para la orga- para explotar; le aconsejo que hable por teléfono a su esposa
nización y control de la sociedad, el conductista confía en que cuando se despierte y le diga que la regañe".
la sociología pueda aceptar sus principios y rever los problemas Salimos apresuradamente hacia la estación, y comprobá-
que le son propios en una forma más concreta. bamos que el tren había partido algunos segundos antes. Pa-
taleó, maldijo y exclamó en alta voz: "En tres meses, es la
LO QUE PUEDE APRENDERSE DE LA OBSERVACIÓN REALIZADA primera vez que marcha a horario". Sus reacciones eran casi
CON SENTIDO COMÚN infantiles. Al fin se apaciguó, y tomamos el tren siguiente para
ir a la oficina. Todas sus maneras trasuntaban tal abatimiento
Hasta ahora hemos hablado principalmente de métodos que cualquiera podía notarlo con sólo mirarlo. Había empe-
técnicos. ¿No podemos erigir una psicología basada en el sen- zado mal el día. Mi observación anterior, guiada por el sentido
tido común? La contestación es afirmativa, si observamos a la común, habíame proporcionado, en mi calidad de conductista,
gente de un modo sistemático y durante un período de tiempo abundantes datos que me permitían pronosticar que, dado el
lo bastante largo. En efecto, cada ser humano, haya o no estu- comienzo y su temperamento, la jornada hubiera podido resul-
diado esta ciencia, posee considerables nociones de psicología. tarle verdaderamente muy mala. Esta circunstancia provocó en
¿Qué sería de nosotros si en nuestra vida social no nos fuera mí la siguiente reacción verbal explícita: "Cuide usted durante
dable pronosticar las reacciones con cierta seguridad y prever todo el día su trato con la gente, o podrá herir los sentimientos
el posible efecto de los estímulos? Cuanto mayor cantidad de de alguien y terminará peor un día que se inició mal".
observaciones se realizan sobre los demás, tanto mejor psicó- Ello le dio un nuevo impulso. Sonrió cuando su secretario
logo se vuelve uno, tanto mejor puede uno alternar con el le alcanzó la correspondencia. Se enfrascó en el trabajo, que
prójimo. Para aprender psicología práctica, tampoco necesi- lo dominó, y bien pronto estaba alejado del mundo, abstraído
tamos convertirnos en estudiosos de las respuestas condicio- en sus tareas técnicas, para las cuales se hallaba sumamente
nadas, por útil que sea este estudio. dotado. Ya cerca de la hora del almuerzo, aflojó en su trabajo
Un fin de semana visité a un hombre al que había pro- y al hablar con uno de sus socios pude oírle elevar la voz,
metido enseñar algo de psicología práctica. No había pro- en tono de protesta. Las observaciones que durante el fin de
gresado en sus negocios. El lunes, se levantó dolorido y amodo- semana realicé sobre su vida familiar me habían enseñado
rrado a causa de los ejercicios extenuantes que había realizado mucho. Me encontraba en condiciones de predecir cuál era la
durante el fin de semana. Se quejaba en voz alta y se lamentaba probable situación que lo perturbaba. Pensé que me era fac-
de lo poco satisfactorio de sus vacaciones; estaba a punto de tible rehacerle su mundo, y le dije: "Es una lástima que usted
afeitarse con desgano y darse un baño caliente. Le dije: "Haga no haya invitado a su esposa a almorzar con nosotros en la
unos ejercicios de piernas y brazos; el número que está acos- ciudad. Ayer oí que rompía su compromiso con el señor y la
tumbrado a hacer, y tome un baño tibio. Se hallará usted como señora Jones (muy a pesar suyo, su esposa trataba al señor
nuevo". Este estímulo verbal provocó la reacción esperada. Jones con especial amistad) mientras que usted componía el
auto". Su sensación de alivio saltaba a la vista, y la siguiente
70 J. B. W A T S O N EL CONDUCTISMO 71
fué su hora mejor. Sin necesidad de pedirle a este hombre en lugar de aceptarlas de segunda mano sin discriminación.
que se examinara por introspección o psicológicamente, o que se Empero, creo-que de inmediato agregaría que no se debe re-
autopsicoanalizara, me fué dable descubrir sus puntos débiles, chazar los resultados de tales experimentos sociales colectivos
sus puntos fuertes, en qué se equivocaba en lo tocante a sus —cristalizados en fórmulas verbales y trasmitidos de padre a
hijos, cuáles eran sus errores respecto a su esposa. No hay hijo y de madre a hija—, hasta que personales tanteos y expe-
mayor duda de que si lo educara, en el transcurso de unas pocas rimentos sociales efectuados en pequeña escala, hayan alcan-
semanas el conductista podría "rehacer" casi por completo a zado más fidedignas formulaciones. En otras palabras, desde
este individuo muy inteligente. ya tratamos de llevar al convencimiento de que el conductista
Mas, cabría objetar: "Yo no soy ningún psicólogo, no pue- no es un reaccionario — no ataca ni defiende nada no probado
do ir tras la gente y decirles que procedan con suavidad aquí y establecido antes, como lo han sido el resto de las formu-
y con energía allá". Es cierto, ¿pero el conductismo no tiene laciones científicas.
nada que enseñarle a usted mismo acerca de su propia vida? Por el momento escapa a nuestras posibilidades el conocer
Creemos que usted admitirá que tiene mucho que aprender. qué es "bueno" o "malo" para el organismo humano — cómo
Así como no ensayaría colocar ladrillos en su propia casa hasta se guía la conducta del hombre por un camino experimental-
no haberlo aprendido, igual cosa debe hacer en punto a la mente sano. Sabemos harto poco acerca de la organización del
psicología personal. Debe usted observar a los demás día tras cuerpo humano y sus necesidades como para ser dogmáticos
día, sistematizar y clasificar sus datos; echarlos en moldes en nuestras prescripciones y proscripciones.
lógicos; verbalizar sus resultados, por ejemplo: "Juan Pérez
es el hombre más tranquilo que conozco. Siempre está del
mismo humor y habla constantemente en voz baja y sosegada.
¡Si yo pudiera aprender a hablar como un caballero!" Esta
formulación verbal le sirve a usted a modo de estímulo (im-
plícito kinestésico verbal). Puede llevar a una modificación de
la respuesta; porque pronunciadas por otros o por la propia
garganta, inclusive sin intervención de las cuerdas vocales, las
palabras igualmente constituyen poderosos estímulos, suscepti-
bles de inducir a la acción con tanta rapidez como una pedrada,
la amenaza de un bastonazo o de cuchillos afilados. Una vez
adquirida cierta experiencia técnica en la vigilancia de la con-
ducta ajena, la observación de la propia se tornará mucho
más fácil.
Si fuésemos moralistas experimentales, mostraríamos la
importancia de las máximas — cuan poderosamente sirven estas
cortantes y secas fórmulas verbales como estímulos para mo-
delar las propias reacciones. Esto es particularmente cierto
cuando estas fórmulas las trasmiten personas investidas de auto-
ridad — padres, maestros, consejeros. Más aún, si estudiásemos
ciencias morales, indicaríamos la conveniencia de arribar a
dichas formulaciones mediante la propia e intensa observación,
///. El Cuerpo Humano
mero sobre un órgano y luego sobre otro. En cambio, el inves- Para el conductista, el sistema nervioso es: 1.°) una parte
tigador de la conducta humana trabaja sobre el cuerpo fun- del cuerpo "humano —no más misteriosa que los músculos y
cionando como un todo. las glándulas; 2.°) un mecanismo especializado, que sometido
Si bien la totalidad corporal puede hacer muchas cosas, a la influencia de un estímulo dado capacita a sus poseedores
tiene limitaciones perfectamente definidas en sus posibilidades para reaccionar con los músculos y las glándulas con mayor
funcionales; ellas se deben a la materia del cuerpo y a la forma rapidez y en forma más integrada de lo que le sería dable si
en que tal materia se halla organizada. Mediante estas palabras, él no existiese. Muchos animales y plantas acuáticas libres
sólo queremos significar que existen: limitaciones en cuanto a la carecen de sistema nervioso. Su grado de adaptación es limitado
velocidad con que podemos correr, al peso que somos capaces y lentas sus reacciones al tacto, luz y sonido. Al excitársele
de levantar, al tiempo que podemos permanecer sin alimento, sin una parte cualquiera del cuerpo, el hombre puede reaccionar
agua y sin dormir; que el cuerpo requiere tipos especiales de casi instantáneamente con la mano. El sistema nervioso conduce
alimento, que únicamente durante un cierto lapso soporta deter- la orden velozmente (conocida en lenguaje científico como una
minado grado de calor o de frío; que necesita oxígeno y otras
sustancias especiales. Un solo instante de reflexión nos llevará alteración propagada) desde el órgano sensorial (al cual se
al convencimiento de que el cuerpo humano, a la vez que aplica el estímulo) hasta el órgano de reacción (músculos y
organizado a la perfección para cumplir muchos trabajos, no glándulas). Donde no existe sistema nervioso, la orden también
es una casa de misterios, sino un tipo muy común de máquina se trasmite, mas con lentitud.
orgánica (y por tal entendemos un objeto infinitamente más El conductista por cierto debe interesarse en el sistema
complicado que cualquiera de los que el hombre haya logrado nervioso, pero exclusivamente como parte integrante del cuerpo
construir hasta el presente). considerado como un todo.
¿Los conductistas debemos preocuparnos especialmente
por el sistema nervioso central? — A menudo acúsase al con- DIFERENTES TIPOS DE CÉLULAS Y TEJIDOS QUE COMPONEN EL CUERPO
ductista de no dar cabida en su plan al sistema nervioso central,
pues destaca los hechos de la adaptación de la totalidad del ¿De qué se compone el cuerpo? — En la actualidad casi
organismo antes que el funcionamiento de sus partes. A fin de todos saben que el ser humano proviene de una sola célula.
comprender porqué el introspectista se siente hondamente afec- Empero, esta célula contiene elementos suministrados por los
tado por la actitud del conductista, que no acentúa la impor- progenitores. En el útero de la madre, el óvulo es fecundado
tancia del cerebro y de la médula espinal más que la de los por el esperma del padre. El óvulo fecundado representa la
músculos estriados, o la de los músculos lisos del estómago célula original única. Esta pronto comienza a dividirse. Los
y de las glándulas, hemos de tener en cuenta que el sistema miles de millones de células que componen el cuerpo del adulto,
nervioso siempre ha sido para el primero una suerte de caja son el resultado de este proceso de división.
mágica: todo cuanto no podía explicar en términos mentales En su extraordinario libro hace poco publicado, "Bases
atribúlaselo al cerebro. Muchos de los tratados de la denominada biológicas de la naturaleza humana", el profesor JENNINGS nos
psicología fisiológica abundan en esquemas del cerebro y de la dice de un modo muy claro algo que todos debiéramos conocer
médula espinal. En realidad, nuestro conocimiento del cerebro tocante a esta célula. El profesor JENNINGS gentilmente nos ha
y de la médula espinal aún no es suficiente para trazar dia- permitido citar aquí su exposición acerca de los "genes" (los
gramas de sus funciones. "mensajeros" de la herencia):
E L C O N D U C T I S M O 77
76 J. B. WAT SON
LOS GENES
FIG. a.
Individuo en su primera fase: huevo fecundado de la estrella de mar; c, cito-
plasma; n, núcleo, donde aparecen pequeños cromosomas oscuros. Basado en
la fotografía del "Atlas de la fecundación" de WILSON, lámina VI, figura 24 FIG. b.
(Imprenta de la Universidad de Columbia, 1895). Reproducción autorizada de "Bases Diagrama que muestra la disposición y la acción de los genes en el sistema genético.
biológicas de la naturaleza humana'', de H. S. JENNINGS. Los genes están representados por cuerpos fusiformes, dispuestos en orden sucesivo
y en largas cadenas apareadas, los cromosomas. Una de las cadenas (P) proviene
del padre, la otra (Ai) de la madre. Así, los genes mismos se hallan apareados.
y otras, así como la que se ejerce entre éstas y otras partes de la célula
Un miembro de cada par es de origen paterno, el otro materno. Los genes que
y los materiales tomados del exterior, provoca el crecimiento del indivi-
duo. Sabemos que los individuos comienzan su existencia con determi- figuran en blanco deben considerarse defectuosos. (Impresión autorizada, de
nados juegos de estas sustancias, y que la forma en que se desarrollan, "Bases biológicas de la naturaleza humana", de H. S. JENNINGS).
lo que llegan a ser, las características que adquieren, las peculiaridades
78 J. B. WATSON El. CONDUC. TISMO 79
que presentan, dependen, no mediando diferencia en las demás factores, los órganos digestivos y a su acción. Quienquiera rechace la tarea de
de la serie de sustancias con que empiezan su vida. Los individuos pa- familiarizarse con las características fundamentales del sistema genético
recen estar hechos según distintas recetas y esas recetas dan resultados y de su método de operación, se aleja de la posibilidad de penetrar en
diferentes. Mucho se conoce sobre los resultados que provoca la alte- la naturaleza del hombre y en el origen de sus peculiaridades. Por
ración de una sola, algunas o muchas de las mil sustancias diversas que consiguiente, corresponde exponer este sistema. Resultará esencial el
se encuentran en la célula original. Algunas de sus combinaciones dan conocimiento de muchos detalles; pues aquí, como en ningún otro cam-
individuos imperfectos, débiles mentales, deformes, monstruos. Otras dan po, los grandes efectos resultan de pequeñas causas.
individuos normales; otras, individuos superiores. Existen combinaciones
que producen todos los tipos intermedios, algunas dan individuos apenas
imperfectos, holgazanes, estúpidos o tontos; y existen combinaciones que
producen genios. En los organismos como el del hombre, jamás se en-
cuentran dos individuos confeccionados con arreglo a la misma receta
(salvo excepcionales casos de mellizos idénticos). Se ha probado expe-
rimentalmente que las diferentes combinaciones producen diferencias es-
tructurales y fisiológicas de todos los tipos y grados, inclusive diferen-
cias de comportamiento de lo que llamamos mentalidad.
"Esta multitud de distintas sustancias presentes en el individuo al
comienzo de su desarrollo, se llama genes. Los genes se encuentran
en las dos piezas que se unen para formar el nuevo individuo. Se halla-
ban en los dos padres de los cuales provienen ambas piezas; por lo tanto,
los genes nos son directamente trasmitidos por nuestros padres.
"Los genes existen en la célula huevo bajo la forma de ínfimas par-
tículas que se agrupan entre sí formando estructuras visibles al micros-
copio, y conocidas con el nombre de cromosomas (figuras c y d ) . Los
cromosomas, junto a los genes que contienen, forman una vesícula en
el interior de la célula, denominada núcleo. La célula huevo está cons-
tituida por una masa gelatinosa, llamada citoplasma, dentro de la cual
está el núcleo con sus cromosomas y genes (figura a ) .
EL SISTEMA GENÉTICO
FlG. c.
"Muchas de las más importantes características del desarrollo y Estructuras de los cromosomas vistos al microscopio, mostrando diminutas partículas
de la individualidad dependen del modo en que los genes están dispues- apareadas (cromómeros) de qué está compuesto cada uno. A, B, C, cromómeros
tos en las células, de su combinación física y de su comportamiento con- en los cromosomas de ¡a cigarra, según WENRICH (1916). D, E, cromómeros en
secuente. Las diversas formas en que se desarrollan los individuos, las los cromosomas del lirio, según BELLING (1928). E, representa una parte de D
peculiaridades que exhiben, las llamadas leyes de la herencia, los pa- aumentada. Los cromómeros probablemente muestran la posición de los genes.
recidos y diferencias extraordinarios entre padres e hijos dependen en (Reproducción autorizada de "Bases biológicas de la naturaleza humana",
gran parte de la combinación y del comportamiento de los genes. Las de H. S. JENNINGS).
combinaciones de los genes y su funcionamiento constituyen un sistema
comparable en importancia al sistema nervioso o al digestivo, lo que
nos autoriza a llamarlo sistema genético. A fin de comprender la he- "Los genes se encuentran en el núcleo de la célula original del
rencia y sus resultados, debemos representarnos el cuadro del sistema individuo (y en todas las células procedentes de ella). Sabemos que en
genético y de su método de operación. El intento de comprender estos los núcleos los genes vienen a formar algo así como los eslabones de
procesos sería una vana empresa sin el auxilio de esa imagen. Equi- cadenas muy largas. (Véase figura 5 ) . Estas cadenas constituyen lo
valdría a pretender comprender los movimientos y reacciones de los que llamamos los cromosomas. Los cromosomas separados son las pie-
organismos sin un conocimiento previo de sus sistemas nerviosos y zas en las cuales la cadena está dividida; segmentos separados de la
musculares, o las funciones de la digestión ignorando lo inherente a misma, cada uno de los cuales contiene muchos genes.
80 J. B. WATSON E L C O N D U C T I S M O 81
"En ciertos períodos de la vida de la célula las cadenas de genes una célula, contiene todos los elementos necesarios para producir un
se desenroscan; entonces es posible ver al microscopio las partículas individuo, hecho éste de curiosas consecuencias. La madre suministra
diminutas dispuestas en orden lineal sucesivo (figura c). Parece pro- todos los elementos requeridos para formar un individuo de un tipo de-
bable que estas partículas (llamadas cromómeros) indiquen la posición terminado, y también el padre proporciona los elementos para producir
de los genes, si es que no se las considera como los genes mismos. otro individuo de un tipo distinto. Es decir, que empezamos nuestra
Muestran la disposición de pares sucesivos donde se sabe que están los vida como individuos dobles. Cada uno de nosotros, es, en cierto sen-
genes. En otros períodos, las cadenas de los genes están enroscadas tido, dos individuos, dos personas distintas: casi enteramente fusiona-
formando manojos; éstos son los que se ven como cromosomas espesos das, aun cuando en ciertos respectos no lo seamos por completo. Esta
de varias formas (figura d). A fin de comprender el comportamiento doble individualidad tiene grandes consecuencias en la vida.
y efecto de los genes, debemos re- "La doble individualidad se aplica a cada una de las mil diversas
presentárnolos gráficamente en or- sustancias o genes con los cuales iniciamos la existencia. Cada clase
den lineal, como lo muestra el está presente en cada célula en dos dosis, formando un par de genes.
diagrama de la figura b. Sabemos Un gene de cada par proviene del padre y el otro de la madre. El
que cada uno de los miles de genes orden y la disposición de los genes es entonces ci q::e ensena ia figu-
es una sustancia característica, con ra b : una serie de pares dispuestos en cadenas longitudinales. En al-
una función definida y una tarea gunos animales, en particular en ciertos insectos, las dos cadenas apa-
particular que desempeña en la readas, aparentemente permanecen lado a lado durante toda la vida,
formación del nuevo individuo; de conforme lo muestra el diagrama. En otros animales, en ciertas circuns-
suerte que la destrucción o un cam- tancias las cadenas se separan, pero en determinados períodos críticos
se aparean nuevamente. A fin de comprender la acción de los genes,
bio que sobrevenga en cualquiera la herencia y la naturaleza del hombre, se debe recordar siempre la
de ellos altera el desarrollo de una imagen de esta disposición; es la clave de muchos enigmas de la bio-
manera definida, y el individuo logía.
presentará un cambio correspon-
diente en sus características: quizá "Los distintos pares de genes poseen diferentes funciones en el des-
en el color de los ojos, en la forma arrollo. Los dos miembros de cualquier par (como, por ejemplo, A y a ,
figura b), cumplen idéntica función general. Si uno de ellos se rela-
de la nariz, en la estatura, en su ciona con la producción del color de los ojos, lo mismo ocurre con su
humor o su temperamento. compañero. Si uno tiene que ver con la producción de alguna parte del
"Sabemos asimismo que cada cerebro, igual cosa sucede con el otro. Si uno de ellos afecta el creci-
clase de genes tiene un sitio re- miento del cuerpo, lo mismo acontece con el otro. Mas ahora estamos
Fio. d.
gular e invariable en la cadena. frente a un hecho de suma importancia práctica: aun cuando ambos
De esta suerte, los diversos genes miembros de un señalado par de genes hayan de desempeñar igual ta-
Cromosomas en estado de condensación pueden nombrarse o numerarse y rea, generalmente lo hacen de una manera disímil. El del padre puede
en una célula en curso de división de uno en particular, como, por ejem- tener propensión a producir un cierto color de ojos; el de la madre,
la salamandra (Amblystoma). (Reproduc- plo, el número 4, o el 47, es siem- otro. Uno, el del padre, acaso tienda a producir un cerebro pobre y,
ción autorizada de "Bases biológicas pre el mismo gene, desempeñando en consecuencia, un individuo estúpido; su compañero, el gene materno,
de la naturaleza humana", de H. S. el mismo papel y ocupando inva- podrá tender a producir un cerebro bien constituido y, en consecuencia,
JENNINGS). riablemente idéntico lugar en el un individuo inteligente. Una de las unidades de un par, puede hacer
cromosoma. un trabajo bueno y la otra un trabajo malo. Uno de ellos (ya sea el
"Conocemos también otro aspecto de la naturaleza y combinaciones que procede del padre o el que proviene de la madre) tal vez sea de-
de los genes: aspecto de suma importancia práctica y que nos da la ficiente o defectuoso en algún respecto. Si su trabajo consiste en pig-
clave de muchos de los enigmas, problemas y paradojas de la humani- mentar el cabello, la piel y los ojos, acar.o fracase en la ejecución de
dad y de la biología en general. Estriba en el hecho de que cada uno su cometido, y produzca lo que se llama un albino, de cabellos y cutis
de nuestros padres nos da una serie completa de genes, eslabonados en blancos y ojos rosados. No obstante, el gene del otro progenitor podrá
la forma que acabamos de apreciar. Por lo tanto, en cada célula posee- quizá realizar esa función con todo éxito, de suerte que gracias a su
mos dos de esas cadenas de genes, cada una de ellas completa en sí presencia la pigmentación se realiza perfectamente. Cierto gene puede
misma, tal como se ve en la figura b. Por consiguiente, somos dobles fracasar en la debida proporción de los cimientos del cerebro, produ-
en lo que respecta a nuestros genes. Cada una de las dos series, en ciendo entonces un individuo de mentalidad débil, a menos que tenga
82 }. B. W AT S O N EL CONDUCTISMO 83
como pareja un gene que efectúe bien esa función. Existen defectos o tino delgado e intestino grueso. Precisaríamos forrar los vasos
deficiencias de toda clase y grado posible en los genes, desde las pe- sanguíneos y las cisuras del cerebro (ventrículo y canal espinal).
queñas diferencias en la agudeza de los sentidos, la aptitud para la in-
dustria o la paciencia, hasta defectos graves, como la idiotez o la in- Habría que configurar o enlazar estos tejidos en las estructuras
sania. En los organismos engendrados por dos progenitores rara vez que llamamos glándulas, y modificar nuevamente las células
ocurre que padre" y madre suministren un par de genes exactamente para que secretaran humores —lágrimas, sudor, cerumen, saliva,
parecidos en su acción. Por ello, en cualquier individuo, muchos o la y docena de otros humores y sustancias químicas que el cuerpo
mayoría de los pares tendrán los dos genes en cierto modo diferentes. necesita para su propio uso o que debe excretar o eliminar.
Los defectos de los genes o cuando menos sus desigualdades, leves o
graves, son muy comunes, de manera que todo ser humano contiene Llamemos a las células que utilizamos a estas efectos (1) cé-
unos pocos o muchos de ellos".
abierta la tráquea. Durante el período embrionario (intrauterino) gada o más. Las células son uniformes en todo su largo y no
de la vida de nuestra criatura, se requeriría un armazón firme poseen ramificaciones. * Están formadas por estrías oscuras y
sobre el cual puedan depositarse las sales minerales que for- claras, dispuestas alternativamente, que corren en dirección
marán los huesos (una vez que estos depósitos han constituido transversal a la de la célula. De aquí el nombre de la célula:
los huesos, el armazón de tejido conjuntivo desaparece). Sería "estriada". Como todas las otras, las células musculares están
necesario envainar los huesos en un revestimiento fibroso resis- provistas de un núcleo —por lo regular de varios. Cada célula
tente (periostio), poner amortiguadores donde ellos se encuen- se halla envuelta en una membrana de tejido resistente (llamado
tran, y proveerlos de fibras resistentes muy fuertes (fibro car- sarcolema). Generalmente se necesitan cientos y miles de estas
tílago) para articularlos. Todo este armazón de soporte se halla células para formar un solo músculo (tejido muscular estriado).
formado por células de tejido conjuntivo. Los tejidos mismos Los músculos, como tales, están envainados por un tejido con-,
se llaman tejidos conjuntivos juntivo bien marcado (llamado epimysium). Entretejidos con
(cartílago y hueso, elástico, fi- los músculos se encuentran los vasos sanguíneos que los ali-
broso, areolar). La figura 3 mentan.
representa dos células de tejido Es así como están constituidos los grandes músculos: el
conjuntivo que entran en la bíceps del brazo, los músculos de la pierna y del tronco, la
formación de la estructura del lengua, los seis grandes músculos que controlan el ojo. Nuestros
hueso. músculos estriados se usan toda vez que el movimiento deba
ser rápido y donde haya necesidad de mover grandes masas.
3) Células que forman La figura 4 representa parte de dos células individuales de
<\ nuestros tejidos musculares. — músculo estriado y la forma en que las fibras del nervio motor
Necesitaríamos construir el penetran en ellas.
cuerpo humano de tal forma
que pudiese moverse de un lado (b) Células y tejidos del músculo liso. — Las células que
a otro; que le fuera dado res- forman el tejido del músculo liso son estructuras delgadas, alar-
pirar; que su corazón pudiera gadas, casi capilares. (Véase la figura 5). Estas células se
FIG. 3. latir; su estómago aumentar o agrupan en capas para formar revestimientos musculares. El
Células de tejido conjuntivo (osteo- disminuir de tamaño; sus va- tejido muscular liso constituye el principal revestimiento del
blastos). sos sanguíneos dilatarse o con- estómago, intestino, vejiga, órganos genitales, iris del ojo (para
traerse; en otras palabras, ha- abrir y contraer la pupila), las paredes de los conductos (tubos)
bría que suministrar la locomoción para el cuerpo corno un todo que salen de las glándulas, las arterias y las venas.
y para los cambios en la conformación y capacidad de los ór- Células nerviosas y tejido nervioso. — A fin de perfec-
ganos huecos internos (por ejemplo el estómago debe sufrir cionar el ser humano necesitamos aún otro tipo de célula, y
modificaciones considerables en su capacidad, los vasos san- su tejido. El animal humano (así como todos los demás verte-
guíneos deben variar en dimensión). A fin de cumplir todas brados superiores) debe estar capacitado para responder a los
las variadas funciones musculares del cuerpo, necesitaríamos en
realidad dos clases de células y tejidos musculares. * En el corazón tenemos músculos de un tipo algo diferente. Sus células
individuales son cortas y muestran ramas cortas intercomunicantes. Puesto que e;ste
(a) Células y tejido del músculo estriado. — Las células tipo de músculo se encuentra en el corazón y asegura su latido rítmico, muy
del músculo estriado tienen un diámetro aproximado de 1/500 poco más habrá que decir de él. En lo sucesivo, al tratar de músculos estriados nos
referiremos a los arriba mencionados (a).
de pulgada. Con frecuencia miden longitudinalmente una pul-
EL CONDUCTISMO 87
86 J. B. W A T SON
ciendo de la célula, observamos abundantes ramificaciones cor-
estímulos en forma rápida y coordinada. Sabemos que los estí- tas, agrupadas.alrededor de su cuerpo. Denomínaselas dendritas,
mulos sólo tienen efecto cuando se los aplica a un órgano porque se asemejan a las ramas de un árbol. En un punto una
sensorial apropiado. Sabemos que el animal debe responder fibra delgada sale de la célula y se prolonga por una extensión
sea con los músculos estriados, con los lisos, con glándulas o más o menos grande; su longitud puede variar de la mera
combinaciones de estos elementos. A menudo, el punto en que fracción de una pulgada hasta varios pies. Esta prolongación,
se aplica el estímulo queda muy alejado de aquel donde se de diámetro menor, se designa axón o cilindroeje. A menudo
produce la reacción. Por ejemplo, se nos clava una espina en en su trayecto da nacimiento a ramas secundarias, llamadas
el pie. Nos detenemos de inmediato, flexionamos el tronco, colaterales. Una vaina formada por una sustancia grasa (mie-
tomamos la espina con los dedos y la extraemos. Esta reacción lina) reviste todo el cilindroeje y sus colaterales (para detalles
no ocurriría si no poseyéramos células nerviosas especialmente del axón, véase la fig. 7). Esta vaina de grasa no se halla
diferenciadas y muy desarrolladas con sus ramificaciones —com- presente en las prolongaciones dendríticas. Toda la estructura
ra nerviosa o axon
Flü. 5.
Célula del músculo liso con una fibra nerviosa que
entra en ella. La parte oscura en el centro es el núcleo.
Dentritas
FIG. 7.
Diagrama de parte de una fibra nerviosa. — El cilindro eje, compuesto por un
gran número de fibrillas muy delgadas, constituye el centro de la fibra nerviosa.
La porción oscura exterior representa la vaina de mielina. A intervalos determinados
la vaina de mielina presenta unas estrangulaciones. Estas partes estranguladas
se llaman "mulos" (estrangulaciones de Ranvier).
Núcleo
? Cuerpo celular
Axón. rama del # Axón. rema central
/ órgano sensitivo
>
FIG. 8.
- Rama secundaria Otro tipo de neurona, llamada neurona sensitiva o aferente. No
tiene dendritas — una prolongación del axón termina en el
o colateral órgano sensitivo, la otra en el sistema nervioso central
(cerebro o médula espinal).
en los músculos estriados y (indirectamente) en los músculos una forma de estímulo (sensibilidad selectiva). Por ejemplo,
los dos tipos de elementos epiteliales del ojo, sensibles a la
lisos y las glándulas.
luz, se llaman bastoncillos y conos, respectivamente (véase fi-
Nuestro estudio de los tejidos elementales ya nos ha hecho
recorrer mucho camino hacia la comprensión de estos órganos.
Ellos están formados, en su totalidad, por combinaciones de
los cuatro tipos de células y sus tejidos, que hemos estudiado.
Por ejemplo, en el sistema muscular encontramos: tejido con-
juntivo que recubre cada célula muscular, tejido epitelial y tejido
nervioso. Dediquemos ahora un poco de tiempo a considerar las
características generales de cada uno de estos grupos de órganos.
Agrupamiento general de los órganos o estructuras. —
Primeramente agrupemos los órganos que más falta nos hace
examinar:
1) Los órganos sensoriales —donde los diversos estímulos
ejercen su efecto sobre el cuerpo.
2) Los órganos de reacción —que comprenden: a) el sis-
tema muscular estriado que gobierna los movimientos
del esqueleto (y del corazón); b) el sistema muscular
liso de las visceras; c) las glándulas.
3) El sistema nervioso —conecta los órganos de los sen-
tidos con los de reacción. Está constituido por el
cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos que
corren de los órganos de los sentidos al cerebro y la
médula espinal, o de estos últimos a los músculos y
glándulas.
Plan general de los órganos sensoriales. — El plan general
de un órgano sensorial es bastante sencillo y casi uniforme.
Naturalmente, todos estos órganos contienen tejido conjuntivo
que sirve para conformarlos, vasos sanguíneos para suminis-
trarles alimento, y fibras musculares de ambas clases de múscu-
FIG. 9.
los, estriados y lisos, que los facultan para recibir el estímulo.
Elementos epiteliales y nerviosos del ojo.
Todos ellos, con excepción de las terminaciones de los nervios
sensitivos que rematan en el músculo y el tendón, contienen
tejido epitelial. Asimismo todos contienen tejido nervioso. gura 9 ) . Los elementos conectivos nerviosos (verdadero nervio
Estas células epiteliales de los órganos sensoriales son óptico) terminan alrededor de los bastoncillos y conos. En el
estructuras verdaderamente sorprendentes, quizá las más inte- oído hay todo un grupo de estas células epiteliales especiali-
resantes de todo el cuerpo. En general, son sensibles sólo a zadas: 1) una célula que corre a través de la cavidad ósea del
J. B. WATSON EL CONÜUCTISMO 93
92
oído interno (llamada fibra membranosa bacilar); 2) sobre Agrupemos estos hechos de una manera adecuada:
ésta se encuentra un par de células colocadas en forma de arcos
(arcos de Corti); 3) a cada lado de los arcos de Corti, hay Órgano Sensorial Estimulado por:
un grupo de células epiteliales, denominadas célalas capilares (Sensación visual) Ojo Ondas de aire
(internas y externas). Es alrededor de estas células capilares (Sensación auditiva) Oído (caracol) Vibración del éter
que finalizan los elementos nerviosos (nervio auditivo). Si to- (Sensación olfativa) Nariz Fluidos sápidos
camos una nota de cierta altura, este grupo de estructuras vibra (Sensación gustativa) Lengua Partículas gaseosas
como un todo (por el momento es preferible abstenerse de for- (Sensación cutánea) Piel
mular teorías respecto del funcionamiento del oído). Las células ^
a)
Términ
ltrmica
("Objetos calientes
! Objetos fríos
, N ~ , ... \ Contacto con cual-
b) Tact,!
"i. quier objeto
Müsculos
\ Cambio de posición
(Sensacción llamada J * del músculo
kinestésica) | Tendones J Cambio de posición
FIG. 10. l del tendón
Terminación de un nervio sensitivo en una célula de
(Sensación de equili- Oído ( C o n d u c t o s Cambio de posición
músculo estriado. brio) semicirculares) de la cabeza
Hasta aquí hemos hablado de los órganos mediante los ios huesos, con los cuales aquéllos colaboran íntimamente.
cuales los estímulos producen sus efectos corporales (órganos El cuerpo.hiimano tiene alrededor de 200 huesos. Algunos forman
sensoriales y receptores). Ahora llega el turno de referirnos a los uniones rígidas con sus vecinos —como los huesos de la nuca;
otros, puntos semimovibles, capaces de efectuar un movimiento
músculos y glándulas que responden a los estímulos de la sen- poco pronunciado— por ejemplo, las vértebras espinales y las
sibilidad. Más adelante, una vez concluido nuestro estudio de costillas. Otros, como las articulaciones del codo, la rodilla, los
la parte del cuerpo que reacciona (músculos y glándulas lla- brazos y la cadera, están ligados de modo que permite sus
mados órganos efectores), volveremos al sistema nervioso que movimientos en una o varias direcciones. Nuestros músculos
forma el camino o puente entre los órganos sensoriales y los estriados se ligan a estos huesos por un tejido conjuntivo (que
órganos efectores. ya hemos estudiado). La mayoría de los músculos se une por
ÓRGANOS DE REACCIÓN. MÚSCULOS Y GLÁNDULAS
una extremidad a un hueso, y por la opuesta (directamente o
por tendones) a otro contiguo. Así, cruzan una coyuntura y
Introducción. — Hay tres tipos principales de órganos de se establece una palanca. El principio de la palanca está am-
reacción: 1) el sistema muscular estriado o del esqueleto; 2) pliamente utilizado en la construcción de nuestro cuerpo. Algunos
el sistema muscular liso; 3) el sistema glandular. A no ser por de nuestros movimientos tienen por objeto que todo el cuerpo
estas estructuras, el cuerpo no podría hacer nada —ni cuidar se eleve, como cuando nos alzamos sobre las puntas de los
pies. Otros requieren gran velocidad en el recorrido de un
de sí mismo. arco amplio, verbigracia, el movimiento de los brazos en el
Músculos del esqueleto. — El sistema muscular estriado boxeo.
de los brazos, pierna o busto, constituye, como es evidente, el
grueso del cuerpo. Quitemos las vainas cutáneas y las que re- Antagonismo entre grupos musculares. — Cada uno de los
visten estos músculos: la variedad de sus disposiciones nos músculos o grupos de músculos que tienden a mover nuestros
aparece infinita y confusa, y, sin embargo, cada músculo, en miembros en una dirección dada, por ejemplo, contraer o doblar
este sistema, cumple una tarea determinada. Los psicólogos el codo (flexores) dispone de otro juego muscular, antagónico
acostumbraban llamarlos "músculos voluntarios", sujetos a la al primero, que tiende a extender el brazo o conservarlo de-
voluntad, pero si estudiamos su funcionamiento, pronto descu- recho (extensores). Por lo general, los músculos se encuentran
briremos que lo que "queremos" hacer es levantar el brazo o bajo alguna leve tensión debida a tas excitaciones motrices que
doblar los dedos, saltar, correr o doblar el tronco. Un sistema constantemente dimanan del cerebro o de la médula espinal.
completo de músculos responde cuando se realiza cada uno de Ello está comprobado por el hecho de que cuando se corta en
estos actos. Los músculos siempre trabajan en grandes grupos. forma transversal la combadura de un músculo en reposo, ambas
Podemos verbigracia estirarnos a fin de bajar la cortina de extremidades se separan. Esta tensión, que se observa en un
la ventana. Creemos que el brazo y los dedos son los únicos músculo, así como en su antagonista, contribuye a dar suavidad
miembros movibles activos, pero, en realidad, colaboran todos y uniformidad a nuestros movimientos. Cuando la excitación
los músculos del cuerpo. El cuerpo entero debe adoptar una del nervio motor, trasmitida por el cerebro o la médula espinal,
nueva disposición o actitud antes de que nos sea dado llevar tiene por resultado el levantamiento del brazo, los flexores se
a cabo este simple acto. Si después de un momento nos doblamos contraen (acortan); pero, al mismo tiempo, disminuye la tensión
para levantar un alfiler, se ha efectuado entonces un rápido de los músculos antagonistas. Después de una determinada con-
cambio en la tensión de todos los músculos. tracción muscular, el músculo asume gradualmente su medida
Función de los huesos. — No podemos considerar completa y conformación normal (relajamiento).
la exposición acerca de los músculos del cuerpo sin mencionar
96 J. B. WATSON EL CONDUCTISMO 97
¿Cuál es el rendimiento de nuestros músculos considerados músculo raramente resulta afectado por el exceso de ejercicio;
como máquinas de trabajo? — Minuciosas pruebas han demos- nunca va más^ allá del punto en que es posible su reparación.
trado que el sistema muscular, en su condición de máquina de
trabajo, es tan eficaz como la máquina a vapor. Según lo com- Efecto del ejercicio. — Un músculo que no se utiliza, se
probó el Laboratorio de la Nutrición del Instituto Carnegie, su debilita rápidamente y hasta puede llegar a atrofiarse. Falta
de ejercicio significa falta de buena circulación, y la falta de
rendimiento neto puede fijarse en un poco más de 21 %. La buena circulación involucra deficiente suministro de alimento y
máquina a vapor tiene un rendimiento que aproximadamente escasa eliminación de los productos residuales. Todos los higie-
varía del 15 % al 25 %. nistas reconocen hoy la importancia del ejercicio para la con-
Alimentación del músculo. — Los músculos bien nutridos servación de los músculos en buenas condiciones. A los hombres
almacenan en cantidad el alimento aportado por la sangre. En y mujeres muy ocupados les aconsejan sencillos ejercicios de
esta última, el elemento nutritivo se presenta bajo la forma movimientos; a otros, más intensos. A quienes disponen de
de glucosa. El tejido muscular posee la facultad de transfor- mayor tiempo, los juegos al aire libre. A aquellos cuyas ocu-
marla en glucógeno (llamado almidón animal), el cual, luego de paciones obligan a utilizar permanentemente el mismo grupo
almacenado, va consumiéndose poco a poco a medida que el de músculos, les prescriben ejercicios que harán trabajar a los
músculo trabaja. Una vez consumido, el músculo depende de restantes. Ciertas organizaciones, como las compañías de se-
la glucosa que le lleva la sangre para su abastecimiento adi- guros de vida y las empresas comerciales, proveen facilidades
cional. Las glándulas de secreción interna cooperan en el a fin de poder efectuar ejercicios regulares. Por lo general se
aumento de la reserva nutritiva para los músculos, conforme admite que el mejoramiento del tono muscular por el ejercicio
indicaremos luego. conduce al bienestar general del cuerpo, especialmente en lo
Productos residuales y fatiga del músculo. — A medida relativo a los importantísimos órganos internos. Es indudable
que el músculo trabaja, se producen en él cambios químicos. que si acatan el consejo de "hacer ejercicio a menudo y con
Fórmase dióxido de carbono, como asimismo ácido láctico y criterio", hombres y mujeres, aun los de bastante edad, podrán
otros. Se originan muchos de los llamados "productos de la conservarse jóvenes más tiempo que antes y se mantendrán
ágiles y elegantes.
fatiga". Finalmente, el músculo no puede trabajar más. También
aquí las glándulas de secreción interna vienen en ayuda de los El conductista se interesa particularmente en estos hechos,
músculos, neutralizando los productos de la fatiga (y acre- porque acentuando, como hace, el valor de la conducta, en-
centando el suministro de sangre al músculo que trabaja, los tiende que músculos ágiles, bien alimentados, prolongan el
período del entrenamiento —en verdad, aumentan el período
productos de la fatiga son rápidamente eliminados). Es pro- de la juventud, con prescindencia de la edad absoluta del
bable que el proceso más importante en el trabajo sea la individuo.
utilización del material alimenticio almacenado.
Sistema de los músculos lisos. — Los músculos lisos, que
Esfuerzo muscular. — Un músculo que haya sido contraído tan generosamente contribuyen a la formación de nuestros ór-
hasta el punto que ya no pueda trabajar, volverá a contraerse ganos internos, son menos familiares que los músculos estriados.
después de un breve descanso. El reposo da tiempo a la sangre Antes de tratar de ellos, confeccionemos un cuadro exacto de
para conducir los productos de la fatiga y aportar una nueva lo que entendemos por visceras (término que cada vez adquiere
provisión de alimento. Si el músculo ha sido sometido a un mayor importancia en la psicología conductista). Los cambios
ejercicio demasiado intenso —esfuerzo—, el periodo de resta- en estos órganos sirven a menudo como estímulos a muchas
blecimiento es, sin duda, muy lento. No obstante, el propio de las mayores reacciones del cuerpo todo. Con frecuencia no
J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 99
98
nos es dable explicar verbalmente una reacción. Cuando éste das contracciones del hambre) nos impulsan a buscar alimento.
es el caso, tal vez debería buscarse en las visceras (cambio La figura 11 representa el conjunto del tractus digestivo —boca,
en su forma, dimensión o condición química) el estímulo que estómago, Intestino delgado y grueso. La figuia 12 representa
una sección transversal de esta región a la altura del estómago.
la provoca.
Ampliemos el alcance de lo que de ordinario se entiende
por visceras, para incluir en este concepto: la boca, la faringe, Boca
el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino ondulas salivales
grueso, el corazón, los pulmones, el diafragma, las arterias y
venas, la vejiga, los conductos urinario y anal; los órganos
sexuales; el hígado, el bazo, el páncreas, los ríñones, y las
demás glándulas del cuerpo. Esta no es una clasificación estric-
tamente científica, pero en psicología necesitamos un término
que comprenda todos los órganos internos.
El tejido de los músculos lisos predomina en este campo,
a excepción de las glándulas, de las cuales hablaremos más
adelante *.
Muchos de los órganos viscerales son huecos (suele deno-
minárselos órganos huecos). Estos órganos huecos están siem-
pre llenos, o parcialmente, de algo: estómago (de alimento),
intestino delgado (alimento digerido en proceso de asimilación),
intestino grueso (productos residuales en vía de eliminación),
vejiga (orina y otros fluidos de residuo). Es ésta una de las
razones por las cuales los órganos huecos son tan importantes:
Intestino grueso
siempre están "protestando", porque se encuentran demasiado
llenos o demasiado vacíos —las sustancias que contienen se
hallan en continuo movimiento, en continuo cambio. De ahí
que estén reaccionando permanentemente, y cada reacción dé
nacimiento a un estímulo visceral que puede poner en movimiento
al cuerpo entero. Demos un ejemplo. Las paredes del estómago
se hallan forradas por varias capas de músculos lisos. Cuando
contiene alimento, provocando la distensión de sus paredes, los F1G. 1 1 .
músculos se mantienen quietos. Ahora bien, en el adulto, al Esquema del tractus digestivo.
cabo de unas pocas horas, el alimento empieza a pasar al
intestino delgado y el estómago se vacía. En seguida, comienza
a contraerse rítmicamente. Estas contracciones rítmicas (llama- El proceso inverso tiene lugar en la vejiga y el colon
• No debe olvidarse que en las visceras tenemos asimismo tejido conjuntivo.
—cuando estos órganos huecos se llenan demasiado, sus pa-
tejido epitelial y tejido nervioso. Pero, por lo menos cuantitativamente, es el tejido redes distendidas sirven de estímulo poderoso a la reacción
muscular liso el que predomina en estos órganos. explícita—, lo cual obliga a buscar un lugar donde realizar la
100 J. B. W A T S O N EL CONDUCTISMO 101
evacuación. La distensión del conducto seminal es susceptible se suceden miles de reacciones por segundo. Cada una de estas
de provocar la actividad sexual en el macho *. reacciones .viscerales, a su vez, puede servir de estímulo (puesto
La perturbación cardíaca, las palpitaciones, la disminución que también las visceras están revestidas de estructuras de
de las pulsaciones del corazón, suelen llevar a la acción explíci- órganos sensoriales) para provocar la actividad general del
ta; falta de oxígeno, calor, frío, podrán provocar marcadas reac- cuerpo —de los músculos estriados.
ciones en el movimiento de nuestro diafragma y pulmones. Nuestro ambiente, nuestro mundo de estímulos no es,
Debiera estar claro, ahora, que en estos órganos lisos pues, solamente el de los objetos externos —imágenes visuales,
sonidos y olores—, asimismo lo es el de los "objetos" internos
—contracciones del hambre, dilatación de la vejiga, palpita-
ciones cardíacas, respiración anhelante, cambios musculares, y
Capa de fibras
así sucesivamente *.
musculares lisas alargadas Las fibras de los músculos lisos constituyen partes impor-
Capa de fibras tantes de las estructuras de órganos no huecos, como la piel.
musculares lisas circulares Su estimulación provoca la formación de la "piel de gallina".
Capa de tejido glandular Cada pelo tiene su músculo liso adherido al mismo. La función
(glándulas digestivas) de este músculo del pelo se hace evidente en el perro y en el
Lumen o cavidad gato cuando divisan un enemigo: el pelo del lomo se eriza.
del estómago Encontramos que estas fibras desempeñan un destacado papel
en el ojo al ajustar el diámetro de la pupila a la intensidad
de la luz.
La fisiología del músculo liso difiere en muchos particu-
lares de la del músculo estriado, pero en lo fundamental es
FIO. 12. la misma. Tenemos fenómenos de contracción, relajamiento,
Esquema de una sección transversat del estómago. período de latencia y de acumulación.
En el capítulo próximo hablaremos de estructuras que
* En el caso de la hembra, no parece que la actividad sexual dependa de suscitan el interés general: las glándulas.
la misma manera de esa presión o falta de presión. Pero sabemos que, en muchos
mamíferos, existe en las hembras un período de celo, y en la hembra humana
un ciclo menstrual que corresponde al mes lunar. En el caso de la hembra, es
probable que sustancias químicas vertidas en el flujo sanguíneo (provenientes de
glándulas de secreción interna), durante la formación del óvulo puedan ocasionar
cambios periódicos en los músculos lisos que estimulan la actividad sexual. Expongo
estos hechos para demostrar que los estímulos incondicionados de la actividad
sexual, en el caso de la hembra, quizá sean mucho menos definidos que en el
del macho. Tal vez exista una razón fisiológicamente cabal que explique la apre-
ciable diferencia entre la conducta sexual del hombre y la de la mujer — disimi-
litud que hoy no se presenta con tan marcada claridad como en la antigüedad.
A propósito de lo que se acaba de decir, es preciso no confundir una respuesta
condicionada con una incondicionada. Ambos, macho y hembra, están condicionados
sexualmente por estímulos visuales, auditivos, etcétera. La visión de un sombrero * Estos poderosos estímulos viscerales han sido denominados impulsos ("dri-
masculino puede excitar a la mujer con la misma intensidad con que la visión ves") por numerosos psicólogos. Ello significa volverse vitalista para ser dramático.
de un sombrero femenino puede hacerlo en un hombre. El profesor R. S. WOODWORTH de Columbia ha pecado especialmente en este sentido.
IV. El Cuerpo Humano
Si ubico a un sujeto en una habitación caliente, sus glán- estas glándulas son: el páncreas (que secreta el jugo pancreá-
dulas sudoríparas empiezan a secretar; su boca se humedece tico) ; las glándulas de las paredes intestinales (células glan-
o se seca, debido a la excesiva o deficiente secreción de sus dulares que recubren el intestino, tal como se representa en
glándulas salivales. Las glándulas constituyen órganos de con- la figura 12); y el riñon (que secreta orina).
ducta — importantes órganos de reacción. Están íntimamente Los estímulos incondicionados que provocan la acción
asociados con las visceras; en verdad, forman parte del sistema glandular se originan en los órganos sensoriales. En otros
visceral. No son primordialmente órganos musculares (si bien términos, las respuestas secretorias (una forma de conducta)
pueden observarse algunas fibras musculares lisas). En la son suscitadas de un modo análogo a como lo son las respuestas
página 83 señalé que las glándulas son órganos formados por motoras (por estimulación del órgano sensorial).
un tejido endotelial altamente especializado. En lugar de con- Inclusive una tan breve reseña de las glándulas de secre-
traerse, como lo hacen los ción externa nos fuerza a admitir que las respuestas secre-
músculos estriados y lisos al torias tienen suma importancia en la conducta humana. Nuestras
reaccionar, las glándulas se- así llamadas formas superiores de conducta, están libradas al
cretan. albedrío de estas humildes secreciones, especialmente cuando
Glándulas de secreción algo no marcha bien en una o varias de ellas. Si las glándulas
externa. — Se dividen en
glándulas de secreción ex- salivales empiezan a secretar con exceso o muy poco, como
terna y glándulas de secre- suele ocurrir o las pequeñas glándulas mucosas en demasía,
ción interna. Las de secre- verbigracia, en la nariz cuando nos hallamos resfriados; si algo
ción externa están dotadas- anormal sucede con las secreciones digestivas, o la garganta
de una pequeña abertura o se irrita por falta de secreciones; si los ríñones secretan des-
tubo que las une a la parte mesuradamente y mantienen la vejiga siempre llena, o se
Células epiteliales de secreción formando un exterior del CUerDO (pOT extralimitan las secreciones de los órganos sexuales — entonces
tejido en ei intestino. ejemplo, glándulas sudorí- toda nuestra conducta puede resultar modificada. Inclusive
paras) o que conduce a las nuestra conducta social es susceptible de sufrir variaciones.
visceras huecas (por ejemplo, glándulas salivales). Secretan, Acaso llegaremos a insultar o herir los sentimientos de un amigo,
como regla, apreciable cantidad de una u otra clase de fluido estropear un buen trabajo, o aun perder nuestro empleo, y, lo
o sólido (verbigracia, cerumen en el oído externo). Todo el que es peor, si las glándulas defectuosas están ubicadas pro-
tracto alimentario se halla revestido por pequeñas glándulas: la fundamente en la cavidad visceral, no nos será dable saber
totalidad de las denominadas superficies mucosas, pasajes nasa- qué es lo que anda mal. Más adelante (véase pág. 293) volve-
les, interior de la boca, garganta, órganos sexuales, mantiénese remos a tratar de esta incapacidad de expresar verbalmente la
húmeda por acción de las glándulas mucosas. conducta visceral y glandular.
Son numerosas las glándulas de secreción externa que Glándulas de secreción interna (también llamadas órganos
intervienen en la digestión. Las glándulas salivales de la boca endocrinos. — Durante los últimos años la fisiología y la me-
producen una secreción con la cual se inicia el proceso diges- dicina dedicaron gran parte de sus esfuerzos e investigaciones
tivo. En el estómago hallamos muchos tipos diferentes de glán- a estas estructuras tan interesantes y esquivas que denominamos
dulas que continúan dicho proceso. Además, cerca o en el glándulas de secreción interna. Según acabamos de examinar,
interior del intestino delgado, se encuentran otras cuyas secre- las glándulas de secreción externa secretan por una abertura;
ciones se vierten a fin de completarlo. Importantísimas entre
J. B. W A T SON ELCONDUCTISMO 107
106
su acción es, de ordinario, local. Además, las cantidades de La glándula tiroides. — En los hombres, la tiroides se
secreción son fácilmente mensurables. halla ubicada a ambos lados y a lo largo de la laringe, exacta-
Con respecto a las glándulas endocrinas la situación es mente debajo de la nuez de Adán. En las mujeres, se encuentra
por completo diferente. Aunque el órgano sea muy grande al mismo nivel. Es una glándula de regular tamaño; la componen
—por ejemplo, la tiroides—, sus secreciones son mínimas; dos lóbulos conectados por un puente que atraviesa la parte
harto escasas para que a ninguno de los métodos utilizados en anterior de la laringe. Formada por células epiteliales especia-
fisiología le sea posible recogerlas o medirlas directamente. lizadas, carece de conducto y está irrigada en abundancia por
Por otra parte, estas glándulas carecen de salida externa. vasos sanguíneos. Unas fibras nerviosas corren directamente a
¿Cómo penetran sus secreciones en el cuerpo? Considerémolas las células glandulares secretorias.
(cerradas o sin salida) como un laboratorio químico — cada En esta usina se elabora un producto químico importan-
una elaborando un poderoso compuesto o cuerpo químico (al- tísimo, el cual se ha aislado experimentalmente y que en
guno de ios cuales hemos llegado a conocer), pero en cantidades el presente es factible de sintetizarse en el laboratorio: la
mínimas. A medida que la sangre riega las células, toma los tiroidina. Contiene un 60 % de iodina.
cuerpos químicos y los transporta a otros órganos, a veces muy Efectos de la tiroides sobre el crecimiento. — Si un niño
distantes de su lugar de elaboración. Estos minúsculos cuerpos nace con una tiroides deficiente, se vuelve un cretino: el cre-
químicos tienen el poder de suscitar la actividad de muchos cimiento se detiene; los huesos no se endurecen (osificación
órganos del cuerpo. Para estas secreciones glandulares dispo- incompleta); la piel tórnase gruesa y seca; el pelo duro y desco-
nemos de un nombre: hormonas, que significa, literalmente, algo lorido; los órganos de la reproducción no se desarrollan. La
para excitar o incitar. Las hormonas son, pues, los mensajeros conducta general resulta marcadamente perturbada. Sólo puede
químicos que las glándulas envían a objeto de excitar o inhibir aprender las cosas más sencillas. La edad no mejora en abso-
la actividad de otra gran parte del cuerpo (generalmente es luto sus condiciones. Permanece infantil en todas sus reacciones.
otra glándula de secreción interna la estimulada o inhibida) *. Si a raíz de una enfermedad se extirpa la tiroides de un
Todo lo que sabemos acerca de las glándulas de secreción adulto, no se advierten modificaciones en su estatura; pero tienen
interna, parece indicar que ellas actúan sobre el cuerpo como lugar otros trastornos sintomáticos: aspecto pastoso y pegajoso
drogas. Desempeñan un papel de vital importancia, tanto en de la piel; el cabello se seca y cae. El sujeto engorda rápida-
lo relativo a la nutrición general del cuerpo cuanto a su creci- mente y su actividad general disminuye.
miento. Asimismo, como pronto veremos, desempeñan un papel Gracias a las modernas conquistas de la ciencia fisiológica,
destacado en la conducta general de los seres humanos. tales perturbaciones a menudo pueden aliviarse, tanto en el
Las glándulas endocrinas más importantes. — Son: 1) adulto como en el niño. En efecto, alimentándolo con tiroides
las tiroides y paratiroides; 2) las glándulas suprarrenales; 3) desecada de carnero o administrándole una pequeña cantidad
los cuerpos pituitarios; 4) la glándula pineal; 5) la llamada de tiroxina a intervalos determinados, es dable restablecer el
glándula de la pubertad. Existen varias otras glándulas que al crecimiento normal de un niño. En éste, al igual que en el
adulto, el suministro de tales sustancias debe proseguirse toda
par suministran secreciones internas y externas: tales el pán- la vida.
creas, el hígado, el timo, etc., pero las más notables son estas
cinco que acabamos de enumerar. En ocasiones, la glándula está excesivamente desarrollada
y produce una hipersecreción. Entonces el cuerpo trabaja con
* Suele denominarse "chalonas" a la secreción de las glándulas endocrinas que suma rapidez — a un nivel demasiado alto. El conjunto de los
tienen por función moderar las actividades de otros órganos. procesos vitales se acelera (enfermedad de Graves). La presión
EL C O N D U C T I S M O 109
108 J. B. W A T S O N
sanguínea se eleva, el corazón aumenta sus latidos. El indi- satisfactoria para conservar estos órganos con vida durante
viduo manifiesta exagerada actividad, irritabilidad, a veces algún tiempo. Hasta hoy no ha sido posible aislar el compuesto
químico elaborado por estas glándulas.
insomnio. Antiguamente, en estos casos recurríase al trata-
miento quirúrgico — extirpábase parte de la glándula. En la Cuerpos o glándulas suprarrenales. — Las glándulas su-
actualidad se acude de preferencia a "cuidados y alimentación prarrenales, de las cuales hay dos (derecha e izquierda), están
especiales". Se prescribe iodo, así como reposo y despre- ubicadas por encima de los riñones. La resección de ambas
ocupación. acarrea siempre la muerte. Cuando extirpamos las dos glándu-
Puede decirse en general que la tiroides parece obrar como las, el animal empieza a exteriorizar síntomas de debilidad
una especie de gobernador de todo el cuerpo. Si sus secre- muscular. La temperatura del cuerpo baja, el corazón late con
ciones se exageran, cada célula del cuerpo incrementa su acti- lentitud. Por lo común la muerte sobreviene al tercer día.
vidad; si disminuyen, cada célula del cuerpo amengua su La secreción activa de esta glándula (o sea de una porción
actividad. de la misma — la medular) ha sido aislada químicamente por
¿Es, pues, sorprendente, que los conductistas se interesen ABEL en el Hospital de John Hopkins, y también por otros.
por todo cuanto el fisiólogo puede enseñarles acerca de esta Es llamada epinefrina o adrenalina.
glándula? Bajo excitación emocional, se secretan y vierten en los
Glándulas paratiroides. — Situadas cerca de cada lóbulo vasos sanguíneos cantidades relativamente abundantes de adre-
de la tiroides, y a veces alojadas en ella, encontramos dos pe- nalina. Es durante intensas excitaciones emocionales (miedo,
queñas estructuras del tamaño aproximado de una arveja (cuatro rabia y dolor) que podemos observar manifestaciones de inten-
estructuras en total). Estas se hallan compuestas de sólidas so y continuado esfuerzo muscular.
masas de células epiteliales especializadas. El problema de la
verdadera función de la paratiroides todavía pertenece al campo La razón de este incremento en la manifestación de acti-
especulativo, pero sabemos qué ocurre si se las extirpa: provoca vidad muscular, debe buscarse en los factores siguientes: ante-
la muerte en el hombre, y prácticamente en todos los mamíferos. riormente señalé (pág. 96) que en el hígado existe un almace-
Después de su ablación, el animal manifiesta temblor muscular, namiento de glucógeno. Acabamos de ver que bajo la excita-
más tarde espasmos, contracciones incoordinadas, aumento de ción emocional, aumenta la cantidad de adrenalina contenida
la temperatura, respiración rápida y dificultosa, vómitos y en la sangre. Ahora, la adrenalina tiene el poder de disgregar
diarrea. Finalmente, sobreviene la muerte. En la actualidad, el glicógeno del hígado, el cual pasa al torrente sanguíneo en
créese que las paratiroides secretan una sustancia que tiende forma de glucosa. La glucosa es llevada a los músculos que
a restringir o limitar la hiperactividad del sistema nervioso trabajan, suministrándoles una provisión de alimento listo para
(refrena la descarga de las células nerviosas). Las secreciones ser utilizado. Este posee la ventaja adicional de arrastrar rá-
de estas células también parecen ejercer cierta influencia sobre pidamente los productos residuales que se acumulan provenien-
los depósitos de calcio, necesarios para el tejido óseo y la tes de los músculos en actividad. El profesor CANNON, de Har-
formación de los dientes. Algunos pocos casos, de animales vard, descubridor de este hecho, declara que el mecanismo de
jóvenes, sobrevivieron varias semanas a la extracción de estas las glándulas suprarrenales permite a los animales luchar más
glándulas; sus huesos y dientes estaban pobremente constituí- intensa y largamente, correr con mayor rapidez y más lejos, y
dos. El extracto de paratiroides (obtenido de glándulas dese- que ha significado para el hombre una considerable ayuda bio-
cadas de carnero) ayuda a mantener vivos animales que han lógica en su pugna contra un medio hostil.
soportado la ablación, pero aún no se ha dado con una forma
J. B. W A T S O N EL CONDUCTISMO 111
110
El cuerpo pituitario. — Este pequeñísimo cuerpo se halla músculos del útero (se emplea a menudo para acelerar el par-
ubicado debajo del cerebro. Si practicamos una pequeña aber- to) . Extractos de esta porción del órgano ejercen una muy
tura en la parte posterior del paladar, llegamos a él justamente evidente acción estimulante sobre los ríñones y las glándulas
antes de alcanzar el cerebro. Se compone de una porción pos- mamarias. Al par de la adrenalina, también este extracto ace-
terior y otra anterior. Debe considerarse cada una de éstas lera el proceso de separación del glicógeno en el hígado, vol-
como una glándula separada, la cual, a su vez, produce una cándolo así en forma de glucosa utilizable por los músculos
hormona característica (o posiblemente varias). en actividad.
La porción o lóbulo anterior. — Si se extirpa la porción Glándula pineal. — Es ésta una glándula pequeñísima,
o lóbulo anterior, el individuo muere a los pocos días. Se ob- ubicada en el cerebro mismo. Alrededor de los 7 años, alcanza
serva un descenso en la temperatura corporal, inseguridad en su más activo estadio de desarrollo; luego comienza a atro-
la marcha, emaciación y diarrea. Cuando a raíz de una enfer- fiarse. El tejido glandular desaparece poco a poco. Se supone
medad, la porción anterior empieza a secretar con exceso en que en los primeros años de vida esta glándula secreta una hor-
un organismo joven, se produce el peculiar desarrollo de todo mona que detiene el desarrollo de los órganos sexuales hasta
el cuerpo denominado gigantismo (casos que es dable observar la pubertad. Comparte estas funciones con el timo, otra glán-
en los circos). Cuando el exceso de secreción ocurre a edad dula interna, ubicada en el cuello, que igualmente desaparece
más avanzada, comprobamos un desmesurado agrandamiento hacia la pubertad y a veces antes.
de los huesos de la cara, manos y pies (acromegalia). La glándula denominada de la pubertad. — Además de
Aun no se ha conseguido aislar químicamente esta hor- proveer secreciones externas para la reproducción, las glándu-
mona. La acción de los extractos de la porción anterior de la las sexuales elaboran una secreción interna u hormona. Las cé-
glándula pituitaria desecada parece ser mínima. La evidencia lulas que suministran la secreción externa son llamadas go-
médica acumulada a este respecto no deja lugar a dudas acerca nadas (verdaderas células sexuales). Situadas entre las células
del profundo efecto que sobre el crecimiento del esqueleto y del sexuales o gonadas, encontramos numerosas pequeñas células
tejido conjuntivo del cuerpo ejercen las secreciones de este intersticiales. Estas últimas vierten las secreciones internas u
lóbulo. hormonas, que pasan a la sangre y se distribuyen por todo el
La porción o lóbulo posterior. — La resección del lóbulo cuerpo; constituyen la glándula denominada de la pubertad,
posterior no provoca la muerte, pero entraña un cambio asaz glándula que ha despertado mucho la atención general y mé-
pronunciado en el metabolismo (intercambio alimenticio). El dica. Conciernen a ella todas las denominadas operaciones de
cuerpo se torna muy tolerante con el azúcar. El peso aumenta rejuvenecimiento.
rápidamente. Cuando se extirpa este lóbulo en un animal jo- Si se procede a la ablación de esta glándula (o mejor di-
ven, el crecimiento de las glándulas sexuales se detiene, y su cho, de este grupo de células intersticiales) en el macho joven,
conducta llega a semejarse mucho a la de un eunuco. según ocurre siempre que se efectúa una castración (resección
Pese a que los cuerpos químicos que secreta la porción de los testículos), el sujeto se desarrolla en altura, la cara se
posterior no han sido aún aislados, el efecto de los extractos mantiene imberbe y la voz no llega a adquirir tonalidades bajas.
de esta glándula desecada es sumamente marcado. El corazón Carece de agresividad sexual. El efecto de la castración sobre
marcha más despacio y la presión sanguínea aumenta (efecto la hembra (extirpación de los ovarios) no es tan pronunciado
parecido al de la adrenalina). La acción principal reside en el como en el macho.
aumento del tono en la totalidad de los músculos lisos. Asi- Es cada vez más evidente que la carencia de agresividad
mismo provoca especialmente pronunciadas contracciones de los sexual y de toda otra forma positiva de conducta erótica debe
112 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 113
imputarse antes a la supresión de las hormonas elaboradas aumentan en tamaño y en número, produciéndose de este modo
por las células de la pubertad que a la extirpación de las go- un acrecentamiento de su actividad. Machos así operados, que
nadas. habían perdido su vigor sexual, disfrutan en apariencia una
En otras palabras, la hormona procedente de las glándu- renovación del mismo. Naturalmente quedan estériles, pues el
las de la pubertad parece activar la vida sexual, tanto en el espermatozoide no se forma, ni podría encontrar salida si ello
varón como en la hembra. Faltando esta hormona, el vigor ocurriese.
instintivo y lo que llamamos el ímpetu de la vida sexual está Es demasiado temprano para pronosticar los reales efectos
ausente. sociales de semejantes tentativas de prolongar el período de la
En los últimos años, ello dio nacimiento a la idea de que vida sexual. Los resultados de estas o análogas operaciones en
por métodos quirúrgicos pudiera restituirse a hombres y mu- las mujeres son todavía harto dudosos. Respecto al hombre,
jeres su vigor sexual. Uno de estos métodos, el del doctor sabemos muy poco acerca de la durabilidad del efecto. Si el
SERGIO VORONOFF, de París, consiste en injertar en el varón cuerpo químico de la hormona pudiera aislarse experimental-
anciano pequeños trozos de testículos de un joven animal ro- mente, y si se encontrase que obra por vía oral, como la tiro-
busto de la misma especie o de una parecida. Afirma dicho xina, las inferioridades y ansiedades de la edad madura avan-
investigador que el injerto "prende" —es decir, vive—, y em- zada se aliviarían muchísimo.
pieza a enviar sus hormonas a la sangre, restableciendo la agre-
sividad masculina y la vitalidad sexual. Vemos que, indepen- ¿Es posible condicionar la actividad de las glándulas de
dientemente de la parte del cuerpo donde se injerte el tejido secreción interna? — Al estudiar los otros órganos de reacción
glandular, éste debe derramar sus secreciones en la sangre y —los músculos estriados y lisos y las glándulas de secreción
de esta manera dar el tono sexual a todos los tejidos corpora- externa— vimos que su actividad es susceptible de condiciona-
les necesarios. El problema que se plantea, acerca de la po- miento: que pueden adquirir hábitos. No existe prueba con-
sibilidad de que un individuo viejo, así rejuvenecido, fuera cluyente alguna respecto de la posibilidad de condicionar la
capaz de fecundar a una hembra, dependería de la condición actividad de las glándulas endocrinas. Dado que estas hormo-
en que se encuentren las gonadas o verdaderas células sexuales, nas actúan a manera de drogas poderosas —controlan el cre-
si éstas conservan su función o no; o sea, de la presencia de cimiento y el desarrollo y regulan la velocidad de la actividad
esperma vivo en los testículos. De todos modos, la erección corporal—, reviste gran importancia saber si se hallan o no
tendría lugar y el orgasmo se manifestaría (los requisitos esen- condicionadas. Si lo están, la sociedad se encuentra más que
ciales del acto sexual masculino). La vida sexual resultaría en nunca obligada a vigilar cuidadosamente la precoz educación
esta forma prolongada. del niño en el seno de la familia. La excesiva abundancia o
Otra operación destinada a incrementar la producción hor- escasez de tales secreciones, o una falta de equilibrio entre las
monal de la glándula de la pubertad, es la practicada por el mismas, puede inclusive obstaculizar el posible desarrollo nor-
cirujano vienes STEINACH. Este investigador encuentra que si mal de la conducta.
se oblitera el conducto que lleva el espermatozoide (la célula Aunque faltan pruebas experimentales, por mi parte estoy
que fecunda el óvulo femenino), de suerte que el espermatozoide convencido de que es dable condicionar las glándulas internas,
no pueda salir, provócase una atrofia de las verdaderas células y que siempre están condicionadas. Sabemos,que los estímulos
sexuales *, pero no de las células intersticiales. Estas últimas incondicionados susceptibles de despertar las reacciones que
denominamos miedo e ira (verbigracia las de los gatos acosa-
* Algunos fisiólogos sostienen que las gonadas (células sexuales) no se atrofian dos, molestados y perseguidos por un perro) provocan un au-
obstruyendo el conducto. mento de adrenalina. Sabemos que la conducta de miedo y la
114 J. B. W A T SON EL CO NDUCTISMO 115
ira puede ser condicionada. Asimismo tenemos razones para precisa que exista una verdadera cadena de células nerviosas
pensar que la tiroides es impulsada a la actividad por estímu- (y sus fibras) que une cada órgano de los sentidos con el
los sexuales incondicionados y, puesto que sabemos que es sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) y
factible condicionar la conducta sexual positiva, existen bue- a éste con los músculos y las glándulas. Antes de finalizar
nos fundamentos teóricos que apoyan la teoría del condiciona- nuestro estudio del cuerpo, revistemos rápidamente este sistema
miento de la actividad tiroidea. Hay suficientes pruebas como de enorme importancia.
para sostener que el proceso corporal que llamamos condicio-
namiento involucra intimamente las glándulas de secreción in- COMO ESTA CONSTITUIDO EL SISTEMA NERVIOSO
terna; que los estímulos condicionados pueden provocar la
hipersecreción (hiperactividad) y la hiposecreción (hipoactivi- En la pág. 86 describimos las células y sus fibras, las
dad) de las glándulas de secreción interna. neuronas individuales que componen el sistema nervioso. Estas
Acaso esto explique por qué el continuo contacto con un neuronas se encuentran colocadas en forma continua, de manera
ambiente donde nos acose multitud de estímulos condiciona- tal que constituyen vías permanentes desde los órganos senso-
dos desfavorables pueda motivar trastornos psicopatológicos, y riales a los de reacción. El cerebro y la médula espinal tam-
por qué a menudo mejoramos cuando tal ambiente cambia fa- bién deben considerarse como una parte de dicho sistema de
vorablemente o nos alejamos de él. En ocasiones, mediante vías. Naturalmente, en todo el sistema nervioso y en particular
nuestra organización verbal llevamos con nosotros el viejo am- en el cerebro y la médula espinal, hay estructuras de soporte
biente al nuevo. Por ello conviene que al cambiar de ambiente —membranas de tejido conjuntivo— y vasos sanguíneos.
elaboremos nuestras nuevas actividades empleando una verba- El trayecto más simple desde el órgano sensorial al de
lización nueva — dejando que por el bien conocido proceso del reacción es el arco reflejo corto. — Supongamos que al tocar
desuso, el antiguo mundo de actividad explícita se desvanezca yo una plancha eléctrica enchufada me quema la yema del
y que las viejas palabras pierdan su dominio sobre nosotros. dedo. Inmediatamente, antes de que podamos decir "ay" o
Así fueron reformados numerosos jóvenes psicópatas y delin- alguna mala palabra, retiramos la mano con brusquedad —
cuentes, no obstante haberse trabajado a ciegas y sin ningún por reflejo, como decimos. Sólo tres neuronas (teóricamente)
plan teórico preciso en cuanto a lo que esperábamos realizar. intervienen en este acto: una que se extiende desde la piel
Creemos que ahora empieza a ser posible trabajar más definida- hasta la médula espinal — neurona aferente; una segunda in-
mente en este sentido, sobre todo en el campo de la infancia: terior a la médula espinal y que no sale de ésta — neurona
con el niño difícil, con el delincuente precoz. central; y una tercera que va de la médula espinal a los múscu-
Resumen. — En estos dos capítulos acerca del cuerpo, co- los de la mano — neurona motriz. Existen cientos de miles de
menzamos examinando las células elementales y los tejidos ele- estas simples vías de reflejo directo corto. Muchos miles de
mentales que ellas constituyen. Luego tratamos de los órganos ellas sólo conectan la piel con los órganos de reacción: su fun-
que forman estos últimos. Hemos visto que hay órganos sen- ción es obtener una respuesta inmediata a estímulos peligrosos
soriales: receptores de estímulos; y órganos de respuesta: (organización segmentaria).
músculos estriados y lisos, glándulas de secreción interna y ex- Reflejos largos. — Por complicado que sea el recorrido
terna. Pero, aun existe otro sistema de órganos: los órganos del impulso nervioso, siempre quedan dos elementos del arco
de la conducción — el sistema nervioso. Su función es condu- reflejo corto arriba descrito, a saber: la neurona aferente que
cir un impulso nervioso desde los órganos sensoriales hasta los une el órgano sensitivo a la médula o al cerebro (adviértase
órganos de reacción: músculos y glándulas. Para realizarla, que el cerebro conecta con algunos de los órganos de los sen-
116 J. B. W A T S O N EL CONDUCTISMO 117
tidos mediante estos arcos reflejos cortos: por ejemplo, el ojo, enlazamiento de una parte del cuerpo con otra. Este proceso
el oído, la nariz, la lengua, los canales semicirculares, la piel de integración exige un sistema nervioso central — algo más
de la cabeza y de la cara, y hasta con algunas de las estructu- que una conexión directa entre algún punto del órgano sensi-
ras del órgano sensorial en las visceras y músculos estriados) tivo y un solo conjunto de músculos — necesitamos un com-
y la neurona motriz que comunica la médula o cerebro con los plicado sistema de vías neurales: son indispensables un cere-
músculos y glándulas. Toda respuesta a un estímulo, siempre bro y una médula espinal.
involucra estos dos elementos del arco reflejo.
