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Índice Guía Docente 6
Capítulo 3
Introducción general ................................................. 3
Geometría
Enseñanza de la Matemática en contextos
Numeración
de excepcionalidad y diversidad ................................... 4
Operaciones
Algunas preguntas acerca de las características
del libro y las razones didácticas que nos
Capítulo 4
llevaron a incluirlas ............................................................... 6
Numeración
Operaciones
Geometría
¿Cómo pensamos el aprendizaje y la
enseñanza de la Matemática? ........................... 12 Capítulo 5
Acerca del aprendizaje y la enseñanza del Operaciones
Sistema de numeración escrita ................................... 13 Numeración
Acerca del aprendizaje y la enseñanza de Geometría
las Operaciones .................................................................... 14
Acerca del aprendizaje y la enseñanza de Capítulo 6
los Números racionales ................................................... 17 Geometría
Acerca del aprendizaje y la enseñanza de Numeración
la Geometría .......................................................................... 19 Operaciones
Acerca del aprendizaje y la enseñanza de
la Medida ................................................................................. 21 Capítulo 7
Numeración
Operaciones
Orientaciones didácticas ..................................... 23 Medida
Capítulo 1 ................................................................................ 24
Numeración .................................................................... 24 Capítulo 8
Operaciones .................................................................... 27 Operaciones
Geometría ........................................................................ 32 Numeración
Geometría y medida
Capítulo 2................................................................................. 36
Operaciones .................................................................... 36
Numeración .................................................................... 40 Recursos TIC .............................................................. 114
Geometría ........................................................................ 44 Acerca de la enseñanza de la Matemática a
través de las TIC ................................................................ 115
Recursos TIC por capítulo ............................................. 118
Introducción
general
Introducción general
1 La situación mundial de emergencia sanitaria declarada en 2020 llevó a suspender las clases presenciales
en todo el país. Las orientaciones que se desarrollan en este apartado se centran en las condiciones que se
podrán dar en las aulas a partir de los progresivos y diversos modos de regreso de las y los docentes y las y
los alumnos. No obstante, se considera que estos aportes constituyen estrategias para enseñar Matemática
considerando la diversidad que caracteriza a todos los grupos, más allá de esta situación de excepcionalidad
presentada.
¿Cuál es la intención de ofrecer juegos en todos los capítulos? ¿Cómo los gestionamos?
En la apertura y desarrollo de cada capítulo, se ofrecen juegos relacionados con aspectos del
contenido sobre el que se pretende avanzar.
Cada juego, por un lado, forma parte de una serie de problemas y, por el otro, es asimismo un
desafío, que esperamos que genere aprendizajes, en el que el alumno tenga que tomar decisiones
acerca de qué conocimientos utilizar y luego dar razones sobre ellos. Además, como señalamos, en
el desarrollo del capítulo, se plantean problemas que remiten al juego.
Seguramente, la instancia de juego será una de las propuestas que seleccionaremos para la pre-
sencialidad, ya que requiere de jugar con otros compañeros. Podrán volver a jugar en casa con algún
miembro de la familia o, también, en encuentros virtuales si no cuentan con la primera posibilidad.
Coincidimos en que no puede faltar luego de jugar, de manera presencial o virtual, un espacio
colectivo de análisis: la reflexión acerca de lo que hicieron, cuáles fueron las discusiones acerca de los
diferentes procedimientos usados y el pedido de argumentaciones acerca de la validez de lo producido.
¿Por qué incluimos problemas extras destinados a trabajar contenidos con un grado
de dificultad que puede corresponderse con grados anteriores? ¿Por qué consideramos
que pueden resultar un buen apoyo y punto de partida para aquellos alumnos cuyos
conocimientos disponibles no les permiten iniciar directamente el trabajo con los
problemas incluidos en el libro?
La situación de interrupción de la asistencia presencial a los establecimientos educativos, se-
guro, ha ocasionado diferentes impactos en las trayectorias escolares de las y los alumnos. Estos
han estado derivados, entre otros varios factores, de las diferentes oportunidades que hayan teni-
do para vincularse con las propuestas de continuidad pedagógica, las producciones que pudieron
desplegar (de manera individual o con ayuda) y los conocimientos que identificaron tanto para
iniciar procedimientos de resolución como respecto a los avances a partir de ponerlos en juego.
El enfoque que sostenemos para la enseñanza de la Matemática asume como un potencial (y
no un obstáculo) la diversidad que caracteriza a todo grupo de estudiantes, de tal manera que esos
diferentes puntos de partida puedan ser reconocidos para propiciar la identificación de diversas
opciones para la resolución, sus relaciones, diferencias y conveniencias.
También, las interacciones entre alumnos que enfrentan diferentes niveles de dificultad y pro-
gresividad de los conocimientos matemáticos pueden constituirse, bajo ciertas condiciones didác-
ticas, en instancias propicias para identificar regularidades, es decir, características y propiedades
que permanecen constantes más allá del grado de profundidad por la que se vaya transitando su
estudio. Por ejemplo, los aportes de un grupo que esté trabajando con un problema que requiere
leer y comparar números hasta el 1.000 pueden resultar fructíferos para otros grupos a los que se
les haya asignado un problema de características similares, pero con intervalos numéricos mayo-
res. Este aspecto, quizá, no hubiera sido posible de revelar si la clase estuviera centrada en una
dimensión más acotada de esos contenidos, como por ejemplo, la que se dispone para un deter-
minado grado de la escolaridad.
El contexto de excepcionalidad y aislamiento no solo puede haber dado lugar a frustraciones
con respecto a las tareas en las y los alumnos que más acompañamiento por parte del docente
requieren (entre otros motivos), sino que dejó más a la vista las enormes desigualdades presentes
en nuestra sociedad.
Reconocemos que esta realidad compleja requiere de varias y diversas estrategias e interven-
ciones por parte del equipo docente y, a su vez, de una variedad de recursos didácticos que pue-
dan ser puestos a disposición de acuerdo con los propósitos que se planteen. En este sentido, y
con el objeto de contribuir a este último aspecto mencionado, al finalizar las orientaciones de los
problemas de cada capítulo, hemos decidido incluir una serie de problemas que corresponden a
los mismos contenidos que cada capítulo aborda, pero que tienen un grado de dificultad menor.
Ustedes podrán tomar diferentes decisiones didácticas respecto a ellos (darlos como parte de la
¿Por qué incluimos Estrategias para estudiar Matemática, Actividades para seguir
estudiando y la Caja de Herramientas en la Carpeta A Dúo?
El recorrido que se propone a lo largo del libro es acompañado por la Carpeta A Dúo, que
contiene fichas con estrategias para estudiar Matemática y actividades que complementan el tra-
bajo de cada capítulo para que las y los alumnos puedan volver sobre ellas de manera un poco más
autónoma y como forma de practicar algunos de los asuntos que se fueron identificando.
Estudiar siempre requiere volver de una manera reflexiva sobre lo realizado. En el caso espe-
cífico de la Matemática, se trata de poder identificar lo aprendido, establecer nuevas relaciones
entre los diferentes conocimientos que se fueron elaborando para integrarlos en un marco más
general –reconociendo qué guardan en común–, identificar puntos de dificultad y cómo fueron o
pueden ser subsanados, reconocer lo que aún queda pendiente, practicar aquello sobre lo cual se
ha avanzado para que pueda quedar más establecido o reafirmado, resolver los mismos o similares
problemas si es necesario retomar la acción sobre ellos, etcétera.
En el libro, especialmente, en “Para pensar entre todos”, encontrarán vueltas de análisis “hacia
atrás” para reflexionar sobre lo que se hizo y avanzar. Este material complementario, también, in-
tenta aportar al proceso de estudio de las y los alumnos.
