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COMENTARIO DE TEXTO.

David García – Cervigón Romero de Ávila.

Nos encontramos ante un texto del autor Quinto Aurelio Símaco, quien vivió entre los
años 340 y 402 d.C., durante el Bajo Imperio Romano. Pertenecía a una de las familias
senatoriales más poderosas de Roma, poseedora de territorios en Numidia, África, Sicilia y sur
de Italia. Fue educado en la Galia, y conocía la literatura grecolatina. Llegó a alcanzar un nivel
de orador y prosista muy reconocido en su época por sus contemporáneos. Ocupó los más
importantes cargos en la administración bajo imperial, desempeñando los cargos de cuestor,
pretor, pontífice, proconsul de África, y el de prefecto de Roma, siendo este último cargo el
que desempeña en el momento en que redacta el texto que analizamos ahora. Destacan sus
“Relaciones (Relatio)” que escribió mientras desempeñaba la magistratura de prefecto de
Roma, sin olvidarnos de sus panegíricos y arengas. Se caracterizó por ser un profundo
defensor del paganismo, permitiendo la proliferación del cultos y costumbres de la tradición
romana. Destacar un importante conflicto con San Ambrosio, originado por su fiel devoción
por favorecer las cuestiones relaciones con el paganismo, en base a su deseo de restaurar el
Altar de la Victoria en la curia del Senado de Roma. Por último hacer referencia a su
intervención en la política del imperio, donde también sufrió de varios traspiés, debido a que
llegó a apoyar en hasta dos ocasiones a un emperador usurpador, siendo estos Máximo y
Eugenio.

El documento que analizamos podemos deducir que fue elaborado en el 384 d.C. Nos
podemos basar en el tema del texto, que consiste en una solicitud de envío de la anona de
África a Roma. Esta solicitud que hace Símaco debió de ser durante el tiempo que desempeñó
el cargo de prefecto de Roma, pues nuestro autor sería el encargado de asegurarse de que los
suministros de la ciudad estaban preparados para repartirlos entre la población, y la fecha en
la que desarrolló la magistratura antes mencionada, corresponde con el 384 d.C.

Nuestro documento se trataría de una fuente primaria, debido a que es una carta que
escribe Símaco en el momento en que se narran los hechos, y de naturaleza histórico-
circunstancial o narrativo, debido a que es una carta que trata asuntos económicos, sociales,
en general, se trata de un asunto gubernamental. La intencionalidad del texto es, como se
puede deducir tras la lectura de nuestro prefecto, de conseguir suministro para la ciudad de
Roma, la común conocida annona , pidiéndole al Emperador o emperadores que se involucren
en el problema, para poder solucionarlo con mayor celeridad. En cuanto a quién va dirigido el
texto es más complicado de concretar, ya que en el momento en que es redactada la carta,
conviven tres emperadores al mismo tiempo. Estos tres serían Valentiniano II, Teodosio I, y
Máximo. En el texto se hace mención de manera plural a “Emperadores”, pero podríamos
llegar a la conclusión de que se da prioridad al emperador Valentinano II, ya que es quien
domina en este momento Italia y África, siendo el único que podría involucrarse en el envío de
los suministros entre ambas provincias romanas.

Mostrando una pequeña visión del texto, podemos apreciar que lo que se nos está
presentando es una carta de Símaco, en este momento Prefecto de Roma, donde pide ayuda a
los emperadores para que intervengan en el envío de la annona, la cual debe llegar desde
África a la ciudad de Roma, pues el tiempo y las reservas de la ciudad se acaban.

Antes de analizar el documento, haré una breve contextualización histórica que nos
permita entender la época que estamos tratando. Nos encontramos en el año 384 d.C., donde
conviven tres emperadores en el imperio, como ya mencioné anteriormente, siendo estos
Teodosio I, Máximo y Valentiniano II. Máximo llevaba gobernando escasamente un año, pues
en el 383 se levantó contra Graciano, al cual asesinó y ahora gobierna la Galia, Hispania y
Britania. Teodosio gobierna la parte oriental del Imperio, y Valentiniano II domina Italia, África
e Iliria.

Ahora que entendemos el momento histórico en el que nos encontramos, podemos


pasar a disponer las ideas principales que nos proporciona el texto. La idea más importante es
la solicitud del envío de la annona procedente de África, destacando el aceite, que escasea
gravemente en la ciudad. Dejando a un lado el tema principal, podemos apreciar cómo
discurren una serie de cuestiones menos importantes en la carta, pero que merecen nuestra
atención, siendo un total de cuatro. La primera es la mención a tres emperadores para que
intervengan en el proceso de envío de la annona, siendo esta la solución que plantea y de la
que hace uso Símaco para resolver su problema de administración. La segunda cuestión es el
método que utiliza Símaco a la hora de solicitar la ayuda, pues al mismo tiempo se pide ayuda
a través de la muestra de gratitud y exaltando sus cualidades, y por otra parte se llega a
“exigir” a los emperadores que solucionen el problema, pues corresponde a sus deberes del
cargo que desempeñan, pero siempre dirigiéndose a ellos de la manera que corresponde a una
máxima autoridad imperial, lo que consigue a través de una síntesis de alabanzas y muestras
de gratitud. La tercera idea que podemos extraer, es el sistema en que se dirige el autor en
todo momento a los emperadores, que se basa en el uso de fórmulas que nos hace ver las
cualidades divinas de estos, rasgo común a la hora de dirigirse a los emperadores en el Bajo
Imperio Romano. Y por último, se nos muestra cómo funciona la administración en caso de
que ocurran problemas.