Naturaleza del impulso nervioso. — ¿Qué es lo que pasa
Ahora bien, los trayectos neurales más largos y más com- a través de las vías neurales? Un impulso neural que se inicia
plejos son tales porque el arco suele incluir más de una neu- en la usina química del órgano sensorial. Posee cierto parecido
rona central. A veces el trayecto en la médula y en el cerebro
con una serie de corrientes eléctricas locales (podríamos des-
cribirla en forma científica como un pasaje rápido de una onda
Neurona aferente de descomposición química de naturaleza esencialmente eléc-
Cuerpo celular de
trica). Conocemos su velocidad, más o menos 125 metros por
segundo. Sabemos, también, que si los elementos nerviosos ca-
la neurona aferente Órgano sensitivo
recen de oxígeno no conducen el impulso; y que en estado de
actividad, producen C0 2 (bióxido de carbono) con mayor ra-
pidez que cuando se encuentran en reposo. Aunque no estemos
al tanto de todo lo inherente a su naturaleza, conocemos lo
Músculo estriado suficiente para estar seguros de que se trata de un proceso
FIG. 14.
físicoquímico, cuyo aspecto misterioso se esfuma de inmediato
Esquema del arco reflejo corto.
llevándolo al control del laboratorio.
S U M A R I O
es sumamente complicado. Supongamos que deba reaccionar
de este modo: bajo a buscar en la oscuridad un lápiz que ha- Recapitulemos ahora en un centenar de palabras nuestros
bía dejado sobre la mesa de la biblioteca. Alargo la mano, principales resultados. El cuerpo está constituido por células y
toco algo cilindrico y liso. Tanteo a fin de palpar la punta. sus productos. Estas células se unen y forman tejidos elemen-
No la tiene. Digo en voz alta: "La cerbatana de mi hijo mayor". tales, que a su vez configuran estructuras mayores, órganos,
La dejo y continúo mi pesquisa. Llego a otro objeto redondo. cada uno de los cuales posee una cierta unidad y realiza fun-
Carece de goma. No tiene punta. Digo: "Esta es una pieza ciones definidas. Un grupo de tales órganos es (1) el de los
del mecano de mi hijo". La dejo y sigo buscando. Por último, sensoriales — piel, ojo, oído, nariz, etc. (no debe olvidarse que
encuentro un objeto cilindrico: tiene punta y goma. Lo tomo, algunos de estos órganos no son accesibles a la observación
me vuelvo, subo y me pongo a escribir. Nótese que esta clase directa: como los de los músculos, tendones y visceras). Otro
de respuesta entraña una amplia serie de adaptaciones: inter- es (2) el de los órganos de reacción — músculos estriados o
vienen músculos de las manos, piernas y tronco; entran en jue- del esqueleto, músculos lisos y glándulas (que concurren am-
go reacciones verbales anteriormente aprendidas; más de un pliamente a la formación de las visceras). Un tercer grupo está
segmento corporal está incluido; numerosos segmentos deben constituido (3) por los órganos de conexión: el sistema inte-
cooperar y funcionar juntos. Es ésta una integración — un grado por las vías nerviosas que corren desde los órganos sen-
118 J. B. WATSON
INTRODUCCIÓN
El hombre es un animal que nace con ciertos tipos defini- Comencemos afirmando que desde ahora en adelante el
dos de estructura. Y dado que posee tales estructuras, ya hombre es para nosotros una totalidad animal. Cuando reac-
desde su nacimiento necesariamente responde a los estímulos en ciona, lo hace con cada una y todas las partes de su cuerpo.
forma determinada (por ejemplo: respirando, con la palpitación A veces reacciona más enérgicamente con un grupo de múscu-
cardíaca, estornudando, y otras respuestas análogas. Más ade- los y glándulas que con otro. Entonces decimos que está ha-
lante suministraré una lista bastante completa). Tal conjunto de ciendo algo. Hemos mencionado muchos de sus actos: respi-
respuestas es, en general, el mismo para todos nosotros. No rar, dormir, arrastrarse, caminar, correr, luchar, llorar. Mas no
obstante, en cierto grado, en cada uno se dan variaciones, las ha de olvidarse que cada uno de éstos involucra todo el cuerpo.
cuales probablemente sean proporcionales a las diferencias que Asimismo hemos de empezar a considerar al hombre como
existen en la estructura (desde luego, en esta última incluímos un mamífero — un primate — un animal con dos piernas, dos
la constitución química). Quizá el actual repertorio de res- brazos y dos manos movibles y delicadas. Como animal tiene
puestas es idéntico al del "genus homo", cuando apareció por una vida embrionaria de nueve meses, una larga y desvalida in-
vez primera hace muchos millones de años. A este grupo de fancia, una niñez de lento desarrollo, ocho años de adolescen-
reacciones del hombre, designémoslo conducta no aprendida. cia y un período completo de vida de aproximadamente setenta
En esta lista relativamente simple de respuestas humanas años.
no hallamos ninguna que corresponda a lo que los psicólogos En los trópicos este animal casi no usa abrigo; va desnu-
y biólogos contemporáneos denominan "instinto". Para nos- do; se alimenta de animales de fácil captura y de frutos y ver-
otros no existen, pues, instintos — ya no necesitamos seme- duras que no requieren cultivo. Lo vemos en regiones templa-
jante término en psicología. Todo cuanto solía llamarse "ins- das, pero aquí vive en casas bien construidas y provistas de
tinto", es, en nuestro entender, aprendizaje — pertenece a la calefacción. Notamos que el macho siempre anda bien arropa-
conducta aprendida del hombre. do, inclusive en el verano, y que cubre con un sombrero su
De lo que antecede derivamos el corolario siguiente: no cabeza — la única parte del cuerpo resguardada naturalmente.
hay tal herencia de capacidad, talento, temperamento, consti- La hembra, en cambio, utiliza la menor cantidad de vestidos
tución mental y rasgo de carácter. Todo ello depende asimismo posible. Comprobamos que el macho trabaja con afán (la hem-
del entrenamiento que, en su mayor parte, tiene lugar en la bra rara vez) en casi todo tipo de actividades: desde excavar
infancia. El conductista no diría: "hereda del padre su capa- la tierra a objeto de contener el agua — como el castor —
cidad o talento de buen esgrimista". Sino: "este niño posee hasta levantar altos edificios de concreto y acero. Lo hallamos
evidentemente la ágil contextura física de su padre, el mismo igualmente en las regiones árticas, cubierto de pieles, tomando
tipo de ojos. Su físico es extraordinariamente parecido al del alimentos grasos y habitando viviendas de hielo y nieve.
padre. También él tiene el cuerpo de un esgrimista". Y segui- Dondequiera encontramos al hombre advertimos que cum-
ría diciendo: "su padre lo quiere mucho; cuando frisaba el año ple las más extrañas tareas y exhibe las maneras y costumbres
de edad puso en sus manos una minúscula espada, y cuando más divergentes. En África, hombres negros se comen mutua-
salen de paseo, continuamente le habla de esgrima, de ataque mente; en la China meridional ingieren arroz llevándoselo a la
y defensa, del código del duelo, etcétera". Un determinado tipo boca con delgadas varillas. En otros países, emplean cuchillo
de estructura, más un entrenamiento precoz — inclinación — y tenedor metálicos. Tan distinta es la conducta del primitivo
explican las hazañas realizadas en la edad adulta. bosquimano australiano adulto de la de los moradores de la
122 J. B. W A T SON EL CONDU CTISMO 123
China interior, y hasta tal punto difiere la de ambos grupos con vamente leves. Dependen, entre otras causas, de diversidades
respecto a la del inglés culto, que por fuerza se nos plantea la cuantitativas y cualitativas de los pigmentos de la piel. Sería
siguiente cuestión: ¿es que todos los miembros de la especie muy difícil que al estudiar la conducta de estos niños al nacer
homo, en cualquier momento de la historia biológica que los advirtiéramos desigualdades que diferenciaran al blanco del ne-
hallemos, empiezan con el mismo grupo de respuestas y son gro, y al blanco o negro del amarillo. Habrá desemejanza en
éstas provocadas por idéntico conjunto de estímulos? En otros sus conductas, pero es al biólogo o eugenista, que proclama
términos: ¿lo no-aprendido, el equipo innato del hombre que que estas diferencias raciales son mayores que las individuales,
nos hemos habituado a denominar instintos, es siempre igual, a quien incumbe probarlo.
en África como en Boston, en el año 6.000.000 a. de C. como Igualmente suele preguntársenos: "¿Cómo se explica que
en el 1930 de la Era Cristiana? ¿Cuenta con el mismo equipo los vastagos de padres de manos grandes y con dedos adicio-
haya nacido en los algodonales del Sur de Norteamérica, en nales en las manos o pies tengan idénticas características?
Mayflower o bajo la purpúrea cobertura de seda de la realeza ¿Puede demostrarse que los hijos de tales progenitores heredan
europea? dichas peculiaridades de estructura?" Nuestra contestación es
afirmativa: "Sí, miles de variaciones están depositadas en el
LA RESPUESTA DEL PSICÓLOGO OENETICISTA plasma germinal y aparecerán constantemente (con tal que no
varíen los demás factores) en el descendiente. El color del
El psicólogo geneticista — el estudioso más calificado pa- pelo, el de los ojos, la contextura de la piel, el albinismo (in-
ra contestarla — no escucha con gusto esta pregunta, porque dividuos muy claros, con poco o ningún pigmento en el cabello
son limitados sus datos a este respecto. Mas, ya que debe y en los ojos, y de capacidad visual siempre defectuosa), son
hacerlo, puede expresar honestamente su convicción: "Sí, den- otros rasgos que se heredan. Conociendo la constitución de los
tro de los límites de las variaciones individuales, todos los hom- padres y abuelos, al biólogo le es dado pronosticar muchas de
bres nacen iguales, prescindiendo de las condiciones de sus las características estructurales del descendiente, aun de las
progenitores, de la época geológica y de la zona geográfica". más delicadas".
Pero alguien podría objetar: "¿Es que nada de cierto hay Apresurémonos, pues, a admitirlo: sí, existen diferencias
en la herencia — en la eugenesia?; ¿no representa alguna ven- hereditarias en la forma, en la estructura. Unos nacen con de-
taja nacer " F . F . V . " * ? ; ¿no ha habido progreso en la evo- dos largos y delgados y con una garganta de conformación
lución humana?" Examinemos algunas de estas cuestiones, por suave; otros nacen altos, grandes, con físico de boxeadores;
las cuales tantas personas se excitan al punto de reñir. algunos tienen la piel y los ojos delicadamente matizados. Es-
Con toda seguridad, los progenitores negros engendrarán tas variaciones se hallan en el plasma germinal y se trasmiten
hijos negros, siempre que la raza sea pura (con la excepción, de padre a hijo. Más discutible es la herencia del prematuro
quizá, de un caso cada millón de años más o menos, cuando o tardío encanecimiento, la calvicie precoz, la duración de la
nazca un monstruo o una variación que teóricamente podría ser vida, la procreación de gemelos, etc. Muchas de estas cuestio-
blanca, amarilla o roja). Asimismo, serán amarillos los des- nes ya han sido resueltas por el biólogo, y otras están en ca-
cendientes de chinos de piel amarilla, y los padres caucásicos mino de serlo. Pero no nos dejemos desviar por estos hechos
procrearán hijos blancos. Pero estas disimilitudes son relati- incontrovertibles de la herencia, como les ha ocurrido a ciertos
biólogos. La mera presencia de tales estructuras nada nos dice
* F. F. V. es la sigla de First Families of Virginia: "hijo de la mejor sociedad acerca de la función. Esto ha sido la fuente de numerosas y
«ie Virginia"; por extensión, en los EE. UU. significa miembro de una fámula graves confusiones. Gran parte de nuestra estructura, recibida
aristocrática de los estados meridionales. [ T . ] . hereditariamente, no se manifestaría nunca, jamás aparecería
124 J. B. W A T SO N E L C O N D U C T I S M O 125
en función si el organismo no se encontrara en un ambiente debe a que este hijo particular heredó el talento paterno? Puede
determinado, sujeto a señalados estímulos y obligado a some- haber miles^de causas; ninguna favorecerá la opinión de que
terse al entrenamiento. Nuestra estructura hereditaria — la Wesley Smith heredara el "talento" del progenitor. Supon-
misma estructura — se halla lista para ser moldeada en mil gamos que John Smith haya tenido tres hijos, todos ellos, por
formas diversas, que dependen de la educación que se admi- hipótesis, dotados de idéntica conformación anatómica y fisio-
nistre al niño. Si queremos convencernos, midamos el brazo del lógica, de suerte que cada uno pudiese adquirir la misma orga-
herrero, observemos las fotografías de hombres hercúleos en nización (hábitos que los otros dos.* Supongamos también
nuestras horribles revistas de cultura física, o las encorvadas que los tres comenzaron a estudiar economía a los seis años.
espaldas del viejo tenedor de libros: todas estas personas están Uno era el preferido del padre. Seguía todos sus pasos y,
estructuralmente conformadas (dentro de ciertos límites) por la gracias a la tutela paterna, no tardó en alcanzarlo y finalmente
clase de vida que llevan. en aventajarlo. Dos años después del nacimiento de Wesley,
vino al mundo otro hijo; mas el padre estaba monopolizado
¿SON HEREDITARIOS LOS RASGOS "MENTALES"?
por el mayor. El segundo llegó a ser el predilecto de la madre,
quien en vista de que su esposo le dedicaba cada vez menos
Todos admitimos la herencia cuando se trata de huesos, tiempo, consagróse por completo a él. Naturalmente, este últi-
tendones y músculos — ¿y respecto a los rasgos mentales? mo no pudo seguir tan de cerca las huellas paternas; sobre él
¿Afirma el conductista que el talento no es hereditario? ¿Que tenía mayor influencia la madre. Pronto abandonó sus estudios
fas tendencias criminales no se heredan? Evidentemente, po- de economía, entró en sociedad y acabó en "lechuguino de
demos probar en forma indubitable que tales cosas son here- salón". El tercer hijo, nacido dos años más tarde, no era
ditarias. Es ésta la idea antigua, la que profesábamos antes deseado. El padre seguía encariñado con el primogénito; la
de saber lo que ahora sabemos acerca del poder de la temprana madre con el segundo. Se le puso también a estudiar economía.
educación infantil. La cuestión a menudo es planteada de una Sus padres lo descuidaban y el niño pasaba sus días en las
manera específica: "Fíjense en los músicos hijos de músicos; habitaciones de la servidumbre. Una criada poco escrupulosa
véase a Wesley Smith, hijo del gran economista John Smith le enseñó a masturbarse a los tres años. A los doce, un chófer
— verdadera astilla del viejo tronco, si alguna vez la hubo". hizo de él un homosexual. Luego, el contacto con ladrones de
Pero como el conductista no admite nada que se parezca a ras- la vecindad lo convirtió en ratero, después en señuelo y por
último en morfinómano. Murió de paresia en un asilo de in-
gos, disposiciones o tendencias mentales, resulta inútil plantearle sanos. Nada malo existía en la herencia de ninguno de estos
el problema de la herencia del talento en la forma tradicional. hijos. Hipotéticamente, todos tuvieron al nacer las mismas po-
Desde sus primeros años, Wesley Smith se halló en un sibilidades. Todos pudieron llegar a ser padres de hijos fuertes
ambiente saturado de cuestiones económicas, políticas y socia- y sanos (tal vez con excepción del tercero, después de haber
les. Sentía un intenso cariño por su padre. El rumbo que contraído la sífilis), siempre que sus esposas hubiesen sido igual-
tomó fué muy natural. Escogió su profesión por el mismo mente sanas.
motivo que hace que nuestro hijo estudie para hacerse abogado,
médico o político. Si el padre es zapatero, dueño de bar o Quizá haya quienes objeten que el conductista arremete
barrendero — o se ocupa de cualquier otra actividad despro- contra hechos bien conocidos de la eugenesia y de la evolución
vista de categoría social, el hiio no seguirá sus pasos tan fácil- experimental; que los geneticistas han probado que numerosas
mente, pero ésta es otra historia. ¿Por qué Wesley Smith logró
destacarse, mientras tantos hijos de padres famosos han fra- * Con ello no queremos dar a entender que su constitución genética fuest
idéntica.
casado en sus intentos de alcanzar igual preeminencia? ¿Se
126 J. B. W A T S O N EL CONDUCTISMO 127
características se trasmiten a los hijos — citarán la aptitud la formación del ser humano. Ello nos permitirá también ad-
para las matemáticas, la aptitud musical, y muchísimas otras. mitir el hecho de que debe existir variación en la forma de
Nuestra réplica es que los geneticistas están trabajando bajo constituirse estos complicados tejidos. Acabamos precisamente
el estandarte de la vieja psicología de las "facultades". No de manifestar que ciertos seres humanos nacen con dedos largos,
debe asignarse mucha importancia a sus actuales conclusiones. otros, con dedos cortos; en unos, los huesos de brazos y pier-
Ya no creemos en facultades ni en ninguna de las pautas este- nas son largos, en otros, cortos; unos, con huesos duros, otros
reotipadas de conducta conocidas como "talento" y capacida- con huesos blandos; unos con glándulas hipertrofiadas, otros,
des heredadas. con funcionamiento glandular deficiente. Se sabe igualmente
que es factible identificar a los seres humanos por sus im-
LAS DIFERENCIAS ESTRUCTURALES Y EL ENTRENAMIENTO PRECOZ
presiones digitales. Nunca han existido dos hombres con marcas
EXPLICAN TODAS LAS DISIMILITUDES DE LA CONDUCTA ULTERIOR digitales idénticas, pero nos es dable distinguir las huellas de
las manos y pies humanos de las de los otros animales. No
Hemos afirmado que si bien se dan variaciones indivi- hay dos seres humanos cuyos huesos sean exactamente iguales;
duales en la estructura, no podemos encontrar prueba real no obstante, cualquier buen anatomista es capaz de distinguir
alguna de que el repertorio de los actos no aprendidos del un hueso humano (y son más de doscientos) del de otro ma-
hombre haya cambiado mucho a través de los tiempos, o que mífero. Si algo tan sencillo como las impresiones digitales
alguna vez éste haya sido más o menos apto que en 1930 para difieren en cada individuo, tenemos la prueba absoluta de que
asimilar un aprendizaje complejo. Desde que se iniciaron los la conducta general será y debe ser distinta. Los niños gatean
estudios biológicos se sabe que entre los hombres existen mu- y lloran diferentemente; la frecuencia con que en cada uno
chas y notables diferencias estructurales. Pero en el análisis ocurre la defecación y la micción es variable; sus primeros
de la conducta humana nunca hemos utilizado este conocimien- esfuerzos vocales, su manera de pedir alimento, la prontitud
to lo suficiente. Asimismo queremos servirnos de otro hecho, sólo y rapidez con que emplean sus manos, son distintos (inclusive
recientemente esclarecido por los conductistas y estudiosos de los mellizos univitelinos muestran tales desemejanzas) porque
la psicología animal: que la formación del hábito empieza, con son estructuralmente diferentes y en algo — poco — difiere
toda probabilidad, en la vida embrionaria, y que inclusive en el su composición química. Divergen también en detalles finos
¡oven ser humano el ambiente moldea la conducta con tal rapi- del equipo sensorial, en detalles del cerebro y de la médula,
dez, que la totalidad de las viejas teorías acerca de cuáles en el mecanismo cardíaco y circulatorio, y en la longitud, an-
tipos de conducta son hereditarios y cuáles aprendidos se des- chura, espesor y flexibilidad de los sistemas musculares
morona. Admitamos variaciones estructurales congénitas y estriados.
pronta formación de hábitos desde el momento del nacimiento, Sin embargo, pese a todas estas disimilitudes estructurales,
y dispondremos de una base para explicar muchos de los así "un hombre es un hombre porque lo es" — está hecho del
denominados hechos de la herencia de las características "men- mismo material que los demás hombres y tiene idéntico plan
tales". Examinemos ambos puntos: arquitectónico general, prescindiendo deshabito.
(1) LOS SERES HUMANOS DIFIEREN POR LA FORMA EN QUE (2) LAS DIFERENCIAS EN EL ENTRENAMIENTO ' PRECOZ HACEN
ESTÁN CONSTITUIDOS AL HOMBRE AUN MAS DISTINTO
Al estudiar la composición del cuerpo dimos una ligera Admitimos, pues, pequeñas pero significativas diferencias
idea de la complejidad del material y procesos concurrentes en estructurales entre cada uno y todos los demás seres humanos.
128 J. B. W A T S O N E L C O N D U C T I S M O 129 |
Las diferencias en el temprano entrenamiento son todavía más la madre, pintora retratista de nota. El primero tiene manos I
marcadas. Sabemos ahora que los reflejos condicionados se grandes y fuertes, pero con dedos largos y flexibles (es un |
inician con el nacimiento (y probablemente antes); que no es mito el que todos los artistas tengan dedos largos, ahuesados I
posible impartir igual entrenamiento a dos niños, aunque per- y delicados). El hijo mayor presenta el mismo tipo de mano. I
tenezcan a la misma familia. Una joven y cariñosa pareja tiene El padre quiere a su primogénito, la madre al segundo. Pronto I
mellizos: un varoncito y una niña. Los pequeños visten de igual empieza el proceso de "modelarlos a semejanza". La sociedad
manera y se los alimenta en forma semejante. El padre mima está educada sobre la base de modelar a los jóvenes que ama-
y acaricia a la niña, la rodea de afecto; la madre, al varoncito. mos según lo hemos sido nosotros mismos. En este caso el
Mas el padre quiere que éste siga sus pasos: es severo con él, mayor se convierte en un extraordinario pianista, en tanto el
quiere modelarlo de acuerdo con sus principios. La madre desea más pequeño sólo llega a ser un pintor mediocre. Esto en ¡
que la niña sea modesta y femenina. Ambos niños no tardan cuanto a los diferentes aprendizajes o inclinaciones en la ju- j
en evidenciar grandes disimilitudes en sus respectivas conduc- ventud. ¿Pero qué podemos decir acerca de las estructuras ¡
tas. Reciben distinto entrenamiento desde la infancia. Nacen distintas? Repárese en lo siguiente. En circunstancias ordina- j
!
los demás hijos. El padre se halla ahora más absorbido por rias, un rigoroso entrenamiento musical no hubiese bastado para
sus negocios — debe trabajar con mayor intensidad. Las acti- convertir en pianista destacado al hijo menor — sus dedos no
vidades sociales monopolizan casi por completo a la madre; eran suficientemente largos ni bastante flexible la configuración
la servidumbre entra en escena. Los hijos menores tienen her- muscular de la mano. Empero, inclusive aquí debemos ser
manos; son criados en un ambiente completamente diverso del cautelosos: el piano es un instrumento estandard, para el cual
de los demás niños. Uno de ellos se enferma. Se abandona es indispensable cierto alcance digital y manos y muñecas fuer-
el severo entrenamiento; todas las reglas se quebrantan ante tes. Mas supongamos que el padre prefiriese al menor de sus
la enfermedad de un niño. Ocurre también que otro se asusta, hijos y hubiera dicho: "Quiero que sea pianista y voy a in-
se condiciona — manifiesta temor por cualquier causa; se torna tentar un experimento. Sus dedos son cortos, nunca tendrá
tímido y el curso regular de su actividad infantil resulta inter- una mano flexible; haré fabricar, pues, un piano especial, con
ferido. Al respecto mencionaré un caso real. Dos niños, de teclas estrechas, de suerte que no obstante su deficiente en-
nueve años de edad, habitan casas colindantes. Reciben "idén- vergadura, la mano resulte adecuada; proyectaré otro sistema
tico" entrenamiento (las madres, amigas íntimas, los educan de palancas para las teclas, de modo que no se requiera fuerza
con arreglo al mismo método). Un día, salen de paseo. La particular ni flexibilidad alguna". Quién sabe si en estas con-
niña de la izquierda contemplaba la calle y únicamente advirtió diciones el hijo menor no se habría convertido en el primer
su trajín. La de la derecha miraba las casas y vio a un hombre pianista del mundo.
que exhibía los órganos sexuales; quedóse harto preocupada y Tales factores, en especial los relativos al entrenamiento,
trastornada, y sólo logró tranquilizarse después de varios meses han sido enteramente descuidados en el estudio de la herencia.
de conversación con sus padres. Carecemos de hechos que permitan confeccionar estadísticas I
sobre la herencia de tipos especiales de conducta, y hasta que í
NUESTRA CONCLUSIÓN el estudio del infante humano no los verifique, todos los datos [i
concernientes a la evolución de las diversas' formas de conducta j
¿Cómo estos dos puntos explicarán los así llamados hechos humana y a la eugenesia sólo han de aceptarse con la mayor j
de la herencia del talento o de las características mentales? prudencia. j
Consideremos un caso hipotético. He aquí dos niños: uno de Nuestra conclusión es, pues, que no poseemos testimonios |
7 años, el otro, de 6. El padre es un pianista muy talentoso; cabales de la herencia de aquellos rasgos. Tendríamos plena ¡
i!
t
130 J. B. W A T S O N EL CONDU CTISMO 131
confianza en el futuro de un niño sano, normal y criado con desarrollarse determinadas perturbaciones de la conducta de
cariño, aunque procediese de una larga ascendencia de tram- uno u otro tipo. Por consiguiente, algunos de esos niños se
posos, asesinos, ladrones y prostitutas. ¿Quién dispone de ven desprovistos de las posibilidades estructurales necesarias
testimonios en contra? Todos los años, muchos y muchos miles para el entrenamiento — verbigracia, cuando faltan las cone-
de jóvenes, nacidos de padres morales y severos y en hogares xiones fundamentales entre el cuerpo y el cerebro. Asimismo,
normales, se descarrilan, roban y se prostituyen, a causa de donde se presentan defectos estructurales fácilmente notables —
uno u otro accidente en su educación. Otros tantos miles de en las deformidades, carencia de dedos, existencia de dedos
hijos de truhanes crecen para convertirse en truhanes, debido adicionales —, hay inferioridad social y es imposible la com-
a que en semejantes ambientes no podría ocurrir de otro modo. petencia en un terreno de igualdad. Lo mismo ocurre cuando
Pero, si se adopta a un niño de ascendencia reprobable y éste se crían razas "inferiores" junto a otras "superiores". No dis-
se descarrila, se citará este hecho a guisa de prueba irrefutable ponemos de ninguna evidencia fidedigna de la inferioridad de
de la herencia de la perversidad moral y de las tendencias la raza negra. Empero, si educamos a un niño blanco junto
criminales. En toda nuestra civilización, no ha habido por cierto a uno negro en el mismo colegio y los criamos en la misma
dos docenas de casos cuyas historias se hayan conservado con familia (teóricamente sin diferencias), cuando la sociedad co-
suficiente pulcritud como para que podamos derivar tales con- mienza a ejercer su aplastante dominio, el negro no puede
clusiones — pese a la opinión contraria de los estudiosos de competir.*
las reacciones mentales, de LOMBROSO, y de todos los crimina- Ciertamente a la sociedad no le es grato enfrentar los
listas. En realidad, jamás se cría a los hijos adoptivos como hechos. El orgullo racial ha sido fuerte; de ahí nuestra "ascen-
a los propios. No podemos utilizar las estadísticas basadas en dencia del Mayflower", nuestras "Hijas de la Revolución". Nos
observaciones recogidas en instituciones de beneficencia y asilos place jactarnos de nuestros antepasados. Distingue. Nos gusta
de huérfanos. Basta ir allí y trabajar un tiempo para ver que pensar que se requieren tres generaciones (a veces más) para
carecen de valor, y decimos esto sin intención de menospreciar obtener un caballero, y que detrás nuestro tenemos más. Por
la labor que realizan tales organizaciones. otra parte, el creer en la herencia de las tendencias y rasgos
Ahora desearíamos avanzar otro paso y decir: "Dadnos nos limpia de culpa y cargo en la educación de nuestros hijos.
una docena de niños sanos, bien formados y un mundo apro- Si el hijo se descarrila, la madre dice: "¡Mirad a su padre!",
piado para criarlos, y garantizamos convertir a cualquiera de o "¡Mirad a su abuelo!" (o a quienquiera ella deteste). "¿Qué
ellos, tomado al azar, en determinado especialista: médico, abo- se podía esperar con tales antecesores en la familia de su
gado, artista, jefe de comercio, pordiosero o ladrón, no importa padre?" Y el padre, cuando es la hija quien muestra propen-
los talentos, inclinaciones, tendencias, habilidades, vocaciones y sión a desviarse: "¿Qué podía esperarse? Su madre siempre
raza de sus ascendientes". Lo confesamos: rebasamos lo hasta se dejó cortejar por cualquier hombre. Si estas tendencias son
hoy establecido por nuestras experiencias, pero también lo han hereditarias, nosotros no somos culpables. Los rasgos, según
hecho así durante miles de años los defensores de la parte los psicólogos más antiguos, nos vienen de Dios, y si mi hijo
contraria. Por supuesto, de efectuarse este experimento, de-
beríamos ser nosotros quienes habríamos de especificar la for- * No hablo aqui de la herencia de los caracteres adquiridos de la conducta.
ma de criarse a los niños y el tipo de mundo en el cual habitarían. La evidencia biológica la contradice. El brazo derecho del infante con una larga
Cuando existen defectos estructurales hereditarios, como ascendencia de herreros, tiene al nacer aproximadamente el mismo perímetro mez-
quino que el primer herrero entre sus antecesores, y no mayor que el de su brazo
en apariencia sucede en ciertas enfermedades glandulares, en izquierdo. Las pruebas en pro y en contra han sido magníficamente resumidas,
los deficientes mentales, en los casos que ha habido infección por JENNINGS, en las "Bases biológicas de la naturaleza humana", obr. cit., págs.
intrauterina (sífilis y gonorrea), precoz y rápidamente pueden 328 y ss.
132 J. B. WATSON
EL CONDUCTISMO 133
o mi hija se descarrilan, yo, como padre, no puedo ser
censurado". de GALTON acerca de los relojes y las ruedas giratorias de-
Los estudios realizados sobre mellizos monozigóticos en los terministas" .
cinco últimos años esclarecieron considerablemente las respec- De la obra de MULLER y NEWMAN se desprende que nin-
tivas influencias del ambiente y de la herencia. Examinemos gún otro estudio análogo confirma esta conclusión del doctor
este material con algún detenimiento. GESELL. En el "Journal of Heredity", de diciembre de 1925,
H. G. MULLER describe sus tests con las mellizas monozigóti-
cas B. y /. A la fecha del test, éstas tenían 30 años, habiendo
¿LOS EXPERIMENTOS SOBRE MELLIZOS UNIVITELINOS, CONTRADICEN sido separadas cuando sólo contaban dos semanas. Una (B.),
NUESTRA INSISTENCIA EN EL INFLUJO RELATIVAMENTE MAYOR DEL vivía en Wyoming (EE. UU.), pero había residido en Nueva
AMBIENTE EN LA PRECOZ DIFERENCIACIÓN DE LA CONDUCTA?
York, Washington y otros lugares; la otra (/.), en Arizona.
El doctor ARNOLD GESELL, el más fervoroso abogado de B. fué criada por padres adoptivos, quienes trabajaban de
la herencia y de los factores del crecimiento, en su artículo mineros, leñadores y acarreadores. Desde pequeñita, pasaba
"Conducta semejante en mellizos monozigóticos" ("Eugenical todo el día al aire junto a las cuadrillas de obreros, y sólo
News", vol. XIV, N.° 5, mayo de 1929), expresa muy cate- había asistido regularmente a la escuela durante cuatro años,
góricamente que las pautas de conducta de mellizos monozi- incluyendo nueve meses de escuela comercial. A los 15 años,
B. consiguió un empleo de oficinista. Su carrera comercial no
góticos revelan un grado especial de semejanza. Por ejemplo, resultó muy brillante — ensayó, además del trabajo de ofici-
"las respuestas posturales, de percepción, prensión, utilización nista, el de administración y secretaria.
e imitativas a uno, dos y tres cubos rojos de una pulgada
colocados frente a cada niño, se describieron y fotografiaron a También /. fué criada por padres adoptivos, propietarios
fin de proporcionar datos objetivos para un estudio detallado de un rancho y de una hostería donde reinaba mucha anima-
del desarrollo de los modos de conducta". En estos tests, los ción. Pasaba buena parte del día al aire libre y, como B.t era
una moza retozona. Completó sus estudios secundarios y más
mellizos T. y C. evidenciaron marcado parecido en sus pautas tarde asistió a algunos cursos universitarios de verano. Se
de conducta. Las correspondencias entre las pautas de con- graduó de maestra y tuvo un niño.
ducta fueron literalmente incontables. Comprobáronse 99 ítems
de desigualdad de menor importancia y 513 ítems de relación Ninguna de las mellizas gozaba de muy buena salud y
de identidad o casi identidad. sus enfermedades eran muy similares.
Sus puntajes en los tests de inteligencia general (grupos
Aunque interesantes, estos experimentos no constituyen Otis y Army Alpha) no fueron muy diferentes, pero en algu-
una prueba de que la semejanza de pautas en estos dos niños nas pruebas /. resultó muy superior y B. muy inferior, y vice-
fuese más estrecha de la que podría verificarse si se realizaran versa en otras. Por ejemplo, en el test de asociación de KENT
investigaciones similares con infantes de la misma edad, cria- ROSSANOFF, /., gracias a su mayor preparación escolar, con-
dos en condiciones ambientales relativamente parecidas, siempre testó casi con el doble de rapidez. En la prueba de teclear,
que las criaturas fueran de peso, conformación física y condi- debido a su experiencia como dactilógrafa, B. obtuvo una cla-
cionamiento anterior iguales. A estar a mi lectura del informe, sificación de 207 contra 164 de /. en igual tiempo. En el
no hubo en el experimento control alguno. El doctor GESELL "Test de cruzamiento" (crossing), B. acusó un puntaje de
concluye: "En el curso de nuestra observación simultánea de 63 contra uno de 55 de / . MULLER concluyó que los tests re-
las pautas de conducta de los mellizos T. y C, la correspon- lativos al tiempo de reacción motriz, "temperamento volitivo",
dencia era a veces tan sorprendente que evocaba la metáfora emociones y aptitudes sociales "arrojan resultados en abierto
contraste con los de los tests de inteligencia, en todos los
134 J. B. W A T S O N EL CONDUCTISMO 135
cuales ambas hermanas denunciaron rendimientos harto dis- También en la segunda pareja de mellizas monozigóticas
tintos. Las diferencias fueron, término medio, apenas mayores estudiada por NEWMAN, el medio divergía marcadamente. Una
que las que se advierten en los rendimientos de dos individuos concurrió a la escuela siete años más que la otra. Se las separó
tomados al azar del grupo con que se estableció las normas luego de haber vivido juntas 18 meses. Después de 19 años de
del test". alejamiento fueron sometidas a un test. La hermana que había
NEWMAN, en su artículo "Mental Traits of Identical recibido mejor educación, G., obtuvo puntajes muy superiores
Twins Reared Apart" ("Rasgos mentales en mellizos monozi- en todos los tests de aptitud "mental" y realización "innata".
góticos criados separadamente" — "Journal of Heredity", abril Al igual que las mellizas anteriores, en los tests emocionales
de 1929), menciona un caso todavía más sorprendente de fueron muy similares.
mellizos criados por separado — uno en la ciudad, el otro en En todos estos tests con mellizos monozigóticos no en-
el campo. Los mellizos C. y O. nacieron en 1925. Su apa- contramos la menor prueba en apoyo del argumento biologista
riencia física los hacía indistinguibles. Citamos al autor: "En de que el número y la relación de los genes constituyen los
este caso el ambiente y el aprendizaje de los mellizos fueron factores determinantes de las pautas de conducta. En el caso
en general estrictamente similares, por lo menos hasta donde de mellizos monozigóticos tenemos los mismos genes; no
pudimos verificar los hechos; sin embargo, "las personalidades" obstante, un aprendizaje diferente produce personalidades
de los dos niños son por entero distintas. Tan opuesta era la diferentes.
impresión que causaron a todos los observadores, que desde Una vez más deseamos subrayar aquí nuestro punto de
un principio llamó nuestra atención". vista. Reconocemos que, después de todo, fuera del laboratorio
En el "Test de reacción emocional" de PRESSEY, el pun- la vida ofrece mucha semejanza. Supongamos ahora que lle-
taje total de C. (el niño de la ciudad) fué de 29; el de O. vamos mellizos monozigóticos al laboratorio y empezamos a
(el niño del campo) de 55, resultando así que O. es definida- condicionarlos rígidamente desde su nacimiento hasta los veinte
mente más neurótico. En el "Test de inteligencia del grupo años, pero a cada uno en la forma más diversa posible. In-
internacional", la clasificación de C. fué de 156, la de O. de clusive sería factible hacer que uno de ellos se desarrollara
146. En el examen psicológico de THURSTONE, C. registró falto de lenguaje. Quienes hemos consagrado años enteros al
101 puntos y O. 84. Este test incluye pruebas de conclusión, condicionamiento de niños y animales, no podemos dejar de
idioma artificial, semejanza, aritmética y oposiciones. comprender que los dos productos resultantes serían tan dis-
NEWMAN estudió también dos parejas de mellizas mo- tintos como el día y la noche.
nozigóticas. La primera, separada al finalizar 18 meses, fué Sin embargo, aun ante esta evidencia, JENNINGS, el más
examinada después de 18 años (habían vivido juntas durante imparcial y científico de los biólogos geneticistas, en las "Bases
un año antes de realizarse el examen psicológico). En el pe- biológicas de la naturaleza humana", se expresa así:
ríodo de separación, su vida transcurrió en ambientes muy
"Por consiguiente, el estudio de los cuatro casos de gemelos univi-
diversos. "Estas mellizas diferían enormemente en cuanto a telinos criados separadamente favorece la teoría de que el ambiente y
capacidad intelectual — la diferencia era tres veces mayor que la experiencia pueden tener una gran influencia sobre las características
la que arroja el promedio de 50 pares de mellizos monozigóticos mentales y temperamentales, dado que se observan diferencias impor-
criados juntos". En este caso las mellizas mostraban notable tantes hasta en individuos de constitución genética idéntica. No obstante,
parecido en sus características emocionales (lo que era de es- los cuatro casos apoyan igualmente el punto de vista contrario que
proclama la gran influencia ejercida en estos respectos por la consti-
perarse, pues sabemos cuan tempranamente arraigan las pautas tución genética, pues en todos los casos los gemelos criados en medios
emocionales, y estas niñas habían vivido juntas los primeros distintos eran mucho más parecidos en ciertos aspectos —en los pro-
18 meses de su existencia). cesos mentales algunos, y otros en los temperamentales— que lo que
136 J. B. WATSON
EL CONDUCTISMO 137
UNA LECCIÓN DEL BUMERANG podrá variar sensiblemente. Pero el hombre está hecho de cier-
tas clases Se materiales — coordinados de determinadas ma-
Tengo en la mano un pesado bastón de madera. Si lo neras. ¿Si se lo lanza a la acción (como resultado de la
lanzo hacia adelante y arriba, recorre cierta distancia y luego estimulación), no manifestará (antes de su entrenamiento)
cae al suelo. Recupero el bastón, lo sumerjo en agua caliente, movimientos tan peculiares (pero no tan misteriosos) como los
lo doblo hasta formar un ángulo determinado; lo arrojo otra del bumerang?*
vez — se aleja dando vueltas en el aire un corto trayecto, se
desvía a la derecha y vuelve a caer. Torno a recogerlo, modi- EL CONCEPTO DEL INSTINTO YA NO ES INDISPENSABLE EN PSICOLOGÍA
fico un poco su forma redondeando los cantos. Es un bumerang.
Nuevamente asciende girando hacia arriba. De improviso, re- Llegamos ahora a nuestra idea central. Si el bumerang
trocede, vuelve hacia atrás y viene a caer graciosa y gentil- carece de instinto (aptitud, capacidad, tendencia, rasgos) para
mente a mis pies. Es siempre un bastón. Su material continúa retornar a la mano de su lanzador; si no necesitamos recurrir a
siendo el mismo. Únicamente su forma ha sido modificada. enigmáticos argumentos a fin de esclarecer su movimiento ca-
¿Posee el bumerang algún instinto que lo haga volver a la racterístico; si las leyes de la física lo explican, ¿no representa
mano del lanzador? ¿No? Entonces, ¿por qué vuelve? Por- esto una muy necesaria lección de sencillez para la psicología?
qué está conformado de manera tal que cuando lo lanzo hacia ¿No puede ella renunciar a los instintos? ¿No cabe decir que
arriba con determinada fuerza debe regresar (paralelogramo el hombre está construido con ciertos materiales reunidos de
de las fuerzas). Llamemos la atención sobre del hecho de que manera compleja, y que a consecuencia de su configuración y
todos los bumerang bien construidos y correctamente arrojados material debe actuar (hasta que el aprendizaje lo haya condi-
regresarán a los pies de su lanzador, o cerca, pero que no cionado) en la forma como lo hace?
habrá dos que sigan idéntica trayectoria, aunque fuesen lan- Pero quizá alguien objetaría: "Esto da por tierra con
zados mecánicamente con la aplicación de igual fuerza y ángulo todas sus teorías. Admite usted que al nacer el hombre hace
de elevación. Este ejemplo tal vez resulte un tanto inusitado. una cantidad de cosas que por fuerza debe hacer en razón de
He aquí otro más sencillo. Casi todos hemos jugado a los dados su estructura. Pues bien, es justamente esto lo que yo entiendo
en alguna ocasión. Tomemos un dado, carguémoslo de un por instinto". Nuestra respuesta es que debemos ir a los hechos.
cierto modo, hagámoslo rodar, y siempre aparecerá el "seis" No nos es posible postergar más una visita a la nursery.
en la cara superior. ¿Por qué? El dado debe rodar de esta Creemos que el estudioso del niño encontrará en ella muy poco
manera por la forma en que está construido. Otro ejemplo: que lo anime a conservar la lista sagrada de los instintos de
tomemos un soldadito de juguete. Montémoslo sobre una base JAMES. En el capítulo próximo estudiaremos lo que el niño
semiesférica de goma. No importa cómo se lo tire, el solda- hace al nacer.
dito se pondrá bruscamente derecho, oscilará un poco, y luego
tornará a la posición vertical. ¿Posee el soldado de goma algún * Podría argüirse que en mecánica, acción y reacción son iguales; que el
instinto que lo hace mantenerse de pie? lanzador imprime al bumerang una cantidad de energía equivalente a tantas dinas
y que la misma es empleada por el bumerang para volver (incluyendo la pérdida
Nótese que en tanto no hayan sido arrojados, ni el bu- de calor trasmitido al aire). Cuando tocamos a un hombre con un cabello, y éste
merang, ni el soldadito de juguete o el dado manifestarán sus da un salto de dos pies, la reacción no guarda proporción alguna con la energía
peculiaridades de movimiento. Modifiquemos ahora su forma del estímulo. La explicación de este fenómeno es que, en el hombre, la energía
utilizada en la reacción estaba acumulada. En dinámica, observamos el mismo
o su estructura, cambiemos su material (hagámoslo de hierro fenómeno cuando un fósforo hace explotar una carga de pólvora, o cuando el viento
en vez de madera o goma), y su movimiento característico despeña de un risco una piedra movediza que destruye una casa del valle.
VI. ¿Existen los Instintos Humanos?
INTRODUCCIÓN
Tales investigaciones nos han permitido comprender con gustan al enterarse de que tenemos a sus hijos en observación.
bastante profundidad ambos equipos, no aprendido y aprendido, Ignoran por-completo lo que hacen los psicólogos. E inclusive
de muchas clases de animales. Hemos llegado a la conclusión a éstos les resulta sumamente difícil hacer comprender a los
de que nadie que se limite a estudiar la conducta del adulto propios médicos la importancia de sus observaciones. Es casi
podrá determinar cuál parte de una serie complicada de actos imposible efectuar estudios satisfactorios, continuados durante
pertenece a la categoría de los no aprendidos y cuál a la de extensos períodos de tiempo, a menos de que se le confíe al
los aprendidos. Con mayor eficacia que cualquier otro estudio, psicólogo la dirección absoluta de la nursery experimental (tra-
estas exploraciones nos suministraron un método de investiga- bajando en colaboración con un médico, pero sin que éste tenga
ción aplicable al niño. Por último, los experimentos con ani- el departamento a su cargo). En la actualidad hay varias nur-
males nos enseñaron que no es prudente generalizar respecto seríes de este tipo: en la Universidad de California, bajo la
de diferentes especies sobre la base de datos obtenidos de sólo dirección de la doctora MARY JONES; en la Universidad de
una. El cobayo, verbigracia, nace con un pesado abrigo de piel Minnesota, a cargo del profesor ANDERSON; en la de John 5
y una serie muy completa de respuestas motrices. A los tres Hopkins, dirigida por el profesor BUFORD JOHNSON, y en la de
días de edad prácticamente se independiza de la madre. La rata Yale, por el doctor GESELL. Asimismo sería factible realizar
blanca, en cambio, nace en estado muy inmaduro, tiene un numerosas investigaciones en los hospitales de maternidad;
período de infancia más largo, y recién al finalizar los treinta bastaría con que los médicos que los dirigen organizaran las
días se independiza de la madre. Tan notable diferencia en el cosas de manera tal que se incorporase el examen psicológico
equipo congénito de dos especies de animales íntimamente em- al trámite regular del estudio y cuidado de los niños nacidos
parentadas (ambas roedores) nos prueba lo peligroso del sis- en dichas instituciones.
tema de apoyarnos en estudios sobre animales inferiores al
hombre a fin de generalizar y establecer cuál es el equipo no
aprendido de éste. EL ESTUDIO DE LA CONDUCTA DEL NIÑO
el feto de dos a dos y medio meses exhibe apreciables movi- provocar cierto leve balanceo del feto, de manera que su costado
mientos de la cabeza, tronco y extremidades. Estos movimientos derecho se encuentra constantemente bajo una presión menor
son lentos, asimétricos, arrítmicos e incoordinados; de amplitud que el izquierdo. Si ello fuese verdad, los niños con el hígado
reducida. Existe respuesta al estímulo cutáneo, como también del lado derecho deberían ser diestros desde el nacimiento.
a los cambios de posición de las extremidades. El latido del Mis propias observaciones sobre centenares de infantes en el
corazón en el feto empieza a manifestarse mucho antes, a Hospital John Hopkins testimonian que no es así.
menudo ya en la tercera semana. Hay pruebas de que las
glándulas del estómago comienzan a funcionar al finalizar el En general, son los estudios sobre niños prematuros los
quinto mes. que mejores conocimientos nos proporcionan acerca de las
estructuras fetales listas para funcionar. A los seis meses
La posición del feto en el útero no carece de importancia, (lunares) el infante podrá respirar unas pocas veces en forma
pues afecta los movimientos y el estado del niño durante un entrecortada y realizar unos pocos movimientos inútiles. Nunca
lapso apreciable después de su nacimiento. El Dr. WHITRIDGE vive. A partir del séptimo mes hasta el término del período
WILLIAMS describe así la posición intrauterina del feto: "Sin completo las criaturas pueden vivir. Al nacer, exhiben el equipo
considerar la relación que ello pueda tener con la madre, hacia congénito común. Esto prueba que desde el séptimo mes ya
los últimos meses del embarazo el feto asume una postura existen en el feto muchas estructuras aptas para funcionar en
característica, la que se denomina su actitud o hábito; y, a cuanto se les aplique el estímulo apropiado: verbigracia, la
título de regla general, cabe decir que configura una masa de la respiración, tan pronto el aire llegue a los pulmones;
ovoide, más o menos correspondiente a la forma de la cavidad circulación completa e independiente y oxigenación de la sangre
uterina. Está doblado sobre sí mismo, de tal modo que el apenas se corte el cordón umbilical; metabolismo independiente
espinazo adopta una forma convexa; la cabeza notablemente que revela un sistema visceral en condiciones de funcionar, etc.
inclinada, de suerte que el mentón casi toca el pecho; los
muslos doblados sobre el abdomen, las piernas en las articu-
laciones de las rodillas; el dorso de los pies descansa sobre EL EQUIPO CONGÉNITO DEL NIÑO
la superficie anterior de las piernas. De ordinario, los brazos
se hallan cruzados sobre el tórax o dispuestos paralelamente Observaciones casi diarias efectuadas sobre cientos de
a ambos lados, mientras el cordón umbilical yace en el espacio niños durante sus primeros treinta días de vida, y sobre un
entre ellos y las extremidades inferiores. Esta postura suele número menor de casos a través de los años iniciales de la
conservarse durante toda la preñez, si bien puede modificarse infancia, nos han permitido establecer los siguientes hechos
parcialmente de alguna manera a causa de los movimientos (aproximados) acerca de las respuestas no aprendidas.*
de las extremidades, y en casos raros, cuando la postura cambia Estornudo. — Puede manifestarse en su forma completa
por completo, la cabeza puede erguirse. La postura caracte- desde el nacimiento. A veces ocurre todavía antes del deno-
rística resulta en parte del modo de crecimiento del feto, y en minado llanto del nacimiento. Es una de las respuestas que
parte de un proceso de ajuste entre éste y el contorno de la permanece en actividad en todo el decurso de la vida (véase
cavidad uterina." ("Obstetrics", pág. 180). No se sabe en qué
medida las pequeñas diferencias en la posición intrauterina del * La señora MARGARET GRAY BLANTON, investigadora en el laboratorio del
feto pueden influir o aun determinar el dextrismo o zurdería Hospital John Hopkins, nos ha suministrado valiosos datos relativos al tema
ulteriores del individuo. Notamos que, aproximadamente en el ("Psychological Review", vol. 24, pág. 456). En el presente libro se ha utilizado
80 % de los casos observados, el hígado se encuentra del lado libremente el estudio de la Dra. MARY COVER JONES, "The Development of Early
Behaviour Patterns in Young Chlldren" (Desarrollo de las primeras pautas de
derecho. Ignoramos todavía si este gran órgano es capaz de conducta del niño — "Ped. Sem." y "Jr. Qenetic Psychology", 33, 4, 1926).
146 J. B. W ATSON EL CONDUCTISMO 147
pág. 166); al parecer, los factores del hábito lo afectan muy gobernar las respuestas de la niñera, de los padres y de los
poco. Hasta la fecha no se han realizado experimentos desti- criados, y lo emplea como arma a este propósito. No siempre
nados a comprobar si la mera vista de una caja de pimienta, va acompañado de lágrimas, aunque éstas pueden observarse
luego de un número suficiente de experiencias de condiciona- ya diez minutos después del nacimiento. Dada la práctica actual,
miento, no es susceptible de provocar el estornudo. Aún no casi universalizada, de poner nitrato de plata en los ojos de
se ha determinado con bastante claridad el estímulo normal los recién nacidos, resulta difícil determinar su aparición normal.
intraorgánico que lo suscita. En ciertas criaturas se produce Sin embargo se han visto en muchísimos niños a partir de los
cuando se las lleva de una habitación fría a otra muy caliente; 4 días. Muy probablemente, también las lágrimas se condi-
en algunas, al ser expuestas al sol. cionan con suma prontitud, puesto que el llorar representa un
Hipo. — Por lo común no se manifiesta al nacer sino a medio para influir en niñeras y padres de harto mayor eficacia
partir de los 7 días con gran frecuencia. Se observó deteni- que el gimotear.
damente a más de 50 niños. El caso de máxima precocidad Se han realizado numerosos experimentos a objeto de
de hipo fué registrado a las 6 horas del nacimiento. Por lo establecer si el llanto de un niño constituye un estímulo sus-
que se sabe, rara vez los acontecimientos ordinarios de la vida ceptible de perturbar el reposo de las demás criaturas que se
condicionan esta respuesta. El estímulo que evidentemente la encuentran en la nursery. Todos nuestros resultados fueron
provoca con mayor asiduidad, consiste en la presión que el negativos. A fin de controlar las condiciones con la mayor
estómago lleno ejerce sobre el diafragma. Según el profesor prolijidad, grabamos discos fonográficos de un llorón enérgico.
PRESCOTT LECKY, también la disminución de la temperatura Luego reproducimos estos sonidos muy cerca de una criatura
corporal es capaz de promoverlo. dormida, primeramente, y después junto a una despierta, pero
tranquila. Una vez más, los resultados fueron completamente
Llanto. — El denominado llanto del nacimiento tiene lugar negativos. Las contracciones del hambre y los estímulos dolo-
al establecerse la respiración. Los pulmones no se inflan hasta rosos, así como los sonidos fuertes (véase pág. 208) son sin
que el aire los estimula. El mecanismo de la respiración se duda los estímulos incondicionados del llanto. Volveremos a
establece gradualmente a medida que el aire penetra en los
pulmones y las membranas mucosas del tracto alimentario su- hablar del llanto en la pág. 208.
perior. A veces, a fin de provocar la respiración, debe sumer- Dado que el cólico acarrea una serie de estímulos dolo-
girse al niño en agua helada. Coincidiendo con la inmersión, rosos, puede provocar el llanto, y, en efecto, generalmente lo
aparece el llanto. También se manifiesta bajo la acción de un hace, mas es éste un llanto algo diferente de los otros llori-
masaje vigoroso o de palmadas aplicadas en las espaldas y queos del niño. Tal diferencia se debe a la presión de los
nalgas —método invariablemente utilizado para establecer la gases que se forman en la cavidad abdominal. El conjunto de
respiración. El llanto del nacimiento difiere mucho en distintos músculos que interviene en el llanto del hambre, no concurre,
niños. pues, en su totalidad, al acto del llanto que provoca el cólico.
El hambre provoca el llanto. Estímulos dolorosos: mani- Los llantos infantiles son tan distintos que, de noche, en una
puleo brusco, circuncisión, corte y curación de un forúnculo nursery donde se encuentren 25 niños, no se tarda mucho en
hacen llorar inclusive a niños muy pequeños. Cuando se lo reconocer cuál llora, sin necesidad de guiarse por su ubicación.
suspende de ambas manos, el niño usualmente comienza a Erección del pene. — Este fenómeno puede observarse
llorar. desde el nacimiento y persiste durante toda la vida. No se
El llanto, como tal, se condiciona en muy breve tiempo. conoce la serie completa de los estímulos que suscitan esta
El niño rápidamente aprende que sirviéndose de él le es factible respuesta. Aparentemente, el calor irradiado, el agua caliente,
148 J. B. WAT SON 149
E L CONDUCTISMO
las caricias de los órganos genitales, y acaso la presión de la la presión del líquido en la vejiga. El condicionamiento del acto
orina, son los principales factores operantes al nacimiento. Por de orinar puede iniciarse a partir de la segunda semana de
supuesto, en la vida subsecuente del individuo esta respuesta vida; sin embargo, a tal edad por lo común requiere una pa-
se condiciona al estímulo visual y a otros similares. Tal vez sea ciencia casi infinita. En todo caso, si desde la tercera semana
otro el estímulo que provoca el orgasmo —de aparición ulte- se examina al niño con intervalos de aproximadamente media
rior. Breves contactos rítmicos, similares a los del coito, y la hora, se lo encontrará seco; entonces, póngaselo sobre la baci-
masturbación, son los que llevan al orgasmo (y a partir de nilla: si la vejiga está bien llena, el aumento de presión que
la pubertad, a la eyaculación concomitante). Probablemente el sobreviene al llevar a la criatura a la posición sentada resultará
orgasmo puede apresurarse o retardarse, tanto en el hombre suficiente estímulo. Luego de repetidas pruebas se logra ple-
como en la mujer, mediante estímulos sustitutos (palabras, namente condicionar la respuesta. Es dable condicionar a los
sonidos, etc.: factor, éste, de máxima importancia sociológica). chiquillos con tanta perfección para este acto, que se provoca
Ignoramos a qué edad se condiciona la turgencia. La la respuesta sin necesidad de despertarlos.
masturbación (tratándose de pequeños, sería más apropiado
emplear la expresión "manoseo del pene o de la vagina", res- Defecación. — Este mecanismo parece completo desde el
pectivamente), puede ocurrir casi a cualquier edad. El caso instante del nacimiento; y con toda seguridad estaba listo ya
más precoz que pudimos observar fué el de una niña de cerca muchas semanas antes. El estímulo verosímilmente consiste en
de un año (suele empezar antes). Sentada en la banadera, la la presión ejercida en el colon inferior. A menudo se consigue
niña intentaba alcanzar el jabón cuando accidentalmente tocó provocarla introduciendo un termómetro en el ano.
con sus dedos la abertura externa de la vagina; suspendió su También la defecación puede condicionarse muy precoz-
búsqueda y comenzó a acariciarse la vagina, mientras se dibu- mente. Uno de los métodos más usuales es el de deslizar un
jaba una sonrisa en su rostro. Ni en el varón ni en la mujer supositorio de glicerina o de jabón en el recto del niño al
pudimos comprobar que la masturbación infantil llegase hasta sentárselo sobre la bacinilla. Después de insistir en el proce-
el punto de producir el orgasmo (debe tenerse presente que dimiento un considerable número de veces, el mero contacto
antes de la pubertad el orgasmo es susceptible de manifestarse con la bacinilla producirá la respuesta.
sin que la eyaculación tenga lugar). Evidentemente, muchas Primeros movimientos oculares. — Desde el nacimiento,
de las respuestas musculares que más tarde intervienen en el al yacer horizontalmente de espaldas en una pieza oscura, los
acto sexual, tales como empujar, subirse, acariciar, se hallan niños dirigen con lentitud sus ojos hacia la luz tenue. Los
listas para entrar en función, por lo menos en el caso del
varón, mucho antes de lo que suele creerse. Un niño de 3 movimientos oculares no están bien coordinados al nacer, pero
años y medio de edad, que observamos en la clínica, se subía de ningún modo es corriente el estrabismo, según supone la
sobre la madre o la niñera, según la que durmiese con él. mayoría de la gente. Los movimientos de los ojos hacia la
Mientras apretaba y mordía los pechos de aquéllas, producíase derecha e izquierda son los que se manifiestan primero; los
la erección; seguían luego el abrazo y los movimientos sexuales que se dirigen hacia arriba y hacia abajo, aparecen algo des-
propios de los adultos. En este caso la madre, separada del pués. Más tarde, el infante es capaz de seguir con los ojos
marido, había favorecido el desarrollo de esta reacción en el una luz que gire circularmente sobre su cara. •
hijo. Como es notorio, los factores del hábito empiezan a influir
de inmediato en la fijación y otras respuestas de la mirada.
Orinar. — Tiene lugar desde el momento del nacimiento. Ya hemos destacado que es factible condicionar los movimientos
El estímulo incondicionado es indiscutiblemente intraorgánico: de los párpados y de las pupilas.
EL CONDUCTISMO 151
150 J. B. W A T SON
Sonrisa. — Probablemente, al comienzo la sonrisa se debe Movimientos de las manos al nacer. — En numerosos
a la presencia de estímulos kinestésicos y exteriores. Aparece niños es posible observar movimientos de las manos, inclusive
desde el cuarto día de vida. Con frecuencia se la percibe después en el momento del nacimiento, tales como cerrarlas, abrirlas,
de una abundante comida. El toqueteo leve y el soplar sobre separar los dedos, extender los dedos de una o ambas manos
algunas partes del cuerpo, en especial los órganos genitales en forma simultánea. En estos movimientos, el pulgar gene-
y zonas sensibles de la piel, constituyen los estímulos incon- ralmente se mantiene doblado hacia la palma y no toma parte
dicionados de la sonrisa; hacer cosquillas bajo la barbilla y en la respuesta de la mano. Este dedo comienza a participar
un suave excitar y balancear al niño a menudo también la en los movimientos de la mano recién en una época ulterior
provocan. —hacia los 100 días. Más adelante (pág. 156) trataremos del
agarrar, también presente desde el nacimiento.
En esta respuesta los factores del condicionamiento em-
piezan a aparecer ya a los treinta días. La doctora MARY Movimientos de los brazos. — La más leve estimulación
COVER JONES, realizó una amplia investigación a su respecto. de cualquier punto de la superficie cutánea provocará marcadas
Experimentando con un grupo numeroso de niños, comprobó respuestas del brazo, muñeca, mano y hombros. Evidentemente
que la sonrisa condicionada —la sonrisa que despierta el ex- los estímulos kinestésicos y orgánicos pueden suscitar estas
perimentador sonriendo o diciendo al niño palabras pueriles respuestas, al par de los táctiles, auditivos y visuales. Los
(factores auditivos y visuales)— se inicia alrededor de los brazos suelen levantarse hasta el nivel de la cara y aun llegar
treinta días. En los 185 casos que estudió, la edad más avanzada a la parte superior de la cabeza, y bajar hasta las piernas. Sin
en la primera aparición de la sonrisa fué 80 días. embargo, con independencia del lugar donde se aplique el estí-
Respuestas manuales. — Además de los diferentes movi- mulo, de ordinario los movimientos iniciales de los brazos se
mientos de los brazos, manos y dedos, por respuestas manuales realizan en dirección al pecho y la cabeza (probablemente se
entendemos los de la cabeza, cuello, piernas, tronco y pies. trate de un residuo de hábito intrauterino). Uno de los pro-
cedimientos más característicos para suscitar violentos movi-
Volver la cabeza. — Muchísimos neonatos, si se los coloca mientos de los brazos y las manos consiste en apretar la nariz.
boca abajo, con el mentón sobre el colchón, pueden volver Casi de inmediato, un brazo u otro, o ambos a la vez, se
su cabeza hacia la derecha o hacia la izquierda levantándola dirigen hacia arriba, hasta que la mano llega a tocar la del
de aquél. Hemos notado estas reacciones a partir de los 30
días de edad. De 15 niños sucesivamente sometidos a un test, experimentador. Aunque se sujete una mano, la otra se
todos, excepto uno, resultaron capaces de reaccionar con la levantará.
cabeza en la forma indicada. Movimientos de piernas y pies. — El pataleo es uno de
los movimientos más pronunciados observables al nacimiento.
Mantener erguida la cabeza cuando se lo sostiene en Puede provocárselo tocando las plantas de los pies, estimu-
posición vertical. — Parece variar con el desarrollo de los lando con aire caliente o frío, por el contacto con la piel y
músculos de la cabeza y del cuello. Algunos niños recién directamente por estimulación kinestésica. Una forma carac-
nacidos conservan erguida su cabeza unos pocos segundos.