Subrayamos que la práctica de estudio necesita ser enseñada y acompañada por la o el docente.
Asimismo, señalamos que, el material puede ser extendido según el recorrido particular que tiene
lugar con cada grupo de alumnas y alumnos, es decir, la o el docente evaluará si es necesario la pre-
paración de otras actividades similares o no que se adapten, mejoren o completen las propuestas.
los que se utilizan-, brinda una oportunidad para reflexionar acerca del valor de cada cifra según la
posición que ocupa respecto de la unidad o según la relación que mantiene con las cifras de otras
posiciones. Este trabajo se desarrolla a partir de diferentes problemas que requieran establecer re-
laciones entre cantidades representadas en unidades o en unidades mayores, como los millones, o
que también exijan relacionar (comparar, ordenar, calcular la diferencia, etc.) diferentes escrituras
expresadas con el mismo cambio de unidad.
En cuanto a la denominación que reciben las diferentes posiciones en la notación numérica
(unidades, decenas, centenas, etc.), son introducidas no para insistir en un vocabulario específico,
sino en su significado en términos de comprensión de la organización del número, de la relación
que guardan entre sí las diferentes posiciones y con los cálculos. De la misma manera que en las
otras situaciones que remiten al análisis de las escrituras numéricas, para los problemas en los que
se recurre a la denominación de las diferentes posiciones, no se apunta a proponer ejercicios es-
tereotipados de decodificación, sino a brindar oportunidades para que los alumnos y las alumnas
puedan extraer información sobre el número a partir de una reflexión sobre su organización.
bolillas repartió?”. Seguramente, ustedes coincidirán con nosotros en que el primer problema no se
resuelve con una resta, por más que refiera a “quitar” elementos, y el segundo no se resuelve me-
diante la división, más allá de que haga referencia a repartos. Esto hace que sea necesario enfrentar
a los alumnos a la resolución de una importante variedad de problemas para que puedan recono-
cer las relaciones que presentan entre los datos, distinguir similitudes y diferencias, y para poder
asociarlos a una determinada operación reconociendo el alcance y los límites que cada una tiene.
A la par de los problemas, se propone el estudio de diferentes estrategias de cálculo exacto y
aproximado. Esta tarea involucra la construcción progresiva de un repertorio de resultados me-
morizados, de estrategias diversas para arribar a un resultado (procedimientos de cálculo mental)
y del estudio y apropiación de técnicas de cálculo (cálculo algorítmico), de tal manera que de
acuerdo con los números involucrados o con el tipo de respuesta requerida (exacta o aproximada)
se pueda seleccionar cuál resulta más conveniente. Del mismo modo, la articulación entre esos
diferentes procedimientos permite que uno pueda estar al servicio del otro como herramienta
de control (por ejemplo, el cálculo estimativo puede ser de gran utilidad para determinar la per-
tinencia de un resultado obtenido mediante el algoritmo). Hacemos mención, además, al uso de
la calculadora como instrumento, no solo para obtener y verificar resultados, sino también, para
plantear determinados problemas. Por ejemplo: Escribir en el visor el número 5.324 y lograr que, en el
visor, aparezca el 0 luego de realizar 4 operaciones. Estas deben aplicarse sobre las cifras siguiendo el
orden de la serie numérica: comenzar logrando que el 2 se transforme en 0, luego el 3, el 4 y, por
último, el 5. Registrar en una hoja las sucesivas operaciones que hay que realizar antes de operar
la calculadora.
A través de este problema, intentamos que los alumnos puedan hacer un análisis del valor posi-
cional de cada cifra y, al mismo tiempo, identificar que es la resta la operación que permite resolverlo
(– 20, – 300, – 4, – 5.000). La numeración hablada es un soporte de información que facilita la resolu-
ción y, a la vez, una intervención posible de realizar para alumnos que se encuentren en dificultades
para encontrar un procedimiento: “Leé el número porque te da pistas de lo que hay que hacer”.
Si bien es cierto que las calculadoras nos permiten resolver múltiples problemas, también es
cierto que los límites de su utilización son claros. Por ejemplo, si hubiera que resolver este problema:
“Hay 473 figuritas para armar paquetes de 5 figuritas cada uno, ¿cuántos paquetes de figuritas se
pueden armar? ¿Cuántas figuritas quedan sin empaquetar?”, la calculadora daría como resultado
94,6. Es decir que se podría, eventualmente, contestar la primera pregunta: se pueden armar 94 pa-
quetes de figuritas. Pero ¿qué sentido tendría decir que quedan 0,6 figuritas sin empaquetar? Si los
alumnos optaran por transformar el decimal en el resto de una división entera, es decir, si decidieran
que, para poder contestar ambas preguntas, hay que multiplicar 0,6 x 5, entonces, la discusión acerca
del uso o no de la calculadora pasaría a segundo plano, ya que tomar esa decisión requiere poner en
acción una serie de relaciones entre el cociente, el divisor, el dividendo y el resto, que dan muestras
claras de la actividad matemática implicada.
Por otra parte, poder reconocer cuál es el campo de problemas que resuelve un conocimiento y,
en función de ello, dar la orden a la calculadora es lo que pone de manifiesto que se ha construido el
sentido de ese conocimiento.
Derivado de ello, otro asunto importante consiste en ofrecer a los alumnos diferentes herramien-
tas para que puedan hacerse cargo, por sus propios medios, de la validez de los procedimientos
realizados y los resultados obtenidos. La validación es parte constitutiva del quehacer matemá-
tico y, para justificar las razones de los procedimientos aritméticos, se requiere disponer de una
diversidad importante de relaciones y propiedades, tanto de las operaciones como del sistema
de numeración, de tal manera que, al momento de argumentar las decisiones tomadas, se pueda
recurrir a esos conocimientos. Por ejemplo, ¿qué diferentes recursos les ofrecemos a los alumnos
para que puedan explicitar las razones por las que los resultados de multiplicar por la decena en
el algoritmo de la multiplicación se deben ubicar en la segunda fila dejando un lugar a la derecha?
Disponer de las propiedades del sistema de numeración (en este caso, el valor posicional) y de la
multiplicación, que intervienen en el algoritmo convencional, como haber tenido oportunidades
para comparar ese procedimiento con otros, les puede permitir reconocer y explicitar las razones
por las cuales en esa técnica se siguen esos pasos.
En este libro, se propone trabajar con problemas del campo aditivo (problemas que se resuel-
ven con sumas y/o restas), principalmente, correspondientes a los sentidos más complejos, como
búsquedas de complementos y comparaciones (más que y menos que). También, se introducen
problemas, que requieren analizar y completar información en tablas de doble entrada. Junto a
estos problemas se propone abordar el estudio de diferentes estrategias de cálculo exacto y apro-
ximado de sumas y restas en conjunto con las propiedades que intervienen.
La multiplicación y la división se introducen a partir del trabajo con problemas que refieren a
cantidades organizadas en grupos de igual cantidad de elementos –problemas de series propor-
cionales– (Una bolsa tiene 12 vinchas. ¿Cuántas vinchas hay en 15 bolsas?) y referidos a distribuciones
(repartos y particiones equitativas). Otros de los problemas del campo multiplicativo son los que
involucran organizaciones rectangulares, los de combinatoria y los que refieren a iteraciones.
La tabla pitagórica constituye uno de los recursos centrales para el trabajo con repertorios mul-
tiplicativos, tanto para resolver multiplicaciones como para cálculos con divisiones. En este caso,
se proponen problemas que permitan recuperar y sistematizar los resultados que allí se presentan,
como así también, identificar relaciones entre ellos para propiciar que reconozcan y empleen las
propiedades de estas operaciones y que las expliciten.