Llegados a este punto del comentario, es circunstancia analizar cada una de las ideas
expuestas con anterioridad. Comenzaré con la idea principal del documento. El suceso consiste
en que no llega a Roma la cantidad de annona que se requiere a la ciudad, suponiendo un
grave problema para el abastecimiento de la población, la cual puede desembocar en
revueltas, como solía suceder siempre que se producía escasez de suministros a la hora de
repartir a la población. El origen de la annona hay que remontarla a siglos atrás,
concretamente a finales de la república, siendo la finalidad de este proceso un fin político. La
intención era asegurarse el apoyo de los habitantes de la capital. El mecanismo de repartición
tenía un sistema de correcto funcionamiento, el cual consistía en requisar la mayor parte de
producción de grano del norte de África y Egipto como impuesto de tierras, para
posteriormente distribuirlo gratuitamente entre la población de Roma. Las raciones se
entregaban a cambio de unos vales, que en el siglo IV eran hereditarios y podían venderse.
Pero este sistema generó un aumento de una clase baja urbana dependiente, es decir, de una
gran masa de población ociosa cuyo único modo de vida era un sistema parasitario donde el
Estado le proporcionaba los bienes básicos de alimentación, y al mismo tiempo se favorecía la
posibilidad de que no se desarrollase una clase social que proporcionase recursos al Imperio.
Habría que destacar, que el sistema de la annona en el siglo IV no gozaba de mucha utilidad,
pues en este periodo Roma ya no era la capital del Imperio, pero se continuaba dando este
sistema como consecuencia de la tradición romana. Donde sí tenía más utilidad el desarrollo
de esta actividad, sería en Constantinopla, donde se comenzó a desarrollar bajo el gobierno de
Constantino.

Ahora es turno de desarrollar las ideas paralelas a la principal. La mención de los tres
emperadores nos pone en una situación adversa, debido a que como ya he mencionado
anteriormente, en este momento conviven tres emperadores al mismo tiempo, pero
deberíamos de imaginar, que la competencia de que llegue el suministro del norte de África
correspondería a Valentiniano II, que es quien gobierna en este momento tanto África como
Italia. La solicitud de ayuda a los tres emperadores, por parte de Símaco, podría deberse a que
pensara que Valentiniano II no tenía poder suficiente para conseguir que se solucionase el
problema, ya que este se consideraba que estaba bajo el influjo de su madre, y por ello pidiese
ayuda a los otros dos emperadores.

Otra tema a explicar es la síntesis que Símaco utiliza para pedir ayuda a los
emperadores. Dicha síntesis sería entre las solicitudes de ayuda a través de la alabanza y la
exaltación de sus cualidades, y las líneas donde llega incluso a “exigir” a los emperadores que
tomen parte del problema, pues es su deber como emperador. Voy a destacar las líneas del
texto donde esto sucede para dejar mayor constancia de la idea que pretendo transmitir. Las
líneas donde se utiliza el sistema de alabanzas serían: 1-2, 8-14,16-19, 20-21, 30-32,34-36, 38-
40. A continuación destaco los renglones en los que nuestro autor utiliza la fórmula de la
exigencia: 2-5, 14-15, 21-23.

En cuanto a las fórmulas que utiliza para referirse a los emperadores, esta vez hago
constar la nomenclatura que hace mención de sus aspectos divinos. Haciendo una lista de
estos, nos quedan los siguientes: perennidad, eternidad, virtudes divinas, numen, felicidad,
este don (refiriéndose en la línea 38 a una supuesta capacidad innata de los emperadores para
proporcionar alimentos a la ciudad de Roma). Quiero hacer una pequeña explicación de lo que
supone el término “numen”: se refiere a la parte divina del emperador, la cual sería objeto de
culto. Esta procedimiento de relacionarse y dirigirse al emperador procede de épocas o incluso
siglos anteriores. Desde el comienzo del imperio, habría ido evolucionando e intensificándose
este sistema de divinización del emperador, pero destacando un momento importante en el
que se intensifica exponencialmente, siendo a partir del reinado de Diocleciano.

Por último, nos encontramos ante una breve explicación de cómo se actúa en los
momentos en que hay problemas con la administración. Me refiero a que Símaco se excusa al
dirigirse a los emperadores, debido a que los mecanismos que ha utilizado con anterioridad, y
los que deben de ser a los que debe recurrir primero, han fracasado, y por ende únicamente le
queda la posibilidad de pedir ayuda a la mayor autoridad del gobierno. Esta cadena de
recursos a los que dirigirse en caso de un problema, sería según lo que podemos contemplar
en el documento, recurrir al prefecto de la annona, que es quien se encarga del correcto
funcionamiento de la llegada de grano procedente de África, y este a su vez ha recurrido al
prefecto del pretorio, máximo cargo en la administración únicamente por debajo del
emperador. Es cierto que anteriormente, el prefecto del pretorio disponía de poder militar,
pero este hecho había ido evolucionando hasta corresponderle únicamente cargos en la
administración civil.

Podemos finalizar este análisis exponiendo una serie de conclusiones. La annona no


siempre funcionaba correctamente en el imperio, y como podemos vislumbrar en la carta, el
miedo por la posibilidad de un mal funcionamiento, asustaba de gravedad al prefecto de
Roma, que llegaba a recurrir incluso a los emperadores ante el temor de posibles revueltas en
la ciudad, llegando incluso a exigirles la ayuda que fuese necesaria, pero siempre dirigiéndose
ante ellos con el correspondiente respeto que se merece una divinidad.

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