Se coloca al niño en el regazo del experimentador, quien lo terística de promover tales movimientos consiste en pellizcar
sostiene por el vientre y las espaldas. Parece que esta respuesta la piel de la rodilla. Si se sujeta la pierna izquierda mante-
se perfecciona con rapidez, lo cual, evidentemente, se debe más niéndola recta y se pellizca la parte superior de la rodilla, la
al desarrollo de la estructura que a los factores del entrena- pierna derecha se levanta y se pone en contacto con los dedos
miento. La mayoría de los niños puede mantener erguida la del experimentador; si se pellizca la parte interna de la rodilla
cabeza a partir del sexto mes. derecha, la pierna izquierda se levanta y toca los dedos del
152 J. B. W ATSON EL CONDUCTISMO 153
experimentador. Ya al nacer se manifiesta esto perfectamente. de los dos lados del cuerpo, llegaba por último a apoyarse
A veces, se requieren tan sólo pocos segundos para que el sobre un costado más que sobre el otro —un espasmo final
pie llegue a tocar los dedos del experimentador. de esfuerzo muscular la ponía cara arriba. En un caso, se
Movimientos del tronco, pierna, pie y dedos del pie. — empleó 10 minutos y 9 espasmos separados en dar la vuelta.
Cuando se lo suspende de la mano derecha o de la izquierda, Imaginémonos ahora todos los cientos de respuestas par-
se observan en el tronco y los muslos del niño marcados ciales provocadas por el acto generalmente más amplio de
movimientos de "trepar". Parece como si se manifestara una darse vuelta. También aquí, el hábito se establece con suma
onda de contracción que impele el tronco y las piernas hacia rapidez y la respuesta adquiere cada vez mayor precisión al
arriba, seguida de un período de relajamiento; luego se produce eliminarse muchas de las reacciones parciales. Precisa muchas
una nueva onda de contracción. Si se hace cosquillas en la semanas y meses para que un niño aprenda a volverse pron-
planta de los pies del niño, o se estimula su pie con agua tamente y con un mínimo de esfuerzo muscular.
caliente, tienen lugar vigorosos movimientos de los mismos Respuestas alimentarias. — Si tocamos la boca, mejilla
pies y dedos. Al estimular las plantas de los pies con una o mentón de un niño hambriento, suscitaremos movimientos
pajuela, generalmente aparece el característico reflejo de rápidos y espasmódicos, cuyo resultado será el acercamiento
Babinski. Este reflejo es variable. Su pauta más usual con- de la boca a la fuente de estimulación. Este fenómeno se ha
siste en la elevación del dedo grueso del pie (extensión) y observado muchísimas veces desde las cinco horas del naci-
descenso de los demás (flexión). En ocasiones, el reflejo de Ba- miento en adelante. Otra respuesta característica es el reflejo
binski adopta meramente la forma de "abertura en abanico": labial o de succión. Si con la punta de los dedos golpeamos
todos los dedos del pie se distienden. Por lo común, el reflejo levemente la boca de un niño dormido, casi de inmediato sus
de Babinski desaparece hacia el final del primer año, aunque
es susceptible de continuar manifestándose mayor tiempo, in- labios y lengua adoptarán la posición de succionar. El acto
clusive en niños normales. Los niños no pueden agarrar con de succión, en sí mismo, presenta enormes variantes en los
los pies. Un alambre u otro pequeño objeto cilindrico depo- recién nacidos. Puede comprobárselo prácticamente dentro de
sitado bajo los dedos, corrientemente provoca la flexión, o sea la primera hora del nacimiento.
el cierre de los dedos, mas la menor presión bastará para que A veces, si el niño sufrió lesiones al nacer, la succión se
la varilla o el alambre se desprendan. retarda. La respuesta alimentaria, como tal, involucra los
movimientos de succión de la lengua, de los labios y de la
Casi desde el momento del nacimiento, muchos niños son deglución. En muchos recién nacidos este mecanismo es bas-
capaces de volverse de adelante hacia atrás cuando se los tante perfecto, salvo que hayan quedado lesionados al nacer
coloca desnudos, cara abajo, sobre una superficie firme. La (o, quizá, si sus padres son débiles mentales).
señora BLANTON describe el caso siguiente: A los 7 días, el El grupo de las respuestas alimentarias puede condicio-
sujeto T volvíase rápidamente de adelante para atrás cuando narse con suma facilidad; ello puede observarse muy bien en
la ropa no lo trababa. En postura cara abajo, sobre una su- niños alimentados con biberón. Aún antes de que le sea posible
perficie rígida, con los brazos paralelos al cuerpo, de inmediato extenderse para alcanzarlo (lo que ocurre alrededor de los 120
empezaba a llorar. El relajamiento y la contracción de los días), el infante manifiesta gran actividad —"retorcimientos"
músculos de las piernas, brazos, abdomen y espaldas son los corporales—, apenas divisa el biberón. Ya desarrollada la
naturales acompañantes del llanto. Durante el acto, la niña capacidad de alcanzar, la mera vista del biberón provocará
empujaba con las rodillas, contraía todos sus músculos y luego una gama de anhelantes movimientos corporales, comenzando
los relajaba. Gradualmente, debido a la actividad despareja en seguida el llanto. Tan sensibles tórnanse los niños al estímulo
154 J. B. W A T SON EL CONDU CTISMO 155
visual del biberón, que la reacción principia a manifestarse al en la locomoción de los niños ("Genetic Psychology Mono-
exhibírselo desde una distancia de 8 a 10 metros. Son dignos graphs", vol. fl, N.° 5). Este investigador clasifica la locomo-
de estudio muchísimos otros factores condicionados que se ción en arrastrarse, gatear y caminar.
vinculan con la alimentación: reacciones negativas frente al
alimento, pataleos, etc. A lo que parece, en su mayoría caen Mantenerse de pie y marcha. — El complejo mecanismo
dentro del tipo de las respuestas puramente condicionadas. del mantenimiento de pie —primero con algún apoyo, luego sin
él— caminar, correr y saltar, se desarrolla muy lentamente.
Gateo. — El gateo es una respuesta de tipo indetermi- Su impulso inicial parece residir en el desarrollo del denomi-
nado. Muchas criaturas nunca gatean, y todas lo hacen en nado "empuje extensor". Por lo regular, el empuje extensor
forma distinta. Después de numerosos experimentos, nos incli- no se observa en los primeros meses de la infancia. Si algunos
namos a creer que el gateo es, sobre todo, resultado de la meses después del nacimiento, se levanta gradualmente al infante
habituación. Cuando se coloca al niño cara abajo, el contacto por los brazos hasta una posición casi vertical, de manera tal
y los estímulos kinestésicos provocan una actividad corporal que en el decurso del proceso parte de sus pies se apoyen sobre
muy generalizada. Con frecuencia, una parte del cuerpo es el piso, al gravar el peso sobre los pies, prodúcese un endu-
más activa que la opuesta, de lo que resultan movimientos recimiento en los músculos de ambas piernas. Poco después
rotativos (circulares). En una criatura de nueve meses se efectuó de la aparición de este reflejo, el niño empieza a realizar
la rotación varios días, pero no pudieron observarse mayores intentos para levantarse. Entre los 7 y 8 meses de edad, muchos
progresos. En este enroscarse y rodar graduales del cuerpo, niños son capaces de hacerlo con escasa ayuda, y aferrándose
a veces el niño se mueve a la derecha, otras a la izquierda, a algún objeto se mantienen de pie durante algunos minutos.
hacia adelante y hacia atrás. Si, en estos movimientos, se Una vez ya cumplida esta hazaña, la próxima etapa en
ingenia para alcanzar y manipular algún objeto, estamos prác- el proceso general consiste en caminar en círculo tomándose
ticamente frente a una situación análoga a la de la rata ham- de algo. La etapa final es el primer paso que el niño da solo.
brienta en el laberinto con alimento en el centro. De ello Este tiene lugar en épocas muy variables, dependiendo del
deriva el hábito de gatear hacia objetos. Quizás podría ense- peso del niño, estado general, de si se ha lastimado o no al
ñarse a gatear si el aprendizaje se basara regularmente en el caer (condicionamiento). A menudo, este paso inicial se efectúa
estímulo biberón. Nuestro test diario se realiza de la siguiente
manera: se ubica al infante desnudo sobre una alfombra, y al año de edad y en ocasiones un poco antes. En el caso más
procurando que sus piernas se hallen extendidas, se marca el prolijamente observado de nuestro archivo, sobrevino a los 11
punto extremo a que llega el talón. Luego se pone un biberón meses y tres días. Una vez dado, el resto ha de aprenderse
o un trozo de azúcar justo un poco más allá del alcance de de la misma manera como más tarde se aprende a "mantener
sus manos (claro está, el niño debe haber sido previamente el equilibrio" al montar en bicicleta, al nadar, patinar y caminar
condicionado al azúcar, de modo que se esfuerce por agarrarlo). por la cuerda floja. Dos factores parecen marchar apareados
Para este test son suficientes cinco minutos. Si pasados éstos en el desarrollo de este mecanismo: el crecimiento del cuerpo
el gateo no se manifiesta, ubícase un calentador eléctrico unos y la formación del hábito. Puede ser apresurado por el entre-
metros detrás del niño, lo cual únicamente sirve para apresurar namiento (condicionamiento positivo), como asimismo, si el
la actividad general del cuerpo. infante cae y se lastima, resultar sensiblemente demorado en
casi cualquiera de estas etapas (condicionamiento negativo).
Empleando la cinematografía y dibujos de "cámara lúcida", Conducta vocal. — Los tempranos sonidos emitidos por
LENOIR H. BURNSIDE acaba de llevar a cabo en el laboratorio los niños, su condicionamiento y su organización en palabras
del Hospital Hopkins un prolijo estudio sobre la coordinación y hábitos verbales serán detalladamente tratados en la pág. 259.
156 EL CONDUCTISMO 157
J. B. W A T S O N
Natación. — La natación es ante todo un proceso de en nuestros tests siempre vestían todas sus ropas, y a veces
aprendizaje. Hacia la época en que el niño intenta nadar por iban ligeramente recargados.
vez primera, ya se halla firmemente establecida la buena orga- Como es natural, esta reacción primitiva termina por des-
nización de los hábitos de utilizar los brazos, piernas, manos aparecer de la corriente de actividad para no manifestarse en
y tronco. El equilibrio, la respiración, la remoción del miedo, adelante. Según demostraremos, da lugar al hábito de manejar,
constituyen los demás factores de importancia. sostener y manipular.
Cuando se sumerge al neonato en agua a la temperatura Parpadeo. — Cualquier neonato cerrará los párpados si se
del cuerpo, dejándole fuera sólo la cabeza, de ordinario no le toca el ojo (córnea), o cuando una corriente de aire choca
se provoca respuesta alguna. En cambio, si el agua es fría, contra éste. Pero ninguno parpadeará si una sombra cruza
tiene lugar violenta respuesta corporal, pero no aparecen mo- rápidamente su campo visual. La reacción más temprana que
vimientos ni remotamente parecidos a los de la natación. hemos observado ocurrió recién a los 65 días. La doctora MARY
COVER JONES registró esta reacción a los 40 días.
Agarrar. — Con pocas excepciones, el recién nacido es En apariencia, el parpadeo se manifiesta de repente — al
capaz de soportar todo el peso del cuerpo con su mano derecha principio se "fatiga" con facilidad y varía mucho. Hasta los
o izquierda. El método que utilizamos para comprobarlo con- 80 días, algunos lactantes no parpadean cada vez que se les
siste en colocar una varilla del diámetro aproximado de un estimula. Por lo común, a los 100 días parpadean en toda oca-
lápiz en una u otra mano y cerrar los dedos a su alrededor. sión que se les aplica el estímulo, y siempre que se deje trans-
El estímulo provoca la aparición del reflejo prensor. Por lo currir por lo menos un minuto entre dos estimulaciones. Esta
común, se inicia simultáneamente el llanto. Entonces los dedos reacción subsiste en actividad hasta la muerte. Si bien aún no
y la mano aprietan la varilla con fuerza. Durante la reacción, es
posible levantar por completo al niño de la almohada sobre la podemos probarlo, la consideramos muy similar a la siguiente
cual yace. Un asistente extiende sus manos debajo de él, listo respuesta condicionada del párpado:
para tomarlo de ocurrir una caída. El lapso que la criatura (I) E (I) R
puede sostenerse suspendida oscila desde la fracción de un Contacto con la córnea Parpadeo
segundo hasta más de un minuto, y en ciertos casos, puede
variar mucho en diferentes días. Pero los objetos que tocan el ojo a menudo proyectan una
sombra; de ahí:
La reacción es casi idéntica desde el nacimiento hasta que
comienza a desaparecer hacia los 120 días. Su época de des- (C) E (I) R
aparición difiere considerablemente — desde los 80 días hasta Sombra Parpadeo
sobrepasados los 150, en casos observados. Parece que en los Si este razonamiento es exacto, el parpadeo ante una sombra
niños retardados este reflejo continúa hasta mucho tiempo des-
pués de haber desaparecido en los normales. no constituye una respuesta no aprendida.
Niños prematuros, de 7 u 8 meses de gestación, exhiben Uso de las manos (dextrismo y zurdería). — Hemos se-
el reflejo en forma normal. Otros nacidos sin los hemisferios ñalado ya la posibilidad de que la preferencia en el uso de la
cerebrales, muestran la misma reacción: en un caso pudo ve- mano se deba a la prolongada posición forzada, intrauterina del
rificarse desde el nacimiento hasta la muerte, acaecida 18 días niño (en realidad un hábito). Puede estudiarse el dextrismo
más tarde. desde el nacimiento de diferentes maneras.
Nunca se ha comprobado cuál es el peso adicional que los (1) Midiendo las estructuras anatómicas derechas e iz-
infantes son capaces de soportar además del suyo propio, pero quierdas, tales como la medida del ancho de ambas muñecas, de
158 EL C O N D U CTISMO 159
J. B. W ATSON
la palma, el largo del antebrazo, etc. Con aparatos especial- la izquierda; por un día el tiempo de suspensión de ambas
mente proyectados se efectuaron mediciones sobre muchos cen- manos fué igual. Nótese asimismo que en el transcurso de
tenares de niños. Los resultados demuestran que no hay sensible 7 días alzó la pesa más rápidamente con la mano derecha y
diferencia entre las mediciones de la derecha y la izquierda. 3 días con la izquierda.
El error medio de las mensuraciones es mayor que cualquier di-
ferencia observada.
Sujeto / . CUADRO I
(2) Registrando el tiempo de suspensión (véase "Agarrar") Registros diarios de los resultados con ambas manos
de ambas manos por separado. En todos estos tests, se cuida
de hacer trabajar un día la mano derecha y al siguiente la Tiempo de suspensión Trabajo registrado por el sumador
(en segundos) (en pulgadas)
izquierda. El cuadro N.° 1 (dos columnas de la izquierda) Edad en días Derecha Izquierda Derecha Izquierda
denuncia que el tiempo de suspensión no es constante.
1 1.2 5.6 16.16 13.75
(3) Registrando aproximadamente el total del trabajo
realizado con la mano derecha y con la izquierda durante un 2.2 3.0 25.00 15.00
lapso determinado. Para ello utilizamos un sumador especial .6 1.4 37.50 36.25
de trabajo. En principio éste consiste en una rueda de escape,
>6 .4 12.00 15.00
en virtud de cuyo funcionamiento, en cualquier forma que el
niño mueva los brazos hace girar la rueda siempre en una sola 1.2 1.0 15.00 27.00
dirección. Al girar, la rueda va izando una pequeña pesa de 1.0 1.6 17.16 16.00
plomo conectada con ella por un cordón. Naturalmente, se
emplea un instrumento separado para cada mano. Al empezar .6 3.2 21.25 29.37
el período de trabajo, se baja las dos pesas hasta tocar la su- 1.0 2.2 24.16 18.37
perficie de la mesa, conectándolas a las manos de la criatura.
Sus movimientos comienzan a levantar la pesa. Usualmente la 1.8 1.8 17.25 13.00
criatura está desnuda, de espaldas, sin ser estimulada por el 10 77¡ ~~~6 28.00 9.00
observador. Pasados los cinco minutos, se la saca del aparato
y se mide la altura de ambas pesas desde el plano de la mesa. Promedio 1.16 2.08 21.34 19.27
AI examinar los resultados así obtenidos, no encontramos Mayor tiempo con la derecha . 3 Más trabajo con la derecha . 7
diferencia significativa alguna entre el trabajo de las dos manos. Mayor tiempo con la izquierda 6 Más trabajo con la izquierda. 3
El cuadro N.° 1 (dos columnas de la derecha) nos presenta Igual 1 Igual -. 0
el registro de un bebé durante los diez primeros días de su vida.
En conjunto, el cuadro indica a la vez los resultados registrados
por el sumador de trabajo y los de la suspensión. Obsérvese Vemos, pues, que el uso preferente de una u otra mano es
que el promedio del tiempo de suspensión de la mano derecha susceptible de variar a través de los primeros días de la in-
de / . fué de 1.16 segundos, y de 2.08 el de la izquierda. El fancia. De ningún modo puede confiarse en los registros de un
promedio del trabajo realizado (el promedio de la altura a que solo niño. Aquí presentamos un único registro con el mero
subió la pesa) por la mano derecha fué de 21.34 pulgadas; el objeto de ejemplificar qué tipo de resultados ha de esperarse.
de la izquierda, de 19.27 pulgadas. Durante 3 días, se man- Al trazar una curva de distribución representando gráficamente
tuvo suspendido más tiempo de la mano derecha; 6 días, de un gran número de tales registros, no se halla diferencia apre-
160 J. P. W A T SON EL CONDUCTISMO 161
en sus actos provoca la frustración de sus hábitos manuales y la deglución. Las contracciones del hambre, las imprescindibles
simultáneamente puede perturbar su lenguaje (dado que la pa- reacciones glandulares en todo el tracto digestivo, y la elimi-
labra y el acto manual se condicionan al mismo tiempo). En nación (defecación, micción y transpiración). Los actos de
otros términos, mientras "reaprende" no sólo chapuceará en sonreír, estornudar e hipar pertenecen, al menos en parte, al
sus actos, sino también en su habla. El niño se ve constreñido sistema de la nutrición. Observamos asimismo la erección del
a retornar a la infancia. El control visceral no organizado pene.
(emocional) de la totalidad del cuerpo, vuelve a predominar. Se acusan movimientos generales del tronco, cabeza y
A fin de cambiar al niño a esa edad requiérese un tratamiento cuello; los primeros se advierten mejor cuando se suspende al
más complejo del que es capaz de efectuar la mayoría de los infante de las manos. Aparecen luego los movimientos rítmicos
padres y maestros. de treparse. Nos es dado ver el tronco en acción durante la
Creemos que la cuestión principal está resuelta: el dex- respiración, llanto, defecación y micción del niño, así como
trismo no es un "instinto". Acaso ni se halle estructuralmente cuando se da vuelta o la cabeza está erguida o girada.
determinado. La sociedad lo condiciona. Pero, ¿por qué te- Encontramos los brazos, muñecas, manos y dedos en
nemos un 5 % de zurdos absolutos, y un 10 a 15 % de ambi- actividad casi permanente (hasta más tarde el pulgar rara vez
dextros, es decir, individuos que emplean la derecha para toma parte en esta actividad). Se nota muy en especial: el
tirar una pelota, escribir o comer, y la izquierda para manejar agarrar, el abrir y cerrar las manos repetidamente, el introducir
un hacha o una azada? Lo ignoramos.* la mano o los dedos en la boca y el llevar la mano y los dedos
a la cara al apretársele la nariz.
Vemos las piernas, tobillos, pies y dedos en movimiento
SUMARIO DEL EQUIPO NO APRENDIDO
casi incesante, excepto cuando el niño duerme, y si se dan es-
Al nacer, o poco después, encontramos establecidos casi tímulos externos (o internos), inclusive entonces; la rodilla
todos los llamados signos clínicos neurológicos o reflejos, tales doblarse, la pierna moverse a la altura de la cadera, el tobillo
como la reacción de la pupila a la luz, el reflejo patelar, y girar, los dedos de los pies abrirse, etc. Si se toca la planta
muchos otros. del pie, tiene lugar un movimiento característico de los dedos
Notamos el llanto del nacimiento seguido por la respira- (reflejo de Babinski); si se pincha la rodilla izquierda, el pie
ción; el latido del corazón y todos los fenómenos circulatorios: derecho se levanta hasta el punto de estimulación y viceversa.
la constricción vasomotriz (disminución en el diámetro de los Otras actividades aparecen en una etapa ulterior: el pes-
vasos) y la dilatación, el pulso. En conexión con el aparato tañear, el alcanzar, el manipular, el uso manual preferente, el
digestivo hallamos la succión, los movimientos de la lengua y gatear, el mantenerse de pie, el pararse, el caminar, el correr,
el saltar. Respecto a la mayoría de estas actividades es difícil
* Han de tenerse en cuenta y estudiarse muchos otros factores. La succión decir cuánto del acto total se debe al entrenamiento o condicio-
del pulgar, dedos y manos, se da en numerosos niños, y a veces, si no se obra namiento. Es indudable que una gran parte depende de los
con mucho tino, perdura hasta la infancia avanzada. Por lo regular, si bien no cambios que el crecimiento motiva en la estructura; la restante
siempre, una de las dos manos —cualquiera— es la preferida. Cabría esperar
que la mano cuyo pulgar no se succiona, pronto será más diestra en la manipu-
— creemos —, al entrenamiento o condicionamiento.
lación de objetos.
Además, al llegar el niño a la edad de mantenerse de pie, se sostiene con
¿QUE HA SIDO DE LOS INSTINTOS?
una mano, posiblemente con la mejor entrenada y de mayor fuerza. Durante este
período déjase pues libre la otra mano, la cual puede alcanzar o inclusive sobre-
pasar a aquélla, que se debilita por falta de uso. Este problema nunca podrá escla- ¿Admitiremos ahora, pues, que todo el concepto de ins-
recerse mediante cuestionarios y estudios estadísticos sobre adultos. tinto es un concepto académico y carente de significación? Ya
164 J. B. W ATS ON
EL CONDUCTISMO 165
desde el primer momento encontramos factores del hábito — vaje, por ejemplo), "los instintos brutales", "lo más bajo del
aun en aquellos actos aparentemente tan simples que llamamos hombre", • "hechos elementales". Escritores como ALBERTO
reflejos fisiológicos. Leamos una vez más la lista de los ins- PAYSON TERHUNE, JACK LONDON, REXBEACH, y EDGARD RICE
tintos de JAMES (pág. 136), o cualquier otra. Hacia la época BURROGHS, deben la respuesta que promueven en su público a
en que se observa la conducta descrita por JAMES — imitación, la organización establecida por las tradiciones sociales (espe-
rivalidad, limpieza, y el resto de las formas que consigna —, cialmente a través de los tabúes del sexo), ayudada y sostenida
el niño es un escolar que ya ha aprobado la asignatura res- por las erróneas interpretaciones de los mismos psicólogos.
puestas aprendidas (está condicionado por una multitud de A fin de que se capte con mayor facilidad el principio cen-
estímulos). tral del conductismo — que todo comportamiento complejo es
Por consiguiente, la observación real nos impide seguir un crecimiento o desarrollo de respuestas simples —, intro-
tomando en cuenta el concepto de instinto. Hemos revistado ducimos aquí la noción de la "corriente de actividad".
cómo todos los actos poseen su historia genética. El único
procedimiento científico correcto, ¿no consiste en separar cual-
quier acto motivo de discusión y vigilar y registrar su historia? LA CORRIENTE DE ACTIVIDAD EN REEMPLAZO DE LA "CORRIENTE DE
LA CONSCIENCIA" DE JAMES
Examinemos la sonrisa. Empieza a manifestarse al nacer
— suscitada por la estimulación intraorgánica y por el contacto. Casi todos conocen el clásico capítulo de WILLIAM JAMES
Pronto se condiciona: la provoca la vista de la madre; luego sobre la corriente de la consciencia. Todos hemos querido este
los estímulos vocales, las figuras; después las palabras y las capítulo. Hoy parece tan fuera de ambiente como una diligencia
situaciones vitales, percibidas, narradas o leídas. Naturalmente, en la Quinta Avenida de Nueva York. La diligencia era pin-
la historia de los especiales condicionamientos de toda nuestra toresca, pero ha cedido su lugar a medios de transporte más
vida determina de qué, de quién y con quién reímos. No es eficientes.
menester teoría alguna para explicarlo — basta una observa-
ción sistemática de los hechos genéticos. Todos los elaborados Hemos examinado muchos de los hechos conocidos de la
desatinos de los freudianos acerca del carácter y la risa, es conducta inicial del infante. Tracemos un diagrama que re-
humo que se disipará en cuanto la observación y el experimento presente el creciente complejo total de la organización del hom-
vengan a esclarecer los hechos. bre. El cuadro es asaz incompleto. En primer término, el
espacio de que disponemos sólo nos permite representar con-
Volvamos a la manipulación. Se inicia a los 120 días, se tadas actividades. Además, nuestros estudios aún no son su-
torna dúctil, precisa y fácil a los 6 meses. Puede formarse de ficientemente completos como para suministrar los datos
mil maneras, según el tiempo que se ejercite el niño, los ju- necesarios. Finalmente, nuestro conocimiento de las reacciones
guetes con que juegue, que se lastime o no con algunos de ellos, viscerales y emocionales y de sus estímulos dista de ser ex-
que sea a menudo asustado o no por ruidos estrepitosos mien- haustivo .
tras los manipula. Sostener la existencia de un así llamado
"instinto de la constructividad", dejando de lado los factores A pesar de esta desventaja, imaginemos un cuadro comple-
del aprendizaje precoz, es alejarse del terreno de los hechos. to de la vida — de la incesante corriente de actividad que se
inicia al ser fecundado el óvulo y que va complicándose con-
Existe también una colección de impresos de insensata pro- forme aumenta la edad. Algunos de nuestros actos no apren-
paganda pedagógica bajo el lema "Dejad que el niño desarrolle didos tienen una vida muy precaria: sólo subsisten en la
su propia naturaleza intrínseca". Otras frases expresivas acerca corriente por un corto lapso, verbigracia: el succionar, el
de esta vida íntima, mística, de inclinaciones e instintos, son: agarrar no aprendido (distinto del agarrar aprendido y de la
"autorrealización", "autoexpresión", "vida natural" (la del sal- manipulación), la distensión del pulgar del pie (BABINSKI) —
EL CO NDUCTISMO 167
La corriente de actividad
Diagrama aproximado de la complejidad
creciente en ciertos sistemas de la actividad
humana. La línea llena indica el comienzo
no aprendido de cada sistema, y la punteada
cómo cada sistema se complica por con-
dicionamiento. Aparentemente, algunos siste-
mas no se modifican. Se dan en la corriente
de actividad durante toda la vida sin que
aumente su complejidad.
El diagrama no es completo ni exacto.
Hasta tanto no se realice mayor número de
prolijas investigaciones genéticas, un cuadro
semejante no podrá dar la pauta de lo que
cabe esperar de los niños en las diversas
edades.
VII. Emociones
simplificar los problemas acerca de la emoción y de utilizar ¿Cuáles son sus fundamentos? Apenas una leve intros-
métodos experimentales objetivos para su esclarecimiento. Pues- pección;' la cual lo lleva a este nuevo aserto, que, según él,
to que casi todos hemos sido educados en la "teoría" de las constituye el punto vital de toda su teoría: "Si suponemos una
emociones de JAMES, comencemos por él. Demostrar la ende- emoción intensa, y luego procuramos abstraer de la consciencia
blez de su posición será para el conductista la mejor manera que tenemos de ella las sensaciones de sus síntomas corporales,
de convencer de que hace una auténtica contribución de mé- nos encontramos con que no queda nada, ninguna "sustancia"
todos y resultados. mental de que pueda constituirse la emoción, y que únicamente
persiste un estado frío y mental de percepción intelectual". Ve-
PUNTO DE VISTA INTROVERTIDO DE JAMES ACERCA DE LAS EMOCIONES mos así que, a estar con JAMES, la mejor manera de estudiar las
emociones consiste en quedarnos tranquilos mientras tenemos
Hace aproximadamente cuarenta años, JAMES provocó en emociones y comenzar a "intro-inspeccionarnos". El resultado
el estudio de la psicología de las emociones un retroceso que de nuestra introspección podría expresarse así: "tengo una
recién ahora comenzamos a superar. Es lamentable que JAMES, "sensación" de un latido retardado del corazón; una sensación
fisiólogo, médico, y el más brillante psicólogo que haya cono- de sequedad en la boca; un grupo de "sensaciones" procedentes
cido el mundo, divergiese tanto de C. DARWIN, que lo precedió de mis piernas. Tal grupo de "sensaciones" — tal estado
en muchos años. DARWIN, como LANGE, insistieron en el estí- consciente — ES la emoción del miedo". Cada hombre debe
mulo que despierta la respuesta emocional y la reacción a este realizar sus particulares introspecciones. No cabe método expe-
respecto. Sus descripciones objetivas de las reacciones de miedo rimental alguno, ni verificación de las observaciones. En otras
son clásicas y estrictamente objetivas y conductistas. palabras, el estudio científico y objetivo de la emoción es
Pero a JAMES aburríale el cuadro objetivo de las reacciones imposible.
emocionales. Comentando el tratamiento objetivo de este tema, Evidentemente, ni a JAMES ni a ninguno de sus continua-
manifiesta: "El resultado de toda esta marea es que la lite- dores jamás se les ocurrió pensar, y mucho menos experimentar,
ratura meramente descriptiva de las emociones constituye una sobre la génesis de las formas emocionales de la respuesta.
de las partes más tediosas de la psicología. Mejor aún, tenemos Para él se trataba de genuinas herencias de nuestros primitivos
la sensación de que las subdivisiones son en su mayoría ficticias antecesores. Mediante esa formulación vacía, verbal, JAMES
o intrascendentales, y sus pretensiones de exactitud una farsa". despojó a la psicología de su campo de investigación acaso más
JAMES buscaba una "fórmula" — un recipiente verbal en el
hermoso e interesante. Impuso al estudio de las emociones una
cual pudiera hacer entrar todas las distintas emociones. Usando condición de la cual resulta harto difícil librarse, porque su
sus propias palabras, intentó capturar la gallina de los huevos fórmula fué asimilada por todos los más destacados psicólogos
de oro, "porque entonces —decía— la descripción de cada norteamericanos, quienes seguirán enseñándola durante un nú-
huevo sería asunto secundario". mero de años demasiado grande como para pensarlo sin per-
der la serenidad.
LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO DE JAMES
LA LISTA COMÚN DE LAS EMOCIONES
JAMES encontró su fórmula. Hela aquí: "Mi teoría, por el
contrario, sostiene que los cambios corporales siguen inme- Sin intentar emplear otro método que el introspectivo,
diatamente a la percepción del hecho excitante, y que el sen- JAMES nos obsequia una lista, primero, de las que llama "emo-
timiento que tenemos de estos cambios a medida que ocurren ciones groseras": dolor, miedo, ira, amor, y luego, una lista
ES la emoción". de "emociones delicadas", que afirma pueden agruparse bajo
172 J. B. WAT SON
EL CONDUCTISMO 173
los rótulos de sentimientos morales, intelectuales y estéticos. rizan al niño de 3 años, son: oscuridad, conejos, ratas, perros,
Estos últimos son demasiado numerosos para enumerarlos. peces, ranas, insectos y animales mecánicos de juguete. Un
MCDOUGALL hace otra clasificación. Considera que cada niño se halla jugando entusiastamente con sus cubos; introdu-
uno de los instintos principales tiene una emoción concomitante: cimos un conejo en su corralito y de inmediato cesa toda
por ejemplo, la emoción de miedo se acopla al instinto de huida; actividad constructiva; se apretuja en un rincón del corralito
la de disgusto al de repulsión; la de asombro al de curiosidad; y empieza a gritar: "¡sáquenlo, sáquenlo!" Otra criatura,
la ira al combativo; las de la sujeción y de la elación a los examinada en el mismo día, exhibe un cuadro distinto. Es
instintos de sumisión y aserción, y las emociones tiernas a los posible que en idénticas condiciones un tercero no manifieste
instintos paternos. Además, hay un grupo completo de ten- reacción alguna de miedo.
dencias emocionales de carácter menos marcado. Puesto que Conforme progresa en el estudio de las series de reac-
ya hemos demostrado que este complejo grupo de los instintos ciones que exhiben los adultos, el conductista se convence cada
señalados por MCDOUGALL no existe como tal, sería fútil vez más de que el mundo de objetos y situaciones ambientes
revisarlo. Tampoco cabe perder tiempo analizando todas las provoca reacciones más complejas que las exigidas por el uso
listas de emociones que se hallan en otros textos corrientes de o manipulación eficientes del objeto o de la situación. En otras
psicología. Carecen de valor, por cuanto al confeccionárselas no palabras: el objeto parece estar "cargado", parece suscitar
se procedió con método objetivo. miles de reacciones corporales accesorias no requeridas por las
leyes del hábito eficaz. Un ejemplo de ello lo constituye la
clásica pata de conejo de los negros: para nosotros, la pata
PLANTEO CONDUCTISTA DEL PROBLEMA DE LAS EMOCIONES de conejo es algo que cortamos del cuerpo del animal y tiramos.
Acaso se la demos al perro, como comida. Mas, para muchos
En los últimos años el conductista ha encarado el problema negros, la pata de conejo no es un objeto frente al cual se
de las emociones desde un nuevo ángulo. Las observaciones puede reaccionar en forma tan sencilla. La secan, la lustran,
realizadas sobre adultos le enseñaron que hombres y mujeres se la guardan en el bolsillo, cuidándola y conservándola celo-
exhiben una amplia serie de reacciones que se agrupan bajo samente. La examinan de vez en cuando; si se encuentran en
el nombre genérico de emociones. El negro del sur de Norte- un apuro, acuden a la pata para que los guíe y ayude, y, en
américa se queja y tiembla al encontrarse en la oscuridad general, no reaccionan ante ella como ante una simple pata
provocada por un eclipse total de sol; cae de rodillas y llora de conejo, sino como el religioso frente a la Divinidad.
a gritos, rogando a la Divinidad le perdone sus pecados. Estos
mismos negros no cruzarían un cementerio de noche. Se hu- Hasta cierto punto, la civilización ha extirpado del hombre
millan y estremecen ante amuletos y reliquias. No encenderán estas reacciones superfluas en relación con objetos y situaciones.
leña de un árbol derribado por un rayo. En las comunidades El pan es algo para comer cuando se tiene hambre; el vino
rurales, grandes y chicos se reúnen en la casa tan pronto apa- una bebida para tomar con los alimentos o en oportunidades
recen las primeras sombras nocturnas. En ocasiones, racio- festivas. Pero estos mismos objetos simples, comunes, des-
nalizan semejante conducta manifestando que se expondrían a provistos de valor emocional, cuando integran en la iglesia
contagiarse de la "miseria" del aire de la noche. Las situaciones el rito de la comunión, llevan a arrodillarse, orar, reclinar la
que, desde nuestro punto de vista más experimentado, juzgamos cabeza, entornar los ojos y numerosas otras respuestas verbales
asaz ordinarias, en ellos despiertan los más violentos tipos de y corporales. Los huesos y reliquias de los santos suscitan en
reacciones emocionales. los creyentes una serie de reacciones, distintas de las que
provoca la pata de conejo en el negro, pero completamente
Pero seamos específicos y vayamos al grano. Las cosas homologas desde el punto de vista de su origen. El conductista
que según hemos comprobado en nuestro laboratorio atemo-
174 J. B. W A T S O N EL CONDUCTISMO 175
va aún más lejos y estudia la conducta cotidiana de sus pró- Creemos que corresponde denominar emocional a todo
jimos. Observa cómo, de noche, un ruido proveniente del sótano cuanto pertenece a este grupo, sin determinar mayormente por
despierta en su vecino reacciones casi infantiles; cómo muchos ahora la palabra.
de ellos se indignan cuando se "pronuncia en vano" el nombre Si bien se realizan algunas tentativas dirigidas a esta-
del Señor y cómo racionalizan su reacción diciendo que se blecerlas, hasta hoy carecemos de normas de reacción fisio-
trata de una irreverencia y que el que se conduce tan irres- lógicamente estandardizadas. El progreso de las ciencias físicas
petuosamente será castigado. Observa cómo muchos se alejan ha contribuido mucho a la estandardización de nuestras reac-
de los perros y de los caballos, aunque para no pasar junto ciones frente al día y la noche, las estaciones y el tiempo.
a ellos deban retroceder o cruzar la calle. Ve a hombres y Ante el árbol derribado por un rayo, ya no reaccionamos como
mujeres que se unen con cónyuges imposibles, sin que puedan si fuera maldito; ni nos creemos en ventaja sobre nuestro
explicar lógicamente porqué lo han hecho. En otras palabras, enemigo si logramos proveernos de un desecho de su uña, pelos
si lográramos trasladar todos los objetos y las situaciones de y excrementos. Al mirar hacia el cielo azul ya no vemos un
la vida real al laboratorio, y frente a ellos despertar reacciones reino donde seres supraterrenales tañen el arpa y cantan himnos
fisiológicamente sanas y científicas (quizá la ética experimental porque sí. A la vista de montañas lejanas y casi invisibles ya
encare algún día tal problema), éstas fijarían las verdaderas no reaccionamos como si se tratara de siluetas de gnomos y
normas o "standards" (de conducta). Ahora bien, si exami- hadas. La ciencia, la geografía y los viajes han estandardizado
náramos la conducta cotidiana del hombre a la luz de estas las respuestas. Gracias a la labor de los químicos de la ali-
normas, comprobaríamos, como regla, una diferencia entre la mentación, también nuestras reacciones vinculadas con los
conducta real y su norma. Esta diferencia se manifiesta bajo alimentos se van estandardizando: hemos dejado de pensar en
la forma de: reacciones accesorias, reacciones lentas, falta de determinados alimentos como "puros" o "impuros". Ahora los
reacciones (parálisis), reacciones inhibidas, reacciones nega- consideramos según satisfagan o no determinadas exigencias
tivas, reacciones castigadas por la sociedad (robo, homicidio, corporales.
etcétera), reacciones que propiamente corresponden a otros
estímulos (sustituías).* Empero, nuestras reacciones sociales continúan sin estan-
dardizarse. Tampoco en la historia hallamos una norma que
nos oriente. El profesor SUMNER, de Yale, lo ha señalado con
* Ejemplos:
De reacciones accesorias: el sujeto realiza su cometido en forma mucho acierto. Según él, todo tipo de reacción social imagi-
rápida y correcta, pero palidece e inclusive puede llegar a llorar, orinar nable ha sido en alguna época conceptuado como una manera
o defecar y sus glándulas salivales tornarse inactivas. No obstante su normal, no emocional de actuar. Una mujer podía tener nume-
estado emocional, reacciona de manera firme y apropiada. Otros ejem-
plos de reacciones accesorias son el silbar, charlar y canturrear durante rosos maridos, un hombre muchas mujeres; eliminarse la pro-
el trabajo. contra la propiedad, etc. Me refiero aquí a los actos castigados por
De reacciones lentas: el sujeto cumple el acto, pero el tiempo de la ley, pero frente a los cuales la justicia morigera su rigor en razón
reacción es más largo — acaso chapucea y renuncia a su labor, o
reacciona con energía excesiva o muy escasa. Las contestaciones a del factor emocional.
preguntas se dan con lentitud o con suma rapidez. De reacciones correspondientes a otros estímulos: las reacciones
De reacciones negativas: el sujeto puede manifestar miedo ante homosexuales; las pasiones sexuales de los hijos por sus madres; todas
el alimento — apartarlo con la mano o alejarse del mismo. En lugar las reacciones sexuales frente a fetiches, etc.; respuestas emocionales
de las reacciones ordinarias frente al perro o al caballo, quizá huya de los padres para con los hijos disfrazadas con la máscara del afecto
de ellos. Las fobias pertenecen a este grupo. natural.
De reacciones castigadas por la sociedad: el sujeto, en el "aca- Por supuesto, centenares de las reacciones llamadas "emocionales"
loramiento de la ira", puede, por ejemplo, cometer un asesinato, atentar no son catalogables bajo ninguno de estos títulos.
176 J. B. WATSON EL C O N D U C T I S M O 177
genie en época de hambre y escasez; usarse la carne humana pañía de un adulto — posiblemente el padre o la madre —, de
como alimento ; sacrificar la progenie a fin de aplacar a la otro niño, dé una criatura del sexo opuesto, de grupos de niños.
divinidad; ofrecerse la propia mujer al vecino o al huésped; A fin de obtener un cuadro de su conducta emocional,
la viuda debía dejarse quemar en la hoguera que consumía debemos verificar cómo reacciona al separárselo de su madre.
el cuerpo del difunto esposo. Es necesario someterlo a distintas pruebas, recurriendo a ali-
Actualmente las reacciones sociales no se hallan más mentos diferentes y a personas extrañas para él, que lo bañen,
estandardizadas. Recordemos cuáles son hoy nuestras respuestas vistan y acuesten. Le quitaremos sus juguetes y todos los
accesorias cuando estamos en presencia de nuestros padres o objetos con los cuales suele jugar. Hagamos que lo provoque
ante nuestros líderes sociales. Pensemos en nuestro culto del un niño o una niña mayor que él, coloquémoslo en lugares
héroe, nuestra veneración del coloso intelectual, el autor, el elevados, sobre superficies angostas (cuidando, desde luego,
artista, la Iglesia. Observemos cómo nos comportamos entre que nada le ocurra), sobre ponies o perros.
multitudes: bailes de máscaras, partidos de fútbol y de béisbol, Esta descripción acerca de cómo debemos trabajar, la
elecciones, acontecimientos religiosos (conversiones, extrava- hacemos con el único propósito de convencer al lector de la
gancias de los Holy Rollers)*, en el pesar que nos provoca sencillez, naturalidad y precisión de nuestros métodos; de que
la pérdida de objetos y personas queridas. Disponemos de existe un vasto campo para la experimentación objetiva.
diversas palabras para describir estas reacciones accesorias:
reverencia, amor a la familia, a Dios, a la Iglesia, a la patria;
respeto, adulación, pavor, entusiasmo. Ante muchos de estos BREVE RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE TALES TESTS
estímulos actuamos como niños.
Mediante esos tests comprobamos, entre otras cosas, que
Cómo trabaja el conductista. — La complicada naturaleza ya a los tres años muchos niños — pero no todos — están
de las respuestas del adulto le impiden al conductista iniciar colmados de toda suerte de reacciones inútiles y verdadera-
con ellos sus estudios sobre la emoción. Debe hacerlo con el mente perjudiciales, conocidas bajo el nombre genérico de
niño, en el cual el problema se presenta más sencillo. emociones.
Supongamos que nuestra investigación comienza con niños Tienen miedo en diversas situaciones.* Se sienten tímidos
de tres años — iremos a buscarlos en la vía pública y por en muchas otras. Sufren berrinches cuando se los lava o viste;
doquier; también recurriremos a los niños de familias ricas.
Los llevaremos a nuestro laboratorio y los enfrentaremos con al ofrecérseles ciertas comidas o al tratar de alimentarlos una
determinadas situaciones. Como primer experimento, dejamos nueva niñera. Tienen ataques de llanto cuando la madre los
que el niño entre solo en una sala de juego bien iluminada deja; se esconden detrás de sus polleras; se atemorizan y
y empiece a jugar. Súbitamente, soltamos un pequeño boa cons- enmudecen delante de las visitas. Es característico el cuadro
trictor u otro animal. Luego, conducimos al niño a una pieza que presentan en estas circunstancias, con una mano en la
oscura y de improviso prendemos una pequeña fogata con * En su memoria sobre los experimentos realizados en la Fundación Rockefeller,
diarios. Mediante escenarios, podemos, pues, reproducir casi la doctora MARY COVKR JONES informa que la rana, sobre todo al saltar de im-
cualquier tipo de situación de la vida real. proviso, constituía el estímulo más poderoso de las reacciones de miedo. La
Pero, después de haber examinado al niño solo en todas repentina aparición de un animal suscitaba las más pronunciadas reacciones de
los niños. Por ello, con frecuencia dejábase en la habitación cajas con animales
estas situaciones, hemos de volver a hacerlo estando en com- pequeños. Como el niño poníase a jugar con los objetos que encontraba, tarde
o temprano súbitamente descubría el animal. La doctora JONES ha publicado en
* Holy Rollers: reducida secta religiosa de los EE. UU. y del Canadá, cuyas "The New Oeneraticn", 1930, págs. 445 y ss., un resumen de sus últimos trabajos
reuniones se caracterizan por su excitación frenética. [ T . ] . acerca de las reacciones emocionales.
178 J. B. WATSON EL CONDUCTISMO 179
boca y la otra agarrando la pollera materna. Otros pelean con allí se les administraba los tests habituales con varios animales.
todo niño que se le acerque. Suele tildárselos de camorristas, Disponíamos ~el laboratorio de manera tal que pudiese exami-
sádicos, brutos. Otros rompen a llorar y huyen cuando un niño nárselos en la pieza abierta: solos; con un ayudante; con la
mucho más chico los amenaza. Sus padres los llaman cobardes madre. El test se realizaba en una pieza oscura, sin muebles,
y sus compañeros de juego los hacen sus víctimas propiciatorias. de paredes negras. Tenía un aspecto extraño de por sí. Ha-
bíanse hecho arreglos a fin de que fuese posible encender una
¿DE DONDE PROCEDEN ESTAS VARIADAS FORMAS luz detrás de la cabeza del niño o iluminar el cuarto mediante
DE RESPUESTA EMOCIONAL? un foco instalado arriba y frente a él. Siempre se examinaba
a uno por vez. La prueba generalmente consistía en la siguiente
Un niño de tres años es sumamente joven. ¿Debemos serie de situaciones:
concluir que las reacciones emocionales son hereditarias? ¿Exis- Primero se exhibía un gato negro, juguetón y siempre
ten pautas hereditarias de amor, miedo, ira, vergüenza, celos, agresivamente afectuoso, que ronroneaba de continuo, el cual
timidez, espanto, admiración, respeto, crueldad? ¿O son meras durante cada test se subía y caminaba varias veces alrededor
palabras para designar tipos generales de conducta, sin im- del niño, frotando su cuerpo contra el del pequeño en la forma
plicar en absoluto su origen? Históricamente, fueron conside- usual de los felinos. Son tan comunes las falsas nociones acerca
rados de origen hereditario. A fin de resolver esta cuestión en de las respuestas infantiles a los animales peludos, que nos-
forma científica precisamos nuevos métodos de experimentación. otros mismos nos sorprendimos al comprobar que frente al
proverbial "gato negro" aquéllas siempre eran positivas. He
EXPERIMENTOS ACERCA DEL ORIGEN Y DESARROLLO DE LAS
aquí la respuesta que se observaba invariablemente: extenderse
REACCIONES EMOCIONALES para alcanzar su pelo, ojos y nariz.
Asimismo se presentaba un conejo. También éste suscitaba
En nuestra labor experimental pronto llegamos a la con- siempre respuestas de manipulación, y nada más. Una de las
clusión de que los niños tomados al azar, en hogares pobres preferidas consistía en agarrar una oreja del animal con una
o ricos, no constituyen sujetos apropiados para estudiar el mano e intentar llevarla a la boca.
origen de las emociones. La conducta que presentan se halla La rata blanca es otro de los animalitos que se utilizaba
harto complicada por la educación. Afortunadamente, hemos en todos los casos. Pero este roedor — posiblemente a causa
tenido oportunidad de observar a numerosos niños robustos y de su escaso tamaño y blancura —, rara vez provocaba la
sanos en las maternidades de los hospitales, y a otros criados fijación continua de la mirada. Sin embargo, cuando se enfo-
en sus hogares bajo la vigilancia de investigadores. Algunos caba el animal, verificábase la tentativa de alcanzarlo. Además
fueron observados casi desde el nacimiento durante todo el exhibíanse perros Airedale, grandes y chicos, muy juguetones
primer año de vida, otros hasta el segundo, y dos o tres hasta y amistosos. Estos últimos sólo excepcionalmente despertaban
el tercero. tantas reacciones manipulatorias como un animal del tamaño
Para enfrentar a los niños criados en el hospital con del gato o del conejo. Tampoco fué posible observar respuestas
situaciones que despiertan reacciones emocionales, por lo co- de miedo aplicando los tests con animales en el cuarto oscuro,
rriente sentábamos a los mayorcitos en sillas de infantes. Si la a plena iluminación o con una luz tenue colocada detrás de la
criatura era demasiado pequeña para mantenerse sentada, la cabeza del niño. Estos tests con niños no condicionados emo-
dejábamos en la falda de la madre o de uno de los ayudantes. cionalmente, probaron en forma terminante que son meros
(a) Reacciones frente a animales en el laboratorio. — cuentos de hadas las clásicas versiones acerca de respuestas
En primer término llevábamos a los niños al laboratorio, y hereditarias a objetos y animales con pelaje.
EL CONDUCTISMO 181
180 J. B. W A T S O N
Luego se utilizaba un ave, por lo general una paloma. males que habían desempeñado un papel predominante en la
Introducíase ésta en una bolsa de papel, que se presentaba historia biológica del ser humano. Por ejemplo, dedicábase
al niño. La situación era extraña, aun para el adulto. Al for- mucho tiempo a la jaula de los primates. Se los detenía también
cejear, el ave movía la bolsa en torno al niño. A menudo arru- en las de los reptiles, ranas, tortugas y serpientes. Durante
llaba. Mientras la paloma sacudía y movía la bolsa a su alre- estos tests nunca pudimos observar la menor reacción negativa
dedor, la criatura rara vez intentaba alcanzarla. Empero, cuando frente a ranas o serpientes, si bien la rana, al saltar, es —
el experimentador la sacaba de la bolsa, producíanse las res- como se indicó anteriormente (pág. 177) — para las criaturas
puestas ordinarias de manipulación. También hicimos que el condicionadas un estímulo extremadamente enérgico en la pro-
ave se moviera y batiera las alas cerca de la cara del niño. vocación de las respuestas de miedo.
(Lo cual se logra fácilmente suspendiendo la paloma por las
patitas cabeza abajo). En semejantes condiciones, hasta un TRES TIPOS DE RESPUESTA EMOCIONAL DE EVIDENTE ORIGEN
adulto alguna vez se esquivaría y vacilaría un poco. Cuando NO APRENDIDO
las alas abanicaban el rostro del niño, éste de ordinario
parpadeaba. En tal caso, la reacción de alcanzar tornábase Tenemos suficientes razones para afirmar que existen tres
incierta y en ocasiones fracasaba. Al tranquilizarse el ave, em- diferentes formas de respuesta emocional provocables en el
pezaba la tentativa de alcanzarla. niño desde su nacimiento por tres series de estímulos. En razón
de la conveniencia las llamaremos "miedo", "ira" y "amor",
Otra variedad de test, empleada con frecuencia en las pero debemos agregar que empleamos estas palabras despo-
mismas condiciones, estriba en prender una minúscula fogata jándolas de todas sus antiguas connotaciones. Hemos de con-
con papeles de diario, en la pieza iluminada y a oscuras. En siderar las reacciones que con estos nombres designamos, del
muchos casos, al comenzar el fuego, el niño se acercaba viva- mismo modo como hemos considerado en el capítulo anterior
mente hacia él y era preciso retenerlo. No obstante, cuando la respiración, los latidos del corazón, el agarrarse y otras
empezaba a calentar, las respuestas de alcanzar y manipular respuestas innatas.
desaparecían. Durante estas pruebas, el niño solía estar sen-
tado, con las manos parcialmente levantadas, en una posición Sigamos con los hechos.
que se parece bastante a la iniciación de la respuesta de darse Miedo. — El estado de pánico que se apodera del hombre
sombra que adopta el adulto al aproximarse demasiado al primitivo cuando las ramas de los árboles se quiebran y caen
fuego. No cabe duda que de repetirse el experimento a menudo, alrededor suyo; al retumbar el trueno o producirse otros ruidos
este tipo de hábito se habría desarrollado. Acaso sea del todo ensordecedores en su proximidad, tiene en estos casos evidente
similar a la reacción de los hombres y los animales frente al base genética. Nuestros experimentos con niños, y en especial
sol. Cuando el sol calienta mucho y no tienen nada que hacer, los efectuados con criaturas que carecen de hemisferios cere-
buscan la protección de cualquier sombra. brales, en quienes la reacción al ruido es más acentuada, pronto
nos enseñaron que los ruidos fuertes casi invariablemente sus-
(b) Frente a animales en los jardines zoológicos. — En citan una marcada reacción desde el mismo momento del naci-
muchas ocasiones, se llevó a jardines zoológicos — "siempre miento. Por ejemplo, un golpe de martillo sobre una barra de
a título de primera experiencia de este género —, a niños acero, provocará un brinco, un sacudimiento, una pausa de la
criados en el hospital o en su hogar — cuyas historias emo- respiración, seguida de una respiración acelerada con pronun-
cionales conocíase. Las criaturas bajo observación no mani- ciados cambios vasomotores, cierre repentino del ojo, apretar
festaban reacciones pronunciadas en estas circunstancias. Se de los puños, fruncir de los labios. Luego, según la edad del
hacía lo posible para presentarles debidamente aquellos ani- niño, tiene lugar el llanto, el caerse, el arrastrarse, la huida
182 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 183
caminando o corriendo. No hemos llevado a cabo un estudio para la prueba; pero, si al cruzar un puente — hasta entonces
muy sistemático de la serie de estímulos sonoros que suscitan firme —, comienza a ceder cuando nos encontramos por la
respuestas de miedo. No todo tipo de sonidos las obtiene. mitad, nuestra respuesta será muy marcada. Si tal cosa le
Algunos sonidos de tono extremadamente bajo, sordo y pro- ocurre a un caballo, resultará difícil hacerle cruzar otra vez un
longado no las provocan; ni tampoco los muy agudos del silbato puente. En el campo es común ver caballos recelosos de los
de Galton. Estrujando de improviso la mitad de un diario cerca puentes. Estamos seguros que idéntico principio es aplicable
de su oído y emitiendo un silbido fuerte y penetrante, logramos al niño que de buenas a primeras es llevado a aguas profundas.
repetidamente varias reacciones en un niño medio dormido de La fluctuación de las aguas hace que realmente pierda el equi-
2 a 3 años de edad. Los tonos puros — al menos los del dia- librio. También cuando el agua es caliente nótase una pausa
pasón —, no resultan muy efectivos en este respecto. A fin de la respiración, agarrar de las manos y llanto.
de completar el cuadro estímulo-respuesta, todavía debemos
investigar minuciosamente la naturaleza del estímulo auditivo, ira. — ¿Le ocurrió alguna vez a usted que llevando orgu-
así como también las reacciones parciales separadas de la llosamente de la mano en un paseo por la calle a su hija de
respuesta.* dos años, de súbito se le antojará a ésta arrastrarlo en otra
El otro estímulo que provoca la reacción de miedo es la dirección? ¿Y al sujetarla y ejercer usted cierta firme presión
pérdida de la base de sustentación, en especial cuando el cuerpo sobre su brazo a fin de dirigirla por donde debían ir, que ella
no está preparado para compensarla. Puede apreciarse mejor se pusiera rígida, empezara a gritar a viva voz, se tirase al
en los recién nacidos, cuando están a punto de dormirse. Si suelo plantándose como un tronco en el medio del camino,
se los deja caer, o si bruscamente se tira de la sábana sobre dando alaridos a toda mandíbula hasta amoratársele la cara,
la cual yacen, de modo de arrastrar al niño, por lo general y que continuase gritando hasta no poder más? Si nunca ha
tiene lugar dicha respuesta. pasado por esto, no sabe usted lo que es la ira.
En los niños de pocas horas de edad esta reacción de Posiblemente habrá usted visto al grandulón camorrista
miedo se debilita rápidamente. En otras palabras, si el mismo del barrio agarrar a algún chico, y sentándose sobre él suje-
sonido o el mismo tipo de estímulo de falta de base de apoyo tarle las piernas y los brazos tan arrimados al tronco que éste
se aplica con frecuencia, por lo común la reacción únicamente ni forcejear puede siquiera. ¿Observó usted cómo el niño se
se manifiesta a la primera y segunda aplicación, en ocasiones pone rígido y grita hasta que su cara se torna lívida?
sólo a la primera. Después de un momento de descanso, estos ¿No ha notado usted los bruscos cambios en los rostros
mismos estímulos vuelven a ser eficaces. de los hombres cuando de mal modo se los empuja y amontona
La falta de base de sustentación, cuando el individuo no en los ómnibus y trenes? La obstaculización de los movimientos
está preparado para ello, suscita una fuerte reacción de miedo corporales promueve la serie de respuestas que llamamos ira.
inclusive en el adulto y mamíferos superiores. Naturalmente Ello es factible de observar desde el nacimiento, pero con mayor
que si debemos caminar por una tabla angosta, conforme nos facilidad entre los 10 y 15 días. Si con delicadeza se les sujeta
aproximamos a ella todos nuestros músculos se van preparando la cabeza con las manos, los brazos adosados a lo largo del
cuerpo, y se les mantiene las piernas estrechamente unidas, la
* Entre los cientos de niños con que hemos trabajado, sólo pudimos encontrar conducta de ira empieza a manifestarse. Hasta hoy no han sido
uno en quien los ruidos fuertes no despertaban ninguna respuesta de miedo. Se catalogados en forma completa los elementos de la respuesta
trataba de una niñita robusta, bien desarrollada y normal en todos los aspectos.
Tampoco frente a otros estímulos evidenciaba miedo. La manifestación más cercana no aprendida de la ira. Empero, algunos de estos son de fácil
al miedo que nos fué dable observar en'ella, se produjo ante la presencia y ruido observación: la rigidez de todo el cuerpo, los movimientos
del abrir y cerrar de un paraguas. No sabemos cómo explicar este liecho. desordenados de pataleo y manoteo y la retención de la res-
EL CONDU CTISMO 185
184 J. B. W A T S O N
piración. Al principio el niño no llora, pero luego la boca se ¿EXISTEN OTRAS RESPUESTAS NO APRENDIDAS ADEMAS DE ESTOS
abre al máximo y la respiración se contiene hasta que la cara TRES TIPOS GENERALES?
se vuelve morada. Tales estados pueden provocarse sin que
en ningún caso la presión llegue a ser tan intensa como para No estamos seguros de que estos tres tipos de respuestas
infligir el menor daño a la criatura. En el momento en que sean los únicos de base hereditaria. Tampoco podemos con-
en la piel aparece el más leve tinte violáceo, los experimentos testar a la cuestión de si existen o no otros estímulos que las
se suspenden. Es factible llevar a ese estado a cualquier niño; provoquen. De ser nuestras observaciones verdaderamente
las reacciones continuarán hasta tanto no se suspenda la situa- completas, parecería que las reacciones emocionales del niño
ción irritante, y, en ocasiones, inclusive persistirán durante algún son muy sencillas y escasos los estímulos que las suscitan.
tiempo después. Hemos logrado que las criaturas se encole- Estas reacciones, que hemos convenido en denominar miedo,
rizacen haciendo que sus brazos quedaran levantados mediante
un cordón del que pendía una esfera de plomo de peso no ira y amor, son al principio harto indefinidas. Todavía nos
superior a media onza. El constante impedimento de los movi- queda mucho trabajo por realizar a fin de saber qué reacciones
mientos de los brazos, que inclusive un peso tan insignificante parciales se dan en cada una de estas reacciones y en cuánto
ocasiona, basta para provocar la respuesta. Cuando el niño difieren. Desde luego, éstas no son los complicados tipos de
yace de espaldas, a veces la respuesta puede suscitarse opri- reacciones emocionales que observamos en la vida ulterior,
miéndole con algodón la cabeza por ambos lados. En muchos pero creemos que por lo menos constituyen el núcleo del cual
casos el estado de ira se advierte a las claras cuando la madre proceden todas las futuras reacciones emocionales. Se condi-
o la "nurse" viste al niño en forma un tanto brusca o apresurada. cionan con tanta rapidez (luego lo demostraremos), que el
Amor. — El estudio de esta emoción en el niño se ve llamarlas modos de respuestas hereditarias daría una impresión
sobremanera dificultado por las numerosas trabas impuestas equivocada. Acaso será preferible que nos atuviéramos a los
por los convencionalismos. De ahí que nuestras observaciones hechos reales de la observación, de la siguiente manera:
hayan debido ser más incidentales que experimentales. Son
evidentes estímulos de las respuestas amorosas el acariciar la (Por lo común llamadas miedo):
piel, las cosquillas, el mecimiento suave, el toqueteo de la bar-
billa. Esta respuesta es particularmente provocada con mayor (I) E (I) R
facilidad por la estimulación de aquellas zonas que — a falta Ruidos fuertes Suspensión de la respiración,
de un término más apropiado —, podemos llamar erógenas: Falta de base de sustenta- salto o sobresalto de todo
tetillas, labios y órganos sexuales. La respuesta del infante
depende de su estado; si está llorando, el llanto termina y se ción * el cuerpo, llanto, a menudo
defecación y micción (y
esboza una sonrisa; comienzan el gorjeo y el arrullo. Las muchas otras no compro-
cosquillas, aun en bebés de 6 a 8 meses, suscitan violentos badas experimentalmente).
movimientos de los brazos y el tronco, acompañados de risas Es probable que la mayor
pronunciadas. De cuanto antecede despréndese que empleamos parte de las reacciones
la palabra "amor" en un sentido mucho más amplio que el parciales sea de naturaleza
visceral.
popular. Las respuestas que aquí intentamos señalar son aquellas
comúnmente llamadas "afectuosas", "amables", "bondadosas". * No estamos seguros acerca de qué relación existe entre las reacciones de
El vocablo "amor" las comprende a todas, así como también miedo descritas y las reacciones provocadas por objetos muy calientes, agua helada,
golpes, cortaduras, pinchazos, quemaduras y otros estímulos, nocivos.
a las observadas en las relaciones sexuales de los adultos.
186 J. B. W ATSON EL CONDUCTISMO 187
(Por lo común llamadas ira): Psychology", setiembre de 1930, pág. 433). Examinemos un
(I) E (I) R poco su trabajo.
Restricción de los movimien- A primera vista, los experimentos del doctor SHERMAN
Rigidez de todo el cuerpo,
tos corporales gritos, suspensión tempo- y su esposa ("The Process of Human Behavior" — El proceso
raria de la respiración, de la conducta humana, 1929) parecen arrojar dudas acerca
coloración de la cara que de la sencillez de nuestro análisis de las emociones. Se pro-
va tornándose morada, et-
cétera. Es obvio que mien- vocaron en niños diversos tipos de reacciones mediante: ruido,
tras existen respuestas ge- privación de alimento, pinchazos con una aguja, restricción de
nerales, la mayor concen- los movimientos, dejar caer, etc. Se filmaron estas reacciones,
tración de movimientos se
halla en la zona visceral. exhibiéndose la película ante un grupo de universitarios a
Los análisis de la sangre los que se invitó a nombrar la emoción que observaran. Tal
de los niños así tratados, como hubiera podido pronosticarlo cualquier persona experi-
demuestran un aumento de
la glucosa. Ello tal vez mentada en reacciones infantiles, las contestaciones fueron muy
signifique un aumento de diferentes. Nos resulta difícil comprender el propósito de esta
la secreción de las glán- investigación. Sólo el investigador experimentado, que a diario
dulas suprarrenales.
observa las reacciones infantiles a determinados estímulos o si-
(Por lo común llamadas amor): tuaciones, es capaz de "indicar el estímulo dada la reacción",
o viceversa. Si el doctor SHERMAN y su esposa hubieran se-
(0 E (O R guido atentamente nuestra labor, recordarían que nosotros su-
Acariciar la piel y los ór- Cese del llanto; gorjeo, arru- gerimos que a estas reacciones no se las llamara amor, ira y
ganos sexuales, mecer, llo y muchas otras no de-
hacer cabalgar sobre el miedo, sino más bien, reacciones X, Y y Z. Quienquiera ha
terminadas. El predominio
pie, etc. de los factores viscerales trabajado largo tiempo sobre el niño, con toda seguridad llega-
está probado por los cam- rá a descubrir la gran diferencia que media entre sus reaccio-
bios en la circulación y nes X, Y y Z. Ello es todo lo que afirmábamos respecto de su
en la respiración, erección
del pene, etc. identificación. El verdadero objeto del conductista consistía en
verificar si le era dable relacionar la respuesta X con algún
Si consideramos estas respuestas no aprendidas (llamadas otro estímulo, Y con otro, y Z con otro; y, en caso afirmativo,
emocionales) en los términos de estas sencillas fórmulas no determinar la técnica a emplearse. Además, si era factible es-
podemos equivocarnos mucho. tablecer semejante enlace emocional con nuevos estímulos, ¿po-
dían éstos ser anulados nuevamente?, y de ser así, ¿mediante
CRITICAS RECIENTES A ESTA OPINIÓN qué técnicas? Son muchos los investigadores que han confir-
mado este trabajo — y creemos que cualquiera que haya se-
E. S. ROBINSON, evidentemente, no está convencido del guido nuestra técnica igualmente puede hacerlo.*
carácter objetivo de nuestros resultados. Afirma: "Fué nece-
saria la mentalidad estadística de MANDEL y de IRENE SHER-
MAN para advertir la diferencia entre lo que WATSON observó * Más recientemente aún, C W. VALENTINE ("Jr. of Genetic Psychology",
y lo que interpretó en la conducta infantil" ("Jr. of Genetics setiembre, 1930) arguye que existe una base innata para varias formas de miedo.
188 J. B. WATSON EL CONDUCTISMQ 189
COMO SE COMPLICA NUESTRA VIDA EMOCIONAL manera como se retira bruscamente al recibir la sacudida eléc-
trica. Sabemos- que hay un estímulo incondicionado o funda-
¿Cómo articular nuestras propias observaciones con aque- mental que despierta la reacción de miedo en forma rápida y
llas que demuestran la extremada complejidad de la vida emo- sencilla: un sonido fuerte. Resolvimos usarlo de igual modo que
cional del adulto? Sabemos que miles de niños temen la oscu- el choque eléctrico en los trabajos descritos en la pág. 46.
ridad, que las serpientes, los ratones y los insectos aterrorizan Nuestro primer experimento con Alberto tenía por objeto
a muchísimas mujeres, y que las emociones se relacionan con condicionar la respuesta de miedo a una rata blanca. Mediante
numerosos objetos ordinarios de uso casi cotidiano. El miedo pruebas repetidas comprobamos en primer término que sólo
se vincula con personas, lugares y situaciones generales, tales los ruidos fuertes y la remoción de la base de apoyo provoca-
como bosques y agua. Asimismo, aumenta enormemente el nú- rían dicha respuesta en este niño. Cualquier cosa dentro de un
mero de objetos y situaciones susceptibles de despertar ira o diámetro de doce pulgadas alrededor suyo, era objeto de una
amor. Al principio, la mera vista de un objeto no suscita estas manifestación de alcanzar y manipular. Sin embargo, la reac-
emociones, mientras que en la vida ulterior puede provocar am- ción a un sonido estrepitoso era característica en la mayoría de
bas emociones primitivas. ¿Cómo se desarrollan estos encade- los niños. El sonido emitido por una barra de acero, de apro-
namientos? ¿Cómo es posible que objetos que en un principio ximadamente una pulgada de diámetro y tres pies de longitud,
no suscitan emociones puedan hacerlo después, acrecentando así golpeada con un martillo de carpintero, suscitaba un tipo muy
la riqueza y peligros de nuestra vida emocional? marcado de reacción.
Al iniciar nuestros trabajos, nos sentíamos muy poco dis- A continuación transcribimos nuestros apuntes de labora-
puestos a experimentar en este campo, pero resultaba tan im- torio,* que indican el progresivo establecimiento de una res-
periosa la necesidad de explorarlo, que finalmente resolvimos puesta emocional condicionada:
intentar establecer miedos en el niño y luego estudiar métodos
prácticos para suprimirlos. Como primer sujeto escogimos a Edad: once meses y tres días.
Alberto, hijo de una nodriza del Hospital Harriet Lañe. Se tra- (1) De improviso se saca de una canasta (procedimiento
taba de un bebé extraordinariamente "bueno", que había pa- usual) una rata blanca — con la cual el niño había jugado
sado toda su vida en dicha institución. Durante todos los meses durante semanas —, la cual le es presentada. Alberto empezó
que trabajamos con él, únicamente lo vimos llorar después de por extender la mano izquierda para alcanzarla. En el preciso
nuestros experimentos. instante en que su mano tocó el animal, detrás suyo se golpeó
Antes de hablar de los experimentos de que nos servimos bruscamente la barra. El niño saltó violentamente y cayó hacia
para establecer respuestas emocionales en el laboratorio, pre- adelante, escondiendo la cara en el colchón. Sin embargo, no
cisa recordar la técnica de los reflejos condicionados. A fin lloró.
de establecer un reflejo condicionado debe existir, en primer (2) Volvióse a golpear la barra cuando el niño tocó la
lugar, un estímulo fundamental que provoque la respuesta en rata con su mano derecha. De nuevo el niño saltó violentamen-
cuestión. El paso siguiente es lograr que también la provoque te, cayó hacia adelante y empezó a llorar.
algún otro estímulo. Si, verbigracia, nuestro propósito es sus- A causa del estado perturbado de Alberto, suspendimos las
citar un brusco movimiento hacia atrás del brazo y de la mano pruebas una semana.
cada vez que resuene un zumbador, debemos usar el choque
eléctrico u otro estímulo doloroso. Pronto el brazo empezará * Véase el cuadro original de ROSALIE RAYNER y JOHN B. WATSON, "Scientific
a retirarse de inmediato al funcionar el zumbador, de la misma Monthly", 1921, pág. 493.