Estos y otros repertorios (como las multiplicaciones y divisiones con “números redondos”),
junto a diversos procedimientos de cálculo mental se proponen como insumos para revisitar y
estudiar los algoritmos de estas operaciones.
En conjunto con estos problemas, se presentan situaciones que requieren varios pasos y ope-
raciones para resolverlas.
El estudio de la divisibilidad se introduce a partir de problemas que requieren obtener e identi-
ficar múltiplos o divisores. A partir de ellos, se invita a resolver mediante diferentes procedimientos
problemas que involucran múltiplos o divisores comunes de dos o más números; de este modo,
se introducen también algunos criterios de divisibilidad destinados a facilitar esas exploraciones.
El estudio de la proporcionalidad se presenta a partir de problemas que las y los alumnos han
resuelto previamente (como el del ejemplo referido a las bolsas de vinchas), con el objetivo de
propiciar que, mediante diferentes procedimientos, puedan completar tablas, reconocer las pro-
piedades y usarlas para resolver otros problemas. En conjunto con estas situaciones, se introducen
también problemas en los que hay que obtener porcentajes, que están destinados a introducir la
lectura e interpretación de gráficos en sistemas de ejes de coordenadas o circulares.
La fracción como una relación con una unidad de medida es otro sentido que se aborda. A fu-
turo, en el segundo ciclo y también en la escuela media, las fracciones funcionarán en otras clases
de problemas que las hacen jugar como una relación de proporcionalidad directa. En algunos de
estos casos, refieren a nociones particulares, como escalas, porcentajes, probabilidades, velocidad,
densidad, etc. Otras veces, las fracciones aluden a relaciones entre partes que forman un todo (por
ejemplo, una mezcla de pintura que se hace con una parte de negro y 4 partes de blanco, tenemos
una relación de 1 del negro respecto del blanco).
4
La definición inicial de fracción que se propone parte de pensar las fracciones de forma 1 (de
n
numerador 1 como, por ejemplo, 1 , 1 , 1 , etc.) como la cantidad tal que repetida n veces equivale
4 5 8
a 1. Así, por ejemplo, 1 de pizza es la parte que, repetida 4 veces, permitiría obtener la pizza en-
4
tera; 1 es la parte que, repetida 8 veces, permitiría armar la unidad, etc. Apoyados en esta idea, se
8
establece luego la definición general para cualquier fracción m como la cantidad que repite m veces
1 n
. Así, por ejemplo, 3 es la cantidad que repite 3 veces 1 . Esta definición, en algún momento
n 4 4
del trabajo, se irá vinculando con aquella basada en subdividir la unidad en partes iguales según
indica el denominador y permitirá tomar la cantidad de partes que indica el numerador. Como
esta última definición –históricamente utilizada en la escuela– ha presentado numerosos inconve-
nientes porque se centra en un reconocimiento perceptivo y en que la unidad se encuentre efectiva-
mente subdividida en partes iguales antes que en las relaciones que intervienen en el concepto de
fracción, muchos niños, por ejemplo, señalan que la parte pintada en este rectángulo es 1 porque
2
se encuentra dividido en dos partes:
Por estas razones, se realiza la alternativa de comenzar desde la primera opción que, por
supuesto, podrá articularse luego con esta otra. A lo largo del trabajo, se hace un fuerte hincapié
en el análisis de las relaciones que están involucradas en el funcionamiento de las fracciones:
se trata de números que se anotan mediante una relación entre dos, el mismo número puede
anotarse de infinitas maneras equivalentes y es posible tomar decisiones sobre la escritura con-
veniente para pensar cálculos, comparaciones, etc. Hay situaciones que buscan específicamente
hacer emerger los errores mencionados para que puedan ser discutidos y analizados con toda
la clase y, así, ir identificando en forma progresiva la especificidad que guardan los números
racionales respecto de los naturales. Este trabajo se sostiene a lo largo del segundo ciclo para
asumir la persistencia mencionada de las concepciones sobre los naturales al pensar los núme-
ros racionales.
En quinto grado, se avanza sobre la primera aproximación a las expresiones decimales reali-
zada en cuarto a propósito de su uso en el contexto del dinero (décimos y centésimos de pesos).
Se ha optado por anteponer un trabajo más intenso sobre las fracciones en cuarto grado como
base para la construcción del significado de los números decimales. En quinto y sexto grado se
profundiza el tratamiento de estos últimos vinculando el significado de la notación decimal con
las fracciones decimales, por un lado, y con el valor posicional del sistema de numeración, por
el otro. Es decir, la escritura con coma aparece como una convención que recurre a la organiza-
ción del sistema de numeración para representar una fracción decimal o una suma de fracciones
En este año, seguramente, será necesario retomar o iniciar para algún grupo de niños (teniendo
en cuenta que, con las condiciones del año anterior, es muy posible que los alumnos no hayan
tenido la posibilidad de interactuar con problemas de este contenido) el estudio de circunferencias
y círculos como objetos geométricos en sí mismos y como herramientas para avanzar en la cons-
trucción de triángulos a partir de sus lados.
La construcción progresiva de estos conceptos requerirá también del uso y estudio de instru-
mentos geométricos nuevos o poco usados y de la toma de decisión de su utilización en relación
con las propiedades que definen a cada figura.
Se profundizará en un trabajo de anticipaciones, elaboración de conjeturas y argumentaciones,
en el que los alumnos se apropien de la necesidad de, frente a una propuesta, tomar decisiones
previas a la resolución (anticipaciones), que podrán ser modificadas durante la resolución.
Si bien se propondrá dejar gradualmente las constataciones de tipo empíricas (aunque seguire-
mos utilizando algunas, por ejemplo, en los copiados, la superposición de figuras para validarlos si
fuera necesario), se propiciará que se comiencen a enmarcar en un análisis más relacional.
Por ejemplo, frente a la propuesta:
Se espera que las y los alumnos puedan, antes de comenzar a resolver, elaborar un plan, apo-
yarse en los conceptos que necesitan tener en cuenta y anticipar algunos pasos que les permitan
iniciar la tarea.
Por ejemplo, para las actividades 35 y 36, para comenzar la copia, podrán anticipar que nece-
sitarán compás para trazar la circunferencia, que ABCD es un cuadrado y que los cuatro vértices
están sobre la circunferencia de centro en E.
Podrán luego realizar validaciones, tal vez provisorias, de su procedimiento apoyándose en el
conteo del cuadriculado y/o en algunas características:
• Estoy seguro de que está bien porque dibujé primero el cuadrado de 4 cuadraditos de lado y el punto del
medio de adentro del cuadrado (E) es el centro de la circunferencia y la abertura del compás es desde
E hasta los vértices del cuadrado.
• En la actividad 36, me di cuenta de que dos lados del triángulo eran dos radios de la circunferencia,
entonces, Inés tiene razón, es un triángulo isósceles.
Pensamos en un alumno que sea capaz de enfrentarse al problema para iniciar algún camino de
resolución, que pueda argumentar acerca de lo realizado, que intente fundamentar sus respuestas,
que tenga en cuenta las ideas de sus compañeros y que pueda comunicar las propias.
Al igual que los restantes contenidos matemáticos que se abordan, las propuestas están orien-
tadas a la resolución de problemas. No de cualquier problema, sino de aquellos que permiten que
los conocimientos que se quieren enseñar funcionen como herramientas para encontrar la solución.
Proponer un problema geométrico implica generar una situación en la que surja la necesidad
de usar o apoyarse en una propiedad conocida, hacer aparecer o explicitar características de cierta
figura o cuerpo para poder descubrir alguna nueva relación o propiedad.
El copiado de figuras, los juegos de adivinación, la elaboración de mensajes, las construcciones
serán diferentes tipos de tareas para avanzar en el análisis y construcción de las propiedades de
las figuras y de los cuerpos.
En el caso de los copiados de figuras, por ejemplo, se espera que puedan identificar algunas
de sus características antes de iniciar la tarea, como lo ejemplificamos en el problema anterior. El
docente jerarquizará algunos procedimientos que desplieguen los niños, que permitan explicitar
los elementos o propiedades que se pretenden estudiar.
Las diferencias entre utilizar papel liso o cuadriculado, el hecho de que el original de la figura
esté o no permanentemente a la vista, el copiado en un tamaño diferente del original, la habili-
tación de ciertos instrumentos geométricos son diferentes aspectos para tener en cuenta en el
momento de planificar la propuesta.
En síntesis, se espera que, en los problemas geométricos, los alumnos:
• Pongan en juego sus conocimientos sobre las propiedades de los objetos geométricos.
• Interactúen con objetos que ya no pertenecen al espacio físico, sino a un espacio conceptuali-
zado; los dibujos trazados solo representan las figuras, no son las figuras.
• Inicien la tarea probando y ensayando a partir de los conocimientos previos sobre ese concepto,
reorganizándolos, haciendo anticipaciones, analizando propiedades, para de ese modo, apren-
der nuevos conceptos.
• Puedan comunicar lo realizado, de forma tal que se explicite el saber construido.
• Validen la respuesta, si fuera posible, apoyándose en las propiedades de los objetos geométricos,
acercándose progresivamente a las características propias de la argumentación en Matemática.
¿Qué significa medir? ¿Qué aspectos de las medidas de longitud, capacidad, peso y
tiempo se pretende abordar en este año?
Como punto de partida, será necesario considerar con los niños los diferentes atributos de los
objetos, nos interesan aquellos que se pueden medir y que se denominan magnitudes.
Medir una magnitud implica aislarla de los restantes atributos que tiene el objeto, es decir, an-
ticipar qué cualidad interesa medir; y para ello, habrá que elegir una unidad que tenga el mismo
atributo del objeto con el que se comparará y, luego, expresar numéricamente la relación entre los
dos objetos.
En ciertas ocasiones, la medición entre dos objetos puede realizarse en forma directa, por ejemplo,
al comparar la altura entre dos niños que están parados espalda con espalda. En otros casos, si los
elementos por medir están en distintos ámbitos, la medición tendrá que ser indirecta, es decir, habrá
que tomar una misma unidad de medida para ambos y, luego, comparar los resultados de las medi-
ciones, por ejemplo, la comparación del largo de dos pizarrones en diferentes aulas. Por otra parte, esa
unidad de medida puede ser convencional o no. Dependerá de los conocimientos de los niños y de la
intencionalidad del maestro el que ese intermediario sea un metro o una tira de papel, por ejemplo.
La acción de medir supone la repetición de una unidad de medida. Es decir, una subdivisión ex-
presada en función de cierta unidad de medida, que es repetida sobre la totalidad de la extensión
de la magnitud. Esta repetición debe ser tal que el intervalo que haya que medir quede cubierto
por la unidad de medida de manera que no haya huecos ni superposiciones.
Uno de los rasgos distintivos del proceso de medir es que se pueden utilizar diferentes unida-
des para medir una misma cantidad. Por lo tanto, otra de las cuestiones vinculadas con la medición
es la comprensión de la relación entre el tamaño de la unidad y el número necesario de repeticio-
nes para medir una cantidad dada.
El acto de medir requiere comprender la invariancia de los elementos que hay que mensurar en
relación con el modo en que lo hagamos, la longitud de un pasillo sigue siendo la misma indepen-
dientemente de la dirección en la que uno lo recorra, ya sea caminando, corriendo o dando saltos.
También, sigue siendo la misma si la medimos en metros, pisadas, palos de una escoba, etcétera.
Se podría resumir estas características diciendo que medir es comparar.
Otro aspecto para tener en cuenta relativo a las mediciones es la exactitud de las medidas. Toda
medición efectiva tiene un margen de error, es una medida aproximada, no existe la medida exac-
ta. Es decir que existe un error que es inherente a la medición, que depende de diferentes factores
como la herramienta utilizada para medir, las características del objeto a medir, la precisión de la
persona que mide, etcétera.
Supongamos que los niños quieren medir el largo del escritorio con una cinta métrica. A pesar
de usar el mismo instrumento, aparecerán diferentes medidas cercanas a un mismo valor, por lo
que será necesario aceptar un cierto intervalo numérico para dicha medida. Si se aleja considera-
blemente de dicho intervalo será necesario retomar esa medición para analizar el error.
Si bien la totalidad de relaciones involucradas en la medición convencional lleva varios años de
construcción para lograr saberes relativamente acabados, se los puede iniciar en problemas que in-
volucren la práctica de la medida a través de situaciones ligadas a la comparación de magnitudes.
La diversidad de instrumentos a su disposición debe estar orientada a que los niños puedan
tomar decisiones acerca de la conveniencia de utilizar uno u otro instrumento, siempre en función
de lo que hay que medir.
Para que los alumnos puedan avanzar en los procesos sociales de la medición, habrá que brin-
darles oportunidades para que puedan vincular aquellos conocimientos que construyeron en el
entorno cotidiano y en el transcurso de los años anteriores con los contenidos de enseñanza de
este año y, de ese modo, ampliarlos y cargarlos de sentido.
En 6.° grado, por los acontecimientos del 2021 ya mencionados, con seguridad, necesitarán
comenzar o avanzar con la construcción del concepto de ángulo. Se propondrá estimar y clasificar
ángulos a partir del ángulo recto que proporciona la escuadra. También, se ofrecerá el transporta-
dor como instrumento para medir los ángulos. Estas prácticas se proponen ligadas a las propieda-
des de las figuras geométricas.
Del mismo modo, se comenzará a establecer similitudes y diferencias entre el sistema decimal
de medición y el sistema sexagesimal.
Se iniciará o continuará con el trabajo en torno al perímetro y área de figuras poniendo el acen-
to en la independencia de estas magnitudes entre sí y con la forma de las figuras.
1
Numeración
En la página 13, pueden leer más acerca del aprendizaje y la enseñanza del
Sistema de numeración escrita.
El conjunto de actividades que se presentan en este capítulo apuntan a analizar los números
poniendo de relieve su organización, el significado multiplicativo de cada cifra según la posición
que ocupa, la relación de los valores entre posiciones contiguas y no contiguas de una escritura
numérica. Estas relaciones alimentarán la comprensión del funcionamiento de los números en
los cálculos y, recíprocamente, el avance de los conocimientos sobre las operaciones enriquecerá
la comprensión (Pueden leer más en Acerca del aprendizaje y la enseñanza del Sistema de
numeración escrita de la página 13).
El juego inicial de la página 133 requiere, para calcular los puntajes, poner en juego descomposi-
ciones numéricas a partir de una cantidad de veces 1, 10, 100, 1.000, etc. Las potencias de la base del
sistema de numeración incluyen el orden de los millones. La condición de tirar solo 5 tapitas restrin-
ge la posibilidad de que haya reagrupamientos (10 de un orden forman 1 uno del orden inmediato
superior). Sin embargo, podría haberlos en el cálculo del total de puntajes. La o el docente podría
proponer jugar con 10 o más tapitas si lo considera adecuado para su grupo. También, podrían mo-
dificar el valor de 100.000.000 si resultada difícil un reagrupamiento del orden de los billones.