190 J. B. W A T S O N EL COND U CTISMO 191
Edad: once meses y diez días. una base científico-natural. Es una gallina de huevos de oro
(1) De improviso se le presenta la rata sin ruidos. Se mucho más productiva que la estéril fórmula de JAMES. Pro-
observó que la criatura la miraba fijamente, si bien al prin- porciona un principio explicativo que dará cuenta de la enorme
cipio no manifestó ninguna tentativa de alcanzarla. Entonces complejidad de la conducta emocional adulta. Ya no necesi-
el animal se acercó; ello suscitó un conato de alcanzarla con tamos recurrir a la herencia para esclarecer tal conducta.
la mano derecha. Al tocar la rata con su mano izquierda, la
retiró de inmediato. Empezó a mover la mano para tocar la LA PROPAGACIÓN O TRANSFERENCIA DE LAS RESPUESTAS
cabeza del animal con el índice de su mano izquierda, pero la EMOCIONALES CONDICIONADAS
retiró bruscamente antes de que el contacto se estableciera. Re-
sulta evidente, pues, que las dos estimulaciones que la semana Antes de llevarse a cabo el ya citado experimento con la
anterior se suministró asociadas, fueron efectivas. En seguida rata, Alberto había jugado durante semanas con conejos, palo-
se le sometió a un test con cubos, a fin de ver si éstos habían mas, manguitos de pelo, el cabello de los asistentes y caretas.
sido involucrados en el proceso de condicionamiento. Los aga- ¿Qué efecto tendrá su condicionamiento a la rata sobre sus res-
rró de inmediato, dejándolos caer, golpeándolos uno contra puestas frente a estos animales y otros objetos cuando los vuel-
otro, etc. En los tests restantes a menudo se le dieron los cu- va a ver? Con el propósito de averiguarlo, suspendimos todo
bos para calmarlo y probar su estado emocional general. Cuan- experimento durante cinco días; o sea, que durante este lapso
do se iniciaba el proceso de condicionamiento se los apartaba no vio ninguno de estos objetos. Al finalizar el sexto día lo
siempre de su vista. sometimos nuevamente a examen, primero con la rata, a objeto
de ver si la correspondiente respuesta condicionada de miedo
(2) Estimulación combinada de la rata y el sonido: se se había conservado. Nuestras notas consignan lo siguiente:
sobresaltó, y luego se tumbó en seguida a la derecha. No lloró.
(3) Estimulación combinada: se tumbó a la derecha y se Edad: once meses y quince días.
quedó sobre las manos, con la cabeza en dirección contraria a
la de la rata. No lloró. (1) Test de los cubos: los tomó prestamente, jugando con
ellos como de costumbre. Esto demuestra que no hubo trans-
(4) Estimulación combinada: igual reacción. ferencia general a la habitación, mesa, cubos, etc.
(5) Presentación súbita de la rata sola: frunció la cara, (2) Rata sola: lloró de inmediato, retiró la mano derecha
lloró y apartó rápidamente el cuerpo a la izquierda. y volvió la cabeza y el tronco en dirección contraria.
(6) Estimulación combinada: se tumbó de inmediato del (3) Nuevamente cubos: jugó gustoso con ellos, sonriendo
lado derecho y empezó a llorar.
y gorjeando.
(7) Estimulación combinada: se sobresaltó violentamente (4) Rata sola: se inclinó sobre el lado izquierdo, tan le-
y lloró, pero no se tumbó.
jos de la rata como le era posible; luego se tumbó, afirmándose
(8) Rata sola: en el mismo momento en que se le enseñó sobre las cuatro extremidades, y se alejó lo más rápido posible.
la rata comenzó a llorar. Casi en seguida se volvió vivamente (5) Nuevamente cubos: los tomó de inmediato, sonriendo
a la izquierda, se levantó sobre las cuatro extremidades y em- y riendo como antes.
pezó a alejarse gateando con tanta rapidez que costó detenerlo Esto demuestra que la respuesta condicionada se había
antes de que alcanzara el borde del colchón.
conservado más allá del período de los cinco días. Luego pre-
Esta prueba del origen condicionado de la respuesta de sentamos sucesivamente un conejo, un perro, un saco de piel
miedo ubica nuestro estudio de la conducta emocional sobre de foca, algodón, pelo humano y una careta:
192 J. B. W ATSO N E L CONDUCTISMO 193
(6) Conejo solo: de improviso se puso un conejo sobre guida empezó a jugar con sus cabellos. Entonces se trajo una
la colchoneta frente a él; la reacción fué pronunciada. Las res- careta de Santa Claus. No obstante haber jugado otras veces
puestas negativas se manifestaron de inmediato. Lloriqueando, con ella, el niño reaccionó vivamente al verla.
se apartó del animal cuanto pudo, y luego estalló en lágrimas. En suma, nuestras anotaciones suministran una prueba in-
Al ponerse el conejo en contacto con él, escondió la cara en discutible de la propagación o transferencia.
la colchoneta; después se afirmó sobre las cuatro extremidades Por otra parte, estas transferencias confirman una vez más
y huyó gateando y llorando. El test fué muy convincente. que las respuestas emocionales condicionadas son similares a
(7) Después de un intervalo se le dieron otra vez los cu- las otras respuestas condicionadas. Recuérdese lo dicho en la
bos: jugó con ellos como antes. Cuatro personas observaron pág. 55 acerca de las respuestas diferenciales. Señalamos que
que nunca lo habían visto jugar con tanta energía. Levantaba si se condiciona un animal a una nota A de cierto tono, casi
los cubos por encima de su cabeza y los tiraba hacia abajo con todas las demás notas provocarán al principio la respuesta.
mucha fuerza. Agregamos luego que si se continúa el experimento — dando
(8) Perro solo: el perro no despertó una reacción tan el alimento sólo al sonido A, y nunca cuando se toca alguna
violenta como el conejo. Al fijarse sus ojos en el animalito, el otra nota — pronto logramos que el animal responda única-
niño retrocedió, pero como aquél se le acercaba cada vez más, mente a A.
intentó ponerse sobre las cuatro extremidades, aunque sin llo- Estamos seguros de que los mismos factores entran en
rar. En cuanto el perro desapareció de su campo visual, se apa- juego en estos casos de transferencia o propagación de las res-
ciguó. Luego se hizo que el perro se aproximara a la cabeza puestas emocionales condicionadas.
del niño (quien a la sazón yacía tendido). Alberto se levantó Aunque no hemos intentado el experimento, creemos po-
inmediatamente, se tumbó del lado opuesto y torció la cabeza der establecer una reacción diferencial tan definida en el terreno
en dirección contraria a la del animal. Luego empezó a llorar. emocional como en cualquier otro. Con esta afirmación sólo
(9) Nuevamente los cubos: comenzó a jugar con ellos en queremos dar a entender que si continuáramos la prueba por
seguida. largo rato, podríamos suscitar exactamente la reacción de mie-
do cada vez que enseñáramos la rata, y nunca al hacerlo con
(10) Saco de piel de foca: se volvió al instante hacia la cualquier otro objeto peludo. Si así fuera, tendríamos una res-
izquierda y empezó a lloriquear. AI arrimársele más el saco, puesta emocional condicionada diferencial. Parece ser esto lo
por la izquierda, empezó a llorar y trató de huir gateando. que ocurre en la vida real. En la infancia y en la primera ju-
(11) Algodón: se le dio un paquete de algodón. El pa- ventud, la mayoría de nosotros se halla en un estado emocional
pel del envoltorio no tapaba los costados. Primeramente se co- indiferenciado. Numerosos adultos, en especial mujeres, que-
locó el paquete sobre sus pies: sin tocarlo con las manos, lo dan en él; como así también los pueblos primitivos (supersti-
alejó de un puntapié. Al aproximársele su mano al algodón, la ciones) . Pero los adultos, educados por el largo entrenamiento
retiró de inmediato, pero no evidenció un shock como el pro- que les proporciona el manipular objetos, el tratar animales, el
vocado por los animales o el saco de piel. Luego empezó a trabajar con electricidad, alcanzan el segundo estadio — dife-
jugar con el papel, pero evitando el contacto con el algodón. renciado —, de la reacción emocional condicionada.
Sin embargo, su negativismo frente al algodón disminuyó an- Si nuestro razonamiento es correcto, es ésta una cabal
tes de transcurrir una hora. explicación de las respuestas emocionales transferidas — de
(12) Como jugando, W., el investigador, bajó la cabeza los "afectos flotantes" de los freudianos. Al principio, cuando
para ver si Alberto jugaría con su cabello: Alberto rehusó to- recién se establece la respuesta emocional condicionada, ésta
carlo. Los otros dos observadores hicieron lo mismo: en se- será provocada por una amplia serie de estímulos físicamente
194 J. B. W ATSO N EL CONDU CTISMO 195
similares (en este caso, todos los objetos cubiertos de pelo), el campo de estímulo), sino que además se introducen pronun-
y, por lo que sabemos, continuarán haciéndolo a menos que se ciadas adiciones-y otras modificaciones de las respuestas.
adopten medidas experimentales (o tenga lugar un cambio muy También ha de tomarse en cuenta otra serie de factores
afortunado del ambiente) para llevar la respuesta condicionada que complican aún más nuestra vida emocional. El mismo ob-
no diferenciada al estadio diferencial. En este último, sólo pro- jeto (pongamos por caso una persona) puede ser en cierta
vocarán la respuesta el objeto o la situación a la cual se con- situación un estímulo sustituto para una respuesta de miedo,
dicionó originariamente. y poco después serlo en otra para una respuesta de amor, o
inclusive para una de ira. La complejidad creciente que pro-
R E S U M E N vocan estos factores, pronto establece una organización emo-
cional lo bastante complicada como para satisfacer hasta a un
Debemos admitir que son tan escasas las pruebas de una novelista o un poeta.
herencia al por mayor de las complicadas pautas de respuesta No queremos cerrar este capítulo sin exponer antes —
comúnmente llamadas emocionales, como aquellas en que se por lo menos entre paréntesis — esta idea que luego, al des-
basa la herencia de las pautas llamadas instintivas. cribir tipos de reacción más complicados, desarrollaremos: si
Acaso describamos mejor nuestros descubrimientos dicien- bien en todas las respuestas emocionales se dan factores ex-
do que al explorar la conducta infantil en su totalidad hemos
hallado que algunos tipos de estímulos — sonidos fuertes y plícitos tales como el movimiento de los ojos, brazos, piernas
pérdida de la base de sustentación — provocan un determi- y tronco, predominan los factores viscerales y glandulares. El
nado tipo general de respuesta, a saber: retención momentánea "sudor frío" del miedo, el "corazón que se rompe", la "cabeza
de la respiración, sobresalto, llanto, respuestas viscerales mar- gacha" en la apatía y en el dolor, la "exuberancia de la ju-
cadas, etc.; que otro tipo de estímulos — impedimento o res- ventud", "el corazón palpitante" del enamorado o de la joven,
tricción de los movimientos — provoca el llanto con la boca son algo más que meras expresiones literarias: son productos
abierta, prolongada retención de la respiración, marcados cam- de genuina observación.
bios en la circulación y otras modificaciones viscerales; que un Más adelante, desarrollaremos la tesis de que la sociedad
tercer tipo de estímulo — acariciar la piel, en especial las su- no ha sabido apropiarse de estas reacciones viscerales y glan-
perficies sexuales sensibles — suscita la sonrisa, cambios en la dulares ocultas, implícitas, pues si así no fuera, dada su pro-
respiración, cese del llanto, arrullo, gorjeo, erección del pene y pensión a regular todas nuestras reacciones, hubiera querido
otros cambios viscerales. Recalcamos el hecho de que las res- educarlas. Por eso muchas de nuestras reacciones explícitas
puestas a estos estímulos no se excluyen mutuamente — mu-
chas de sus reacciones parciales son las mismas. adultas — el habla, movimientos de brazos, piernas y tronco
— son educadas e integradas en hábitos. Debido a la natu-
Estos estímulos incondicionados, con sus respuestas incon- raleza disimulada de la conducta visceral, la sociedad no pue-
dicionadas relativamente simples, son nuestros puntos de par-
tida en el establecimiento de las complicadas pautas de hábitos de adueñarse de ella y formular reglas para su integración.
condicionados que más tarde denominamos emociones. En De ello resulta que no disponemos de nombres ni palabras con
otras palabras, las reacciones emocionales se forman como la las cuales describir estas reacciones. No las verbalizamos. Nos
mayor parte de nuestras otras pautas de reacción y siguiendo es factible describir con la palabra apropiada cada uno de los
un orden parecido. No sólo aumenta el número de los estímu- actos de dos boxeadores, o de dos esgrimistas, y criticar cada
los que provocan la respuesta (sustitución) por condiciona- detalle particular de sus respuestas, porque existen textos ver-
miento directo y transferencia (ampliándose así enormemente bales para el procedimiento y práctica de la ejecución de estos
196 J. B. WATSON
INTRODUCCIÓN
Recién a fines de 1923 se llevaron a cabo nuevos experi- Naturalmente, aquí trabajábamos con una desventaja. Des-
mentos. Hacia esa época, la Fundación de LAURA SPELMAN conocíamos la'historia genética de sus respuestas de miedo.
ROCKEFELLER hizo una donación al Instituto de Investigaciones De ahí que, al observar una determinada reacción de miedo,
Educacionales del Colegio de Maestros; parte de la contribu- no sabíamos si se trataba de una reacción directamente condi-
ción se invirtió en proseguir el estudio de la vida emocional cionada o meramente transferida. Esta ignorancia siempre re-
infantil. Encontramos un lugar donde trabajar: la Fundación presenta una desventaja, sobre todo en este tipo de estudios,
Heckscher. Separadas por edades, allí se alojaban aproxima- como lo demostraremos más adelante.
damente 70 criaturas, cuyas edades oscilaban entre los 3 meses Eliminación de las respuestas de miedo mediante el des-
y los 7 años. No era el lugar ideal para nuestro trabajo ex- uso. — Una vez localizada en una criatura la respuesta de
perimental, dado que, por una parte, no se nos había concedido miedo y el estímulo que la provocaba, nuestro próximo paso
el completo control de las criaturas, y por la otra, a causa de era eliminarla.
la frecuencia con que las inevitables epidemias de una u otra Por lo común, se suponía que el simple alejamiento del
clase nos obligaba a suspender los experimentos. Pese a tales estímulo durante un lapso suficiente, tendría por resultado que
inconvenientes, se cumplió una intensa labor. Los experimentos la criatura o el adulto "olvidase su miedo". Todos hemos oído
fueron realizados por la doctora MARY COVER JONES, quien expresiones como éstas: "Aléjenlo y olvidará. Lo olvidará todo".
también redactó el informe acerca de los resultados.* A fin de determinar la eficacia de este método, se realizaron
tests de laboratorio. Cito las notas de la señora JONES.
DIFERENTES MÉTODOS EMPLEADOS PARA ELIMINAR
RESPUESTAS DE MIEDO Caso 1. — Rosa D. Edad: 21 meses.
Situación general: sentada en el corralito con otros niños, ninguno
Localización de las respuestas condicionadas de miedo en de los cuales manifestaba miedos específicos. Introdújose un conejo sa-
cándolo de atrás de un biombo.
los niños. — Iniciamos nuestros experimentos introduciendo a Enero 19. — Al ver el conejo, Rosa estalló en sollozos; su llanto
varios niños de diferentes edades en una serie de situaciones fué decreciendo cuando el experimentador levantó el animalito, pero
susceptibles de provocar respuestas de miedo, en caso de ha- aumentó nuevamente cuando se lo dejó otra vez sobre el suelo. Al re-
llarse éstas presentes. Como queda dicho, los niños criados en tirarlo, la niñita se calmó, aceptó una galletita y volvió en seguida a
el hogar se hallan predispuestos a este tipo de reacciones. Mu- sus cubos.
chísimos motivos nos inducen a pensar que tales reacciones Febrero 5. — Dos semanas más tarde, la situación se repitió. La
están condicionadas. Haciendo pasar a cada niño a través de niña empezó a llorar y temblar al ver el conejo — E (experimentador)
estaba sentado en el piso, entre Rosa y el roedor —, y continuó llorando
dichas situaciones, no sólo nos era factible individualizar a los por espacio de varios minutos. E intentó desviar su atención con un
niños con respuestas condicionadas de miedo más pronunciadas, juguete; finalmente, la pequeña dejó de llorar, pero siguió vigilando
sino también conocer los objetos (y las situaciones generales) el conejo y no se la pudo inducir a que jugara.
que las provocaban.
Caso 8. — Roberto G. Edad: 30 meses.
* Véase " T h e Elimination of Children's F e a r s " (Eliminación de los miedos Diciembre 6. — Roberto manifestaba una débil respuesta de miedo
infantiles), de MARY COVER JONES, "Jr. Exp. Psychology", 1924, pág. 382. al presentársele una rata en una caja. La miraba alejado varios metros,
En castellano puede consultarse la monografía de MARY COVER JONES sobre se retiraba y lloraba. Siguió un período de entrenamiento de tres días,
el "Desarrollo emocional" (Las emociones primitivas. ¿Existen emociones básicas? con el resultado de que Roberto tolerase la rata en el corralito donde
Estudio de las emociones específicas. Aspectos situacionales de la conducta emo- jugaba e inclusive la tocase sin ninguna manifestación explícita de mie-
cional. Pautas de respuesta emocional. La expresión externa e interna de las do. Se suspendió el experimento hasta:
emociones). "Manual de Psicología del niño", dirigido por CARI. MURCHISON, cap. VI Enero 30. — Después de transcurridos casi dos meses durante los
Barcelona, Francisco Seix, 1935. [ E . ] . cuales no se realizó experimento alguno con el estímulo específico, se
2 0 0
J. B. WATSON
EL CONDUCTISMO 201
llevó nuevamente a Roberto al laboratorio. Mientras jugaba en el co-
rralito, apareció E, trayendo una rata en la mano. Roberto saltó, co- nejo". Una vez dijo: "toqué tu conejo, lo acaricié y no lloré
rrió fuera del corral y lloró. Habiéndose vuelto a poner la rata en la nada" (lo cual ~no era cierto). AI finalizar una semana de
caja, Roberto corrió hacia E y la tomó de la mano, dando muestras de organización verbal, volvió a exhibirse el animalito. Sus reac-
un marcado trastorno.
ciones fueron, prácticamente, las mismas del primer encuentro.
Caso 33. — Leonor J. Edad: 21 meses. Saltó abandonando su juego y se retiró. Instada, tocó el conejo
Enero 17. — Mientras jugaba en el corralito se introdujo una mientras el experimentador lo sujetaba, pero cuando se colocó
rana por detrás de ella. La estuvo mirando, se le aproximó, y final- el animal sobre el piso, dijo sollozando: "guárdelo, sáquelo".
mente la tocó. La rana dio un salto. La niña se retiró, y, cuando pos- Cuando la organización verbal no se relacionaba con verdade-
teriormente se le presentó la rana, sacudió la cabeza, y apartó con ras adaptaciones manuales o viscerales al animal, resultaba de
violencia la mano del experimentador.
muy poca eficacia en la extirpación de las respuestas de miedo.
Marzo 26. — Se dejó pasar dos meses sin realizar experimentos
con animales. Ai cabo de éstos, Leonor fué llevada al laboratorio y se
le presentó una rana. Cuando ésta saltó, la niña se echó hacia atrás, MÉTODO DE APLICACIÓN FRECUENTE DEL ESTIMULO
escapó corriendo del corralito y empezó a llorar.
Aun reconociendo que los experimentos con este método no
Estos tests y muchos otros parecidos nos llevan a creer se realizaron en gran escala, los resultados no han sido muy
que en los casos de perturbación emocional el método de desuso promisorios. El procedimiento ordinario consistía en presentar
no es tan eficaz como comúnmente se supone. Sin embargo, muchas veces por día el animal que provocaba la respuesta de
reconocemos que los tests no fueron prolongados el tiempo su- miedo. Si bien en algunos casos no se observaban verdaderas
ficiente como para completar la prueba. respuestas negativas — única forma de mejora que se advirtió —
el empleo de este método no estableció reacciones positivas. En
MÉTODO DE LA ORGANIZACIÓN VERBAL algunos casos se obtuvo un efecto de agregación más bien que
una adaptación.
La mayoría de los sujetos de la Fundación Heckscher tenía
menos de 4 años; la posibilidad de condicionarlos verbalmente MÉTODO DE SOCIALIZACIÓN
respecto de los objetos que suscitaban respuestas de miedo era,
pues, muy limitada. Naturalmente, nada puede hacerse con este En nuestra mayoría, estamos familiarizados con lo que su-
método en tanto la criatura no haya alcanzado un desarrollo cede entre los niños en grupo, sea en la escuela o en el campo
verbal adecuadamente amplio. Sin embargo, un sujeto satis- de juego. Si uno de ellos evidencia temor frente a algún objeto
factorio — Juana E., niña de cinco años —, fué considerado respecto del cual el grupo es indiferente, se transforma en víc-
apto para ser sometido a un examen amplio. A la presentación tima propiciatoria y es llamado "miedoso". Hemos intentado
inicial del conejo, evidenció marcadas reacciones de miedo. No utilizar este factor social con algunos niños. Relatamos detalla-
se le volvió a mostrar el animalito por algún tiempo, pero entre- damente un caso.
tanto, diariamente se conversaba diez minutos con ella acerca
de los conejos. El experimentador apeló a artificios, tales como Caso 41. — Arturo G. Edad: 4 años.
un libro de figuras de conejos, conejos de juguete y modelados En momentos en que no había otros niños, se le enseñó a Arturo
G. un acuario con ranas. Arturo lloró; dijo: "muerden", y escapó co-
en material plástico. Narró breves cuentos de conejos. Du- rriendo del corralito. Sin embargo, cuando — más tarde — se lo con-
rante el relato de estas historias, la pequeña preguntaba: dujo a la misma habitación con otros cuatro niños, se dirigió presun-
"¿dónde está tu conejo?", o prorrumpía: "enséñame un co- tuosamente hacia el acuario, a la vanguardia de los demás. Pero, cuan-
do uno de sus compañeros cogió una rana y se volvió con ella hacia
202 J. B. WATSON E L C O N D U C T I S M O 203
él, gritó y huyó; esto dio pie para que lo corrigiesen y se burlasen de
él, sin que, naturalmente, se provocase una disminución del miedo en Aunque todos estos métodos son sugestivos, y si bien no se
esta ocasión particular. trabajó con ellos hasta lograr una conclusión final, ninguno
parece especialmente provechoso o libre de riesgos.
Acaso sea éste uno de los métodos menos seguros para
eliminar los miedos, pues tiende a multiplicar reacciones nega- MÉTODO DE REACONDICIONAMIENTO O ACONDICIONAMIENTO
tivas, ya no sólo frente al animal origen del miedo, sino a la
sociedad en general. El método de mayor éxito descubierto hasta la fecha para
Mejores resultados se obtienen utilizando métodos sociales eliminar el miedo es el de incondicionamiento o reacondiciona-
más suaves, ordinariamente denominados de imitación social. miento. Sería más apropiado usar la palabra "reacondiciona-
La doctora JONES nos relata dos casos que cito a continuación: miento", si no fuese por el empleo que se hace de ella en edu-
cación física para diversos tipos de propaganda higiénica.
Caso 8. — Roberto G. Edad: 30 meses. Queda, pues, "incondicionamiento"; a lo que parece, la única
Roberto jugaba en el corralito con María y Laurel. El conejo fué utilizable.
presentado en una canasta. Roberto gritó: "¡no, no!" e hizo señas al El método y los resultados que obtuvimos en el incondi-
experimentador para que lo alejase. No obstante, las dos niñas se ir-
guieron con vivacidad, miraron el conejo y se quedaron charlando ani- cionamiento se detallan claramente en nuestro experimento con
madamente. Alentado por este ejemplo, Roberto inquirió: "¿qué es?", Pedro, que exponemos a continuación:
y se aproximó corriendo; su curiosidad y afán de autoafirmación en la Pedro era un niño vivaz e impetuoso de aproximadamente
situación social dominó los otros impulsos. 3 años de edad *; excepto su organización de miedo, se ha-
Caso 54. — Vicente W. Edad: 21 meses.
llaba bien adaptado a las situaciones de la vida ordinaria.
Atemorizábanle las ratas blancas, conejos, sacos de piel, plumas,
Enero 19. — Vicente no daba muestra alguna de miedo al presen- algodón en rama, ranas, peces y juguetes mecánicos. Por la
társele el conejo, aun acercándoselo a las manos o al rostro. Su única
respuesta era reír y tratar de alcanzar la piel del animalito. El mismo descripción de las manifestaciones de miedo de Pedro, hubié-
día fué llevado al corralito con Rosa, la cual lloró a la vista del roedor. rase creído que se trataba del mismo Alberto B. ya crecido
Vicente, que en circunstancias ordinarias en la sala de juego no habría (véase pág. 191). Únicamente debemos recordar que los te-
prestado atención al llanto de Rosa, en presencia del conejo sintió los mores de Pedro se habían desarrollado en su hogar, es decir,
efectos del miedo por sugestión. El miedo así transferido duró más de
dos semanas. que no fueron provocados experimentalmente, como en el caso
Febrero 6. — Elias y Heriberto hallábanse en la sala de juego de Alberto. Empero, los temores de Pedro, eran harto más
con el conejo. Cuando Vicente fué introducido, detúvose receloso a cier- pronunciados, según podemos verificarlo en este relato:
ta distancia. Elias llevó a Vicente hacia el conejo, y lo indujo a tocar Se ubicó a Pedro en una cama con barandilla en la sala
el animal. Vicente se rió. de juegos; en seguida el niño absorbióse en sus juguetes. In-
trodújose entonces una rata blanca en la cama, desde atrás.
Empero, según puede advertirse, hay dificultades en la (El experimentador se encontraba ubicado detrás de una mam-
forma de emplear este método. En ocasiones, niños desprovis- para) . A la vista de la rata, Pedro profirió un grito y en un
tos de miedo ante un objeto, son condicionados por el compor-
tamiento de otro niño que exhibe reacciones de miedo frente la Dra. JONES parece confiar más que yo en este método. En dicha monografía
a aquél.* la Dra. JONES discute también las medidas terapéuticas usadas en la Clínica del
Hábito de la Universidad de California. Por último, expone una serie de reglas y
condiciones para tratar los casos de miedo en el hogar.
* En su reciente artículo "The Prevention and Treatment of Children's F e a r s "
* La Dra. JONES presentó un informe completo sobre Pedro en el "Pedn-
(Prevención y tratamiento de los miedos infantiles), en The New Generation, 1930,
gogical Seminary", diciembre de 1924.
204 J. B. W A T SON EL C O N U ti c T i s M o 20o
paroxismo de miedo cayó de pleno sobre sus espaldas. Alejóse y sometido nuevamente a tests con animales. Sus reacciones de
el estímulo, se sacó a Pedro de la cama y se le sentó en una miedo frente a todos los animales habían reaparecido en forma
silla. Bárbara, una pequeña de dos años, fué llevada a la cama exagerada. En consecuencia, resolvimos emplear un proce-
y se introdujo la rata como antes. La niña no evidenció síntoma dimiento distinto — el de acondicionamiento directo. No te-
de miedo alguno, sino que cogió la rata con su mano. Pedro, níamos control sobre su alimentación, pero se nos autorizó para
sentado tranquilamente, observaba a Bárbara y la rata. darle su comida de la tarde — galletitas secas y un vaso de
Se dejó en la cama una sarta de perlas que pertenecía a leche. Lo sentábamos en una silla alta, delante de una pequeña
Pedro. Cada vez que la rata las tocaba, Pedro repetía con voz mesa. La comida se servía en una sala de aproximadamente
plañidera: "mis perlas", si bien no hacía objeción cuando las diez metros de largo. En el mismo instante en que se le presen-
tomaba Bárbara. Invitado a bajar de la silla, sacudió la cabeza; taba la bandeja, se le enseñaba el conejo en una jaula de
su miedo no se había apaciguado todavía. Transcurrieron veinti- alambre de malla ancha. El primer día se lo mostramos desde
cinco minutos antes de que se sintiera como para volver a jugar una distancia adecuada como para no estorbar su almuerzo. Se
libremente. marcó la distancia. Al día siguiente, se le aproximó el conejo
más y más hasta notar los primeros síntomas de intranquilidad;
Al día siguiente, se anotaron sus reacciones en las situacio- punto que también fué marcado. El tercer día y siguientes, se
nes y frente a los objetos que se enumeran: procedió de la misma manera hasta que, por fin, se pudo colocar
Sala de juego y cama: Tomó sus juguetes, entró en la al conejo sobre la mesa y, por último, en la misma falda de
casa sin protestar. Pedro. Más tarde la tolerancia se transformó en reacción po-
Pelota blanca tirada adentro: La levantó y la retuvo en sus sitiva, llegando el niño a comer con una mano y a jugar con la
manos. otra con el animalito: prueba evidente de que se habían re-
Manta de piel suspendida sobre la
cama: Lloró hasta que fué sacada.
entrenado sus visceras simultáneamente con las manos.
Saco de piel suspendido sobre la Tras haber logrado extirpar sus reacciones de miedo al
cama: Lloró hasta que fué sacado. conejo — el animal que las provocaba en la forma más acen-
Algodón: Lloriqueó, se retiró, lloró. tuada — nos interesaba comprobar cuáles serían ahora sus
Sombrero con plumas: Lloró.
Conejo de juguete de paño blanco reacciones frente a otros animales y objetos con pelaje. Las
rústico: Ninguna reacción, ni positiva ni respuestas de miedo frente al algodón, el saco de piel y las
negativa. plumas, habían desaparecido totalmente. Miraba y tocaba estos
Muñeca de madera: Ninguna reacción, ni positiva ni objetos y luego se dirigía a otros. Inclusive llegaba a levantar
negativa. el saco de piel y se lo entregaba al experimentador.
El entrenamiento para eliminar estos miedos en Pedro, se La reacción frente a las ratas blancas mejoró mucho — por
inició utilizando primeramente factores sociales similares a los lo menos había alcanzado la etapa de la tolerancia, aunque no
que se mencionan en la pág. 201 Se obtuvo considerable mejoría, suscitó ninguna clase de vivaces manipulaciones positivas. Le-
pero antes de que finalizara el entrenamiento, el niño enfermó vantaba las pequeñas cajas de lata que contenían ratas y ranas
de escarlatina y hubo que internarlo dos meses en el hospital. y las transportaba de un lado a otro de la habitación.
AI salir de éste, en el preciso momento de subir a un taxi, Se lo sometió entonces a un test con animales en una si-
atacóles ladrando un gran perro. Ambos, la "nurse" y Pedro, tuación totalmente nueva. Se le presentó un gracioso ratón
se asustaron terriblemente, quedando el niño tendido en el coche, suave — al cual el niño no había visto hasta entonces —, jun-
enfermo y exhausto. Un descanso de pocos días le bastaron tamente con un montón de entremezcladas lombrices de tierra.
para recobrarse; al cabo de éstos fué llevado al laboratorio Su reacción fué al principio parcialmente negativa, mas a los
206 J. B. WATSON EL CONDUCTISMO 207
pocos minutos se trocó en una respuesta positiva hacia las lom- tenga su completo control). Si el niño hubiese sido acariciado,
brices y en una tranquila vigilancia del ratón. mimado y mecido (estimulación sexual que conduce al reentre-
En éste, como en muchos otros casos, el trabajar con te- namiento de las visceras) simultáneamente con la presentación
mores establecidos en el hogar significaba una notable des- del objeto del miedo, con toda probabilidad el incondicionamien-
ventaja, pues desconocíamos la situación primaria en la cual el to habría tenido lugar con mucho mayor rapidez.
niño se había condicionado (reflejo condicionado de primer Acaso este informe preliminar sobre el incondicionamiento
orden). Si hubiéramos tenido información sobre este punto y sea incompleto e insatisfactorio, mas por ahora hay en este
lo hubiéramos incondicionado de su miedo primario, posible- respecto suma escasez de otros hechos. Debemos abandonar
mente todas las respuestas transferidas habrían desaparecido los experimentos de condicionamiento e incondicionamiento de
inmediatamente. En tanto no tengamos mayor experiencia las reacciones emocionales hasta tanto sea factible trabajar con
acerca de cómo establecer un miedo primario, tomando notas mayor número de niños y bajo mejores condiciones de control.
de sus transferencias y luego de su incondicionamiento, no nos
será factible trabajar sobre terreno firme en este interesante
FACTORES DOMÉSTICOS QUE CONDICIONAN EMOCIONALMENTE
campo de investigación. Justamente, es posible que se den cier- A LOS NIÑOS
tas diferencias de reacción (intensidad) entre la respuesta
condicionada primaria (primer orden), las respuestas condicio- Vislúmbrase la posibilidad de que algún día podremos criar
nadas secundarias (de segundo orden y siguientes) y las al ser humano a través de la infancia y de la niñez sin que llore
distintas respuestas transferidas. Si esto es exacto, presentando o manifieste reacciones de miedo, excepto en presencia de los
situaciones muy variadas a niños cuya historia emocional des- estímulos incondicionados (malestar, sensaciones dolorosas,
conocemos, podemos establecer cuál de éstas es la que con- ruidos fuertes) que provocan dichas respuestas. Puesto que
dicionó originariamente a cada uno de ellos. tales estímulos se presentan rara vez, los niños no debieran
Encarado el estudio de las emociones con criterio experi- llorar nunca. Sin embargo, observémolos: lloran mañana, tarde
mental, todo este campo resulta en extremo interesante, pues y noche. Un niño está en su sagrado derecho de llorar si sufre
abre verdaderas perspectivas para la aplicación práctica en el un cólico, si le pincha el alfiler del pañal, así como de llori-
hogar, en la escuela e inclusive en la vida cotidiana. quear un poco si tiene hambre, si llega a meter la cabeza entre
Sea como fuere, ya hemos visto cómo se establece experi- los barrotes de la cama o si se cae entre el colchón y el costado
mentalmente la respuesta del miedo, y por lo menos un caso de la cama; si el gato lo arañó o se ha lastimado de cualquier
en el que la respuesta de miedo fué extirpada de raíz mediante otra manera; si lo sobresaltan ruidos fuertes o se ve desprovisto
procedimientos experimentales. Siendo el miedo susceptible de de base de sustentación. Pero en otras ocasiones el llanto rara
ser tratado de esta manera, ¿por qué no podrían serlo también vez se justifica. Esto significa que, a causa de nuestros insa-
todas las otras formas de organización emocional, de ira tisfactorios métodos de entrenamiento doméstico, perjudicamos
(berrinches) y amor? Creemos firmemente en su posibilidad. la adaptación emocional del niño con la misma rapidez con que
En otras palabras, la organización emocional está sujeta a las torcemos una rama.
mismas leyes que los demás hábitos, tanto respecto al origen
— según ya lo hemos señalado —, cuanto a la extinción. SITUACIONES QUE PROVOCAN EL LLANTO INFANTIL
En el caso descrito, la aplicación del método presentó un
serio inconveniente, debido sobre todo a que no teníamos con- La doctora JONES observó a un grupo de nueve niños desde
trol sobre la alimentación del niño. (Dicho sea de paso, nunca que se despertaban por la mañana hasta que se dormían pro-
conviene iniciar un experimento con un sujeto del que no se fundamente por la noche, tomando nota de cada llanto y cada
208 J. B. W A TSO N EL CONDUCTISMO 209
risa. Registró asimismo la duración de estas reacciones, la las respuestas de costumbre (cuando "el amor" se enfría). La
hora del día en que tuvieron lugar y, con mayor prolijidad, las doctora JONES afirma que en un gran número de casos, el miedo
situaciones generales que las provocaban, así como sus ulterio- — tanto condicionado cuanto incondicionado —, era en buena
res efectos en la conducta. La edad de los niños del grupo parte responsable del llanto; por ejemplo, cuando se obligaba
oscilaba desde los 16 meses a los 3 años. Estos niños fueron a los niños a pararse sobre la plataforma superior de un tobogán
examinados mediante tests en la Fundación Heckscher, donde o a deslizarse por éste, a mantenerse de pie sobre una mesa.
vivían temporariamente. Habían sido criados en sus respectivos Posiblemente (4) y (5), de la clasificación citada, comprenden
hogares. Un mes después de realizada la primera serie de ex- elementos de la respuesta de miedo.
perimentos, se llevó a cabo una segunda. Al realizar un estudio de esta naturaleza, debiéramos tener
Las situaciones que provocaban el llanto se enumeran a siempre presente que el llanto puede ser originado por factores
continuación, según el número de los llantos suscitados. orgánicos, tales como el sueño, el hambre, el cólico, etc. La
1. Al tener que sentarse sobre el bacín. doctora JONES, halló que la mayoría de los llantos debidos (pro-
2. Al quitarles sus cosas. bablemente) a causas intraorgánicas ocurrían entre las 9 y las
3. Al lavarles la cara. 11 horas de la mañana. En consecuencia, la institución esta-
4. Al dejarlos solos en la habitación. bleció sus horas de reposo antes del almuerzo en lugar de por
5. Al abandonar el adulto la habitación. la tarde, con dos períodos de descanso para los niños más pe-
6. Al intentar infructuosamente hacer algo. queños, logrando así disminuir el llanto y la inquietud provo-
7. Al no conseguir que adultos y otros chicos jueguen con cados por factores intraorgánicos.
ellos, o que los miren y les hablen.
8. Al ser vestidos. SITUACIONES QUE PROVOCAN LA RISA EN LOS NIÑOS
9. Al no lograr que los adultos los levanten.
10. Al ser desvestidos. De idéntica manera se registraron las situaciones que pro-
11. Al ser bañados. vocan la risa y la sonrisa. Las causas comunes de la risa son,
12. Al sonarles la nariz. por orden, las siguientes:
Estas son únicamente doce de las situaciones más corrien- 1. Que alguien juegue con ellos (les hable risueñamente,
tes que suscitan tales respuestas, pues pasan de cien las que les haga cosquillas).
despertaban las lágrimas o el lloriqueo. Muchas de las res- 2. Correr, perseguir, travesear con otros niños.
puestas, ante estas situaciones, pueden conceptuarse tanto 3. Entretenerse con juguetes (la pelota era particularmen-
respuestas incondicionadas como condicionadas de ira. Por te eficaz).
ejemplo: (1) sentarse sobre el bacín; (2) quitarles sus cosas; 4. Bromas a otros niños.
(3) lavarles la cara; (6) intentar infructuosamente hacer algo;
(10) ser desvestidos; (11) ser bañados; (12) sonarles la na- 5. Contemplar a otros niños que juegan.
riz. Por otra parte, el abandonar el adulto la habitación (5), 6. Felices tentativas de arreglos (por ejemplo, haciendo
no conseguir que un adulto los levante (7) — parecerían en- que piezas de juguetes o aparatos ensamblen o fun-
cuadrar más dentro de las respuestas condicionadas de amor, cionen) .
próximas a la situación de dolor que se produce cuando la 7. Ruidos más o menos musicales en el piano o con una
cosa o la persona objetos del cariño es alejada o no manifiesta flauta; cantar, golpear.
210 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 211
En total, se registraron 85 situaciones que provocaban la ¿DEBEMOS ESTABLECER RESPUESTAS NEGATIVAS EN LOS NIÑOS?
risa y la sonrisa. Las situaciones que más comúnmente provo-
caban la risa eran: las cosquillas, el hablarles risueñamente, el Cierto sentimentalismo brega actualmente en el campo
bañarlos con suavidad, sus travesuras con otros niños, el torear- pedagógico de nuestro país para que no se fuercen reacciones
los (pero siempre que éste implicase la posibilidad de una negativas en los niños. En realidad, nunca fuimos partidarios
reconciliación; probablemente una respuesta aprendida de base de esta propaganda. Creemos en la necesidad de establecer en
sexual, dado que la reconciliación entraña un trato afable, pal- el niño determinadas respuestas negativas como medida pro-
moteo y mimo). Resultaría difícil intentar discutir aquí hasta tectora para el organismo. No vemos ninguna otra posibilidad.
qué punto estas reacciones de alegría eran incondicionadas y Sin embargo, entendemos que precisa distinguir entre respues-
hasta qué punto condicionadas. Es notable cómo los mismos tas condicionadas de miedo y meras respuestas negativas. Las
estímulos pueden provocar una vez la risa y otra el llanto según respuestas negativas, condicionadas sobre los estímulos origi-
la manera como se traten las situaciones y según el estado in- narios (incondicionados) de miedo, evidentemente implican siem-
traorgánico de los niños. Por ejemplo, al bañárselos, aunque pre amplios cambios viscerales — y es posible que en todos
los casos perturben el metabolismo normal. Las respuestas
predominaba el llanto, siempre era posible hacerlos reír. En condicionadas de ira, aunque no necesariamente negativas por
una oportunidad, la introducción de una flauta alteró por com- su carácter (incluyen respuestas positivas en la lucha, en el
pleto el humor de la sala, trocando la angustia en risa. Cuando ataque), tienen visiblemente el mismo efecto. Tenemos aquí
se viste a los chiquillos con torpeza, empujándolos, apretándolos presentes los hechos simples descubiertos por CANNON: que
y haciéndolos girar bruscamente, casi siempre se suscita el llanto; la conducta de miedo y de ira a menudo interfieren totalmente
pero si esta operación se realiza juguetonamente, las respuestas la digestión o la asimilación — la comida queda en el estómago
serán sonrisas y risas. Sin embargo, debemos tener cuidado, donde fermenta y se convierte en un terreno propicio para las
pues fácilmente podríamos excedernos en la diversión del niño bacterias, creando productos tóxicos. De donde se deduce que
cuando está haciendo aquello que debe hacer. He visto niños tiene algo de cierto el concepto de que las conductas de miedo
así malcriados, sufrir una verdadera tortura al ser atendidos e ira son por lo general nocivas para el organismo (y, sin
por una nueva "nurse" que no cedía, o no quería ceder, a sus embargo, nuestra especie no hubiera podido sobrevivir de no
demandas de divertirlos mientras se los bañaba, acostaba o haber reaccionado negativamente ante los sonidos fuertes y la
alimentaba. falta de apoyo, y de no haber luchado cuando se obstaculizaba
sus movimientos). Por el contrario, parece que la conducta del
No obstante lo incompleto de los resultados obtenidos hasta amor suele activar el metabolismo. Es evidente que la digestión
el presente, hemos adelantado lo suficiente como para demos- y la asimilación se verifican con mayor rapidez. Preguntas
trar cuan fácil es sustituir sin dificultad un gran número de formuladas a maridos y esposas revelan que después del acto
situaciones domésticas que en la actualidad provocan llanto por sexual se producen contracciones de hambre en el estómago,
otras que producen la sonrisa (y generalmente la risa); lo cual, sintiéndose con frecuencia deseos de comer.
en forma moderada, es sin duda lo más conveniente para el Pero volvamos a las reacciones negativas. En nuestra
estado metabólico general del organismo. Por otra parte, una opinión al menos, donde, por el empleo de débiles estímulos
vez que por la observación continuada lleguemos a conocer los nocivos, esas respuestas se organizan en conducta manual (con-
principales aspectos del ambiente del niño, nos será dable dicionada) —tal como el retiro de las manos, piernas, cuerpo —,
reestructurarlo e impedir así el desarrollo de una organización las visceras intervienen escasamente. A fin de aclarar, citaremos
desfavorable. un caso: es dable establecer de dos maneras una conducta ne-
212 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 213
gativa frente a serpientes. Simultáneamente a la exhibición de tolerado ahora en restaurantes y hoteles, e inclusive en muchos
la serpiente producimos un ruido terrible haciendo que el niño hogares, constituye un claro ejemplo de ello. En tanto la so-
caiga y grite aterrorizado: pronto la mera visión del reptil ciedad regule cada acto a través de sus agentes (organismos
ejercerá este mismo efecto. O bien: exhibimos la serpiente políticos, iglesia, familia), no es posible ningún aprendizaje,
varias veces, y cuando el niño quiera alcanzarla, golpeamos ningún ensayo de nuevas respuestas sociales. En el transcurso
sus dedos con un lápiz y establecemos gradualmente la reacción de los últimos lustros hemos presenciado: notables cambios
negativa sin mediación de shock. No hemos ensayado con en la situación social de la mujer; marcado debilitamiento de
serpientes, pero sí con una vela. Puede condicionarse ai niño los vínculos matrimoniales; sensible disminución en la escru-
por una quemadura grave con una soía estimulación, mas ello pulosidad de la fiscalización de los partidos políticos (a saber:
siempre involucra una reacción severa. Presentando reiterada- el derrocamiento de prácticamente todas las monarquías); una
mente la llama de la vela, y dejando en cada oportunidad que acentuada declinación del dominio de la Iglesia sobre las per-
caliente justo lo suficiente como para provocar el retiro de la sonas verdaderamente educadas; relajamiento de los tabúes
mano, es factible establecer una respuesta negativa condicionada sexuales. Por supuesto, el peligro reside ahora en el debilita-
sin las graves características del shock. Empero, la fijación de miento demasiado acelerado del control, el gran número de
respuestas negativas prescindiendo del shock, requiere tiempo. superficiales ensayos de formas inéditas de conductas y en la
La civilización actual está construida sobre la base del aceptación de nuevos métodos sin ensayo suficiente.
"no" y de diversos tipos de tabúes. Los individuos que viven
adaptados a ella deben aprender a observarlos. Puesto que
han de establecerse reacciones negativas, debería procederse EMPLEO DE CASTIGOS CORPORALES EN EL ESTABLECIMIENTO
DE RESPUESTAS NEGATIVAS
de la manera más sana posible y evitando reacciones emocio-
nales fuertes. Los niños y adolescentes no deben retozar en las El castigo corporal en la educación del niño, en el hogar
calles, correr delante de los autos, jugar con perros y gatos y en la escuela, es motivo de periódica discusión. Creemos que
desconocidos, aproximarse y quedarse entre las patas de los nuestros experimentos resuelven el problema casi por completo.
caballos, apuntar a la gente con armas dé fuego, correr el Castigo es una palabra que jamás debió haberse infiltrado en
riesgo de contraer enfermedades venéreas o tener hijos ilegí- nuestro lenguaje.
timos; y podría mencionarse otros miles de cosas que no deben
hacer. Con ello no afirmamos que todas las reacciones negativas El azotar es una costumbre tan antigua como la raza.
requeridas por la sociedad sean éticamente correctas (y al decir Inclusive nuestros conceptos modernos acerca del castigo de
"éticamente", nos referimos a la ética experimental que existirá los criminales y niños se basan en viejas prácticas masoquistas
algún día). Ignoramos si muchos de los tabúes que hoy obser- de la iglesia. El castigo, en el sentido bíblico de "ojo por ojo"
vamos son, en último análisis, "buenos" para el organismo. y "diente por diente", penetra toda nuestra vida social y
Sólo decimos que la sociedad existe — es un hecho —, y que religiosa.
si vivimos en ella debemos comportarnos según lo que exigen El castigo de los niños no constituye por cierto un método
las costumbres sociales, o se nos castigará en las manos. Evi- científico. Como padres, maestros y juristas, únicamente de-
dentemente hay en el mundo un número siempre creciente de bería interesarnos favorecer el establecimiento social de pautas
gente con manos insensibles, que hace muchas cosas prohi- de comportamiento que encuadren dentro de la conducta social.
bidas y sufre el correspondiente castigo social. Ello, claro está, Se habrá advertido ya que el conductista es un determinista
indica que la experimentación en la sociedad por el ensayo y estricto: el niño o el adulto no pueden hacer sino lo que hacen.
el error ha llegado a ser posible: el fumar en las mujeres, Sólo podemos conseguir que se comporten diferentemente,
desentrenándolos primero y reentrenándolos luego. Si niños y
214 EL CONDUCTISMO 215
J. B. W A T SON
adultos realizan cosas en discordancia con las normas de la que pierde todo su efecto: interviene la habituación, que puede
conducta establecida en el hogar o por el grupo, es porque ni conducir al estado psicopatológico denominado masoquismo, en
uno ni otro han entrenado suficientemente al individuo en su el cual el individuo responde (sexualmente) en forma positiva
período de formación. Puesto que este último es coextensivo a estímulos dolorosos.
con la vida, el entrenamiento social debe continuar en todo su ¿Cómo estableceremos, pues, las respuestas negativas que
decurso. Por consiguiente, es culpa nuestra que los individuos — según dijimos —, es preciso establecer? Creemos con to-
(excluyendo los defectuosos y psicopáticos) anden "mal", que da firmeza en la utilidad de administrar una palmadita sobre
se desvíen de las normas establecidas de conducta — y al los dedos de los niños cuando los llevan a la boca, cuando
decir "culpa nuestra" nos referimos al padre, al maestro y a toquetean constantemente sus genitales, cuando toman y tiran
todo otro miembro del grupo. Hemos descuidado y estamos platos u otros objetos, o abren las llaves del gas o las canillas
desperdiciando nuestras oportunidades.
de agua, etc.: ello, siempre que se sorprenda al niño al realizar
Pero volvamos a la cuestión del azotamiento. Semejantes tales actos y el padre pueda administrar la palmada en forma
actos no tienen justificación alguna:
inmediata y absolutamente objetiva — con la misma objeti-
Primero: porque con harta frecuencia el acto punible vidad con que el conductista provoca un débil choque eléctrico
ocurre varias horas antes de que el padre o la madre regresen a fin de establecer una respuesta negativa o de retiro ante
a la casa y administren el castigo. Las respuestas condiciona- cualquier objeto dado. Con los niños mayorcitos, la sociedad,
das no pueden establecerse de manera tan anticientífica. Es el grupo y los parientes inmediatos, emplea el "no" verbal en
ridicula la idea de poder evitar la futura mala conducta del lugar de las palmadas. Desde luego, siempre será necesario
niño propinándole por la noche una tunda a causa de algo emplear el "no", pero confiamos en que algún día nos será
que cometió en la mañana. Desde el punto de vista de la factible reorganizar el ambiente de tal manera que cada vez
prevención del crimen, son igualmente ridículos nuestros mé- será menor el número de reacciones negativas que sea preciso
todos penales, que permiten la aplicación del castigo — cuando
llega realmente a aplicarse — uno o dos años más tarde de establecer tanto en el niño cuanto en el adulto.
perpetrarse el delito. Un aspecto desfavorable en todo el sistema de estableci-
Segundo: los azotes no se emplearían tan a menudo si miento de respuestas negativas es que el progenitor resulta
no sirviesen al padre o al maestro de desahogo emocional involucrado en la situación, pasa a formar parte del sistema
(sádico). punitivo. El niño llega a "odiar" a la persona que más a menudo
lo castiga — por lo común, el padre. Esperamos que algún
Tercero: si el castigo se impone inmediatamente después día podremos ensayar la experiencia de utilizar una mesa
de la falta (única oportunidad adecuada — si es que existe
alguna), no está ni podrá regularse de acuerdo con proporción electrificada de tal modo que si el niño intentase derribar un
científica alguna. O es demasiado leve y por tanto no cons- vaso o un jarrón frágil resultaría castigado; mientras que si
tituye un estímulo lo bastante fuerte para establecer una res- quisiera alcanzar sus juguetes u otras cosas con las cuales le
puesta negativa condicionada; o es demasiado severo, pertur- es permisible jugar, podría hacerlo sin sufrir ningún choque eléc-
bando así, innecesariamente, todo el sistema visceral de la trico. En otras palabras, desearíamos disponer los objetos y
criatura; o la falta y su castigo correspondiente no ocurren las situaciones de la vida de suerte que ellos mismos estable-
con bastante frecuencia, y por ende, no se dan las condiciones cieran las reacciones negativas correspondientes.
científicas requeridas para el establecimiento de la respuesta
negativa; o, finalmente, el castigo se repite con tanta asiduidad
216 J. B. WATSON EL CONDUCTISMO 217
que debe disiparse o desahogarse solo. Nada puede hacer su padre con todos sus recursos y no quiso dejarlo hasta que la
esposa a fin de apresurar su recuperación, por más amor o lucha hubo terminado. Lloró, dio puntapiés, tiró de la pierna
inocencia que le manifieste, ni por ninguna suerte de disculpas del padre y le pegó con la mano.
o sometimiento. No obstante, su esposa le es fiel, y, como él En la oportunidad siguiente, el padre se mantuvo pasivo,
mismo lo admite verbalmente cuando no se halla presa de sus mientras la madre lo atacaba. Inadvertidamente, ella le pegó
celos, no le ha sido infiel en lo más mínimo. Es obvio que bajo la cintura, obligándolo a doblarse en forma no fingida.
en una persona menos educada la conducta podría tener mani- No obstante, el niño empezó a atacarlo de nuevo y continuó
festaciones más explícitas: castigar a la mujer, o de existir haciéndolo pese a que se hallaba hors de combat. En esta
realmente un macho agresor, inclusive agredir o matar. ocasión la criatura quedó realmente trastornada y hubo que
Veamos ahora esta conducta en el niño. En el niño B suspender el experimento. Sin embargo, al día siguiente, no
advirtióse la primera señal de celos aproximadamente a los 2 exhibió signo alguno de celos cuando los padres se abrazaron.
años de edad. Se acusaba cada vez que su madre abrazaba al
padre, se colgaba de él o lo besaba. A los 2 y2 años, este ¿A QUE EDAD SUELEN MANIFESTARSE LOS CELOS RESPECTO DE UNO
niño, que nunca había sido tratado como víctima propiciatoria, U OTRO DE LOS PADRES?
empezó a atacar al padre cuando la madre lo abrazaba: le
tironeaba del traje (I), gritaba "mi mamá" (II), lo empujaba A fin de examinar mejor la génesis de este tipo de con-
para alejarlo y se apretaba entre ellos (III). Si los besos se- ducta de celos, se hizo un test con un niño de 11 meses. Este
guían, el estado de reacción del niño se tornaba sobremanera infante, bien alimentado y carente en absoluto de miedos con-
marcado e intenso. Todas las mañanas — en especial los dicionados, se hallaba, no obstante, sumamente apegado a la
domingos —, cuando entraba en el dormitorio estando aún los madre, pero de ningún modo al padre, quien a menudo le
padres acostados era alzado, bien recibido y festejado por golpeaba la mano cuando intentaba succionarse el pulgar o de
ambos. Y, sin embargo, a los 2 años y 9 meses, solía decir a alguna otra manera interrumpía su tranquilidad ensayando
su padre: "¿vas a la oficina, papá?"; hasta impartirle la orden varios tipos de experimentos. A los 11 meses, sabía gatear
directamente: "vete a la oficina, papá". A los 3 años, bajo rápidamente considerables distancias.
el cuidado de una "nurse" se le envió con su hermanito menor Cuando el padre y la madre estaban fuertemente abra-
a casa de la abuela. Vivió separado de la madre por espacio zados, no se podía conseguir que el niño mantuviese la vista
de un mes. En este lapso, su intenso apego a la madre se fija en ellos. El amor que se hacían no representaba nada en
debilitó. Cuando los padres lo visitaron (tenía entonces 37 su tierna vida. El mismo resultado se obtuvo unas y otras veces.
meses), al hacerse ellos el amor en su presencia no se obser- No se manifestó ninguna tendencia a gatear hacia ellos, y menos
varon síntomas de celos. Cuando los padres se tenían abrazados aún a interponérseles. No existían celos.
durante largo rato con el propósito de ver si finalmente apa- Luego, ambos progenitores se atacaron recíprocamente. El
recía la conducta de los celos, corría hacia ellos y besaba piso estaba cubierto con una alfombra y el ruido de los golpes
primero a uno y luego a otro. Esta prueba fué repetida cuatro y los débiles sollozos de la madre (o los del padre) no era
días, siempre con idéntico resultado. muy alto. La lucha detuvo inmediatamente el gateo del niño
Comprobado que la antigua situación no provocaba ya alrededor de la habitación, y provocó la fijación de la mirada
manifestaciones de celos, el padre entonces atacó a la madre, — siempre en la madre, nunca en el padre. Como la lucha
pegándole en el cuerpo y la cabeza y sacudiéndola. Ella, por continuaba, sollozó y gritó varias veces, pero en ningún momento
su parte, simulaba llorar, pero reaccionaba luchando. El niño intentó intervenir en favor de una de las partes. Los ruidos,
soportó la escena durante unos pocos minutos; luego atacó al sacudidas del piso, y la vista de las caras de los padres, que
J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 223
222
para él representaban el mismo estímulo visual que cuando se "¿cómo estás mamá?" No intentó besarla ni abrazarla. No
lo castigaba y lo hacían llorar, fueron estímulos complejos advirtió su pecho ni tampoco al infante durante 30 segundos. Al
suficientes para provocar su mencionado cambio de conducta. ver a la criatura, dijo: "nene chiquito". Luego tomó las manos
Esta fué del tipo de miedo parcialmente condicionado en forma del pequeño y las acarició afectuosamente, le tocó la cabeza
visual. Es evidente que en este infante no había conducta de y la cara y empezó a decir: "nene, nene", y lo besó sin que
celos, ni cuando los padres se hacían el amor ni cuando uno se le indicase. Fué muy amable y cariñoso en todas sus res-
de ellos atacaba al otro. puestas. La "nurse" profesional, que le era desconocida, alzó
a su nuevo hermano. Contra este acto reaccionó verbalmente,
exclamando: "¡mamá, agarra nene!". De esta manera, el bebé
¿SURGEN LOS CELOS SÚBITAMENTE CUANDO UN HIJO ÚNICO provocó una reacción como si fuera parte de la situación
ENFRENTA A UN HERMANO MENOR?
materna y el primer elemento de la respuesta de los celos se
Muchos freudianos insisten en que la iniciación de la dirigió contra la persona que le quitó algo a su madre (obs-
conducta de los celos en la vida del niño se retrotrae a la taculizó los movimientos de la madre). Evidentemente, esto
aparición de un hermano o hermana. Sostienen que su franca representa la reacción más típicamente contraria a la teoría
iniciación inclusive ya puede darse cuando el niño tiene un freudiana que pueda imaginarse. Fué el primer signo de una
año o menos de edad. Sin embargo, por cuanto sabemos hasta respuesta de celos. Resultó positiva y no negativa respecto del
ahora, ningún freudiano intentó nunca someter sus teorías a hermano menor — a pesar de que usurpaba su puesto en el
la experimentación práctica de los tests. regazo materno.
Durante nuestras observaciones personales acerca del origen Luego la "nurse" llevó al nuevo bebé a su habitación y
de los celos, tuvimos una sola oportunidad propicia para la ob- lo acostó. B ayudaba también. Cuando regresó, el padre le
servación de la conducta de un niño al recibir a su hermano preguntó: "¿Quieres a Jaimito?". Y él contestó: "Quiero a
recién nacido. B, de cuyo comportamiento celoso contra el padre Jaimito — Jaimito duerme". En ningún momento se percató
hemos hablado, tenía 2 años y 3 meses cuando ocurrió el del pecho desnudo de la madre, y en verdad le prestó muy
hecho. Había desarrollado intenso afecto hacia la madre y poca atención a ella, excepto cuando la "nurse" trató de qui-
hacia su "nurse". No tenía reacciones organizadas hacia ningún tarle el niño. Durante toda la escena reaccionó positivamente
niño de menos de un año de edad. La madre permaneció dos hacia el bebé unos pocos minutos y luego se volvió a otras cosas.
semanas en el hospital, durante las cuales B fué cuidado por Al día siguiente, B tuvo que sacrificar su propio cuarto —
su "nurse". El día en que su madre regresó, la "nurse" entre- donde estaban casi todos sus juguetes, libros, etc. —, pues
tuvo a B jugando en su pieza hasta que se hicieran los pre- se lo necesitaba para el hermanito. Se le dijo que Jaimito lo
parativos para el test, el cual se realizó a mediodía en una ocuparía por algún tiempo. Esta situación no provocó sino la
sala bien iluminada. La madre estaba sentada amamantando más vivaz respuesta positiva en el niño, quien ayudó a empujar
al bebé, con su pecho descubierto. B no había visto a su madre y acarrear sus propios muebles a la otra habitación. En ella
por espacio de dos semanas. Además de la madre con su durmió todas las noches hasta que la "nurse" profesional se
pequeño, hallábanse presentes una "nurse" profesional, nueva marchó. No se notó en su conducta signo alguno de resenti-
para B, una abuela y el padre. A B se le permitió bajar solo miento o de celos para con el nuevo bebé. ,
por la escalera y entrar en la sala. Todos habían recibido la Durante más de un año se observó constantemente el com-
consigna de quedarse completamente tranquilos y de hacer que portamiento de estas dos criaturas. Nunca pudo advertirse la
la situación resultase la más natural posible. B entró en la sala menor señal de celos. A los 3 años de edad, B era exactamente
y se dirigió a la madre, se inclinó sobre su rodilla y preguntó: tan cortés y considerado hacia el pequeño de un año como lo
224 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 225
depende del pecho materno o del biberón. Todavía gorjea y gustativos'y de temperatura (llamados objetos del mundo exter-
arrulla, no pronuncia palabra alguna o, a lo sumo, diez o doce. no) constituye lo que la mayoría considera como ambiente.
Gatea o camina lanzándose de un lado a otro con la ayuda Sin embargo, éste es sólo una parte del ambiente humano; su
de muebles convenientemente dispuestos. El adulto debe luchar ambiente exterior (más o menos común a todos los grupos).
por él y protegerlo. Con algunas excepciones, parece ser cierto La masa de estímulos viscerales, temperatura, estímulos muscu-
que cuanto más alto nos remontamos en la escala evolutiva, lares y glandulares, tanto condicionados como incondicionados,
tanto más depende el organismo de la conducta aprendida. del interior del cuerpo, son objetos estimulantes tan reales como
A pesar de su estado indefenso, el niño se transformará las sillas y las mesas. Constituyen la otra parte del ambiente
lentamente en un ser sin par en todo el reino animal. El mayor del hombre (de cada hombre): su ambiente interno, un am-
desarrollo de tres sistejrnas de hábitos lo diferenciarán defi- biente no compartido por otros. Esta parte del ambiente hu-
nitivamente: 1) el número, delicadeza y precisión de los hábitos mano generalmente se omite en todas las discusiones acerca
viscerales o emocionales, que expusimos en los dos últimos de la influencia relativa del medio y de la herencia. Hallándose
capítulos; 2) el número, complejidad y perfección de sus há- el organismo, como lo está, siempre estimulado a la vez por
bitos laríngeos o verbales, que trataremos en el próximo, y ambos ambientes, en un momento dado, no responde, claro está,
3) el número y perfección de sus hábitos manuales, que con- exclusivamente a los estímulos internos o a los externos. Esti-
sideraremos ahora. mulado por las contracciones gástricas, el individuo se aprestará
El ser humano posee una enorme capacidad para formar a arrebatar una hogaza de pan: el estímulo visual del agente
hábitos con los dedos, manos, brazos, piernas y tronco. En de policía que se halla próximo, puede detener su mano e
capítulos anteriores hemos denominado todos estos hábitos inducirlo a ceñirse el cinturón. Bajo la acción de una serie de
"sistema de los hábitos manuales". Naturalmente, la palabra estímulos que se despiertan en los órganos sexuales, acaso se
manual comprende la organización del tronco, piernas, brazos lance en busca de una compañera, pero la pobreza de su bolsa
y pies. Como queda indicado, el armazón muscular de esta puede hacerle mantener en suspenso el acostumbrado noviazgo
organización está constituido, en su mayor parte, por los y matrimonio, así como los preceptos verbales que se le incul-
músculos estriados del cuerpo (pág. 84). caron en su juventud (estímulo verbal laríngeo) podrán reprimir
su unión con una compañera temporaria.
LOS CAMBIOS AMBIENTALES PROVOCAN LA FORMACIÓN DEL HABITO Mientras lo ataquen estos poderosos estímulos, exteriores
e interiores al cuerpo — falta de alimento, de actividad sexual,
Por los conocimientos que ha adquirido acerca del niño, manual, verbal — el organismo humano debe mantenerse en
a esta altura el lector puede comprender que éste se halla cons- respuesta, activo. Estos estímulos provocan movimientos ince-
tantemente estimulado por visiones, sonidos, contactos, olores y santes de los dedos, manos, tronco, piernas, brazos y también
gustos provenientes del exterior, y por secreciones, ausencia de de los órganos internos motrices y glandulares de respuesta.
secreciones, presión, falta de presión, movimientos del alimento En el niño, esos movimientos han sido considerados capri-
a lo largo del tracto intestinal y por cambios en la posición chosos. Si con este término quiere darse a entender que dichos
de los músculos, tanto estriados como lisos, en el interior del movimientos no están causados como los demás, desde luego
cuerpo. Se encuentra, pues, bajo incesante estimulación. Ahora que no son caprichosos. Son respuestas directas al estí-
bien, la constitución del ser humano (al igual que la de los mulo, y tan exactamente ordenadas como más tarde lo serán
demás animales) es tal que éste se ve forzado a moverse cuando los movimientos en su vida.
dichos estímulos obran desde afuera o desde adentro. Todo el Estimulación y movimiento incesante son la consigna de
grupo de los estímulos visuales, auditivos, táctiles, olfativos, día y de noche: ni siquiera durante el sueño el organismo se
230 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 231
encuentra resguardado de la estimulación ni jamás se halla otra vez. Entonces se levanta y recurre al único expediente
inmóvil. verdaderamente sensato: tapa la rendija de la persiana con
Podríamos interrogarnos: ¿el organismo nunca se adapta? una hoja de papel grueso. Esta respuesta a A lo introduce en
En estos tiempos de psicólogos y psicoanalistas, es frecuente un nuevo ambiente que ya no contiene a A como estímulo. Por
oír hablar de "adaptación". Se nos dice que el individuo debe tanto, los dos casos explicados no resultan al análisis muy
adaptarse. A veces nos preguntamos qué quieren decir estos diferentes. El individuo se libra del estímulo. Pero se libra de
eminentes hombres de ciencia. El conductista cree que la única ese estímulo sólo. Ahora algún otro puede atacarlo con efica-
persona adaptada es la persona muerta — en la cual ninguna cia y éxito. Lo que generalmente los psicólogos entienden por
clase de estímulo puede suscitar respuesta. Los hechos parecen inadaptación, sería la acción simultánea de dos estímulos de
Indicar que cuando el individuo responde (por medio de reac- tendencia opuesta que impiden al organismo salir de la esfera
ciones aprendidas o no aprendidas, o por ambas combinadas)
a un estímulo A, cambia su ambiente de tal manera, que de excitante. Sin embargo, el término "adaptación" es conveniente
inmediato debe reaccionar ante el estímulo B; ocurre entonces y podemos continuar empleándolo, siempre que con él seña-
una de estas dos cosas: el estimulo B puede realmente desplazar lemos el instante en que el individuo, merced a su acción, ha
al estímulo A, o reaccionando el individuo frente al estímulo vencido un estímulo o ha salido de la esfera de acción del
B, cambiar su ambiente de tal modo que sale de la esfera de mismo. Por "adaptación", entendemos, pues, algo análogo al
acción del estímulo. En el primer caso, el estímulo A queda final de una prueba de aprendizaje, en la que el animal recibe
aniquilado o "vencido"; en el segundo, pierde su eficacia en alimento, satisfacción sexual o agua, o se orienta en dirección
el nuevo ambiente ¿Tiene todo esto algo de complicado? To- contraria al estímulo que produce la reacción negativa.
memos un ejemplo. Las contracciones del hambre se inician en Hasta aquí los ejemplos se refieren a casos en los cuales
el estómago (estímulo A). El individuo empieza a moverse de el individuo posee una adecuada organización para "enfrentar
un lado a otro. Llega a un ambiente donde abunda el alimento; la situación". Ello sólo significa que ha debido formar hábitos
en otras palabras, va a la despensa y come (estímulo B). Las de tal tipo que le permitan suprimir el estímulo A o moverse
contracciones del hambre (estímulo A) cesan de inmediato. de modo de transponer su esfera de acción. Indudablemente,
Se dirá que esto constituye la adaptación. Indudablemente, la no llega a las soluciones por un sendero fácil. Para lograrlo,
comida no lo estimula más, pero después de haber comido, debe formar hábitos. Ha aprendido que debe ir a la despensa
otros estímulos, esta vez indiferentes al alimento, se tornan en
seguida efectivos y llevan a otras reacciones. Se comprueba así cuando tiene hambre. No así el niño de un año — a este úni-
nuestro argumento: que el organismo no está y no puede estar camente le es dable llorar. El adulto ha aprendido a levantarse
"adaptado" por un período mayor que el equivalente casi a un y adosar un papel sobre la rendija de la persiana que filtra
punto matemático. Ilustremos el segundo caso: en que la reac- una luz molesta. El niño de tres años sólo puede llamar a la
ción del individuo al estímulo A lo lleva a una alteración tal madre para que obstruya la luz.
del ambiente que dicho estímulo pierde su eficacia. El indivi- Esta es la clave de la formación de todos nuestros hábitos.
duo X yace en la cama intentando dormir. La luz eléctrica de Algún estímulo en el ambiente externo o en el interno (tén-
la calle se filtra a través de una rendija de la persiana. Se gase presente que la llamada "ausencia" de un estímulo cons-
mueve algún tiempo de un lado a otro. La luz sigue molestan- tituye asimismo un estímulo perfectamente válido) moviliza al
do sus ojos. Vuelve a moverse. Todavía le da en los ojos. Se individuo. Puede moverse en muchas direcciones, hacer cen-
cubre la cabeza con las frazadas. La falta de aire y el calor tenares de cosas antes de suprimir el estímulo A o alejarse de
pronto le obligan a destaparse. La luz insistente le fastidia su esfera de acción. Si, al encontrarse nuevamente en la misma
232 J. B. WATSON EL CONDUCTISMO 233
situación, logra uno u otro de aquellos resultados con más cantidad de organización que ha ido en progreso durante un
rapidez y menos movimientos, entonces cabe afirmar que ha período considerable. Si quisiéramos que alcanzara un lápiz
aprendido y formado un hábito. o algún objeto relacionado con el alimento, hubiéramos debido
comenzar mucho antes y condicionarlo al lápiz para que aquél
OBSERVACIÓN DEL PROCESO DE LA FORMACIÓN DE LOS HÁBITOS estímulo provocase una respuesta. Adviértase, también, que el
estímulo del biberón provoca una reacción que se torna cada
También para comprender la formación de los hábitos bá- vez más complicada: al principio, sólo un retorcerse, luego
sicos, debemos observar al niño. Tomemos a un niño de tres movimientos del cuerpo cada vez más activos, sobre todo de
meses de edad criado con biberón, y presentémosle éste len- los brazos, manos y dedos, según los hemos descrito antes.
tamente. Cuando se halle a su alcance notaremos que el niño En otras palabras, la reacción se va modificando, organizando,
comienza a menearse y retorcerse: sus manos, pies y brazos o — como solemos decir — integrando. Acaso sea mejor hablar
se activarán levemente, sus ojos se fijarán, su boca se moverá, de la reacción como de una integración cada vez más elevada
gritará, pero no extenderá sus brazos hacia la botella. Al fi- (elementos casi siempre nuevos que se condicionan de tal ma-
nalizar la prueba entregúesele el biberón sin demora. Repítase nera que se unen y funcionan como una respuesta nueva de
el procedimiento al día siguiente. Advertiremos que todos los mayor complejidad).
movimientos del cuerpo son un poco más pronunciados. Si se Nótese, por último, que conforme se van perfeccionando
repite esta práctica diariamente, los movimientos de todo el los movimientos de los brazos, manos y dedos — es decir, con-
cuerpo se hacen aún más perceptibles, dado que los brazos forme se va organizando la respuesta — los movimientos no
son palancas que permiten amplios movimientos exploratorios. relacionados con el aspecto en cuestión, tales como, en este
Tronco, piernas y pies, aunque palancas también ellos, lo son caso, los del tronco, piernas y pies, se van eliminando. En
de un tipo diferente: poderosos, pero con limitado radio de su forma perfeccionada, el alcanzar se cumple con plena efi-
movimientos. Es muy probable que los brazos y las manos ciencia; los movimientos no requeridos para el acto desapare-
golpeen o toquen la botella antes que el resto del cuerpo. De cen. Alcanzar es el hábito manual primario básico del niño.
ahí que nuestros hábitos de manipulación se formen con los Muy pronto se hace más complejo. El niño no solamente al-
brazos, manos y dedos, y no con los pies, piernas o dedos de canza y agarra, sino que también aprende a dejar caer a veces
los pies. Si el niño pierde sus brazos, o nunca los poseyó, en- el objeto. Además, no sólo alcanza un objeto situado frente
tonces tales hábitos se forman con los pies. a él, sino también a su derecha o izquierda. Por último, apren-
Una vez que el biberón, o — mejor todavía para nuestro de a voltear tales objetos, retorcerlos y halarlos — a arran-
propósito —, algún otro comestible, un caramelo o un terrón car la tapa de una caja, sacar el corcho de una botella, in-
de azúcar, es alcanzado con la mano, ésta se cierra en torno troducir en una caja el mango de su sonajero, cerrar y abrir
a él (presión no aprendida). Luego se lo lleva a la boca (parte su tapa. A toda esta complicada serie de hábitos que se inicia
de un sistema de hábito previamente aprendido). Haciéndole con el alcanzar, la denominamos manipulación. Quienquiera
repetir diariamente durante 30 días, 10 ó 12 pruebas de tal crea que la manipulación es un instinto, debería dedicarse a
índole, el hábito de alcanzar un pequeño objeto y llevarlo a la observación diaria del niño desde los 120 días de edad. El
la boca, se torna casi perfecto. Nótese, en este punto, que la bebé aprende a manipular objetos, e inclusive.las partes de su
reacción ante la botella de leche o el terrón de azúcar es una cuerpo, por así decirlo, con el sudor de su frente.
respuesta visual condicionada. El infante se ha condicionado No quisiéramos inducir a nadie en el error de pensar que
por haber sido alimentado con el biberón, de manera que, in- los hábitos de la manipulación sólo involucran movimientos
clusive en este modesto experimento, empezamos con una cierta de los brazos, manos y dedos. De lo que antecede se desprende
234 J. B. WATSON EL CONDUCTISMO 235
con facilidad que cualquier movimiento, como el alcanzar un Es enorme el camino recorrido por la humanidad desde
objeto, entraña una adaptación de prácticamente todos los la época en que el hombre forjaba sus implementos con ar-
músculos del cuerpo — incluyendo asimismo las visceras. En cilla y barro, hasta llegar a construirlos de acero; desde la
otras palabras, todo movimiento cuidadosamente realizado im- época en que vadeaba los ríos sobre burdos puentes fabricados
plica una respuesta del cuerpo entero, en cada una de sus partes con un tronco de árbol, hasta llegar a atravesar una porción
y en todas ellas. Esto es lo que entendemos por reacción total, de océano sobre un puente de acero y hormigón; desde la
es decir, lo que entendemos por integración perfecta. Los mo- construcción de casas con barro y paja, hasta llegar a levantar
vimientos de los hombros, brazos, codos, muñecas, palmas, enormes rascacielos de concreto y acero. Pero tan sólo cons-
dedos, tronco, piernas, pies, y, sí, inclusive la respiración y tituyen ejemplos del desarrollo de los hábitos manuales.
circulación, todos deben intervenir según cierto orden. Dicho
orden debe estar regulado y la cantidad de energía de cada EJEMPLO DEL DESARROLLO DE UN HABITO
grupo muscular debe ser exactamente la que corresponde antes
de que pueda efectuarse cualquier acto de habilidad perfecto, A fin de concretar un poco más todo el proceso, coloque-
tal como el de acertar en el blanco con un tiro de rifle o efec- mos a un niño de tres años, cuyos hábitos de manipulación ya
tuar una carambola. están bien establecidos, frente a una caja problema — que
Una vez establecidos estos tempranos hábitos básicos de sólo puede abrirse ejecutando un determinado acto: por ejem-
alcanzar y manipular, el niño se inicia en el dominio del plo, oprimiendo un pequeño botón de madera. Antes de en-
mundo.* tregársela, le enseñamos la caja abierta, que contiene varios
* üESELL y THOMPSON tienden a cuestionar la importancia del temprano entre- caramelos, luego la cerramos y le prometemos que si la abre
namiento de las actividades manuales ("Genetic Psychology Monographs", vol. VI, recibirá uno. Es ésta una situación nueva para él; en la cual
1929). Antes que el aprendizaje, destacan la maduración (factores de crecimien- ninguno de sus hábitos anteriores de manipulación alcanzará
to) de los tempranos modos de conducta adquiridos por los niños. Para llegar
a tal conclusión emplearon el método del "control de los cógemelos". Se dejó que
un resultado completo y rápido; ninguna de sus reacciones no
uno de los gemelos (univitelinos), C, madurase sin entrenamiento. El otro, T, fué aprendidas le serán de mucha ayuda. ¿Qué hace? Esto depende
sometido a entrenamiento. Acudamos como ejemplo a un experimento típico: a las de su organización previa. Si está bien organizado por la ma-
46 semanas de edad el gemelo T fué sometido durante un período de 42 dias nipulación anterior de juguetes, de inmediato intentará resol-
al entrenamiento de subir escalones. El gemelo C fué privado de todo entrenamiento
respecto a esta clase de reacciones. A las 52 semanas, luego de 6 semanas de
ver el problema: (1) levanta la caja, (2) la golpea contra el
entrenamiento, T ascendía por la escalera en 26 segundos. C, sin ningún entre-
namiento, lo hacia a las 53 semanas en 45 segundos, sin necesidad de ayuda; a manejar un auto o a participar en una carrera. Empero, nos gustaría señalar
y después de 2 semanas de entrenamiento en 10 segundos. "La habilidad de C que el método de condicionamiento descrito en estos experimentos era, en verdad,
para subir la escalera, a la edad de 55 semanas, era muy superior a la exhibida propio de aficionados. De los experimentos también se deduce con toda evidencia
por T, a las 52, aun cuando éste había sido entrenado siete semanas antes, y que los gemelos C y T se diferenciaban en sus pautas de conducta. Con toda segu-
durante un lapso tres veces mayor. La ventaja conferida por la madurez de tres ridad, hasta un neófito en condicionamiento habría utilizado primero a T y luego
semanas debe considerarse la causa de esta superioridad". Otros experimentos de a C como control en experimentos distintos, pero similares. La conclusión de que
estos mismos autores los llevan a idéntica conclusión. el entrenamiento sobre la base de respuestas senso-motrices simples a la edad
Los conductistas se resisten a aceptar tales conclusiones, si —como parece— aproximada de 46 a 56 semanas carece de efecto parangonado con la maduración,
con ellas los autores quieren decir que el condicionamiento ejerce relativamente resulta un tanto sorprendente para el experimentado en este campo. Quien haya
poco efecto en apresurar la formación de las diferentes pautas de conducta en tenido oportunidad de observar la conducta gimnástica del primer hijo del Prof. Ho-
los niños. El conductista sería el primero en admitir que el desarrollo y la fuerza RACE HALLEN a la edad de 52 semanas, no necesita ulteriores pruebas para conven-
musculares (confesamos no estar del todo seguros acerca de lo que estos autores cerse de que el aprendizaje tiene, en todo momento, durante el primer año de
entienden por "maduración") son indudables factores en la conducta en toda acti- vida, enorme importancia en la diferenciación de la conducta motriz. Esperamos que
vidad complicada; nunca intentaríamos enseñar a un niño de 52 semanas de edad algún día el Prof. RALLEN publique sus resultados.
236 J. B. W AT SO N EL CONDUCTISMO 237
suelo, (3) la arrastra haciéndola describir círculos, (4) la em- En otras palabras, el número 50 tiende a presentarse cada
puja contra los bordes de la mesa, (5) la da vuelta, (6) la vez más temprano en la serie, y por consiguiente, disminuyen
golpea con el puño. En otras palabras, hace todo cuanto apren- las oportunidades de que aparezcan los demás movimientos.
dió a hacer con anterioridad en situaciones similares. Exhibe ¿Por qué? Podemos ver en nuestra descripción que la res-
su íntegro repertorio de actos, toda su organización ya adqui- puesta número 50 es la única que se verificó en cada una de
rida, para resolver el nuevo problema. Supongamos que tenga las pruebas; o sea, el ambiente, representado en este caso por
a su disposición 50 respuestas distintas, aprendidas y no la persona que dirige el test, dispone la serie de modo que dicha
aprendidas; que siguiendo un orden cualquiera, durante su pri- respuesta se encuentre siempre al final de la serie: el niño
mera prueba de abrir la caja exhiba, como lo hará, casi todas entonces recibe el alimento, se cierra la caja y se le vuelve a
estas respuestas antes de oprimir el botón con la fuerza ne- dar. Por tanto, el 50 se repite más a menudo que cualquiera
cesaria para soltar la tapa. El tiempo que invierte en este de los otros 49 actos.
proceso será de aproximadamente veinte minutos. Cuando la Además, puesto que el acto número 50 es siempre la úl-
abre, le damos un caramelo, cerramos la caja y se la entrega- tima respuesta de la prueba anterior, hay motivos para creer
mos nuevamente. Ahora efectuará menor número de movimien- que cada vez aparecerá antes en la serie de actos de la prueba
tos; y éstos serán aún más escasos la tercera vez. A la décima ulterior. Esto es lo que se llama el factor de novedad. Los
prueba, o antes, podrá abrir la caja en 2 segundos sin realizar factores de novedad y frecuencia, como explicaciones de la
ningún movimiento superfluo. formación del hábito han sido criticados por algunos autores
¿A qué se debe semejante reducción de tiempo y por qué — entre otros, por el Profesor JOSEPH PETERSON, del Colegio
se eliminan gradualmente de la serie los movimientos innece- Superior George Peabody, de Nashville, Tennessee, y por
sarios para la solución? Ha sido éste un problema difícil de BERTRAND RUSSELL. Alas recientemente, CLARK HULL publicó
resolver, pues nadie lo simplificó lo bastante como para aplicar un interesante análisis de los factores que entran en el apren-
aquí la técnica experimental. Hemos tratado de hacerlo sobre dizaje de actos simples ("Psychol. Rew.", N.° 3, mayo de 1930).
una base que llamamos de frecuencia y novedad, dado que Sea como fuere, hasta la fecha no se ha realizado en este inte-
finalmente perdura sólo un movimiento y los demás se eliminan. resante campo ningún test experimental que podamos consi-
Creemos que nos es factible aclarar nuestro concepto. Numere- derar decisivo. Solamente unos pocos psicólogos prestaron aten-
mos cada uno de los actos que realiza el niño y distingamos ción al problema. La mayoría — y es de lamentar —, no ha
el acto final — oprimir el botón que abre la caja — con el sabido ver el problema aquí implicado. Creen que los hábitos
número 50. En la primera prueba se ejecutarán todos los 50 son implantados como por arte de magia. THORNDIKE, por
actos (y muchos pueden repetirse más de una vez), en un ejemplo, habla del placer consecutivo al movimiento exitoso
orden casual: y del displacer consecutivo a los movimientos infructuosos.
También muchos psicólogos se explayan volublemente sobre
47, 21, 3, 7, 14, 16, 19, 38, 28, 2, etc 50 la formación de nuevas vías en el cerebro, como si un grupo
En la segunda prueba: de minúsculos sirvientes de Vulcano, provistos de martillo y
18, 6, 9, 16, 47, 19, 23, 27, etc 50 cincel, recorrieran el sistema nervioso excavando surcos nuevos
En la tercera prueba: y profundizando los viejos.
17, 11, 29, 66, 71, 18, etc 50
En la novena prueba: Por nuestra parte no estamos tan seguros de la posibilidad
14, 18, etc 50 de resolver la cuestión planteándola en estos términos. Pensa-
En la décima prueba y sucesivas: mos que ha de existir alguna manera más sencilla de encarar
50. el problema de la formación de los hábitos, pues de lo contrario
EL CONDUCTISMO 239
238 J- B. W A T SON
quedaría irresoluble. Desde la admisión en psicología de la partida. Obtenemos este resultado disponiendo una serie de es-
hipótesis del reflejo condicionado con todas sus simplificacio- tímulos visuales y condicionándolo respecto a ellos en forma
nes (y a menudo nos tememos se trate de sobresimplificaciones) que ha de moverse de una manera determinada: doblar a la
hemos estimulado nuestros procesos laríngeos a fin de trabajar derecha, a la izquierda, subir, bajar, adelantar o retroceder,
sobre este problema desde otro ángulo. levantar la mano derecha, alargar la mano izquierda, etc. Su-
pongamos ahora que, cada vez que experimentamos con él,
desde el principio lo hacemos pasar por la misma serie com-
RELACIÓN DEL HABITO CON LOS REFLEJOS CONDICIONADOS pleta de reacciones. ¿No es ésta una exacta descripción (des-
pués de haberse transferido todo el sistema a las reacciones
Teóricamente nos parece sumamente sencilla la relación kinestésicas — véase en la pág. 251) de lo que ocurre cuando
entre los más simples casos de las respuestas condicionadas la rata o el ser humano aprenden, por ejemplo, a orientarse
estudiadas y las respuestas de hábitos más complicadas, in- en un complicado laberinto? ¿Cada sendero, camino o vuelta
tegradas, espaciadas y reguladas que estamos considerando. del laberinto no representa una unidad del proceso completo
Evidentemente, es la relación que guarda la parte con el todo, de aprender a orientarse en él? ¿El escribir a máquina, el
o sea: el reflejo condicionado es la unidad constituyente de la tocar el piano y todos los demás actos de habilidad especiali-
totalidad del hábito. En otras palabras, al practicar un análisis zada, no pueden ser explicados o analizados descomponiéndolos,
completo de un hábito complicado se halla que cada una de del mismo modo, en una serie de unidades? Naturalmente, en
sus unidades es un reflejo condicionado. Volvamos un momen- la vida real, al establecer en el niño los reflejos condicionados
to al tipo de reflejo condicionado que se examinó en capítulos an- parciales que constituyen la totalidad del hábito, recurrimos
teriores. Es éste un tipo simple de respuesta condicionada. a veces al alimento o a la caricia a fin de condicionarlo cuando
responde correctamente; así como por una respuesta incorrecta
E R podemos abofetearlo o castigarlo, o dejarlo que siga caminos
Contacto eléctrico (doloroso) Movimiento del pie. sin salida, provocando un cansancio parcial (que probablemen-
Cuando está condicionado, el estí- Provoca idéntico movimiento del te equivalga a un castigo).
mulo visual del círculo pie.
¿Y, por qué tales unidades se hallan reguladas y separa-
Ahora, a título de hipótesis, admitamos que cada hábito com- das como lo están? No existen en el mundo orden ni sucesión
plicado está sólo integrado por tales unidades. Supongamos semejantes — excepción hecha de unas pocas cosas, como el
que en lugar de condicionar a un sujeto para que retire su sol, la luna y las estrellas. La respuesta es ésta: la sociedad
pie cuando se le exhibe el estímulo visual de un círculo, lo o los accidentes ambientales disponen la serie. Por sociedad
condicionemos para que dé un paso a la derecha. Cuando se entendemos los hombres y mujeres que la constituyen, quienes
vuelve a la derecha, se enfrenta con el estímulo visual consti- han establecido las complicadas pautas de respuestas que es
tuido por un cuadrado, condicionando al sujeto de modo que preciso observar fielmente. Las palabras tienen un número de
ante dicho estímulo avance cinco pasos. Entonces se encuentra letras y ellas se siguen unas a otras según un cierto orden, es-
con un triángulo, estímulo ante el cual se lo condiciona para tablecido — en el caso del inglés, verbigracia — por el Sr.
que dé dos pasos a la derecha. Esto lo enfrenta con un cubo; JOHNSON, por el Sr. WEBSTER O por algún otro de los prime-
en respuesta a este nuevo estímulo, en lugar de doblar a la ros lexicógrafos. Los hoyos de golf deben jugarse en cierto
derecha o a la izquierda, debe subir tres peldaños. En este orden; las bolas del billar han de ser enviadas a determinadas
sencillo ejemplo se advierte que es posible hacer caminar al troneras. Por accidente del ambiente, entendemos, por ejemplo,
sujeto alrededor de toda la habitación y regresar al punto de la simple circustancia de que si Ud. quiere ir desde su casa
240 I- B. W A T SON E L C O N D U C T I S M O 241
hasta el viejo remanso donde acostumbra a bañarse, debe (1) R, la resistencia o la inercia en todo este segmento senso-
rodear por la derecha de una determinada colina, (2) cruzar motriz se debilita de tal forma que X, que sólo provocaba dé-
un pequeño arroyo, (3) atravesar un bosque de pinos, (4) se- bilmente R, ahora lo hará explícitamente". El fisiólogo que
guir bajando por la orilla izquierda de un arroyo seco, (5) se proponga en la actualidad esclarecer los diversos fenómenos
llegar a la pradera donde apacentan las vacas, (6) y, pasando básicos de las respuestas condicionadas, por cierto que en sus
por detrás de un grupo de altos sauces, (7) llegar por fin a explicaciones habrá de recurrir a términos como resistencia del
la meta deseada. Cada número representa un estímulo visual sistema nervioso, interferencia, agregación, inhibición, refuer-
ante el cual hay que reaccionar, por lo menos durante el pe- zo, facilitación, ley del todo o nada, porque éstos son los fe-
ríodo del aprendizaje. nómenos con los cuales trabaja; mas se trata de fenómenos
Ud. podrá contestar: "Sí, ¿pero qué hay con eso? ¿La ex- muy complicados, demasiado complicados, como para intentar
plicación de la formación de un reflejo condicionado es más siquiera describirlos aquí. Hasta que no se los haya reducido
simple que la de un hábito?" La respuesta es la siguiente: si a procesos eléctricos y químicos, mucho tememos que no nos
bien no es posible "explicar" un reflejo condicionado, mediante signifiquen gran ayuda.
el análisis hemos reducido a sus más simples términos un Afortunadamente, podemos seguir con nuestro trabajo
complicado proceso que no fuimos capaces de resolver, ni sobre la conducta sin esperar la verdadera explicación físico-
evidentemente tampoco abordar en forma experimental. Cree- química de estos fenómenos biológicos.
mos que ahora podemos remitir nuestra formulación al fisió-
logo o al químico fisiólogo, para su solución. ALGUNOS ASPECTOS DE LA CURVA DEL APRENDIZAJE
El problema que le planteamos es el que sigue:
El estímulo X no provoca ahora la reacción R; el estímulo Representamos a continuación (fig. 16) la curva del apren-
Y provoca la reacción R (reflejo incondicionado); pero cuando dizaje registrada por 19 ratas en el complicado "Laberinto
el estímulo X se presenta primero, e inmediatamente después Y de Hampton Court" (modificado).
(que provoca R) X (con el tiempo) provocará R. En otras La horizontal señala el número de pruebas que se efec-
palabras: el estímulo X llega a sustituir Y.* tuaron con las ratas. Estas fueron sometidas al test por se-
El fisiólogo podría replicar de inmediato con una expli- parado. Cada punto de la línea indica el promedio de minutos
cación como ésta: "Ud. se equivoca al suponer que X no es- que invirtieron los roedores para alcanzar el alimento en las
timula el organismo. X estimula todo el organismo y, en diversas pruebas. Adviértase que en la prueba 1.° se necesitó,
consecuencia, suscita débilmente la reacción R, sólo que no término medio, más de 16 minutos. Durante ese lapso la rata
de una manera lo bastante vigorosa para que se manifieste circulaba por el laberinto, se metía en callejones sin salida,
como respuesta explícita. Y provoca la reacción explícita R retornaba al punto de partida, salía nuevamente en busca del
porque el organismo está biológicamente conformado de manera alimento, mordía los alambres, se rascaba, olfateando el piso
que responde explícitamente con R al ser estimulado por Y aquí y allá. Al fin lograba dar con él. Se le permitía comer
(respuesta incondicionada). Pero, una vez que Y ha provocado sólo un bocado y se la colocaba nuevamente en el laberinto.
El sabor de la comida la ponía en frenética actividad, corre-
* Esto no es una exageración. Hemos comprobado que una respuesta condi- teando de un lado a otro con más rapidez que antes. El tér-
cionada establecida firmemente en un niño por un contacto con un radiador caliente, mino medio del tiempo empleado por el grupo, en la prueba
perduró dos años sin ulterior entrenamiento. Si conservamos nuestra antigua termi-
nología del hábito, diriamos que se trata de un hábito formado por un solo ensayo.
2.a, sobrepasaba apenas los 7 minutos; en la prueba 4.a, no
En este caso, no puede darse, pues, el "placer consecutivo al movimiento exitoso" alcanzó a 3 minutos; desde ésta hasta la 23.a prueba, el pro-
ni el "displacer consecutivo al movimiento infructuoso". greso fué muy gradual; después, pareció detenerse (con este
ELCONDUCTISMO 243
242 J. B. W A T SON
método de entrenamiento). Mediante esta curva no es factible dizaje. Otras cosas lo estimulan. El ambiente es complicado;
determinar si han alcanzado o no el límite fisiológico de en- el lenguaje interior (pensamiento), verbigracia, acaso sea
trenamiento. Una práctica de menos de cinco pruebas diarias siempre un factor perturbador. Pueden hallarse presentes,
podría crear una nueva situación de progreso. El hambre po- asimismo, factores sociales y económicos. Sus curvas de apren-
dizaje ofrecen a menudo los denominados "plateaux" o mese-
dría también provocar progreso. Asimismo muchos otros fac- tas de descanso: períodos en los cuales parece no realizarse
tores son susceptibles de concurrir en este sentido (véase pág. progreso alguno en el proceso del aprendizaje y en los que
244). la curva se mantiene horizontal, en lugar de seguir en constante
descenso.
Cómo lograr que los individuos bajen de estas mesetas y
empiecen de nuevo a progresar, constituye un problema tanto
en el mundo de los negocios cuanto en el laboratorio. En el
comercio se ha ensayado la proposición de los llamados in-
centivos — aumento de salario, regalías, participación en las
ganancias, mayores responsabilidades — su resultado fué una
rápida mejora al comienzo, seguida, generalmente, por una
nueva meseta. En ocasiones, el trastorno se debe a una situación
familiar — esposa o hijo enfermos, o celos conyugales. A veces,
son de naturaleza económica: teniendo el individuo todo el
dinero que necesita para vivir en su grupo, no existe ningún
estímulo para mejorar. Por lo común, cuando tiene que hacer
Pruebas frente a mayores gastos, nuevamente empieza el progreso: tal
vez se case y tenga un hijo, tal vez se mude a otra ciudad donde
FIG. 16. el costo de la vida sea más alto. Sin embargo, no puede en-
Esta curva indica el progreso que realizaron 19 ratas blancas al aprender a orien- contrarse ninguna panacea para fomentar el progreso.
tarse en el complicado "Laberinto de Hampton Court". La linea vertical señala
el número de minutos que se emplearon para llegar al alimento; la horizontal, el Parece ser una flaqueza humana el que el individuo cese
número de pruebas realizadas. Resulta, pues, que en la prueba primera requiérese en su empeño por progresar cuando alcanza el nivel econó-
un término medio de 16 minutos; en la prueba trece, aproximadamente 20 segundos. mico mínimo necesario para vivir en su grupo. La gente es
Nótese que el progreso, muy rápido al principio, fué haciéndose luego cada vez
más lento.
holgazana. Pocos son los que gustan del trabajo; en todos los
tiempos el hombre sintió animadversión hacia el trabajo. Menor
esfuerzo y chapuceo, con tal que permita seguir adelante, es
Esta curva del aprendizaje animal tal vez ilustre acerca hoy consigna en la mayoría de las industrias. El trabajador,
de los detalles del aprendizaje mejor que cualquier otra tomada ya desempeñe funciones ejecutivas, sea capataz u obrero manual,
en el terreno humano, pues en este último caso las curvas pre- racionaliza así: "No estoy trabajando para mí, ¿por qué, pues,
sentan numerosas complicaciones. Trabajando con ratas po- he de esclavizarme en beneficio de una empresa y dejar que
demos mantener el estímulo casi constante. La rata atraviesa otros se lleven todas las ganancias de mi trabajo?" El indi-
el laberinto cinco veces o no recibe su ración completa de ali- viduo pierde de vista el hecho de que el progreso en habilidad
mento. Al finalizar su quinta y última prueba del día, puede y en organización general proveniente de los hábitos de tra-
comer hasta hartarse. El ser humano se aburre con el apren- bajo son cosa muy suya. Hay propiedades personales de las
244 J. B. W A T SO N
EL CONDUCTISMO 245
cuales nadie puede participar. La temprana formación de há-
bitos de trabajo, trabajar mayor número de horas que otros, una inundación o alguna otra catástrofe son capaces de reins-
practicar en forma más intensa, acaso constituyan hoy la ex- talar al adulto común en una situación que le obligue a apren-
plicación más sensata, no sólo del éxito en cualquier terreno, der algo nuevo. El desastre de la bolsa de títulos ocurrido en
sino también de la genialidad. Los únicos genios que el autor los Estados Unidos en 1929 ofrece un típico ejemplo de cam-
ha conocido fueron todos concienzudos e incansables traba- bio imprevisto de situación. Aún no puede determinarse sus
jadores. efectos con exactitud; pero es evidente que modificó los hábitos
de compras de un amplio grupo: se renunció a los lujos; se
QUE FACTORES INFLUYEN EN LA FORMACIÓN cancelaron pedidos de autos; no se compraban joyas. La gente
DE LOS HÁBITOS MANUALES no tenía dinero y volvieron a trabajar muchos individuos que
no lo habían hecho durante todos los años del próspero perío-
Los factores que influyen en la formación de los hábitos do de Coolidge. Nuestra inhabilidad para controlar los estímu-
manuales (y también verbales) nunca han sido examinados de los del aprendizaje humano también explica la escasez de expe-
una manera completamente satisfactoria. Los resultados de los rimentos valiosos en este campo. Los psicólogos saben que el
experimentos son contradictorios, e inclusive, en la teoría exis- estímulo no puede mantenerse constante o igual en distintos la-
ten considerables divergencias. Sin embargo, los problemas son boratorios. Por tal motivo, gran parte de las investigaciones
en sí mismos interesantes. Veamos algunos de ellos y enume- en torno al aprendizaje ha sido incidental — observaciones en
remos los tipos de investigación que se realizan en la actualidad el aula escolar, estudios médicos, etc. Carecemos de facilidades
a fin de resolverlos. que nos permitan realizar el complejo e indispensable estudio
(1) Efecto de la edad en la formación del hábito. — Es del aprendizaje humano. Acaso algún día dispondremos de
muy poco lo que sabemos acerca del efecto de la edad sobre grandes laboratorios donde sea posible trabajar sobre equipos
la formación del hábito en el ser humano. Parece existir una de sujetos. Su alimento, agua, sexo y abrigo podrían entonces
curiosa resistencia al estudio de este problema. Conocemos la controlarse rigorosamente — todo ello con el objeto de probar
diferencia entre la conducta de una rata vieja y la de una que no hay ninguna verdadera evidencia de que necesariamente
joven en el aprendizaje para orientarse en el laberinto. El nú- el ser humano deba alguna vez dejar de aprender. Cuando
mero de pruebas requeridas por las ratas viejas para adquirir una situación inminente lo exige, inclusive el hombre de 60, 70
el hábito de atravesar un laberinto difiere muy poco del ne- y 80 años puede aprender. JAMES tenía razón en señalar que
cesitado por los mismos roedores en su juventud. Las ratas se la mayoría de las personas no aprende pasados los 30 años,
preocupan menos de escapar, son más lentas en sus explora- pero la única causa de ello reside en que después de dicha edad
ciones. Su tiempo de carrera — o sea, el tiempo mínimo que ya ha explorado los misterios del sexo, y consigue alimentos
emplean para recorrer el laberinto una vez que lo conocen — y agua sin apremio y sin necesidad de hacer nada desacostum-
es notablemente más largo que el que insume el animal joven. brado. Aun en su mediocre situación profesional, pueden seguir
En relación con los seres humanos no disponemos de se- viviendo igualmente.
ries similares de hechos comprobados. Es evidente que éstos
cesan de aprender harto pronto. Debería hacerse algo para (2) Distribución de la práctica. — A los efectos de esta-
perturbar siquiera una vez al burgués corriente y forzarlo a blecer cómo distribuir la práctica del aprendizaje, se han rea-
aprender algo nuevo; pero carecemos de poder sobre él. En lizado considerables trabajos, tanto en relación con el campo
el caso del animal es factible el completo control del alimento, manual como con el verbal.
agua, sexo y otros factores de su ambiente. Sólo un terremoto, Para que nuestra rata aprenda a recorrer el laberinto, ¿hay
que hacerla repetir los ensayos cinco, tres o una vez por día?
J. B. WATSON
EL CONDUCTISMO 247
246
Si tomamos distintos grupos de animales y enseñamos a cada viduo estaba acostumbrado a beber café o té, se le autorizó
uno de manera diferente, observamos con sorpresa que mientras a tomarlo «también durante el experimento. Puede verse que
menos frecuentemente se imparte la práctica, dentro de ciertos la distancia media desde el centro del blanco en la primera
límites, más eficaz resulta cada unidad de ella. En otras pala- hora del experimento era de 17 pulgadas aproximadamente.
bras, si cada uno de los grupos recibe un total de sólo 50 pe- El progreso fué rápido durante las primeras 4 horas; en las
ríodos de práctica, mientras más largos sean los intervalos en- 2 horas siguientes la calidad de la puntería fué mermando.
tre los distintos 50 períodos, mejores son los resultados (Dr. J. El alimento, suministrado después de la 6.a hora, provocó al
L. ULRICH). Según el Dr. K. S. LASHLEY, el mismo principio Errores (distancio cese? ci w.Uo en puqaHo:.)
es válido para los seres humanos cuando aprenden a tirar al 18 i
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blanco con el gran arco inglés. Asimismo, diversos estudios so- — ._. ~ I ui,;,.—• U i
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bre dactilografía y otras habilidades han confirmado este prin- 16
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En una disertación inédita, ROSALIE RAYNER WATSON (del i
Laboratorio de Psicología de la Universidad de John Hopkins) 12
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presentó algunos interesantes resultados relativos a varias fa- , \J 1 i 1 1 1 1 1 1 1 l
oculto o se perdió — hasta la fecha el experimentador no ha hasta las 8 p.m. Los resultados (Tabla 1) demuestran que,
podido determinar si ocurrió lo primero o lo segundo. bajo las condiciones de este experimento, en tal función la
Los datos que hasta ahora poseemos sólo nos permiten eficiencia no varía a través de las 12 horas (véase pág. 250).
conjeturar por qué una práctica ampliamente distribuida alcan- En este experimento existía marcada rivalidad entre los
za mejores resultados. Carecemos de una verdadera explica- sujetos y el valor estimulante de la situación se mantuvo ele-
ción. Sin embargo, debemos aclarar que si nuestro objeto con- vado durante 12 horas. Cuando hay variación — cuando la
sistiese en adiestrar en el manejo del arco a algunos individuos eficiencia misma declina en una u otra hora del día — ello
a fin de obtener guerreros dentro de la mayor brevedad posible, acaso sea imputable a las contracciones del hambre, al leve
les haríamos practicar continuamente hasta conseguir cierto torpor que sigue al almuerzo y a otros diversos factores fácil-
progreso. La ejercitación intensiva resulta antieconómica desde mente explicables. No podemos detenernos ahora para discu-
el punto de vista del número de pruebas requeridas por el apren- tirlos. Los hechos no han sido aún presentados con suficiente
dizaje, pero a veces nuestras necesidades prácticas nos obligan claridad.
a adoptar este método desperdiciador de energías. (4) Efecto de las drogas sobre el ejercicio de una función.
La moraleja principal deducible de estos experimentos es: — En forma similar se probó muchas veces el efecto de las
aunque dispongamos de poco tiempo, siempre que lo utilicemos
en forma concentrada en períodos suficientemente espaciados, drogas sobre la eficacia de ciertas funciones. Se ha estudiado
podremos alcanzar resultados sorprendentemente buenos. la acción de la cocaína, estricnina, alcohol, cafeína; así como
también del hambre, frío, calor, falta de oxígeno, de la castra-
(3) Ejercitación de las funciones adquiridas. — Después ción (sobre animales), administración de tiroxina, adrenalina,
de practicar un determinado acto durante un lapso suficiente, extractos testiculares, etc. Sería necesario escribir toda una mo-
la curva del aprendizaje se convierte en una horizontal. No se nografía para dar cuenta de este trabajo. Sin embargo, por lo
produce ningún progreso ulterior (a menos que se introduzcan común sorpréndese uno al comprobar el escaso efecto de las
nuevos factores). Llamemos funciones a estos hábitos bien drogas sobre el rendimiento, cuando se ha practicado la fun-
aprendidos. Supongamos que un individuo se ejercite en una ción largo tiempo, como ocurrió, por ejemplo, cuando el autor
de estas funciones todos los días — por ejemplo, escribir a má- experimentó sobre sí mismo en el lanzamiento de flechas (véa-
quina, lo que ha hecho por espacio de diez años, o realizando
se los resultados de "W" en el cuadro I adjunto). En distintos
un determinado trabajo a destajo en una fábrica. ¿Lo ejecuta
con mayor rapidez por la mañana, alrededor de mediodía, des- días tomó dosis dobles de estricnina y de cocaína; otro día,
pués del almuerzo, o justamente antes de abandonar el trabajo? bebió 50 cm3 de whisky cada 2 horas durante 6 horas aproxi-
¿Lo realiza mejor los lunes, miércoles o viernes? ¿En prima- madamente; ninguno de estos estimulantes tuvo la menor acción
vera, verano, otoño o invierno? Todos estos problemas han si- sobre los resultados (En dicho cuadro no figuran los datos re-
do estudiados, pero los resultados no concuerdan. lativos a los experimentos en los que se utilizaron drogas).
Para limitarnos a uno solo de los problemas, toda la cues- Posiblemente, con otros individuos se hubieran conseguido re-
tión del curso de la eficiencia diurna se presenta confusa. A fin sultados distintos. Inclusive en ese mismo caso tales resulta-
de esclarecer un poco esta cuestión, ROSALIE RAYNER WATSON, dos podrían no haber sido iguales si se hubiese tratado de so-
cuya labor hemos mencionado, experimentó con nueve sujetos meter a prueba alguna otra función. Naturalmente, cuando se
que habían practicado tiro y cuyas curvas se registraron con emplean drogas como la estricnina y cocaína en cantidades exa-
exactitud (diariamente por espacio de más de 2 meses). Se geradas, habrá de descontarse que afectarán toda la coordina-
los sometió a un ensayo lanzando flechas desde las 8 a.m. ción motriz.
250 J. B. W A T SON
EL CONOUCTISMO 251
TABLA 1. — Curso de la eficiencia diurna en el ejercicio de una función nariz tapados y nuestra piel cubierta de paño. En otras pala-
bras, yá~no necesitamos estimulación visual, auditiva, olfativa
B Gich Grc H L Ray Rich G W Av. y táctil en los puntos decisivos. ¿Qué ha ocurrido? Ha tenido
8-9 AM. Término medio al
lugar una segunda etapa de condicionamiento. En los prime-
finalizar la 1" hora 6-3 10.3 12.5 xi.5 10.2 10.4 7.0 11.8 5.6 10.7 ros períodos del proceso del aprendizaje, toda vez que se da
9-10 AM. Término medio el
un estímulo visual respondemos a dicho estímulo muscularmen-
finalizar la 2a hora 7.2 9-5 11.1 9.9 9.2 11.6 6.9 11.4 6.9 93
te (sobre todo con los músculos estriados). En muy breve
tiempo, la respuesta muscular misma podrá servir de estímulo
10-11 AM. Término medio al
finalizar la 3 a hora 7.0 10.2 11.6 11.7 8.3 12.1 8-3 9.8 5-9 9.4
para movilizar la respuesta motriz que le sigue en orden, y de
la misma manera esta última es susceptible de despertar la res-
11-12 AM. Término medio al
finalizar la 4" hora 8.8 9-7 9.6 10.9 8.9 12.3 11.7 6.3
puesta motriz siguiente, de modo que gracias a este proceso
7-2 95
resulta factible recorrer enmarañados laberintos y ejecutarse
12AM-1 PM. Término me-
dio al llnallzcr la 5 a ñora 10.0 12.7 11.3 8.4 8.4 12.5
actos complicados de índole diversa sin la presencia de estí-
9-7 9-7 5-i 8-7
mulos visuales, auditivos, olfativos y táctiles. Los estímulos
1-2 FM. Término medio al
finalizar la 6" hora 7-6 II.6 10.9 10.0 II.O 12.5
musculares provenientes de los movimientos de los propios
9-5 7-7 5-5 95
músculos es todo lo que necesitamos para que nuestras res-
2-3 PM. Término wc'.Q al
finalizar la 7 a hora 8.8
puestas manuales se produzcan en el debido orden de suce-
10.0 10.6 11.4 8.8 10.8 6.2 13-0 5-3 9.4 sión. A fin de penetrar cabalmente este problema, el lector de-
3-4 PM. Término medio el bería recordar lo que se dijo a propósito de los músculos: que
finalizar lo 6 a hora 6.9 9.8 9.6 12.2 10.0 10.4 55 12.1 5-6 9.1
no son únicamente órganos de respuesta, sino también órganos
4-5 PM. Término medio al sensoriales (pág. 91). Cabe esquematizar así este doble con-
fincllzar la 9 a hora 7.6 12.5 9.8 10.2 II.O
13-3 8.7 5-7 4-9 93 dicionamiento.
5-ó PM. Término medio al
llnallzar la 10° hora 9.2 12.3 11.4 9.9 II.O 8.9 5-6 11.7 5-2 95 Una vez condicionado el individuo para responder a la
6-7 PM. Término medio al
vista del círculo:
finalizar la 11 a hora 7-i ix-3 9.3 16.7 10.3 9.8 55 11.8 7-4 9.9
(C) E (C) R
7-8 PM. Término infdlo o!
finalizar la 12° hora 8.S .... 10.4 15.6 93 10.0 7.0 II.O 5.5 97 (Primer orden) visual Dos pasos a la dere-
(círculo). c h a (o cualquier
Luego otra respuesta mus-
(después de ulterior cular provocada por
ESTADO FINAL EN LA FORMACIÓN DE MUCHOS HÁBITOS condicionamiento). las series del hábi-
Movimiento del múscu- to).
Una vez establecido un hábito por la reacción a estímulos lo mismo. Puede p r o v o c a r la
visuales, auditivos, táctiles y otros, según se describió más arri- misma respuesta.
ba, se introduce un factor adicional. Dado que ejercitamos el A menudo esto es también llamado hábito kinéstésico o "muscu-
hábito de continuo, los verdaderos estímulos visuales, olfativos lar". Nuestros hábitos del lenguaje interior (pensar) constitu-
y táctiles se tornan cada vez menos importantes. Cuando los yen ejemplos muy apropiados de tales hábitos. Parece existir
hábitos se hallan perfectamente establecidos, somos capaces de
ejecutar muchos de ellos a ojos cefrados, con los oídos y la una fuerte tendencia de todos nuestros hábitos a alcanzar este
segundo estadio, al que podemos denominar kinéstésico. Este
EL CONDUCTISMO 253
252 J. B. WAT SON
Resulta sorprendente cuan poco perdemos de la mayoría De esta manera, en lugar de usar el término "memoria",
de nuestros hábitos manuales a través de lapsos de desuso re- el conductista habla de cuánta habilidad se ha conservado y
lativamente largos: por ejemplo, la natación, el boxeo, el tiro cuánta se ha perdido en un período sin ejercicio. Nuestra ob-
al blanco, el patinar, el bailar, el golf, etc. Si un mal tirador jeción al término "memoria" débese al hecho de hallarse carga-
o un jugador de golf inexperto nos cuentan que cinco años do de toda suerte de connotaciones filosóficas y subjetivas.
atrás eran buenos jugadores, pero que por falta de ejercitación Esta exposición acerca de la memoria aún no está com-
se han vuelto torpes, no les creamos: ¡nunca fueron diestros! pleta; quedan todavía por discutir los hábitos de la palabra y
Por lo general, si conservamos el registro de un aprendizaje del lenguaje. En el próximo capítulo nos ocuparemos de la
individual y más tarde lo comparamos con el de reaprendizaje, formación de nuestros hábitos verbales.
podremos calcular con exactitud qué perdida se ha producido
durante cualquier período transcurrido sin ejercitación.
Bien, volvamos a la cuestión de la inutilidad del término
"memoria" en psicología. El conductista, hablando científica-
mente, nunca diría: "¿después de tantos años de no haber an-
dado en bicicleta, recordará Enrique cómo hacerlo?" Sino:
"¿con qué precisión manejará la bicicleta, después de no haber-
la montado por espacio de 5 años?" No le pide a Enrique que
se intro-inspeccione y se lo comunique; le entrega su bicicleta y
calcula el tiempo que insume en recorrer seis cuadras, anota
el número de las caídas, etc. Al terminar el test, dirá: "des-
pués de 5 años sin práctica, Enrique maneja la bicicleta con
un 75 % de la habilidad que tenía 5 años antes". En otras pa-
labras, para comprobar cuánto ha quedado y cuánto se ha per-
dido, el conductista no tiene más que poner al individuo en la
antigua situación, después de un período sin ejercicio, y obser-
var qué sucede. Si Enrique, en la situación arriba mencionada,
no maneja su bicicleta mejor que el primer día que trató de
hacerlo, el conductista afirmará: "Enrique ha perdido su há-
bito de andar en bicicleta".
Esto se aplica a todas las formas de organización que se
establecen en el ser humano. Es sorprendente hasta qué punto
se conservan los reflejos condicionados simples, tanto en los
seres humanos como en los animales inferiores. En el labora-
torio, mediante una sola estimulación eléctrica, logramos res-
tablecer un reflejo condicionado a una campanilla (R = retiro
del dedo) después de un año de falta de ejercicio. G. V. ANREP
menciona una retención similar en el caso de su perro después
de un año sin práctica (estímulo tonal con una respuesta sali-
val condicionada).
X. Hablar y Pensar
INTRODUCCIÓN
En nuestro modo de entender, el lenguaje, no obstante su El lector recordará que, según expusimos en el capítulo
complejidad, es, fundamentalmente, un tipo de conducta muy noveno, para formar hábitos manipulatorios es necesario tener
algo con qué empezar, o sea, los movimientos no aprendidos
simple. Es, en rigor, un hábito manipulatorio. Dentro de la de los dedos, manos, pies, etc. En el lenguaje encontramos
garganta, a nivel de la nuez de Adán, existe un simple y pe- algo semejante, a saber, los sonidos vocales no aprendidos que
queño instrumento denominado laringe o "caja vocal". Es un el infante emite al nacer y ulteriormente. Desde el primer mo-
tubo formado en gran parte por cartílagos, y a través del cual mento aparecen sonidos tales como "a", "u", "na", "ua", "ua";
pasan dos membranas muy sencillas (membranas de la glotis), más tarde, "la", "ah", "ba", "ago", "ma", "da". La señora
cuyos bordes constituyen las cuerdas vocales. En lugar de ma- BLANTON, que hiciera experimentos en 25 infantes durante el
nipular con nuestras manos este instrumento harto primitivo, lo primer mes de vida en una nursery, manifiesta: "Era intere-
hacemos mediante los músculos adheridos al mismo, expulsan- sante la variedad de sonidos semejantes a gritos de animales
do el aire de nuestros pulmones. Para hacernos una idea de que se escuchaba en la nursery. El cacareo de la gallina de
ello, imaginemos tener entre los labios algún instrumento de Guinea, el grito de la cabra, el gruñido del cerdo mamón, el
boquilla, soplando por el cual hacemos pasar el aire. Apreta- maullido del gato montes, todos tenían allí una excelente imi-
mos las cuerdas vocales, cambiamos la amplitud de la abertura tación".
entre ellas de manera muy parecida a la de afinar las cuerdas
de un violín girando las clavijas. El aire es expulsado de los COMIENZO DE LA ORGANIZACIÓN VERBAL
pulmones por la abertura entre las cuerdas vocales. Ello pro-
voca una vibración de las mismas y la emisión de un sonido. Al estudiar la actividad manual descubrimos, que el hábito
de alcanzar se inicia aproximadamente a los 120 días; que a
* Diferimos para luego la cuestión de si el hombre impedido de hablar, tam- los 150, con un adecuado aprendizaje, ya está muy bien des-
bién lo está de pensar. Una vez concluida nuestra exposición elemental, ustedes arrollado. El primer hábito vocal verdadero, comienza a edad
comprobarán que, como ocurre con todo cuanto hace, el hombre habla y piensa más avanzada y se desarrolla con mayor lentitud. En algunos
con todo el cuerpo. De ello trataremos más detenidamente en el próximo capítulo.
niños no hallamos los hábitos verbales corrientes ni a los 18
260 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 261
meses. En otros encontramos unos pocos al finalizar el pri- nuevo sin la menor dificultad. El 1.° de julio, de repente, sin
mer año. ningún estímulo verbal, el sonido "dada" se transformó en
La esposa del autor y él intentaron establecer un hábito "dad-en", reapareciendo de vez en cuando el antiguo "dada".
verbal sencillo en un bebé. Los experimentos fueron realiza- Creemos muy probable que si hubiésemos alterado su ritmo de
dos con B., el niño cuya conducta de celos expusimos en la alimentación y esperado atentamente los momentos en que él
pág. 220. Nacido el 21 de noviembre de 1921, hacia el fin del mismo decía "dada", para entregarle el biberón en cada una
5.° mes sólo exhibía el repertorio común a todo niño de esa de esas ocasiones, habría formado ese hábito mucho antes y
misma edad. Los sonidos de arrullo, "ah", "gu", y las varia- con mayor rapidez. Asimismo, creemos muy discutible que el
ciones de "a" y "ah", eran bien pronunciados. El 12 de mayo haber pronunciado nosotros en alta voz la palabra-estímulo
empezamos a asociar este sonido con el biberón (el niño había "dada", haya tenido el menor efecto en la provocación de esta
sido alimentado en esa forma desde el fin del segundo mes). respuesta en la oportunidad favorable en que apareció cuando
Nuestro método fué el siguiente: le dábamos el biberón y le empezábamos a alimentarlo. En otros términos, dudamos que
permitíamos alimentarse por un momento; después se lo qui- haya habido alguna imitación verbal a tan temprana edad. Ul-
tábamos y lo colocábamos frente a él. Empezaba a patalear, teriormente, claro está, aparece la así llamada imitación verbal,
a agitarse y a estirarse para alcanzarlo. Entonces, pronunciá- pero debido más a nuestra imitación del niño que a la que éste
bamos en voz alta el sonido-estímulo "da". Repetimos este hace de nosotros. Una vez condicionadas estas respuestas so-
procedimiento una vez por día durante tres semanas. Siempre noras, todo el lenguaje puede considerarse "imitativo", puesto
que empezaba a lloriquear y a quejarse le entregábamos el bi- que socialmente la palabra hablada de un individuo constituye
berón. El 5 de junio de 1922, pronunció la palabra "da-da" el estímulo que suscita la idéntica o diferente respuesta verbal
cuando lo estimulábamos y teníamos la botella delante de él. en otro.
Inmediatamente le dimos el biberón. En dicha ocasión este pro-
cedimiento se repitió con éxito en tres oportunidades; cada vez De este modo, al terminar los 6 y2 meses establecimos una
pronunciábamos la palabra-estímulo. Luego le sacamos la bo- respuesta verbal condicionada que aproximadamente correspon-
tella cinco veces, y sin necesidad de estimulación verbal por día, por así decirlo, al hábito de alcanzar, el cual ya es bas-
tante perfecto a los 150 días.
nuestra parte, dijo "dada" para recibir la botella. En uno de
los ensayos continuó diciendo "dada", "dada", "dada", repeti-
damente, sin que nada pronunciáramos nosotros. Después de DESARROLLO ULTERIOR DEL LENGUAJE
esta prueba, por espacio de varias semanas resultó tan fácil sus-
citar esta respuesta como provocar cualquier otro reflejo cor- Establecidas parcialmente las respuestas monopalábricas
poral. La respuesta verbal se limitaba casi exclusivamente a condicionadas, empiezan a formarse los hábitos de la frase y
este único estímulo. En contadas ocasiones, también respondió de la oración. Naturalmente, no se detiene el condicionamiento
verbalmente, cuando se le puso delante su conejo, pero no al de la palabra aislada. Todos los tipos de hábitos de palabras,
enseñársele otros objetos. frases y oraciones desarróllanse así simultáneamente.
Cuando B. — a cuyo condicionamiento verbal acabamos
Resultó muy interesante observar cómo el 23 de junio fué de referirnos —, dispuso de 50 palabras, advertimos la prime-
capaz de emitir nuevos tipos de sonidos: "bubu", "blabla" y ra combinación de dos palabras. Esto ocurrió el 13 de agosto
"gugu" (sonidos no aprendidos que recién se manifestaban). de 1923, a la edad de 1 año, 7 meses y 25 días. Desde un mes
En tal ocasión no pudo volver a pronunciar "dada". Balbuceó antes, le veníamos presentando sin ningún resultado un modelo
los otros sonidos persistentemente y uno tras otro, pero ni por verbal de dos palabras, tal como "hola papá" u "hola mamá",
un momento dijo "dada". Al día siguiente, "dada" apareció de que repetíamos durante cierto tiempo. Ese día, la madre ie
262 J. B. W ATSON EL CONDUCTISMO 263
dijo: "¡díle adiós a papá!" El modelo que ella le presentó fué tores que influyen sobre la rapidez con que se forman los há-
"adiós pa". El niño repitió tras ella, "dio", luego vaciló y cin- bitos de la páíabra, frase y oración.
co segundos después vino la palabra "pa". Esta hazaña le me-
reció una lluvia de caricias, elogios verbales, etc. Ese mismo LAS PALABRAS: SUSTITUTOS DE OBJETOS Y SITUACIONES
día, algunas horas más tarde, con igual intervalo entre los dos
sonidos, dijo "dió-bau au". El 15 de agosto, conseguimos que Del ejemplo anterior acerca de la formación de hábitos
dijese: "hola mamá", "hola Rosa", "ta-tá mamá" ("ta-tá" sig- monopalábricos y bipalábricos se desprende que el proceso es
nifica "gracias"). En cada caso era necesario presentarle el enteramente análogo al del establecimiento de los reflejos mo-
estímulo de las dos palabras a fin de poder provocar igual res- tores condicionados simples, tales como el retiro de la mano
puesta. También dijo: "papó-mamá", por primera vez. Sin el ante la aplicación de un estímulo auditivo o visual. Una vez
mencionado estímulo no nos era entonces posible suscitar una más podemos emplear nuestra fórmula familiar:
respuesta de dos palabras. El 24 de agosto, sin estimulación
alguna de parte de los padres, combinó dos palabras: señaló E R
el zapato del padre y düo "pato-pa", y luego "pato-ma" in-
dicando el de la madre. Durante los cuatro días siguientes usó Algún estímulo intraorgánico. Dada.
todas las mencionadas respuestas de dos palabras sin necesi- "Condicionándolo a la vista de la
botella. Dada.
dad de presentarle el modelo, y también algunas adicionales
que no conocía: por eiemplo, "pi-pi bau-au" (el perro está
orinando); "be-be va-va" (cuando un vecinito tomaba su ca- El estímulo incondicionado o no aprendido consiste en algún
rrito), "ma-má toa", "como pato", "quema mamá", "ben ma- cambio en los tejidos musculares y glandulares de las regiones
má". Frecuentemente repetía una y otra vez estas palabras y de la garganta, pecho y boca (naturalmente, cambios que a su
combinaciones cuando se lo llevaba a su pieza para que dur- vez pueden ser provocados por la estimulación del estómago
miera o hiciera la siesta. Como veremos más adelante, esta úl- o del ambiente). La respuesta no aprendida es la emisión vo-
tima observación es de gran importancia para la teoría con- cal que llamamos "dada". En otros términos, aquí, como en
ductista del pensar. la actividad manual, disponemos de respuestas no aprendidas e
A partir de esta época, el desarrollo en la etapa bipalá- acondicionadas con las cuales nos es dable empezar a cons-
brica se cumplió rápidamente. El período de tres palabras tar- truir. Vigilamos nuestras oportunidades y construímos sobre
dó en llegar, así como también la oración correspondiente a las esas bases. El condicionamiento de palabras a edad muy tem-
pautas sociales adultas comunes. Empero, ningún hecho nuevo prana es sumamente confuso, dado que sabemos muy poco acer-
pareció manifestarse durante estos períodos. ca de los estímulos fundamentales que provocan el repertorio
A los 3 años, esta criatura hablaba admirablemente, no obs- de las respuestas vocales no aprendidas. En verdad, conocemos
tante no haberse forzado para nada el desarrollo del lenguaje. más acerca de tales estímulos en relación con los animales que
Al año, sólo tenía 12 palabras, más o menos lo normal para con los niños. Sabemos que al frotar cierta parte del cuerpo
esa edad. A los 18 meses, sus únicas 52 palabras lo colocaban de una rana ésta croa. Podemos conseguir que un perro ladre,
muy por debajo del término medio, lo que ocurre a menudo que un mono emita cierto sonido, mas ignoramos "qué botón
cuando un niño es atendido en forma continuada por una "nur- apretar" en el cuerpo del niño para que éste diga "da", "bu-bu",
se" — en este caso tratábase de una francesa cuyo vocabula- "glub", "au", etc. Si lo supiéramos, nos sería dable establecer
rio inglés apenas era mayor que el del niño. Menciono estos palabras, frases y oraciones a muy temprana edad y con suma
hechos con el propósito de recalcar que son muchos los fac- rapidez. Todo cuanto podemos hacer en el caso del niño es
264 J. B. W A T SON EL CONDU CTISMO 265
esperar que emita un sonido lo más aproximado posible a al- glés, francés, alemán, castellano) cuanto a su pronunciación e
guna palabra usual y tratar de asociarlo con el objeto (hacerlo inflexión. Nos "es dado distinguir a un niño del sur por la for-
sustituíble) que provoca aquélla en el adulto. En otros térmi- ma en que pronuncia "negocio" ("store") o "puerta" ("door");
nos, ya a esa tierna edad tratamos de introducirlo en la con- por numerosas expresiones: "todos Uds." ("You all"), "¿pue-
vención verbal de su grupo. A veces tenemos que condicionar do llevarlo a casa?" ("may I carry you home?"); o por cierta
sílaba tras sílaba a fin de lograr una palabra completa, es de- dulzura y lentitud en el hablar. Sabemos que un niño es de
cir, que en una palabra larga acaso haya una docena de res- Chicago por la manera de articular esta sola palabra: agua
puestas condicionadas separadas. Así, una palabra larga corres- ("water"). Identificamos al canillita del barrio Este de Nueva
pondería al cuadro del aprendizaje en el laberinto que descri- York por su voz chillona y por su léxico. No sólo aprendemos
bimos en la pág. 238. Pero aun así, creemos que en los el idioma de nuestros padres, sino también sus modalidades
sonidos no aprendidos que emite el niño se dan todas las uni- idiomáticas. Estas diferencias entre el Norte y el Sur, el Este
dades de respuesta que más tarde al reunirse (por condiciona- y el Oeste, entre el latino u oriental y el negro o el sajón, no
miento) configuran las palabras de nuestros diccionarios. Por se deben a diferente conformación de la garganta o al número
consiguiente, todo cuanto el catedrático distinguido, elocuente y tipo de unidades de respuesta elemental infantil no apren-
y de palabra fácil dice en un apasionado discurso, no son más didas. Muchos padres del Norte de los Estados Unidos emigra-
que sus sonidos infantiles no aprendidos, reunidos por pacien- ron al Sur y sus hijos aprendieron a hablar el inglés meridio-
te condicionamiento durante su infancia, niñez y juventud. nal y no el inglés de Nueva Inglaterra. Los hijos de franceses
Una cosa parece absolutamente obvia en la formación de aprenden el inglés perfectamente cuando son llevados a un país
los hábitos verbales: que los reflejos condicionados de segun- de habla inglesa y educados por ingleses.
do, tercero y órdenes sucesivos se forman con suma rapidez. Exactamente la misma razón que impide a un herrero de
Es indiscutible que en el niño de 3 años la palabra "mamá" es 40 años aprender jamás danzas clásicas, hace que nos resulte
provocada : 1) al ver a la madre, 2) por la fotografía de la tan difícil hablar sin acento un idioma extranjero cuando ini-
misma, 3) por el sonido de su voz, 4) por el ruido de sus pa- ciamos su aprendizaje a edad madura. Las pautas habituales
sos, 5) al ver la palabra "madre" impresa, 6) al ver la misma de respuesta quitan al organismo su flexibilidad muscular: pro-
palabra manuscrita, 7) al ver la palabra francesa "mere" im- penden a formar las estructuras reales del cuerpo. Una per-
presa, 8) al ver la misma palabra manuscrita, y por muchos sona siempre deprimida cuyos músculos faciales hállanse siem-
otros estímulos, tales como la visión del sombrero, los vestidos pre como caídos, tiende a fijar aquella configuración facial que
o zapatos de su madre. Cuando aparecen dichos estímulos sus- definimos como triste, abatida, fúnebre. Además, aquí entra
titutos, la misma respuesta "mamá" se torna elaborada. A ve- en juego otro factor importante. La estructura de la laringe
ces la grita a voz en cuello, otras la pronuncia en un tono or- empieza a modificarse en la adolescencia: se torna menos fle-
dinario de conversación, ora en tono lloroso, ora muy profun- xible, menos capaz de amoldarse para la emisión de nuevos
damente, en ocasiones con dulzura, en ocasiones con brusque- sonidos.
dad. Si le presentáramos modelos verbales que él pudiese imi- En consecuencia, a medida que crece el niño, va estable-
tar, sería capaz de pronunciar "mamá" de muy diversas mane- ciendo una respuesta verbal condicionada para cada objeto y
ras. Ello significa que la respuesta "mamá" se hace con doce- situación de su ambiente externo. La sociedad, representada
nas y, acaso, con centenares de distintas posiciones musculares. por el progenitor, el maestro y otros miembros del grupo so-
En otros términos, cuando ensenamos al niño a seguir nues- cial, lo dispone todo para que suceda así. Mas por extraño que
tros pasos verbales, lo condicionamos verbalmente tal como lo de primer intento parezca, no es condicionado verbalmente a
fuimos nosotros — tanto respecto a las palabras mismas (in- los numerosísimos estímulos de su ambiente interno — a los
266 J. B. WATSON EL CONDUCTISMO 267
cambios que tienen lugar en las visceras mismas —, pues para tros sentidos. Lo llevamos a todas partes con nosotros, al igual
estos últimos sus progenitores y demás integrantes del grupo que nuestra organización corporal, en la organización muscu-
social carecen de palabras. En la actualidad, la mayoría de los lar y glandular de nuestro pecho y garganta (incluyendo, na-
sucesos viscerales no está verbalizada ni en la raza humana. turalmente, los órganos sensoriales de los músculos y el sistema
En el próximo capítulo nos ocuparemos del significado de este nervioso). Esta organización se halla presta a funcionar día y
hecho, y propondremos una explicación del así llamado "in- noche, cada vez que se presenta el estímulo apropiado. ¿Qué
consciente". es este estímulo apropiado?
ECONOMÍA ORGÁNICA DE SUSTITUIR OBJETOS POR PALABRAS ESTADIO FINAL DE NUESTRA ORGANIZACIÓN VERBAL (KINESTESIA)
El que cada objeto y situación del ambiente externo tenga Resulta ahora evidente que los hábitos verbales se forman
un nombre es de capital importancia. Las palabras no sólo son al igual que los manuales. Recordarán ustedes que en la pá-
susceptibles de suscitar — y en efecto suscitan — otras pala- gina 250 dijimos que una vez organizada una serie de res-
bras, frases y oraciones; en el adulto normal, inclusive pueden puestas (hábitos manuales) correspondientes a una serie de
provocar toda su actividad manual. En lo que respecta a la objetos, nos es dable ejecutar la primera sin tener presente la
provocación de respuestas, las palabras funcionan exactamente segunda. En otras palabras, cuando por vez primera tratamos
como lo hacían los objetos, cuyos sustitutos son. ¿No fué Jo- de aprender a ejecutar en el piano la tonada del "Yankee
NATHAN SWIFT quien hizo que uno de sus personajes, que no Doodle", con un dedo, miramos la partitura, vemos la nota sol
podía o no quería hablar, llevara consigo una bolsa con todos y la tocamos; después vemos la nota "la" y la tocamos; y así
los objetos de uso común, de suerte que en lugar de verse sucesivamente. Las notas constituyen una serie de estímulos
precisado a hablar para influir en la conducta ajena bastábale visuales, y las respuestas se organizan de acuerdo con ella.
sacar el correspondiente objeto de la bolsa y exhibirlo? En Poco después de haber practicado cierto tiempo, podemos se-
idéntica situación se encontraría hoy el mundo si careciéramos guir tocando aunque se nos retire la partitura. Hasta es po-
de esta equivalencia para las reacciones entre objetos y pala- sible que nos sentemos al piano a oscuras, si alguien nos lo
bras. Para imaginar el estado de impotencia en el cual se ha- solicita (en este caso la palabra hablada de un amigo es el
llaría la humanidad en tal caso, piénsese en lo que ocurriría estímulo inicial que pone en marcha el proceso), y tocar im-
en una casa en la cual hablándose sólo inglés, simultáneamente pecablemente. Sabemos cómo explicarlo. Sabemos que nues-
emplearan una "nurse" rumana, una cocinera alemana y un tra primera respuesta muscular — la primera nota que toca-
mayordomo francés. mos al empezar la melodía, sustituye el estímulo visual corres-
Piénsese qué economía de tiempo y qué ventaja para la pondiente a la segunda nota. Los estímulos musculares (kines-
cooperación social significa el disponer de sustitutos verbales tésicos) toman ahora el lugar de los estímulos visuales y el
de los objetos comunes a todos. proceso entero se repite con igual facilidad que antes.