Es importante jugar varias veces para que se familiaricen con estos cálculos. El análisis posterior
permitirá vincular la cantidad de fichas caída en la zona de cada valor con el número del puntaje
obtenido. Se podría vincular –en este momento o en otra discusión durante el trabajo dentro del
capítulo– la posición en el número que corresponde a un valor del tablero, la cantidad de fichas
caídas sobre un valor del tablero con la cifra que ocupará ese lugar, el puntaje obtenido con la com-
posición del número. Se podría analizar qué sucedería si cayeran más de 9 fichas sobre un mismo
valor. Este juego es retomado a partir de la actividad 10.
Las actividades de las páginas 134 a 136 requerirán, primero, que se converse con toda la clase
sobre el contexto, sobre las imágenes. Es necesario que los alumnos comprendan los diferentes
agrupamientos de ojalillos. Podrían resolver oralmente entre todos problemas sencillos, como por
ejemplo,“cuántos ojalillos hay en... tiritas”, “cuántos ojalillos hay en... sobres transparentes”, etc.
La actividad 1 requiere identificar los agrupamientos de a 100, 10, etc., que pueden armarse con
una cantidad de ojalillos. Será necesario aclarar que se entregan utilizando la mayor forma de agru-
pamiento posible. Por eso, en la tabla, cuando se indica“plancha”, en realidad, las planchas“sueltas”
que no llegan a completar un sobre transparente. Así, la venta de 1.800 ojalillos lleva 1 sobre trans-
parente y 8 planchas. Esta tarea requiere un análisis del número en términos de cuántas veces 1.000,
cuántas veces 100, cuántas veces 10 están contenidas en él, ya que estas son las cantidades que
corresponden a los diferentes embalajes. Como extensión, se podrían proponer otras cantidades de
etiquetas de esa cantidad de cifras.
La actividad 2 apela ambién a ellas, extendiéndolas a números de 5 y 6 cifras.
• Armar una manera posible de pagar justo una cantidad de dinero con monedas de $1, $10,
billetes de $100 y $1.000.
• Incluso con referencia a billetes de fantasía de un juego, se pueden extender estas relaciones
para armar cantidades mayores. Aquí sí se podría preguntar cuántos billetes de $1.000 se nece-
sitan para tener $1.000.000, cuántos de $100, etcétera.
2 En el caso del juego de puntería, además de volver a jugar –incluso con números me-
nores si fuera necesario– y analizar las estrategias que ponen en juego para calcular los puntajes
y para hacerlo lo más rápidamente posible, se pueden proponer problemas que remitan a esa
situación y planteen diferentes tareas. En todos estos casos, la cantidad de fichas con las que se
juega será una variable que determine el docente. Se proponen –solo a modo ilustrativo– estas
situaciones para un juego en el que se arrojan 15 fichas:
• Dadas las zonas del tablero donde cayeron las fichas, calcular el puntaje. Por ejemplo, ¿cuál es
el puntaje que hizo Greca si sus fichas cayeron en estas zonas: 2 fichas en 1.000.000, 10 fichas en
10.000, 1 fichas en 100? Las demás cayeron fuera del tablero.
• Dado un puntaje, indicar modos posibles de obtenerlo. Esta opción puede incluir la búsqueda
acerca de si se trata de la única posibilidad o hay otras, y cómo es posible estar seguro de ello.
Por ejemplo: Nicolás hizo 501.000 puntos. ¿En qué zonas pueden haber caído sus 15 fichas?
Dado que se juega con 15 fichas, ese puntaje podría obtenerse con 5 de 100.000, 1 de 1.000; 5
de 100.000, 10 de 100; 4 de 100.000, 10 de 10.000, 1 de 1.000.
El docente podrá conformarse con una solución o pedirles que busquen otras posibilidades si
creen que las hay o puede haber o, en un extremo, que busquen todas las posibilidades y que
traten de argumentar cómo es posible establecer que esas son todas las posibilidades.
• Dadas las fichas caídas en determinadas zonas en una tirada y el cálculo del puntaje, analizar
si este cálculo ha sido correcto o no y cómo pueden explicarlo. Por ejemplo: Mariano tiró sus
fichas y cayeron de esta manera: 1 en 100.000, 10 en 10.000, 3 en 10 y 1 afuera. Calculó su pun-
taje y anotó 110.030. ¿Es correcto el cálculo de su puntaje o se equivocó?
3.ª 1.000
4.ª 100.000
6.ª 1.000
7.ª 1.000.000
9.ª 100.000
10.ª 100.000
11.ª 1.000.000
12.ª 1
14.ª 1
15.ª 10.000
En este caso, se trata de ir sumando 1, 10, 100, 1.000, 10.000, 100.000, 1.000.000, etc. al nú-
mero anterior. Después de resolver, se puede analizar la diferencia con calcularlo al terminar el
juego, cuando se pueden reunir todas las fichas de un mismo valor y finalmente sumar el pun-
taje hecho con cada valor. En el caso de este problema, se puede analizar qué se transforma del
número al sumar estas cantidades.
Operaciones
En la página 14, pueden leer más acerca del aprendizaje y la enseñanza de las
Operaciones.
Esta página propone retomar (o introducir) diferentes problemas del campo aditivo con la
intención que las y los alumnos pueden avanzar en el reconocimiento de estas operaciones como
Los conocimientos diversos de los alumnos respecto a la suma y a la resta estarán marcados
por los repertorios de cálculos que dispongan. Algunos alumnos, quizá puedan resolver apelando
a la memoria de una amplia variedad de cálculos, con números de distintos tamaños tales como:
La tabla pitagórica es uno de los recursos didácticos más utilizado para trabajar repertorios de
multiplicaciones (y divisiones), como así también, para propiciar la identificación de relaciones
entre ellos y las propiedades, trabajo que involucra varios años de la escuela primaria. No obstante,
las circunstancias actuales, posiblemente, lleven a contemplar propuestas que permitan recuperar
esas experiencias e incluso presentarlas (pueden revisar las actividades extra).
Las actividades 27 a 33 están destinadas a avanzar en el reconocimiento de relaciones y regula-
ridades de tal manera que se constituyan en herramientas para ampliar el repertorio de resultados
disponibles y además, emplearlos para obtener otros. Algunos podrán volcar directamente los
resultados debido a que los saben de memoria (otros, quizá, requieran apoyarse en otros recur-
sos como tablas de proporcionalidad, por ejemplo, cantidad de motos y cantidad de ruedas para
completar la fila del 2, sumar de 2 en 2, etc.), se espera focalizar la tarea en estos problemas para
cuestiones de este tipo, entre otras:
• Relacionar resultados de la tabla del 2 y la del 3 con dobles y triples de cada número.
• Con respecto a la tabla del 2: “¿En qué se parecen los resultados de la tabla del 2 con las sumas
2 + 2, 3 + 3, 4 + 4, etc.? ¿Y con los números que voy diciendo al ir de 2 en 2 a partir de 0? Si
continuamos la fila del 2 más allá del 10 (como lo propone la actividad 28), ¿en qué se parecen
y en qué se diferencian los resultados que están entre el 1 y el 10 con los que están entre el 11
y el 20? ¿Y con los que están entre el 20 y 30? ¿Y con los que siguen al 100? ¿Y al 1.000?
• ¿Qué relaciones pueden identificar entre la fila del 2, la del 4 y la del 8? Nicolás dice que los de
la fila del 4 son el doble de la del 2, ¿están de acuerdo?
• Si se continuara la fila del 4 más allá de 4 x 10 = 40, ¿qué similitudes y diferencias identifican
con los que se anotaron antes? (propuesta de la actividad 29).