Teóricamente el ser humano pronto llega a poseer en sí Ahora bien, en la conducta verbal ocurre exactamente lo
mismo un sustituto verbal para todo objeto existente Merced mismo. Supongamos que usted está leyendo en un folleto (su
a esta organización, desde entonces lleva el mundo consigo, madre presenta generalmente un modelo auditivo)': "Aní^el-de-
y puede manejar este mundo verbal en el aislamiento de su la-Guarda-dulce-compañía". La visión de la palabra "Ángel"
cuarto o cuando yace en su cama a oscuras. Muchos de nues- suscita la pronunciación de "ángel" (respuesta 1); la visión de
tros descubrimientos se deben en gran parte a esta aptitud pa- "de", la respuesta verbal "de" (respuesta 2), y así continúa
ra manejar un mundo de objetos en verdad no presente a nues- la serie. Pronto la mera pronunciación de "ángel" se convierte
268 J. B. WAT SON EL CONDUCTISMO 269
en el estímulo motriz (kinestésico) para decir "de". Ello ex- Ahora, cuando el señor Sims entró en la habitación, el hom-
plica porqué podemos prescindir del mundo de los estímulos bre común puda haber corrido a su encuentro y manifestado to-
y hablar libremente acerca de cosas vistas y oídas en lugares das las evidencias de "memoria", pero al llegar a él acaso
distantes, así como de cosas que acontecieron años atrás. Una hubiera vacilado respecto de su nombre. En tal caso, habría
palabra casual pronunciada por alguien delante nuestro es sus- tenido que recurrir a la disculpa corriente: "Su cara me resulta
ceptible de provocar la repetición de toda esta antigua organi- familiar, pero no puedo recordar bien su nombre". Lo que su-
zación verbal. Pero cabría preguntar, ¿no es esto "memoria"? cede en este caso es que las antiguas organizaciones manuales
y viscerales han persistido (estrecharse la mano, saludarse rui-
"MEMORIA" O RETENCIÓN DE LOS HÁBITOS VERBALES
dosamente, palmearse las espaldas), mientras que la organiza-
ción verbal ha desaparecido en parte, sino del todo. Una re-
Lo que el hombre común considera usualmente como me- petición del estímulo verbal (el sonido del nombre) restablece-
moria es lo que sucede en una situación como ésta: un viejo ría íntegramente el antiguo hábito.
amigo lo visita después de largos años de ausencia. En cuanto Pero tal vez el señor Sims ha estado ausente tanto tiem-
lo ve, exclama: "¡Por mi vida! Addison Sims, de Seattle! No po, o nuestra primera relación con él (período de práctica) ha
te había vuelto a ver desde la Exposición Mundial de Chicago. sido tan breve, que, después de una ausencia de diez años,
¿Recuerdas los buenos ratos que pasamos en el antiguo "Hotel toda la organización — manual, visceral y verbal (las tres son
Windermere"? ¿Recuerdas la avenida principal, etc., etc.?", y imprescindibles para la reacción completa) —, se haya per-
así hasta el infinito. La psicología de este proceso es tan sen- dido.
cilla, que el tratar de explicarlo casi parece un agravio a la Ustedes — en su terminología —, habrían "olvidado" por
inteligencia y, sin embargo, buen número de los más amables completo al señor Addison Sims.
críticos del conductismo afirman que éste es incapaz de ofrecer En el transcurso de nuestras vidas, diariamente somos or-
una explicación satisfactoria de la memoria. Veamos si es ganizados por las personas que encontramos, por los libros
cierto. Cuando el hombre común conoció al señor Sims, lo vio que leemos o estudiamos, y por los hechos eventuales que nos
y escuchó su nombre al mismo tiempo. Acaso no volvió a verlo acontecen. En ocasiones, la organización es incidental o casual;
hasta una semana o dos más tarde. Hubo de serle presentado en otras, nos es impuesta por maestros, verbigracia las tablas
otra vez. Nuevamente al ver al señor Sims oyó mencionar su de multiplicar, los hechos históricos, poemas, etc. Al aprender,
nombre. Poco tiempo después, entablaron amistad y se vieron a veces la organización es predominantemente manual, a veces
con regularidad, llegando realmente a intimar; vale decir, for- ampliamente verbal (verbigracia las tablas de multiplicar),
maron hábitos verbales y manuales de carácter recíproco y otras sobre todo visceral; por lo general, se combinan las tres.
frente a una situación igual o similar. En otras palabras, el En tanto el estímulo se presenta a diario (o con frecuencia),
hombre común se organizó para reaccionar en varias formas esta organización se renueva y fortalece de un modo cons-
de hábitos frente al señor Addison Sims. Por fin, el ver a este tante; pero si el estímulo se aleja o desaparece (período sin
último, aun después de meses de ausencia, no sólo suscitaba práctica), la organización se desintegra (la retención se torna
los antiguos hábitos verbales, sino también muchos otros tipos imperfecta). Cuando después de la ausencia se presenta una
de respuestas corporales y viscerales.* vez más el estímulo, las respuestas que involucran los antiguos
* En realidad tampoco es necesario que el señor Sims nos estimule visual-
tes de Seattle. Ello es susceptible de provocar el desarrollo de una cadena completa
mente ( o a través de cualquier otro órgano sensorial) para poner en movimiento
de organización verbal sobre los nombres de las personas que viven allí. Casi
el proceso verbal ( " m e m o r i a " ) que se relaciona con él. En el curso de una
inevitablemente también al nombre del señor Sims le tocaría el turno.
conversación comercial, alguien podrin preguntar acerca de cómo son los habitan-
270 J. B. WAT SON EL CONDUCTISMO 271
hábitos manuales reaparecen con el nombre (hábitos laríngeos), lo que no se puede ver. A medida que se descubren nuevos
la sonrisa y la risa (hábitos viscerales), y la respuesta es com- hechos científicos, redúcese cada vez más el número de fenó-
pleta — "la memoria" está intacta. Cualquier parte de esta menos inaccesibles a la observación, y, por consiguiente, tam-
organización puede hallarse total o parcialmente ausente. Lo bién el número de "perchas para colgar el misticismo".
que JAMES quiere significar cuando dice que un sentimiento de Al incorporar el pensar a los procesos biológicos, el con-
calor y familiaridad acompaña a la verdadera memoria, es, ductista propone una teoría científico-natural tan sencilla co-
desde el punto de vista conductista, que allí hubo una reten- mo el juego del tenis.
ción de la organización visceral, así como de las organizacio-
nes laríngeas y manuales. CONCEPTO CONDUCTISTA DEL PENSAR
Por "memoria", pues, sólo entendemos el hecho de que,
cuando nos encontramos de nuevo frente a cierto estímulo, des- El conductista afirma que lo que los psicólogos han lla-
pués de una ausencia de éste, repetimos las mismas acciones mado hasta hoy pensar, es, en síntesis, un hablar con nosotros
(pronunciamos las mismas palabras y exhibimos la antigua mismos. La evidencia de esta opinión es, lo admitimos, consi-
conducta visceral-emocional) que hemos adquirido en presen- derablemente técnica, pero es la única teoría hasta ahora pro-
cia del estímulo por primera vez. puesta para explicar el pensamiento en términos de ciencia na-
tural. A este respecto deseamos afirmar expresamente que al
¿QUE ES EL PENSAR? desarrollar este concepto nunca hemos creído que los movi-
mientos laríngeos (véase pág. 258), como tales, desempeñen
Antes de tratar de comprender la teoría conductista del el papel principal en el pensar. Concedemos que, a fin de con-
pensar, ¿no querría el lector abrir cualquier tratado de psico- seguir mayor sencillez pedagógica, en nuestras exposiciones
logía introspectista y leer el capítulo que se le dedica? ¿No anteriores nos hemos expresado en términos susceptibles de in-
querría tratar de digerir algo del pábulo brindado por los fi- terpretarse de tal manera. Nos ha sido dable comprobar mu-
lósofos acerca de esta importantísima función? Nosotros he- chas veces que se puede extirpar la laringe sin destruir la
mos intentado hacerlo, y tuvimos que renunciar. Creemos que aptitud de pensar de una persona. La ablación de la laringe
también el lector renunciaría. Pero, hasta no haber leído tales destruye el habla articulada, pero no el habla murmurada. El
explicaciones, que no enrostre al conductista la endeblez de su habla murmurada (sin articulación) depende de las respuestas
exposición. Es una teoría muy sencilla. La única dificultad musculares de las mejillas, garganta y pecho; organización
reside en nuestra organización previa. Ni bien oímos hablar que, con seguridad, se vigorizó con el uso de la laringe, pero
de ella empezamos a resistirla, a reaccionar en forma negativa. que subsiste apta para funcionar después que ésta ha sido ex-
Tanto cuando nos sentábamos en el regazo de nuestra madre tirpada. Quienquiera haya leído nuestros escritos sabe que
como en los laboratorios psicológicos, se nos enseñó a decir siempre hemos tratado de destacar la enorme complejidad de
que el pensamiento es algo peculiarmente incorpóreo, algo su-
mamente intangible, sumamente evanescente, algo esencialmen- la musculatura de la garganta y del pecho. Pretender que una
te mental. Para el conductista, aquella resistencia se debe a la masa cartilaginosa, como la de la laringe, sea responsable del
renuencia de los psicólogos a desistir en su psicología de las pensar (lenguaje interior), es como decir que el,hueso y el car-
enseñanzas religiosas. En razón de la naturaleza oculta de la tílago que componen la articulación del codo forman el órgano
musculatura que lo realiza, el pensar siempre ha sido inacce- principal con el cual se juega al tenis.
sible a la observación y a la experimentación directa. Además, Nuestra teoría sostiene que los hábitos musculares apren-
hay una fuerte y permanente inclinación a tildar de misterioso didos en el lenguaje explícito son los causantes del lenguaje
272 J. B- W A T SON
EL CONDUCTISMO 273
implícito o interior (pensamiento). Sostiene asimismo que exis-
ten centenares de combinaciones musculares con las cuales pue- gua no siempre están presentes en el lenguaje interior. Esto,
de uno pronunciar, ya en alta voz, ya para sí mismo, casi cual- aunque fuera cierto, no interesa aquí. Si bien tiene muy de-
quier palabra; tan rica y flexible es la organización verbal y licados receptores, la lengua en cuanto músculo es un órgano
tan variados son nuestros hábitos de lenguaje explícito. Nos grueso que sirve para remover la comida. Indudablemente des-
consta que un buen imitador es capaz de expresar las mismas empeña un papel en el lenguaje interior, pero acaso sea similar
frases en docenas de formas diferentes: con voz de bajo, tenor, al de la mano del cornetista cuando la coloca sobre la trompa
mezzo, soprano; en un profundo suspiro, en un suave susurro, de su instrumento para modificar el sonido.
en tono arrabalero; con acento francés, con timbre infantil, etc.
El número y la variedad de los hábitos que formamos al ha- ALGUNAS PRUEBAS POSITIVAS DEL CRITERIO CONDUCTISTA
blar una palabra cualquiera, se aproxima al centenar. Desde
la infancia, empleamos el habla mil veces por cada una que (1) Nuestra principal fuente de evidencia finca en la con-
usamos las manos. De esta circunstancia deriva una comple- ducta infantil. Cuando se halla a solas, el niño habla incesan-
jidad de organización que, al parecer, ni siquiera los psicólogos temente. A los tres años inclusive enuncia en voz alta su pro-
pueden captar. Además, una vez establecidos nuestros hábitos grama diario, tal como en numerosas ocasiones lo confirmó
de lenguaje explícito, hablamos constantemente con nosotros nuestro propio oído aplicado al agujero de la cerradura de la
mismos (pensar). Ocurren nuevas combinaciones, surgen nue- puerta de la nursery. La sociedad, representada por la niñera
vas complejidades, tienen lugar nuevas sustituciones: por ejem- o los padres, pronto interviene: "No hables en voz alta; papá
plo, cuando el encogerse de hombros o un movimiento de y mamá no están hablando siempre consigo mismos". Pronto
cualquier otra parte del cuerpo se sustituye por una palabra. el lenguaje explícito se apaga hasta transformarse en un mur-
Pronto cada una de las respuestas corporales y todas ellas mullo, y un buen lector de movimientos labiales puede seguir
son susceptibles de convertirse en un sustituto verbal (véase lo que el niño piensa del mundo y de sí mismo. Algunos indi-
pág. 266). viduos nunca hacen ni siquiera tal concesión a la sociedad.
La objeción que en ocasiones se ha hecho a esta teoría Cuando se hallan a solas hablan en voz alta consigo mismos.
es que los así llamados procesos centrales pueden ocurrir en Un número aun mayor jamás sobrepasa el estadio de murmu-
el cerebro de tan débil manera, que ningún impulso nervioso rar cuando se encuentran a solas. Obsérvese a las personas
pase del nervio motor al músculo; de ahí que no se verifi- que leen en el tranvía; atísbese por el ojo de la cerradura a los
que respuesta alguna en los músculos y glándulas. Inclusive individuos no muy socializados que se encuentran solos y es-
LASHLEY y sus discípulos, a raíz de su gran interés por el sis- tán pensando. Empero, la continua influencia de la presión so-
tema nervioso, parecen sustentar este criterio. Recientemente, cial hace que la gran mayoría de las personas pase al tercer
AGNES N. THORSON * halló que los movimientos de la len- estadio; frases como: "Déjese de murmurar consigo mismo",
"¿No puede leer sin mover los labios?", y otras análogas, son
* "The Relation of Tongue Movements to Internal Speech" (Relación entre requerimientos constantes. En breve, el proceso habrá de des-
los movimientos de la lengua y el lenguaje interior), "Journal of Experimental arrollarse detrás de los labios. Protegidos por estos muros po-
Psychology", 1925. Sus experimentos son muy poco convincentes. Los movimientos
de la lengua se registraron mediante un sistema de delicadas palancas. Si no
hubieran obtenido resultados confirmatorios, quizá se habría podido tener con- tivos. Es preciso modificar la conclusión de que puesto que con el empleo de este
fianza en este dispositivo, pero el método era demasiado inexacto como para basar método no se pudo hallar una correlación entre el movimiento de la lengua y el
en ellos conclusiones negativas. Ningún instrumento de sensibilidad inferior a la lenguaje interior "queda sólo en pie la hipótesis que las actividades son intra-
del galvanómetro de cuerda puede inspirar confianza en caso de resultados nega- neurales, y que no involucran necesariamente la expresión motriz en cada etapa
del proceso".
274 J. B. WAT SON EL C O N D U C T I S M O 275
demos llamar a un rufián como se nos antoje, sin sonreír con sus manos, piernas y tronco?" Usted contestará acertada-
siquiera. A la mujer aburrida podemos decirle cuan terrible mente: "¡cada vez que un movimiento de las manos, piernas
resulta en verdad, y de inmediato sonreírle y formularle abier- y tronco, me ayude a librarme de una situación a la cual no
tamente un cumplido. me adapto!" A este respecto hemos citado dos ejemplos en la
(2) Hemos reunido abundante material probatorio de que pág. 230: ir a la heladera y comer cuando se intensificaban
los individuos sordos y mudos que al hablar en lugar de pala- las contracciones del hambre; pegar una hoja de papel sobre-
bras utilizan movimientos manuales, al pensar emplean las mis- una rendija de la persiana a fin de que no filtre la luz. De-
mas respuestas manuales que cuando hablan. Pero inclusive searía formular una pregunta más: ¿cuándo actuamos explí-
en su caso la sociedad les obliga a reducir sus movimientos citamente con nuestros músculos laríngeos?; en otras palabras:
al mínimo, de suerte que a menudo es difícil obtener evidencia ¿cuándo hablamos en voz alta? La contestación es: siempre
de las respuestas explícitas. Debo al doctor W. I. THOMAS que una situación lo requiera; toda vez que una acción vocal
la siguiente observación: el doctor SAMUEL GRIDLEY HOWE, explícita nos ayude a salir de una situación de la cual no nos
superintendente del Instituto Perkins y Asilo para Ciegos de sería factible librarnos de otra manera. Por ejemplo: subo a
Massachusetts, enseñó a LAURA BRIDGMAN, sordomuda y ciega, una tribuna para dar una conferencia; no me abonarán mis
un lenguaje manual. Certifica (en uno de sus informes anuales cincuenta dólares a menos que las palabras se pronuncien. Se
del Instituto) que aun en sueños Laura hablaba consigo misma ha roto el hielo y me encuentro en el agua; no puedo salvarme
empleando tal lenguaje con suma rapidez. si no pido socorro a gritos. Otro caso: alguien me dirige una
Acaso siempre será difícil reunir un número incontrastable pregunta; por cortesía debo contestar con amabilidad.
de pruebas positivas que abonen este punto de vista. Los pro- Todo esto parece muy claro. Volvamos ahora a la primera
cesos son débiles, y otros procesos, verbigracia la deglución, pregunta: ¿cuándo pensamos? Y tengamos presente que pen-
respiración, circulación, continúan permanentemente, y quizá sar, según nuestra teoría, es hablar subvocalmente. En todo
oscurecerán siempre las actividades más delicadas del lenguaje momento pensamos que merced al uso subvocal de nuestra
interior. Mas no existe en la actualidad otra teoría admisible, ni organización verbal podemos salvarnos de una situación a la
criterio alguno que pueda armonizar con los hechos fisiológicos que no nos adaptamos. Miles de ejemplos se nos ofrecen a
conocidos. diario. Mencionaremos uno algo dramático. El patrón de R.
Ello deja todo el peso de la prueba a cualquier hipótesis lo llamó un día y le dijo: "Creo que si se casara, usted llega-
contraria, tal como la presentada por los imaginistas y por los ría a ser un miembro más estable de esta empresa. ¿Lo hará?
psicólogos irradiacionistas (irradiationists). Naturalmente, a to- Deseo que me conteste de una manera u otra antes de salir
dos nos interesan los hechos. Si, una vez obtenidos, probasen de esta habitación, pues, o se casa o lo despido". R. no puede
que su teoría es insostenible, el conductismo renunciaría a ella hablar consigo mismo en voz alta. Revelaría demasiado acerca
harto gustoso. Pero al mismo tiempo habrá de renunciarse a de sus asuntos privados. De todos modos, si lo hiciera, pro-
toda la concepción fisiológica — de la actividad motriz — o sea, bablemente lo despedirían. La acción manual no puede sacarlo
a la teoría de que la actividad motriz sigue al estímulo sensorial. del brete. Debe pensarlo cuidadosamente, y luego decir en voz
alta sí o no: dar la respuesta final explícita de una serie com-
CUANDO Y COMO PENSAMOS pleta de reacciones subvocales. No todas las situaciones que
han de enfrentar las respuestas subvocales del lenguaje son
Antes de tratar de contestar a la pregunta "¿cómo pensa- tan severas ni tan dramáticas. Diariamente se nos formulan
mos?", planteemos al lector esta otra: "¿cuándo actúa usted preguntas como éstas: "¿quiere almorzar conmigo el martes?",
EL CONDUCTISMO 277
276 J. B. W A TS O N
"¿viajaría usted a Uruguay la semana próxima?", "¿podría aclarar mediante un ejemplo. Poquísimas son las personas ca-
prestarme cien pesos hasta fin de mes?", etc. paces de decir de inmediato el producto de 333 por 33; sin
Nos gustaría sugerir ciertas definiciones y proposiciones embargo, todos estamos familiarizados con la aritmética sub-
de acuerdo con nuestra teoría del pensar. vocal. No se requiere ningún nuevo procedimiento, y con unos
pocos movimientos verbales ineficientes (chapúceos verbales)
El término "pensar" debería abarcar toda conducta ver- es posible llegar a la respuesta correcta. Existe la organiza-
bal, o de cualquier índole, que se desarrolle subvocalmente. Si ción para efectuar esta operación, mas se encuentra un poco
aceptamos erta proposición, ¿las personas que hablan o mur- entorpecida. Debe ejercitársela antes de que la operación pue-
muran consigo mismas, están pensando? Por definición esto da realizarse con facilidad. Unas cuantas semanas de intensa
no sería pensar en sentido estricto. De tales casos tendríamos práctica de multiplicar números de tres cifras por números de
que decir: habla de sus problemas consigo mismo en alta voz dos capacitarán para contestar correctamente casi de inmediato.
o lo murmura. Ello no significa que el pensar sea en verdad En este tipo de pensar hallamos algo similar a lo que ocurre
distinto del proceso de hablar o murmurar en voz alta consigo con muchas actividades manuales. Casi todos sabemos bara-
mismo. Mas, puesto que la mayoría de las personas realmente jar y repartir naipes y, al cabo de unas largas vacaciones de
piensa según la estricta definición del término, ¿cuántas dife- verano, por lo general somos bastante expertos en ello. Pero,
rentes clases de pensar será preciso suponer a fin de dar cuenta si luego de uno o dos años sin jugar tenemos que mezclar y
de todos los hechos conocidos del pensar? Hechos a los que dar, la operación resulta algo torpe, y transcurrirán varios días
llegamos mediante la observación de los resultados finales del antes de realizarla otra vez con destreza. De modo semejante,
pensar. Por resultado final entendemos la palabra hablada ex- en esta clase de pensar ejercemos implícitamente una función
plícita final (conclusión) del individuo, o la acción manual que verbal que nunca hemos adquirido por completo, o que hemos
ejecuta una vez terminado el proceso del pensar. Creemos que adquirido hace tanto tiempo que se ha perdido algo en la re-
todas las formas del pensar son susceptibles de clasificarse de tención .
la siguiente manera:
(1) Uso subvocal de palabras ya completamente incorpo- (3) Existe aún otro tipo de pensar. Históricamente, se
radas al hábito. Por ejemplo, formulemos esta pregunta: "¿cuál lo llamó pensamiento constructivo, planeamiento, etc. Entraña
es la última palabra de esta breve oración: "Ángel de la Guar- siempre igual cantidad de aprendizaje que el primer ensayo. La
da, dulce compañía... ?" Si la pregunta no ha sido formulada situación es para nosotros nueva, o prácticamente nueva; es
antes, quien debe contestarla la recita toda para sí, y luego decir, tan nueva como puede resultarnos cualquier situación.
responde explícitamente la palabra "día". El pensar de esta Antes de examinar el caso de una nueva situación de pensar,
índole no involucra aprendizaje alguno. Se recorre el antiguo reaccionemos a una nueva situación manual. Primeramente le
hábito verbal exactamente de la misma manera como el mú- vendamos a usted los ojos y luego le entregamos un rompe-
sico experto ejecuta una selección familiar o un niño recita en cabezas mecánico formado por tres anillos entrelazados: el
voz alta una tabla de multiplicar bien memorizada. Meramente problema consiste en separarlos. Ninguna cantidad de pen-
ejercitamos de modo implícito una junción ya adquirida. sar o "razonar", ni siquiera hablar en voz alta o murmurar
(2) Un pensar de tipo algo distinto tiene lugar cuando aportará la solución. Tirará de los anillos, los hará girar en
procesos verbales implícitos bien organizados se inician por si- una u otra dirección; por fin, cuando se dé una determinada
tuaciones o estímulos, pero que no han sido ejercitados lo su- combinación de posiciones, los anillos se separarán de golpe.
ficiente o tan recientemente como para que funcionen sin cierto Tal situación representa un ensayo: el primero en un experi-
aprendizaje o reaprendizaje. También en este caso podemos mento corriente de aprendizaje.
278 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 279
De manera similar, a veces enfrentamos nuevas situaciones ¿Qué pruebas tiene el conductista de que el pensar com-
ante las cuales sólo podemos reaccionar mediante el pensar. plicado, tal como se acaba de describir, se desenvuelve en for-
Consideremos un ejemplo. ma de lenguaje interior? Obtenemos algunos datos pidiendo a
Un amigo nos comunica que está organizando una em- nuestros sujetos que piensen en voz alta. Su conducta es psi-
presa. Nos pide que abandonemos nuestra espléndida posición cológicamente harto similar a la de la rata en el laberinto. La
actual e ingresemos como socios a partes iguales. Se trata de rata inicia con lentitud su movimiento desde el punto de en-
una persona de responsabilidad, con sólido respaldo financiero. trada; recorre rápidamente los caminos rectos; se equivoca en-
Presenta su propuesta en forma atrayente. Insiste en las bue- trando en callejones sin salida y a menudo en lugar de ir
nas ganancias que obtendremos. Acentúa el hecho de que se- directamente hacia el alimento, vuelve al punto de partida, y
remos nuestros propios patrones. Debe deiarnos en seguida pa- luego de haber regresado, sale otra vez hacia la comida.
ra visitar a otras personas interesadas en la operación. Nos Formulemos ahora una pregunta a nuestro sujeto. Que nos
pide que dentro de una hora lo llamemos por teléfono y le explique para qué sirve un determinado objeto (debe serle
hagamos conocer nuestra resolución. ¿Pensaremos? ¡Sí!, por nuevo, desconocido y complicado) y pidámosle que lo vaya
sunuesto, y caminaremos de un lado a otro, nos rascaremos la pensando en alta voz. Veremos cómo irá metiéndose en toda
cabeza, fumaremos; acaso lleguemos a transpirar. Sigamos el clase de callejones sin salida, se perderá, volverá atrás y nos
proceso paso a paso. Todo nuestro cuerpo está tan activo co- pedirá que le permitamos recomenzar, le enseñemos el objeto
mo si estuviéramos picando piedras, pero nuestros mecanismos o que le repitamos todo lo que le hemos dicho acerca del mismo,
laríngeos marcan el paso: son ellos los que dominan. hasta que llega a la solución o renuncia a ella (el equivalente
En este tipo de pensar el punto más interesante lo cons- del abandono que hace la rata de sus tentativas de descubrir
tituve el hecho de que una vez encaradas o resueltas tales si- el problema del laberinto: acostarse y dormir).
tuaciones de pensar, por lo regular no tenemos eme encararlas Estamos seguros que si ustedes intentasen esta prueba
nuevamente en la misma forma. Sólo tiene lugar el primer en- quedarían convencidos de estar en posesión de la historia fiel
savo del proceso del anrpndizaje. Pero también muchas de de cómo el sujeto resolvió el problema mediante su conducta
nuestras situaciones manuales se asprnpian a ésta. Sunonga- verbal. Entonces, si admiten conocer la historia completa del
mos eme partimos en coche hacia Washington y que no enten- pensar cuando aquél piensa en voz alta, ¿por qué hacerlo un
demos mucho de motores. El auto se detiene: algo se ha des- misterio cuando piensa para sí mismo?
compuesto. Trabajamos y trabajamos; por fin, conseguimos Pero, ¿cómo sabe el sujeto cuándo debe interrumpir su
ponerlo en marcha. Cincuenta millas más adelante el motor pensar?, ¿cuándo ha solucionado su problema? La rata "sabe"
vuelve a funcionar mal. Enfrentamos otra vez la situación. cuándo tiene resuelto su problema porque consigue el alimento
En la vida real pasamos de una situación difícil a otra, pero que calma las contracciones de hambre. ¿Qué hace el hombre
cada situación es algo diferente de todas las demás (excento cuando ha resuelto un problema verbal? La respuesta es igual-
cuando estamos adquiriendo funciones definidas, como escribir mente sencilla. ¿Por qué en el caso mencionado en la pág. 230,
a máemina u otros actos de pericia). No nos es dable trazar nuestro sujeto no siguió pegando papel sobre la rendija de la
las curvas de cómo salvamos estas situaciones como en el la- persiana, una vez tapada la entrada de luz? Porque ya no
boratorio lo hacemos respecto del aprendizaie. Nuestra acti- existía el estímulo de la luz para mantenerlo en movimiento.
vidad pensante cotidiana transcurre exactamente de la misma Lo mismo ocurre en las situaciones del pensar: mientras en la
manera. Las situaciones verbales complicadas deben ser medi- situación (verbal) haya elementos que sigan estimulando al
tadas a fondo, pero una sola vez. individuo a un ulterior lenguaje interno, el proceso continúa.
280 J. B. W A T SON EL COND U CTISMO 281
Cuando llega a una conclusión verbal, no hay estímulo ulterior cese. Jamás se había hecho antes algo igual. El trabajo
para el pensar (equivalente a la obtención de alimento). Pero, terminado - suscita de una manera u otra sus reacciones
la conclusión verbal, el "que es lo que se trataba de demostrar", emocionales. Puede deshacerlo y volverlo a hacer. O, en
puede no alcanzarse en una prueba — el sujeto puede cansarse cambio, puede sonreír y exclamar: "Voilá, parfait". En
y aburrirse. En tal caso, se acuesta y prosigue al otro día — este caso, la modelo se mirará al espejo, sonreirá y dirá:
si es que debe proseguir. "Merci, monsieur"; los otros asistentes exclamarán: "¡Magnifi-
que! Atención. Ha nacido un nuevo modelo de Patou!" Pero
Cómo se crea lo "nuevo". — Una pregunta natural que supongamos que un modisto rival se halle presente y que Patou
surge a menudo es: ¿cómo logramos nuevas creaciones verbales, le oiga decir en un aparte: "Muy lindo, ¿pero no se parece
verbigracia, un poema o un brillante ensayo? La contestación un poco al que realizó hace tres años? ¿No se está anticuando
es: manejando palabras, mezclándolas hasta hallar una nueva Patou? ¿No está envejeciendo demasiado para mantenerse a
pauta. Dado que Cuando empezamos a pensar jamás nos en- tono con este mundo tan velozmente cambiante de la moda?"
contramos dos veces en la misma situación general, las pautas Entonces cabría esperar que Patou despedazara su creación y
verbales serán siempre distintas. Los elementos son todos viejos; la pisoteara. En este caso la manipulación empezaría otra
las palabras que se presentan no son sino las de nuestro voca- vez. Hasta que la nueva creación no despierte la admiración
bulario corriente; sólo difiere la disposición. ¿Por qué quienes y los elogios, tanto suyos (una reacción verbalizada o no) como
no somos literatos sernos incapaces de escribir un poema o un de los aíenos, la manipulación no estará completa (el equiva-
ensayo no obstante poder emplear todas las palabras del hombre lente de la rata que consigue llegar al alimento).
de letras? He aquí la contestación: no es nuestra profesión, no El pintor conduce su trabajo de la misma manera. Tam-
trabajamos con palabras, nuestra manipulación de palabras es poco el poeta puede jactarse de emplear otros métodos. Quizá
deficiente; la del literato es buena. Así como nosotros hemos este último acaba de leer a Keats o regresa de un paseo al
manipulado las teclas de una máquina de escribir o un grupo claro de luna en el jardín; tal vez su hermosa prometida le ha
de datos estadísticos, o madera o bronce o plomo, él ha ma- insinuado con cierto enojo que nunca cantó su belleza con pa-
nejado palabras ba¡o la influencia de diversas situaciones emo- labras bastante apasionadas. Se encamina a su cuarto; la
tivas y prácticas. El caso de la conducta manual también puede situación está preparada para él: la única forma que tiene de
ayudarnos en este caso. ¿Cómo crea Patou un nuevo modelo? salir del paso es hacer algo y la única cosa que puede hacer
¿Tiene algún cuadro en su mente? ¿Alguna imagen de cómo es manipular palabras. El contacto del lápiz suscita la actividad
será el vestido una vez terminado? No, porque si así fuese verbal de la misma manera que en el fútbol el silbato del juez
no perdería su tiempo en componerlo: haría un bosquejo del lanza a un grupo de hombres a la lucha. Naturalmente, muy
mismo o simplemente le indicaría a su asistente cómo hacerlo. pronto empiezan a fluir las palabras que expresan su situación
Tengamos en cuenta que al empezar su trabaio de creación romántica — en tal situación no podría componer una elegía
dispone ya de una enorme organización tocante a vestidos. fúnebre ni un poema humorístico. Una vez más la situación en
Lleva en la punta de los dedos todo cuanto guarda relación la que se halla difiere levemente de cualquiera anterior, y por
con la moda actual, así como todo lo hecho en el pasado. ello el modelo de su creación verbal será también levemente
Llama a su modelo, toma una nueva pieza de seda, la envuelve nueva.
con ella, tira la tela de un lado, luego del otro, la ajusta al
talle o la afloja, la levanta y la baja, alarga o acorta la pollera. ¿TIENEN LOS ACTOS ALGÚN SIGNIFICADO?
Manipula el material hasta que toma el aspecto de un vestido. Una de las más importantes críticas hechas al punto de
Debe reaccionar como a algo nuevo antes de que la manipulación
vista conductista del pensar, es la de que no explica el sig-
282 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 283
nificado en los actos. Creo que puedo en este caso apuntar a preparar huevos fritos con tocino. En otra oportunidad, voy
la pobreza lógica de la crítica. Debe juzgarse la teoría con- a buscar agua al arroyo para apagar el fuego cuando ya no lo
ductista por sus propias premisas. Ellas no contienen afirma- necesito en el campamento. En otra, corro calle abajo gritando
ciones respecto del significado. Se trata de una palabra histórica "¡fuego!", busco afanosamente un teléfono y llamo a los bom-
tomada de la filosofía y de la psicología introspectista. Carece beros. En distinta ocasión, cuando me rodea el fuego en un
de connotación científica. Pero volvamos a esos psicólogos fi- bosque en llamas, me tiro en el lago. En un día frío, me paro
lósofos que la usan. ¿Podemos sacar algo en limpio de lo frente al fuego para calentar mi cuerpo. Otra vez, bajo la
que dicen? influencia de algún agitador criminal, tomo un tizón llameante
Permítasenos parafrasear sus palabras: el significado de e incendio todo un villorio. Si ustedes están dispuestos a con-
la naranja fragante y amarilla delante nuestro es una idea, pero venir que "significado" no es sino una manera de decir que de
en todo momento hay en mi mente en lugar de una percepción todas las formas en que puede reaccionar un individuo frente a
una idea, cuyo significado es otra idea, y así adelante ad in- su objeto, en un caso reacciona solamente en una de estas for-
finitum. Ni la señora EDDY, inclusive en sus más ingeniosos mas, entonces nada tenemos que objetar a la palabra "signifi-
momentos verbales, pudo haber construido nada más adecuado cado". Si bien hemos elegido nuestros ejemplos en el terreno
para hacer sufrir los suplicios de Tántalo al investigador seria- manual, igual procedimiento es perfectamente aplicable al terreno
mente afanoso de conocimiento, que la explicación corriente de verbal. En otras palabras, cuando comprendemos la génesis
significado. de todas las formas de conducta de un individuo y también las
Puesto que a fin de protegerse, el conductista debe dar variedades de su organización, podemos disponer o manipular
alguna explicación; he aquí nuestra versión. ¡Tomemos como diversas situaciones que provocarán una u otra forma de orga-
nización, entonces, la expresión "significado" dejará de ser ne-
ejemplo un caso sencillo!: el objeto "fuego". cesaria. "Significado" es solamente una forma de expresar lo
(1) Yo he sido quemado con fuego cuando tenía tres años que el individuo está haciendo.
de edad. Con posterioridad a esta experiencia, durante algún
tiempo escapaba del fuego. Pero un suave proceso de incondi- De esta manera, el conductista puede invertir la relación
cionamiento, logra hacerme superar la respuesta negativa ab- con sus críticos. Ellos no pueden dar ninguna explicación del
significado. El conductista puede; mas no cree que tal palabra
soluta. Entonces tiene lugar un nuevo condicionamiento. sea necesaria o útil sino como mera expresión literaria.*
(2) Aprendo a buscar la proximidad del fuego al volver En este bosquejo preliminar de la función del lenguaje en
del frío exterior. nuestra organización total, quedan indudablemente muchas co-
(3) Aprendo a utilizarlo para cocinar mi pescado y las sas por aclarar. En el próximo capítulo examinaremos dos de
piezas de la primera excursión de caza. los puntos más difíciles de resolver y que no hemos tratado
(4) Aprendo que puedo fundir el plomo en él, y que si aún: (1) ¿cuál es la relación entre la conducta verbal y la
caliento el hierro al rojo, puedo forjarlo según mis necesidades. conducta manual y visceral?; (2) ¿pensamos siempre con
Durante un período de años me condiciono al fuego en palabras?
cien formas distintas. En otras palabras, según la situación * Similarmente podría invertirse muchas expresiones introspectistas. Por ejem-
en la cual me encuentre y de la serie de situaciones que con- plo, la atención. Si lo deseara, el conductista podria "explicar" la atención, defi-
ducen a la presente, puedo realizar una de cien cosas en nirla y emplearla. Pero no necesita esta palabra. El introspectista, inclusive JAMES,
presencia del fuego. En verdad, realizo solamente una por vez. debe definirla en términos vitalistas, como un proceso activo que elige esto o
¿Pero cuál? Aquella que provocan mi organización previa y mi aquello de entre los acontecimientos. Tales términos, como es natural, desaparecen
sólo muy lentamente. Hasta que no hayan desaparecido del todo, siempre se criticará
estado psicológico presente. Tengo hambre, el fuego me invita la explicación conductista por inadecuada.
XI. ¿Pensamos Siempre con Palabras?
INTRODUCCIÓN
y ambos: "¡matémosla!" Uno corre en busca de un palo y y después; las glándulas del estómago cambian su ritmo; el
el otro de una piedra. Mientras buscan estas armas al borde aparato de. eliminación trabaja probablemente en forma más
del camino, la culebra se interna en el matorral. Uno grita a lenta o más intensa; todas las visceras deben tomar parte en el
viva voz: "¡ahí va, a la derecha, bajo aquel pequeño pino!" entrenamiento. En el capítulo IV hemos hablado de la gran
¿Cabe alguna duda acerca de si esta cascabel provocó una masa de tejido muscular liso que hay en todo el cuerpo. Entra
reacción profunda en ambos individuos? ¿Es posible dudar de en la formación del estómago, el corazón, los pulmones, el
que la organización verbal, manual y visceral funcionan simul- diafragma, los vasos sanguíneos, las glándulas, los órganos
táneamente? excretorios y sexuales. Señalamos allí la progresiva acumula-
¿Quién puede tirar con precisión y dirigir correctamente una podremos leer sus palabras sin necesidad de preguntarle nada:
pelota de golf si las funciones eliminatorias sudoríparas no "Estaba demasiado cerca de la pelota. Debo aprender a que-
funcionan o lo hacen demasiado intensamente, provocando la darme más atrás. Doblé mis piernas; no puse cuidado". Ob-
sequedad de la boca — si la digestión está trastornada, si se sérveselo cuando se apronta en el tiro siguiente para pegar.
bosteza justo en el momento de tirar; si los estímulos sexuales Se dice a sí mismo: "quédate un poco más atrás" — y da
internos insisten? Al realizar actos de habilidad, todos estos un paso atrás; "no adelantes tanto el pie izquierdo o te res-
procesos han de estar en regla. Son tan perniciosos para la balarás" — y en seguida retrae al pie. Además de su utilidad
eficacia como la inestabilidad y el temblor en los músculos para llamar la atención en el club, la organización verbal cons-
estriados de nuestros brazos y piernas o el dolor muscular en tituye una parte íntima de la organización total que interviene
las manos y dedos. en el aprendizaje del juego.
Debemos suponer, pues, que el aprendizaje de las visceras, El conductismo cree que el proceso verbal, ahí donde se
aun en actos de destreza motriz, es exactamente tan importante halle presente, representa siempre una parte realmente funcio-
como el de las manos y de los dedos. El lenguaje es un ele- nante en todos los actos de destreza.
mento de equivalente importancia en la organización total del Si se acepta esta opinión, o sea, que nosotros verbalizamos
cuerpo.* nuestros actos manuales, tendremos un nuevo criterio para
Y por cierto, a menudo más importante todavía. El hombre considerar la "memoria", lo cual hemos discutido en el último
de negocios debe hablar de golf, caza y pesca aunque no esté capítulo. Vemos que la "memoria" es realmente el funciona-
en condiciones de exhibir mucha autoridad en estas activi- miento de la parte verbal de un hábito completo. Una vez
dades. Si su habilidad está por debajo de sus afirmaciones verbalizado un hábito corporal, siempre nos es dable hablar
verbales siempre podrá rehusarse a jugar al golf, cazar o de él. Si no pudiésemos hablar de golf, la única forma mediante
pescar, mas si permanece en un grupo de deportistas no podrá la cual nos sería dable probar o exhibir nuestra organización
negarse a hablar de ellos. a su respecto (nuestra memoria del juego) consistiría en ir al
Pronto reaccionamos verbalmente, en forma explícita o campo de golf y recorrerlo jugando un hoyo tras otro. Pero
implícita, primero frente a casi todas las situaciones (el llamado la situación que pone en movimiento nuestra organización verbal
"dominio" de reacciones verbales), luego siguen las reacciones acerca de dicho juego se verifica mil veces más frecuentemente
manuales y viscerales, en el orden y hasta el punto en que que la situación real que pone en movimiento nuestra organi-
han sido condicionadas. Con otras palabras, en nuestra condi- zación para jugarlo (presencia simultánea de links, tranquili-
ción de adultos complicados, nos comportamos como si los dad, palos, pelotas de golf, compañeros, traje, y además la
condicionamientos verbales fuesen de orden primario y los disposición corporal y verbal: "ahora voy a jugar al golf").
manuales y viscerales de orden secundario.** Lo que se entiende popularmente por "memoria' es, pues, el
Obsérvese al jugador de golf cuando realiza un mal tiro; recorrido o exhibición de la parte verbal de una organización
pregúntesele qué le pasó. Si somos buenos lectores de labios corporal total. No se provoca la parte manual de esta organi-
zación — si se la provocara, diríamos "lo hace", en lugar de
* Hecho que de haber comprendido los introspectistas, hubiérales ahorrado "lo recuerda". En el diagrama de la pág. 287 resulta claro
mucha confusión. Prr ejemplo, cuando se llaman paralelistas ya en la primera pá- que si otra parte — la manual (A en nuestro diagrama) —
gina y emplean la interacción a lo largo de todo el texto; cuando tratan de que de la organización actuase bajo la estimulación apropiada
la "consciencia" haga algo: corrija un error de hábito, o fije un feliz movimiento (campo de golf), la respuesta manual organizada del individuo
accidental cuando se ha establecido un hábito nuevo por el proceso del ensayo
y el error.
al jugar sería tan buena demostración de "memoria" como la
** Véase el articulo de K. S. LASHLEY: "Psychol. Rew", 1923. discusión verbal acerca del golf.
290 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 291
Procuremos ahora representar con claridad, mediante una Según lo indica la fig. 19, el ambiente al presentar sus
serie de diagramas, el proceso completo de la integración objetos siempre en serie (porque el hombre es un animal móvil),
corporal que involucra todos estos factores. Diagramemos pri- obliga a un cierto orden -1-2-3 en nuestra organización manual.
mero la respuesta manual a los estímulos visuales. En estos En este diagrama, Elt E2 representan los estímulos visua-
esquemas no representaremos el sistema nervioso, sino unidades les; por ejemplo, las notas de una melodía que ejecutamos al
de organización corporal que comprenden receptores, con- piano con un dedo. RKlf RK2, RK3 re-
ductores, efectores con todos sus subsidiarios. presentan respectivamente las respuestas a
los estímulos Elt E2, E3.
Serie de objetos (estímulos) Pero, una vez tocadas las notas un
número considerable de veces (hábito es-
*w, tablecido), bastará la nota inicial (E1)
para producir la organización íntegra. La
modificación en el diagrama es ahora la Ul
siguiente:
RKlf RK2, RKZ, RK4, RK5, aunque
MU HKK conserven su carácter de respuesta —
como en el primer caso, cuando podían
Serie de respuestas kinestésicas (organización manual) verse las notas —, se tornan ahora sus-
FIG. 19. tituíbles por el estímulo visual de las no-
Esquema que representa la formación de los hábitos manuales. Ev Ev Es tas en el orden en que han sido apren-
son objetos (por ejemplo, las notas separadas de una partitura). RKit
0
RK2 son las respuestas manuales parciales de cada nota separada. Esto
didas; o sea, en el momento en que cesan I
indica que cuando se ve la nota "sol" (Et) se toca la tecla del sol (RKt). de ser respuestas (o durante el proceso) I
se tornan estímulos kinestésicos para la
5 respuesta siguiente. Este es el diagrama
r*i 0 (F) (*) c ) <?) del antiguo hábito normal que habíamos
prometido en el capítulo anterior. FIG. 21.
Como es bien sabido, los freudianos sostienen que los el desuso. Había sido "olvidada"* (Este acto, si se sigue
recuerdos de infancia se pierden a causa de que a esa edad practicando,^ puede continuar indefinidamente. Sabemos de niños
son proscriptas las acciones libres, espontáneas, placenteras: que mamaban del pecho hasta después de los 3 años de edad).
el castigo de la sociedad da lugar a una penosa represión hacia Juanito se alimentó del pecho materno sólo durante el
el inconsciente. Afirman, además, que tales recuerdos infantiles primer mes; luego empleóse exclusivamente el biberón. Al
se hallan perdidos hasta aue el analista pronuncia su frase finalizar los nueve meses, se le quitó el biberón y se le hizo
mágica que los exhuma de la caverna donde están enterrados. beber de un tazón de plata. Hasta el año de edad, tomaba
Ahora resulta manifiesto el defectuoso fundamento de esta por las mañanas jugo de naranjas con el biberón. Desde esa
suposición. El niño nunca ha verbalizado dichos actos. fecha no había vuelto a verlo hasta el día de la prueba.
Nosotros nos hemos vuelto totalmente escépticos acerca Antes del test, se hizo toda suerte de esfuerzos para des-
de cualquier forma de "memoria" en el adulto relativa al pe- pertar alguna clase de memoria verbal, pero fué inútil. Se le
ríodo de la infancia anterior a los 2 años y medio. Por lo demás, preguntó: "¿no acostumbrabas a tomar con el biberón cuando
nuestro escepticismo proviene de la observación de los niños; eras chico?" Luego se le dijo que solía hacerlo. Se le interrogó:
no de presuposiciones. Recientemente, hemos sometido a un "¿Juanito no puede tomar con el biberón?" Su conducta, fué
test con un biberón de leche a un niño hambriento de 27 me- siempre exactamente la propia de una reacción ante un objeto
ses. A continuación exponemos los detalles de la prueba. extraño, o de la de verse forzado a reaccionar frente a él estando
el cuerpo entero listo a reaccionar frente a la comida habitual.
TEST DE LA MEMORIA DEL BIBERÓN El test no solamente demuestra la inexistencia de toda
organización verbal susceptible de evocarse respecto de este
Niño B, edad 2 años v 3 mp^s. A las 12.30 de la tarde, acto infantil que antes había tenido tanta importancia, sino
hora de la comida, su "nurse" habitual lo levantó v le düo: también que había desaparecido la organización manual (in-
"El almuerzo, luanito", y lo colocó de espaldas en la cuna, cluyendo, por supuesto, el acto de succionar).
según soh'a hacerlo ruando se aumentaba con el biberón. Le Así, la infancia, en la cual se supone que la "represión"
entregó el biberón tibio, exactamente tal como lo hiciera con entierra tantos tesoros inconscientes que vuelven a la luz por
regularidad un año v cuarto antes. obra de la prestidigitación del analista, resulta ser un tipo de
El infante tomó la boHla con ambas manos, lue^o emnezó estado completamente natural. Los hábitos corporales se forman
a manipular la tetilla con el dedo, y finalmente rompió a llorar; normalmente, tanto los hábitos de evitar y aproximarse, como
porque en el presente su "almuerzo" consistía en carne y los de manipular; pero los hábitos corporales carecen de corre-
vegetales. Cuando se le düo que "tomara su leche", llevó la latos verbales a causa de que el infante adquiere estos últimos
tetilla a la boca y al sentir el gusto de leche, empezó a mascar recién a edad más avanzada.
aquélla. No fué posible provocar la succión. Llamó a la Creemos que lo dicho permite la adecuada estimación de
madre, gritó, le entregó la botella y se sentó. Empujó la botella todo lo relativo al "inconsciente" de FREUD. LOS freudianos no
en dirección a la madre, luego hacia el padre, con ambas tienen prueba positiva alguna que ofrecer en la disputa; por
manos. Después se le permitió bajar de la cuna, restableciéndose lo menos, no la han ofrecido. En su literatura de la vida diaria
entonces su buen humor. del niño no hemos encontrado ninguna observación real en
Se le dijo: "Alfredo (su hermano menor) toma de la
* En la misma ¿poca se le ofreció una oportunidad de mamar del pecho.
botella". Entonces agarró el biberón, se lo llevó a la boca y No se lo pudo inducir a tomar el pezón en la boca, y al retenérselo en la falda,
salió masticando la tetilla. La succión había desaparecido por en la posición de amamantarse, pronto empezó a luchar.
J
296 J. B. W ATSON EL CONDUCTISMO 297 i
este sentido. El libro de psicología infantil de HUG - H E L L M U T H visceral funciona desde la infancia hasta la vejez sin su corres- ;
podría haberse escrito sin servirse de ningún niño, tan impre- jl pondienté ~verbalización. Carecemos hasta de una lista ade- ¡
cisas y no científicas son sus observaciones y suposiciones.
II cuada de nombres para los hechos y situaciones viscerales y j
I no existe ningún mecanismo social para el condicionamiento |
ORGANIZACIÓN NO VERBALIZADA DONDE LOS SEGMENTOS VISCERALES y verbal del sujeto en desarrollo. Una mínima parte de esta i
INICIAN LAS REACCIONES COMPLETAS
I organización es verbalizada. Esto ocurre cuando los actos de
I eructar, de eliminar, de flatulencia, masturbación, etc., se
Hemos demostrado que las respuestas condicionadas vis-
cerales o emocionales se hallan en constante formación desde I verifican en presencia de adultos. El proceso psicológico del
la infancia; que estas respuestas condicionadas se "transfieren" I condicionamiento verbal toma la forma de: "no permitas que •;
a una variedad de situaciones, y que persistan por largos pe- I tu estómago ha^a nr'dos en compañía"; "retírate o tose para
ríodos, posiblemente por toda la vida. Y, sin embargo, no I que no se oiga"; "di perdón cuando te ocurre en presencia
podemos hablar de la organización visceral. I de gente". Si bien existen muchos casos s''nrlares de v c b a l i -
Una de las razones de este fenómeno es evidentemente de I zación en el dominio visceral. H W mrrf'ti'yen la excepción y
orden social. La sociedad no nos exige — o por lo menos lo hace I no la regla. Para una más fácil ilación de todo esto, haremos
en forma harto limitada •— que hablemos de les hábitos de los I un breve resumen:
músculos lisos y de las glándulas. Al establecerse los reflejos I 1) Una enorme cantidad de hábitos manuales se
salivales condicionados en la infancia, jamás se le habla al
II forman, especialmente durante la infancia, sin sus pa-
niño de ellos; ni tampoco se le pide al nombre que verbalice
|[ ralelos hábitos verbales.
sus hábitos eliminatorios o los relacionados con el retardo o
la aceleración del orgasmo sexual. Pocos hombres y pocas || 2) Una cantidad mucho mayor de organización
mujeres han paralelizado su organización sexual con palabras. * visceral (organización en los músculos lisos y compo-
Además, ¿qué niño ha organizado verbalmente sus afectos I nentes glandulares) se halla en constante formación sin
incestuosos? Ninguno. Tampoco hubo "represión" alguna, pues- I organización verbal, no sólo durante la infancia sino
to que la sociedad no estuvo ni está organizada para proscribir I a través de toda la vida.
los afectos incestuosos de la niñez; antes bien, al contrario. I 3) Al parecer, está razonablemente fundada la
Hace algún tiempo, uno de nuestros más destacados pediatras,
I suposición de que dicha organización no verbalizada
al condenar la idea de una nursery experimental, manifestó:
I constituye el "inconsciente" freudiano. (Otra posible
"Los niños necesitan del amor materno; deb^n ser mecidos
sobre las rodillas maternas, acariciados y mimados". Provo- I fuente del "inconsciente" podría buscarse, de acuerdo "|
caremos una tempestad de protestas si le decimos a la madre I con la ciencia natural, en aquellos casos en los cuales ;
que al hacer jugar a su criatura bajo su constante vigilancia, I por una u otra razón la organización verbal se halla j¡
al alimentarla siempre personalmente (situación que provocará I bloqueada; por ejemplo, cuando en un caso amoroso J
un violento berrinche cuando otra persona deba alimentarlo I se encuentra simultáneamente presente un estímulo para |
alguna vez), está favoreciendo el desarrollo de hábitos de I pronunciar el nombre de la amada y ót^o para callarlo. |
dependencia y preparando futuros trastornos a su niño para I En tales casos, sólo aparece la organización visceral, I]
cuando éste tenga que deshacerse de sus hábitos de nido. I baio la forma de sonidos inarticulados, sonrojamiento, j¡
Basta un breve estudio en este terreno para convencer I etcétera). También es posible que constituya los "pro- t
!
al psicólogo evolutivo que gran parte de nuestra organización I cesos afectivos" del introspectista.
298 J. B. W A T SON EL CONDUCTISMO 299
4) Según !a regla evolutiva, una vez alcanzada la sustitutos de palabras condicionados, tales como el alzar los
edad correspondiente, la organización verbal, manual hombros u otra respuesta corporal, establecida en los párpados,
y visceral se forman simultáneamente. en los músculos del ojo o aun en la retina (¡suponemos, natu-
5) En cuanto se inicia la verbalización de lo ralmente, que las "imágenes" — aquellos cuadros fantasma-
manual, muy pronto la organización verbal se torna góricos de "la memoria" de objetos que no se hallan presentes
"dominante", porque el hombre tiene que resolver sus a los sentidos — hayan sido eliminadas de la psicología!)
problemas verbalmente. Desde entonces el estímulo ver- Estos sustitutos condicionados representan el proceso de sim-
bal podrá provocar cualquier respuesta organizada plificación y abreviación propio de todo aprendizaje originario.
en el organismo o modificar cualquier actividad en
marcha. Por ejemplo: "Ahora tengo que empezar a
hacer este anaquel", o bien: "Tiro demasiado alto; debo
apuntar más bajo".
6) El aspecto "memoria", que según la opinión
de los introspectistas el conductismo jamás podría ex-
plicar, no es sino la provocación de paralelos verbales
de hábitos establecidos con anterioridad. La memoria,
en sentido conductista, es cualquier exhibición de una
organización manual, verbal o visceral, establecida
antes del tiempo en que se realiza el test.
Creemos que cuando los psicólogos subjetivistas hayan FIG. 22.
dado a la verbalización el lugar que le corresponde en todo Este diagrama representa la teoría conductista del pensar. A veces pensamos em-
el proceso de la organización corporal, estarán dispuestos a pleando nuestras organizaciones manuales, verbales y viscerales simultáneamente.
admitir que "ser consciente" es sólo una frase popular o lite- En otras, sólo la verbal o la visceral y, en otras, nada más que la manual. En el
raria descriptiva del acto de nombrar nuestro universo de diagrama, la organización que toma parte en el proceso de pensar completa, va
encerrada entre dos lineas ininterrumpidas. El diagrama muestra con toda claridad
objetos, tanto internos como externos, y que la introspección que el pensar entraña ¡os tres conjuntos de nuestros sistemas organizados de reacción.
es una frase mucho menos popular descriptiva del acto más
difícil de denominar los cambios que tienen lugar en los tejidos,
o sea, movimientos de los músculos, tendones, secreciones glan- A esta altura nos parece conveniente mencionar algunos
dulares, respiración, circulación, etcétera. Debe considerárselas detalles que hemos pasado por alto en nuestra exposición ante
como meras formas literarias de expresión. el Congreso Internacional de Psicología y Filosofía. Deseamos
recalcar ahora que siempre que el individuo piensa, toda su
organización corporal trabaja (implícitamente) — sea la solu-
¿PODEMOS PENSAR SIN PALABRAS? ción final una formulación verbal hablada, escrita o expresada
en forma subvocal. En otros términos, desde el momento en
Una de las remoras en el camino de la plena aceptación que se le impone al individuo el problema de pensar (por la
de la teoría conductista del pensar, es la premisa tácita de situación en que se halla), despiértase en él la actividad que
que sólo pensamos en palabras, es decir, en términos de con- finalmente puede llevarlo a la adaptación. A veces, la actividad
tracciones motrices verbales. Nuestra respuesta fué: "Sí, o en se desarrolla en términos de: 1) organización manual implícita;
300 J. B. W ATSON EL CONDUCTISMO 301
y, más frecuentemente, en términos de: 2) organización verbal ningún proceso verbal. Muestra que siempre podríamos pensar
implícita; a veces, en términos de: 3) organización visceral de alguna manera, ¡aun cuando no dispusiéramos de palabras!
implícita (y aun explícita). Si predomina la organización ma- Por consiguiente, pensamos y planeamos con todo el
nual 1) o la visceral 3), el pensar se realiza sin palabras. cuerpo. Pero, como — según se indicó más arriba —, cuando
El diagrama 22 no es sino un desarrollo de la fig. 21. la organización verbal se halla presente, es probable que en la
Esclarece nuestras actuales convicciones acerca del pensar. mayoría de los casos ella domine sobre la organización vis-
En este diagrama damos por cierto que el cuerpo ha sido ceral y manual, cabe decir que pensar es preeminentemente
organizado para responder a una serie de objetos simultánea- habla subvocal, siempre que nos apresuremos a explicar que
mente en forma manual, verbal y visceral (fig. 18). Cae de puede realizarse sin palabras.
su peso, además, que uno de los objetos, el inicial, £ i , se Este capítulo nos ha servido para reunir pequeños aspectos
halla presente y que pone en movimiento al cuerpo para tra- de la organización del ser humano, hasta ahora estudiados por
bajar en su problema de pensar. El objeto presente puede ser separado. Por razones pedagógicas tuvimos que disecar al
una persona que plantea una pregunta al individuo (por ejem- hombre. En el próximo y último capítulo, que trata de la
plo, la formulada en el capítulo anterior: "¿Está dispuesto X personalidad, procuraremos reconstruirlo totalmente y conside-
a abandonar su ocupación actual para asociarse con Y?") rarlo como una compleja máquina orgánica en actividad.
Por hipótesis, el mundo no existe más para él y tiene que pensar
su problema a fondo.
Téngase en cuenta que RK% puede despertar RK2, RVo,
RG2; si RVi puede provocar RK2, RVo, RG»; que /?G2 pueda
provocar RK2, RV-? o RG2; y que todas ellas pueden servir,
respectivamente, como sustitutos kinestésicos, laríngeos o vis-
cerales de E2, el próximo objeto real en la serie de los objetos
que produjeron originariamente la organización. Obsérvese que,
de acuerdo con el diagrama, la actividad del pensar puede
funcionar sin palabras por un lapso considerable. Si la orga-
nización RV no se presenta en ningún caso en todo el proceso,
el pensar se desarrolla sin palabras.
Parece razonable suponer que en momentos sucesivos el
pensar puede ser kinestésico, verbal o emocional. Cuando la
organización kinestésica está bloqueada o falta, entonces fun-
cionan los procesos verbales; si ambos quedan bloqueados, la
organización emocional se torna predominante. Por hipótesis,
sin embargo, la respuesta final o adaptación, si se alcanza,
debe ser verbal (subvocal). A este acto final conviene denomi-
narlo juicio.
Esta línea de argumentación demuestra cómo la organi-
zación total de un individuo interviene en el proceso del neniar.
Revela claramente que las organizaciones manuales y viscerales
siguen activas en el pensar aun cuando no se halle presente
XII. La Personalidad
a quienes tienen menos que nosotros la impresión de alcurnia. tras año, baja coerción, bajo tentación, en la prosperidad y
En forma similar, este nombre, este animal orgánico, este J. en la estrechez. En otras palabras, a fin de clasificar la perso-
Pérez, quien, en lo relativo a sus partes, está compuesto de nalidad, de rotular al individuo, debemos someterlo a todos
cabeza, brazos, manos, tronco, piernas, pie, dedos y sistema los tests posibles antes de saber qué tipo de persona es, qué
nervioso, muscular y glandular; que no ha recibido educación tipo de máquina orgánica.
alguna, y que ya es demasiado viejo para adquirirla, sirve ¿Qué entendemos por estudio de los diferentes pasos del
muy bien para ciertas ocupaciones. Es fuerte como una muía, individuo en este mundo? Pues bien, se trata de contestar
capaz de realizar trabajos físicos todo el día, excesivamente preguntas como éstas: ¿Qué tipo de hábitos de trabajo tiene
estúpido para mentir, demasiado bovino para reír o jugar. J. Pérez? ¿Qué tipo de marido es? ¿Qué tipo de padre? ¿Cómo
Cumplirá su trabajo a la perfección, como barrendero, cavador se comporta frente a sus subordinados? ¿Frente a sus supe-
de zanjas o aserrador. El individuo P. Fernández dispone de riores? ¿Cómo se conduce respecto de sus socios o sus iguales,
las mismas partes corporales, pero como es bien parecido, edu- cualquiera sea el grupo en que trabaje? ¿Es realmente un
cado, experimentado, acostumbrado al roce social y ha viajado hombre de principios, o tan sólo un mojigato, un santurrón
mucho, servirá para desempeñar múltiples tareas: diplomático, dominical que el lunes se convierte en explotador, cicatero,
político o corredor de bienes raíces. Sin embargo, fué un men- negociante sin escrúpulos? ¿Es un hombre de maneras agra-
tiroso desde la infancia y nunca inspiró confianza para un dables, o excesivamente atento, con el acento y el amanera-
cargo de responsabilidad. Era demasiado egoísta para dirigir miento del colegio donde se educó o del último país que visi-
a otras personas. En cualquier momento habría abandonado tó? ¿Es fiel para con sus amigos necesitados? ¿Trabaja con
su trabajo por el juego o el deporte. intensidad? ¿Es alegre? ¿Es reservado en lo que atañe a sus
¿De dónde provienen estas diferencias de la máquina? problemas?
En el caso del hombre, todos los individuos sanos — según Naturalmente, el conductista no se interesa — sino en tanto
vimos en nuestra exposición acerca de los instintos — em- hombre de ciencia — por la moral del individuo; en efecto,
piezan en condiciones iguales. Palabras absolutamente simila- no le importa saber qué hombre es. Sin embargo, debe estudiar
res figuran en nuestra mundialmente célebre Dclaración de a cualquier individuo, cuyo análisis la sociedad demande. Como
la Independencia. Los firmantes de aquel documento estaban científico, el conductista desearía estar en condiciones de res-
más cerca de la verdad de lo que podría esperarse si se con- ponder no sólo a las preguntas del género de las formuladas,
sidera su total desconocimiento de la psicología. Habrían dicho sino también a todas las que cabría plantear acerca de J. Pérez.
la más estricta verdad si, después de la palabra "iguales", hu- Integra el trabajo científico del conductista el poder establecer
biesen agregado "al nacer". Aquello que acontece con el indivi- para qué sirve la máquina humana y adelantar pronósticos
duo después del nacimiento es lo que hace de él un leñador, un útiles en punto a las futuras capacidades del sujeto, cuando
mecánico, un diplomático, un ladrón, un comerciante brillante o la sociedad requiera tal información.
un eminente científico. Lo que en 1776 no tuvieron en cuen-
ta nuestros abogados de la libertad, es que ni la misma Divi- ANÁLISIS DE LA PERSONALIDAD
nidad podría igualar individuos de 40 años que tuvieron tan
diferentes entrenamientos ambientales como los americanos. A fin de que no exista vaguedad de interpretación en
Al estudiar la personalidad de un individuo — para qué cuanto al sentido que atribuímos a la palabra "personalidad",
sirve, para qué no, y qué no sirve para él — debemos observar trataremos de expresar más concretamente qué entendemos con
cómo realiza sus complejas actividades cotidianas; no sola- ella. ¿Recuerdan Vds. el diagrama d-3 la párr. 166? S: refería
mente en un momento u otro, sino semana tras semana, año al desarrollo de la corriente de actividad. Allí señalamos que
306 J. B. WATSON EL CONDU CTISMO 307
al nacer, y a diferentes intervalos de tiempo después del na- las había realizado personalmente. A todos estos actos, rela-
cimiento, siempre se hallan comienzos de conducta no apren- cionados con la fabricación del calzado, los denominaríamos
dida. Se indicó, asimismo, que la mayoría de estas actividades sistema del hábito de fabricar calzado (naturalmente, la serie
no aprendidas empieza a condicionarse horas después del na- de actos difiere de una década a otra por el continuo progreso
cimiento. Desde aquel momento en adelante, cada una de estas de la especialización en el trabajo). Se comprende fácilmente
unidades de conducta no aprendida se desarrolla en un siste- que, si descomponemos este sistema en actividades parciales,
ma que se va extendiendo continuamente. En el cuadro que se necesitaríamos quizá mil divisiones para describir únicamente
presentó con ese propósito sólo fué posible trazar unas pocas la organización de la fabricación del calzado. Y, a fin de com-
líneas para indicarlo. pletar nuestro cuadro de manera que nos sea útil para algún
Supóngase ahora que confeccionamos un cuadro de la co- pronóstico de la futura conducta de las actividades de un in-
rriente de actividad lo bastante complejo como para represen- dividuo en dicha fabricación, deberíamos indicar a qué edad
tar la historia de cada trozo de la organización del individuo empezó a formarse cada uno de estos hábitos y representar su
desde la infancia hasta los 24 años. Al efecto de desarrollar el historia desde entonces hasta el presente. El conjunto de este
argumento, concedamos también que la curva de los hábitos estudio nos daría de ese individuo la historia de los hábitos
en conexión con todo lo que Vds. estén en condiciones de rea- de la fabricación del calzado.
lizar la trace un conductista que los haya estudiado bajo con- Pasemos ahora a examinar otro sistema de hábitos com-
diciones experimentales durante toda la vida hasta los 24 años. plejos. Muchas veces, al hablar de la personalidad de un in-
Es obvio que si el conductista hace una sección transversal de dividuo, hemos escuchado esta frase: "Es un hombre profun-
su actividad a la edad de 24 años, podrá clasificar todo cuanto damente religioso". ¿Qué se quiere expresar con ello? Que el
ustedes son capaces de hacer. El conductista descubriría individuo va a la iglesia los domingos, lee la Biblia todos los
que muchas de estas actividades separadas están en relación; días, reza el benedícite al sentarse a la mesa, procura que su
se desarrollaron alrededor del mismo objeto: familia, iglesia, esposa e hijos lo acompañen a la iglesia, trata de convertir
tenis, fabricación del calzado, etc. Hagamos un alto y anali- al vecino y se ocupa de cientos de otras actividades considera-
cemos uno de estos sistemas de hábitos elegidos al azar: la das partes integrantes de una religión cristiana moderna. Una-
fabricación del calzado, verbigracia. mos todas estas actividades parciales y denominémolas sistema
En el pasado, la fabricación del calzado importaba criar de hábito religioso del individuo. Ahora bien, cada una de estas
vacunos, luego matarlos y llevar los cueros a la curtiembre, actividades parciales que integran dicho sistema, tiene un co-
donde se cavaban depósitos que se llenaban con agua y alguna mienzo, que se remonta al pasado individual, y una historia,
sustancia cáustica a fin de separar el pelo de los cueros. A desde el momento de su aparición hasta los 24 años — cuando
continuación, se teñía o coloreaba los cueros con tanino obte- se efectúa la sección transversal. Por ejemplo: cuando tenía 2
nido de la pulverización de la corteza del roble mezclada con años y medio aprendió la breve oración que empieza con las
agua: operaciones éstas que constituyen el curtido del cuero. palabras: "Ángel de la Guarda, dulce comnañía. ..", hábito que
Ya curtidos, se los lavaba y sometía al proceso de secamiento fué deiado de lado a los 6 años y reemplazado por la oración
y tratamiento. Luego debían hacerse hormas para los zapatos del Señor. Más tarde, si abrazó la fe Episcopal, rezaba le-
de los clientes y sobre ellas cortarse y conformarse el cuero. yendo un libro de oraciones, y en cambio, si adhirió a la fe Bau-
Después se cosían las suelas. No tiene objeto enumerar tista, Metodista o Prebisteriana, componía sus propias ora-
cada una de las operaciones que era preciso realizar hasta ciones. A los 18 años, poseyendo una cierta organización que le
obtener un par de zapatos terminado. Un hombre, conocido hacía apto para hablar en público, comenzó a dirigir las reu-
por el abuelo del autor, estaba al tanto de cada una de ellas y niones para ejercicios espirituales. A los 4 años, empezó a mirar
308 J. B. W AT SON EL CONDU CTISMO 309
sus historias. Fué hacia aquella época que comenzó a concu- los 24 años = personchdod a los 24 anos
sistemas mucho más pequeños, pero aun así puede darnos una
idea del tipo de hechos que tratamos de presentar. El esquema Nacimiento
Sistemo del hábito aritmético
de la página siguiente (fig. 23) nos auxiliará en la aclaración
de estos hechos.
Este examen de la actividad humana nos lleva a una for- Sistema del hábito de
información general
mulación objetiva de la personalidad. La personalidad es la
suma de las actividades factibles de descubrirse mediante una Sistema del hábito de miedos
observación real de la conducta, suficientemente larga como pa- especiales (superstición, etc.)