Un aspecto que resulta importante mencionar ante este tipo de problemas tiene que ver con los
conocimientos que se considera que las y los alumnos deben tener disponibles. Por ejemplo, si se
espera que obtengan 8 x 4 a partir de dobles, es decir, como 8 x 2 = 16, 16 x 2 = 32, resulta necesario
que puedan disponer del cálculo memorizado 16 + 16 = 32, de lo contrario, les implicará hacer una
cuenta o contar con los dedos para obtenerlo. Un procedimiento posible puede ser descomponer
en 10 + 10 + 6 + 6, por lo que las intervenciones del/la docente podrán también propiciar que
identifiquen estos casos, que requieren algún tipo de procedimiento de cálculo mental, de los que
pueden resolver directamente porque forman parte de los repertorios disponibles.
Otra cuestión interesante tiene que ver con que de forma progresiva, puedan identificar inter-
valos en los que los productos presentan ciertas regularidades (lo cual puede facilitar su obtención),
por ejemplo, a partir de propuestas como la actividad 32, pueden reconocer que los resultados de
3 x 1 = 3, 3 x 2 = 6, 3 x 3 = 9 permiten obtener los de 3 x 10 = 30, 3 x 11 = 33, 3 x 12 = 36, de
3 x 100 = 300, 3 x 101 = 303, 3 x 102 = 306, etcétera.
1 En una librería, están realizando el balance de las ventas realizadas en 2020. Anota-
ron las cantidades en una tabla.
Libros
d. El dueño del local esperaba a vender en total 5.000 libros. ¿Cuántos libros le faltaron vender
para llegar a esa cantidad?
e. ¿Les resultó complejo? Compartan las dudas y comparen los diferentes procedimientos que
emplearon en cada caso.
2 Resuelvan estos cálculos. Los resultados que están en el recuadro les pueden ser de
utilidad.
4+5=9 40 + 50 = 90 90 – 40 = 50 90 – 50 = 40
3 Resuelvan estos cálculos y luego compartan las diferentes estrategias que emplearon.
• Matías dice que para resolver estos cálculos le sirvió buscar sumas o restas que den “números
redondos”, por ejemplo, 400 + 600 = 1.000, 475 + 125 = 600. ¿Por qué habrá usado esa estrate-
gia? ¿Hicieron algo similar?
4 Sabiendo que 55 + 65 = 120 y sin resolver todo el cálculo, rodeen los resultados no
son correctos. Expliquen en cada caso cómo hicieron para darse cuenta.
Cálculos Menor que 500 Entre 500 y 700 Mayor que 700
398 + 215 =
508 + 209 =
900 – 198 =
1.016 – 697 =
6 Escriban multiplicaciones (usando dos factores) cuyo resultado sean los que se indican.
Compartan con un compañero los cálculos que escribieron y completen con los que les falten.
12 18 24 40
7 Completen los casilleros restantes de esta parte de una tabla pitagórica. Expliquen los
procedimientos que emplearon.
x 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
1 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
2 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Geometría
En la página 19, pueden leer más acerca del aprendizaje y la enseñanza de la
Geometría.
La intención de las actividades de la página 145 es reinvertir los conceptos trabajados en la pá-
gina anterior, la idea de construir triángulos a partir de los lados utilizando el compás para tomar
y trasladar medidas como herramienta eficaz.
c. Tres circunferencias de diferentes radios pero que sus centros se encuentren en una misma
línea.
• Comparen sus dibujos con otros compañeros y cuenten en qué se parecen y en qué se
diferencian.
a.
b.
• ¿Cómo pueden saber si están bien copiados? Antes de responder a la pregunta convérsenlo
con algunos compañeros.
3 Felipe construyó estos 3 triángulos, uno de ellos es equilátero, otro escaleno y otro
isósceles. Clasifiquen cada uno usando solo el compás.
• Cuéntenle a otro compañero cómo se usa el compás para comparar los lados de un triángulo.
2
Operaciones
En la página 14, pueden leer más acerca del aprendizaje y la enseñanza de las
Operaciones.
El juego que inicia el Capítulo 2 involucra obtener y completar productos utilizando como soporte
una tabla pitagórica con los productos desde 2 x 10 hasta 9 x 99. La intención es continuar el trabajo
propuesto en el Capítulo 1 respecto al reconocimiento de relaciones entre resultados y propiedades
de la multiplicación. Es sabido que el juego del Tutti frutti requiere de celeridad para completar, en
primer lugar, cada fila, por lo que se espera que, progresivamente (es decir, luego de algunas juga-
das), las y los alumnos puedan elaborar diferentes estrategias que les permitan completar cada fila
de acuerdo con las tarjetas que salen en cada caso. Así, por ejemplo, considerando las jugadas que
simula la actividad 42, algunos de los procedimientos posibles pueden ser:
• Usar resultados que están en la tabla pitagórica. Por ejemplo, para resolver 20 x 4, 21 x 4,…,
20 x 5, 21 x 5 apoyarse en los resultados de la fila o la columna del 4 y del 5 y, luego de llegar a
10 x 4 o 10 x 5, seguir sumando de 4 en 4 y de 5 en 5 hasta conseguir resultados correspondientes
al intervalo dado.
• Usar los resultados que van obteniendo en una misma fila, por ejemplo, a partir de 20 x 5 = 100
ir sumando de 5 en 5 para 21 x 5, 22 x 5,…; a partir de 30 x 5 = 150 ir restando de 5 en 5 para 29 x
5, 28 x 5,…
• Recurrir a resultados de filas anteriores. Por ejemplo, para resolver 5 x 21, pueden considerar el
resultado de 4 x 21 y sumarle 21, para resolver 5 x 22, pueden considerar el resultado de 4 x 22
y sumarle 22, y así sucesivamente.
• Otra de las estrategias puede permitir multiplicar por 9 apoyándose en repertorios de la unidad
seguida de ceros. Así, para resolver 9 x 22, pueden hacer 10 x 22 – 22.
De este último procedimiento, se ocupan las actividades 42b y 42c, a partir de las cuales las y los
alumnos podrán arribar a conclusiones del tipo “para multiplicar un número por 9, podés multiplicar
por 10 y restar una vez ese número”. El o la docente, también, podrá extender esa relación a otros
cálculos, entonces,“¿Qué estrategia podemos emplear para multiplicar de manera fácil por 11? ¿Y
por 19? ¿Y por 21?, etcétera.”
Otro de los contextos fértiles para trabajar con estas relaciones (en el marco de un trabajo am-
plio vinculado a las propiedades de la multiplicación) lo constituye el uso de la calculadora si se
introducen ciertas restricciones (teclas que no funcionan). Este tipo de situaciones no suelen re-
sultar sencillas de interpretar para las y los alumnos y, en muchas ocasiones, acuden directamente
al uso de la calculadora sin considerar las indicaciones que impone la consigna. Una intervención
posible puede ser proponer una consigna de esas características de tal forma que, de manera con-
junta, puedan reflexionar sobre las condiciones que requiere atender y respecto a algunas estrategias
Los primeros problemas que las y los alumnos resuelven relacionados a la multiplicación co-
rresponden a relaciones de proporcionalidad directa, es decir, la relación entre las magnitudes
involucradas se presenta de manera constante. Los primeros procedimientos que emplean suelen
estar asociados a representaciones (dibujar o hacer marcas) de esas cantidades que se repiten, rea-
lizar sumas sucesivas, multiplicar, etc. El tamaño de los números involucrados en las actividades 44
y 45 intenta que surjan procedimientos vinculados al cálculo (ya sea mediante sumas o mediante
la multiplicación).
El hecho de que los datos se presenten en tablas (que, como hemos mencionado antes im-
plica una complejidad mayor) puede hacer, si se lo considera necesario, que se introduzcan
previamente otros problemas (pueden ver ejemplos en Actividades extra) y, también, tablas
de proporcionalidad con otras cantidades que, por ejemplo, les permitan apoyarse en la tabla
pitagórica para resolverlas. Por ejemplo, “1 caja trae 6 lapiceras. Completen una tabla en la que se
solicita la cantidad de lapiceras que hay en 2, 3, 4, 6, 8 y 10 cajas. Luego, expliquen cómo hicieron para
obtener esos valores”.
Algunos de los procedimientos posibles que podrían surgir para resolver la primera tabla de la
actividad 44 son:
• Sumar de 2 en 2 tantas veces como las cantidades de pliegos lo van requiriendo en cada celda,
empezando desde 0, 2, 4, 6,… o reconociendo la posibilidad de partir de un resultado conocido,
por ejemplo, a partir de 10 x 2 = 20.
• Multiplicar por 2 cada cantidad recuperando algunos resultados de memoria (por ejemplo,
8 x 2, 9 x 2, 10 x 2 = y empleando otras estrategias para los restantes como, por ejemplo, hacer
11 + 11, 12 + 12, etcétera.
• Aplicar el algoritmo de la multiplicación en los cálculos que lo consideren necesario.
• Usar la propiedad distributiva de la multiplicación con respecto a la suma y la resta (más allá
de que conozcan o no su nombre) y, por ejemplo, obtener la cantidad de cartulinas que trae 1
pliego sumando las cantidades que hay en 20 y en 21 pliegos, entre tantas posibilidades.
Estos problemas se centran en el cálculo con multiplicaciones y divisiones en las que inter-
vienen “números redondos”, las que resultan de suma importancia para el trabajo con diferentes
estrategias de cálculo mental y, también, para la resolución mediante los algoritmos. La multiplica-
ción y la división por la unidad seguida de ceros, es decir, por potencias de diez, están íntimamente
relacionadas con las propiedades del sistema de numeración decimal, por lo que, en el momento
de resolver los cálculos que propone la actividad 46, podrán recuperar el trabajo realizado en el
Capítulo 1 sobre numeración.
Los nombres de los números de más de una cifra dan cuenta de las operaciones involucradas
en su conformación (que, de acuerdo con la cifra que sea, en algunos casos, se basarán en la multi-
plicación y la suma, por ejemplo, ochocientos veinte: 8 x 100 + 20; en otros, solamente en la suma:
veintiocho: 20 + 8; y en otros, en la multiplicación, ochocientos: 8 x 100; sabiendo también que
en otros casos no ofrecen información alguna como, por ejemplo, quinientos). Así, para resolver
8 x 100, algunos alumnos podrán afirmar “Da ochocientos, ocho de cien, el nombre de los números te
lo dice”.
Una estrategia que suele aparecer tiene que ver con “agregar” o “quitar” al número, según sea
multiplicación o división, tantos ceros como los que tenga la potencia de diez involucrada. Si
bien es un procedimiento que permite resolver con cierta facilidad estos cálculos, resultará in-
teresante que se propicien instancias en las que las y los alumnos puedan explicitar las razo-
nes que subyacen en ellos. Una de las intervenciones puede ser presentar cálculos equivalen-
tes al dado de tal manera que permita identificar las sucesivas multiplicaciones o divisiones por
10 y el consecuente efecto en el valor que determina en cada cifra. Por ejemplo, para el cálculo
80 x 1.000, se puede escribir a la par 80 x 10 x 10 x 10, y a partir de allí, propiciar que reconozcan
cómo aumenta el orden de magnitud de la decena y la unidad del 80 cada vez que se multiplica
1 Completen los casilleros restantes de esta tabla. Comparen los diferentes procedi-
mientos que emplearon.
12 x 10 12 x 11 12 x 12 12 x 13 12 x 14 12 x 15
2 ¿Cuál o cuáles de los cálculos que se dan a continuación permite resolver este proble-
ma? Rodéenlos. Comparen los que señalaron y expliquen por qué los eligieron.
Un paquete trae 12 pastillas. ¿Cuántas pastillas hay en 6 paquetes?
12 + 12 + 12 + 12 + 12 + 12 12 + 6 12: 6
6 x 12 12 x 6 12 – 6
3 Una caja trae 8 témperas. ¿Cuántas témperas hay en 6 cajas como esa? ¿Y en
12 cajas?
Cajones 1 2 3 4 5 8 10 11 15
Botellas
8 x 9 = 80 x 9 = 72 : 9 = 72 : 8 = 720 : 9 = 720 : 8 =
7 x 6 = 7 x 60 = 42 : 6 = 42 : 7 = 420 : 6 = 420 : 7 =
4 x 80 = 400 x 8 = 80 x 40 =
3 x 5 x 2 x 3 = 8 x 6 x 5 = 6 x 3 x 5 x 10 =
Numeración
En la página 13, pueden leer más acerca del aprendizaje y la enseñanza del
Sistema de numeración escrita.
El recuadro teórico que se presenta al inicio de la página 152, retoma el análisis del valor de
cada posición en las escrituras numéricas realizado en el capítulo anterior (actividad “Para pensar
entre todos” de la página 137).
La actividad 56 retoma la relación entre diferentes posiciones. Aquí se plantea de manera
descontextualizada, solamente, en el contexto numérico. La o el docente podrá remitir a los con-
textos en los que se han utilizado estas relaciones en el capítulo anterior: el cálculo de los puntajes
Las actividades de esta página tratan la relación entre la numeración oral y escrita. Se trata de
relacionar el nombre del número con su notación con dígitos.
La actividad 60 refiere a la denominación de un número. Por eso, propone, en parejas, una ac-
tividad de dictados de números entre sí.
Las actividades 61 y 62 remiten a una situación de dictados de números similar: a partir de la
denominación de un número, dar su escritura en cifras y, a partir de la escritura en cifras, dar su
denominación. Como tienen que ofrecer las respuestas en forma escrita, la denominación oral del
número incluye, en estos casos, la necesidad de ofrecer su forma verbal escrita. En consecuencia,
involucra aspectos vinculados con la ortografía de la escritura de los nombres de los números.
La actividad 63 pide ordenar números a partir de su forma verbal. Esto exige diferentes criterios
que los que se utilizan para ordenar números escritos que se organizan según otras propiedades.
En el caso del nombre de los números, la extensión de su composición no constituiría un criterio
para compararlos.
La actividad 64, también, propone ordenar números, pero esta vez escritos con cifras. Se trata
de completar escrituras numéricas conservando el orden entre los números. En este caso, se trata
Por ejemplo, para el tercer número, se puede completar con cualquier dígito a partir de 2; el
cuarto número no se puede completar con cincuenta mil porque sería inferior al anterior. Enton-
ces, cualquier dígito a partir de 6 resulta conveniente, etcétera.
Esta tarea se retoma en la actividad “Para pensar entre todos”. Será interesante analizar, luego
entre todos, cómo los completaron y cuáles serían las diferentes posibilidades que cumplieran
con lo solicitado. La respuesta a la tarea de intercalar números depende del número elegido para
completar el primero de la serie.
La recta numérica constituye un contexto muy potente para trabajar diferentes relaciones
entre los números, pero a la vez, resulta muy complejo para las y los alumnos. Sobre una recta,
se representan los números como puntos en una correspondencia tal que a cada punto le co-
rresponde un número y a cada número le corresponde un punto. Si bien la recta permite repre-
sentar a todos los números reales (racionales e irracionales), en la escuela primaria, recurrimos
a ella para trabajar sobre los números naturales (enteros positivos) y racionales positivos (frac-
ciones y decimales), que son objeto de enseñanza en este nivel. En estos primeros capítulos
representaremos números naturales y, más adelante, también números racionales (fracciones
y decimales).