Esta reducción de la personalidad a cosas objetivamente nos domina siempre y que moviliza uno u otro de estos siste-
visibles y observables, probablemente no encuadrará muy bien mas de hábito ^todopoderosos. Por ejemplo, penetra en sus sis-
con el apego sentimental que la generalidad de la gente siente temas manuales y momentáneamente los coloca bajo la influen-
hacia la palabra personalidad. Se acomodaría mucho más cia de sus sistemas de hábito religiosos. En general, somos lo
fácilmente con la organización actual de ustedes, el que nos que la situación nos exige — personas respetables ante el sa-
abstuviéramos de definirla y nos limitáramos a caracterizar a cerdote y nuestros padres, héroes frente a las mujeres, abstemios
la gente diciendo: "tiene una personalidad autoritaria"; "ella en cierto grupo y buenos compañeros para el copetín en otro.
tiene una personalidad interesante y encantadora"; "tiene una Existe otro fenómeno, de suma importancia, que el cuadro
personalidad harto desagradable". Pero, ¿qué entendemos por de la actividad no nos revela. Al desarrollar tantos cientos y
"una personalidad autoritaria"? ¿No se entiende, generalmente, miles de sistema de hábito, es casi inevitable que dichos sis-
que el individuo habla en forma imperativa, posee un físico temas alguna vez entren en conflicto. Ello ocurre cuando un
más bien desarrollado y una estatura algo más elevada que el estímulo puede provocar o provoca parcialmente dos tipos opues-
común de los hombres? tos de actividad en el mismo grupo muscular y glandular. Su
Otro factor, que no aparece en el cuadro de la actividad, consecuencia es, a veces, la inacción, la inseguridad, el tem-
es el siguiente: los juicios acerca de la personalidad, de or- blor. En algunos casos es dable observar conflictos casi per-
dinario no se fundan exclusivamente sobre el cuadro de la manentes, de un alcance y magnitud tales que convierten al
vida del individuo cuya personalidad se considera. Si el que individuo en un psicópata. Más adelante desarrollaremos este
examina una personalidad se hallase libre de toda tendencia aspecto.
y tuviese en cuenta su propio sistema de hábitos pasados, sería En un individuo perfectamente integrado (!) sucede lo si-
capaz de realizar un estudio objetivo. Pero ninguno de nos- guiente: en cuanto una situación empieza a provocar el predo-
otros disfruta de semejante clase de libertad. Estamos domi- minio de un determinado sistema de hábito, el cuerpo entero
nados todos por nuestro pasado, y nuestros juicios acerca de comienza a ceder, relájase la tensión en los juegos de todos
los demás siempre están empañados por peculiaridades de los músculos estriados y lisos que no habrán de intervenir en
nuestra propia personalidad. Tornemos a examinar un poco la acción inmediata, para así dejar libres aquellos músculos
una "personalidad dominadora". Debido al actual sistema de y glándulas ahora requeridos por el sistema de hábito. Única-
crianza de los niños, generalmente éstos reaccionan frente al mente este último sistema de hábito — aquél cuya actividad
padre como si éste fuese un hombre grande, poderoso, una se ha suscitado —, puede trabajar con un máximum de eficien-
especie de bruto, de superhombre, al cual se debe obediencia cia. De esta manera, el individuo entero "se expresa"; toda
inmediata, pues en caso contrario seguiría la amenaza o la su personalidad "se traduce" en la acción que realiza.
aplicación de castigo. De ahí que cuando entra en una habita- Esta forma de encarar el dominio de los sistemas de hábito
ción un individuo con tales características, el propio adulto elimina por completo de la psicología conductista la necesidad
propenda a caer bajo su "fascinación". Para el conduc- de emplear el término atención. La atención es, pues, mera-
tista, ello no es más que una expresión del hecho de que las mente un sinónimo de absoluto predominio de cualquier sis-
personas que actúan como nuestro padre, tienen el poder de tema de hábito, sea verbal, manual o visceral. Por otra parte,
hacer que nos comportemos como un niño. En realidad, no la distracción de la atención, no es más que una forma de decir
sería difícil tomar cualquiera de estas caras convicciones acerca que una situación no conduce inmediatamente al predominio de
de la personalidad y mostrarlas bajo su luz verdadera. algún sistema de hábito, sino primero al predominio de un
Al presentar la personalidad de esta manera, debería re- sistema y luego de otro. El individuo comienza por hacer una
sultarnos evidente que la situación en la cual nos encontramos cosa, pero cae bajo el dominio parcial de otro estímulo, que
312 J. B. WATSON EL CONDU CTISMO 313
pone parcialmente en acción otros sistemas de hábito, lo cual manera de vivir a una rutina. Las pautas de hábitos ya se han
conduce a un conflicto en el uso de algunos grupos de múscu- fijado. Si disponemos de un cuadro ajustado del hombre medio
los. Como consecuencia, puede producirse un entorpecimiento de 30 años, tendremos asimismo, salvo pequeñas variaciones,
del habla, de las manos o del cuerpo, o *s posible que el su- el cuadro de toda su vida ulterior — según se viven la mayoría
ministro de energía resulte insuficiente para la actividad de los de las vidas. Una mujer de 30 años, charlatana, chismosa, que
grupos musculares. He aquí algunos ejemplos: si en el preciso espía a los vecinos, que se alegra de los males ajenos, a menos
instante en que el sujeto está por realizar un salto en altura, que ocurra un milagro será la misma a los 40 y aun a los 60
un compañero le hace alguna broma; si cuando está por pegar años.
un tiro de golf, alguien habla; si hallándose profundamente
DIFERENTES MANERAS DE ESTUDIAR LA PERSONALIDAD
absorto en un problema, empieza a gotear agua en el cuarto
de baño, la acción resulta interferida e inclusive malograda. La mayoría juzga las personalidades de sus relaciones sin
Son muy numerosos los ejemplos del predominio doble o triple haberlas estudiado nunca de verdad. El ritmo acelerado de la
(y a veces múltiple) de sistemas de hábito. Por estas causas, vida moderna a menudo nos obliga a formular juicios super-
el conductismo considera que el término "atención" no tiene ficiales, y si nos hacemos un hábito de ello — como ocurre
aplicación en psicología y que es sólo una confesión más de a menudo — solemos perjudicar seriamente a las personas. A
nuestra incapacidad de pensar con claridad y de excluir el mis- veces, nos jactamos de ser capaces de un rápido diagnóstico
terio del léxico psicológico. Nos gusta conservar su sabor mis- de las personalidades; de poder establecer a primera vista si
terioso, a fin de poderlo paladear en días lluviosos, cuando llegaremos a querer a una persona o si no podremos tolerarla
estamos enfermos o nos sentimos alicaídos o particularmente nunca, y de no modificar jamás nuestros juicios. Ello significa,
insatisfechos de nuestra existencia. con harta frecuencia, que la persona bajo este tipo superficial
de observación hace ciertas cosas que no se acomodan con
COMO ESTUDIAR LA PERSONALIDAD nuestras particulares inclinaciones, de ahí que nuestros juicios
de ninguna manera sean conclusiones valederas acerca de la
En la juventud la personalidad cambia rápidamente. — personalidad, sino, en rigor, una manifestación de nuestras
Claro está, si la personalidad no es sino una sección transversal aversiones personales dominantes que nunca deben contrariarse.
de la organización completa del individuo a cualquier edad, El auténtico estudioso de la personalidad procura mantenerse
es evidente que ésta debe variar, siquiera levemente, todos los fuera del cuadro y observar al individuo en forma objetiva.
días — pero no con tanta celeridad que no nos permita obtener Supongamos, por hipótesis, que somos escrupulosos ob-
un cuadro nítido de tiempo en tiempo. La personalidad cambia servadores de la personalidad, libres en absoluto de sensibili-
con mayor rapidez en la juventud, cuando las pautas de há- dades, v que buscamos de verdad estimar adecuadamente la
bitos se están formando, madurando y modificando. Entre los personalidad de un determinado individuo: ¿qué debemos hacer?
15 y los 18 años la niña se transforma en mujer. A los 15 es He aquí algunas formas de llevar a cabo nuestra investigación:
tan sólo la compañera de juegos de muchachos y muchachas de 1) Estudiar el cuadro educacional del individuo; 2) es-
su edad; a los Í8, se ha convertido en un objeto sexual para tudiar el cuadro de sus realizaciones; 3) emplear los tests psi-
cualquier hombre. Después de los 30 años, la personalidad se cológicos; 4) estudiar cómo emplea su tiempo libre y el tipo
modifica harto lentamente debido a que — según expusimos de recreación preferida; 5) examinar el tipo emocional del in-
en nuestro estudio acerca de la formación del hábito —, a dividuo en las situaciones prácticas de la vida diaria. No existe
menos de ser de continuo estimulados por un nuevo ambiente, método rápido alguno para estudiar la conducta o el carácter
hacia esa época la mayoría de los individuos han ceñido su psicológico de tos individuos. Abundan en este campo los mis-
314
J. B. W A T SON
EL CONDUCTISMO 315
tificadores de la psicología que creen en la existencia de atajos,
pero sus métodos no reportan ningún resultado satisfactorio. historia, y no le sería posible nombrar diez presidentes ni citar
Analicemos estas distintas maneras de estudiar la perso- diez fechas trascendentales. No podría hacer un resumen de la
nalidad. De ningún modo pretendemos que el conductismo Declaración de la Independencia o decir cuál fué el motivo de
disponga de un sistema científico específico. Encara su estudio nuestra guerra con México.
en forma práctica, basándose en el sentido común y en la ob- Pero, no obstante todas las críticas que podamos dirigir
servación. a la enseñanza superior, los egresados de las universidades
(1) Estudio del cuadro educacional del individuo. — Pue- tienen siempre mayor éxito en los negocios (así como en la
de obtenerse considerable información acerca de la personalidad guerra), son menos golpeados por la vida que los que carecen
del individuo estudiando su carrera educacional. ¿Completó sus de esa preparación, y, por lo común, son personas más agrada-
estudios primarios o los abandonó sin terminarlos? ¿Por qué bles. Sin embargo, hay muchas excepciones a esta regla, y la
abandonó la escuela? ¿Por dificultades económicas? ¿Para carencia de educación universitaria no significa invariablemente
buscar aventuras? ¿Finalizó la escuela secundaria? ¿Perseveró que el individuo sea un rústico o que no se halle bien equipado
en las pruebas más difíciles de la universidad y logró su título? para una vida exitosa.
El no haberse quedado rezagado constituye una prueba favo- (2) Estudio del cuadro de las realizaciones del individuo.
rable, sino para su inteligencia, para sus hábitos de trabajo. — De acuerdo con nuestra opinión, uno de los elementos más
En el presente, cursar estudios superiores es como participar importantes para juzgar la personalidad, el carácter y la apti-
en una carrera pedestre: una vez iniciada hay que llegar hasta tud, lo constituyen los resultados de las realizaciones del indi-
la meta. Si el cuadro de un aspirante a un puesto acusa que viduo, año por año. Podemos medirlo objetivamente trazando
inició estudios universitarios y luego los abandonó, necesitamos un cuadro del tiempo que el individuo permaneció en los dis-
convencernos de algún modo que sus hábitos de trabajo no tintos puestos que ocupó y de los aumentos anuales en sus
son desfavorables. Consideramos la universidad como el lugar ingresos. El joven o el hombre que a los 30 años mudó veinte
donde el individuo entra en la vida; donde se rompe con los veces de empleo, sin haber conseguido una definida mejora con
hábitos de nido, se aprende a ser amistoso, se adquiere un cada cambio, probablemente seguirá cambiando veinte veces
cierto savoir faire; donde se aprende a llevar el traje planchado más antes de llegar a los 45. Si tuviéramos una empresa co-
y a mantenerse aseado; donde se aprende cortesía en presen- mercial floreciente, no nos gustaría dar un puesto de respon-
cia de una dama o de un caballero; en suma, donde se aprende sabilidad a un hombre de 30 años que no hubiese ganado o
cómo emplear el ocio y se adquiere cultura. Por último, ten- ganase por lo menos 5.000 dólares anuales. Podríamos con-
dría que ser un lugar donde el estudiante aprenda a respetar fiar de que una persona merecedora de tal sueldo llegaría a
él pensamiento, y, tal vez, inclusive aprenda a pensar. Si falla ganar aún más a los 40 años. Desde luego, no puede genera-
en estos respectos, la universidad es un verdadero fracaso. Los lizarse una regla a machamartillo: existen excepciones. Pero
hábitos manuales y verbales que allí se adquieren, rara vez es indudable que el aumento anual de las responsabilidades y
se conservan toda la vida. El autor de este libro cursó años de del sueldo son factores significativos para el progreso del in-
estudios universitarios. Durante todo ese período estudió el dividuo.
griego y el latín. Hoy, no podría escribir el alfabeto griego, ni En forma similar, si se trata de un escritor, desearíamos
leer la "Anábasis" de Xenofonte, aunque le fuera en ello la poder trazar un gráfico de los honorarios que ha estado perci-
vida. No sería capaz de leer una página de Virgilio ni tampoco biendo por sus escritos año por año. Si revistas importantes
ios "Comentarios" de César, aunque de ello dependiese su ali- le pagan a los 30 años término medio el mismo precio por pa-
mento, satisfacción sexual y abrigo. Estudió escrupulosamente labra que a los 24, es posible que se trate de un escritor mer-
cenario, y que nunca llegará a ser más que eso. Tanto en el
316 J. B. WATSON EL CO NDUCTISMO 317
terreno literario y artístico, como en el de los negocios, debe- perar que los psicólogos desarrollen sus métodos para el caso
mos juzgar a hombres y mujeres según sus realizaciones y con particular. Otro error de las empresas comerciales ha sido, no
arreglo a una norma, si es que queremos pronosticar la bondad sólo el de no haber querido aguardar los resultados de tra-
de cada uno como máquina orgánica y cómo marchará en el bajos necesariamente lentos, sino, además, el de no haber que-
futuro.* rido gastar dinero en investigaciones psicológicas. Están dis-
(3) Los tests psicológicos como método de estudio de la puestos a esperar indefinidamente los resultados de las inves-
personalidad. — Desde que se iniciaron en nuestro país los tigaciones de los químicos y físicos, pero del psicólogo quieren
trabajos de MÜNSTERBERG, la psicología se ha ido desarro- que — gracias a algún acto de prestidigitación y mediante al-
llando y en este momento da la cosecha que era de esperar. gún pronunciamiento repentista —, solucione problemas que
Ha hecho demasiadas afirmaciones extravagantes: que puede los propios industriales no han sabido resolver por otros me-
hacerle ahorrar a las industrias setenta millones de dólares dios desde que las industrias existen. Me refiero, claro está,
anuales; que debería ser la estrella que guíe en la elección, ubi- a la elección, ubicación y ascenso del personal, a la eficiencia
cación y ulterior promoción de los empleados en oficinas del obrero, y, finalmente, a su felicidad y satisfacción, usando
y fábricas. Tales afirmaciones han sido hechas por algunos estos términos en la acepción que se les da comúnmente. Es
de nuestros principales psicólogos. Actualmente las organiza- indudable que en todos estos problemas, la personalidad —
ciones comerciales recelan de ellas, en parte, porque los psi- según la entendemos nosotros — es el factor principal.
cólogos han sido demasiado ambiciosos y trataron de caminar La psicología ha realizado algunos progresos al trazar
antes de haber aprendido a gatear, y, en parte, porque las pro- secciones transversales de organización vocacional. Mediante
pias empresas comerciales no se mostraron dispuestas a es- tests podemos examinar rápidamente la aptitud aritmética de
un hombre, su nivel general de conocimientos, su conocimiento
* BERTRAND RUSSELL, al comentar este intento de medir en dólares la producción del latín y griego, si una mujer puede o no registrar taquigrá-
literaria y artística, dice: ficamente 60 palabras de dictado en un minuto, escribir a má-
"Aplicando este criterio a Buda, Cristo y Mahoma, a Milton y Blake, vemos quina 100 palabras por minuto durante 40 minutos con relati-
que involucra un interesante reajuste en nuestra estimación del valor de las perso-
nalidades. Además de los puntos ya indicados, este pasaje entraña dos principios vamente pocos errores y con presión pareja, así como la ha-
éticos. Uno, que la excelencia debe ser fácilmente medible; otro, que debe consistir bilidad de un individuo para manejar un automóvil por un
en la conformidad con la ley. Ambos principios son consecuencias naturales del camino tortuoso sin chocar con los postes o con otros vehículos.
intento de deducir valores éticos de un sistema basado en la física. Por mi parte, Hay muchos otros tests vocacionales en vías de perfecciona-
la ética que sugiere el pasaje precitado del Dr. WATSON es inaceptable. No puedo
creer que la virtud sea proporcional a la renta, ni tampoco que sea una iniquidad
miento *.
el no ajustar los propios pasos a los de la grey. Indudablemente, mis opiniones Pero siempre conviene recordar que los tests vocacionales
al respecto están viciadas, puesto que soy pobre y maniático; pero, aunque reco- se limitan a revelar la mera aptitud de realización de tales y
nozco este hecho, no por ello dejan de ser mis opiniones" ("Sceptical Essays" cuales cosas en un período determinado con un cierto número
—Ensayos de un escéptico—, 1928, pág. 96).
Creo que hay una buena dosis de verdad en lo que dice el Sr. RUSSELL. Es
de errores. Pero esa aptitud para hacer determinadas cosas
lamentable que sean normas monetarias las que dominen en la actualidad. Sin poco nos dice acerca de los hábitos de trabajo sistemático del
embargo, me atrevo a decir que todos los que escribimos, pintamos o cantamos, individuo. Supongamos que sea eficiente cuando, tiene hambre
pedimos el precio máximo que podamos obtener, y que los importes que recibimos o necesidad de abrigo, ¿lo será igualmente después de haber
por nuestros servicios han ido en constante aumento durante estos últimos diez conseguido alimento y techo? ¿Tiene tantos asuntos personales
años, aunque el correr del tiempo no suministre una prueba de que nuestra pro-
ducción haya mejorado. Nuestro mercado se ha extendido — nuestros servicios * H. M. JOHNSON ha hecho un muy oportuno llamamiento a la cordura acerca
tienen mayor demanda. Pedimos más y percibimos más. En otros términos, nuestras del valor de los tests psicológicos. "Science and Sorcery in Mental Tests" (Ciencia
producciones se venden, como cualquier otra mercancía. y magia en los tests mentales), "The Forum", diciembre de 1929.
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que el vigilar el reloj se convierte en una ocupación? Esto es Casi con^ igual intensidad nos interesamos por la habilidad
cierto respecto de muchos individuos, para quienes las 8 lle- en actividades de salón — juego de naipes, ajedrez, baile, can-
ga demasiado temprano y las 6 demasiado tarde. En cierta to y música. Es difícil que un hombre o una mujer que hayan
ocasión tuvimos que redactar un breve informe acerca de los adquirido pericia en una actividad recreativa, no sean también
principales factores para juzgar el valor de los hombres en re- capaces en la profesión que les proporciona el sustento. Ade-
lación con los empleos. Manifesté en aquella oportunidad que más, es difícil que un hombre pueda hacerse diestro en los
si hubiésemos de elegir a un individuo basándonos en una sola deportes si no se muestra amistoso y no se lleva bien con la
característica, elegiríamos la de hábitos de trabajo: verdadero gente. Admitamos, pues, por lo menos a título de ensayo, que
amor al trabajo, buena voluntad para aceptar un recargo en los deportes y las recreaciones son probablemente indicadores
las tareas, para trabajar más tiempo que el establecido y para de la personalidad, así como que los registros en el terreno
dejarlo todo bien ordenado una vez terminada la labor. Según deportivo y recreativo son buenos índices para juzgar al indi-
hemos descubierto, estos hábitos deben inculcarse en el indivi- viduo en la realidad.
duo bien temprano o nunca los adquirirá. Hasta la fecha, no (5) Estudio del estilo emocional del individuo en situacio-
se ha ideado ningún test psicológico que ponga de manifiesto nes prácticas. — El examen de todos los factores considerados
la excelencia o inconsistencia individual a este respecto. hasta ahora: rendimiento educacional, rendimiento profesional
(4) Examen de cómo el individuo emplea su tiempo libre y empleo de su tiempo libre, no nos proporcionan la historia
y de sus recreaciones. — Cada individuo debe tener alguna de la personalidad total del individuo. Un individuo acaso tiene
recreación. Algunos la encuentran en la lectura, otros en el éxito en todos sus hábitos de trabajo, tanto en los manuales
juego o en el deporte. Hay quienes lo hallan en los placeres cuanto en los verbales y, sin embargo, resulta una persona
sexuales, en el alcohol, en conducir a gran velocidad; quienes sumamente cargosa, mal recibida como invitado, desagradable
en quedarse con sus familias; también existe un grupo, escaso, compañero de golf o de viaje; puede ser mezquino, miserable,
mencionado con frecuencia en los diarios, que encuentra su di- huraño, imperativo en el trato con la gente — por lo general,
versión en el trabajo; pero, al igual que la noticia de la muerte una persona imposible para convivir o estar cerca de ella. Con
de Mark Twain, estas afirmaciones son, a menudo, "muy exa- esto queremos decir que ciertas personas están inadecuadamen-
geradas". te desarrolladas en sus líneas emocionales; son fracasados emo-
Creemos que los deportes y la recreación son asaz reve- cionales. La observación nos ayuda a apreciarlo. Si no tene-
ladores. Cabe considerar ciertos deportes como un verdadero mos suficiente valor para invitar a esta persona a nuestra casa
haber en el activo y a otros como un verdadero debe en el pa- o para visitarla en la suya, y ponernos así en situación de
sivo. La manía de la velocidad provoca accidentes; la sexual observarla, podemos en cambio averiguar cuántos amigos tiene
y desde cuándo datan dichas amistades. Casi podría asegu-
lleva a muchas y graves complicaciones; la del alcohol acarrea rarse que si carece de un amplio círculo de amistades, o de
trastornos orgánicos, incapacidad para el trabajo y, finalmente, viejos amigos, se tratará de una persona con la cual siempre
una real enfermedad. resultará difícil convivir, no importa cuan bien cumpla su tra-
La actividad al aire libre favorece la aptitud física, la agi- bajo. Empero, una organización emocional bien, lograda, nunca
lidad en la competencia, la firmeza en la coordinación. Al exa- será un Índice infalible de si un hombre tendrá éxito en los
minar los antecedentes de un hombre, siempre estamos mejor negocios o en su profesión. ¿Cuántas veces hemos oído decir
dispuestos si observamos que se destaca en alguna forma de de alguien: "es el hombre más inútil del mundo, pero todos
recreación al aire libre: golf, tenis, remo, pesca, caza, boxeo lo quieren"? El registro de los hábitos de trabajos y rendimien-
o exploraciones. tos debe completarse siempre con el cuadro emocional. Al
320 J. B- WATSON EL C O N D U CTISMO 321
juzgar personalidades, hallamos que es mucho más difícil obte- período considerable. Creemos que las empresas comerciales
ner una sección transversal de los hábitos respecto de la men- están más crmenos convencidas de ello y dispuestas a impartir
tira, la honradez y las otras así llamadas "virtudes morales". más largos entrenamientos preliminares y a aceptar los amplios
No hay forma de descubrirlas si no se mira en la historia del cambios en el trabajo que tal sistema comporta.
individuo, analizándolas desde bien cerca. No obstante, ello
sólo puede efectuarse llevando a cabo una investigación com- ¿ES POSIBLE EMPLEAR MÉTODOS MAS RÁPIDOS EN EL ESTUDIO
pleta entre sus amigos y observando su conducta un tiempo DE LA PERSONALIDAD?
considerable. Si en su correspondencia, al referirse a terceros,
la gente fuese sincera, nuestros juicios acerca de la índole emo- ¿Podemos aprender algo acerca de la personalidad en una
cional de los individuos podrían formarse con más seguridad. "entrevista" con el sujeto? — Algo podemos aprender acerca
Pero, en nuestra mayoría, somos demasiado pusilánimes para de un individuo en una entrevista personal. No obstante, estas
escribir cartas sinceras; de ahí que las cartas de recomenda- entrevistas deberían ser más bien largas, y, mejor aún, sería
ción pocas veces valgan el papel sobre el cual se escribieron. preciso llevar a cabo varias, y más de una persona debería en-
Dudo de que nunca podamos establecer juicios valederos sobre trevistar al postulante. En el transcurso de una entrevista se
los aspectos emocionales de la personalidad — tales como la revelan muchos pequeños detalles que un atento observador
aptitud del individuo para congeniar con los demás, si trabaja puede notar y aprovechar. La voz de la persona, sus gestos,
mejor bajo una carga emocional pesada o liviana, si rinde más porte, aspecto personal — todo esto, es, creemos, significativo.
trabajando solo o en compañía, si tiene hábitos de trabajo Al poco rato, se estará en condiciones de decir si se trata de
desordenados, si lleva las cosas al día o se limita a ocultar lo una persona culta, o no; si tiene buenos modales, o no. Un
que le falta por hacer, si trabaja mejor cuando se lo anima o individuo se presentará con el sombrero puesto y el cigarro
cuando se lo vapulea —, a menos que establezcamos una es- en la boca; otro, experimentará tanto miedo que apenas podrá
cuela preliminar en la cual pueda realmente mantenerse al in- hablar; un tercero, se conducirá con tanta jactancia que desea-
dividuo bajo estricta observación por un período determinado. remos librarnos de él cuanto antes.
Admitiendo que el individuo se halle particularmente dotado Además, hay muchos pequeños detalles en la vestimenta
de la denominada aptitud intelectual (y por ello sólo entende- de una persona que nos indicarán en seguida si posee hábitos
mos una considerable organización manual y verbal), a me- personales de limpieza y pulcritud. Si usa un cuello sucio; si
nudo fracasa en sus distintos empleos, debido, en gran parte, no está aseado arriba de las muñecas, podemos tener la segu-
a la falta de organización visceral — es decir, a la falta de ridad de hallarnos ante una persona desagradable y sucia. Pero
un entrenamiento emocional bien equilibrado. Acaso se nos en- las entrevistas personales nada nos dicen acerca de los hábitos
tendería mejor si recurriésemos a los términos vulgarmente de trabajo del individuo, de su honradez, de la seriedad de sus
usados: es un individuo "sensible", "quisquilloso", "brusco", principios, y muy poco de su aptitud. Una vez más, en este
"vengativo", "despótico", "retraído", "engreído", "exclusivis- caso, hemos de remitirnos al estudio de la historia del indi-
ta", "susceptible", etc. A fin de que se revelen estos factores viduo .
emocionales, debe colocarse al sujeto bajo ciertas situaciones, ¿Cómo se explica, pues, que gerentes de oficinas y la gente
según hemos visto en nuestro estudio. Estos últimos son, en ri- en general crean poder descifrar las personalidades? Probable-
gor, tipos de reacción infantil, no organizados: residuos infan- mente, la causa principal es que les halaga creerlo. Les con-
tiles. En el curso de una semana de trabajo ordinario, o inclu- fiere cierta categoría en su círculo. Y pueden conservar esta
sive de un mes, tales situaciones pueden presentarse con poca pretensión porque no existe forma alguna de verificarlo. Si
frecuencia; de ahí que deba vigilarse al individuo durante un queremos escoger a un individuo de entre un grupo de aspi-
322 J. B- W AT SO N
EL CONDU CTISMO 323
rantes a un trabajo cualquiera — por ejemplo, de mandadero, dúos tien£ un esquema verbal bien organizado para ocultar esta
u otro tipo de ocupación que no exija ninguna aptitud de tipo característica a los ojos del ingenuo; el más "impuro" es quien
especializado, como la dactilografía o taquigrafía (casos en más a menudo clama por la pureza. La persona con mayor
que la verificación de la aptitud es posible), las probabilidades proclividad a la tentación, es la que más ruidosamente procla-
de acertar representan el cincuenta por ciento o más, aun cuan- ma las leyes y reglas sobre las cuales funda sus normas de
do lo hagamos a ciegas. Nuestros niveles de eficiencia no son moral y de conducta, i Pobre diablo!, tan débil es que nece-
muy elevados; de ahí que todas las oficinas estén llenas de sita de ellos para sostenerse. Otro caso frecuente es el del
individuos apenas capaces de retener sus puestos, pero que no individuo que, casi impotente, se jacta a toda hora de su vigor
podrían conservarlos si el trabajo estuviera mejor organizado. sexual.
No obstante, si un gerente es — como muchos — realmente
perspicaz, observa cómo los candidatos conversan entre ellos; De la misma manera, organizamos sistemas de hábito
enfrentándolos con cuestiones verbales de valor investigador, que puedan servirnos para disimular nuestras inferioridades fí-
y anotando cuidadosamente sus contestaciones descubrirá signos sicas. El hombre de estatura baja, habla a menudo en voz
útiles para su cometido. Sin embargo, la elección del per- alta, viste llamativamente, lleva zapatos de tacos elevados, es
sonal resulta hoy, en el mejor de los casos, un asunto in- petulante y atrevido. A fin de que se lo note de algún modo,
seguro. Por eso los mistificadores de la psicología tienen actuará en forma inusitada. Las mujeres buscan equilibrar una
tanto éxito. cosa con otra. Quizá no tengan un rostro hermoso, pero sus
formas son exquisitas; sus brazos pueden ser vulgares, pero
sus piernas son objeto de la admiración de artistas capaces
ALGUNAS DEBILIDADES DE NUESTRA PERSONALIDAD ADULTA de apreciar la belleza. Si en su anatomía no hay nada sobre-
saliente, entonces recurrirán a la casa de modas. Si son de-
La naturaleza humana tiene tantas debilidades que resulta masiado gordas para elegantes, tienen autos maravillosos, jo-
difícil confeccionar una lista de las principales. Por cierto, yas preciosas, mansiones suntuosas.
cuanto más de cerca se va observando la vida humana, más
nos persuadimos de que lo que en el individuo a menudo parece De una u otra manera, casi no hay ser humano que pueda
síntoma de fortaleza, no lo es sino de fundamental debilidad. enfrentar permanentemente sus inferioridades. Ni siquiera los
Estudiaremos estas debilidades agrupándolas bajo unos pocos analistas constituyen una excepción. Muchos de nuestros ami-
títulos: (1) inferioridades; (2) susceptibilidad a la adulación; gos son analistas. Inclusive a ellos puede enojárselos atacando
(3) lucha constante para llegar a superar y, finalmente, (4) sus teorías o también, haciendo cuestión de sus superiores po-
residuos del patrimonio infantil. deres de analistas. ¿Por qué habrían de ser diferentes? Lo único
que pedimos a quien siente la necesidad de jactarse un tanto
(1) Nuestras inferioridades. — En el presente es casi in- o de ostentar sus buenas cualidades, es que lo haga con algún
necesario extendernos acerca de los pasos mediante los cuales sentido del humor, que admita, al menos, que tales exhibicio-
"organizamos" nuestras inferioridades en sistemas. Los psico- nes le son de vez en cuando tan necesarias como el biberón
analistas ya lo han hecho por nosotros. Sin embargo, nos gus- al niño. En efecto, el origen de las llamadas "compensaciones"
taría explicarlo en términos científicos. En nuestra mayoría, es infantil. Enseñamos al niño que es "inteligente", más que
hemos desarrollado equipos de reacciones que encubren, disi- el del vecino, Lo mimamos, le damos mucha importancia. Los
mulan y ocultan nuestras inferioridades. La timidez es una de analistas denominan a esto expresión del "ego". De ninguna
estas formas; otras son el silencio, las explosiones de mal hu- manera; es tan sólo un sistema de hábitos organizado, esta-
mor. Las ideas avanzadas en cuestiones morales y sociales son, blecido sobre las rodillas maternas. Las propias inferioridades
también, formas muy comunes. El más egoísta de los indivi- de los padres inician el sistema. No importa cuan torpe sea
EL CONDUCTISMO 325
324 J. B. W A T SON
que la Regla Áurea o inclusive el "imperativo" de KANT. Sa- renunciar a nuestra infancia, y de hecho, según lo demostra-
bemos demasiado poco acerca de: "Todo lo que quisiereis que remos luego, rara vez lo hacemos completamente. Intentamos
los hombres hicieren con vosotros, haced vosotros también así transportar a nuestra vida adulta cotidiana el dominio que he-
con ellos". En nuestra mayoría somos patológicos en ciertos mos ejercido cuando niños sobre nuestros padres. El líder obre-
sentidos, y otras personas lo son en otros. Si intentáramos ro que clama: "¡abajo el capital y arriba el trabajo!", ansia
hacer con ellas lo que quisiéramos que hiciesen con nosotros, ser rey tanto como cualquiera de nosotros. Igualmente anhela
muy a menudo incurriríamos en situaciones difíciles y a veces llegar a ser rey o conservar su trono el capitalista que dice:
extremadamente desagradables. Tomemos nuevamente el im- "¡abaio el comunismo!" Nadie puede objetar esta clase de lu-
perativo kantiano: "Obra de tal modo, que la máxima de tu cha. Es parte de la vida misma. Siempre ha existido y siem-
voluntad pueda valer siempre, al mismo tiempo, como princi- pre existirá este tipo de pugna por el dominio (¡hasta que los
pio de una legislación universal". En nuestro mundo psicoló- conductistas tengan a su cargo la educación de los niños!)
gico, en incesante cambio, ninguna máxima es apta para una Cada hombre debería ser rey y cada mujer reina, pero, no obs-
aplicación universal. Un principio válido en el Edén, no lo hu- tante, cada uno debería aprender quezal dominio tiene sus
biese sido en la época del César, ni tampoco en el presente. fronteras. Son objetables en este mundo las personas que
Pero cada hombre puede estudiar su propia forma de actuar quieren ser reyes y reinas, pero que no quieren permitir la rea-
y, a menudo, se sorprenderá de los verdaderos estímulos que leza de los demás.
desencadenan sus acciones. La susceptibilidad a la adulación,
el egoísmo, la evitación de situaciones difíciles, el no querer (4) Residuos infantiles: causa general de la personalidad
demostrar o confesar debilidad, insuficiencia o ignorancia, los enferma. — Las debilidades de la personalidad que acabamos
celos, el miedo a rivales, el temor de ser utilizado como haz- de considerar, no constituyen sino ejemplos del hecho general
merreír, el criticar a los demás para librarnos de críticas nos- de que trasladamos a la vida adulta sistemas de hábito orga-
otros mismos, configuran una parte de nuestra naturaleza en nizados en nuestra infancia y adolescencia. Como señalamos
una proporción casi increíble. Cuando el individuo realmente en la pág. 292, muchos de estos sistemas son del tipo no-
se encara consigo mismo, queda a menudo (si no siempre) verbalizado — faltan los correlatos verbales y los sustitutos.
confundido por lo que se le revela: conducta infantil, normas El individuo no puede hablar de ellos, e inclusive negaría ha-
amorales atenuadas por un Iigerísimo revestimiento de racio- ber conservado su conducta infantil; sin embarco, la situación
nalización. Sólo el auténticamente valiente puede encarar la aproniada provoca su manifestación. Estos residuos represen-
desnudez del "alma". tan las más serias desvéntalas de la personalidad sana.
Uno de los sistemas que transportamos es el de los afec-
(3) Nuestra constante lucha por imperar. — Como re- tos intensos (condicionamientos positivos) para con uno o más
sultado de nuestro entrenamiento en manos de nuestros padres, individuos del hogar: madre, padre, hermano, hermana — o
de los libros, y de los cursos de vida de quienes nos rodean, algún adulto que haya desempeñado un papel importante en
cada hombre considera como su derecho inalienable el conver- nuestra crianza. El anego demasiado tenaz a obietos, lugares
tirse en rey y cada mujer en reina. Toda la historia alimenta y localizarles, a menudo resulta harto grave. El nombre gené-
esta actitud. Los reyes y las reinas son mimados, se los en- rico anlicable a estos residuos es el de hábito ,dp wdo. En los
cumbra; hay cosas dignas de reyes y reinas; disfrutan de más EE. W. se desarrollan especialmente en los Estados del Sur:
y mejor alimento; tienen mejor y más artística protección; go- "mi familia ha hecho esto y aouello": "iamás se pudo domi-
zan de satisfacciones sexuales más abundantes y estéticas. Es nar a un Smíth": "los Iones nunca olvidan un agravio". Las
durante la niñez que adquirimos la mayor parte de estas aspi- familias pertenecientes a la nobleza se han formado en el mismo
raciones. He aquí una de las razones porqué nos es tan difícil tipo de sistemas. Estos hábitos han cristalizado en divisas y
328 J. B- WATSON EL CONDU CTISMO 329
escudos de armas familiares. Puesto que el matrimonio por lo cionismo ha de desaparecer; es preciso enseñar al niño a no
común significa la entrada de un extraño en el grupo, a veces irrumpir en una habitación y empezar a hablar sin tener en
surgen serias dificultades antes de que aquél sea aceptado, in- cuenta que otros están conversando. Empezará a vestirse y ba-
clusive por la futura esposa o esposo. Esta es una de las ra- ñarse sin ayuda, a levantarse de noche e ir al baño si fuese ne-
zones de que existan tantos feudos de sangre. Así, porque cesario, y a hacer mil otras cosas no exigibles de un niño de
nuestros padres nos criaron en estos hábitos y porque también tres años. ¡Con que sólo nuestra vida de hogar estuviese orga-
ellos tuvieron igual crianza, recibimos el infantilismo como un nizada de modo que los hábitos de los tres años cediesen a los
tipo de perpetua herencia social. Aunque en forma algo menos propios de los cuatro sin dejar residuos! Pero ello no puede
insistente, también se inculcan en el pueblo los sistemas de ocurrir y no ocurrirá hasta tanto los mismos progenitores ten-
hábito racial. gan menos residuos de hábitos infantiles; hasta tanto aprendan
Pero a nosotros nos interesa en especial el desarrollo del a criar a sus hijos.
individuo. Volvamos a él. Supongamos que a los 3 años de Mencionaremos algunos casos que ilustran cómo influyen
edad haya sido usted impelido por su madre, tierna y extre- estos residuos en nuestras vidas de adulto. Debido a un amor
madamente cariñosa, a la siguiente forma de conducta: lo aten- materno excesivamente tierno, el matrimonio se le hace al hiio
día de continuo; era un ángel de criatura, y todo cuanto hiciera difícil o imposible: la madre le obíeta toda elección: finalmente
y dijera era algo absolutamente maravilloso; su padre no de- se casa y sobreviene un conflicto familiar. Llega después una
bía amonestarlo, su "nurse" cometía un error cada vez que lo calma pasaiera. Pocos días más tarde hiio y nuera van a vivir
reprendía. Tres años más tarde ingresó en la escuela. Era un con los padres. Entonces la pendencia se reanuda.
niño problema en todo sentido. Pronto empezó a hacer la ra- De esta suerte, el ioven viene a tener dos mujeres: la ma-
bona. Su madre lo respaldaba. Como robaba y mentía cons- dre v la esposa. Tal ioven debe rehacerse; se ve obligado a
tantemente, el maestro terminó por expulsarlo. La madre le abandonar este condicionamiento materno, no natural, mas igno-
buscó un pedagogo, pero reservándose la fiscalización sobre rado por él.
él. Esta educación fué completada por los viaies. A cada paso Otro ejemplo: una nina apegada al padre desde su in-
encontramos personas de esta clase. Incapaces de desemba- fancia, vive con él, soltera, hasta los 24 años. Finalmente se
razarse de sus hábitos de niño — nunca pueden "librarse de casa. Puesto que, naturalmente, nunca tuvo relaciones sexua-
eso", aunque el hogar ya ha dejado de mimarlos. Cuando la les con el padre, no quiere tenerlas con el marido. Si se la
juventud se acaba, recaen en un estado de desvalidez crónica. obliga, se enferma. Puede llegar a suicidarse o a enloquecer
Periódicamente, debiéramos desembarazarnos de nuestros a fin de rehuir esta situación.
hábitos infantiles, como la serpiente muda de piel — pero no Nos permitimos expresar la opinión de que si el individuo
de golpe, como lo hace ésta, sino gradualmente, a medida que adulto normal pudiese anotar en detalle, desde la mañana hasta
las nuevas situaciones originabas por el crecimiento lo exiian. la noche, la conducta verbal, manual y visceral movilizada por
A los tres años el niño normal tiene una personalidad bien or- sus residuos infantiles, no sólo quedaría sorprendido, sino in-
ganizada para su edad; un sistema de hábitos que responde clusive preocupado por su porvenir. "Fuimos heridos en nues-
perfectamente a sus necesidades. Pero, conforme progresa ha- tros sentimientos", "nos enoiamos", nos "exasperamos", "en-
cia los cuatro, algunos de los hábitos de los tres anos deben senamos a alguien lo que es bueno", "le dimos a alguien una
desecharse — abandonar el habla infantil, cambiar los hábitos birna", nuestro superior es un "estúpido", un "ignorante"; nos
personales. A los cuatro años, el moiar la cama, el succionar "peleamos", "perdimos el control", nos enfermamos, sufrimos
el pulgar, la timidez ante los extraños, la dificultad de hablar un dolor de cabeza, tuvimos que aparentar ante nuestros subor-
con soltura, no se considerarán con superficialidad. El exhibi- dinados, estuvimos malhumorados, de mal genio, distraídos to-
330
J. B. WATSON
EL CONDUCTISMO 331
do el día. Nuestro trabajo no se desenvolvió bien, lo estropea-
mos, arruinamos el material, fuimos crueles con los subordina- dría sustentar esta idea. Hoy, a ningún psicólogo le agradaría
dos, nos conducimos como engreídos — una de las formas casi que se pensara que cree en la doctrina de la interacción (¡sin
inevitables de ostentación. El "engreimiento" que, con tanta embargo, sospechamos que algunos de ellos creen!), de la cual
frecuencia, afea la personalidad, no es más que una confesión ésta es una manifestación. Hasta tanto no logremos que el
de crasa ignorancia. El sabio percibe ante sí un panorama tan médico dedicado a la conducta encare el hecho físico de que
vasto de las cosas ignoradas por él, que conforme aumenta sólo es posible hacer que una bola de billar empiece a moverse
su sabiduría, tórnase más y más modesto. El "engreimiento" en la mesa — pase del estado de reposo al de movimiento —
se origina en los mimos infantiles. empujándola con el taco o chocándola con otra (o con cual-
La humildad y las inadecuaciones son, igualmente, resi- quier otro cuerpo que se encuentra en movimiento); hasta
duos generalmente fomentados por un progenitor "inferior" o que no logremos que encare el hecho de que si la bola ya
inadecuado. Tales inclinaciones paternas explican tan bien los está en movimiento no es posible hacerle cambiar su velocidad
llamados factores "disposicionales" observables en las familias o su dirección — a menos que hagamos una de aquéllas co-
(nos referimos a las inclinaciones que pueden notarse a través sas —, hasta entonces, no conseguiremos que encare la con-
de muchas generaciones), que no sabemos por qué hemos de ducta psicopatológica con criterio científico. Los psicopatólo-
apelar a la herencia. gos — en su mayoría — hoy creen que los procesos del "cons-
ciente" pueden poner en movimiento la bola fisiológica y luego
cambiar su dirección. Aunque hemos hablado de los intros-
¿QUE ES UNA PERSONALIDAD "ENFERMA"?
pectivas en términos poco halagüeños, debemos reconocer que
En ningún campo tropezamos en la actualidad con una no son tan ingenuos en sus conceptos. Hace mucho que el pro-
terminología más ambigua que en el de la psicopatología. Los pio JAMES expresó la opinión (si bien no se atuvo a ella en
médicos saben poco de conductismo, ello explica que en psi- punto a la "voluntad" y a la "atención") que la única forma
copatología encontremos los términos de la vieja escuela in- mediante la cual se podía hacer cesar o modificar un proceso
trospectista o el léxico demonológico de los freudianos. En corporal, era poniendo en movimiento algún otro proceso cor-
cierta época, el autor de este libro confiaba vivir lo suficiente poral. Si la "mente" actúa sobre el cuerpo, entonces todas las
como para entrenar a un joven a fondo en conductismo antes leves físicas carecen de valor. Esta ingenuidad física y meta-
de que se iniciase en la medicina y más tarde en la psicopato- física del psicopatólogo y del analista se manifiesta en
logía, pero hasta ahora no lo ha podido realizar. AI conduc- expresiones como las siguientes: "este proceso consciente in-
tista, que desde el punto de vista médico es un lego, no le es hibió esta o aquella forma de conducta"; "el deseo inconsciente
dable sanear esta ciénaga, y el médico, que no es conductista, le imnide hacer esta o aouella cosa". Gran parte de nuestra
tampoco puede hacerlo. De ahí que, no obstante todas sus con- actual confusión se la debemos a FREUD. SUS partidarios no
fusiones, los conceptos de enfermedad "mental" e "inconscien- pueden ver esta verdad. Habiendo debido someterse a su
te" sigan florecientes. La mayor dificultad con que tropieza el análisis (de primera, segunda o tercera mano), la mayoría de
médico que trabaja en este terreno, reside en que no conoce ellos ha desarrollado una poderosa organización "paternal"
la historia de la filosofía ni tampoco física. Para la mayoría positiva. No quieren Que se critioue a su "padre". Esta actitud
de los psicopatólogos y analistas, la consciencia es una "fuer- de no admitir crítica y de no buscar el progreso consiguiente,
za" real, capaz de hacer algo; capaz de iniciar un proceso ha suscitado desmoronamientos en la cumbre de este movimiento
fisiológico o controlar, inhibir o dominar procesos ya iniciados. que empezó siendo uno de los más significativos de nuestra
Nadie, a menos que ignore física e historia de la filosofía, po- época. Nos atrevemos a pronosticar que dentro de veinte años,
el analista que emplee los conceptos y la terminología de FREUD,
332 J. B. W ATSON
EL CONDUCTISMO 333
En vez de cazar ratas u otros animales pequeños, huye y ma- pleando el estímulo del hambre, tapándole la nariz y alimentán-
nifiesta el miedo más pronunciado. Duerme en el tacho de la dolo en la oscuridad, pronto logramos que coma carne fresca.
ceniza; ensucia su propia cama; orina cada media hora y en Ello constituiría un buen principio. Tenemos una base sobre
todas partes. En lugar de oler los troncos, gruñe y raspa la la cual desarrollar nuestro trabajo ulterior. Lo dejamos sin
tierra, pero no se acerca a menos de dos pies de los árboles. comer, alimentándolo solamente al abrir su casilla por la ma-
Sólo duerme dos horas por día, y lo hace apoyado contra una ñana; tiramos el látigo; pronto empieza a saltar de alegría al
pared en lugar de echarse al suelo enroscado de modo que el oír nuestro paso. En pocos meses, no sólo habríamos eliminado
hocico toque el anca. Está delgado y extenuado porque no todo lo viejo, sino inclusive establecido lo nuevo. En la pri-
quiere comer grasas. Saliva constantemente (porque lo hemos mera exposición canina lo exhibiremos orgullosamente, y su
condicionado en forma que salive en presencia de cientos de conducta general realzaría tanto su cuerpo ágil y perfecto, que
objetos), lo cual interfiere su digestión. Entonces lo llevo al le haría merecer el primer premio.
psicopatólogo de los perros. Sus reflejos fisiológicos son nor- Todo esto es una exageración — ¡casi un sacrilegio! Cla-
males. No se encuentra lesión orgánica alguna. El perro — dice ro que no existe relación entre este ejemplo y los pobres seres
el psicopatólogo —, padece de una enfermedad mental, está enfermos que vemos en los hospitales de psicópatas. Sí, ad-
realmente insano; su estado mental ha provocado varios tras- mitimos la exageración, pero aquí buscamos lo elemental.
tornos orgánicos, tal una insuficiencia digestiva; ha "causado" Bregamos por la sencillez y reciedumbre de las piedras básicas
su pobre estado físico. Comparando su comportamiento con de nuestra ciencia de la conducta. Con ese ejemplo doméstico
el corriente en los de su raza, este can no hace nada de lo que queremos demostrar que mediante el condicionamiento no sólo
tendría que hacer. En cambio, hace justamente todo cuanto podemos establecer las complicaciones, pautas y conflictos de
resulta extraño en la conducta de un perro. El psicopatólogo conducta de las personalidades enfermas, sino también echar
nos aconseja encerrarlo en un hospital para perros insanos; los fundamentos para los pródromos de verdaderos cambios
agrega que, de no hacerlo, saltaría de un edificio de diez pisos, orgánicos que finalmente acarrean infecciones y lesiones — todo
o se metería en un incendio sin vacilar. ello, sin introducir los conceptos de la relación mente-cuerpo
Le contestamos al psicopatólogo que no sabe nada acerca ("influencia de la mente sobre el cuerpo") y sin abandonar si-
de nuestro perro; que, considerando el ambiente en el cual fué quiera el terreno de la ciencia natural. En otras palabras, como
criado (la manera como se lo entrenó), es el animal más nor- conductistas, en las "enfermedades mentales" tratamos con el
mal del mundo; que la razón por la cual lo llama "insano" o mismo material e inclusive con las mismas leyes que los neuró-
enfermo "mental", débese a su propio absurdo sistema de logos y fisiólogos.
clasificación.
Finalmente, relatamos al psicopatólogo nuestros experimen- COMO CAMBIAR LA PERSONALIDAD
tos. Se disgusta muchísimo. "Puesto que es usted quien ha
provocado este estado, cúrelo usted mismo". Entonces trata- Corresponde al médico cambiar la personalidad del indi-
mos de corregir las dificultades de conducta de nuestro perro. viduo enfermo — del psicópata. Por muy mal que en la
Por lo menos hasta el punto en que pueda empezar a asociarse actualidad cumpla su tarea, debemos acudir a él si se mani-
con los perros decentes del barrio. Si fuese muy viejo o si las fiesta algún desorden en el hábito. Pues si llegáramos al punto
cosas hubiesen llegado demasiado lejos, nos limitaríamos a te- de no poder tomar el cuchillo o el tenedor; si uno de nuestros
nerlo aislado; pero si fuese cachorro y aprendiese con facilidad, brazos se paralizase o no pudiésemos reaccionar al ver a nuestra
trataríamos de reentrenarlo. Aplicamos métodos conductistas. mujer e hijos, y el examen médico no descubriera lesiones de
Primero lo incondicionamos y luego lo condicionamos. Em- ninguna naturaleza, nos apresuraríamos a consultar a nuestros
336 J. B- W A T SON EL CONDU CTISMO 337
amigos psicoanalistas y les diríamos: "por favor, a pesar de personalidad. Algún día dispondremos de hospitales especial-
todas las cosas desagradables que hemos dicho de ustedes, mente dedicados a ayudarnos a transformar nuestra personali-
ayúdennos a salir de este embrollo". dad, puesto que nos es factible hacerlo con la misma facilidad
Aun nosotros, "los normales", después de habernos exa- con que corregimos el perfil de la nariz, sólo que lleva mayor
minado y decidido que convendría desembarazarnos de algunos tiempo.
de nuestros peores residuos, nos percatamos de que tales cambios
en nuestras personalidades no son tarea fácil. ¿Se puede EL LENGUAJE COMO OBSTÁCULO EN EL CAMBIO DE LA PERSONALIDAD
aprender química en una noche? ¿Llegar a ser un músico o
un artista verdadero en un año? Sería sobremanera difícil, Existe una dificultad en modificar la personalidad mediante
aunque nos consagráramos a ello con exclusividad; pero resul- el cambio de ambiente, que hasta ahora ha sido objeto de
taría doblemente difícil si tuviéramos que desaprender un vasto escasa atención. Reside en el hecho de que cuando procuramos
sistema organizado de hábitos viejos antes de empezar a con- modificar la personalidad de un individuo cambiando su am-
traer nuevos. Y, sin embargo, a ello se aboca el individuo biente externo, no podemos evitar que, bajo la forma de palabras
cuando quiere una nueva personalidad. Ningún curandero podrá y sustitutos de palabras, aquél lleve consigo su antiguo ambiente
hacerlo por ustedes, ninguna escuela por correspondencia podrá interno. Imaginemos a un hombre que nunca haya trabajado
guiarlos exitosamente. Cualquier nuevo acontecimiento puede en su vida, que siempre haya sido el niño mimado de la madre,
iniciar la transformación: una inundación, una muerte en la eterno cortejante de damiselas de escenario, asiduo de los me-
familia, un terremoto, una conversión religiosa, una enfermedad, jores restaurantes de la ciudad, cliente de las camiserías de
una pelea: cualquier cosa que destruya sus actuales pautas de lujo, y enviémoslo al Congo, en la situación de colonizador.
hábitos, los obliga a ustedes a salir de la rutina ubicándolos Pero este sujeto lleva consigo su propio lenguaje y otros sus-
en una posición en la cual tendrán que aprender a reaccionar titutos del mundo que acaba de abandonar, y ya hemos visto
a objetos y situaciones diferentes de los que anteriormente pro- que cuando el lenguaje está bien desarrollado, nos suministra
vocaban sus reacciones. Tales acontecimientos pueden iniciar una verdadera réplica manipulable del mundo en que vivimos.
el proceso de formación de una nueva personalidad. Durante Por ello, si — como puede ocurrir — el nuevo mundo no em-
el establecimiento de nuevos hábitos, los viejos empiezan a pieza a apoderarse de él, acaso lo rehuya y pase el resto de su
perderse por desuso — o sea hay pérdida en la retención; y de vida en el viejo mundo sustituto de palabras. Un individuo de
ahí que el individuo esté cada vez menos dominado por los este tipo puede transformarse en un encastillado — en un ver-
antiguos sistemas de hábito. dadero soñador.
¿Qué debemos hacer para cambiar de personalidad? De- Pero, a pesar de todo, los individuos pueden cambiar y
bemos desaprender lo que hemos aprendido (y este proceso cambian de personalidad. Los amigos, los maestros, el teatro,
puede realizarse tanto por medio del incondicionamiento activo el cinematógrafo, todo contribuye a hacer, rehacer y deshacer
como sencillamente por el desuso) y aprender cosas nuevas, lo nuestras personalidades. El hombre que nunca se expone a
cual siempre constituye un proceso activo. Así, la única manera tales estímulos, jamás cambiará su personalidad por otra mejor.
de realizar un cambio integral de la personalidad consiste en
rehacer al individuo modificando su ambiente en forma tal que EL CONDUCTISMO COMO FUNDAMENTO PARA TODA FUTURA
sun'a la necesidad de nuevos hábitos. Cuanto más radicalmente ETICA EXPERIMENTAL
cambien éstos, tanto más cambiará la personalidad. Pocos in-
dividuos son capaces de lograrlo sin ayuda. He aquí la razón El conductismo debería ser una ciencia que prepare a hom-
de que año tras año sigamos conservando siempre la misma bres y mujeres para entender los principios de su propia
338 J. B- W A T SON
influencia que la religión y la superstición ejercen en la vida; Examen de la consciencia. — Desde la época de WUNDT,
explica la psicología que hoy se enseña corrientemente en todas la consciencia se constituyó en el tema fundamental de la psi-
las universidades; y, en parte, explica también la fuerza de cología. Inclusive hoy lo sigue siendo. Nunca se la ha visto,
convicción del argumento finalista que invoca el profesor tocado, olfateado, gustado o movido. Es un mero supuesto,
MCDOUGALL. con tan escasas posibilidades de ser probado como el antiguo
concepto de alma. Y para el conductista, ambos términos son
Ejemplo de tales conceptos. — Ejemplo de tales conceptos esencialmente idénticos en punto a sus connotaciones metafísicas.
lo constituye el de que cada individuo posee un alma. Este Para poner de manifiesto lo anticientífico de este con-
dogma se ha hallado presente en la psicología humana desde cepto, recordemos la definición de psicología formulada por
la más remota antigüedad. Nadie tocó jamás un alma, vio WILLIAM JAMES: "La psicología es la descripción y explicación
ninguna en el tubo de ensayo, ni en forma alguna estuvo en de los estados de consciencia en cuanto tales". Partiendo de
relación con ella como con los otros objetos de su experiencia una definición que supone lo que pretende demostrar, salva su
diaria. No obstante, cuestionar su existencia significa conver- dificultad con un argumentum ad hominem. "Consciencia; ¡oh,
tirse en un hereje, y en cierta época, acaso hubiera implicado sí, todos deben saber lo que es esta consciencia!" Somos cons-
arriesgar la vida. Todavía hoy, para quien desempeña un cargo cientes cuando tenemos una sensación dé rojo, una percepción,
universitario, el poner en tela de juicio tal idea, en muchas ins- un pensamiento, cuando queremos hacer algo. En otras pala-
tituciones equivaldría a firmar la propia sentencia de muerte bras, no nos dicen qué es la consciencia; simplemente comienzan
profesional. por introducir cosas en ella como supuestos y, cuando pasan
a analizarla, naturalmente, encuentran lo que pusieron. Es así
La filosofía medieval no sólo aceptaba el concepto de alma; cómo en los análisis de la consciencia de ciertos psicólogos
intentaba definirlo, manejarlo — tal como se manejan los ob- hallamos elementos como las sensaciones y sus fantasmas, las
jetos de la experiencia diaria. Como consecuencia vemos plan- imágenes. En otros, no sólo encontramos sensaciones, sino
tearse en dicha filosofía problemas tales como: ¿cuántos también, los denominados elementos afectivos: y más aún, en
ángeles pueden pararse sobre la punta de un alfiler? otros, un elemento como la voluntad — llamada elemento co-
El desarrollo renacentista de las ciencias físicas disipó en nativo de la consciencia. Vemos que por ahí algunos afirman
cierta medida esta asfixiante nebulosa del alma. Era posible la existencia de centenares de sensaciones de un cierto tipo;
pensar en la astronomía, en los cuerpos celestes y sus movi- en tanto los de más allá sostienen que únicamente existen unas
mientos, en la gravitación y fenómenos similares, sin implicar pocas. Y así adelante. Se han impreso, literalmente, millares
el alma. Aun cuando los primeros hombres de ciencia fueron, de páginas acerca del análisis minucioso de este algo intangible
por lo general, devotos cristianos, pronto prescindieron del alma denominado "consciencia". ¿Y bien, cómo trabajar sobre ella?
en sus tubos de ensayo. Empero, ocupándose de objetos que No analizándola, según procederíamos si se tratara de una
consideraban inmateriales, a la psicología y a la filosofía les composición química o del crecimiento de una planta. No,
resultó muy difícil desprenderse de ella; de ahí que los con- éstas son cosas materiales. La cosa que llamamos consciencia
centos de mente y alma llegaron a las postrimerías del siglo sólo puede analizarse por introspección, volviéndonos sobre
diecinueve. Al establecerse en 1869 el primer laboratorio de nosotros mismos y escudriñando lo que acontece en nuestro
psicología, los discípulos de WUNDT alardearon de que la psi- interior.
cología se había transformado, por fin, en una ciencia sin alma. En otras palabras, en lugar de mirar los bosques, árboles,
Pero todo cuanto WUNDT y sus discípulos habían hecho era puentes y objetos, debemos mirar ese algo indefinido e inde-
sustituir la palabra "alma" por la de consciencia. finible que titulamos consciencia. Consecuencia de dicha premisa
346 J. B. WATSON - W. Me DOUGALL LA BATALLA DEL CONDUCTISMO 347
capital — de que existe una cosa que designamos consciencia, El conductista se ubica frente al organismo humano y se
y de que podemos analizarla por introspección — es que en- pregunta: "¿qué puede hacer? ¿Cuándo comienza a hacerlo?
contramos tantos análisis cuantos psicólogos hay. No existe Si lo que realiza no lo hace a causa de su naturaleza congé-
elemento alguno de control. No hay forma de atacar experi- nita, ¿cuántas cosas puede aprender a hacer? ¿Cuáles son los
mentalmente, resolver los problemas psicológicos y establecer métodos de que debe valerse la sociedad para enseñárselas?
métodos normativos. Y, una vez que el organismo las haya aprendido, ¿hasta cuándo
será capaz de ejecutarlas sin practicar?" Planteado su problema
Advenimiento del conductismo. — En 1912 los conduc- en esta forma, la psicología entra en íntima relación con la
tistas llegaron a la conclusión de que ya no podía satisfacerles
semejante trabajo con intangibles. Veían cómo sus colegas cien- vida.
tíficos progresaban en medicina, en química, en física. Todo Desde hace mucho tiempo sabemos que no nos es posible
descubrimiento en esos campos tenía trascendental importancia; conseguir que el animal — objeto de nuestro estudio — se
cada nuevo elemento que se lograba aislar en un laboratorio examine introspectivamente y nos hable de su consciencia, pero
podía serlo asimismo en otro; cada nuevo elemento se incor- está a nuestro alcance suspenderle la comida, encerrarlo en un
poraba e integraba en seguida en la trama y urdimbre de la lugar donde la temperatura sea baja o alta, donde escasee el
ciencia. ¿Es menester recordar el radium, la telegrafía sin hilos, alimento, falte el estímulo sexual, etc., y en estas diversas si-
la insulina, la tiroxina y cientos de otros? Elementos así aisla- tuaciones observar su conducta. Comprobamos que, sin pre-
dos y métodos formulados empezaban a funcionar de inmediato guntarle nada, merced a una observación sistemática y contro-
en la obra humana. lada, nos es dable escribir volúmenes acerca de todo lo que
Pero, según hemos explicado, no ocurría lo mismo en hace cada animal, tanto en virtud de sus actividades innatas
psicología. Debe reconocerse que el profesor WARNER FITE como de las que tiene que aprender. Pronto estuvimos en con-
tiene razón cuando afirma que en la psicología subjetivista diciones de explicar que hace esto o aquello por tal y cual
nunca se verificó un descubrimiento; sólo hubo especulación razón.
medieval. El conductista comenzó por plantear el problema de La regla o el método que el conductista jamás pierde de
la psicología, barriendo con todas las concepciones medievales. vista es: "¿puedo describir el trozo de conducta que veo en tér-
Borró de su vocabulario científico todos los términos subieti- minos de estimulo y respuesta?" Por estímulo entendemos
vistas, tales como sensación, percepción, imagen, deseo, finali- cualquier obieto del ambiente en general o cualquier cambio en
dad, e inclusive pensamiento y emoción en sus acepciones el estado fisiológico del animal: por ejemplo, los que ocurren
originales. cuando le impedimos su actividad sexual, le privamos de ali-
mento, o no le dejamos construir su nido. Por respuesta, en-
¿Qué puso en su lugar? — El conductista interroga: "por tendemos el sistema de actividad organizada que se destaca a la
qué no hacer de lo que podemos observar el verdadero campo observación donde quiera y en toda clase de animal: construir
de la psicología? Limitémonos a lo observable, y restrínjame- rascacielos, dibujar planos, tener familia, escribir libros, etc.
nos en la formulación de las leyes sólo a estas cosas". Ahora La psicología conductista se funda sobre reflejos tales co-
bien, ¿qué es lo que podemos observar? Pues, la conducta — lo mo los que estudia el neurofisiólogo. Ante todo, bebemos aclarar
que el organismo hace o dice. Y apresurémonos a señalar que en qué consisten. Supongamos (hasta tanto la observación nos
hablar es hacer — esto es, comportarse. El hablar en forma proporcione una formulación exacta) que exista en el momento
explícita o silenciosa representa un tipo de conducta exacta- del nacimiento un gran número de respuestas o "reflejos" onto-
mente tan objetivo como el béisbol. genéticos, embriológicos. Personalmente, prefiero el término
"retorcimientos". Aun cuando sólo hubiese un centenar para
348 J. B. WATSON - W. Me DOUUALL LA BATALLA DEL CONDUCTISMO 349
empezar (y hay miles), el proceso de condicionamiento — que quiera del universo) y lo utilizamos como estimulante del
se cumple según la ley de permutaciones y combinaciones —, organismo conjuntamente con A un señalado numeró de veces
establecería muchos millones de respuestas totales — cantidad
muy por encima de la que jamás provoca el ambiente en el (en ocasiones, una sola es suficiente), también él en lo su-
más versátil de los seres humanos. cesivo provocará /. De la misma manera nos es posible lograr
que C, D, E susciten / ; en otras palabras, que cualquier objeto,
Ahora bien; ¿qué entendemos por condicionamiento de a nuestro antojo, provoque / (sustitución de estímulo). Esto
respuestas embriológicas? Este proceso nos es familiar a todos. elimina la vieja hipótesis de que existe alguna conexión o
Desempeña en la conducta humana un papel mucho más im-
asociación inmanente o sagrada de un objeto con.otro. El orden
portante de lo que generalmente se cree. Será suficiente que
universal es simple cuestión de condicionamiento. Empezamos
sintetice unos pocos hechos. Empecemos con la suposición,
arriba expresada, de que al nacer el niño exhibe determinadas a escribir a la izquierda de la página y seguimos hacia la de-
respuestas incondicionadas o "retorcimientos": (I) R. Ahora recha. Los japoneses comienzan arriba y continúan hacia abajo.
bien, deben existir determinados estímulos que provoquen cada La conducta del europeo es exactamente tan ordenada como
una de estas respuestas. Por lo que hasta el presente hemos la del japonés. Todas esas llamadas asociaciones son condi-
averiguado observando al niño, dichos estímulos pueden susci- cionadas. Esto demuestra cómo la parte estimulante de nuestra
tar estas respuestas sin necesidad de aprendizaje previo alguno. vida se complica más y más conforme se avanza en la exis-
A estos estímulos los llamamos estímulos incondicionados (I) E. tencia; cómo un estímulo pronto llega a establecer no solamente
/ en el esquema anterior, sino también muchas otras respuestas.
Respuestas embriológicas incondicionadas Pero, ¿cómo se van complicando las respuestas cada vez
más? Los neurólogos estudiaron las integraciones, pero espe-
(0 E (I) R cialmente en cuanto a su número y complejidad, a la forma en
A I que se establecen en una organización ya desarrollada, en qué
Después del condicionamiento: orden se realizan (por ejemplo, en el refleio de rascar), y
qué estructuras nerviosas involucran, etcétera. Pero, nunca se
•I han interesado por conocer su origen. En la fórmula siguiente,
presumimos que al nacimiento A provocará 1, B provocará 2
y C, 3. Cuando se aplican los tres estímulos en rápida sucesión,
•Étc J siempre suscitarán una pauta de reacción, cuyos componentes
serán 1, 2, 3, (si no intervienen inhibiciones recíprocas). Hasta
Mencionemos todavía la posibilidad de que tal relación entre aquí no hay integración. Supongamos, sin embargo, que emplee
estímulo y respuesta incondicionados no sea un dato biológico. siempre el mismo estímulo X cada vez que aplico A, B y C.
Tal vez fué establecida en la vida embriológica por condicio- Al poco rato, dicho estímulo X podrá actuar solo, en reemplazo
namiento intrauterino. Al hablar de estímulos y respuestas in- de los estímulos A, B y C; en otras palabras, el estímulo X
condicionados, sólo hacemos referencia a que, como observa- por sí puede provocar tres respuestas: " 1 , 2 y 3 " .
dores, verificamos que ciertas respuestas corresponden a ciertos
estímulos desde el instante del nacimiento. (I) E (1) R
En la fórmula anterior, A representa uno de esos estímu-
los incondicionados, e / una de las respuestas. Ahora, si to- A "i 1 1 Evocadas simultá-
mamos B (que, por cuanto sabemos puede ser un objeto cual- B y aplicados simultáneamente 2 > neamente pero
CJ 3 J no integradas.
350 LA BATALLA DEL CONDUCTISMO 351
J. B. W A T S O N - W . Me DOUGALL
Después del condicionamiento: necesitamos más que las leyes ordinarias de física y química.
Al igual queden estas ciencias, hay en la conducta muchas cosas
(C) E (C) R que no podemos explicar; mas, donde termina la experiencia
objetivamente verificable, empiezan la hipótesis y la teoría,
í A 1 ] Respuesta s o c i a l Pero inclusive las teorías y las hipótesis deben ajustarse a
X «j B 2 Y integrada, 11a-
LC 3J mada "Y". los términos de lo que ya se conoce acerca de los procesos
físico-químicos. Por consiguiente, quien deseara introducir la
Por ejemplo, la visión de la esposa que entra en el cuarto consciencia como epifenómeno o como fuerza activa que inter-
puede provocar en nosotros la respuesta social integrada que fiere los movimientos físicos y químicos del cuerpo, lo hace
denominaremos Y, que consiste en: (1) levantarnos de nuestro atendiendo a sus inclinaciones espiritualistas y vitalistas. El
asiento; (2) saludarla, y (3) ofrecerle la silla. Esta sería la conductismo no puede hallar la consciencia en ningún rincón
respuesta integrada. Nuestro problema de condicionamiento del tubo de ensayo. No descubre indicios de una corriente de
social reside, pues, en hallar primero los tipos de respuestas consciencia, ni siquiera de una tan persuasiva como la descrita
individuales que deseamos reunir a fin de establecer alguna por WILLIAM JAMES. Encuentra, sin embargo, convincentes
pauta de respuesta requerida por la sociedad, y después en pruebas de una corriente de conducta dé complejidad siempre
localizar los estímulos individuales susceptibles de provocar en aumento.
tales respuestas y sustituir el grupo completo de los estímulos
A fin de comprender esa corriente de conducta, en primer
por un estímulo único — frecuentemente verbal. Todas las ór-
denes verbales son de este tipo, por ejemplo: "¡De frente, mar- lugar debemos observar la actividad del neonato y enumerar
chen!" En nuestra fórmula, el estímulo verbai es X, los mo- las respuestas incondicionadas y los estímulos incondicionados
vimientos separados necesarios para ejecutar esta maniobra es- que las provocan. No todas las respuestas incondicionadas están
tán representados por los números 1, 2, 3. presentes al nacimiento. Algunas recién se manifiestan con
claridad en épocas ulteriores. Y este examen no se realiza con
De este modo — que acaso parezca un tanto complicado fines de clasificación. Se buscan los datos porque estímulos
para quien no se halla familiarizado con el establecimiento de y respuestas constituyen la "materia prima" con la cual nuestro
respuestas condicionadas —, el conductista intenta tomar el niño, adolescente y adulto, habrá de formarse. La conducta de
antiguo y vago concepto de la formación del hábito y darle amor, de miedo y de ira comienzan al nacer; igualmente el
una nueva y exacta formulación científica en términos de res- estornudo, el hipo, el alimentarse, los movimientos de las pier-
puestas condicionadas. Sobre esta base, nuestros más complejos
hábitos adultos resultan explicables en términos de series de nas, de la laringe, el agarrar, defecar, orinar, llorar, la erección
respuestas condicionadas simples. del pene, el sonreír, movimientos de defensa y otros. El alcan-
zar, parpadeo y otros movimientos aparecen sólo más tarde.