Sobre esta representación, se pone de relieve el orden entre los números, pero exigiendo preci-
sión acerca de la distancia respecto de los otros números. La distancia entre números conserva una
escala dentro de la misma recta numérica: hay una relación proporcional entre la distancia entre
números y la longitud que separa a los correspondientes puntos en la recta.
Si es necesario proponer a todos o a algunos alumnos actividades que permitan un mayor do-
minio de la representación de los números en la recta numérica, es posible proponerles actividades
en las cuales deban:
• Completar los números que corresponden a la graduación de una recta numérica como, por
ejemplo:
0 100 200
• De la misma manera, se puede proponer completar una graduación de 1.000 en 1.000, 10.000
en 10.000, 5.000 en 5.000, etcétera.
• Luego, será importante completar la graduación de una recta numérica donde el fragmento
que se presenta no comience desde 0. También se podrán ofrecer rectas para las cuales los da-
tos que se presentan no correspondan a graduaciones consecutivas como, por ejemplo:
3.500 4.000
En estos casos, no solo la escala de la graduación sino también los números dados como datos –y,
en particular, la distancia entre los números– harán más fácil o difícil la tarea.
Completar los números correspondientes a estas marcas supone identificar cuál es la graduación
dada a la recta. Si se quisiera ofrecer más puntos de apoyo para poder establecerlos, se podrían pre-
La graduación y las referencias dadas serán puntos de apoyo y, según las opciones, harán más
simple o compleja la tarea. Otra variable, por supuesto, son los números o puntos para ubicar.
Una vez ubicados, pueden también funcionar como referencias. La posibilidad de apelar a lo ya
realizado como recurso para resolver otros nuevos, muy probablemente, deba ser comunicada por
la o el docente.
A aquellos alumnos a quienes les resulten sencillas las tareas propuestas, se les puede solicitar que
ubiquen un conjunto de números sin darles la recta, y que deban decidir una escala conveniente.
Geometría
En la página 19, pueden leer más acerca del aprendizaje y la enseñanza de la
Geometría.
Para reinvertir las ideas que circularon anteriormente y la propiedad estudiada, se proponen los
problemas de la página 159.
En la actividad 81, el dibujo se encuentra en hoja cuadriculada, lo que permite anticipar ciertos
datos, por ejemplo:
• Los triángulos JGK y JGL son rectángulos porque el ángulo G es recto.
• Los lados JG y GK miden 3 cuadraditos, entonces, el triángulo JGK es isósceles.
Por las dos ideas anteriores, JGK es isósceles y rectángulo. También, podrán utilizar la escuadra
y el compás para verificar, por ejemplo:
• JGL es escaleno y rectángulo.
• JKL es obtusángulo y escaleno.
Las actividades 82 y 83 suponen reinvertir la propiedad de la suma de los ángulos interiores
de un triángulo, pero también, ponen en juego otras relaciones y definiciones matemáticas que se
podrán conversar y discutir:
• Ángulos consecutivos: son los que tienen el vértice común y comparten un lado.
• Ángulos complementarios: son los ángulos que suman 90°; si además son consecutivos, for-
man un ángulo recto.
• Ángulos suplementarios: son los ángulos que suman 180°; si además son consecutivos, forman
un ángulo llano y, en ese caso, se denominan ángulos adyacentes.
Estos conceptos se podrán utilizar para validar las respuestas obtenidas.
En la actividad 84, se propone una nueva ronda de construcciones de triángulos, la idea es vol-
ver a pasar por los conceptos construidos teniendo en cuenta la cantidad de soluciones para cada
caso, cada construcción podrá ser retomada para elaborar las ideas que se solicitan en el trabajo
con todo el grupo.
En el ítem a de la actividad “Para pensar entre todos”, se podrá concluir que se puede construir
un único triángulo cuando, por ejemplo, en 84a y 84d, conocemos:
• Dos lados y la medida del ángulo comprendido.
• Un lado y dos ángulos (siempre que la suma de ellos sea menor que 180°).
• Las medidas de los tres lados y se cumple la propiedad triangular.
Para el ítem b de “Para pensar entre todos”, se podrá concluir que si se conocen los ángulos del
triángulo hay muchas posibilidades.
En la actividad 84f, habrá nuevamente muchas posibilidades, ya que contamos solo con un lado
y un ángulo.
Con respecto al ítem c de “Para pensar entre todos”, no habrá solución cuando los datos no
cumplen con las propiedades estudiadas acerca de los lados y de los ángulos.
580
900
1400
350
• Comparen con algún compañero si les quedaron iguales y expliquen para qué usaron el trans-
portador y para qué usaron la regla.
2 Copien a la derecha la figura y, luego, expliquen los pasos que siguieron para realizar
la construcción. ¿Es posible copiarla sin medir con la regla? Si es así, cuenten cómo.
• Comparen con un compañero si siguieron los mismos pasos. Si algún compañero tuvo dificulta-
des para realizar la copia, intenten ayudarlo
• Pónganse de acuerdo con un compañero y expliquen: ¿Para qué usaron la escuadra? ¿Para qué
usaron el compás?
• Intercambien la tarea con un compañero para verificar si hicieron lo mismo. Si hubo diferen-
cias analicen cuáles son las razones.
Enlace/s Comentarios
Página 143 Este recurso está pensado para el uso de la herramienta Circun-
estrada.pub/5n2 ferencia por tres puntos tanto como para la herramienta Compás.
Al igual que la anterior, permite la comparación entre circunfe-
rencias de distintos centros y, a la vez, comparar las circunferen-
cias que se forman con los tres mismos puntos, pero con uno de
ellos como centro cada vez. Como en el caso anterior, es intere-
sante que los alumnos anticipen respuestas, discutan opciones y
posibles dibujos antes de dibujar en el lienzo del recurso.
Capítulo 2
Página 157 En estos recursos, se han limitado las herramientas disponibles
estrada.pub/4b9fd para permitir a los alumnos construir triángulos utilizando las
propiedades y características que les son conocidas.
Página 157
Particularmente, en el primer enlace, se remite a los alumnos a la
estrada.pub/b95c2 clasificación de triángulos por la medida de sus lados, mientras
que, en el segundo enlace, se enfoca en la clasificación según
los ángulos.
En ambos casos, es importante hacer una detallada confirma-
ción de todos los casos posibles y acordar con los alumnos si es
acertado repetir medidas en el mismo triángulo (por ejemplo, un
triángulo de lados 3, 3 y 4, en el primer enlace, o de ángulos 50°,
50° y 80°, en el segundo enlace.
En el primer enlace, se apoyarán en la propiedad fundamental y,
en el caso del segundo, en la suma de los ángulos interiores del
triángulo.
Página 159 En este recurso, el movimiento es la figura central. El movimiento
estrada.pub/7b029 se presenta a través de un deslizador, herramienta que permite
definir entre qué valores se mueve una variable (el ángulo) y, en
este caso, que al cambiar, permite ver las modificaciones que
definen esos cambios.
Si bien en un primer momento, el movimiento es para ver cómo
se mueve el deslizador y el efecto que causa, más adelante se
plantean preguntas que ayudan a vincular los ángulos interiores
del triángulo entre sí. En este caso y tratándose de un triángulo
rectángulo, resalta que el aumento en la amplitud de un ángulo
implica la disminución de la amplitud del otro ángulo. Puede
trabajarse, también, la relación entre esos ángulos (son com-
plementarios, es decir, la suma de sus amplitudes es igual a un
ángulo recto).
Matemática
Autores: Beatriz Moreno (coord. autoral), M. Teresita Chelle, M. Emilia Quaranta, Gloria Robalo y Marcos Varettoni
Editora del área de Matemática: Evelyn Orfano
Correctora: Pilar Flaster