El conducüsmo no encuentra pruebas científicas de la Algunas respuestas embriológicas persisten a través de toda la
existencia de ningún principio vitalista. — Como, por ejemplo, vida del individuo, otras desaparecen.
el de la "finalidad" ("purpose") de MCDOUGALL, en su ex- De mayor importancia que todas las demás, las respuestas
plicación de la creciente complejidad de la conducta a medida condicionadas se establecen casi de inmediato sobre estos fun-
que pasarnos de la infancia a la edad adulta. Es un truismo damentos embriológicos. Por ejemplo, el niño sonríe desde que
en ciencia que no deberíamos introducir ningún factor vita- nace, (I) R; la caricia en los labios y otras partes del cuerpo,
lista en nuestras explicaciones. Para explicar la conducta no (I) E (y algunos estímulos intraorgánicos), provocan dicha
352 J. B. WATSON-W. Me DOUGALL LA BATALLA DEL CONDUCTISMO 353
normalmente y no se producen trastornos digestivos. Repítase Tomen Vds. un niño cualquiera (como lo he hecho yo
el procedimiento al día siguiente, pero arrimando la pecera últimamente con dos) cuando recién comienza a hablar. Atisben
un poco más. En cuatro o cinco días será posible situar la por el ojo de la cerradura y obsérvenlo en las primeras horas
pecera al lado mismo de la bandeja de la comida sin suscitar de la mañana. Está sentado en su cama atareado con sus
la menor perturbación. Tómese entonces un platillo de vidrio, juguetes, les habla en voz alta, habla de ellos. Si es un poco
lléneselo con agua, dejándolo un poco lejos, y en las comidas más grande, habla en voz alta de sus planes para el día, dice
siguientes acérqueselo cada vez más al niño. Entonces, en tres que la "nurse" lo llevará a pasear, que su "papi" le traerá
o cuatro días, podrá colocarse dicho platillo sobre la bandeja un auto. En otras palabras, cuando se encuentra a solas habla
junto a su leche. El antiguo miedo habrá sido eliminado por explícitamente con la misma naturalidad con que trabaja ex-
el entrenamiento, se habrá completado el desacondicionamiento plícitamente con sus manos. Interviene un factor social. El
en forma estable. Creo que este método se funda en el reen- padre se enoja porque le estorba su sueño de la mañana. Le
trenamiento del componente visceral de una reacción corporal grita: "¡calla!" El niño empieza entonces a musitar para si
total; en otras palabras, para remover el miedo hay que con- mismo — existen muchos individuos que nunca pasan de este
dicionar el intestino. Ahora bien, creo que una de las razones estadio, y siguen murmurando para sí mismos durante toda la
por la cual tantas "curaciones" psicoanalíticas no son perma- vida cuando intentan hablar. Al padre no le agrada el murmullo
nentes reside en que no se condiciona el intestino al mismo más que la conversación en alta voz, y quizá le dé una palmada
tiempo que los componentes verbales y manuales. En mi opi- en los labios. Por fin, los padres consiguen que el niño hable
nión, el analista no puede reentrenar el intestino mediante ningún silenciosamente para sí mismo. Cuando sus labios están cerra-
sistema de análisis o de instrucción verbal, porque en nuestro dos, a nadie interesa lo que ocurre detrás de ellos. Es así
entrenamiento anterior no fueron palabras lo que estimuló la cómo logramos conducirnos a nuestro antojo con tal que no lo
respuesta intestinal. manifestemos por ningún signo motriz exterior — en otras
palabras, nuestros pensamientos son exclusivamente nuestros.
¿Omite algo la psicología conductista? — El profesor Plantéase ahora una nueva cuestión que requiere cuida-
MCDOUGALL les dirá, sin duda, que el conductismo elige sus doso examen: ¿pensamos sólo en palabras?
problemas. Admitirá que el tipo de trabajo que he bosquejado Hoy, entiendo que, toda vez que el individuo piensa, tra-
es valioso para la sociedad, pero aducirá que el conductista baja (implícitamente) su total organización corporal, aunque
descarta asidua y tal vez neciamente muchos otros problemas el resultado final consista en una formulación verbal hablada,
psicológicos. Uno de éstos es el del pensar. ¿Cómo explicar escrita o expresada subvocalmente. En otros términos, desde
el "pensar" en términos conductistas? Requiere bastante tiempo el momento en que (por la situación en que se encuentra) se
hacerlo. le plantea al individuo el problema de pensar, se despierta en
él la actividad que ha de conducirle finalmente a la adaptación.
El creciente predominio de los hábitos verbales en la En ocasiones, la actividad se desarrolla como: (1) organización
conducta del niño en desarrollo, lleva naturalmente a la con- manual implícita; más frecuentemente como (2) organización
cepción conductista del pensar. El conductista no hace misterio verbal implícita; y a veces como (3) organización visceral
alguno con él. Sostiene que el pensar es comportamiento, orga- implícita (o inclusive explícita). Si (1) o (3) predominan, el
nización motriz, al igual que jugar al tenis o al golf o cualquier pensar se desarrolla sin palabras.
otra forma de actividad muscular. Pero, ¿qué tipo de actividad Un diagrama (véase pág. 299) esclarecerá la teoría acerca
muscular? La misma que emplea al hablar. Pensar es tan sólo del pensar que con toda convicción sustento en la actualidad.
hablar, pero hablar con músculos ocultos. Doy allí por supuesto que el cuerpo ha sido organizado simul-
356 J. B- W A T S O N - W . Me DOUGALL
L A BATALLA DEL CONDUCTISMO 357
táneamente para responder a una serie de objetos, en forma
manual, veibal o visceral. Doy por supuesto, además, que sólo Así, las palabras son los sustitutos condicionados — (C)
uno de los objetos, el inicial £ 1, se halla presente y pone en E — de nuestro mundo de objetos y actos. El pensar es un
marcha la actividad de todo el cuerpo sobre el problema a recurso para manipular el mundo de los objetos cuando éstos
pensar. El objeto materialmente presente puede ser una persona no se hallan al alcance de los sentidos. El pensar duplica, y
que formule la pregunta: "¿Quiere X dejar su ocupación aún más, nuestra eficacia. Nos permite llevar con nosotros a
para asociarse con Y?" Por hipótesis, el mundo queda elimi- la cama nuestro mundo diario y manipularlo durante la noche,
nado y él tiene que resolver su problema pensando. o cuando se halla a mil millas de nosotros. Los psicoanalistas,
El diagrama muestra con claridad que el pensar involucra al librar a un individuo de una defectuosa situación, a menudo
los tres equipos de nuestro sistema organizado de reacción. olvidan que el paciente lleva consigo la defectuosa situación
Nótese que RK1 puede provocar VK2, RR2, RG2; RV1, RK2, verbal a su nuevo estado. Casi todos los éxitos logrados por
RV2, RG2; y RGl, RK2, RV2, RG2; y que todas ellas sirven el análisis se deben a que el analista construye un nuevo
respectivamente como sustitutos kinestésicos, laríngeos o vis- mundo verbal correlacionado con un nuevo mundo visceral y
cerales de E2, el próximo objeto real de la serie de objetos manual. No puede existir virtud alguna en el análisis "per se".
que originariamente producen la organización. Adviértase que, Aquí termina mi breve exposición. Sólo pude exponer
según el diagrama, el pensar puede desarrollarse sin palabras rápidamente al lector unas pocas palabras conductistas; sería
durante un lapso considerable. irrazonable esperar qi'e reaccione de un modo favorable ante
un planteamiento científico que en tantos aspectos choca con
¿No parece razonable suponer que la actividad del pensar, su organización anterior. Si logro que Vds. adopten una actitud
en períodos de tiempo sucesivos, pueda ser kinestésica, verbal un poco más crítica frente a las superficiales formulaciones
o visceral (emocional)? Cuando la organización kinestésica psicológicas de nuestra énoca, me daré por satisfecho. Para
queda bloqueada o no existe, entran en acción los procesos
verbales; cuando faltan ambos, la organización visceral (emo- acentar el conductismo. nlena v libremente, se requiere un des-
cional) pasa a dominar. De todos modos, por hipótesis supo- arrollo lento — el abandono de antiguos hábitos y la formación
nemos que de alcanzarse la respuesta o adaptación final, ésta de nuevos. El conductismo es un vino nuevo que no puede
será verbal (subvocal). envasarse en odres viejos.
J. B. WATSON.
Esta forma de argumentación muestra cómo la organiza-
ción total del individuo concurre al proceso de pensar. ¡Creo
que demuestra claramente que la organización manual y vis-
ceral obran en el pensar, aun cuando no se hallen presentes
procesos verbales; y asimismo, que de alguna manera sería
factible pensar aunque no se dispusiese de palabras!
Por consiguiente, pensamos y planeamos con todo el
cuerpo. Pero, dado que, como ya he indicado, la organización
verbal, cuando se halla presente, en general probablemente
predomina sobre la visceral y la manual, podemos decir que el
pensar es, en su mayor parte, verbalización subvocal — siem-
pre que admitamos en seguida que también puede desenvolverse
sin palabras.
Hechos Fundamentales en Psicología
EXAMEN DEL CONDUCTISMO
por lo menos desde el momento en que comprenda el nudo En tercer 4ugar, los conceptos del doctor WATSON, además
de la cuestión. de dar la impresión de atractiva sencillez, proclaman llevar la
Por otro lado, también el doctor WATSON cuenta a su psicología — y así parecen hacerlo — al mismo plano de las
favor con algunas ventajas iniciales que, en conjunto, repre- ciencias naturales, transformándola en una disciplina rigoro-
sentan un considerable activo para él, lo cual, en cierta me- samente científica.
dida, restablece el eauilibrio. En primer lugar, hay muchas En cuarto lugar, la causa del doctor WATSON tiene en
personas de tal mentalidad que siempre se sienten atraídas por esta ocasión la inapreciable ventaja de ser presentada por su
todo lo grotesco, paradójico, ridículo y afrentoso; por todo personalidad atractiva y vigorosa.
cuanto vaya contra el gobierno, por todo lo heterodoxo y
opuesto a ios principios aceptados. Todas ellas inevitablemente En quinto lugar, el conductismo watsoniano es un pro-
se inclinarán hacia el doctor WATSON. ducto peculiarmente americano. Hasta cabe afirmar que lleva
muy claramente impresa la marca del genio nacional, siempre
En segundo lugar, las ideas del doctor WATSON resultan en busca de atajos para obtener grandes resultados. Y, lá
atractivas para muchos, especialmente entre los jóvenes, a causa imposibilidad de inducir a un solo psicólogo europeo a qué
de que simplifican enormemente los problemas que debe encarar tome con seriedad esta doctrina, puede ser fácilmente inter-
el estudiante r'e psicolo^a: de un solo golpe barren los nu- pretada como una nueva prueba de la esterilidad de la civili-
merosos y difíciles problemas aue durante más de dos mil zación europea y del obtuso intelecto de ese continente, oscu-
años han enfrentado los más enrnentes intelectos con éxitos recido por las nieblas de dos milenios de cultura y tradición.
sólo parciales; v se consigue este resultado mediante el audaz Aquí, en esta grande y hermosa urbe, capital de la más orgu-
y sencillo evnediente de invitar al estudiante a aue cierre SU3 llosa v poderosa de las naciones de la tierra, esta consideración
ojos ante ellos, los evite con firmeza e inclusive olvide su patriótica no puede sino ten^r resonancia.
existencia. Por suouesto. ello despierta en muchos un senti- Por último, el doctor WATSON tiene la ventaja de hallarse
miento de profunda grat'tud hacia el doctor WATSON, quizá en una situación que debe inspirar compasión a quienes la
muy especialmente entre quienes tienen aún exámenes que comprendan. Y confesaré que comparto sinceramente este sen-
rendir. Se les aparece como el pran liberador del esclavo de timiento. Me da lástima el doctor WATSON y su caso. Porque
la lámpara, que emancipa a muchos de sus infortunados com-
pañeros de la tarea de medirse con problemas aue no entienden lo considero como un buen hombre malogrado: un audaz
ni esperan resolver siouiera. En ruma, las ideas del doctor pionero al aue su entusiasmo por la causa de la reforma psi-
WATSON resultan atractivas para los cansados y bolcheviques
cológica ha llevado demasiado leios; cuvo impulso, acrecentado
de nacimiento.* por el aplauso de una multitud de admiradores juveniles, lo ha
hecho traspasar el límite v acabar en un foso, falsa postura
para salir de la cual no ha tenido aún la valentía moral de
• Al criticar mi "OutHne of Psychology" (Fundamentos de la Psicología) la retirada. Y, mientras sus acólitos sigan danzando y cantando
desde las páginas de "The New Republic", el Dr. WATSON afirmó que mi trabajo loas tras él en el foso, será preciso mucha entereza moral para
era representativo de ese tipo de psicología que se hace cómodamente desde un
sillón. La razón de ese cargo, debe buscarse, al parecer, en que exige del estu- retroceder y sacudirse el barro, pues tal retirada hasta podría
dioso una cierta cantidad de esfuerzo intelectual en los intervalos entre sus agitadas parecer una traición a sus fieles discípulos. .
actividades de laboratorio. Puesto que este tipo de pensamiento se cumple mejor Ahora bien, aunque le tenga lástima al doctor WATSON,
adoptando aquella posición, declaro sin reserva alguna que la mayor necesidad, me propongo hablar de su posición con toda franqueza. Si
no sólo del Dr. WATSON, sino también de much'simes otros estudiosas norteame-
ricanos de psicología de la actualidad, es, precisamente, el "trabajo de sillón". se tratase de un ser humano común, sentiríame obligado a
cierta discreción para no herir sus sentimientos. Todos sabemos
que el doctor WATSON tiene los suyos, igual que cualquiera de
362 J. B. WATSON-W. Me ÜOUÜALL LA BATALLA DEL CONDUCTISMO
363
nosotros. Pero me considero autorizado para pisotearlos en la se emplea. En^primer lugar, tenemos el Conductismo metafisico,
forma más despiadada, pues el doctor WATSON nos ha ase- conocido también por el nombre de Neo-realismo. Se trata de
gurado (y en ello reside la verdadera esencia de su peculiar una inversión del idealismo subjetivo. En tanto que el idealista
doctrina) que no le importa un céntimo de los sentimientos, dice: "Lo que llamamos cosas u objetos del mundo físico,
ni de los suyos ni de los ajenos. son, en rigor, nuestros pensamientos o fases del pensar", el
Hechas estas observaciones preliminares, diré que el neo-realista dice: "Lo que llamamos pensamientos o fases del
doctor WATSON demuestra una seria desinteligencia de mi pensar y del sentir, son, en rigor, cosas o procesos del mundo
postura y, en ciertos respectos, comete graves injusticias para físico". Puesto que ella no es la forma de conductismo soste-
conmigo. Por ejemplo, sospecha que yo soy una especie de nida por el doctor WATSON,* no es necesario que los canse
cura disfrazado, un lobo con piel de cordero, un creyente en a Vds. deteniéndome a explicar esta teoría. Sólo diré que se
la moral convencional, un sostenedor de dogmas fracasados. trata de la teoría más reciente y presumiblemente la última
Ha publicado a grandes títulos que "McDougall vuelve a la (por ser la única que faltaba) formulación posible de la más
religión".* No puedo detenerme a refutar estas terribles acu- evasiva de todas las relaciones: la relación de lo mental con
saciones. Me limito a afirmar llanamente que soy un hombre lo físico. Como novedad (pues la debemos a una sugerencia
de ciencia endurecido, tan endurecido como el mismo doctor
WATSON, y quizá más aún.** En mis afanes psicológicos,
del espíritu extraordinariamente fértil de WILLIAM JAMES),
nunca me propuse otro fin que el de acercarme a la verdad, merece y disfruta de cierta boga.
es decir, lograr tal conocimiento de la naturaleza humana que Tenemos, luego, el verdadero u original Conductismo
promueva en cada uno el poder de controlarla, tanto en sí watsoniano. En este caso, nada de "absurdos metafísicos".
mismos como en los demás. Por el contrario, su característica fundamental, su virtud capital
finca justamente en que expulsa del territorio de la psicología
A posar de la claridad de su exposición, no creo que el todo cuanto huela a metafísica, y de esta manera purifica el
doctor WATSON haya establecido de un modo preciso en qué rebaño de los verdaderos creyentes, asegurándoles eterna paz
estriba la divergencia entre nosotros. Son dos, en realidad, las intelectual. La esencia de esta forma de Conductismo es que
cuestiones en disputa: dos hechos fundamentales. Pueden defi- rehusa todo trato con los hechos observables por la intros-
nirse en pocas palabras: primero, el conductismo del doctor pección; rehúsase decididamente a enunciarlos, describirlos, in-
WATSON; segundo, su aceptación del dogma mecanicista. Este
terpretarlos, utilizarlos o tomarlos en cuenta de cualquier
último punto es el más importante. Trataré ambas cuestiones manera. Todos estos hechos, los sentimientos, las sensaciones
en este mismo orden.
de placer, dolor o angustia; las experiencias emocionales, que
Existen, según entiendo, tres formas principales de "con- expresamos con las palabras ira, miedo, disgusto, piedad, des-
ductismo", dándole a esta palabra el sentido en que comúnmente engaño, preocupación, etc.; todas las experiencias del evocar,
* Al hacerme este cargo en "The New Republic", el Dr. WATSON parece ignorar
imaginar, soñar, de la fantasía, de la expectación, del planear
que hasta el año 1898 he sostenido, desde las páginas de "Mind", el criterio dua- o prever; todas éstas y todas las demás experiencias deben
lista de la naturaleza humana y que en mi primer libro (1905) volvi a escribir en
defensa del mismo concepto, asi como en mi obra "Body and Mind" (Cuerpo y • Los acólitos de WATSON no parecen estar muy seguros de si últimamente
mente) (1911). Agregaré que durante casi veinte años he sido miembro del Consejo su maestro no ha aceptado este conductismo metafisico. El Dr. LASHLEY, por
de la Sociedad de Investigaciones Ps'quicas, hecho que por si implica la confesión ejemplo, cree pasible que aquél haya abandonado su posición primitiva en favor de
pública y sin vergüenza de mi inclinación hacia la superstición. esta orientación ("Behavioristic Interpretaron of Consciousness" — Interpretación
** Uno de los más fogosas descipulos del Dr. WATSON, el Dr. K. S. LASHLEY, conrUirtVa cíe la consciencia, "Psychol. Rew.", 1923). De aquí en ade'an% al emplear
adoptando el ánimo de su maestro, recientemente me describió como "oscilando la palabra "conductismo", sin otro aditamento, me referiré a la variedad watsoniana
entre descripciones primorosas y exhortaciones de evangelista callejero". original, la segunda de las formas que se citan en el texto.
365
U BATALLA DEL CONDUCTISMO
tuyen los datos exclusivos del conductismo watsoniano. Es a tentativa. Era un ardiente:Jtemputo ofun tudl0s.
este conductismo sano al que se refieren muchos autores con- acerca de cuya P ^ f j ' ^ f R a n c i a del propósito de J. S.
Luego, al parecer en dichosa ign arrojaba poca
temporáneos de otros campos cuando hablan de la psicología MILL, y notando tamb.en el que su, p» 8 comportamiento
conductista.* Tninguna luz sobre a actividad, conducto J
Y ahora, pisoteando despiadadamente los sentimientos del humanos, P r o P ^ ^ S " d l c n a ciencia fué ••Praxolog.a..
doctor WATSON, debo confesar mi imorudente pretensión de miento. Esta vez, el nombre de °«- , h c o n jos prin-
ser yo el nrímer crpa^or v expon^nte de este conductismo ""'"Era la época en,que y o « ^ f ¿ 1UaCmbos> tanto M.LL
sano o psicología conductista, tan diferente de las otras dos cinios de la psicología, y me pareció q se „,
formas. Fn ef>rto. sost^n^o que, antes que el doctor WATSON coCo MERC.E R, estaba" equ,voado^que m . en q o
P
^
sov vo el archicondnetista oue merec° ta mención honrosa de
m»irr«ns *"t<"nv,s contpmnnr*neos además de los psicólogos no era una nueva ciencia del comp cons¡st ente en una
tánicos. Hasta fin°s del s?>lo n*«sado, v af»n Hesnnés. l^s nsí- griego, sino una reforma de la ps.co°g m ¡ e n t 0 0 con-
cólorros ñor lo rpa\\\&r concentraban sus esfuerzos sobre los L y o r atención hacia los hechos^deco P ^ ^
herios observables mediante la intmcnprcirtn. descuidando in- ducta, en la formulación de^alguna teo ^ ^ y ?
debidamente los herbos de la actividad hnm^na o condnr+a e mana menos inapropiada que¡el neo mecanicis a
ignorando la necesidad de una adecuada teoría de la conducta S teoría motriz de los .ntelectualistas 'o la cr¡terl0
y del carácter fdel nia> el comportamiento o conducta es la HP1 reflejo de la psicología de SPENCER txpr psiC ologfa
expresión exterior).* * Esta negligencia se halla implícita en en mi primer libio.*, P ^ Z Í u c U P o S m e n f e defendí
la definición de la psicología — como "la ciencia de la cons- como la ciencia positiva de la e r u c t a - r ^
ciencia" — comúnmente aceptada en ese tiempo: v ello puede esta definición y « P ^p v X / ^ ( I n t o ) d u c d 6 n a la Mcotog»
c l0
ilustrarse bien refiriéndonos a dos grandes psicólogos, uno ¡ntroduction lo Socta ?y ?° K]>aué mi pequeña obra ínti-
Social) (1908). Más tarde, P u °'-^«C t a F * W * También pro-
perteneciente a la mitad y el otro a las postrimerías del siglo
diecinueve. JOHN STUART WTLL, quien después de emneñosos
traba ; os cumnb'dos en su intento de rnm°ndar la ns^oíngía
desesperanzadamente inadecuada de su padre, JAMES MILL, y
" . ,»- psicología fisloló-
• Uno de tos factores de Ta notnh'e popularidad alcanzada por la cruzada del . .. P r l r a e, o, P * - . * * - Ps.Holo,,' ( « - « *
Dr. WATSON. cons'ste en oue t"da referencia el^'o^a a rualonWa de estas tres
formas de conductismo es a'rihufda por la generalidad al Dr. WATSON.
** Como he manifestado en otro sitio, la conducta es carácter en acción,
f e! carácter es el sistema organizado de las tendencias de las cuales surge aquélla.
366 LA BATALLA DEL CONDUGTISMO 367
J. B. WATSON - W. Me DOUGALL
la actividad total del organismo. Además, ya en el ano 1901 sentido han probado ser más bien estériles. Yo, por mi parte,
había empezado a efectuar escrupulosos experimentos conduc- insisto en quecos problemas de la naturaleza humana son tan
tistas sobre niños, realizando un estudio estrictamente objetivo oscuros y difíciles, que no podemos permitirnos el despilfarro
o conductista acerca del desarrollo de la discriminación del de ignorar o descartar deliberadamente dato aprovechable al-
color en mis hijos. De esta manera pude demostrar, por pri- guno, como son los obtenidos por nuestra introspección perso-
mera vez, que esa capacidad ya se establece en el segundo nal y por los relatos de similares observaciones introspectivas
semestre de vida.* Es decir, que ya hacia 1901 practiqué con de segundos. Antes bien, necesitamos utilizar toda fuente de in-
buenos resultados los mismos principios que el doctor WAT- formación y método de observación posibles. Y, a este pro-
SON empezó a exponer y aplicar sólo unos diez años después. pósito, debo mencionar una tercera y rica clase de datos que,
El doctor WATSON y yo, nos dedicamos, pues, a la misma por causa de sus principios, el doctor WATSON está obligado a
empresa: al intento de renovar la psicología corrigiendo la desatender, a repudiar: los hechos que podemos observar en
tendencia tradicional de concentrar el estudio sobre los hechos cuanto a las varias condiciones (externas o corporales y men-
de la consciencia en detrimento de los hechos del comporta- tales o subjetivas) bajo las cuales nacen los variados modos y
miento. Nuestras discrepancias a este respecto se deb:n a que fases de nuestra experiencia consciente. El doctor WATSON
yo, a diferencia del doctor WATSON, no me hice ridículo y fa- limítase pues, deliberadamente, al uso de una de las tres gran-
des categorías de datos, negándose a utilizar las otras dos; en
moso al mismo tiempo, permitiendo que el ímpetu de mi celo tanto yo proclamo que las tres son útiles y valiosas y que ex-
reformista me llevara de una posición extrema a su opuesta, cluir el empleo de dos de ellas importa una sistemática auto-
desde el exclusivo interés por los hechos de la consciencia al negación que denuncia una locura singularmente gratuita.
interés exclusivo por los hechos del comportamiento. Así co- A fin de ilustrar con brevedad esta diferencia que nos se-
mo antes J. S. MILL y CHARLES MERCIER se contentaron deli- para, daré unos ejemplos de problemas psicológicos concretos,
neando la psicología como ciencia de la consciencia, el doc- problemas de la naturaleza humana. Coloco la mano sobre la
tor WATSON conténtase procurando crear una ciencia nueva e mesa y el doctor WATSON me pincha con un alfiler la punta
independiente del comportamiento. Sólo difiere en su nega- de un dedo. Mi mano es retirada bruscamente; éste es el he-
ción de que el viejo estudio (de la consciencia) tenga algún cho conductista. Manifiesto que cuando el alfiler me pinchó
valor o interés científico. Yo, por el contrario, sostengo que las experimenté una aguda sensación de dolor; al doctor WATSON
dos clases de datos, los hechos susceptibles de investigarse me- no le interesa mi informe. Sus principios no admiten que tome
diante la observación introspectiva y los objetivamente obser- nota de mi manifestación, como tampoco investigar si ella es
vables de la conducta, no constituyen datos para dos ciencias verdadera o falsa. Repite su experimento sobre mil manos de
diferentes, sino más bien dos clases de datos, ambos útiles e niños, hombres y monos; y, observando que en todos los casos
indispensables para la única ciencia de la naturaleza humana la mano es retirada bruscamente, llega a la generalización em-
propiamente llamada "Psicología". El doctor WATSON rechaza pírica de que el pinchar un dedo de una mano extendida pro-
servirse de los datos que suministra la primera de estas dos voca su retiro inmediato — y esto es todo lo que su método
clases, porque — como subraya legítimamente —, partiendo y principios le permiten comprobar al estudiar este interesante
sólo de éstos nunca podría construirse una ciencia de la natu- fenómeno. Sostiene, con bastante plausibilidad, que mi obser-
raleza humana, y porque los esfuerzos de dos milenios en este vación introspectiva de una sensación de dolor está completa-
mente fuera de lugar y que es inútil para él en su carácter de
* "An Investigation of the Colour Sense of Two Infants" (Investigación del estudioso del organismo humano. Pero ahora le pido al doctor
sentido del color en dos niños), "Brit. Journ. of PsychoJogy". Vol. 1. WATSON que repita este experimento conmigo. Me pincha de
368 J. B. WATSON-W. Me DOUGALL
LA BATALLA DEL CONDUCTISMO 369
nuevo, y esta vez la mano no es retirada, sino que se mantiene
tranquila, en tanto yo permanezco con la mayor calma. ¿Qué sus dudas desconcertantes. De paso, debo indicar que aquí
conclusiones sacará el doctor WATSON de esta segunda expe- estamos rozando el problema de los simuladores de enferme-
riencia que trastorna la generalización empírica que estaba a dades; y que entre los síntomas denunciados por los simula-
punto de aceptar como una "ley de la naturaleza"? Nada po- dores, los más comunes son de naturaleza subjetiva, única-
drá hacer con ella. Pero si por un momento consintiera en aten- mente accesibles a la observación introspectiva: dolores de
der el buen sentido y escuchara mi comunicación "introspecti- cabeza, malestares, sensaciones de miedo, de fatiga, de mareo,
va", y si mi informe fuese fiel, podría resolver este misterio; de irrealidad, de indignidad moral, voces e imágenes alucinato-
aunque si deseara engañarlo e informarlo mal podría hacerlo. rias, ilusiones y amnesias. La comunicación de tales síntomas
Aquí tienen ustedes, en resumen, la diferencia entre el conduc- subjetivos constituyen problemas muy reales y de importancia
tismo sano y el conductismo watsoniano.* práctica para los médicos y especialmente para los médicos mi-
Es cierto que el doctor WATSON dice hallarse dispuesto a litares. Durante la última guerra tuve que encarar esta clase
utilizar Jos "datos verbales" de los sujetos de sus experimentos; de problemas en miles de casos. Y, a veces, de la veracidad
pero, cuando un informe consiste en manifestaciones de hechos o falsedad del informe introspectivo dependía la aplicación de
observados introspectivamente, al doctor WATSON, si es fiel a las más severas sanciones, inclusive la pena capital. Sin em-
sus principios, le está vedado tomar en cuenta el sentido de las bargo, para el conductista watsoniano, tales cuestiones de ve-
palabras que pronuncia el sujeto; esos principios sólo le per- racidad y falsedad deben ser rigorosamente puestas de lado,
miten observar y registrar los movimientos de los órganos vo- como desprovistas de interés para él.
cales de su sujeto y de las vibraciones físicas provocadas en Existe, además, una amplia categoría de cuestiones de su-
el aire. Si es consecuente con sus principios, no puede suscitar mo interés, problemas de la frontera entre fisiología y psico-
la cuestión de si el sujeto lo informa exacta y fielmente. logía, que el consecuente conductista siempre debe evitar como
Insistiré con otro ejemplo acerca de este último punto, térra incógnita. Residen allí numerosos y fascinantes proble-
que es de importancia. Invito a una amiga a acompañarme al mas de la fisiología de los sentidos: verbigracia los que origi-
teatro. Ella rehusa, aduciendo jaqueca, y yo me retiro cabiz- naron las teorías de los colores de HERING y de HELMHOLTZ
bajo, sufriendo una agonía de dudas, preguntándome si lo di- y los suscitados por miles de hechos como las imágenes ulte-
cho era verídico, o si no buscaba más que un pretexto para riores, el contraste de colores, la armonía de colores y tonos,
librarse de mí. ¿Podría el más científico de los conductistas los efectos de las lesiones cerebrales en las experiencias sen-
considerarse exento de la debilidad de hacerse tales preguntas soriales, etc. Mencionaré específicamente sólo un ejemplo muy
en su fuero interno? Nótese, además, que aun cuando el con- sencillo: si se me suministrara una dosis de una determinada
ductista fuese tan inconsecuente como para investigar la vera- droga (santonina), poco después comenzaría a advertir que
cidad o falsedad de la afirmación, aunque tuviese plena opor- todas las superficies blancas y grises de esta sala ya no se
tunidad de aplicar a la persona que alegara dolor de cabeza me aparecen como tales, sino matizadas de color violeta. La
una batería completa de sus más delicados instrumentos, no droga ha provocado en la sustancia de mi sistema retino-
conseguiría una respuesta satisfactoria; sus aparatos no podrían cerebral cierto cambio químico que a su vez provoca este cu-
arrancar una respuesta a la esfinge y él seguiría torturado por rioso efecto subietivo. Ahora bien, quien halle la explica-
ción de este efecto habrá enriquecido sensiblemente nuestros
* Si bien aquí empleo la expresión "conductismo sano" para denotar el tipo conocimientos del organismo humano. Empero, si fuéramos to-
de psicología que defiendo, insisto en que la palabra conductismo en adelante sólo
debiera emplearse para designar el conductismo watsoniano. Cualquier otro uso de dos conductistas consecuentes, jamás llegaríamos a conocer la
la palabra llevaría a confusión y a una interpretación errónea. existencia del problema y menos aún su solución; o por lo
menos, a pesar de que la mera observación objetiva podría
LA BATALLA DEL CONDUCTISMO 371
370 J. B. WATSON - W. Me DOUGALL
doctor JACQUES LOEB) rebasa sus propios límites e intenta pro- el pensar verbal es, por definición, pensar con la ayuda de
bar que su punto de vista es plausible, aunque por órganos palabras, y —'claro está — los órganos cerebrales del lenguaje
verbales entendamos exclusivamente los órganos periféricos, los concurren a esa función. Nadie lo pone en duda. Mi punto de
músculos, etc., de los labios, lengua y laringe. Pero no deseo vista es que muchas formas de pensar, por ejemplo, el jugar al
sacar ventaja alguna de este imprudente desliz; quiero conceder ajedrez, proyectar el plano de una casa o de un jardín, inventar
al doctor WATSON el beneficio de suponer que los órganos in- una máquina, leer o componer música, soñar, fabricar castillos
ternos o cerebrales de la vocalización puedan obrar sin inervar en el aire — todas estas y muchísimas otras importantes for-
los órganos periféricos. Aun en tales condiciones, menos extra- mas de pensar no involucran necesariamente participación
vagantes, a causa de un sinnúmero de hechos bien conocidos, alguna de los órganos del lenguaje, sean periféricos o cerebrales,
no es posible sostener esta idea del proceso del pensar; por y a menudo se desarrollan sin su concurrencia.
ejemplo: el aprontar mis órganos verbales no me permitirá Consideraré ahora muy brevemente el punto más impor-
pensar mejor de lo que pueda hacerlo chupando mi pipa (hay tante de divergencia entre nosotros, o sea, la verdad o plausi-
quienes creen que el chupar la pipa sirve de estímulo para el bilidad del dogma mecanicista. Lo estimo el punto más im-
pensar), mascando, silbando o canturreando un aire familiar. portante a causa de que no es, como el conductismo, una moda
Ruego a ustedes examinar esta cuestión a la luz de su experien- pasajera de un grupo de sabios brahmanes encerrados en la
cia personal. Estas actividades de los órganos de la palabra, austeridad monacal de sus laboratorios. Se trata de una pre-
¿interfieren apreciablemente con el pensar, verbigracia, de cómo misa metafísica qué ha tenido siempre gran influencia, ya a
hacer una jugada sobre el tablero del ajedrez? Además, hay partir del día en que DEMOCRITO la formuló con claridad por
muchos casos comprobados de pacientes que quedaron afásicos, primera vez. Reapareció como factor determinante en distintas
es decir, sin habla, a raíz de una lesión, no de los órganos filosofías, tales como la materialista de HOBBES y LA METTRIE,
periféricos, sino de los órganos cerebrales del lenguaje; empero, el panteísmo de SPINOZA y el idealismo de BERNARD BOSANQUET.
muchos de ellos piensan muy bien; saben perfectamente lo que Y es actualmente aceptada por un crecido número de biólogos
quieren decir, pero no pueden decirlo. Algunos enfermos, por
ejemplo, juegan al ajedrez, aunque sus órganos cerebrales del a título de primer principio indiscutible y fundamento necesario
lenguaje se encuentren destruidos hasta el punto de impedirles para toda ciencia. En su aplicación a la naturaleza humana, a
hablar coherentemente o comprender el lenguaje escrito o la conducta humana, puede ser expresada, como generalmente
hablado. ocurre, de dos modos diferentes. Su formulación más restrin-
gida, sostiene: "el hombre es una máquina y cada una de sus
Además, ciertos músicos con facultades vocales muy limi- acciones es el resultado de procesos mecánicos que en teoría es
tadas son capaces de leer la partitura de una composición musical factible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios
muy difícil. Y algunos nos dicen que prefieren quedarse sen- estrictamente mecánicos". La formulación más amplia, afirma:
tados en sus casas y leer la partitura de una gran sinfonía "toda actividad y proceso humanos, a semejanza de cualquier
antes que asistir a su ejecución; porque leyéndola en silencio otro proceso del universo, están estrictamente determinados por
pueden apreciarla y gustarla al máximo, en tanto que si es- procesos anteriores y, por tanto, en principio, pueden ser pre-
cuchasen la orquesta tendrían que soportar los errores y torpezas vistos con absoluta exactitud".
de los intérpretes. La única respuesta posible del doctor El único test que podemos aplicar con utilidad a esta pre-
WATSON ante estos hechos (su única respuesta a estos "estímu- misa mecanicista lo da el criterio pragmático: ¿resulta eficaz?,
los") consiste en ignorarlos completamente o en afirmar que ¿es una buena hipótesis de trabajo?, vale decir: ¿sirve para en-
cuando él dice "pensar" se refiere al pensar verbal. Si adopta cauzar provechosamente nuestra observación y nuestro pensar?
esta segunda línea de conducta, le contestaré que, desde luego, Bien, en la esfera de las ciencias inorgánicas ha dado buenos
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LA BATALLA DEL CONDUCTISMO
374 J. B. WATSON-W. Me DOUGALL
caso de un juez o de un jurado abocado a un juicio en un
resultados hasta hace poco; ha demostrado ser una buena hi- caso de asesinato, que en virtud de sus principios, se ve impe-
pótesis de traba'o. Pero, recientemente, algunos físicos (me dido de inquiridlas intenciones, los motivos y la responsabilidad
refiero en especial al profesor DOHR y a SU teoría de la es- del acusado. No podría llevarse a cabo: un juez semejante re-
tructura de átomo) han comprobado que pueden realizar ma- sultaría inútil; tal psicología carecería de toda aplicación
yores progresos descartando dicha hipótesis y partiendo de práctica * Planíonc'o el caso en una forma más amplia, af'r-
premisas no mecanicistas; y tengo entendido que esta nueva mo que todos debemos creer — y, en tanto somos miembros
actitud gana terreno rápidamente en física. eficientes de la sociedad, demostramos creer con todos nuestros
En la esfera de la naturaleza y conducta humanas dicha actos — que los esfuerzos, los deseos, ideales y luchas humanos,
premisa mecanicista jamás demostró tener valor o utilidad como provocan un cambio en el curso de los acontecimientos. Si
hipótesis de trabajo. Más bien cegó, en muchos casos, a quienes no lo creyésemos, sería fútil e inconsistente hablar y bregar por
la sostuvieron dogmáticamente frente a una multitud de hechos, la consecusión de un estado de autodominio o de educación
llevándolos a concebir diversas ideas extravagantes y absurdas moral de nuestros hijos o de mejora social, o por la realización
acerca de la naturaleza humana — un exponente de las cuales de un ideal cualquiera mediante nuestros esfuerzos.
es el conductismo watsoniano. Por el momento, en todas partes del mundo, todos los
Creo poder atirmar rotundamente que toda escuela psico- hombres y mujeres de buena voluntad y animados de espíritu
lógica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus público buscan y se empeñan en encontrar algún camino que
principios, es inútil, excepto para algunos fines muy limitados, pueda prevenir el estallido de una nueva contienda mundial.
porque es incapaz de reconocer y tomar en cuenta los mas Pero si la psicología mecanicista está en lo cierto, si todas las
fundamentales hechos de la conducta humana. Podría ilustrar acciones humanas, así como todos los otros sucesos se hallan
mejor tal punto con sólo indicar que para cualquier psicología estrictamente predeterminados, es perfectamente vano que pen-
de este tipo, ciertas palabras indispensables para conducirse semos, planeemos y nos esforcemos por prevenir la guerra.
en la vida diaria, pierden completamente su sentido y deben Porque la guerra vendrá o no vendrá sin que de nada sirvan
abandonarse: por ejemplo, "incentivo", "motivo", "fin", "in- todos los esfuerzos humanos dirigidos a evitarla o a promo-
tención", "objetivo", "deseo", "apreciación", "esfuerzo", "vo- verla. Tanto valdría que abandonásemos todos nuestros esfuer-
luntad", "esperanza" y "respetabilidad".* Ahora, pregunto a zos, que nos dedicásemos a comer, beber y vivir contentos;
las personas experimentadas que me s'guen, a los educadores, porque nuestros proyectos, nuestras ligas de naciones, nuestros
a los hombres de negocios, a los jefes de personal y especial- tribunales internacionales, nuestros tratados de desarme, nues-
mente a los hombres de derecho, a los eminentes juristas aquí tros esfuerzos más tenaces encaminados a realizar el ideal de
presentes: ¿les resulta a ustedes de alguna utilidad una psico- la paz, serían todos igualmente fútiles. Si la humanidad cre-
logía de la cual se ha eliminado estas palabras y todas las ex- yese en las enseñanzas de la psicología mecanicista (y solamente
presiones análogas, como desprovistas por completo de sentido? las creencias que gobiernan la acción pueden considerarse ver-
Naturalmente que no. Adoptar una psicología de esa índole les daderas creencias), nadie levantaría un dedo a fin de prevenir
significaría, de ajustarse a ella en una forma consecuente, la la guerra, lograr la paz o cumplir cualquier otro ideal. Así,
paralización en todas sus actividades prácticas. Consideren el concluyo que la psicología mecanicista es inútil; y mucho peor
que esto: paraliza el esfuerzo humano.
* Observo que el D.. WATSON en su último libro ("El Conductismo"), evita
consecuentemente el empleo de estas palabras, con excepción de "incentivo". Al
emplearla, se hace culpable de un lapsus lógico, pues en ninguna psicología meca- * Remito al lector interesado en este aspecto de la cuestión al excelentísimo
nicista la palabra "incentivo" tiene sentido alguno; sólo hay estímulos y reacciones articulo de S. S. GtUEK. "Journal o! Criminal Law", 1923.
mecánicos.
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J. B. W A T S O N - W . Me DOUGALL L A BATALLA DEL CONDUCTISMO 377
Y va contra todas las verdades fundamentales y los hechos sociales. Esta predicción no carece de fundamentos en la ex-
incontrovertibles. La más fundamental de las verdades humanas periencia anterior. En el campo de la medicina mental hemos
es que de momento en momento cada uno de nosotros está tenido ya una acabada demostración de la verdad a que me
constantemente aplicado en procurar realizar, cumplir lo que refiero. Las psicologías mecanicista, intelectualista y hedonista,
considera posible y desea llevar a cabo: trátese de asegurar sus las tres, que estuvieron de moda en el siglo diecinueve, fueron
próximas comidas, de controlar el propio carácter impulsivo de escasa o ninguna utilidad para el estudio de las enfermedades
o de realizar un gran ideal. El hombre es, fundamentalmente, mentales. La medicina mental o psiquiatría, en consecuencia, se
una criatura que lucha por un fin. Piensa, investiga y aspira a detuvo en su desarrollo. El genio de FREUD, haciendo caso
lograr lo que no existe. Y no se limita a aspirar; lucha para omiso de todas estas psicologías tradicionales, introdujo una
conseguir lo que anhela, para que se realice lo que no existe psicología cuya nota clave es el esfuerzo finalista, una psico-
aún, lo que él juzga y ansia que sea; unas veces lo logra, otras logía hórmica que no opera con reflejos mecánicos ni abstrac-
fracasa, y en ocasiones alcanza algunos avances en la prose- ciones inertes y vagas como las sensaciones y las ideas, sino
cución del fin ideal. Toda psicología que rehuse admitir la con tendencias finalistas activas, impulsos, deseos, aspiraciones
realidad de este afán y esfuerzo y que les niegue toda eficacia, y esfuerzos, y la psiquiatría inmediatamente empezó a progresar
es más que inútil. Como el conductismo, mera chifladura de la y continúa haciéndolo a grandes pasos.*
mente académica que obstruye el progreso del conocimiento de
la naturaleza humana. Según repitiera con insistencia y firmeza Descendiendo de las formas más complejas de la conducta
el profesor MÜNSTERBERG, esta elaborada ficción académica a las más simples, puedo señalar que la hipótesis mecanicista no
qut es la psicología mecanicista, carece de valor para los pro- puede explicar los más sencillos casos del aprendizaje o de la
blemas prácticos de la vida humana. conducta adaptativa del animal. He demostrado * * que la ex-
plicación que el doctor WATSON pretende dar de estos fenómenos
Puesto que aquí se trata de una polémica personal, ilus- es por entero falaz, e inútilmente pedí una respuesta. En el
traré el caso del modo siguiente: desde la publicación de mi mismo libro puse en evidencia que la facultad de orientación
"Introduction to Social Psychnlogy" (Introducción a la Psi- en los animales no puede explicarse por ninguna de las dos
cología Social) en el año 1908. se han editado numerosos únicas hipótesis mecanicistas aplicables (la de los reflejos y
libros — creo que podría decir, sin enuñ'ocarme. algunos cen- la de los tropismos), sino sólo en términos de aprendizaje in-
tenares —, sobre problemas de psicología anlicada, todos ba- teligente, de naturaleza similar a nuestra propia adquisición del
sados, de hecho o manifiestamente, sobre las enseñanzas de conocimiento; y en vano he insistido sobre este tipo de
aquel libro mío. Y bien, pregunto: savé anlicación soc'al en conducta ampliamente extendido, como un desafío a los
la educac'nn, en la medicina, en la indtjefría. en la política,
puede recamar la psicología mpcanic'sta? La respuesta es: mec?";ri<ít^s.
nmenna. Y uno de los vaticinios más seguros one nodamos Es muy posible que el doctor WATSON, y quienes piensan
intentar en punto a las cos^s humanas, es aue iamás la tendrá. como él, me consideren un vejestorio, un sobreviviente, un fósil,
A este pronóstico agrego otro: que en la medida en que una figura surgida directamente del siglo dieciocho o diecisiete,
la psicología renuncie a sus pretensiones de ser una ciencia o, tal vez del siglo quince, al cual, en rigor, es él quien en
exacta basada en principios mecánicos v acepte francamente • Que nadie infiera de este pasaje que soy freudiano. SI bien es Imposible
el principio fundamental del esfuerzo finalista como categoría ser al mismo tiempo freudiano y conductista watsoniano, no estamos obligados a
fundamental — tan fundamental como la lev de la conserva- elegir entre estas dos doctrinas. Afortunadamente, si tenemos bastante entereza para
ción del movimiento en mecánica —. en la misma medida ganará oponernos a la corriente periodística, nos queda una tercera posibilidad, o sea, la
en aceptación como base indispensable de todas las ciencias psicología.
** "Outline of Psychology" (Fundamentos de psicología), 1923, capitulo VI.
378 J. B. WATSON-W. Me DOUGALL LA BATALLA DEL CONDUCTISMO 379
verdad pertenece. Piensan que somos metafísicos medievales cosas a ellos. El primer error une los dos extremos de la cadena que
antes que hombres de ciencia. Pero, en realidad, son el doctor corre en direcciones diametralmente opuestas formando un gran círculo
WATSON y el profesor LOED, así como sus secuaces mecanicis- y así mezcla de manera inextricable las concepciones sublimadas del
tas, los que tienen la mente cjrrada, los que sin saberlo clara- mundo mental con el físico... El segundo error es quizá más común
en la esiera económica. Puede deiinirse como "ultra-materialismo" y
mente, parten de una premisa o prejuicio metafísico que colorea, consiste en la tentativa de hacer derivar todos los fenómenos de la
configura y limita todo su pensar. Son ellos los atrasados y vida de la evolución continua del mundo inanimado. Comenzamos por
ofuscados por la metafísica de un siglo superado. Común- una nebulosa de material primitivo que se condensa en formas cada vez
mente suponen tener detrás suyo todo el apoyo de la autoridad más complejas, formando primero los elementos livianos y luego los
de los físicos. Pero se equivocan en esto. No es a los físicos pesados y, finalmente, composiciones químicas hasta llegar al complejo
coloide. Por la continuación del mismo proceso, resulta un complejo
a quienes debe achacarse el error de querer encerrar el estudio tal que se descompone y regenera sin cesar. Las moléculas inanimadas
de la naturaleza humana dentro de los angostos límites de la empiezan a vivir y la vida inicia su trayectoria evolutiva hasta llegar
mecánica. Son biólogos y psicólogos sin conocimientos físicos a la formación del hombre. Esta explicación podrá satisfacer a un
de primera mano quienes lo hacen. Los grandes precursores biólogo, pero no a mí, como químico. No puedo concebir que el me-
y exponentes de la ciencia física, desde FARADAY hasta CLERK- canismo inanimado obediente a las leyes de la probabilidad, a través
MAXWELL, KELVIN, RAYLEIGH y EINSTEIN, han evitado seme-
de cualesquiera series continuas de pasos sucesivos, desarrolle poderes
de selección y reproducción; ni tampoco puedo concebir un aumento
jante error. de complejidad de cualquier maquinaria que acabe por producir al
El profesor FREDERICK SODDY, de Oxford, es uno de los mismo maquinista, ni la facultad de reproducirse a si misma. Me dirán
que se trata de una manifestación pontifical de opinión personal. Sin
más jóvenes y caracterizados físicoquímicos que exploran la embargo, desgraciadamente para este argumento, el mecanismo inanima-
estructura del átomo y prometen, tal vez diríamos mejor, ame- do constituye el objeto principal de mi estudio, antes '.ue el del biólogo
nazan, desencadenar y poner al servicio de la humanidad la (o psicólogo). Es característico de todas las teorías filosóficas sa-
enorme energía que, nos dicen, aquél almacena. Escribe*: perficiales y pretenciosas el buscar explicaciones de algún problema
insoluble en otro campo distinto del que el fVósofo conoce de primera
"No tengo ningún derecho para afirmar u opinar acerca de la mano. El biólogo tiene conocimiento de primera mano del mecanismo
existencia de la inteligencia independientemente y luera de la vida. animado y busca su origen en la química coloidal. El valor de la
Pero me parece evidente que la vida es expresión de la acción recí- hipótesis no reside tanto en lo que d'ga el biólogo, cuanto en lo que
proca de dos cosas totalmente diferentes, representadas por la probabi- a este respecto tenga que decir el químico. En mi entender, la diferencia
lidad y el libre albedrío. Si bien es cierto que dentro de mil años entre la materia inarimada v la materia viva se parece mucho a la
estaremos tan lejos como ahora de conocer la última naturaleza de estas que hav entre la cascada del Niágara de hace treinta años y la de
cosas distintas". ahora (entre el agua que caía según las leyes de la mecánica o de la
"probabilidad", y el amia que cae dirigida y controlada por fines hu-
Es digno de notar que el profesor SODDY no habla del manos, necesidades, deseos y esfuerzos humanos), y no puede expli-
mundo físico como del reino del determinismo estrictamente carse por las leyes a las que obedecía el Niágara anteriormente, por
mecánico y de la predicción exacta, sino más bien como del las simples leves de la probabilidad, sino mediante las operaciones bien
diferentes de la inteligencia, representadas en su forma más rudimen-
reino de la "probabilidad". taria por la concepción de CLERK-MAXWELL del "demonio de la selec-
Sigue diciendo: ción" . . . La vida, o sea el mecan;smc animado, es, a mi criterio, esen-
cialmente un dualismo, y todo intento de subordinar uno de los dos
"Es fácil indicar en qué consisten, a mi criterio, los dos errores componentes, resulta fatal. Pero el economista está peculiarmente dotado
que entorpecen el progreso. En ambos casos se trata de obsesiones para confundir las le"res de la naturaleza con las leyes de la naturaleza
monistas engendradas por la mente en su deseo innato de reducirlo humaba y para dignificar este complejo de fenómenos termodinámicos
todo a sus términos más simples y que termina por reducir todas las y sociales con la expres'ón de "inexorable ley económica". /Puede
sorprendernos que confusiones tan chocantes, que semejantes triunfos
* "Cartesian Economics" (Economía cartesiana), 1922. de los instintos mentales sobre la razón, la experiencia y el buen sentido
hayan provocado una esterilidad general del pensamiento constructivo?'1
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J. B. WATSON-W. Me DOUGALL
de una tendencia innata a retorcerle la cola; su músculo "su- a estos naturales impulsos humanos y voten por el doctor
pinator longus" no se estremec'ó en nrngún momento.* WATSON, por él conductismo y por el hombre considerado como
No deseo restar importancia a estas observaciones sobre una máquina traga-monedas. Además, conviene que voten ahora,
niños que con tantos escrúpulos realizó y registró el doctor porque es posible que no se repita nunca una oportunidad
WATSON, y a los cuales debe principalmente su reputación. Son igual. Si mi interpretación de los signos de los tiempos no es
importantes contribuciones para el conocimiento. Pero insisto completamente errónea, de aquí a algunos años los dogmas
en que ellas no tienen relación esencial con el dogma meca- peculiares que él sustenta habrán pasado al limbo de las
nicista, y que el doctor WATSON no fué de ninguna manera "cosas lejanas, olvidadas hace mucho y de las batallas de
el primero en emplear estos métodos. Por no hablar de CHARLES mucho tiempo atrás"; se habrán borrado como la urdimbre
DARWIN, de PREVER, de miss SHINN y muchos otros, puedo
insustancial de un sueño, sin dejar tras suyo ni vestigios
decir que después de haber pasado dos años consagrados a siquiera.
observaciones conductistas sobre indígenas en las junglas y en
las islas coralíferas del Pacífico, me retiré a mi propia "nur- POSTSCRIPTUM
sery" y allí invertí la mejor parte de diez años realizando en
mis hijos observaciones principalmente conductistas. Los resul- La demandada reimpresión de la controversia precedente
tados de estas observaciones fueron presentados en forma ge- me ofrece la oportunidad de agregar unas pocas observaciones.
neral en mi "Introduction to Social Psychology" (Introducción Oportunidad que, creo, no conviene dejar pasar de lado, porque
a la psicología social), libro publicado cuando el cometa wat- los años transcurridos desde que el doctor WATSON y yo dis-
soniano era tan sólo un punto sobre el horizonte. cutimos nuestras diferencias ante un crecido y distinguido
Es muy natural que el conductismo proclamase como sus auditorio en Washington, demostraron que el pronóstico con el
mayores triunfos los que ha logrado en la "nursery". Al tra- cual cerré mis observaciones fué excesivamente optimista. Fun-
bajar con niños nos vemos necesariamente restringidos a los dábase sobre una estimación demasiado generosa de la inte-
métodos de observación conductista, a causa de que el niño no ligencia del público norteamericano. El mundo de allende las
puede ayudarnos con informes introspectivos. Mas ésta no es fronteras de los Estados Unidos, ese mundo bárbaro al que
razón suficiente. para rehusar la ayuda de la introspección América mira con creciente desdén, ha continuado sonriendo
ciando en el transcurso del desa~rolio aquella se hace acces üie. con indulgente tolerancia ante las ridiculeces de todos los
Siento casi la tentación de exclamar: "¡Oh, señor WATSON, concienzudos conductistas, hecho que quedó claramente eviden-
qué cosas graciosas tiene usted!" ciado en el reciente Congreso Internacional de Psicología, en
Voy a agregar una última palabra. Si ustedes se sienten Groningen. Pero, en Norteamérica, el conductismo prosigue su
movidos por un natural impulso de piedad por el doctor WAT- curso ruinoso y el doctor WATSON continúa, como profeta muy
SON, al verle reiterar sus fórmulas ineficaces y dar de bruces honrado en su propia tierra, dictando sus sentencias. El voto
contra los duros hechos de la naturaleza humana; si se sienten del auditorio, tomado por secciones después del debate en
movidos por la admiración hacia el valeroso exponente de una Washington, arrojó una pequeña mayoría en contra del doctor
fe olvidada, el inflexible defensor de una posición indefendible, WATSON. Pero, cuando se repara en el divertido hecho de que
les invito a que no se porten como máquinas, sino que cedan un crecido número de estudiantes universitarios, votó casi uná-
nimemente por el doctor WATSON y su conductismo, el veredicto
* St el Dr. WATSON hubiera realizado verdaderamente esta observación, podría puede considerarse como un abrumador pronunciamiento del
utilizármela como una prueba más e n ra las teorías de LAMAR3K, conjuntamente
con el famoso experimento de WE1SMANN de cortar las colas de ratas blancas du- sobrio buen sentido en su contra, emitido por una asamblea
rante varias generaciones.
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norteamericana representativa. Sin embargo, es el éxito que observaciones de la conducta de niños, realizadas con delica-
coronó su llamamiento entre los estudiantes jóvenes lo que deza, precisión y penetración, parecen revelar claramente la
representa un factor inquietante para quienes fundan muchas maduración y la concurrencia de tendencias innatas que los
esperanzas en las universidades norteamericanas que ahora se métodos groseros y fáciles del doctor WATSON no pudieron
desarrollan con magnífico impulso. captar; en especial aquellas dos que, como manifesté hace
El doctor WATSON, dando prueba de consecuencia en su mucho, son de primordial importancia en todo intercambio
sabia política de abstenerse de todo intento de contestar crí- social: las tendencias a la sumisión y a la autoaserción. Es a
ticas, ha editado un nuevo libro, una refirmación de sus opi- tal tipo de fino trabajo de observación, más que a las preci-
niones, tan escueto como la palma de mi mano y aún más pitadas negaciones del doctor WATSON, basadas sobre obser-
desprovisto de cualquier indicio de razonamiento y buen sen- vaciones superficiales y provocadas por prejuicios teóricos, al
tido.* El fundamento de todas las negaciones, que constituye que debemos dirigir nuestra atención en busca de la correcta
la sustancia y más destacada característica del libro, consiste respuesta a este problema fundamentalmente importante de la
en negar la maduración postnatal de las tendencias innatas de naturaleza y extensión de las tendencias innatas o congénitas.
la naturaleza humana. Nadie — dice el doctor WATSON — Yo, por mi parte, he jurado renunciar a todo esfuerzo
puede probarme que en la naturaleza humana existan tenden- ulterior tendiente a combatir la absurdidad que constituye la
cias que no se manifiesten en el primer período de la infancia esencia del estricto conductismo watsoniano, o sea su propó-
y que entran en función a través de un proceso gradual de sito de ignorar completamente todos los hechos observables
maduración; por consiguiente, niego la existencia de tales ten- por la introspección. Pero la otra característica del credo con-
dencias, y afirmo que el ser humano no está dotado por la ductista — según puntualicé en mis observaciones anteriores —-,
naturaleza sino del reducido equipo de reacciones que pude o sea, la premisa o dogma mecanicista, es de un interés más
observar en los niños en su más tierna infancia. general y perdurable. Estoy satisfecho de esta pportunidad que
Con este y otros argumentos sigue el libro en su intento se me brinda de llamar la atención de los lectores sobre varias
de justificar la pretensión del doctor WATSON de que los pro- de mis más recientes publicaciones acerca de este tópico.
cesos de pensar no son nada más que el juego mecánico de los En un artículo publicado en la "Psychological Review" de
órganos vocales. Habríase podido esperar que inclusive las 1922 ("Mechanical or Purposive Psychology" — Psicología
más débiles inteligencias notasen la pobreza de "su razonamiento mecanicista o finalista), me referí al profesor MÜNSTERBERG,
y la inconsistencia de sus dogmas frente a los numerosos y quien luego de haber figurado durante muchos años como el
evidentes fenómenos naturales, especialmente los innumerables máximo exponente de la psicología basada sobre el dogma
ejemplos de maduración de órganos y funciones. Sin embargo, mecanicista, en su último libro abjuró de ella en forma termi-
según se me informó de buena fuente, el libro tuvo gran éxito nante y expuso una psicología finalista, reconociendo franca-
en Norteamérica. mente que la psicología defendida por él hasta entonces carecía
En relación con este tópico de la maduración, cabe mencio- de toda aplicación a los problemas prácticos y urgentes de la
nar la reciente obra de la doctora CHARLOTTE BÜHLER,* * cuyas vida humana y de la sociedad.
En mi discurso presidencial dirigido a la Sección Psico-
* También ha inundado los periódicos populares con sus artículos, que en sus logía de la Asociación Británica (Toronto, 1924) y publicada
negaciones rígidamente dogmáticas, hasta superan dicho libro. Con un hábil floreo en "Science" bajo el título "Purposive Striving as the Funda-
del término "reflejo condicionado" del Prof. PAVLOV, introduce un argumento sufi-
cientemente plausible como para engañar a legiones de jóvenes Babbits. mental Category of Psychology" (Los impulsos finalistas co-
** Soziologische und Psychologische Studien über das erste Lebensjahr" (Es- mo categoría fundamental de la psicología), insistí en que los
tudio sociológico y psicológico sobre el primer año de vida), Jena, 1927. psicólogos debían declarar la autonomía de su ciencia, rechazar
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las restricciones de las corrientes que prevalecen en las ciencias sus manos y que merced al desarrollo de sus conocimientos
físicas y, al reservar todo juicio acerca de las cuestiones últimas y de su inteligencia podrá aún levantarse del poivo.
o metafísicas del monismo, dualismo o pluralismo, reconocer Finalmente, en mi reciente publicación "Outline of Abnor-
sinceramente que es propio de la naturaleza humana el esfor- mal Psychology" (Fundamentos de Psicología anormal), he
zarse por alcanzar fines u objetivos, y librarse del prejuicio de querido demostrar que solamente una psicología finalista y
sentirse obligados a explicar esta característica o aspecto fun- "hórmica" tiene algún valor para la interpretación, tratamiento
damental de la vida humana como una mora apariencia o y prevención de los desórdenes mentales y neuróticos. En esto
manifestación disfrazada de la causalidad mecánica. reside la prueba pragmática de nuestras teorías, el test supremo
En dos conferencias leídas en Powell (publicadas por la y, en definitiva, el último test al cual podemos recurrir cuando
Universidad de Clark en el volumen titulado "Psychologies of buscamos determinar sus valores relativos. Frente a este test,
1925" — Psicologías de 1925) habíame propuesto demostrar la psicología atomista y mecanicista que opera con sensaciones
no sólo la imposibilidad de interpretar sino aun de describir y reflejos está completamente deshauciada.
en forma inteligible y útil la conducta y los movimientos cor- Es interesante observar cómo la psicología alemana va
porales de hombres y animales sin recurrir a un lenguaje que separándose a grandes pasos de los dogmas mecanicistas del
implique la naturaleza finalista de los mismos, y sin concebirlos siglo diecinueve y de su primer período experimental. El mo-
de una manera que resulte comprensible para nuestra experien- vimiento representado por la escuela de la Gestalt es un poco
cia personal del esfuerzo finalista o intencional orientado a la tímido y ambiguo a este respecto. Pero surgen otros movimientos
consecución de algún objetivo. y otras escuelas: la de la Geisteswissenschaftliche Psychologie
En la actualidad veo en una forma más clara y nítida (Psicología como ciencia del espíritu), especialmente, proclama
que cuando escribí mi libro "Body and Mind" (Cuerpo y mente), la autonomía de la psicología; así como la Verstehende Psy-
que esta cuestión del causalismo mecanicista en oposición a la chologie (Psicología comprensiva) y la Personalistische Psy-
tendencia finalista es de fundamental importancia en todos los chologie (Psicología personalista). Y en las escuelas de psico-
problemas psicofísicos, como asimismo en todos los terrenos de logía más estrictamente académicas y experimentales encontra-
la biología, e inclusive, puede agregarse, de la filosofía.* mos a jóvenes trabajadores que van rompiendo con las más
Porque representa en forma concreta la cuestión de la Mente o antiguas tradiciones y que ya dejan de ignorar y de quitarle
Espíritu en el Universo. Si todas las acciones del hombre importancia al aspecto finalista de toda nuestra vida mental.
estuviesen determinadas mecánicamente, nada justificaría la Mientras tanto, en Norteamérica la marea del conductismo
creencia en la realidad del espíritu, de la mente, en la orienta- parece ir siempre en aumento. La prensa dedica en sus críticas
ción ideológica en nada del universo; y la humanidad sería los términos más elogiosos al reciente volumen del doctor
la víctima indefensa de cierto desarrollo de sucesos remotos, WATSON. Uno de los diarios de mayor prestigio manifiesta:
fortuitos y completamente ininteligibles; de una cadena rígida "Quizá se trate del libro más importante que jamás se haya
de la cual ella sólo sería un eslabón insignificante. Pero si escrito", y otro afirma: "Este libro marca una época en la
nos asistieran razones de peso que justificasen la creenc'a de historia de la inteligencia humana". En Inglaterra, por el con-
que los esfuerzos humanos para lograr determinados objetivos trario, la prensa se ha limitado a tomar nota de que allá existe
son efectivos, aunque tan sólo en mínima proporción, entonces un sistema que pretende: "revolucionar la moral, la religión,
podríamos confiar en que la humanidad tiene el destino en el psicoanálisis, y en suma, todas las ciencias mentales y mo-
rales". Hubiera podido ir más lejos y afirmar que este sistema
* Este es un problema que, según creo, no está resuelto ni aclarado por la pretende no solamente revolucionar sino inclusive abolir estas
fórmula actualmente de moda de "evolución emergente".
augustas ciencias.
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Riñon, 105
ÍNDICE DE TEMAS
Temperamento, 120
EnriRDMiM. rmniMDi
ROBINSON, E. S., 186
RUSSELL, BERTRAND, 237,, 316
Tendencias, herencia de, 120
Tests mentales, 63
• = TiullUadte
THOMAS, W. I., 274
SENSACIÓN, 345, 346 THOMPSON, 234 A. OESELL y C. AMATRUDA
Sensaciones, 28 DIAGNOSTICO DEL DESARROLLO
y conducusmo, 363, 367, 371 THORNDIKE, E. L., 237
Sentido muscular, 41 THORSON, AGNES M., 272 I Traducción y prólogo de Bernardo Serebrinsky
Sentidos Tipos de reacciones emocionales, I Encuadernado: 32 m/arg.
órganos de los, 90 181
plan general de los órganos de los, 90
TITCHENER, E. B., 17, 25
Sentimientos y conductismo, 363 A. OESELL y C. AMATRUDA
TOLMAN, K. C,
Sexual, actividad, 39
SHERMAN, 186, 187 Transferencia, 52 EMBRIOLOGÍA DE LA CONDUCTA
de la respuesta emocional condicio- Traducción de Bernardo Serebrinsky
SHINN, 382 nada, 191
Shock eléctrico, uso del, 54 Tronco, pierna, pie y dedos del Prólogo de J. P. Garrahan
Sialómetro, 57 pie, movimientos al nacer, 152 Encuadernado: $ 45 m/arg.
Significado, en el esquema conduc-
tista, 281 ss. Tropismos, 377
Sistema muscular, 36 PAUL SCHILDER
Situación, 45 ULRICH, J. L., 246
P S I C O T E R A P I A
Situaciones Traducción y prólogo de Emilio Mira y López
que hacen llorar a los niños, 207 WLENTINE, C. W., 187
que hacen reir a los niños, 209 Verbal, condicionanvento, 259 ss. Encuadernado: $ 40 m/arg.
que provocan la conducta de celos, organ'zación, estadios finales de la,
219
sociales, 64 267
Vergüenza, 217 KAREN HORNEY
Social, experimentación, 64, 66
SODDY, F., 378, 380 Visceras, 98 LA PERSONALIDAD NEURÓTICA
Sonido, estímulo de la reacción de Vitalistas, principios, 350 DE N U E S T R O T I E M P O
miedo. 31 Vocal, conducta, 155 Traducción de Ludovico Rosenthal
Sonrisa. 150, 164 Vocales, sonidos en el infante, 259 Prólogo de I. Más de Ayala
SPENCER, H . 365 Voluntad, 28, 345 Rústica: $ 14 m/arg.
SPINOZA. 373
Volver la cabeza, 151
STEINACH. 112
VORONOFF, 112
STIJART MILL. JOHN. 364, 365, 366 RALPH B. WINN
Sublimada, a^tHdad. 49
S'iPños y ronductismo, 370 WARDEN, C. J., 63 ENCICLOPEDIA DE EDUCACIÓN INFANTIL
SUMNER. 175 WARNER FITE, 346 Supervisión de Jaime Bernstein
SMsnensión. tiemno de, 151 WERTHEIMER, 25 Prólogo de Emilio Mira y López
Sustentación, pérdida de la base WATSON, J. B., 15, 16, 17, 18, 19, Encuadernado: $ 32 m/arg.
de, 31 355, 359, 360 ss.
WATSON, ROSALIE R., 246 ss., 248
TALENTO, 119 ss. WILLIAMS, WHITRIDGE, 144 C. O. JUNO
Tejidos, 82 WOLFE, A. B., 370 CONFLICTOS DEL ALMA INFANTIL
epitelial, 82
muscular, 84 WOODWORTH, R. S., 101 Traducción de Ida Butelman
WUNDT, 17, 27, 344, 345 Prólogo de Marcos Victoria
Rústica: $ 5 m/arg.
UNIVERSIDAD DE:
640493248X
EK Tilmda
W. STERN
WILLIAM McDOUOALL PSICOLOGÍA GENERAL
Traducción de Susana Martínez Roñó
ESTUDIO DE LA CONDUCTA
Traducción y prólogo de H. Rimoldi H. DELACROIX, E. CASSIRER, C. BALLY y Otros
PSICOLOGÍA DEL LENGUAJE
William McDougall, el distinguido psicólogo inglés, creador de la Psico- Traducción de Fryda Schultz de Mantovani y otros
logía hórmica, ex presidente de la Sociedad de Investigaciones Psíqui- Prólogo de Enrique Mouchet
cas y de la Sección Psiquiátrica de la "Royal Society of Medicine", ex
profesor de Filosofía en la Universidad de Oxford, de Psicología en la H. RORSCHACH
BRONISLAW MALINOWSKI
ESTUDIOS DE P S I C O L O G Í A PRIMITIVA
Traducción de Héctor Rosenvasser e Isabel St,raatman
ALFREDO ADLER y otros
Supervisión y prólogo de A. Rosenvasser
GUIANDO AL NIÑO
N. ZULLIOER
Supervisión y estudio preliminar de Jaime Bernstein
ESCOLARES DIFÍCILES